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Qué es la salud mental?

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La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en
que pensamos, sentimos y actuamos. También nos ayuda a determinar cómo manejar el
estrés, relacionarnos con otras personas y tomar decisiones. La salud mental es importante en
todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta.

Durante su vida, si tiene problemas de salud mental, su pensamiento, ánimo y


comportamiento pueden verse afectados. Muchos factores contribuyen a tener problemas de
salud mental, entre ellos:

 Factores biológicos, como genes o la química del cerebro


 Experiencias de vida, como traumas o abusos
 Historia familiar de problemas de salud mental

Los problemas de salud mental son frecuentes, pero hay ayuda disponible. Las personas con
problemas de salud mental pueden mejorar y muchos se recuperan por completo.

Primeras señales de advertencia


¿No está seguro si alguien que conoce tiene problemas de salud mental? Uno o más de los
siguientes sentimientos o comportamientos pueden ser la primera señal de advertencia sobre
un problema:

 Comer o dormir mucho o poco


 Alejarse de las personas y las actividades habituales
 Tener poca energía o nada en absoluto
 Estar insensible o sentir que ya nada importa
 Tener dolores o malestares inexplicables Sentirse desesperanzado o indefenso Fumar,
beber o consumir drogas en mayor medida que lo habitual
 Sentirse inusualmente confundido, olvidadizo, nervioso, enojado, molesto, preocupado
o temeroso
 Gritar o pelearse con familiares y amigos
 Tener cambios de estado de ánimo significativos que causan problemas en las
relaciones
 Tener pensamientos y recuerdos persistentes que no puede sacar de la cabeza
 Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas
 Pensar en lastimarse o lastimar a otros
 No tener capacidad de realizar las tareas diarias, como cuidar a sus hijos o ir al trabajo
o la escuela

Conozca más sobre problemas de salud mental específicos y dónde buscar ayuda.


Salud mental y bienestar
La salud mental positiva le permite a las personas:

 Darse cuenta de todo su potencial


 Afrontar los problemas de la vida
 Trabajar de forma productiva
 Hacer contribuciones significativas a sus comunidades

Las formas de mantener una salud mental positiva incluyen:

 Conseguir ayuda profesional, si fuera necesario


 Conectarse con otros
 Mantenerse positivo
 Participar activamente en actividades físicas
 Ayudar a otros
 Dormir bien
 Desarrollar capacidades para enfrentar problemas

Causas
La causa exacta del consumo de drogas se desconoce. Los genes de una persona, la acción
de las drogas, la presión de compañeros, el sufrimiento emocional, la ansiedad, la depresión y
el estrés ambiental pueden ser todos factores intervinientes.
Muchas personas que desarrollan un problema de consumo de sustancias
tienen depresión, trastorno de déficit de atención, trastorno de estrés postraumático u otro
problema de salud mental. Un estilo de vida estresante y caótico y la baja autoestima son
también comunes.
Es posible que los niños que crezcan viendo a sus padres consumiendo drogas tengan un
mayor riesgo de presentar un problema de consumo de sustancias más adelante en la vida
tanto por razones ambientales como genéticas.

Entre las sustancias más comúnmente consumidas se encuentran:

 Los opiáceos y otros narcóticos son calmantes muy potentes que pueden causar somnolencia y
algunas veces sentimientos intensos de bienestar, regocijo, euforia, entusiasmo y júbilo. Entre ellos se
encuentran la heroína, el opio, la codeína y los analgésicos narcóticos que pueden ser recetados por el
médico o se pueden comprar de manera ilícita.
 Los estimulantes son medicamentos que estimulan el cerebro y el sistema nervioso. Ellos
incluyen cocaína y anfetaminas, como las drogas utilizadas para tratar el trastorno de hiperactividad con
déficit de atención (THDA) (el metilfenidato o la Ritalina). Una persona puede empezar a necesitar
cantidades mayores de ellas con el tiempo para sentir el mismo efecto.
 Los depresivos causan somnolencia y reducen la ansiedad. Ellos incluyen alcohol, barbitúricos,
benzodiazepinas (Valium, Ativan, Xanax), hidrato de cloral y paraldehído. El uso de estas sustancias
puede llevar a que se desarrolle adicción.
 El LSD, la mescalina, la psilocibina ("setas u hongos") y la fenciclidina (PCP o "polvo de
ángel") pueden hacer que las personas vean cosas que no existen (alucinaciones) y pueden llevar a
dependencia psicológica.
 La marihuana (cannabis o hashish).
Hay varias etapas del consumo de drogas que pueden llevar a la adicción. Las personas
jóvenes parecen pasar más rápidamente a través de las etapas que los adultos. Las etapas
son:

 Consumo experimental -- típicamente involucra a los compañeros, se hace para uso recreativo;
el consumidor puede disfrutar del hecho de desafiar a los padres u otras figuras de autoridad.

 Consumo regular -- el consumidor falta cada vez más a la escuela o al trabajo; le preocupa
perder la fuente de droga; utiliza las drogas para "remediar" sentimientos negativos; empieza a apartarse
de los amigos y la familia; puede cambiar los amigos por aquellos que son consumidores regulares;
muestra aumento de la tolerancia y capacidad para "manejar" la droga.

 Consumo problemático o riesgoso -- el consumidor pierde cualquier motivación; no le importa


la escuela ni el trabajo; tiene cambios de comportamiento obvios; pensar acerca del consumo de drogas
es más importante que todos los otros intereses, incluso las relaciones interpersonales; el consumidor se
torna reservado; puede comenzar a vender drogas para ayudarse a sostener el hábito; el consumo de otras
drogas más fuertes puede aumentar; se pueden incrementar los problemas legales.

 Adicción -- no puede enfrentar la vida diaria sin las drogas; niega el problema; el estado físico
empeora; pierde el "control" sobre el consumo; puede volverse suicida; los problemas financieros y
legales empeoran; puede haber roto los lazos con los miembros de la familia o los amigos.

Síntomas
Algunos de los síntomas y comportamientos del consumo de drogas pueden incluir:

 Confusión

 Continuar consumiendo drogas incluso cuando la salud, el trabajo o la familia están


siendo afectados

 Episodios de violencia
 Actitud hostil cuando se le confronta acerca de la dependencia de las drogas

 Falta de control sobre el consumo excesivo de drogas, ser incapaz de parar o reducir
la ingesta de alcohol

 Inventar excusas para consumir drogas

 Faltar al trabajo o a la escuela, o disminuir el rendimiento

 Necesidad de consumir la droga de manera diaria o regular para poder funcionar

 Descuidar la alimentación

 No preocuparse por la apariencia física

 No volver a tomar parte en actividades debido a la drogadicción

 Comportamiento reservado para ocultar el consumo de drogas

 Consumir drogas incluso estando solo

Pruebas y exámenes
Los exámenes para drogas (exámenes toxicológicos) realizados sobre muestras de orina y
sangre pueden revelar la presencia de numerosas drogas y sustancias químicas en el
organismo. La sensibilidad del examen depende de la sustancia misma, de cuándo se tomó
y del laboratorio que realiza los análisis. Es más probable detectar una droga en exámenes
de sangre que en exámenes de orina; sin embargo, los exámenes de detección en orina se
practican con más frecuencia.

Tratamiento
El trastorno del uso de sustancias es una enfermedad seria y no es fácil de tratar. La mejor
atención y tratamiento involucran profesionales expertos.

El tratamiento comienza con el reconocimiento del problema. Aunque la negación es un


síntoma común de adicción, las personas adictas exhiben mucha menos negación si se les
trata con empatía y respeto, antes que decirles qué hacer o confrontarlos.

El consumo de la sustancias se puede suspender ya sea de manera gradual o abrupta. El


apoyo para los síntomas físicos y emocionales al igual que permanecer libre de la droga
(abstinencia) son también claves para el tratamiento.

 Las personas con sobredosis de drogas pueden necesitar un tratamiento de


emergencia en el hospital. El tratamiento exacto depende de la droga consumida.
 La desintoxicación consiste en la abstinencia abrupta de la sustancia que se
consume en un ambiente donde haya buen apoyo. La desintoxicación se puede manejar
como paciente ambulatorio u hospitalizado.

 Algunas veces, se administra otra droga que tenga una acción o efecto similar en el
cuerpo a medida que la dosis se disminuye lentamente para reducir los efectos secundarios
y los riesgos de la abstinencia. Por ejemplo, para la adicción a los narcóticos se puede usar
la metadona o medicamentos similares para prevenir la abstinencia y el consumo
continuado.

Los programas de tratamiento residencial monitorean y abordan los posibles síntomas y


comportamientos de abstinencia. Estos programas emplean técnicas para hacer que los
consumidores reconozcan sus comportamientos y enseñan maneras de evitar volver al
consumo (recaída).

Si la persona también presenta depresión u otro trastorno de salud mental, este se debe
tratar. En muchos casos, una persona comienza a consumir drogas en un esfuerzo por
autotratarse una enfermedad mental.

Grupos de apoyo
Hay muchos grupos de apoyo disponibles en la comunidad. Estos incluyen:

 Narcóticos Anónimos (NA) -- www.na.org


 Alateen -- al-anon.org/for-members/group-resources/alateen
 Al-Anon -- al-anon.org
La mayoría de estos grupos siguen el programa de los 12 pasos utilizado en los grupos de
Alcohólicos Anónimos (AA) www.aa.org.
SMART Recovery www.smartrecovery.org y LifeRing lifering.org son programas que no
utilizan el método de los 12 pasos. Usted puede encontrar otros grupos de apoyo en
Internet.
Expectativas (pronóstico)
El abuso de drogas puede conducir a una sobredosis mortal de la droga. Algunas personas
comienzan a tomar las drogas de nuevo después de haberlas suspendido (recaída).

Las complicaciones del consumo de drogas incluyen:

 Depresión

 Cáncer, por ejemplo, los cánceres de boca y estómago están asociados con el
consumo excesivo y la dependencia del alcohol

 Infección por VIH o hepatitis B o C por compartir agujas


 Pérdida del trabajo

 Problemas con la memoria y la concentración, por ejemplo, con el consumo de


alucinógenos, incluso la marihuana (THC)

 Problemas legales

 Ruptura de relaciones

 Prácticas sexuales inseguras, las cuales pueden derivar en embarazos no deseados,


enfermedades de transmisión sexual, VIH o hepatitis B

Cuándo contactar a un profesional médico


Solicite una cita con su proveedor de atención médica si usted o un miembro de la familia
está abusando de una sustancia y quiere detenerse. De igual manera llámelo si se le ha
suspendido el suministro de drogas y está en riesgo de sufrir un síndrome de abstinencia. La
mayoría de los empleadores ofrecen servicios de remisión para los empleados que tengan
problemas de consumo de sustancias.

Prevención
Los programas educativos contra las drogas pueden ser de ayuda. Los padres pueden tener
una fuerte influencia en sus hijos enseñándoles acerca del daño del consumo de sustancias.

Nombres alternativos
Abuso de sustancias; Consumo de sustancias químicas; Abuso de sustancias químicas;
Adicción a drogas; Adicción - drogas; Dependencia de drogas; Consumo de drogas ilícitas;
Consumo de narcóticos; Consumo de alucinógenos

rastornos de uso de sustancias y salud


mental
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A veces coexisten los problemas de salud mental y los trastornos de uso de sustancias. Esto se
debe a que:

 Ciertas drogas ilegales pueden causar una adicción en personas que experimentan uno
o más síntomas de un problema de salud mental
 Los problemas de salud mental a veces conducen al consumo de drogas o alcohol, ya
que algunas personas con un problema de salud mental pueden abusar de estas
sustancias como una forma de automedicación
 Los trastornos mentales y del uso de sustancias comparten algunas causas
subyacentes, como los cambios en la composición del cerebro, las vulnerabilidades
genéticas y el contacto temprano con el estrés o el trauma

Más de uno de cada cuatro adultos que padecen un problema de salud mental grave también
tienen un problema de abuso de sustancias. Los problemas por uso de sustancias se observan
más frecuentemente asociados a ciertos problemas de salud mental, entre los que se incluyen:

 Depresión
 Trastornos de ansiedad
 Esquizofrenia
 Trastornos de la personalidad

Trastornos de uso de sustancias


Los trastornos de uso de sustancias pueden referirse al uso o a la dependencia de sustancias.
Entre los síntomas de estos trastornos se pueden encontrar:

 Cambios en el comportamiento, por ejemplo:


o Disminuir la asistencia y el rendimiento en la escuela
o Meterse en problemas con frecuencia (peleas, accidentes, actividades ilegales)
o Usar sustancias en situaciones que representan un peligro físico, por ejemplo
mientras conduce u opera una máquina
o Actuar a escondidas o de manera sospechosa
o Manifestar cambios en el apetito o los patrones de sueño
o Exhibir cambios sin explicación en la personalidad o la actitud
o Demostrar cambios en el estado de ánimo, irritabilidad o estallidos de ira
o Pasar por períodos inusuales de hiperactividad, agitación o aturdimiento
o No tener motivación
o Mostrarse temeroso, ansioso o paranoico, sin razón alguna
 Cambios físicos, por ejemplo:
o Ojos inyectados de sangre y pupilas de tamaño anormal
o Pérdida o incremento de peso repentinos
o Deterioro del aspecto físico
o Olores inusuales en el aliento, el cuerpo o la ropa
o Temblores, habla inarticulada o coordinación atrofiada
 Cambios sociales, por ejemplo:
o Cambio repentino de amigos, lugares favoritos de reunión y pasatiempos
o Problemas legales vinculados con el uso de sustancias
o Necesidad de dinero sin explicar o problemas financieros
o Uso de sustancias incluso a pesar de que generan problemas en las relaciones

Recuperarse de los problemas de salud mental y del


uso de sustancias
Las personas que padecen problemas de salud mental y trastornos de uso de sustancias deben
recibir tratamiento para ambos. El tratamiento para ambos problemas (los de salud mental y
los trastornos de uso de sustancias) puede incluir rehabilitación, medicamentos, grupos de
apoyo y terapia de conversación.

¿Busca más información o asistencia?


 Lea más sobre cómo las personas con trastornos de uso de sustancias y salud mental y
sus familias pueden participar activamente en su proceso de recuperación (disponible en
inglés).
 Aprenda a hablar sobre salud mental o a pedir ayuda para usted mismo o para una
persona a su cuidado.
 Lea sobre la ciencia detrás del uso de sustancias (disponible en inglés) y reciba
información sobre cómo las drogas afectan el cerebro y el cuerpo.
 El primer informe del director general de salud pública sobre el alcohol, las drogas y la
salud (disponible en inglés) ofrece una reseña de lo que sabemos sobre el abuso de
sustancias y cómo podemos usar ese conocimiento para abordar tal abuso y las
consecuencias relacionadas.

