Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
33
ISBN: 1977783236
ISBN 13: 9781977783233
Biblioteca del Congreso Número de Control: XXXXX (Si corresponde)
LCCN Nombre de la Imprenta: Ciudad y Estado (si corresponde)
Tabla de contenidos
Como rara vez ocurre, este gran descubrimiento científico no proviene de equipos de
científicos trabajando en laboratorios universitarios. Al igual que el descubrimiento de
Einstein de la teoría de la relatividad especial y la general y el concepto de la
equivalencia de la energía y la masa expresada a través de su famosa ecuación E=mc2,
este redescubrimiento también se produjo fuera del laboratorio, a través del intelecto y
la imaginación de las personas.
Este último redescubrimiento, enunciado por Mateo, se produjo alrededor de dos mil
años atrás y fue registrado en la versión de la Biblia King James, bajo Mateo 7:14. Se
sabe que el descubrimiento original tuvo lugar mucho antes, pero los estudiosos no se
ponen de acuerdo respecto de la era en que tuvo lugar. Nuevamente, al igual que
Einstein y otros físicos teóricos, Mateo utilizó metáforas tangibles para explicar sus
ideas intangibles.
La frase de Mateo está tan vigente ahora como lo estaba dos mil años atrás y
continuará estándolo mientras el universo continúe funcionando de acuerdo con la ley
universal. No tenemos otra opción que obedecer a la ley universal. Todas las personas y
las cosas obedecen a la ley universal. Nuestra única elección está en decidir hacia dónde
queremos ir en la vida y cómo se expresará en ella la ley universal. La siguiente estrofa
del poema metafórico de Ella Wheeler Wilcox, “Tis the set of the Sail”, expresa
claramente esta idea:
El libro del Dr. Serio es especialmente útil para aquellos que buscan una óptima
salud física, emocional y espiritual. Los antiguos sabían que aquellos que tenían salud,
poseían todo, incluyendo bienestar social y financiero. Este libro también está escrito
para los que son meramente curiosos. En lo personal, he descubierto mucho de valor
tratando de satisfacer mi curiosidad.
Por último, sólo queda agregar que éste es un libro de filosofía, que explica los
principios subyacentes en el área de interés principal de la quiropráctica. Como filosofía
tiene en cuenta la información, incluyendo tanto los conceptos actuales provenientes de
las ciencias físicas, como los intangibles como la vida, la salud, los valores y la
sabiduría, generalmente considerados por la filosofía. Les recomiendo que estudien
esos principios y luego los consideren con respecto a la expresión de todas las formas de
vida y en particular de la salud en el área fisiológica. Pregunten todo; enfáticamente les
recomiendo estudiar este libro con otros.
Introducción
Dr. David Serio
Durante años, me pregunté: ¿Qué tienen en común las corporaciones, los
movimientos culturales, las personas y las profesiones exitosas y perdurables? Lo que
descubrí fue que tienen un agudo sentido de misión, sustentado en un plexo filosófico
claro que los guía en el logro de esa misión. Ese plexo filosófico y la misión constituyen
el núcleo central que guía sus decisiones y al que sirven sus acciones.
Podemos ver la filosofía como nuestro mapa y la misión como nuestro GPS. Si
intentamos navegar desde Nueva York a España sin mapas ni sistemas de navegación,
tendremos pocas posibilidades – si acaso alguna - de llegar a destino. Y si lo logramos,
indudablemente el viaje será mucho más largo y habrá insumido más recursos de lo
necesario. Cuando encaramos una travesía, es mucho más inteligente, eficiente y
preciso utilizar mapas y sistemas de navegación.
Steve Jobs, el fundador de Apple, tenía una filosofía clara y bien definida de su
misión y visión de las computadoras como nexo para mejorar la comunicación entre
los hombres y el mundo en que vivimos. Cuando Apple se apartó de ese núcleo de
pensamiento, la compañía comenzó a estancarse. Sólo cuando Steve Jobs y su filosofía
central volvieron a la compañía, ésta se convirtió en una de las más ricas del mundo.
Este es un ejemplo real y claro de cómo la filosofía que sustenta la misión influencia el
resultado de esa misión y su impacto en el mundo.
D. D. Palmer descubrió la quiropráctica y escribió sus pensamientos, ideas y
conceptos filosóficos en 1910 en el libro “The Chiropractor’s Adjustor”. Lo que es
importante comprender es que Palmer nos mostró la misión central y fundamental de la
quiropráctica, que es la localización, análisis y corrección de las subluxaciones
vertebrales enfocado en que su naturaleza es no-terapéutica. La misión principal debe
permanecer intacta, de lo contrario tendremos algo que no es quiropráctica. Lo que
debe evolucionar constantemente es la filosofía, ciencia y arte de esta misión; de lo
contrario tendremos una profesión que devendrá dogmática en su naturaleza.
B. J. Palmer fue quien desarrolló la quiropráctica, y en los volúmenes 2, 3, 4, 5 y 7
de su obra “Green Books”, estableció los principios sobre los cuales debe basarse la
quiropráctica.
Tiempo después, en 1927, R. W. Stephenson, escribió el “Chiropractic Textbook”,
donde describe muchos de los principios y conceptos en un formato sencillo y apto para
la enseñanza. Los treinta y tres principios nos proporcionan un sistema de navegación
lógico y deductivo para comprender qué hay detrás de esta maravillosa profesión a la
que llamamos quiropráctica.
He leído los treinta y tres principios cientos de veces y mi misión es que tanto mi
vida como mis prácticas sean un testamento vivo de esos principios en acción. Después
de un estudio y aplicación cuidadosos, creo que su uso es válido en cualquier situación
para lograr claridad, éxito, lógica y comprensión tanto en la vida como en la práctica.
En esta obra, he pedido a treinta y tres diferentes quiroprácticos que me
respondieran las siguientes cuatro preguntas relacionadas con cada uno de
los principios:
1. ¿Cómo explica usted este principio al público en general?
2. ¿Cómo se relaciona este principio con las subluxaciones vertebrales y
la práctica de la quiropráctica?
3. ¿Puede darme algunos ejemplos de este principio en acción?
4. ¿Cómo se relaciona este principio con la vida?
Entrelazados entre cada principio, el lector encontrará algunos consejos prácticos,
reflexiones y citas que contribuyen a que este libro sea lo más práctico posible, sin caer
en el dogmatismo del pensamiento único. Muchas gracias por compartir este viaje
conmigo.
Aclaraciones
Las contribuciones constituyen la exclusiva opinión e interpretación de sus autores.
Estos no necesariamente están de acuerdo entre sí ni comparten todas las sugerencias
y reflexiones contenidas en este libro. Simplemente, cada uno de ellos contribuyó con
su parte. Yo espero que 33 estimule un análisis académico profundo que contribuya a
la evolución de nuestra profesión y al avance de nuestras propias vidas y prácticas. No
creo que ninguno sea dueño de la verdad, pero trabajando todos juntos hacia una
visión común podemos elevar y mejorar la quiropráctica, produciendo un mayor
impacto en la humanidad.
Las contribuciones del Dr. David Serio están escritas en cursiva y se encuentran entre
los principios.
Un pequeño conjunto de espíritus determinados, encendidos por una fe
inquebrantable en su misión, pueden alterar el curso de la historia.
—Mahatma Gandhi
Mi viaje
Dr. David Serio
Siento que es importante compartir con el lector una breve versión de mi vida, de
manera que pueda comprender los motivos que me llevaron a escribir este libro, las
circunstancias y el contexto dentro del cual ha sido escrito.
Crecí en Fairfield, Nueva Jersey, y fui jugador de fútbol durante toda mi secundaria.
La mayoría de mis amigos y compañeros de equipo acudían a quiroprácticos. Estaban
encantados con ellos, pero nunca me pudieron explicar realmente qué era la
quiropráctica. Simplemente decían que era maravillosa para el dolor. Como yo no
tenía ningún dolor en ese momento, en mi joven mente no cabía la idea de ir a un
quiropráctico.
Les describiré cómo fue mi primera visita. Llegué a una elegante y espaciosa oficina
donde me entregaron toneladas de formularios para llenar. Luego me pidieron la
credencial de mi seguro y me enviaron a hacerme masajes y todo tipo de exámenes por
parte de personas que no eran quiroprácticos. Cuando finalmente llegó el
quiropráctico me dijo que, si no lo veía tres veces por semana durante dos meses,
seguramente no volvería a caminar. Comenzó a ajustarme y me dijo que mi dolor
desaparecería en doce visitas. Yo era escéptico y todo eso me parecía más un negocio
que un servicio para ayudar a la gente.
Lo que pasó a continuación quedó tan grabado en mi mente, que lo recuerdo como
si fuera hoy. Salí de la oficina y comencé a caminar. Estaba cerca del edificio Flatiron
de la ciudad de Nueva York. Era un maravilloso día de sol, había gente por doquier y
el cielo era de un azul cristalino. Sentí una conexión con el universo que nunca antes
había sentido. Algo muy profundo había cambiado dentro de mí, aunque el dolor físico
continuaba en mi cuerpo. En ese momento supe que había encontrado mi objetivo.
El Dr. Sid Williams y el Dr. Fred Barge fueron mis primeros mentores oficiales, y mi
agradecimiento hacia ellos será eterno, porque encendieron la llama de mi objetivo.
Mientras estaba en Life College, me comprometí con la fraternidad Delta Sigma Chi,
quienes me introdujeron aún más profundamente en la filosofía de la quiropráctica.
Pero algo dentro de mí me decía que nuestra filosofía tenía otro ángulo, una
profundidad que yo desconocía. Cuando ya llevaba un año estudiando, tuve
oportunidad de escuchar a Arno Burnier y a Reggie Gold hablar juntos ante 150
estudiantes y quiroprácticos. Las palabras que tan elocuentemente pronunciaban, el
tono, la lógica y la profundidad de su mensaje me extasiaron y transformaron. Estaba
en casa.
Una vez graduado, decidí que quería experimentar el poder de este principio
universal en acción. ¿Qué mejor que probarme a mí mismo y a la quiropráctica que
mudarme a un país extranjero donde se hablara un idioma para mi desconocido y en el
cual la quiropráctica no fuera una profesión establecida? Argentina me eligió, y junto
con otro quiropráctico llegamos a la Argentina justamente en el momento en que ese
país estaba transitando una de sus mayores depresiones. ¡Poco sabía yo de los desafíos
de la vida! Sin embargo, los años más exigentes y gratificantes de mi viaje estaban por
comenzar…y continúan hasta hoy…
La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de todo
el arte y la ciencia verdaderos."
Albert Einstein
Al principio esta era simplemente una definición que tuve que memorizar para mis
clases y exámenes de la materia Filosofía de la Quiropráctica dictada por Reginald
Gold, DC, mientras cursaba el Sherman College of Chiropractic en 1973.
Se dice que la inteligencia universal es un círculo cuyo centro está en todas partes y
cuya circunferencia no está en ningún lado. Es una excelente manera de referirse a lo
indescriptible.
El término inteligencia universal puede ser más preciso que la palabra Dios; aunque
una rosa siempre será una rosa, no importa el nombre que le demos.
Criado desde niño en la fe católica, no podía llegar a comprender el concepto de un
Dios omnipresente, omnisciente y omnipotente que estaba en todas partes,
controlándolo todo y llevando un registro de cada una de nuestras acciones, cada
instante de nuestras vidas. Por lo tanto, a medida que fui creciendo, dejé de lado esa
premisa, desestimé la mayor parte de la doctrina católica y abracé la vida y el mensaje
de Cristo; abracé el amor.
Así como una gota de agua de mar es parte del océano, la inteligencia innata es parte
de la inteligencia universal. Posee intrínsecamente todas las características, propiedades
y cualidades de la inteligencia universal. La inteligencia innata también es
omnipresente, omnipotente y omnisciente en los seres humanos. También posee la
capacidad de correlacionarse de manera infinita. Esto explica el sinfín de procesos
bioquímicos y actividades fisiológicas que se producen cada segundo de nuestras vidas,
sin que tengamos conciencia de ello. Si tuviéramos que orquestar y controlar ese
universo interno nos desintegraríamos de inmediato. Si tuviéramos que manejar los
fuegos artificiales y los inimaginables cálculos que se producen dentro del microcosmos
de nuestro ser, nos desesperaríamos por mantenernos vivos mientras dormimos. El
hecho de descubrir y conocer la inteligencia innata da poder a las personas y les permite
recuperar las facultades de su propio ser. Les da conocimiento, fe y confianza en el
poder de su propio cuerpo y de su ser.
En realidad, todos nosotros fuimos creados a partir de un punto microscópico, el
óvulo. De esta minúscula célula puede desplegarse un ser humano. Esto demuestra
claramente que dentro de esa célula original reside el poder, el conocimiento y la
capacidad de crear un ser humano completo. El embrión posee el conocimiento de la
embriología, dermatología, miología, neurología, cardiología, sindesmología,
nefrología, endocrinología, inmunología y osteología, para enumerar sólo algunas de las
tantas “ogías” que abarcan las ciencias de la vida.
Una manera muy útil para poner en práctica la inteligencia universal es grabarla,
escuchando su transmisión silenciando nuestra educada mente. La mejor manera de
lograrlo es a través de la meditación, la contemplación, o en el silencio de la naturaleza.
En esas circunstancias es cuando el receptor humano puede sintonizarla.
Nunca ha habido un mejor momento que el actual para que la quiropráctica abrace
y se enorgullezca de su esencia y sus raíces vitalistas. La vida y los sistemas globales
están en un punto crucial. Hay una gran división. Muchas personas están despertando,
pero muchas otras continúan dormidas.
El mundo ansía una nueva filosofía de vida en todos los niveles. Yo creo que
nuestros principios se pueden aplicar tanto a
los sistemas vitales como la salud, la economía, la educación, la política y la sociedad,
como a nuestras propias familias para crear un planeta más armonioso, vital y
sustentable.
—Max Planck
Principio 2
Bill Decken, DC, LCP
El sentido de la vida para la quiropráctica
Para la quiropráctica, el sentido de la vida es la expresión de la inteligencia innata
a través de la materia
Si le preguntan a una persona que no es filósofo “¿Acerca de qué debaten los
filósofos?”, seguramente la respuesta será: “Acerca del sentido de la vida”. Si le hacen
la misma pregunta a un filósofo, es muy probable que la respuesta no sea esa. Dentro de
la comunidad de filósofos, parecería que hay un desinterés acerca de esa pregunta, y
aparentemente esto sucede por la falta de claridad que hay en ella.
En su libro “Chiropractic Text Book”, Stephenson define el término quiropráctica
como la filosofía, el arte y la ciencia de lo natural, un sistema para ajustar los segmentos
de la columna vertebral, utilizando únicamente las manos, para la corrección de la causa
de alguna enfermedad. No es mi intención analizar esta definición en este momento, ya
que no está relacionada con mi tema. Sin embargo, quiero señalar que, ya que la
quiropráctica afirma ser una filosofía y que la percepción generalizada es que la
filosofía busca el sentido, entonces, quizás es relevante que el “sentido de la vida” haya
sido explicado por los fundadores de la quiropráctica.
Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naces y el día en que
descubres por qué.
—Mark Twain
La preparación de la práctica
Arno Burnier siempre me aconsejó ver primero el ajuste con los ojos de mi mente.
La visualización es esencial para crear tu práctica soñada. Pero para ello, debes
responder algunas preguntas esenciales desde el lugar de la autoconciencia.
¿Cuál es tú por qué? ¿Cuál es la razón por la que eres un quiropráctico? ¿Qué hace
que te levantes cada día y comiences a actuar?
¿Has definido tu propósito? ¿Tu misión? ¿Tu visión? ¿Has identificado cuáles son
para ti los cinco valores más importantes de la vida y como quiropráctico? ¿Tienes
objetivos claros respecto de tu salud, práctica, familia, finanzas y carrera profesional?
Antes de pensar en embarcarte en algo tan serio como abrir una práctica de
quiropráctica, yo te sugiero poner en orden tus asuntos personales y tener clara y
detalladamente definido todo lo dicho anteriormente.
Cada aspecto y cada detalle del espacio físico de los sistemas que he desarrollado
están totalmente integrados y alineados con los 33 principios y los más altos valores de
mi vida y de la quiropráctica. Durante treinta años he visualizado, sentido y
experimentado todo lo que sucede en mi práctica desde el primer llamado telefónico de
y hacia mis usuarios. Me he formulado al menos doscientas preguntas relacionadas
con mi práctica antes de ver a una persona.
¿Qué técnicas utilizaré? ¿Usaré algún instrumental? Los chequeos, ¿los haré con
las personas totalmente vestidas o directamente sobre la piel? Si les doy unas batas,
¿Cuáles elegir para que sean mejores? ¿Qué clase de camillas compraré? ¿Qué tipo de
música escucharé? ¿Las paredes serán de color? ¿Cómo deberán ser los ambientes
para lograr la máxima eficiencia? ¿Cómo deberá ser mi asistente? ¿Tendré un área
para niños? ¿Qué apariencia tendrá? ¿Qué información entregaré a las personas para
que lleven a su hogar? ¿Cómo será mi programa educativo? ¿Cómo comenzarán su
cuidado quiropráctico las personas que se acerquen a mi práctica? ¿Qué tipo de
personas quiero atraer? Dado que mi deseo es brindar servicio a la mayor cantidad de
personas posibles, ¿Qué precio será congruente con este pensamiento? La lista
continúa hasta resolver cada uno de los detalles desde los más pequeños hasta los más
grandes.
Una vez que se han sentado las bases, ya se puede esperar que “nazca” la práctica.
Es aquí donde debe florecer plenamente la “tríada de la práctica”. Inteligencia - se
debe ajustar de una manera inteligente y eficiente utilizando un sistema que tenga un
propósito para cada detalle. Fuerza – si queremos que la práctica crezca debemos
poner fuerza o energía en ella, comprendiendo el principio universal de que los
resultados que obtengamos dependen de la energía que pongamos en ellos. Muy
simple, cuanta mayor energía pongamos en la práctica, tanto interna como
externamente, más rápida y ampliamente crecerá. Materia – la práctica deberá estar
físicamente limpia, mostrar profesionalismo y estilo acorde a tu pericia, con lo que tu
habilidad profesional tendrá el impacto más profundo en sus efectos. La tríada de tu
práctica la hará progresar hacia el crecimiento o no, ¡Todo depende de TI!
Un principio se define como una verdad fundamental o una proposición que sirve como
base de un sistema de creencias o comportamientos o para una cadena de razonamiento.
Los treinta y tres principios de la quiropráctica son exactamente eso, una serie de
verdades fundamentales.
Por ejemplo, ¿Por qué una persona vive las primeras cuatro o cinco décadas de su
vida aparentemente sana y, repentinamente fallece de un infarto masivo? ¿Por qué un
virus o una bacteria provocan un resfriado en un niño y una seria enfermedad en su
hermano? ¿No es lógico suponer que si una persona nace completamente normal con
todos los sistemas funcionando de manera óptima, esa persona sea sana y viva una larga
vida y muera sana? ¿No es lógico reconocer que la muerte es simplemente una parte del
gran plan maestro de la vida? Si la ciencia actual nos dice que el cuerpo humano ha sido
creado para durar 120 o 150 años, ¿Por qué las cosas no suceden así?
Lo primero que debemos plantearnos es, ¿cómo es posible que debamos preguntarnos
sobre la importancia de la filosofía quiropráctica? Lamentablemente, en algunos países
existe una falencia en la formación profesional, debido principalmente a la ausencia o
desinterés de incorporar uno de nuestros pilares, como lo es la filosofía, en el plan
curricular. Cuando yo estudiaba quiropráctica, a raíz de esta carencia inicié una
búsqueda a fin de tener una mejor comprensión de lo que conlleva ser quiropráctico, por
lo que tuve que investigar, leer y escuchar a otros doctores, así fue como me adentré en
un mundo del cual me siento orgulloso y honrado de ser parte.
Durante esta búsqueda, llegué a las charlas que podemos encontrar en Youtube de los
doctores Reggie Gold, Jim Segafosse, Clarence Gonstead, entre otros, hasta que escuché
una conferencia del Dr. Arno Burnier, quien hablaba de lo que significa ser un doctor
quiropráctico. Él explica los principios de la filosofía y ciencia de la vida, en conjunto
con la filosofía quiropráctica.
