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CLASE NRO 2
TABLERO DE CONTROL
DOCENTE
Objetivos de la clase 2:
Introducción:
Tipología de indicadores
Un tablero de control precisa de la utilización de indicadores sobre los factores clave del
hotel. Una variable o factor clave se refiere a un aspecto que se considera relevante para
el éxito de la empresa, ya que le permite alcanzar una sostenibilidad de su ventaja
competitiva. Un indicador es el instrumento que informa del valor de un factor clave. El
factor clave es, en cierta forma, lo que es necesario medir, mientras que el indicador se
refiere más a cómo medir la evolución o consecución de dicho factor clave. Si algo no
se mide, no se puede mejorar (Ayguavives, 2003). No obstante, en ocasiones, factor
clave e indicador pueden coincidir, lo que no invalida su consideración como conceptos
diferentes.
También en este apartado es importante distinguir entre los ratios y los indicadores. Un
ratio es una relación entre dos magnitudes, simples o agregadas, que suelen tener un
significado más amplio de forma conjunta que mediante el simple análisis por separado,
como la rentabilidad sobre ventas, por ejemplo. Las ventas y los beneficios serían
indicadores por sí solos, siéndolo también su cociente, el ratio de rentabilidad sobre las
ventas. La conclusión, pues, es que todas los ratios son indicadores, pero no todos los
indicadores tienen que estar representados en forma de ratios. Schmidgall (Harris, 1995)
entiende que los ratios pueden dar indicación sobre el éxito de la gestión o servir como
medida de control, pero sacar conclusiones finales, tan sólo con ratios, puede llevar al
equívoco.
Los ratios por sí mismos no son indicadores de la gestión de ninguna industria, y en
particular tampoco de los hoteles. El ideal para comparar dichos ratios es el presupuesto
para el período de referencia, aunque otras comparaciones válidas serían años pasados o
medias del sector. En todo caso, cuando se utilizan dichas medias sectoriales, deben
interpretarse como tales, como medias, y no como unos ideales de gestión. Las
limitaciones al uso de dichos ratios sectoriales son varias, entre las que se podrían citar
el hecho de mezclar hoteles con diferente objetivo, tamaño, ubicación, etcétera.
Schmidgall, por ejemplo, cita que Hilton tiene en Estados Unidos una gran penetración
en hoteles con casinos y juegos de azar, mientras que Marriot no la tiene, hecho que, sin
duda, afecta a múltiples ratios de gestión, y a la gestión en sí misma.
.
Un estudio realizado en 1998 de cara a evaluar diversos aspectos profesionales
vinculados a la figura del director general de hotel, incluyó un apartado para conocer
cuáles eran los ratios de gestión a las que prestaban más importancia, obteniendo los
siguientes resultados, en una escala de 1 a 6 (Woods y otros, 1998):
• Medidas de beneficio o retorno de la inversión:
- Resultado neto 5,5
- Resultado operativo bruto 5,3
- Cash flow 5,4
- ROI 5,1
- Beneficio por acción 3,6
• Medidas de coste
- Costes directos de personal 5,6
- Costes directos operativos 5,2
- Costes de estructura 5,2
- Honorarios de gestión 4,5
- Cargos fijos 3,9
Dentro de los ratios financieros, una aplicación práctica del balanced scorecard en
White Lodging Services (USA) en 1997, escogió las siguientes:
• RevPar yield: Definida como el cociente entre el RevPar del hotel (numerador) y del
sector (denominador).
• Flowthrough model: Definiendo dicho ratio como el cociente entre el valor absoluto
de incremento en ventas (respecto al presupuesto) y el incremento en el resultado
operativo bruto (también respecto a presupuesto).
Por su parte, Koci (2001) estableció el balanced scorecard basándose en cinco
generadores de valor (value drivers) para Hilton Corporación:
• Efectividad operativa.
• Maximización de ingresos.
• Fidelización (clientes, empleados, propietarios).
• Gestión de marca.
• Aprendizaje y crecimiento.
Tras esta introducción de diversos autores, podemos concluir que los indicadores más
relevantes se pueden clasificar en cinco tipologías claramente diferenciadas:
1 Indicadores de mercado, los cuales no están ligados directamente a la actividad del
hotel, pero permiten analizar el entorno en el que ha evolucionado el período analizado.
2 Indicadores económicos derivados de la explotación hotelera, que permiten evaluar
el impacto económico de la marcha operativa del hotel.
3 Indicadores financieros, normalmente similares en cualquier tipo de actividad
empresarial.
