Versión 2019-2

Principios de la Fe Cristiana
Unidad 1
Dios sale al encuentro del ser humano: la fe de la Iglesia Católica
Objetivo de la unidad: Reconocer en los elementos fundamentales de la fe católica la
iniciativa de Dios que sale al encuentro del ser humano para su salvación.

Semana 1: Dios se nos muestra y nos invita a creer.

La Fe es, pues, encontrar un tú que me sostiene y que, en medio de todas las

carencias y de la última y definitiva carencia que comporta el encuentro humano,
regala la promesa de un amor indestructible que no solo ansía la Eternidad, sino
que la otorga. (Joseph Ratzinger)

Objetivo de aprendizaje: Reconocer la iniciativa de Dios que sale al encuentro del

ser humano para compartir su propia vida.
Conceptos clave: Dios, iniciativa, encuentro, fe.

El breve pasaje bíblico con el cual abriremos esta primera clase ha sido escrito por
uno de los principales profetas del Antiguo Testamento: Isaías. En él, el profeta revela
una de las principales características de Dios: su trascendencia. A partir de él iremos
profundizando en los principales conceptos claves de esta semana, lo que nos permitirá
reflexionar en torno a porqué Duoc ha integrado esta asignatura a tu malla curricular.

Isaías (55, 8-10)

(…) Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni mis caminos vuestros
caminos, dice Yavhe. Cuántos son los cielos más altos que la tierra, tanto están mis
caminos por encima de los vuestros, y por encima de los vuestros mis pensamientos (…).
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1. ¿Un curso sobre cuestiones religiosas?

Quizás te estés preguntando, ¿qué hace un curso de esa naturaleza aquí? ¿Cuáles son
las razones por la que Duoc UC imparte este tipo de asignaturas? El pasaje bíblico que
acabamos de leer nos acerca a una temática de la cual ya has escuchado previamente
en la asignatura de Antropología: el sentido de trascendencia.

1.1- El ser humano busca la trascendencia

Desde hace siglos, en diversas culturas han brotado las preguntas que han
caracterizado toda la existencia humana, y que quizás incluso tú mismo te has
cuestionado: ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿existe otra vida después de la muerte?
Estas son interrogantes que tienen su origen común en la necesidad de sentido y
trascendencia que posee todo ser humano. No es extraño encontrar estas preguntas en
los escritos sagrados de Israel, en los Vedas, en los escritos de Confucio, Lao-Tze, Buda,
etc, ya que la búsqueda y anhelo por la trascendencia es común a todos1. De esta
manera, la trascendencia aparece como una experiencia propia de nuestra humanidad,
la cual ha dado paso al sentido religioso.

1.2.- El ser humano busca a Dios

El anhelo por dar respuesta a las interrogantes expuestas previamente ha permitido
el desarrollo de diversas maneras de reflexionar en torno al tema de Dios, permitiendo
la aparición del sentido religioso, y con ello, de la experiencia religiosa a través de los
siglos. La historia nos explica que su acercamiento ha tenido variados caminos. Algunos
de los más significativos han sido, el monoteísmo (“existe un solo Dios), el politeísmo2
(“existen varios dioses”), el ateísmo. (“Dios no existe”)3, y también el Panteísmo.
(divinización de la naturaleza). De este modo, la historia afirma que en todos los
pueblos y en todas las épocas históricas se han encontrado diversas expresiones

1 Cfr, Juan Pablo II, Fides et Ratio: sobre las relaciones entre Fe y Razón, pp.19
2 En el siglo I, el cristianismo primitivo se tuvo que enfrentar a dos grandes pensamientos de la
antigüedad: al Dios de los Filósofos (Logos), y a los dioses de la mitología antigua. En tal contexto, el
cristianismo primitivo decidió llevar a cabo una elección purificadora: optó por el Dios de los Filósofos
(fundamento de todo ser), frente a los dioses de las otras religiones míticas. Esta elección produjo una
“desmitificación” del mundo y de la religión. (Joseph Ratzinger, Introducción al cristianismo, pp. 117-120.)
3 Cfr, Joseph Ratzinger, Introducción al cristianismo, pp. 89-93
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religiosas que han manifestado las inquietudes del ser humano en la búsqueda del
sentido de la vida, la felicidad, la plenitud, el anhelo de ser amados y de amar, la muerte,
el sentido del sufrimiento, etc. Asimismo, nuestra propia sociedad está fundada sobre
elementos religiosos, y creemos que aprender de ellos te ayudará a conocer también
mejor la sociedad de la cual eres parte. Esta realidad religiosa cristiana de nuestra
sociedad la podemos apreciar en nuestra arquitectura y arte, como en nuestra
religiosidad popular por medio de la fiesta de la Tirana, el Cuasimodo, la peregrinación
a la Virgen de lo Vásquez, la Fiesta de la Virgen de la Candelaria en el Norte, la
celebración de la Cruz de Mayo entre muchas otras.

