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Biografía Eduardo Abaroa

Eduardo Abaroa Hidalgo (San Pedro de


Atacama, 13 de octubre de 1838 - Calama, 23 de
marzo de 1879) fue un empresario y militar
boliviano.
Tras el estallido de la Guerra del Pacífico en 1879,
que enfrentó a su país con Chile, se incorporó a las
tropas bolivianas con el grado de coronel. Durante la
invasión chilena, lideró la resistencia civil en la
batalla de Topáter, donde falleció. En la actualidad,
es considerado uno de los más importantes héroes
bolivianos de la Guerra del Pacífico.
Oriundo de San Pedro de Atacama, en ese entonces ubicada dentro del Estado
Boliviano que formaba parte de la efímera Confederación Perú-Boliviana, era hijo
de Juan Abaroa y Benita Hidalgo. Se casó con Irene Rivero y tuvo cinco hijos.
Abaroa era un contador y empresario que trabaja en una mina de plata localizada
en el departamento del Litoral, territorio perteneciente en esa época a Bolivia.

BATALLA DE CALAMA

Eduardo Abaroa Hidalgo fue el primero de los civiles en ofrecerse como voluntario
al coronel de milicias, don Ladislao Cabrera. Se convirtió en su brazo derecho
para los preparativos de la defensa. Cuando todo estuvo listo, Cabrera le aconsejo
que volviese al lado de su familia. El le contesto: “Soy boliviano, esto es Bolivia y
aquí me quedo”. (nota: Según otros documentos, la respuesta de Abaroa habría
tenido lugar en el Consulado de Francia en Antofagasta entre Eduardo Abaroa,
quien dirigía la resistencia civil, y el Coronel Villagrán, a cargo de la ocupación
chilena).
Durante la Batalla de Topáter (23 de marzo de 1879), el primer choque armado de
la guerra, el Coronel Abaroa era parte de una fuerza boliviana excedida en
número, cuya misión era defender un puente (actual puente Topater) que cruza
sobre el río Loa y era la vía de acceso por el lado sur a la ciudad de Calama.
Se lanzó a la lucha con inquebrantable decisión. No le bastó quedarse en una de
las trincheras del Topáter. Cruzó el rio encabezando al mayor Patiño, el oficial
Burgos y los 8 fusileros. Patiño, Burgos y los soldados cayeron prisioneros. El
permaneció en una zanja armado con su Winchester que llevaba desde principio y
de otros dos recogidos de compañeros caídos a su lado. El peón que vino con él
desde San Pedro de Atacama le ayudaba a cargarlos.
El subteniente chileno Carlos Souper narró en una carta que se publicó en un
diario de Valparaíso: "Cuando el enemigo desamparó las trincheras fuimos
avanzando, saltando fosos y cercas, llegando a un cerco chico, donde habían
muchos matorrales y un fosito de 10 varas de largo, con un puentecito de menos
de una vara de ancho por donde había que pasar.
Nos sorprendió constatar que un boliviano desde dentro hiciera fuego a más de
100 hombres, entre caballería y el 2º de línea, que iban a pasar por allí. Pues
amigos, nos dio balas duro y fue imposible pillarlo por mucho que se lo buscaba".
El Coronel Villagrán, a cargo del destacamento chileno y con quien Abaroa se
había entrevistado el día anterior, consideró la acción de Abaroa como temeraria;
pero patriótica, por lo cual al principio dio órdenes de no abatirlo. Sin embargo,
luego de pasadas las horas y con soldados chilenos heridos, conminó a la
rendición a Abaroa. El Coronel Villagrán no podía esperar más, y lanzó un grito a
su oponente:

"¡Ríndase!"

El conminante grito resonó en el Paso Topáter, y la respuesta, plena de orgullo y


llena de la sin razón de los hombres que combaten, tronó en el aire:

"¿Rendirme yo ?... ¡Qué se rinda su abuela, carajo!"