Él Dr. Joseph Strauss, comenta en uno de sus libros (Practice building for straight
chiropractors, 1993), que los quiroprácticos más exitosos del mundo están
entusiasmados a lo largo de toda su carrera, al igual que el primer día que iniciaron sus
prácticas. Esto se debe principalmente a que, una vez que existe una comprensión de
los principios quiroprácticos y asimilas que nuestra labor está en la detección, análisis y
corrección de subluxaciones vertebrales, para que el potencial innato que posee cada
persona se pueda expresar a su óptimo potencial y sin interferencias, todo esto resulta en
algo tan grande e importante que no hay modo de que pierdas el interés en realizar esta
labor. Por lo tanto, tú no puedes estar entusiasta con la quiropráctica si no posees el
conocimiento y comprensión de su filosofía.
Nuestra profesión fue fundada y desarrolla desde sus inicios a través de una filosofía
vitalista; la cual respeta los procesos y origen natural de las cosas, y que R.W.
Stephenson (1927) logró concretar y describir en los 33 principios quiroprácticos. Los
fundamentos se basan en una inteligencia universal, la que se encuentra en todos los
elementos a nuestro alrededor, que fluye a través de los seres vivos, y que conocemos
como inteligencia innata, la que pasa por todo nuestro sistema nervioso y se encarga de
controlar, coordinar y regular todo el funcionamiento del organismo.
Este libro “33” de mi mentor, el Dr. David Serio, lleva a un terreno más cómodo para
que cualquier persona comprenda los principios de nuestra filosofía. Pero, además de
leer este espectacular libro, hay un par de opciones que podemos considerar para
aumentar la compresión de uno de los pilares de nuestra profesión.
Entonación
De acuerdo con el líder en ventas Jordan Belfort, también conocido como el Lobo de
Wall Street, la entonación y la energía constituyen el ochenta y cinco por ciento o más
de lo que inspira a las personas a comprarte algo. La ciencia de las ventas sabe que, en
una transacción de venta, tus palabras tienen sentido pero mucho menos de lo que
imaginamos. Si lo que deseas es atraer a tu práctica a miles de personas para que
elijan quiropráctica, entonces tu entonación deberá ser inspiradora, deberá comunicar
confianza y claridad y llevar un mensaje de amor.
Algunas personas son naturalmente maestras en entonación y otras trabajan mucho ese
aspecto de su ser. Jordan Belfort y los maestros de la PNL coinciden en que todos
pueden aprender técnicas para mejorar la entonación. Tesla y D. D. Palmer afirmaron
claramente que la entonación es una de las claves y secretos de la vida. Una persona
puede ser el mejor analista y quiropráctico, y tener la mejor práctica y los mejores
sistemas, pero si su entonación no es óptima, le demandará mucho tiempo construir la
práctica de sus sueños. Haz todo lo que sea necesario para convertirte en un maestro
en entonación y verás cómo se modifican tanto el sentido de tu vida como el de tu
práctica.
Una de las cosas más desafiantes de mudarme a un país del que no hablaba ni una
palabra de su idioma, fue que me tuve que convertir en un maestro en entonación para
poder comunicarme. Esto implicó no solamente mejorar mi entonación, sino entender
la entonación al escuchar. Lo que aprendí y experimenté personalmente en esa
situación fue que las palabras de las personas no coinciden con el tono de su voz o su
entonación, por lo tanto, la verdad de lo que le decían se podía sentir, pero no oír en
sus palabras. Si te conviertes en un maestro en captar la entonación, serás capaz de
captar la verdadera energía y la verdad que está detrás de las palabras. Esto brinda un
poder de comunicación mucho mayor de lo imaginable.
Este principio es una idea fácil de ver, pero difícil de explicar. Podemos utilizar la
lógica cuando observamos la organización de la materia. Si, por ejemplo, observamos el
cuerpo humano, es imposible no percibir la perfección de su organización y
funcionamiento. La lógica nos dice que no puede haber organización sin inteligencia. El
cuerpo humano y sus innumerables funciones fisiológicas demuestran una increíble
organización y capacidad de adaptación. La inteligencia que controla esas funciones
reside dentro del cuerpo (eso se conoce en quiropráctica como inteligencia innata) y se
expresa a través de la fuerza.
Ejemplos de este principio hay por doquier, tanto en la materia viva como en la que
no lo es. Una roca demuestra un diseño inteligente en sus características y cualidades.
La roca fue creada por una inteligencia (la inteligencia universal). Dicha inteligencia
utiliza la fuerza para expresarse a sí misma a través de la materia de la roca. Organiza la
roca, le otorga cualidades predecibles, mantiene su existencia. La organización puede
observarse en el color y en las cualidades físicas de la roca tales como punto de fusión,
de ebullición y uniones moleculares.
Este principio se relaciona con la vida de muchas maneras. Define la vida tanto en
sus componentes físicos como metafísicos. Este principio enfatiza la absoluta necesidad
de la humildad cuando se trabaja con el cuerpo humano. Este principio muestra
verdaderamente qué adelantados estaban en el tiempo nuestros antepasados en su
compromiso con la excelencia, la quiropráctica y la humanidad. Como hemos dicho
anteriormente, la inteligencia es abstracta. La fuerza creada por la inteligencia es
abstracta. Ninguna de las dos se puede medir, pero ambas pueden apreciarse observando
la materia. La vida, la esencia de todos los seres vivos y los que no lo son, expresan
organización, no caos. La organización no puede vivir sin inteligencia. Para la
quiropráctica, el sentido de la vida es la expresión de la inteligencia a través de la
materia mediante la fuerza. La observación con lógica es una herramienta muy
poderosa. Aún queda mucho por crecer y entender en la quiropráctica. Nuestros
antecesores nos mostraron un camino poderoso. No necesitamos ver o saber todo. Solo
necesitamos ver el siguiente paso y con cada paso, mis amigos, ¡mejoraremos nuestra
visión y nuestro conocimiento!
La simplicidad es la mayor sofisticación.
—Leonardo da Vinci
Hazlo simple
Hazlo simple. En algún punto, todas las enseñanzas espirituales nos hablan del poder
de la simplicidad. Cuando estés diseñando tu práctica, te invito a que te hagas la
siguiente pregunta. Este procedimiento, detalle o sistema, ¿Es tan simple como
debería ser?
Si la respuesta es sí, entonces déjalo. Si no, simplifícalo. Las personas aman las
cosas simples. En el mundo en que vivimos, no necesitamos más complejidad. La gente
pide sencillez, amor, conexión, contacto, sabiduría e inspiración – todas cosas que
podemos crear fácilmente en nuestras prácticas en tanto mantengamos la simplicidad.
Si piensas en las cosas más poderosas que podemos hacer por nuestra vida y por
nuestra salud, verás que todas son muy simples. Un ajuste quiropráctico es algo muy
sencillo de dar y recibir, sin embargo, transforma nuestro ser en un instante. Caminar
es algo sencillo, y tiene un profundo impacto en nuestra salud. Comer algo simple es
mucho mejor que hacer dietas complejas. La meditación es muy simple y puede hacerse
en cualquier lugar, a toda hora y produce un efecto psicológico muy profundo. Una
sonrisa es algo muy sencillo da dar y recibir y modifica profundamente la fisiología del
que la da y del que la recibe. Y la lista continúa…
Para que la vida se exprese al ciento por ciento, debe haber ciento por ciento de
inteligencia y ciento por ciento de materia.
Existen pocos principios quiroprácticos que se puedan comprender por sí solos (como el
principio sexto y el décimo séptimo). En mi opinión, el quinto principio se entiende
mucho mejor cuando accedemos a los treinta y dos principios restantes. En este
principio, existen palabras que no han sido adecuadamente definidas (por ejemplo ¿Qué
es fuerza? ¿Qué es función?). Por ello, para poder entenderlo en su totalidad, es
necesario hacer referencia a los demás principios.
Con cuánto detalle se podrá explicar este principio al público en general dependerá
de cuánto quieran aprender y cuál será su capacidad para hacerlo. Pero antes que el
quiropráctico pueda explicar este principio a los demás, es importante que primero lo
entienda él.
Vamos a desglosarlo
La tríada de la vida requiere inteligencia, fuerza y materia (cuarto principio). Los tres
factores de la tríada son inseparables. Para que haya vida al ciento por ciento se debe
mantener la perfección de la tríada; sus elementos no se pueden separar.
La inteligencia es infinita y siempre es ciento por ciento perfecta. En los seres vivos
(cuerpo humano), se llama inteligencia innata (principio vigésimo). Siempre está al
ciento por ciento (principio vigésimo segundo) y su misión es organizar activamente las
sustancias del cuerpo (principio vigésimo primero). La función de la inteligencia es
crear fuerza (principio octavo) y adaptar las fuerzas universales y la materia para que el
cuerpo las utilice de manera tal que todas las partes tengan una acción coordinada para
beneficio mutuo (principio vigésimo tercero).
La fuerza creada por la inteligencia siempre está al ciento por ciento (principio
noveno). La inteligencia perfecta no puede crear fuerza que sea menos que perfecta. La
tarea de la fuerza es unir inteligencia y materia (principio séptimo). La fuerza transfiere
inteligencia a la materia de manera perfecta.
2. Aunque esa parte del cuerpo pueda recibir los impulsos cerebrales, es posible
que esté dañada como consecuencia de traumatismos, defectos genéticos o
quizás su ausencia, por lo tanto, no puede hacer nada con los impulsos que
recibe.
Resumiendo, la vida se expresa al ciento por ciento (ya sea universal o innata).
Utilizamos los sentidos para determinar que la materia existe. Ya sea en forma
inorgánica (una roca) u orgánica (el cuerpo humano), la materia existe al ciento por
ciento. Toda la materia tiene movimiento, tanto a niveles atómicos o subatómicos. La
fuerza da movimiento a la materia. La fuerza está presente al ciento por ciento porque es
creada por una inteligencia que está al ciento por ciento. La vida se produce cuando la
inteligencia, fuerza y materia están al ciento por ciento.
Como quiroprácticos, trabajamos con la materia física del cuerpo. Las fuerzas
universales pueden dañarlo (principio vigésimo sexto). Las fuerzas invasivas externas
(estrés físico, químico y emocional) pueden superar la resistencia de las fuerzas internas
y provocar subluxaciones vertebrales. El resultado de ello es que dentro del cuerpo
(materia), específicamente el tejido nervioso, no esté en condiciones de transmitir
adecuadamente los impulsos cerebrales.
También reconocemos que hay innumerables factores que pueden causar daño al
cuerpo y hacer que no funcione normalmente. A veces, el daño producido por el
malfuncionamiento puede ser permanente. La mala alimentación, la exposición a
toxinas, la falta de movimiento o ejercicio, la extirpación de partes del cuerpo, son
algunos ejemplos. Dichos factores están fuera del alcance de la quiropráctica y son
abordados por especialistas.
Ahora observemos un cuerpo que tiene un órgano enfermo, por ejemplo, un riñón.
Supongamos que la persona recibe cuidado quiropráctico regular y está libre de
subluxaciones. La inteligencia innata del cuerpo está al ciento por ciento y la fuerza
también lo está, porque la persona no tiene subluxaciones. La materia que existe no
funciona al ciento por ciento (como tampoco está al ciento por ciento su vida innata) ya
que ese órgano no está ciento por ciento saludable ni funcionando como debería. Sin
embargo, el riñón enfermo aún expresa su vida universal porque existe, no importa el
porcentaje de vida innata que pueda producir.
Por último, en el mismo escenario de una persona que tiene un riñón enfermo,
supongamos que la persona no recibe cuidado quiropráctico y está subluxada. La
persona aún tendrá todas las limitaciones de la materia mencionadas en el párrafo
anterior. Sin embargo, esa persona tiene un cuerpo al que le falta el suministro adecuado
de impulsos cerebrales como consecuencia de una subluxación vertebral. La inteligencia
innata del cuerpo está al ciento por ciento, la fuerza creada por esa inteligencia también
lo está, pero la transmisión de esa inteligencia sobre la materia (tejido nervioso) tiene
una interferencia y como resultado de ello, el cuerpo está en un estado de falta de
coordinación.
Reconocimiento y Atracción
Richelle Knowles, DC, and Daniel Knowles, DC
Una vez que las personas internalicen ese concepto, se darán cuenta que lo más
importante es brindar servicio a los demás y hacerlo al más alto nivel. Asimismo,
también mejorarán todos los demás aspectos de su oficina quiropráctica, porque
comprenderán que el verdadero efecto que están buscando es mejorar la vida de la
gente. Hasta que no adviertan eso, su práctica no crecerá como debiera.
Durante décadas, el sello distintivo de cada aspecto de una práctica ha sido tener
diferentes programas de agradecimiento para sus miembros, a fin de demostrarles
cuánto se los aprecia.
Muéstrales que valoras el hecho de que inviertan el dinero que tanto les cuesta ganar
y su valioso tiempo en llegar hasta tu práctica y recibir cuidado quiropráctico. Ellos
merecen lo mejor, tu presencia, tu gratitud y tu apreciación y deberás buscar
constantemente nuevas maneras de demostrarlo. Un servicio de excelencia es vital no
solo para que la práctica sobreviva sino para que florezca.
Es muy común que los quiroprácticos piensen que las personas discontinúan el
cuidado por motivos financieros o de tiempo. Esas son cosas que la gente suele decir y
que son superficialmente válidas. La realidad es que eso se produce aumenta cuando
disminuye la valoración y el agradecimiento que las personas obtienen como
consecuencia de asistir a la práctica. Es ese el motivo por el cual se modifican las
prioridades. La verdadera razón por la que las personas discontinúan el cuidado
quiropráctico es porque no se sienten suficientemente apreciadas o porque los
quiroprácticos dan por sentado que asistirán a la práctica. Cuanto más comprometido,
presente y agradecido sea el quiropráctico con sus clientes, menos personas
abandonarán la práctica.
Que te digan que te aprecian es una de las cosas más simples y edificantes que
puedes escuchar.
—Autor desconocido
Principio 6
Joe Donofrio, DC, y Mark Romano, DC
El principio del tiempo
En nuestro país, lo importante del tiempo parece ser su carencia. En los Estados Unidos
de América tratamos de tener la mayor cantidad de actividades cada día, los siete días
de la semana. A la mayoría de nosotros simplemente nos falta tiempo para finalizar
todas las actividades que nos hemos impuesto. Parecería que estamos demasiado
ocupados tratando de hacer cosas y nos olvidamos de vivir, disfrutar e invertir en
nuestra vida; y las consecuencias pueden ser muy negativas y desalentadoras.
Aparentemente, nuestra cultura está tan enfocada en terminar las cosas lo antes posible
que este Principio es un recordatorio vital de la importancia del proceso dentro de los
parámetros del tiempo. Nuestra vida está determinada por hábitos. Los hábitos son las
actividades diarias y semanales que hacemos a lo largo del tiempo. Los hábitos dan
forma a nuestra vida a través de años de repetición. Para modificar la calidad de vida
debemos cambiar nuestros hábitos y mantenerlos a lo largo del tiempo. Es de vital
importancia que el público en general sepa esto para poder recibir todos los beneficios
que la quiropráctica tiene para ofrecernos. Quizás las subluxaciones vertebrales ocurran
diariamente en los seres humanos. Eso se debe a las limitaciones de la materia donde las
fuerzas universales externas debilitan a las fuerzas internas de la inteligencia innata y
las vértebras (materia) se desalinean ocluyendo el foramen, afectando los nervios e
interfiriendo en la transmisión de los impulsos nerviosos. Si no se remueven, las
subluxaciones vertebrales producen lesiones diariamente, un proceso que, a lo largo del
tiempo, hace que el cuerpo se dañe y enferme, alejándose cada vez más de su potencial
pleno. Cuando las personas se acercan a nuestra práctica inician el poderoso proceso de
convertir a la quiropráctica en un hábito semanal. A través de ese hábito, a lo largo de
los años (tiempo) sus cuerpos viven con menos subluxaciones vertebrales y
experimentan la completa expresión de la vida (inteligencia innata). La importancia de
este hábito no debe exagerarse. Nosotros no podemos predecir de qué manera el cuerpo
funcionará mejor, pero la lógica nos dice que el cuerpo será más fuerte en todos sentidos
gracias al hábito (proceso) semanal de la quiropráctica a través del tiempo. Esto
convierte a la quiropráctica en una gran inversión sin, literalmente, ningún efecto
negativo.
A primera vista, parece que no tiene sentido analizar esta afirmación tan simplista, ya
que se presenta como una observación de los requerimientos obvios del tiempo. Sin
embargo, después de pensarlo mucho e, irónicamente, de haber transcurrido bastante
tiempo, llegué a la conclusión que todo esto se relaciona mucho más con el proceso que
con el tiempo. Hace mucho que percibo que muchos quiroprácticos pasan por alto la
necesidad del tiempo en el proceso de creación y corrección de las subluxaciones
vertebrales. Muchos de nosotros hablamos de la creación de una subluxación vertebral
como si ocurriera algo similar a apagar el interruptor de la luz. Subimos algo y algo “se
apaga”; estornudamos y “algo aparece”; o nos bajamos súbitamente de la acera y
tenemos un repentino espasmo o dolor en la espalda. Y podría continuar, pero ya se dan
cuenta de lo que quiero decir. Si bien es cierto que una pequeña cantidad de
subluxaciones vertebrales ocurren como consecuencia de traumatismos extremos como
caerse del techo o recibir el golpe de un automóvil, la gran mayoría es el resultado de
pequeños, casi imperceptibles traumatismos de los tejidos blandos que son los
responsables de mantener la movilidad vertebral y la postura a través del tiempo. Y a
medida que transcurre el tiempo, ese traumatismo causa pequeños defectos, quizás en
un ligamento y la inteligencia innata comienza el proceso de curación con menos tejidos
fibrosos funcionales; a esto le sigue otro y tal vez otro suceso similar, creando pequeñas
deficiencias en el tejido paraespinal que ahora está listo para un traumatismo final que
puede causar algún daño al tejido nervioso. Finalmente, después de meses y años, la
subluxación comienza a convertirse en una verdadera subluxación vertebral, en todo el
sentido de la palabra. Es un proceso que requiere tiempo, como lo afirma Stephenson
en el Principio 6. La subluxación vertebral ahora está en pleno apogeo, completa,
causando interferencias en los impulsos nerviosos y enfermedad. Ahora es cuando
aparece el quiropráctico “straight” quien, luego del examen, determina la presencia y el
tipo de subluxación vertebral. A continuación, comienza el siguiente proceso que
demanda tiempo: la corrección.
Como por lo general el quiropráctico no es el primer profesional consultado, en la
mayoría de los casos los tejidos blandos que rodean la subluxación ya han modificado
de manera crónica su posición y su función en un intento de adaptación de la
inteligencia innata y requieren lo que yo denomino un período de “readaptación” antes
de lograr la corrección. Nuevamente, este proceso requiere tiempo, quizás semanas,
meses o años. Pero la corrección se hará realidad si el organismo tiene alguna esperanza
de mejorar.
¿Es importante tener nuevos usuarios? ¡Por supuesto que sí! Queremos ayudar a la
mayor cantidad de gente posible, pero demasiado seguido, el noventa por ciento de
nuestro foco está puesto en buscar gente nueva en vez de mantener la que ya tenemos.
Medidas prácticas
Jordan Belfort, el lobo de Wall Street, dice que la gente te juzgara al instante por tres
cosas:
1. ¿Estas inspirado?
2. ¿Eres extremadamente astuto e inteligente?
3. ¿Tienes algo que los motive?
Eres tan Bueno como lo fue tu última atención quiropráctica. Así que, número uno,
debes tener estas tres cualidades en cada una de tus atenciones: ¿Quieres mantener a
la gente? Entonces deberás inspirarlos con tu entusiasmo por darles cuidado
quiropráctico, educándolos y motivándolos en cada visita. Tu forma de comunicarte
debe ser poderosa, directa y clara.
Tenemos una charla de 45 minutos, donde les explicamos los conceptos clave de la
quiropráctica y de nuestra práctica.
Tesoros Diarios
Nuestra comunicación diaria debe ser rápida y concisa y debe hacerlos pensar.
