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SOLO EN LA CIMA

¿ES REALMENTE BÍBLICA


NUESTRA IDEA DE UN PASTOR ?

El Diseño Divino en el Liderazgo de la Iglesia

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DwIght SmIth
PARTE 1

El Problema
con el Modelo de Liderazgo
en la Iglesia Occidental

Aunque soy el más insignificante de todos los santos, recibí esta gracia de predicar
a las naciones las incalculables riquezas de Cristo, y de hacer entender a todos la
realización del plan de Dios, el misterio que desde los tiempos eternos se mantuvo
oculto en Dios, creador de todas las cosas. El fin de todo esto es que la sabiduría
de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los
poderes y autoridades en las regiones celestiales, conforme a su eterno propósito
realizado en Cristo Jesús nuestro Señor.

EFESIOS 3: 8 – 11
1

¡UN DÍA PARA EL CAMBIO!

¡El cambio está en el aire! Dos mil años de testimonio fiel de generaciones sucesivas de
seguidores de Cristo están alcanzando su pleno apogeo, y nosotros lo estamos presenciando en
nuestro tiempo.
Otras generaciones de creyentes en Cristo han orado, sacrificado, y esperado por lo que
hoy estamos viendo: en cada continente y casi en cada nación del mundo, las iglesias y los
seguidores de Jesús están creciendo en número. Es como el escritor de Hebreos le recordó a su
generación en el salón de los testigos fieles: “Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable
mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos
no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor” (Heb. 11:39 –
40). ¡Estamos viendo por lo que otros han esperado y deseado!
Es solamente especulación que estamos en los últimos días antes del regreso del Rey Jesús,
pero más y más promesas del Antiguo y Nuevo Testamento se están cumpliendo. Y ninguna
promesa se está volviendo más completa que esta de Jesús a sus discípulos: “Este evangelio del
reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el
fin” (Mat. 24:14)
Por muchos siglos la iglesia ha sido predominantemente Occidental, pero en décadas
recientes esto ha empezado a cambiar. El historiador de la iglesia Kenneth Latourette señaló
esto en Una Historia del Cristianismo:
Desde su nacimiento, sus primeros triunfos, y su principal baluarte inicial en el mundo
Greco-Romano, el Cristianismo fue profundamente moldeado por este. Se ajustó en
parte a esto en organización y en pensamiento. Llegó a ser en gran medida identificado
con lo que se llama Occidente, esa porción de la humanidad, que es la heredera de
Grecia, Roma y de ella misma. Sólo ocasionalmente realmente se difundió
extensivamente entre los pueblos no-occidentales. No es sino hasta recientemente que
ha ganado una posición importante en todas las demás unidades culturales y entre la
mayoría de grupos primitivos de la humanidad. Solamente en pocas épocas pasadas
se ha vuelto realmente internacional.¹
En continentes como América Latina y África y naciones como China e India, el número
de seguidores de Cristo son sorprendentes ― más de 100 millones en América Latina, más de
300 millones en África, y quizá el más asombroso de todos, al menos 80 millones en China.
¿Esperaban tal cosecha los fieles misioneros de Europa Occidental y América que sirvieron en
todo el mundo por más de doscientos años?
Muchos de los misioneros con quienes Patti y yo servimos en Colombia, Sur América,
a inicios de los 1970s, no lo esperaban. En realidad, ellos habían experimentado personalmente
décadas de persecución y en medio de gran esfuerzo, trabajaron duro para plantar relativamente
pocas iglesias, mayormente pequeñas.
Pero sin ser percibido, el Espíritu de Dios estaba meditando. A través del testimonio fiel
tanto de creyentes nacionales en Cristo y misioneros extranjeros, Él estuvo trabajando a través
de esos años para dar a luz una clase de iglesia de Hechos; ¡una iglesia infinitamente
reproducible!
LaTourette concluye,
El período que tuvo su inicio en 1914 D.C y que aún está incompleto constituye la
última división de nuestra historia. A pesar de amenazas colosales y pérdidas
importantes, el Cristianismo ha avanzado. Nunca antes en ningún momento han sido
tan estremecidas todas las culturas. Las revoluciones se han centrado en lo que alguna
vez fue denominado Cristiandad. En realidad, hay alguna razón para verlas como el
fruto, directamente o indirectamente, del Cristianismo. Aun así por primera vez el
Cristianismo se está volviendo verdaderamente internacional. Está entrando en las
vidas de más personas que esa o cualquier otra religión lo haya hecho jamás.²
¡Y esta valoración tiene más de cuarenta años! Hoy el evangelio se está extendiendo aún
más allá a cada tribu, pueblo, nación e idioma en todo el mundo.

