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C. \üüRIGHT MILIS, M.

FOUCAULT,
M. POLLAK, H. MARCUSE,J. HABERMAS,
N. ELIAS, P. BOURDIEU, E. GOFFMAN,
B. BERNSTEIN y R. CASTEL

MATERIALES DE SOCIOLOGIA
CRITICA
Edición y Preserttación
Fernando Alvarez-Uría y Julia Varela
DEPORTE Y VIOLENCIA
Norbert Elias

Un gran número de deportes que se practican en la


actualidad de un modo casi idéntico en todo el mundo
proceden de Inglaterra. Desde este país se han difundido a
ótras naciones principalmente durante la segunda mitad del
siglo XIX y la primera mitad del XX: entre ellos están las
caireras de caballos, la lucha libre, el boxeo, el tenis, la caza
del zorro, el remo, el croquet y el atletismo' Sin embargo,
ninguno de estos deportes ha conocido la amplia y rápida
difusión que conoció el fútbol, deporte que fue adoptado y
asimilado por los distintos Peíses y que ha gozado de una
popularidad muy superior al resto de los deportes (el fútbol
és conocido en Inglaterra con el nombre de <<Association
football> o, según la
abreviada expresión popular de
<<soccen>)r. El hecho de que los<<sports>>, es decir, esas
formas particulares de pasatiempo inglesas, posean de-
terminados caracteres distintivos comunes que permiten
designarlos mediante un término genérico, ha llamado más

I No es posible a¡alizar ahora las razones por las cuales el fútbol


inglés de tipó usoccero ha sido obfeto de una difusión y de una adaptacón
prácticamente mundial, mientras que la difusión del tipo (ruggen ha sido
mucho más limitada. Me parece, sin embargo, útil señalar que problemas
como éste pueden proporcionar uo gran número de indicaciones y servir
de prueba a aspectos concretos de ur¡a teoría sociológica del deporte.

r45
t46 Norbert Elias Deporte y aiolencia r4l

la atención en el exrranjero que en la propia Inglaterra2; el DasatiemDo <<mundano> o aristocrático que designaba fun-
término inglés <<sporr)> ha sido ampliamente adoptado por iu-.rr,ul-ente el término <<sport>> en la Inglaterra de la
el resto de los países. Tanto la cronología del proceso de Drimera mitad del siglo XD( se extendió a otros Países
difusión y de adopción como el propio término sport á" donde fue adoptado por las élites nacionalesel
indican de forma significativa el carácter extranjero que antes de que práiticas más Populares, como
adopta en los otros países. Así en Alemania, en 1810, un iú,bol, adquiriesen las características de un <<de-
escritor aristócrata y anglófilo llegó incluso a afirmar que el porte> y fuisen percibidas como tales en Inglaterra PAr.a
término <<sporr>> era tan intraducible como el de <<gen- i*t.nd.ir. luego al extraniero como Pasatiempos Para la
tleman>> t. En 1844 otro alemán decía del término: <<...no
clase obrera Y la clase media.
disponemos de una palabra para expresar esa realidad y nos No deja de ser significativo' tanto Para nuestra com-
vemos prácticamente obligados a introducir ese anglicis- prensión éo-o p"t" lá comprensión.de la evolución de las
mo en nuestro lenguaje> a. La difusión del término inglés en sociedades euroPeas y Parael desarrollo del propio.dePorte,
tanto que expresión con sentido para los alemanes se que las carrera; de caballos, el boxeo, la caza del zorro y
desarrolló lentamente hasta los años 18J0 y aceleró su ritmo otros pusatiemPos del mismo tipo hay-an sido los Primeros
al compás de los progresos de la propia actividad depor- <<spor;> que s¿ difundieron y que la difusión de los juegos
tiva; finalmente en el siglo XX se convierre en un rérmino de pelota y .r, g.tt..ul de los deportes' en la acepción más
totalmente alemánt. *oá.r.r" á. .tó término, no haya comenzado más que a
Como muestran numerosos indicadores6, el tipo de partir de la segunda mitad del siglo XtrX' La transforma-
'.iór, fútbol-de un juego PoPular inglés con múltiples
.tt
2 <Es sabido que Inglaterra fue la cuna y la madre espiritual del variantes ha estado caracietizada Por una evolución bas-
deporte... Según parece los rérminos técnicos ingleses que se refieren a tante larga tendente a una regulación y a una uniforma-
este campo podrían convertirse en algo común a rodas las naciones lo ción cada* vez mayores que desernbocó hacia 1863 en una
mismo que sucede con los términos récnicos italianos relativos a la codificación de carácter más o menos nacionalT'
música.> A. B. Srrv¡r.¡, Englandt Einflats auf'den deut¡chen tVortschatz,
Marburg, Zeulenroda, 1916, p. 72.
A medida que este iuego se extendía, el término de
t Pnrxce Purcxr.rn-Musxr,u,Izttret d.'un défunt, (Briefe einet Ver¡tor- <<footbalb>, asóciado en la mayor parte de los casos-, Pero no
benen, Stuttgart, 1836), carta del 9 de c¡cubre de 18I0. siempre, al tipo inglés de fútbol (soccer), se introducía, con
{ J. G. Konr-, cirado en F. Kr-ur;r, EtTrnologiscbe¡ lVorterbucb der
deut¡cben Sprache, 17 ed., Berlín, de Gruyter, 1917, artículo sobre el 1833. Tanto en Alemania como en Francia se adaptaron términos ingle- ,t
ses ,elatitos a deportes de tipo aristocrático desde el siglo XVIII'
deporte.
I En F¡ancia, el Larou¡¡e d.el úglo XIX indicaba: <Sport, s. m. (sport - --- 7
alemán que utilizó las reglas inglesas. fue
El primer .üU ¿. fútboi
-

palabra inglesa formada del vieio francés desport, placer, divertimeÁto)o. en 1878. En los Países Baios, el primer club se
fundado en Hamburgo
Según este diccionario, semejantes términos (esrropean la lengua, pero
fu"a¿ .n 1879-1880 ien Italia hacia 1878. En 1892 se juega en París,.baio
no existe una aduana en la frontera para prohibirlos>. (P. Lanoussr,Graz
ios aurpicios del embaiador inglés Lord D'fferin, el primer.match de
diccionario aniuer¡al del riglo XIX, París, 1875, T. 14, p. 1.031). Fueron f,¡i¡ol un equipó francéi(el Stade Francais) y un equipo.inglés
también importados de Inglaterra en el caso de Francia, tanro los "nrte
(nor.lytt Park) (es irobable que se disprtase siguiendo las reglas del
términos como prácticas siguientes: <turf>, <jockeyr, .stteplechaser, *.unn.- -o orucbyr- en vlz de las del <soccer>), Federaciones de
<match>, <sveepstake> y <boxe>.
6 Ya eo la época de Luis XVI las carreras de caballos y las apuestas fttffil, uno de los'ínáicadores del crecimienco de los clubs, se fundaron en
suiza en 1893, en Alemania en 1900, y en Portugal en 1906. En los Países
estaban reglamentadas siguiendo el modelo inglés. Esta moda desaparece
n"¡o',po'ejemplo,entrelg00-lg0l,existenveinticincoclubsdefútbol'
durante la Revolución, pero reaparece con la formación de una clase A iur,i, ¿e iSqé, el fútbol figurará regularmente, salvo algunas interrup-
superior más o menos aristocrática. Un jockey-club se funda en París en ciones, en los Jueg<.rs OlímPicos.
=---

