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John Stuart Mill

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John Stuart Mill
John Stuart Mill by London Stereoscopic Company, c1870.jpg
John Stuart Mill c. 1870
Información personal
Nacimiento 20 de mayo de 1806
Londres, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
Fallecimiento 8 de mayo de 1873 (66 años)
Aviñón, Francia
Causa de muerte Erisipela Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cimetière Saint-Véran Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Británica
Religión Agnosticismo12
Lengua materna Inglés Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padre James Mill Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Harriet Taylor Mill Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en University College de Londres Ver y modificar los datos en Wikidata
Alumno de James Mill Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Área Filosofía, política y economía
Conocido por Positivismo
Cargos ocupados Member of the 19th Parliament of the United Kingdom por
Westminster (1865-1868) Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador Compañía Británica de las Indias Orientales Ver y modificar los datos
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Movimientos Ateísmo, igualitarismo, utilitarismo y liberalismo Ver y modificar los
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Obras notables

Sobre la libertad
Consideraciones sobre el gobierno representativo Ver y modificar los datos en
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Partido político Partido Liberal del Reino Unido Ver y modificar los datos en
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Miembro de

Academia de Ciencias de Hungría


Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias Ver y modificar los datos
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Distinciones

Honorary Fellow of the Royal Society of Edinburgh


Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias Ver y
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Firma John Stuart Mill signature.svg


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John Stuart Mill (Londres, 20 de mayo de 1806-Aviñón, Francia; 8 de mayo de 1873)


fue un filósofo, político y economista británico, representante de la escuela
económica clásica y teórico del utilitarismo.

Mill es uno de los pensadores más influyentes en la historia del liberalismo


clásico. Apodado como "el filósofo de habla inglesa más influyente del siglo XIX",
concibió la libertad como justificación de la libertad del individuo en oposición
al control estatal y social ilimitado.34 En sus últimos años, mientras continuaba
defendiendo firmemente los derechos y libertades individuales, se volvió más
crítico con el liberalismo económico y sus puntos de vista sobre la economía
política se movieron hacia una forma de socialismo liberal56 o socioliberalismo.78

Fue un defensor del utilitarismo, una teoría ética desarrollada por su padrino
Jeremy Bentham en la que se promueve producir la «mayor felicidad al mayor
número».9 Mill contribuyó a la investigación de la metodología científica, aunque
su conocimiento del tema se basó en los escritos de otros, en particular William
Whewell, John Herschel y Auguste Comte, y la investigación realizada para Mill por
Alexander Bain.3 Mill fue miembro del Partido Liberal y participó activamente en la
aprobación del proyecto de ley de reforma de 1867, la reforma de la tenencia de la
tierra en Irlanda, la reforma del gobierno de Londres y los derechos de las mujeres
en La esclavitud de la mujer, un ensayo sobre la igualdad entre sexos.10 Fue el
segundo miembro del Parlamento en pedir el sufragio femenino después de Henry Hunt
en 1832.

Mill fue además marido de la feminista Harriet Taylor y padrino secular del
filósofo matemático Bertrand Russell, por decisión del padre de éste, John Russell.
Pese a que Mill murió al año de haber nacido Russell, los escritos de Mill tuvieron
una gran influencia en la vida de Russell.[cita requerida]
Índice

1 Biografía
2 Lógica inductiva
2.1 Los métodos de Mill
2.2 Emergentismo
3 Pensamiento liberal
3.1 Concepto de libertad
3.2 Principio del daño
3.3 Libertad social y la tiranía de la mayoría
3.4 Libertad de expresión
3.5 Colonialismo
3.6 Derechos humanos y esclavitud
3.7 Derechos de la mujer
4 Ética utilitarista
4.1 Principio de utilidad de Mill
5 Filosofía económica
5.1 Democracia económica
5.2 Democracia política
5.3 El medio ambiente
5.4 Desarrollo económico
5.5 Control del crecimiento de la población
5.6 Tasa de acumulación de capital
6 Obras principales
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos

Biografía

John Stuart Mill, el mayor de los hijos del filósofo, historiador y economista
James Mill, nació el 20 de mayo de 1806 en Pentonville, Middlesex. Mill fue educado
por su padre con el consejo y la ayuda de Jeremy Bentham y Francis Place. Los
recuerdos más dolorosos de Mill en su infancia conectan con la forma en la que su
padre, seguidor de la teoría denominada utilitarismo, hablaba y trataba a su esposa
e hijos delante de los invitados, llegando a decir que su educación no fue una
educación de amor sino de miedo. Su padre, partidario del asociacionismo, tenía
como objetivo explícito crear un intelecto genial que continuara con la causa del
utilitarismo y su implementación después de que él y Bentham murieron.

Los hijos de mi padre ni le amaron a él ni sintieron ningún tipo de afecto por


nadie más. Le tenía demasiado miedo como para que pudiera expresarme de forma
franca y carecía de voluntad propia, porque estaba tan acostumbrado a que se me
dijera lo que tenía que hacer (...) que adquirí la costumbre de dejar que mi
responsabilidad como agente moral la detentase mi padre.11

Pretendía darles a sus hijos una educación modelo siguiendo los principios del
utilitarismo, que consistía en someterlos a una secuencia de placeres y dolores y
enseñarlos a razonar adecuadamente. J. Stuart nunca jugó con otros niños.12

Su precocidad era excepcional: a la edad de tres años le enseñaron el alfabeto


griego y largas listas de palabras griegas con sus correspondientes traducciones al
inglés. Con unos ocho años ya había leído las fábulas de Esopo, la Anábasis de
Jenofonte y las Historias de Heródoto en su idioma original; y también conocía ya a
Luciano, Diógenes, Isócrates y seis diálogos de Platón. Para entonces ya había
leído mucha historia en inglés.

A la edad de ocho años empezó a estudiar latín y álgebra. Fue designado como
profesor de los niños más pequeños de su familia. Su principal lectura continuaba
siendo la historia, pero estudió también a todos los autores latinos y griegos
comúnmente leídos en las escuelas y universidades de aquel entonces. No le
enseñaron a escribir en latín ni en griego y nunca fue exactamente un erudito; todo
estaba orientado hacia el fin por el cual le hacían leer. A la edad de diez años ya
leía a Platón y Demóstenes con facilidad. La Historia de la India de su padre fue
publicada en 1818; inmediatamente después, a los doce años, John comenzó el
cuidadoso estudio de la lógica escolástica al tiempo que leía los tratados lógicos
de Aristóteles en su lengua original. Al año siguiente lo introdujeron en la
economía política y el estudio de Adam Smith y David Ricardo. Este último era amigo
cercano de la familia Mill.