La Iglesia: Diseñada para Reproducirse


Yo primero escuché el término “iglesia infinitamente reproducible” hace muchos años
de boca de personas como Donald McGavran, fundador de la Escuela de Misión Mundial en el
Seminario de Teología Fuller. Cuando los escuché, fue como si el Espíritu de Dios gravara esas
palabras en mi alma. Aún en medio de mi “éxito” Occidental en ese momento como fundador
de una iglesia y pastor, yo estaba interesado en una iglesia tan fuerte y valiente que, llevados
por el ministerio soberano del Espíritu Santo en nuestro mundo, se reproduciría así misma
infinitamente.
Años más tarde, bajo la tutela personal de Jim Montgomery y Bob Waymire y por la
preparación recibida de Peter Wagner,³ continué con ese interés ― que dio nacimiento a la
búsqueda de una comprensión total e implementación de este concepto en la iglesia Occidental.
Descubrí que mi generación no es la primera en busca de la iglesia como se describe en las
Escrituras y como Hechos la documenta: ¡La iglesia infinitamente reproducible! Generaciones
de otros hombres y mujeres han hecho algunas de esas mismas preguntas que yo estaba
haciendo.
A pesar de esta búsqueda intergeneracional, la nuestra puede ser la primera generación
de creyentes Occidentales en realidad presionada para redescubrir la esencia de tal iglesia. Esto
es porque, mientras el evangelio de Jesús está saliendo ahora con autoridad por el resto del
mundo, la iglesia Occidental está luchando. Nos encontramos a nosotros mismos confrontados
con nuevas realidades: primero, mucha gente en nuestra sociedad ya no considera a la iglesia
un lugar adonde ir; y segundo, las filosofías culturales a nuestro alrededor son cada vez más
hostiles a nuestro mensaje.
Dios ha diseñado la iglesia para reproducirse infinitamente. Cuando en la iglesia, lideres
historiadores y seguidores han cooperado activamente con el diseño de Dios ya sea
desconociéndolo o sabiéndolo, la iglesia ha multiplicado sus números y tuvo gran impacto en
el mundo a su alrededor. Cuando no lo ha hecho, como en el caso de la sociedad Occidental en
las generaciones recientes, la iglesia ha sufrido y ha fallado en reproducirse. Esta es la gran
necesidad de la iglesia en el Occidente hoy: una reforma para aquellos de nosotros en el
liderazgo hoy, en lo concerniente a nuestra conformación y propósito en el plan más grande de
Dios para Su iglesia así que podamos llegar a los confines de la tierra con el evangelio y ver a
hombres y mujeres en todo el mundo ser traídos a una relación viva con Cristo.

