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TEXTO ARGUMENTATIVO

Cementerios nucleares no, gracias.

Los cementerios de residuos nucleares han saltado al primer plano de la opinión


pública por la iniciativa gubernamental de instalar uno en nuestro país. Para ello han
establecido algo así como un plazo de presentación de candidaturas entre los pueblos de
España, tras el cual se seleccionará al ganador. ¿Pero ganador de qué?
Ganador de vivir con la certeza de estar en el centro de la catástrofe en caso de
accidente. Dicen sus defensores que no hay riesgos, que todo es muy seguro, muy
limpio y hasta muy ecológico. Dicen además que estas instalaciones van a traer la
prosperidad a pueblos deprimidos, a zonas abandonadas. Un reguero de millones de
euros, de puestos de trabajo, de ventajas palpables. Imposible decir que no. ¿Imposible?
Claro que es posible. Así lo hace, de hecho, gran parte de la sociedad, que se ha
manifestado en contra. Y así creo yo que hay que hacerlo. La razón principal: la
seguridad.
Puede que en condiciones normales se haya llegado a una protección que pueda
parecer segura, pero ¿van ser siempre las condiciones “normales”? ¿Qué pasaría en caso
de terremoto? ¿Y en caso de atentado terrorista? ¿A quién le gustaría ver un avión
precipitarse contra una central nuclear o contra ese dichoso cementerio?
A mí no. La solución no está en almacenar residuos tóxicos y altamente
peligrosos pensando ingenuamente que con el tiempo dejarán de serlo. La solución solo
puede ser reducir nuestro consumo de energía, aumentar la producción de renovables y
no necesitar almacenar ni un solo material radioactivo más. Por la sencilla razón de que
a las nucleares, en su día, les dijimos no, gracias.

RESUMEN
Los cementerios de residuos nucleares se han vuelto un tema informativo de
especial relevancia, porque el gobierno quiere instalar uno en nuestro país. No obstante,
el pueblo seleccionado estará en peligro ante un posible accidente nuclear. Por tanto,
gran parte de la sociedad se ha manifestado en contra de la iniciativa gubernamental. Su
razón principal es la seguridad. El emisor propone reducir nuestro consumo de energía,
para evitar el uso de energía radioactiva.

ENUNCIADO DEL TEMA DEL TEXTO


Crítica sobre lo perjudicial que supone la instalación de un cementerio de
residuos nucleares

COMENTARIO DE TEXTO
Estamos ante un texto argumentativo porque trata de convencer al destinatario
mediante el uso de argumentos, en este caso, trata de convencernos de los peligros de la
instalación de un cementerio de residuos nucleares. En concreto, el texto se titula
“Cementerios nucleares no, gracias”.
Dentro de las características pragmáticas, vemos que en el texto dominan dos
funciones del lenguaje. Por un lado, tenemos la función del lenguaje representativa,
porque en el texto se transmite información. Por otro lado, tenemos la función del
lenguaje apelativa o conativa, porque se busca convencer al destinatario. Derivado de la
intención de convencer al destinatario, vemos que el punto de vista del emisor es
subjetivo, porque da su opinión sobre el tema tratado: defiende que es peligrosa la
construcción de un cementerio nuclear. A pesar de que la argumentación se da en
muchos contextos comunicativos, como estamos ante un texto transmitido mediante un
canal escrito, hablamos de un canal unilateral, donde el emisor y el receptor no pueden
intercambiar las funciones comunicativas.
Con respecto a las características estructurales, vemos que el texto tiene dos
elementos: una tesis y un cuerpo argumentativo. La tesis habla de lo perjudicial que es
la instalación de un cementerio de residuos nucleares. Esta tesis se encuentra al final del
texto, en la conclusión, por tanto, hablamos de una estructura inductiva.
Este texto puede subdividirse en diferentes partes. En primer lugar, tenemos una
introducción donde el emisor presenta el tema del que va a hablar: los cementerios
nucleares. Esta introducción se extiende hasta “… al ganador” (L. 4). En segundo lugar,
tenemos el cuerpo expositivo-argumentativo, que se extiende hasta “A mí no” (L. 17).
Finalmente, tenemos la conclusión, donde el emisor cierra el tema ofreciendo una
solución al problema a la instalación de cementerios nucleares. Por otro lado, dentro de
los métodos de secuenciación de la información, vemos que el que predomina en el
texto es el de pregunta-respuesta. Podemos ver varios ejemplos en el texto, como este:
“¿Pero ganador de qué?” (L. 4).
Finalmente, en relación a los aspectos lingüísticos, podemos destacar la
importancia de la coherencia, para que los argumentos estén bien estructurados y
ayuden a sostener la tesis. Este texto mantiene un registro estándar, porque se entiende
perfectamente sin mucho esfuerzo. La adjetivación es valorativa, porque mediante ellos
el emisor expresa su opinión: “dichosos cementerios” (L. 16). Para relacionar
enunciados dentro del discurso, el emisor usa conectores discursivos: “de hecho” (L.
10). El texto muestra una tendencia subjetiva marcada, puesto que el emisor hace
referencia a sí mismo en el texto: “así creo yo” (L. 11). Respecto a la modalidad
oracional, vemos que además de la enunciativa, usada para afirmaciones y negaciones,
hay diversos ejemplos de modalidad interrogativa: “¿Pero ganador de qué?” (L. 4). Lo
habitual en los textos argumentativos es que la sintaxis sea compleja, muy variada: “la
solución solo… radioactivo más” (L. 18-20). Dada la materia tratada, aparecen algunos
tecnicismos: “material radioactivo” (L. 20). También podemos encontrar casos de léxico
connotativo, como cuando el emisor destaca con comillas la palabra normales (L. 13).
Para finalizar, ante el análisis presentado, concluimos que estamos ante un texto
argumentativo.

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