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CASO:
Las dos caras de los jóvenes frente a la pandemia
Cada vez que encendemos la tv, escuchamos la radio o leemos el noticiero, o abrimos los mensajes
del WhatsApp…juntos en familia percibimos la triste y cruda realidad de los estragos amargos que
causa el COVID -19 expresado en la información y nos lamentamos por ello. Nos lamentamos más
aún cuando nos toca vivir dentro de nuestro entorno familiar y amical, pero cuando no lo
experimentamos podemos caer en la indiferencias, atenuando la gravedad de dicha pandemia como
si se tratara de algo inofensivo y que con nosotros no pasa nada, este tipo de percepción nos lleva a
pensar que a los peruanos nos cuesta tanto respetar la cuarentena y vivir como hermanos que se
cuidan y se ayudan los unos por los otros en esta situación difícil, como se vivió en el hecho real de
los jóvenes que asistieron a la discoteca Thomas Restobar del Distrito Los Olivos que dejó el saldo
de 13 personas fallecidas, la mayoría que participó estaba contagiada por el COVID-19. Se puso en
riesgo la vida, la salud y el cargo de los efectivos que participaron en el operativo cumpliendo su
labor de poner orden y que se respete lo establecido en el decreto promulgado por el Gobierno en
tiempo de pandemia. Llama la atención la astucia que utilizan los jóvenes para lograr su cometido y
salirse con la suya, como es el caso de una joven madre soltera que con engaños fue a participar de
dicho evento dejando a su pequeño hijo con su abuela y puso en riesgo su propia vida, la de su
madre y la de su hijo por un posible contagio. A pesar de esa tragedia vivida pareciere que faltaría
tomar conciencia de responsabilidad porque sigue habiendo fiestas, haciendo caso omiso a las
recomendaciones que nos hace la OMS (Organización Mundial de la Salud) como es evitar
conglomeraciones, evitar contactos cercanos y espacios cerrados. Si bien, el hecho de estar
encerrados puede producir aburrimiento, estrés, agobio y tristeza que podrían llevarnos a la
desesperanza y hacernos perder nuestro horizonte, el hecho de ser hermanos nos invita a canalizar
estos sentimientos, levantando la mirada, siendo empáticos, proactivos y solidarios desde su
realidad y condición eligiendo libremente cómo canalizar su servicio en favor de los que más
necesitan. Tal es el caso de los jóvenes que apoyan como voluntarios en la Asociación de las
Bienaventuranzas dirigido por el Padre Omar en La Tablada de Lurín que gracias a su proyecto
humanitario es un hogar donde acogen a los “más pobres entre los pobres” -como enseñó la Madre
Teresa de Calcuta- permanente o temporalmente, dándoles calidad de vida y todo el cariño y amor
de Jesús. Tienen este momento 170 niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores
declarados en abandono o en proceso de investigación tutelar con enfermedades físicas,
siquiátricas y/o necesidades especiales de educación, además en este tiempo de pandemia los
jóvenes voluntarios se organizaron para llevar víveres donde no llega la ayuda del gobierno gracias
a la generosidad y desprendimiento de muchas personas que a ejemplo de Jesús buscan
soluciones a los desafíos actuales a la luz del Evangelio.
01 competencia - Construye su identidad como persona humana, amada por
Dios, digna, libre y transcendente, comprendiendo la doctrina de su propia
religión, abierto al dialogo con las que le son cercanas.
Evidencia 6: Testimonia entre lo que cree, dice y hace a la luz del Evangelio.
¿Quiénes demuestran una vida coherente de acuerdo al mensaje evangélico?
a) El Padre Omar y los jóvenes voluntarios.
b) El Padre Omar y los policías que cumplieron su deber.
c) Los jóvenes que perdieron la vida por el ideal de ser libres.
X) Todas las anteriores.
Recuerda, sé
.
honesto al Dios Bendice
responder
donde te
encuentres.
DOCENTE: Yesica Aida Sánchez Fernández.