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Teatro Aplicado Teatro Museos
Teatro Aplicado Teatro Museos
Tomás Motos
Director de Máster en Teatro Aplicado
(Universidad de Valencia)
I. TEATRO APLICADO
Desde las dos últimas décadas del pasado siglo empieza a utilizarse en el ámbito
anglosajón el término teatro aplicado para referirse al uso del teatro en otros escenarios
y con otras finalidades distintas a las del teatro convencional.
Este teatro, diferente, no se hace únicamente con la intención de comunicar un mensaje
con un formato estéticamente bien elaborado, sino que su foco está dirigido a ayudar a
las individuos o colectivos (sociedades u organizaciones) con carencias en alguna
dimensión personal o social vivida como privación y concretada en insatisfacción,
exclusión, marginación u opresión. Es decir, no es un teatro puro, sino que se trata de
un teatro aplicado. En nuestro ámbito este término empieza a ser reconocido y ya hay
algunas publicaciones que han tratado de sistematizar este campo1.
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Seríamos ilusos si pensáramos que a través de un espectáculo o actividad teatral vamos
a hacer que cambie un gobierno o que los mercados adopten políticas de reparto de las
riquezas y de respeto a los derechos humanos. Pero creemos en la utopía y hacemos
nuestro el proverbio africano que reza: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños,
haciendo pequeñas cosas, puede cambiar el mundo”.
Partiendo del principio de que se puede hacer teatro, incluso en los teatros y que todo el
mundo puede hacer teatro, incluso los actores -como nos enseñó Boal3- y partiendo de
que es un instrumento para el cambio, diseñamos el mapa del TA distribuido en cuatro
grandes territorios federados. El paisaje propio del primero es el cambio en el ámbito de
la educación formal, esto es, centrado en el espacio curricular y extracurricular. El del
segundo sería el territorio del cambio social, de la participación y del empoderamiento
tanto de los individuos como de las comunidades; esto es, el espacio de las estrategias
dramáticas como intervención socio-política. El del tercero ocuparía el territorio del
cambio personal y de los colectivos entendido como curación; el espacio de las
estrategias dramáticas en psicoterapia como aprendizaje socio-emocional. Y el cuarto,
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el del territorio del cambio corporativo y el de la formación dentro de la empresa; el
territorio de las estrategias dramáticas para el aprendizaje y para la mejora profesional.
Véase la figura 1.
Pero hemos de aclarar que las fronteras que separan estos territorios son flexibles y muy
permeables, y que en ocasiones, dependiendo de casos concretos, se pueden superponer,
porque se entreveran sus prácticas, se intercambian sus profesionales o se alternan sus
participantes. Ocurre igual que con los territorios que ocupan las manadas de animales,
como nos ha enseñando la etología.
En síntesis, el TA incluye las dos perspectivas que sugieren las etimologías de ‘teatro’ y
‘drama’. El primero es visión, y el segundo, acción. Ambas son necesarias en el trabajo
teatral con la persona y con los colectivos comunitarios. El TA es ver, participar y
reflexionar para luego actuar.
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modalidades: el Teatro para el Desarrollo, el Teatro popular, el Teatro en la Educación
para la Salud, el Teatro del Oprimido, el Teatro comunitario, el Teatro para el
Recuerdo, el Teatro en las Prisiones y el Teatro en el Museo. Concretemos brevemente
que es cada una de estas modalidades.
Teatro popular
Es un teatro del pueblo, un teatro que pertenece a la comunidad. Un teatro que se
expresa y crece en un contexto social concreto, que tiene una implicación de
compromiso con la cultura popular, que usa formatos atractivos y reconocibles por la
colectividad en la que se representa y que está implicada en los asuntos puestos en
escena. A esta forma teatral también se le llama ‘teatro basado en la comunidad’.
Teatro Comunitario
Esta modalidad pone el énfasis en la creación y representación de espectáculos
realizados por los miembros de una colectividad. Es un proceso que resalta la
participación de los actores y de los espectadores y que conduce a una indagación
ideológica y ética con vistas a reflexionar sobre la identidad comunitaria. El TC está
enraizado en un entorno muy particular y dentro de este contexto, tanto los participantes
como los asuntos tratados son locales (Prendersgast y Saxton, 2009: 135)4.
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Teatro en la Prisión
Se refiere tanto a las obras de teatro, a los espectáculos, como a los talleres de
dramatización creados por, con y para reclusos. Los objetivos de este tipo de trabajo
incluyen diversión, juego, rehabilitación, transformación y psicoterapia.