r48 Norbert Elias De\orte ! uiolencia 149

de los PasatiemPos
frecuencia tras modificaciones apropiadas, en otras lenguas. rencia esta nueva forma de pasatiempo
En Francia conservó su forma original. En Alemania se tradicionales?
-^- quq
transformó sin gran dificultad en <fussball>. En España se ¡ pti-era vista se podría muy bien imaginar 9:t"
falsa suposición'
convirtió en fútbol con derivados tan significativos como cúmulá de cuestiones sL asientan en una
<<futbolero>> y <futbolista)); en Portugal se convirtió en puraa. evidente que las sociedades contemporáneas no son
en er
<furebol>; en los Países Bajos en <<voeball>. En los Esta- ni las primeras ni las únicas qu9 h.1n encontrado Placer
Ingla'-'rra y en otros
dos Unidos el término inglés, asociado durante un tiempo ;;;;¿. ;No se iugaba al <football> en
de
a la forma inglesa de juego (soccer), cambió de sen- .uiop.o, durante la Edad Media? ¿Las cortesanas
tido al mismo tiempo que el juego cambiaba de forma; "^?t"tXIV ,,o te.rían sus campos de tenis y no. se entre-
i"ir sobre todo a
por el influjo de una variante canadiense del fútbol ;;;i"" con los iuegos de peloü? Recordemos
<rugby> o (<rugger)>, rival inglés del <<soccer>, algunas io,.';;j.g"; á" iu ittigtiedad, grandes pioneros del <<atle-
"y de otros udépc'rtesu:.¿No organízaban .^.F'un
grandes universidades americanas se distanciaron de las ;i;;", de competición y
reglas de este último. El término de <football> escala, como nosotros, juegos lócales
permanecerá asociado a esta diferente manera de jugar ñ;ñ L"it. Btrudosi ¿Ei renacimiento de los Juegos no es
que evolucionó progresivamente hasta identificarse bti"-pico, no es pruebu súfici"tttt de que el <deporte>. tipo de
si el
con las reglas propias de los Estados Unidos. La also totalmenre nuevo? sin embargo, para saber
en Inglaterra
variante <Football Association)) es pura y simplemente ;:;;;;;Ápetició" que se deiarrollaron <depor-
conocida con el nombre de <<soccer>> (a la inversa de lo que ñ"t";. tt tryl". xvlll^y XIX y se denominaron o el renaci-
ocurre en los países de América Latína en donde el uso de ;;; ;t ,rn r."n¿-.tto reiutiuamente reciente desapare-
<fútbol> y de <fútebol> se mantiehe en lugar de <<soccer>>). ;;;;,; de una vieia práctica inexplicablemente si los- juegos de
cida, es preciso p..g'utttu"t, a[ .menos'
poseían realmente las
."-""ii.i¿. de fa a"ntigüa Grecia
Especificidad del deporte moderno ;;;i;il;r-á.lo consiieramos deporte' A la
lu! r'ovjuegos de competición de todo
^; deporte,'üq.t. üttbt"qut al término
oalabra
<<industria>>: se
Se podrían proporcionar numerosos ejemplos acerca de il;, mismo
esta difusión del deporte y de los términos a él asociados.
"-.'"*"
.-ñf*" .on fr".ue,rci" ¿t u" modo abusivo' en un sentido
alavez' En sentido amplio'
Como primera aproximación, estas breves indicaciones son amplio y en un t."ii¿o estricto a las
tanto
suficientes para delimitar el problema: ¿cómo explicar que ;;;;;á, "t iguut que el término <<industria>>'
tribales pre-esta-
una forma inglesa de pasatiempo denominada <<sporo haya eipecíficas de las sociedades
".iitiá.¿"t o
podido servir de modelo principalmente durante los siglos ;;i;;;.;;; u I'us de ias sociedades estatales preindustriale.s
'i.t -nt,"¿os
XIX y XX, al empleo del tiempo libre a escala mundial? industriales'Cuando se utiliza el término
Entretenimientos de este tipo responden evidentemente a "uirrárrr,riu, no se ignora, sin embargo' su sentido estricto:
de los si-
específicas necesidades de ocio que surgen en numerosos ;-;;b. que el piot"to de industrialización de
países durante este período. ¿Por qué aparecen en primer gL, iix'y xx És ""evo y que los modos específicos período
oroducción y de trÁafo q"t
en este
lugar en Inglaterra? ¿Cuáles son las características de la '"'desarrollaron
estructura y del desarrollo de la sociedad inglesa que :;il;f rl
i"-"i"¿ustria>> presenran estructuras únicas
con una consl-
permiten explicar el desarrollo de estas actividades de ocio oue se pueden determinar sociológicamente
de otros modos de
dotadas de propiedades particulares denominadas il;fi.;,-"litio" fáltti"guir clarinente los
(sport>>? ¿Cuáles son esas propiedades? ¿En qué se dife- ;;;;;ió;. rii¿'-i"o oSo't" reenvía también a iuegos
1t0 Norbert Elias
-
Deporte y uiolencia 1tl
de competición y a ros ejercicios
. físicos de múrtipres religiosas de la Edad Media estaban frecuentemente acom-
sociedades por una.parre y, por orra, ;i ;,p";;r;;.","i:: pañadas por juegos de pelota bastante violentos entre
juegos de comoetición que';*ñ;
Inglaterra. Sobie esre proceso _-que
con ese nombre en ciudades o corporaciones rivales. Prefiguran los grandes
Ia <sportificacióru> de podría denominarse deportes-espectáculo del siglo XX: fútbol, beisbol, tenis,
sonase tan rnal_ .los ;u.gor'1"'competición, si no fútbol americano, etc. Con la revolución industrial de
mediados del siglo XVIII y Ia introducción posterior de los
con rra r .,, ru .nor,lli?l':+:,ü::Tj"il'.: l,::,fff
organización de las actividades ¿.
á.iá denominu¿ár;;;:
f :,.il deportes entre las actividades regulares fuera de las horas de
porres> rendencias tan específicas estudio en las Public Schools por Thomas Arnold (hacia
como aquellas q;. ;;_ 1830) se produce un impulso que conduce al gran desarro-
racterizan la estructura y.lZ organizución
proceso de industrializaciín.
¿.] iir¡"il .r-.1 llo del deporte durante la década victoriana en Inglaterra. El
Fs fácil interpretar mal este tipo restablecimiento de los Juegos Olímpicos en Atenas en 1896
de planteamiento. Si corona el renacimiento atlético del siglo XIX. A comienzos
se parte de la concepción jeráriuica
exisrenres enrre rrabajo y ocio á.ruui_.rrr.
áe h, ;;l*i;;;; del siglo XX el interés por los deportes cómpetitivos
dominante (en la alcanza una nueva cima, y pese a las dos guerras mundiales y
que se considera como superior
el valor a.l ,r"Uu¡oi,'r. a orros numerosos conflictos, este interés continúa cre-
puede llegar fácilmenre a suponer que toda ,r"r,rioráíJii.,
de las acrividades de.ociq a.i ,., ciendo>.
I
han tenido lugar en los dós úlrimJs ;"Éó, Oe competición que Como puede comprobarse, este resumen expone un
r?g1", lr"llid;..;#;; determinado número de hechos concretos y ocasionalmen-
de la indust riarizació.n- La búsquJa
J.'rá".ion"s causares de te hace alusión a una explicación: el fomento del deporte
este tipo ciega el debate d. qu..*. se abra, mientras
que se podría, oor ejemplo, "n,., gracias a la iniciativa de Thomas Arnold. Pero no sirve
partir de la hipótesis';; ;;;;; demasiado parc aclanr los numerosos problemas no
indust¡iatización y ú ,r;iJ;".¡¿,
." ;ó;ü ü.H;:
actividades de ocio son evolucio".r-p"..iuf.s resueltos que permanecen subyacentes. ¿Cómo explicar, por
e
dientes en el inrerior de una ,ru"rror'_".'iiJ:: inrerdeoen- ejemplo, la <<brutalidad> de los juegos que se celebraban
Ias recientes sociedades .r,",u1.r. ilil:Tá: durante las fiestas religiosas de la Edad Media si se considera
Sáo'p".a. esperarse una que los de las fiestas religiosas de la Antigüedad, en Olimpo
clarificación de este problema ,i
esraturo de <causas> a ios cambio,
,. iL¡" de conferir el y otros lugares, eran menos brutales y, en consecuencia más
o.urridó, ." l"*"_p"ü próximos a los de los siglos XIX y XX? ¿Cómo probar que
en las esferas de las actividades qr.-o*p""
una posición estos últimos eran menos brutales, determinando con un
dominante en la escala a. urúr.l
¿."ü sociedad contem_ grado de precisión suficiente las variaciones de la <<brutali-
poránea.
dad>? ¿Cómo explicar <el gran desarrollo del deporte>, la
. El resumen siguiente, tomado del artículo sobre atle_
tismo de la más reciente edición de <<renovación atlética> del siglo XIX? La diferencia entre los
la Encictopedia Britá_ juegos de competición en boga antes del siglo XVIII (pién-
nica puede consider
cró,,co.*enil;ü:i';,#i.H:-;i.,-jl:::;[¿.Jtrt: sese en los torneos y en los innumerables juegos popu-
menros históricos oue irátan ael lares de la Edad Media que nunca desaparecieron y fue
"tletis*o son los de los imposible prohibir) y aquellos otros que aparecieron en la
Juegos otímpicos (éoo a. t _i-rrp;i,"ilr, por orden del
Sj-
emperador Teodoro en el año época de la <<revolución industrial> ¿consiste solamente en
i94.'Li-i,¡storia
mo resulta muv desvaíd1_e1el período del;;il;: un mayor o menor grado de brutalidad? ¿El movimiento
q". u, d.sd.l" c^íd-, <<deportivo> de los siglos XIX y XX es un <<renacimiento>>,
de Roma .n a ,igro-r h;;á";iffi'xx. Las fiestas un inexplicable. <<resurgimiento>> de algo que existía en la
152 Norbe¡'t Elias
DePorte Y aiolencia I53