4 Indicadores de reservas, se evalúa el proceso de marcha en cuanto a ocupación por
segmento y lead time.
5 Indicadores no económicos, donde se evalúan aspectos no operativos ni económicos,
pero cuya evaluación puede permitir juzgar la marcha de la empresa e incluso, en
algunos casos, prejuzgar su evolución futura.
D. Departamento de tiendas
Para este departamento se calculan ratios como los siguientes:
o Resultado operativo bruto del departamento (GOP) por habitación disponible.
o Resultado operativo bruto del departamento (GOP) por habitación ocupada.
o Resultado operativo bruto del departamento (GOP) por cliente.
o Ingreso medio de tiendas por cliente. Muestra la venta obtenida por cliente.
Nótese que al tratarse de una venta totalmente discrecional, no imprescindible
para el visitante, el concepto habitación no se considera. El ratio estará en
función del número de huéspedes y, generalmente, también estará en función de
la estancia media en el hotel, pues el cliente visitará la/s tienda/s en función de
los días que permanezca en el establecimiento.
o Importe promedio de cada venta, también llamado ticket medio . Con este ratio
se analiza cuál es el valor de cada transacción. Dicho ratio, junto con el anterior,
ayuda a posicionar sobre si el campo de actuación tiene que estar enfocado a
obtener más clientes (pocas compras) o a incrementar la oferta (ticket medio
bajo).
o Porcentaje de coste de ventas de tiendas sobre ventas. Indica la eficiencia de la
gestión de compra. En cualquier caso, no hay que olvidar que dicho ratio puede
verse afectado sensiblemente por la diferente composición de los productos
vendidos.
o Número de empleados equivalentes.
o Horas directas de personal.
o Porcentaje costes de personal de tiendas sobre ventas.
o Coste medio por empleado.
o Venta media por empleado.
E Departamento de telecomunicaciones:
Se pueden utilizar ratios como los que siguen:
o Resultado operativo bruto del departamento por habitación disponible.
o Resultado operativo bruto del departamento por habitación ocupada.
o Resultado operativo bruto del departamento por cliente.
o Número total de llamadas.
o Número de llamadas internacionales.
o Número de conexiones a internet.
o Ingreso medio de teléfonos por habitación ocupada.
o Ingreso medio de teléfonos por cliente.
o Ingreso medio por llamada.
o Porcentaje de coste de ventas de telecomunicaciones sobre ventas.
o Número de empleados equivalentes.
o Horas directas de personal.
o Porcentaje costes de personal de telecomunicaciones sobre ventas.
o Coste medio por empleado.
o Venta media por empleado.
F Departamento de parking:
En este caso los ratios a usar pueden ser:
o Resultado operativo bruto del departamento por habitación disponible.
o Resultado operativo bruto del departamento por habitación ocupada.
o Resultado operativo bruto del departamento por cliente.
o Ingreso medio por habitación ocupada.
o Ingreso medio por cliente.
o Porcentaje de coste de ventas de parking sobre ventas.
o Número de empleados equivalentes.
o Horas directas de personal.
o Porcentaje costes de personal de parking sobre ventas.
o Coste medio por empleado.
o Venta media por empleado.
3 Indicadores financieros
Schmidgall y otros (1993) proponen una serie de ratios a utilizar para el control del cash
flow, la tesorería generada, a la cual dichos autores consideran como «la sangre
del hotel».
Ratio Fórmula Medida
Cash flow de operaciones (CFO) CFO /Promedio CL Liquidez sobre pasivo corriente
(CL)
Cash flow de operaciones (CFO) CFO/ Promedio TL Solvencia sobre total pasivo (TL)
Cobertura de intereses (CFO + intereses) / intereses Solvencia
Margen de cash flow CFO / total ingresos Operaciones
Traspaso de cash flow a ingresos CFO / ingreso neto Operaciones
Cash flow por acción CFO / número promedio de acciones Cash flow
Cobertura de dividendos (CFO - servicio deuda) / dividendos Pago de dividendos
Ratio de reinversión (CFO - dividendos) / (inm. bruto + circulante neto) Cash flow a
reinvertir
Cash flow de operaciones en CFO / CFI Cash flow interno relación a cash flow de
generado inversiones
Adams (Harris, 1995) y Coltman (1978) indican adicionalmente los siguientes ratios:
• Rentabilidad y eficiencia:
- Rendimiento de activos: Resultado antes de intereses e impuestos dividido por el saldo
medio total de activos.
- Rentabilidad de fondos propios: Resultado después de impuestos dividido por el saldo
medio de fondos propios.
