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Departamento de Sociología

Población y Sociedad
Docentes a cargo
Manuel Canales
Fernando Baeza

Control 1
Introducción a la demografía
por Francisca Alexandra Padró Queiruga

2. Se dice que la demografía tiene un alma biológica y otra social. Desarrolle esta
afirmación mediante un ejemplo del efecto estructura de edad en la dinámica
poblacional de una sociedad.
La afirmación de que la demografía tiene un alma biológica y otra social se puede
comprender desde el planteamiento que realiza Livi-Bacci, para lo cual se hace necesario
comenzar con la definición que el propio autor entrega del objeto de estudio de esta
disciplina: la población. Según Livi-Bacci (1993) la población se entiende como “un
conjunto de individuos, constituido de forma estable, ligado por vínculos de reproducción e
identificado por características territoriales, políticas, jurídicas, étnicas o religiosas”
(pág.9), por lo que la demografía estudiaría los procesos que determinan la formación, la
conservación y la desaparición de poblaciones, las que corresponden a las variables de la
dinámica o flujo de estas, que son la fecundidad, la mortalidad y las migraciones o
movilidad.
El autor expone los componentes básicos de la población y de su estructura, así, los
individuos son sus unidades básicas y los elementos compuestos son las parejas, la familia,
la comunidad, etc. El conocimiento de las características de los individuos como el sexo, la
edad, el estado civil, etc. permiten a la disciplina construir un perfil que pueda ser de
utilidad para la interpretación de la dinámica poblacional (Livi-Bacci, 1993). De esta
forma, las variables de la fecundidad, la mortalidad y la movilidad pueden ser entendidas a
partir de los propios individuos que constituyen la población, desde estos mismos como
desde las relaciones que pueden establecer.
Así, Livi-Bacci (1993) afirma que la demografía tiene dos almas; una biológica y otra
social, desde las que se pueden comprender los fenómenos demográficos. La fecundidad, la
mortalidad y las migraciones se pueden entender tanto desde procesos biológicos como
sociales. Por una parte, las características biológicas del ser humano como especie
determinan la capacidad reproductiva, en cuanto a la edad fértil de las mujeres, como la
longevidad que puedan tener, e incluso la movilidad puede ser explicada desde la capacidad
física y psíquicas del individuo, que como sostiene el autor “no se emigra cuando se es
débil, ya sea por falta o por exceso de años vividos” [CITATION Liv93 \p 13 \l 13322 ] . Por otra
parte, los factores culturales y religiosos, como también el conocimiento de técnicas de
anticoncepción, entre otros, pueden incidir en el nivel de fecundidad de una población, y el
tipo de alimentación, el desarrollo de la tecnología médica, las condiciones sanitarias, entre
otras, condicionan la mortalidad. De esta forma, “existe, entre los factores naturales y
sociales por un lado y los fenómenos demográficos por otro, una interacción recíproca que
no se limita al efecto de los primeros sobre los segundos, sino que también, aunque con
diferente intensidad, se da en sentido inverso” [CITATION Liv93 \p 14 \l 13322 ].

Así, si se observa un país con un alto nivel de fecundidad, se puede interpretar, desde el
alma biológica, que es una población con una alta presencia de mujeres en período fértil
(entre 15 y 49 años) debido a su capacidad reproductiva, y, desde el alma social, como
resultado de un alto nivel de nupcialidad que reúne a dos personas con fines reproductivos
y que, por tanto, no se utilicen en gran medida los métodos anticonceptivos desarrollados.

3. Es común señalar que la sociología y la demografía se han dado la espalda


mutuamente. Refiera a esta falta de diálogo a partir de la disputa Marx-
Malthus o en base a los argumentos de Davis, Levi-Bacci o Alejandro Canales.
Para comprender la distancia entre la demografía y la sociología se hace necesario señalar
el inicio de la primera disciplina. Según Davis (1973) la demografía surgió como disciplina
formal con anterioridad que la sociología, teniendo sus orígenes en la economía, la
estadística, la medicina y la biología. Esta se interesó por el estudio de las poblaciones
humanas; tanto por su composición como por su evolución. Así, se propuso describir,
analizar y comprender los mecanismos que rigen su dinámica, acercándose a una
comprensión de su objeto de estudio como un fenómeno físico, natural, distanciándose de
las dimensiones sociales que inciden en esta.
Es interesante la definición que hace la demografía de su objeto de estudio, así, Livi-Bacci
(1993) señala que la población se entiende como “un conjunto de individuos, constituido de
forma estable, ligado por vínculos de reproducción e identificado por características
territoriales, políticas, jurídicas, étnicas o religiosas” (pág.9), de lo que se puede desprender
que población es un concepto altamente abstracto para referirse a un agregado de personas
desprovistas de sus complejas relaciones sociales vinculadas con la estructura social de la
que son parte, una gran diferencia con la comprensión sociológica.
En esta línea, Canales (2001) señala que esta conceptualización de población fue posible a
partir del siglo XVII tras las transformaciones que trajo consigo la modernidad, en el que se
pasó desde un concepto “basado en la exclusión y otros factores de distinción de clases,
grupos, etnias, géneros, individuos en general” a uno “incluyente por medio de la
abstracción de tales diferencias y desigualdades sociales” (pág.385), debido a los principios
liberales promovidos de la libertad y la igualdad entre todos los hombres, así, “el ‘pueblo’
corresponde a la suma o agregado de todos los individuos, haciendo abstracción de las
estructuras sociales que los ubican en posiciones diferentes y desiguales”, lo que supone “la
preeminencia del individuo por encima de factores sociales, económicos y políticos”
[CITATION Can01 \p 386 \l 13322 ] . Por consiguiente, la problematización que se hizo de la
población y su crecimiento fue a partir de la cantidad de individuos que la constituyen y no
de sus dimensiones sociales, siendo Robert Malthus uno de los primeros en formular este
problema, en particular su relación población-recursos, en la que señala que “la capacidad
de crecimiento de la población humana rebasa con mucho la capacidad de crecimiento de
los recursos materiales para dar alimento y sustentar la reproducción económica y social de
dicha población” (Canales, 2007, pág.3).
Lo expuesto anteriormente entrega luces de la oposición al planteamiento sociológico que
se hizo de la demografía, desde la cual no se considera que haya leyes naturales que rijan
las dinámicas de la población, sino más bien responden al modo de producción que la
sociedad tenga. De esta forma, se presenta el Enfoque Histórico Estructural, señalando que
cada régimen social de producción y reproducción socioeconómica tiene su propio régimen
de población, por tanto se comprende que la “explosión demográfica” no es un obstáculo
como tampoco un motor de desarrollo, sino más bien el resultado del proceso de
modernización, viéndose ahora como una “sobrepoblación relativa”, y por consiguiente, “el
crecimiento explosivo es la base demográfica para la generalización de un excedente de
población” (Canales, 2007, pág.6) útil para la reproducción del sistema capitalista.

