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B6 B6

,-; l XPTJ ¡-Q Ai:ynJ' n: 1-'0t:iz., r_' t:r!u i::J.Lf.LF:Z'n:~· ~;~Tl. yó:p FÍL:nt;. 1 Es necesario que lo que es (para) decir y (para) pensar
sea, pues es (para) ser,
¡.rr¡Úél' ()' otiK i::<TTLV' TCÍ' if• t;y(V </J{Já(,t:CT0cu áU(úyO:.
2 pero (lo que) nada (es) no es (para ser). A estas cosas
.
:rrfJÚJTY]<; yáp cr' c·Hp· ó8oil To:Ún]<; 8t{T¡uw'} <~::L'pyw>,
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te ordeno poner atención,
crVTüp E:íiELT~ (iJTO Ti¡<;, ijv 8+¡ {3poroi ..df5ón:~ oiii5éu 3 pues de esta primera vía de investigación te (aparto),
4 y luego también de aquélla por la cual los mortales que
. 5 JTf..Ú:TíOVíü'L, OiKpO!.VOL" af.LYJXO:.l-'ÍY} yáp év n-ÜrWv
nada saben
urT¡8ea-o.-' i0Úl!EL n). . a:KTÜV vóov· ol 8€ (fwpoüvrca 5 yerran, bicéfalos, porque la inhabilidad en sus
KW<j;oi Ó¡J.W<; íVíjJAoi TE, n::OY)TiÓTE')~ 6:Kpt-ra </JiJf...('(, 6 pechos dirige su mente errante. Son arrastrados,
7 sordos y ciegos a la vez, estupefactos, una horda sin
ole; rO 7iÉ"i\c;u; TE .Kai oVK dvcu nxVrOv J'f:l/Úf.LL(TTCiL
discernimiento,
KoV rcn)róv, iTáL-'TWl-' Oi: ¡¡a,l\ívrpo;rór:; t':(TTf. Kt-:>v-;uOo-;. 8 que considera al ser y no ser lo mismo
9 y no lo mismo. La senda de todos ellos es revertiente.

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86 PARMENIDES FRAGMENTO B6 87
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logias, especialmente en los pasajes en que cabría haber-
las introducido, como p. ej., B2.3, B8.2, B8.16. En estos
tres versos llama fuertemente la atención el que se omita
-en forma algo artificial- el sujeto de la oración, el sujeto
requerido por el predicado "es". Además, la tautología "lo
Comentario que es es" resulta obvia y no requiere una fundamentación.
Sin embargo, como lo indica la partícula gar, "pues", la
segunda mitad ele B6 .1 intenta dar una fundamentación ele
B6 .1-9 Jo inmediatamente anterior. Por otra parte, la versión (b)
supone traducir el participio griego eon, "(lo) que es", por
un infinitivo castellano ("ser") para luego asignarle como
·Luego de dos fragmentos (B4 y BS) cuya inserción en predicado una forma del verbo "ser" en griego (emmenai),
el contexto es incierta, volvemos al proceso de distinción, tn1clucicla ahora mediante el verbo "haber". Al final ele! L.
adopción y rechazo de las vías posibles para la investiga- verso, en cambio, el infinitivo castellano no traduce un par-
ción filosófica. El fragmento B6, por su contenido mismo,
parece estar estrechamente ligado a B2 y B3. En ellos se·
ticipio sino un infinitivo griego ("pues es posible ser, ¡.,
einai"). Sí se dan pasos como éstos, creo que será muy
·presentó primero la disyuntiva de dos, y solamente dos vías,
difícil mantener una política coherente para traducir for- ~

que es dable concebir. Nos hemos referido a ellas como la mas nominales y formas fhi tas ele ei11ai o emmenai. '
Vía A y la Vía B. Enseguida se descartó una de ellas, la que .......
sostiime que el objeto de investigación no es, no existe; es En virtud de todas esta; consideraciones, especialmente
decir, ']a Vía B. La razón aducida para justificar esta ex- las relativas a la interpretación de los infinitivos, me parece
mucho más probable que e 1 el caso ele B6 .1 estemos nue-
[
clusión es el principio que encontramos formulado en B3:
vamente ante la constnrc< ión sujeto+ forma del verbo
sólo 'puede ser pensado lo que puede ser y vice versa.
Las primeras palabras de B6 suelen ser traducidas de
·
"ser"+ infinitivo. El lector especializado podrá consultar
las notas donde se explica exactamente la interpretación
r•.
una manera tal, que \su relación con la secuencia de pen- de la construcción ele B6 .1 1 la cual he adherido. Avance-
1
samiento que acabo de señalar queda radicalmente oscure-
cida.
mos ahora hacia la argun1e '1tación filosófica que se des· [
pliega ante nuestra vista.

l~'
Me refiero a versiones como las siguientes: (a) "Es
Si mi interpretación es ce rrecta, el primer verso sostie-
necesario decir y pensar que lo Ente es; pues es el Ser" o
1 (b) "Es necesario decir y pensar que hay ser; pues es po-
ne que si algo es para decir y para pensar, o sea si algo es
decible y pensable, se sigue necesariamente que es, que
sible ser". Estas versiones tienen, por cierto, contrapartidas existe. No es difícil percibir e ue ésta es una consecuencia
L.A
en otros idiomas modernos. Me parece muy improbable, sin eJe B3 análoga al rechazo ele l r Vía B. Tal vez •una presen-
embargo, que sean correctas. tación ligeramente formalizac a permite ver mejor dicha
En primer lugar ponen en boca ele la diosa una tauto-
1 analogía:
[
logía (lo que es es", "hay ser", al menos bajo una interpre- l...,
¡ /
tación posible de esta oscura afirmación), en circunstancias
de que la diosa parece evitar cuidadosamente las tauto-
,~ [

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"'
88 PARMENIDES FRAGMENTO B6 S9

Esta manera de concebir la dificultad supone empero


Rechazo de la Vía B haber rechazado ya algunos principios sobre los cuales se
basa el pensamiento parmenídeo, principios que permiten
(1) , Para todo x, x es para pensar si y sólo si x es para inferir la equivalencia entre realidad y posibilidad. Sostener
existir. (B3) que algo puede existir equivale para Parménides a sostener
Un objeto posible de indagación O es para pensar-si y que existe y que existe necesariamente dada su aceptación
sólo si O existe. (Instanciación de B3) de una disyunción radical y excluyente en el punto de par-
O no existe. (B2. 3) tida: algo es y es necesariamente o no es y no es necesa-
O no es para pensar. (B2. 7-8, una consecuencia de riamente (B2. 3 y S). Lo eliminado al inicio es la noción
[2] y [3]) de posibilidad o potencia. Posibilidad de, ser, realidad y
necesidad, son nociones coextensivás, al igual que posibi-
lidad de no ser, irrealidad e imposibilidad.
Parménides apela en más de una oportunidad a la dis-
yunción aludida (cf. B8 .16) y sin duda está presente en su
Para todo x, x es para pensar si y sólo si x es para mente en B6. 2. Lo que nada es o la nada (meden), es decir,
existir. (B3) lo contrario a lo que es decible y pensable, lo que no ofrece
Un objeto posible de indagación O es para pensar si ningún contenido al pensamiento, "no es para· ser", por lo
y sólo si O existe. (Instanciación de B3) tanto es para no ser. Esto no quiere decir que la nada
O es para pensar (y decir). (B6 .la, una premisa in- ppdría no ser, quiere decir simplemente que no existe y
dependiente) que no puede existir. Si no hay alternativa entre ser y no
O existe. (B6 .la, una consecuencia de [2] y [S]) -s<:r, . se sigue necesariamente que lo accesible al pensa-
miento y al lenguaje es, existe. Un examen crítico de esta
Dentro del amplio margen de incertidumbre en que se inferencia debe ser relegado a un apéndice.
mueve todo intérprete dy Parménides, me atrevería a decir · .· En el fragmento B2 la diosa le indicó a Parménides que
que la segunda de las deducciones es una interpretación hay una vía que resulta intransitable para la indagación
correcta de B6. 1, porque al final de este verso aparece li- filosófica, la Vía B, que toma como punto de arranque la
teralmente una parte de B3 ("es para ser") fácilmente no existencia del objeto investigado. Ahora (B6. 3-4) le re-
identificable como uno de los miembros de la conjunción cuerda esa primera advertencia y lo pone en guardia frente
11
10 mismo es para pensar y para ser". a una segunda vía intransitable, una vía que es caracteri-
Ante los ojos del lector postaristotélico surge por cierto zada mediante una acumulación de epítetos despectivos
una dificultad lógica de primera magnitud en el paso de una sobre quienes la siguen.
premisa que expresa que algo es pensable a una conclusión Es una vía sobre la cual vagan (plattontai) sin direc-
que dice que algo existe, invocando como premisa auxiliar ción precisa los mortales que nada saben (eidotes ouden).
la aserción de que ese algo puede existir. Es posible con. El uso de la palabra "mortales" (brotoi) evoca lo dicho
cebir cosas que podrían existir (p. ej., un país entre Chile ,.., en Bl. 30 sobre las opiniones que la diosa contrasta con la
1"-, verdad. Parménides será instruido en ellas pese a que no
y la Argentina) y que sin embargo no existen. La inferencia i .,_j
de la posibilidad a !a realidad sencillamente no es válida. contienen nada digno de confianza. Aparentemente la diosa

1
-,

90 PARMENIDES FRAGMENTO B6 9!
1
está aludiendo nuevamente a esas opiniones al introducir o Chipre no existen. Aparentemente lo que hace Parméni-
una segunda vía vedada. A ellas volverá nuevan1ente una vez
que haya expuesto en BS la vía de la verdad.
des es interpretar una conjunción de esta naturaleza como
conducente a una identificación de las nociones de exis-
1
tencia y no existencia del mismo tipo ele cosas, en este
Aquí en B6 la diosa acusa despectivamente a los morta-
. les de ser bicéfalos (dikranoi), de mirar en direcciones caso, leones. Pero corno la conjunción, además, está for-
mada por una afirmación y una negación diametrahnen te
1
opuestas, como mucho después los romanos representarán
al dios Jano. Su mente (noos) es arrastrada errante por
·su falta de recursos (amejanie). Son sordos y ciegos, gente
opuesta, el sostener ambas cosas al unísono puede inter-
pretarse a la vez como señalando la diferencia entre ambas l
estupefacta y akrita, incapaz de hacer la krisis, el discerni- nociones: los mortales no disciernen que la conjunción de
miento fundamental entre "es o no es" (B8. 15-18). ¿Por
qué todos estos insultos? Porque "consideran el ser y no ser
ser y no ser es totalmente inadmisible y no debe ser usada
ni siquiera para expresar una diferencia entre ambos. El
1
andar de todos los mortales, vale decir, de todos aquellos
lo mismo y no lo mismo".
¿Qué se quiere decir con esto? A primera vista el térmi-
que no siguen las instrucciones precisas de la diosa, es
pali11t ro pos, "rever ti en te", "regresivo" pues consiste en dar
1
no "mortales" es lo suficientemente extensivo como para
pensar que el ataque no está dirigido contra un filósofo en
particular sino contra el común de la gente. Pero, se obje-
uri paso hacia adelante para luego dar un paso atrás. Y eslo
es fútil.
I
De lo anterior fluye que la segunda vía rechazada (y
tará, el mortal común no suele hacer enunciados sobre el
·ser o sobre su identidad con el no ser. Esto es sin düda que podemos llamar la Vía C) no se debe entender como
una simple conjunción de la Vía A y la Vía B (esta última,
l
verdadero, sin embargo podría ser Parménides el que está
generalizando en estos términos a partir de algo que· los
~1ortales efectivamente dicen y piensan. Investiguemos esta
cabe recordar, fue la primera vía que la diosa rechazó).
Su caracterización es algo más compleja y podría represen- 1
hipótesis. tarse así:
En un interesante tratado posterior a Parménides lla- (A=B) &·- (A=B) l
mado Dissoi Logoi,\"Argumentos Dobles" hay tal vez un
Si mis conjeturas acerca c:e cómo se llega a esta fórmu-
reflejo del tipo de aserciones que Parménides está atacando
en fonna general. Observemos el siguiente párrafo:
la son correctas, es decir, si Parménides interpreta Ia
conjunción como identificació"l y la yuxtaposición de afir-
1
11
las mismas cosas existen y no existen,
':/

pues las cosas que existen aquí no existen


mación y negación como recbtzo de la identidad, entonces
cabe esperar una toma de pm ición más explícita frente a l
la conjunción de ser y no ser (el rechazo de su identidad
en Libia, ni las (que existen) en Libia
(existen) en Chipre. Lo mismo vale para
no aparece como algo de su y', problemático). Es precisa-
mente lo que encontramos al comienzo de B7 y una r<1zón
l
los den1ás casos. I:~n consecuencia, las co-
importante para pensar que e 1 la estructura original del
sas existen y no ec:isten". (90 AS. 5)
poema ambos fragmentos ocu o aban lugares no muy clis-
tarites el uno del otro.
'
En una conversación 10rmal nadie dice, por ejemplo,
que su manto existe y no ,,xiste, pero no sería extraño que l
alguien dijese que en Libi:t existen leones y que en Atenas
l
~

92 PARMENIDES FRAGMENTO B6 93
aquí se desprende que (!) el participio, cuyo papel es habitualmente
el de funcionar como una expresión referencial para objetos singu-
lares, debe ser traducido por una expresión castellana que pueda ser
usada de la misma manera. Para el caso particular del verbo "ser"
lo adecuado es el empleo de expresiones tales como "lo que es", "lo
Notas ente''. El inveteradO hábito de traducir el participio mediante "el ser"
produce a menudo confusiones difíciles de disipar. (2) El infinitivo,
en cambio, si bien puede jugar un papel referencial, sobre todo
. Fuentes de B6: cuando lleva el artículo definido, es usado a menudo desempeñando
otros roles, algunos de los cuales (p. ej. en las oraciones subordina·
B6 .1 b-9 Simplicio, hz P!zys. 117.4-13. das de infinitivo) deben ser traducidos por formas finitas del verbo
correspondiente en castellano.
B6.1-2 Simplicio, In Plzys. 86.27-28.
Es necesario que lo decible y pensable sea: la construcción sub·
· B6. 8-9a Simplicio, 1n Phys. 78.3-4. yacente a esta traducción, que creo es la correcta, consiste en tomar
B6.1: la versión (a) ("Es necesario decir y pensar que lo Ente jre, "es necesario'', como verbo principal, to legein te ;zoien t'eon
es") es la empleada por Montero· Molíner. Supone la siguiente cons- como sujeto de una oración de infinitivo y emmenai como el verbo
trucción: la forma impersonal jre, "es neceSario", es considerada de dicha oración. El sujeto a su vez se descompone como sigue: el
como el verbo principal que subordina dos infinitivos (legehz, ."de- artículo to va con eo11, "lo que es" y los infinitivos son infinitivos
.. cir" y noein, "pensar") gobernados por un único artículo (to). ·A finales "para decir", "para pensar". Es verdad que no ha sobrevivido
éstos se subordina a su vez una oración de infinitivo cuyo Sujeto ningún escrito de la antigüedad que ofrezca un paralelo exacto de
es eon "(lo) que es", "(Jo) ente" (sin artículo) y cuyo verbo es el esta construcción en que los infinitivos finales dependen de un par-
infinitivo emmenai, una forma arcaica de "ser". La construcción es ticipio y no de una forma finita de einai. Cf. Tarán [10] p. 55. Pero
gramaticalmente aceptable de modo que las razones para optar en la construcción parece ser una transformación natural de una cons-
contra de ella· no obedecen a consideraciones gramaticales sino trucción bien atestiguada. Si hay un objeto del cual es dable decir
que dependen de atgumentos como los que he ofrecido en el comen- "esto es para pensar" (touto es ti noein), nada impediría formar en
tario, vale decir, de la manera de interpretar el discernimiento de griego una expresión referencial para denotarlo. Esta sería to noein
las vías en su conjunto. El Punto de partida de B8 ("es") no puede eon, "lo que es para pensar". Cf. Furley [181] p. 11 quien sugiere que
ser una tautología sino que es una conclusión y esa conclusión no a partir del verso 419 de los Persas de Esquilo,
está anticipada en B6. Por'-yl contrario, este fragmento y el siguiente thalassa d'quket' en idein
proveen importantes premiSas que conducen a dicha conclusión. Por "ya no era posible ver el mar"
este último motivo me inclino a descartar también la versión de
se podría construir la frase derivada participial
Tarán [JO] p. 58, que supone tomar emmenai con jre quedando eon
como objeto de legein y de 1zoein: "it is nccessary to say and to thalasses ouket'ouses idein
think Being". Esta afirmación es, me parece, equivalente al comien- literalmente,
zo de B8 sin transformarlo en la tautología de la versión (a) ("lo "el mar no siendo ya para ver".
Ente es"), La versión que en el comentario he designado como (b) El ejemplo resulta opaco en castellano porque para traducir par-
es la de N. L. Cordero. Para estudiar otras maneras posibles de cons- ticipios griegos en posición predicativa no tenemos más remedio
truir la estructura gramatical de B6. 1 véase Graeser [195] p. 149, que oscilar entre gerundios y frases nominales. Lo interesante para
quien se apoya en Jantzen [83] p. 121. nuestros propósitos es que esta especulación gramatical de Furley
.Una política coherente para traducir las formas c{e einai: ·con hace plausible la combinación de un participio de einai con infini-
esta afirmación programática sólo quiero llamar Ja atención sobre tivo finaL
las confusiones que se producen en el estudio del pensamiento griego
Pues es para ser: dado el paralelismo con B3 me parece que
si se pierde de vista que en griego el participio y el infinitivo de un
verbo normalmente desempeñan roles semánticos diferentes. De S difícilmente podría ser correcta la traducción de B6. lb mediante

l
94 PARMENIDES FRAGMENTO B6
-----,
"pues es el Sern (Montero Moliner). Esta versión supone introducir guirla de una segunda vía que es rechazada en B6. Puesto que
95
Ll
E,
un artículo que no está en el texto y predicar del infinitivo del verbo en B2 ya tuvimos b experiencia del rechazo de una vía, vale decir
"ser" una forma finita del n1ismo. Es muy improbable que Parméni- de la Vía B, lo más probable es que aquí tengamos una alusión a
des haya querido dar aquí este paso pues él parece reservar las ésta. La Vía B obviamente coincide con 1a vía de lo que no es p:Jra
formas finitas de "ser" para algo que no tiene las características