“María, tu eres una mujer; yo soy un hombre. Tú tienes treinta y cinco años, yo
tengo cincuenta. Tú vives en tu cuerpo, y yo vivo en el mío. Entonces tú y solamente tú
puedes responder a esa pregunta, María. ¿Qué es lo que te gusta hacer?”
Las personas están cansadas de que les quiten su poder de decisión y les digan que
hacer. Estimúlalos con preguntas que los hagan pensar. Ellos te lo agradecerán y
crearas relaciones duraderas con ellos.
Tanto la naturaleza innata del mundo que nos rodea como la que está dentro de nosotros
dan su testimonio. Los principios naturales son perfectamente comprensibles a través de
la observación.
Pero una noche de verano de 1989, sucedió algo inesperado. Mientras me deslizaba
sigilosamente hacia la cocina empujando la puerta apenas entreabierta de su habitación,
un recorrido que había hecho cientos de veces anteriormente, lo escuché pronunciando
mi nombre. ¡Me había oído! Muchísimas noches anteriores había seguido durmiendo a
pesar de mis pequeños ruidos, pero esta vez, no sólo se había despertado, sino que me
había identificado por el sonido de mis pasos en la oscuridad de la noche. Cuando miro
hacia atrás, me doy cuenta de que no solamente había mejorado su audición, sino el
sentido del olfato, del tacto y hasta su intuición. A medida que su visión disminuía, la
inteligencia dentro de su cuerpo iba modificando su rumbo, encontrando otras
maravillosas formas de expresarse. Una vez, a los trece años, siguiendo sus indicaciones
lo conduje hasta el río, remolcando el bote de pesca, mientras él intuitivamente me iba
dirigiendo. Cuando arribamos, me guio para que llevara el bote hasta el lugar exacto
donde habría pesca y lo miré asombrado mientras enhebraba a ciegas, con precisión, el
señuelo. La inteligencia de su cuerpo se adaptó a los cambios y limitaciones físicas y
cumplió su cometido… sobrevivir.
Nuestro arte
Damaris-Leigh Lanjopolous, DC, ACP
El corazón de nuestra profesión son los ajustes quiroprácticos específicos que corrigen
subluxaciones vertebrales y permiten la expresión plena de la inteligencia innata. Este
servicio es lo que nos diferencia de los demás profesionales de la salud. Esto es lo que
ofrecemos como doctores en quiropráctica.
Las personas nos confían su bienestar, para que hagamos las cosas de la mejor
manera posible. Tener criterio para detectar dónde está la subluxación es tan importante
como corregirla; de lo contrario, ¿Cómo podemos estar seguros de que realmente hemos
realizado el cambio?
¿Cuántas veces hemos escuchado decir a algunas personas que su quiropráctico hace
masajes y usa agujas y “ah, sí, también me hace crack en la columna”? La parte más
importante de lo que hacemos como profesionales lo sabemos después, prácticamente
de manera derogatoria. El paciente no ha sido educado acerca del maravilloso regalo
que ha recibido en forma de un ajuste.
¿Han tenido alguna vez la exquisita bendición de ver a un experto de una técnica de
nuestro ajuste profesional? Qué maravilla es ver el foco, la intención, y la manera
específica en que realiza ese ajuste quiropráctico específico. Si lo que nosotros hacemos
es inferior, entonces no estamos a la altura del deber sagrado que nos encomendaron
cuando nos entregaron el diploma de Doctores en Quiropráctica.
Como el águila resultó muerta por la flecha alada con su propia pluma, así la
mano del mundo es herida por su propia habilidad.
—Helen Keller
Principio 8
Christopher Kent, DC
La función de la inteligencia
La inteligencia necesita un medio para expresarse. Las ideas se vuelven realidad sólo
cuando se ponen en movimiento. Para expresarse, la inteligencia crea fuerza. En los
seres humanos, el sistema nervioso transmite fuerzas entre el cerebro y las diferentes
partes del cuerpo. El corazón late más rápido cuando corremos o estamos excitados.
Cuando estamos en un ambiente caluroso transpiramos.
De acuerdo con D. D. Palmer, “La vida es la expresión del tono. En esta frase se
encuentra el principio básico de la quiropráctica”.
Referencias
Craven, J. H. A Textbook on Hygiene and Pediatrics from a Chiropractic Standpoint.
Chicago: Hammond Press, WB Conkey Company.
Ingber, D. E. “The Architecture of Life.” Scientific American 278 no. 1 (enero 1998):
48–57.
Ingber, D. E. “Tensegrity and Mechanotransduction.” J Bodyw Mov Ther 12 no. 3 (julio
2008): 198–200.
Masarsky, C. S., y M. Todres-Masarsky. Somatovisceral Aspects of Chiropractic: An
Evidence-Based Approach. Philadelphia: Churchill-Livingstone, 2001.
Palmer, D. D. Textbook of the Science, Art, and Philosophy of Chiropractic for Students
and Practitioners. Portland, OR: Portland Printing House Company, 1910.
Stephenson, R. W. Chiropractic Text Book. Davenport, IA: Palmer School of
Chiropractic, 1927 y 1948.
La derrota no es el peor de los fracasos. No intentarlo es el peor.
—George Edward Woodberry
C +H + Ax = ÉXITO
Analicemos cada uno de los factores necesarios para lograr la meta a la que
intentamos llegar. Si bien el orden de los factores no altera el producto, en este caso el
orden ha demostrado ser una manera racional y funcional para obtener, de manera
eficiente, el resultado deseado. El primer factor, C, representa el conocimiento, la
sabiduría como tal. Como seres humanos, necesitamos una comprensión científica del
fenómeno o causa-efecto para poder obtener respuestas o explicaciones de la teoría y
práctica de nuestra profesión. Es la base para entender todo. El Conocimiento elimina la
ignorancia del lumen cognitions. El Conocimiento es un elemento necesario para lograr
el éxito.
Algunas personas piensan que la habilidad es suficiente para tener éxito, pero si no
mantenemos nuestro talento, lo perdemos. Práctica y repetición conducen a la habilidad.
Podemos tener cierta facilidad natural para hacer ajustes o dar conferencias, pero si no
entrenamos, nunca dejaremos de tener “cierta” facilidad. La habilidad es muy
importante, hace la diferencia entre un gran trabajo y uno mediocre. Nuestros logros
dependen de nosotros.
Ahora, tenemos que develar lo que la actitud significa para nosotros. Al contrario de
los demás elementos de la ecuación, la actitud es un factor multiplicador. Sin actitud,
tanto el conocimiento como la habilidad no tienen sentido. No quiero decir que el
conocimiento no sea importante, porque nada es peor que un tonto lleno de actitud, pero
la actitud contiene ese condimento que hace que algo sea maravilloso o desagradable.
Lo importante es que únicamente depende de nosotros. Entonces, ¿Qué es el éxito?
Es un honor participar de un libro como este, que clarifica muy bien cómo ver la vida
desde un punto de vista vitalista y también cómo esto puede ayudarte a crecer en
muchos aspectos. Los 33 principios Quiroprácticos nos dejan muchísimas enseñanzas;
una fundamental es la congruencia. Otra, la coherencia entre cada enunciado.
En principio, declarar tu misión y tu visión son los pasos claves, los peldaños de la
escalera hacia el éxito. Puedes declarar tu Misión y Visión como persona, como
profesional, o la de tu oficina quiropráctica. Si todas confluyen, si cada paso que das es
congruente con eso, el crecimiento y el disfrute del camino será exponencial. Entonces,
¿qué significa ser congruentes?
Significa que nuestros sentimientos, pensamientos y cada acción que realizamos están
alineados totalmente con nuestra Misión y Visión.
Si no disfrutas del camino, puede ser por dos razones: No has escrito bien tu Misión-
Visión o tus sentimientos, pensamientos y acciones no son congruentes.
A todos los Quiroprácticos nos une algo mayor, una VISIÓN en común: hacer conocer
la GRAN IDEA en el mundo y lograr que cada persona ser chequeada en busca de
subluxaciones y sea ajustada periódicamente si fuera necesario.
La cantidad de fuerza creada por la inteligencia es siempre del ciento por ciento.
El principio noveno es muy interesante. Intercalado entre el principio octavo (de dónde
proviene la fuerza) y el décimo (para qué se utiliza la fuerza), el principio noveno
básicamente afirma que la cantidad de fuerza siempre es del ciento por ciento. En
realidad, esto no parecería ser algo extraordinario en 2017 (el año de publicación de este
libro), cuando todo suele exagerarse y prácticamente cualquier evento puede convertirse
en sensacionalista. Vivimos en un mundo en el que todos, un atleta, un vendedor o una
esposa, deben rendir el ciento por ciento. Conocemos estudiantes con un promedio de
calificaciones superior a 4.0 y muchas veces solemos escuchar a los entusiastas jueces
de American Idol1¡Dar un “Si” al ciento cincuenta por ciento! Estas afirmaciones
pueden tener sentido en un mundo en el que todos los miembros de Facebook publican
haber tenido el mejor fin de semana del mundo. Sin embargo, cuando consideramos
seria y racionalmente el sentido y las consecuencias del ciento por ciento contenidos en
el principio noveno, vemos que es realmente ¡extraordinario!
Creo que será más sencillo analizar el principio noveno una vez que sepamos qué es
la fuerza y lo que hace (principio décimo). En realidad, en esta revisión de los treinta y
tres principios, el Dr. David Koch sugiere reorganizarlos para facilitar la progresión
lógica del pensamiento.2 Sin embargo, nosotros pondremos la mira en la cantidad
expresada, entendiendo que la fuerza es un componente inmaterial y por ello no se
puede ver ni medir.
Dentro de este contexto, ¿Qué significa el ciento por ciento? Primero vamos a
analizar algunos principios básicos de matemática. (¡No entren en pánico los que odian
la matemática! Soy hija de un contador, pero conozco el viejo dicho que afirma que
existen dos clases de personas en el mundo: las que pueden contar y ¡las que no!). Hay
veces en las que los porcentajes mayores del ciento por ciento tienen sentido y son
apropiados. Por ejemplo, se puede haber hecho una inversión cuyo rendimiento sea del
ciento cincuenta por ciento, lo que simplemente significa que se habrá recuperado la
inversión con una ganancia del cincuenta por ciento. Sin embargo, cuando hablamos de
la totalidad de una cosa, entonces no podemos tener más del ciento por ciento.
No se puede comer el ciento diez por ciento por ciento de una tarta. Este es el caso
que se aplica al principio noveno. En su análisis de este principio, Stephenson dice que
“no hay nada que pueda impedir a la inteligencia crear todo lo que quiera…Pero al ser
perfecta e incapaz de acciones incorrectas, la inteligencia crea la cantidad necesaria…la
adecuada para realizar un acto específico -ni más ni menos- por lo tanto, el ciento por
ciento.”3 Podríamos sugerir que la cantidad creada no es tanto una cantidad específica
sino la cantidad perfecta o completa. Esto también tiene sentido porque si la fuerza es
1
American Idol es una serie de concursos televisivos de cantantes American singing-competition
television series.
2
David B. Koch, Contemporary Chiropractic Philosophy, An Introduction: A Reformulation of the
Thirty-Three Principles and the Normal Complete Cycle (Roswell, Georgia: Roswell Publishing
Company, 2008), 29–30.
inmaterial e imposible de medir, nunca se podrá saber si lo tenemos todo (es decir el
ciento por ciento).
¿Por qué una piedra es una piedra y no un palo? Una roca es la expresión específica
de la organización que se mantiene en existencia por una inteligencia. La organización
siempre indica inteligencia. Eso lo sabemos porque las leyes naturales del universo
indican que las cosas tienden a la desorganización. En física, lo llamamos entropía y se
manifiesta en la segunda ley de la termodinámica. Es la ley del desgaste universal. Por
lo tanto, una piedra es una piedra. Podemos levantarla y hacerla girar en nuestras
manos. Hay una inteligencia que la mantiene en existencia como piedra. Lo hace
mediante la creación de fuerzas que se expresan a través de la materia que es la piedra.
Si esas fuerzas no estuvieran al ciento por ciento, no sería una piedra.
Otro comentario importante para hacer con respecto al principio noveno es que la
inteligencia no sólo crea una fuerza perfecta (ciento por ciento), sino que siempre crea
una fuerza perfecta. Esto quiere decir que no solo puede hacerlo, sino que lo hace
siempre. Consideremos un lanzador de béisbol (pitcher) que lanza un juego perfecto.
¡Sería fantástico! y, si bien sucede muy raramente, es posible. Ahora, imaginemos al
pitcher perfecto que siempre lanza el juego perfecto cuando está en el montículo de
lanzamiento. ¡Sería asombroso! y esto es exactamente lo que hace la inteligencia,
siempre crea la fuerza perfecta.
3
R. W. Stephenson, Chiropractic Text Book (Davenport, Iowa: The Palmer School of Chiropractic,
1948), 250.
Paciencia, persistencia y transpiración son la combinación perfecta para el éxito.
—Napoleón Hill
El Sahara es el desierto más grande del mundo. Cada año el polvo del Sahara se
suspende desde el piso y es transportado por el viento por más de 4.000 km a través del
Océano Atlántico. Una porción del polvo suspendido cae en la cuenca amazónica,
donde se encuentra la más grande selva del planeta. Cada año 27 millones de toneladas
de estas partículas provenientes de África son depositadas en la Amazonía, y si bien son
pequeñas, proveen de fósforo a los suelos de la selva que sufren pérdidas constantes
debido a las inundaciones y corrientes superficiales.
Queramos o no, todos nosotros somos parte de un equilibrio, somos parte de una
inteligencia universal y nos regimos en base a leyes universales que quizás escapan
muchas veces de nuestras estructuras mentales con las cuales somos educados. Así
como cuando vemos que entre Sahara y el Amazonas existe una perfecta armonía y
conexión, en nuestra existencia externa e interna podemos percibir la misma realidad.
Cuando nos permitimos conectarnos con el nivel más profundo de nuestro ser, donde
aflora la verdadera riqueza y autenticidad del ser humano, es cuando logramos conectar
con el Universo en un nivel superior.
Existen millones de chances para poder comunicar lo que hacemos al mundo, lo primero
es mostrar tu centro a la comunidad y esto, al igual que todo lo que hagamos, depende
ciento por ciento de nosotros. Entregar tarjetas, invitar a tus familiares y amigos,
mostrarle a la sociedad lo valioso que tienes por entregarles, hablar y compartir con la
gente, crear comunidad, participar y vivir en ella, entre otras. No hay mejor regalo para
el mundo que el que tú viniste a entregar, la idea es mostrarlo día a día, porque cada
acción y pensamiento que haces tiene repercusión en lo que pueda pasar mañana, con
una persona, con tu familia, con tus amigos y con la sociedad. La quiropráctica es amor,
en esencia uno entrega y conecta con las personas a través de las manos, en un plano
físico, pero lo que se transmite, ese más allá, viene desde el fondo de tu ser, de las ganas
de servir y de las ganas de aportar desde dentro hacia fuera.
—Benjamin Franklin
Principio 10
Shane Walker, DC
La función de la fuerza
Es muy difícil hacer un análisis profundo del décimo principio sin antes considerar el
tercer principio, la unión de inteligencia y materia. Este principio establece que la vida
es necesariamente la unión de inteligencia y materia. Cuando el trino de la vida está
completo porque la fuerza ha unido a la inteligencia con la materia, un organismo tiene
la posibilidad de expresar plenamente su potencial innato. Esa es la razón por la cual la
expresión fisiológica total de la fuerza es vital para los sistemas vivientes.
La inteligencia innata adapta las fuerzas universales para que puedan ser utilizadas
de manera constructiva en el cuerpo. Con las personas que van a mi práctica, yo
generalmente introduzco el concepto de inteligencia innata con una broma. Los gansos
pequeños no tienen que ir a la escuela para aprender a volar hacia el sur durante el
invierno; lo saben de manera innata. De la misma manera la inteligencia innata del
cuerpo sabe cómo curar una herida cortante y soldar un hueso fracturado. Sin embargo,
el cuerpo necesita “un intermediario” que conecte esta maravillosa inteligencia con los
tejidos: ¡La fuerza!
Stephenson habló de dos tipos de fuerzas. Las Fuerzas universales que actúan sobre
el cuerpo desde afuera y se supone que son naturalmente destructivas. Como por
ejemplo el estrés o ser lastimados por una piedra. Stephenson también afirmaba que
supuestamente, todas las fuerzas universales son dañinas para los sistemas vivos, salvo
que la inteligencia innata considere lo contrario. Por ejemplo, es posible que una
persona sufra una caída que inadvertidamente corrija una subluxación vertebral. En
realidad, no es imposible que una fuerza universal pueda corregir una subluxación
4
Stephenson, Chiropractic Text Book, 268, 269 y 292.
vertebral; después de todo un ajuste… ¡Es una fuerza universal! Las fuerzas innatas
actúan desde el interior del cuerpo, son constructivas y actúan para beneficio del
organismo. Un músculo que se contrae, la sangre que bombea y los impulsos mentales
son ejemplos de fuerzas innatas.
Si bien habitualmente pensamos que las fuerzas innatas, como los impulsos mentales,
pueden sufrir interferencias producidas por una subluxación vertebral, las fuerzas
universales también pueden sufrirlas. Pensemos en la luz del sol (fuerza universal)
obstruida por la rama de un árbol o un paraguas que nos protege de la lluvia. Ambos son
ejemplos de la obstrucción de fuerzas universales.
Nosotros brindamos informes grupales dos veces por semana como una
“orientación” para pacientes nuevos. Durante la charla, yo camino alrededor del grupo y
les entrego una moneda de diez centavos de dólar a cada uno de los participantes y les
pido que la coloquen sobre su brazo. Les pregunto si la sienten y todos responden que
sí. Les digo que la dejen donde está durante unos minutos y continúo hablando.
Primero, esto los involucra no solo auditivamente sino kinestésicamente. Segundo,
están todos realmente atentos a la razón por la cual les pido que apoyen ¡diez centavos
en el brazo! Una vez transcurridos algunos minutos, les pregunto si aún sienten la
moneda de diez centavos. La mayoría dice que no. Entonces, yo hago referencia al
estudio del Dr. Suh de la Universidad de Colorado donde demostró que la presión de
solo diez milímetros de mercurio sobre un nervio puede disminuir el “flujo” hasta un 60
por ciento. La presión de solo 10 milímetros de mercurio puede crear una interferencia
en la fuerza nerviosa sin que la persona lo sienta.
Cuando las personas están boca abajo sobre la camilla, tengo una audiencia cautiva y
es el momento perfecto para infundirles un pensamiento quiropráctico. Ellos se pasan el
99,9 por ciento de su vida en la ciudad, en el trabajo o en la escuela y conectados a un
iPad o a un televisor que les inculca una filosofía de afuera hacia adentro. El 0,1 por
ciento de su tiempo que están en nuestra oficina quiropráctica es nuestra oportunidad de
sumergirlos en un mensaje de adentro hacia afuera. Las personas suelen responder bien
al humor. Entonces, cuando están boca abajo en la camilla, les pregunto “¿Cree en el
mantenimiento?”
A lo que añado, “¡Yo también! ¡Por eso me lavo los dientes diariamente, aunque no
lo necesite!”
Naturalmente, se ríen, pero después del ajuste, vuelvo a tocar el tema. “El cuidado
quiropráctico de por vida está relacionado con la comunicación. Sin comunicación, un
negocio o un matrimonio se destruyen, la falta de comunicación puede causar la quiebra
o un divorcio. Si hay una interferencia en el sistema nervioso del cuerpo y la
comunicación se corta en diferentes lugares, las consecuencias pueden ser mucho más
graves, como la enfermedad. Por lo tanto, el motivo por el cual espero ajustarlo durante
toda su vida es para permitir la plena comunicación dentro de su cuerpo, de manera que
usted pueda ser su mejor versión”. Hemos logrado varias cosas. Primero formulamos
una pregunta. Las preguntas inician conversaciones; las afirmaciones las cierran. Luego,
utilizamos el humor para llamar la atención. Por último, usamos una analogía para
demostrar la interferencia con las fuerzas innatas.