Duoc UC ha nacido del seno de la Iglesia Católica, cuya identidad explica el sentido su
misión y de su contribución a la sociedad en el desarrollo integral de cada uno de sus
estudiantes. Por esta razón es que nuestra institución educativa ofrece estas
asignaturas de formación cristiana, respondiendo al llamado universal que la Iglesia
entrega a toda institución educacional católica de ser simultáneamente una comunidad
de estudio de diversas áreas del conocimiento4. Dios busca alcanzar a todo el mundo, a
todas las personas, a todas las culturas: “Dios quiere que todos los hombres se salven y
lleguen al conocimiento de la verdad” (Timoteo 2, 3-4). En este sentido, este curso tiene
como finalidad reflexionar en torno a la persona de Jesucristo, quien vino a dar
respuesta a las interrogantes sobre nuestra trascendencia y búsqueda de Dios. Así, nos
acercaremos a los diferentes misterios de fe que profesa el cristianismo y de los cuales
nace toda la vida sacramental y espiritual de la Iglesia.
Por último, creemos que este curso sobre cristianismo te ayudará a desarrollar tu
pensamiento crítico y reflexivo que te será de gran utilidad cuando comiences tu vida
laboral. Seas creyente o no, creemos que este curso te permitirá acercarte de una
manera racional al estudio sobre Dios, logrando un acercamiento más reflexivo en
torno a la fe.

4 Cfr. Juan Pablo II, Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae, sobre las Universidades Católicas, n°14.
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2. Dios sale al encuentro del ser humano y se muestra

Hasta aquí, hemos reflexionado en torno a cómo el ser humano busca trascender y
así, buscar a Dios. Pero ¿qué aporta Jesucristo en esa búsqueda de trascendencia y de
Dios que tiene el ser humano? Para la fe cristiana, Dios por medio de su Hijo Jesucristo,
ha respondido total y definitivamente a esa búsqueda. ¿Es posible que Dios pueda salir
al encuentro del ser humano? Nuestra fe nos dice que no solo es posible, sino que nos
enseña que Dios ya ha salido al encuentro del ser humano, y se ha mostrado a la
humanidad de una manera plena y total en Jesucristo. Dios se ha ido manifestado en la
historia de manera gradual, por medio de diferentes etapas. A esto se le denomina
Revelación5. Las principales etapas de esta Revelación son:
 Desde el origen, Dios se da a conocer: Desde el momento en que Dios crea todo
y al ser humano, se manifestó personalmente a nuestros primeros padres (Adán
y Eva), invitándolos a una comunión íntima con Él. Esta revelación no fue
interrumpida por el pecado original, pues Dios alentó en sus corazones la
esperanza de salvación.
 La Alianza con Noé: una vez roto l vínculo del ser humano con Dios como
consecuencia del pecado, Dios decide salvar a la humanidad. La alianza con Noé
después del diluvio permanece en vigor hasta la proclamación del Evangelio.
 Dios elige a Abraham: Para reunir a la humanidad dispersa, Dios elige a
Abraham y lo hace “padre de una multitud de naciones” (Génesis 12, 1). El
pueblo nacido de Abraham será el depositario de la promesa hecha a los
patriarcas.
 Dios forma a su Pueblo Israel: Después de la etapa de los patriarcas, Dios
constituye a Israel como su pueblo, salvándolo de la esclavitud de Egipto.
Estableció con él la Alianza en el Sinaí y le dio por medio de Moisés su Ley