~
ser, la vía de lo que no es y por ende no es nada. La tesis de
de una acción referida en abstracto sino más bien el status de un Tarán [10] p. 61 ele que aquí la diosa estaría pidiéndole a Parméni.
sujeto singular, como se verá al examinar BS. Por otra parte cabe des que abandone temporalmente la Vía A me parece inverosímil
también mencionar que la aserción "el Ser es" resulta casi tan inte-

--.
y ha sido mayoritariamente rechazada. Cf. Furley [181] p. 10 n-30.
ligible como "el caminar camina" o "el volar vuela" debido a lo que

,
se podría llamar un error categorial: el predicado en estos casos es U1w segunda vía intra11sitable: el haber identificado la segunda
aplicado a un género de cosas que no coincide con el género de cosas vía rechazada con una tercera vía parmenídea, lo que he llamado
del cual éste es obviamente verdadero o falso ("el niií.o camina", "el la Via C, se debe a K. Reinhardt [46] pp. 36-46. Su caracterización
ave vuela"). La versión de Cordero ("pues es posible ser") es co- 1
empero de la Vía B supliendo para ella como sujeto "el ente" (das
. rrecta, en mi opinión, siempre que se la tome como equivalente a Seiende), la hace en definitiva indeferenciable de lo que él considera
"es--posible (que algo, lb decible y pensable) sea" y no como una
aserción más general acerca del ser o ele cualquier sujeto posible.
(Lo que) nada (es) 110 es (para ser): traduzco de esta manera
la oración meden d' ouk esú (B6.2a). Las primeras dos inserciones
lo definitorio de la Vía C, es decir la conjunción de la afirmación v
negación del predicado "es" ("el ente es y no es"·, porque la afirm;.
cióri 1 'el ente no es" contiene va la contradicción básica manifestada
por esa conjunción. En su rvecreación del pens: miento de Parmt:-
nides, Reinhardt le atribuye gran peso a la trae ición eleática que,
-..
~
("lo que", "es") me parecen necesarias para evitar el uso de la en su opinión, aparece reflejada en el tratado dt Gorgias Sobre lu
"'expresión "la Nada", con todo lo que ésta conjura dado su seudo- que no es (82 B3 _67 ss.).
status de expresión referencial. CL Tugendhat [176] passim. Lo que
el texto requiere bajo esta expresión es algo que sea diametralmente Consideran el ser y no ser lu r~1ismo y no lo rm'imo: Barnes [85J
opuesto a "lo decible y lo pensable" del verso anterior, es decir, algo
·que se refiera a· lo que no puede ser dicho ni pensado. Para que esta
p. 168 anota tres traducciones pJsíbles de estas pal1bras rechazando
la adoptada aquí porque, según Barnes, él no ha podido componer
-:1
posibilidad quede excluida tiene que tratarse de algo que carezca una línea de razonamiento que conduzca a ella a ¡: artir de las opi-
absolutamente de atributos. Si esto es correcto, entonces al menos niones de los mortales. En el (·omentario he conjeturado un razo- -]
aquí meden no es sinónimo de to nze eon, "lo que no existe" de namiento que me parece al mt nos plausible. El ncurrir a Dissoi
B2. 7. La tercera inserdón ("para ser") y la suposición de una Logoi 90 AS .5 se lo debo a Bames, pero él hace UP uso diferente 1
· elipsis correspondiente ~ estas palabras son necesarias para mante- de este texto. Desde Bernays [381 p. 62 las líneas B6 .. ~-9 han estimu- ~]
ner el paralelismo con el verso precedente contrastándose así "es''
y "no es" dentro de giros idénticos. Si de lo decible y pensable se
lado la creencia de que Parmé lides estaría en ella:: criticando a
Heráclito. A favor de esta creen' '.ia se ha argumentadn que (1) hay
1-
dice que es para ser, es natural dentro del pensamiento de Parmé-
nides que de lo que no es decible ni pensable se diga que no es para
ser. Se trata simplemente de un corolario de B3. Tr2.clucir "b que
una notable semejanza entre la · 'orrnulación parmeníd ;a (tauto11.
!cou tauton) y ciertos fragmenU s de Heráclito tales :omo 22 BlO
(Izo/a kai ouj hola, "todos y no todos"), 22 B32 (ou < ethelei kai
.'1
nada es, ~o es" es en principio correcto pero menos satisfaCtorio ethelei, "quiere y no quiere"), 22 j~49a (eimen kai ouk e men, "somos
como parte de las razones aducidas para sostener que es necesario y no somos"); cf. además Parro. l\6.8 (to pelein te kai 11Hk einai, "el ']
que lo pensable sea. ser y no ser"). (2) El hecho de qt e Parménides ataque ma posición 1
De esta primera vía de investigación te (aparto): eírgo; "apar•o"
es una conjetura de Díels casi universalmente aceptada por su ve ·o-
que bien podría ser descrita com< · la tesis de la unidad de los con·
trarios, fórmula que resume una :loctrina central de Heráclito. Cf. '-J
i
Kirk-Raven [9] pp. 193-196. (3) E! uso de palintropos, 'que vuelve
_similitud dado lo que la diosa dice en B7.2. Una de las pocas ext::I'P· atrás", "regresivo", "revertiente" en B6.9, una palabra que también i
ciones es la conjetura arxei, "comenzarás'', de Cordero [214]. En es usada por Heráclito (22 BSl, cf. 22 B60). En contra de la idea de
~~
B7. 2 en con tramos casi las 1nismas palabras que en B6. 3. Gramali-
calmente no es del todo claro cuál sea es-¿¡ primera vía. Lo que sí r; que es Heráclito quien es criticad<• en este fragmento puede soste-
nerse en cambio que (i) Parménide:; alude en general a los mortales
1
¡
está fvera de duda es que la referencia a ella se hace para disth- (B6_4,7) y no a un filósofo delerm nado. Cf. Owen [140] p. 84, n_ L
:(
-
96 PARMENIDES

(ii) Que Ia tesis rechazada en B6 fluye coherentemente de la ma-


. nera como Parménides formula las distintas alternativas para un
pensamiento que concibe la indagación filosófica como un transitar-
por diferentes caminos caracterizados por la predicación del verbo
"ser" y su negación. (iii) Que en Heráclito la unidad de los con-
trarios es formulada mediante instancias de distintos tipos de
contrariedad sin que en sus fragmentos se la formule como unidad
de ser y no ser (22 B49a, citado más arriba, significa, sin duda,
"estamos y no estamos" en los mismos ríos). Personalmente pienso
que las coincidencias de pensamiento y de lenguaje son lo suficien-
temente explícitas como para que sea altamente probable que Par-
ménides haya tenido noticia de Heráclito v hava decidido atacarlo.
Por otra parte me parece que es improbable ciue Parménides haya
meditado largamente !a doctrina del filósofo de Efeso y le haya
lanzado algo más que un improperio al pasar. Al fín y al cabo la
cosmología expuesta en la última parte del poema y que en prlnci~
. pi o encarna la visión de los mortales mencionados en B6 no puede
ser considerada en modo alguno doctrina de Heráclito. Además, Par-
ménides no parece hacer un esfuerzo deliberado y especial por
· saiirle al paso a Heráclito. Su rechazo de la identificación y dife-
renciación de ser y no ser, no es más que una consecuencia directa
. de las premisas que adopta en su propio punto de partida.
De todos ellos: en griego tenemos pan ton (genitivo plural), un~
palabra ambigua entre el neutro y el masculino. LG. he tor:;wdo en
este segundo sentido, como remitiendo al modo de avanzar de los
mortales todos. Esto ~me parece más coherente con el símil de
·las vías, por las cuales los seres humanos pueden o no pueden
avanzar, que hemos encontrado hasta ahora en el poema. La otra
alternativa, la que cobsidera revertiente el proceso de las cosas, es
gramaticalmente posible. Evoca además una idea de Heráclito ("el
camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo", 22 B60;
"todas las cosas son intercambiables por fuego y fuego por todas
las cosas, tal como los objetos son intercambiables por oro y el oro
por objetos'', 22 B90). Pero el que las cosas exhiban un proceso
rever-tiente no es por sí mismo un motivo de reproche. Sí Jo es el
que esto le ocurra a individuos que pretericlen adentrarse por las
<rutas del pensamiento. Cf. Long [145] p. 99 n.16 de la reimpresión
de este articulo, quien a su vez sigue a Stokes [142] p. 193.

-1

1
l
106 PARAlENIDES FRAGMENTO B7
107
genera y reducimos la argumentación a lo que hoy llama- de tres de ellas para descubrir que en dos de los casos no
ríamos un proceso deductivo extensional, no es difícil ver hay sitio por donde avanzar allende el paso inicial. Es el
que la forma lcigica de la refutación de la diosa es la si- fragmen lo B8 el que nos permitirá ver con claridad lo que
guiente (" &" representa la conjunción, "v'' la disyunción y mienta la- expresión "\'ía de investigación".
"-'' la negación):
p V -p·
-(-p)
-(p & -p)

'-., p
"'-.
_ En el poema, el mo:Thlp de esta forma lógica, es
s:gmente: "'-.
(r) Vía ~v Vía B
(3') -(Vi~)
(5') -(Vía A & ~~ B)
- .. - .......... '\·.
(6') Vía A .

A todas Iyccs se trata de una inferencia "lilhr. sltn:J3rº --11


que la abstracción de los contextos intcnsiunal
correcta. La cuestión de fondo para un examen de~taparte
f¡_
del pensamiento parmenideo, por lo tanto, se~': de la
verdad de las premisas. Aparentemente Platú ata ó
premisa (1) en el Sofista. Algunos investigadores . ante
níncos han cuestionado -también la premisa (2), p ro co
csto.es más un tcn1a de crítica que de comentario, ondenc
relegarlo a un apéndice. (Cf. Apéndice 2.)
1
Que una inferencia como la que acabo de esquematizar
pueda ser llamada "refutación" (elegjos) no es del todo
extraño. Lo que se ha logrado es refutar toda alternativa
posible (dentro del supuesto inicial) a la vía que reco-.
micnda la diosa. ·
Aún no se ha clarificado del todo la metáfora de las
"vías", pues no hemos transitado de hecho por ninguna 2_1\
de ellas. Sólo nos hemos asomado a los puntos de partida
116 PARMENJDES FRAGMENTO B8 117

¡
1 BB.J-49: La Fía de la Verdad
1 Es esta la parte del poema que le ha valido a Parmé·
1 ni des desde la antigüedad hasta nuestros días, la fama de
haber sido el primer pensador que utilizó una rjgurosa argu·
Comentario 1 mentadón deductiva en sus escritos. Es, además, uno de
los fragmentos más extensos que se ha conservado de un
pensador presocrático, debiéndose esto al cuidado. puesto
1
BS.J-61 por Simplicio en citarlo inextenso (In Phys. 145.1-146 .25),
aparte de sus alusiones a trozos o versos en particular en
Una mirada retrospectiva nos permite distinguir hasta otros pasajes de sus comentarios a Aristóteles.
este momento dos partes del poema: (l) el proemio que La estructura de esta sección parece consistir en lo
introducía solemnemente la revelación de la dios~, y (2) siguiente: primero se enuncia la premisa inicial (versos
una sección cuidadosamente argumentada en que se expo- l-2), luego se adelanta una lista de "signos" o atributos
nían las vías posibles para el pensamiento y se rechazaban que serán demostrados (2-4, tal vez Sb-6"', y por último
dos de ellas, la Vía B y una peculiar combinación de la viene el despliegue de los argumentos para probar que
Vía A con la Vía B. Me parece que sería erróneo llamar a dichos atributos le pertenecen necesariamente al sujeto de
dicha sección "Ja Vía de la Verdad" o aun incluirla dentro la deducción (Sa, 6b-49). Estudiemos cada uno de estos
de ésta como hacen algunos comentaristas. La referencia tres componentes.
en B!.29-32 sugiere más bien que cabe anticipar una ex- La premisa. El punto de partida de la Vía de la Verdad .
posición de "la persuasiva verdad" desarrollada en directa es la única afirmación que resta (leipetai) Juego del discer·
contraposición con las opiniones humanas. Dado que B2.3·5 nimiento de las vías. La conclusión de la argumentación
le asignan a la Vía A la característica de ser aquella en anterior asume ahora el rol de premisa:
que la persuasión acompaña a la verdad y que ostensible·
mente la Via A comienza en BS .1·2, lo razonable es inferi-r ,. es "
que la promesa de la diosa en Bl.29·32 se refiere en con·
junto a BS y a los fragmentos que lo seguían. Dentro de lo cual, según la interpretación de B2 que he defendido,
este conjunto los versos BS .J-49 constituyen la tercera cquivále a
sección del puema o Vía tle la Verdad, B8 .50-52 (comple· "existe".
mentados por B8.60-61) forman una breve transición a la
sección siguiente, y finalmente de B8.54 en adelante·:hay Nótese que no se díceaquí::'~lo quees:,(Io ente) .es",
una cuarta sección: la exposición de las erradas opiniones "lo que existe existe". Se evita una tautología de esta -~
humanas. fndole pues ésta no requerirla prueba alguna, en cambio
i.:¿ "es" si la requirió. El sujeto es por lo tanto el mismo que
hemos postulado para B2.3 y 5 basándonos en B2.2: "el

'
_L_
l 18 PARMEN!DES FRAGMENTO B8 1!9

objeto de investigación". Dado que de dicho sujeto se sos- luego de estudiar el fragmento, que la intención de la diosa
1icnc que es, nada impide que desde ahora la diosa se t-e- era mostramos lo que hoy llamaríamos los atributos o
fiera a éimediante una expresión referencial construida a predicados de lo que es.
partir ele ese predicado que se considera verdadero del Lo ente, entonces, de acuerdo con sus signos, es:
sujeto. La expresión griega equivalente a "lo que es", "!o
ente" (lo con) no es sino eso. Recuérdese que en el (a) ingénito (ageneton),
mento B2.5 y 7 ocurrió exactamente Jo mismo con la ex-
(b) imperecedero (anolethron),
presión antitética a esta: primero se intr·odujo la tesis de
que el objeto de investigación no es y luego In diosa se (e) total (ouion),
refirió a él como "lo que no es", "Jo no ente" (to me con). (d) único o solo en su género (ntoxmogenes),
Hay aquí una razón más para pensar que el fragmento B4 (e) inconmovible (atremes),
\'CnÍa en el orden originario del poema después de B8: se (f) completo (teleston).
utiliza allí la expresión "lo ente" como si ya hubiese sido
formalmente introducida. Más a deJan te se agregan otros predicados respecto de
Lo que se intenta en B8 entonces es mostrar que si un los cuales es difícil decidir inicialmente si son parte de un
sujeto --caracterizado al inicio vagamente como objeto de argumento o si deben ser añadidos a la lista original:
investigación o de pensamiento-- existe, deberá poseer una
serie de atributos que están ligados necesariamente con su (g) todo junto (!wmou
existencia y que pueden ser objeto de prueba rigurosa a uno (hw),
partir de una premisa única. Por el momento debemos dis- continuo o cohesionado (synejes).
tinguir entre -las intenciones de la diosa y la eventual reali-
zación de su proyecto, en .especial debemos dejar abierta la ,. El significado exacto de cada uno de estos signos debe
pregunta si de hecho las deducciones de B8 penden de una ser dilucidado en conexión con las razones que se ofrecen
y sólo una premisa. para probar que pertenecen a lo eme.
Los alributos. He llamado de este modo a algo que el Los argumwtos. En primer lugar, el verso 21 ("De este
poema designa con una palabra que literalmente significa
modo, la génesis se apaga y el perecer se extingue") va
"signos" (scmala). Obviamente durante el período arcaico
encabezado por una partícula (tos, "así", "de este modo")
ele J~ fil;sofia griega no se ha consolidado aún un vocabula- que indica que se ha llegado a una conclusión. No es in-
rio rigurosamente ad:1ptado a las necesidades conceptuales
fundado sostener entonces que entre la segunda mitad del
abstractas, de allí que no sea extrafio ver a los pensadores
Yerso 6 (=6b) y el verso 21 se encuentra la prueba de que
de este período cch<1ndo manos a expresiones suscepti- lo ente posee los dos primeros atributos: es (a) ingénito
blcs de sugerir sOlo metnfúricamcntc las nocíones que ellos
quieren expresar. La imagen que el término senwta eYoca y (b) imperecedero.
aquí es la de un camino por el cual uno puede avanzar y Si bien es cierto que 6b incluye una partícula (gar,
a lo largo del cual uno va encontrando periódicamente in- "pues") que permite identificar un fundamento de lo ante-
dicaciones o signos que, por decirlo así, marcan el ca1ninO. rior y que la primera mitad de 5 (=Sa) ("no fue jamás
Si interprctmnos ]a 1netáfora en lenguaje posterior diremos, 2~ ni será"), como veremos, está ligada a la prueba de los dos

L
FRAGMENTO B8 121
120 PARMEN!DES

primeros atributos, siendo probablemente lo fundamentado


por 6b, con todo, es mejor tomar íos tres últimos atributos
r B8 .5-21
( [g] todo junto, [h] uno e [i] continuo) como objeto de
i
una prueba distinta debido a la recurrencia de algunos La refu t. ación de la generación comienza con dos pre-
términos muy semejantes a éstos en los versos 22-25 (5 lza- guntas retóricas: "¿Qué génesis le podrías buscar?" (6b), es
1
mou pan 1 22 pan homoíon; 6 synejes 1 23 synejestlzaí, decir, ¿a dónde te conduciría una investigación (dizesis) de
25 synejes). su génesis?, y "¿Cómo y de dónde ha crecido?" (?a), es
1 decir, ¿de qué manera se habría generado y a partir de qué?
Las pruebas para éstos y los demás atributos parecen
entonces estar distribuidas en el fragmento BS de la si- Crecer es aquí sin duda una variante estilística para evitar
guiente manera, aunque se debe admitir que en algunos
la repetición del verbo "generarse".
casos la correspondencia entre atributo y prueba no es La ·respuesta implícita a la primera pregunta es: "Nin-
perfectamente transparente: guna". vale decir, dicha- investigación es in conducen te. El
texto concentra luego toda la atención en el segundo miem-
BS. 5-21, excluyendo Sb y 6a, prueban que es ingénito e bro de la segunda pregunta suponiendo que el interlocutor
imperecedero (y, por ende, intemporal o transtemporal). se sentirá inclinado a responder "A partir de lo no ente".
Es.ta respuesta es recusada de inmediato por la diosa (7b-
B8.22-25, con un cercano doblete en 44b-48a, prueban que 9a} apelando al principio enunciado en B3( lo que no existe
es continuo (y, por ende, uno, total). no puede ser expresado ni pensado.
Lo implícito aquí parece ser lo siguiente: un proceso
B8.26-33 prueban que es inconmovible, demostrándose de concebido como el paso de un estado P a un estado Q
paso que tiene límites. no puede darse si el estado P, que ex lzypothesi es una de
r sus partes integrantes, no se da.
BS .34-41 no contienen una prueba propiamente tal pero, A continuación (Sb-9) sigue un argumento independien-
como veremos, 36b-37a han sido interpretados como una te del anterior que hace uso, por vez primera e,n el pensa-
prueba de que es único. Además, en 38a aparece el predi- miento occidental, de Jo C[ue más tarde se llamó el principio
cado "total" y en 38-41 tenemos una combinación de resu- de razón suficiente (nihil est sine ratione, "nada hay sin
men de lo ya probado con indicaciones de una transición una razón"). En forma retórica se pregunta:· incluso supo-
a la sección siguiente. Hay editores que ponen este párrafo niendo que hubiese úna génesis a partir de la nada, de lo
a continuación del siguiente. no ente, ¿qué razón habría para que su génesisltuviese lugar
en un determinado momento del tiempo?
BS .42-49 prueban que es algo completo (y que se asemeja Lo implícito es que no hay ninguna razón de este tipo
a una esfera la totalidad de cuyos puntos equidista del ·para ningún momento del tiempo·y que por ende la génesis
centro). no puede ocurrir en ningún momento del tiempo. En conse-
cuencia, no hay génesis.
Analicemos paso a paso cada una de estas subdivisiones De los dos argumentos anteriores, el texto extrae una
del texto. ¿L{ conclusión proYisional: "De este modo, es necesario que

l h
122 Pf>J:MENJ.DES FRAGMENTO'B8 123

sea del todo u que no sea." (B8 .11.) Si no hay génesis. se


sigue que el objeto de investigación existe "del todo" (pmn-
( el origen de la génesis de lo ente sólo puede ser lo no ente,
entonces no hay génesis.

