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BOLETIN No.

3 - "EL APADRINAMIENTO"

El apadrinamiento es un servicio por el cual una persona puede alcanzar su recuperación a


través de las experiencias y herramientas del programa que el padrino transmite al ahijado.

CAPITULO 1.BUSCO PADRINO

EL APADRINAMIENTO

Una de las herramientas mas importantes del programa de recuperación de Neuróticos


Anónimos es el apadrinamiento. En este proceso contamos con una persona que nos guia
dentro del grupo para empezar a vivir de una manera diferente, a través de compartirnos sus
experiencias, invitarnos a escuchar juntas, a realizar servicio y a participar en unidades.

"Cuando tenía poco tiempo me surgían muchas dudas, estaba con los ojos cerrados,
totalmente dormido y el padrino me integró al grupo a través de los servicios; me enseñó
cómo manejar la tribuna, cómo curarme, cómo practicar el programa; me sugirió desde
cuántas juntas escuchar hasta cómo irme alejando de las dependencias tan rastreras que yo
traía".

El padrino o la madrina es alguien con quien nos sentimos identificados porque ha padecido
y sentido el mismo dolor y sufrimiento que nosotros, ocasionado por la neurosis. Este
puente de comprensión nos permite abrirnos totalmente, tener confianza para comentar sin
ningún temor y sin ningún problema nuestro sufrimiento.

El padrino no es sólo un compañero con quien curarnos, es también el conducto que nos da
sugerencias para evitarnos sufrimiento o para resolver alguna situación.

"Una de las cosas que más puedo agradecer es cómo se me fue guiando para echarle acción
a la dependencia tan terrible que le tenía a mi ex esposa. Al principio yo venía al grupo de
lunes a viernes y a veces me escapaba al cine o al frontenis para fugarme, pero el padrino
perseveró mucho. Yo tenía mucho miedo de venir los fines de semana porque mi mujer me
decía que el sa´bado y el domingo eran para la familia...¡y cuidadito de que no lo hiciera
así, porque se me armaba! Entonces el padrino me fue jalando poco a poco; por ejemplo,
me invitaba a apadrinarme el sábado, me dió sugerencia de apoyar en domingo un grupo
que se estaba abriendo y nos íbamos temprano para regresar a las tres de la tarde. También
se me fue encaminando a las unidades, empecé a salir a ellas casi cada mes y también a
meterme al servicio. ahora me doy cuenta de que el padrino me fue guiando bien, después
de mucho tiempo pude darme cuenta que sin esta terapia, sin el apadrinamiento y sin el
grupo, nunca me hubiera podido librar de la dependencia. Hoy vivo tranquilo, más libre,
con otra pareja y la relación es totalmente distinta."
Tenemos la necesidad de acercarnos al apadrinamiento para que nos ayude a discernir qué
es lo mejor para nosotros, a través de regalarnos su experiencia para poder tomarla en
cuenta o llevarla a cabo para solucionar nuestros problemas de la mejor manera.

Como personas enfermas de neurosis siempre hicimos las cosas al revés: las emociones
manejaron nuestra vida, no pudimos conducirnos con sano juicio, por eso el apadrinamiento
es la oportunidad de dejar nuestra vida y nuestra voluntad en manos de un Poder Superior a
nosotros mismoa.

Generalmente el padrino o la madrina es un compañero que tiene mas tiempo en el grupo,


que está en la disposición de escucharnos y que nos brinda apoyo incondicional en el
momento en que lo necesitamos.

"En un inciomi necesidad de acercarme a la madrina era constante, pues toso se me hacía
difícil. Apadrinarme me daba la sensación de sentirme apoyado y por primera vez parte de
algo; sentía que alguien se preocupaba por mí, y esto se me hizo maravilloso. Por esos
motivos yo me acercaba al apadrinamiento y ella me decía: "es importante que apadrines
todo, lo que estás pensando y lo que quieres hacer".

LA ELECCIÓN DEL PADRINO

"Recuerdo que un compañero se me acercaba desde la primera junta que escuché, para
preguntarme cómo estaba, qué me parecía el grupo o qué dudas tenía; se preocupaba por
mí. Además, cuando lo escuché en tribuna me identifiqué mucho con él. Mas tarde le tomé
confianza y terminé por pedirle que fuera mi padrino, porque erea el que más se me
acercaba y con el que más platicaba."

El padrino o la madrina puede ser cualquier compañero del grupo que esté en disposición
de realizar este servicio, que a su vez se esté apadrinando, que esté metido en su
recuperación, que haga servicio y que se integre a todas las actividades del grupo. Lo
fundamental es que sea alguien a quien le tenga confianza, a la que se le pueda platicar el
sufrimiento que sentimos aunque su historial no necesariamente tenga similitud con el
nuestro. No se piden requisitos, más bien se trata que sea una persona qeu intente aplicarse
el programa y que eseto le permita llevar una vida más tranquila.

"Elegí mi primer apadrinamiento cuando me sugirieron que debía tener padrinno. Mi


experiencia es que cuando vi a la persona más fea en el grupo me dirigí a ella, porque yo
me estaba sintiendo igual y me dije: "si esta persona puede estar tranquila y saludar a todos,
entonces ella me puede apadrinar" Pero en realidad fue a gran necesidad que yo tenía de
tener padrino, porque los compañeros me decía que todos mis problemas se resolverían y
que mi vida iba a cambiar cuando empezara a apadrinarme".

