Está en la página 1de 6

RESILIENCIA

¿QUÉ ES RESILIENCIA?

Es una virtud que consiste en superar y adaptarte a momentos adversos, con la confianza
de que saldrás adelante a pesar de todo. La resiliencia proviene del verbo latín “resilire”
que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar, ser repelido o resurgir.
Cuando se emplea en relación con las personas, numerosas definiciones han sido
propuestas, todas ellas influenciadas por el contexto social e histórico en el que tienen
lugar las investigaciones.

A lo largo de la historia del concepto de la resiliencia ha habido numerosas definiciones.


De todas ellas, la que mejor representa a la segunda generación de investigadores (y la
tendencia actual) es la adoptada por Luthar, Cicchetti y Becker (2000), quienes la definen
como un proceso dinámico que abarca la adaptación positiva dentro del contexto de
adversidad significativa. Con esta definición se distinguen tres componentes esenciales
que deben estar presentes en el concepto de resiliencia: la noción de adversidad, la
adaptación positiva y el proceso resiliente. De modo que, cuando el sujeto se enfrente a
una adversidad, la resiliencia le permitirá llevar a cabo una adaptación positiva a pesar de
la dificultad.

COMPONENTES

 Adversidad
La adversidad se refiere a las circunstancias negativas de la vida que se sabe que
están estadísticamente asociadas con dificultades de ajuste. Aunque el término
adversidad se vincula con circunstancias y consecuencias negativas o factores de
riesgo, se sugiere que los eventos vitales positivos (los cuales no están
aparentemente asociados a una alta probabilidad de resultados indeseables)
pueden ser también relevantes en la definición de resiliencia. Consideraríamos la
adversidad como el principal antecedente de la resiliencia. Los antecedentes se
refieren a lo que ocurre antes de la aparición del concepto, y en este 8 caso, la
experiencia de amenaza o adversidad es requisito imprescindible, pudiendo ser de
tipo biológico, psicológico, económico o social.
 Adaptación positiva
Adaptación positiva alude a ‘’la competencia social manifestada conductualmente,
o al éxito en las tareas de desarrollo de una etapa destacada’’ o ‘’síntomas
relacionados con el bienestar interno’’. Pensamos en la adaptación positiva como
el consecuente fundamental de la resiliencia. Las consecuencias son el resultado
final que se produce debido a los antecedentes y la resiliencia, y éstas deberían
reflejar que el individuo mantiene un funcionamiento normal (salud física o mental)
o mejor del esperado teniendo en cuenta la exposición a la adversidad. Para
afirmar si ha habido adaptación, se debe tener en cuenta que los indicadores
empleados se adecúan al marco sociocultural en el que se encuentra la persona,
con el objetivo de obtener un acercamiento más ecológico. Por ejemplo, en los
niños un indicador podría ser el logro académico, y en el personal militar la
ausencia de síntomas psiquiátricos.
 Proceso resiliente
La noción de proceso descarta definitivamente la concepción de resiliencia como
atributo personal, ya que un atributo personal sería inherente a algunos seres
humanos y como consecuencia, quien no tiene este atributo sería de alguna
manera un fracaso (Luthar, Cicchetti y Becker, 2000). Entenderla como proceso
supone poner en duda que la resiliencia sea un atributo personal o estado estático
de la existencia, porque la persona puede ir construyéndola en interacción con el
ambiente.

DEFINICIÓN DEL CONCEPTO: DEL ENFOQUE INDIVIDUAL AL COLECTIVO

Como ya hemos visto, el término resiliencia ha sido empleado para describir la capacidad
de las personas de sobreponerse a las adversidades. Sin embargo, en la actualidad, se
ha dado un giro del enfoque, del individual se ha pasado al colectivo, es decir, de la
capacidad del individuo a la capacidad de los grupos. Dos campos emergentes de la
resiliencia de grupos son: la resiliencia comunitaria y la resiliencia familiar.