l
pmz. expresión que tal vez habría que entender en un sen- ·A continuación (13b-15a) viene el primer entrelazamien-
tido indefinido, "sin limitaciones") o bien que no e~iste lO de lógica y mito en este fragmento: "en vista de eso ni
en 'absoluto. Ter/ÍU11l 11011. datur. La inexistencia de la n-0- generarse ni perecer le permite la Justicia aflojando las
nesis es compatible con cualquiera de Jos dos hipüte 0 is. cadenas, sino que lo mantiene sujeto". El cuadro que se nos
pero no con una tercero posibilidad. presenta es el de Di k e, la diosa que en el proemio regulaba
Los dos versus siguientes (l2-13o: "tampoco de lu que el acontecer cotidiano del mundo, desempeñando un pa-
no es permitirá jamás la fuerza de la convicción que se ge- pel similar en este nuevo ámbito. Ella ejerce control y do-
nere algo a su lado") son difíciles y su interpretación h<t minio sobre lo ente, que a su vez aparece constreñido
estado plagada de disputas. Contrariando la opiniün de la por cadenas o ataduras que lo privan de una supuesta li-
maYor parte de los editores recienh!S que eliminan la p:~r­ bertad para entrar en un proceso de génesis o destrucción.
tícula negatiYa (111c, "no") antes del participio de einai, \m- Lo interesante es que se nos da una razón por la cual Dike
primo el texto tal como aparece en los manuscritos de Sim- no relaja las amarras con que tiene preso a su cautivo.
plicio. El resultado de eliminar la ncgaciün es que el papjc "En vista de lo cual', (tou heineken) alude sin duda a lo
adquiriría eJ carácter de una argumentación dilemática si .se anterior: lo que toma en consideración Dike es entonces
toma el comienzo de 11 como un pendan/ del cumienzó de ei principio ex uilzílo 11ilríl, "nada procede de la nada". Des-
7b: lo ente no se genera ni a partir de lo no ente ni a partir pu<'s de examinar otros dos pasajes en que aparecen poten-
de lo ente. Con esto, empero, el posesivo "su" aludiría a cias míticas procuraré extraer consecuencias más amplias
lo ente, lo cual arroja como resultado un argumento pora de esta constatación.
probar que no se genera un segundo ente a partir del El nexo entre los versos !Sb-18 y Jo anterior no es en
primero. Esto es por una parle compatible con la posibi- absoluto claro. Una paráfrasis adecuada de su conienido
lidad de que el primer ente sea ingénito y por otra co.ns- podría ser la siguiente: la decisión o juicio (krisis) acerca
tituye una prueba de unicidad fuera de contexto. de estas cosas, probablemente acerca. de lo que está en dis~
Me parece más razonable rete11er la negación pues cmiún, vale decir, la génesis y la destrucción, radica en
aparte de estar bien atestiguada ofrece un sentido satis- optar en forma tajante entre la afirmación de que existe· o
factorio si aceptamos la posibilidad de que la diosa esté de que no existe. De hecho ya se ha decidido (kekritai, una
presentando tres argumentos diferentes para la misma cun- forma impersonal del perfecto del verbo kri11o, "juzgar",
clusiün. El primero consiste en la negaciun del punto de "decidir"), mediante. la cadena de razones desplegada enlrc
partida de la génesis, el segundo invocacel principio de m- B2 y B7, que una vía, la Vía B, debe ser abandonada por
zón suficiente v ahora tendríamos el tercero. La apelación tratarse de.una vía que no es objeto del pensar ni del decir.
directa a "la fuerza de la persuasión" me parece que le Aparentemente los ·calificatiYos de lo no ente se han apli-
confiere a estos versos cierto carácter a~iomáticu. En efec- cado a una vía, pero el griego es aquí ambiguo sobre todo
to, lo que c~presan no es sino el principio ex 11ilri/o Hil1il en la referencia a su contrapartida. No hay allí un verbo
fit, "nada se genera de la nada", que según Aristuteles que corresponda a "abandonar" (ean), por ello me he visto
(P/Jys. 187a 27-29) es reconocido por todos los presocráti- obligado a suplir su contrario "tomar". La presencia de
cos. Lo hnplícito es que si nacln se genera de la nada y 2.5 la conjunción declar.ativa "que" (Jwste) no deja claro si la

·: :·u:.GMé:i:.JTO BS
124 P;'iR1\i1ENJD~S
[ 125

11 A:tTtbüs req)l..H;st;:·,:·; contradicen Ja premisa inicial; existe


primera in:::tancia del verbo "ser" en 18b tiene como sujeto
la vía o !o ente. Otro tanto ocurre con la segunda ins- e.l presente). )u cual hac_e altamente plausible que la
tancia que es claramente predicativa como puede apreciarse ~"ornm lógica de la argumentación sea para ambas respues-
porque vn seguido. del predicado "veraz", "auténtico(a)" t~ls el ntodus inUe.¡xs:
(etetymDil). En rigor no hay elementos para resolver la
duda. C-u~1 i.or}o~ a:.'~ inclino a tom;;1r "~n1pensp¡ble", ''innom- Si se generó entonces no existe,
brabl¡~" "·"'enLz:" cerno predicaciones de vías, en cambio existe,
hoste "rilH: e$" como una. rejteración del punto de pcr Jo tanto no se generó.
particln. (1·.: b '/i::1 ;~, Si ha de ser entoncts no existe,
H~ !1~,ry;,~1o ~n f"Stos versos. y-,r-~se R las incertidumbres, existe,
un claro "\'/?~r¡~ h·er1te a la dis;n.;r1:t.lvi:\ planteñ.d:'1 en .el ·\·erso po, lo. tanto no ha de ser.
11 ("o _e.s de! twlo o no es en rh-.:oluto"), una disyuntiva
que Pl:léde r:n~~~ndr:!-~e 13.! vez cnrr:~o b primera formulación :'·_,_-;:·duo:. es b t.lrea de encontrar interpretaciones de los
del princ~p!o de tercero excluido . La D"?gacíón de !a génesis, r r:.~c~:.::~)!J.8.1-.:.:s Jc i:-stos argutnentos que los hagan verdad e-
como virnof.~ -::s: corppatíhle, tant-o -C("fn !a existencia de a!go :--:)-:;, ;~,ues d.'= b •:::üstencia futura de algo no se sigue su inM
ingénito, ~cm0 r::m )a no_existenci_q d-e nada. Estn disyuntiva u 'c!c:-:cia ackal. Podria simplemente perdurar hacia el
ha sido re~udtn ahora en fnvcr Ce! primer miembro de la f:.:,~uro, Tnmp0cc- se sigue qut algo no existe én e1 presente
disyuncióf~; h.2'.J' :-dgo que es del 1odc. El hecho de que sea si S<l • ¡;en eró en e] pasado. Es dable concebir algo que se
posible pe:1JBr-!s ts pn!eba 01:' ·qy~ ,":~ (eJ. B6 .1). 2-;(:::r;ré. :'!·" que simplemente s"igue existiendo hasta hoy.
Los vert:0': 19 y 20 '\'ue!ven ntrá~ en d sentido ele que .:x:m·.:ntarlstas asocian estas líneas con B8. Sa y
exponen U""' TH?:".· .::n!L~L-:•er:?.-> .:::-·- ·'í" !a géno:si.. :. que ~e: en~ ]i''-, ;·;1:..:·,_¡_¡(;_·~ en relación con la as-erción de Ja inexistencia

tiende mejor s~ ce lo .lee a Ia luz df: h~ )nter-pretaciún que he p<·sz,da y futura de lo que existe, algo sobre lo cual voh·cre-
propuesto para 12-13z. rM•3 <"m;eguida. Yo quisiera analizarlas independientemente
En ~~: h~1y d{.::.-::: r.reg'.;nta.:-; re~p(.· . ~didas en 20 n1eúb.nte 'k d!a a fin de poder tomar 5a como una conclusión que
un quiasma, •:de decir, una figura retórica que consiste en también pende de 19-20.
introducir dos elementos pnra n~tom.a.rlos luego en orden Me atrevería a sugerir "(no sin bastantes vacilaciones)
Jnverso: que la argumentación de 19-20 supone como premisas adi-
Pp Qp cionales, tanto la disyunción de l6a "es o no es~ para un
Qr Pr objeto dado, como la negación de que pueda haber dos suje·
tos diferentes para el verbo "ser". Agregando el supuesto
de que generación en el pasado implica existencia en e]. .•
La primera pregunta (Pp) es: ¿cómo podría existir en
el futuro lo que existe en el p:·esente? La respuesta a pasado y de que la existencia en el futuro implica genera-
(Pp) es (Pr): si ha de existir en el futuro, entonces no· ción en el futuro, es dable pensar. que la argumentación

~
existe en el presente. implícita podría ser la siguiente:
La segunda pregunta (Qp) es: ¿cómo podría haber
llegado a ser (lo que existe en el presente)? La respuesta (1) Para todo objeto O sólo puede ser verdad que existe
(Qr) es: si. llegó a ser, entonces no existe en el presente. o que no existe (la krisis de 16a).
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! 126 PARMENIDES FRAGMENTO BS 127

(2) Para, todo objeto 0', si O' es distinto de O, entonces si cual he aludido '" cuva primera mitad hemos pasado por
o existe, o· no existe y si o no existe entonces o· alto. Me refiero a B8.5:
existe.
"no fue jamás ni será, pues ahora es todo junto".
(3) Si o· existe en el pasado (o en el futuro) y O en el
presente, entonces o· es distinto de O.
, Dos interpretaciones del sentido de este verso se dispu-
(4) O' llegó a ser y existe en el pasado (o llegará a ser y tan el campo. La primera lo lee en su sentido más obvio, es
existirá en el futuro). · decir, afirmando la existencia en el presente y negándola
(5) O no existe. para el pasado y el futuro. La segunda, que suele preferir
la \'ersión "no fue antaño", entiende la negación de la exis-
Nótese que (1)-(4) son premisa~ y (5) una conclusión tencia en,el pasado como la negación de que lo ente pueda
(que en rigor requiere algunos pasos más que los explici- haber existido en el pasado y dejado de existir en el pre-
tados), pero lo importante par::¡ nuestros fines es que (4) sente, negando por tanto la corrupción, y la negación de la
representa el antecedente y (S) el consecuente de los con- existencia en el futuro como negación de la posibilidad de
dicionales que estábamos buscando. que lo ente pueda existir en el futuro sin existir en el pre-
sente, negando así la génesis.
Por modus tol/e¡¡s se niega aqui el primer miembro
de (4), es decir, que haya generación pasada o futura. El Las implicaciones de estas interpretaciones han Jle,·ado
segundo miembro (la existencia pasada o futura) aparece a los especialistas a trenzarse en una larga disputa acerca
negada en Sa. de la relación entre ser y tiempo en Parménides. Las posi'
La diosa puede concluir entonces poéticamente "la gé- dones en pugna podrian definirse de la siguiente manera:
nesis !:>C apaga y d perecer se extingue'' (21).
Sea: t.. el presente, t., un instante en el futuro
Como el ~eetor habrá observado, entre B8.6 y B8.21
sólo hay argumentos contra la génesis, sin embargo en las y L, un instante en el pasado.
dos formulaciones de la conclusión (13b-15a y 21) se in-
cluye también la corrupción o destrucción. Aunque el texto Una posición sostiene que el sentido de BS. Sa es que
no !u dice, parecei"Ía que la diosa supone que es posible lu ente existe en t.. y no existe en L, ni en L,. Esta
construir argumentos estrictamente sin1étricos a los pre- es la tesis de la eternidad intemporal (El): lo que existe
sentados: nu existe el punto de llegada para la destrucción, existe en un eterno presente pues en rigor t., y t., no
nu hay una razón suficiente para ella, de lo que es no puede existen al no haber en ellos existencia alguna. Se niega
proceder lu que no es, si algo se destruyó en el pasado así toda duración.
cntóriccs no existe en el presente. Menos convincente es el La otra posición sostiene que lo que existe, existe tanto
último paso: si algo ha de perecer en el futuro, cnto.nces en t., como,en t, .y t.,,.es decir,_ en todo momento del
no existe en el presente. Pero todas éstas son meras es~ tiempo. Esta es la tesis de la eternidad transtemporal (ET)
peculaciunes sin respaldo en cLtexto. y .¡¡firma una .duración infinita. Hay tiempo y el tiempo es ...
De considerable importancia para la comprensión total coextensivo, con lo ente pues no hay ningún momento del
úe la 'filosofía de Parménides es, en cambio, un verso al 2.1-l tiempo en que no haya ente.

_L -----~· ~
128 PARMENIDES
FRAGMENTO B8 129
La tesis (ET) se ve favorecida por el uso de términos
que sugieren permanencia y que se aplican a lo ente, tales Las palabras finales del verso 5 y las iniciales del 6
como "permaneciendo" (menan) y "permanece" (menei) ("todo junto, uno continuo") difícilmente pueden disociar-
en los versos 29-30. También está el hecho de que Meliso se de los versos 22-25 que las reproducen casi textualmente.
de Samos, discípulo y seguidor de Parménides, formulara Si estos últimos versos, como veremos, deben entenderse
claramente la tesis de la duración infinita: en un sentido primordialmente espacial, algo sugerido ya
por ho1nou, "junto", "en el mismo lugar", entonces en
"Siempre existió lo que existió y siempre BB. 5 y 6a tendríamos, tanto una tesis de unidad con res-
existirá." (30 Bl) pecto al tiempo (la tesis [EI], a. mi entender), como una
"Puesto que no se generó, existe y existió tesis de unidad con respecto al espacio. Aquélla estaría
siempre y siempre existirá y no tiene prin- probada por el rechazo de toda generación y corrupción en
B8.6-21, ésta por la argumentación de B8.22-25.
cipio ni fin sino que es infinito (apeiron)."
(30 B2) Nótese que la unidad no es una propiedad que· se
pueda identificar con la unicidad. El árbol que hay frente
Personalmente me indino a aceptar. con reservas, la a mi ventana es un árbol, forma, en sentido biológico, una
tesis (EI), no sólo por ser la que corresponde al sentido unidad. Pero no es único, hay también otros árboles en
más obvio· de B8.5, sino también por ser la que en rigor mi jardín. Es importante tener esto presente porque tradi-
es consistente con la negación de todo cambio. Que en 29-30 cionalmente se ha asociado a Parménides con la defel)sa, ,de
aparezcan términos que sugieren duración me p·arece inevi- la· tesis de la unicidad de lo que es (o monismo estricto),
table dado que no existe en ese momento un vocabulario una doctrina que tal vez está implícita peró que no es
filosóficamente depurado que permita evitar connotaciones formulada ni defendida explícitamente en lo que ha sobre-
adversas a lo que se quiere ·decir. Por otra parte, no cabe vivido de la obra de Parménides.
duda de que Melisa defiende la tesis (ET), pero bien podría Examinemos ahora la prueba de unidad y continuidad.
estar apartándose de su maestro en este punto, tal como
se apartó de él en la cuestión de la finitud de lo ente. No
es imposible suponer que Parménides haya entendido mejor
que su discípulo una de las consecuencias directas de su B8.22-25
posición: si no hay cambio, tampoco hay tiempo.
Al decir, por lo tanto, "existe ahora (nyn)" (B8.5b) la 22 Ni es divisible, pues es t-odo homogéneo.
diosa estaría indicando en forma precisa que la premisa 23 Ni hay más aquí, lo que le impediría ser Continuo,
es" debe entenderse como instancia del uso gramatical-
24 ni hay menos, sino que todo está lleno de'lo que es.
mente intemporal del presente, el uso al que echamos mano,
p. ej., en· la aserción "la diagonal es inconmensurable con el 25 Por ende, es todo continuo, pues lo que es está en .
lado del cuadrado". Emplear aquí el futuro o el pasado del contacto con lo que es.
verbo produce un efecto paradójico pues los entes matemá-
ticos a todas luces no tienen historia. Viven en un presente Tal vez l~ -_.:ffiejcir ri:Ü1n~~a de' '!-~tóriúruir la argumenta·
intemporal. .Q ción de este pasaje consiste en tomar la negación de la di-
visión o de la divisibilidad como lógicamente equivalente a
'
1