¿Qué podemos hacer para que esto suceda? Primero, darnos cuenta de que hay
muchas cosas que no sabemos y que ahora es el momento de conocerlas. Podemos
reunirnos con otros quiroprácticos conocidos que tengan nuestra misma línea de
pensamiento y formar grupos. Buscar un tema para leer semanalmente y después
analizarlo. Establecer un lugar de reunión permanente y encontrarnos allí para compartir
ideas. En lugar de dar charlas sobre las condiciones de salud, darlas sobre temas
relacionados con los treinta y tres principios o extraídos de ellos. Algunos títulos
podrían ser, por ejemplo: “Causas y efectos de la salud”; “Este es el momento para tener
una buena salud”; “El universo y nosotros” y “Coordinando la salud en un mundo con
muchas ocupaciones”. También deberíamos asistir a eventos relacionados con nuestra
filosofía y destinar de treinta minutos a una hora diariamente a leer algo sobre
quiropráctica. Debemos sacar provecho de nuestros líderes desde B.J. Palmer hasta Sid
Williams, pasando por Reggie Gold, Jim Sigafoose y otros. Ellos ya hicieron su trabajo,
ahora nos toca a nosotros tomar la antorcha.
Otro ejemplo del principio número once en acción es que dicho principio también
afirma que las fuerzas universales no demuestran desvelo o preocupación alguna. Al ser
leyes y no sugerencias físicas, las leyes universales no se preocupan por la estructura
sobre la que tienen que actuar. No les importa si es una dulce e inocente niña o el mayor
de los villanos. La Internet está plagada de filmaciones de fuerzas universales que no
muestran preocupación alguna. Como ejemplo podemos mencionar los desastres
naturales: un terremoto en Japón, un tsunami en Indonesia, relámpagos o tornados en
Missouri. Las fuerzas universales actúan cuando se presentan las condiciones para que
ellas se muestren. Los seres humanos podrán precisar si determinada forma de
expresión de las fuerzas universales es trágica, ellas no conocen la definición. A las
fuerzas solo les concierne la construcción y ruptura de la materia para que el universo
pueda estar en estado de entropía.
Si tuviera que explicar el principio número once al público en general, le diría que
todas esas fuerzas están tratando de destrozarnos. Que ello es inevitable. Lo que se
puede hacer es mejorar el estado de nuestra existencia mientras estamos aquí. Si
estamos libres de interferencias, nuestros cuerpos tienen la maravillosa habilidad de
utilizar de manera positiva las fuerzas que nos llegan. Lo fantástico de las fuerzas
universales es que son implacables y continuas. Lo queramos o no, ellas están ahí. Y
eso es bueno. Como seres biológicos, no tenemos que preocuparnos por generar nuestro
propio combustible. Simplemente debemos abrazar y respetar a las fuerzas universales
que nos rodean y convertirlas en el combustible de nuestra existencia. Si nuestra
intención es que nuestra calidad de vida, la de nuestras familias, de las personas que
amamos y de las que nos rodean sea óptima, entonces debemos trabajar de la mejor
manera posible con las fuerzas universales que están a nuestro alrededor. Para ello el
sistema nervioso debe funcionar plenamente, libre de las interferencias causadas por las
subluxaciones vertebrales.
La probabilidad deriva de los principios, pero la verdad o la certeza derivan de los
hechos.
—Tom Stoppard
La certeza de la verdad
Chris Zaino, DC
Todos los animales utilizan el engaño. La mentira forma parte de nuestra humanidad
para camuflarnos con lo que nos rodea. Nuestra humanidad no nos permite ser 100 por
ciento sinceros.
Cuanto más sinceros seamos, más detectaremos nuestro propio engaño y crearemos
menos estrés para nosotros y para los demás.
Prueben hacer el siguiente ejercicio. Háganse esta pregunta: “¿En qué áreas no he
estado diciendo toda la verdad u ocultando algo para evitar una situación incómoda?
¿Qué pequeñas mentiras piadosas he dicho en comunicación?”. Luego pregúntense,
“¿Por qué lo hago?”, y sean completamente honestos. Esto, ¡Los liberará!
La certeza nos da el límite. Para ello debemos estar ciento por ciento seguros de qué
enseñamos y de qué manera orientamos a los demás. No importa si las personas que
vienen a nuestra práctica tienen un primo cirujano. Si su columna se está deteriorando
diariamente, si le está acortando la vida, si el proceso de la enfermedad aumenta a
diario, los está matando. Esto no es una creencia, es un hecho. Ellos son responsables de
lo que tienen que hacer para disminuir la enfermedad y detenerla LO ANTES
POSIBLE. Nuestro trabajo es decirles la verdad.
Tengamos conciencia de ello, o no, todos tenemos principios que forman nuestros
valores en la vida y con los cuales vivimos. Algunas personas los tienen más en cuenta
que otras, pero independientemente de ello, esos principios constituyen las bases de
nuestros pensamientos y acciones.
Cuando estamos en la práctica trabajando con diferentes personas, no podemos evitar
escuchar otras voces y ruidos que nos rodean y llaman nuestra atención. Por lo general,
en la vida no es el alboroto o los problemas que demandan nuestra atención inmediata
los que hacen la diferencia. Lo importante es lo profundo, lo que no se ve, y es en eso en
lo que nos debemos concentrar.
No creo que nos podamos formular la pregunta “¿Por qué?” demasiadas veces. Toda
vez que me siento capaz o seguro de algo me pregunto “¿Por qué?” para profundizar un
poco más en ese tema. La pregunta “¿Por qué?” también me lleva a las bases de lo que
estoy haciendo y los motivos de ello. En el mundo en que vivimos, siento que es de vital
importancia tener momentos y sesiones en los que nos olvidamos de todo lo demás y
nos enfocamos en el propósito del trabajo que estamos realizando, en nuestro “¿Por
qué?” La claridad de pensamiento y la mente enfocada en lo que queremos hacer nos
ayudará a poner en práctica esta intención, al analizar, detectar y corregir subluxaciones
vertebrales.
El agua y sus diferentes cursos son ejemplos de las fuerzas universales que han sido
organizadas por la inteligencia universal para llevar adelante su misión. No es casual
que la naturaleza los haga correr de la manera en que lo hacen. Al desviar esos cursos,
el hombre ha causado muchos trastornos ambientales. Los cursos de agua que la
naturaleza ha creado han sido bloqueados y redireccionados de diferentes maneras,
alterando el hábitat natural y provocando una cantidad de eventos que dañan el
ecosistema. Si bien es difícil y en muchos casos casi imposible ver el impacto general y
final que un pequeño cambio puede producir en la naturaleza, ello no lo hace menos
significativo y devastador. Seguramente tendrá un impacto, pero ¿Cuál será?
Las fuerzas universales están allí, siempre existieron, nos guste o no, establecidas por
un principio anterior. Al mismo tiempo, así como no podemos evitar las fuerzas
universales que nos rodean, tampoco podemos evitar ciertos aspectos de la vida. Tratar
de evitarlos no sería ventajoso. Más aún, sería imposible y tampoco sería la forma en
que queremos vivir la vida. No es la situación en sí misma lo que es un problema, es
nuestra capacidad para manejar la situación lo que hace la diferencia. Cuando algo
interfiere con nuestra capacidad de manejar una situación, se produce un desequilibrio.
Todos sabemos que hay situaciones en la vida que nos causan estrés y emociones
negativas, como por ejemplo una mala relación. Cuando ignoramos nuestro instinto, al
que yo prefiero llamar intuición, estamos incómodos y nos sentimos mal. Una ruptura
sería devastadora, pero al mismo tiempo sería lo mejor que nos podría pasar. Lo que
hace la diferencia es la manera en que reaccionamos y manejamos la situación. Lo
podemos ver como algo difícil y destructivo o ver más allá de las primeras emociones
dramáticas y darnos cuenta de que, independientemente del motivo de la ruptura,
hubiera sido más dañino continuar creando situaciones negativas. Lo que determina el
resultado de una situación es nuestra manera de actuar al respecto.
La vida siempre nos da lecciones. Algunas son difíciles, pero al mismo tiempo
vitales. Si bien los padres quieren proteger a sus hijos de todos los peligros, ello es
imposible, en el fondo, los padres saben que no es practicable y también, desde lo
profundo de su corazón, saben que eso no sería beneficioso para su prole. Como padre,
uno desea que su descendencia sea fuerte y capaz de enfrentar la vida y aprender a
manejar los problemas que vayan surgiendo. Podemos enseñar a nuestros pequeños a
andar en bicicleta con rueditas para empezar, pero luego, es necesario quitarlas para que
aprendan la técnica. Las experiencias por las que atravesamos en la vida, los problemas
y los hechos placenteros, son los que nos convierten en las personas que somos. Un
padre no puede preparar a un hijo para cada situación que deba afrontar. Solo
desarrollando la mayor cantidad de habilidades, será posible prepararse para salir
adelante. El carácter se forma con experiencias. Está en nosotros aprovechar las
lecciones para fortalecernos o dejar que ellas nos destruyan.
Todos pasamos por malos momentos. No son las experiencias las que definen
nuestra vida, sino de qué manera respondemos a ellas.
—Rick Warren
―Will Smith
La mejor manera de encontrarte a ti mismo es perderte sirviendo a los demás.
—Mahatma Gandhi
Cuando vi por primera vez esta máxima en el campus de Life University, supe que el
propósito de mi vida me había encontrado. Cuando estuchaba a Sigafoose decir lo que
significaba ser quiropráctico y servir a miles de personas, cada célula de mi ser se
llenaba de sentido, vida y energía. El haber sido elegido para ser quiropráctico fue una
de las mayores bendiciones de mi vida.
La primera vez que puse mis pies en el campus de Sherman, había una asamblea de
estudiantes y Thom Gelardi estaba hablando. Después de escucharlo, me acerqué para
decirle cuánto había disfrutado de sus sabias palabras y que estaba pensando
seriamente mudarme a Sherman. Él me dijo: “David, ¿Tienes un tiempo libre ahora?”,
Le respondí que sí. Entonces me invito a almorzar y me hizo recorrer Spartanburg
hablando de quiropráctica por horas. En ese momento, él era presidente de Sherman y
tenía muchas responsabilidades. Sin embargo, se ocupó de mí y me brindó,
gratuitamente, su tiempo y su sabiduría, sabiendo que ello impactaría en mi vida para
siempre.
D. D. Palmer decía: “El tono es la fuente, el origen de toda vida, normal o anormal. El
Tono es el elemento, la fuente de la vida cuya calidad determina su carácter”. Un violín
existe como materia. El tañido de las cuerdas introduce una fuerza aplicada a la materia
y la vibración de esas cuerdas es la expresión, cuando mejor se afinen las cuerdas, más
hermosa será la expresión del sonido. Los físicos quánticos descubrieron que los átomos
del cuerpo están compuestos por vórtices de energía que están constantemente girando y
vibrando y cada uno de ellos irradia su energía distintiva e inconfundible. El sistema
nervioso es el modulador del tono coordinado dentro del cuerpo que, cuando está
subluxado no puede expresar ese tono de la manera correcta. Somos seres de energía y
vibraciones que irradiamos nuestra propia energía distintiva e inconfundible. Las
personas que tienen subluxaciones vertebrales por lo general tienen problemas para
expresar la coordinación de todas las partes y funciones del cuerpo, un mayor
entendimiento entre ellas y desarrollar su conciencia humana. Una persona con menos
subluxaciones vertebrales tiene más recursos para subir los peldaños de la escalera de la
conciencia y poder así lograr que su propia energía vibre cómodamente.
Esta lección también se puede aplicar a nuestra vida y a nuestra práctica. ¿Cuántas
veces nos decimos: “¡Esto no debería pasar!”, tanto con respecto a nosotros mismos o a
nuestras oficinas quiroprácticas? Tal como les decimos a las personas que vienen a
ajustarse, los síntomas son un llamado de alerta. Los síntomas en nuestro cuerpo, en
nuestras prácticas y en nuestras relaciones son una oportunidad para ser más un todo.
Antes que la mayoría de las cosas ocurran en el mundo físico, fueron concebidas en
la imaginación. Cuando era pequeño, mi hijo, Jackson, se confundía con la palabra
imaginación a la que solía llamar “mágica nación”. Creo que esa frase era mucho más
adecuada y descriptiva. En quiropráctica, muchas veces reconocemos la función
dinámica mejorada a nivel celular y un aumento del nivel de conciencia, pero evitamos
la conversación de la evolución espiritual.
Cuando las personas con subluxaciones están ajustadas, su sistema nervioso suele
salir de un estado vigilante, comprensivo y dominante. Como resultado, emerge una
persona que es más consciente, informada y creativa. La creatividad proviene de un
plano espiritual, la conciencia colectiva. El cerebro (materia), es un receptáculo, no una
fuente de la fuerza de vida, la inteligencia que espera expresarse a sí misma como una
conciencia más elevada.
En la dedicatoria de The Chiropractor’s Adjuster, D. D. Palmer escribió: “Este libro
está dedicado a todos aquellos que deseen elevar la raza humana liberándola de la
ignorancia, de los prejuicios tradicionales, de la superstición y los espejismos
perniciosos de la superioridad de la medicación con drogas y de la necesidad de las
mutilaciones de la cirugía; y especialmente a todos aquellos que deseen conocer el
mejor método de remover la condición innecesaria y anormal conocida como
enfermedad, estado que no solo causa grandes sufrimientos, acorta la vida y disminuye
el progreso intelectual y natural, sino que impide la adquisición adecuada del
conocimiento metafísico necesario para la siguiente etapa de la existencia”. En esta
oración, Palmer encapsula el concepto de que la expresión de la fuerza a través de la
materia permite la “elevación de la raza humana”, la remoción del sufrimiento
provocado por la enfermedad y la adquisición del conocimiento metafísico necesario
para la siguiente etapa de la existencia. A medida que tenemos menos subluxaciones,
somos más capaces de acceder al poder escondido de nuestra “mágica nación” y
expresar una vibración resonante de mayor frecuencia. Las fuerzas que expresamos en
el mundo como resultado de esta clara resonancia se expanden en forma de ondas por
todo nuestro entorno.
La gestión por objetivos funciona si conocemos los objetivos: El noventa por ciento
de las veces no los conocemos.
—Peter Drucker
Las corporaciones más exitosas del planeta se manejan a través de objetivos, tanto en
sus sistemas como en sus procedimientos y resultados. Si tienes un objetivo para cada
procedimiento de tu práctica, ella será más confiable, los resultados más predecibles y
la transición de los empleados más eficiente. Yo tengo un objetivo para cada uno de los
procedimientos de mi práctica. Los siguientes, son algunos ejemplos de ello.
Sigafoose una vez preguntó: “Si tuvieras dos minutos para explicar qué es la
quiropráctica, ¿Qué dirías?”
Su respuesta fue: “Utilizaría los dos minutos para convencer a las personas por qué
deben venir y escuchar mi charla de una hora”
La gestión por objetivos brinda a los asistentes la comprensión clara que la primera
llamada telefónica no es el momento ni el lugar para explicar qué es la quiropráctica.
El asistente comprende que únicamente debe brindar la información necesaria para
que las personas asistan a la charla informativa de una hora. El asistente quiropráctico
entiende que, si cumple con el objetivo de esa llamada, nuestro impacto en las vidas de
las personas será mayor. Cualquier otra cosa brindará al público un mal servicio.
Un día, mi asistente me dijo, “David, tengamos un objetivo claro para esta charla.
La gente está inspirada, pero recibe demasiada información; no entienden los
principios básicos de por qué cada persona del planeta ¡puede beneficiarse con la
quiropráctica!”.
Esto cambió mi práctica por completo. Decidí dos cosas: hacer cuatro eventos al
año, en los cuales desarrollaría conceptos más profundos acerca de la quiropráctica; y
crear un programa educativo de veinticinco módulos. Esto me permitió enfocar mi
primera charla únicamente a inspirar a las personas a elegir el cuidado quiropráctico
de por vida.
Dia 1
Objetivo—Recopilación de información
Reevaluación
Objetivo—Reconexión
Una vez que los sistemas y procedimientos están bien organizados con objetivos, es
más sencillo establecer un sistema para medir cómo están funcionando los sistemas y
los objetivos. Un ejemplo de ello podría ser la primera llamada telefónica. Si el
objetivo es que las personas asistan a la charla, hay que medir la cantidad de llamados
que se reciben pidiendo información sobre la primera visita y la cantidad de personas
que asisten a la charla. Los resultados son fácilmente cuantificables y a partir de allí,
se pueden seguir los avances o identificar las debilidades.
El único motivo por el cual yo hago el seguimiento de resultados y analizo las cosas
desde este punto de vista es para que nuestro servicio sea lo más eficiente, confiable y
predecible posible para poder servir a la mayor cantidad de personas.
Este principio habla de la vida universal, pero ¿Qué es la vida universal? Primero, es
importante comprender que hay una diferencia entre vida y vida universal. La vida, tal
como la entendemos habitualmente, se refiere a un ser, humano o animal, que respira, se
mueve e interactúa con los demás y se adapta al mundo en que vive. También sabemos
que los vegetales y las bacterias están vivos y tienen “una vida” es decir un período de
tiempo durante el cual la expresan.
¿Cómo se expresa la vida? Es muy sencillo verlo en los seres humanos o en los
animales. No solo respiran y se mueven de manera visible, sino que también en su
interior existen diferentes sistemas dentro de los cuales se producen múltiples procesos
por segundo. Estos complejos y organizados signos de vida están orquestados por la
inteligencia innata. Es importante recalcar que, en este caso, “inteligencia” es diferente
de la “conciencia” que tienen lo que nosotros consideramos formas de vida inteligentes.
Si bien la vida se expresa tanto en las bacterias como en los seres humanos,
obviamente la complejidad de las estructuras y funciones son muy diferentes, como
también lo es la organización y el orden requeridos. En contraposición con la vida,
podemos reconocer fácilmente cuando una persona o un animal están muertos, aunque
la presencia física continúe siendo la misma durante los momentos inmediatos al
deceso. Cuando un ser está muerto, no expresa signos de vida y han desaparecido los
sistemas y procesos maravillosamente orquestados por la inteligencia innata durante la
vida. La vida ha dejado el cuerpo, sin embargo, algo permanece intacto, al menos
inicialmente. Este es un ejemplo de vida universal. Analicemos lo que esto significa.
Para poder comprenderla plenamente, primero debemos describir la palabra materia. En
el ejemplo anterior, las partes físicas de un ser humano eran un ejemplo de materia. En
la escuela, aprendimos lo que eran los gases, los líquidos y los sólidos; todos ellos son
diferentes formas de materia. Sabemos que los sólidos tienen formas distintivas y, por lo
general, los podemos tocar o levantar. Los líquidos son fluidos y se adaptan al envase
que los contiene y también son visibles. Lo que más nos cuesta ver a simple vista son la
mayoría de los gases.
También aprendimos que los diferentes materiales o tipos de materia pueden cambiar
de forma. Por ejemplo, el agua líquida puede congelarse y convertirse en hielo sólido,
tan fácilmente como puede evaporarse en forma de gas, al que no podemos ver. Los
experimentos científicos nos permiten capturar este gas invisible y convertirlo
nuevamente en agua. Por lo tanto, el hecho de no poder ver el gas no significa que no
exista. Simplemente tiene una forma diferente de la que tenía cuando estaba en estado
líquido o sólido.
¿Qué es lo que mantiene unidas estas estructuras y les permite cambiar de forma (aún
cuando no podamos verlas)? En la escuela nos enseñaron que existían enlaces entre las
moléculas de todas las cosas; dibujábamos esos enlaces como una unión física entre una
molécula y la otra. Ahora sabemos que, en realidad, esos enlaces son fuerzas invisibles,
muy parecidas a la gravedad, y esas fuerzas, junto con las moléculas se mueven
continuamente; en realidad, vibran.
Esta organización provista en toda la materia viva o inerte por estos enlaces
invisibles y en constante movimiento, es lo que nos dice que hay un orden dentro de
nuestro universo. Para explicarlo de la manera más sencilla posible, la vida universal es
orden u organización.
En las cosas vivas, el estado de organización es mayor, más complejo, que en las
cosas que no tienen vida. Este complejo nivel de organización y adaptación está
orquestado por la inteligencia innata. En los vertebrados, es decir seres humanos y
animales con un sistema nervioso y una columna vertebral, se sabe que la inteligencia
innata se comunica a través del sistema nervioso.
