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Introducción

La lucha contra el delito y el estudio de los delincuentes y del castigo data


desde la antigüedad. Filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles ya hablaron
sobre este tema, atribuyendo los delitos a deficiencias físicas o mentales e incluso
a la herencia.

A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó también sentar las bases
de la filosofía del derecho penal en su obra “Escolástica”, y en la Edad Media se
realizaron algunos estudios médicos para investigar crímenes aislados. Cesare
Lombroso, es considerado el padre de la criminología.

De tal modo, la Crimininalisticas a través del tiempo deja sus aportaciones con
el fin de mejorar una serie de procesos y procedimientos los cuales llevan a crear
una nueva forma científica de investigacilon como es la Criminalística que de ella
se desprende de una serie de ramas las cuales son el complemento de esta
ciencia, para poder llevar la practica todas las investigaciones que fueron
realizando cada uno de los tres Precursores que a continuación se mencionarán,
despredniéndose de ellos grandes aportaciones y con ello darle a cada individuo
los justo de sus actos delictivos.
PRECURSORES DE LA INVESTIGACIÓN PENAL

CÉSAR LOMBROSO. (6 de noviembre de 1835, Verona, Italia – 19 de octubre de


1909, Turín, Italia).

Fue, además de médico y antropólogo, uno de los considerados padres de la


Criminología, habiendo sido un intelectual voraz que abordó una gran cantidad de
temáticas: Medicina, Historia, Antropología, Psiquiatría, Criminología, Demografía,
Política, etc.

Entre sus más de 650 publicaciones, destaca L’uomo delinquente (1876). En


esta obra queda plasmado cómo su teoría de la criminalidad giraba en torno a los
factores biológicos individuales, y el carácter atávico-regresivo del delito.

De este modo, Lombroso rechazaba los postulados racionalistas de la escuela


clásica, pues exponía que el libre albedrío no era tal, sino que había hombres
débiles o enfermos que por sus caracteres biológicos eran más proclives a
delinquir, puesto que estas personas, según sus planteamientos iniciales, eran
parte de una variedad o subespecie mórbida del ser humano inferior que
transmitía estas deficiencias genéticas a su descendencia. Así, Lombroso
determinó que está inferioridad denominada atavismo es el producto de la
regresión a estadios primitivos de la humanidad como consecuencia de un paso
atrás en la evolución humana.

Sin embargo, a lo largo del tiempo sus ideas fueron evolucionando. En primer
lugar, podemos mencionar que en la cuarta edición del L’uomo
delinquente introdujo la clasificación de seis tipologías de delincuentes:
delincuente nato, delincuente loco moral, delincuente epiléptico, delincuente loco
(aquí podía ser alienado, alcohólico, histérico o mattoide), delincuente ocasional
(dentro de este tipo se encontraban los pseudocriminales, criminaloides y
habituales) y delincuente pasional. En segundo lugar, es obligatorio señalar que
ante las críticas recibidas, este autor fue restando paulatinamente importancia a
los factores biológicos, para pasar a dar mayor peso a factores sociales y
psicológicos.

Junto a criminólogos como Enrico Ferri y Raffaele Garófalo, conforma la


escuela italiana o escuela biológica de la criminología, en la que tenían un papel
central estos factores biológicos. No obstante, Lombroso hizo otro aporte
fundamental para el desarrollo de la ciencia criminológica: aplicar el método
científico proveniente de las ciencias naturales al estudio de la criminalidad. Es
decir, era partidario de que técnicas como la observación, la comparación y la
experimentación fuesen utilizadas para desarrollar y profundizar en los
conocimientos en Criminología.

Cesare Lombroso tuvo un papel esencial para el desarrollo de la Criminología,


pues pese a que sus postulados iniciales no son aceptados como válidos en la
actualidad. Sus investigaciones supusieron girar por primera vez la cabeza para
estudiar la influencia de factores biológicos, sociales y psicológicos en la
producción de actos delictivos, área que desde entonces ha experimentado un
fuerte crecimiento y que ha permitido comprender mejor por qué una persona
puede llegar a cometer actos antisociales. Sin olvidar, por supuesto, que fue el
primer autor en arrojar un carácter de cientificidad a la Criminología.

Todo ello, hace que Lombroso sea uno de los autores clásicos más relevantes
de toda la literatura criminológica.

MATEO J. B. ORFILA (24 de abril de 1787 y murió en París el 12 de marzo de


1853).

Ilustre médico y químico, natural de Mahón Enterrado en esta ciudad en el


cementerio de Montmatre. Estudió Medicina y Química en Valencia, Barcelona y
París. Experto químico, toxicólogo y médico legista, Decano de la Facultad de
Medicina de París durante 18 años, en la que hizo la gran Reforma Educativa de
Medicina, que merece llevar su nombre, modelo para muchas Universidades de
Francia, Alemania, Dinamarca, Escandinavia, etc... y en cierto modo de España e
Italia. Desempeñó las Cátedras de Química y de Medicina Legal en la Facultad de

Medicina de París, proyectó su magisterio internacionalmente hacia el Reino


Unido, Alemania, Países Bajos, España, Italia, Escandinavia y Norteamérica.
Difundió el saber toxicológico y médico legal, experimental y clínico, elevando su
rango científico a nivel universal con metódica original, constante innovador,
creador de la Ciencia Toxicológica. Autor de innumerables trabajos y publicaciones
de Química, Medicina Legal e Intoxicaciones en diversos países, "doctor honoris
causa" de las más prestigiosas universidades y academias.