Lo que Se Requiere para Ser Una Iglesia Reproductora


Dos principios impactan más la habilidad de la iglesia de reproducirse infinitamente.
Estos pueden ser expresados de manera bastante concisa.
Primero, lo que sea que Dios va a hacer en el mundo, Él lo hará a través de todo el
pueblo de Cristo. Esto significa que no sólo el liderazgo de la iglesia sino que cada hombre,
cada mujer y cada niño es llamado a involucrarse en llevar el evangelio a las personas que están
a su alrededor.
Este entendimiento de la iglesia permanece en un marcado contraste con la naturaleza
pragmática de la iglesia que se encuentra en el Occidente hoy. De mi estudio de las Escrituras,
he llegado a la convicción que una iglesia infinitamente reproducible no se crea con base en
programas sino sobre una naturaleza orgánica creada por Dios. La iglesia está conformada por
personas llamadas del mundo para seguir a Jesús a una relación con Dios Padre para que puedan
ser el pueblo cualitativamente distinto que Él quiere que sean y hagan para lo que Él los creó,
tanto individualmente como corporativamente.
Esta cualidad distintiva del pueblo de Dios se basa en el llamado de las Escrituras a ser
reconciliados con Dios (ver 2 Cor. 5: 17 – 21). Cualquier forma o práctica de la iglesia que no
conduzca a la gente a la reconciliación con Dios, y que luego los faculte para practicar
diariamente el sacerdocio para lo cual fueron creados (ver 1 Pedro 2:9) es menos que bíblico y
por lo tanto inaceptable.
La intención original de Dios al crear a Adán y Eva, como se registra en Génesis 1, era que
ellos mantuvieran una relación con Él y lo representaran en Su creación.
Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los
creó, y los bendijo con estas palabras: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la
tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los
reptiles que se arrastran por el suelo.” (Gen. 1:27 – 28)
Este tema se repite a lo largo de la Biblia y es reconocido por Jesús. Jesús nos llama a amar
al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma, y mente (relación con Dios) y a amar a
nuestros semejantes así como nos amamos a nosotros mismos (representación de Dios).
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente. Este
es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este:
Ama a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la
Ley y los Profetas. (Mateo 22: 35 – 40)
Hay una relación única y simbiótica entre los del pueblo de Dios que son llamados a ser
y los que son llamados a hacer. Algunas personas en la iglesia ven un conflicto entre el “hacer”
de la evangelización y el “volverse” del discipulado ― entre la calidad de la iglesia y la cantidad
de los que se están uniendo. Ha dejado a muchos preguntándose si los dos pueden ser resueltos.
Yo digo que no hay conflicto aquí! Los elementos del ser y del hacer de los seguidores de Jesús
están perfectamente entrelazados. Como Pablo lo expresa en Efesios 2:20–21, nosotros estamos
“Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la
piedra angular. En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo
santo en el Señor.”
Conforme cada creyente se reconcilia con Dios a través del sacrificio de Jesús en la cruz,
crece en la relación con el Padre, y es fortalecido por el Espíritu, esa persona es moldeada en lo
que Dios quiere que él o ella sea y luego la pone en el escenario para hacer, donde ese individuo
será observado en el mundo. Dios puede usar cualquier vocación, idioma, o cultura como el
crisol para que Su pueblo muestre la extraordinaria naturaleza de su relación con Él y entre sí:
amor, gozo, paz, longanimidad, mansedumbre, docilidad, bondad, y autocontrol. Estas bellas
cualidades de Jesús encarnadas a través de su pueblo demostrarán al mundo que la tumba está
realmente vacía ― y resultará en una reproducción espiritual. ¡Jesús está encarnado en su
pueblo, la iglesia!
Segundo, lo que sea que Dios vaya a hacer en el mundo a través del pueblo de Cristo, Él
lo hará a través de líderes cuya primera prioridad es fortalecer el pueblo de Cristo para el trabajo
para el ministerio ― y quienes valoran esto como más importante que sus propios talentos. Esta
es la esencia del desafío de la iglesia Occidental del siglo veintiuno ― reconectarse con su
propósito bíblico de ser una iglesia infinitamente reproducible.
Nuestro problema de fallar en reproducirse hoy no es con la gente en nuestras iglesias. El
marcado contraste entre el pueblo de Corinto y Tesalónica declara claramente que cualquier
persona que viene a Cristo puede ser utilizada por Dios, independientemente de su nivel de
madurez. Corinto estaba llena con casi cada pecado imaginable, mientras que Tesalónica era
tan madura que Pablo se sentía satisfecho simplemente con afirmar su gente, aunque él declaro
a ambas ser genuino reflejo del cuerpo de Cristo.
A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo
Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes
invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros …
(1 Cor. 1:2)
A la iglesia de los tesalonicenses que está en Dios el Padre y en el Señor
Jesucristo: Gracia y paz a ustedes. (1 Tesal. 1:1)
Todas las generaciones de seguidores de Cristo, si el Espíritu Santo realmente vive en
ellos, son capaces de obedecer. No, nuestro problema hoy no es un problema de la gente.
Tampoco es un problema de cultura. Tal vez el mundo es más pecador ahora que en
cualquier otro momento desde la creación, aunque lo dudo. O quizá a través de los medios
masivos de comunicación somos más conscientes de lo que pasa en todo el mundo de lo que lo
estuvieron las generaciones pasadas. Pero aun en el día de Pablo, el apóstol escribió: “Todos
Judíos y Griegos, están en pecado, como está escrito: “No hay un solo justo, ni siquiera uno; no
hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se han descarriado, a una se han
corrompido. (Rom. 3: 9–12). El mandamiento de Jesús de discipular a las naciones (ver Mat.
28:18–20) se mantiene cierto para cada generación de la iglesia, sin importar el contexto. Todos
estamos para hacer el “mejor uso del tiempo, porque los tiempos son malos” (Efesios 5:16).
Nuestro problema ciertamente no es con la Trinidad. Dios el Padre, el Hijo, y el Espíritu
Santo trabajan como una unidad coordinada, de acuerdo a la naturaleza soberana del diseño de
Dios. La naturaleza orgánica de los tres en uno refleja tanto el diseño como la función. Por el
diseño de Dios este toma a los tres, de una naturaleza pero con distinta función, para
proporcionar todo lo que Dios diseña para este mundo a través de la iglesia de Cristo.
¡No, nuestro problema es un problema de liderazgo! Dios está en busca de líderes, tanto
hombres como mujeres, quienes fortalecerán a Su pueblo para que sea Suyo, y hagan el trabajo
para el cual Él los ha diseñado. El resultado será la santidad encarnada de Jesús palpitando a
través del pueblo de Cristo y derramada, en y a través de todas sus relaciones. El Espíritu Santo
utilizará esta prueba visible para convencer y condenar los más de 7.8 mil millones de personas
en este planeta sobre el mensaje de la resurrección de Jesús.