4. La teoría de la transición demográfica ha sido criticada por su desajuste a la


realidad. Utilizando ejemplos, señale un aspecto en que la teoría presente un
buen ajuste a la empiria y otro en la que la teoría no se condiga con la realidad.
La Teoría de la Transición Demográfica se propone explicar el fenómeno del cambio
demográfico en el paso de una sociedad agraria y tradicional hacia una sociedad industrial y
moderna, en el que se transiciona desde altos niveles de fecundidad y mortalidad hacia
bajos niveles de estas variables del flujo demográfico, que en ambos casos presenta bajo
crecimiento poblacional. Esta transición indica el proceso de modernización del
comportamiento demográfico de la población el que se relaciona con los procesos de
desarrollo económico que las sociedades experimentaron. Así, el crecimiento demográfico
explosivo entre estas dos etapas se presenta como el resultado de la modernización, la que
consiste en un ajuste de este proceso en las estructuras sociales transformadas (Canales,
2007).
Respecto al ajuste que la TTD puede o no tener con la realidad, Arango (1980) examina la
teoría a partir de la generalización histórica en la que se sustenta, pero señala la dificultad
que supone el asegurar cuáles descubrimientos empíricos contradicen la teoría y cuáles no,
debido a que “son tantas las versiones existentes que los nuevos hallazgos empíricos
frecuentemente resultan incompatibles con algunas versiones y no con otras” (pág.175),
dependiendo de las vertientes que de estas se adopten. Esta dificultad se debe
principalmente a que la experiencia histórica presenta una gran variabilidad, pero estas
anomalías empíricas no niegan la noción de una gran transición demográfica, “lo que
ocurre es que tal secuencia es más compleja y variada, menos uniforme, de lo que los
proponentes de la teoría suponían; y, más aún, que la teoría o no especifica mucho acerca
de timing, lags, umbrales, etc., o incurre de nuevo en generalizaciones abusivas con las que
la experiencia histórica no siempre se compadece” (Arango, 1980, p.196).
Siguiendo con lo anterior, Arango (1980) señala que es cuestionable también la relación
básica entre el crecimiento económico moderno con los descensos seculares de fecundidad
y mortalidad. Así, la TTD establece causalidades, muchas veces, mecanicistas y, por tanto,
no lo suficientemente justificadas y reduciendo o sin considerar los factores sociales y
culturales que pueden incidir en los cambios demográficos. Estos cuestionamientos se
pueden ver reflejados en los cambios experimentados en las tasas de mortalidad de países
como Burundi y Suecia en los últimos setenta años.
Suecia es un caso ejemplar para demostrar la TTD, principalmente porque esta se desarrolló
observando a países desarrollados económicamente como este. Teniendo esto en
consideración, a medida que el ingreso per cápita aumenta en este período, la tasa de
mortalidad va disminuyendo, la cual se ve acrecentada durante la década de los noventa
debido al efecto de la estructura de edad en la que la población más envejecida comenzó a
fallecer, pero nuevamente descendió debido al aumento de la inmigración, rejuveneciendo
la población. Por otra parte, se encuentra Burundi, el cual sufrió incrementos en sus
ingresos en ciertos períodos pero los que descendieron en otros, manteniéndose en general
en niveles bajos, pero a pesar de aquello la tasa de mortalidad fue decreciendo con el pasar
de los años, demostrando que la teoría no es capaz de ajustarse a la realidad de este país, y
lo que se puede explicar desde las políticas multilaterales internacionales de ayuda en las
mejoras de las condiciones sanitarias y de salud, y que, por lo tanto, no responden al
desarrollo propio de su sistema económico como señala la teoría.
Bibliografía

Arango, J. (1980). La teoría de la transición demográfica y la experiencia histórica. Revista


Española de Investigaciones Sociológicas(10), 169-198.
Canales, A. (mayo-agosto de 2001). Discurso demográfico y postmodernidad. Una revisión
crítica del pensamiento malthusiano. Estudios Sociológicos, XIX(2), 381-417.
Canales, A. (2007). La demografía latinoamericana en el marco de la postmodernidad.
Revista Latinoamericana de Población, 1(1), 1-17.
Davis, K. (1973). La sociología del comportamiento demográfico. San José, Costa Rica:
CELADE.
Livi-Bacci, M. (1993). Introducción a la demografía. Barcelona: Ariel Historia.

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