A la edad de catorce años, Mill se quedó un año en Francia con la familia de Samuel
Bentham, hermano de Jeremy Bentham. El paisaje montañoso que vio le llevó a un
gusto por los paisajes montañosos durante toda su vida. El estilo de vida alegre y
amistoso de los franceses también le dejó una profunda impresión. En Montpellier,
asistió a los cursos de invierno de química, zoología, lógica de la Faculté des
Sciences, así como a un curso de matemáticas superiores. De ida y vuelta de
Francia, se quedó unos días en París en la casa del reconocido economista Jean-
Baptiste Say, amigo del padre de Mill. Allí conoció a muchos líderes del Partido
Liberal, así como a otros notables parisinos, incluido Henri Saint-Simon. Pero a
los 20 años, en 1826, sufrió una «crisis mental», descrita detalladamente en su
Autobiografía (1873):

Desde el invierno de 1821, cuando leí por vez primera a Bentham, y


especialmente desde los comienzos de la Westminster Review, llegué a tener lo que
con verdad puede llamarse un fin en la vida: ser un reformador del mundo. La
concepción de mi propia felicidad se identificaba enteramente con este objeto.
[...] Pero llegó el momento en que desperté de esto como de un sueño. Fue en el
otoño de 1826. [...] El fin ha dejado de producir su encanto. ¿Cómo podrán
interesarme los medios? Me pareció que no quedaba nada por lo cual vivir. [...] Mi
amor a la Humanidad y a la excelencia de su propia salvación se habían agotado.
[...] Vi, o creo que vi, lo que siempre había acogido con incredulidad: que el
hábito del análisis tiende a acabar con los sentimientos. [...] Las fuentes de la
vanidad y de la ambición se habían secado en mí. [...] Me había quedado
embarrancado al comienzo de mi viaje, como un barco bien equipado y con timón, pero
sin vela.13
La lectura del pasaje de la muerte del padre en las Memorias de Marmontel empezó a
sacarle del atolladero en 1827: "La felicidad es la prueba de toda regla de
conducta y el fin de la vida, pero solo puede alcanzarse no haciendo de él un fin
directo" (Autobiografía, cap. V). Se rebeló contra su estricta educación, contra el
utilitarismo (aunque sin romper con él) y se abrió a nuevas corrientes
intelectuales, como el positivismo de Auguste Comte, al pensamiento romántico y al
socialismo.

Mill había estado comprometido en una amistad por pluma con Comte, el fundador del
positivismo y la sociología, desde que Mill se puso en contacto con Comte por
primera vez en noviembre de 1841. La sociología de Comte era más una temprana
filosofía de la ciencia de lo que tal vez la conocemos hoy en día, y la filosofía
positiva ayudó en el amplio rechazo de Mill al benthamismo.14 Mill también se
distanció de la “religión de la humanidad” de Comte.10
Harriet Taylor, filósofa inglesa y esposa de Mill.

Mill trabajó para la Compañía Británica de las Indias Orientales y fue al mismo
tiempo miembro del Parlamento por el Partido Liberal. Mill abogó por aligerar las
cargas sobre Irlanda y básicamente trabajó por lo que él consideró oportuno. En
Consideraciones sobre el gobierno representativo, Mill propuso varias reformas del
Parlamento y del sistema electoral, especialmente trató las cuestiones de la
representación proporcional y la extensión del sufragio. En 1840 inició una fecunda
amistad con el psicólogo y filósofo escocés Alexander Bain.

En 1843, a sus 37 años de edad, tras haberse recuperado de una depresión, publicó
su primer libro, que tardó trece años en escribir. Un sistema de lógica ("A system
of logic"), su principal y única obra sobre la filosofía de la ciencia. En él,
manifiesta la más extrema versión del empirismo y positivismo epistemológico,
basada también en sus pensamientos liberales.

En 1851 Mill se casó con Harriet Taylor tras 21 años de amistad. Taylor tuvo una
importante influencia sobre su trabajo e ideas, tanto durante su amistad como
durante su matrimonio. La relación con Harriet Taylor inspiró la defensa de los
derechos de las mujeres por parte de Mill. Tras la disolución de la Compañía
Británica de las Indias Orientales, a Mill se le ofreció un puesto en el nuevo
consejo creado para gobernar la India, pero lo rechazó y se retiró con una pensión
de 1.500 libras.10 Después de solo siete años de matrimonio, Taylor murió en 1858
después de desarrollar una congestión pulmonar severa.

Entre los años 1865 y 1868 Mill sirvió como rector de la Universidad de St.
Andrews. Durante el mismo período, fue miembro del Parlamento de Westminster.15 Era
partidario del Partido Liberal. Durante su tiempo como diputado, Mill abogó por
aliviar las cargas sobre Irlanda. En 1866, Mill se convirtió en la primera persona
en la historia del Parlamento en pedir que se otorgue a las mujeres el derecho al
voto, defendiendo enérgicamente esta posición en el debate posterior. Mill se
convirtió en un firme defensor de reformas sociales como los sindicatos y las
cooperativas agrícolas.

En Consideraciones sobre el gobierno representativo, Mill pidió varias reformas al


Parlamento y la votación, especialmente la representación proporcional, el voto
único transferible y la extensión del sufragio. En abril de 1868, Mill favoreció en
un debate de los Comunes la retención de la pena capital por delitos como el
asesinato agravado.16

Fue elegido miembro de la American Philosophical Society en 1867.17

En sus opiniones sobre la religión, Mill era un agnóstico y un escéptico.18192021


Fue además padrino del filósofo y matemático Bertrand Russell a decisión de su
padre John Russell. Mill murió en 1873 de erisipela en Aviñón, Francia, donde su
cuerpo fue enterrado junto al de su esposa.22
Lógica inductiva
Artículo principal: Un sistema de lógica
Página de título de Un sistema de lógica deductivo e inductivo, de 1881.

Aunque no fue profesor universitario, Mill cultivó casi todas las ramas de la
filosofía, desde la lógica hasta la teoría política pasando por la ética. En
lógica, psicología y teoría del conocimiento Mill era empirista y positivista.
Consideraba que el conocimiento humano tenía su origen y su límite en la
experiencia observable. Todo conocimiento parte de las impresiones sensibles de los
sujetos y los conceptos más abstractos se forman a partir de las «asociaciones» de
impresiones realizadas por la mente. Este es el llamado asociacionismo psíquico.
Según Mill, la inducción es el principio lógico que permite derivar conocimientos
universales a partir de la observación de fenómenos particulares. Después de haber
observado muchos cisnes blancos particulares podría inducirse el enunciado
universal «todos los cisnes son blancos». Ahora bien, una gran cantidad no equivale
a la totalidad; muchos —por más que sean— no puede equipararse a todos. De manera
que el conocimiento científico es meramente probable, no necesario, como ya indicó
en su momento David Hume, a quien Mill sigue en este punto.

En Un sistema de lógica, Mill discute el propósito de la lógica en la comprensión


humana. La lógica es el arte y la ciencia del razonamiento, un medio para buscar la
verdad. Sin embargo, la lógica solo puede hacer inferencias mediante fenómenos
observados, no con verdades intuitivas. No produce nuevas evidencias, pero sí puede
determinar si una evidencia es válida. Fundamentalmente, la lógica es un método de
evaluación de evidencias.23

Mill critica el intuicionismo y declara que tanto la planeación social como la


política deben basarse en el conocimiento científico y no en la costumbre, la
autoridad o la revelación; Para John Stuart Mill, el "conocimiento" intuitivo o a
priori, pertenece a la metafísica. Las inferencias alcanzadas por deducción son
incapaces de generar nueva información ya contenida dentro de sus premisas. Mill
propone que todas las inferencias son siempre de lo particular a lo particular, el
razonamiento que pretende pasar de lo general a lo particular no existe. Por
ejempo, según el silogismo aristotélico:24

"Todos los hombres son mortales,


Sócrates es un hombre,
(conclusión) Sócrates es mortal"

Lo que en verdad lleva a afirmar que Sócrates morirá es que Tales, Anaxímenes,
Empédocles, Heródoto, Pitágoras, etc, murieron antes que él. La premisa "Todos los
hombres son mortales" no es realmente una prueba objetiva sino observaciones
individuales. La verdadera inferencia es la que se hace durante la inducción (es
decir, en casos aislados); en la deducción, la inferencia solo es "aparente".

Mill propuso que los principios matemáticos, las "relaciones de ideas" de Hume y
las "ideas a priori" de Kant, son inductivas (surgen de las observaciones). Según
él, las conclusiones de la ciencia deductiva (como la geometría, aritmética,
álgebra...) por excelencia, solo son necesarias en el sentido en que dependen
axiomas, que se basan en la observación y en generalizaciones a partir de
experiencias repetidas. Por ejemplo, 2 + 2 y 3 + 1 son necesariamente iguales
porque un grupo de 4 cosas puede disponerse en dos grupos de 2 cosas y en un grupo
de 3 cosas y otro de 1.25

Mill sostuvo lo que se denomina en la filosofía de las matemáticas como empirismo


matemático26 al afirmar que las matemáticas son "ciencia empírica de validez más
general".2527 Los conceptos matemáticos proceden del mundo físico y las verdades de
la matemática son verdades acerca del mundo físico, aunque de un carácter más
general. Las verdades matemáticas serían las verdades más generales de todas. Mill
anticipa admite que:

Probablemente ésta es la proposición, de todas las enunciadas en este libro [El


sistema], para la que debe esperarse la recepción más desfavorable.25

Los métodos de Mill


Artículo principal: Los métodos de Mill

Para Mill, la causa de un fenómeno es el antecedente, o concurrencia de


antecedentes, con los que está incondicionalmente ligado. Sin embargo, la inducción
aristotélica pueden llevar a generalizaciones falsas, lo que se llama el problema
de la inducción. A última instancia lo que se desea en la ciencia es llegar a
proposiciones como la siguiente: o A es la causa de a, o bien existen eventos sin
causa, y como estamos seguros de que todos los eventos tienen causa, entonces A es
la causa de a. Esto se logra por medio de métodos más elaborados de inducción, de
los que Mill describió cinco, los famosos "cánones de la inducción" basados, como
se mencionó antes, en la obra de John Herschel. Estos son:25
Método de concordancia Método de diferencia Método de concordancia y diferencia
Método residual o por eliminación Método de variaciones concomitantes
Las situaciones comparadas tienen solo una circunstancia en común, siendo ésta la
causa o efecto del fenómeno dado.

Ejemplo de Mill:

Según Mill, todas las sustancias químicas que cristalizan es que se precipitan de
una solución, y él concluye que ésta era una causa, o por lo menos un factor
contribuyente, del fenómeno de la cristalización. Lamentablemente, este ejemplo es
falso.25
Las situaciones son iguales en todas sus variables excepto en una, siendo
ésta la causa o efecto del fenómeno dado.

Ejemplo de Mill:

Si un hombre en su plenitud muriera repentinamente, y su muerte estaba


inmediatamente precedida por un balazo en el corazón, podía concluirse que el
balazo era la causa de la muerte, porque era lo único diferente entre el hombre
vivo y el hombre muerto.25
Este método es la combinación de los dos anteriores, por lo que a él se
aplican las mismas observaciones ya mencionadas.

Ejemplo:

Dos poblaciones están enfermas de brucelosis. Una población ha comido en una


reunión familiar y la otra tuvo una celebración en una casa de campo. No tienen
nada en común excepto que ambas poblaciones tomaron quesos frescos sin higienizar
procedentes de la misma explotación caprina. La conclusión es que los quesos son la
causa común.28
Los factores estudiados varían sistemáticamente uno en función del otro. El
efecto supuesto varía en una dirección siempre que se descubre que la causa
hipotética varia.

Ejemplo:

La pobreza en México puede deberse a la forma de gobierno, al presidente o a una


mala distribución de la riqueza. No puede ser nuestra forma de gobierno ya que
otros países poseen la misma y tienen estabilidad económica, ni tampoco puede ser
el presidente porque el problema se ha dado desde hace muchísimo tiempo. Por lo
tanto, la causa de la pobreza en México es la mala distribución de la riqueza.29
Este modelo lo que pretende es saber la importancia de los factores
residuales después de eliminar los importantes.

Ejemplo:

En México, entre 1970 y 1991, por cada 100 mil habitantes se pasó de 22.83 a 43.4
personas alcohólicas. Asimismo, la incidencia de cirrosis se incrementó en estos
años. Podemos suponer, por lo tanto, que un elemento causante del aumento de
cirrosis en México es el alcoholismo.29
Emergentismo
Esta sección es un extracto de Emergencia (filosofía) § John Stuart Mill y la
distinción entre leyes homopáticas y heteropáticas[editar]
John Stuart Mill (1806-1873) desarrolló la idea de las leyes heteropáticas que no
cumplen el principio de composición de causas generando así nuevas propiedades no
reducibles a sus componentes. Un alumno de Mill acuñó por primera vez el término
emergencia para referirse a los efectos de las leyes heteropáticas.

John Stuart Mill en su obra A system of Logic (1843), estableció la distinción


entre leyes homopáticas y heteropáticas:

Las leyes homopáticas siguen el principio de composición de causas que dicta


que el efecto conjunto de varias causas es igual a la suma de sus efectos por
separado.

Este principio se cumple en la mecánica clásica, por ejemplo, en el efecto


conjunto de diversas fuerzas actuando sobre el mismo cuerpo. No todas las leyes
naturales siguen este principio.

Las leyes heteropáticas no cumplen el principio de la composición de causas. El


ejemplo paradigmático al que alude Mill es el de las reacciones químicas.

En este campo las propiedades del compuesto resultante no pueden formularse


como la suma de las propiedades de los compuestos reactivos; por ejemplo: el agua
tiene propiedades que no pueden reducirse a la suma de las propiedades del oxígeno
y el hidrógeno.

Sería un alumno suyo, George Henry Lewis, quien por primera vez acuñaría el término
emergente para referirse, precisamente, a los efectos heteropáticos. La distinción
entre propiedades últimas y propiedades derivadas (de gran importancia en el debate
posterior sobre la emergencia) también se la debemos a Mill. Las propiedades
últimas son características de las sustancias elementales y no pueden derivarse de
otras, mientras que las propiedades derivadas pueden, como su nombre indica,
derivarse de las primeras.
Pensamiento liberal
Artículo principal: Sobre la libertad
Concepto de libertad

La concepción de Mill sobre la libertad, influenciada por Joseph Priestley y Josiah


Warren, es que el individuo debe ser libre de hacer lo que desee a menos que cause
daño a otros. Los individuos son lo suficientemente racionales como para tomar
decisiones sobre su bienestar. El gobierno debe interferir cuando es por la
protección de la sociedad. Mill explicó:

El único fin por el cual la humanidad está garantizada, individual o


colectivamente, para interferir con la libertad de acción de cualquiera de ellos,
es la autoprotección. Que el único propósito por el cual el poder puede ejercerse
legítimamente sobre cualquier miembro de una comunidad civilizada, en contra de su
voluntad, es prevenir daños a otros. Su propio bien, ya sea físico o moral, no es
suficiente garantía. No se le puede obligar legítimamente a hacer o abstenerse
porque será mejor para él hacerlo, porque lo hará más feliz, porque, en opinión de
los demás, hacerlo sería prudente, o incluso correcto... La única parte de la
conducta de cualquier persona, por la que es susceptible a la sociedad, es la que
concierne a los demás. En la parte que meramente le concierne, su independencia es,
de derecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su propio cuerpo y mente, el individuo
es soberano.
John Stuart Mill, Sobre la libertad30

Principio del daño

La obra Sobre la libertad de Mill se dirige a la naturaleza y límites del poder que
puede ser ejercido legítimamente por la sociedad sobre el individuo. Uno de los
argumentos que mantenía Mill es el «principio del daño» o «principio del perjuicio»
(harm principle). Este mantiene «que cada individuo tiene el derecho a actuar de
acuerdo a su propia voluntad en tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen a
otros», es decir, que el individuo ha de ser libre para hacer cuanto desee mientras
no dañe al prójimo.

Cada persona es por sí misma suficientemente racional para poder tomar decisiones
acerca de su propio bien y elegir asimismo la religión que le plazca. El gobierno
solo debe intervenir en tanto se trate de la protección de la sociedad, explica
Mill.

No hay otro fin que la raza humana tenga garantizada, individual o


colectivamente, al interferir en la libertad de acción cualquiera que sea su
número, que no sea la protección personal. El único propósito por el cual el propio
poder puede ejercerse adecuadamente sobre cualquier miembro de una comunidad
civilizada contra su voluntad es la prevención del daño ajeno. El propio bien, sea
físico sea moral, no es garantía suficiente. Uno no puede obligar a la ejecución o
abstención a otro porque esto conlleve un beneficio para uno mismo, porque le hará
a uno feliz, porque en opinión de otros hacerlo sería sabio o correcto... La única
parte de la conducta de una persona por la cual ésta es dócil ante la sociedad es
aquélla que concierne a los demás. En la parte que solo atañe a uno mismo, su
independencia es, por derecho, absoluta. Sobre sí mismo, su propio cuerpo y mente,
el individuo es soberano.
John Stuart Mill, The Contest on America31

John Stuart Mill y su hijastra Helen Taylor. Helen era hija de Harriet Taylor y
colaboró con Mill durante quince años tras la muerte de su madre en 1858.

Si la realización de la acción solo abarca la propia persona, esto es, si solo


afecta directamente al individuo ejecutor; la sociedad no tiene derecho alguno a
intervenir, incluso si cree que el ejecutor se está perjudicando a sí mismo.
Sostiene, sin embargo, que los individuos no tienen derecho a llevar a cabo
acciones que puedan causar daños perdurables y graves sobre su persona o
propiedades según postula el harm principle. En tanto que nadie existe en absoluto
ostracismo, el daño que recibe uno mismo también perjudica a otros y el destruir
propiedades afecta a la comunidad tanto como a uno mismo.32

Mill excluye a aquellos que son «incapaces de autogobierno» de tal principio, tales
como niños en edad temprana o aquellos que viven en «estados socialmente atrasados»
(backward states of society).

Aunque este principio parezca claro, hay un número de complicaciones.

Por ejemplo, Mill defiende explícitamente que lo que entendamos por «daño» puede
englobar actos de omisión así como actos de comisión. Por ende, fracasar a la hora
de salvar un niño en apuros contaría como un acto perjudicial, tanto como no pagar
impuestos o ausentarse en una vista judicial a la que se ha sido exhortado como
testigo. Todas estas omisiones negativas pueden ser recogidas por una regulación,
según Mill. En cambio, no cuenta como un eco perjudicial el dañar a alguien si —sin
fuerza o fraude— el individuo afectado consiente asumir el riesgo. Por esta razón,
uno podría ofrecer empleos sin seguridad laboral a otros, dado que no involucra
decepción (Sin embargo, Mill reconoce un límite concreto a este consentimiento: la
sociedad no debe permitir que los individuos se vendan a sí mismos en la
esclavitud). En estos casos es importante tener en mente que los argumentos que usa
en Sobre la libertad están basados en el «principio de utilidad» y nunca apelan a
derechos naturales.

La cuestión de cuáles son las acciones que consideramos como atañentes


exclusivamente al individuo ejecutor y cuáles, ora por comisión, constituyen daños
sujetos a regulación, sigue viva en las interpretaciones del autor.
Libertad social y la tiranía de la mayoría

Mill creía que «la lucha entre Libertad y Autoridad es el rasgo más destacable de
las etapas de la historia». Para él, la libertad en la antigüedad era «concurso
(...) entre sujetos, o ciertas clases de sujetos, y el gobierno». Mill definió
«libertad social» como protección de «la tiranía del gobernante político». Presenta
en su obra varias tiranías, entre las cuales están la tiranía social y también la
tiranía de la mayoría.

La libertad social según Mill consistía en poner límites al poder del gobernante,
de tal forma que no fuese capaz de utilizar su poder en beneficio de sus propios
intereses y tomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o daño para la
sociedad; en otras palabras, la población debe ostentar el poder de tomar parte en
las decisiones del gobierno. Mantuvo que la libertad social es «la naturaleza y
límite del poder que puede ser legítimamente ejercido por la sociedad sobre el
individuo». Esta se intenta lograr de dos maneras: la primera es la que recurre a
la vía del reconocimiento de unas determinadas inmunidades, llamadas libertades
políticas o derechos; la segunda recurre al establecimiento de un sistema de
«comprobaciones constitucionales».

Sin embargo, limitar el poder del gobierno no resulta suficiente:

La sociedad puede ejecutar, y ejecuta, sus propios decretos; y si dicta malos


decretos, en vez de buenos, o si los dicta a propósito de cosas en las que no
debería mezclarse, ejerce una tiranía social más formidable que muchas de las
opresiones políticas, ya que, si bien de ordinario no tiene a su servicio penas tan
graves, deja menos medios de escapar a ella, pues penetra mucho más en los detalles
de la vida y llega a encadenar el alma.
John Stuart Mill, Sobre la libertad33

Mill mantiene que el despotismo puede considerarse una forma de gobierno aceptable,
siempre que el déspota tenga en mente los intereses del pueblo, a causa de los
obstáculos y dificultades del progreso espontáneo.34
Libertad de expresión

En Sobre la libertad, se lleva a cabo una apasionada defensa de la libertad de


expresión. Mill defiende el discurso libre como una condición necesaria para el
progreso social e intelectual. No podemos determinar con claridad, dice, que una
opinión silenciada no contenga algún elemento de verdad. Además sostiene que el
permitir divulgar opiniones falsas puede ser productivo por dos razones. En primer
lugar, los individuos tenderán a abandonar creencias erróneas si están involucrados
en un fecundo intercambio de ideas. Y en segundo lugar, forzando a otros individuos
a reexaminar y reafirmar sus creencias en el proceso de debate, estas creencias se
abstienen de desvirtuarse volviéndose meros dogmas. No es suficiente para Mill la
defensa de una creencia que casualmente sea cierta: el creyente debe comprender por
qué la idea que sostiene es la verdadera.

Sobre este tema el propio autor escribe lo siguiente, planteando un caso hipotético
para ilustrar su postura:

A fin de ilustrar más completamente el error de negarse a oír a determinadas


opiniones porque nosotros, en nuestro propio juicio, las hayamos condenado, será
conveniente que fijemos la discusión en un caso concreto; y elijo, preferentemente,
aquellos casos que son menos favorables para mí, en los cuales el argumento contra
la libertad de opinión, tanto respecto a la verdad como a la utilidad, está
considerado como el más fuerte. Supongamos que las opiniones impugnadas son la
creencia en Dios y en la vida futura, o algunas de las doctrinas corrientes de la
moralidad. [...] Pero debe permitírseme observar que no es el sentirse seguro de
una doctrina (sea ella cual sea) lo que yo llamo una presunción de infalibilidad.
Ésta consiste en tratar de decidir la cuestión para los demás, sin permitirles oír
lo que pueda alegarse por la parte contraria. Y yo denuncio y repruebo esta
pretensión igualmente cuando se refiere a mis más solemnes convicciones. Por
positiva que pueda ser la persuasión de una persona no sólo de la falsedad, sino de
las consecuencias perniciosas de una opinión —y no sólo de estas consecuencias
perniciosas, sino para adoptar expresiones que terminantemente condeno de su
inmoralidad e impiedad—, si a consecuencia de este juicio privado, aunque esté
apoyado por el juicio público de su país o de sus contemporáneos, prohíbe que esa
opinión sea oída en su defensa, afirma quien tal haga, su propia infalibilidad. Y
esta presunción, lejos de ser menos reprensible o peligrosa, por tratarse de una
opinión que se llama inmoral e impía, es más fatal en este caso que en cualquier
otro.
John Stuart Mill, Sobre la libertad35

El autor explica aquí lo absurdo de tomar de antemano las opiniones propias por
buenas (infalibilidad), incluso basándonos en juicios socio-culturales (inmoralidad
e impiedad de opinión) para obrar mediante la censura, recalcando la especial
gravedad del caso dado que está en juego lo que atañe a los demás, a los otros.
Así, el autor se sitúa radicalmente a favor de la libertad de expresión y con
visiones críticas a toda actitud censora.

Es importante enfatizar que Mill no consideraba que la ofensa fuera objeto de


censura, porque según él, tal no es constitutiva de «daño»; ninguna acción podría
ser restringida simplemente por haber violado las convenciones morales de una
sociedad determinada. La idea de una ofensa que perjudica y, por tanto, objeto de
restricción fue posteriormente desarrollada por Joel Feinberg en su «principio de
ofensa» (offense principle), que es esencialmente una extensión del harm principle
de Mill.
Colonialismo

Mill, un empleado de la Compañía de las Indias Orientales de 1823 a 1858,36


argumentó en apoyo de lo que llamó un despotismo benevolente con respecto a la
administración de las colonias de ultramar.37 Mill argumentó:

Suponer que las mismas costumbres internacionales y las mismas reglas de


moralidad internacional pueden darse entre una nación civilizada y otra, y entre
naciones civilizadas y bárbaros, es un grave error... Caracterizar cualquier
conducta hacia un pueblo bárbaro como una violación del derecho de gentes, sólo
muestra que quien así habla nunca ha considerado el tema.38

Mill expresó su apoyo general al gobierno de la Compañía en India, pero expresó


reservas sobre políticas específicas de la Compañía en India con las que no estaba
de acuerdo.39
Derechos humanos y esclavitud
En 1850, Mill envió una carta anónima (que posteriormente sería conocida como The
Negro Question, habitualmente traducida como La cuestión negra), en calidad de
refutación a la misiva asimismo anónima de Thomas Carlyle publicada en la revista
Fraser's Magazine for Town and Country. Carlyle había defendido la esclavitud por
razones de inferioridad genética y argumentaba que el desarrollo de las Indias
Occidentales se debía únicamente al ingenio británico, negando cualquier tipo de
deuda en lo referente a la importación de esclavos para el desarrollo de la
economía del lugar. La respuesta de Mill y sus referencias al debate que durante
aquella época se daba en EE. UU. sobre la esclavitud fueron enfáticas y
elocuentes.40 A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Mill aplaudió la Guerra
Civil estadounidense, siendo un mal necesario que proporcionaría un "golpe
saludable" esencial a la conciencia nacional para la preservación de los ideales
liberales y erradicar la esclavitud en América.4142 Mill escribió en un artículo de
Fraser's Magazine en contra de los defensores de los Estados Confederados de
América:

Hay una teoría en Inglaterra, creída quizás por algunos, creída a medias por
muchos más, que sólo es compatible con la ignorancia original, o con el olvido
posterior completo, de todos los antecedentes de la contienda. Hay gente que nos
dice que, en el lado del Norte, la cuestión no es la esclavitud en absoluto. El
Norte, al parecer, no tiene más objeciones a la esclavitud que el Sur [...] Si este
es el verdadero estado del caso, ¿por qué están peleando los jefes del sur? Sus
apologistas en Inglaterra dicen que se trata de aranceles y trucos similares. No
dicen nada de eso. Le dicen al mundo, y le dicen a sus propios ciudadanos cuando
querían sus votos, que el objeto de la lucha era la esclavitud [...] El mundo sabe
cuál ha sido y sigue siendo durante muchos años la cuestión entre el Norte y el
Sur. Solo se pensaba en la esclavitud, solo se hablaba de ella. La esclavitud se
luchó a favor y en contra en el pleno del Congreso [...]; sobre la cuestión de la
esclavitud exclusivamente si se constituía el partido que ahora gobierna los
Estados Unidos; sobre la esclavitud, Fremont fue rechazado; sobre la esclavitud,
Lincoln fue elegido; el Sur se separó por la esclavitud y proclamó la esclavitud
como la única causa de separación.43

Derechos de la mujer
Artículo principal: La esclavitud de la mujer
En El sometimiento de la mujer, Mill apoyó los derechos de la mujer, incluido el
derecho al voto. Esta viñeta de 1867 de la revista británica Punch muestra a Mill
abriendo paso a un grupo de sufraguistas.

Mill es además conocido por ser uno de los primeros y más acérrimos defensores de
la liberación femenina. Su libro El sometimiento de las mujeres (The Subjection of
Women) es una de las obras más antiguas en el campo del feminismo defendido por
hombres. El autor notaba que la opresión de la mujer era uno de los pocos vestigios
conservados procedentes de modelos sociales obsoletos, un conjunto de prejuicios
que impedía arduamente el progreso de la humanidad.44

En tiempos de Mill, las expectativas vitales de una mujer correspondían al lugar al


que la sociedad la relegaba. La mujer media era analfabeta e instruida en el
estereotipo de la pureza y la honradez para poder lograr así un marido. Esta
honradez que la mujer debía poseer no solo afectaba directamente a sus
posibilidades de matrimonio, sino también al honor familiar. Mill daba importancia
a tales asuntos y se propuso remediarlo, para lo cual comenzó a escribir sobre
derechos de la mujer. Con ello, Mill puede ser considerado como uno de los primeros
feministas.

En su artículo El sometimiento de las mujeres habla sobre el rol femenino en el


matrimonio y la grave necesidad de cambio que requiere. Aquí, Mill comenta las tres
principales facetas de la vida de la mujer que suponen un obstáculo: la sociedad y
la construcción del género, la educación y el matrimonio. Estos tres elementos
están fuertemente entrelazados y se afectan mutua y enormemente. No obstante, la
elaboración social del género y la sociedad en general son los que han de comenzar
el efecto dominó que producirá aquello en lo que la mujer debe convertirse, cayendo
todo lo demás tras dichos factores.

La sociedad en que Mill vivía solo tenía una consideración respecto a la mujer: el
ser educada de tal manera que fuese más atractiva y se volviese un objeto
determinado y llamado al matrimonio.45 Para la mujer no había alternativa, pues no
se le permitía una educación o carrera. Esto obligaba a que cualquier posibilidad
de dejar la casa familiar pasase ineludiblemente por un marido. Esta noción del
matrimonio condicionaba a la sociedad a continuar reduciendo a mujeres a meros
objetos y, si pensaban en algo que no conllevase el matrimonio, eran inmediatamente
acalladas. Uno de los factores principales que Mill identificó en esta situación
era la ausencia de educación, problema que él intentaba solventar.

Así, Mill luchó por la educación femenina basándose en varios argumentos. El


primero fue el hecho de que las mujeres fuesen las encargadas de los cuidados de
los niños y de su tutela. La idea era que, en tanto era la mujer la encargada de la
instrucción de los infantes (tanto chicos como chicas) hasta que tuviesen edad de
entrar en las escuelas (típicamente solo los chicos), los niños recibían una
educación defectuosa, pues las propias madres carecían de educación. La única
forma, decía Mill, en que una mujer puede criar a sus hijos de manera adecuada era
estando educada ella misma.46

Otro de los puntos de la crítica de Mill es el hecho de que la mujer debe entrar en
la sociedad como parte de la mano de obra. Con esto, Mill dice que podrían
considerarse al fin seres humanos y añadirse a la «masa de disposiciones mentales
disponibles para los más altos servicios de la humanidad». Lo que Mill dice aquí es
que la humanidad solo puede recibir beneficios de la educación de la mujer, pues
sumando sus capacidades a las ya presentes toda ayuda a la raza humana se vuelve
más fácil. El último argumento que Mill esgrimió fue el de que los maridos también
recibirían beneficios si sus esposas fuesen educadas, pues estarían versadas en
negocios y otras labores tales que podrían serles de ayuda en la toma de
decisiones.46 La mujer no tenía derechos al entrar en el matrimonio y el hombre era
el único sustento familiar y el único que encaraba las leyes. Los maridos no
recibirían sino beneficios de la educación de la mujer porque la mujer sería capaz
de gobernarse a sí misma prácticamente sola.
Ética utilitarista
Artículo principal: El utilitarismo
John Stuart Mill por George Frederic Watts en 1873.

La declaración canónica del utilitarismo de Mill se puede encontrar en su libro El


utilitarismo (1863). Esta filosofía tiene una larga tradición y la aportación de
Mill está influenciada principalmente por Jeremy Bentham y su padre James Mill. El
utilitarismo se construye sobre la base del consecuencialismo, es decir, los medios
se justifican basándose únicamente en el resultado de dichas acciones.

La cantidad cualitativa de felicidad por la que Mill aboga echa luz sobre su
cantidad presentada en Sobre la libertad. Mill sugiere en ese texto que la utilidad
tiene que ser concebida en relación con la humanidad "como un ser progresivo", que
incluye el desarrollo y el ejercicio de la capacidad racional por los que nos
esforzamos por lograr un "modo de existencia superior". El rechazo de la censura y
del paternalismo busca proporcionar las condiciones sociales necesarias para el
logro de conocimientos y la mayor capacidad para el mayor número posible de hombres
de desarrollar y ejercer su capacidad racional y deliberativa.
Principio de utilidad de Mill

La famosa formulación de Mill del utilitarismo se conoce como el «principio de


utilidad» o «principio de la mayor felicidad» («greatest-happiness principle»),
como Bentham lo llamaba. 47Mill sostiene en El utilitarismo que uno debe actuar
siempre con el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas,
dentro de lo razonable.

La doctrina utilitaria afirma que la felicidad es deseable y lo único deseable


como fin en sí, siendo todo lo demás únicamente deseable como medio para este fin.
John Stuart Mill, El utilitarismo48

La mayor contribución de Mill al utilitarismo es su argumento para la separación


cualitativa de los placeres. Bentham trata a todas las formas de felicidad como
iguales, mientras que Mill sostiene que los placeres intelectuales y morales son
superiores a las formas más físicas de placer. Mill distingue entre felicidad y
satisfacción, afirmando que la primera tiene mayor valor que la segunda, una
creencia ingeniosamente encapsulada en la afirmación de que «...es mejor ser un ser
humano insatisfecho que un cerdo satisfecho; mejor ser Sócrates insatisfecho que un
necio satisfecho. Y si el necio o el cerdo tienen una opinión diferente es porque
sólo conocen su propio lado de la cuestión.»49 Mill criticó la ética deontológica
de Immanuel Kant, ya que sus máximas morales deben estar justificadas en principios
utilitarios, pues en caso contrario no pueden mantenerse de forma plausible.

Cuando Kant propone como principio fundamental de la moral: «Obra de tal suerte
que la máxima de tu conducta pueda ser admitida como ley por todos los seres
racionales», virtualmente reconoce que el interés colectivo de la humanidad, o al
menos de la humanidad de modo indiscriminado, debe estar presente en la mente del
agente cuando decide conscientemente acerca de la moralidad de una acción.
John Stuart Mill, El utilitarismo50

Mill concibió la personalidad humana desde una visión optimista, contrariamente a


Hobbes y Kant, en donde la virtud y la felicidad se conjugan mutuamente, como en
Platón, Aristóteles o Epicuro.51Definió la de felicidad como «el fin último, con
relación al cual y por el cual todas las demás cosas son deseables (ya estemos
considerando nuestro propio bien o el de los demás), es una existencia libre, en la
medida de lo posi- ble, de dolor y tan rica como sea posible en goces».52 Creía
firmemente que las reglas y obligaciones morales podrían referirse a promover la
felicidad, que se conecta a tener un carácter noble. Si bien Mill no es un
utilitarista de actos o un utilitarista de la regla, es un utilitarista
minimizador, lo que afirma «que sería deseable maximizar la felicidad para el mayor
número, pero no que no estemos moralmente obligados a hacerlo».53

Mill creía que para la mayoría de las personas (aquellas con un grado moderado de
sensibilidad y capacidad de disfrute) la felicidad se logra mejor de pasada, en
lugar de luchar por ella directamente. Esto significaba no tener conciencia de sí
mismo, escrutinio, auto interrogatorio, insistir, pensar, imaginar o cuestionar la
propia felicidad. Entonces, si afortunadamente se da otra circunstancia, uno
«inhalaría felicidad con el aire que respira».5455
Filosofía económica
Essays on economics and society, 1967

La filosofía económica temprana de Mill fue la de libre mercado. Sin embargo,


aceptó intervenciones en la economía, como un impuesto sobre el alcohol, si había
suficientes motivos utilitarios. También aceptó el principio de la intervención
legislativa para el bienestar de los animales.56 Originalmente, Mill creía que la
"igualdad fiscal" significaba "igualdad de sacrificio" y que los impuestos
progresivos penalizaban a los que trabajaban más y ahorraban más y, por lo tanto,
era "una forma leve de robo".57

Dada una tasa impositiva igual independientemente de los ingresos, Mill acordó que
la herencia debe gravarse. Una sociedad utilitaria estaría de acuerdo en que todos
deberían ser iguales de una manera u otra. Por lo tanto, recibir la herencia lo
pondría a uno por delante de la sociedad a menos que gravara la herencia. Los que
donan deben considerar y elegir cuidadosamente a dónde va su dinero: algunas
organizaciones benéficas son más merecedoras que otras. Teniendo en cuenta que las
juntas de beneficencia públicas, como un gobierno, desembolsarán el dinero por
igual. Sin embargo, una junta de caridad privada como una iglesia desembolsaría el
dinero de manera justa a aquellos que están más necesitados que otros.

