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REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA EN INTELIGENCIA Y SALUD EMOCIONAL EN LA

EDUCACIÓN FRENTE A LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE


CONTEXTUALIZADO EN LA PANDEMIA COVID – 19 COMO UNA ALTERNATIVA
PARA TRABAJAR DESDE LA GERENCIA EDUCACIONAL

BIBLIOGRAPHIC REVIEW ON INTELLIGENCE AND EMOTIONAL HEALTH IN


EDUCATION FACING THE TEACHING-LEARNING PROCESSES
CONTEXTUALIZED IN THE COVID-19 PANDEMIC AS AN ALTERNATIVE TO
WORK FROM THE EDUCATIONAL MANAGEMENT

Ana Elizabeth Bernal Martínez1


Yeny Fernanda Cely Rojas1

1
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

RESUMEN.

Dentro de este estudio, se realizó una revisión bibliográfica sobre la inteligencia - salud
emocional de estudiantes y docentes, teniendo en cuenta el contexto que se está viviendo a causa
de la pandemia Covid – 19 y como se ha manejado desde la perspectiva de la gerencia
educacional. Tras una introducción se exponen 5 categorías: a) Importancia de la salud emocional
en el sistema educativo, b) Investigación educativa sobre emociones, c) Inteligencia y salud
emocional, d) Educación en emociones en la escuela y e) Vinculación de la inteligencia y salud
emocional con la gerencia educacional; cuya metodología se desarrolló en 5 fases: Fase I)
Búsqueda detallada en las bases de datos, Fase II) Vinculación de las citas bibliográficas a una
matriz (Excel), Fase III) Análisis documental de las citas bibliográficas de los artículos
seleccionados en la primera fase, y Fase VI) Análisis documental de las citas bibliográficas de los
proyectos o documentos seleccionados en la primera fase. Se puede observar los distintos
estudios sobre la salud e inteligencia emocional en la educación, reflejando que hay muy pocos
estudios que lo contextualicen con los efectos de la pandemia; y la escasa participación del sector
educativo en estas investigaciones, viendo que destacan médicos y psicólogos como autores de
las mismas, sumando la ausencia de publicaciones de artículos, documentos, proyectos, etc, de
autores colombianos frente al tema de la pandemia en relación con la salud emocional en la
educación, en donde, vemos que los países que se destacaron y adelantaron estudios y se
comprometieron con la situación actual de la educación y los impactos generados fueron México,
Argentina y España. También se observa que no se encuentra ninguna investigación en donde el
gerente educacional sea participe o se relacione con el tema de la salud e inteligencia emocional
en la educación.

Palabras clave: Salud emocional, inteligencia emocional, educación, gerencia, pandemia,


aprendizaje.

ABSTRACT.

With a view to the learning process, a literature review was conducted on the intellectual and
emotional health of students and teachers, taking into account the context that is being
experienced due to the Covid-19 pandemic and how it has been handled from the perspective of
educational management. After an introduction, 5 categories are presented: a) Importance of
emotional health in the educational system, b) Educational research on emotions, c) Intelligence
and emotional health, d) Education in emotions at school and e) Linking intelligence and
emotional health with educational management; whose methodology was developed in 5 phases:
Phase I) Detailed search in databases, Phase II) Linking bibliographic citations to a matrix
(Excel), Phase III) Documentary analysis of the bibliographic citations of the articles selected in
the first phase, and Phase VI) Documentary analysis of the bibliographic citations of the projects
or documents selected in the first phase. It is possible to observe the different studies on health
and emotional intelligence in education, reflecting that there are very few studies that
contextualize it with the effects on the health and emotional intelligence in education. and the
scarce participation of the educational sector in these investigations, seeing that doctors and
psychologists stand out as authors of the same, adding the absence of publications of articles,
documents, projects, etc, of Colombian authors regarding the subject of the pandemic in relation
to the emotional health in education, where, we see that the countries that stood out and advanced
studies and committed themselves with the current situation of education and the impacts
generated were Mexico, Argentina and Spain. It is also observed that there is no research in
which the educational manager is involved or related to the topic of health and emotional
intelligence in education.

Keywords: Emotional health, emotional intelligence, education, management, pandemic,


learning.

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INTRODUCCIÓN.

El mundo atraviesa una situación que ha dejado diversos ámbitos en crisis, al no tener los
instrumentos necesarios para sobrellevar y hacerse responsable de las problemáticas que trae la
pandemia, en Colombia la emergencia sanitaria causada por la pandemia COVID-19 comenzó el
12 de marzo de 2020 (Minsalud, 2020) y desde abril hemos vivido bajos las precauciones de
aislamiento y distancia física en los espacios públicos. El gobierno colombiano ha afrontado
restos inéditos en la pandemia, sin duda alguna la principal ha sido “la salud” que ha tenido la
dura y larga tarea de luchar en la primera línea a este virus agresivo, seguidamente enfrentamos
otro reto que dificulta el proceso de lucha contra el virus que es “la salud emocional” afectando
principalmente a niños y jóvenes, puesto que, “el confinamiento de la población inhabilitó entre
otros espacios públicos, a los entes educativos; perturbó ejes estructurales en su funcionamiento
dando paso a situaciones complejas que agudizaron los grandes problemas que la educación
enfrenta desde hace tiempo atrás” (Plá et al., 2020, p.32), causando de esta manera en la sociedad
junto con la comunidad educativa un impacto psicológico muy importante; esto fundamentado en
el informe Promoción del bienestar socioemocional de los niños y los jóvenes durante las crisis
de la UNESCO (2020, citado en Bosada, 2020):

El cierre de los centros educativos, la necesidad del distanciamiento físico, la pérdida de


seres queridos, del trabajo y la privación de los métodos de aprendizaje convencionales
han generado estrés, presión y ansiedad, especialmente entre los docentes, el alumnado y
sus familias (p.1).