"Mi primera madrina la elegí porque era una señora que tenía problemas similares a los
míos; veía que sufría por su pareja, que se curaba llorando y eso era algo que yo o me
atrevía a hacer. Cuando la escuché en la tribuna pensé que me podía ayudar y empecé a
acercarme a ella, me escuchaba y al poco tiempo le tuve mucha confianza porque me decía
qué hacer para dejar de sufrir, así es que un día le pedí que fuera mi madrina".

"Tras escuchar la experiencai de una compañera que ya había terminado su tesis y estaba
preparando su examen profesional, me di cuenta que esa era una de las cosas por las que yo
estaba sufriendo. Escuchar cómo lo había conseguido, y ver su expresión de tranquilidad y
de sosiego, fue lo que me motivó a pedirle apadrinamiento".

CUÁNDO Y CUÁNTO APADRINARSE

"Actualmente trato de apadrinarme por lo menos una vez a la semana. Antes de cambiar de
apadrinamiento tenía la sensación de que yo necesitaba mas atención, de mantenerme mas
apagada al grupo, ya que empecé a tener muchas dudas,angustias e inquietudes; así que una
de las primeras cosas que pedí fue que me apadrinaran una vez a la semana. Lo hemos
hecho y me ha funcionado bien, rara vez pasan dos semsnas sin apadrinamiento, pero
cuando ha sucedido lo sé de antemano y no me provoca angustia."

No hay nada establecido sobre el tiempo que debe durar una sesión de apadrinamiento ni
los lapsos entre una y otra; en realidad toso es de acuerdo a nuestra propia necesidad;
depende de cómo nos estemos sintiendo, si tenemos problemas, si estamos viviendo
situaciones que no nos gustan o no podemos aceptarlas, etc. Es importante apadrinar todo lo
que nos cause sufrimiento para saer qué es lo más conveniente para nosotros.

"Cuando llegué al grupo emecé a escuchar que era sugerible que uno se apadrinara hasta
para ir al baño, a mí se me hacía exagerado, pero al darme cuenta que siempre tomé
decisiones equivocadas preferí acercarme al apadrinamiento".

Al principio de la militancio en Neuróticos Anónimos, generalmente nos apadrinamos casi


a diario o cuantas veces fuera necesario, porque el padrino fue la primera persona a la que
le tuvimos confianza y con su ayuda empezamos a sacar el sufrimiento que nunca
imaginamos poder comentarle a nadie.

Tiempo después de que comenzamos a apadrinarnos y a integrarnos al grupo, el padrino


nos fue soltando poco a poco para meternos en el programa y el tiempo para apadrinarnos
se fue espaciando; también nos canalizó con otros compañeros para curarnos y
enriquecernos con sus experiencias. De esta forma, los compañeros que tenemos mas
tiempo dentro del grupo nos apadrinamos cada siete o quince días.Pero recuerda: aunque
veas a tu padrino seguido, si sientes la necesidad de consultarle algo importante o urgente,
o si tienes algún problema, no dudes en acercarte, él seguramente tiene la disposición de
apadrinarte en cualquier momento.

"Ahora que yo tengo algún tiempo dentro del grupo me apadrino cuando pienso que ya
tengo pendientes algunas sugerencias y cuando siento duda de qué hacer en determinada
situación".
LAS SUGERENCIAS

Una sugerencia no es ninguna orden o imposición, más bien es una recomendación para
evitarnos sufrimiento, nos dice cómo resolver alguna situación para nuestro propio
beneficio. El padrino puede ver nuestro sufrimiento desde fuera, y se da cuenta de qué es lo
que necesitamos.

"Mi padrino me sugirió sesgarle a una dependencia pero no pude, porque realmente no
quería terminar con él, así que no me curé y lo fui a buscar, pero él ya no quería seguir
conmigo. Su rechazo me hizo sentir humillada, devaluada, además sentí un gran
arrepentimiento por no haber seguido la sugerencia. Con esa experiencia aprendí por qué
hay que seguir las sugerencias pues me pude haber evitado todo ese sufrimiento".

"Me he dado cuenta que mi madrina a través de las sugerencias no busca beneficios para
ella sino para mí, ella me hace sentir que valgo como ser humano y estoy viendo los
beneficios de haberme dejado guiar".

Las sugerencias nos dan la pauta para sentirnos mejor y lograr un cambio de vida, ya que
están basadas en experiencias personales (del mismo padrino o de los compañeros), en el
programa de recuperación y en la literatura, tratando así de aplicar los principios básicos de
N.A.

"Recuerdo que pedí sugerencia al padrino para echarle acción a una compañera de trabajo y
me dijo que no. Pero por la dependencia que yo le tenía a ella además del trato diario s efue
dando la relación. Después empecé a tener muchos conflictos con ella porque ya no me
pasaba las llamadas, me cuidaba mucho, me pedía (casi me ordenaba) que la llevara a
comer o a su casa; ella me daba vales de gasolina, me pagaba las comidas, y en ocasiones
íbamos al super por la despensa de la oficina y me compraba cosas con el mismo dinero de
la empresa; por supuesto, todo eso me hacía sentir muy obligado con ella. Con esta
experiencia descubrí por qué es importante dejarme guíar: tuve que darme en la torre para
regresar dulcemente razonable".