5El verbo revelar significa poner a la vista algo que estaba escondido, oculto. En cuanto a la Revelación,
existe la “revelación natural”, la cual consiste en la manifestación del ser y de las obras de Dios por medio
de la naturaleza y del ser humano. Este conocimiento es accesible a todos ya que se basa en nuestra razón
humana. Asimismo, encontramos la “Revelación sobrenatural”, la cual consiste en la manifestación que
Dios ha hecho libremente en la historia para expresar el misterio de su intimidad y de su voluntad de
salvar a todos las personas. Esta Revelación origina un modo de conocimiento y de vida que no puede ser
alcanzado por el ser humano solo con sus propias fuerzas, pues va más allá de sus capacidades naturales,
necesitando la ayuda de Dios. (Cfr., Gonzalo Lobos, Dios uno y Trino. Pp 18-22.)
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(mandamientos). Por medio de los profetas, Dios forma a su pueblo en la

esperanza de la salvación, en la espera de una alianza nueva y eterna por medio
del Mesías.
 Dios ha dicho todo en Jesús: Con Jesucristo Dios se termina de revelar al ser
humano y entrega la salvación por medio de Él. Dios se ha revelado plenamente
enviando a su propio Hijo en quien ha establecido su Alianza para siempre6.

3. El ser humano es “capaz de Dios” y lo invita a responderle con la fe

En el curso de Antropología estudiaste que el ser humano es un animal racional.

¿Qué quería decir esto? Quería decir que el ser humano no solo posee un ciclo vital
(nace, crece, se reproduce y muere) e instintos que le permiten sobrevivir, sino que
además posee la capacidad de razonar, por lo tanto; de discernir y elegir7. De esta
manera, las personas pueden conocer la Verdad y construir su propia vida haciendo uso
de su libertad. Dios ha creado al ser humano con la capacidad de comunicarse, de
vincularse y, por lo tanto, de conocerlo a Él. Esta es la razón por la que afirmamos que
el ser humano es capaz de Dios, pudiendo reconocerlo a través de la razón natural8,
aunque sea de forma limitada. Por eso la Iglesia declara que “Dios, principio y fin de
todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón
humana, a partir de las cosas creadas”9. Si bien nuestro conocimiento de Dios resulta
limitado, la fe cristiana cree que Dios quiso, por amor a la criatura humana, revelarse
plenamente en su Hijo Jesucristo, quien nos revela al Padre de una manera única y
nueva: Dios es Padre amoroso y cercano, que busca siempre tomar la iniciativa para
salir al encuentro del ser humano y compartir su vida divina con él. De esta manera, la
fe cristiana cree que el ser humano puede conocer y acceder a Dios por medio de su Hijo
Jesucristo: “Quien me ve a mí, ve al Padre” (Jn 14, 9). Ahora bien, ¿qué hace el ser

6 Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica: Etapas de la Revelación, n°54-67-

7 Para mayor profundización, puedes revisar las clases 3, 6 y 7 del curso de Antropología.
8 Debido a esto es que la Iglesia afirma que el ser humano sí puede llegar al conocimiento de la existencia

de Dios por medio de su razón a través de diferentes “vías”. Estas vías tienen como punto de partida la
creación del mundo material y la persona humana. Así, a partir del movimiento, del devenir, de la
contingencia, del orden y de la belleza del mundo se puede conocer a Dios como origen y fin del Universo.
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica,1.
9 Catecismo de la Iglesia, n°36. (Concilio Vaticano I, Constitución Dogmática Dei Filius)
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humano cuando Dios toma la iniciativa y sale a su encuentro? El ser humano puede
responder afirmativamente o no. Por eso decimos que la respuesta a ese Dios que se
revela es lo que llamamos fe: “Por la fe, el hombre somete completamente su
inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios
que se revela”10.

