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CICLO : IX
HUARAZ - ANCASH
2019
ANTROPOLOGÍA CRIMINAL
Antecedentes Históricos
La Antropología ha dado origen a una nueva ciencia que hoy lleva por nombre: Criminología,
en sus inicios, comenzó como Antropología Física, luego como Antropología Social, con el
tiempo se fue formando como Antropología Criminal, para finalmente quedar como
Antropología Criminológica por el hecho de estudiar las causas sociales y estructurales de los
delincuentes, con lo que se dio origen a una nueva ciencia que estudiará los factores
biopsicosociales de la criminalidad: la Criminología.
El concepto de antropología criminal tiene su origen en Italia de mitad del siglo XIX, aparece
en esencia de la mano del médico italiano Cesar Lombroso concretamente con la publicación
en 1875 de la primera edición de su obra El hombre delincuente, compendio de toda su doctrina
antropológico-criminal.
b. La jurídica, bajo la dirección de Enrico ferri y Rafael Garófalo que estuvo centrado en
analizar la posibilidad de aplicar las ideas de la escuela positivista a la legislación penal.
Sin embargo, en esta ocasión hubo una defensa del positivismo, sobre todo de parte de los
belgas, como Semal, Heger, Prins, entre otros, frente al cuestionamiento frontal de Benedikt,
Bertillón Lacassagne, Von Liszt, Tarde, Topinard, que no lograron derrotar a los positivistas.
Sin embargo, el congreso no pudo llegar a un acuerdo en el tema determinismo y libre albedrio,
que origino fuertes discusiones, habiéndose optado por dejarlo para otro congreso o que el tema
se deje a la filosofía y no sea materia criminológica.
La Antropología Criminal ha sido definida como "El estudio de las características físicas y
mentales particulares a los autores de crímenes y delitos", y como la "ciencia que estudia
precisamente los caracteres específicos y distintivos del hombre en tanto que ser vivo”, y en
este caso del hombre criminal, considerado este término en su sentido más amplio.
MORALES COELLO
Define la Antropología como la ciencia que estudia al hombre que fue y al hombre actual,
en todos los lugares del universo, estableciendo comparaciones (anatómicas, fisiológicas y
psicológicas) entre los componentes de la misma raza, de diferentes razas y también en relación
con las especies zoológicas más próximas.
Di TULLIO
Dice que la Antropología Criminal en sí estudia la personalidad del delincuente, mediante
método científico que es conllevado dentro de la ciencia biológica y psicológica en general, y
la ciencia de la constitución y la biotipología humana en particular; método que considera a la
personalidad humana como una unidad inescindible, dentro de la forma y función, carácter
somático y carácter psíquico, fuerza material y fuerza espiritual; estando unidos estrecha y
coordinadamente, de manera tal que dentro de esa misma personalidad individual debe
corresponder a su propia morfología, su funcionamiento, su psicología. Como podemos
observar, llega a una total Criminología Antropológica. De una gran extensión, la Antropología
criminológica estudia al criminal a partir de sus características somáticas, analizando las
medidas y relaciones numéricas de las distintas partes del cuerpo humano (Antropometría).
Más allá de los aspectos orgánicos y estructurales, la Antropología ofrece un invaluable aporte
a la Criminología desde múltiples puntos de vista: históricos, culturales, biológicos y físicos,
entre muchos otros más.
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LAS FASES DE LA ANTROPOLOGIA CRIMINAL.
La tesis del criminal nato, según señalaba Mezger, hacía referencia a una especial variedad, un
genuino tipo antropológico del hombre. Una peculiar especie generis humano7. El alemán Paul
Nake, sintetizando esta teoría dijo que el delincuente nato era idéntico al loco moral, con base
epiléptica, explicable por atavismo y un tipo somático y psíquico especial (concepción triptica).
Para Luis rodríguez el trípoide Lombrosiano une el atavismo, el morbo y la epilepsia. Así hay
una explicación coherente una síntesis a las diferentes teorías, explicando como, generalmente,
atavismo, morbo y epilepsia van unidas.
a. La teoría atávica: la tendencia a reproducir los caracteres de remotos antepasados es lo
atávico. Lombroso,. Luego de estudiar a sujetos criminales, llego al convencimiento
que los delincuentes de ciertos delitos graves, poseen muchos estigmas del hombre
primitivo y del salvaje actual, del que carece el hombre no delincuente. Esta concepción
surgió luego que realizara la autopsia a un bandido calabrés llamado Vilella, en cuyo
cráneo encontró una foseta occipital media (1871), fenómeno rarísimo y que es
característico de especies animales inferiores. Además pretendió haber hallado
determinadas relaciones entre los animales, el criminal y el salvaje. Vinculado con la
tesis atávica, también hablo de una concepción embriológica del delito, según la cual
afirmaba que el crimen no solo era una conducta exclusivamente humana, sino más
bien común a todos los setes de la escala biológica, Sobre dicha base hablo de una
criminalidad vegetal. Criminalidad animal, criminalidad del hombre primito y salvaje
y criminalidad del niño.
b. Tesis de la locura moral: a su concepción atávica agrego la tesis de la locura moral de
prichard, afirmando que el criminal nato se caracterizaba por aquella ausencia de
sentimientos, propios del loco moral (morbo) el delincuente nato era loco moral, es
insensible moralmente, de allí que cometía los crimines más horrendos. La locura moral
recibió luego, por diversos autores, una variedad de denominaciones, tales como
idiotismo moral, imbecilidad moral, ceguera moral, anestesia moral, daltonismo moral
y posteriormente psicopatía anética entre otras. Actualmente es llamado trastorno de
personalidad disocial.
c. Teoría patológica o degenerativa: elaborada en base de la observación del soldado
Misdea, autor de varias muertes en un acceso de paroxismo epiléptico. Afirmo, fundado
en tal hecho, la naturaleza morbosa del delito y que el delincuente nato era un epiléptico
que posee rasgos del atávico, por eso es que actúa como un salvaje, con accesos de
furia, retorciéndose y gimiendo. Lombroso tomo en cuenta la forma larvada de
epilepsia.