Es importante apadrinar todo lo que nos causa duda, lo que nos produce conflicto o nos
genera miedo e inseguridad. Tal vez en ocasiones lleguemos a sentir que son cosas muy
absurdas e insignificantes, pero eso es lo que nos provoca sufrimiento y ahí es precisamente
donde están los problemas, por lo tanto, no hay emoción ni problemas pequeños. El ser una
persona neurótica implica que nuestras emociones siempre van a estar involucradas en
cualquier decisión que deseemos tomar, por lo que antes de hacerlo debemos curarnos
mucho, pedir experiencias y apadrinarnos.
"Creo que como nuevo debemos apadrinar TODO y ser muy claros. Como soy una persona
muy introvertida, nada más le preguntaba al padrino: "¿hago esto o hago lo otro?" y muchas
veces me daba sugerencias que no me gustaban, pero nunca le expliqué ni le aclaré que
quería la sugerencia por alguna circunstancia determinada. Y tampoco me curaba - que es
una cosa también importante".

Conforme avanzamos en nuestra recuperación nos vamos conociendo, sabemos lo que nos
pone mal y de qué tenemos o de qué no tenemos sugerencia. En esta etapa el padrino nos va
enseñando a tomar nuestras propias decisiones, a través de curarnos y de pedir
experiencias, para saber lo que en realidad queremos y discernir qué es lo mejor para
nosotros. Así las sugerencias van encaminadas hacia lo que deseamos, por lo que ada una
de las sugerencias debe tener un seguimiento por parte del padrino.

"Dejar de ver a mi marido ha sido hasta hoy mi mayor sufrimiento, pero esa situación me
ayudó a decidir qué era lo que yo quería, porque no podía ni dejarlo ni seguir con él. Me
sugirieron que curara mucho el sufrimiento que me causaba saber que él vivía con otra
gente y un día mi padrino me dijo que era tiempo de darme cuenta que él no iba a cambiar
así que me dió a escoger: "lo tomas como es y lo aceptas, o lo dejas"; decidí dejarlo.
Entonces empecé a sentirme libre, a tratar de depender de un Poder Superior en lugar de un
ser humano, y por el momento me siento bien sin pareja".

Algunas sugerencias ya están establecidas como no entrar en controversia, quedarnos


callados o echar buena voluntad. Sin embargo, existen otras que no son para siempre, que
pueden ir cambiando según las circunstancias que vayamos viviendo o nuestra fortaleza
espiritual. Por ejemplo, cuando llegamos al grupo nos sugieren sesgarle a todo lo que nos
pone mal, pero conforme aprendemos a utilizar las herramientas para enfrentar nuestros
problemas, el apadrinamiento nos empuja para echarle acción, a pesar de nuestros miedos.

"Dejarme guiar me ha costado mucho trabajo, por ejemplo, cuando mi marido iba a vernos
para llevarnos un dinerito, la sugerencia de quedarme callada no la pude llevar a cabo hasta
después de mucho tiempo, porque yo le reclamaba que él ya vivía con otra y que a nosotros
nos había dejado; él no quería escucharme, sólo entraba, dejaba el dinero en la mesa y de
iba, y yo me quedaba aún más resentida. Después intenté quedarme callada cuando él
llegaba, y me sorprendí al ver que se fue quedando un rato en la casa; posteriormente la
sugerencia fue invitarle un café o a cenar y traté de hacerlo. De esta manera me dí cuenta
que al quedarme callada me sentía mas tranquila y satisfecha de poder seguir mi
sugerencia".

"En una ocasión mi padrino me decía que ya me había escuchado mucho tiempo sobre mis
miedos de regresar a la escuela; en ese momento se levantó y me dijo:"depués hablamos,
ahorita mismo vete a la escuela, arregla tu situación e inscríbete...haz todo lo necesario para
que empieces a estudiar lo más pronto posible. Pero antes de llegar cúrate con tu Poder
Superior y dile el temor tan grande que tienes de que te vayan a rechazar", y salió del cuarto
de apadrinamiento. Pude seguir mi sugerencia y la sorpresa que me llevé fue muy grande:
al director le dió mucho gusto que regresara y me dijo que me iban a dar la oportunidad de
terminar el ciclo escolar, sacó el costo de mi deuda de colegiaturas anteriores ( que era
irrisorio) y además habló con todos los maestros para que me apoyaran y asesoraran. Todo
se dió de una manera fácil para que yo regresara a estudiar gracias a que me dí la
oportunidad de seguir esa sugerencia, ( después de dos años... pero la llevé a cabo)".

Los neuróticos somos personas que pensamos y analizamos mucho las curaciones y las
suerencias, pero en ese proceso prolongamos nuestro sufrimiento, por lo que debemos tratar
de seguir la sugerencia sin analizarla, hacerlo nos hará sentir mucho mejor.

"Tuve una experiencia que me dejó una gran huella en la que fue muy palpable lo que me
puede suceder si no me dejo guiar; fue esta: yo tenía un compañero de trabajo que era
casado y mi madrina me decía que le sesgara, pero yo le insistía mucho, hasta que se
derrotó y me dijo "haz lo que quieras", y pensé que me había dado sugerencia. Así, empecé
a salir con él, a irme de viaje, incluso dejaba servicios y no venía a juntas por estar con él
todo el tiempo, hasta que un día su mujer fue a reclamarme frente a mis alumnos y
compañeros de trabajo. También me seguía a todos lados y en una ocasión me correteó por
una gran avenida. Creo que ella no me hizo otra cosa porque no se atrevió, pero tuvo
muchas oportunidades de hacerme daño. Finalmente él decidió quedarse con ella, lo que me
lastimó mucho; pensé que yo no tenía ningún valor y que no era justo que a mi tiempo en el
grupo siguiera lastimando a la gente y sobre todo a mí misma. Esa experiencia sigue
pesando sobre mí porque sigo sintiendo dolor y me quedó la sensación de valer poco. Todo
fue por no dejarme guiar, porque mi madrina al no darme sugerencia estaba tratando de
evitarme dolor y yo con mi necedad no hice caso. El precio emocional lo tuve que pagar y
las secuelas se quedan".