La educación es uno de los ámbitos en los que más se ha generado conflicto, puesto que ha
obligado a todos los involucrados a un confinamiento que exige a llevar la educación presencial a
la virtualidad. Pero, ¿cómo se lleva a cabo una virtualidad en un país como Colombia?, un país en
el que aproximadamente “veinte millones de personas no tienen conexión a internet, y muchos de
los que sí la tienen, acceden únicamente a través de celulares, esto ocurre, sobre todo, en las
zonas rurales” (Botero, 2020). Además de los problemas del acceso al internet, el confinamiento
obligatorio por covid-19, se suma un conflicto un poco más trascendental como lo es manejar el
estrés emocional tanto en docentes como en estudiantes en esta situación desafiante, lo que
complica los procesos de enseñanza y aprendizaje a nivel general. Desafortunadamente no para
todas las personas la salud emocional es un factor relevante al momento de aprender, tal como lo
afirma Retana (2012), “no es conveniente si se pretende lograr el desarrollo integral del
educando” (p.2), puesto que es conveniente trabajar de la mano los aspectos cognitivos y los
aspectos emocionales.

Es por esto, que para el aprendizaje, las emociones son de gran influencia en especial los afectos
que contribuyen al desarrollo humano, ya que no existiría un verdadero proceso de aprendizaje si
no se tiene en cuenta las emociones que se relacionen con el vínculo amoroso, el cariño, el buen
sentido del humor entre otras, conociéndose como aprendizaje emocional, ya que, “a través de la

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asociación de un determinado estímulo con una emoción (condicionamiento), surge ese
aprendizaje y, por tanto, dichos estímulos dejan de ser emocionalmente neutros para adquirir un
valor o significado emocional” (Smith y Kosslyn, 2007, citado en Elizondo et al., 2018, p.39).

Con respecto a lo anterior, es importante cambiar el pensamiento tradicional, porque no se puede


separar: la razón en las emociones, en la pasión y los sentimientos, teniendo en cuenta que en
“toda crisis, desde guerras hasta pandemias como la que se vive actualmente por el COVID-19,
conlleva fuertes respuestas emocionales negativas, como pánico, estrés ansiedad, rabia y miedo”
(UNESCO, 2020), por ende, es importante:

Desarrollar en las personas habilidades de aprendizaje socioemocional ya que, ayuda a


que las situaciones estresantes se aborden con calma y con respuestas emocionales
equilibradas. Además, estas competencias permiten fortalecer el pensamiento crítico para
tomar decisiones mejor informadas en la vida (UNESCO, 2020).

Por eso es prudente realizar estrategias que permitan un mejoramiento frente a las emociones que
presentan los estudiantes, para la lo cual la gerencia educacional hace parte de ésta puesto que
está “(…) íntimamente ligada con la forma en que el gerente o director dirige e involucra a las
personas que tiene a su alrededor (…)” (Zúñiga & Badilla, 2009, p.148) y las estrategias que
busca para su mejora.

Además, como lo afirma López y Pérez, (2020):

La pandemia ha marcado un antes y un después en la educación. Gran parte de las


medidas que se han adoptado tienen que ver con el despliegue de modalidades de
aprendizaje a distancia, el apoyo y la movilización del personal y las comunidades
educativas, y la atención a la salud y el bienestar del alumnado. Sin duda, esta situación
pone en debate el sistema educativo y la profesión del docente. No obstante, esta crisis
puede ser una oportunidad para construir un nuevo modelo educativo que se ajuste a las
necesidades y demandas sociales y que prepare a los docentes y a los estudiantes ante los
desafíos del siglo XXI. (p.5).

Sumado a que Organismos internacionales como la UNESCO (2020, citado en López & Pérez,
2020) “revelan que la pandemia ha generado estrés, presión y ansiedad especialmente entre los
docentes, el alumnado y sus familias y ponen el acento en la necesidad de promocionar el
bienestar socioemocional durante la crisis” (p.5). Además, es el cuerpo principal que claramente
promueve e integra el avance en las capacidades emocionales requiere que la familia, el gobierno,
la escuela y los docentes actúen.

Es por esto que, en este artículo se quiere hacer énfasis en el interés que existe acerca de las
emociones, la salud mental, y el equilibrio que se debe tener en la educación para los estudiantes

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y los docentes para afrontar las transformaciones que se presentarán en el aprendizaje ante la
pandemia Covid 19, y que a partir de allí se puedan generar estrategias que permitan un
mejoramiento a las mismas como parte estratégica del gerente educacional.

Importancia de la salud emocional en el sistema educativo.