- Ratio de cobertura de intereses: Resultado antes de intereses e impuestos dividido por
intereses.
- Rendimiento neto de activos: Resultado después de impuestos dividido por el saldo
medio total de activos.
- Rentabilidad sobre ventas: Resultado después de impuestos dividido por el total de
ingresos.
• Deuda y apalancamiento, mencionado sólo por Adams (Harris, 1995):
- Ratio de endeudamiento, deuda en relación al total de activos.
- Cobertura de intereses.
• Ratios de liquidez:
- Activo circulante sobre pasivo circulante.
- Test ácido. El cociente entre efectivo más cuentas a cobrar con el total de pasivo
circulante.
- Ratios de período medio de cobro y de pago.
- Rotación de existencias.
• Ratios de rentabilidad de accionista:
- Rentabilidad de capital: Resultado después de impuestos dividido por el saldo medio
de capital.
- Beneficio por acción: Resultado después de impuestos dividido por el número total de
acciones.
- PER, Price Earnings Ratio: Precio de la acción dividido por resultado neto, también
solamente mencionado por Adams (1995).
Coltman (1978) sugiere también calcular el rendimiento de activos sobre el valor de los
activos a valor de mercado, no de coste, de cara a saber cuál es la rentabilidad de los
mercados si los activos los tuviera que adquirir hoy. En condiciones normales, con los
activos a valor de mercado, el porcentaje será menor, más conservador.
Por lo tanto, en líneas generales, los indicadores financieros no son diferentes a los
generalmente utilizados para otros sectores empresariales. En el caso de los hoteles, son
de especial utilidad los ratios de liquidez (para medir la capacidad de pago a corto
plazo), los de endeudamiento (para evaluar la cantidad, calidad y coste de la deuda), los
de eficiencia operativa (para evaluar la rotación del activo) y los de plazo de gestión del
circulante (plazos de cobro, pago y existencias).
4 Indicadores de reservas
5. Indicadores no monetarios
Este último tipo de indicadores aporta información sobre recursos humanos, clientes y
reservas. Esta información es necesaria de incluir en los contenidos de los informes de
control de gestión más información de carácter cualitativo y cuantitativo no financiero,
debido a la naturaleza de la actividad empresarial (prestación de servicios) desarrollada
por los establecimientos hoteleros.
Tras esta comprobación, pasamos a enunciar los indicadores cualitativos más relevantes,
que básicamente corresponden a recursos humanos y análisis del cliente:
• Recursos humanos:
- Empleados a tiempo completo.
- Empleados a tiempo parcial.
- Empleados en prácticas.
- Porcentaje de empleados fijos sobre empleados totales.
- Porcentaje de empleados fijos discontinuos sobre empleados totales.
- Porcentaje de rotación de empleados.
- Porcentaje de absentismo.
- Horas directas totales trabajadas.
- Accidentes de trabajo por horas totales trabajadas.
- Indemnizaciones sobre total gastos de personal.
- Horas de formación sobre horas trabajadas.
- Horas de formación por empleado.
• Análisis del cliente: Desde la perspectiva de análisis del cliente existen dos partes
fundamentales a analizar:
- Análisis de la procedencia del cliente: Por un lado, la información sobre los motivos
que han justificado la visita del cliente, la elección del hotel, los medios de transporte
utilizados, etcétera, en definitiva, información previa a la estancia del cliente en el hotel.
Para el análisis de la procedencia del cliente pueden utilizarse dos fuentes de
información. Por un lado, el sistema de front-office debería ofrecer un resumen de la
procedencia de los clientes en base a la información solicitada por el personal de
recepción en el momento de efectuar el check in o proceso de registro en el hotel. Otra
forma sería a través de las correspondientes encuestas realizadas a los clientes del
establecimiento.
- Análisis de satisfacción del cliente, medida a través de encuestas y sondeos en cada
sector. La tecnología actual permite el envío de encuestas tanto durante la estadía como
de forma posterior, aunque es interesante recoger la información durante el proceso de
prestación del servicio debido a que se está a tiempo de revertir buena parte de
insatisfacción por parte del cliente.
Una interesante aportación sobre los principales indicadores de gestión es el debate que
busca encontrar el índice más simple que refleje la gestión hotelera. En este sentido,
tradicionalmente se ha venido hablando de RevPar, pero cada vez son más las voces que
manifiestan una tendencia hacia la utilización del GopPar (Younes y Kett, 2003). Por
regla general, los gestores, operadores, inversores y analistas hoteleros, recurren al
RevPar (ingreso de habitaciones por habitación disponible) para medir y analizar el
comportamiento de sus hoteles. Este índice, ampliamente utilizado, muestra los ingresos
por habitación disponible y permite hacer un seguimiento de los resultados de la gestión
del mismo. Los hoteleros intentan maximizar el RevPar mediante una solución de
compromiso entre el coeficiente de ocupación y la tarifa por estancia, siendo de vital
importancia desde el momento que los ingresos del departamento de habitaciones
representan un alto porcentaje sobre los ingresos totales del establecimiento.