La mejor manera de seguir una sugerencia es curarnos antes de llevarla a cabo, para saber
qué es lo que queremos o bien, para sacar todo aquello que nos impide echarle acción.
Curarnos también nos permite ver el grado de sufrimiento que nos causa no seguir una
sugerencia (como caer en depresión, frustración, rebeldía o culpa). Detectar ese sufrimiento
nos ayuda a crecer emocionalmente y a tener una perspectiva diferente de las sugerencias.

"En alguna ocasión que mi pareja se quedó sin trabajo, inmediatamente empecé a entrar en
angustia pensando que nos íbamos a quedar sin comer, pero él estaba muy tranquilo.
Empecé a repartir el dinero que le dieron como finiquito: una parte para la comida, otra
parte para la renta, otra para la escuela del niño y otra para poner un puesto de yogurt en el
mercado, pero él no quiso. Mi sugerencia fue que lo respetara, pero yo lo forcé, lo obligué a
hacer lo que yo quería y lo único que conseguí fue que él se sintiera obligado y que se
resintiera. No haber seguido esa sugerencia me causó una vez más depresión y culpa al
darme cuenta que estaba equivocada".

CUANDO NO ESTÁ EL PADRINO

Sabemos que las sugerencias las da el apdrino, pero ¿qué podemos hacer cuando nos surge
alguan inquietud y él no se encuentra disponible? El no encontrar al padrino no significa
naufragar, afortunadamente existe la posibilidad de apoyarse con otras personas y después
acercarnos al padrino. Lo importante es no creer que si él no está, podemos llevárnosla
solos. Contamos con el apoyo del grupo y podemos acercarnos a :

- Algún compañero de más tiempo que conozca nuestro historial y que esté apegado a los
principios del grupo para que pueda regalarnos su experiencia.

- El apadrinamiento de nuestro padrino o madrina puede ser la mejor opción, ya que


también está al tanto de nuestra problemática y sugerencias.

- Algún miembro de la Mesa de Servidores.

Existen también situaciones más complicadas donde al no encontrar al padrino podemos


acercarnos con tres personas diferentes y comentarles todo; cuando coinciden dos opiniones
podemos tomarlas como una sugerencia. Después, cuando tengamos oportunidad de hablar
con nuestro apadrinamiento podemos comentarle todo.

Es conveniente tomar en cuenta que por lo general, no hay sugerencias urgentes: es


necesario curarnos antes para saber si realmente es una situación complicada que requiere
de una sugerencia inmediata, o si es sólo una ñáñara que nos manda nuestra mente y nos
exige uan solución rápida. Tal vez sea algo que si pueda esperar y que no requiera de una
respuesta en ese momento.

Se llega a dar el caso de que algunos de nosotros nos rebelamos con las sugerencias y,
pretextando no encontrar al padrino, comenzamos a buscar a alguien que "nos comprenda"
para que nos modifique la sugerencia. De esta manera nos autoengañamos y también
prolongamos nuestro sufrimiento. Por eso, el apadrinamiento nos invita a curarnos de las
sugerencias, si es que sentimos rechazo o creemos que no podremos seguirlas.

DEJÁNDOSE GUIAR

"Pedir una sugerencia, para mí es una disciplina porque toda la vida he sido muy
autosuficiente, por lo que me resulta difícil acercarme a las personas, sobre todo al padrino
y preguntarle ¿cómo ves, tú que piensas al respecto?"

"Llegué al grupo por dependencia a un compañero del trabajo, y desde las primeras juntas
pude seguir la sugerencia de "sésgale a lo que te pone mal", incluso sin tener un
apadrinamiento. También pude constatar que el tratar de seguir la sugerencia de "sólo por
hoy" me ayudaba a estar bien durante varias horas al día. Desde que comencé a
apadrinarme me he dado cuenta que si trato de seguir mis sugerencias puedo funcionar,
dentro y fuera del grupo".

"Una de mis primeras madrinas me decía que me decía que me curara mucho para tratar de
ver qué era lo que yo quería en la vida, y que hiciera una lista del resultado, yo anoté hacer
una licenciatura y después de curarme me dió la sugerencia. Hace 4 años que terminé la
carrera, y estoy seguro que esto nunca lo habría conseguido sin haber llegado al grupo, y
sobre todo gracias a seguir una sugerencia".

EL CAMBIO DE APADRINAMIENTO

Un apadrinamiento no es para siempre, cambiar de padrino nos permite recibir otro tipo de
experiencias, otros puntos de vista, incluso algunas sugerencias se llegan a enriquecer. Son
varias las situaciones por las que se puede dar este cambio: por sugerencia de la Mesa de
Servidores, por dependencia, por resentimiento, por incompatibilidad de horario, etc.