130 PARMENIDES FRAGMENTO BS 131


la afirmación de la continuidacl, propiedad que habría que En conclusión, lo ente es continuo y resulta imposible
tornar a su vez como equivalente a la unidad y a la propit:· dividirlo pues no hay manera de diferenciar partes dentro
uad CXfJrcsada fJOJ" hOillOII pall, "toUO junto", "todo en d de él. Curiosamente se toca de nuevo este punto en B8 .44-
mismo lugar". Esta sería la conclusión expresada tan lu -19, eYocando además lo dicho en B4, donde vimos que se
en 22a como en 25a. Lo demás seria todo premisa. rechazaba la idea de una mayor o menor densidad y se
Usé la disyunción "negación uc di1·isión o ue cJj,·isibi- decía explícitamente que no se puede producir un corte
lidad" porque aquí subyace una dificultad. ¿Afirma la <liosa o una zanja dentro de lo que es.
que lo ente no está dividido pc1·u que en principio putlrian La a1·gumentación sólo resulta persuasiva si se enfatiza
distinguirse parles uentro de él, o sostiene más bien que . el. punt_o de. que sólo habrá divisibilidad si hay manera
debe rccha7.arse toda posibilidad de distinguir panes de lo de diferenciar partes. En un todo perfectamente homogé~
ente? Las opiniones sobr·c esta di-syuntiva cstún cli\·itliUas neo, sin embargo, no hay manera de distinguir una parte de
sin que sea posible aducir una prueba plenamente con- . otra porque no existe una propiedad P tal que una parte
vincente en uno u otro sentitlo. Pcz·sonalmentc me indino la posea v otra no. La única propiedad poseída por todas las
por la segunda posibilidad. partes hipotéticas es la existencia. La sola propiedad que
El adjetivo usado aquí (diaire1011) significa normal- resta entonces es que algunas partes posean esta propiedad
mente "divisible", además, la propiedad de no estar divi- c'll mayor grado o intensidad que otras, produciéndose así
dido es demasiado débil para el contexto. Algo puede no una mayor "densidad" de existencia en un punto que en
estar de hecho dil·idido, pero puede constar de partes di- otro. Esta posibilidad a su vez se rechaza porque impli-
ferentes ·de modo que una división, ya sea física o concep- caría espacios \'acíos. Volveremos sobre esto al comentar
tual, sea posible. Lo sugerido por B8 en conjunto es, por B3.44-49.
el contrario, que en lo ente no hay parles diferenciablcs. Anotemos antes de seguir adelante que probablemente
Lo ente es ''t6du.igual" (pan homoion) porque no hay en hemos de entender que en 22-25 se ha probado también
él un punto en que haya más ni menos. ¿Más ni menos quC.? otro "signo" de la lista inicial para el cual, de otro modo,
Dado d tren dOZ:dv.cli\·o anterior la rcspu~sta tiene que ser: na habría prueba, el signo de que Jo ente es oulon, "total".
una mayor o menor cantidad de lo que es, de ente. No quie- "un todo" (B8.4). Es esta·~na noción muy cercana a las
ro sugerir que esto sea perfectamente inteligible, pero ~s de continuidad v unidad: si algo es continuo e indivisible,
lo que parece fluir del texto, sobre todo si se examinan las ~e sigue que es ;ma unitlad y por lo tanto un todo.
líneas 24b y 25b. "Todo está Jlcno de lo que es'' parece
indicar que se niega una condición necesaria para que en
un lugar hubiese menos cantidad de ente que en otra: e

tendría que haber "intersticios" espaciales sin ente, tendría BS .26-33


que haber espacios vacíos. Esto es negado explícitamente
en 25b:. "lo que es está en contacto con lo que es", lo ~6 Además, ínamo1·ible dentro de los límites de grandes
que en griego suena a una metáfora ele Yccind~d: lo ente ataduras~
deslinda con lu ente sin que haya una tierra de nadie
entremedio.
2~ 27 no tiene cornienzc ni término, puesto que Ia géneSis y
e} perecer

--------- ------~~-=~
132 PARMENJDES
FRAGMENTO BB 133
28 han sido apartados muy lejos: ius rechazó Ia convicción
instante t, entre t, y t., tal que en ese momento el objeto O
verdadera.
comience a (o deje de) poseer la propiedad P.
29 Permaneciendo idéntico y en el mismo sitio, yace por sí La premisa para probar la imposibilidad del movi-
mismo miento es una simple referencia a un teorema anterior, a
30 y así permanece estable allí mismo, porque la poderosa la negación de la generación y de la destrucción (27b-28).
Necesidad A primera vista la inferencia es inválida puesto que es
3i lo mantiene sujeto dentro de las ataduras del límite posible que haya entes que sean ingénitos y que posean sin
que lo cerca, embargo movimiento local, como los cuerpos celestes en
32 puesto que no es lícito que lo que es sea incompleto Aristóteles. La prueba resulta en cambio más convincente
33 pues es no-indigente; si no ruese así, carecería de todo. si suponemos que a los ojos de Parménides la negación
de génesis y destrucción implica la tesis (El), vale decir,
.Este trozo aparentemente corresponde a la prueba del la negación del tiempo. De aquí ciertamente se ,;igue que•.
atributo "inconmovible" (atremes) pero este término grie- no puede haber un instante en que lo ente comience a (o
deje de) poseer propiedad alguna. 1
go no se repite aquí. Se prueba además como corolario la
completitud de 1o ente (32-33), unn propiedad que por con- Puesto que no hay cambio de ninguna especie, la iden-
jetura ha sido leída en el catálogo inicial (B8 .4). tidad de lo ente consigo mismo es total (29a). Nosotros,
Al igual que en el caso anterior (22-26), el término en cambio, no somos hoy Jos que fuimos ayer puesto que
utilizado aquí para la propiedad por demostrar (akineton) hemos cambiado en muchos respectos. Lo ente, además, per-
podría implicar, o bien la negación del movimiento, o bien manece en el mismo sitio y yace "por sí mismo". Esta úl-
la negación de la posibilidad del movimiento. He tradu- tima expresión (kath'heauto) podría apuntar a la unicidad
cido "inamovible" en lugar de "inmóvil" porque adhiero (o soledad) de lo ente. En lOdo caso se agrega que lo ente
a la más fuerte de las dos interpretaciones. El movimiento permanece "estable", "bien asentado" (empedon), aducién-
no puede ser algo que lo ente de hecho no posee. sino dose como razón una personificación entre mitológica y
que tiene que ser algo que en principio no puede poseer. puramente lógica: la Necesidad (A11agke) que juega un
Por "movimiento" debe entenderse aquí una propiedad más papel análogo al de la Justicia (Dike) en 14 y al del Destino
c~tensa que la que denota el término castellano. Todo cam- (Moira) en 37. La férrea Necesidad cerca a lo ente por
bio, incluso la alteración (cf. BB .41), cae bajo este término todos lados y lo mantiene prisionero mediante las cuerdas
de mudo que el movimiento se puede definir en términos o cadenas "del límite", una alusión que ya apareció en el
muy generales como la característica de un objeto O de po- verso 26 ("dentro de los límites de grandes ataduras") y
seer una propiedad P en el instante t, que no poseía en t, que reaparecerá en 49 pues representa un elemento im-
o bien de carecer de una propiedad P en el instante t, qu·c. portante dentro de' ]a concepéión parmenídea: lo ente no
poseía en un instante anterior t,. es algo informe, es algo que tiene límites o fronteras
precisas.
Aparentemente Parménides entendió la noción más o
Los versos 30~33 dan una prueba de la inamovilidad en
menos' de esta manera, ya que como fórmula equivalente
5 pasos de- fundamentación en sentido inverso al orden
a la inamovilidad nos ofrece la siguiente: "no tiene co-
lógico:
mienzo ni término", es decir, parece negar que haya un ~o
i
1
!34 PARMENlDES l'RAGMENTO BB 135

carencia de todo. Esta explicación que se apoya indirecta-


(e) Lo ente permanece inamovible porque mente en 22-25 excede la evidencia textual, pero me parece
(d) )éJ. Necesidad mantiene a lo ente dentro dt..· límites que le confiere al Ycrso 33 un sentido plausible y adecuado.
porque Lo. ente, entonces, no sólo es indivisible sino que es
(e) no es lícito que sea incompleto porque algo inmóvil, completo y circunscrito por límites. Sobre el
(b) si fuese incompleto carecería de algo y porque sentido de estos atributos habrá que volver nue,·amente al .
1 (a) si careciera de algo, carecería clc todo. comentar 42-49 pues en el texto se interpone ahora un trow
que parecería estar fuera de lugar por contener, además
.de otras. doctrinas, un resumen de la via de la verdad.
En esta argumentac!Un hay dificultades de diversa ín-
dole. Una de ellas se refiere al uso de lllCileiu, "permane-
1
1
cer", que está en contradicción ·con la tesis (El). Ya hemos
indicado que esto probablemente se debe a la falta de un BB .34-41
vocabulario filosóficamente más refinado. Otra dificultad es
que la referencia a la Necesidad no funciona como premisa 34 Lo mismo es pensar y- el pensamiento de que es.
primera. como cabría esperar. sino como un teorema subor-
dinado. Voh·eremos sobre esto. Conviene notar también el 35 Porque sin lo que es, cuando ha sido expresado,
papel que juega el término "incompleto" (ateleutetoll). Po1· 36 no hallarás el pensar; pues ninguna otra cosa es ni será
el hecho de que (e) es una justificación de (d) (hay filó· 37 ·aparte de lo que es, ya que el Destino lo ató
logos que punen esto en duda) y que a su vez es justificada 38 para que sea un todo e inmóvil. Por ello es (mero)
por (b) y (a). la argumentación entera parece descansar nombre
sobre la difumlida convicción griega de que lo carente de 39 todo aquello que los mortales han establecido com·en-
limites, lo infinito, lo informe es lo imperfecto, lu inferior.
Lu perfecto. lo supcriur es, por el contrario, lo claramente l cidos de que es verdadero:
circunscrito pur un liinitc, por una [onnn. En efecto, la
linea 33 sugiere precisamente esto: si lo ente no fuese algo J

Interminables controversias se cier.nen sobre el verso
34, uno de los más osCUJ::DS del corpus eleático. En disputa
completo, tendría algún tipo de carencia, habría algo que está la construcción gramatical toda y en especial el sentido
le faltaría. de la palabra h01meken que suele ser traducida como equi-
Pero, agrega el texto, si le faltara algo, le faltar>:~ valente a (lo) hall hweka "(aquello) por lo cual", "(aque-
todo, una inf crcncia de suyo cuestionable. Tal vez debemos llo) en función de lo cual".
~uponcr que está operando aquí a Inodo de premisa tácita Por mi parte he intentado desatar el nudo gordiano
la indi,·isibilidad de lo ente probada anteriormente. Como apoyándome en las siguientes. coilsideraciones. Los versos
no se puede distinguir partes dentro de lo ente, decir que 35a y36ason relativamente transparentes: afirman que el
carece de algo implica que carece de todo pues no hay pcnsaPno'puede darse sin Jo ente. Esto significa presumi-
una parte f diferente tl.c una parte g, tal que lu ente put:.da blemente que para toda instancia de pensar hay un objeto
poseer 1 pero carecer de g. La indiscernibilidad de 1 y de g existente tal, que si dicho objeto ·no se diese no habría una
lleva así a la conclusión de que carencia de algo implica
)1 genuina instancia de pensamiento sino un seudopensar.
136 PARMENIDES FRAGMENTO BS
137

Puesto que se ofrece esta idea cbmo fundamento de lo enun- de esta oración es el infinitivo articulado, "el pensar", que
ciado en el verso 34, éste tiene que establecer un tipo de 1 aparece en la línea siguiente. El antecedente más natural
para el pronombre relativo ("en lo cual") es el término
relación que se pueda justificar de esta manera. No cabe
duda de que esa relación es una relación de identidad (cf. inmediatamente precedente, es decir, "lo ente", pero ¿qué
Jau/011 al inicio del verso), pero ¿identidad entre qué sentido podría tener la afirmación "el pensar ha sido expre-
y qué? sado en lo ente''? Hay cierto consenso en que ella es inin·
Aparentemente el comienzo de 34 (tauton esti 11oein) teligible. Lo que cabría esperar más bien es que se expre-
sigue de cerca la construcción de B3 (lo gar auto noein sara algo objetivo -por calificarlo de alguna _manera- en
esti), sin embargo, hay una diferencia fundamental entre el vehículo natural de expresión del pensamiento, vale
ambos pasajes. La segunda mitad de B3 contiene un segun- decir, el lenguaje y no a la inversa. Por este motivo me
do infinitivo dependiente de esti, la segunda mitad de B8.34 inclino a tomar la expresión griega· en hoi en sentido tem·
incluye en can1bio una expresión nominal (que ha sido in- para!, "cuando", un sentido fácilmente atestiguablé algunas
terpretada de diversas maneras). Por ello y por el hecho décadas después de Parménides, p. ej., en Sófocles. ·
de que la acción de pensar aparece denotada inmediata- El sentido de 35-36a sería en consecuencia el siguiente:
mente después mediante una expresión referenciaí. quiero cuando e! pensar -~Stá ..ñ~ se_ encuentra expresado en el len-
sostener que no estamos aquí ante la construcción suje- guaje, no lo hallarás sin Jo ente, es decir, pensar é:orisístirá •
to+ es+ infinitivo final, sino ante una oración de identidad siempre en sostener que es. Volvemos así a la identidad
cuyo predicado es "lo mismo" y uno de cuyos sujetos es de ns:34. ·
"pensar". Los enigmas respecto del segundo sujeto se des- Cabría empero preguntarse: ¿no p..iede haber acaso
pejan si tenemos en cuenta que hounekcn en la Odisea se otro objeto para el pensar aparte de esta entidad que hemos
emplea después de verbos griegos eqúivalentes a "decir". llamado "lo ente"?
"sentir", "estimar", etc. como la simple conjunción de- La respuesta negativa viene dada como razón de lo ·
clarativa "que". No es aventurado sostener además que 1 anterior en 36b y 37a ("pues nada hay ni habrá fuera de
esta conjunción puede depender también de un sustantivo 1 lo ente"). Es ésta la única afirmación en los restos de la
derivado de un verbo de esta clase. De "pensar que" po-
demos pasar a "el pensamiento de que". Si lo anterior es
.¡_ obra de Parménides que refleja lo que la tradición posterior
tomó como una de sus Jesis fundamentales, ]a tesis de la
correcto hozmeken esti 11oema significaría "el pensamiento unicidad de lo ente: hay uno y sólo un objeto de investi-
de que es". gación del cual es verdad.ero el predicado "existe". De todo
. Se afirma entonces en 34 que la acción de pensar y el otro objeto este predicado es falso. Desgraciadamente el
pensamiento de que existe_son idénticos. En otras palabras. texto original (trasmitido en forma divergente por Simpli-
decir que alguien piensa en x pero que concibe que x no cio en los dos pasajes en que cita B8. 36-37) está irremedia-_ ..
existe es una contradicción. Si lo ente no es el objeto del blemente corrupto, por lo cual resulta aventurado e im-
pensar en ton ces no hay pensar, lo que equivale, como Yi- 1 prudente atribuirle una importancia central. a estos vc:;rsos _ ..
mos, a la fundamentación avanzada en 35a y 36a. en· una ·reconstrucción del pensamiento parmenídeo. No · ·
_Hasta ahora he omitido toda consideración de 35b, una
-1 quiero negar con esto la posibilidad de que la unicidad
oración de relativo que dice literalmente "en lo cual ha sido ·)2_ de lo ente sea algo implícitamente requerido por otras afir-
expresado". Tal vez lo menos contrO\·ertido es que el sujeto maciones del poema.

l k
PARMEN!DES FRAGMENTO BB 139
138

Hay. además, otra dificultad. Si el texto fuese confiable. ciente, ex nihil o nílzíl) que obligan a rechazar la génesis y la
la unicidad se estaría probando sobre la base de que lo ente destrucción. Algo semejante ocurre en B8.30 ss. El verso 32
es un todo (oulon) e inamovible (akineton) (38), propie- introduce un motivo (houneke11 sin ir precedido de un ver-
dades que se deben a que "la Moira lo ató". Dado el texto bllm dicendi o swtiwdi) para la acción de Anagke. Dicho
que imprimen DK, lo único que me atrevo a conjeturar n1oti\•o incluye, es cierto, una a]usión a thetnis, potencia
es que -a diferencia de una ameba- un objeto que sea también di\'ina en el orden de la ley establecida, pero ésta
un todo inconmovible no puede generar algo semejante a no aparece aquí personificada sino como parte de una cons-
sí mismo porque dejaría de ser Wl todo (sería una parte de trucción impersonal (themis es ti). Además, hay una pre-
un todo, uno de un total de dos, habría algo fuera de él, misa anterior ("es no-indígentc, si no fuese así -si fuese
exterior a él) y dejaría, además, _de ser inmóvil en el sen- indigente- carecería de todo") que no incluye ninguna rc-
fei-encia mítica.
tido requerido (se habría transformado).
Es interesante obscn·ar qué ésta es la tercera \'CZ que De todo lo anterior debemos inferir sin duda que en
una potencia divina aparece ejerciendo un poder sobre lo el cuerpo de B8 la invocación de figuras mitológicas no es
ente (eL B8.14 y 30). El papel que juegan la Justicia. algo independiente de la argumentación propiamente tal. Lo
la Necesidad y ahora la Moira o Destino parece análogo mítico está claramente subordinado a lo lógico, a lo que el '.
al del proemio en su conjunto, pues refuerzan la recep- lagos puede establecer con prescindencia de toda autoridad
tividad del discurso parmenídeo, le confieren autoridad religiosa. Esto crea sin duda una tensión con el proemio,
ante los ojos de sus contemporáneos. ¿Se trata empero de que aparece así como un instrumento que se descarta una
tres potencias diferentes o de una sola potencia divina in- vez que ha cumplido su función.
vocada bajo tres nombres diferentes? ¿Se la o Ins invoca Entre 38b y 41 se expresa una conclusión general re-
como una- au¡<Jridad última, independiente de toda otra sultante de haber recorrido la \'Ía de la verdad: todo lo que
1~azún o fundamentación? Obscn·cn1os en pümcr lugar que los mortales han establecido (o fijado convencionalmente)
la referencia a la Muir-a retoma directamente la alusión a persuadidos de que es verdad, es decir, el generarse y des-
Anztgkc yz. que cumple la misma función que ~sta. Es la po- truirse, ei ser y no ser, el movimiento local y la alteración
tenc-ia que ata o sujeta a lo ente pára que no se mueva. _t- de la apariencia sensiblf!, todas estas cosas son meros
Pero. en segundo lugar, la misma relación vale para Anagkc nombres a los cuales nada corresponde en la realidad. La
y Dikc. Se emplea incluso el mismo verbo (ejei) para ex- única realidad es lo ente y se ha probado ya que es falso
presar su acción con respecto a lo ente: ambas lo sujetan, atribuirle estos predicados. Es conveniente insistir ahora
Jo tienen cautivo. Es lógico pensar entonces que dificil- en que la condenación de la opinión común en esta materia
mente habrá aquí divinidades claramente diferenciables. Se es bastante radical. Todas las e:«presiones empleadas tien-
11 ata más bien tlc tres manifestaciones de lo mismo_
den a enfatizado. Katethento, "han establecido", sugiere
En el pasaje de la Moira no se ofrece una razón ulte- que se trata de algo que no estaba allí, de algo "puesto",
rior para su comportamiento, pero sí la hay en los otros no de aígo· que 'Se "encuentra", que es objeto de haiÍazgo
<lus. En B8.13-14 cs'cn función-de (toll heineke11) lo ante- o de descubrimiento. Además, los mortales se han "persua-
rior que la Justicia no permite que lo ente se genere o se
>s ~ di do" de que son verdaderas ciertas cosas que son en reali-
corrompa. Y lo anterior 'no es sino la sucesión de tres
argumentos (inexistencia del punto de partida, razón sufi- L~d fill= <= ¡,~ '"' po~~ ·~ d~cr•~ wmo mom
140 PARMENIDES FRAGMENTO BB 141