Desde el punto de vista educativo, la investigación de las ciencias emocionales está influenciada
por la ciencia en el siglo XX y considera la emoción como objeto de investigación. La razón es el
único concepto que permite a las personas pensar en la realidad, haciendo que las emociones sean
social y científicamente invisibles. En los últimos años, movimientos sociales como el feminismo
y el posmodernismo han permitido estudiar las emociones e incorporarlas al proceso educativo.

Gracias a publicaciones como Frames of Mind en 1983 e Inteligencias Múltiples en 1995 por
Howard Gardner se logró repensar acerca del concepto que tenía la educación conllevando a
considerar el papel que entra a jugar en las emociones dentro de la educación. También, bajo el
libro la Inteligencia Emocional (IE) por Goleman (1995) en donde plantea que la IE consistía esa
habilidad que poseía la persona para controlar tanto sus emociones y lo que siente, permitiendo
manejar sus acciones en concordancia con sus pensamientos.

En tal sentido, Greenspan (1998, citado en Garnica et al. 2017), resalta que:

Las emociones, y no la estimulación cognitiva, constituyen los cimientos de la


arquitectura mental primaria, este autor va mucho más allá en su planteamiento acerca de
la importancia de las emociones al argumentar que el papel fundamental de las emociones
es desarrollar, ordenar y coordinar algunas de las más importantes funciones del cerebro
(p.3).

En la actualidad, el mundo pasa por una situación que llevó a flaquear diferentes ámbitos, y la
educación en un esfuerzo por responder a la crisis opta por el uso de herramientas y habilidades
virtuales, teniendo en cuenta la importancia del control que se debe tener en las emociones, ya
que hay que tener en cuenta que no es suficiente que el estudiante maneje la tecnología
perfectamente si no cuenta con el interés, compromiso y confianza en el mismo.

A partir de la revisión e indagación que se realizó con los diferentes artículos de la matriz, se
encuentran las siguientes categorías:

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Investigación sobre las emociones en relación con la educación.

En una investigación reciente de la situación en que se encuentra la realización de investigaciones


seducativa acerca de la salud emocional, Pekrun (2005, citado en Rebollo et al., 2028) señala:

La escasa atención que han recibido las emociones en los procesos educativos durante el
siglo XX con dos notables excepciones: el estudio de la ansiedad relacionada con la
evaluación y el rendimiento (exámenes, test, etc.) y el estudio de la relación entre
emoción y motivación relacionada con el éxito y fracaso académico (culpa, orgullo, etc.).
En su análisis, Pekrun reconoce el escaso conocimiento del que disponemos aún sobre la
ocurrencia, frecuencia y fenomenología de las emociones en diferentes entornos de
aprendizaje y, muy especialmente, en el aprendizaje online. El estudio científico de las
emociones desde una perspectiva educativa ha estado marcado por la miopía de la ciencia
del siglo XX a tratar las emociones como objeto de estudio, las concepciones racionalistas
y empiristas dominantes en la ciencia moderna han derivado en una invisibilidad social y
científica de las emociones y, como consecuencia en una invisibilidad de metodologías
científicas y de modelos pedagógicos aplicados (p.3).

Estos estudios han apoyado el concepto del ser humano como existencia histórica y construida
socialmente con el entorno social, abriendo así la puerta al estudio de las emociones e
incorporándose al proceso educativo, puesto que, autores como Ekflides (2006); Etchevers
(2005); Aires et al., (2006); Rebollo et al., (2008), aseguran: “Que la relación emocional con
nuevas herramientas y contenidos de aprendizaje transpone una línea de estudio, demasiado
interesante en relación con el e-learning y la teleformación” (p.2). De esta manera, como lo
indica Rebollo et al., (2008) “El estudio de las resistencias, actitudes y emociones en relación con
el uso de las tecnologías como recurso de aprendizaje se muestra particularmente necesario para
reducir los índices de abandono y fracaso que presentan los modelos de e-learning”.
Observándose con mayor frecuencia se observa que el nivel de excelencia en la educación es
medida y evaluada a partir de una serie de factores en donde es tenido en cuenta el porcentaje de
abandono anticipado de los estudios.

Teniendo en cuenta la investigación de unos estudios realizados por Cabrera et al. (2006) se ve
claramente la sintetización de ciertos indicadores que tienen una fuerte relación con el abandono
anticipado en los estudios, entre los cuales resaltaron: baja autoestima, incapacidad de superar
obstáculos o realización de grandes esfuerzos para obtener triunfos, escasa integración académica
y social; además otros análisis realizados hace poco acerca de las dificultades escolares a través
de una mirada internacional muestra la amplia brecha que existe entre inclusión y exclusión que
se distingue con frecuencia en el ambiente educativo añadiendo otros indicadores asociados se
señalan situaciones referentes a la cultura de género y la regulación de las emociones (Marchesi y
Hernández, 2003; Rebollo, Hornillo y García, 2006).

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Por otra parte, Zins, Elias y Greenberg (2007) comentan que:

Para tener éxito en la escuela y en la vida, los estudiantes no sólo tienen que dominar lo
académico, sino también aprender a entender y manejar sus emociones, ser responsables y
cuidadosos, practicar el buen juicio y tomar decisiones sanas, ser capaces de tomar
opciones saludables y resolver conflictos, y estar dispuestos a contribuir a su comunidad
como ciudadanos constructivos, comprometidos y eficaces (p.4).

Inteligencia y salud emocional.