Sobre salud mental


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Para personas con problemas mentales
Si usted tiene, o cree que tiene, un problema de salud mental, es útil hablar sobre estos
problemas con otras personas. Conozca más sobre cómo establecer un sistema de apoyo
sólido y cómo desarrollar un plan de recuperación.

Para jóvenes en busca de ayuda


Los problemas de salud mental no solo afectan a los adultos. Los niños, los adolescentes y los
jóvenes adultos también pueden tener problemas de salud mental.

Para padres y cuidadores


Es posible que sea difícil hablar con su hijo o dependiente sobre los problemas de salud
mental. Obtenga consejos para empezar la conversación.

Para amigos y familiares


Todos pueden sufrir problemas de salud mental. Los amigos y familiares pueden ayudar
enormemente en el proceso de recuperación de una persona. Conozca cómo ayudar a sus
amigos y seres queridos con problemas de salud mental.

Para educadores
Los educadores a menudo son los primeros en notar los problemas de salud mental. Obtenga
información sobre los problemas de salud mental, lo que usted puede hacer y cómo desarrollar
estrategias efectivas para cubrir las necesidades de salud mental de sus alumnos.

Para líderes religiosos y comunitarios


Muchas personas pueden recurrir a los líderes religiosos y comunitarios cuando se enfrentan a
problemas de salud mental o eventos traumáticos, antes de recurrir a los profesionales de
salud mental. Conozca cómo apoyar a las personas con problemas de salud mental en su
comunidad.

Conversatorios en su comunidad
Encuentre herramientas y recursos para participar y concientizar acerca de los problemas de
salud mental en su comunidad.

La recuperación es posible
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La mayoría de las personas con problemas de salud mental pueden mejorar. El tratamiento y
la recuperación son procesos continuos que se desarrollan en el transcurso del tiempo. El
primer paso es pedir ayuda.

¿Qué es la recuperación?
La recuperación de trastornos mentales y/o de trastornos relacionados con el abuso de
sustancias constituye un proceso de cambio por el cual muchas personas:

 Mejoran su salud y bienestar


 Viven de acuerdo a sus deseos
 Se esfuerzan por alcanzar su pleno potencial

Las cuatro dimensiones de la recuperación


Cuatro dimensiones principales son el pilar de una vida en recuperación:
 Salud: tome decisiones informadas y saludables que contribuyan con el bienestar
físico y emocional.
 Hogar: tenga un lugar estable y seguro donde vivir.
 Propósito: participe en actividades diarias que tengan sentido, como trabajar o
estudiar, ofrecerse como voluntario, cuidar de su familia o ser creativo. Trabaje para
lograr su independencia, tener ingresos y recursos para participar en la sociedad.
 Comunidad: construya relaciones y redes sociales que le brinden apoyo.

Desarrollar un plan de recuperación


Si usted está lidiando con un problema de salud mental, es posible que quiera desarrollar un
plan de recuperación por escrito.

Los planes de recuperación:

 Le permiten identificar objetivos para alcanzar el bienestar


 Especifican lo que puede hacer para alcanzar esos objetivos
 Incluyen actividades diarias, además de objetivos a más largo plazo
 Llevan un seguimiento de los cambios en su problema de salud mental
 Identifican factores desencadenantes u otros eventos estresantes que pueden hacerlo
sentir peor, y le ayudan a descubrir cómo lidiar con ellos

Conozca más sobre la recuperación de los problemas


de salud mental
 Obtenga ayuda en el proceso hacia la recuperación.
 Obtenga información acerca de Partners for Recovery (disponible en inglés), una
iniciativa que proporciona recursos técnicos a quienes brindan servicios para afecciones
de salud mental y abuso de sustancias.

Mitos y realidades sobre salud mental


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¿Puede determinar la diferencia entre mitos y realidades sobre salud mental? Conozca la
verdad sobre los mitos más comunes sobre salud mental.

Los problemas de salud mental nos afectan a todos


Mito: los problemas de salud mental no me afectan.
Realidad: de hecho, los problemas de salud mental son muy comunes. En 2014, alrededor
de:
 Uno de cada cinco adultos estadounidenses
experimentó un problema de salud mental
 Uno de cada 10 jóvenes pasó por un período de
gran depresión
 Uno de cada 25 estadounidenses padeció una
enfermedad mental grave, como esquizofrenia,
trastorno bipolar o una depresión importante

El suicidio es la 10° mayor causa de muerte en Estados Unidos. Representa la pérdida de más
de 41,000 vidas estadounidenses por año, más del doble de las que se pierden a manos de
homicidas. Conozca más sobre problemas de salud mental.

Mito: los niños no tienen problemas de salud mental.


Realidad: incluso los niños pequeños pueden exhibir señales de advertencia tempranas que
representen una inquietud para su salud mental. Estos problemas de salud mental a menudo
se pueden diagnosticar clínicamente y pueden ser un producto de la interacción de factores
biológicos, psicológicos y sociales.

La mitad de los trastornos de salud mental presentan síntomas antes de que una persona
cumpla 14 años; tres cuartos de los trastornos de salud mental empiezan antes de los 24 años.

Desafortunadamente, menos del 20% de los niños y adolescentes con problemas de salud
mental que se pueden diagnosticar reciben el tratamiento que necesitan. La asistencia
temprana en salud mental puede ayudar a los niños antes de que los problemas interfieran
con otras necesidades de desarrollo.

Mito: los niños no tienen problemas de salud mental.


Realidad: incluso los niños pequeños pueden exhibir señales de advertencia tempranas que
representen una inquietud para su salud mental. Estos problemas de salud mental a menudo
se pueden diagnosticar clínicamente y pueden ser un producto de la interacción de factores
biológicos, psicológicos y sociales.

La mitad de los trastornos de salud mental presentan síntomas antes de que una persona
cumpla 14 años; tres cuartos de los trastornos de salud mental empiezan antes de los 24 años.

Desafortunadamente, menos del 20% de los niños y adolescentes con problemas de salud
mental que se pueden diagnosticar reciben el tratamiento que necesitan. La asistencia
temprana en salud mental puede ayudar a los niños antes de que los problemas interfieran
con otras necesidades de desarrollo.
Mito: las personas que padecen problemas de salud
mental son violentas e impredecibles.
Realidad: la gran mayoría de las personas con problemas de salud mental no tienen más
probabilidades de ser violentas que otras personas. La mayoría de las personas con
enfermedades mentales no son violentas y solo el 3 %–5% de los actos violentos pueden
atribuirse a personas que padecen de una enfermedad mental grave. De hecho, las personas
que padecen de enfermedades mentales graves son 10 veces más propensas a ser víctimas de
delitos violentos en comparación con la población general. Es posible que usted conozca una
persona que padece de un problema de salud mental y ni siquiera se haya dado cuenta, ya
que muchas personas con problemas de salud mental son miembros muy activos y productivos
de nuestras comunidades.

Mito: las personas con necesidades de salud mental,


incluso quienes controlan su enfermedad mental, no
pueden tolerar el estrés de mantener un trabajo.
Realidad: las personas con problemas de salud mental son tan productivas como los demás
empleados. Los empleadores que contratan a personas con problemas de salud mental
informan que estas personas tienen una buena asistencia y son puntuales, además de estar
motivados, realizar bien su trabajo y mantener el puesto durante períodos similares o
superiores a los de otros empleados.

Cuando los empleados con problemas de salud mental reciben un tratamiento efectivo, esto
puede resultar en:

 Disminución de los costos médicos totales


 Mayor productividad
 Disminución en el ausentismo
 Disminución en los costos por discapacidad

Mito: las debilidades en la personalidad o las fallas en


el carácter causan problemas de salud mental. Las
personas con problemas de salud mental pueden
deshacerse de ellos si lo intentan.
Realidad: los problemas de salud mental no tienen nada que ver con ser perezoso o débil y
muchas personas necesitan ayuda para estar mejor. Muchos factores contribuyen a tener
problemas de salud mental, entre ellos:

 Factores biológicos, como genes, enfermedades físicas, lesiones o la química del


cerebro
 Experiencias de vida, como traumas o antecedentes de abuso
 Historia familiar de problemas de salud mental

Las personas con problemas de salud mental pueden mejorar y muchos se recuperan por
completo.

Ayudar a personas con problemas de salud


mental
Mito: no hay esperanzas para personas con problemas
mentales. Una vez que un amigo o familiar desarrolla
un problema de salud mental, nunca se recuperará.
Realidad: los estudios demuestran que las personas con problemas de salud mental mejoran
y muchos se recuperan por completo. La recuperación se refiere al proceso por el cual las
personas pueden vivir, trabajar, aprender y participar por completo en sus comunidades. Hay
más tratamientos, servicios y sistemas de apoyo comunitario que antes, y además son
eficaces.

Mito: la terapia y la autoayuda son una pérdida de


tiempo. ¿Para qué molestarse cuando uno puede
tomar una pastilla?
Realidad: el tratamiento para los problemas de salud mental varía según la persona y podría
incluir medicamentos, terapia o ambos. Muchas personas trabajan con un sistema de
asistencia durante el proceso de sanación y recuperación.

Mito: las personas que padecen problemas de salud mental


son violentas e impredecibles.
Realidad: la gran mayoría de las personas con problemas de salud mental no tienen más
probabilidades de ser violentas que otras personas. La mayoría de las personas con
enfermedades mentales no son violentas y solo el 3 %–5% de los actos violentos pueden
atribuirse a personas que padecen de una enfermedad mental grave. De hecho, las personas
que padecen de enfermedades mentales graves son 10 veces más propensas a ser víctimas de
delitos violentos en comparación con la población general. Es posible que usted conozca una
persona que padece de un problema de salud mental y ni siquiera se haya dado cuenta, ya
que muchas personas con problemas de salud mental son miembros muy activos y productivos
de nuestras comunidades.

Mito: las personas con necesidades de salud mental, incluso


quienes controlan su enfermedad mental, no pueden tolerar el
estrés de mantener un trabajo.
Realidad: las personas con problemas de salud mental son tan productivas como los demás
empleados. Los empleadores que contratan a personas con problemas de salud mental
informan que estas personas tienen una buena asistencia y son puntuales, además de estar
motivados, realizar bien su trabajo y mantener el puesto durante períodos similares o
superiores a los de otros empleados.

Cuando los empleados con problemas de salud mental reciben un tratamiento efectivo, esto
puede resultar en:

 Disminución de los costos médicos totales


 Mayor productividad
 Disminución en el ausentismo
 Disminución en los costos por discapacidad

Mito: las debilidades en la personalidad o las fallas en el


carácter causan problemas de salud mental. Las personas
con problemas de salud mental pueden deshacerse de ellos
si lo intentan.
Realidad: los problemas de salud mental no tienen nada que ver con ser perezoso o débil y
muchas personas necesitan ayuda para estar mejor. Muchos factores contribuyen a tener
problemas de salud mental, entre ellos:

 Factores biológicos, como genes, enfermedades


físicas, lesiones o la química del cerebro
 Experiencias de vida, como traumas o
antecedentes de abuso
 Historia familiar de problemas de salud mental

Las personas con problemas de salud mental pueden mejorar y muchos se recuperan por
completo.

Ayudar a personas con problemas de salud mental


Mito: no hay esperanzas para personas con problemas
mentales. Una vez que un amigo o familiar desarrolla un
problema de salud mental, nunca se recuperará.
Realidad: los estudios demuestran que las personas con problemas de salud mental mejoran
y muchos se recuperan por completo. La recuperación se refiere al proceso por el cual las
personas pueden vivir, trabajar, aprender y participar por completo en sus comunidades. Hay
más tratamientos, servicios y sistemas de apoyo comunitario que antes, y además son
eficaces.

Mito: la terapia y la autoayuda son una pérdida de tiempo.


¿Para qué molestarse cuando uno puede tomar una pastilla?
Realidad: el tratamiento para los problemas de salud mental varía según la persona y podría
incluir medicamentos, terapia o ambos. Muchas personas trabajan con un sistema de
asistencia durante el proceso de sanación y recuperación.

Mito: no puedo hacer nada por una persona con problemas


de salud mental.
Realidad: los amigos y los seres queridos pueden generar un gran cambio. Solo el 44% de
los adultos con problemas de salud mental que se pueden diagnosticar y menos del 20% de
los niños y adolescentes reciben el tratamiento necesario. Los amigos y los familiares pueden
ser una influencia importante para ayudar a alguien a recibir los tratamientos y servicios
necesarios porque:

 Pueden estar en contacto y comunicarle que


están disponibles para ayudar
 Le ayudan a obtener servicios de salud mental
 Aprenden y comparten información sobre salud
mental, especialmente si escuchan algo que no
es cierto
 Lo tratan con respecto, del mismo modo que
tratan a todos los demás
 Se niegan a definirlo por su diagnóstico o usar
apodos como "loco"

Mito: la prevención no sirve. Es imposible prevenir una


enfermedad mental.
Realidad: la prevención de trastornos mentales, emocionales y del comportamiento se dedica
a lidiar con factores de riesgo conocidos, como la exposición a traumas que pueden afectar las
posibilidades de que niños, jóvenes y adultos jóvenes desarrollen problemas de salud mental.
Promover el bienestar socioemocional de niños y jóvenes genera:

 Mayor productividad integral


 Mejores resultados educativos
 Menores tasas de delito
 Economías más sólidas
 Reducción en los costos de la atención médica
 Mejor calidad de vida
 Tiempo de vida más prolongado
 Mejor vida familiar
Last Updated: 09/15/2017
Basico
 Lo básico

Mito: los niños no tienen problemas de salud mental.


Realidad: incluso los niños pequeños pueden exhibir señales de advertencia tempranas que
representen una inquietud para su salud mental. Estos problemas de salud mental a menudo
se pueden diagnosticar clínicamente y pueden ser un producto de la interacción de factores
biológicos, psicológicos y sociales.

La mitad de los trastornos de salud mental presentan síntomas antes de que una persona
cumpla 14 años; tres cuartos de los trastornos de salud mental empiezan antes de los 24 años.

Desafortunadamente, menos del 20% de los niños y adolescentes con problemas de salud
mental que se pueden diagnosticar reciben el tratamiento que necesitan. La asistencia
temprana en salud mental puede ayudar a los niños antes de que los problemas interfieran
con otras necesidades de desarrollo.
Mito: las personas que padecen problemas de salud
mental son violentas e impredecibles.
Realidad: la gran mayoría de las personas con problemas de salud mental no tienen más
probabilidades de ser violentas que otras personas. La mayoría de las personas con
enfermedades mentales no son violentas y solo el 3 %–5% de los actos violentos pueden
atribuirse a personas que padecen de una enfermedad mental grave. De hecho, las personas
que padecen de enfermedades mentales graves son 10 veces más propensas a ser víctimas de
delitos violentos en comparación con la población general. Es posible que usted conozca una
persona que padece de un problema de salud mental y ni siquiera se haya dado cuenta, ya
que muchas personas con problemas de salud mental son miembros muy activos y productivos
de nuestras comunidades.

