UNA ACTITUD VOLUNTARIA

Por Márcia Fernandes Kopanyshyn

Énfasis: la importancia del voluntariado para llevar VIDA a través de actividades con niños
en situación de vulnerabilidad social.

La responsabilidad social que tenemos las mujeres Bautistas es grande a la luz de la misión
que Dios nos ha confiado. En particular, en esta época de pandemia, de distanciamiento
social, en la que nuestra comunión ha estado marcada por el acceso a las redes sociales,
acoger a los niños en sus demandas y necesidades se ha convertido en una acción muy
importante. Esta acción debe reflejar la VIDA de Cristo a través de nosotras.

Hay un hermoso texto en la palabra de Dios que me encanta por la forma en que veo la
expresión de una actitud voluntaria. Las invito a abrir sus Biblias en 2 Samuel 23:13-17. Este
texto tiene su paralelo en I Crónicas 11:15-19, que narra una fase de guerras en la vida de
David, cuando estaba lejos de Belén.

Hoy por hoy todos vivimos en estado de guerra: luchamos contra el activismo, contra las
catástrofes, contra la violencia, contra el hambre, contra la desarmonía familiar, contra la
dependencia química, contra la soledad, contra la depresión, y en este momento, contra la
pandemia provocada por un virus que ha alterado toda nuestra forma de vida... y así
sucesivamente. David, dadas las circunstancias sociales en las que vivía, tenía necesidades
que debían satisfacerse. ¿Cuáles son las necesidades emocionales, sociales, físicas y
espirituales de quienes están a tu lado? ¿Quién es tu vecino? ¿Qué necesita? ¿Cuál es la
necesidad de los niños que están a tu lado? ¿Aquellos que, en particular, se encuentran en
situación de vulnerabilidad social? (LUZ, 2006, p. 17)

El papel de la Iglesia, de la mujer cristiana, en términos de su responsabilidad social

cristiana, va más allá de la necesidad material de la sociedad. Con frecuencia hemos visto
muchas campañas de solidaridad y, ya sea por amor cristiano o por simple caridad, muchos
están adoptando la actitud de ayudar. Entonces, ¿cuál es la diferencia de la iglesia de Cristo,
de la mujer cristiana, en términos de una actitud voluntaria relevante? Es necesario
entender que un voluntario es la persona que dona su trabajo y sus habilidades ante un

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desafío, dona su VIDA. Es alguien que tiene una actitud de elección, una contribución, una
participación, es una bendición para el bienestar social de alguien. (LUZ, 2006, pág. 28-46)

¿Qué actitud voluntaria nos revela la VIDA?

1. Una actitud voluntaria que revela vida en nosotras requiere sensibilidad a las necesidades
de los demás. (ver 13.14,15)

Quizás te estés preguntando: ¿David era un necesitado? Este es el desafío de la iglesia del
siglo XXI. La sociedad está enferma y hambrienta. Enfermedad y hambre emocional.
Enfermedad y hambre espiritual. David estaba lejos de casa, expulsado de Belén por la
guerra. También es una necesidad social.

No se espera que un soldado acostumbrado a las grandes batallas y actitudes fuertes,

como eliminar a un oponente, tenga la "sensibilidad" como una de sus características. Esos
tres soldados, considerados valientes por sus grandes hazañas, revelaron que es importante
considerar incluso el deseo de alguien como una necesidad. Como soldados, tenían sus
asignaciones y las cumplían. David no les pidió que fueran a buscar agua del pozo que
estaba cerca, y mucho menos del pozo que estaba lejos y rodeado por el ejército enemigo.

Cuántos están cerca de nosotros, suspiran revelando sus necesidades y no nos

emocionamos, no nos movilizamos y, a veces, ni nos damos cuenta. Realidades mucho más
serias que la mera sed de David. Debemos tener cuidado con nuestras actitudes. En la
parábola del buen samaritano (Lucas 10.25 al 37), tenemos la actitud del sacerdote y del
levita como reflejo de una religiosidad no comprometida con la actitud que Cristo espera
que tengamos. Pasaron, indiferentes a las necesidades de los demás. El texto informa que
fue un robo, es decir, la víctima debió haber tenido algún bien, no era un mendigo, por el
cual pasamos sin que esto nos moleste, que no debe ser así, porque los pobres siempre
estarán y debemos hacerles el bien (Dt. 15.11).