En este artículo, iniciamos a partir de la contemplación de autores como Salovey y Mayer, (1990)
Mayer y Salovey (1997) en la cual mencionan “que la inteligencia emocional está referida a la
habilidad de reconocer los significados de las emociones, razonar y resolver problemas basándose
en ellas, adoptando así un carácter cognitivo”.

A lo que Goleman (1995, citado en Surth, 2011), establece que:

Lo que se conoce comúnmente como inteligencia no nos garantiza el éxito y la felicidad


en la vida, tampoco determina lo bien o mal que pudiéramos manejar nuestras emociones.
La inteligencia emocional, por el contrario, nos ofrece la capacidad de sentir, entender,
controlar y modificar nuestros propios estados anímicos haciéndonos autónomos y dueños
de nuestras propias emociones. (p.7)

Por tanto, significa que al manejar bien nuestras emociones podemos ver efectos significativos
dentro de cualquier entorno, entendiendo que cada persona busca lograr un equilibrio emocional
que vaya de la mano con las distintas relaciones interpersonales, ganando así la motivación para
lograr las metas establecidas que encaminen hacia la realización de los objetivos planteados de
manera satisfactoria y que por supuesto presenten alegría y orgullo, considerando que cualquier
situación de las personas puede inquietarlos y por ende a las emociones que lo afectan
directamente, así como Surth ( 2011) lo indica:

(…) es necesario sentirse conforme y feliz dentro de ese cuerpo, llevar una vida colmada
de actividades que permitan la satisfacción plena de los anhelos y sueños que
atesoramos en lo más íntimo de nuestro ser. Sentirse saludable y equilibrado además
tiene que ver con sentirnos seres útiles, con capacidad de ser capaz de ayudar a otros y
encontrarle sentido a nuestra propia existencia (p.3).

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Se sabe que la salud mental busca una proporción o compensación entre la persona y sus
relaciones con el entorno de manera que pueda alcanzar un bienestar y que genere una vida
equilibrada y participativa “estado relativamente perdurable en el cual la persona se encuentra
bien adaptada, siente gusto por la vida y está logrando su autorrealización. Es un estado
positivo y no la mera ausencia de trastornos mentales” (Davini et al., 1978, citado en Tellería y
Vía 2006, p. 44).

En dicho aspecto, la salud emocional hace parte del diario vivir, ya que involucra a toda la
comunidad teniendo en cuenta que hace referencia a la relación de cada individuo y como está
conectado con las dinámicas que existen dentro de cada contexto , comprendiendo como cada
uno de ellos lleva a cabo sus intereses, destrezas y habilidades en las que incluye los diferentes
valores y sentimientos ( amor, cariño, respeto, etc) que permiten integrar las necesidades del día a
día que se presentan en la vida , así que la salud mental depende de los sentimientos consigo
mismo , con las demás personas que lo rodean y por supuesto el interés hacia responder a esos
ambientes que se presentan en la vida.

Así como lo menciona, Garnica, Brun, Martínez, García, y Vázquez, (2017) en años anteriores:

La educación sólo estaba orientada a la asimilación de los contenidos que marcaba cada
programa educativo dejando de lado el desarrollo de competencias para la vida,
enfocando toda la atención del profesorado en el desarrollo cognitivo y dejando de lado el
desarrollo emocional. Afortunadamente en la actualidad esta definición ha cambiado y se
ha brindado a la Inteligencia Emocional (IE) la importancia que requiere para formar
alumnos exitosos, con conocimiento de sí mismos y con el desarrollo asertivo de
habilidades sociales (p. 2).

En la educación desde hace años se ha venido trabajando de manera que se pueda integrar en el
alumno los distintos elementos inesperados que hacen parte del aprendizaje, entendiendo la
importancia de la salud emocional en el mismo, y esto ha permitido el desarrollo de
investigaciones para dicha solución para lo cual (Garnica et al., 2017) refiere que:

A diario nos encontramos frente a situaciones que desatan la presencia de ciertas


emociones que ponen a prueba nuestras capacidades emocionales. Es fundamental para el
proceso enseñanza-aprendizaje que el profesor dentro de su práctica docente lleve a cabo
la planeación de actividades que permitan el desarrollo de habilidades sociales y el control
de emociones de sus alumnos. En la actualidad el éxito académico está relacionado con la
forma en que controlamos nuestras emociones ya que el desarrollo cognitivo está
estrechamente relacionado con la inteligencia emocional. La educación en emociones
debe ser de manera espontánea y libre, en primera instancia en el contexto familiar, el
escolar y a través de la socialización con los otros (p.1)

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Así que resulta importante “(…) establecer la contribución de los factores relacionados con la
inteligencia emocional, al logro académico y profesional en estudios bien diseñados en los que se
controlen otras variables consideradas tradicionalmente muy importantes, tales como las
variables de personalidad y las variables intelectuales (…)” (Davies et al., 1998, citado en
Martínez y Rodríguez, 2015, p.180).