Mito: las personas con necesidades de salud mental,


incluso quienes controlan su enfermedad mental, no
pueden tolerar el estrés de mantener un trabajo.
Realidad: las personas con problemas de salud mental son tan productivas como los demás
empleados. Los empleadores que contratan a personas con problemas de salud mental
informan que estas personas tienen una buena asistencia y son puntuales, además de estar
motivados, realizar bien su trabajo y mantener el puesto durante períodos similares o
superiores a los de otros empleados.

Cuando los empleados con problemas de salud mental reciben un tratamiento efectivo, esto
puede resultar en:

 Disminución de los costos médicos totales


 Mayor productividad
 Disminución en el ausentismo
 Disminución en los costos por discapacidad

Mito: las debilidades en la personalidad o las fallas en


el carácter causan problemas de salud mental. Las
personas con problemas de salud mental pueden
deshacerse de ellos si lo intentan.
Realidad: los problemas de salud mental no tienen nada que ver con ser perezoso o débil y
muchas personas necesitan ayuda para estar mejor. Muchos factores contribuyen a tener
problemas de salud mental, entre ellos:

 Factores biológicos, como genes, enfermedades físicas, lesiones o la química del


cerebro
 Experiencias de vida, como traumas o antecedentes de abuso
 Historia familiar de problemas de salud mental

Las personas con problemas de salud mental pueden mejorar y muchos se recuperan por
completo.

Ayudar a personas con problemas de salud


mental
Mito: no hay esperanzas para personas con problemas
mentales. Una vez que un amigo o familiar desarrolla
un problema de salud mental, nunca se recuperará.
Realidad: los estudios demuestran que las personas con problemas de salud mental mejoran
y muchos se recuperan por completo. La recuperación se refiere al proceso por el cual las
personas pueden vivir, trabajar, aprender y participar por completo en sus comunidades. Hay
más tratamientos, servicios y sistemas de apoyo comunitario que antes, y además son
eficaces.

Mito: la terapia y la autoayuda son una pérdida de


tiempo. ¿Para qué molestarse cuando uno puede
tomar una pastilla?
Realidad: el tratamiento para los problemas de salud mental varía según la persona y podría
incluir medicamentos, terapia o ambos. Muchas personas trabajan con un sistema de
asistencia durante el proceso de sanación y recuperación.

Mito: no puedo hacer nada por una persona con


problemas de salud mental.
Realidad: los amigos y los seres queridos pueden generar un gran cambio. Solo el 44% de
los adultos con problemas de salud mental que se pueden diagnosticar y menos del 20% de
los niños y adolescentes reciben el tratamiento necesario. Los amigos y los familiares pueden
ser una influencia importante para ayudar a alguien a recibir los tratamientos y servicios
necesarios porque:

 Pueden estar en contacto y comunicarle que están disponibles para ayudar


 Le ayudan a obtener servicios de salud mental
 Aprenden y comparten información sobre salud mental, especialmente si escuchan
algo que no es cierto
 Lo tratan con respecto, del mismo modo que tratan a todos los demás
 Se niegan a definirlo por su diagnóstico o usar apodos como "loco"

Mito: la prevención no sirve. Es imposible prevenir una


enfermedad mental.
Realidad: la prevención de trastornos mentales, emocionales y del comportamiento se dedica
a lidiar con factores de riesgo conocidos, como la exposición a traumas que pueden afectar las
posibilidades de que niños, jóvenes y adultos jóvenes desarrollen problemas de salud mental.
Promover el bienestar socioemocional de niños y jóvenes genera:

 Mayor productividad integral


 Mejores resultados educativos
 Menores tasas de delito
 Economías más sólidas
 Reducción en los costos de la atención médica
 Mejor calidad de vida
 Tiempo de vida más prolongado
 Mejor vida familiar

Para educadores
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Los educadores a menudo son los primeros en notar los problemas de salud mental. Aquí hay
algunas maneras con las que puede ayudar a los estudiantes y sus familias.

Lo que los educadores deben saber


Usted debe saber:

 Las señales de advertencia de problemas de salud mental.


 A quién acudir, por ejemplo director, enfermero de la escuela, psiquiatra o psicólogo
de la escuela o trabajador social de la escuela, si usted tiene preguntas o inquietudes
acerca de la conducta de un alumno.
 Cómo acceder a la ayuda en una crisis y otros servicios de salud mental.

Lo que los educadores deben buscar en la conducta


del alumno
Consulte con el consejero, la enfermera o el administrador de la escuela y con los padres del
alumno si usted observa uno o más de los siguientes comportamientos:

 Se siente muy triste o parece retraído por más de dos semanas


 Intenta en serio hacerse daño a sí mismo o planifica hacerlo
 Miedo abrumador repentino sin motivo aparente, con palpitaciones o respiración
acelerada
 Participación en muchas peleas o el deseo de herir gravemente a otros
 Comportamiento fuera de control grave que puede causar daño a sí mismo o a los
demás
 No come, vomita o usa laxantes para bajar de peso
 Preocupaciones o temores intensos que interfieren en las actividades diarias
 Dificultad extrema para concentrarse o permanecer quieto que pone al estudiante en
peligro físico o causa problemas en el aula
 Uso reiterado de drogas o alcohol
 Cambios de humor graves que causan problemas en las relaciones
 Cambios drásticos en la conducta o personalidad del alumno

Lo que los educadores pueden hacer en las aulas y


escuelas
Usted puede cuidar de la salud mental de todos los estudiantes en el aula y la escuela, no solo
la de los estudiantes individuales con problemas de comportamiento. Considere tomar las
siguientes medidas:

 Educar al personal, a los padres y a los estudiantes sobre los síntomas de problemas


de salud mental y la ayuda disponible
 Promover la aptitud social y emocional y fomentar la resiliencia
 Garantizar un ambiente escolar positivo y seguro
 Enseñar y reforzar los comportamientos positivos y la toma de decisiones
 Alentar a ayudar a los demás
 Fomentar la buena salud física
 Garantizar en la escuela el acceso a la asistencia en salud mental

Desarrollo de programas escolares de salud mental


eficaces
Los esfuerzos para cuidar del bienestar emocional de los niños y jóvenes pueden extenderse
más allá del salón de clases y a toda la escuela. Los programas de salud mental ??en las
escuelas pueden centrarse en fomentar el bienestar mental, prevenir los problemas de salud
mental y proporcionar tratamiento.

Los programas eficaces:

 Fomentan el desarrollo social y emocional saludable de todos los niños y jóvenes


 Reconocen si los jóvenes corren el riesgo de problemas de salud mental o si ya los
tienen
 Identifican cómo intervenir anticipada y adecuadamente cuando hay problemas

Para líderes religiosos y comunitarios


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Crear conexiones en la comunidad para la salud
mental
Los líderes religiosos y comunitarios son a menudo el primer punto de contacto cuando las
personas y las familias se enfrentan a problemas de salud mental o eventos traumáticos. De
hecho, en tiempos de crisis, muchos se convertirán en líderes de confianza en sus
comunidades antes de convertirse en profesionales de la salud mental. Cuando los líderes
saben cómo responder, se convierten en activos importantes en el sistema de salud general.

Los líderes comunitarios y religiosos pueden ayudar a educar a las personas y las familias
acerca de la salud mental, crear conciencia sobre los problemas de salud mental y facilitarles
los medios para buscar ayuda. La conexión y el apoyo comunitario, como el que se encuentra
en las organizaciones religiosas y otras organizaciones vecinales, también son importantes
para la recuperación a largo plazo de las personas que viven con enfermedades mentales.

Las comunidades religiosas también están en una posición única para llegar a muchos de los
millones de estadounidenses que luchan contra pensamientos suicidas cada año. Muchas
personas que piensan en suicidarse se sienten desesperanzadas, atrapadas, o atraviesan tal
dolor o desesperación emocional, que luchan para enfrentar el día siguiente. Los pensamientos
suicidas son a menudo acompañados por una crisis espiritual o un profundo cuestionamiento
sobre el propósito de la vida. Si los líderes religiosos tienen mayor capacidad para reconocer
los signos del suicidio y saber cómo responder, pueden servir como una red de seguridad
ampliada para los más necesitados.

Lo que los líderes comunitarios y religiosos pueden


hacer
Educar a sus comunidades y congregaciones. Promueva el conocimiento mediante la
educación de los miembros de sus comunidades y congregaciones sobre temas de salud
mental a través de foros educativos y otras oportunidades.

 Invite a expertos locales en salud mental,


incluidos aquellos que han experimentado
enfermedades mentales, para hablar con su
congregación o en reuniones de la comunidad.
 Comparta hechos y mitos comunes sobre salud
mental
 Apoye el desarrollo de una comunidad informada
sobre traumas (disponible en inglés). Los trauma
a menudo se generan a partir de problemas
aparentemente no relacionados.
 Organice encuentros, cenas u otras reuniones
adicionales para los miembros de su
congregación o comunidad que deseen compartir
conversaciones acerca de la salud mental.

Identificar oportunidades para apoyar a las personas con enfermedades


mentales. Las organizaciones comunitarias y otras organizaciones religiosas pueden jugar un
papel importante al apoyar a las personas que viven con enfermedades mentales y alentarlas a
buscar ayuda.

 Considere la posibilidad de ofrecer los espacios


de reunión de su organización para las
conversaciones de la comunidad y grupos de
apoyo centrados en abordar los problemas de
salud mental.
 Proporcione un espacio para los grupos liderados
por compañeros que le dan a las personas la
oportunidad de contar sus historias a su tiempo y
manera.
 Incluya espacios compartidos seguros para que
las personas interactúen (por ejemplo, parques y
centros comunitarios) que pueden fomentar
relaciones saludables y la salud mental positiva
entre los miembros de la comunidad.
 Apoye los programas comunitarios (por ejemplo,
los programas de mentores de pares u
oportunidades para el voluntariado) que
fomenten la participación social y la inclusión de
todas las personas.
 Planifique y facilite una conversatorios
comunitarios utilizando el kit de herramientas
para conversatorios comunitarios sobre la salud
mental de SAMHSA. El kit de herramientas
proporciona información sobre cómo planificar un
conversatorio comunitario, cómo guiar estos
debates, e incluye información sobre temas de
salud mental para usar durante el debate.
 Comparta el kit de herramientas para
conversatorios comunitarios sobre la salud
mental con sus colegas y líderes de otras
organizaciones.

Conectar personas y familias para ayudar. Fortalezca las conexiones dentro de su


comunidad para los servicios de salud mental y mejore el apoyo y los vínculos entre la salud
mental, el abuso de sustancias, la discapacidad y otros servicios sociales.

 Aprenda los signos básicos de las enfermedades


mentales y otros datos acerca de la salud mental
para alentar a las personas enfermas a buscar
ayuda.
 Recuerde a los demás que las personas pueden
recuperarse de problemas de salud mental y que
hay ayuda disponible y efectiva.
 Capacite a los miembros clave de la comunidad
(como los adultos que trabajan con los niños,
jóvenes, adultos mayores, veteranos y LGBT)
para identificar los signos de la depresión y el
suicidio, y referir a las personas a los recursos.
 Desarrolle relaciones con los proveedores de
servicios de salud mental locales y otras
organizaciones para la familia y la juventud para
poner a disposición de individuos y familias los
servicios y el apoyo que necesitan en su
comunidad.
 Comparta el Localizador de tratamientos de
SAMHSA (disponible en inglés) en sus boletines
informativos comunitarios u otras publicaciones.

Promover la aceptación de las personas con problemas de salud mental. Las voces de


los líderes y miembros de las organizaciones religiosas y otras organizaciones comunitarias
pueden influir bastante en las actitudes acerca de las afecciones de salud mental y aquellos
que las experimentan.

 Hable abiertamente acerca de su propia salud


mental.
 Sea un ejemplo de un buen cuidado de la salud
mental al hacer que el bienestar
mental (disponible en inglés) sea una prioridad
en su vida personal.
 Promueva la inclusión. La salud mental nos
afecta a todos.
 Promueva las oportunidades de crear conexiones
con las personas y las familias que enfrentan los
problemas de la salud mental a través de la
confianza y la aceptación.
 Fomente entornos seguros y propicios para que
las personas hablen abiertamente sobre la salud
mental, el estrés, los traumas y temas
relacionados.
 Pregunte "¿qué pasó?" en lugar de "¿cuál es el
problema?" cuando hable con un amigo que
necesita ayuda.
 Transmita y exprese empatía en su familia,
congregación y comunidad. Transmita un
mensaje de no-violencia, aceptación y
compasión.

Recursos:

 Iniciativas comunitarias y religiosas (FBCI) de la


SAMHSA (disponible en inglés)
 Conversatorios comunitarios sobre la salud
mental (disponible en inglés)
 Información para líderes de organizaciones
religiosas y comunitarias (disponible en inglés)
 Hoja de datos sobre organizaciones
religiosas (disponible en inglés)
Last Updated: 04/05/2019
Sobre salud mental
 Sobre salud mental

Conversatorios en su comunidad
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Apoye el diálogo nacional al involucrarse y crear conciencia sobre los problemas de salud
mental en su comunidad.

Encuentre un conversatorio en la comunidad


Los conversatorios comunitarios se están llevando a cabo en todo el país, y ofrecen la
oportunidad a las personas de conocer más acerca de los problemas de salud mental. Las
personas que participan en estos conversatorios debaten temas relacionados con la salud
mental de los jóvenes y evalúan las medidas que pueden tomar para mejorar la salud mental
en sus familias, escuelas y comunidades.

Ayude a iniciar un conversatorio en su comunidad


Utilice las siguientes herramientas para iniciar un conversatorio acerca de la salud mental en
su propia comunidad.

Kit de herramientas para conversatorios comunitarios sobre la


salud mental
El kit de herramientas para conversatorios comunitarios sobre la salud mental está
diseñado como un recurso para ayudar a aquellos interesados ??en establecer un
conversatorio acerca de la salud mental. Se compone de tres partes que se describen a
continuación, las cuales ayudarán a las comunidades y a los grupos a planificar y facilitar un
diálogo acerca de la salud mental.

 Resumen informativo - Proporciona datos y


otra información sobre la promoción de la salud
mental, la prevención de las enfermedades
mentales y la forma de promover la
concientización, la identificación temprana, el
acceso al tratamiento, la respuesta ante una
crisis y la asistencia para la recuperación. El
resumen de información ayuda a educar e
informar a los participantes y facilitadores del
conversatorio comunitario sobre los problemas
de salud mental.
 Guía del debate - Proporciona un recurso para
guiar a los participantes y facilitadores en un
conversatorio comunitario de un día. La guía de
discusión ofrece una estructura para llevar a
cabo un conversatorio exitoso y productivo. La
guía de discusión incluye:
o Preguntas para el debate
o Ejemplos de puntos de vista sobre la salud
mental
o Sugerencias para el proceso
o Consejos para el facilitador
o Pasos de seguimiento individual y
comunitario
 Guía de planificación - Proporciona
herramientas para ayudar a las personas a
organizar un conversatorio comunitario de un
día. Incluye información para la planificación de
los conversatorios, el reclutamiento y la
capacitación de facilitadores, el reclutamiento de
participantes en el debate y la identificación de
medidas que pueden tomar los participantes para
crear conciencia sobre la salud mental y
promover el acceso a los servicios de salud
mental.
 "Salud mental en mi comunidad"
Infografía - Leer y compartir esta infografía
útil.

Encuentre una organización experta en salud mental en su


comunidad
Estas organizaciones pueden ayudarle a organizar un evento de la comunidad, encontrar
oradores expertos en salud mental, ofrecerle información sobre servicios de salud mental, o
proporcionar apoyo a la familia y entre pares.

Continúe el conversatorio
Utilice las siguientes herramientas de medios sociales y recursos en línea para continuar los
conversatorios sobre la salud mental en su comunidad.

 Siga @MentalHealthGov en Twitter (disponible
en inglés) y participe en la conversación con
#MentalHealthMatters (disponible en inglés).
 Marque que le gusta la página MentalHealth.gov
en Facebook (disponible en inglés).

Conozca más acerca de los recursos comunitarios


para la salud mental
 Debatir sobre la salud mental de los
niños (disponible en inglés). Este recurso incluye
materiales en español.
 Encontrar información nacional sobre la salud
mental (disponible en inglés) como la prevalencia
de problemas específicos de salud mental, las
tendencias en el uso de los servicios de salud
mental y el costo financiero total.
 Encontrar recursos para alcaldes y otros
funcionarios locales (disponible en inglés). Esta
guía proporciona a los alcaldes y otros
funcionarios de salud pública las estrategias para
formular las respuestas comunitarias que
promuevan la recuperación de la salud mental, y
garanticen la disponibilidad de los tratamientos y
servicios necesarios.
Last Updated: 04/05/2019
Sobre salud mental

Para padres y cuidadores


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Como padre o cuidador, usted desea lo mejor para los niños u otros dependientes. Es posible
que usted tenga inquietudes o preguntas acerca de ciertos comportamientos que puedan
exhibir y cómo asegurarse de que reciban ayuda.

Síntomas
Es muy importante estar alerta ante las señales de advertencia de que el niño puede tener
problemas. Usted puede desempeñar un papel muy importante en determinar si el niño
necesita ayuda.

Consulte con un asesor escolar, enfermero de la escuela, proveedor de salud mental u otro
profesional de atención médica si su hijo exhibe uno o más de los siguientes comportamientos:

 Se siente muy triste o parece retraído por más de dos semanas


 Intenta seriamente dañarse o matarse, o hace planes para tal fin
 Experimenta un miedo abrumador repentino sin motivo aparente, con palpitaciones o
respiración acelerada
 Participa en muchas peleas o desea lastimar a otros
 Demuestra un comportamiento fuera de control que puede causar daño a sí mismo o a
los demás
 No come, vomita o usa laxantes para bajar de peso
 Tiene preocupaciones o temores intensos que interfieren en las actividades diarias
 Tiene muchas dificultades para controlar su comportamiento, exponiéndose su persona
a un peligro físico o causando problemas en la escuela
 Consume drogas o alcohol reiteradamente
 Tiene cambios de estado de ánimo que causan problemas en las relaciones
 Demuestra cambios drásticos en su conducta o personalidad

Debido a que los niños a menudo no pueden comprender las situaciones difíciles por sí
mismos, usted debe prestar mucha atención en caso de que experimenten:

 La pérdida de un ser querido


 El divorcio o la separación de sus padres
 Cualquier transición de importancia: nueva casa, nueva escuela, etc.
 Experiencias de vida traumáticas, como sobrevivir a una catástrofe natural
 Burlas o acoso
 Dificultades en la escuela o con sus compañeros

Qué hacer
Si le preocupa el comportamiento de su hijo, es importante que reciba la atención adecuada.
Usted debería:

 Hablar con el médico del niño, su enfermero escolar u otro proveedor de atención
médica y buscar más información sobre los comportamientos o los síntomas que le
preocupan
 Preguntarle al médico de atención médica primaria de su hijo si el niño necesita ser
evaluado por un especialista pediátrico con experiencia en problemas de la conducta
 Preguntarle al especialista de su hijo si tiene experiencia en el tratamiento de los
problemas que usted observa
 Hablar con su proveedor de servicios médicos sobre medicamentos y planes de
tratamiento

Cómo hablar de salud mental


¿Necesita ayuda para empezar una conversación sobre el tema de la salud mental con su hijo?
Intente empezar con estas preguntas. Asegúrese de escuchar atentamente la respuesta del
niño.

 ¿Puede contarle más sobre lo que está pasando? ¿Cómo se siente?


 ¿Tuvo sentimientos como este en el pasado?
 En ocasiones siente la necesidad de hablar con un adulto sobre sus sentimientos.
Usted está ahí para escucharlo. ¿Cómo puede ayudarlo a que se sienta mejor?
 ¿Le gustaría hablar con otra persona sobre su problema?
 Le preocupa su seguridad. ¿Puede decirle si ha pensado en hacerse daño o en dañar a
otros?

Cuando hable sobre problemas de salud mental con su hijo, usted debería:

 Comuníquese con sinceridad


 Hablar a un nivel que sea apropiado para la edad y la etapa de desarrollo de un niño o
un adolescente (los niños en edad preescolar necesitan menos detalles que los
adolescentes)
 Hablar del tema cuando el niño se sienta seguro y cómodo
 Observar las reacciones durante la conversación e ir más despacio o retroceder si el
niño se ve confundido o alterado
 Escuchar con la mente abierta y permitir que el niño le cuente sobre sus sentimientos
o preocupaciones

Conozca más sobre cómo ayudar a sus hijos


Existen muchos recursos para padres y cuidadores que desean obtener más información sobre
la salud mental de los niños. Conozca más sobre:

 Reconocer problemas de salud mental en niños (disponible en inglés), cómo los


afectan y lo que puede hacer
 Hablar con los niños y los jóvenes después de una catástrofe o evento
traumático (disponible en inglés)

Obtenga ayuda para su hijo


Busque asistencia de inmediato si cree que su hijo está en peligro de lastimarse o de dañar a
otros. Puede llamar a una línea de asistencia para casos de crisis o a la Línea Nacional de
Prevención del Suicidio al 1-800-273-TALK (8255).

Si su hijo necesita servicios comunitarios de salud mental, usted puede buscar ayuda en su


área.

Trastornos de ansiedad
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Las personas con trastornos de ansiedad responden a ciertos objetos o situaciones con miedo
y temor. Tienen reacciones físicas ante dichos objetos, como palpitaciones y sudoración. Se
diagnostica un trastorno de ansiedad cuando una persona:

 Tiene una respuesta inadecuada ante una situación


 No puede controlar la respuesta
 Tiene una forma de vida alterada debido a la ansiedad

Los trastornos de ansiedad incluyen:

Trastornos del comportamiento


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Los trastornos conductuales involucran un patrón de conductas disruptivas en niños, que
duran al menos 6 meses y causan problemas en la escuala, en el hogar y en situaciones
sociales. Los trastornos conductuales involucran un patrón de conductas disruptivas en niños,
que duran al menos 6 meses y causan problemas en la escuela, el hogar y en situaciones
sociales. Casi todos muestran alguna de estas conductas ocasionalmente, aunque los
trastornos conductuales son más serios.

Los trastornos conductuales pueden incluir:


 Falta de atención
 Hiperactividad
 Impulsividad
 Conducta desafiante
 Uso de drogas
 Actividad criminal

Los trastornos conductuales incluyen:

 Trastorno por déficit de atención por hiperactividad (ADHD)


 Trastorno negativista desafiante (ODD)
 Trastorno de la conducta

Trastornos alimenticios
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Los trastornos alimenticios involucran emociones, actitudes y comportamientos extremos
relacionados con el peso y la comida. Entre los trastornos alimenticios más comunes se
incluyen:

 Anorexia nervosa
 Atracones de comida
 Bulimia

Trastornos de uso de sustancias y salud


mental
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A veces coexisten los problemas de salud mental y los trastornos de uso de sustancias. Esto se
debe a que:

 Ciertas drogas ilegales pueden causar una adicción en personas que experimentan uno
o más síntomas de un problema de salud mental
 Los problemas de salud mental a veces conducen al consumo de drogas o alcohol, ya
que algunas personas con un problema de salud mental pueden abusar de estas
sustancias como una forma de automedicación
 Los trastornos mentales y del uso de sustancias comparten algunas causas
subyacentes, como los cambios en la composición del cerebro, las vulnerabilidades
genéticas y el contacto temprano con el estrés o el trauma

Más de uno de cada cuatro adultos que padecen un problema de salud mental grave también
tienen un problema de abuso de sustancias. Los problemas por uso de sustancias se observan
más frecuentemente asociados a ciertos problemas de salud mental, entre los que se incluyen:

 Depresión
 Trastornos de ansiedad
 Esquizofrenia
 Trastornos de la personalidad

Trastornos de uso de sustancias


Los trastornos de uso de sustancias pueden referirse al uso o a la dependencia de sustancias.
Entre los síntomas de estos trastornos se pueden encontrar:

 Cambios en el comportamiento, por ejemplo:


o Disminuir la asistencia y el rendimiento en la escuela
o Meterse en problemas con frecuencia (peleas, accidentes, actividades ilegales)
o Usar sustancias en situaciones que representan un peligro físico, por ejemplo
mientras conduce u opera una máquina
o Actuar a escondidas o de manera sospechosa
o Manifestar cambios en el apetito o los patrones de sueño
o Exhibir cambios sin explicación en la personalidad o la actitud
o Demostrar cambios en el estado de ánimo, irritabilidad o estallidos de ira
o Pasar por períodos inusuales de hiperactividad, agitación o aturdimiento
o No tener motivación
o Mostrarse temeroso, ansioso o paranoico, sin razón alguna
 Cambios físicos, por ejemplo:
o Ojos inyectados de sangre y pupilas de tamaño anormal
o Pérdida o incremento de peso repentinos
o Deterioro del aspecto físico
o Olores inusuales en el aliento, el cuerpo o la ropa
o Temblores, habla inarticulada o coordinación atrofiada
 Cambios sociales, por ejemplo:
o Cambio repentino de amigos, lugares favoritos de reunión y pasatiempos
o Problemas legales vinculados con el uso de sustancias
o Necesidad de dinero sin explicar o problemas financieros
o Uso de sustancias incluso a pesar de que generan problemas en las relaciones

Recuperarse de los problemas de salud mental y del


uso de sustancias
Las personas que padecen problemas de salud mental y trastornos de uso de sustancias deben
recibir tratamiento para ambos. El tratamiento para ambos problemas (los de salud mental y
los trastornos de uso de sustancias) puede incluir rehabilitación, medicamentos, grupos de
apoyo y terapia de conversación.

Trastornos del estado de ánimo


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Estos trastornos, también denominados trastornos afectivos, pueden implicar:

 Sentirse triste todo el tiempo


 Perder el interés en aspectos importantes de la vida
 Fluctuar entre felicidad y tristeza extremas

Los trastornos del estado de ánimo más comunes son:

 Depresión
 Trastorno bipolar
 Trastorno afectivo estacional (SAD, siglas en inglés)
 Autolesión

Trastornos obsesivo-compulsivos
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Si padece el trastorno obsesivo-compulsivo (OCD), usted tiene pensamientos repetitivos y
molestos denominados obsesiones. Usted hace lo mismo una y otra vez a fin de que los
pensamientos desaparezcan. Estas acciones repetidas reciben el nombre de compulsiones.

Algunos ejemplos de obsesiones son el miedo a los gérmenes o el miedo a sufrir una lesión.
Entre las compulsiones podemos contar lavarse las manos, contar, revisar cosas o limpiar. Si
no se trata, el OCD puede controlar su vida.

Los investigadores creen que los circuitos del cerebro de quienes padecen OCD quizá no estén
funcionando de forma adecuada. Suele ser un trastorno hereditario. Los síntomas a menudo se
manifiestan durante la infancia o la adolescencia. Los tratamientos que combinan
medicamentos con terapia son en general efectivos.

Trastornos de la personalidad
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Las personas con trastornos de la personalidad tienen patrones de comportamiento,
sentimientos y pensamientos que pueden:

 Interferir con la vida de una persona


 Crear problemas en la escuela y en el trabajo
 Generar conflictos en las relaciones sociales y personales

Entre los trastornos de la personalidad se incluyen:

 Trastorno de la personalidad antisocial


 Trastorno límite de la personalidad

Trastornos psicóticos
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Las personas con trastornos psicóticos pierden contacto con la realidad y experimentan una
variedad de síntomas extremos que por lo general incluyen:

 Alucinaciones: escuchar o ver cosas que no son reales, como voces


 Delirios: creer cosas que no son reales

No obstante, estos síntomas pueden producirse en otras personas con otros problemas de
salud, entre ellos trastornos bipolares, demencia, trastornos por abuso de sustancias o
tumores cerebrales.

Entre los trastornos psicóticos se incluye:

 Esquizofrenia

Comportamiento suicida
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El suicidio genera sentimientos de dolor, sufrimiento y pérdida incalculables para las personas,
familias y comunidades de todo el país. Como promedio, 112 estadounidenses se suicidan por
día. El suicidio es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 24 años de
edad y más de 9.4 millones de adultos estadounidenses tuvieron pensamientos suicidas dentro
de los últimos 12 meses. Pero el suicidio se puede prevenir, entonces es importante saber qué
hacer. Para obtener más información, visite www.sprc.org

Señales de advertencia del suicidio


Si una persona que usted conoce exhibe uno o más de los siguientes comportamientos, es
posible que esté pensando en cometer suicidio. No ignore estas señales de advertencia.
Obtenga ayuda de inmediato.

 Hablar sobre querer morir o matarse


 Buscar una forma de matarse
 Hablar sobre sentimientos de desesperanza o no tener razones para vivir
 Hablar sobre sentimientos de estar atrapado o de dolor insoportable
 Hablar sobre sentirse una carga para los demás
 Incrementar el consumo de alcohol o drogas
 Actuar de forma ansiosa o agitada; exhibir un comportamiento errático
 Dormir demasiado o muy poco
 Abstraerse o sentirse aislado
 Demostrar furia o hablar sobre la búsqueda de venganza
 Exhibir cambios extremos de estado de ánimo

Pida ayuda
Si usted o alguien que conoce necesita ayuda, llame a la Línea Nacional de Prevención del
Suicidio al 1-800-273-TALK (8255). Los trabajadores capacitados para lidiar con crisis están
disponibles para hablar las 24 horas, los 7 días de la semana.

Si usted cree que una persona está en peligro inmediato, no la deje sola, acompáñela y llame
al 911.

Trastorno de estrés postraumático


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El trastorno de estrés postraumático (PTSD, siglas en inglés) es una enfermedad real. El PTSD
puede afectarlo después de vivir o ver un evento traumático, como una guerra, un huracán,
una violación, abuso físico o un accidente grave. El PTSD lo hace sentir estresado y con miedo
aun después de que el peligro haya pasado. Afecta su vida y la de quienes lo rodean.

El PTSD puede generar problemas como:

 Recuerdos del pasado, o la sensación de que el hecho vuelve a ocurrir


 Dificultad para dormir o pesadillas
 Sentimientos de soledad
 Estallidos de ira
 Sentimientos de preocupación, culpa o tristeza

El PTSD se manifiesta en diferentes edades, según la persona. Es posible que las señales de
padecer PTSD comiencen inmediatamente después de un hecho atemorizante y que continúen.
Otras personas desarrollan síntomas nuevos o más graves con el transcurso de los meses e
incluso de los años. El PTSD puede afectar a cualquier persona, incluso a los niños.

Los medicamentos pueden ayudar a sentirse menos temeroso y nervioso. Es posible que
tarden unas semanas en hacer efecto. También puede ser útil para quienes padecen PTSD
hablar con un médico capacitado especialmente o un asesor. Esto se denomina terapia de
conversación.

Trastornos por el uso de


sustancias
Por 
 

Mashal Khan
, MD, Weill Cornell Medicine

Última revisión completa dic. 2020


HACER CLIC AQUÍ PARA LA VERSIÓN PARA PROFESIONALES
 
DATOS CLAVE

Los trastornos por el uso de sustancias generalmente implican patrones de


comportamiento en los que las personas continúan consumiendo una
sustancia a pesar de experimentar problemas derivados de ello.

Las sustancias involucradas tienden a pertenecer a una de las 10 clases de fármacos que
típicamente causan trastornos relacionados con sustancias:

 Alcohol
 Fármacos ansiolíticos y sedantes
 Cafeína
 Cannabis (incluyendo la marihuana y los cannabinoides sintéticos )
 Alucinógenos  (incluyendo el LSD, la fenciclidina y la psilocibina)
 Inhalantes  (tales como diluyente de pintura o ciertas colas)
 Opiáceos (incluyendo el fentanilo, la morfina y la oxicodona)
 Estimulantes (incluyendo las anfetaminas  y la cocaína)
 Tabaco
 Otras (incluyendo los esteroides anabolizantes  y otras sustancias de abuso
habituales)
Todas estas sustancias activan directamente el sistema de recompensa del cerebro y
producen una sensación de placer. La activación puede ser tan fuerte que la persona anhela
intensamente la sustancia, y puede incluso descuidar sus actividades normales para obtener
y consumir la droga.

Los trastornos por uso de sustancias pueden producirse tanto si una droga es legal o no,
tanto si su uso es o no socialmente aceptable, o si tiene o no un uso médico aceptado (con
o sin receta). En otro apartado del MANUAL se proporciona más información sobre cada
sustancia concreta y sus efectos.

Los términos "adicción", "abuso" y "dependencia" se han utilizado tradicionalmente en


relación con las personas con trastornos por uso de sustancias. Sin embargo, todos estos
términos se definen de manera excesivamente variable y laxa para que resulten de gran
utilidad, sin contar con que a menudo se emplean en un sentido crítico y moralizante. Por
esta razón, en la actualidad los médicos prefieren utilizar el término más amplio y menos
negativo "trastorno por uso de sustancias".

Consumo de sustancias ilícitas


El uso de drogas ilegales, aunque problemático desde el punto de vista legal, no siempre
implica un trastorno por uso de sustancias. Por el contrario, sustancias legales, como el
alcohol y algunos medicamentos de venta con receta (y la marihuana en un número
creciente de estados en los Estados Unidos), pueden provocar un trastorno por uso de
sustancias. Los problemas causados por el uso de drogas ilegales y de prescripción afectan
a todos los grupos socioeconómicos.
El uso de drogas ha existido de una forma u otra durante siglos. Las personas han
consumido drogas por distintas razones, entre las que se incluyen

 Para alterar o mejorar el estado de ánimo

 Como componente de ceremonias religiosas

 Para alcanzar la iluminación espiritual


 Para mejorar el rendimiento

Las personas que consumen drogas ilegales pueden hacerlo de forma ocasional y en dosis
relativamente bajas sin que a menudo ello les provoque ningún daño. Es decir, en este caso,
los consumidores no desarrollan síntomas de abstinencia  , y la droga no les perjudica desde
el punto de vista físico (al menos a corto plazo). Los fármacos que suelen considerarse
recreativos incluyen el opio, el alcohol, la nicotina, la marihuana, la cafeína, setas
alucinógenas  (véase también Envenenamiento por setas [seta venenosa]  ) y cocaína.
Muchas drogas recreativas se consideran "naturales", debido a su origen vegetal. Contienen
una mezcla de ingredientes psicoactivos a concentraciones bajas en lugar de un compuesto
psicoactivo aislado más concentrado.
Las drogas recreativas se consumen por lo general por vía oral o por inhalación.

Causas
Las personas suelen empezar a consumir drogas por un deseo de experimentar con ellas;
luego pasan a consumirlas de manera ocasional, y finalmente acaban por usarlas de modo
intensivo y desarrollando en ocasiones un trastorno por uso de sustancias. Esta progresión
resulta compleja y se conoce sólo en parte. El proceso depende de las interacciones entre la
sustancia, el usuario y el entorno.

Sustancia
Las sustancias de las 10 clases que hemos mencionado antes tienen diferente capacidad
para provocar un trastorno por uso de sustancias. La probabilidad de que causen un
trastorno de este tipo se denomina capacidad de adicción. La capacidad de adicción
depende de una combinación de factores, entre los que se incluyen
 Cómo se utiliza la sustancia

 La intensidad con que la sustancia estimula la vía de recompensa del cerebro

 La velocidad de actuación de la sustancia

 La capacidad de la sustancia para inducir tolerancia  y/o síntomas de abstinencia


Además, las sustancias que se encuentran legalmente y/o fácilmente disponibles, tales
como el alcohol  y el tabaco , tienen más probabilidades de ser utilizadas por primera vez. A
medida que las personas siguen utilizando una sustancia, a menudo ven menos riesgo en
su uso y pueden comenzar a aumentar su uso y/o experimentar con otras sustancias. La
percepción de riesgo que tienen las personas también puede estar influida por las
consecuencias sociales y legales del uso de la sustancia.
Durante el tratamiento de una enfermedad médica o después de procedimientos quirúrgicos
o dentales, se recetan opiáceos de manera rutinaria a muchas personas. Si estas no utilizan
la totalidad de la dosis recetada, los medicamentos a veces terminan en manos de personas
que deseen hacer uso de ellos de forma recreativa. Debido a que el uso de estas drogas
para fines no médicos se ha convertido en un problema importante, muchos profesionales
de la salud han tomado las siguientes medidas

 Prescripción de dosis más bajas de fármacos opiáceos

 Animar a sus pacientes a conservar estos medicamentos de forma segura, así como
a deshacerse de las cantidades sobrantes siguiendo también métodos seguros.

 Desarrollo de programas de devolución de medicamentos recetados

Usuario
Los factores propios de los usuarios que pueden predisponer a sufrir un trastorno por abuso
de sustancias son

 Características físicas

 Características personales

 Circunstancias y trastornos que presenten

Las características físicas probablemente incluirán factores genéticos, aunque los


investigadores aún no han encontrado más de unas pocas diferencias bioquímicas y/o
metabólicas entre las personas que desarrollan un trastorno por consumo de sustancias y
las que no lo desarrollan.

Las personas con bajos niveles de autocontrol (impulsivas) o un elevado deseo de


novedades y situaciones de riesgo pueden tener una mayor predisposición a desarrollar un
trastorno por uso de sustancias. Sin embargo, existen pocas evidencias científicas que
apoyen el concepto de personalidad adictiva que han descrito algunos especialistas de la
conducta.

Una serie de circunstancias y trastornos coexistentes parece aumentar el riesgo de un


trastorno por uso de sustancias. Por ejemplo,

 Las personas que están tristes, sufren angustia emocional o se encuentran


socialmente aisladas pueden encontrar un alivio temporal en el consumo de drogas, lo
cual las puede conducir a un aumento de su consumo y, a veces, a un trastorno por
uso de sustancias.
 Las personas con otros trastornos mentales no relacionados,
como ansiedad o depresión , tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno por
uso de sustancias. (Los médicos utilizan el término "diagnóstico dual" para referirse a
las personas que sufren un trastorno mental y además un trastorno por uso de
sustancias.)
 Las personas con dolor crónico a menudo requieren fármacos opioides  para aliviar
su sufrimiento, y algunas de ellas desarrollan con el tiempo un trastorno por uso de
sustancias.
Sin embargo, en muchos de estos pacientes, los fármacos no opioides  y otros tratamientos
no alivian adecuadamente el dolor y el sufrimiento.

Entorno
Los factores culturales y sociales son muy importantes en el inicio y la continuación (o la
recidiva) del consumo de sustancias. El hecho de que miembros de la familia (por ejemplo,
padres, hermanos mayores) o amigos consuman drogas aumenta el riesgo de que una
persona se inicie también en su uso. Los compañeros representan una influencia
particularmente poderosa entre los adolescentes (véase Uso y abuso de sustancias en
adolescentes  ). A las personas que están tratando de dejar de usar una sustancia les resulta
mucho más difícil hacerlo si están rodeados de otras personas que también consumen.
Los médicos pueden contribuir de forma inadvertida al uso nocivo de los fármacos
psicoactivos por una prescripción demasiado laxa de estas sustancias para aliviar el estrés.
Son muchos los factores sociales, incluyendo los medios de comunicación, que contribuyen
a las expectativas sobre la utilización de fármacos y sustancias para aliviar cualquier
sentimiento de angustia.

Diagnóstico
 Evaluación médica

 A veces, información facilitada por la misma persona

A veces, un trastorno por uso de sustancias se diagnostica cuando la persona acude a un


profesional sanitario porque desea ayuda para interrumpir su uso de un fármaco. Otras
personas intentan ocultar que consumen una sustancia, y los médicos únicamente pueden
sospechar el problema cuando advierten cambios en su humor o comportamiento. A veces
los médicos descubren signos de consumo de sustancias durante un examen físico. Por
ejemplo, se pueden descubrir marcas en la piel causadas por la inyección repetida de
drogas por vía intravenosa. Las «venas quemadas» son líneas de pequeños puntos oscuros
(punciones de aguja) rodeadas de un área de piel más oscura o blanquecina. La inyección
subcutánea de las drogas causa úlceras o cicatrices circulares. Las personas afectadas
pueden alegar otras razones para las marcas, como frecuentes donaciones de sangre,
picaduras de insectos u otras lesiones.

Los profesionales de la salud también pueden emplear otros métodos (como cuestionarios)
para identificar un trastorno por uso de sustancias. Se pueden realizar análisis de orina y en
ocasiones de sangre para detectar la presencia de drogas.

Criterios para el diagnóstico


Los criterios para el diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias son de cuatro tipos:

 La persona afectada no puede controlar su uso de la sustancia.

 La capacidad de la persona para cumplir con sus obligaciones sociales se ve


comprometida por el uso de la sustancia.

 La persona utiliza la sustancia en situaciones en que hacerlo supone un peligro


físico.

 La persona muestra signos físicos del uso de la sustancia y/o dependencia de la


misma.

Incapacidad para controlar el uso de la sustancia


 La persona toma la sustancia en dosis mayores o por más tiempo de lo previsto
inicialmente.

 La persona desea interrumpir o reducir el uso de la sustancia.

 La persona dedica mucho tiempo a obtener y usar la sustancia, así como a


recuperarse de sus efectos.

 La persona anhela la sustancia.

Deterioro social
 La persona afectada no cumple con sus obligaciones en el trabajo, la escuela o el
hogar.

 Continúa consumiendo la sustancia a pesar de que el hecho de hacerlo le acarrea (o


empeora) problemas sociales o interpersonales.

 El afectado abandona o reduce su participación en actividades sociales, laborales o


recreativas importantes debido al uso de sustancias.
Uso de riesgo
 La persona afectada utiliza la sustancia en situaciones físicamente peligrosas (por
ejemplo, al conducir o en circunstancias sociales peligrosas).

 El afectado continúa consumiendo la sustancia a pesar de saber que está


empeorando un problema médico o psicológico.

Síntomas físicos*
 Tolerancia : la persona afectada tiene que utilizar cada vez más sustancia para sentir
el efecto deseado.
 Abstinencia  : cuando el afectado interrumpe el consumo de la sustancia o cuando los
efectos son contrarrestados por otra sustancia, aparecen efectos físicos
desagradables.
*Tenga en cuenta que algunos medicamentos, especialmente los opiáceos,
sedantes/hipnóticos, y estimulantes, pueden dar lugar a tolerancia y/o síntomas de
abstinencia incluso cuando se toman según lo prescrito, por razones médicas legítimas y por
períodos relativamente breves (menos de 1 semana en el caso de los opiáceos). Los
síntomas de abstinencia que se desarrollan tras el uso médico apropiado no justifican el
diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias. Por ejemplo, cuando las personas que
padecen dolor intenso debido a un cáncer avanzado se hacen dependientes (psicológica y
físicamente) de un opiáceo como la morfina, los síntomas de abstinencia que presentan no
se consideran una evidencia de un trastorno por uso de sustancias.

Las personas que presentan 2 o más de estos criterios en un período de 12 meses se


considera que sufren un trastorno por uso de sustancias. La gravedad del trastorno por uso
de sustancias viene determinada por el número de criterios que se cumplen:

 Leve: 2 o 3 criterios

 Moderado: 4 o 5 criterios

 Grave: ≥ 6 criterios
Tratamiento
 Varía en función de la sustancia y las circunstancias.