Imagínense que las células del cerebro son los niños y la inteligencia innata es la
maestra. Ambos están en un aula. Con la presencia del maestro, hay orden y estructura.
Tan pronto como la maestra deja la clase por unos minutos, surge el caos. No se logran
ninguno de los resultados y, por lo general, una gran mayoría de los niños (células)
comienzan a portarse mal; hasta pueden hacerse daño mutuamente.
Sin este equilibrio entre organización y creación versus destrucción, esta última toma
el control y las cosas comienzan a funcionar mal. Si la situación continúa durante varios
días, se pueden producir alteraciones en las funciones y no sabemos cuáles pueden ser
las consecuencias. Basándonos en los hechos que conocemos y en deducciones lógicas,
sólo podemos suponer que esto podrá impactar en todas las facetas de la vida, desde la
capacidad para ejecutar los procesos internos de digestión, reproducción y respiración
hasta la manera de percibir a las personas que nos rodean y las relaciones que nos
vinculan.
Muchos de los quiroprácticos con los que he hablado a lo largo de los años le tenían
miedo al marketing o simplemente no tenían idea de qué hacer con él. Infinidad de
veces pensamos demasiado las cosas y en lugar de hacer algo no hacemos nada. Creo
que sobrevaloramos el pensar y subestimamos el hacer. Nadie es bueno en todo, pero
todos somos buenos en algo. Conocer nuestras fortalezas y debilidades es crucial para
determinar qué tipo de marketing queremos llevar a cabo: campañas en los medios,
charlas, jornadas o ferias de salud. Lo que es importante es encontrar la manera de que
nuestro mensaje y nuestra marca lleguen a la comunidad para que conozcan nuestros
servicios y se acerquen a nuestra oficina quiropráctica. Este proceso demanda mucho
tiempo y persistencia, por lo tanto, la paciencia es esencial. Poco apuro y mucha
paciencia.
Servir a los demás es la renta que pagamos por vivir aquí en la tierra.
—Muhammad Ali
Principio 15
Daniel Facchini, Quiropráctico
Sin fuerza no hay movimiento.
Continuando con esta línea de razonamiento, quizás es aún más interesante para
nosotros pensar en la dirección opuesta: la existencia de inteligencia como expresión de
la fuerza perceptible a través del movimiento. En este sentido, si el sistema nervioso es
quien expresa la inteligencia adaptativa del cuerpo, una subluxación podría entenderse
como una limitación de esta conexión entre ambos, haciendo que la inteligencia innata
no pueda reconocer el estado de la materia del cuerpo. Esta falta de información
obstaculiza el sistema, porque tiene que trabajar con información insuficiente. Es una
relación de ida y vuelta.
El estudio del movimiento fue campo fértil de investigación durante este milenio. En
la antigüedad, el filósofo griego Aristóteles planteó que los elementos se movían
buscando su lugar de descanso natural. Por lo tanto, los objetos se caían porque eran
atraídos por su lugar de descanso, que estaba lo más cerca posible del centro del
universo (el cual, en esa época, se creía que era el centro del planeta tierra), y que no se
podrían mover de allí hasta que otra fuerza actuara sobre ellos. La hipótesis de que el
estado natural del movimiento es estar en descanso es incongruente con la ley de la
inercia, planteada cientos de años después por Galileo y Newton. El decimoquinto
principio quiropráctico no se contradice con la ley de la inercia, si aceptamos que la
fuerza es necesaria para generar movimiento, pero una vez generado se mantendrá sin
cambios eternamente, hasta que otra fuerza actúe sobre él. Por lo tanto, es posible que
un objeto en movimiento no tenga una fuerza que ejerza influencia sobre él en un
momento determinado, pero puede llevar dentro suyo, a través de su dirección y
velocidad, la información de la fuerza (y por ende de la inteligencia) que actuó sobre él
en el pasado.
Podemos dar otro ejemplo, en este caso proveniente únicamente del razonamiento
deductivo. La inteligencia no puede existir donde la materia no tiene movimiento. Como
ambas están conectadas inseparablemente por la fuerza, la quietud del universo
implicaría la ausencia total de fuerzas actuando sobre la materia y, en consecuencia, la
falta total de inteligencia.
El análisis del extremo opuesto de este proceso de razonamiento nos ayuda a confirmar
la relación entre vida y movimiento. Desde un punto de vista deductivo, la inmovilidad
implica la muerte universal. Donde no hay inteligencia no hay vida, ni organización, ni
fuerza ni movimiento. Sólo oscuridad, vacío y la nada.
Elije un trabajo que ames y nunca tendrás que trabajar en tu vida.
—Confucio
Ama lo que haces y haz lo que amas. En mi opinión no existe una mejor llave para el
éxito que amar lo que haces con cada célula, fibra y tejido de tu ser. Atraerás a las
personas como si fueras un imán. Tu energía y pasión serán contagiosas. Piensa en
ello. ¿Con cuánta gente te encuentras cada día que indudablemente ama lo que hace
más allá de lo que dice?
Cuando amas lo que haces tanto que se convierte en uno de tus mayores hobbies y
alegrías, la vida se convierte en una eterna vacación. Desde que recibí el llamado de la
quiropráctica, nunca más trabajé en mi vida. Es como si tuviera uno de los regalos más
preciados del mundo, y cuando más lo comparto más abundante y rica se convierte mi
vida, tanto espiritual como materialmente.
Cuando amas lo que haces, tratas de compartirlo con los demás. Nunca más será un
esfuerzo salir de la cama cada día. La vida parece conspirar a favor de las personas
que aman lo que hacen. Es verdadero vitalismo en acción. Hay una esencia espiritual
profunda que circula a través de la persona que ama lo que hace. Su trabajo fluye,
lejos de ser mecánico. El alma y el corazón brillan a través de la persona que ama lo
que hace más allá de lo mensurable.
Analicemos este tema con mayor profundidad. Las fuerzas que mantienen
organizado el electrón de un átomo de carbono son fuerzas universales. Sin embargo,
cuando el átomo de carbono integra la estructura de la célula de un ser vivo, las fuerzas
universales se adaptan por la inteligencia innata del organismo. Si se remueve la célula
del organismo, la inteligencia innata de la célula tiene la responsabilidad de adaptar las
fuerzas universales para el bien de la célula. Cuando ya no puede hacerlo, la célula, una
vez más se convierte en materia universal y se organiza en nivel molecular a través de la
inteligencia universal; y nuevamente está sujeta a las fuerzas universales.
Niveles de Conciencia
Jane Burnier, Asistente de quiropráctico y Coach de Vida
Desde ese lugar, la educación que les damos y las conversaciones que tenemos con
ellos son de supervivencia. “Tú tienes una degradación de la columna fase tres”.
“Tienes un asesino silencioso en tu columna que está esperando para destruir tu vida.”
El nivel 2 es la lógica. Desde este lugar, queremos imaginarnos todo. Todo está en
nuestra cabeza. El mensaje que damos es que tenemos un cerebro que controla el cuerpo
a través del sistema nervioso central; si hay una subluxación en la columna, se corta la
irrigación desde el cerebro a los órganos y entonces, esos órganos eventualmente
comenzarán a fallar, produciendo síntomas y, eventualmente, la muerte. Mostramos a la
gente gráficos de la columna vertebral y cómo este sistema nervioso, cuando está
subluxado produce ciertos síntomas. Es un modelo de práctica mediático. Atraeremos a
personas lógicas que efectuarán todo tipo de preguntas sobre investigaciones, estudios
doble ciego y demás. Ellos desean pruebas y estadísticas. Esta es un tipo de práctica
desgastante.
Las personas que atraemos viven en sus mentes y son bastante reticentes a enviar
referidos o a continuar con el cuidado una vez que los síntomas han disminuido. En este
tipo de práctica debemos hacer permanentemente estudios de la columna vertebral y
otras actividades de comercialización para mantener la práctica a flote. Se disfruta muy
poco trabajando de esta manera. Al finalizar el día, estamos secos. Somos competentes,
pero no magistrales. A este nivel, somos servidores, en el sentido de que damos desde
nuestra necesidad de complacer o de ser necesarios.
¿Nos hemos percatado de que cuando volvemos de algunos seminarios hay una
explosión de personas nuevas y de otras que retornan a nuestra oficina para recibir
ajustes? ¿Por qué será? Porque cuando asistimos a ciertos seminarios, nuestro estado de
conciencia aumenta. Una persona nunca buscará a alguien que lo sane cuyo estado de
conciencia sea inferior al suyo. Entonces, cuando nuestro estado de conciencia
aumenta, también aumentan las personas que vienen a nuestra práctica. Pero a medida
que transcurren las semanas, muchas personas tienden a volver a su antigua forma de
pensar y comienzan a desaparecer.
Cuanto más alto sea nuestro estado de conciencia, más personas llegarán a nuestra
práctica para que les brindemos nuestros servicios. Entonces, nuestro verdadero trabajo
es tener un corazón abierto, unas excelentes técnicas de ajuste, un asistente educado y
abierto, honorarios que incentiven el cuidado quiropráctico y la conciencia del amor.
¿Cómo haremos para permanecer en este estado de amor? Cuando nos demos cuenta
de que estamos cayendo a estadios inferiores, debemos formularnos tres preguntas:
“¿Qué necesito soltar o perdonar en este momento? ¿A qué persona o qué cosa debo
aceptar ahora? ¿En qué puedo confiar en este momento? Esas tres preguntas nos
ayudarán a elevar de inmediato nuestro estado de conciencia.
Como quiroprácticos, debemos elegir: podemos llegar a las personas desde el ego, el
temor y la impotencia, o podemos llegar desde el amor, el potencial, la compasión y la
apertura. La curación se produce en presencia de la presencia.
Este principio es la vida; lo es cuando nos damos cuenta de que somos algo más que
la suma de nuestras partes. Lo es cuando sabemos que nuestros hermanos, vecinos y
extranjeros son parte nuestra. Lo es cuando comenzamos a elegir mejor para nosotros
mismos y vamos hacia la curación y la plenitud tanto para nosotros como para el mundo
que nos rodea, porque estamos todos conectados a través de este principio de causa y
efecto.
Este principio acompaña grandes pensamientos acerca del universo que a muchos de
nosotros no nos enseñaron mientras crecíamos. Por eso cuento esta pequeña historia
para ilustrar este principio.
Una causa puede llegar de muchas maneras. En mi historia, la de un hombre llamado
Gabriel, la causa que yo elegí comienza con una serie de ajustes quiroprácticos
realizados a un hombre durante un viaje misionero a la República Dominicana. Dos
años antes, Gabriel había sufrido un accidente cerebro vascular y estaba confinado a una
silla de ruedas. También tenía paralizados los brazos y las manos. Después de haber
recibido varios ajustes en la vértebra atlas, pudo ponerse de pie, levantar los brazos y
mover las manos. Fue un momento profundo para ver la reconexión de la inteligencia
innata y el cuerpo físico de una persona mediante el cuidado quiropráctico.
Pero esta historia no termina aquí; sino que continuó su efecto multiplicador,
convirtiéndose en la causa de otros efectos. Tuve el honor de compartir esta historia en
el Reino Unido, en un seminario de quiropráctica. Después de finalizado el seminario,
se acercó un quiropráctico y me agradeció haber compartido la historia de Gabriel.
Volví de inmediato a los Estados Unidos y me olvidé del tema. Unas semanas más
tarde, recibí varios e-mails de agradecimiento provenientes de personas en Londres que
habían sufrido derrames cerebrales y ahora, gracias al cuidado quiropráctico, estaban
mucho mejor. Me agradecían el haber compartido la historia de Gabriel porque ella
había producido un gran impacto en sus quiroprácticos, que comenzaron a chequear sus
columnas con mayor asiduidad y se estaban produciendo cambios y curaciones a un
nivel superior. Yo no tenía idea de que esto podría pasar.
Lo más interesante de todo esto es que también recordé que, antes de viajar a la
República Dominicana a misionar, había escrito un objetivo: “ver un milagro
quiropráctico” Y en este viaje tuve la oportunidad de conocer a Gabriel y ver su
curación. Como verán, existen muchas causas y muchos efectos, y como decía B.J.
Palmer, la mayoría de las veces no sabemos de qué manera por qué algo que pensamos,
decimos o hacemos puede afectar la vida de millones de personas mañana. La ley de
causa y efecto es una ley muy importante que todos nosotros debemos reconocer en
nuestra existencia. La física cuántica estudia la naturaleza vibratoria de nuestra
conexión a través del entrelazamiento cuántico. En otras palabras, cada momento,
acción y pensamiento, afecta al todo. Una causa o modificación en una parte del
universo se transmite a través de ondas y produce efectos en el resto del todo; el sistema
debe funcionar en forma colectiva, porque a nivel cuántico, es todo energía vibracional.
Esta es también la razón por la cual nuestra propia evolución y adaptación personal a la
totalidad afecta profundamente al mundo que nos rodea.
Mantiene vivos tus sueños. Comprende que para lograr algo debes tener fe,
confianza en ti mismo, visión, determinación y dedicación al trabajo. Recuerda que
todo es posible para aquellos que creen.
—Gail Devers
El objetivo es hacer explotar tu práctica. Pero primero debes definir lo que eso
significa para ti. ¿Cuál es tu visión? ¿Cómo quieres que sea tu vida dentro de diez años?
Primero debes pintar ese cuadro detalladamente. En cualquier aspecto de la vida, el
éxito comienza de esta manera: Una imagen clara y específica de hacia dónde quieres ir.
Siéntate con un block de notas delante y escribe tus mayores sueños. Se lo más
extravagante y loco posible, sin límites, deja volar libremente tu imaginación. Imagina,
detalladamente, cómo será tu vida, espiritual, física y emocionalmente. Imagina tus
relaciones, tu matrimonio, tus hijos, tus finanzas, el volumen de trabajo de tu oficina,
tus cobranzas, vacaciones y hobbies. ¿Cuál es tu utopía, tu deseo más profundo?
Cuando pones tus sueños por escrito, despiertas tu visión. Ve hacia ella y piensa en
grande.
Un sueño es lo que hace que las personas amen la vida, aunque sea dolorosa.
—Theodore Zeldin
Principio 18
Jaime Pinillos, Quiropráctico
La evidencia de la vida
Este es uno de los principios en los cuales debemos ser muy claros y hacer una
distinción entre las diferentes clases de materia, vida y organización, para la mejor
comprensión de nuestros principios.
Primero, tenemos que definir lo que es vida, ya que este término tiene muchos
significados. La definición más cercana a lo que Stephenson quiso decir cuando se
refirió a la vida, la encontramos en el diccionario online Merrian-Webster:
a: la característica que diferencia a un ser vital y funcional de un cuerpo inerte.
b: un principio o fuerza que se tiene en cuenta para sustentar la característica distintiva
de los seres animados
c: un estado de los organismos caracterizado por la capacidad de metabolizar, crecer,
reaccionar ante los estímulos (la adaptabilidad es el resultado de los estímulos) y
reproducirse.
Este es uno de los principios que suele pasar inadvertido cuando se estudian los
principios como un todo, si bien éste contiene una pieza muy importante de nuestro
rompecabezas de la filosofía de la quiropráctica. Este es un principio engañoso porque
las así llamadas características de la vida no se describen ni mencionan cuando se hace
una lista de los principios. Las características de la vida son: crecimiento, reproducción,
adaptabilidad y eliminación.
Es un principio de fácil explicación, porque todos saben que los “organismos vivos”
son diferentes de los “organismos inertes”. Por ejemplo, los cachorros de león tienen la
posibilidad de convertirse en gatos adultos y de procrear nuevos cachorros con la ayuda
de una hembra; y que ese mismo león debe hacer orinar y defecar para deshacerse de lo
que su organismo no necesita. Esto es sencillo de entender hasta para un niño de cuatro
años de edad.
Este principio es crucial y creo que los quiroprácticos, de una u otra manera, lo
mencionamos o hacemos referencia a él porque nos ayuda a recordar que nuestros
cuerpos tienen inteligencia innata y que dichas características son la manera de expresar
sus manifestaciones o capacidades.
Las células del cuerpo siempre se reproducen con copias de nuestro ADN; y las de
los pulmones se “reemplazan” a las pocas semanas, siendo los alvéolos los encargados
de liberar el monóxido de carbono; los alimentos que ingerimos se convertirán en las
proteínas que forman parte de nuestro cuerpo y muchas células se enferman y mueren
antes que otras.
De hecho, nuestra profesión hace muy poco tiempo que ha comenzado a prestarle
atención a la adaptabilidad; y no solamente la quiropráctica tiene los ojos puestos en
ella. La medición de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) de una persona, es
un parámetro que se utiliza para pronosticar todas las causas de mortalidad y morbilidad
en la población. Si bien hay muchos factores que pueden mostrar la mejora de la VFC,
la quiropráctica ha demostrado el enorme potencial que tiene para ayudar a la
adaptabilidad del organismo a mejorar la variabilidad de la frecuencia cardíaca.
Cuando se produce una subluxación en las vértebras, una de las conclusiones a las
que se llega es que las subluxaciones son una interferencia a la vida misma y, dadas las
características de la vida, vemos diferentes maneras en que la vida puede alterarse y
modificar su expresión. Las interferencias de los impulsos nerviosos que van a un
órgano específico o a un grupo de células determinadas, harán que dichos impulsos
nunca lleguen a destino, produciendo una falta de coordinación o enfermedad.
Hace unos años, una de mis asistentes comenzó a sufrir una forma muy agresiva de
urticaria con causas desconocidas. La urticaria apareció y comenzó a extenderse por la
cara y el pecho, sin que se pudiera explicar el motivo. La urticaria podía aparecer a la
mañana y desaparecer a la noche.
Parece ser que la histamina no solo es eliminada por el cuerpo con síntomas febriles,
sino que también se segrega cuando tenemos miedo. Una vez que supo la causa de la
urticaria, ésta desapareció
Esta historia me lleva a pensar cuántas veces las personas toman drogas para acelerar
o disminuir las funciones del cuerpo y en realidad, el cuerpo está haciendo lo correcto.
Una de las primeras señales de una vida llena del espíritu es el entusiasmo.
—A. B. Simpson
Características de la vida
Joe Donofrio, DC
Cuando se leen los treinta y tres principios en general, vemos que este es un principio
muy interesante, porque hace una transición desde la comprensión de la inteligencia
universal - tal como se la presenta en los principios uno al decimoséptimo, donde vemos
que está presente en toda la materia a la que permanentemente le entrega sus
propiedades y acciones y por lo tanto la mantiene viva - al análisis de la inteligencia
innata.
Un cuerpo vivo debe estructurarse para luchar contra la entropía y el deterioro como
consecuencia de estar siempre expuesto a las fuerzas universales. Esta estructuración no
se logra sin el trabajo de la inteligencia que guía el proceso adaptativo hasta lograr el
funcionamiento óptimo.
Se calcula que el cuerpo humano tiene 37.2 trillones de células. Estas células no
están unidas accidentalmente, sino que funcionan de una manera altamente organizada
denominada inteligencia celular. Las células se agrupan para formar tejidos y esos
tejidos también tienen inteligencia. Los tejidos se unen para formar órganos y a eso lo
denominamos la inteligencia de los órganos. Los órganos se unen para formar sistemas
que funcionan con la inteligencia de los sistemas. Finalmente, los sistemas nos forman a
nosotros y a eso lo llamamos inteligencia del cuerpo.
En el cuerpo, nada sucede por casualidad. Cada una de sus células y funciones están
organizadas y esa organización ayuda a que el cuerpo se adapte y haga un gran esfuerzo
para que se desempeñe de manera óptima. Es la inteligencia la que hace que el cuerpo
se cure, se regule a sí mismo y trabaje de la mejor manera.
La inteligencia innata dirige a las células de los tejidos del cuerpo mediante una
comunicación llamada impulso cerebral. Es como un general en el campo de batalla que
guía a sus tropas. Si esa comunicación se interrumpe, el cuerpo deja de recibir la
conducción. Esa interferencia en la comunicación se denomina subluxación vertebral. El
quiropráctico, que está capacitado para detectar y corregir subluxaciones vertebrales,
realizará un ajuste específico en la columna vertebral para mejorar la biomecánica,
remover cualquier interferencia o molestia nerviosa y ayudar al cuerpo a curarse y
regularse mejor, permitiendo que esa persona pueda disfrutar de una mejor calidad de
vida.
