Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Concepto de Soberanía
La soberanía, según la clásica definición de Jean Bodin en su obra de 1576, “Los seis libros
de la República”, es el «poder absoluto y perpetuo de una República»; y soberano es quien
tiene el poder de decisión, de dar leyes sin recibirlas de otro, es decir, aquel que no está
sujeto a leyes escritas, pero sí a la ley divina o natural. Pues, según añade Bodin, «si
decimos que tiene poder absoluto quien no está sujeto a las leyes, no se hallará en el
mundo príncipe soberano, puesto que todos los príncipes de la tierra están sujetos a las
leyes de Dios y de la naturaleza y a ciertas leyes humanas comunes a todos los pueblos».
La soberanía es una cualidad inherente al Estado, desde el momento en que forma parte
de su misma naturaleza y de su propia realidad.
La soberanía es la cualidad o voluntad que el pueblo tiene sobre el poder que posee un
estado, es un poder absoluto y perpetuo, la máxima autoridad que existe dentro de un
estado. Asimismo es el poder absoluto que ejerce un estado sobre un territorio determinado,
y está fundamentada por la ley (constitución).
Al recaer la soberanía sobre el pueblo, este delega facultades a sus representantes, los
gobernantes, para que ejerzan las soberanía y velen por ella, es decir por los intereses y
voluntades soberanos del pueblo.
La Constitución Política de Costa Rica, que viene rigiendo los destinos de los costarricenses
desde 1949 a la fecha, establece la soberanía del país, de acuerdo a sus artículos del 1 al
9 y el artículo 12.
La soberanía se puede considerar en dos aspectos diferentes, uno interno y otro externo.
1
Carácter o dimensión interna de la soberanía: En el orden interno, la soberanía del
Estado se manifiesta en su capacidad de libre determinación, en la de adoptar una
Constitución y una forma de Gobierno, de dictar la legislación, administrar justicia y ejercer
dominio y jurisdicción exclusiva en su propio territorio
Carácter o dimensión externa de la soberanía: Por otra parte, el carácter externo hace
referencia a la independencia que tiene un Estado del poder que ejerce otro, en un territorio
y población diferentes, en otras palabras, un Estado en particular es soberano mientras no
dependa de otro Estado.
Por otra parte, la soberanía se puede comprender desde dos perspectivas, una
jurídica y una política.
La soberanía jurídica: es aquella a través de la cual un Estado puede tomar contacto con el
mundo, con lo internacional, a través de su participación en diferentes organizaciones
internacionales, tratados, pactos y compromisos diplomáticos, entre otros.
La soberanía política: Es aquella que hace alusión a poder del Estado de imponer todo
aquello que le parezca necesario.
Aunque se piense que cada Estado ejerce su soberanía jurídica y política, no es así en
todas las naciones. Existen casos en los que el Estado puede tener la soberanía jurídica,
sin embargo, su soberanía política depende de los dictámenes de otras naciones en cuanto
a su desarrollo social, político y económico.
CARACTERÍSTICAS DE LA SOBERANÍA
2
la soberanía con los demás integrantes de la nación, como individuo particular no puede
adjudicarse la soberanía como propia.
Limitaciones de la Soberanía.
Una de estas es que fuera del bien público temporal, fuera de sus funciones encaminadas
a lograrlo, el Estado ya no es soberano, porque ya no es competente.
El estado solo es soberano dentro del campo mismo de la esfera en que debe desarrollar
su actividad. Fuera de esa esfera, la soberanía no existe.
La esfera de lo privado y de lo público debe ser señalada en forma precisa, lo mismo las
normas constitucionales que expresan los derechos de la persona humana y las garantías
correspondientes a esos derechos.
El Estado, considerado desde un punto de vista sintético, presenta otro de sus caracteres
esenciales, la sumisión al Derecho. Ya estudiamos, en un capítulo especial, las relaciones
entre el Estado y el Derecho.
3
Enmarcando a la soberanía de una manera objetiva, existen límites que provienen de la
misma naturaleza del Estado, que se derivan de su fin y de su misión. Estos límites son
establecidos, son precisados por el Derecho, al cual el Estado se encuentra sujeto y al que
no puede renunciar sin apartarse de su misma constitución esencial. Este Derecho que da
estructura al Estado, que norma su actividad, constituye una rama especial, con
características definidas. Es el Derecho Público, que se distingue de la otra rama,
constituida por el Derecho privado, enfocado hacia la regulación de las relaciones
interindividuales.
El Derecho público se caracteriza por su función estructural y reguladora del Estado, como
autoridad, pero debemos tener en cuenta que el orden jurídico en su totalidad y unidad es
el que estructura y riñe las actividades de la sociedad humana que está en la base del
Estado, y que en realidad constituye su naturaleza.
El Derecho, tal como hemos afirmado al estudiar las relaciones del orden jurídico con el
Estado, y al analizar el problema de "Estado y Derecho", es también, al igual que el poder,
un ingrediente esencial de la comunidad política. Un Estado sin poder soberano es
inconcebible, y un Estado con poder soberano que no esté sometido al Derecho, no es tal
Estado, sino un simple fenómeno de fuerza.
Se afirma que la soberanía tiene un límite racional y objetivo, constituido por la misión que
tiene que realizar el Estado, por el fin hacia el cual se orienta su actividad, y este límite, esta
competencia, se encuentra enmarcada por el Derecho, por las normas jurídicas. En esta
forma, la soberanía se encuentra - sometida al Derecho.
Existe un límite negativo de la competencia estatal, constituido por lo temporal y .lo público.
Al afirmar lo anterior, establecemos un límite de competencia a la soberanía. El Estado no
tiene facultades para rebasar el terreno, la esfera de lo temporal y de lo público. El Estado
no puede inmiscuirse en la esfera individual, ni aun en el dominio de los intereses
exclusivamente privados. Pero al lado de ese límite negativo, debemos encontrar la esfera
propia de acción de la soberanía; debemos encontrar una norma positiva de su actividad.
Una norma positiva de la soberanía.
Esta norma positiva consiste en la realización del bien público. El campo específico de la
soberanía del Estado implica una norma positiva. Esta norma positiva la constituye la
realización de un programa, que consiste en la obtención efectiva del bien público, en sus
diversos elementos de orden y de ayuda materiales y morales. En este punto también
existen divergencias de la doctrina, en cuanto a la forma en que debe desarrollar el Estado
su actividad para obtener el bien público.
BIBLIOGRAFIA
- Posada, Adolfo: Tratado de derecho político, tomo I. Introducción. Cap. II Madrid, 1935
- Heller, Hermann: Teoría del Estado. Sección tercera, Parte III Fondo de Cultura Economía, México, 1942
- Sánchez Agesta, Luis: Lecciones de Derecho Político. Introducción, cap. II Granada, 1945
- Jellinek, Georg: Teoría General del Estado. Libro Primero. Investigaciones Preliminares. Ed Albatros. Buenos Aires,
1943