El tratamiento específico depende de la droga consumida, pero generalmente consiste en


asesoramiento y a veces requiere la utilización de otras sustancias. El apoyo de la familia y
de los grupos de ayuda contribuye a mantener el compromiso de la persona en la
interrupción del consumo.
Dado que el hecho de compartir agujas es una causa frecuente de infección por VIH , se
llevan a cabo programas para reducir su incidencia. Su objetivo es reducir los contagios
debidos al uso de las drogas en los que no pueden dejar de consumirlas. Por ello, a los
consumidores se les proporcionan agujas y jeringuillas estériles para que no reutilicen las de
otros usuarios. Esta estrategia ayuda a reducir la transmisión (y los costes a la sociedad) de
la infección por VIH y de la hepatitis.
Más información
Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que
el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

 Al-Anon Family Groups  : (Grupos familiares de Alcohólicos Anónimos): servicios de


apoyo para adultos que abusan del alcohol, adultos que crecieron con un alcohólico y
adolescentes afectados por el consumo problemático de alcohol de otra persona.
 Alcoholics Anonymous  : (Alcohólicos Anónimos): asociación internacional de
personas con problemas de consumo de alcohol que fue pionera en el programa de los 12
pasos para ayudar a sus miembros a superar su adicción al alcohol y ayudar a otras
personas a hacer lo mismo.
 Dual Diagnosis.org:  acceso a recursos para personas con enfermedades mentales y
problemas de abuso de sustancias, incluyendo una lista de centros de tratamiento que
ofrecen atención integral, información sobre investigación y publicaciones.
 Hazelden Betty Ford Foundation:  un proveedor de tratamiento sin ánimo de lucro
para la adicción al alcohol y a las drogas con información sobre las opciones de tratamiento,
programas de defensa de la recuperación y oportunidades educativas en asesoramiento
sobre adicciones.
 LifeRing: apoyo a las personas con problemas de consumo de drogas y alcohol
facilitando el intercambio de experiencias prácticas y el apoyo a la sobriedad como
alternativa a los programas tradicionales de 12 pasos.
 National Alliance on Mental Illness (NAMI):  (Alianza nacional para la enfermedad
mental, NAMI por sus siglas en inglés): una organización nacional de salud mental que
proporciona defensa, formación, apoyo y programas y servicios de concienciación pública.
 Narcotics Anonymous World Services:  (Servicios mundiales de Narcóticos
Anónimos): ayuda a combatir la adicción, con independencia de la sustancia que la causó, a
través de un programa de 12 pasos similar al utilizado por Alcohólicos Anónimos.
 National Institute on Drug Abuse (NIDA):  (Instituto nacional para el abuso de drogas,
NIDA por sus siglas en inglés): agencia federal que apoya la investigación científica sobre el
consumo de drogas y sus consecuencias y proporciona información sobre los medicamentos
de uso común, las prioridades y el progreso de la investigación, los recursos clínicos y las
oportunidades de subvención y financiación.
 Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA)  : (Agencia
para el abuso de sustancias y servicios de salud mental, SAMHSA por sus siglas en inglés):
agencia del Departamento de Salud de Estados Unidos que dirige los esfuerzos de salud
pública para mejorar la salud conductual y proporciona recursos, incluyendo localizadores
de tratamiento, líneas telefónicas de ayuda gratuitas, herramientas de capacitación de
profesionales, estadísticas y publicaciones sobre una variedad de temas relacionados con
sustancias.
NOTA:  Esta es la versión para el público general. MÉDICOS:  Hacer clic aquí para
la versión para profesionales

Trastornos por uso de


sustancias
Por 
 

Mashal Khan
, MD, Weill Cornell Medicine

Última modificación del contenido nov. 2020


INFORMACIÓN: PARA PACIENTES

Los trastornos por uso de sustancias son un tipo de trastorno relacionado con
sustancias  que implican un patrón patológico de comportamientos en los que los pacientes
continúan utilizando una sustancia a pesar de experimentar problemas significativos
relacionados con su uso. También pueden haber manifestaciones fisiológicas, incluyendo
cambios en los circuitos del encéfalo.
Las sustancias que intervienen son típicamente miembros de las 10 clases de fármacos que
típicamente causan trastornos relacionados con sustancias . Estas sustancias activan
directamente el sistema de recompensa del encéfalo y producen una sensación de placer.
La activación puede ser tan intensa que los pacientes anhelan demasiado la sustancia y
descuidan sus actividades normales para obtenerla y utilizarla.
Los términos comunes "adicción", "abuso" y "dependencia" a menudo se han utilizado en
relación con el consumo de sustancias, pero estos términos son demasiado indefinidos y
variables para ser muy útiles en el diagnóstico sistemático. El trastorno por uso de
sustancias es más amplio y tiene menos connotaciones negativas.

Consumo de sustancias ilícitas y con fines recreativos


El uso de drogas ilegales, aunque problemático porque es ilegal, no siempre implica un
trastorno por uso de sustancias. Por el contrario, las sustancias legales, como el alcohol y
los medicamentos que se venden con receta (y cannabis en un número creciente de estados
de Estados Unidos), pueden estar implicados en un trastorno por uso de sustancias. Los
problemas causados por el uso de fármacos recetados y drogas ilegales se produce en
todos los grupos socioeconómicos.

El uso de drogas recreativas, aunque por regla general no es sancionada por la sociedad,
no es un fenómeno nuevo y ha existido de una forma u otra durante siglos. Las personas
han consumido sustancias por varias razones:

 Para alterar o mejorar el estado de ánimo

 Como parte de las ceremonias religiosas

 Para obtener la iluminación espiritual

 Para mejorar el rendimiento

Algunos usuarios en apariencia no están afectados por la droga; ellos tienden a usar las
drogas en forma esporádica en dosis relativamente pequeñas, por lo que se evita la
toxicidad clínica y el desarrollo de tolerancia y dependencia física. Muchas drogas
recreativas (p. ej., opio crudo, alcohol, marihuana, cafeína, hongos alucinógenos, hoja de
coca) son "naturales" (es decir, muy parecidos a la planta de origen); contienen una mezcla
de concentraciones relativamente bajas de compuestos psicoactivos y no son compuestos
psicoactivos aislados.

Etiología
En general, las personas con un trastorno por uso de sustancias progresan de la
experimentación al consumo ocasional y luego al consumo intenso y a veces al trastorno por
uso de sustancias. Esta progresión es compleja y sólo se comprende en parte. El proceso
depende de la interacción entre la droga, el usuario y el ambiente.

Fármaco
Los medicamentos de las 10 clases varían en la probabilidad que tienen de causar un
trastorno por uso de sustancias. La probabilidad se denomina susceptibilidad a la adicción.
La susceptibilidad a la adicción depende de una combinación de factores, incluyendo

 Vía de administración
 Velocidad a la que el fármaco atraviesa la barrera hematoencefálica y estimula la vía
de recompensa

 Tiempo hasta la aparición del efecto

 Capacidad de inducir síntomas de tolerancia y/o abstinencia

Además, las sustancias que se encuentran legalmente y/o fácilmente disponibles (p. ej.,
alcohol, tabaco) son más susceptibles de ser utilizadas inicialmente y por lo tanto se asocian
con mayor riesgo de progresión al consumo problemático. Además, como la percepción del
riesgo del uso de una sustancia en particular disminuye, se puede experimentar con ella o
utilizarla con fines recreativos, lo que aumenta la exposición a las sustancias de abuso. Las
fluctuaciones en la percepción del riesgo se ven influidos por múltiples factores, entre ellos
conclusiones respecto de las secuelas médicas y psiquiátricas del uso y los resultados
sociales.

Durante el tratamiento de la enfermedad o después de procedimientos quirúrgicos o


dentales, los pacientes reciben habitualmente opioides . Una parte sustancial de estos
fármacos dejan de usarse, lo que representa un recurso importante para los niños,
adolescentes y adultos que desean utilizarlos con fines no médicos. En respuesta, se ha
destacado la necesidad de
 Prescribir medicamentos opioides en cantidades más bajas que sean más
apropiadas para la probable duración y gravedad del dolor

 Promover el almacenamiento seguro de los medicamentos sobrantes

 Ampliar los programas de devolución de recetas

Usuario
Los factores predisponentes en los usuarios incluyen los siguientes:

 Características físicas

 Características personales

 Circunstancias y trastornos

Es probable que las características físicas incluyan factores genéticos. Sin embargo,


aunque los investigadores han intentado durante mucho tiempo identificar los factores
específicos, se han encontrado pocas diferencias bioquímicas o metabólicas entre las
personas que desarrollan el trastorno por consumo de sustancias y las que no lo
desarrollan.
Las características personales no son claramente un factor importante, aunque las
personas con bajos niveles de autocontrol (impulsividad) o con altas probabilidades de
enfrentarse a riesgos y de buscar la novedad pueden tener una mayor susceptibilidad a
desarrollar trastorno por uso de sustancias. Sin embargo, algunos científicos especializados
en el comportamiento describieron el concepto de la personalidad adictiva, pero hay pocas
evidencias científicas que apoyan este concepto.
Una serie de circunstancias y trastornos coexistentes parece aumentar el riesgo. Por
ejemplo, las personas que están tristes, con angustia emocional, o socialmente alterados
pueden percibir que estos sentimientos son aliviados en forma temporaria por un
medicamento; esto puede conducir a un mayor uso y, a veces a un trastorno por uso de
sustancias. Los pacientes con otros trastornos psiquiátricos, no emparentados no corren
mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias. Los pacientes con dolor
crónico (p. ej., dorsalgia, dolor debido a la drepanocitosis, neuropático, fibromialgia) a
menudo requieren opioides para el alivio; muchos de ellos desarrollan un trastorno por
abuso de sustancias. Sin embargo, en muchos de estos pacientes los medicamentos no
opioides y otros tratamientos pueden aliviar en forma adecuada el dolor y el sufrimiento.
Perlas y errores

Algunos científicos especializados en el comportamiento describieron el concepto de


la personalidad adictiva, pero hay pocas evidencias científicas que apoyan este concepto.

Ambiente
Los factores culturales y sociales son muy importantes en el inicio y el mantenimiento (o
recidiva) del consumo de sustancias. La observación de los miembros de la familia (p. ej.,
padres, hermanos mayores) y los compañeros que utilizan sustancias aumenta el riesgo de
que la gente empiece a usar sustancias. Los compañeros son una influencia particularmente
poderosa entre los adolescentes (véase Drogas y abuso de sustancias en adolescentes  ).
Las personas que están tratando de dejar de usar una sustancia encuentran muchas más
difícultades si están alrededor de otros que también utilizan esa sustancia.
Los médicos pueden contribuir de manera inadvertida al consumo nocivo de psicofármacos
por recetarlos de manera diligente para aliviar el estrés. Muchos factores sociales, incluso
los medios de comunicación masivos, contribuyen a la expectativa de los pacientes de que
los fármacos deben usarse para aliviar todas las molestias.

Diagnóstico
 Criterios específicos
El diagnóstico de trastorno por uso de sustancias se basa en la identificación de un patrón
patológico de comportamientos en el que los pacientes continúan utilizando una sustancia a
pesar de experimentar problemas significativos relacionados con su uso. El Manual
diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales, quinta edición (DSM 5) menciona 11
criterios divididos en 4 categorías.
Trastornos del control sobre el uso
 La persona toma la sustancia en cantidades mayores o por más tiempo que el
previsto inicialmente

 La persona desea detener o reducir el uso de la sustancia

 La persona pasa un tiempo considerable en obtener, usar, o recuperarse de los


efectos de la sustancia

 La persona tiene un intenso deseo (craving) de utilizar la sustancia

Deterioro social
 La persona no cumple con obligaciones en el trabajo, la escuela o el hogar

 La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de que le causa (o empeora)


problemas sociales o interpersonales

 La persona abandona o reduce la actividad social, ocupacional o recreativa


importante, debido al uso de sustancias

Uso riesgoso
 Persona que utiliza la sustancia en situaciones físicamente peligrosas (p. ej., al
conducir o en circunstancias sociales peligrosas)

 La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de saber que está


empeorando un problema médico o psicológico

Síntomas farmacológicos*
 Tolerancia: la persona necesita aumentar de manera progresiva la dosis de un
fármaco para producir intoxicación o el efecto deseado o el efecto de una dosis
determinada disminuye con el paso del tiempo

 Abstinencia: efectos físicos indeseables cuando se detiene el consumo del fármaco o


cuando su efecto es contrarrestado por un antagonista específico

*Tenga en cuenta que algunos medicamentos, especialmente los opioiodes  ,


los hiponosedantes  y los estimulantes  pueden provocar tolerancia y/o síntomas de
abstinencia incluso cuando se toman según lo prescrito por razones médicas legítimas y por
períodos relativamente breves (< 1 sem de opioides). Los síntomas de abstinencia que se
desarrollan después de este uso médico apropiado no cuentan como criterios para el
diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias.
Las personas con ≥ 2 de estos criterios en un período de 12 meses se considera que tienen
un trastorno por uso de sustancias. La gravedad del trastorno de uso de sustancias se
determina por el número de síntomas:

 Leve: 2 a 3 criterios

 Moderado: 4 a 5 criterios

 Grave: ≥ 6 criterios

Tratamiento
 Varía en función de la sustancia y las circunstancias

El tratamiento del abuso de sustancias es difícil e incluye uno o más de los siguientes:

 Desintoxicación aguda

 Prevención y tratamiento de la abstinencia

 Cese (o rara vez, reducción) del uso

 Mantenimiento de la abstinencia

Las diferentes fases del tratamiento pueden tratarse con medicamentos y/o asesoramiento y
apoyo. Se tratan las medidas y los aspectos específicos con las sustancias específicas en
otras secciones de The Manual, que incluyen Trastornos por consumo de
alcohol  y Trastorno por uso de opioides  .
Con cada vez más pruebas y una mayor comprensión de los procesos biológicos
subyacentes al consumo de drogas compulsivo, los trastornos por uso de sustancias se han
establecido con mucha mayor firmeza como enfermedades médicas. Como tal, estas
enfermedades son susceptibles de diversas formas de tratamiento, incluidos los grupos de
apoyo (Alcohólicos Anónimos y otros programas de doce pasos); psicoterapia (p. ej., terapia
de estimulación motivacional, terapia cognitivo-conductual, prevención de recaídas); y
medicamentos, que van desde agonistas (p. ej., terapia de reemplazo con nicotina para el
trastorno por consumo de tabaco, metadona y buprenorfina para el trastorno por consumo
de opioides) a los enfoques novedosos actualmente bajo investigación. Centrarse en la
identificación precisa de los pacientes con trastornos por uso de sustancias y derivar para el
tratamiento de especialidad será de gran ayuda en la reducción de las consecuencias
individuales, así como del impacto social.

Conceptos clave
 El trastorno por uso de sustancias consiste en un patrón patológico de
comportamientos en los que los pacientes continúan utilizando una sustancia a pesar
de experimentar problemas significativos relacionados con su uso.

 Las manifestaciones se clasifican en deterioro del control sobre el uso, deterioro


social, uso arriesgado y síntomas farmacológicos.

 Los términos "adicción", "abuso" y "dependencia" son vagos y cargado de valores;


es preferible hablar de trastorno por uso de sustancias y centrarse en las
manifestaciones específicas y su gravedad.