Los seres vivos y los inertes actúan de una manera totalmente diferente. Observemos
los diferentes sistemas del cuerpo. Como dijimos anteriormente, las células se organizan
para formar tejidos y los tejidos se unen para formar órganos. Los órganos trabajan
juntos para formar sistemas. El cuerpo humano tiene once sistemas orgánicos diferentes
que funcionan en conjunto para el maravilloso organismo humano que somos nosotros.
Hace poco tiempo, estaba explicando este concepto en una clase de estudiantes de
quiropráctica. Para demostrar la organización del universo, les mostré un corto video de
los números de Fibonacci en la naturaleza. Lo más importante del video es mostrar que
la naturaleza tiene una frecuencia de repetición u organización, muchas veces
denominada relación áurea o Φ (fi). Esta relación es: 1:1.618 y se encuentra
prácticamente en toda la naturaleza, especialmente en las plantas. La secuencia de
Fibonacci se manifiesta en la serie 1.1.2.3.5.8.13.21.34.55…en la que para obtener un
nuevo número se suman los dos precedentes. La relación áurea se obtiene al dividir un
número por el anterior (especialmente cuando se llega a los números más altos).
Entonces, las hojas de una planta son, por lo general, 3, 4, y 8 o algún número en la
secuencia. La relación áurea puede encontrarse en todo el cuerpo humano. Si tomamos
la longitud del antebrazo y la dividimos por la de la mano, el resultado será 1.618.
La grandeza de la quiropráctica
Arno Burnier, DC
Sería fantástico que hubiera un cambio de paradigma del cual usted fuera parte.
—Stephen Malkmus
Principio 20
Steve Tullius, DC
La inteligencia innata
Cuando tomamos conciencia de que el cuerpo tiene una inteligencia innata encargada
de orquestar los procesos de la vida, nuestra manera de acercarnos, explicar y brindar
servicio a quienes llegan a nuestra práctica ¡es única!
Vemos que tanto las personas como la sabiduría que hay dentro de su cuerpo son
infinitamente inteligentes. Entendemos que su derecho a la vida natural está pleno de
salud y felicidad. Los vemos como un todo y sabemos que si la salud o las funciones no
se expresan de manera óptima es porque habrá alguna interferencia en ese proceso.
Reconocemos que la inteligencia que está dentro del cuerpo es mucho mayor que la
inteligencia educada. Y sabemos que nuestra mente educada, si bien es una herramienta
maravillosa, es imposible que sepa lo que la inteligencia innata conoce sobre la salud, el
bienestar y la organización del cuerpo.
Nos gusta complicar un concepto muy sencillo que la mayoría del mundo ya ha
incorporado como parte de sus creencias fundamentales. Aproximadamente el ochenta y
cinco por ciento de los habitantes del planeta cree que el universo ha sido diseñado de
una manera inteligente. Esto implica la aceptación de la existencia de una sabiduría
innata encargada de guiar las funciones, el crecimiento y la curación del cuerpo.
La clave es tratar de no hacerlo “al dedillo” machacando ese concepto, sino a través
de amables preguntas que sirvan para restablecer la concientización de lo ya conocido, a
fin de que vuelvan a actuar de manera coherente con sus creencias. Cuando lo hayamos
logrado, veremos que las personas que asisten a nuestra práctica están en condiciones de
tomar decisiones respecto de su vida y su salud coherentes con sus creencias y con los
principios fundamentales de cómo funcionan la vida y la salud.
Esta educación es parte de una serie de conceptos clave que yo denomino la fórmula
de la educación de las personas. Considero esta tarea como simples ejercicios lógicos a
través de un viaje lineal que tendrá sentido o no, dependiendo de la verdad de cada paso
a lo largo del viaje.
Por supuesto, la mayoría de las personas responderá que fueron diseñados para estar
sanos. Una vez acordado este punto, puedo pasar al principio decimoséptimo, “causa y
efecto”. Si nuestro estado natural y normal es que el funcionamiento y la salud del
cuerpo sean óptimos, entonces debemos llegar a la conclusión de que, si tenemos
síntomas y enfermedades, debe haber habido alguna causa que nos alejó de la salud.
A partir de allí, les pregunto cuáles son los ingredientes necesarios para una Buena
salud. Todos conocemos la respuesta: alimentación sana, agua, sol, descanso y una
actitud mental positiva.
Pero ¿Qué pasaría si tuviera que hacer un budín con esos ingredientes y los usara en
el orden incorrecto? ¿Y si no siguiera la receta al pie de la letra? Esta es la parte de la
ecuación de la salud que hemos ignorado y olvidado durante siglos. No hemos
reconocido el proceso inteligente de la vida y la comunicación necesaria de esa
inteligencia para organizar y utilizar los ingredientes de la salud para obtener un
funcionamiento, una salud y una calidad de vida óptimos.
Este concepto es muy sencillo, sin embargo, es vital que las personas lo entiendan.
La analogía de la preparación del budín es una manera sencilla de explicarlo.
En la práctica, este principio de la inteligencia innata tiene una relación directa con la
corrección de subluxaciones vertebrales. Como lo dije anteriormente, el reconocimiento
de la inteligencia innata implica que el quiropráctico está interesado únicamente en
remover la interferencia de la expresión de esa inteligencia. En la quiropráctica, hemos
aprendido que las subluxaciones vertebrales representan una de las interferencias más
comunes de esa expresión óptima.
Al tener esta conciencia, el quiropráctico no se guía por los síntomas que el cuerpo
pueda expresar, sino que utiliza herramientas e indicadores que le sean útiles para
determinar la presencia o ausencia de subluxaciones vertebrales. El quiropráctico
comprende que los síntomas pueden ser una expresión de la inteligencia innata cuando
se está produciendo la curación y la reparación y en otros momentos los síntomas
pueden no aparecer, aunque haya una subluxación. El permitir que los síntomas guíen
su juicio sobre lo adecuado o no de un ajuste o que limiten el chequeo de la columna
para buscar una subluxación vertebral es un grave error de parte del quiropráctico y de
la sociedad. La comprensión de la existencia de la inteligencia innata y de su papel en la
activa organización del cuerpo hace imperativo que una persona que valora la salud y el
funcionamiento de su cuerpo y que quiera que su calidad de vida sea óptima, reciba
cuidado quiropráctico durante toda su existencia.
¿Quieres crear una dinastía? Entonces, piensa que todos quieren recibir cuidado
quiropráctico. La gente no lo conoce. Tu tarea como quiropráctico es darla a conocer
a la mayor cantidad de personas posibles y mostrarles lo que ellos desean y necesitan.
Conviértete en el Steve Jobs de la quiropráctica.
Las personas pagan para estar conectadas con el mundo exterior. Lo que nosotros
hacemos es conectarlos con su mundo interior y con la fuente universal. ¿Hay algo más
valioso que eso? Cada uno de los aspectos de la experiencia del ser humano depende
de una conexión cerebro-cuerpo.
Creo que el mayor error que cometen muchos quiroprácticos es pensar que, como
una persona viene con un síntoma, hay que abordar ese síntoma y satisfacer a esa
persona.
Muchas veces, la gente actúa porque tiene síntomas, pero hay algo más profundo.
Está subluxada. Esto no quiere decir que la subluxación vertebral sea la causa de sus
síntomas. Eso quiere decir que la persona está subluxada, desconectada de la fuente
tanto interior como exterior.
La gente paga para estar conectada con el mundo exterior; pagará también para
estar conectada con su mundo interior, más allá de la liberación de los síntomas. Lo
que como quiropráctico tienes que hacer es simplemente entregar el producto. Es allí
donde yo veo la mayor desconexión en nuestra profesión. Muchas veces, la calidad de
nuestro arte, que es la localización, análisis y corrección de subluxaciones vertebrales,
no está al mismo nivel de lo que decimos. Asimismo, lo que decimos no está al mismo
nivel de los profundos e inconscientes motivos que lleva a las personas a buscar
nuestro cuidado.
¿Cuántas veces por minuto respiras? ¿Cómo crea la embarazada un ser humano
nuevo? ¿Cómo sabe tu cuerpo qué hacer con el desayuno?
Todas estas preguntas surgen de los talleres de salud que hacemos con la gente que
acude a la consulta. Casi nadie sabe las respuestas, pero tu cuerpo, ¡sí!
La inteligencia innata tiene muchas funciones. Como dice el primer principio, está en
toda la materia y continuamente le da a ésta todas sus propiedades y acciones,
preservando así su existencia. Lo hace a través del cerebro manteniendo cada célula del
cuerpo en activa organización. Algunas de estas acciones se pueden medir, como el
pulso, la temperatura, el ciclo menstrual. Otras son mucho más sutiles y nos parecen
más misteriosas, como la curación de una herida.
Universal, de Uni-, uno y -verso, conjunto de palabras que forma una unidad. Un
solo conjunto, la inteligencia universal de la que depende la inteligencia innata del
cuerpo está omnipresente en nuestro entorno. ¡Hay miles de ejemplos en la vida diaria!
¿Cómo saben los árboles cuando dejar caer sus hojas? La inteligencia innata presente en
ellos ¿Cómo saben los pájaros volar en una nube, centenares de ellos juntos, cambiando
de dirección todos a la vez? La inteligencia innata presente en cada uno de ellos. La
misma inteligencia innata presente en todo ser viviente hace que todos estemos
conectados a través de la Inteligencia Universal, todos unidos.
Esto hace que miles de pájaros puedan volar al unísono y es la conciencia de que
existen estas fuerzas que hace del quiropráctico una persona privilegiada a la que visitan
personas cada día para liberar la inteligencia innata que hay en ellos, todo esto con un
simple movimiento llamado ajuste vertebral.
No te quedes en el pasado. No sueñes con el futuro. Concentra tu mente en el
presente.
—Proverbio budista
Cuando tenemos conciencia del tiempo presente, nuestra mente educada no tiene
tiempo de mezclarse con la intuición. En ese momento realmente entramos en “la
zona”, según describen los atletas.
Me he dado cuenta de que el pasado y el futuro son simples ilusiones que existen en
el presente, que es lo que es y donde todo está.
—Alan W. Watts
Principio 22
Gregory A. Stetzel, DC y Kim R. Stetzel, DC
La cantidad de inteligencia innata.
Hay ciento por ciento de inteligencia innata en cada “ser vivo”, la cantidad
necesaria para su organización.
Si la inteligencia innata está ciento por ciento presente en la totalidad de las células
de un organismo – en nuestro caso el cuerpo humano – entonces, ¿De qué manera la
presencia o ausencia de una subluxación vertebral afecta las funciones vitales de ese
organismo? De acuerdo con nuestro conocimiento de la filosofía quiropráctica de la
vida y de los treinta y tres principios, tal cual fueron delineados por Stephenson, la
inteligencia innata no se puede reducir o aumentar y siempre está al ciento por ciento.
Por lo tanto, la presencia de subluxaciones vertebrales no impacta negativamente en la
cantidad de inteligencia innata presente dentro del cuerpo, y la corrección o remoción de
subluxaciones vertebrales tampoco impacta positivamente en la cantidad de inteligencia
innata presente dentro del cuerpo. La inteligencia innata continúa presente al ciento por
ciento en cada una de las células y en todo el cuerpo.
El público en general
Aquellas personas que no abrazan nuestra profesión están alejadas de las actividades
internas del cuerpo o de las complejidades de las interrelaciones de sus componentes
para crear y mantener su existencia. La gente está tan desbordada con las falacias de la
inteligencia educada que dicen que todo proviene “de afuera hacia adentro”, que
desconocen el concepto de una inteligencia interna perfecta, presente y a cargo de todo
desde la concepción, pasando por el nacimiento de una nueva vida y durante todo
momento hasta el final. No tienen un marco de referencia desde el cual puedan basar la
comprensión de una inteligencia innata como la base de su existencia porque la
enseñanza que han recibido desde tiempos inmemoriales es que el cuerpo es incapaz de
sobrevivir sin la intervención externa de un supervisor educado.
Por lo general, las personas van a una oficina quiropráctica por dos motivos: la
pérdida de fe en el modelo de cuidado de la salud que ignora el poder interno del cuerpo
para curar, o porque ya han probado todo lo demás y la quiropráctica es el siguiente
método de tratamiento que figura en la lista. Entonces, habrá que explicarles, con los
recursos disponibles, que la sabiduría interna presente en sus cuerpos sabe qué hacer
para restaurar las funciones y la vida de las células, tejidos, órganos y sistemas que
están controlados por su inteligencia innata. Se los deberá preparar para ver, quizás por
primera vez en sus vidas, que son inherentemente capaces de curarse desde adentro,
siempre que se haya restablecido la comunicación y transmisión de su conocimiento
interno, que es la inteligencia innata. Habrá que explicarles que, dentro del cuerpo, la
inteligencia innata está presente al ciento por ciento dentro de cada una de sus células.
El concepto final al que deben llegar es que la inteligencia que los ha creado y hecho
crecer a partir de dos pequeñas células, ha orquestado y dirigido el desarrollo de cada
tejido, órgano y sistema necesarios para sobrevivir y continúa brindando la información
pertinente para recrear y curar dichos tejidos, órganos y sistemas que se necesitan para
mantener la vida y luchar desde la concepción hasta el último aliento.
El quiropráctico
En la vida
Al conocer y aceptar los treinta y tres principios en general y este principio vigésimo
segundo en particular, tenemos la oportunidad de aceptar que nuestros cuerpos tienen la
capacidad de cuidarse a sí mismos. Así como las personas que asisten a nuestras
prácticas deben aprender a aceptar esta premisa como la base de su existencia, salud y
bienestar, nosotros, los quiroprácticos, debemos aceptarla a nivel personal. Si no somos
capaces o somos reacios a aceptar que nuestros cuerpos están bajo el absoluto control y
coordinación de la inteligencia innata presente en un ciento por ciento, no podremos
transmitir este mensaje a los demás con algún grado de certeza y lentamente iremos
cayendo en la alopatía.
Fuera de los treinta y tres principios de la quiropráctica, una persona no puede ser
quiropráctico y no puede vivir plenamente el estilo de vida de la quiropráctica. Abrazar
el principio vigésimo segundo es fundamental para que un profesional de esta ciencia
pueda vivir como la personificación de la filosofía quiropráctica.
La integridad significa coherencia. Las palabras coinciden con los hechos.
—Nathaniel Branden
El éxito en la práctica
Thomas Waller, DC
Cuando pienso en cómo tener éxito en la práctica y qué consejos, tips y parámetros
brindar al lector, puedo afirmar con toda confianza que mi consejo les servirá a todos.
Sin embargo, cuando me pongo a pensar acerca de lo que los lectores están buscando, sé
que la primera pregunta que se deben formular es: “¿Qué es el éxito para mí?”
Con tantas respuestas posibles a esta pregunta y tantos estilos de prácticas diferentes,
he llegado a la conclusión de que la única manera de tener éxito en la práctica es ser
coherentes y la única forma de sentirse plenos en la práctica es continuar creciendo.
¿Qué quiero decir con esto?
La coherencia es el estado en el cual todo lo que hacemos está de acuerdo con lo que
sentimos emocionalmente. Por ejemplo, aceptar el consejo de mentores y “expertos”
puede ser beneficioso, pero si ellos nos piden que hagamos algo que nos hace sentir
incómodos, entonces poco durarán los frutos de nuestra labor. Sin embargo, si nuestros
esfuerzos y acciones están de acuerdo y se sienten cómodos con nuestros pensamientos
y talentos, entonces la recompensa será mayor.
Espero haber sido claro. Si están buscando la fórmula mágica para desarrollar una
práctica exitosa en términos de una estrategia o forma de actuar, sepan que la fórmula
mágica está dentro vuestro y que la manera más rápida, agradable y sostenible de
progresar en una práctica y mantener el éxito es ser coherentes.
¿En qué se diferencian los organismos vivos de las piedras y el agua? Esta es una
pregunta esencial para la quiropráctica. Los primeros quiroprácticos querían entender no
solamente cómo funcionaban los ajustes quiroprácticos, sino de qué manera se
diferenciaba la vida de todo lo demás, como las piedras y el agua, a fin de poder
comprender cómo el cuerpo puede organizarse y curarse.
Comencemos con las piedras. Hay muchos tipos diferentes, pero todas ellas tienen al
menos dos atributos básicos: se pueden romper y las podemos arrojar. Todas las piedras
pueden partirse en varios trozos. Ese es el caso de los seres inanimados. Parece muy
simple de entender y es muy importante cuando observamos la singularidad de la vida.
La vida se crea, crece, se reproduce, se organiza y se cura a sí misma. Las piedras no lo
hacen.
También podemos arrojar piedras. Quizás no podamos arrojar aquellas que son
realmente grandes como los bloques o los asteroides, pero ellos siguen las mismas
reglas. Una vez que una piedra se proyecta (arroja) al aire, continúa su curso hasta que
se golpea con algo, quizás un peñasco, y se detiene. Hasta podemos calcular (utilizando
la matemática y las leyes de la física) a que distancia volará, si la arrojamos. Por
ejemplo, si sabemos cuánto pesa y a qué velocidad la lanzamos, podremos precisar
bastante bien donde caerá la piedra.
Una de las primeras cosas que descubrieron los quiroprácticos precursores fue que el
cuerpo constantemente trata de adaptarse al ambiente. Por lo general, lo hace muy bien.
De hecho, manejamos el estrés físico, químico, emocional, mental y espiritual como
parte de nuestra vida diaria. El desafío comienza cuando el cuerpo o la mente sufren un
desequilibrio o se ven forzados a enfrentarse a más estímulos de los que pueden manejar
de manera eficiente.
Cuando una de esas fuerzas origina una interferencia con su capacidad de adaptación
y autoorganización, el cuerpo se ve imposibilitado de funcionar de manera óptima. Este
proceso fue resumido mucho tiempo atrás por uno de los primeros quiroprácticos en una
serie de principios. Uno de ellos expone claramente en qué se diferencia la vida, de las
piedras y el agua. Sus palabras fueron. “La función de la inteligencia innata es adaptar
la materia y las fuerzas universales para que puedan ser utilizadas por el cuerpo, de
manera tal que todas sus partes actúen en forma coordinada y en beneficio mutuo”.
Las fuerzas universales son aportes ajenos al cuerpo. El proceso de adaptación del
cuerpo está guiado por una inteligencia inherente al mismo denominada inteligencia
innata. La función de dicha inteligencia es adaptar la materia y las fuerzas universales
para que el cuerpo las utilice de manera coordinada. Esto produce el beneficio de un
funcionamiento saludable y, finalmente, de la expresión de la inteligencia.
El creador del cuerpo humano no lo creó y lo abandonó a la deriva. Continúa
trabajando en forma de inteligencia innata, como el compañero interior, como el
transmisor nervioso que controla cada función de la vida, como un espíritu que lo
recorre todo, expresando, creando, explorando y dirigiéndonos en cada una de las
etapas y campos de la experiencia, de manera tal que nuestro hogar esté realmente
en el mundo y el mundo sea nuestro hogar.
—B. J. Palmer
Tu GPS interior.
Siento que hay dos personas dentro de mí: mi intuición y yo. Si voy en contra de
ella, me molestará permanentemente, si le hago caso, ambos transitaremos el
camino amablemente.
—Kim Basinger
Principio 24
Peter J. Kevorkian, DC
Los límites de la adaptación
La inteligencia innata adapta las fuerzas y la materia del cuerpo mientras pueda
hacerlo, sin infringir ninguna ley universal. La inteligencia innata está
condicionada por las limitaciones de la materia.
Por ejemplo, una mano es una parte del cuerpo que la inteligencia innata integra
dentro de la fisiología. Si una persona toma un machete y lo dirige a la muñeca por la
fuerza, la materia del cuerpo no podrá resistir esa fuerza ni podrá integrarla al cuerpo y
el machete cortará la mano. Esta es una cruda demostración de las limitaciones de la
materia del cuerpo. Toda materia tiene propiedades y características físicas de acuerdo
con su diseño. La limitación de la materia está determinada por ese diseño.