El RevPar, o ingresos por habitación disponible, se calculan dividiendo los ingresos
totales netos de las habitaciones entre el número total de éstas, o bien multiplicando la
tarifa media por habitación (ADR) por sus niveles de ocupación. El RevPar presenta, en
su aplicación, una serie de inconvenientes. Por un lado, la diferente combinación de
ingresos. En algunos casos los ingresos por habitación representan entre un 50 y un 55
% de los ingresos totales. Aquí se incluyen hoteles cuyos ingresos por restauración son
elevados. En tales casos la metodología del RevPar sólo reflejaría una parte de los
ingresos totales del establecimiento en cuestión ignorando las demás fuentes de
ingresos, lo que dará lugar a un análisis erróneo en el momento de comparar las
rentabilidades obtenidas por los dos hoteles.
Por ejemplo, el hotel X tiene una tarifa media de 70,00 dólares, una tasa de ocupación
del
70 % y cien habitaciones. Los otros ingresos (incluyendo bebidas y comidas) ascienden
a
500.000 dólares. Supongamos por un momento que el hotel Y es del mismo tamaño y
con la misma tarifa media que el hotel X, pero con una tasa de ocupación del 60 % y
otros ingresos que ascienden a 1.000.000 dólares. Mientras que el RevPar del hotel X es
Aproximad mente un 15 % superior al del hotel Y (49 dólares en comparación a 42
dólares), el hotel Y obtiene unos ingresos totales de 2,50 millones de dólares, mientras
que los ingresos del hotel X ascienden a 2,28 millones de dólares. En el supuesto de que
ambos establecimientos tengan los mismos gastos directos (supongamos un 35 % de los
ingresos) y los mismos gastos generales, el hotel Y sería más rentable que el hotel X a
pesar de tener un RevPar inferior.
Otro aspecto que limita la validez del RevPar es el tamaño. El método de RevPar tiende
a penalizar a los hoteles grandes en comparación a los pequeños. El sentido común nos
dice que frecuentemente es más fácil conseguir tasas de ocupación más altas en un hotel
de cien habitaciones que en uno de doscientas, sobre todo si existen picos estacionales o
incluso diferencias entre fines de semana y días laborables. En consecuencia, los
ingresos por habitación disponible serán superiores en un hotel pequeño dadas las
mismas condiciones de mercado. Por este motivo los hoteleros e inversores potenciales
deben tener en cuenta el tamaño de un establecimiento en el momento de comparar el
RevPar de un hotel específico con otros. Es probable que debido a las economías de
escala, así como a los mayores ingresos, un hotel grande sea más rentable que uno
pequeño, aun con una menor tasa de RevPar. A fin de cuentas, los hoteleros e inversores
no pueden ingresar porcentajes ni tasas de RevPar en sus cuentas bancarias.
Finalmente, el RevPar tiene repercusiones sobre el valor. El valor de un hotel se basa,
por regla general, en los flujos de caja netos y no en los ingresos totales. Mientras que el
RevPar tiene alguna relación con el valor de un hotel, no siempre existe una correlación
apropiada con la capitalización por ingresos. Sin embargo, sí se puede decir que un
cambio en el valor de un establecimiento se refleja adecuadamente en un cambio en el
RevPar, mostrando así una relación flexible.
Ante dichas limitaciones surge la aportación de trabajar con el GopPar, siglas en inglés
que significan resultado bruto operativo por habitación disponible, donde GOP es igual
a ingresos totales menos gastos de departamentos operativos y no operativos.
A pesar de que GopPar no hace distinciones entre los diferentes tipos de ingresos y, por
consiguiente, no permite una valoración precisa de los ingresos por habitación, sí
facilita una clara indicación del beneficio potencial del hotel. Además, en la mayoría de
los casos, es capaz de reflejar la rentabilidad, la calidad de gestión y el valor subyacente
del hotel.