Cuando hay mucha dependencia se pierde el objetivo de la terapia y del servicio de


apadrinamiento: por ejemplo, cuando empezamos a platicar como cuates, comenzamos a
pensar: "¿cómo le voy a decir al padrino tal cosa?" Ahí ya no nos apadrinamos como
debemos. También la dependencia se llega a dar cuando le decimos al padrino algo y él nos
apapacha, de esta manera ya no se está cumpliendo la terapia.

"Yo llegaba a platicar con una madrina fuera del servicio de apadrinamiento, inclusive
llegamos a salir juntas con nuestras parejas, y por esto yo sentía que no me podía resentir
con ella pues la empecé a ver más como amiga que como madrina".

Se llega a dar la situación de que es necesario buscar otro apadrinamiento cuando el


padrino necesita mas recuperación.

"Mi segundo padrino empezó a andar mal, incluso perdió la coordinación de un comité por
broncas de trabajo; se empezó a alejar del grupo pues llegaba aquí a las diez de la noche y
se iba a las doce, entonces lo qeu él necesitaba era escuchar juntas, así que tuvo que dejar a
todos sus ahijados, por lo tanto, a mi me sugirieron cambiar de padrino".

Se sugiere en general, en todo el Movimiento Buena Voluntad, que nos apadrinemos con
gente de nuestro mismo grupo, así que también se llega a dar la necesidad de un cambio
cuando nuestro padrino o nosotros cambiamos de grupo,

"Una vez cambié de apadrinamiento porque mi madrina se cambió de grupo,me dijo que
me acercara a un compañero al que me costó trabajo tenerle confianza, porque era hombre
y yo no quería nada con ellos en aquel, pero finalmente me pude acoplar y me ayudó
muchísimo".

La confianza en el padrino es vital, pero se puede llegar a perder por resentimientos


generados por rechazo a las sugerencias, por rebledía, por falta de recuperación, o
simplemente porque sus actitudes nos llegan a afectar, tales como la de apadrinarnos en los
pasillos o que no llegue el día fijado para escucharnos, o incluso porque nos trate como a
sus hijos.
En estos casos se sugiere que nos acerquemos al comité de apadrinamiento o con la mesa
de servidores para exponer la situación y que nos orienten; pero antes de hacerlo es muy
importante que nos curemos mucho del resentimiento, para que podamos habalr de muy
buena voluntad con el padrino y éste pueda revisar su actitud.

"Tuve una madrina de la que me encantaban sus conceptos, me hacía reflexionar mucho
sobre mi enfermedad,me ayudaba a conocerme a mí misma, especialmente mis defectos de
carácter. Con ella crecí mucho, pero tuve sugerencia del comité de apadrinamiento de
cambiar porque tardaba mucho tiempo en apadrinarme: me citaba a una hora y llegaba tres
horas después, me cambiaba las citas constántemente y terminaba apadrinándome una vez
al mes. Esto me ocasionaba mucho descontrol y resentimiento. El comité de
apadrinamiento me invitó a curarme mucho, pero mi malestar era tal que ya no pude
continuar con ella".

Un ahijado puede llegar a perder su apadrinamiento por constante rebeldía a las


sugerencias, por no dejarse guiar, o por un claro desinterés a acercarse al padrino.

"En una ocasión decidí irme de vacaciones sin apadrinarme, pues no lo consideré necesario.
Al regresar, la madrina me preguntó a quién le había pedido la sugerencia, me invitó a
sentarme a mis juntas y también a que hablara con servidores,quienes me sugirieron
cambiar de apadrinamiento".

Muchos de nosotros hemos vivido la experiencia de cambiar de apadrinamiento únicamente


porque ha sido necesario, porque es lo mejor para nuestra recuperación, ya que ese
apadrinamiento nos dió lo que tenía para nosotros.

"Después de un tiempo que una persona me apadrinó empecé a sentir que necesitaba un
cambio; esta persona fue lindísima: me escuchó, me toleró,me dió su tiempo, pero yo no
estaba a gusto, me sentía tensa, no me podía curar con ela, entonces me dieron sugerencia
de cambiar de apadrinamiento".

No importa la razón por la que creamos que necesitamos un cambio de apadrinamiento, lo


fundamental es apoyarnos con Mesa de Servidores o con el Comité de Apadrinamiento de
nuestro grupo.

CAPITULO 2: SOY EL PADRINO

EL APADRINAMIENTO COMO SERVICIO


Para aquellos de nosotros que somos padrinos, el apadrinamiento es una forma de alcanzar
la tranquilidad, ya que nos brinda una retroalimentación de enfermo a enfermo, lo que nos
permite recordar nuestra propia neurosis y cómo llegamos al grupo.

El apadrinamiento es un servicio de mucho respeto y confianza, que reporta muchas


ganancias tanto al ahijado como al padrino: la oportunidad de trabajar con otros enfermos
olvidándonos de nosotros mismos; nos permite vernos reflejados en nuestras actitudes así
como regalarle a los ahijadods nuestras experiencias

"Cuando me pidió apadrinamiento una chica recién llegada tuve pánico y lloré,pues pensé
que no podía hacer ese servicio porque sentía que no había superado nada, que no sabía lo
suficiente del programa y no tenía qué regalar, pero me curé para tratar de enfrentarlo. Al
principio todo lo apadrinaba,pues me sentía tan insegura que pensaba que no tenía ninguna
experiencia similar, hasta que poco a poco mi madrina me fue ayudando, diciéndome
específicamente cuando tenía yo la experiencia".