El Teatro Museo (TM) es una modalidad del TA. Implica a los visitantes de los museos
en actividades dramáticas para mejorar su experiencia durante su estancia en el espacio
museístico. Recurre a los juegos y simulaciones teatrales con fines educativos,
informativos y de entretenimiento. Por lo general, esta tarea es realizada por actores
profesionales, que representan un personaje -o personajes- utilizando la narrativa
dramática.
En esencia, el TM es una simulación de la vida en otro tiempo. Una forma teatral que
pretende el entretenimiento y la educación de los visitantes a los museos o a los lugares
del patrimonio histórico. Pretende crear sensaciones apelando al sentimiento y a la
emoción del espectador; romper la barrera del tiempo y revivir los hechos en primera
persona, desde una experiencia propia y subjetiva; permitir enlazar nuestro tiempo y el
de las personas que crearon los artefactos mostrados en el museo y conseguir que el
visitante tenga una experiencia positiva al tiempo que aprende.
El Teatro Museo (TM) implica a los visitantes de los museos en actividades dramáticas
para mejorar su experiencia durante su estancia en el museo. Recurre a los juegos y
simulaciones teatrales con fines educativos, informativos y de entretenimiento. Por lo
general, esta tarea es realizada por actores profesionales, que representan un personaje -
o personajes- utilizando la narrativa dramática.
El TM se trata “[d]el uso del teatro y de las técnicas teatrales como instrumento de
mediación del conocimiento y de comprensión en el contexto de la educación en los
museos”. Para esta modalidad conocida como museum theatre, también se utilizan en
inglés los términos live interpretation y living history (Bridal, 2004)6.
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Es conveniente aclarar que el término museo se refiere a cualquier institución de
aprendizaje cultural o informal, incluido, pero no limitado, al arte o a la ciencia. En este
sentido hay que incluir los museos para niños, los de historia natural, los museos de
historia, los lugares históricos, los zoológicos y acuarios, los jardines botánicos, los
parques y jardines, las librerías, los centros culturales y las galerías de arte.
1. Formas de representación en el TM
Las posibilidades de representación en los museos, según el borrador de buenas
prácticas recomendadas por la IMTAL, pueden adoptar algunas de las siguientes
formas:
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y las necesidades de los visitantes.
- Historia viva. Este término es muy amplio y se utiliza para describir ambientes
históricos recreados y a las personas que en ellos vivían. Un ejemplo paradigmático de
esta modalidad son las actividades que realiza el Museo del Pueblo Noruego de Oslo.
2. Críticas y retos de TM
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Ventajas Desventajas
- Utilización de la historia social para - Alto coste
presenter las distintas visionses de la
gente, el paisaje, el trabajo y el pasado. - Necesidad de constante entrenamiento
- Las exposiciones utilizan los artefactos - Tendencia a una visión romántica del
contextualizados. pasado
Por su parte Anthony Jackson, Paul Johnson, Helen Rees Leahy, Verity Walker10
realizaron una investigación en tres museos donde se realizaron actividades de teatro y
encuestaron con diversas técnicas (incluido el dibujo) a grupos escolares del Reino
Unido que asistían. Los resultados fueron los siguientes:
1. Tanto los grupos control como los grupo experimentales manifestaron que las
experiencias de aprendizaje en el museo eran más reales y valiosas que las de clase.
3. Los grupos experimentales hallaron que la experiencia narrativa guiada les ayudaba a
entender mejor. Para ellos las narraciones dramatizadas dieron un enfoque particular a
la vista y fomentaron una experiencia más unificada y centrada.
4. Ambos grupos fueron capaces de recordar con gran detalle dos meses después,
aunque los grupos que asistieron a la dramatización recordaron mejor.
En síntesis, el TM como una de las modalidades del TA, permite al visitante jugar a ser
otro, aproximarlo lúdica y vivencialmente al patrimonio cultural y democratizar la
cultura11. Además es un excelente medio de aprendizaje, pues la memoria guarda mejor
aquello que le emociona, y convierte la historia en algo más cotidiano. Por otra parte,
trata de transmitir conocimiento y emociones positivas, respeto y estima por la cultura
común. Y finalmente, desacraliza el espacio museístico, convirtiendo el “templo de las
musas” en un espacio democrático apto para el juego y apto para todos los públicos.
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1
Motos, T.; Navarro, A.; Ferrandis, D. y Stronks, D. (2013). Otros escenarios para el teatro.
Ciudad Real: Ñaque.
2
Judith Ackroyd (2000). “Applied Theatre: Problems and Possibilities” en Applied Theatre
Researcher/IDEA Journal, Number 1, 2000.
http://www.griffith.edu.au/_data/assets/pdf_file/0004/81796/Ackroyd.pdf
(consultada, 26-8-2012)
3 Boal, A. (1974). Teatro del Oprimido. Buenos Aires: Ediciones de la Flor. Nueva edición en