 Las consecuencias y el tratamiento del trastorno por uso de sustancias varían mucho
dependiendo de la sustancia.

Obtenga LosTrastornos inducidos por sustanciasDrogas y uso de


sustancias en adolescentes

Trastornos por uso de


sustancias
Por 
 

Mashal Khan
, MD, Weill Cornell Medicine

Última modificación del contenido nov. 2020


INFORMACIÓN: PARA PACIENTES

Los trastornos por uso de sustancias son un tipo de trastorno relacionado con
sustancias  que implican un patrón patológico de comportamientos en los que los pacientes
continúan utilizando una sustancia a pesar de experimentar problemas significativos
relacionados con su uso. También pueden haber manifestaciones fisiológicas, incluyendo
cambios en los circuitos del encéfalo.
Las sustancias que intervienen son típicamente miembros de las 10 clases de fármacos que
típicamente causan trastornos relacionados con sustancias . Estas sustancias activan
directamente el sistema de recompensa del encéfalo y producen una sensación de placer.
La activación puede ser tan intensa que los pacientes anhelan demasiado la sustancia y
descuidan sus actividades normales para obtenerla y utilizarla.
Los términos comunes "adicción", "abuso" y "dependencia" a menudo se han utilizado en
relación con el consumo de sustancias, pero estos términos son demasiado indefinidos y
variables para ser muy útiles en el diagnóstico sistemático. El trastorno por uso de
sustancias es más amplio y tiene menos connotaciones negativas.

Consumo de sustancias ilícitas y con fines recreativos


El uso de drogas ilegales, aunque problemático porque es ilegal, no siempre implica un
trastorno por uso de sustancias. Por el contrario, las sustancias legales, como el alcohol y
los medicamentos que se venden con receta (y cannabis en un número creciente de estados
de Estados Unidos), pueden estar implicados en un trastorno por uso de sustancias. Los
problemas causados por el uso de fármacos recetados y drogas ilegales se produce en
todos los grupos socioeconómicos.

El uso de drogas recreativas, aunque por regla general no es sancionada por la sociedad,
no es un fenómeno nuevo y ha existido de una forma u otra durante siglos. Las personas
han consumido sustancias por varias razones:

 Para alterar o mejorar el estado de ánimo

 Como parte de las ceremonias religiosas

 Para obtener la iluminación espiritual

 Para mejorar el rendimiento

Algunos usuarios en apariencia no están afectados por la droga; ellos tienden a usar las
drogas en forma esporádica en dosis relativamente pequeñas, por lo que se evita la
toxicidad clínica y el desarrollo de tolerancia y dependencia física. Muchas drogas
recreativas (p. ej., opio crudo, alcohol, marihuana, cafeína, hongos alucinógenos, hoja de
coca) son "naturales" (es decir, muy parecidos a la planta de origen); contienen una mezcla
de concentraciones relativamente bajas de compuestos psicoactivos y no son compuestos
psicoactivos aislados.
Etiología
En general, las personas con un trastorno por uso de sustancias progresan de la
experimentación al consumo ocasional y luego al consumo intenso y a veces al trastorno por
uso de sustancias. Esta progresión es compleja y sólo se comprende en parte. El proceso
depende de la interacción entre la droga, el usuario y el ambiente.

Fármaco
Los medicamentos de las 10 clases varían en la probabilidad que tienen de causar un
trastorno por uso de sustancias. La probabilidad se denomina susceptibilidad a la adicción.
La susceptibilidad a la adicción depende de una combinación de factores, incluyendo

 Vía de administración

 Velocidad a la que el fármaco atraviesa la barrera hematoencefálica y estimula la vía


de recompensa

 Tiempo hasta la aparición del efecto

 Capacidad de inducir síntomas de tolerancia y/o abstinencia

Además, las sustancias que se encuentran legalmente y/o fácilmente disponibles (p. ej.,
alcohol, tabaco) son más susceptibles de ser utilizadas inicialmente y por lo tanto se asocian
con mayor riesgo de progresión al consumo problemático. Además, como la percepción del
riesgo del uso de una sustancia en particular disminuye, se puede experimentar con ella o
utilizarla con fines recreativos, lo que aumenta la exposición a las sustancias de abuso. Las
fluctuaciones en la percepción del riesgo se ven influidos por múltiples factores, entre ellos
conclusiones respecto de las secuelas médicas y psiquiátricas del uso y los resultados
sociales.

Durante el tratamiento de la enfermedad o después de procedimientos quirúrgicos o


dentales, los pacientes reciben habitualmente opioides . Una parte sustancial de estos
fármacos dejan de usarse, lo que representa un recurso importante para los niños,
adolescentes y adultos que desean utilizarlos con fines no médicos. En respuesta, se ha
destacado la necesidad de
 Prescribir medicamentos opioides en cantidades más bajas que sean más
apropiadas para la probable duración y gravedad del dolor

 Promover el almacenamiento seguro de los medicamentos sobrantes

 Ampliar los programas de devolución de recetas


Usuario
Los factores predisponentes en los usuarios incluyen los siguientes:

 Características físicas

 Características personales

 Circunstancias y trastornos

Es probable que las características físicas incluyan factores genéticos. Sin embargo,


aunque los investigadores han intentado durante mucho tiempo identificar los factores
específicos, se han encontrado pocas diferencias bioquímicas o metabólicas entre las
personas que desarrollan el trastorno por consumo de sustancias y las que no lo
desarrollan.
Las características personales no son claramente un factor importante, aunque las
personas con bajos niveles de autocontrol (impulsividad) o con altas probabilidades de
enfrentarse a riesgos y de buscar la novedad pueden tener una mayor susceptibilidad a
desarrollar trastorno por uso de sustancias. Sin embargo, algunos científicos especializados
en el comportamiento describieron el concepto de la personalidad adictiva, pero hay pocas
evidencias científicas que apoyan este concepto.
Una serie de circunstancias y trastornos coexistentes parece aumentar el riesgo. Por
ejemplo, las personas que están tristes, con angustia emocional, o socialmente alterados
pueden percibir que estos sentimientos son aliviados en forma temporaria por un
medicamento; esto puede conducir a un mayor uso y, a veces a un trastorno por uso de
sustancias. Los pacientes con otros trastornos psiquiátricos, no emparentados no corren
mayor riesgo de desarrollar un trastorno por uso de sustancias. Los pacientes con dolor
crónico (p. ej., dorsalgia, dolor debido a la drepanocitosis, neuropático, fibromialgia) a
menudo requieren opioides para el alivio; muchos de ellos desarrollan un trastorno por
abuso de sustancias. Sin embargo, en muchos de estos pacientes los medicamentos no
opioides y otros tratamientos pueden aliviar en forma adecuada el dolor y el sufrimiento.
Perlas y errores

Algunos científicos especializados en el comportamiento describieron el concepto de


la personalidad adictiva, pero hay pocas evidencias científicas que apoyan este concepto.

Ambiente
Los factores culturales y sociales son muy importantes en el inicio y el mantenimiento (o
recidiva) del consumo de sustancias. La observación de los miembros de la familia (p. ej.,
padres, hermanos mayores) y los compañeros que utilizan sustancias aumenta el riesgo de
que la gente empiece a usar sustancias. Los compañeros son una influencia particularmente
poderosa entre los adolescentes (véase Drogas y abuso de sustancias en adolescentes  ).
Las personas que están tratando de dejar de usar una sustancia encuentran muchas más
difícultades si están alrededor de otros que también utilizan esa sustancia.
Los médicos pueden contribuir de manera inadvertida al consumo nocivo de psicofármacos
por recetarlos de manera diligente para aliviar el estrés. Muchos factores sociales, incluso
los medios de comunicación masivos, contribuyen a la expectativa de los pacientes de que
los fármacos deben usarse para aliviar todas las molestias.

Diagnóstico
 Criterios específicos

El diagnóstico de trastorno por uso de sustancias se basa en la identificación de un patrón


patológico de comportamientos en el que los pacientes continúan utilizando una sustancia a
pesar de experimentar problemas significativos relacionados con su uso. El Manual
diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales, quinta edición (DSM 5) menciona 11
criterios divididos en 4 categorías.
Trastornos del control sobre el uso
 La persona toma la sustancia en cantidades mayores o por más tiempo que el
previsto inicialmente

 La persona desea detener o reducir el uso de la sustancia

 La persona pasa un tiempo considerable en obtener, usar, o recuperarse de los


efectos de la sustancia

 La persona tiene un intenso deseo (craving) de utilizar la sustancia

Deterioro social
 La persona no cumple con obligaciones en el trabajo, la escuela o el hogar

 La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de que le causa (o empeora)


problemas sociales o interpersonales

 La persona abandona o reduce la actividad social, ocupacional o recreativa


importante, debido al uso de sustancias

Uso riesgoso
 Persona que utiliza la sustancia en situaciones físicamente peligrosas (p. ej., al
conducir o en circunstancias sociales peligrosas)
 La persona continúa consumiendo la sustancia a pesar de saber que está
empeorando un problema médico o psicológico

Síntomas farmacológicos*
 Tolerancia: la persona necesita aumentar de manera progresiva la dosis de un
fármaco para producir intoxicación o el efecto deseado o el efecto de una dosis
determinada disminuye con el paso del tiempo

 Abstinencia: efectos físicos indeseables cuando se detiene el consumo del fármaco o


cuando su efecto es contrarrestado por un antagonista específico

*Tenga en cuenta que algunos medicamentos, especialmente los opioiodes  ,


los hiponosedantes  y los estimulantes  pueden provocar tolerancia y/o síntomas de
abstinencia incluso cuando se toman según lo prescrito por razones médicas legítimas y por
períodos relativamente breves (< 1 sem de opioides). Los síntomas de abstinencia que se
desarrollan después de este uso médico apropiado no cuentan como criterios para el
diagnóstico de un trastorno por uso de sustancias.
Las personas con ≥ 2 de estos criterios en un período de 12 meses se considera que tienen
un trastorno por uso de sustancias. La gravedad del trastorno de uso de sustancias se
determina por el número de síntomas:

 Leve: 2 a 3 criterios

 Moderado: 4 a 5 criterios

 Grave: ≥ 6 criterios

Tratamiento
 Varía en función de la sustancia y las circunstancias

El tratamiento del abuso de sustancias es difícil e incluye uno o más de los siguientes:

 Desintoxicación aguda

 Prevención y tratamiento de la abstinencia

 Cese (o rara vez, reducción) del uso

 Mantenimiento de la abstinencia
Las diferentes fases del tratamiento pueden tratarse con medicamentos y/o asesoramiento y
apoyo. Se tratan las medidas y los aspectos específicos con las sustancias específicas en
otras secciones de The Manual, que incluyen Trastornos por consumo de
alcohol  y Trastorno por uso de opioides  .
Con cada vez más pruebas y una mayor comprensión de los procesos biológicos
subyacentes al consumo de drogas compulsivo, los trastornos por uso de sustancias se han
establecido con mucha mayor firmeza como enfermedades médicas. Como tal, estas
enfermedades son susceptibles de diversas formas de tratamiento, incluidos los grupos de
apoyo (Alcohólicos Anónimos y otros programas de doce pasos); psicoterapia (p. ej., terapia
de estimulación motivacional, terapia cognitivo-conductual, prevención de recaídas); y
medicamentos, que van desde agonistas (p. ej., terapia de reemplazo con nicotina para el
trastorno por consumo de tabaco, metadona y buprenorfina para el trastorno por consumo
de opioides) a los enfoques novedosos actualmente bajo investigación. Centrarse en la
identificación precisa de los pacientes con trastornos por uso de sustancias y derivar para el
tratamiento de especialidad será de gran ayuda en la reducción de las consecuencias
individuales, así como del impacto social.

Conceptos clave
 El trastorno por uso de sustancias consiste en un patrón patológico de
comportamientos en los que los pacientes continúan utilizando una sustancia a pesar
de experimentar problemas significativos relacionados con su uso.

 Las manifestaciones se clasifican en deterioro del control sobre el uso, deterioro


social, uso arriesgado y síntomas farmacológicos.

 Los términos "adicción", "abuso" y "dependencia" son vagos y cargado de valores;


es preferible hablar de trastorno por uso de sustancias y centrarse en las
manifestaciones específicas y su gravedad.

 Las consecuencias y el tratamiento del trastorno por uso de sustancias varían mucho
dependiendo de la sustancia.

Las cifras son preocupantes. ¿A quiénes afectan los


problemas o trastornos y por qué el sistema de salud no
logra atenderlos de manera adecuada? *

José Posada Villa**


¿A quiénes afectan?
Se calcula que el 40 % de la población colombiana adulta ha sufrido, está
sufriendo o sufrirá un trastorno mental diagnosticable en algún momento de la
vida. Además de ser muy comunes, los problemas y trastornos mentales producen
gran sufrimiento y tienen graves consecuencias sociales, económicas y laborales.
Sin embargo, en Colombia no reciben suficiente atención.

Gran parte de estos problemas afectan a los jóvenes. La mitad de los trastornos
empiezan en promedio a los 14 años y el 75 % antes de los 24 años. Esto también
depende del tipo de trastornos, en promedio los de ansiedad y control de impulsos
comienzan a los 11 años, los trastornos por consumo de sustancias a los 20 años
y los trastornos afectivos a los 30.

Además de la edad, hay otros factores asociados con esos trastornos. Por
ejemplo, hay un aumento en periodos de recesión económica, en especial del
trastorno de ansiedad, trastornos depresivos y comportamientos suicidas. En la
zona urbana, la prevalencia —proporción de personas que sufren o sufrirán algún
trastorno durante un tiempo determinado—es mayor que en la zona rural, tanto
durante la vida (10,0 versus 6,1 %) como en los últimos 12 meses (4,4 versus 2,7
%).

Los trastornos mentales son más frecuentes en mujeres que en hombres. Por
ejemplo, la prevalencia del trastorno depresivo mayor en adultos es del 3,2 % en
hombres y 5,4 % en mujeres. Y la prevalencia de cualquier trastorno de ansiedad
es 4,9 % en mujeres y 2,9 % en hombres.

Los trastornos de ansiedad más frecuentemente reportados en Colombia son la


fobia social (2,7 %) y el trastorno de ansiedad generalizada (1,3 %). Los 8
trastornos más frecuentes tienen una prevalencia del 9,1 % en la vida y en los
últimos 30 días del 1,6 %. En adultos, los más prevalentes son los trastornos del
estado del ánimo, que se presentan en el 6,7 % de la población en algún momento
de su vida y en el 2,4 % en los últimos doce meses.