Apadrinar nos permite analizar qué tanto o cómo seguimos las sugerencias que nos dan
como ahijados, nuestra asistencia al grupo, los servicios que hacemos, nuestra curación, etc.
Porque tener ahijados compromete a crecer, a ser tolerante, a tener disposición, a servir
dentro del grupo; en fin, a echarle acción a nuestra vida personal en cualquier aspecto; ya
que sin querer servimos de ejemplo.

"Recuerdo la incredulidad de una de mis ahijadas: `¿Tú crees que algún día me pueda llevar
bien con mi pareja y pueda encontrar trabajo y enfrentarlo?´Hoy veo en ella muchos
avances, es una persona que le echa acción en varios aspectos de su vida, eso me da mucho
gusto y me motiva, incluso me hace sentir comprometida".

El apadrinamiento se va dando con las experiencias diarias, con lo que uno va viviendo, lo
que permite un puente de comprensión entre quien escucha y quien habla; así damos
nuestro punto de vista sobre la aplicación del programa de recuperación sustenteando de
esta forma las sugerencias que damos a los ahijados.

"Yo como madrina a veces tengo dudas de mis sugerencias pues no tengo todas las
experiencias. En esos momentos necesito el apoyo de mi apadrinamiento, sobre todo si hay
problemas legales, de separación o agresiones. En una ocasión golpearon a una de mis
ahijadas y me apoyé para ver si era conveniente que ella demandara o no a su esposo, pues
esa era una situación que yo no había vivido".

"Algo que he obtenido como madrina ha sido la tolerancia con mis hijos: mis ahijadas me
han regalado las agresiones que han tenido con los suyos, como son los golpes o insultos;
esto me ha permitido verme en directo y de frente, y me ha ayudado a evitarlo".

Hay apadrinamientos donde el ahijado es casado y el padrino no, en donde uno es hombre o
la otra es mujer, en donde uno es homosexual y el otro no; de de igual manera, no puede
haber un lineamiento que nos uniforme, sobre todo porque hay una gran variedad de
conceptos, pensamientos, e ideas.

Y, aunque no existen técnicas ni reglas para apadrinar, sí es sugerible adoptar la costumbre


de ponernos en dsposición, para tratar de ser un conducto del Poder Superior para dar
sugerencias sin qeu intervengan nuestros defectos de carácter o para no divagar, ya que si
no podemos pensar correctamente no podemos dar lo mejor de nosotros mismos.

"Cuando apadrino a un ahijado, generalmente lo que hego es ponerme en disposición desde


un principio, le pido a Dios que me permita ser su conducto para que lo que yo comente
esté basado en mi experiencia y que esto pueda ayudar a mi ahijado. Por ejemplo, cuando
siento mucha envidia, no me atrevo a dar una sugerencia, sino que voy con mi padrino para
comentarle lo que sentí".

"Cuando escucho a mis ahijados me pongo en disposición, muchas veces digo cosas que
nunca pensé, pero que en ese momento me vinieron a la mente, recuerdo lo que he vivido y
he podido regalárselo a ellos. Cuando el padrino me escucha me siento bien y si él no tiene
la experiencia que necesito me recomienda acercarme a personas que sí la tengan".

Otro de los beneficios de este servicio es que aprendemos a respetar a las personas, ya que
nos damos cuenta que cada una tiene su manera de pensar y de ser tratadas, por eso a cada
ahijado se le apadrina de distinta y personal manera. Hay algunos ahijados que en ocasiones
son muy necios, a unos les das una sugerencia e inmediatamente se dejan guiar, con otros
hay que tener mucha tolerancia y comprensión

Debemos dar la importancia debida a este servicio respetando a los ahijadods, a través de
detectar las fallas que llegamos a tener como padrinos, entre ellas se encuentra no dedicar
tiempo al ahijado, apresurarlo cuando lo escuchamos o apadrinarlo en corredores o
escaleras.

Hay padrinos que al dar sugerencias no permiten que el ahijaod pregunte o comente algo lo
interrumpen y le diecen: "hazle como quieras". No respetar al ahijado es entrar en
controversia con él, tratarlo como hijo, regañarlo o no saturarlo. Otra falta de respeto es que
el padrino evada su responsabilidad en el servicio, le dé vueltas al ahijado citándolo en
varias ocasiones para después cancelar las citas.

"En una ocasión me resentí con una ahijada por sus avances y logros, recuerdo que mi
actitud era distante al encontrármela en los pasillos o en algún otro servicio le sesgaba
completamente. Me costaba mucho trabajo estar tranquila y en disposición para
apadrinarla, ya que dependía mucho de no agredirla o lastimarla e inclusive temía dar una
mala sugerencia que la fastidiaría".

Como padrinos necesitamos brindarle confianza a nuestro ahijado en todos los aspectos,
tanto para que él pueda comentar todo su sufrimiento como para que pueda hablarnos
directamente sobre lo que no le gusta de nuestra actitud. Si los ahijados no nos dicen como
nos ven a nosotros los padrinos ¿cómo vamos a darnos cuenta de una actitud incorrecta?
Los ahijados esperan sentirse apoyados por medio del apadrinamiento, esto se logra
respetándolos a ellos, a su curación y a las experiencias que setén viviendo. Si un ahijado
no quiere o no puede seguir una sugerencia, podemos apoyarlo respetándolo y recordándole
que son optativas y que si nos las sigue, él pagará el precio.