 La resiliencia comunitaria
Haría referencia al afrontamiento por parte de los colectivos o comunidades ante
adversidades, y en dicho afrontamiento influyen otros aspectos psicosociales
además de las respuestas individuales al estrés. Este concepto nace en
Latinoamérica, donde 11 empieza a considerarse que la resiliencia puede ser
aplicada en el ámbito social y comunitario. Se toma como prueba de ello, los
esfuerzos colectivos de algunos pueblos cuando encaran situaciones de
emergencia (desastres naturales, pobreza y desigualdad).
 Resiliencia familiar
Haría referencia a la capacidad de perseverar, encontrar recursos, y prosperar que
tienen las familias cuando se enfrentan a la adversidad o estrés crónico. Esta
corriente tiene sus raíces en los pioneros de la línea sistémica, en especial los que
provenían de la terapia con niños, que empezaron a incluir a las madres en los
tratamientos, ya que se dieron cuenta de que actuar solo con el niño era
insuficiente, y en cambio había notables mejorías con la integración de la madre
en la terapia.
Algunos de los puntos fuertes y recursos asociados con la adaptación positiva de
las familias son: la aceptación de la situación, los patrones positivos de la
comunicación familiar, el compromiso con la unidad familiar, una actitud positiva
hacia las nuevas experiencias y desafíos, actitudes demostrativas de apoyos
emocionales, experimentar en conjunto sensaciones de complicidad y pertenencia,
capacidad de aprovechar y generar recursos, pasar tiempo en familia, las
habilidades para resolver problemas y la búsqueda de sentido.

FACTORES DE LA RESILIENCIA Y SU PAPEL EN EL BIENESTAR SUBJETIVO

La resiliencia se relaciona con el bienestar psicológico, ya que las personas resilientes


suelen ser capaces de mantener su salud física y psicológica, y de recuperarse más
rápidamente de eventos estresantes. El bienestar subjetivo incluye juicios cognitivos tales
como satisfacción con la vida, y respuestas emocionales ante los diferentes eventos como
sentimiento de emociones positivas. A lo largo de las tres últimas décadas, el bienestar
subjetivo ha sido objeto de creciente interés entre los teóricos de diferentes orientaciones,
tanto sociológicas como psicológicas, considerando la satisfacción con la vida como uno
de sus elementos importantes.

La satisfacción con la vida se define como la percepción subjetiva de la calidad de vida de


una persona, y goza de gran consideración porque está íntimamente relacionada con un
amplio rango de beneficios personales, conductuales, psicológicos y sociales. Dado que
el bienestar subjetivo ha sido consistentemente identificado como un importante factor
psicológico asociado al crecimiento positivo, la salud y el bienestar, es de gran relevancia
incrementar la comprensión de la satisfacción con la vida de modo que no es de extrañar
el interés por investigar los factores asociados a la resiliencia, con el objetivo de
promoverlos, y en definitiva contribuir a la calidad de vida.
Cuando se habla de los factores asociados a la resiliencia, son muchos los que se
proponen. Se pudieron distinguir dos grandes conjuntos: los recursos externos que se
encuentran fuera del individuo y los recursos personales que residen dentro del sujeto.