Por otra parte, el 7,4 % de los adultos ha pensado en suicidarse, siendo otra vez
mayor la proporción en mujeres (7,6 %) que en hombres. Además, el 2,4 % dice
haber tenido planes suicidas, y el 2,6 %, intentos suicidas.
Le recomendamos: La divina enfermedad.
Consecuencias económicas

Foto: PxHere
Salud mental.

Los problemas mentales restan años de vida saludable a los colombianos. De


acuerdo con el informe de carga de enfermedad en Colombia 2010, los problemas
neuropsiquiátricos como la depresión mayor, los trastornos bipolares, la
esquizofrenia y la epilepsia son responsables del 21 % de la carga de años
saludables perdidos en Colombia —es decir, del número de años durante las
personas se ven afectadas por una discapacidad debida a determinada
enfermedad y teniendo en cuenta las muertes tempranas que esta produce—.

La depresión mayor fue la primera causa de carga de enfermedad en las mujeres,


seguida por la enfermedad hipertensiva, la caries dental, los trastornos bipolares y
la esquizofrenia. En hombres la enfermedad hipertensiva fue la primera causa de
carga de enfermedad, pero estuvo seguida por la depresión mayor, las
agresiones, los trastornos bipolares y la esquizofrenia.

Se calcula que el 40 % de la población colombiana adulta ha sufrido, está sufriendo o


sufrirá un trastorno mental diagnosticable en algún momento de la vida.
También hay que tener en cuenta que las condiciones de pobreza se asocian con
los problemas mentales más comunes. Factores como bajo nivel de escolaridad,
desempleo y redes débiles de apoyo hacen que las personas sean más
vulnerables a los trastornos mentales. Y estos a su vez empeoran las condiciones
económicas, poniendo en marcha un círculo vicioso de pobreza y problemas
mentales.

Sumado a lo anterior, algunas patologías mentales, como la depresión grave y la


ansiedad, acarrean reducciones significativas en los ingresos de los pacientes —y
además de sus cuidadores, que en Colombia son sobre todo familiares, en
especial mujeres— Se calcula que aproximadamente el 30 % de los pacientes son
atendidos por un cuidador informal (pareja, familiar o amigo), que destina un
promedio de 5,6 horas diarias a este propósito. Muchos deben renunciar a su
trabajo para poder hacerlo.

En el Foro Económico Mundial se estimó que el costo económico global de los


trastornos mentales excede los de cualquiera de las principales enfermedades no
trasmisibles, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades
respiratorias crónicas y cáncer.

Sin embargo, en Colombia no existen datos publicados sobre los costos


económicos del trastorno mental. Esto dificulta la planeación oficial de las
acciones en salud, pues al no saber cuánto dinero necesita el cuidado de los
afectados por problemas mentales, no se pueden asignar los recursos necesarios.

Servicios de salud
La Ley 100 de 1993 señala los principios de equidad, obligatoriedad, protección
integral y calidad como pilares del régimen de seguridad social.
Sin embargo, los servicios y programas de salud mental son muy limitados y son
pocos los recursos destinados directamente a ellos. De hecho, aunque las cifras
muestren que se trata de un asunto de salud pública, el Estado no tiene un
presupuesto específico para atender problemas y trastornos mentales.

Por otra parte, la Ley 100 da prioridad a la atención en la fase aguda e inicial de la
enfermedad. Por eso los tratamientos para personas con escasos recursos
tienden a reducirse al manejo de urgencias, sin realizar un seguimiento adecuado.
Frecuentemente las familias carecen de apoyo y resulta difícil continuar el
tratamiento.

Según el Estudio Nacional de Salud Mental 2003, entre el 85,5 y el 94,7 % de las
personas con algún trastorno mental no acceden a ningún servicio de salud. Esto
se debe a la pobre atención en salud mental, que se suma al estigma relacionado
con las patologías mentales y a la falta de información y educación sobre las
expresiones de problemas y trastornos mentales y sobre cómo manejarlos.
El sistema de salud tiene varios problemas relacionados con la atención de este
tipo de dolencias:

 Las Empresas Promotoras de Salud (EPS) generalmente evitan la remisión


a especialistas por razones económicas. Esto hace que los problemas y trastornos
mentales deban ser manejados en el primer nivel de atención.
 Los profesionales en el primer nivel de atención generalmente no tienen
interés en manejar este tipo de patologías, y carecen del conocimiento y las
habilidades suficientes para detectarlos oportunamente y darles el tratamiento
adecuado.
 Los profesionales frecuentemente no disponen de los espacios físicos y del
tiempo suficiente de consulta para el manejo adecuado de este tipo de pacientes.
 El modelo de atención vigente es demasiado complejo como para ser
puesto en práctica de manera rápida y efectiva.
A todo esto se suma la escasez de psiquiatras en relación con las necesidades de
la población. Hoy tenemos unos 1.250 psiquiatras para 48 millones de habitantes,
y de estos aproximadamente 450 están dedicados a la clínica. Adicionalmente, el
80% trabaja en las cuatro principales ciudades del país.

Algo similar ocurre con los psicólogos, que en su mayoría trabajan como
psicólogos organizacionales en instituciones educativas o en otros campos
distintos del de sector salud. Además, son una minoría los que tienen
entrenamiento en psicología clínica.

Para completar el panorama, las personas en áreas rurales y remotas encuentran


múltiples barreras para acceder al manejo especializado en salud mental. Esto
preocupa especialmente en medio de un conflicto armado que aún no termina y
que ha afectado de forma evidente la esfera mental de víctimas y victimarios.

Lea en Razón Pública: Salud mental en veteranos de guerra: ¿qué


está pasando en Colombia?
¿Qué hay que hacer?
Las personas con patología mental que no reciben tratamiento o que no son
atendidas adecuadamente, sobre todo aquellas con problemas y trastornos
graves, no pueden funcionar correctamente en el plano personal, de pareja,
familiar, académico, laboral y social. Esto tiene graves consecuencias para sus
familias y comunidades.

Otro resultado de la falta de atención es hacer que muchas personas acaben por
automedicarse con alcohol u otras sustancias psicoactivas para aliviar sus
síntomas.

Hoy tenemos unos 1.250 psiquiatras para 48 millones de habitantes, y de estos


aproximadamente 450 están dedicados a la clínica.

La escasa o casi nula atención en salud mental se debe a que el Gobierno no le


da prioridad a este asunto y por lo tanto invierte poco en él. Así vuelve a constar
en el Plan Nacional de Desarrollo que hoy está en discusión.

Le recomendamos: Salud mental en Colombia: ¿transitando hacia la


lucidez?
Si bien tenemos la Ley 1616 sobre salud mental expedida en 2013 y si bien
recientemente el ministerio del ramo dio a conocer una Política Nacional de Salud
Mental, estas buenas intenciones se quedarán el en el papel mientras falten la
voluntad política del alto gobierno y una asignación presupuestal adecuada. El
asunto tiene entonces que ir más allá del ministerio de Salud.
*Las fuentes de los cifras en el texto puede consultarse en este artículo
publicado en la Revista Colombiana de Psiquiatría y en la Encuesta Nacional
de Salud Mental publicada en  2015 por el ministerio de Salud y Protección
Social
**Médico psiquiatra, grupo de investigación Nuevas Perspectivas en Salud
Mental de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.
 

DEPRESIÓN JOSÉ POSADA VILLALEY 100PSIQUIATRÍASISTEMA DE

SALUDTRASTORNOS MENTALES

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JOSÉ POSADA VILLA
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Evaluación de salud mental


       
¿Qué es una evaluación de salud mental?
Una evaluación de salud mental es un examen de la salud de su mente. Permite averiguar si
usted tiene una enfermedad mental. Las enfermedades mentales son comunes. En Estados
Unidos, afectan a más de la mitad de las personas en algún momento de sus vidas. Hay
muchos tipos de enfermedades mentales. Algunas de las más comunes son:
 Depresión y trastornos del estado de ánimo: Estas enfermedades mentales son diferentes de
la tristeza o el duelo. Pueden causar tristeza extrema, enojo o frustración
 Trastornos de ansiedad: La ansiedad puede causar preocupación o miedo excesivos en
situaciones reales o imaginadas
 Trastornos de la alimentación: Estos trastornos generan conductas y pensamientos obsesivos
relacionados con los alimentos y la imagen corporal. Pueden hacer que una persona limite
peligrosamente la cantidad de alimentos que come, que coma en forma descontrolada o una combinación
de ambos
 Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): El TDAH es una de las
enfermedades mentales más comunes en los niños. Puede continuar en la adultez. Las personas con
ADHD tienen dificultad para prestar atención y controlar el comportamiento impulsivo
 Trastorno de estrés postraumático (TEP): Este trastorno puede ocurrir después de una
experiencia traumática, como una guerra o un accidente grave. Las personas con TEP se sienten
estresadas y con miedo, aun mucho tiempo después de que el peligro ha pasado
 Abuso de alcohol o drogas y trastornos adictivos: Estos trastornos consisten en
usar alcohol o drogas en forma excesiva. Las personas afectadas están en riesgo de tener una sobredosis
y morir
 Trastorno bipolar: Antes conocido como depresión maníaca. Las personas con trastorno
bipolar tienen episodios alternantes de manía (euforia extrema) y depresión
 Esquizofrenia y trastornos psicóticos: Estas son algunas de las enfermedades psiquiátricas
más graves. Pueden hacer que una persona vea, oiga o crea cosas que no son reales
Los efectos de las enfermedades mentales varían de leves a graves y pueden poner la vida en
peligro. Afortunadamente, muchas personas con enfermedades mentales pueden ser tratadas
exitosamente con medicamentos y/o psicoterapia.
Nombres alternativos: valoración del estado mental, examen de salud mental, evaluación
psicológica, prueba psicológica, evaluación psiquiátrica

¿Para qué se usa?


La evaluación de salud mental se usa para diagnosticar enfermedades mentales. Su médico
de cabecera puede usar esta evaluación para decidir si usted necesita ver a un profesional de
salud mental. Un profesional de salud mental es alguien que se especializa en el diagnóstico y
el tratamiento de los problemas de salud mental. Si usted ya está viendo a un profesional de
salud mental, tal vez le hagan una evaluación de salud mental para guiar el tratamiento.

¿Por qué necesito una evaluación de salud mental?


Usted puede necesitar una evaluación si tiene síntomas de una enfermedad mental. Los
síntomas varían dependiendo del tipo de enfermedad, pero algunos de los signos son:
 Preocupación o miedo excesivo
 Tristeza extrema
 Cambios importantes en la personalidad, los hábitos de alimentación o los patrones de sueño
 Grandes fluctuaciones del estado de ánimo
 Enojo, frustración o irritabilidad
 Fatiga y falta de energía
 Confusión y dificultad para concentrarse
 Sentimientos de culpa o inutilidad
 Evitar actividades sociales
Uno de los signos más graves de una enfermedad mental es pensar en suicidarse o intentarlo. Si
usted está pensando en hacerse daño o suicidarse, busque ayuda de inmediato. Hay muchas
maneras de recibir ayuda. Usted puede:
 Llamar al 911 o ir a su sala de emergencias local
 Llamar a su profesional de salud mental o a otro profesional de la salud
 Llamar a un ser querido o un amigo cercano
 Llamar a una línea telefónica de prevención del suicidio. En los Estados Unidos, puede llamar a
la Red Nacional de Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255 (1-800-273-TALK)
 Si usted es un veterano de las Fuerzas Armadas, puede llamar a la línea telefónica para
veteranos en situaciones de crisis al 1-800-273-8255, o puede enviar un mensaje de texto al 838255.

¿Qué ocurre durante una evaluación de salud mental?


El profesional de la salud puede hacerle un examen físico y preguntarle sobre cómo se siente,
su estado de ánimo, sus hábitos y otros síntomas. También podría pedir análisis de sangre
para averiguar si un problema físico, por ejemplo una enfermedad de la tiroides, puede estar
causando problemas de salud mental.
En una prueba de sangre, el profesional de la salud toma una muestra de sangre de una vena
de un brazo con una aguja pequeña. Después de insertar la aguja, extrae una pequeña
cantidad de sangre y la coloca en un tubo de ensayo o frasco. Tal vez sienta una molestia leve
cuando la aguja se introduce o se saca, pero el procedimiento suele durar menos de cinco
minutos.

Si lo examina un profesional de salud mental, tal vez le haga preguntas más detalladas sobre
sus sentimientos y comportamientos. También podría pedirle que conteste un cuestionario
sobre esto.

¿Debo hacer algo para prepararme para la evaluación de salud mental?


La evaluación de salud mental no requiere ningún preparativo especial.

¿Tiene algún riesgo la evaluación?


Hacerse un examen físico o contestar un cuestionario no implica ningún riesgo.
Los riesgos de un análisis de sangre son mínimos. Tal vez sienta un dolor leve o se le forme
un moretón en el lugar donde se inserta la aguja, pero la mayoría de los síntomas
desaparecen rápidamente.

¿Qué significan los resultados?


Si le diagnostican una enfermedad mental, es importante que reciba tratamiento lo antes
posible. Esto puede prevenir el sufrimiento y una discapacidad a largo plazo. Su plan de
tratamiento específico dependerá del tipo de enfermedad y de su gravedad.

¿Hay algo más que deba saber sobre una evaluación de salud mental?
Hay muchos tipos de profesionales que tratan las enfermedades mentales. Los más comunes
son los siguientes:

 Psiquiatra: Médico que se especializa en la salud mental. Los psiquiatras diagnostican y tratan


las enfermedades mentales. También puedan recetar medicamentos
 Psicólogo: Profesional que ha recibido capacitación en psicología. Los psicólogos generalmente
tienen títulos de doctorado, no de médicos. Los psicólogos diagnostican y tratan las enfermedades
mentales. Ofrecen asesoramiento individual y sesiones de terapia grupal. No pueden recetar medicinas a
menos que tengan una licencia especial. Algunos psicólogos trabajan con profesionales que pueden
recetar medicación
 Trabajador social clínico: (L.C.S.W., por sus siglas en inglés) Profesional que tiene una
maestría en trabajo social y se ha especializado en salud mental. Algunos tienen otros títulos y han
recibido capacitación adicional. Los trabajadores sociales clínicos diagnostican y ofrecen asesoramiento
para una variedad de problemas de salud mental. No recetan medicinas pero pueden colaborar con
profesionales de la salud que pueden hacerlo
 Consejero profesional autorizado: (L.P.C., por sus siglas en inglés) La mayoría de estos
profesionales han obtenido una maestría. Los requisitos de capacitación varían en cada estado.
Diagnostican y ofrecen asesoramiento para una variedad de problemas de salud mental. No recetan
medicinas pero pueden colaborar con profesionales de la salud que pueden hacerlo
Los trabajadores sociales clínicos y los consejeros profesionales autorizados también tienen
otros nombres, como terapeuta o consejero.

Si no está seguro de qué tipo de profesional de salud mental debe ver, consulte con su
médico de cabecera.

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