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Introducción

Simón Bolívar la figura del primordial catalizador de la emancipación de los


pueblos sudamericanos respecto del poder colonial español, el caraqueño
Simón Bolívar, se engrandece mientras se profundiza en la gigantesca
compañía llevada a cabo con el apoyo de su empeño, la cual le llevó a recibir el
sobrenombre del Libertador. En el presente ensayo conoceremos los
acontecimientos de la llegada de nuestro Libertador a Perú. También
conoceremos quienes fueron José de la Riva Agüero y Torre Tagle.
El libertador Simón Bolívar llegó a El Callao en el bergantín “Chimborazo” el 1
de setiembre de 1823. El pueblo salió a recibirlo a la calle, a su lado iba el
presidente Torre Tagle y sus ministros que habían ido a recibirlo al Callao. Se
escucharon salvas de cañón, toques de campana, bailes, alegría como si
hubiera llegado un nuevo virrey.

No todo fue paz con la llegada de Bolívar, como anota Jorge Basadre: La
novedad de su llegada logró que afluyeran a la ciudad más importante varios
forasteros y que los alimentos llegaran hasta el doble del precio por ellos
comúnmente cobrados. Bolívar fue acompañado hasta una vivienda ubicada en
la calle San José y Aparicio donde se alojó. En el Congreso fue recibido con
discursos, al día siguiente se llevó a cabo un banquete en Palacio de gobierno.
Así llegó Simón Bolívar al Perú, como libertador, pero próximamente se
transformaría en un dictador que sería detestado por los peruanos.
En 1823, Bolívar llegó al Perú no tanto por ofrecer la independencia a sus
hermanos peruanos que sufrían las cadenas del absolutismo (idea que él
siempre manifestaba de modo grandilocuente y, desde luego, hipócrita), sino
primordialmente por el interés geopolítico de eliminar de raíz lo que
consideraba como una amenaza para la Enorme Colombia.
El Perú se recuerda a Bolívar como quien desmembró el territorio patrio.
Hacia el desenlace de su historia, Simón Bolívar padecía de una profunda
decepción hacia aquello que él mismo había formado: "la nación colombiana".
La tarde del 4 de mayo de 1830 en teoría dejó el ejercicio del poder.
Por otro lado, José Mariano de la Riva Agüero, fue el primer Jefe de Estado
peruano en llevar el encabezado de Presidente de la República y en mostrar la
banda presidencial bicolor como distintivo del poder que ejercía, aunque este
poder fuera de facto, osea, nacido de un golpe de estado y no por intención
habitual expresada en selecciones gracias a que fue impuesto por el batallón
por medio del Motín de Balconcillo, que ordenó al congreso la destitución de la
junta de gobierno encabezada por José de La Mar. Gobernó por 4 meses antes
de ser reemplazado por el marqués de Torre Tagle.

Estuvo en España en tiempos de la invasión napoleónica, afiliándose a las


logias masónicas que por entonces laboraban a favor de la independencia de
América. En 1810 regresó al Perú, y desde ese momento y hasta la llegada del
Libertador José de San Martín fue la primordial figura de las conspiraciones
anticoloniales en Lima, dirigiendo la Logia de los Copetudos. Colaboró con San
Martín antes y luego de su arribo al Perú.
José Bernardo de Tagle, más popular como Torre Tagle, fue un militar y político
peruano, que ejerció el gobierno de la República del Perú en 4 ciclos, entre
1822 y 1824. Fue el segundo presidente del Perú. Desde joven se comprometió
en los círculos que conspiraban a favor de la Independencia, más allá de
formar parte a la nobleza criolla. Fue alcalde de Lima de 1811 a 1812. Viajó a
España, y al volver, fue nombrado por el Virrey Joaquín de la Pezuela como
Gobernador de Trujillo, donde se sumó abiertamente a la causa patriota,
proclamando la Independencia de Trujillo el 29 de diciembre de 1820 en la
localidad norteña. Predeterminado el gobierno del Protectorado encabezado
por el Libertador José de San Martín, se le encomendó distintas
funcionalidades militares y administrativas. En lo relacionado al mando
supremo, primero fue Supremo Encargado reemplazando interinamente a San
Martín cuando este fue a entrevistarse con Bolívar en Guayaquil, en 1822;
después fue Responsable del Poder Supremo, en el transcurso de un día, tras
el derrocamiento de la Suprema Junta Gubernativa en febrero de 1823; luego
fue Responsable del Mando Supremo en vísperas de la llegada del Libertador
Bolívar, de julio a agosto de 1823; y enseguida fue nombrado por el Congreso
como Presidente del Perú, siendo el segundo ciudadano en asumir dicho
encabezado (el primero fue José de la Riva Agüero), en tanto que Bolívar
ejercía el poder militar. Fue acusado de planear a favor de los españoles, fue
despojado del mando en febrero de 1824 y se refugió en la Fortaleza del Real
Felipe, último baluarte verdadera sitiado por los patriotas, donde pereció
víctima del escorbuto.
Conclusión
Bolívar jamás salió del ejercicio del poder político más allá de su renuncia. Por
el opuesto, hasta su más reciente carta revela que ejerce su poder y
predominación cuando intenta exhortar a Justo Briceño a tomar el partido de
Urdaneta. Más allá de su renuncia, de manera privada y por medio de cartas a
personalidades del gobierno, participa en los asuntos políticos y sigue en pie
moviendo los hilos del área que se le afirma adicto; o, en expresiones de
Urdaneta, "sus buenos amigos idólatras de sus glorias".
Referencias
- Scielo.org.co
- Revistas.uptc.edu.co
- Es.globalvoices.org

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