Y en ese grito, con esa respuesta, el ciudadano Abaroa


pasaba a la historia. El Coronel Villagrán no pudo esperar
más ya que las fuerzas de Eduardo Abaroa causaba
muchas bajas al ejército chileno y fue muy difícil dar con
él entre las trincheras. El Coronel Villagrán ordenó el
disparo de los fusiles. Lo impactaron 3 disparos, por lo
cual quedó tendido y mientras intentaba seguir
disparando, murió ante el asombro de los soldados
chilenos que lo veían como una gran amenaza, junto a él
cayeron 20 bolivianos.
Terminada la batalla, el cuerpo de Abaroa fue enterrado con honores militares por
el Ejército chileno, el día 23 de marzo en el cementerio de Calama. Su entierro fue
hecho con honores de héroe efectuándose veintiún disparos en su honor y siendo
envuelto en la bandera chilena a falta de una bandera boliviana para este póstumo
homenaje.
Biografía de Simón Bolívar
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y
Blanco (Caracas, 24 de julio de 1783nota 13-Santa Marta, 17 de diciembre de
1830), mejor conocido como Simón Bolívar (
pronunciación (?·i)), fue un militar y político
venezolano, fundador de las repúblicas de la
Gran Colombia y Bolivia. Fue una de las
figuras más destacadas de la emancipación
hispanoamericana frente a España.
Contribuyó a inspirar y concretar de manera
decisiva la independencia de las actuales
Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá,4
Venezuela y la reorganización del Perú.

En 1813 le fue concedido el título honorífico


de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela, que, tras serle ratificado en
Caracas ese mismo año, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar
adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era
«el hombre de las dificultades» en una carta dirigida al general Francisco de Paula
Santander en 1825.

Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como


una gran confederación política y militar en América, de la cual fue presidente.
Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el Hombre de América y una
figura de la historia universal. Dejó un legado político en los países
latinoamericanos, algunos de los cuales lo han convertido en objeto de veneración
nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas,
monumentos, parques, plazas, etc. Sus ideas dieron origen a la corriente política
del bolivarianismo.

Simón Bolívar
(Llamado el Libertador; Caracas, Venezuela, 1783 - Santa Marta, Colombia, 1830)
Caudillo de la independencia hispanoamericana. Nacido en una familia de origen
vasco de la hidalguía criolla venezolana, Simón Bolívar forjó su ideario político
leyendo a los pensadores del empirismo y la ilustración (Locke, Montesquieu,
Voltaire, Rousseau) y viajando por Europa. En París tomó contacto con las ideas
de la Revolución Francesa y conoció personalmente a Napoleón y al naturalista
alemán Humboldt.
Simón Bolívar
Afiliado a la masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 juró en Roma
que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y aunque
carecía de formación militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal
dirigente de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas;
además, suministró al movimiento una base ideológica mediante sus propios
escritos y discursos.

En 1810, aprovechando que la metrópoli se hallaba ocupada por el ejército


francés, se unió a la revolución independentista que estalló en Venezuela, dirigida
por Francisco de Miranda. El fracaso de aquella intentona obligó a Simón Bolívar a
huir del país en 1812; tomó entonces las riendas del movimiento, lanzando desde
Cartagena de Indias un manifiesto que incitaba de nuevo a la rebelión, corrigiendo
los errores cometidos en el pasado (1812).

En 1813 emprendió una segunda expedición militar, la «Campaña Admirable»,


que entró triunfante en Caracas; de ese momento data la concesión por el
Ayuntamiento del título de Libertador. Aún hubo una nueva reacción realista, bajo
la dirección de José Tomás Boves, que reconquistó el país para la Corona
española, expulsando a Bolívar a Jamaica (1814-1815). Pero Bolívar lanzó una
tercera revolución entre 1816 y 1819 que le dio el control efectivo de gran parte del
territorio; dos años después, tras una tregua, aseguraría la independencia de
Venezuela al derrotar a los españoles en la batalla de Carabobo (1821).

Bolívar soñaba con formar una gran confederación que uniera a todas las antiguas
colonias españolas de América, inspirada en el modelo de Estados Unidos. Por
ello, no satisfecho con la liberación de Venezuela, cruzó los Andes y venció a las
tropas realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819), que dio la
independencia al Virreinato de Nueva Granada (la actual Colombia).

Reunió entonces un Congreso en Angostura (1819) que elaboró una Constitución


para la nueva República de Colombia, la cual llegaría a englobar lo que hoy son
Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; el mismo Simón Bolívar fue elegido
presidente de esta «Gran Colombia». Luego liberó el territorio de la Audiencia de
Quito (el actual Ecuador) en unión de Antonio José de Sucre, tras imponerse en la
batalla de Pichincha (1822).

En aquel mismo año Simón Bolívar se reunió en Guayaquil con el otro gran
caudillo del movimiento independentista, José de San Martín, que había liberado
Chile y penetrado en Perú hasta ocupar la capital, sin lograr pese a ello la
rendición de los realistas. Se trataba de estudiar la forma de cooperar en la
liberación del Perú, pero ambos dirigentes chocaron en sus ambiciones y en sus
apreciaciones políticas; San Martín, que se inclinaba por crear regímenes
monárquicos encabezados por príncipes europeos, renunció a entablar una lucha
por el poder (poco después se marcharía a Europa), dejando el campo libre a
Bolívar.

Bolívar pudo entonces ponerse al frente de la insurrección del Perú, último bastión
del continente en el que, aprovechando las disensiones internas de los rebeldes,
todavía resistían los españoles. Tras derrotarlos en Junín (agosto de 1824), en
diciembre de 1824 obtuvo la más decisiva de sus victorias en la batalla de
Ayacucho, que determinó el fin de la presencia española en Perú y en toda
Sudamérica. Los últimos focos realistas del Alto Perú fueron liquidados en 1825,
creándose allí la República de Bolívar (actual Bolivia).

Bolívar, presidente ya de la «Gran Colombia» (1819-1830), lo fue también de Perú


(1824-1826) y de Bolivia (1825-1826), implantando en estas dos últimas
Repúblicas un modelo constitucional llamado «monocrático», con un presidente
vitalicio y hereditario. Sin embargo, los éxitos militares de Bolívar no fueron
acompañados por logros políticos comparables. Su tendencia a ejercer el poder de
forma dictatorial despertó muchas reticencias; y el ambicioso proyecto de una gran
Hispanoamérica unida chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos
virreinatos, audiencias y capitanías generales del imperio español, cuyas
oligarquías locales acabaron buscando la independencia política por separado.
Biografía de Cristóbal Colón
Cristóbal Colón es el nombre con el
cual es ampliamente conocido el
navegante y cartógrafo italiano,
llamado Cristoforo Colombo. No hay
duda de que Colón pasó a la historia
como el descubridor del denominado
Nuevo Mundo, es decir, por haber
realizado el descubrimiento de
América. Sus viajes oceánicos
abrieron el camino para el
descubrimiento, la colonización y la
explotación de un nuevo continente; en lo que se constituye como el
descubrimiento más importante de la historia moderna.

Se estima que Cristobal Colón nació en el año de 1451 en Génova, Italia; hijo de
Domenico Colombo y Suzanna Fontanarrosa, recibió por nombre el de Cristoforo
Colombo.

Según relatos del mismo Colón, su experiencia como navegante empieza a los 14
años de edad, para ese entonces ya andaba embarcado en alta mar,
específicamente en galeras genovesas que cruzaban el Mediterráneo. En 1470
hizo las veces de pirata al servicio de René d’Anjou, y años más tarde arribaría a
la isla griega de Kios.

En uno de sus viajes, en 1476 naufraga y desembarca en tierras portuguesas; es


famosa la historia que indica que nadó con la ayuda de un remo. Ya en Lisboa,
trabajó como agente de una casa naviera, y empezó a acortar su apellido, algunas
veces como Colomo, y otras como Colom.

Se dice que en convento de Santos conoció a quien sería su esposa, Felipa


Perestrello Moniz, hija del gobernador de la isla de Porto Santo, en Madeira y de
origen genovés. Su matrimonio se dio en el año de 1477, sin embargo, murió un
año más tarde justo después de nacer su hijo Diego.

Bajo la influencia de su suegro, Colón ya demostraba un gran interés por los


aspectos geográficos de la navegación, y desde entonces soñaba con una
travesía marítima que lo desembarcara en los lejanos reinos de oriente.
De su experiencia en navegación en mismo Colón hace una poco modesta
descripción:

Alrededor de 1483, Cristobal Colón expuso su propuesta para navegar hasta Catai
(China) y Cipango (Japón), al Consejo Real Portugués. Sin embargo, una junta de
matemáticos rechazó la empresa, se dijo que por incierta.

En 1484, Cristobal Colón, Colomo por ese entonces, viajó a Castilla en compañía
de su inseparable familia, su hijo Diego y su hermano Bartholomeo.
Desembarcaron en Palos, lugar en el cual tuvo la oportunidad de conocer y
compartir con el prior Juan Pérez, ex confesor de la reina Isabel; del mismo modo
conoció a fray Juan Marchena, superior de la Orden de Sevilla, experto amante de
la astronomía y la cartografía.

Su proyecto de navegación logró convencer a ambos monjes, quienes lo


recomiendan a la corte de Castilla.

Colom, era un hombre hábil, consiente de su condición y del contexto, empezó a


castellanizar su familia, primero él se hizo conocer como Cristóbal Colón, luego su
hermano Bartolomé y Giacomo, su otro hermano, como Diego. Así entonces, en la
primavera de 1486, fue recibido por la reina Isabel I de Castilla y Fernando II de
Aragón en su corte en Córdoba; de este primer encuentro, las recomendaciones a
Colón fueron: tiempo y paciencia.

En 1488 nación Hernando, su segundo hijo con una nueva amante, Beatriz
Enríquez, mujer 20 años menor que él.

Al reunirse nuevamente con los cortesanos, Cristóbal Colón apostó más fuerte,
incluso solicitó ser nombrado Almirante de la Mar Océana, pretensiones que a
todas luces podrían resultar descabelladas, además de ser nombrado Virrey y
Gobernador de las tierras descubiertas; solicitó tener derecho a una décima parte
de todo el oro y otros tesoros encontrado, la octava parte de los beneficios de las
empresas comerciales y el derecho de intervención en las disputadas mercantiles
que se suscitarán. Las pretensiones de Colón, que podrían terminar por cancelar
la empresa naviera; por el contrario, fueron una fiel muestra del convencimiento y
la determinación del genovés, de manera que la reina Isabel I de Castilla terminó
por aceptar sus descabelladas condiciones, tal como se puede constatar en las
capitulaciones de Santa Fe.

El primer viaje de Colón tuvo que ser financiado casi que en su totalidad por la
Santa Hermandad; un poderoso cuerpo de policía tuvo que prestar a los reyes
1.140.000 maravedíes, con un interés del 14% en dos años. Por su parte, Colón
invertiría 250.000 obtenidos de comerciantes y la comunidad de Palos, la cual
además aportó dos carabelas.

El 3 de agosto de 1942 zarpó la pequeña flota con rumbo a Asia. Una nao, la
Santa María; y dos carabelas, la Pinta y la Niña, junto a 90 hombres. Su primer
arribo se hizo a Canarias, lugar en el que se repararon los barcos, reanudando el
viaje el 6 de septiembre, un viaje que presentaría conatos de amotinamiento y
creciente desesperación en la tripulación; sin embargo, el 12 de octubre de 1942
se avistó tierra.

La tierra avistada en la cual desembarcó la tripulación, era la isla Guanahaní,


Cristóbal Colón de inmediato la bautizó con el nombre de San Salvador. La
expedición prosiguió en búsqueda de oro y bautizando tierras a su paso. El 27 de
octubre llegarían a la costa norte de Cuba, nombrándola Juana; luego a Haití, a
quien llamó La Española.

Era navidad de 1492, momento en el cual la Santa María encalló, dejando sus
restos, los cuales fueron utilizados para erigir el Fuerte Navidad, el primer
asentamiento occidental en La Española. Antes de regresar a Castilla, Colón dejó
a 39 hombres en el Nuevo Mundo. Llegó a Lisboa el 3 de marzo y desembarcó en
Palos el 15 del mismo mes.

Cristóbal Colón realizaría tres viajes más al Nuevo Mundo. Luego del tercer viaje
regresaría Castilla preso ante las reclamaciones sobre supuestos abusos
cometidos por él y su hermano Bartolomé, aunque los reyes ordenarían su
liberación, fue privado de ejercer el rol de gobernador el cual se encontraba
estipulado en las capitulaciones.

Al perder el litigio por sus derechos, que consideraba vulnerados, Cristóbal Colón
se retiraría a Valladolid, cansado, enfermo, pero con muy buenos réditos
financieros, murió el 20 de mayo de 1506, entre la indiferencia de la gente, y sin
conocer que había descubierto un nuevo continente, murió convencido de haber
descubierto una nueva parte de Asia oriental.

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