Cabe decir que, para el progreso integral de los estudiantes, es prudente que se establezca una
proyección de vida donde se les indique la dirección que deben seguir, en el cual les sea
integrado su mayor desarrollo potencial y habilidades (Cárdenas, 2006) , por ende para tener
mayor éxito, cada uno de ellos debe reconocer sus emociones y como responder cuando estas
surjan , para lo cual el ambiente en la familia es fundamental en el proceso de la educación
emocional , ya que ellos son los principales autores en donde deciden si fracasan o tienen éxito,
depende de ellos convertirse en seres excelentes en la cual tengan participación y cooperación y
colaboración del trabajo, dado que la escuela es un espacio donde los estudiantes pasan la mayor
parte de su tiempo y es fundamental que los maestros también brinden a sus estudiantes los
instrumentos adecuados para que contribuya al desarrollo de habilidades que vayan encaminadas
a la estabilidad emocional y que permitan enfrentar los nuevos desafíos que presenta la sociedad
en general.

Educación en emociones en la escuela.

Bosada (2020) a través de sus investigaciones menciona:

La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende


potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del
desarrollo humano, con objeto de capacitar para la vida y con la finalidad de aumentar el
bienestar personal y social", según la definen Rafael Bisquerra y Nuria Pérez,
investigadores de la Universitat de Barcelona.

El comportamiento del maestro dentro del aula es un trabajo cooperativo e interactivo con los
estudiantes todo el tiempo aunque es complicada puesto que no siempre el docente se da de
cuenta de ciertas situaciones que ocurren en este entorno, por ende aparece una diferencia entre
las metas académicas del maestro y su comportamiento real dentro del proceso de aprendizaje
(Surth, 2011), Así que, una de las finalidades del educador “(…) debe ser el formar alumnos con
un alto coeficiente emocional, a través del desarrollo máximo de sus capacidades y
potencialidades que les permitan un desarrollo socio-afectivo eficaz y eficiente para poder llevar
a cabo cualquier actividad encomendada” (Garnica et al., 2017.p 2). Por eso, resulta importante
que el docente genere confianza y sea ejemplar, en el sentido de que tenga un buen equilibrio
emocional en donde les muestre a sus estudiantes las diferentes opciones que existe para

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enfrentar diversas situaciones con una actitud de inteligencia emocional, es decir, de una manera
razonable, consciente y consecuente, en donde solucionen los conflictos pacíficamente que suelen
ocurrir en las aulas de clase, logrando tener una comunicación asertiva basada en la confianza y
el dialogo.

Ya como Garnica et al., (2017) lo indica:

Para dar solución a las tareas importantes o momentos difíciles de la vida diaria no solo
depende del intelecto, sino de las emociones que estas situaciones provocan y de cómo
reaccionan los sujetos ante ellas. Es importante que el docente para poder educar en
emociones, cuente con un equilibrio socio-afectivo, genere empatía y sea congruente en
su forma de dirigirse dentro del aula escolar y cuyo objetivo principal sea crear un clima
de respeto y confianza en donde el alumno pueda expresar libremente sus sin restricción
alguna y recibiendo retroalimentación para autorregular su conducta (p.2).

Así que para los docentes es importante poder llevar a cabo: la educación emocional, mantener el
equilibrio social y emocional, generar empatía y ser coherentes en la manera que generamos
distintas formas de comunicación en el aula de la escuela, pues, el propósito inicial es lograr
emerger un ambiente en donde haya respeto y confianza, para que el alumno manifieste sus
emociones abiertamente sin ningún tipo de restricción y a través de la retroinformación
autorregule la forma en que se comporta. Ya como lo explica Gómez y Gonzáles (2018), “el
enfoque emocional trata de mejorar el reconocimiento y la designación de las propias emociones,
así como la capacidad para entender las causas de los sentimientos y las acciones” (p. 16).

Además:

El reconocimiento de las emociones permite producir sentimientos que acompaña el


pensamiento. Si las emociones se ponen al servicio del pensamiento ayudan a tomar
mejor las decisiones y a razonar de forma más inteligente. El cómo nos sentimos va a
influir decisivamente en nuestros pensamientos y en la capacidad de deducción lógica. De
igual modo, hace referencia a entender lo que pasa a nivel emocional, integrarlo en el
pensamiento y ser conscientes de la complejidad de los cambios emocionales. (Gómez y
Gonzáles, 2018, p.16)

Vinculación de la inteligencia y salud emocional con la gerencia educacional.

Como lo menciona Chiavenato (2002, citado en Zúñiga y Alvarado 2009):

La práctica gerencial educativa está íntimamente ligada con la forma en que el gerente o
director dirige e involucra a las personas que tiene a su alrededor. Por supuesto, todas
estas prácticas están dentro de lo que se conoce como el proceso administrativo: planear,

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organizar, integrar al personal, es decir, todo lo relacionado con la contratación y la
administración de los recursos humanos, o sea, dirigir y controlar las actividades de la
institución educativa (p.148).

Es decir, que de cierta forma está estrechamente relacionada con las diferentes tareas tanto de los
alumnos como de toda la institución y que a su vez se vincula con las emociones de los sujetos y
como éstos pueden enfrentar las situaciones adversas que suelen presentarse en el transcurso de la
vida (desánimo por parte de los estudiantes), aquí es cuando el gerente educacional debe tener
todas las aptitudes necesarias para llevar a cabo la dirección y ser guía de los integrantes de la
comunidad educativa junto con los administradores económicos cuya intención es garantizar la
calidad de los servicios ofrecidos por la institución, también llevar a cabo un mejoramiento de la
aplicación del currículo que suele ser extenso y limitado, de los procesos de contratación de
docentes y personal administrativo, teniendo en cuenta las interrelaciones de la academia
educativa con la sociedad y el entorno (Graffe, 2002, p.6).