"palabra" (mwllza), como expresiones sin contrapartida Puesto que lo ente posee un límite extremo, una re-
extralingüística. miniscencia quizá de B8.3l, está completo "en toda direc-
Algunos de estos términos retomarán en 53-54 pero ción". El término empleado (pantothen) es un alverbio
antes se interponen la prueba de otra importante propiedad que, como casi todos Jos que tienen la desinencia -then, in-
de lo en te y el anuncio de que la vía de la verdad llega a dica el origen de un movimiento. Resulta interesante ob-
su fin iniciándose la explicación de las opiniones de los servar aquí y en el resto del pasaje el uso de metáforas
mortales. dinámicas para caracterizar una realidad esencialmente es-
táti~a. sin negarle esta propiedad. En efecto, la limitación
"en toda dirección" hace que lo ente sea "semejante al
bulto (o la masa) de una esfera bien redonda" donde nin-
B8.42-49 guna parte del límite está más lejos del centro q"ue otra:
"está igualmente equiparada desde el centro (messothen)
42 Además, puesto que hay un limite extremo, está com- en o hacia toda dirección". Primero, por decirlo a:sí, nos
pleto hemos internado en la esfera recorriéndola desde su super-
43 desde toda dirección, scn1cjante al bullo de una esfera ficie hacia el centro. Ahora lo hacemos desde el centro hacia
bien redonda, su superficie. Este último "movimiento" del pensamiento
igualmente equiparada desde el centro en toda direc- vueh·e a darse en 49b.
44 j
ción; pues no es correcto Hay intérpretes que toman el término isopales, "equi-
que sea algo más grande ni algo más débil aquí o allá. parado"; como un adjetivo que expresarla una propiedad
45 dinámica de lo ente, la propiedad de estar en equilibrio
46 Pues no existe algo que no sea que le impediría llegar
por no haber diferencia de peso entre sus partes, pero no
47 a su semejante, ni existe algo que sea de modo que hay nada en el contexto que sugiera la intención de probar
48 de lo que es haya aquí más y allá menos, porque es del su inmovilidad o equilibrio. El tema de BS .42-49 es la
todo inviolable. esfericidad y la homogeneidad interna.
'
49 Por ende, siendo igual desde toda dirección, alcanza
uniformemente sus limites.
·L La homogeneidad se prueba cuando se dice que hay
necesidad lógica (ou jreon, "no es recto que", cf. ou themis,
"no es lícito que" B8.32-) que determina que no sea más
No es inmediatamente obvio para el oyente del poema denso en un sitio y menos denso en otro. La justificación
cuál es el "signo" de lo ente probado aquí. Los versos 44b· procede en forma dilemática: . (1) No hay algo no ertte
48 aluden sin duda a la homogeneidad de Jo ente y en 42 se que impida que lo ente llegue hasta lo ente. Esto vuelve' a
menciona su completitud. Pero ambas propiedades habían sugerir lo que ya vimos en B8. 25 '("lo que es es vecino de
aparecido antes (cf. B8 .22-25 y 32, respectivamente). El lo que es") y B4. 2 ("no cortará la conexión de lo que es
énfasis parece recaer más bien en la imagen de conjunto 1 con lo que es"; "no impedirá que lo ente sea co'l1tinuo con ,
proyectada por el texto, una imagen que ha dejado una lo ente"). Para que hubiese menor densidad tendría que
impronta duradera tanto en el pensamiento griego como haber huecos o vacíos entre distintas porciones de Jo ente.
en el pensamiento occidental: la imagen de .la esfera bien 3l!\ Pero esto es a priori imposible: lo que no es ente simple-
redonda. mente no es, no existe. No hay vacío. posible dentro de lo

. ----·-··---
_L_
p,\RMEN1DES FRAGMENTO BB 143
142

ente. (2) El segundo cuerno del dilema afirma que nu que no es el mundo, que no sólo no es material, sino que
es tampoco lo ente de naturaleza' tal que por sí mismo pu- es además totalmente inespacial. Lo ente sería puramente
diese producir diferencias de densidad. La razón que se da inteligible e inextenso.
parZL esto es bastante oscur;:¡: "pues es inviolable". Tzd Personalmente me inclino por una posición n1enos ex-
vez habda que ver aquí una· rci tcrDciún de la incJiYislbi- trema que las dos anteriores. Por una parte, el hecho de
lidad de lo ente. Sólo si Jo ente pudiese Jj,·idirse podría que lo ente sea captado sólo por el pensamiento, el hecho
generar diferencias de densidad, pero esto -como ya se de que no sufra cambio alguno, que no se lo pueda diviJir.
probó-- es imposible. hacen pensar que es muy improbable que Parménides esté
El ;-crso 49 reitera la conclusión que en 44 comenzaba pmpugnando la tesis de que lo ente sea material ya que lo
a fundamentarse por el argumcot-u sobre b homogeneidad. materi:1l debería poseer las propiedades polarmente opues-
La ilación lógica entre homogcnciUad y esfericidad podríZt i2s a las mencionadas.
quizá establecerse recordando la idea de las metáforas Tampoco creo. sin embargo, que las muchas expresio-
dinámicas: el mo"·imicnto desde el centro haci;1, la esfera nes dotadas de connotaciones espaciales puedan ser todas
"alcanza uniformemente sus limites" (49b), es decir, no metafóricas. No puede caber duda de que se trata de una
habría radios que llegaran antes que otros a la superficie entidad inteligible cuyas propiedades son objeto de una de-
de la esfera debido, tanto a la igualdad de longitud de ellos ducción a priori, pero en esa deducción se incluye un~
como a la existencia de perfecta homogeneidad Interna. No determinada manera de estar en el espacio: hay direccio-
quislcra sugerir que éste es un razonamiento plenan1entc nes, hav distancias de igual magnitud (del centro a la su-
perficie de la esfera), etc. Es cierto que esas direcciones
convincente.
v magnitudes no son discernibles o diferenciables debido a
NumerosÓs son los interrogantes que surgen a propú· b pe;fecta homogeneidad de lo ente. Nada caracteriza a la
sito de este clímax con que termina la vía de la verdad, en dirección AB que permita distinguirla de la dirección CD,
cspccinl el problema de cón1o ha de cntcnJcrsc en conjunto salro que se postule un punto discernible: el centro de la
el símil de la esfera. ~sfern. Pero si lo hacemos, estaríanJUs cargando de signifi~
En un extremo del espectro están los historiadores que cado geométrico preciso a un adverbio (messothen, "desde
la toman en sentido literal, negándole importancia al hecho '• el centro") que podría, junto con el ténnino "esfera", po-
de qt1e el texto dice que lo ente "es semeja11te al bulto de seer un sentido mucho más vago. Conforme a la tendencia
una esfera". Para ellos lo descrito por Parménides es la reali- homerizante que ya hemos encontrado en Parménides, sfai-
re podría significar simplemente "pelota", como en la es~
1
da<.l u el mun<.lo y éste es material además de esférico. Se tra- l f
taría de una concepción cruda y primitiva, refutable por cena de Nausicaa en la Odisea, 6.100 y 115. En un juguete
los sentidos, según la cual el mundo es un plenwn material. de esta índole no es el caso identificar un centro preciso,
sin vacios, y sin que hoya ningún tipo de realidad inmate- Fcro tampoco puede excluirse del todo la posibilidad de
rial. Parménides sería el más radical materialista de la qtw un pensador sindicado como Jiscipulo de un pitagórico
historia del pensamiento antiguo. h<tya tenido in nze11le una concepción cstereométrica más
En el extremo opuesto están aquellos que desvalorizan ri!:':urosa y abstracta.
~ La n~avor parte de estas dudas son imposibles de disi-
al máximo el símil sosteniendo que todos sus términos son
metafóricos. Parménides estaría hablando de una realidad
jS par. La impresión general con que nos quedamos es que

--
1

1
144 PARMENIDES FRAGMENTO BS 145

Parménides niega todo típo de diferencia interna a lo ente


sín negarle la extensión. Lo ente lo llena todo, sin embargo
su extensión es limitada. Recapitulación de la Via de la Ferdad
Nosotros, acostumbrados a un;J noción euclidiana del
espacio, vemos inmediatamente un contrascntiUo en la re- La Vía de la Verdad es el camino que recorre el pensar
presen1nción de una entidad que llena todo el espado y tomando como punro de partida b aserción de que el obje-
que a la vez posee límites. También algunos griegos vieron to de in\'es1 igación existe. De esta aserción deriva in ex-
esto. Arquitas de Tarento, un pitagórico contemporáneo ele presión referencial que se· utiJiza enseguida para denotar
Platón, parece haber argumentado de ia siguiente manera: úichu objeto: "lo que existe", "lo ente". De este objeto se
prueba cierto número de atributos mediante argumentos
"Si me sitúo en el extremo, es decir, en el no del todo claros ni fáciles de captar. Una propiedad de
cielo de las estrellas fijas, ¿podría exten~ la cual no encontramos una prueba explícita es la unicidad.
der mi brazo o mi bastón hacia afuera o Como vimos, el texto de B8. 36b-37a está demasiado co-
no' Decir que no lo puedo extender es ab- rrompido corrio para poder recurrir a él con mínima con-
surdo, y si lo extiendo, entonces lo que fianza y además esas líneas están inmersas en un conjunto
está afuera es, o bien cuerpo, o bien espa· argumenLJ. ii\·u Jtl cual no son la conclusión más import::m·
cio." (Simplicio, 1¡¡ Phys. 467. 26-29.) te. No podemos decir, por lo tanto, que en )o que ha sobre-
vivido de su obra, Parménides haya probacfo que lo ente sea
No hay empero ninguna seguridad de que este proble- una y sólo una entidad, excluyéndose toda pluralidad.
ma se le haya planteado a Parménides. Además, si se le Con todo, la impresión general con que nos deja el
hubiese ocurrido podemos imaginar su respuesta: lo que fragmento es lo de una entidad única. Se habla de ella
está "afuera" es ente o no ente. No es ente porque todo ~icmprc en singular, no se Ia contrasta más que con lo
0
lo ente está dentro de los límites y tnmpoco es no ente no ente, v las referencias a 10 ente deslindando con
porque lo no ente scncilbmentc no existe. lo ente" p;recen ser metáforas para el carácter indiscerni·
Aparentemente la noción esférica y limitada ele lo ente, ble ele la totalidad de lo que es.
si bien incompatible con el espocio infinito de Euclides, No sólo parece ser único, sino que se dice explícita·
sería por otra parte coherente con el espacio curvo y finito '' mente que es uno. Tiene por lo tanto lo que podríamos lb-
de Einstein, pero un juicio responsable sobre esta materia mar el status de un .individuo singular, ele un sujeto de
excede b competencia del exegcta de los hexámetros ele atributos, de un individuo sui generis o único en su género,
Parménides. ITZOilnogenes, como dice expresamente el texto (B8 .4). No es
Antes de efectuar la transición a la cuarta parte del por Jo tanto un universal o un concep_to, algo que .corres·
poema conviene mirar hacia atrás para obtener una visión panda a un predicado o a un infiniti.vo. Si se lo quiere
de conjunto del núcleo central de la filosofía que estamos llamar "el ser" habrá que precisar que se utiliza esta am-
analizando. bigua expresión castellana en el sentido que ella tiene
cuando hablan1os de "un ser humano" y no en el que tiene
,gb cuando decimos "el ser bueno" o cuando queremos ex-
presar un sinónimo de "el existir", En terminología filosó- ¡-

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~l

FRAGMEC>TO B8 1 .,
~-,

:1 146 PARMENIDES
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fica alcn1ana lo anterior equivaic a cJccir que lo en¡,_. l:~­
El contenido de esas opiniones .se extiende tamqién a
n das Scícndc (en el sentido singular de este partici
-,~ no das Sehr.
la dimensión moral:
¡_
Pero ¿qu..:. es este ente que constituye el objete !..lrll:::- ''A los dioses les han Zltribuido Homero y
J dd pensamiento y que por ende es lo único que h:1 \'> ·Hesíodo todo aquello que entre los hom-
Al dar una respuesta hay que evitar dos ¡¡simil<tcionc:: bres es \'Ítuperio y reproche: robar, come-
La primera es la asimilación del ente parmenídcu :1! mu1 ter adulterio y engañarse mutuaincnte.''
clo, al universo. tal como lo conocen1os. Si bícr; k-· '~'_,,·,,_·
(2i BII)
parece poseer propiedades CspaciLtlcs, son éstas pru¡w..:<.:::-
tlcs abstractas sin difcn.:nCiación. posible. Es un error ¡:HJi- ".J Jenófancs argumenta enérgicamente contra dichas opi-
tanto pensar que lo ente ocupa el espacio singular e;~ qu.·
! nwnes:
i habiw.mos. ParmCnidcs ha negado explícitamente todos lo;-,
predicados que lu ente tendría que tener para idcntificarSL' "Pero si tuviesen manos los bueyes, los
con el mundo. No cstü en el tiempo, no tiene diferencias in· caballos y los leones o pudiesen pintar con
ternas, nu sufre cambio alguno. Sus propiedades taJas .sun sus rnanos y producir las Inisn1as obras
n1ás bien cua::;i~geométricas. que producen los hombres, 1os caballos
Lo segundo 4ue: se debe evitar es la tcntaclón c..l:.: ~~si­ dibujarían la for~a de sus dioses semejan-
milar lo ente a una divinidad concebid(\ en contraste cun los te a la de caballos y esculpirían sus cuer-
dioses, múltiples y ant1·opomúrficos, ele b religión gricg;:1 de! pos tal como es el suyo propio. Lo mismo
periodo arcaicto. Este punto merece un tratamiento algo harían Jos bueves." (21 B 15)
n1ás extenso que el anterior.
Como vimos en el capítulo sobre Yid<' y obrZ! de Parmé- Otro pasaje también reduce al absurdo el antropomor-
nides, circuló en la antigüedad una tradición doxográfic:1
fismo e.n los siguientes términos:
qnr. h<~d<' de P~nnéniclcs un d!sdpulo de Jcnúfu;:1cs Jc Cv-
lofón. Se indicó en ese momento que esta noticia probable· "Los etíopes sostienen que sus dioses son
Incntc se remontaba :t una afirmación jocosa de Platón en de nariz ancha y negros, los tracias que
el Sofista (242c-d) y que por lo tanto no es digna ele eré· son de ojos azules y pelirrojos." (21 B16)
dito. Hay .sin embargo un n~rso de Jcnúhme.s que C\'üGl
muv ele cerca uno de Parménides \' existe tambi·én cierta A esta multiplicidad en bs formas de lo divino Jenó-
afi~idad en la concepción global el~ ambos pensadores. fanes contrapone un dios uno y único dios supremo:
JcnUfancs, al igual que PDrménidc::., traza una cbra
línea diYisoria entre su pensamiento y las opiniones de ios "Un dios, el más grande entre los dioses
mortales: y los hombres, ni en su cuerpo ni en su
pensamiento semejante a los mortales."
"Pero los nwrtales opinan que Jos dioses
(21 B23)
nacen, que tienen \'CStimcnta, voz y cuerpo
como e! suyo propio." (21 Bl4) 3+

~
~
148 PARMENIDES FRAGMENTO B3 149

Este dios muestra cierta similitud con lo ente ele


Parménides. No sólo por ser diferente de los seres huma- B8 50-61
nos o del mundo circundante, sino porque además
''
50 Con esto conciuyo
.
para ti el confiable razonamiento y .
,·)
"s¡empre perrnanecc en e) mismo (sitio),
el pensamiento \. ·
sin moverse en absoluto, ni Je corresponde ,.
1
.r'L .;-"\..~'
ir a diferentes lugares en distintos mo- .~ l acerca de la Yerdad; a partir de aquí aprende las mor- _,

mentos". (2 J B2ó) tales opiniones


5:2 escuchando el orden engaflador de mis versos.
::--::, En efecto, establecieron dos formas en sus mentes para
En el primer verso de cs1e fragmento tenemos en
nom!:rrar (las),
gnego en tautoi min111ci, una expresión muy ccrc:ma a
B8.29, en tauioi meno1z. Hay sin embargo una diferencia
,, eJe las cuales una no es correcto (nombrar) --en esto
··"
crucial entre estas entidades inmó,·ilcs. El dios único de se han extraviado--
Jenófancs posee conocimiento y pe-nsamiento: 55 y di\·idieron su cuerpo en sentido contrario y les asig-
naron signos ...
"Todo él ve, todo piensa, todo escucha" 56 separados los unos de los otros: a una el fuego etéreo
(21 B24, "todo" es aquí sujeto), de la llama
1
57 que es sutil. sumamente leve, del todo idéntico a si
y esa capacidad le permite además cjcrcci- una función
mismo,
esencial de lo divino, le permite dominar:
58 pero diíeren<e de lo otro; pero también esto, en sí
"Y sin esfuerzo, nlcdiante el· pcns::nnicnto mismo,
de su mente, todo lo conmueve" (21 B25, 59 es por el contrario noche ignorante, de cuerpo denso y
"todo" es aquí objeto). pesado.
60 Todo el ordenamiento \':_:osímll te Jo declaro yo a ti
Lo ente de Parménides no sólo no tiene este tipo Uc ~ 61 de modo que jc:rnás te aventaje n1ortal alguno con su
1
relación con lo dcm:is (lo demás, en rigor, no existe), sino opínión.
que no hay una sob expresión en BS que contenga ];; m~ls
leve sugerencia de que lo ente conozca o piense. Lo ente Entre el verso 49 y el verso 50 hay una importante
no es más que el solemne y solitario objeto que la razón cesura. Le c!iosa proclama que ha llegado a término el ra-
puede pensar cuando se atiene estrictamente a los cánones 1 zonamiento (/ogos) o lo pensado (noema) acerca de b --~;
1
establecidos por la diosa al inicio del discernimiento de verdad. Con ello se refiere sin duda a B8. 1-49, cuyo conte-
bs vías. 1

nido, por ser verdadero es además confiable o convincente


La constatación de que lo ente no es algo que piense (pistan, cf. BS .28: pis lis alethes, "verdadera confianza o
confirma definitivamente que B3 no afirma una identidad convicción"; B8 .12: pistios isjus, "la fuerza de la confianza
entre pensar y ser, sino por el contrario, una identidad en- o convicción"). Desde este punto en adelante se desple·
tre sujeto de ser y objeto del pensar. 3~ gará ante Parménides lo que no es confiable, "las opiniones

