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El relato autobiográfico forma parte del portafolio que el aspirante a acreditación debe presentar
ante la coordinación institucional (del Núcleo donde quiere acreditar). El portafolio debe incluir
además de la autobiografía vivencial profesional, el curriculum vitae, copia de los títulos
debidamente certificados, constancias, fotos, diplomas, entre otros que contribuyan a demostrar
habilidades y capacidades obtenidas en situaciones formales o no formales de aprendizaje.
Esto supone que no hay una única manera de representar, pero tampoco únicas maneras de
interpretar y simbolizar la experiencia social y educativa del/la sujeto que la expone, por lo cual se
convierte en un acto colaborativo escribe como si fuese un lector y no un escritor. Al escribir como
lector va encontrando y expresando significados porque es una lectura en colaboración consigo
mismo, con sus propias expectativas.
Ahora bien, la construcción textual de la autobiografía requiere agrupar datos atendiendo a «hechos»:
¿qué ha pasado en mi vida como personas y atendiendo a «experiencias»: ¿qué significados le doy a
lo que pasó al relacionarlo con el evento de formación al cual estoy aspirando?
Como podemos entender, el relato autobiográfico no es un curriculum vitae en los términos formales
de este tipo de instrumento. Es más bien una historia de vida con un propósito específico: vincular la
historia (hechos y experiencias) con los aprendizajes formales y no formales que han contribuido a
los que se es y a lo que se sabe hacer. Constituye una exposición de la experiencia de vida individual
y social de quien la escribe en una vinculación de las experiencias que provee la vida cotidiana en sus
múltiples fases con el conocimiento que se produce en espacios de formalidad académica.
El Relato Autobiográfico Vivencial tiene características que permiten enlazarlo con la técnica de
Sistematización de Experiencias que es “… la interpretación crítica de una o varias experiencias que, a
partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica y el sentido del proceso
vivido en ellas: los diversos factores que intervinieron, cómo se relacionaron entre sí y por qué lo
hicieron de ese modo”. Constituye un acto de pensar y repensar el hacer y lo vivido y visibilizarlo con
fines, en este caso, específicos.
Además de una presentación que respeta las normas ortográficas y sintácticas y la disposición lógica
de los contenidos, la Autobiografía Vivencial Profesional que presente el aspirante a ser acreditado,
debe:
En este orden de ideas, la Autobiografía Vivencial profesional debe facilitar la decisión de quienes la
valoran con el propósito específico de acreditar aprendizajes y es una oportunidad de convertir un
proceso evaluativo en aprendizaje.
Febrero 2020
Dra. Mireya Bolett/mb