Por esto mismo, los procesos que están implicando un cambio en la sociedad ha venido exigiendo
la formación de generaciones nuevas que incluyan lideres trabajadores que sean comprometidos
con la honestidad y el compromiso, siendo ejemplares y tengan una visión conjunta en el cual
cumplan las funciones de administración y de esta manera propicien el desarrollo para el recurso
humano; “(…) todo ello para dar respuesta a las exigencias de una sociedad en constante
dinamismo, la cual demanda de dirigentes que conozcan y practiquen nuevos modelos de la
gerencia moderna, si esto es aplicado a la educación, repercutiría en grandes mejoras para la
sociedad” (Martínez, 2012). Así que, uno de los restos más grandes que debe afrontar los
directivos es generar cambios en los paradigmas, el cual necesita de la creación y la innovación
para llevar a cabo la dirección y planificación de los vínculos interpersonales, de esta manera se
puede propiciar un ambiente amable y positivo en las instituciones educativas (Arenas, 2015).

Por eso, las acciones que se ejercen en la gerencia de cada una de las organizaciones educativas
requieren de apoyo en el liderazgo y que sea efectiva, en donde contribuya al trabajo en equipo
de los actores del proceso, en la cual los directores de las instituciones educativas deben
implementar una estrategia efectiva, para así alcanzar las metas y los objetivos planeados que
conlleven a tener un buen proceso de enseñanza –aprendizaje.

Frente a estas circunstancias, estas organizaciones requieren de un personal directivo que


adopte posiciones de vanguardia a través de la implementación de modelos, dirigidos
hacia la eficacia del accionar pedagógico en donde se desarrollan actitudes, habilidades,
destrezas, intereses, y conductas que lo capaciten a enfrentar con éxitos los cambios
planteados (Martínez, 2012).

Y como lo corrobora Macías y Barreto, (2016):

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La motivación surge por la expresividad del líder, se estimula la creatividad y el
compromiso intelectual social, se promueve la actuación de otros, se celebra logros y se
reconocen las contribuciones individuales; estas son las características del futuro docente
si se desea que sea un agente poderoso y responsables de los cambios que vienen (p.344).

METODOLOGÍA.

La estrategia de estudio para la identificación del estudio de este artículo se divide en 4 fases:

Fase I. Búsqueda detallada en las bases de datos: EBSCO host, Education Source, Directory of
Open Access Journals (DOAJ) y en el buscador universal Google Scholar. Las palabras clave
empleadas fueron salud emocional, inteligencia emocional, pandemia Covid – 19, educación en
pandemia, gerencia educacional, influencia de las emociones en la educación.

Fase II. Vinculación de las citas bibliográficas a una matriz (Excel).

Fase III. Análisis documental de las citas bibliográficas de los artículos seleccionados en la
primera fase.

Fase VI. Análisis documental de las citas bibliográficas de los proyectos o documentos
seleccionados en la primera fase.

Se desarrolla la construcción del artículo teniendo en cuenta los siguientes paradigmas


investigativos:

Perspectiva Fenomenológica Epistemológica.

El proyecto se ubica en la perspectiva hermenéutica (el deseo de interpretar la situación), Se trata


de interpretar los hechos en su conjunto, comprenderlos y darles significado al grupo involucrado
en la práctica comunitaria, “pero el estilo ya no es predominantemente analítico en el sentido de
tratar de desbaratar un sistema y de dejarlo separado para poderlo ver claro” (Vasco, 1989, p.2).

Así como lo indica Carabajo (2008), su propósito es describir y explicar la estructura básica de la
experiencia de vida, así como la comprensión del significado de esta experiencia y la importancia
de la enseñanza. Este método constituye un método coherente y riguroso de estudiar las
dimensiones éticas, relacionales y verbales de la costumbre experiencial de los docentes, que es
difícil de lograr a través de métodos de investigación. Por ende, este tipo de investigación que se
basa en las experiencias que se viven en la vida real proporcionan de cierta manera una reflexión
en los investigadores de los entes educativos acerca de sus vivencias como seres educadores
(Bernacle, 2004).

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Además, este método de investigación, según Husserl (1998, citado en Fuster, 2019):

Es un paradigma que pretende explicar la naturaleza de las cosas, la esencia y la veracidad


de los fenómenos. El objetivo que persigue es la comprensión de la experiencia vivida en
su complejidad; esta comprensión, a su vez, busca la toma de conciencia y los
significados en torno del fenómeno (p.2).

“(…) por tanto, la pedagogía se apoya en acciones, procedimientos y métodos prioritarios para la
solución de problemas existentes en el proceso de enseñanza- aprendizaje” (Fuster, 2019, p. 6).

Paradigma cualitativo:

La metodología que se sustenta en este artículo es de tipo cualitativo, en donde se tuvo en cuenta
la apreciación de varios autores como: Hernández, Fernández y Baptista (2010), ya que para ellos
es “(…) un proceso que requiere de la recolección de datos sin medición numérica (…)” por otro
lado para Blasco y Pérez (2007) “ ésta estudia la realidad en su contexto natural y tal como
sucede, sacando e interpretando fenómenos de acuerdo con los objetos implicados ” (p.21).

Sin embargo, para Grinnell (1997) “Los procesos de metodología para este tipo de investigación
definen características propias que el enfoque ha mostrado en sus diferentes experiencias
aplicadas por múltiples estudios, aquí el investigador plantea un problema, pero no sigue un
proceso claramente definido” (p.16). Así que en este paradigma los “planteamientos no son tan
específicos como en el enfoque cuantitativo” (Hernández, Fernández y Baptista, 2010), aunque
cabe mencionar que el “planteamiento del problema es más bien utilizado para descubrir y refinar
preguntas de investigación” (Granel, 1997, p.16).

Se desarrolló el trabajo del artículo teniendo en cuenta la investigación documental, puesto que es
una herramienta bastante útil que es usada para la recopilación, difusión y procesamiento de la
información obtenida en las investigaciones científicas o técnicas, el cual es manejado por las
Unidades de Información que son utilizadas en lugares como: bibliotecas, bancos de datos
centros de documentación o información, archivos, museos etc. De esta manera esta herramienta
resulta ser perfecta para los inbestigadors, pues se convierte en el espacio ideal para obtener
información (Tancara y Constantino, 1993)

Técnicas para la recolección de la información:

Matriz bibliográfica: “La metodología propuesta para la revisión bibliográfica puede ser
aplicada a cualquier tema de investigación para determinar la relevancia e importancia del mismo
y asegurar la originalidad de una investigación” (Gómez, Fernando, Aponte & Betancourt, 2014).
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Aprobando el acceso a los investigadores permitiendo que los investigadores realicen sus
consultas en las diferentes fuentes bibliográficas continuando con los trabajos realizados
conllevando a la originalidad en sus investigaciones.

Es importante mencionar que para nuestra investigación bibliográfica se realizó una búsqueda de
información en fuentes confiables, donde se utilizaron artículos, revistas científicas, tesis, apuntes
de congresos y sitios web que aportara la información suficiente en la búsqueda de información
para llevar a cabo la investigación.

Análisis documental:

Es una forma de investigación técnica, un conjunto de operaciones intelectuales, que


buscan describir y representar los documentos de forma unificada sistemática para
facilitar su recuperación. Comprende el procesamiento analítico- sintético que, a su vez,
incluye la descripción bibliográfica y general de la fuente, la clasificación, indización,
anotación, extracción, traducción y la confección de reseñas (Garcia, 2002, p.2).

De esta manera, se hizo la identificación de los documentos relevantes y no relevantes frente a la


problemática, se escogen aquellos documentos que son de mayor interés y se realiza
posteriormente una lectura detallada, elaborando así mismo el estado del arte.

ANÁLISIS DE RESULTADOS.

Dentro de las investigaciones se encuentra aportes interesantes de diferentes autores como Retana
(2012); Zins, Elias y Greenberg (2007); Ekflides (2006); Etchevers (2005), entre otros, los cuales
concuerdan en decir que: tener la excelencia en la institución educativa implica un trasfondo en lo
académico, implica entender y manejar de manera acertada las emociones en uno mismo, pensar
en que decisión tomar al momento de resolver conflictos para lo cual es importante manejar
aspectos cognitivos y emocionales, de tal forma que se genere nuevas herramientas y contenidos
de aprendizaje con relación a aspectos de enseñanza aprendizaje de la mano con la inteligencia
emocional, entendiendo que los sentimientos son de gran influencia especialmente los afectos que
contribuyen al desarrollo humano , por tanto estos estudios nos permiten ver que no hay una
conexión amplia en medio de la inteligencia emocional y la enseñanza aprendizaje .

Además, se resalta la relevancia que tiene la salud emocional en la escuela, autores como: Pekrun
(2005), Garnica et al., (2017), Gómez y Gonzales (2017) dejan ver dentro de sus investigaciones
que la educación debe mantener un equilibrio social y emocional, en donde se debe generar
empatía y a su vez ser coherentes en la forma en cómo se genera la comunicación y la confianza
dentro de las aulas de clase, además dentro de sus estudios permite evidenciar la escasa atención

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que han tenido el tema de la salud emocional en el desarrollo de los procesos transformacionales
en el estudiante en la educación, dejando en claro que en el momento de enseñar no solo es
necesario la parte disciplinaria académica, sino que es necesario que el docente pueda impartir
sus conocimientos en conjunto, teniendo como eje transversal el tema de la salud emocional,
teniendo una actitud equilibrante en lo socio – afectivo generando a su vez empatía siendo
congruente en la manera en cómo se comporta dentro de las diferentes situaciones sociales que
suele vivir un ser humano, así se permite crear un clima de respeto y confianza en donde las
emociones cuentan como un factor fundamental a la hora de aprender y sean tenidas en cuenta.