entre
Antigüedad que, desaparecido durante la Edad Media, ilustra especialmente bien las diferencias de estructura
la Antigüedad clásica y los de
reaparece en nuestra época por razones desconocidas? ¿Los los iuegos de competición de
atléticos
juegos de competición de la Antigüedad manifiestan, como i;; ;;;ilxix v xx. Las reglas de lós.encuentros
los actuales, una sensibilidad relativamente elevada, al áurñu, tales cbmo el boxeJo la lucha libre' toleraban en la
más elevado
prohibir que los adversarios se inflinian mutuamente A;üü;il on ltuao de violencia física mucho más detalladas y
heridas graves para placer del público? O más bien la o,r" ?l admitidá por las reglas mucho
tendencia a presenrar el movimiento deportivo moderno iiferenciadas de Iós correspondientes deportes contempo-
costumbres
como heredero de la Antigüedad ¿no es más que una de esas ráneos. Y, por otra Parte, éstas últimas. no 'son
ri""-t.gf"t^ escritas, sometidas. explícitamente a críticas
leyendas ideológicas que sirven para reforzar la unidad de un un hecho
razonadas y u aorr...iones' Leios áe.constituir
movimiento lleno de tensiones y de conflictos y realzar así juegos de.la
su atractivo y su prestigio? Un estudio específico de las Jrl"á;, áuyo, grado de violeácia física de los
;;tgü.á;J "i ,É.nuj" a las formas específicas de organización
condiciones concretas que expliquen la génesis y las
transformaciones del movimiento deportivo contemporá- ¿. iíto.i"¿ad' griega y, en concreó, al.nivel de desarrollo
or,ganízación
neo mostraría, sin duda, que los juegos de competición de ;áq;;6 po, lJquá uctuulmente denominados la violencia física
carácter deportivo, del mismo modo que los Estados estltal, u.i.o*o por la monopolización de
-i-m|lú
U.u ,not'opoiitución y. un control de la
industriales en los que se inscriben, ofrecen determinadas ü si los
características específicas. .iiolenciu relativamente fuertes y estables compara-
griegas
;;; .;" los existentes en las Ciudades-Estados de la violen-
1""¿. .L monopolio y el control-institucional
;; Jrti* eran' rudimentarios' Se podría Pensar que la
El grado de violencia legítima áe la conciencia moral'
ior-u.ión del Estado, la formación de
admisible y el um.bral
Profundizando un poco más, se puede comprobar fácil- ;i ;;. el nivel de violencia física
ella
mente que los juegos de competición de la Antigüedad ,apugrr"ttai" para emplearla o enfrentarse con son
diferentes y mantienén relaciones específicas según
los
clásica, que suelen presentarse como el paradigma de los de las sociedades; es
deportes, se diferencian notablemente de nuesrras competi- Jii"t..,.t Lstadios de desarrollo
sorpr.nd.rrte constatar hasta qué se cumplen estas
ciones deportivas y se han desarrollado en condiciones muy .Punto
diferentes. Aunque la mayor parte de los textos modernos lip?i.tit en el caso de la Greciá clásica siguiendo:l -99t1:
por la teoría de los procesos de civilización8'
tienden a minimizar las diferencias y a subrayar las seme- ;;;;;;i.;"do
ianzas, imponiéndonos así una visióri deformada de nuestra
El sentimiento según el cual él valor humano de una
sociedad disminuye iuando se admite
que el nivel de
sociedad, de la sociedad griega y de lo que las une, el ethos de y que el senti-
los participantes, los criterios rnediante los que eran ,i.iá".i" física toierado en ella es elevadoen los que las
juzgados, las reglas de las competiciones y los propios ;i;;,; de repulsión hacia espectáculos menor que el
se mataban entre sí' es
;;;;;"t-;. hÉríanuno importante.
resultados son muy diferentes. En la medida en que renemos para comPren-
nuestro, suPone obstáculo
tendencia a considerar lqs competiciones de la Antigüedad histórico' uno de cuyos
como la encarnación del ideal deportivo contemporáneo y il; i;t dife'rencias del iesarrollo
sobre todo en la medida en que esperamos ver confirmada ;t.ñl.t it constituye la comparación entre los iuegos de
esta hipótesis en los textos antiguos, tendemos a descuidar
E ELf^s, tJber den Prozess der Ziuilisatiott' 1976 (1.^ ed., Bale,
los datos que la contradicen o a tratarlos sistemáticamen- N.
te como casos excepcionales. Bastará subrayar un rasgo que 1939\.
154 Norben Elia.r Deporte y uiolencia ltt
competición antiguos y contemporáneos. En
el caso de la las exigencias a que se ven sometidos dado que no existe una
Lrrecra ctáslca parece difícil poder conciliar
numano que tradicionalmente se confiere
el alto valor monopolización efectiva y un control de la violencia física en
a sus realizacio_ las relaciones entre los diferentes Estados. De aquí se deriva
nes en el- campo de la filosofía,las ciencias,
poesía y la <barbarig>.
t", un desdoblamiento de la moral y una escisión de Ia
lu9 para nosorros supone"r,..1-tu
su débil conciencia contemporánea.
repulsión hacia las violencias físicas. Es precisamente
la in_ Contradicciones de este tipo pueden observarse también
correca comprensión del proceso de civi-lización,
la ,.ná..,- en otros estadios del desarrollo de las sociedades; en el
cia dominante a emplear términos tales
como <<civilizado> v estadio tribal el control de la violencia es casi siempre más
lizado>", expresión de juicios de uuloi
:r¡o-:llf
aDsoluros y detrnitivos, lo que puede conducir
.r;;;;;;i fuerte en el interior de los grupos sociales que entre los
a contradic_ grupos, a diferencia de Io que ocurría en las Sociedades-
ciones aparenremente irreiolutles como Ia Estados griegas en donde la diferencia entre estos dos
anterior. Al
haber sido educados en conformidad con lu niveles era relativamente escasa si la comparamos con hoy.
organizu,ci!Á
social y en el control específico de los i.r.truñ.,.rr,o" Numerosos indicios sugieren que la disparidad existente
á.
violencia característicos de los nrruJár-irraurrriul.r-ul,*t.J
entre, por una parte, el nivel de seguridad física, de control
I-rt:g:.^"3._*ls,particulares de autocontrol.., io
ñ ;; social e individual de las pulsiones violentas y de la
rer¡ere a las pulsiones violentas, aplicamo,
uuto_áticu_ conciencia adquirida hoy en los Estados I, por otra, el nivel
mente estos criterios para. juzgar las transgresiones,
ya se de seguridad física y de regulación social de los sentimientos
produzcan en nu..trJ sociédaá o ," huy"r,
producido en por intermitencia- de los actos de violencia entre los
-y
otras situadas en otros estadios de desairolló.
Una ,..,ri_ Estados es actualmente mayor que nunca. La inseguridad
bilidad acenruada respeco a actos de violencia,
sentimien_ entre los Estados no ha decrecido aunque haya quien esté ¡
tos.de repugnancia a especráculos que superan
el nivel de dispuesto a pensar que el nivel de seguridad física en
violencia rolerada en lá vida cotiáianu, sentimientos
de tiempos normales es mayor en los Estados industriales que
culpabilidad respecro a las propia, ¡nirrccio.r.r,
u_"tu .o.r- en otras sociedades menos <<desarrolladas>>. En el estadio
ciencia> constituyen algunos iniicadores de lus ief.rrs;r;; actual del desarrollo social los conflictos violentos entre
las proteccrones que nos proporciona la i
inreriorización de Estados siguen siendo incontrolables para los que están
esos criterios. No obstante-, en períodos
como los actuales en implicados en ellos; debido a esto las normas del com-
los que existe una violenciu pat-**e en ros asuntos portamiento civilizado son relativamente débiles y la inte-
internacionales esras defensas interiáiizadu,
.o.r,iu-i", riorización de los tabús sociales relativos a la violencia
pulsiones violentas siguen siendo inevitablem..r,.
in"riu_ física, la formación de la consciencia, son momentáneos y I
bles y frágiles. Están ónti.ruu-..r,.rometidas poco sólidos. Y si bien los conflictos y las tensiones en el
pr.riorr.,
sociales contradictorias: por una parre las que "
fuuór.án-u' interior de los Estados industriales han llegado a ser, salvo
alto grado de aurocontról en las'relaciones humanas
en el excepciones, menos violentos y en cierto modo más fáciles
interior de una nación
favorecen.el debilitamie'to á" l- p., orra, las que
específica, de controlar esto se debe al resultado de un desarrollo no
.r. .trrrrJl e incluso incitan planificado y no al mérito de las generaciones actuales
a Ia violencia en las relacion., .rr,r. Jif.r.n,.,
Er;;á;;. incluso si éstas tienen tendencia a considerarlo positivo y a
l,"t pliT.ju: explican el nivel relativamente alto de
segurldact tislca, aunque no psicológica, del
juzgar a las generaciones pasadas, cuyo umbral de repul-
que disfruran sión hacia la violencia física era más alto (por ejemplo, en
a*ualmente los ciudádarro, d. los"Esiados
neos; estas defensas entran constantemente
;."r;p;;: las relaciones entre dirigentes y dirigidos), como si el decre-
en conflicó con cimiento de su propio umbral de repulsión fuese una
rr6 Norbert Elia.r
Deporte y aiolencia r57
conquisra personal.
El nivel de violencia física observado en los juegos de 1967 la estrangulación o la semiestrangulación y, en
de determinadas circunstancias, la doble-nelson figuran entre
competición del pasa.do es con frecuencia juzgadáldil;
esros crirerios. Ha.bitualmente no distinluñ.; los apresamientos descalificables en la lucha libre; los
transgresiones a las reglas de control ;;'l;; puñetazos, las patadas y los cabezazos están prohibidos. Los
vrgentes en nuesrra sociedad y los
d. h ;;i;";;; enfrentamientos, que no deben superar los nueve minutos,
actos en apariencia están divididos en tres períodos de tres minutos cada uno,
semejantes que han tenido lugár en
otras sociedades con con dos pausas de un minuto y son controlados por un
otras norrnr: y nivel de violencia tolerado. Nuestro
9r.r"
reflero emocional inmediato nos conduce árbitro, tres jueces y un cronometrador. Pese a esta regla-
con frecuencia a menración tan restrictiva la lucha libre es percibida en la
tienen .rir.r¿. Jif"renres de control y
lyg1::1.^duj¡r,su"
oe repulston de la violencia como si sus actualidad por mucha gente como uno de los deportes
miembros tuuie,_ menos refinados y más <brutales>>. Lo practican profesio-
sen la posibilidad. de elegir ..,rr,
criterios y los nales como deporte-espectáculo y existe una versión ligera-
nuesrros y se decidiesen por la <<mala>> "*o, solución. i en
experimentamos en relación a ellos la mente más ruda, si bien medio trucada que es todavía mani-
¡_o-nsecq;ncia misma fiesramente popular. De todas formas los luchadores casi
rmpreslon de superioridad moral que
sentimo, nunca se producen heridas graves; el público, según todos
propia sociedad respecto a criminales cuya "n "uarrru
condu*a nos los indicios no aceptaría ni las fracturas óseas ni los charcos
parece <<no civilizado o <bárbara>r.
Consiáeramos ,"-"a-f,.:
sión a normas sociales que autorizul forrnu, de sangre; pero si en algún momento los luchadores dan la
de violencia impresión viva de hacerse daño esos simulacros son muy
condenadas en nuestras sociedades
como un defecto de aplaudidos por los espectadores e.
carácter, como un signo de su infer-iori¿u¿
hu_un^. fn El pancracio, una especie de combate gimnico, era una de
X"T.il no nos pregunramos, y en consecuencia desconoce_
mos, tos cambros que afectan al nivel de las competiciones más populares de los juegos olímpicos
violencia, las normás sociales qu" tu ,.gutu,
control de ia anriguos. El nivel de violencia legítima autorizado en este
mientos asociados a ella, y dlr.orro.J-o,
o los senti_ combate era muy diferente del admitido en la lucha libre
también las contemporánea. Así, Leontiskos de Mesena que conquista
razones de dichos cambios.
por dos veces la corona olímpica en la primera mitad del
siglo V (a.C.), obtuvo sus victorias no derribando a sus
adversarios, sino rompiéndoles los dedos. Arrachion de
Los juegos de Olimpia y el Figalia, dos veces vencedor olímpico en el pancracio, fue
<<ethos¡> de la guerra
estrangulado en el año 564 cuando intentaba obtener la I
Los niveles habituales de violencia empleados corona olímpica por tercera vez; pero como había logrado,
zados en los juegos de competi.i¿"
y autori_ antes de morir, romper los dedos de los pies de su adver-
.n lo.iedades situadas sario que se vio obligado a abandonar a causa del dolor, los
en estadios diferentes de desárrollo,o.,
,óüun ñ;.;;ñ; jueces coronaron su cadáver; sus compatriotas le erigieron
problema mucho más y fu"a"*."tal. pongamos
.amplio
como ejemplo la lucha libré tal éo-o ,. practica h"iT ,;l;
¡r3c¡icó en la Antigüedad. En la actuatidaá está
::To.r. drngido
oePorte,
s Véase G. P. SroNr, <American Sports: Paly and Display> y <Wres-
por una Federación internacional tling: The Great American Passion Play>, reeditados en Eric Dul.rNIH<;
de lucha
cuya sede escá en Suiza, está minucioru-..rr" (ed.),The Sociology ol Sport, Londres, Frank Cass and Co, l97l donde se
reglamentado. Siguiendo
-.ll''pili
organizado y
aaaliza de forma estimulante y original la lucha moderna profesional
"t
regtum.rto á;-;;;á como un género de farsa.
lt8 Norbert Eliat Deporte y aiolencia