Necesitamos ejercitar nuestros oídos, nuestra percepción, para notar cuáles son los deseos
más profundos de los corazones de las personas que nos rodean, en las cercanías de la
iglesia y de nuestros hogares (LUZ, 2006, p. 96). David exclamó... Me lo imagino suspirando y
diciendo "¡Ojalá pudiera beber del agua de la cisterna que está junto a la puerta de Belén!"
y fue escuchado. Hay personas cercanas a nosotras que gritan pidiendo ayuda. Los hijos
adolescentes de nuestros vecinos que consumen drogas, los niños que son víctimas de
pedofilia y muchos otros males sociales que son gritos que necesitamos escuchar.
Aprendamos de estos tres soldados que una actitud voluntaria requiere sensibilidad hacia
las necesidades de los demás.

Es necesario aprender de estos tres valientes que...

2. Una actitud voluntaria que revela VIDA en nosotras requiere una acción eficaz (v. 16)

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Me gusta leer la Biblia y cerrar los ojos para imaginar la escena. ¿Se miraron los tres,
hicieron alguna señal que identificara que tenían la misma idea? ¿O la idea sería de uno de
ellos y convenció a los demás? ¿Dudaron ante las dificultades que podrían enfrentar pues
el pozo estaba rodeado por el ejército filisteo?

Cualesquiera que fueran las circunstancias, el hecho es que se levantaron y fueron al pozo.
Se enfrentaron a las dificultades y peligros para que se cumpliera el deseo de una persona.
David no tenía sed ni hambre. Estos hombres se dieron cuenta de que la necesidad de
David superaba su necesidad física. Su necesidad era emocional. Lejos de su casa, de su
familia, viendo los riesgos que tendría que afrontar... Si los adultos hemos sufrido con esta
pandemia, ¡imagínense los niños y adolescentes que todavía están en formación! Los
voluntarios deben tener sensibilidad, identificación con la causa, tiempo disponible,
capacitación, adaptabilidad y conocer su área de especialización.

¿Como las emociones de David cambiarían al beber el agua de la cisterna en la puerta de

Belén? Era el resultado que esos valientes querían tener: ver en David una nueva
perspectiva de la vida. Cuántos hay a nuestro alrededor que necesitan una actitud nuestra
que reoriente sus vidas. ¿A quién conoces que puedas ayudar y guiar con una palabra, con
una visita que exprese interés, amor, valor?

En cuanto a los niños, es necesario aumentar la preocupación en este momento. La

violencia contra los niños siempre ha existido y ha ido en aumento en este tiempo. Los
cierres de escuelas y los niños sin acceso a otros entornos han provocado que
experimenten depresión y estrés, además de ser víctimas de abusos virtuales, así como se
han incrementado los casos de violencia doméstica y abusos de diversa índole.

Continuando en el paralelo con la parábola contada por Jesús, el samaritano tuvo una
actitud voluntaria hacia la demanda del necesitado. No es posible que permanezcamos
inactivas. No es tenemos que tener el don de la misericordia para ser instrumentos de Dios,
necesitamos revelar el amor de Dios a través de una actitud voluntaria que muestre que
Cristo vive en nosotros, como nos exhorta Gálatas 2.20. “Yo ya no vivo, pero Cristo vive en
mí”.

Somos soldados de Cristo y necesitamos, a la luz de la actitud de los valientes de David,

tener una acción eficaz, que revele la VIDA, frente a las necesidades de los que nos rodean.

La tercera lección que podemos extraer de la experiencia de estos tres valientes de David es
que...

3. Una actitud voluntaria, que revela VIDA, requiere desapego total (v. 16 y 17)

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¿Qué pensaron las personas valientes cuando vieron a David derramar el agua? Me los
imagino entregando el odre, felices por el hecho de que fueron y regresaron sanos y salvos,
esperando con ansias esa sonrisa de David, una palabra de gratitud, y contemplando a
David bebiendo el agua con muchas ganas, después de una larga temporada por el
desierto.

Pero eso no es lo que pasó... David no bebió el agua. David derramó el agua en el suelo, el
agua que trajeron del pozo de Belén. ¡Qué frustración! Se arriesgaron por nada. Cuántas
acciones ha realizado la iglesia para ayudar a las familias, llevar a la recuperación, enseñar
una profesión, saciar el hambre, la sed, el frío... ¿A cuántos has ayudado? Uno, dos, muchos...
¿Dónde están? ¿No han vuelto a dar gracias, como hicieron los nueve leprosos sanados por
Jesús?