En la Sagrada Escritura hay un episodio bíblico que nos puede ayudar a comprender
mejor de qué manera Dios sale al encuentro del ser humano. Ese pasaje bíblico nos
narra el episodio que vivió un hombre llamado Saulo11. Sabemos que su encuentro con
Jesucristo lo convirtió al cristianismo y lo transformó en uno de sus más grandes
apóstoles. Saulo era un judío piadoso que perseguía a los cristianos, ya que creía que
ellos violaban la Ley de Moisés creyendo en Jesús. Sin embargo, Dios tomó la iniciativa
y se apareció a Saulo de improviso cuando iba camino a Damasco a apresar cristianos.
¿Qué le sucedió a Saulo que lo convirtió de perseguidor de cristianos a ser un cristiano
perseguido? En teología explicamos que lo que vivió fue una conversión, o sea tuvo un
encuentro personal con Jesús. Ese encuentro cambió su vida para siempre: Saulo se
transformará en San Pablo, el apóstol de los gentiles12 que expandirá la fe y morirá por
anunciar el nombre de Cristo. Por medio de la fe, Dios toca el corazón del ser humano
para que dirija su mirada hacia Él, y decida libremente seguirlo y amarlo. ¿Qué es
entonces la fe? ¿Cómo la podríamos definir?
La fe es la primera de las tres virtudes teologales13, la cual es otorgada
gratuitamente por Dios de un modo sobrenatural a cada ser humano, para que seamos
capaces de reconocerlo y ver su mano en cuanto nos sucede. Si bien es un don

10Catecismo de la Iglesia Católica, n°143.

11 Hechos de los Apóstoles 9, 1-19.
12 Pablo fue nombrado como apóstol de los gentiles ya que, la denominación “gentiles” la usaban los judíos

para nombrar a los que no pertenecían a su pueblo, razón por la cual practicaban otras religiones. Así,
Pablo será el apóstol que llevará la Buena Noticia de Jesucristo a estas personas.
13 Las virtudes teologales son: Fe, Esperanza y Caridad. Estas virtudes son infundidas por Dios por lo que

no son conquista ni fruto del ser humano; pero requieren nuestra libertad para que crezcan. No son
virtudes teóricas, sino un modo de ser y de vivir que cambian el corazón de la persona; y las tres virtudes
van siempre juntas. Estas virtudes las iremos estudiando en el transcurso de las clases. Pero cabe señalar
que hay otro grupo de virtudes que se llaman cardinales y son tratadas en el curso de ética. Estas son
virtudes humanas y adquirirlas depende del ejercicio de las facultades humanas.
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sobrenatural, la fe implica además la aceptación libre por parte del creyente, quien
confía en el amor que Dios tiene hacia él. Esta realidad es lo que le entrega a la fe una
profunda dimensión personal y única. Pero, ¿la fe es entonces contraria a la razón? La
fe no es contraria a la razón, no es irracional; sino que por el contrario, nos permite
iluminar nuestro entendimiento, permitiendo incluso superarla, pero no ignorarla.
Asimismo, es importante destacar que la fe implica un modo de vivir. Jesucristo vino a
dar respuesta a las preguntas más profundas de la existencia humana, respondiendo al
anhelo de trascendencia y de felicidad que existe en el corazón de toda persona: “Yo soy
el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6). Él nos enseña
con su propia vida, cómo vivir y ser feliz. De esta manera, el cristiano busca seguir a
Cristo en su vida, en su forma de vivir y amar, poniendo en práctica en su vida cotidiana
el mensaje de amor de Jesucristo.

Por último, es importante señalar que la fe no se limita a una realidad

exclusivamente individual, sino que se vive de forma comunitaria. Si bien el
encuentro con Dios es personal, desde el inicio las primeras comunidades cristianas se
reunían en torno a Jesucristo, quienes continuaron reuniéndose luego de su muerte y
resurrección compartiendo su Palabra y los Sacramentos que Jesús encomendó a su
Iglesia. Esta es la razón por la que la fe se vive en comunidad14.
Resumamos esta clase: Este curso nace como respuesta a la misión de Duoc de
entregar una enseñanza integral a sus alumnos, reconociendo y valorando el sentido de
trascendencia y el sentido religioso existente en el corazón de toda persona. Dios es un
padre amoroso que sale al encuentro del ser humano, tomando la iniciativa y
revelándose plenamente en Jesucristo. La fe cristiana cree que el ser humano es capaz
de conocer y amar a Dios por medio del encuentro personal con su Hijo. Por medio del
don sobrenatural de la fe, Dios toca el corazón del ser humano para que éste decida
libremente seguirlo y amarlo, y así hacerlo partícipe de su vida divina.

14 La palabra Iglesia, proviene de “ecclesia” que significa asamblea, por lo que la Iglesia hace referencia a
la comunidad o asamblea de fieles reunidos en torno a Jesucristo integrados a ella, por medio del
Bautismo.