En Principios de economía política, un ensaño de economía clásica ricardiana en el


que había llegado a la conclusión de que el valor solo de una mercancía es el
precio medio, y la búsqueda de un sustrato objetivo de valor era errónea,
proponiendo centrar su atención en la formación de "precios" más que en el "valor".
Mill puede ser visto como un precursor importante del marginalismo de William
Jevons y León Walras.10 Los Principios, publicados por primera vez en 1848, fueron
uno de los tratados sobre economía más leídos en el período,58 relevando a La
riqueza de las naciones de Adam Smith que durante el período anterior dominó la
enseñanza de la economía. El libro fue proscrito por la Santa Sede a sus fieles,
siendo incluido en el Índice de Libros Prohibidos mediante decreto de la
Congregación del Índice en 1856.59 En el caso de la Universidad de Oxford fue el
texto estándar hasta 1919, cuando fue reemplazado por los Principios de Economía de
Marshall.

Más tarde modificó sus puntos de vista hacia una inclinación más socialista,
añadiendo capítulos a sus Principios de economía política en defensa de una
perspectiva socialista y defendiendo algunas causas socialistas.60 Dentro de este
trabajo revisado también hizo la propuesta radical de que todo el sistema salarial
sea abolido a favor de un sistema salarial cooperativo. No obstante, algunos de sus
puntos de vista sobre la idea de impuestos fijos permanecieron,61 aunque alterados,
en la tercera edición de los Principios de economía política para reflejar una
preocupación por diferenciar las restricciones sobre los ingresos "no ganados", que
él favorecía, y los ingresos "ganados", que no favoreció.62

En su autobiografía, Mill declaró que en relación con sus puntos de vista


posteriores sobre la economía política, su "ideal de mejora final... lo
clasificaría decididamente bajo la designación general de socialistas". Sus puntos
de vista cambiaron en parte debido a la lectura de las obras de socialistas
utópicos (Owen y Fourier), pero también a la influencia de Harriet Taylor.63 En su
obra Socialismo, Mill argumentó que la prevalencia de la pobreza en las sociedades
industriales capitalistas contemporáneas era "pro tanto un fracaso de los arreglos
sociales", y que los intentos de condonar este estado de cosas como resultado de
fallas individuales representan una justificación de ellos, pero en cambio eran "un
reclamo irresistible sobre todo ser humano para la protección contra el
sufrimiento".64
Democracia económica

La principal objeción de Mill al socialismo se centró en lo que él veía como la


destrucción de la competencia. Escribió: "Disiento completamente de la parte más
conspicua y vehemente de su enseñanza: sus declaraciones contra la competencia".
Mill era un igualitarista, pero defendía más la igualdad de oportunidades y
colocaba la meritocracia por encima de todos los demás ideales en este sentido.
Según Mill, una sociedad socialista solo sería alcanzable mediante la provisión de
educación básica para todos, promoviendo la democracia económica en lugar del
capitalismo, en la forma de sustituir las empresas capitalistas por cooperativas de
trabajadores. Dice al respecto:

Sin embargo, se espera que la forma de asociación, que si la humanidad continúa


mejorando, predomine, no es lo que puede existir entre un capitalista como jefe y
un pueblo sin voz en la administración, sino la asociación de los trabajadores
mismos en términos de igualdad, que poseen colectivamente el capital con el que
llevan a cabo sus operaciones, y trabajan bajo gerentes elegidos y removibles por
sí mismos.6566

Democracia política

El principal trabajo de Mill sobre democracia política, Consideraciones sobre el


gobierno representativo, defiende dos principios fundamentales: la amplia
participación de los ciudadanos y la competencia ilustrada de los gobernantes.67
Los dos valores obviamente están en tensión, y algunos lectores han llegado a la
conclusión de que es un demócrata elitista,68 mientras que otros lo consideran un
demócrata participativo temprano.69 En una sección, parece defender el voto plural,
en el que los ciudadanos más competentes reciben votos adicionales (una opinión que
luego repudió). Pero en el capítulo 3 presenta lo que sigue siendo uno de los casos
más elocuentes del valor de la participación de todos los ciudadanos. Creía que la
incompetencia de las masas podría eventualmente superarse si se les diera la
oportunidad de participar en política, especialmente a nivel local.

Mill es uno de los pocos filósofos políticos que ha servido en el gobierno como
funcionario electo. En sus tres años en el Parlamento, estaba más dispuesto a
transigir de lo que los principios "radicales" expresados en sus escritos llevarían
a esperar.70
El medio ambiente

Mill demostró una visión temprana del valor del mundo natural, en particular en el
Libro IV, capítulo VI de "Principios de Economía Política": "Del Estado
Estacionario"7172 en el que Mill reconoció la riqueza más allá de lo material, y
argumentó que la conclusión lógica del crecimiento ilimitado era la destrucción del
medio ambiente y una calidad de vida reducida. Concluyó que un estado estacionario
podría ser preferible al crecimiento económico sin fin:

No puedo, por lo tanto, considerar los estados estacionarios de capital y


riqueza con la aversión no afectada tan generalmente manifestada por economistas
políticos de la vieja escuela.

Si la tierra debe perder la gran parte de su placidez que le debe a cosas que
el aumento ilimitado de riqueza y población extirparía de ella, con el mero
propósito de permitirle sostener a una población más grande, pero no una mejor o
más feliz, Sinceramente espero, por el bien de la posteridad, que se contenten con
estar estacionarios, mucho antes de que la necesidad los obligue a ello.