El Reto del Liderazgo


Si queremos ver a nuestras iglesias infinitamente reproducibles el modelo Occidental
de liderazgo debe ser desafiado.
El desafío no es meramente obtener más información. Estoy agradecido con Dios por
cualquier y todos los libros sobre liderazgo, que verdaderamente nos ayudan a analizar nuestro
llamado, pero la iglesia no es IBM, y el liderazgo promedio de la iglesia con que me encuentro
no está compuesto por los del tipo Lee Iacocca. Aunque muchos principios apropiados pueden
ser recopilados de la superabundancia de libros sobre liderazgo, el tipo de negocios de alto nivel
que estos libros pueden producir nunca guiarán a la iglesia infinitamente reproducible.
La naturaleza orgánica de la iglesia milita contra muchas de las conclusiones que se
encuentran en libros seculares sobre liderazgo. El poder de la iglesia es la gente ― no cuando
están reunidos sino cuando están descentralizados en el mundo. La clase de liderazgo necesario
para guiar esta clase de iglesia viene unívocamente de Dios. Cada vez que el liderazgo de la
iglesia comparte principios con el mundo secular, lo hace porque estos principios ya están dados
por Dios y vistos en las Escrituras.
El reto tampoco es producir liderazgo de la más alta pureza. Pero ahora no estoy
diciendo que los líderes de la iglesia no necesitan ser mejores personas; la humillación pública
que todos hemos sufrido por la exposición de un liderazgo menos que santo es vergonzosa, por
decir lo menos. Pero me preocupa más que muchos buenos y devotos hombres y mujeres en el
liderazgo de la iglesia que están creciendo en semejanza a Cristo aún no saben como cumplir
el llamado al liderazgo del pueblo de Cristo. Esa debilidad ha alcanzado proporciones
epidémicas y necesita ser corregida.
Después de pasar por cada capacitación disponible para el liderazgo de la iglesia, me
sentí estupefacto al darme cuenta que ni siquiera una vez me ofrecieron una clase sobre
liderazgo. Mi capacitación consistió totalmente en aprender a enseñar, ampliado con alguna
formación pastoral. La conclusión no dicha parecía ser: “Has el trabajo de un pastor y maestro,
y resultará el liderazgo.” ¡Treinta y cinco años después, finalmente entiendo mejor!
Dios ha diseñado el liderazgo para cooperar al máximo con Su iglesia infinitamente
reproducible: “La compañía de Jesús no es gente corriendo a un altar; y no es gente integrando
una audiencia para un orador; se trata de obreros comprometidos en la tarea de la cosecha de
alcanzar a sus hermanos confundidos y en busca de algo tan vital que si es recibido, cambiará
sus vidas”⁴
Una iglesia como esta es la que se necesita hoy día.

La Iglesia Infinitamente Reproducible


¿Cómo lucirá una iglesia infinitamente reproducible cuando su gente está fortalecida
por el liderazgo bíblico y viviendo activamente el evangelio en el mundo?
Primero, una iglesia infinitamente reproducible vivirá el estándar de Jesús. La palabra
clave aquí es “vivir.” Mientras tanto todo lo que Jesús mandó es importante para Sus
seguidores obedecerlo; me parece que cuatro asuntos sobresalen.
El estándar de Jesús incluye una creciente intimidad con Dios. Esto no es negociable
para el seguidor de Jesús. Todas las palabras de Jesús palpitan con esta primicia. Vino a dar
vida eterna a Sus seguidores, y la vida eterna se centra en conocer al Padre: “Y esta es la vida
eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.”
(Juan 17:3)
El estándar de Jesús incluye siempre estar preparado para contar la propia historia de
gracia ― lo que Dios ha hecho en la vida de uno. Este es el propósito de la iglesia en esta tierra,
de acuerdo a Pablo: “El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se
dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones
celestiales” (Efesios 3:10). Las historias diversas y únicas del pueblo de Dios constituyen el
instrumento primario usado por el Espíritu de Dios para conducir al mundo, al probar que la
gracia de Dios es más grande que el pecado del hombre.
El estándar de Jesús incluye buscar, descubrir, encontrar, y usar los dones que el
Espíritu Santo le ha dado a cada creyente. Dios utilizará a cada persona en Su cuerpo como un
individuo, con un grupo pequeño, o aun junto con toda la congregación para hacer el trabajo
del ministerio de reconciliación. Ni lugar, ni idioma, o vocación es una limitación para la
organización de Dios de los dones de la gente para cumplir Su propósito y plan para este mundo.
Y el estándar de Jesús incluye someterse a la “adaptación” del Hijo, de cada persona
en el templo que Él está creando, el cual Dios habita (ver Efesios 2: 19 – 21). Como resultado
de esta adaptación soberana de Dios el Hijo en el poder del Espíritu Santo, cada persona en el
cuerpo vivirá relaciones interpersonales únicas. El comportamiento de la comunidad de él o ella
será distinto. Como resultado, el mundo notará que esta persona ha estado con Jesús. El fruto
que el Espíritu obrará en esa persona también Él lo obrará a través del individuo. El seguidor
de Jesús es la encarnación del mensaje que la tumba está vacía y que Jesús ha alcanzado la
victoria sobre el pecado.
El misiólogo inglés Roland Allen resumió el estándar de Jesús de esta manera:
La Iglesia…. debería ser la revelación más clara del Espíritu. Los cristianos viviendo
naturalmente en sus antiguas casas familiares deben vivir sus vidas exactamente como
las viven sus vecinos y sus amigos o deben mostrar algún cambio. Si viven
exactamente como sus vecinos, entonces no habrá pregunta alguna, porque todos sus
vecinos estarán familiarizados con el espíritu que los anima. Pero si hay un cambio en
el espíritu con el que ellos hacen las cosas cotidianas, entonces una pregunta surge
inmediatamente. Cuando los hombres ven un cambio en las vidas de sus vecinos
quienes previamente han vivido la vida de forma idéntica a la de ellos en todos los
aspectos, y cuya vida es aún casi idéntica en todos los aspectos externos a la de ellos;
cuando ellos ven a tales vecinos cambiados, haciendo las mismas cosas que ellos
hacen, pero haciéndolas de una forma diferente, con un espíritu diferente, cuando los
ven unidos en una Iglesia que es un cuerpo viviente en el lugar, y en la cual reside el
Espíritu que parece afectar la conducta de sus miembros individuales; entonces ellos
inevitablemente empiezan a preguntarse y a cuestionar la causa. Si estos cristianos son
diferentes a sus vecinos, la causa debe ser objeto de curiosidad. Debe ser algún poder
individual interno que los hace diferentes. Si los vecinos juzgan el cambio como algo
malo, ellos ciertamente lo atribuirán a alguna fuerza espiritual maligna que se ha
aferrado a ellos; si lo juzgan bueno, lo atribuirán a una fuerza espiritual que es buena
en su naturaleza. Ellos entonces están cara a cara con una fuerza espiritual previamente
desconocida por ellos, pero indudablemente una fuerza espiritual. Si el cambio se ve
como bueno, y la fuerza espiritual que causa el cambio es juzgada como buena;
entonces la gente está cara a cara con el Espíritu Santo.⁵
Segundo, una iglesia infinitamente reproducible vivirá el estándar de Jesús en el mundo.
Dios no pretende que el cuerpo de Cristo en cualquier generación se encierre a sí misma en una
religión herméticamente sellada. Dios quiere vivir a través de cada persona en todas sus
relaciones en la comunidad y el mercado. La validez del mensaje de Dios está basado en parte
en la habilidad del mundo en observar el poder de Dios en el pueblo de Cristo. Los creyentes
deben materializar el mensaje eterno en medio de lo ordinario para que todos lo vean.
Tercero, una iglesia infinitamente reproducible vivirá el estándar de Jesús en el mundo con
un sentido de responsabilidad hacia Dios por las personas que los rodean. Las iglesias
infinitamente reproducibles tienen confianza en sí mismas. Ellas saben porque existen y para lo
que existen. Dios el Espíritu les ha hablado con fuerza acerca de los lugares donde viven, y han
descubierto cosas significativas y cuantificables que Él quiere que hagan entre la población de
ese lugar.
Cuarto, una iglesia infinitamente reproducible sabe adónde Dios los ha llamado a vivir el
estándar de Jesús. La primera vez que encontré a Stuart Bell de Lincoln, Inglaterra, le pregunté,
“¿Qué te está diciendo Dios acerca de tu llamamiento?” Su respuesta fue clara: “Yo soy
responsable por aquellos del Humber al Wash!” (El Rio Humber y el Wash, un estuario, son
dos importantes ríos navegables cerca del hogar de Stuart). Dios había puesto ese lugar, su
propósito, y sus iglesias en el corazón de Stuart.
La iglesia infinitamente reproducible es llamada a ser como su Maestro, Jesús, y existe para
causar un impacto homogéneo, reiterado y persistente sobre el mundo a su alrededor. Pero las
iglesias infinitamente reproducibles no son sólo enseñadas o pastoreadas ― ¡ellas son lideradas!
Examinaremos el cuadro completo del liderazgo de la iglesia dado por Dios en las siguientes
páginas.
VOCABULARIO

CREYENTE: El término creyente indica la persona -colectividad o individuo-que cree, que


tiene fe. El verbo creer se usa con frecuencia en el lenguaje corriente, y equivale a presuponer,
opinar, estar convencido.
DON: Se puede decir que un don es lo mismo que un talento. Sin embargo, la palabra don tiene
un dejo de sobrenaturalidad, de extraordinario. También se le entiende como un regalo, una
dádiva.
ESTÁNDAR: Que sirve de patrón, modelo o punto de referencia para medir o valorar cosas de
la misma especie.
LEE IACOCCA: Presidente de CEO y de Chrysler Corporation. Entre los años 1978 y 1992,
reforzó e impulsó a la compañía con grandes campañas y sistemas de trabajo y distribución.
Para muchos, y no solo en los Estados Unidos. Lee lacocca es el paradigma del "self made
man", el hombre que de la nada llega al todo y "es capaz de alzarse victorioso desde la situación
más desesperada".
LÍDER: Persona encargada de guiar a otras por el camino correcto para alcanzar objetivos
específicos o metas que comparten, es la persona que guía al grupo y es reconocida como
orientadora.
LIDERAZGO: Conjunto de habilidades que sirven para conducir y acompañar a un grupo de
personas. Sin embargo, un líder no sólo es capaz de influenciar en su grupo, sino también de
proporcionar ideas innovadoras, y motivar a cada participante a sacar lo mejor de sí.
LIDERAZGO CRISTIANO: mantiene a su iglesia en el cumplimiento de la misión de servicio
de una manera justa y generosa. Asimismo, se trata de ejecutar disciplina para impulsar a su
prójimo y a sí mismo para actuar bajo premisas de rectitud y honradez aunque nadie los mire,
para la gloria de Dios.
MISIÓFILO: Amantes de la misión
MISIÓLOGO: Estudiante de la misión
MISIONERO: Siervos de Dios
SECULAR: La palabra 'secular' procede del latín seculāris. Desde el punto de vista religioso,
'secular' tiene varios significados. Se suele aplicar a alguien o algo con el significado de 'seglar',
'no religioso' y 'laico'. También se utiliza, referido a un sacerdote o al clero, indicando que no
pertenece a una orden religiosa.

TALENTO: Puede definirse como una capacidad especial o sobresaliente innata para llevar a
cabo una actividad específica.

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