1
~L
150 PARMENIDES FFAGMENTO BB J ::,!
murtnlcs", es decir, las opiniones que los mortt:dcs susten- La perenne tentación par-a el intérprete es la de proycc-
tan, y para ello tcndrü que cscuCh~r "el urden cngt\ñoso·· wr hacia atrás la solución de Platón, intentando encontrar
de los Ycrsos de la diosa. en el texto del EléaLa alguna cláusula que permita asignarle
La diosa se comporta entonces como las musas que se al mundo físico algún tipo de realidad, ciertamente inferior
k apat-cccn a Hesíodo en el monte Helicón y le dicen a la realidad de lo ente. Pero esa cláusula salvadora del·
mundo de la apariencia parece no existir.
"sabemos decir muchas cosas falsas, se- En versos que no son objeto de controversia la diosa
mejantes a las verdaderas, dice claramente que las opiniones de los mortales no con-
sabemos t;¡mbién: cuando querernos, enun- tienen verdad alguna (Bl.30), que todo lo que ellos esta-
ciar verdades". blecen crevendo que es verdad es mero nombre (BS. 38-39),
que están extraviados o equivocados (BS. 54). Además, del
. (Teog. 27-28.) diakosmos se dice que es meramente \Trosímil (eoikota),
semejante a lo verdadero, como las falsedades de las musas
La I"C\'clación parmcnidca es tan1bién dual, comprende hesiódicas.
tanto la \'crdacJ como el error. ¿Con qué fin re\'elar falsedades' La diosa le da una
El orden (kosnzos) de los Ycrsos de la diosa es cnga- razón .n Parménides: "para que no te aventaje ningún mor-
rluso porque ellos van a n1anifestar en fonn~ asertórica u~1a tal con su parecer" (gnonzei, "juicio",' "doctrina", ''opi-
cantidad de proposiciones que son falsas y pueden ser to- nión"). El supuesto que permite justipreciar esta razón es
madas por verdades si no se tiene conciencia de por qué d coráctcr agonístico o competitivo que tomaban muchas
son falsas. "ctividades en la ,-ida griega cotidiana. Así como un atleta
Esas afirm3cioncs en conjunto constituyen un diakus- co111pitc con otros atletas, un poeta con otros poetas, un
11105 (BS. 60), M na teoría del ordenamiento total del uni- ~ctor con otros actores, incluso un mendigo con otros mcn-
\'Crso incluyendo, como veremos, una teogonía, una cosmo~ di!!DS, así también se concibe la actividad filosófica como un
gc)ni<1 y un2 cosmologb que ab~rca lo.s temas tradicionales "";," rnrnn 1Jna lucha deoortiva donde los demás lo tratan
de ésta y que van desde la astronomía hasta la embriologiet d;- ;~·e-;tajar a uno y un~o a los demás. Parménides entra
y la teoría del conocimiento hun1ano. a la carrera (el ,·erbo "aventajar" en griego, parelaunein,
Por qué el poema de Parménides incluye todo esto es sugiere literalmente la noción de q-ue un corredor o un carro
algo que v.:-trias gcncradones de historiadores del pcnsa~ pasa, elawzei, pot· el lado, 'Para, de otro) con una Yentaja
1nicntO antiguo han \·cnido discutiendo intensamente. A mu- innegable: no sólo conoce la \'erdad sino que es capaz de
chos les lm parecido que si Parménides se dio a la ardua den·otar a sus contrincantes en su propio terreno pues
tarea de producir una explicación del mundo físico y si, sabe desarrollar un diakosmos como el que más.
además, produjo una teoría original, esto se debió " que Con el verso 53 comienza la explicilación de por qué el
en algun sentido le atribuía un cierto grado de realidad a orden de los \'ersos de la diosa es engañoso. Ella se hará
ese mundo y por ende también algun grado de verdad al portayoz de pareceres que no son los suvos propios y que
discurso sobre d. Este es el llamado problema de la alet/zeia 1 contienen un error fundamental. En efecto, "ellos han es-
y la doxa, el problema de cómo se relacionan para Parmé- tablecido convencionalmente dos formas (mm·fai) ". El al-
nides lo ente con el mundo, la verdad con la opinión. S~ cance de este último término es dificil de precisar. Literal-

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152 ·'.Ri\1El"<IDES
FR:\GMENTO B0 F:~

mcr.Lc SJgnifica "f'o:·ma", ''nparicnciJ. exterior" pero tambiCn


pucJc US<!rse de un objeto que se presenta bajo distinta~ mente sino lo que está implicito en lo que cuarquier persona
apariencias y es linJnado por distintos nombres. En el Pro- dice o diría en sus esfuerzos por describir el mundo, Todo
nwteo E11cadenado de Esquilo (\'crso 212) Promctco des* individuo percibe que a veces está a plena luz del día, a
cribe ;::,. su madre como "no sólo Thcmis y Gaia, sino una veces en la oscuridad de la noche, que hay cuerpos pesados
forma (nwrfe) de muchos nombres", es d~cir, una entidad y cuerpos livianos, que a ratos hace calor. a ratos hace
únic~ llamada de distintas maneras. En un sentido no lc- frío. Interprc:tando tales pronunciamientos la diosa dice
jnno ele esta instancia el término es empleado por Parn1é- que los hombres, cuando hablan de tales fenómenos, intro-
nides para designar dos cosas y no dos tipos de apariencia. ducen ín1plícitarnente una pareja de entidades opuestas que
De vital importancia es el observar wmbién que en ningún denominan fuego y noche. Una vez introducidos se los
momento se ha aplicado el predicado 111orje a lo ente_ puede utilizar pant ofrecer explicaciones de fenómenos com·
Los mortales, entonces, han establecido dos cosas o piejos y remotos, explicaciones dotadas de tal grado de
"forrnas" en sus gnomais, en sus juicios, opiniones, doctri- piausibilidnd q1.1e Pannénides no será superado por l]adie
n2s, para "nombrarlas". Esto seguramente significa que la que pretenda esgrimir una doctrina (gnome) diferente.

!t
diosa le rttribuyc a los mortales la introducción con\·cncio- Examinemos más de cerca la introducción de los opues-
nai de dos cntídndcs que pasan a ser sujetos de dí\'ersos tos (B8 .55-59). En prirner lugar, su cuerpo (dem.as) fue
:t!ributos y que luego juegan ci JX1pd -yD usual en el pen- dividido o separado "en direcciones opuestas (iantia). Esto
saniiCnto griego-- de principios cosn1ogúni.cos y cosmo- sugiere la imagen de poner dos masas aparte la una de la
lógicos. Ellas explicarbn, tanto el surgir del mundo cir- otra .para después "ponerles", "asignarles" (t.thento) "sig-
cundante, como su constitución actual. Ejemplos de esto nos'' Separados los unos de los otros, es· decir, una posee
aparecerán en los fr:~gmentos B9-B18. alributo que la otra no tiene y vice versa, en claro contraste
Las form::ts son llamadas aqui "fuego" y "noche". En con la vía de la verdad donde los "signos" estaban todos
B9.1 "Iuz" sustítuyc a "fuego" y los testimonios doxográ- Ztdheridos n un único suieto.
fi::os sugieren otras sustituciones. Los signos de la primera de las formas indican que es
fuego, sutil y liviano, añadiéndose una propiedad de otro
Resulta natural preguntarse a quiénes tiene in mente
tipo, pues en principio debería ser también signo de la otra
b diosa bajo el indefinido apelativo de "mortales", pues la
forma: "es (el fuego) del todo idéntico a sí mismo y dife-
idea de explicar el mundo físico sobre la base de principios
rente de lo otro". De la se¡,>1mda forma no se dice esto pero
no parece ser algo que h:1cc el hombre común, sino más
parece estar implícito porque expresa una condición ne- 1
bien, algo privativo de los filósofos. Los intentos de los
ces~ria para que se pue.da hablar de dos formas, de dos 1
j
historiz:dorcs por identificar con exz¡ctitud un pensador o
entidades diferentes.
una escuela que haya propiciado estos dos principios, fue-go
La segunda forma es noche, adaes, literalmente ''ig~
y noche, han fr:tcas3do, s:n que pueda negarse que hay aquí
·una remota reminiscencia Uc Jos opuestos de Anaximandro norante", aunque tal vez aquí el adjetivo signifique sim-
plemente "oscura", privada de daos, "luz". Es también de j
'r de las listas de opuestos de los pitagóricos. Por ello me
inclino a entender aquí la referencb a los mortales de ma-
nera análoga a como la enlendi en la interpretación de B7.
l cuerpo denso (lo opuesto a la sutileza del fuego) y pesado
(lo opuesto a la liviandad del fuego).
La diosa no comunica lo que los mortales dicen expresa- ~b Blandiendo estos contrarios, la diosa está en condi-
ciones de generar una exposición de un diakos/llos, de un
t
1
~
--~

.l ;
1,
FRAGMENTO BB
154 PARMENIDES r 155

ordcn:unicnto tol:ll del mundo desde su origen. ¿ Dúnck ra- fuego (luz) con lo ente y de noche con lo no ente. Es en-
dica empero el error subyacente a esta empresa? torices la noche o lo no ente la forma que no debe ser
La segunda mitad del \'Crso 54 ("en esto se han e.\tra- nombrada. La forma legítima es el fuego o lo ente.
·dado ..) indica que la respuesta cstü incluida en las palabras
inmccliatamcnlc precedentes. Estas, sin embargo. son extra· Se suele buscar apoyo para esta conccpc10n en la su-
ordinariamente lacónicas y oscuras. Las imprimiré en g¡·icgu puesta alegoría del proemio donde el viaje hacia la luz
trasliterado para luego seiialar las distintas posibilidades de representaría el ingreso al reino de la \'erdad cuyo conte-
interpretación de que son susceptibles: nido es el desvelilmiento de lo ente. Lo ente sería entonces
equivalente 0 la h1z. Al demostrar empero que el ''iaje de
ton miau Oll jreon esri. (54n) Parménides va en dirección opuesta a la que se suponía.
''ale decir, hacia la oscuridad del Tártaro, y que debe en-
tenderse el proemio como una unidad que no refleja alegó-
Todos los cxcgetas que he consultado suplen al final
ricamente las ideas filosóficas de Parménides, le hemos
ono111at.eiu, .. nombrar".
tomado del final del \'Crsu anterior.
quitado toda fuerza a este argumento.
En esto no hay mayor dificultad.
Otro tipo de apoyo proviene de la interpretación de
El primer motivo de perplejidad es la forma verbal Aristóteles. Su importancia la hace merecedora de un tra-
negativa e impersonal ou jreon esri. Jreon csti cxprc~a un<t tamient_o algo n1ás exhaustivo.
necesidad u obligación positiva. Su negación puede mentar:
En su recuento del desarrollo de la filosofía hasta sus
propios días, Aristóteles dice de Parménides lo siguiente:
(a) La negación de la necesidad u obligación, es decir. la
posibilidad o"iicitud de no hacer atgo: "no es necesario"
"Parménides parece hablar a \·eces desde
.. no se requiere", .. es lícito o recto no".
una dsiün más amplia (que la de Jenófa-
(b) La necesidad u obligación negativa, es decir, la im- nes y ll-1eliso), pues al postular que aparte
posibilidad u )a ilegitimidad de hacer algo: "es nccc:.;arlo 1
de 1o ente lo 110 ente no t.!xisle en 1nodo
que no", "se requiere que no", "no es lícito o recto que". alguno, piensa que", necesariamente existe
\ una (sola) cosa, lo ente, y nada más.-.,
Estas Jos posibilidades se combinan con diversas ,-er- pero al Yerse forzado a seguir los hechos
sioncs de las palabras iniciales del verso (Ion mían, "de las obsenados y a suponer que hay una uni-
t;uales una'') resultando, entre olras, las siguientes alter- dad según el lagos y una multiplicidad
natiYas: según la percepción, establece nuevamente
do~ causas y dos principios, lo caliente y
(i) En primer lugar está la posibilidad de entender que la lo frío, llamándolos fuego y tierra. De és-
diosa habla in propria persona y verter "de las cuales una tos, sitúa lo caliente según lo ente y a lo
es necesario que no sea nombrada". Esto implica que, según ~ . otro según lo no ente." (986b 27-987a 2.)
la diosa, es correcto nombrar a una de las dos formas pero

~1
que no es correcto nombrar a la otra, una interpreta- Llaman aquí la atención una serie de discrepancias con
ción que sólo cobra pleno sentido con la identificación del las palabras textuales del poema parmenídco. Aristóteles

_l_
156 PAt\MENlDES '
1
1
FRAGMENTO B8 157
i
3tribuyc a P~nTn~nídes la ín!róc.luccíl~Hl de Jos principios. saje J.rlstot:.:iJcu esté en suficiente discord3ncia con les frag-
d poema la atribuye a los mortales y deja clar~ constancin ! mentos como para que rechacemos no sólo la idea de una
identífictció:l del fuego con lo ente, sino jncluso el que lo
de que se trata de un error. Aristóteles opera con su propiZI
co¡¡ccpción de los opuestos fund:tment~1le.s (!o caliente .Y lu ente y lo no ente hayan podido ocupar sendos lugares
Írio) y asimila 2ellos las formas del poema, cambiando ! ckntro de unZJ conjetural lista parmenidea de opuestos.
la :Jcsign~ción de b segunda de "noche" a "t!c:rra". Más A todo lo Zlnterior hay que agregar llna objeción contra
importante aún es que Parménides es rctralado en d pz1· (i} que fue forrnubda hace ya b3sla.ntc tiempo. Pztra que (i)
saje a::-isrotélíco como alguien que se inclina ante !os hecho:-:. íucsc- ,-~í!ida, el texto tendría que tener hcteren, "una ele ias
1
observados, ante los fenürncnos. No es esto lo que dicen dos" en \'c-7. de nucm, "una"
los fragmentos. En ciios no se h:~.cc concesión alguna a b~, No resulta enwnces aceptable b inter-pretación tk!
opiniones corrientes, no corresponde tampoco la actilucl er-ror de los rnort~dcs como si éste hubiese consistido en
descríla a la visión de conjunto que tenemos de la escuela fl()rnbrar do.s formas (fuego y noche) cuando en rc~;.\idad
c~cática (Parménides, Jv'icliso, Zenün) cuyo rasgo más típico 1 deberían haber nombrado '>ólo una (fuego) por ser ésta
cs. precísamente, su admirable capacidad para atenerse a idéntica a lo ente.
5Us f2.20!iZtrDil.?ntos y negar de pbno el mundo [f~nom~~niu__ l_

(ii) Una segunda p(JsibiliJacl de reconstrucción de 5Ja con-


En este pas:1jc Arísk1telcs interprctí\ a Parménidc~ des-
sJstc en entenderlo como si la diosa estuviese comunicando
d~..~ supuestos platónicos. Le atribuye en efecto un;J distin-
la posición de los mortales y éstos dijesen:_ "no es recto
ción entre un ámbito inteligible {kaia ton lop,on, "según el nornbrar (sólo) una". Los mortal[:s af1r~narí1:n que h:1y dos
logos") y un ámbito sensible (kara ten aisthesin, "segUn fon11as y que es la diosa la que está eq_uivoc.:..tda al nombrar
la percc~pciún"), a~ign:'mdolc a éste cierto grado Jc rc~l!dad. sólo una· lo ente. El monismo parmcnideo es el que estú
E:-1 cs!L: úmbito hay un dualismo (o plur;:didacl) de prínci- aquí a la JcfcnsiYa.
p!os, en aquél, un monismo riguroso.
Por olra parte no está del todo claro que Aristúlclcs El principal cst:ollo para esta versión es que depende de
iderui{ique lo caliLnte con lo ente y lo frio con lo no cn!l'". la suplencia del adverbio "sólo" y éste no está en el 1exto.
G c::-;.pr·esión gricg~1 crnplc-ad<t (iattci kata) permite suponer
que Iu que Aristóteles concibe es una lista de contrarios,
1 Tznnb!Cn supone, como en (i), atribuir a rnic¡_n el significado
ele heteren, "una de dos". "Además, se daría un cn-rnplicado
corno la que adopta ~_q mismo, dividida en dos columnas y poco con\'inccnte cambio .de perspectivas en el pasaje: en
precedidas por "lo ente" y "lo no ente", respecti"vamcnte. 1 el verso 53 !J. diosa describirla lo que han hecho los mor-
Dentro de una lista clc contraríos de esta naturaleza, Par- tales, e:n 54a serían los morudes los que hablarínn práctica-
lnénidcs. según Aristóteles, pondría lo caliente, es decir, el mente in propria persona para .desptH~s, en el mismo \'Cr-
fu-:.:gu, en la columna de !o ente, y lo frío, es decir, la tierra. SC', reclbir eJ juicio adverso de la diosa. Finaimenle el
en la columna de lo no ente. sentido del verso entero resulta inadecuado porque no
No debe descartarse totalmente la posibilidad de- qu~ es1arfa expresando la razón por la cual han errado al es~
Parménides, a la manera de los pitagóricos, haya efectiva~ 11, tablecer dos formas. Conviene, en consecuencia, examinar
otra posibilidad.
mente adoptado columnas de contrarios cuyos términos
prüneros fuesen fuego y noche, respectivamente, pero el pa- IG1L