más tarde una esrarua en la plazadel mercado de su ciudad 10. juez pudiese separar al transgresor enardecido por el furor
Esta parece haber sido una práctica habitual. Si un hombre del combate.
resultaba muerto durante una competición de las grandes Los antiguos Juegos Olímpicos duraron más de mil años
fiestas era sacralizado como uencedor; el superviviánt. ,ro y muy probablemente las normas de violencia sufrieron
era castigado salvo con la pérdida de la corona transformaciones durante ese período. Pero cualesquiera
pérdida muy imporrante-; pero, por lo que se sabe -una
nin- que fuesen estas variaciones durante la Antigüedad el
guna marca social infamante recaía sobre é1. El luchador de umbral de sensibilidad respecto a las heridas graves y a las
pancracio contaba entre los riesgos que podía correr, con la muertes que tenían lugar durante los combates y, en conse-
Tyerle, heridas graves y en ocasiones quedar lisiado de por cuencia, el ethos de la lucha, eran muy diferentes de los que
vida. Se puede medir la diferencia que Lxiste entre la luiha se refieren a enfrentamientos que hoy denominamos <<de-
en tanro que deporte y la lucha como <<agón>> en la portes>. Consideremos, por eiemplo, el caso del boxeo. Al
descripción siguiente: <En el pancracio, los co-ntendientes igual que ocurría con la lucha del pancracio éste estaba
luchaban con todas las partes dél cuerpo, con las manos, los mucho menos reglamentado en la Antigüedad y dependía en
codos, las rodillas, el cuello y Iacabezá: en Esparta emplea- consecuencia en mayor medida de la fuerza fisica de los
ban también los pies. Los luchadorer pu.,.-rucios pódían adversarios, de su ardor en el combate y de su resistencia.
arrancarse los ojos..., podían también derribar u suslduer- Como no se distinguían diferentes categorías de boxeado-
s.arios, apresarlos por los pies, la nariz o las orejas, res los adversarios no se enfrentaban en función del peso,
dislocarles los dedos y hacerles estrangulaciones. Si'un sino simplemente en función de la edad, es decir jóvenes o
hombre lograba derribar a su adversariolstaba autorizado adultos. Los boxeadores no peleaban únicamente con los
para sentarse sobre é1, pegarle en la cabeza, en la cara o en puños: prácticamente en todas las'formas antiguas de boxeo
las orejas; podía también darle patadas y pisotearlo. No es las piernas jugaban un papel ofensivo; las patadas en las
necesario decir que los contendientes de este combate brutal tibias del adversario eran algo habitual 12. Se vendaban las
recibían a veces heridas terribles y no era raro que muriesen. manos y la parte superior de los dedos con tiras de cuero
F,l pancracio de los efebos de Esparta era probablemente sujetas a la muñeca; de este modo se podía golpear con los
el más brutal de todos. Pausanias n.rs cuerrta que los puños o estirar los dedos y clavar las uñas en el cuerpo y la
combatientes luchaban con los dientes y las uñas, se cara del adversario. Con el tiempo, las flexibles tiras de
mordían y se arrancaban los ojos>> ll. cuero dieron paso a tiras más duras fabricadas especial-
reglas del pancracio, tradicionales, no escritas, poco mente con piel de toro curtido y sujetas por cintas de cuero
diferenciadas, eran probablemente aplicadas .o, 'po.o espesas o duras en los nudillos y los.relieves de las manos
13.

rigor; existía un juez, pero no existíJ un cronometrudor El término boxeo resulta probablemente equívoco, ya que no
ni límite de tiempo: el combate duraba hasta que uno de
los contendientes abandonaba. y si bien la tradición 12 FtLos,rn¡to, Su la gltmnattique, primera mitad del siglo III, cap. II
prohibía, según parece, morder al adversario o arrancarle (ed. y traducción de C. DrnrunEnc, París, F. Didot, 1818).
los ojos, el daño se producía probablemenre anres de que el tj Fnosrn¡to cuenta que las tiras de piel de cerdo estaban prohibidas
porque se pensaba que las \heridas hechas con ellas eran demasiado
r0 H. Fo¡nsr¡x, Die Sieger in den Olympiscben Spielen, Zwinckau, ioloiosas; además, según dice, no se debía golpearcon el dedo. Como
1891. vemos, las reglas de costumbre de los juegos de competición antiguos
tr F. Mezor, Ge¡chichte dT.Olympiyhen Spiele, Munich, 1930,pp.
también tenían en cuenta a los participantes, Pero tales reglas, conserva-
100-101; cirado en L. Dnras, Olympia: God¡, Aiists ood Athirt"r, Láá- das gracias a la tradición oral, no bastaban para impedir las heridas
dres, Pall Mall Press, 1968, p. 83. graves.
l@ Norbert Elias Deporte y uiolencia r61

solamente en la forma, sino también en la finalidad y en el los tiempos de los ejércitos hop'litas, pero la relación era
ethos este tipo de combate es diferente del boxeo como mucho más estrecha de la que existe hoy en los Estados
deporte. Esto sucede en general con todos los kagón> industriales entre las técnicas deportivas de combate y las
griegg!, y así por ejemplo, el etbos del pancracio procedía técnicas de los combates militares. Probablemente Filostra-
más directamente del etbos del combate de una ariitocracia to no estaba muy alejado de la verdad cuando afirmaba que
guerrera que de los encuenrros deportivos. Es preciso situar en otros tiempos los juegos de competición eran consi-
el ethos de las competiciones deportivas en la tradición de derados como una preparación para la guerra, y la guerra
un país que, de forma más clara que ningún otro país como un ejercicio destinado a la competición 1ó. El ethos de
europeo, organiza de forma original la guerra marítima, y los juegos de competición de las grandes fiestas griegas era
posee una armada de guerra diferente de los ejércitos de todavía el reflejo del de los heroicos antepasados rePre-
tierra 14. Sus grandes propietarios agrícolas, la aristocracia y sentados en la epopeya homérica. En cierto modo esta
la-<gentry> poseen un código de comportamiento qu., á imagen se perpetuaba de generación en generación para
diferencia del que adoptan la mayor parie de las otras ilases servir de instrumento a la educación de la juventud. En
altas en Europa, no se inspira directámenre en el código del muchos de sus aspectos coincidía con el erho¡ de osten-
honor característico de los oficiales de los ejércitos de lierra. tación que regulaba las rivalidades de estatuto y de poder
. .Al igual que las otras formas de enrrenamiento y de
lucha que tenían lugar en las Ciudades-Estado griegas, y a
entre élites nobles de diversas sociedades. Tanto en el juego
como en la guerra la práctica del combate estaba centrada
diferencia del boxeo inglés de los siglos XVIIi y ÍtX, el en una ostentosa representación de las virtudes guerreras,
<boxeo> griego era considerado no sólo un juego, sino lo que qonstituía uno de los medios para recibir los más
también un enrrenamiento para la guerra. por elÍo Filos- elevados elogios y honores en el interior del grupo, o para
trato señala que la técnica del pancracio proporcionó proporcionárselos al propio grupo, a los parientes o a la
-
grandes servicios a los. ciudadanos griegos durante la ciudad. Si vencer constituía un motivo de gloria no lo era
batalla de Maratón que terminó en una bárahunda gene- menos ser vencido, como Héctor lo fue por AquiJes, con tal
ralizada, y lo mismo sucedió con los esparranos que de que se hubiese luchado con todas las fuerzas hasta quedar
combatieron a puñetazos en las Termópilai cuando ius lisiado, herido o muerto, es decir, incapacitado para seguir
espadas y sus jabalinas se destrozaron rt. En la época en la luchando: victoria o derrota dependían de los dioses. Lo
que escribe Filostrato, bajo el Imperio romano, lás guerras infamante y vergonzoso era abandonar la victoria sin una
no l1s hacían ejércitos de ciudadanos sino soldados profe- demostración suficiente de bravura y de resistencia. Pro-
sionales de las legiones romanas. La diferencia entre la iecnica longando esta línea del ethos guerrero se entiende que un
militar y las estrategias de guerra se había profundizado en joven o un hombre muerto en uno de esos combates
relación a la técnica de lucha tradicional áe los juegos de olímpicos de lucha libre o de boxeo haya alcanzado la gloria
competición. Es comprensible, pues, que el griegolilos_ de la victoria para su clan y para su ciudad y que el
trato recuerde. la época clásica con una cierta nóstalgia. Con superviviente <homicida>- no fuese ni castigado ni
toda seguridad, las técnicas de guerra y las de los jriegos no estigmatizado.
-el
estaban tan íntimamente ligadas como él afirma, incl-uso en 1i

t' Los juegos griegos no obedecían en absoluto al espíritu


de la <lealtad>. Conviene asociar la historia del etbos
t4 Cf. N. Er-fas, <Studies in the Genesis
of the Naval profession>,
i inglés de la lealtad, cuyos orígenes no son militares, con la
Bitisb loamal of Sociology. I (4), diciembre, 19j0.
r; Fnosrnaro, op. cit., cap. ll. tó FrLosrnaro, op. cit.. cap. 43.
=-

r62 Norbert Elias Deporte y uiolencia t63

transformación específica que sufrieron los placeres y las desplazarse rápidamente de izquierda a derecha, o de
sensaciones proporcionados por los juegos de competición adelante hacia atrás: en el código de los guerreros, recular
contemporáneos: el placer demasiado efímero que propor- efa un signo de cobardía, esquivar los golpes del adversario
cionan el resultado y el desenlace del combate dlportivb se saliéndose de su línea constituía un deshonor. Como los
prolongó e hizo extensivo a las sensaciones que ie pueden guerreros en el cuerpo a cuerpo los boxeadores debían
extraer de lo que en un principio era el preludio, la mantenerse firmes y no ceder terreno. Un buen boxeador
participación o la asistencia a las peripecias y tánsiones del poseía una defensa impenetrable y fatígando a su adver-
propio juego. Esta nueva atención,. centrada en el placer y la sario podía ganar sin recibir heridas; pero si el combate
excitación que proporciona el juego en sí mismó no éstá duraba mucho tiempo un juez podía pedir a los adversa-
desligada del placer de apostar que, en Inglaterra, jugó un rios que encajasen y devolviesen golpe por golpe sin
papel considerable en la transformación en deportes de defenáerse hasta que uno de los dos quedase fuera de
formas más <<groseras>> de competición, así como en el combate. Este tipo agonístico de boxeo ponía elacento en el
desarrollo de un etbos de la lealtád. Los gentilhombres que punto culminante, en el momento decisivo, el de la victoria
asistían a una competición en la que se véían implicados ius ó la derrota, considerado la parte más importante y más
hijos, sus servidores o profesi<lñales célebres disfrutaban significativa del enfrentamiento, más importante que el
apostando dinero para añadir una exciración nueva a la propio juego, y que era tanto una prueba de resistencia
propia excitación del juego la cual se veía amortiguada física y de fuerza muscular como de destreza. Orejas
por las imposiciones que conllevaba el proceso de iivlli- hinchadas, dientes rotos, narices machacadas constituían
zaci6n. Sin embargo, la perspectiva de ganar la apuesta hechos frecuentes, del mismo modo que heridas graves
únicamente podía añadir emoción al eJpectáculo si las en los ojos y en la cabeza. Eiemplo de ello es la historia que
posibilidades de ganar eran más o menos equiparables enrre ha llegado hasta nosotros de esos dos boxeadores que
los contendienres, lo que no excluía un mínimo de previsi- aceptan intercambiar golpe por golpe. El primero le da un
bilidad. Todo esto requiere un grado de organizacón más golpe en Iacabeza a su adversario sin derribarlo; cuando baja
elevado que el que habían alcanzado las Ciudades-Estado de la guardia éste le pega bajo las costillas con la mano abierta,
la Grecia antigua. le abre el costado con sus duras uñas, le arranca las
En Olimpia no exisría un ring de boxeo, los combates entrañas y lo mata rs.
se disputaban en un rerreno abierto en el interior del <De todos los combates olímpicos el más extraño para
estadio. El blanco a alcanzar era el rostro o la cabeza (...). nosotros es el boxeo: por mucho esfuerzo que hagamos nos
El combate duraba hasta que uno de los dos adversarios era resulta imposible comprender cómo un pueblo tan culti-
incapaz de defenderse o reconocía su derrota. Esro podía vado con un gusto estético tan refinado podía encontrar
hacerlo bien levantando el índice, bien extendiendó dos placer en este espectáculo bárbaro en el que dos hombres se
dedos hacia su contrincante.>>17 golpeaban en la cabeza con sus puños fuertemente Prote-
Las pinturas de las vasijas griegas muesrran con fre- gidos (...) hasta que un<¡ de ellos se declaraba vencido o era
cuencia a los boxeadores en una postura tradicional: tan retirado para que continuase el combate. Practicado no sólo
próximo uno al otro que cada uno tiene un pie al lado o por los romanos, sino también por los griegos, este tipo de
encima del de su adversario. Había escaso margen para el enfrentamiento no tenía nada de deporte, era un asunto
juego de piernas que permite a los boxeadoreJ modernos mortalmente serio (...). Más de un concursante olímpico
17 L. Dnum, op. cit., p. 82. r8 L. DREEs, op. cit., p. 82
164 Norbert Elia.r Deporte y aiolencia r65

perdió su vida en el estadio. Esta crítica, formulada en l8g2 dientes. En toda sociedad se pueden encontrar relaciones
por Adolf Boettic_her, uno de los primeros especialistas objetivas de interdependencia entre los aspectos a los que un
contemporáneos de los juegos olímpicos, sigue siendo válida obiervador o los ProPios indígenas confieren valores
hoy. Los boxeadores, al igual que sus colegas de lucha libre opuestos. La belleza del arte griego y la relativa bruta-
o del pancracio, estaban decididos a vencer a cualquier lidad de los juegos clásicos de competición son un buen
precio.>le ejemplo de ello: leios de ser incompatibles, son dos
Si los hechos parecen ciertos, no resulta igual con su inrer- manilestaciones estrechamente ligadas de un mismo nivel
pretación. La cita anterior represenra un ejemplo casi para- de desarrollo, de una misma estructura social.
digmático de la incomprensión a la que se e*pone., loi que
utilizan de forma incontrolada e implícita su propio umbial
de repugnancia respecto a determiñados tipós dl violencia La Grecia antigua y la cultura del cuerpo
física, y lo emplean como patrón de todai las sociedades
humanas, independientemente de su estructura, de su La aparición de la escultura griega en su forma atcaicay
estadio de desarrollo social y más en concreto del nivel el realismo idealista del período clásico son incompren-
alcanzado en la organización y el control de la violencia sibles si no se tiene en cuenta el papel jugado en las
física (aspecto del desarrollo s<_¡cial tan importante como la Ciudades-Estado griegas por la apariencia física en tanto que
organización y el control de los medios <<económicos>> de determinante del prestigio social de los dirigentes. En esta
producción). Es igualmente una buena ilustración del sociedad resultaba prácticamente imposible a un hombre de
obstáculo que represenra para la comprensión de las cuerpo débil o deforme conservar una posición social o un
sociedades la predominancia de interpretationes hereróno- podÉr político importante. La fuelza física, la belleza física,
mas en relación a la percepción de las interdependencias et equilibrio y la resistencia jugaban en la sociedad gtiega
funcionales20. La esculrura clásica griega ocupa uña posición un papel mucho mayor en la determinación de la posición
elevada en la escala de valores de nuestrc¡ tiempo, al revés de social un hombre que en la actualidad. El que un hombre
¡e
lo que sucede con las formas de violencia físicá presentes en físicamente disminuido pueda alcanzar una posición de
los juegos griegos tales como el pancracio. Dado que se mando o de poder y un rango social elevado es un
confiere a la primera un valor altamente positivo y a las fenómenc¡ relativamente reciente en el desarrollo de las
otras un valor fuertemente negativo, los que aceptan que su sociedades (algo de lo que no somos siempre conscientes).
comprensión de estos hechos está guiada por juicios devalor Perdemos la clave que nos permite comprender a las otras
preconcebidos se ven enfrentados a un problema insolu..le sociedades y en particular a la gfiega, Porque la imagen
y dichos hechos les parecen irreconciliables. <<corporal>>, la apariencia física tienen una imoortancia
No existe ninguna raz6n para suponer que, en una secuñdaria en relación a otras cualidades como <<la inteli-
sociedad determinada, los rasgos a los que conferimos, en gencia> o el <<carácter moral>> siguiendo la escala de valores
tanto que observadores exteriores, el mismo valor (ya sea
positivo o negativo) son los únicos que son interdepen- lue determina, en nuestras sociedades, la clasificación de los
Éombres y la imagen que nos hacemos de ellos. Quizá se
tt Li-r"\ op. cit., p. 81.
comprenderá mejor la diferencia si se piensa. qu€ en
20 Para conocer una explicación de
este término, así como para el ,ru.ritut sociedades la apariencia física sigue teniendo un
problema de la objetividad en sociología, véase N. Erf,rs: <problems of peso muy importante y posiblemente creciente en la
Involvement and Detachment>, Biti¡b Joanul of Sociolog, 7 (3), sep- áeterminación de la imagen social de las mujeres, mientras
riembre, 1976. que para los hombres la apariencia física, y en concreto la
r6 Norbert Elias Deporte 7 uiolencia r67

f.uerza y la belleza corporal no parecen jugar en esre campo


célebres de la Antigüedad para que nos imaginemos una
un papel tan importante (si bien la televisión puede suriir
realidad similar a la que conocemos. De hecho, los hombres
sus efectos en este ámbito). El hecho de que una de las
que demostraban fuerza física, agilidad, coraje, y resisten-
naciones más poderosas de nuesrro tiempo haya elegido un
cia triunfando en las grandes fiestas tenían muchas posi-
hombre paralítico para desempeñar la'función ,ípr.*u
bilidades de obtener una elevada posición social y política en
resulta en este sentido sintomático.
su ciudad natal, en el caso de que no la ocupasen ya. Con
En las Ciudades-Estado griegas las cosas sucedían de otr<r
frecuencia, los participantes de los juegos de competición
m.do. Los individuos débiles o áeformes eran eliminados en
sus primeros años; se dejaba morir a los niñ<¡s enclen_
de Olimpia procedían de <buenas familias>, de élites
relativamente adineradas, de propietarios de tierras o de
ques; un adulto incapaz de batirse tenía poco valor. Era muy
familias campesinas adineradas. La participación en estos
raro que un hombre enfermizo, achacóso o muy ancianá juegos implicaba un largo y costoso entrenamiento que
alcanzase o se manruviese en la dirección de los asunros
únicamente las personas relativamente ricas podían per-
públicos. Se traduce con frecuencia por <<virrud>> el rérmin<r
mitirse. Un joven atleta prometedor y pobre podía encon-
<arété> que era una de las expresiones del ideal de la Grecia
trar a un mecenas o a un entrenador profesional que le
clásica. Pero de hecho este nombre no reenviaba, como el
adelantaba el dinero necesario; si conseguía una victoria en
término <<virtud>>, a una característica moral, sino más bien a
Olimpia proporcionaba a su familia y a su ciudad la
las actividades del guerrero y del gentilhombre en las que <<la
celebridad y tenía muchas posibilidades de convertirse en un
imagen corporal>, las cualidadeidel luchador hábil y fuerte
jugaban miembro de la clase dirigente. El luchador más famoso de la
1n papeJ preponderante. Este ideal se plasmaba Antigüedad clásica probablemente fue Milon de Crotona que
tanto en las esculturas como en los juegos de competición.
consiguió un número considerable de victorias en Olimpia y
Numerosos campeones olímpicos ieríun una esratua en
en otros juegos panhelénicos. Era un hombre de una fuerza
Olimpia y en ocasiones, como ya hemos señalado, rambién
prodigiosa que se hizo proverbial en su tiempo, pero fue
en su propia ciudad2r.
también conocido como uno de los mejores discípulos de
El hecho de que la posición social de los atleras fuera tan
Pitágoras y como uno de los jefes del ejército de su ciudad en
diferente.de lo que es en nuestra s<¡ciedad no es más que otro
aspecto de este rasgo distintivo de la sociedad griega. El
la victoriosa batalla que ésta libró contra los sibaritas que
culminó en una terrorífica masacre coleetiva de estos
equivalente del deporte, la <<culrura> del .u"rpá, n".,
últirnos. A la inversa, personajes célebres para nosotros por
tampoco tan especializada c<lmo es en la actualidad. En "ru las sus realizaciones intelectuales eran también famosos en su
sociedades contemporáneas un boxeador es un especialista;
época por sus actividades guerreras y atléticas. Esquilo, I
basta con aplicar el término moderno a los ub<lxeadores,
Sócrates y Demóstenes pasaron por la dura escuela de lucha
hoplita; Platón a su vez consiguió varias victorias en

No puedo analizar aquí ras causas de ra ora de securarización que se múltiples juegos atléticos. De este modo, la idealización del
-
manifiesta, entre orras coias, ¡xrr el paso del estito arcaico, *ár'bi;
guerrero en la escultura griega, la representación de los
solemne y ligadq al remor respeuoso-y quizá más expresivo (un buen
ejemplo del mismo lo constituye h Mádüsa del fronón a"t t..pio á. dioses en consonancia con el ideal de apariencia física del
Artemisa en Corcira en el sigio VI a.C.), al realismo idealizante del guerrero aristocrático y el eúos guerrero de los juegos de
período clásico que .epresenra los dioses y a los hombre,
au.,, gu..r.- competición no constituían simplemente elementos com-
ros bien proporcionados, jóvenes " o viejos, con cuerpos patibles, sino que eran manifestaciones estrechamente im-
expresiv<r"s, pero
con rosrros un ranto vacíos en el caso de que la incrusiación áe ros
oj.i y er bricadas, características de la posición social, del estilo de
color todavía se conserven (como ocurie con el auriga de Delfós).'
vida y de los ideales de los propios grupos sociales. Y, lejos
168 Norbert Elias Deporte Jr uiolencia t69

de aminorar el placer que el arte griego nos proporciona, el constitución racial o étnica, sino un asPecto de un tipo
conocimiento de estas relaciones objetivas más bien lo particular de desarrollo social que ha ido acompañado de un
refuerzan. control social más refinado y más estable de los instru-
mentos de la violencia y consecuentemente de una forma-
ción de la conciencia. Evidentemente, esta forma de desa-
Sensibilidad a la violencia y civilización rrollo social puede invertirse.
De lo expuesto hasta aquí no se puede deducir que sea
Comparando los niveles de violencia característicos de absurdo pensar que los comportamientos y sentimientos
los juegos de la Grecia clásica o de los rorneos y los juegos humanos resultantes de esta evolución sean <<mejores> que
populares de la Edad Media con los de los actuales deportes los que corresponden a los estadios anteriores de desa-
de competición se hace perceprible una dinámica especial rrollo; al contrario, un conocimiento más profundo de estos
del proceso de civilización. El estudio de un aspecto hechos proporciona una base más sólida, y en realidad la
concreto, en este caso el grado de civilizaciín que se única segura, para establecer juicios de valor de este tipo. Sin
manifiesta en los juegos antiguos, resulra inapropiado e este conocimiento no podemos saber, por ejemplo, si
incompleto si no se lo relaciona con orros aspectos de la nuestro autocontrol de la violencia física no está acompa-
sociedad; en suma, el nivel de civilización de los juegos de ñado de anomalías psicológicas que, por su parte, podrían
competición y sus variantes resulran incomprensibles si no parecer bárbaras en una época más civilizada. Además, si se
se los conexiona, al menos al nivel de violencia social- considera que una forma más civilizada de comportamien-
mente tolerada, al nivel y a la organización alcanzada por el tos y sentimientos es <<mejor> que una forma rnenos
control de la violencia y, correlativamente, a la formación civilizada, si se estima que la humanidad ha progresado al
de la conciencia en las distintas sociedades consideradas. adoptar nuestros propios criterios de repulsión relativos a
Pongamos otro ejemplo. En el siglo XX Ia masiva masa- las normas de violencia habituales en otro tiempo, no se
cre de pueblos derrotados por los nazis provocó una puede explicar por qué una evolución no planificada culmina
repulsión casi mundial. El recuerdo de estos hechos ha en algo que es considerado un progreso. Todos los juicios
marcado Ia imagen internacional de Alemania. La impre- relativos a las normas de comportamientos civilizados son
sión fue tan importante que muchas personas han vivido juicios comparativos. No se puede decir de un modo
con la ilusión de que tales atrocidades ya no volverían a absoluto: <nosotros somos civilizados, ellos no lo son>, pero
producirse en esre siglo. Al admitir implícitamente que los sí se puede decir: <<las normas de los comportamientos y de
hombres se habían hecho más <civilizados>>, que estaba los sentimientos de una sociedad A son más civilizadas, las
inscrito en su naturaleza el hecho de que se hubiesen de una sociedad B lo son menos>), con tal de que se hayan
convertido en sujetos <<moralmenre mejorei>, se legitimaba elaborado indicadores claros e instrumentos para medir la
el orgullo de ser menos salvajes que los antepasados o que transformación. La comparación entre las competiciones
otros pueblos sin cuestionarse nunca el problema que agonísticas griegas y las competiciones deportivas contem-
planteaba su propio comporramiento relativamente más poráneas nos proporcionan un ejemplo, las normas de
civilizado: ¿por qué sus comporramientos y sentimientos se repulsión frente a las masacres masivas nos proporcionan
habían hecho un poco más civilizados? El episodio nazi ha otro.
venido a recordar que las restricciones relativas a Ia La comparación con las actitudes de otros tiempos, el
violencia no son ni el sigmr de una superioridad natural de sentimiento casi universal de repugnancia respecto al
las <<naciones civilizadas>, ni una característica eterna de su genocidio que ha tenido lugar no hace mucho indica que las
170 Norbert Eli¿.r Deporte y aiolencia t7r

sociedades humanas han sufrido un proceso de civilización interiorizadas relativas a la violencia física eran entonces
tan limitado e inesrable como sus efectos. En la Antigüedad más bajos que los nuestros, del mismo modo que los senti-
griega y romana, la masacre de toda la población maiculina mientos de culpabilidad y de vergüenza asociados a estas
de una ciudad vencida y conquistada, y la conversión en prohibiciones eran más débiles que lo son en los Estados
esclavos de sus mujeres y niños inspiran piedad, pero no industriales relativamente desarrollados del siglo' XX. Los
provocan ninguna condena general. Nuestras fuentes mues- grandes dramaturgos atenienses, sobre todo Eurípides en
tran que, aunque de forma esporádica, se produjeron con Las Troyana.r expr€san el sentimiento de compasión por las
regularidad muertes masivas durante todo.este período22. víctimas con un realismo intenso lo que muestra que este
La masacre integral de los enemigos era, a veces, el sentimiento no estaba velado por la rePugnancia o la
resultado del furor de un ejército amenazado o frustrado indignación moral. La venta de las mujeres de los vencidos
durante largo tiempo restimonia por ejemplo la como esclavas, la separación de madres e hiios, la ejecu-
-como
masacre que los ciudadanos de Crotona hicieron sobre los ción de los niños y muchos otros temas relacionados con la
sibaritas-, y, en ocasiones, el <<genocidio>> era también un violencia y la guerra tenían muy probablemente una mayor
acto premeditado que renía como objetivo aniquilar la fuerza resonancia para el pueblo ateniense, dado el contexto en que
militar de un Estado rival; tal fue el caso de Argos, cuyo vivía, que para un público contemporáneo. Dicho esto, es
poder_militar fue aniquilado por orden del generál espár- preciso añadir que el nivel de inseguridad física en las
tano Cleomenes, que mandó eliminar a todoi los hombres sociedades antiguas era mucho más elevado que el de los
capaces para la guerra. La masacre de la población masculi- Estados contemporáneos. El hecho de que sus Poetas
na de Milo ordenada por Ia Asamblea de los ciudadanos de manifestasen más bien un sentimiento de compasión que de
Atenas en el año 4IJ antes de Cristo, descrita por Tucídi- indignación moral es un buen indicador de esta diferencia.
des con gran expresividad es el resultado de una confi- Homero se lamentaba ya de que Aquiles, en su dolor y rabia,
guración comparable a la que condujo a la ocupación rusa de matase y quemase sobre la hoguera funeraria de Patroclo no
Checoslovaquia en 1968. Los atenienses consideraban Milo, sólo corderos sino también vacas, caballos e incluso doce
que tenía para ellos una importancia estratética especial en jóvenes troyanos nobles. Sin embargo, el poeta tampoco en
su lucha contra Esparta, como una parte de su imperio. este caso lanza un juicio, desde su rectitud y superioridad
Ante la resistencia de sus habitantes, mataron a los rnorales, y condena a su héroe por haber cometido la
hombres, vendieron a las mujeres y a los niños como atrocidad de <<un sacrificio humano>. Los reproches que el
esclavos y colonizaron la isla con colonos atenienses. poeta le dirige a Aqúiles no tienen el tinte de la
Algunos griegos consideraban la guerra como el modo indignación moral ni echan ninguna sombra sobre lo que ¡
normal de relaciones entre Ciudades-Estados, guerra que podemos llamar el <<carácter> de su héroe, su valor en tanto
podía ser interrumpida mediante tratados de duracón (ue set humano. En situaciones de dolor y de rabia, la gente
limitada. Los dioses, por boca de sus sacerdotes, y los cb-.te malas acciones -<<kaka erga>>-. El bardo sacude la
escritores podían desaprobar esre ripo de masacres; pero el cabeza, pero no se dirige a la conciencia de sus auditores:
nivel de <<repugnancia moral>> respecro a lo que dénomi- no les pide que consideren a Aquiles como un réprobo desde
namos <<genocidio> y, en general, el nivel de prohibiciones el punto de vista moral, como (<un carácter negativo> '
Hace más bien una llamada a su comPasión, les hace
22 P. Ducnrv, Le traiternent det prironniert
de guene dan¡ la Grece comprender que la pasión se apodera incluso del meior,
antiqae; Escuela Francesa de Arenas, Trabajos y Memorias, Fasc. XVIII, incluso del héroe en los momentos de tensión. Su valor
París, E. de Boccard, 1968. humano en tanto que noble y guerrero no se Pone en duda;
t72 Norbert Elia.r Deporte y uiolencia 173

<el sacrificio humano>> no tenía para los anriguos griegos la aproxima a nuestro tipo de formación de la conciencia, Pero
connotación de horror que tiene para las nacioñes <civi- esta ((voz interior>> tan altamente individualizada como se
lizadas>> del siglo XX2l.-Todos los escolares griegos cultos quiera, conserva de algún modo el carácter de un genio
c<¡nocían la cólera de Aquiles, los sacrificios y los juegos que tutelar. En otros términos, el grado de individualización y de
tuvieron lugar en las honras fúnebres de Patroclo. ios interiorización de las normas y de los controles sociales que
juegos olímpicos eran los herederos directos de estas encontramos en Sócrates (por medio de Platón) era sin duda
competiciones funerarias ancestrales y, es ésta, una filia- un fenómeno excepcional en aquel tiempo. Es muy signifi-
ción muy diferente de la de las competiciones deportivas cativo que el griego clásico no Posea un término espe-
contemporáneas. cializado para decir conciencia; se utilizan en vez de con-
El nivel normal de pasión y de violencia de los héroes y ciencia un cierto núrnero de palabras tales como <<synesis>>,
de los dioses homéricos o, dicho de otro modo, el nivel <<euthymia>>, <<eusebia>>, etc., Pero si se mira atentaE¡ente
normal de desarrollo y de interiorización delautocontrol, de uno se da cuenta pronto que ninguna de ellas es específica y
la <<conciencia>> no estaba que cada una cubre un espectro mucho más amplio
-por lo
alejado del alcanzado en Atenas
que conocemos- muy
duranre su época clásica. reenviando entre otras a la noción de <piedad, y de
Las ruinas, los templos, las esculruras de los héroes y de los <<reverencia hacia los dioses> . El bagaie intelectual de la
dioses griegos han contribuido a constituir la imagen de los Grecia antigua no dispone de un concePto único y tan
antiguos griegos como un pueblo moderado, equilibrado y específico como el concepto moderno de <<conciencia>>, que
armonioso. El término <<clásico> mismo en expresiones denota una autoridad interior imperiosa, con frecuencia
tales como <Antigüedad clásica> evoca un ideal de belleza tiránica, a la que no se puede escaPar, que forma parte del
armoniosa y equilibrada difícilmente alcanzable por las individuo y dirige su conducta, que castiga la deiobediencia
generaciones posteriores. En oposición a esta concepción de las <<ansias>> y los <aguijones> del sentimiento de
no podemos mostrar aquí con la precisión deseable el lugar culpabilidad, que actúa por sí misma sin que se la pueda
que ocupó la Grecia clásica en el desarrollo de <<la concien- atribuir una procedencia, sin que reciba su poder y autori-
cia>>, de los controles interiorizados relativos a la violencia dad de una fuerza exterior, humana o sobrehumana, a
o a otras esferas de la vida; nos contenraremos con decir que diferencia del <miedo a los dioses>> o de la <<vergüenza>>.El
Grecia representa <<el alba de la concie4cia>>, una erapa hecho de que este concepto no haya sido todavía constituido
durante la cual la transformación de una conciencia que en la sociedad griega puede ser considerado como un índice
asegurase el dominio de uno mismo (simbolizado mediante de que la formación de la conciencia no había alcanzado un
imágenes colectivas de seres exteriores sobrehumanos, de estadio de interiorización, de individualización y de auto- I
dioses-demonios imperiosos o amenazantes que indicaban nomía relativa comparable al actualmente existente en
a los hombres más o menos arbitrariamente lo que debían o nuestras sociedades.
no hacer, en una voz interior relativamente individuali- Es este uno de los índices que permiten comprender el
zada e impersonal basada en principios sociales generales nivel mayor de violencia que encerraban los juegos de
tales como justicia e injusticia, bueno y malo), era todavía competición antiguos, así como el nivel menor de repul-
más una excepción que una regla. La <<daimonioru> de sión respecto a la violencia existentes en la sociedad griega
Sócrates es quizá, en la sociedad griega clásica, lo que más se en general. Muestra que en el marco social de la Ciudad-
Estado griega los individuos eran fuertemente dependien-
2, F. Scnv¡Nr¡, Die Men¡chenopfer bei den Griecben
and Ronern, tes unos de otros, así como de fuerzas y sanciones externas,
Giessen, A. Topelmann, 191t. que no podían, en el grado que nosotros lo hacemos,
174 Norben Elias Deporte y uiolencia 175

utilizar barreras interiorizadas para controlar sus pulsio- Algunas sentencias de Demócrito, extraídas de la expe-
ngs violentas y doblegar sus pasiones. Es preciro ,ro riencia social común a todas las gentes de la época, pueden
obstante añadir que eran (o al menos lo eran sus élites) quizá ayudar a comprender mejor estas diferencias. Mues-
mucho más capaces de contenerse a nivel individual que lo tran que el <<bien> y el <mal> no pueden significar
fueron sus ancestros del período pre-clásico como aiesti- exactamente la misma cosa en una sociedad en la que todo
guan la evolución de las representaciones de los dioses individuo debe asegurar su propia defensa y la de sus
griegos, la crítica de su arbitrariedad y de su ferocidad. Si se parientes para sobrevivir y, en una sociedad como la nuestra
tiene en cuenra el estadio particular del proceso de civili- en la que estas categorías se ven legitimadas en nombre
za.ción-que representa la sociedad griega en la época de las de la razón Cuando Demócrito dice que es justo, confor-
Ciudades-Estados independientes, se puede cómprender me a las reglas de la costumbre, matar a todo ser viviente
más fácilmente con el núestro- el iarácter que haya causado una herida, y que sería una equivocación
-comparado
violentamente apasionado de los antiguos griegos cuyos no hacerlo, se expresa en términos a la vez humanos y
actos eran perfecramente compatibles con la- armonía sociales. No se justifica apelando a losdioses, nialarectitud
corporal, el equilibrio,la gracia aristocrárica y la fiereza de o a la santidad (como sucede en el diálogo de Sócrates con
movimientos reflejadas en la escultura griega. Protágoras que proporciona Platón), ni tampoco a la
. Pgr último, puede resultar útil fijarseén otro aspecto de protección de los tribunales de justicia, de las instituciones
las relaciones exisrentes entre el nivel de violencia inscrito del Estado, y de los gobiernos; los hombres de entonces
en las formas griegas de los juegos de competición y de la debían estar dispuestos, mucho más que nosotros, a asegu-
guerra, por una parte, y determinadas características es_ rar su simple supervivencia física por sí mismos. (24)
tructurales de la sociedad griega, por otra. Incluso en Atenas :

la protección de la vida de lós ciudadanos no estaba 2a El esfuerzo realizado por E. A. Hrvelcrcx para intentar dar sentid<l
asegurada como está hoy al convertirse en un asunto exclu-
a estos fragmentos para un lector contemporáneo de lengua inglesa me
sivo del Estado. Cuando alguien era eliminado o herido, parece que ha sido un éxito (en el original iirglés estos fragmentos
incluso en_la Epoca Clásica, era éste un motivo para que sus aparecen citados por la traducción de H,tverccx enTbe Liberal Temper in
parientes lo vengasen y ajustasen cuenras. El grupo fami- Greek Politict, New Haven y Londres, Yale University Press, 1964, pp.
liar jugaba un papel rnucho más importante que ahbra en la 127-I28\. Muestra también mucho más claramente que otros autores que
la importancia que Platón y Aristóteles conceden a la autoridad central del
protección del individuo conrra la violencia,lo que signifi-
Estado como forma previa para solucionar los problemas ¡nlíticos es
caba que todo hombre normalmenre consrituido deLía de"estar generalmente considerada irróneamente como propia de la Grecia anti-
dispuesto a defender a los miembros de su familia o, llegado gua en general mientras que, en realidad, esta importancia es caracterís-
el caso, a batirse para vengar o contribuir a vengar u ,fu,i., tica, todo lo más, de las últimas Ciudades-Estado griegas independientes y
pariente. Incluso en el interior de una Ciudad-Estádo el ñel quizá de la última fase de su desarrollo. No estoy, sin embargo, de acuerdo
general de violencia física y de inseguridad era relativa- con E. A. H,rvrlocx cuando califica de <liberales> las enseñanzas de
filósofos como Demócrito: el liberalismo en tanto que filosofía política
mente alto, lo que contribuye a explicar que el nivel de supone una organización estatal fuertemente desarrollada incluso si in-
repulsión respecro a los dolores o heridas sufridas, o res- teñta prevenir las interferencias excesivai de los particulares. Por otra
pecto a su manifesración pública, era más bajo que los parte, la confianza del individuo en sí mismo, defendida por Demócrito,
sentimientos de culpabilidad relativos a los acios de es característica de un estadio del desarrollo en el que el individuo y su
parentela no pueden contar con la protección de una organización del
violencia, los cuales estaban menos profundamenre enrai-
Estado suficientemente eficaz e impersonal. La idea de que los hombres
zados en los individuos: en una sociedad así organizada, tienen el derecho y el deber de vengarse y de matar a sus enemigos
estos sentimientos constituirían un serio bándicap. personales no es realmente una idea <liberal>.
176 Norbert Elia.r Deporte y aiolencia t77

Para determinados seres 'vivientes, la regla relativa a a las innovaciones y descubrimientos científicos, así como al
matar o no matar se justifica así: si se mata a aquellos que desarrollo de un instrumental conceptual. Limitado posi-
actúan contra la justicia y que quieren acruar contra ella, no blemente a élites muy reducidas, este fenómeno estuvo
se es merecedor de castigo, y hacer esto contribuye más al seguido en las sociedades posteriores de Roma y de la
bienestar que no hacerlo (Fragmento 257 de Demócrito en Antigua Europa por un largo período de <<remitologiza-
la edición Diels-Kranz, capítulo 68). ción> situado a un nuevo nivel y aéompañado de progre-
Es necesario matar a todo aquel que, contra justicia, sos científicos ocasionales y relativamente limitados en
cause un daño. Y esto en cualquier caso. Quien actúe di este relación al nivel alcanzado en la Grecia Antigua. En conse-
modo contribuirá a aumenrar el bienestar, el derecho, la cuencia, lo que quedó de la herencia científica de Grecia y de
fuerza,la propiedad en cualquier organización social (Frag- lo que fue redescubierto posteriormente (principalmente los
mento 258). trabajos de Aristóteles), desempeñó la función de modelo
La justicia consiste en cumplir aquello que es necesario, autorizado, aureolado con un fuerte prestigio, hastaalcanzar
la injusticia en no cumplirlo, sino en evitarlo (Fragmen- el mismo valor que el resto de las autoridades reconocidas
to 256). por la lglesia: se podía venerar este patrimonio, pero ya no
Es necesario vengar, en la medida de lo posible, las se podía esperar igualarlo o superarlo. A este período de
víctimas de una injusticia, y no renunciar a ello. Un acto de mitologizacrón sucedió una nueva mutación de desmitolo-
este tipo es iusto y bueno, un acto contrario es injusto y malo gizaciín que, construida en gran parte sirviéndose de la
(Fragmento 261). herencia de la Antigüedad, fue concebida fundamentalmen-
te como un nuevo comienzo de la misma, como su <(rena-
La génesis del Estado y la invención del deporte cimiento>. En un principio, la ciencia y la filosofía antiguas
eran consideradas una autoridad,y la Antigüedad como un
La herencia de las sociedades estatales de la Antigua modelo (Lehrmeister) 2t venerable e insuperable; únicamen-
Grecia ha tenido un impacto tan profundo en las socieda- te, más tarde, las gentes consiguieron superar el movi-
des estatales europeas constituidas más tarde que resulta miento de desmitologización de la Antigüedad y sobre todo
difícil, incluso en el siglo XX, hacerse una idea clara de la ser conscientes de que ésta había dejado de ser el modelo
posición relativa que ocupa en el orden secuencial del supremo. En suma, descubrieron que eran independientes y
desarrollo de las sociedades; dificultad que, de rechazo, que podían, en el ámbito de los descubrimientos cientí-
aclara determinados aspectos complejos de este desarrollo. ficos, ir bastante más lejos que los antiguos. De este modo,
El modelo clásico de desarrollo del pensamiento científico un débil impulso dirigido hacia la innovación y los descu-
quizá es el que mejor sirve de mediador para comprender brimientos seculares en los terrenos del saber y del pen-
la forma específica de esta rransformación de conjunto. El samiento se vieron superados por un largo período de pen-
esquema de desarrollo, a largo plazo, que explica la historia samiento esencialmente mágico-mítico, fundado sobre un
en este terreno se diferencia de forma significativa de la aprendizaje libresco transmitido en lengua latina bajo la
imagen de un progreso lineal y conrinuo, generalmente supervisión de una autoridad central bastante eficaz. Este
asociado actualmente a la idea de desarrollo social. Si se período fue a su vez seguido por un nuevo movimiento aún
examinan las transformaciones de conjunto del pensamien-
to científico, desde la Antigüedad hasta los Tiempos
Modernos, se observa en Ia Grecia clásica y helenística un
empuje breve e intenso de <<desmitologizaciín>, correlativo 2t En alemán en el texto original.
:^*

178 Norbert llli¿.r Deporte y uiolencia r7g

más pujante de descubrimient<¡s prácticos del que todavía no cia que obligaba a los propietarios agrícolas a recurrir a la
podem<ls valorar su fuerza y duración. oferta de trabajo local26. El cristianismo no impidió a la
Este conocido esquema planrea un gran número de cues- parte oriental del Imperio romano servirse del trabajo de
ti<¡nes que no pueden ser resueltas ahora. Sin embargo,
esclavos hasta que, según parece, también allí se agotó el
conviene por los menos subrayar que la filiación de nu- mercado. Los escrúpulos religiosos no impidieron tampoco a
merosos aspectos de esras sociedades se derivan de un los miembros de las sociedades europeas dedicarse al
esquema muy semejanre, aunque no sean siempre idénticos. comercio de esclavos o emplear el trabajo de los esclavos
El proceso de urbanización, el crecimienro de los merca- cuando tuvieron ocasión para ello como ocurrió en Brasil y
dos y la extensión de sus áreas de influencia, así como el en USA. No hay que olvidar que los Estados que se sirvieron
desarrollo correlativo de organizaciones estatales urbanas del trabajo de los esclavos se caracterizaron por una
que abarcaban cada vez más extensos territorios hasta necesidad constante de guerras, de piratería y de otras
culminar en la Roma imperial, fueron seguidos; sobre todo formas abiertas de violencia física en tanto que condi-
en las regiones occidentales del Imperio, por una desin- ciones normales para la constitución y el mantenimiento de
tegración del control central del Estado, por una creciente su fuerza de trabajo.
división de la capacidad militar y del poder, por un declive Una vez situados en este contexto más amplio, la cues-
del comercio a larga distancia y por la decadencia de los tión esencial que nos hemos planteado aparece más clara.
equipamientos urbanos. Esta tendencia se vio interrumpida Los juegos de competición que surgieron en Inglaterra como
y seguida por un movimiento inverso de comercialización, y su difusión posterior
deportes ¿son simplemente; como
integración, urbanización y reforzamiento del Estado. Este sugiere el nuevo término de <<Jueggs Olímpicos> contempo-
movimiento, relativamente inestable en sus comienzos, ráneos, un renacimiento de los juegos de la Antigüedad? ¿EI
limitado y de corta duración, salvo excepciones, afectó más desarrollo de los juegos de competición desde la Anti
tarde a territorios cada vez más amplios, a poblaciones cada güedad hasta nuestros días no ha seguido, por el contrario,
vez más numerosas para culminar en la formación de una transformación semejante globalmente a la que encon-
organizaciones estatales cuyo grado de estabilidad y capaci- tramos en el desarrollo de otros ámbitos? ¿No se puede
dad de integración superan con mucho al de las organi- descubrir en el desarrollo de los juegos de la Grecia antigua
zaciones estatales de la Antigüedad. un empuje limitado de civilización seguido de una lenta
Los estudiop comparativos de los procesos de formación regresión que alcanzó su punto culminante a comienzos de
del Estado se encuentran todavía en un nivel rudimen- la Edad Media para seguir de nuevo una lenta evolución
tario. Concretamente, no sabemos resolver un problema que tendente a un incremento de la seriéibilidad en relación aIa
es de una importancia crucial para comprender las diferen- violencia física, y ello no solamente en círculos restrin-
cias entre las características estructurales de los Estados que gidos, sino en el conjunto de la sociedad, que se aceleró
alcanzaron estadios diferentes de desarrollo social, ni Iuego hasta superar ampliamente las normas de la Anti-
tampoco los procesos de inculcación de normas de sensi- güedad? ¿Las normas de lealtad y de control de la violencia
bilidad respecto a la violencia física: ¿Por qué la desin- áe los juigos que denorninamos <<deportes> no constituyen
tegración del Estado romano esclavista de Occidente fue
seguida, poco después, por un nuevo movimiento de inte-
gración ligado a la aparición de Estados que no se susren- 26 La explicación más plausible del desarrollo de una tradición de

taban en el trabajo de esclavos? Este fenómeno está en trabajo tibre en las sociedades euroPeas Post-romanas reenvía, sin duda,
a las transformaciones de las condiciones sociales de aparición y de
relación con el debilitamiento del comercio alarga distan- desarrollo de las aglomeraciones urbanas.
181
r.80 Norbert Elia.r Deporte 7 uiolencia

una manifestación de que el grado de sensibilidad pública medida en que nos demos cuenta de que el
tipo altamente
respecto a la violencia física es superior al de la Grecia .;;ril d! control de la violencia-característico de los
no, puede ser comprendido ais-
Antigua y por supuesto al de los <siglos bárbaros> y la aha ñ5;;;il;-dot ,.a.pot'.s> tendencia a
Edad Media? ladamente. Existe en la actualidád una creciente
Esta perspectiva de larga duración permite captar mejor ;;;;;; la sociología del deporte como si éste existiese
f" o"* asPectos de la sociedad' Al igual
el problema de la sociogénesis del deporte. Sería necesario -d;;il;;;;;; ru i"¿*"ia' la iiencia.u otros objaos socigló-
que determinásemos las características específicas del proce- üt;.,., ciertamente un relativo
so de formación del Estado Inglés y, correlativamente de la Ji.l, ¿. .rioáio, el deporte tiene tanto que manl-
formación de la conciencia en relación a los ámbitos ligados ltudo de autonomía, pero en realidad'.en contemporáneas'
a la transformación de los juegos tradicionales de com- festación rePresentativa de las sociedades
relación a otras
petición. Avanzando un poco más podríamos también pre- ,ro por". -á, qo. una autonomía relativa en
(pese a esto la socio-
guntarnos cuáles son los aspectos de la configuración Áulif.r,u.ior,"i d" dichas sociedades
general de los Estados y de su desarrollo que explican, espe- i;;i;'¿ñ.pát* tiende a ser tratad" como una especia-
las relaciones
cialmente en los siglos XIX y XX, la difusión y la unifi- lidad absolutamente autónoma)' Pata aclarat
sociales del
cación del deporte, o al menos de determinados deportes, en existentes entre la .,ttt""'u y las funciones
un principio en Europa y en la actualidad en todo el mundo. deporte y otros aspectos de la sociedad' es conveniente
perspectiva
Del mismo modo que no se puede explicar el desarrollo de adootar una 'perspectiva de larga duración -la
g.ti"iási." y ieiar de considerar el deporte como un
los Juegos Olímpicos en la Antigüedad sin comprender la
y por qué se ha
estructura de la <koiné>> y la de las relaciones entre las hecho natural; es preciso Preguntarse cómo I
de este artículo no es
Ciudades-Estado del mundo griego que entraban en compe- ;;;;.iá. .r," f"ttó-eno' El objeto plantearlo mostrando
tición mediante juegos tradicionales u otros del mismo tipo, i;;;;;.l*t !i ptout.-u c"uttto
tampoco se puede explicar el desarrollo de los Juegos son comunes a
o".. ti bien los iuegos de competicióndenominada
Olímpicos del siglo XX sin comprender la multiplicación de H;;;t;.t.dted la f.rma párticular <<de-

social reciente'
juegos deportivos practicados siguiendo las mismas reglas t"tr." .t caructerística de un desarrollo si define como
en casi todos los países del mundo. ¿De qué funciones i"^ tá.¡.f.gfa del deporte podrá .avanzaÍ
lá génesis del deporte' su desarrollo y su
sociales generales tuvo que desprenderse el deporte para que ;;dñ;;";ntrales
tipos de deporte tan numerosos hayan podido implantarse difusión en las sociedades contemporáneas'
en países con estructuras que nos parecen a los contem- (Traducido Por Julia Varela)
poráneos totalmente diferentes por no decir incompatibles y
opuestas? ¿Han cambiado estas funciones durante los siglos
XIX y XX? ¿Se ha debilitado el control de la violencia física,
se ha elevado el umbral de sensibilidad respecto a ella o más
bien es sólo una ilusión debida a nuestro insuficiente
conocimiento de las normas del pasado?
He aquí algunos de los problemas que se presentan
cuando se analizan los juegos de competición, teniendo en
cuenta el nivel de conrrol de la violencia y el correspon-
diente umbral de sensibilidad. EI interés de este tipo de
análisis comparativo se hará cada vez más patente en la

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