Desarrollo económico

Mill consideró el desarrollo económico como una función de la tierra, el trabajo y


el capital. Mientras que la tierra y el trabajo son los dos factores originales de
producción, el capital es "una reserva, previamente acumulada de los productos de
la mano de obra anterior". El aumento de la riqueza es posible solo si la tierra y
el capital ayudan a aumentar la producción más rápido que la fuerza de trabajo. Es
el trabajo productivo el que produce riqueza y acumulación de capital. "La tasa de
acumulación de capital es la función de la proporción de la fuerza de trabajo
empleada productivamente. Los beneficios obtenidos mediante el empleo de trabajos
improductivos son simplemente transferencias de ingresos, el trabajo improductivo
no genera riqueza o ingresos". Son los trabajadores productivos quienes hacen un
consumo productivo. El consumo productivo es aquel "que mantiene y aumenta la
capacidad productiva de la comunidad". Implica que el consumo productivo es un
insumo necesario para mantener a los trabajadores productivos.73
Control del crecimiento de la población

Mill apoyó la teoría maltusiana de la población. Según Mill, la última tendencia


decreciente de la tasa de ganancia en una economía es debido a la disminución de
los retornos en la agricultura y al aumento de la población a una tasa
malthusiana.74 Por población, se refería solo al número de miembros de la clase
trabajadora. Por lo tanto, estaba preocupado por el crecimiento en el número de
trabajadores que trabajaban por contrato. Creía que el control de la población era
esencial para mejorar la condición de la clase trabajadora, de modo que pudieran
disfrutar los frutos del progreso tecnológico y la acumulación de capital. Mill
abogó por el control de la natalidad. En 1823, Mill y un amigo fueron arrestados
mientras distribuían panfletos sobre control de la natalidad de Francis Place a
mujeres en áreas de clase trabajadora.75
Tasa de acumulación de capital

Según Mill, la tasa de acumulación de capital depende de: (1) "la cantidad de
fondos a partir de los cuales se puede ahorrar" o "el tamaño de la producción neto
de la industria", y (2) la "disposición a ahorrar". El capital es el resultado del
ahorro, y los ahorros provienen de la "abstinencia del consumo presente por los
bienes futuros". Aunque el capital es el resultado del ahorro, sin embargo se
consume. Esto significa que el ahorro es gasto. Dado que el ahorro depende de los
productos netos de la industria, crece con las ganancias que generan la producción
neta. Por otro lado, la disposición a ahorrar depende de (1) la tasa de ganancia y
(2) el deseo de ahorrar, o lo que Mill llamó "deseo efectivo de acumulación". Sin
embargo, las ganancias también dependen del costo de la mano de obra, y la tasa de
ganancia es la relación entre las ganancias y los salarios. Cuando las ganancias
aumentan o los salarios bajan, la tasa de ganancia aumenta, lo que a su vez aumenta
la tasa de acumulación de capital. Del mismo modo, es el deseo de ahorrar lo que
tiende a aumentar la tasa de acumulación de capital.76
Obras principales
Estatua de John Stuart Mill en los jardines Victoria Embankment.

1822: Dos cartas sobre la medida del valor (Two Letters on the Measure of
Value)
1823: Preguntas de la población (Questions of Population)
1824: Gastos de guerra (War Expenditure)
1825: Revisión trimestral: Política económica (Quarterly Review – Political
Economy)
1830: Crítica a las historias de Miss Martineau (Review of Miss Martineau's
Tales)
1831: El espíritu de la era (The Spirit of the Age)
1832: Uso y abuso de términos políticos (Use and Abuse of Political Terms)
1833: ¿Qué es la poesía? (What is Poetry)
1835: Justificación de la representación (Rationale of Representation)
1835: De Tocqueville sobre la democracia en América, 1° parte (De Tocqueville
on Democracy in America, part 1)
1836: Estado de la sociedad en América (State of Society In America)
1836: Civilización (Civilization)
1838: Ensayo sobre Bentham (Essay on Bentham)
1840: Ensayo sobre Coleridge (Essay on Coleridge)
1840: Ensayo sobre el gobierno (Essay On Goverment)
1840: De Tocqueville sobre la democracia en América, 2° parte (De Tocqueville
on Democracy in America, part 2)
1843: Un sistema de lógica (A Sistem of Logic)
1844: Ensayos sobre algunas cuestiones disputadas en economía política (Essays
on Some Unsettled Questions of Political Economy).
1845: Demandas Laborales (Claims of Labour)
1848: Principios de economía política: con algunas de sus aplicaciones a la
filosofía social (The Principles of Political Economy: with some of their
applications to social philosophy).
1850: El problema Negro (The Negro Question)
1854: Reforma en el Servicio Civil (Reform of the Civil Service)
1859: Disertaciones y discusiones (Dissertations and Discussions)
1859: Algunas palabras sobre la no-intervención (A Few Words on Non-
intervention)
1859: Sobre la libertad (On Liberty).
1859: Pensamientos sobre la reforma parlamentaria (Thoughts on Parliamentary
Reform)
1861: Consideraciones sobre el gobierno representativo. (Considerations on
Representative Government)
1862: Centralización (Centralisation)
1862: La lucha en América (The Contest in America)
1863: El utilitarismo. (Utilitarianism)
1865: Examen de la filosofía de sir William Hamilton (An Examination of Sir
William Hamilton's Philosophy)
1865: Auguste Comte y el positivismo (Auguste Comte and Positivism)
1867: Discurso inaugural en St. Andrews sobre el valor de la cultura (Inaugural
Address at St. Andrews Concerning the value of culture)
1868: Discurso a favor de la pena de muerte (Speech In Favor of Capital
Punishment)
1868: Inglaterra e Irlanda (England and Ireland)
1869: Thorton sobre el trabajo y sus demandas (Thornton on Labor and its
Claims)
1869: La esclavitud de las mujeres (The Subjection of Women).
1870: Capítulos y discurso sobre los problemas de tierra en Irlanda (Chapters
and Speeches on the Irish Land Question)
1874: Naturaleza, la utilidad de la religión y teísmo (Nature, the Utility of
Religion, and Theism)
1873: Autobiografía.
1874: Tres ensayos sobre religión (Three Essays on Religion)
1879: Socialismo (Socialism)

Referencias

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years old casually mentions in his general report of his activities that he too had
been to Thorncombe parish church, so even when Bentham had home-field advantage,
the boy was still receiving a Christian spiritual formation. Indeed, Mill
occasionally attended Christian worship services during his teen years and
thereafter for the rest of his life. The sea of faith was full and all around».
Larsen, Timothy. «A surprisingly religious John Stuart Mill». «TL: Mill decided
that strictly in terms of proof the right answer to that question of God’s
existence is that it is “a very probable hypothesis.” He also thought it was
perfectly rational and legitimate to believe in God as an act of hope or as the
result of one’s efforts to discern the meaning of life as a whole.»
«John Stuart Mill (1806-1873) - Find A Grave Memorial».
«SparkNotes: John Stuart Mill (1806–1873): A System of Logic: Raciocinative and
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(edtrs): Philosophy of Mathematics p 157- 230
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Archivado el 11 de octubre de 2010 en Wayback Machine..- Véase también J. S. Mill:
System of logic ("El sistema de la lógica"), vol 2, libro III, cap XXIV, punto 4, p
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Enlaces externos

Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre John Stuart Mill.
Wikiquote alberga frases célebres de John Stuart Mill.
Dossier Sobre Utilitarismo, Bentham y Mill (en catalán y en español)
Resumen y Comentario de Historia del Pensamiento Económico, vol. II, Murray N.
Rothbard
Participación, deliberación y excelencia (en la esfera pública y en la esfera
privada). En torno a la filosofía política de John Stuart Mill ISEGORÍA 2011
John Stuart Mill y su aportación al feminismo, Ana de Miguel. Conferencia
INSTIFEM-UAM, en YouTube.

"John Stuart Mill" en Spartacus Educational.


"John Stuart Mill" en Internet Encyclopedia of Philosophy.
"John Stuart Mill" en Stanford Encyclopedia of Philosophy.
"John Stuart Mill Archive" en Marxist Internet Archive.

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