Aquellos valientes no tuvieron el gozo de ver a David beber agua. Lo vieron derramarla. El
texto nos alegra, así como los soldados terminaron alegrándose al escuchar a David
expresar que el valor del agua en el odre era tan grande que solo se podía derramar ante el
Señor. David, al verbalizar su gozo, su contentamiento por la grandeza de la actitud
voluntaria, les da VIDA de esos hombres y no los frustró en sus intenciones de querer
cumplir el deseo de David. David consagra al Señor el esfuerzo, el desprendimiento, la
investidura de aquellos valientes y declara “¡Oh, Señor, lejos de mí hacer tal cosa! ¿Bebería
la sangre de hombres que arriesgaron sus vidas? "

Pero, desafortunadamente, no es así que sucede a menudo cuando se satisface la

necesidad de alguien. La práctica revela que algunos vuelven para dar las gracias,
reconociendo la bendición recibida. Imagino que no había ningún deseo de
reconocimiento en el corazón de estos hombres. Solo el deseo de ver satisfecha la
necesidad de David.

Esta es la tercera lección que debemos extraer: tiene que haber un desapego total de
nuestra parte. No tenemos que esperar una palabra de gratitud de aquellos que son
ayudados, de aquellos que tienen sus necesidades satisfechas (LUZ, 2006, p. 104). Nuestras
acciones deben ser para el Señor, todo lo que hacemos debemos hacerlo para la gloria de
Dios (I Corintios 10.31).

CONCLUSIÓN
Debemos estar comprometidos con la responsabilidad social cristiana. ¿Qué he estado
haciendo para satisfacer las necesidades de quienes me rodean, especialmente los niños y
adolescentes? ¿He permitido que el Espíritu Santo me sensibilice sobre las necesidades de
mi prójimo? ¿He tomado medidas efectivas frente a la necesidad que se me presenta?
¿Tengo total desapego al actuar sin querer recibir nada a cambio?

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Que cada una de nosotras pueda asumir un compromiso más efectivo con las acciones de
acogida de niños en situación de vulnerabilidad social. Son muchas las oportunidades en
las que, como mujeres cristianas, podemos reflejar la gloria de Cristo, demostrando así que
también somos ciudadanas del Reino de los Cielos y que llevamos VIDA a todos.

Tenemos un compromiso con Cristo, que se entregó voluntariamente por nosotras. Por
tanto, el voluntariado es una forma de participar positivamente en la sociedad de forma
desinteresada, ofreciendo tiempo libre a favor de los demás. También es un refuerzo a favor
de causas dignas. Es una práctica de ciudadanía. Es dar y recibir. Es una elección. ES VIDA.

La recompensa: “Pero David no quiso beberla, sino que la derramó delante del Señor; y dijo:
¡Oh, Señor, lejos de mí hacer tal cosa! ¿Bebería la sangre de hombres que arriesgaron sus
vidas? Así que no quise beberla”(I Sam 23: 16,17).
Amén.

BIBLIOGRAFÍA

Santa Biblia Almeida Siglo XXI: Antiguo y Nuevo Testamento. São Paulo: Vida Nova, 2008.

Luz, Edson Ferreira. Acción social: el difícil arte de ayudar. Río de Janeiro: MK, ed., 2006.

https://bebe.abril.com.br/desenvolvimento-infantil/oms-faz-alerta-sobre-os-impactos-da-pa
ndemia-na-vida-das-criancas/

Acepté a Jesús a los 12 años en la organización Mensajeras del Rey. Aún en

esta organización, mientras estudiaba biografías misioneras tuve mi
llamado misionero y me gradué en Educación Religiosa en el IBER (actual
CIEM). Estoy casada con el Pr. Miguel y tenemos 2 hijos. Trabajo como
Educadora Cristiana en la PIB en Jacarepaguá-RJ. Soy directora de Casa
Amizade - RJ desde 2002, organización social establecida por UFMBB, que
atiende a 70 niños y sus familias a través del servicio de convivencia y fortalecimiento de
vínculos.

La Alianza Mundial Bautista reconoce que existen diferentes convicciones y perspectivas teológicas y ha buscado dar
expresión intencional a esta diversidad. Los manuscritos y presentaciones, orales e impresos, son la perspectiva del
presentador más que una posición oficial de la BWA.

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