"Como padrino trato de ser respetuoso de mis ahijados; por ejemplo, cuando alguien tiene
poquito tiempo no le doy sugerencias para seguir a rajatabla, pero a través de transmitirles
una experiencia que yo haya vivido trato de cuidarlos. Si alguien se quiere suicidar y le doy
una sugerencia que no le guste (como entrar a Casa Hogar) y no le permito vislumbrar que
tiene esa necesidad, si lo respeto se puede matar; así que hay que tener la mente muy alerta
para ver cuándo es necesario ser un poco metihe y cuándo no".

Existe el deseo de apoyar, de ayudar y de compartir la experiencia que tenemos como


neuróticos anónimos, por eso es muy importante mantener el respeto dentro de este
servicio, y esto incluye tanto al padrino como al ahijado. Porque también hay ahijados que
llegan a faltarle al respeto al padrino al rebatir sugerencias, al dudar que el padrino sirva
como un conducto al reponsabilizarlo o culparlo por las consecuencias de una decisión mal
tomada, al no apadrinarse, etc.

"Tengo algunos ahijados a los que ya nadie quería escuchar, tal vez porque ya conocían sus
historiales. pero a mí me ha gustado escucharlos porque me permiten ver cómo soy, igual
de necia como ellos, curando y apadrinando siempre lo mismo. A los ahijados que son de
esta forma les regalo mi experiencia y les digo:¿Sabes cuándo te va a funcionar el
progema? Cuando tú quieras".

EN BUSCA DE AHIJADOS

Los neuróticos anónimos tenemos una gran necesidad de compartir lo que hemos recibido a
través de nuestra militancia en el grupo: la tranquilidad. Un ahijado es la mejor oportunidad
de transmitir esta experiencia.

"Yo tenía muy poquito tiempo ( alrededor de tres meses ) cuando llegó una persona que se
me acercaba mucho porque se reflejaba con mi historial y me pidió apadrinamiento. Yo
pensé:"Dios mío, yo todavía no estoy lista para apadrinar", pero me dijeron que ya podía
dar algo. Nunca me la llevé sola porque me angustiaba mucho tener la responsabilidad de
guiar una vida; no sabía lo que iba a decirle, creía que no tenía las experiencias, y que em
iba a equivocar. Todo esto tuve que curarlo y acercarme a mi apadrinamiento quien me iba
diciendo cómo hacerle. Ahora veo que esa primera experiencia como madrina fue muy
bonita, porque a pesar de tener poco tiempo y de la poca conciencia que yo tenía, fue la
primera vez que empecé a dar. Hoy me doy cuenta de que las cosas se dan, de que hay algo
mas grande que hace que las cosas salgan bien a pesar de mis ñáñaras, , y que como
madrina sólo soy un conducto de un Poder Superior.".
Apadrinar nos ayuda a salir de nuestros estados depresivos, de algún bache por el que
estemos pasando o de la monotonía; además nos obliga a estudiar literatura y a
responsabilizarnos de nuestra recuperación. No existen requisitos para ser padrino, tampoco
es necesario tener un gran currículum como n.a. La gran mayoría de nosotros sabe que
echándole acción al servicio de recepción y hablando de nuestro historial es la mejor
manera de conseguir ahijados.

"En un inicio a mí me fue muy difícil conseguir ahijados: deseaba ucho tener una y creo
que esa actitud los espantaba. El día de hoy me siento privilegiado porque hay gente que se
acerca conmigo para que los apadrine; creo que esto se ha dado especialmente a las
personas que tienen los mismos problemas ocn los que yo llegué. Al acercarme trato de
darles confianza, les digo que no hay problema, que no pasa nada, que los mejores días
están por llegar; incluso les comento que podemos platicar cuando ellos lo deseen".

Al hablar de nuestro historial en tribuna o coordinación, las personas pueden verse


reflejadas con nosotros en el sufrimiento. Así nace la confianza para que alguien nos pida
apadrinamiento.

"Recuerdo a una persona que militaba en la noche, yo no la conocía, pero me escuchó en


una guardia de 24 horas, de repente empezó a venir por las mañanas y se me acercó a
pedirme apadrinamiento y me sorprendí".

Es muy importante tener interés por la gente, sobre todo por la que va llegando, para que
empiece a sentir confianza de comentar el sufrimiento que trae, escuchándola en cuartos de
apadrinamiento, acercándonos cuando andan mal, si se salen de la sala invitarlos a que se
metan a sus juntas, preguntarles si se les ofrece algo; en fin, tratar de que sientan cuidado e
interés de nuesra parte.

La recepción es una alternativa para tener ahijados, al abordar a la persona de una manera
amable, al pregutarle qué piensa o cómo se siente y comentarle cómo llegamos nosotros al
grupo le damos la opotunidad de sentir el deseo de platicar más con nosotros aún cuando
sean personas muy renuentes.

Cuando tenemos la bendición de apadrinar a alguien es muy importante tener la disposición


de escucharlos cuando sea necesario o lo que ellos requieran, pues es el ahijado el que pide
el tiempo. No se trata de escucharlos muchas horas siempre, pero en determinados
problemas se requiere saber cómo van sus sugerencias.

"He tenido ahijados que son muy concretos y rápidos, especialmente los que ya tienen
tiempo porque ya conocen el programa, y utilizan otros elementos de apoyo como el
servicio, las juntas, las literatura, el comité; además de que son enos "ñañarosos", por así
decirlo. Otros tardan un poco más, a otros hay que ayudarles para que sientan confianza. En
realidad no hay nada establecido.