Creador de nuevas Cátedras, Museos y Centros de Investigación. Por sus


trabajos recibió honores como químico, toxicólogo y médico legista. Orfila fue
"gloria" de España, país donde nació, y de Francia, donde desarrolló intenso y
fructífero trabajo, en el que ocupó los más importantes cargos, entre otros, el de
Académico de la Academia de Medicina de Francia y Presidente de la misma.

HANS GUSTAV ADOLF GROSS. (12 de diciembre de 1847-9 de diciembre de


1915).

Fue un criminólogo austriaco. Es considerado el creador del campo moderno


de los estudios criminológicos y todavía es considerado el padre de la ciencia de
la investigación criminal. Ha enseñado como profesor en la Universidad de
Černivci, la Universidad de Praga y la Universidad de Graz. También es el padre
del psicoanalista austríaco Otto Gross.

Hijo de un oficial administrativo del ejército austriaco, Gross se graduó en


derecho en la Universidad de Graz, su ciudad natal, en 1869 y al año siguiente
recibió su doctorado en Derecho. Después de su doctorado, Gross comenzó a
trabajar como juez de instrucción, primero en el norte de Estiria y luego en un
distrito agrícola cerca de la frontera húngara.
Pronto descubrió que sus estudios de derecho no lo habían preparado para la
variedad de tareas prácticas que un magistrado que operaba en el campo tenía
que investigar todo tipo de delitos, desde el fraude, el robo de ganado, la caza
furtiva, el asesinato y el incendio provocado. Gross se puso a trabajar para llenar
este vacío, estudiando tratados sobre física, psicología, medicina y ciencia en
general, también tratando con la fotografía y las observaciones bajo el
microscopio. La publicación de su libro Handbuch für untersuchungsrichter als
system der kriminalistik (manual de Ciencias Penales para jueces de instrucción)
en 1893 se considera el momento del nacimiento del campo de la ciencia forense.
Esta labor reunía en un solo sistema esferas de conocimiento que antes no se
habían integrado, como la psicología y la ciencia, y que podían utilizarse con éxito
contra la delincuencia.

Gross adaptó algunas disciplinas a las necesidades de la investigación


criminal, como la fotografía de la escena del crimen y los métodos para detectar
huellas. El manual destaca la importancia de las características personales que
debe tener el investigador, la objetividad, la diligencia, la perseverancia, el
conocimiento de la naturaleza humana y la necesidad de recurrir a expertos de
diferentes disciplinas científicas y/o artes y oficios que puedan ser de ayuda para
la investigación. La importancia de la obra y las necesidades a las que respondió
se evidencian por su rápida difusión: a la muerte de Gross en 1915, El libro ya
había tenido siete ediciones y había sido traducido a varios idiomas. Gross más
tarde se dio cuenta de que el aspecto de la psicología del crimen necesitaba un
tratamiento más profundo; así publicó en 1897 el libro kriminalpsychologie
(psicología criminal). En ella introduce conceptos modernos que son contrarios a
los prejuicios de la época, como la posibilidad de que un testimonio, incluso
sincero, puede ser erróneo y no debe ser aceptado acríticamente.

En 1898 Gross fundó la revista Archiv für kriminalanthropologie und


kriminalistik para recopilar Estudios Internacionales sobre la recién formada
ciencia criminológica. Bajo el nombre Archiv für Kriminologie, la publicación sigue
siendo una de las revistas científicas más importantes en el campo. En el mismo
año fue llamado a enseñar como profesor de derecho penal y administración de
justicia en la Universidad de Chernivtsi. En 1903 fue transferido a la Universidad
de Praga, como profesor de la misma asignatura. En 1905 finalmente regresó a
Graz, donde tomó la cátedra en la universidad donde había completado sus
estudios. Su último trabajo publicado fue Kriminalistische Tätigkeit und Stellung
des Arztes en 1908, un tratado que examinaba la posición de la figura del médico
en relación con la investigación criminal, y cómo esta última podría ser de ayuda
para el diagnóstico médico, y no solo viceversa. En 1912 fundó el Instituto de
Criminología (más tarde el Instituto de criminología) como un departamento de la
Facultad de derecho de la Universidad de Graz, que fue seguido por muchos
departamentos similares en todo el mundo.
Conclusión

Cada uno de estos precursores hace acercar más a lo que realmente es la


criminología y como se va a aplicar en la actualidad. Sobre todo cuando estos
elementos dan la base fundamental del estudio criminológico que sirve para poder
hacer una clasificación precisa. Nos sirve conocer al criminal desde sus inicios y
porque tiene ese desencadenante y que es lo que llega o puede influir hay
factores que hacen que el criminal salga a flote por ejemplo: la naturaleza del
suelo, la temperatura anual etc.

Lo que dice es que lo común de los factores criminógenos es que se


convierten en causa criminógena y se convierte en la causa determinada de un
crimen. En el criminal se debe estudiar tanto factores como causas. Pues a mayor
cantidad y superior calidad de factores criminógenos el sujeto puede ser
considerado más peligroso.
Biografías y vidas. (2004-2017). Biografías y Vidas, la enciclopedia biográfica en

línea.    Recuperado de: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lombroso.htm

García-Pablos de Molina, A. (2003). Tratado de Criminología (3ª ed.). Valencia,

España: Tirant Lo Blanch.

Redondo, S. y Garrido. V. (2013). Principios de Criminología (4ª ed.). Valencia,

España: Tirant   Lo Blanch.

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