Por otra parte se evidencia una escasa existencia de escritos que se relacionen de manera directa
la gerencia educativa y la inteligencia - salud emocional, por lo cual al no existir una relación
directa entre estas mismas aparecen falencias en el proceso de enseñanza – aprendizaje del
docente y del alumno, ya que se deja de lado o suele ser ignorado este tema en el sector
educativo; por consiguiente es necesario que exista un cambio en el ente educativo y/o en el
currículo en donde se priorice el sentido de “el qué, cómo y para qué enseñar”, considerando las
nuevas particularidades que tengan que ver con la salud emocional y todos los factores que se
relacionen con el mismo, de manera que se pueda incluir instancias formativas que genere un reto
en términos de análisis y organización, teniendo en cuenta que el gerente educacional maneja un
rol importante y decisivo en la formulación de propuestas innovadoras y que puedan articularse a
los procesos educativos. De esta manera Chiavenato (2002), Graffe (2002) y Arenas (2015)
sustentan la labor del gerente educativo que se encuentra relacionada con la forma en que orienta
y tiene en cuenta a las personas que participan en todo el proceso educativo en el cual exige
nuevos retos, que implican cambiar los paradigmas, en donde se requiere de creatividad e
innovación para dirigir y planificar las acciones que incluyen a las relaciones interpersonales que
conduzcan a un efectivo proceso de enseñanza – aprendizaje.

Esta revisión bibliográfica permite ver lo importante y necesario que es trabajar el tema de la
salud e inteligencia emocional en los centros educativos, apuntando como eje principal los
procesos de aprendizaje, teniendo en cuenta situaciones contextuales como lo es la pandemia
Covid 19, que ha conllevado a respuestas negativas que involucran y demuestran la debilidad que
hay en la salud e inteligencia emocional, de esta manera se observa que se necesitan estrategias
que permitan un mayor desempeño frente al mismo y que se evidenciando resultados,
permitiendo que los gerentes educativos tengan una mayor participación, cambiando el
paradigma, donde puedan integren nuevas maneras efectivas que permita la planificación de
acciones que contribuyan a propiciar un ambiente de mejora frente este tema a la hora de enseñar.
Según la UNESCO (2020) la pandemia conllevó a:

(…) fuertes respuestas emocionales negativas, como pánico, estrés ansiedad, rabia y
miedo. Desarrollar en las personas habilidades de aprendizaje socioemocional ayuda a que
las situaciones estresantes se aborden con calma y con respuestas emocionales

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equilibradas. Además, estas competencias permiten fortalecer el pensamiento crítico para
tomar decisiones mejor informadas en la vida.

Es importante que en la mejora de la educación se haga hincapié frente al tema de enseñanza –


aprendizaje y el enlace que se tiene con la salud e inteligencia emocional, se sabe que en
Colombia hay una preocupante ausencia de investigación en torno a este tema en el desarrollo
académico de los estudiantes y docentes por parte del sector educativo, dicha falencia quizás sea
por la falta de empatía y recursos financieros por parte de las administraciones gubernamentales
que permita impulsar la investigación, además por la desinformación que existe en nuestra
población acerca de dicho tema , al contrario de otros países como México, Argentina y España
en los cuales se preocupan constantemente por este tema transversal evidenciando a través de
publicaciones de revistas y artículos en estos dos últimos años (2020 – 2021) relacionado con la
influencia y el impacto que ha tenido en la educación en todos los contextos al enfrentar la
pandemia Covid 19, teniendo en cuenta temas principales como la salud e inteligencia emocional
y los retos que se abarca en la educación al sufrir un cambio del estilo de vida en todos los
actores de este sector.

CONCLUSIONES.

Esta revisión bibliográfica permitió evidenciar que existen pocos estudios acerca de la salud e
inteligencia emocional y en los procesos de enseñanza – aprendizaje en los entes educativos y por
parte de los gerentes educativos, observando una ausencia notable, además los estudios que se
han realizado son de otras áreas como médicos, psicólogos, psicopedagogos, etc. Pero no desde la
perspectiva educativa, entendiendo que se debe hacer hincapié frente a dicho tema teniendo en
cuenta que las emociones son un factor fundamental a la hora de aprender, de tal manera que se
logre un clima de respeto y confianza frente al proceso de enseñanza aprendizaje, en donde el
docente cuente un equilibrio socio-afectivo de forma que genere empatía y sea congruente en su
forma de dirigirse dentro del aula.

La situación presentada por el Covid -19 ha generado crisis en la inteligencia y salud emocional
de las personas, por lo tanto, se hace necesario nuevos estudios que permitan crear herramientas
pedagógicas a cerca del qué, cómo y para qué enseñar; considerando las nuevas particularidades
que tengan que ver con la salud emocional y todos los factores que se relacionen con el mismo,
en donde las acciones gerenciales se apoyen el liderazgos efectivos que vinculen los procesos de
participación y el trabajo en equipo.

También se hace necesario que los gerentes educativos vinculen estrategias y/o nuevas formas de
innovación que permitan un mayor desempeño en el ámbito educativo, permitiendo planificar y

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realizar acciones trascendentales de manera que se propicie un ambiente de mejora frente al tema
de la salud e inteligencia emocional en los procesos de enseñanza.

La crisis que atraviesa el mundo debido a la pandemia, además de científicos, médicos,


enfermeros etc, se necesita también del apoyo total y constante del docente a la hora de enseñar ,
y no cualquiera está dispuesto a enfrentar y dar la pelea a las adversidades educativas, ya que no
solo se involucran factores cognitivos, sino que también se hace participes los factores no
académicos, y se debe entender que para el buen desarrollo del proceso de la enseñanza-
aprendizaje las emociones son de gran influencia, en especial los afectos que contribuyen al
desarrollo humano, ya que no existiría un verdadero proceso de aprendizaje si no se goza de una
buena salud emocional.

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