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Obra de teatro

La sirena y el Erizo
Cierto día en el fondo del mar se encontraba una sirena haciendo sus tareas de
todos los días peinar su cabello limpiar sus escamas y ayudar a los peces del
coral en el coral se encontró con un pequeño erizo
Sirena-dice pequeño erizo necesito tu ayuda levántate
Erizo-¿qué quieres linda sirena? tu cabello rojizo irradia mucha luz
Sirena- ¡mi cabello! no he podido peinarlo, no alcanzo.
Erizo- ¿tú cabello? pero no soy un peine. Solo soy un erizo
sirena-Eres lo más parecido a lo que necesito justo ahora
Erizo-creo que no es necesario pero puedes agarrarme Y pasarlo por tu hermoso
cabello. Sería un gusto para mí.
La sirena tomó el Erizo y sintió un pinchazo en su dedo de repente. Luisa se
despertó de su sueño quedó sentada en su cama con su cabello rojo rizado y noto
que su perro la estaba mordiendo.
Luisa- ¡Ahh Itachi! ¿Qué haces mordiéndome? Luisa mira la hora y se da cuenta
que son las 9:00 de la mañana.
Luisa- ¡Oh lo siento! - sobando su cabecita- No te he dado tu comida-
Se levanta de la cama y se va a servirle la comida a su querido perro. Cuando
llega a la cocina se da cuenta que su mamita Micaela le había dejado unas
galletas horneadas para ella que es su amor.
Luisa- ¡Qué linda mi mamita!
De repente suena el teléfono y recibe una llamada de un policía su mamita había
tenido un accidente mientras recibía Esa llamada tus lágrimas bajaban por su
rostro colgó el teléfono rápidamente y salió corriendo a buscar su chaqueta y las
llaves del auto para ir al hospital
Al llegar al hospital encontró a su mamita muy herida
Mamita con voz entrecortada - tranquila princesa No te preocupes yo estoy bien
solo me quedé dormida manejando
Luisa - ¿Dormida? Está todo bien? No tienes nada malo?
Entra la doctora
Doctora- Hola, soy la doctora de Ede, tuvo un accidente que comprometió su
extremidad inferior derecha, tuvimos que amputarla
Luisa soltó un sollozo - mamitaaa-
Mamita - tranquila preciosa, estoy bien, todo saldrá bien.
Doctora- Sí, tendrá citas con el fisioterapeuta y todo mejorará pronto.
Pasaron dos días mientras se recuperaba su mamita, Luisa estuvo con ella todo el
día. Luego de varias citas y de meses recuperándose, fueron de vacaciones a San
Andrés.
Luisa- que bien, nunca he ido al mar.
Mamita- me alegra que cumplamos este sueño juntas.
Ya en el mar, fueron a visitar el coral que hay allí.
Se prepararon, practicaron e iniciaron su aventura.
Luisa- Que hermosas criaturas.
Mamita- Quédate quieta, tienes algo en tu cabellera rojiza.
Luisa comienza a gritar- ayúdame, ayúdame, quítalo, qué es?!
Mamita- mira lo que llevabas prendido en tu cabello- y le muestra un erizo.
En seguida Luisa recuerda su sueño el día del accidente de su mamita.
Luisa- Gracias querido Erizo por tu ayuda, apareciste aunque no soy una sirena.
Vuelve al mar pequeño.
Fin

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