3. Irregularidades craneales;
9. Tienen poco desarrollados sus sentimientos o valores (justicia, moral, deber, religión);
12. Insensibilidad al dolor, a la afectividad (indiferencia ante los dolores ajenos propios,
no muestra arrepentimiento);
16. Impulsividad; y
Este último alcanzaba a cubrir, según sus trabajos posteriores solo un poco más de la tercera
parte de todos los delincuentes, lo que contrasta con sus primeras ideas que consideraban un
porcentaje mayor de natos en toda la población criminal. Además hay que anotar que Lombroso
señalo que el delincuente nato no era un predestinado a ser necesariamente criminal, habiendo
distinguido entre el criminal nato real que ya había cometido un delito, y el criminal nato latente
con predisposición al crimen, pero que aún no había delinquido.
Las objeciones que tuvo han sido muchas, desde sus coetáneos hasta el trabajo de ch. Goring
(1870-1919): The English Convict. A Statistical Study (1913), en Inglaterra, quien luego de
estudiar por ocho años a 3,000 reclusos reincidentes, no hallo las anomalías físicas y
fisiológicas señaladas por Lombroso, aunque encontró que el grupo delincuentes se encontraba
física e intelectualmente por debado del termino medio. Además podemos indicar que, desde
la perspectiva metodológica actual, el estudio para fundamentar la tesis del delincuente nato,
no siguió un proceso riguroso, guiándose el autor por sus estados de entusiasmo, que los
condujeron a generalizaciones sin mucha solidez. Tylor, Walton y Young dicen también que
las “técnicas estadísticas de Lombroso (que reflejan el desarrollo de la matemática de su época)
eran totalmente inadecuadas”10.
A finales de la década del 30 del siglo pasado, cuando las ideas Lombrosianas parecían
superadas, fuera de Italia surgió una versión explicativa del crimen que fue catalogada de corte
neolombrosiana, teoría presentada por el norteamericano E. Hooton en sus obras Crime and
the man y en The American Criminal: An Antopological Study, ambas editadas en el año de
1939.
Dicho autor, luego de varios años de investigación, tomando en cuenta las diferencias raciales
y la nacionalidad, no como factores criminógenos, sino para precisar la criminalidad según las
particularidades que se daban en tales grupos llegó a la conclusión que había rasgos
diferenciales en los aspectos físicos, entre personas delincuentes y no delincuentes.
Si bien Hooton trató de evitar el mismo error metodológico de Lombroso, recurriendo con fines
comparativos a un grupo de control de sujetos no delincuentes, sin embargo, como lo anota
West, el defecto de esta investigación es que no se seleccionó adecuadamente tal grupo lo que
no le da validez a las pretendidas diferencias encontradas, ya que tales rasgos físicos podían
estar ligados a la clase social y ocupación, que eran posiblemente diferentes entre el grupo
delincuente y el grupo de control.
El criminólogo italiano Benigno Di Tullio (1896-1979), presentó hace setenticinco años atrás,
la tesis de la Constitución Delincuencial, desarrollada en su primer trabajo titulado La
Constituzione Delinquenziale (1929), siguiendo la influencia del psiquiatra francés Ernesto
Dupré, que había planteado en 1912 la concepción de la “perversidad instintiva constitucional“,
influencia que el mismo Di Tullio reconoce12. Más tarde dicha tesis fue ampliada en 1940, y
luego en su obra Tratado de Antropología Criminal de 1945. Esta teoría por la cual fue
considerado un neolombrosiano, se revisó en uno de sus últimos libros: Principios de
Criminología Clínica y Psiquiatría Forense en 1954 (5ª. Ed. Principi di Criminologia Generale
e Clinica, 1974).
Afirmaba Di Tullio que los delincuentes constitucionales eran “sujetos que, por su particular
estructura bio-psíquica, presentan una predisposición mayor al delito que la que se encuentra
en el hombre medio normal conformista”. El concepto de delincuencia constitucional no debe
ser entendido como un estado patológico, sino como una propensión a realizar actos
delincuenciales debido a una “perversidad instintiva constitucional”13, de la que provienen las
manifestaciones más graves y más persistentes de maldad, de brutalidad, y de una
predisposición a la delincuencia en general. No obstante lo afirmado, Di Tullio no excluyó que
en muchos casos se manifieste una perversidad adquirida, a consecuencia de procesos
destructivos de la conciencia moral.
Factores Hereditarios
Incluyó dentro de éstos los que el denominó factores morbosos, submorbosos o degenerativos.
En tal sentido afirmó que el proceso de la herencia puede ser perturbado por procesos tóxicos
o infecciosos que provocan lesiones y estados de desmejoramiento en las células germinales
(blastoftoria o blastotoxia); así como también procesos negativos que alteran el feto
(embrioftoria). Ambas alteraciones pueden afectar gravemente el desarrollo físico y psíquico
de la persona. Conforme con ellas la población humana puede ser dividida en tres clases
BIBLIOGRAFÍA.