 Recursos externos
Leiva, Pineda y Encina (2013) encontraron en su estudio que el apoyo social
percibido tanto a nivel familiar como de las amistades han mostrado ser
significativos en su relación con la resiliencia, lo que también es consistente con
investigaciones previas que han vinculado la calidad de las relaciones sociales con
el ajuste positivo. Más concretamente, dentro de la familia se enmarcan: la crianza
efectiva, la relación cercana con un adulto que proporciona cuidado, familias que
proporcionan apoyo, calidez, estímulo y ayuda parental, cohesión y cuidado, creer
en el niño, no culparlo, apoyo marital, valoración de los talentos o pasatiempos del
niño, apego parental, unión familiar y menores niveles de discordia entre los
padres. Fuera de la familia se destaca: la unión a los maestros, la participación en
actividades extracurriculares, estar menos involucrados con sus compañeros
delincuentes y mantener relaciones con compañeros con conductas prosociales.
También se ha visto la importancia de contar con un vecindario de calidad, una
escuela que proporcione experiencias de apoyo, y el acceso a buenos servicios
sociales y de salud.
 Recursos personales
El autoconcepto se refiere a la percepción que tiene el individuo de sí mismo,
basado en sus experiencias con los demás y en las atribuciones de su propia
conducta, que involucra componentes emocionales, sociales, físicos y
académicos. Se ha encontrado que el autoconcepto y también el autocontrol están
relacionados con resultados. En relación al constructo anterior, concretamente al
componente emocional, la autoestima es uno de los recursos personales más
consistentes en estudios longitudinales y transversales relacionados con la
resiliencia. Esta asociación positiva es coherente con otros estudios. También se
ha comprobado que el locus de control interno actúa como un factor protector que
ayuda al niño y al adolescente a desarrollar resiliencia. González-Arratia, Valdez,
van Barneveld y González (2012) encontraron que los grupos con mayor
resiliencia puntuaban más alto tanto en locus de control interno como en estilo de
afrontamiento directo (de enfrentamiento a los problemas). El estilo de
afrontamiento se refiere al conjunto de técnicas cognitivas y comportamentales
que un individuo emplea para manejar las situaciones de estrés, habiendo dos
estilos en general: el afrontamiento centrado en el problema, cuyo objetivo es
eliminar la situación estresante, y el afrontamiento centrado en la emoción cuyo
propósito es el de eliminar el malestar emocional que se produce como
consecuencia de la situación estresante.

CONCLUSIONES

En vista de los beneficios que supone la resiliencia para el bienestar físico y mental de las
personas, no nos sorprende el gran interés por el estudio de este concepto. A pesar de
que con la investigación, haya sido ingente la cantidad de factores resilientes propuestos,
numerosas las definiciones y modelos que tratan de explicar cómo se produce el proceso
resiliente, y de esclarecer los conceptos con los que ha sido intercambiada en ocasiones,
debemos ser conscientes que lo más importante de este concepto es que supone una
muestra del potencial humano, un cambio de mirada de los aspectos negativos y
limitaciones del individuo a sus capacidades y posibilidades Los acontecimientos
traumáticos, las adversidades y las amenazas son inherentes al ciclo vital, de modo que,
cobra especial relevancia el estudio de un constructo como la resiliencia, que pone de
manifiesto las cualidades y factores que poseen o tienen a su alcance las personas.

En otras palabras, la resiliencia es algo más que simplemente recuperarse, supone


extraer algo positivo y aprender de lo ocurrido, de avanzar con su vida y sacar provecho
de los acontecimientos negativos que son, en ocasiones, inevitables. Por otro lado, en
muchos casos, es más útil aumentar la resiliencia que intentar disminuir o eliminar los
riesgos. Consecuentemente, y sabiendo que todos los elementos que participan en la
resiliencia pueden ser promovidos ya que ésta es un 20 proceso, es decir, que cualquier
persona con mayor o menor dificultad, sabiendo que a lo largo de su vida tendrá que
enfrentarse a dificultades, puede aprender a emplear recursos y desarrollar cualidades
que le permitan sobreponerse y salir enriquecido. Porque el objetivo último de la
psicología y de las personas en general, es que los individuos sean felices, tenemos el
compromiso de seguir profundizando en este concepto.
BIBLIOGRAFIAS

Paginas web

- https://www.afphabitat.com.pe/aprende-de-prevision/desarrollo/que-es-resiliencia/
- http://tauja.ujaen.es/bitstream/10953.1/956/1/TFG_SevillaMartin%2CVanesa.pdf
- https://www.apa.org/topics/resilience/camino
- https://definicion.de/resiliencia/

También podría gustarte