Respecto a las limitaciones para el RevPar, el comportamiento del GopPar es el
siguiente: en relación a la combinación de ingresos, el GopPar indica las ganancias
subyacentes de un negocio hotelero, y también indica claramente el comportamiento
global y los flujos de efectivo potenciales del mismo. Empresas hoteleras, inversores y
promotores pueden, por lo tanto, evaluar la gestión hotelera basándose no sólo en los
ingresos por habitación sino también en los ingresos globales y en la eficacia de la
explotación de forma unitaria.
Respecto al tamaño, el GopPar tiene en cuenta todos los gastos de la explotación, la
mayoría de los cuales incluyen costes tanto fijos como variables. Los costes fijos
generalmente están asociados a las dimensiones y necesidades de un hotel, mientras que
la parte variable está asociada, normalmente, al volumen de negocio. Mientras que un
establecimiento grande incurrirá necesariamente en unos gastos de explotación mayores
que uno pequeño, este último, y dándose las mismas condiciones de mercado, tendrá
posiblemente mayores gastos variables por cada habitación disponible debido a las
economías de escala que existen en un hotel grande
Finalmente, en relación a las repercusiones sobre el valor, el método más frecuente de
valoración de los hoteles es el descuento de flujos de caja netos, o del EBITDA (siglas
en inglés de resultados antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización).
GopPar ofrece una correlación más aproximada con el valor de un hotel que el método
RevPar.
En una muestra aleatoria de treinta hoteles rentables, el análisis realizado por Younes y
Kett (2003) muestra que el método GopPar tiene una correlación de entre el 85 y el 90
% con el valor del hotel, mientras que RevPar tiene una correlación de entre el 70 y el
75 %.
Por lo tanto, GopPar proporciona una medición más fiable que RevPar y debería usarse
para el análisis de inversiones hoteleras. Un alto RevPar no significa un resultado final
elevado y, por consiguiente, un mayor valor, mientras que GopPar arroja un balance
más elevado y una indicación más fiable del valor del activo hotelero.
Adicionalmente, es importante resaltar la aportación de Carr (2003) respecto al debate
entre RevPar y GopPar. Defiende la utilización del GopPar versus la utilización del
RevPar, desde el momento que el GopPar facilita una imagen más clara de eficiencia y
rentabilidad en el resultado final del negocio que no facilita el RevPar. El GopPar
facilita el análisis del término anglosajón flow-through, que trata de mostrar qué
porcentaje de ingresos marginales (positivos/negativos) fluye directamente al bottom-
line al final de la cuenta de resultados. Medidas de gestión, como pueden ser medidas
estructurales de ahorro de gastos, sólo tienen visibilidad en el ratio del GopPar.
En cualquier caso, la combinación del GopPar con el RevPar y, no olvidemos, los
márgenes brutos por negocio/actividad, deberían permitirnos tener una visión más
aproximada y relativamente correcta, especialmente de la correlación entre la gestión de
ingresos y de costes.
En la misma línea se manifiesta Vargo (2003a), pues cree que el GopPar permite hacer
mejor benchmarking de la gestión, y especialmente del resultado obtenido de las
medidas de reducción y contención de costes puestas en marcha en la empresa, no sólo
en un momento dado sino también de su mantenimiento y consolidación en el tiempo.
Por lo tanto, es importante saber que el GopPar es muy sensible a cualquier fluctuación
en RevPar. El margen de ganancia por habitación es considerablemente más alto que en
cualquier otra fuente de ingresos y, por tanto, una pequeña fluctuación en RevPar puede
tener un efecto muy importante en el GopPar, lo que a su vez afectará al valor del hotel.
La equivalencia de RevPar a GopPar es alta (casi un uno a uno) y una pequeña
fluctuación en el RevPar podría provocar una mayor fluctuación en el GopPar. Es por
esto que los analistas no deberían contar con un solo método, sino que deberían
considerar el GopPar como un complemento del RevPar.
El RevPar facilita la rentabilidad de un hotel respecto a la gestión de sus habitaciones y
proporciona algunas tendencias del mercado. Sin embargo, no indica los costes
existentes y, por tanto, tampoco el nivel de ingresos que puede o podría generar un
hotel.
Por otra parte, GopPar proporciona la rentabilidad de un establecimiento más
detalladamente, ya que tiene en cuenta la eficacia y control de la gestión y elimina hasta
cierto punto la posible ventaja de un hotel más pequeño. Además, GopPar ofrece una
medición de rentabilidad más robusta, sobre todo cuando se comparan hoteles de
distintos tamaños o en diferentes mercados.
Por tanto, el uso de GopPar como un complemento al método RevPar permitirá un
análisis más certero en el momento de efectuar un estudio de inversión hotelera que si
se utiliza exclusivamente el RevPar.
Conclusiones: