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CULTURA

Restos humanos de más de 12 mil años se exhiben en Cancún


 Domingo, 27 de Julio de 2014
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*** La muestra El Hombre Temprano en el Centro de México abrió este


fin de semana en el Museo Maya de Cancún, con ejemplares de la
Osteoteca del INAH

 *** Se presentan 6 cráneos, 2 esqueletos y huesos desarticulados, cuya


antigüedad va de los 12,700 a los 4,500 años A.P. (antes del presente)

Las colecciones de la Osteoteca de la Dirección de Antropología Física del


Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) salieron de la capital
del país para compartir con el público de Quintana Roo una exposición de
antropología física, en la que se reúnen los restos óseos originales de los
individuos más antiguos que se han descubierto en el Centro de México.

El Hombre Temprano en el Centro de México abrió este fin de semana en el


Museo Maya de Cancún. Fue curada por el antropólogo José Concepción
Jiménez, y se integra por seis cráneos, dos esqueletos completos y huesos
desarticulados de dos mujeres y seis hombres adultos, cuya antigüedad va de
los 12,700 a los 4,500 años A.P. (antes del presente), fechamientos obtenidos
en laboratorios de carbono 14.

Los cráneos corresponden al Hombre de Chimalhuacán (10,500 años),


encontrado en 1984 en el municipio del mismo nombre; el Hombre de
Balderas (10,500 años), descubierto en 1968 en la calle de Balderas durante
las excavaciones realizadas para construir la Línea 1 del Metro, en la Ciudad
de México; el Hombre de Tlapacoya (12,000 años), localizado en 1968, en el
cerro de Tlapacoya, Estado de México.

También se exhiben los cráneos del Hombre de Texcal (7,480 años), hallado
en 1964 en la Cueva de Texcal Valsequillo, en Puebla; el Hombre de San
Vicente Chicoloapan (4,500 años), encontrado en 1955, en el poblado del cual
se tomó su nombre, en el Estado de México; y el Hombre de Tepexpan (6,200
años), descubierto en 1947 en los limos lacustres del lago de Texcoco, en el
Estado de México.

Asimismo, se incluyen los esqueletos completos del Hombre de


Chimalhuacán (10,500 años, aún sin confirmar por el método de carbono 14)
y de la Mujer de Texcala (7,200 años A.P.), ésta junto con huesos
desarticulados que también se encontraron asociados.

Como parte de la museografía, un mapa de la Cuenca de México indica los


sitios en donde se localizaron los cráneos, fotografías de los lugares de los
hallazgos y una animación digital que recrea cómo pudieron haber vivido los
primeros grupos humanos en lo que hoy es el centro del país, y otro plano
describe las rutas de migración del hombre por el continente americano.

Cabe destacar que los ejemplares óseos, resguardados por la Osteoteca de la


Dirección de Antropología Física del INAH, con sede en el Museo Nacional
de Antropología, se mantienen en condiciones de conservación especiales para
su correcta preservación.

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