~~ ~----- _ _ _ _ _ _ ,_., -li'>%l!IM~~~


FRAGMENTO B8 !59
158 PARMENIDES·

c:1tivos .de una cosmología falsa los que son llamados


formas. Lo ente no es un principio explicativo de nada
(iii) Si se renuncia a la inserción del adverbio "sólo" "
(eL Aristóteles, Pl1ys. 185a 3-5).
se adopta la negación de la necesidad en lugar de la oblÍ-
g:nción Positiva, tenemos: "De las cuales no es necesario Debido a todo lo anterior, me parece que hay que
nomb••ar una." Esto sería también algo que piensan los abandonar las interpretaciones que hemos examinado en
mortales y no la diosa. El error de esos mortales, según una favor de la siguiente.
variante de esta inlcrprctaciún, consistiría en no \'cr que es
necesario identificar las dos formas cun ·una único forma~ (iv) Por analogía con BS -~5 donde la negación de jreou
lo cn1e. Scg~a variante el error ·radi~ en Jijar dos -~-c.sli representa,la ohli~ nega'{iva,- me --inclino' a: iili' ar
formas por seParado en circunstancias de quC ("S las sólo se · · que aquí ocurre otro tanto. Es entonces la diosa la que
dan unificadas " asumidas por lo ente. Este sería así la expresa que algo no es recto o correcto. A modo de clave
unidad de los c¿ntrarios. para entender las palabras :restantes escojo un verso de
Aristófanes en que aparecen las palabras mian y ton con una
También para esta interpretación Yale la objeción de negación y que dice así:
que hay un cuestionable cambio de perspecth-a al pasar
de un ,-erso a otro y en el interior mismo del verso 54. Más mían gar ouk an eipois ton 11un gynaikon Peneloptm
importante son, a mi juicio, las dificultades que se siguen
de esta interpretación. (TI•Úmophoria:ousae 549). Palabra por palabra esto equi-
/ . vale a:
De acuerdo con la segunda de las dos vanantes men-
cionadas, lo ente cobijaria en su interior a las dos formas
y t:-stas tendrían a!->í cicTt:l legitimidad. Esto me parece in· "una pues no llamarías de las actuales mujeres Penélopc".
aceptable dado que en lo que ,·a corrido del ft-agmcnto BS
lo crúe no presenta ningún tipo de diferenciación interna. Este verso pone a las mujeres del presente muy por de-
Atribuirle a Parménides algo así como un Aufl;eb"en, "ab- bajo de la heroína de la Oclisea.,. y quiere decir obviamente
sorción-eliminación" de los contrarios es altamente ana- que a ninguna de las mujeres del presente se la podria
crónico. llamar Penélope. Mían ou "equivale entonces a oudemían,
Lo mismo ocurre con la primera variante. La noción "ninguna"~
de identidad no es tan oscura rumo la de absorciún-climi- Esto permite inferir con bastante seguridad que BS, 54a
naéíón pero produce un efecto análogo: la identificación de significa:
las dos formas con lo ente, o bien las elimina a éstas (pues
habría que negar .los atributos que son predicables-de-una o
"de las cuales no es corred 'no¡.;,brara T.irigun~".
u otra y que no son predicables de lo ente), o bien intro-
duce diferencias dentro de 1o ente (pues habría . atributos. Lo erite no es"tá'J'"c;i·1~'tan'í~·¡.¡:¡encionado-én este ,.Crso, ·
·"- ..
;... :.

de una de las formas que no son atribuiblcs a la otra), ni se le atribuye :tampoco, implícita o e¡¡plícitamente, el
Por último me parece altamente dudoso -que se puedn apelativo "forma". Se niega de plano la legitimidad de la

t~~
hablar de lo ente como de una "forma". Lo ente en Parmé- introducción de dos formas para explicar el mundo. Ambas
nides parece estar a otro niveL Son los principios explí-

l_ •
~
160 PARMENIDES FRAGME~'TO BB 161

deben ser rechazadas por igual. Ninguna de las dos tiene principio que, a: mi juicio, juega un papel difuso pero eficaz
relación alguna con lo ente. Este es lo único que existe. en Parménides (el lector habrá notado que ya utilicé la
. ·. Una,.Jualidad inicial (y por ende toda multiplicidad) es. ile· instanciación de este principio para el· predicado de exis-
gillma y el error de los mortales radica en haberla estable- tencia en la interpretación de B8.19-20, supra, premisa [2])
cido o introducido. " que por lo tanto vale la pena formular un poco más rigu-
Para nuestra comprensi.ón de conjunto del pensamiento rosamente:
de Parménides esto parece reforzar la idea de que se en·
tiende lo ente corno algo numéricamente uno. aunque, como "(PE) Para todo predicado F, si F e5 verdadero del objeto
vimos, no hay argumentos e.'Cplícitos en este sentido. Por O y si hay un objeto o· tal que O' no es idéntico a O, en-
otra parte, el pronunciamiento de que introducir dos for- tonces F es falso de o·."
mas es erróneo debería estar basado en el convencimiento
~ que dicha introducción genera una contradicción con_ las Adoptando nucmmente la instanciación de (PE) para
premisas iniciales del pensamiento expuesto. En el momen- el predicado de existencia, la reconstrucción del rechazo de
to de explicitar más rigurosamente dicha contradicción 1as formas podría ser la siguiente: como las dos formas
surge la tentación de pensar que se condena la multipli- de los mortales son sustitutos posibles de O, vale para cuai- ' •
cidad por consideraciones que derivan de la interpretación quiera de la dos que no e.'<iste, si la forma opuesta existe.
pretlicativa del sentido del verbo "ser". En ese supuesto la Esta. por otra parte, sería acreedora de todos los signos de
forma que el argumento tomaría sería la siguiente: . Jo ente ,. no de los sÍimos peculiares de una de las dos for-

Sean A :-: B dos formas distintas, entonces es yerdad que l


'
-·mas ..E; consecuerici3: las formas· que los mortales han esta-
blecido no existen.
En síntesis, al tomar conciencia de la postulación de
A es A y A no es B, fu ego y noche como elementos subyacentes a las explicacio-
nes del mundo circundante, Parménides tiene una ventaja
pero esto, por elipsis del predicado, equivaldría a agonística sobre todo otro pensador que pretenda <>frecer
c~plicacioncs de esta índqle, ventaja que se divisará cuando
A es y no es, los principios explicai.ivos entren en acción en Jos fragmen-
tos siguientes. Pero gracias a la diosa, Parménides sabe ade-
lo-cual a su Yez entra en contradicción con B8.16: más que esas dos fonnas_.no son reales, que no satisfacen
es ·o no cs. Jos predicados que valen necésariamente de lo que existe.
Por ende, toda e~plicación del mundo basada en ellos es, en
Pese a la plausibilidad de esta reconstrucción, me pa· tldinitiva, falsa.
. rece. que hay una alternativa más convincente y que.consiste . , ... )'{ótese por últiino q~e- entre]aNoche, l¡1 diosa origi-
en· retener el sentido existencial pero subentendiendo un naria del proemio, y Ja .nóche de B8.59 media un abismo.
principio que llamaré "el principio de predicación exclusi- En este último pasaje se ha abandonado totalmente el con-
va" (PE). Este dice que a un predicado le corresponde texto mítico para entrar de lleno en el dominio de la física
c.~clusivamente un sujeto de modo que no hay dos sujetos
de los cuales sea verdadero el mismo predicado. Es éste un
qy presocrática. La noche como principio de explicación ma-
terial es simplemente un cuerpo denso y pesado. Apelar en

;· k.
·-

P/\RMENlDES ffL\GMEl~TO Dfi


162 163

este n1.omenlo e, lo clicho en el proernio cs. me parece, m:; Simplic:io. De Cnclo 559 .1í.
un error hermenéutico. B8 .22 Simplído, In fl!rys. !0.3; 86.24.
·veamos ahora 1a n1anera como funcionarían en un(l BB 25 Simplicio, /¡¡ Plrys. 8ü.22; 87 .23; filúpo11u, !u Pln·s.
lcoria cosmogóni<A> y cosmológica los principios estableci- 65.11; Proclo, In PamL 665.24; 708.!3; 1080.1-2; Plv-
dos por los mortales. lino, Em1. 6.4.4; Damascio, 13L7.
B8.26-28 Simplicio, In P!Tys. 39.27-40.1; 79.32-80.2.
Bf zc; Proclo, j¡¡ Prrn11. 1152 27.
.',) BE 29-3) Simplicio, In Pllys. 30.6-JO .
BB 29-32 Proclo, /11 l'm111. 1134.22-25,

.• :¡
Nolas DB.29 Simplicio, /11 l'hys. 143.15; -Proclo, In Parm. 639.29-30; -
!152.29; 1177.5.
BB.J0-33 Simplicio, In /'liys. 40.3-6 .
. Fuentes de BB:
B8.30 Pro-:lo, In l'út,u. JJ52.3L
B8. J-52 Simplicio, 111 !45. 1-146 25.
BB .34-36 Simplicio, In l'ltys. 87 .14-16; .143.22-25.
-BS .50-{;1 Simplicio, in Pllys. 38.30-39.9.
·,¡ ' . BB.35·36 Proclo, In Pan.t. !152.35-36.
•:BS.l-14. Si¡nplicio, fu Phys. 78.8-23.
., B8.36·38 Simplicio, In P.11s. 86.31-ll?.l. .
BB. Simpli<;i"---r~ Pl•ys. 142.34-36.
DB.43AS Plolón, Sopit. 24lc 3-5; Estobco, 144.12-14; Proclo, Tl1col.
B8. 1-1 Sexto' E•· plrico, Adv. Mal h. 7 .l.! l. 155; Ps. Aríslútclcs, De M d. 976a 8-10.
¡·
L
BB.3-5 Simplicio, In Pllys. 30.1-3. Bo.43-44 Proclo, In Tit11. H.69.20-21; Simplicio, In Pilys. J26.n
23; !37.16-17; P1·odo, J¡¡ Pnmc l08LZS-29; ll29.3l-32;
BB:.>-4 Clemente, Slromata II.402.8-9; Eusebio, Pracp. Ev. II. Ps. Adslóteles, l 1c Mel. 978b S-JO.
214-12-13.
B3.43 Simplicio, In PI!) S. 52.23; 127.31; 143.6; 146.30.
B8.4 Simplicio, ln Phys. 120 .23; De Caelo, 557 .lB; Plutarco,
Adv. Col. l!!4C; Teodorctv, Gr. líff. Cur. 65.7; 102. 12-13; B8.44 Aristóteles, Pitys. 207a !7; Asclepio, J¡¡ Met. 202.18; Pro·
•. -;>-r; Filópano, In Phys. 65.7; Proclo, In Pan11. 1152.25; Ps. clo, In Parm. 708. W; Simplicio, In Pltys. 107 .26; J3J-27;
., . • ; 1:'""• Plutarco, Strom. 5. 502.6-7.
-fi < •

BB.S-6 · Asclcpio, In Mct. 42.30-31. B8.44-45 Proclo, In Parm. t65.28-29 ..


Filópono. In Pl!ys. 65.9; Amonio, De lntcrpr. 136.24-25; . BS.S0-52 Simpl¡cio,")" Phyo. 30.17-19; Dé.Caelo, 558.5-7.
. -·. ¡B<L? ··~,
'~ Proclo, J¡¡ Parm. 665.26; Asclc¡.·io; ¡, Mei. 38, 17-18;
!1'.-¡- 202.16-!7; Simplicio, ht Phys. 14.1.13; Olimpiodoro, In B8.50-5l Simplicio, In Pi!ys "41..8-9 .. '
• .' 1 - • ~. Plwed. 75. 9. B8.53-59 Simplicio, In Phys 30.23-3!.2; 180.1-7.
·. "B8 Simplicio, In Pilys. 162.18-22.. ,,
~ : ¡¡
~8. 6-9 . . Simplicio, De Cae/o 137.3-6.
.l.
V) "S . He tomado este cat(\logo de :ucnte:s, con .ligeras ¡nodificaciuncs,
in edición de Tar-2.n. ··· -.
¡1'
164 fAiZiV1ENI[:3S
;-;Rr.G!v~ENTO ES ·-·-
Varirmtes:
miento una forma más o menos deductiva. Tampoco es exacto :::~
BB.4 ouiorz mounogenes, Sirnplicjo, (4 veces), Filópono; Cle- llamar a Parménides el fundador de in lógica pues ésla es -una di!"~
mente, Eusebio (Praep. Ev. 13.13.39). Teodoreto (Gr. dplína metateórica que trata de discernir principios y procedimien-
Aff. Cur. 4.7). . . tos para distinguir argumentos válidos de argumentos invalidas. En
mouno!];---<><outwgenes, Eusebio (Praep. Ev. l.B .5.), este sentido el iniciador de la lógica es, en rigor, Aristóteles. Entre
(= A22), oo::toreto_ (Gr. Aff. Cur. 2 .JOB). los intentos por examinar la. validez de las deducciones parmeníJcas
cabe mencionar el trabajo de Basson [141], un trabajo que sin -·tludn
es ti gar ¡.JUlomclc.s, :;Plutarco, DK.
abre una brecha aunque su análisis no resulta convincente en di-
edc te.leston, Covottí. versos lugares. A modo de ejemplo puedo mencionar que Basson lee
cd'atelestón, Simplicio, DK. B8.19 segtin la conjetura de Karsten y Stein adoptada por DK (y
BB.7 que no tiene ningún asidero en los manuscritos), para luego- con~~
out'ck me f!onlos, Simplicio.
truir sobre esa lectura un argumento contra la corrup~ón de lo ente.
oad'ck me eolitos, Kranz..
La conclusión ác la argumentación anterior asume el .rol rie
'B8.12 oudc pot'ek me eontos, Simplicio, DK. premisa: el mérito de haber mostrado esto con claridad se Jc debe
oute pot'ek tou con/os, Karsten. Reinhardt. atribuir a Owen [140] p. 92.
oudc pot'ek. de F!r:mtos~
HOlsc..'ler." · Oulon mounogencs: para una discusión exhaustiva de esta lec·
BS.J9 cpeila peloi to con, Simplicio, Diels.
tura, véase l3ames [205] pp. 7.9.
epeit'apoloito eon, Karsten. Kra.nz. Teleston: es una enmienda del texto propuesta por Covotti y
.·.·
cpeit'apoloito pelan, Stein. aceptada por diversos editores. Uno de los cuatro pasajes en que
1 ·Simplicio cita 138.4 y otras autoridades tienen aqul agwelon, "ingé-
B8.33' epidees me con, Simplicio (30 DE, 40 DEF). nito", lo que sería una repetición ociosa de uno de los predicados yn
epideues col!, Simplicio (30Ea, 145), DK. mencionados. Las tres restantes citas de Simplicio leen atelcsto1r,
"incompleto", "imperfecto", pero esto a ·-todas luces contradice lo
BB.49 toigar, WHamowitz, Barnes. afirmado de lo ente en B8.32 y 42. La énmienda es entonces incJu.
lzoi gar, DK. uible. Barnes [85] p. 613 n.6 siguiendo a Reilly [191] p. 57 prefiere
alalanton, "equilibrado", inspirándose en Empédocles 31 Bl7 .19, Esta
:BS.53 gnomais, Simplicio (30, 180 DE). propuesta se sostiene o cae según sea la interpretación que se
- gnomas, Simplicio (38, J80F), DK•. ofrezca de isopales en B8.44. Es_ plausible sólo si este último
término tiene una connotación dinámica., es decir .si sugiere unn pro-
BS.61 gnomci, Stdn. piedad ·de un cuerpo en equilibrio. Ad loe. argumento contra esta
i
·,_ 1 .,
gnome, Simplicio, DK. posibilidad. He adoptado la conjetura de Covotti pese a que ¡irO:.
pone leer una palabra no atestiguada en ·otros autores y a que es
1-· •En roi traducción he seguido de cerca la versión de Roberto To· difícil explicar paleográficamente la corrupción que habría tenido
·rretti
;
de BB.l--49 en [24). _lugar. Obviamente se trata de una solución bastante insatisfactoria,
1
pero no se divisa otra mejor. La conjetura leleiol! de Owen es aún
1 Comentaristas que incluyen el discernimiento de /as ví~ ilcntro más:--difícil de ·explicar paleográficamente.- ·--~~-- "';_-.-- · .,i
··de la v!a de /a verdad:· Peñnloza Ramella [13] p. 69, 91; KirK·Raven
·! [9] p. 269; Jameson [131) p. 17; Bumet [41) p. 173. Mi posición apa. Los argumentos: otras opiniones acerca. de la estructura úc
, rentemente coincide con la de Guthrie [69] ·p. 26 quien inicja el B8 pueden consultarse en Tarán [10] p. 191 y Bames [85] pp. 179·
:! análisis de B8 bajo In rúbrica "the only true way". 180. r •. •.. ·
El primer pensador en utilizar una rigurosa argumentaciól! de. Crecer, una metáfora para generarse: cf. Barnes [85] p. 184.
ductiva: como Bames [85] p. 117 ha mostrado, esto 110 ""· dt:l lodo
exacto. Hubo intentos anteriores a Parménides por darle-al pensa._ 4(, El punto de partida de la l!énesir
......... ,... - __ .__
lo ----"--
166 rARfvlENJDES
fRAGMENTO IJf::
¡ '~)7
Jos maneras: (1) Aquello de lo cual ;¡Jgo proccclc puede ser una
cosa disUnta, <>180 que lo engendra. "X procede ele y-, es uquiva- que cs(o sea t1sf. J·Jny por cierto diíicul!flcies f FJ:':iOliCüS n1
Jentc a Y engendró 8. X, lo que implica- (X= Y). (ii) Aquello Jc lo en Ia n::Jcrcncía a lo que no existe (~lgunas de c!bs han s¡tlo dJ:;c-u
cuJl algo procede pucclc ser la misma cosa en un estado anterior. tidas por Platón en Sofista 237b 7-239c 3, cf. además J. K. Sw;nr!lc;¡ --
"Z procede de W" quiere decir entonces "Z era antes W" (p. ej. "<::sla "Parmenídes' Paradox", Revie1v of Mcta.physics 33 [1980] ?L:?-744; ~
maripos<~ era anlcs aquc!L:1 larv<1 que vimos hace unos dfas"), Jo- pero es perfectamente posible usar una expresión refcn:~ncíz-d p;¡¡ n
que implica Z =V( En la interpretación de Parménides se ba denotar lo no existente sin pcr ~He ir;;plíc;tr su cxislencie~. Si n)gu1cn --
t<:~clo u veces ln altcrnJ.tlv<:l (i) sugerida en parte por un pas<1jc JwbJa en mi presencia del aclual rey de Francia y yo Jq;;u "Ese
:-;Üfisla Gor·glas (82 B3. 71) tr<<nsrnitldo por Sexto Empfrico (Adv. rey no existe", mi intención al 11sar la expresión refercncizd qllCcb •
l-.1ath. 7. 71) cifaclo lambJCn por Rcinharch [•í6J pfl. 40-41, en que: perfectamente clar;, y, como lo indicz;: c.l prcdic<J..do, niegu ;,t c\i:;
aparece la cxprcsiün to gcmzcrifwn tinos, "io que cngcndr<l a <tlgo". \encía cxplfcit<Jmcnte. Por nira p;:;r\c, el nrgumen!o conlr<"!. e', <:..'. 1;
El resu!t<1do es poco convincc.nlc po-rque no i1D_y en el texto parme- eJe auto que estamos cxz¡minand~' Ya/dria también p.1n.1 iodo u:,-,
nídco rnstros de l<1 nociún de Gl.Usalidacl que h<~bría que suponer: lo me co1t. Si entendemos b lntcnción de P0rménidc.s ül emp!c:1
que nada se engendra a si mismo. En ct pensamiento de ParnH~­ esta expresión, no tendrcmo..<> dificultades cucmcl~ se refiera ;c. c_o;,,
nidcs la .negación de e¡; te h<~y<1 un _generador no implica Je por si mismo mediante el pronombre wUo. (ii) La segunda rcn;un p0ra
que no haya gCncsis. E 1 principio algo podría llcgnr a ser sin que modificar el texto proviene de los esfuerzos desplegados ¡nn
n;-¡Ja lo engendre. Por :nde, es preferible ndopt<tr con Barncs [85] Rcinllardt [46] pp. 39-43 por r-cconslruir entre 138,7 y 13 un
p. }85 la interprct<:~ción {ii) y suponer que e! .nnáiisis de Parménides mento di!cmálico que se encuentra en el sofista Gorgias (82 DJ 11¡.
t-i-ene por objeto los r .;tadios que recorrería una misma cosa si E! dilema seria el siguiente:
hubiese génesis. Esto e, por lo demás la forma que este problema
toma en el libro pr!mi ro de la Ffsíca ele Aristóteles donde se dis.- \1) Si algo se genera, entonces se genera
a panir
culc i11 c¡a.enso la rosi< ión eleática (cf. JB4b 25 ss.; JB6a 4 ss.; l87a (a) de lo que no es, o bien
26 ss., -en est~ último pn wje Anaxágorns aparece aceptando supuestos (b) de Jo que es.
clcátü::Os). ·..:._
(2) No hay génesis a partir ~e lo que _no cs.
Después 11~is bien .¡uc antes:
lr<:1ducir así implica tom0r e como (3) No hay génesis a partir de lo que es.
una partícuia compan. tiva con hystcron, "después". También es
posible construirla cono una, partícula disyuntiva y traducir: "des· (4) En consecuencia, no hay génesis.
o antes". El scnfdo del pasaje no varia mayormente bajo esta
Segunda lectura. A este argumento se le suele prestar apo_vo kxlual yn SC<! c:lm·
' . biando con Kranz (cf. el nporato crítico de DK ad loe.) e! 011!' de
Te.rtiwn non Lla(ur: en rigor este principio está operando desde los manuscritos de Simplicio en el verso 7 por ond', obteniendo n:d
el comienzo del disccrn!micnto de las vías en B2.3 y 5 al plantearse una perfecta correspondencia con el oud' del verso 12, o bien crtm-
Jas Vías /i. y B corno nltcrnoltlvas que no admiten una tcrcer8 posibi- blando con Rcinh<lrdt y T;:¡rán el oud' del verso 12 por out'. Eslos j
l!dad. No es casual que Plal6n en cJ Sofista vea en una versión de cambios no me IJRrccen nl neccs<:rios ni juslificablcs. En rnilncr
cs!J tesis la raíz d~ l<1s dificultac.les heredadas de Parménides y lugar no son necesarios porque oute puede ir seguido de oudc
1
l~agP< que cr visitantr ·de Elca muestre que en lugar de la disyunción bien el orden inverso nu es posible en griego, LiJJcll-ScoU [224j j
excluyente es posibl; una conjunción ele la predicación ~~finnativa y s. v. out e), pero tampoco cctbc buscar tnn lejos una corresponck.nci:1
negativa del verbo "ser" para algunos de: los valores semánticos para el out' del verso 7. Lo que le corresponde es obviamente d
uuác del verso siguie.1te: "No te permitiré decir ni pcnsnr ... " (pttr<l
.'
de éste verbo. Cf. S 1[ista 25Bc 6-259b 6 y el Apéndice 2, i¡¡fra. ,_,1
1o cual hay un perfecto par·aJclo en el resto del verso: "no es clc-
B8.12-13a: dos b<ln siclo las rnzoncs m<Ís poderosas para. en· cibic ni pcnsnble .. .'). Es cicrlo que Gorgías (82 B3.7J) prcscnt"
m en dar el texto clir \in::;_ndo la parUcula negativa. (i) Si se la rclienc un argumento c!ilem . ítico (pero con 1a al!crn<~liva positiva p¡-ccc-
el pronombre auto en la expresión par'mtfo, "a su lado", tcudría dicndo a la altcrnflth 8 ncg<Jlíva, 8. Ja invcrs<t del orden que en con. •..>
Como referente lo e uc no cs. Una tal referencia parecería ''implicflr (A trnrfarnos en Parmén-des, unn objeción de la cual Rclnhnrdt [46]
Ja existencia de io e uc no es" según Tar~1n [lO] p. 95, No me parece ~¡ p. 42 es consciente), pe ro es un hecho que !vs seguidores
de Parménides U\:1clis•) 30 Bl y Empédodes 3t B11) no parecen _¡¡