Muchas veces, las personas buscan el cuidado quiropráctico para encontrar una
solución a un problema de salud o del cuerpo. Dado que el principal objetivo del
cuidado quiropráctico es la localización y remoción de las interferencias nerviosas
(subluxaciones vertebrales) es muy factible que la solución del problema de salud o
corporal de esa persona se deba a un cuerpo más fuerte y saludable, que a un
“tratamiento” específico. Algunos quiroprácticos afirman que cuando no se resuelve un
problema de salud, ello se debe a la limitación de la materia. Si bien esa es una
afirmación correcta, es importante saber que el cuerpo siempre estará mejor cuando la
energía nerviosa es buena que cuando está reducida. La corrección de subluxaciones
vertebrales siempre es beneficiosa para el cuerpo.
Ámense los unos a los otros, pero no hagan un vínculo de amor; dejen que sea
como un mar que se mueve entre las olas de sus almas.
—Khalil Gibran
Esto implica que Pablo ahora tiene su propio quiropráctico, que yo lo cuido y
lo quiero como persona, que estoy agradecido por brindarle servicio y deseo
ayudar a su familia y amigos – ¡Todo en un mensaje de treinta segundos o
menos de duración!
Simón, gracias por ser puntual y regular en tus visitas. Te lo agradezco mucho.
—Mónica, asistente
La inteligencia innata que existe dentro del cuerpo es la diferencia entre la vida y la
muerte. El cuerpo no se puede curar si no está vivo. A medida que limpiamos el sistema
nervioso de las personas, mejor funciona la organización que se produce como
subproducto de la fuerza de la vida. Sin esa inteligencia, el cuerpo decae. A veces suelo
decirles a las personas que vienen a mi práctica: “El rigor mortis comienza en la
columna” Si la inteligencia innata no se puede expresar en el cuerpo, comenzamos a
decaer.
También les explico que los síntomas no necesariamente son malos, sino que son la
forma que tiene el cuerpo de comunicarse con nosotros. Nuestro objetivo no es
simplemente remover los síntomas, de la misma manera que el objetivo de tener una
alarma contra incendios no es silenciarla, aunque haya un incendio.
Creo que debemos seguir trabajando para que el término subluxación sea familiar. Es
necesario que la gente se dé cuenta que es real. Cuando las personas descubren que
tienen cáncer, advierten la importancia de la salud. Quiero que comprendan que una
subluxación es tanto o más letal que una caries. Nadie espera a tener un dolor de muelas
para hacerse un control odontológico. Dado que algunas veces las subluxaciones son
indoloras, especialmente al principio, la única manera de saber si están subluxados es
mediante el control de la columna.
Cuando hablo con mi gente durante los ajustes, comparto con ellos los principios de
la quiropráctica, incluyendo éste, porque es precisamente éste principio el que los
mantiene en mi oficina. Muchas personas vienen a verme porque sufren algún dolor,
pero si yo siento que mi tarea es quitarles el dolor, el cuidado que les brindo sería
limitado. Seamos claros: Después de un ajuste, las personas podrán sentirse mejor, igual
o peor. En cualquiera de esos escenarios, no tendrán motivo alguno para continuar con
el cuidado quiropráctico. Es éste el principio que tiene sentido y que hace que continúen
viniendo a mi práctica. Es el que hace que yo persista en el control mi columna, aunque
lo haya hecho durante los últimos cuarenta y cinco años.
Este es uno de mis ejemplos favoritos. Les pregunto por qué no todos tienen rinitis
alérgica durante la “temporada de la alergia.” Es bastante común que, en una
determinada zona del planeta, algunas personas tengan rinitis alérgica y otras no la
sufran. Aquellas personas que la padecen no tienen la capacidad de adaptarse al
ambiente exterior, mientras que las demás sí la tienen. Los cuerpos de estas personas se
curan mejor. Suelo decir que los ajustes no siempre les harán sentir mejor, pero les
ayudarán a curarse mejor. La causa de ello está contenida en este principio: La
inteligencia innata nunca daña ni destruye las estructuras en las que trabaja.
También les cuento la historia del Dr. Sid, quien suele tirar las llaves durante sus
conferencias y, por supuesto, las llaves caen al suelo. Entonces él dice: “Al igual que la
gravedad, la quiropráctica funciona siempre”. Nunca he visto un caso en que una
persona esté mejor si está subluxada. El cuerpo siempre trabaja mejor si la inteligencia
innata puede expresarse. ¡Siempre!
Cuando apoyo mis manos sobre alguna persona, sé que le estoy haciendo un bien, no
importa lo que pase con sus síntomas; y también sé que no sólo le estoy prestando un
servicio, sino que también lo estoy haciendo para sus hijos que aún no han nacido,
porque como el cuerpo puede expresar vida, estarán más cerca de poder vivir su
potencial genético.
Cuando les hablo a los estudiantes de quiropráctica (cosa que a veces tengo el
privilegio de hacer), les digo que, si tuviéramos que resumir en una palabra el producto
que estamos brindando al mundo, esa palabra sería vitalidad. Nosotros encendemos la
vida de las personas. No puedo pensar en otro producto mejor. He hecho este trabajo
durante más de treinta años y me siento como si recién empezara. Estoy más
emocionado de ser un quiropráctico hoy, que cuando me gradué. No son demasiados los
profesionales que pueden decir esto.
La medida de lo que somos es lo que hacemos con lo que tenemos.
—Vince Lombardi
Futurismo y Florecimiento
Estas son algunas razones de porqué el coach número uno del mundo, Anthony
Robbins, utiliza regularmente la quiropráctica: Conoce la importancia de tener el
sistema nervioso libre para poder aumentar su habilidad de curarse y adaptarse a la
vida. Tony Robbins permanentemente insiste en la importancia de estar sanos desde el
interior para prosperar como personas. La quiropráctica está a la vanguardia de este
movimiento relativo al potencial humano.
Cada vez hay más personas que buscan respuestas para vivir una vida más larga,
próspera, saludable, vital y vibrante. Los futurólogos más importantes dicen que uno de
los negocios más exitosos del futuro será aquello que se relacione con ayudar a vivir
más tiempo y con una mejor calidad de vida. La realidad actual es que aún se están
gastando miles de millones de dólares por año en la búsqueda de la fuente de la
juventud.
Estas son algunas de las razones por las cuales la quiropráctica nunca estuvo mejor
posicionada para lograr un máximo impacto. Brindamos un excelente recurso para las
personas que buscan una vida más vibrante y vital. La quiropráctica también ofrece
una solución para vivir mejor en un ambiente cada vez más tóxico y contaminado,
porque un sistema nervioso libre de subluxaciones vertebrales nos permite adaptarnos
a nuestro medio con lo mejor de nuestras posibilidades.
Para florecer, conéctate con todo aquello que genere vida y evita todo aquello que
la consuma.
—Autor desconocido
Principio 26
Richard John Grostic, DC
Comparación entre fuerzas universales e innatas.
Conceptualmente, los treinta y tres principios combinados muestran una filosofía que
presenta la comprensión básica de la vida en sí misma. Los principios incluyen el ajuste
quiropráctico y el papel restaurador que juega dicho ajuste en la enfermedad y la salud.
Un ciclo de vida dentro del universo implica una serie de cambios que un organismo
debe soportar hasta que finalmente retorna a los componentes de su punto de partida.
Una de las lecturas de la Biblia dice: “Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta
que vuelvas a la tierra de donde saliste: de tierra eres y en tierra te convertirás” (gen.
3:19 KJV). Si las fuerzas innatas salieran de un organismo, inmediatamente retornaría al
estado elemental del que proviene. La muerte puede definirse como las fuerzas
destructivas, deseosas de devolver lo que han tomado prestado de las fuerzas innatas. El
ciclo de la vida, visto históricamente, se evidencia a partir de una mera bellota hasta los
robles que ofrecen vida, perpetuada a través de la producción de nuevas bellotas que, a
su vez, dan vida a nuevos árboles.
Transformación
Dr. Daniel R. Constable, DC, ACP
Cuando estaba cerca de los treinta años, era bastante exitoso en este modelo
mecanicista de diagnóstico y tratamiento del dolor y síndromes musculoesqueléticos,
pero no era feliz. Estaba cansado, aburrido, quemado. Siempre me hacía la misma
pregunta: ¿Esto es así? ¿De esto se trata la quiropráctica? En realidad, estuve cerca de
dejar la profesión, como lo han hecho otras personas, por falta de motivación y de deseo
de pasar el resto de mi vida haciendo lo que hacía.
Por cosas del destino, le diagnosticaron cáncer de colon grado cuatro a mi padre,
Robert. Durante un análisis de rutina le descubrieron sangre oculta en sus heces. Luego,
los siguientes exámenes revelaron un tumor del tamaño de una naranja en el colon
distal. De la noche a la mañana, mi padre, asintomático, estaba gravemente enfermo.
Cuando supe que mi padre estaba enfermo fui directamente al modo “medipráctico”
que era mi modus operandi. Le envié libros y varios CD acerca del cáncer y las formas
de recuperación. También le envié suplementos dietarios en forma de pastillas y en
polvo. Lo llamé por teléfono en forma regular y traté de orientarlo de la mejor manera
posible. Quería hacer todo lo posible para que mi padre estuviera bien.
Después de luchar ferozmente durante tres años, estaba claro que mi padre perdería
la batalla. Tuve la suficiente suerte de pasar a su lado los últimos tres días de su vida en
un geriátrico de Melbourne, Australia, donde crecí. El tercer día, los dos finalmente
tuvimos un tiempo en soledad y mi padre me pregunto: Danny ¿Podrías ajustarme?
Recuerdo ese momento como el más vergonzoso de mi vida. Habiendo estado a su lado
tres días y tres noches, jamás se me ocurrió ajustarlo. “Por supuesto”, respondí.
Mi padre estaba postrado en la cama, muy rígido e inmóvil, por lo tanto, lo que yo
podía hacer con él era muy limitado. Sin embargo, pude palpar y analizar su cuello.
Descubrí una subluxación cervical alta y lo ajusté con el mayor de los cuidados. Fue y
seguirá siendo el mejor ajuste que hice en mi vida. Volví a sentarme a su lado y le tomé
la mano. Después de un minuto de silencio, volvió su cabeza hacia mí, me miró a los
ojos y dijo “gracias”. Luego, giro la cabeza, cerró los ojos y respirando profundamente
falleció.
Esto, junto con la convicción de que todos están mejor sin subluxaciones vertebrales
que con ellas, ha transformado mi práctica y ha dado forma a la manera en que mi
familia y yo conducimos nuestras vidas. Estoy convencido de que mientras tengamos un
cerebro y una columna debemos estar en manos de un quiropráctico. Las subluxaciones
vertebrales por si solas son motivo suficiente para que las personas sean examinadas, y
si es necesario, ajustadas por un quiropráctico de manera regular. No hay tiempo cuando
sabemos que un ser humano estará mejor si no está subluxado. Por lo tanto, es
imperativo que todos los hombres, mujeres y niños incorporen la quiropráctica en sus
vidas. El desarrollador de la quiropráctica, el Dr. B.J. Palmer, escribió acerca de la
utopía de la quiropráctica: Creo que la tarea de un quiropráctico es cuidar a su
comunidad, tratar que sus miembros estén menos subluxados y, como consecuencia,
más saludables y felices. Imaginemos comunidades llenas de personas más en sintonía
con ellos mismos, con sus familias, sus vecinos y su ambiente. Después de mi
transformación de mediprático a quiropráctico, ese ha sido mi propósito. Gracias, papá,
por mostrarme con tu muerte, cual es el sentido de mi vida. Gracias por mostrarme cuál
era mi propósito. Te extraño. Te quiero.
Creo que ésta es una idea central que nos divide en la sociedad moderna, en la cual
pensamos que venimos a este mundo a través de un fantástico viaje, gobernados por la
sabiduría innata del cuerpo y que somos criaturas perfectas listas para expresarnos
durante nuestra vida a través de la adaptación, confiando en la capacidad del cuerpo
para hacer frente a las fuerzas y desafíos que recibimos por el solo hecho de estar vivos,
o pensamos que hemos sido creados con la necesidad de ayuda para sobrevivir y para
que el cuerpo navegue por la vida con los medios provistos por las intervenciones
externas.
Dan Barber, uno de los mejores chefs del mundo, conocido por ser Blue Hill en los
Stone Bars y en Blue Hill Nueva York, comenzó con lo que se denomina “movimiento
de la huerta a la mesa”, la filosofía de crear excelente comida. Dan Barber llegó a la
conclusión de que independientemente de las técnicas utilizadas para cocinar, si los
ingredientes no son excelentes, no se pueden obtener buenos platos. ¿En qué se
relaciona esto con el principio décimo séptimo?
No se pueden obtener grandes sabores a menos que el suelo sea una comunidad
biológica plenamente activa. Lo que sabemos sin duda es que cuanta más vida tengamos
en el suelo, más potencial existirá para la creación de un buen sabor. Barber afirma que
somos lo que comemos, pero también somos lo que come lo que comemos. Entonces,
ésta es una buena oportunidad para comenzar a enseñar a la gente a pensar que no sólo
somos lo que comemos, sino también lo que come aquello que nosotros comemos.
Teniendo esto en mente, vayamos a la premisa mayor, que afirma que la inteligencia
universal está en toda la materia, a la que permanentemente le entrega todas sus
propiedades y acciones, manteniendo así su existencia. De este principio, derivan todos
los demás. Quizás la búsqueda de los grandes sabores sea simplemente la búsqueda del
ser normal de cada ingrediente, creado sin interferencias de las fuerzas externas y regido
por su inteligencia innata, que da como resultado lo que, para nosotros, los seres
humanos, es un buen sabor y un extraordinario plato de comida.
¿Podríamos utilizar este principio como el lienzo de un pintor para difundir ideas que
influyan a las personas a ir de la mano con los principios de la quiropráctica? Creo que
sí.
Otro ejemplo que uso en mi práctica es que los niveles de calcio en sangre siempre
deben permanecer dentro de un rango normal, determinado por nuestra inteligencia
innata. Si los niveles bajan demasiado, las glándulas paratiroideas saben cómo obtener
calcio de los huesos y depositarlo en la sangre. Cuando se habla de la presión arterial, se
piensa que debe permanecer dentro de un cierto rango y si eso no sucede, es muy
probable que el médico prescriba medicamentos, sin buscar las razones por las cuales la
presión arterial está demasiado alta o demasiado baja. En realidad, es simplemente una
respuesta normal del cuerpo para adaptarse a los desafíos manifestados por el ambiente,
como el estrés o la obesidad. Las personas continuarán muriendo de un paro cardíaco,
aunque tome medicación para la presión arterial. Las leyes regidas por la inteligencia
innata determinan cómo deben suceder las cosas dentro de nuestro cuerpo y a qué
debemos escuchar y prestar atención.
Su vida fue un legado, y siempre será recordado por su dedicación, sus enseñanzas y
por ser un inspirador para que otras personas perfeccionaran su arte. Muchas gracias,
Andy, por la vida que viviste y por lo que defendiste.
Principio 28
Andy Roberts, DC
Los conductores de las fuerzas de la inteligencia innata.
No muy lejos de mi casa, está ubicada la Universidad de Michigan, que alberga uno
de los estadios de deportes más grandes del mundo. Imaginemos por un momento que el
estadio, que tiene una capacidad de 107.000 personas sentadas, está lleno. Tú estás allí,
parado en el medio del campo y te piden que realices una sola tarea: pedirle a cada una
de las personas que hagan algo y luego recibir de cada una de ellas un mensaje
informando el cumplimiento de esa tarea. ¿Cuánto tiempo necesitarías? ¿Cuánto tiempo
te llevaría cumplir con esa tarea? ¿Días, semanas, meses o quizás más tiempo? Una
instrucción tan simple como esa parece casi imposible de cumplir. Pero ahora imagina
que no tienes todo ese tiempo para llevarla a cabo, sino que tienes ¡Menos de un
segundo para comunicar tu mensaje a todas las 107.000 personas! ¡Olvídalo! Yo
cerraría el sistema, apagaría las luces del estadio y me iría a casa. ¡Ya tuve un día lo
suficientemente difícil organizando todo para mis cuatro hijos!
Es asombroso pensar que esta comunicación tan compleja ocurre dentro del cuerpo
desde el momento de la concepción hasta el día de nuestro último aliento, pero a una
escala mucho mayor y más increíble. El cuerpo humano está formado por
aproximadamente treinta y siete billones de células, cada una de las cuales necesita un
mensaje único en cada momento para cumplir con su función y mantener la vida. Una
célula del pie, otra del corazón y todas las demás células del resto del cuerpo deben
cumplir con sus funciones únicas a la vez que contribuyen con las funciones del cuerpo.
Afortunadamente, no tenemos que realizar el ejercicio del estadio de fútbol y, por
suerte, tampoco debemos controlar ni coordinar nuestros treinta y siete billones de
células. La inteligencia innata lo hace por nosotros.
En el estadio, no hubiera tenido sentido estar parado en el medio del campo de juego
gritando las órdenes, ya que muy pocas personas hubieran podido oír correctamente. Lo
que si hubiera tenido sentido es haber utilizado un sistema de comunicación, quizás un
micrófono para poder enviar las órdenes a más de ciento siete mil cables designados
para cada persona en el idioma correspondiente. El cuerpo es igual, la inteligencia
innata que controla, regula y coordina las necesidades de cada una de los treinta y siete
billones de células, necesita una vía para comunicar los mensajes. Esa vía es el sistema
nervioso central.
Sin embargo, si hay impedimentos en la transmisión de los mensajes - que son vitales
para que puedan llevarse a cabo las funciones de las células - se produce una alteración
de la condición del ser a la que denominamos enfermedad. Cuando eso sucede, las
células, los tejidos, los órganos, los sistemas y finalmente el cuerpo, entran en un estado
de falta de armonía que no les permite funcionar adecuadamente y adaptarse
adecuadamente al ambiente. Si continúan en ese estado a lo largo del tiempo (y a veces
inmediatamente), pueden ocurrir muchos problemas clasificados como enfermedades.
Dichos impedimentos (obstrucciones del flujo de los impulsos cerebrales) producidos
dentro de los ciclos nerviosos como consecuencia de las vértebras desalineadas, se
denominan subluxaciones vertebrales.
Si nos colocamos en una posición en la que nos vemos forzados a salir de nuestra
zona de confort, ello nos obliga a ampliar nuestra conciencia.
—Les Brown
Cualquier persona que haya realizado grandes esfuerzos, puede decir que la mayor
parte del tiempo transcurre rompiendo zonas de confort, entrando en nuevas zonas y
repitiendo el ciclo. Mi familia vive en Palm Beach Gardens, Florida, a diez minutos de
las playas más bonitas del mundo. Yo sabía que para crecer tenía que transitar lo
desconocido y ese fue uno de los motivos que me llevó a dejar ese confortable paraíso y
trasladarme a Sudamérica, específicamente Argentina, en un momento en que ese país
estaba transitando una de las mayores crisis de su historia. Mi camino desde el
momento en que tomé esa decisión fue de total inquietud y de mayor crecimiento
exponencial, en todos sentidos.
De acuerdo con estudios realizados, el noventa por ciento de los seres humanos
llega al final de sus vidas plenos de arrepentimientos. A veces, eso sucede porque en
varios niveles, no se movieron de su zona de confort. Se quedaron en la misma ciudad
de su nacimiento, permanecieron en relaciones o trabajos que no les satisfacían
plenamente y la lista continúa. No importa tu edad, el lugar donde vivas, tu situación
económica o la forma en que practicas tu profesión nunca es demasiado tarde de salir
de la zona de confort que has creado y hacer la diferencia.
Estamos entrenados para pensar que la vida debe ser sencilla y confortable. La
mayoría de las personas exitosas afirman que los momentos difíciles son los que
forman el carácter. Una vez que logramos romper las barreras del confort descubrimos
que allí es donde se produce la evolución del “yo”.