"Generalmente el tiempo que dedico a cada uno de mis ahijados es de dos horas cada
quince días, pero si tengo algún otro servicio les echo humildad diciéndoles de cuánto
tiempo dispongo, Hay ocasiones en que por alguna situación no puedo escucharlos, pero
ellos necesitan apadrinar dos o tres cosas, entonces únicamente les escucho sugerencias.
Esto es esporádico, pues trato de estar en disposición cuando me piden que los apadrine".

LOS PRIMEROS PASOS DEL AHIJADO

"Antes de ser madrina no me había dado cuenta lo difícil que es para un padrino ir
encauzando a un ahijado, ayudarlo a resolver sus problemas, a pesar de las trabas que
lleguen a poner y de la resistencia a seguir sugerencias.Recerdo una experiencia muy
dolorosa que tuve con una ahijada que no se dejaba guiar: no llevaba sus sugerencias a
cabo, se la llevaba sola y finalmente se fue del grupo. Pienso que los ahijados nos regalan
mucho y ella me regaló por dónde no".

El programa de recuperación es muy amplio, no es de aprendizaje sino uan práctica


constante para toda la vida y como padrinos tenemos la misión de ir introduciendo al
ahijado en este programa. La mejor manera de hacerlo es a través del ejemplo y
regalándole nuestras experiencias de cómo llegamos al grupo y de lo que tuvimos que hacer
para sentirnos bien.

"Mi padrino definitivamente lo primero que hizo fue sugerirme estar en mis juntas. Esto me
permitó ver mi propio sufrimiento y la angustia que sentía, también me invitaba a platicar
con él ( o sea, que me apadrinara de manera frecuente). Posteriormente me sugirió que
leyera nuestra literatura, empezando con los Folletos Blanco y Naranja y con las Leyes de
la Enfermedad, siguiendo con le primer y el segundo paso; recuerdo que muchas veces, en
el cuarto de apadrinamiento y con los libros en la mano, él me fue explicando esas
lecturas".

Cuando nuestros ahijado tienen poco tiempo los escuchamos y les llevamos un
seguimiento; poco a poco podemos invitarlos, motivarlos o incluso aventarlos al servicio,
explicándoles cómo se realizan y en ocasiones, estar a su lado cuando se les invita a otros
servicios fuera de la sala, como puede ser la transmisión del mensaje.

"Cuando vamos a la traansmisión procuro acompañar a mis ahijados y les explico cómo se
raliza el servicio, les hago sentir que no pasa nada, anticipándome a sus miedos; después,
hasta les echo porras diciéndoles que estuvo muy bien su participación".

La forma más directa de encauzar al ahijado es dandole sugerencia de escuchar un


determinado número de juntas, el tipo de servicios que puede realizar, qué literatura leer así
como invitarlo a que se integre a un comité y que participe en las unidades a los grupos y
en los eventos del Movimiento (Juntas de Información, Simposium, Congresos, Retiros,
etc.)

"Cuando alguien me pide apadrinamiento lo invito a empezar a realizar algunos servcios


para sentirse integrado; lavar tazas, limpiar ceniceros u ofreciendo café".
No podemos pedir o sugerir algo a nuestro ahijado que nosotros no nos apliquemos, aquí es
donde entra el compromiso como padrino o madrina, a través de la actitud con la que nos
ven haciendo servicio o curándonos, porque se dan cuenta de que el programa forma parte
de nuestra vida, que es un hábito y que a pesar de que fallemos lo intentamos una y otra
vez.

"Yo no le puedo decir a un ahijado que no lo veo si yo no vengo; no le puedo preguntar


cuándo va a salir a una unidad si yo no salgo, o en qué comité está si yo no estoy en
ninguno. Por eso el servicio de apadrinamiento compromete e involucra: al jalar a los
ahijados ellos después nos jalan cuando andamos bajos de pilas al ver que ellos disfrutan,
crecen y que verdaderamente tienen un cambio de vida. De esta forma se refleja la finalidad
del apadrinamiento:es un servicio para que ambas partes ( padrino y ahijado) se beneficien.
Eso es o óptimo".

Es muy importante tomar en cuenta que la forma de invitar a nuestro ahijado a integrarse en
el grupo y al programa no es agrediéndolo, sino escuchándolo el tiempo necesario e
invitándolo a que se meta a su recuperación, haciendo hincapié en algún problemilla que
traiga ( a través de nuestra experiencia como cuando agredimos a la familia), haciéndole
notar que todo esto se debe a que no estamos en nuestras juntas, que no nos curamos y que
no hacemos servicio.Esta es una manera de hacerle ver que si descuidamos nuestra
recuperación difícilmente vamos a poder estar tranquilos. Pero es invitándolo,no podemos
regañar o condicionar a un ahijado porque no venga al grupo, porque no se meta a su
recuperación.

LOS BACHES DEL AHIJADO

Como padrinos vamos a encontrar algunos tropiezos dentro del servicio del
apadrinamiento: que nuestros ahijados descuiden su recuperación, que no se dejen guiar y
hasta que entren en controversia con nosotros. Cuando nos toque vivir alguna de estas
experiencias es muy importante tener comprensión hacia ellos y ubicarnos en el tiempo que
tenga el ahijado dentro del grupo, pues este servicio es de amor

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