La fiebre, la presión arterial alta y la diarrea son ejemplos de cómo el cuerpo siempre
está haciendo las cosas correctas en el momento adecuado. Los síntomas son la
expresión perfecta de la adaptación al ambiente de los procesos biológicos. La
inteligencia innata constantemente busca adaptarse, curar y reparar. Pero cuando ocurre
una interferencia en las fuerzas biológicas normales, se altera la capacidad de
adaptación, regulación y reparación del cuerpo. Las interferencias en las fuerzas innatas
llevan a la disfunción y a la enfermedad. Con el transcurso del tiempo, los síntomas no
deseados son el resultado de interferencias producidas dentro del cuerpo que no han
sido detectadas ni corregidas.
Oficio
Un oficio es una actividad que implica habilidad para hacer cosas con las manos.
Los quiroprácticos somos filósofos, científicos, artistas, promotores, empresarios y
maestros, solo por nombrar algunas de las habilidades que debemos tener para curar.
A mí me gusta pensar que esto es un oficio. Utilizamos las manos para trabajar y si
bien no hacemos objetos, realzamos la expresión de la vida removiendo subluxaciones
vertebrales. Creo que es el mejor oficio.
La ciencia nos dice que para ser un experto en algo se necesitan diez mil horas. Esto
si hacemos las cosas con habilidad y diligencia; de lo contrario nos convertimos en
expertos en mediocridad. Pienso que cuando B. J. Palmer vivían, pasaban muchas
horas perfeccionando su oficio, que les consumía cada partícula de su ser y de su
mundo.
Coordinación es cuando cada pedido enviado por el cerebro a los tejidos llega
correctamente; si tenemos coordinación, estamos en un estado en que todo fluye
correctamente, en estado de armonía.
Supuestamente, el estado normal del ser es estar en armonía. Por diseño, nacemos
para ser saludables. Nuestro derecho de nacimiento es que la inteligencia innata trabaje
para que la vida se manifieste en su máxima expresión. Al vivir en el mundo físico,
estamos expuestos a las fuerzas físicas, esas son las fuerzas universales. Dichas fuerzas
son siempre destructivas. La materia está permanentemente adaptándose a esas fuerzas
exteriores. Cuanto más sana está la materia, mejor puede adaptarse a dichas fuerzas. Un
ejemplo de fuerzas universales es la ley de gravedad. No importa donde estemos, la
gravedad siempre está trabajando.
El cuerpo tiene todo el potencial necesario para que las fuerzas innatas se transmitan
de manera exitosa, a menos que haya interferencias. Hay muchas cosas que pueden
interferir en la transmisión de las fuerzas innatas. Para los quiroprácticos, la más
importante es la subluxación vertebral. Cuando está presente, la subluxación vertebral
interfiere en la transmisión de los impulsos cerebrales y ello afecta la capacidad del
cuerpo de curarse a sí mismo.
Las habilidades naturales son importantes, pero se puede llegar lejos sin ellas si
tenemos una actitud positiva, deseos, objetivos y nos centramos en ellos.
—Kirsten Sweetland
Elecciones
A cada paso y a cada segundo, debemos tomar decisiones. Somos pura energía y
creamos vida, o nos lamentamos y la destruimos. Vivimos con las vibraciones altas y
ganamos, aprendemos, crecemos y evolucionamos, o somos perdedores. Creamos
nuevas posibilidades o perdemos nuestro precioso tiempo. Somos agradecidos por todo
y agradecemos a todos, o somos víctimas de las circunstancias. Como afirma Tony
Robbins, la atracción llega cuando vivimos con las vibraciones altas y somos
agradecidos y positivos. Si tenemos expectativas, esperamos cumplirlas y cuando no las
cumplimos nos volvemos resentidos, quejosos y perdemos nuestra capacidad de
atracción.
Crea tu vida o quéjate por ella. La elección es tuya. Cada situación o circunstancia
que vivimos puede crear posibilidades o destruirlas. Los ganadores ganan o aprenden,
crecen, se adaptan y evolucionan.
El éxito va por el mismo camino que el fracaso; solo que el éxito está un poco más
adelante en la carretera.
—Jack Hyles
Principio 31
Rob Sinnot, DC, DPhCS
Subluxaciones
Si bien todos los principios han sido diseñados siguiendo un patrón lógico formal, este
principio depende de los anteriores. Hasta ahora, hemos explorado la naturaleza de las
fuerzas innatas, su transmisión y el conocimiento de que puede haber interferencias en
la transmisión de tales fuerzas. En este sentido, las fuerzas innatas son los impulsos
cerebrales, los cuales son perfectos, sin excepción. Lo sabemos porque la inteligencia
innata es siempre perfecta y su función – la creación de impulsos cerebrales – no puede
ser una excepción. Esto quiere decir que cuando se produce una interferencia en el flujo
del suministro de impulsos cerebrales desde el cerebro a las células de los tejidos, dicha
interferencia, siempre se refiere a la cantidad, nunca a la calidad de los impulsos. Si
fuera posible interferir con la calidad no serían perfectos y por definición no serían
impulsos cerebrales sino fuerzas universales comunes.
Cuando se inventó, el término impulso cerebral se utilizó para una razón específica y
muy importante. En esa época, los impulsos cerebrales se estudiaban en neurología y
fisiología. Se pensaba que los impulsos nerviosos eran más cortos que lo que se
observaba. Pensémoslo de esta manera. Hoy en día, sabemos que hay varias formas de
comunicación neurológica aceptadas bajo la definición de impulso nervioso. Hay una
polarización-despolarización de las membranas, transporte vesicular y otras
consideraciones estándar que se enseñan en las universidades de quiropraxia y en las de
medicina. En conjunto, no pueden explicar la velocidad a la que funcionan nuestros
cerebros. En ese campo de la ciencia se está trabajando de manera muy diligente y algún
día estarán definidos para la satisfacción matemática, pero ese momento todavía no ha
llegado.
Esto implica que el cuarto componente puede deducirse por su función. Debe haber
una falta de adaptabilidad reconocida en las células de los tejidos para que se identifique
la subluxación vertebral. Cuando una persona presenta los primeros tres componentes y
se observa una falta de adaptabilidad, esto se puede denominar subluxación vertebral.
Es tan aceptable medir el cuarto componente por sus efectos como lo es medir la
presión arterial con una abrazadera y un estetoscopio. Esos elementos no miden la
presión arterial; miden la expansión en la superficie de la piel que supuestamente se
debe al latido cardíaco distante que causa la distensión. Esto no implica que no sea una
medición válida, tanto como la considerada para determinar la disminución del flujo del
impulso cerebral abstracto. Ambas son conclusiones lógicas y racionales.
Nivel 2—Educador
Nivel 4 —Revolucionario
En quiropráctica, partimos de la premisa de que todas las partes del cuerpo existen
por una razón. Cada una de ellas desempeña un papel crucial para todas las demás.
Cuando funcionan al unísono y al ciento por ciento, la salud y el bienestar que
experimentamos son óptimos.
Si bien se puede vivir sin algunas partes del cuerpo, todas son necesarias para que el
funcionamiento sea óptimo. Cuánto más avanza la ciencia, más sabemos lo importante
que es mantener todas las partes del cuerpo y, por supuesto, que todas ellas funcionen
de manera óptima.
Años atrás, la ciencia médica tenía conceptos diferentes. Algunas partes como el
apéndice, las amígdalas y los ovarios se consideraban órganos opcionales y, por rutina,
se extirpaban tanto para tratar síntomas como para prevenir problemas en el futuro.
¿Qué órgano coordina la aparentemente mágica interacción entre todos los órganos
del cuerpo? El cerebro. ¿Cómo lo hace? A través de un complejo sistema nervioso.
Como se puede observar, la coordinación es vital para que la vida humana funcione
correctamente. El sistema nervioso y la inteligencia innata que está en nuestro interior
son los que hacen posible esta coordinación.
Muchas veces, las personas que asisten a la práctica lo hacen con el deseo de que
“tratemos” ciertos problemas. Sin embargo, el papel del quiropráctico no es estimular o
inhibir las funciones del cuerpo ajustando la columna, sino liberar el sistema nervioso
para que la inteligencia innata se pueda expresar de manera óptima. De esta manera, el
cuerpo está en condiciones de lograr la mayor coordinación a nivel natural.
En la vida, vemos que los sistemas más exitosos son aquellos que tienen la mejor
comunicación y, por lo tanto, el mayor nivel de coordinación eficiente.
Los mejores ejemplos de este principio son los negocios exitosos y los equipos
deportivos. No se puede tener una excelente coordinación si la comunicación no es
buena. Ambas van de la mano.
Por ejemplo, cuando se trabaja para optimizar un negocio, lo primero que hacen los
gerentes es descubrir cómo se comunican las personas dentro de la empresa y dónde se
corta esa comunicación. Una vez que se encuentra el bloqueo, se crea la estrategia para
quitarlos. La consecuencia es un nivel de coordinación mejor y más eficiente, que
conduce a los mejores resultados.
En los equipos deportivos, la coordinación dentro del equipo es vital para ganar.
Cada uno de los miembros tiene un papel fundamental para el mejor desempeño del
equipo. En los equipos no debe existir la palabra YO. Para ganar se necesita una
excelente comunicación entre los jugadores, a fin de lograr un esfuerzo coordinado y el
mejor desempeño
Cada jugador debe ocupar su puesto y cumplir su propósito de manera efectiva para que
el equipo tenga éxito. Un equipo que tiene buenos defensores pero malos delanteros, o
viceversa, será un equipo perdedor. Los equipos exitosos trabajan permanentemente
para mejorar la comunicación durante el juego para poder sortear mejor los desafíos que
deben enfrentar.
El tiempo es esencial.
Cuídenla bien.
Principio 33
Lacy Book, DC y Shawn Dill, DC
La ley de la demanda y la oferta
Cuando nos pidieron que abordáramos el trigésimo tercer principio, debemos reconocer
que ninguno de los dos se puso a brincar de alegría.
Uno de los motivos que nos llevan a pensar que utilizaron intencionalmente el
término “demanda y oferta” en lugar del tradicional “oferta y demanda” fue para ilustrar
y enfatizar que la filosofía quiropráctica es diferente de la visión “de afuera hacia
adentro” que tiene el mundo.
Por ello, cuando damos a conocer este principio al público en general, es importante
decir que la salud depende totalmente de la ley de la demanda y la oferta. A medida que
transcurre la vida, la salud se mantiene si el cuerpo está coordinado. La coordinación se
logra por la ley de la demanda y la oferta.
La inteligencia innata lleva la voz cantante. Demanda a las células determinadas cosas,
a las que ellas deben responder para mantener la salud. Ofrece o entrega nutrientes,
materiales y fuerzas a las células de los tejidos para que puedan responder a las
demandas. Si la ley de demanda y oferta se interrumpe por algún motivo, la salud del
organismo se verá comprometida.
Por ese motivo, Stephenson se refiere a la inteligencia innata como “el banquero”,
que es el que recibe y distribuye el dinero o la moneda. La moneda, en este caso son las
sensaciones que llegan provenientes de las células de los tejidos y los impulsos
cerebrales que salen de las neuronas.
Como las neuronas son las que distribuyen los impulsos cerebrales provenientes del
banquero, se las denomina “empleados”. Ellas despachan los impulsos mentales
provenientes de la inteligencia innata a las células de los tejidos a través de los nervios
eferentes.
Por ello, las células nerviosas se denominan “mensajeros”. Ellas despachan las
sensaciones de las células de los tejidos y entregan los impulsos cerebrales provenientes
de las neuronas.
Para poder ver este principio en acción, simplemente se debe visitar una oficina
quiropráctica en cualquier parte del mundo. No sólo se podrá observar la ley de la
demanda y la oferta en los miembros de la práctica, sino que también la podrán ver en
acción en las madres hacia sus hijos.
Una madre está permanentemente atenta a los signos y señales de su bebé. Cuando
llora, esto le señala a la madre que hay una necesidad y ella busca solucionarla.
Océano rojo
Los límites de la industria, las reglamentaciones y normas están definidas y
aceptadas en los océanos rojos. Las reglas del juego de la competencia son conocidas en
este mercado. Aquí, las compañías tratan de aprovechar una participación mayor de la
demanda existente superando a sus rivales o ganando el juego. Durante los últimos
cuarenta años, el campo de la estrategia de negocios estuvo dominado por enfocarse en
la captura de valor mediante estrategias competitivas, en muchos casos bajo la
influencia de Michael Porter, (Porter y Michael E. en Competitive Strategy (New York:
The free press, 1980)). Como el nicho de mercado de los océanos rojos está ocupado y
abarrotado, las posibilidades de ganancias y crecimiento son reducidos. Los productos
se convirtieron en commodities y la competencia feroz hace que los océanos rojos sean
sangrientos. Por lo tanto, se puede utilizar el término océanos rojos. Teniendo este
concepto en mente, podríamos ver a la medicina como un enorme tiburón blanco y a la
quiropráctica como un salmón nadando contra la corriente en el océano rojo.
Mercado de commodities
En realidad, siempre será importante navegar exitosamente dentro del océano rojo de
un ambiente fuertemente competitivo. Muchas de las empresas que organizan o crean
prácticas dentro de la quiropráctica trabajan básicamente conociendo este hecho.
Enseñan a sus clientes de qué manera deben hablar y darse a conocer dentro de ese
mercado. Los océanos rojos siempre tendrán importancia y siempre formarán parte de la
vida comercial y estarán presentes en cualquier comunidad con una opinión.
Creo que muchos quiroprácticos se sienten atraídos por el mercado conocido, en el
cual piensan que deben competir agregando valor al consumidor anexando modalidades
al alcance de su práctica, como terapia con rayos láser, acupuntura, nutrición, masajes y
hasta el uso de drogas recetadas, conforme con lo que deseen los quiroprácticos.
Cuando el objetivo se limita al cuidado centrado en el estado de las personas y está
dirigido al tratamiento del dolor, la quiropráctica se puede insertar dentro de varias
terapias diferentes. Sin embargo, a medida que se satura el mercado de servicio de
commodities relacionado con el tratamiento del dolor, que compite por una porción de
los mercados en contracción, el mensaje es cada vez más confuso y diluido a la vez que
la calidad puede decaer.
5
Cita de Herbert C. Hender del libro de B. J. Palmer, The Bigness of the Fellow Within, vol. 22 (Praga:
The Palmer School of Chiropractic, 1949), xviii.
¿Podrá ser que el simple hecho de poner foco en el objetivo principal de la
quiropráctica sea suficiente para diferenciarla dentro del mercado de los commodities?
La mejor estrategia es muy sencilla y se conoce como el test de la abuela: “Si tu abuela
comprende la propuesta de valor y la filosofía esenciales sin necesidad de explicaciones,
tu estrategia es buena”.
Océanos azules
Kim and Mauborgne afirman que, a diferencia de los océanos rojos, los océanos azules
se definen como nichos de mercado aún no explorados que deben ser creados y por lo
tanto ofrecen oportunidades de crecimiento altamente rentables. Si bien los océanos
azules deben generarse fuera de los límites de las industrias existentes, la mayoría de
ellos se fundan a partir de océanos rojos, explorando y expandiendo los límites de las
industrias existentes. En los océanos azules, la competencia es irrelevante porque las
reglas del juego aún no se han establecido, por lo tanto, no hay juego que ganar. El
término océano azul es una gran analogía que describe un nicho de mercado que es
amplio, profundo y sin explorar. En los océanos azules el potencial es enorme e
ilimitado.
Desde el punto de vista de una estrategia comercial, la actitud inicial de lucha similar
a la de las cruzadas que se llevó a cabo en la quiropráctica, se acercó a lo que se conoce
como una estrategia reconstruccionista. Es muy interesante observar que pueden verse
características similares en las creaciones existentes en los océanos azules. En oposición
a las sociedades que se ajustan a las reglas tradicionales, los creadores de océanos
azules nunca han utilizado la competencia como parámetro. Por el contrario, la
consideran irrelevante, creando un aumento de valor tanto para los compradores como
para la empresa. Otros ejemplos de esto se produjeron cuando las computadoras
personales reemplazaron a las máquinas de escribir o cuando la filmadora tradicional
dio paso a la tecnología digital. Esto creó nuevos mercados sin competencia. Industrias
como la mundialmente famosa Hasselblad prácticamente desaparecieron cuando se
negaron a utilizar la nueva tecnología digital.
Mientras la estrategia de los océanos rojos basada en la competencia supone que las
condiciones estructurales de la industria ya están dadas y que las compañías están
obligadas a competir dentro de ellas, la estrategia de los océanos azules se basa en la
visión de que los límites, las reglas y la estructura del Mercado no están dadas y pueden
reconstruirse mediante las ideas, creencias y acciones de los creadores. Esto se
denomina visión reconstruccionista. En los océanos rojos, la diferenciación cuesta
porque las empresas compiten dentro de la misma regla de mejor práctica, como hacen
muchos quiroprácticos. Las compañías, en este caso los quiroprácticos, pueden generar
mayor valor a los clientes a un costo más alto o generar un valor razonable a un costo
más bajo. En otras palabras, la estrategia es esencialmente une elección entre la
diferenciación y el bajo costo.
Esta creación de océanos azules baja los costos a la vez que simultáneamente
aumenta el valor para los compradores. En quiropráctica, esto sucederá cuando las
personas valoren el producto de la quiropráctica por su objetivo principal, que es revisar
la columna vertebral y, si es necesario, ajustarse para remover las subluxaciones
vertebrales. De esta manera se logra el aumento de valor para ambos, el quiropráctico o
compañía y los compradores. Dado que para el comprador el valor proviene de la
utilidad y el precio que la compañía le ofrece y para la compañía el valor se genera a
partir de una estructura de precios y costos, la estrategia del océano azul se logra
únicamente cuando todo el sistema de utilidades, precio y costo de las actividades está
adecuadamente alineado. La estrategia del océano azul integra el rango de las
actividades operacionales y funcionales de una firma. En este sentido, la estrategia del
océano azul es más que una innovación. Es una estrategia que abarca todo el sistema de
las actividades de una empresa.
Una filosofía es un sistema que una persona pone en práctica para conducir su
existencia. La teoría y la moral elegidas como guía para su vida. En la quiropráctica, la
filosofía establece la teoría y brinda las respuestas. La ciencia comprueba la teoría
mediante el arte. En el atiborrado mercado de las commodities, donde todo es similar, la
filosofía de la quiropráctica se diferencia por su objetivo principal.
Por definición, una profesión es un grupo de personas que profesan una idea. De
acuerdo con Joe Strauss, “La idea de la quiropráctica es remover las interferencias para
permitir la expresión plena de las fuerzas de la inteligencia innata del cuerpo. No se
trata de cambiar los síntomas, cambiar el mundo o cambiar algo más. Se trata de
remover las interferencias nerviosas y permitir que suceda lo que tiene que suceder”.
El problema es que muchas de las fuerzas importantes dentro del océano rojo están
apartando a la quiropráctica de sus valores fundamentales y, por lo tanto, de su razón de
ser. Si no puedes abatirlas, únete a ellas. Entonces, a lo largo del tiempo, la
quiropráctica se desplazará hacia el paradigma de la alopatía pensando que crecerá con
más fuerza. Pero, en realidad, ocurrirá todo lo contrario porque el mensaje de la
quiropráctica se diluirá tanto que dejará de existir y será absorbido por el mensaje
alopático. El consumidor está confundido y no encuentra ningún valor atractivo que lo
lleve a buscar cuidado quiropráctico. La profesión de la quiropráctica comienza a perder
identidad. Mi propuesta es que, para que la quiropráctica prospere en el futuro, es
necesario crear un nicho de mercado no disputado en el que solamente exista la
quiropráctica y donde se aplique el conocimiento de sus principios para diferenciarla de
los commodities y donde se ofrezca la atractiva propuesta de valor de poner foco en la
localización, análisis y ajuste, cuando sea necesario, de las subluxaciones vertebrales.
Nunca sabremos de qué manera algo que pensamos, decimos o hacemos ahora
podrá afectar las vidas de millones de personas el día de mañana.
—B. J. Palmer, DC
Agradecimientos
Para comunicarse con el Dr. David Serio con respecto al programa de tutoría, o para
formar parte de Vida Chiropractic, hacerlo a través de dserio1234@gmail.com o
fb@Dr.DavidSerio. Asimismo, se puede acceder a su sitio web personal
www.davidseriodc.com.
Muchas gracias,
David Serio, Doctor of Chiropractic
Buenos Aires, Argentina, 2018