_;,
FlUGMENTO DS 169
168. PARMEN\DES
lógicamente divisible ·puesto que no habr1a en rigor un trascurso
conocer el dilema sino sólo la negación de la génesis a partir de Jo temporal que permita distinguir momentos en el tiempo pf'ra luego
que no es. Cf. Barnes [85] p. 185: Esto ciertamente le quita fuerza sostener que son continuos, indivisos pero divisibles? Dado que
al postulado de Reinhardt de que hay que ver una influencia eleá· (EI) es la lectura más natural de Sa y dado que las expresiones
tica directa sobre Gorgias en este punto. En mi interpretflción de usadas en 22-25 son primariamente espaciales, me parece más ndc·
;BB.l2-!3a he adoptado en parte la posición de C. Stough [168]. Para cuado retener aquí la interpretación tradicional: ln continuidad nlu·
un análisís de todo el contexto véase también Wiesner [177] pp. dida no puede ser sino espacial.
1-35.
El sigtw de que lo ente es oulou: en un pasaje diaporemático
BB.J?-18: Estos dos versos son algo confusos porque los tér- del Sofista de Platón (244d 14-245d 11) se discute la relación entre
minos usados oscilan en'tre atributos de las vías y atributos de los 1 unidad y totalidad en Parménides. No deb·e olvidarse que la in·
objetos de ¡investigación de cada una de elías. tcncíón de dicho pasaje no es aclarar Ja relación entre ambas no·
dones sino contribuir n la acumulación creciente de perplejidades
BB .19-20: retengo la lectura de los manuscritos de Simplicio que llega hasta 250e 5. Desde el punto de vista de la crítica textu~l
"(145:20). Las conjeturas de Karsten, Stein y Kranz., que equivalen, la discusión platónica tiende n favorecer In lectura al/ion en DB. 4
aproximadamente, a "cómo, siendo, habría de perecer después", contra ia opinión de DK. '
obedecen a la presíón por descubrir algún argumento explícito~ '
contra el perecer dentro· del contexto que concluye en el verso 21. B8.26-33: sobre este segmento del fragmcntO"': ..BB véansc los
:rero la conjetura no recibe respuesta en- el verso 20, un verso trabajos de Kirk y Stokes [136] y de Dicknell• [162]. La atribu-
. .que sin duda éstá coordinado con ei anierior. ivíe parece que no ción a Parménides de una prueba tísica contra el movimiento ~
tenemos más remedio que_ aceptar la hipótesis de que el texto basada en la no existencia del vado que Bicknell ha defendido
Supone tácitamente que los argumentos contra el perece!- son iso· contra Kirk y Stokes no resulta convincente porque· descansa sobre
módicos con· aquéllos desplegados contra la génesis. Cf. Schofield una interpretación cuestionable de B8.33. Bicknell [lti2] p. 3 traduce
[178] p. 126. C. Kahn [166], p. 128. loma el uso de gigllesc/lai en 19 "'what is not would be lacking from thc whole"'~(''lo que no es le
Y 20 como formas supletivas del pasado de einai, Jo cual es en faltaría al todo"). En primer lugar es altamente dudoso que me con
principio perfectamente posible. Con todo, me parece que esto es pueda tomarse como equivalente a tp me eoti (pace Simplicio In
01ltamente improbable en un contexto en que Parménides se esfuerza P!tys. ~0.7-9). Resulta mucho más natural tomarla como una ex-
precisamente por marcar una diferencia irreductible entre ei:wi presión adversativa: "de lo contrario", como hacen HOfscher [ii]
_(peleuai) y giguestllai, entre ser y generarse. El segundo de estos p. 53 y Bames [85] p. 616 n.26. En segundo Jugar pancos cdeico
verbos es falso de aquello de lo _cual es verdadero el primero. dífícilníente puede significar "would be lacking from the wholc".
! ···. ·- . Su significado tiene que ser "carecería de todo''. Cf. Liddeii~Scott
Eternidad Intemporal: ésta ha sido la posición defendida por [224] s. v. deo II.1~2: en genitivo va el objeto del cual se carece.
J)iels. Calogero, Mondolfo, C_ornford, Gigon, Deíchgriibcr, Owen, Gu·
thrie, KaTin y otros. Cf. Schofield [178] p. 113 n.2. A esta lista La premisa para probar la imposibilidad del movimie11to: en
l1abrla que agregar ahora a Darnes [85] pp. 190-194. el comentario he propuesto la siguiente forma para la prueba:
(1) Lo ente no se genera ni se destruye.
Eternidad Transtcmporal: ésta ha sido la interpretación auspi·
ciada por Frünkel, Tarán y Schofield. Véase la referencia al artículo (2) Lo ente no está en el tiempo (inferencia de [1]).
:rle este último en la. nota anterior y Tarán [210]. (3) Aigo se mueve si y sólo si está en r.d tiempo.
(4) Lo ente no se mueve (de [2] y [3]).
El uso inlemporal del presente: cf. Kahn [166] pp. 128-129.
Otra reconstrucción posible consiste en suponer que lo que
BB.22-25: Barnes [85] pp. 210-212, ha tomado partido por dos hace imposible el movimiento es lo mismo que hnce imposible la
interpretaciones heterodoxas de. este pasaje: La "primera es qúe lo generación y destrucción de lo ente, a saber, que el punto de partida
ente es indiviso pero no indivisible, la ~egunda es que la continuidad tendría que ser el estado de no ente y esto ni existe ni es pensable
probada es temporal y no espacial. Las dos opiniones me parecen in· en virtud de B3. Si se admite esta reconstrucción se podrla admitir
compatibles con la tesis (El). también defendida por Barnes. Si lo ¡, '{ también que Parménides confunde el uso existencial con el uso Pre·
ente existe en un eterno presente ¿en qué sentido podría ser crono- "\
174 l'ARMENIDES fRAGMENTO BB 175

c-.nte parece ser m~í.s bien un espacio abstr<Kto, imposible de COJTC- lb de que es una opinión o doctrina la que compite con Parménides.
Jacionar con el csp<'lcio físico descrito en la parte astronómica de Ese rol lo juega ahora, como es natural, otro hombre, "nlguno tlc
la cosmología de los mortales. los mortales". Esto me parece a la vez más simple y más coherente
con la constante oposición entre ci iniciado Parménides y los dcmús
i·_ Arquitas de Tare,nto: Simplicio, In Phys. 467.26-29 = Eudemt•, hombres, oposición que hemos encontrado varias veces en el poema.
Pl!ys. fr.30 = 47 A24. La referencia se la debo a Barnes [85] p. 204. L·1:conjetura es, además, coherente con la lectura gnomais en B8.53.
Acerca' de la hipotélica respuesta parmenfdea véase Guthrie [69] Véase la nota siguiente.
p. 48., '
BB .53: los manuscritos de Simplicio oscilan entre g11omns y
Lo e111e ocupa el espacio siltgular que habitamos: esta posición, gnomais. He optado por esta segunda lectura persuadido por fur·
cr:rada a mi juicio, ha- sido propuesta por Chrtlmers [139] especial- ley [181] p. 5. Es más natural tomar 111or{as con k.atetfwnto, "csla·
mente, pp. 20 y 22. blecicron" (eL B8 ,39: ossa brotoi katetllento) que con oHonwzcin,
"nombrar". Sobre rnorfc cf. Long [145] p. 92 de !~ reimpresión y
' El prOblema de la alct!teía y la· do.xa: un útit··resumen de las Schwabl [! 12] p. 398. · ·
posiciones en pugna encontrará el investigado[ en Tarán [ 10] pp.
202-210. ·Dichas posiciones pueden ser divididas en dos grandes Fuego y noche: el hecho de que en la doxografla- (y también en
grupos: (a) las que sostienen la interpretación doxográfica y (b) las los fragmentos mismos) aparezcan sustituciones para los términos
que sostienen la interpretación hipotética. Según (a) Parménides, "fuego" y "noche" sugiere que éstos pueden haber sido entendidos
combin"ando diversas doctrinas, ofrecerla el mejor sistema que es por Parménicll~S como los ténninos primeros de una lista de o¡-mes·
dable construir a partir de las doctrinas físicas prevalecientes en su tos. de tipo pilagórico como la que ·nos ha trLmsmitido Aristóteles,
tiempo. El más importante representante de esta corriente es DiCls, Met. 986a 15-26. Guthrie [69] p. 77 hace la siguiente reconstrucción
cf.l (4] p. 63. Según (b) lo que haría Parn1énides es ofrecer una conjetural que está avalada en parte por el cscoli6 conservC\do en
explicación del mundo sensible suponiendo hipotéticamente que éste Simplicio h! Pltys. 31.3-7 (=nota a B8.56-59 en DK):
es ):-eal. Esta corriente deriva de Zeller. Personalmente me inclino a
aceptar una tercera posición tal como ha sido formulada por Detel Principio Pri11cipío
[220] p. 233: la diosa expone las opiniones de los mortales, pero no activo pasiv9
lo que ellos han dicho explícitamente, sino más bien lo que está fuego noche
imPlícito en sus pareceres. Las formas originarias, luz· y nu~,;h!.!, ¡·e: luminoso oscuro
presentan no sólo principios cosmológicos en sí mismos, sino una cielo líerrn
interpretación de !os principios ccsm.cl6gicos tradicionales por parle [rfo
caliente
de la diosa. En este sentido es también acertado lo que dice Tarán húmedo
[10] p. 207: la parte del poema que llamamos la doxa explica seco
raro denso
cómo los mortales llegaron a aceptar como real el 'irreal mundo
liviano pesado
sensible. Llegaron a esa aceptación al admitir dos principios cos·
mológicos. En la doxa Parménides no transmite opinión ajena ni derecha izquierda
explica un mundo hipotéticamente real. masculino femenino
' '. blando duro
;Cardcfer agonístico de la vida griega: cf. un pintoresco pasaje
de Hesíod0, Los Trabajos y los Dlas, 24-26: Los problemas que esta icconslrucción genera son muchos.
ErH.re ellos está, p. ej., el que Aristóteles en De Par!ibns Anirna!ium
·"buena es para los m.ortnlcS- -esta contiend~ ., (Eris).
648a 25 ss. (= A52) sostiene que según Parménides las mujeres tienen
1El alfarero contiende con el alfarero, el carpintero
mayor temperatura que los hombres, rompiéndose nsf la simctrín
con el carpintero, el mendigo C)n el mendJgo, el
de la lista. Esta y otras dificnltades son discutidas por Guthrie [69]
aedo con el aedo".' pp. 78-80. Sobre estas tablas de opuestos en Aristóteles véase O. Gua-
B8.61: con Stein leo gnomei (dativo) en Jugar de grwme (nomi- riglia, Quellenlcritische uud logisclze Urrtersuclumgen zttr Gege11satz.·
nativo'!. ,.po1~ end~ suje~C?)· Esta conjetura pe_rmite obviar la anoma·. ~ j lelnc des Aristotelcs, Hildeshe.im/New York, 1978.

1
¡"·:_ ¡;~.,t:_i"\Tfli"·_,~
FRiiGh-!E!<TO P.8 ·¡:

·:--ansp;:;.,rcntc aunque clcmasicH.lo re5:ringido ru~:; la lesis de Par- ·n8.44: el adjetivo Lwpaics es !raJc;cido en DK por "¡:;icíchgc·
::~-::niJc:s vale fl('.l ~ólr.) p;tr;-~ :;t! p(Jcrna smo en gcner;:ll. L~1 versión wichtíg". "de igu~l pese;''. Esta v~:rsión suele :;cr defendida aducicudo
j~ Hdlscher [ 11] p. 25 ("Denn nicht ohnc d<1s Seícndc, wm·in cir.1c como par;1lelos {lo:-: pas<t.)es de Plcdón (Ti11tco 62c\-633 y F•-d(Jn lOSe·
\ussa¡:;c ihr Scin h;¡t ... ", "pues no ;;in lo ente, en lu cu;,¡ t;n OFHl· i.'.;opaics es cq¡_¡[y;Úf'tlte ;_¡ isorro¡.;Oil, "de
··;aUo licnc su ser .. pi c:_,cr:<tn :-o-;TÍilS :::!iiicuil<l•lc::; de: t\C'FHL tcndenci,-, (o pe;<())" (eL Talan [JO] p. i44-ír~_')) pcn, en e~.t'>
pa.s<~jcs Pltdón está cL--,rnmen\c discutiendo nH.:::;;i~•Jll::. d;:: i;1n1<n i
D,"· _ ,fJ.Jí'a: :;c\brc i~:.. cxrn:Jo:;::. ¡:.;-ec;n_icdat~ dd texto de c;;{,.!S lidaci y c·quilih:-io, lo qu~ no VZJ.k p<tra (:l ;-c~,to de ;_¡uc.stro
·.·~::or:s lic. ll<:tmJcin la atención }j;¡nL·:, pp. 12-)4. !J' iJ:lplc:.p p<l.l"i1H.:nfdr-o. Cn!llric [69] p. ·U in'li.'dc e;¡ fFlC ;~, indir:~~ prir;1:;.
:;e;; C_lJ-·.: toudcl-l r,;or <e::-.- c.srin e c:.1u1; úest-'\!b sobre: ¡;; ~,.¡; i ,·. e;~ l-lc;/·.;]n:-- !.~,2.4, d::. :u~~! __ ,.
ri;:~mcnlc i_dc do:,
:·a ~~e Frdlcr e•¡\·;¡ grarnatic:Iliclad es cucs!iulJ<H.id pc!í· t-1;-:¡r;Y~-- n1 f-TcrúciDfO 5.·!9.8, de cantid;-¡cJ mnnc;:-ic;¡ en c¡·,u::ididcs 4.9'~- de P''·
!:J _iSf;: en .SimpJ¡cio fu j)7 ¡n;~n:rscTitc ..: : r_·__q:ln .-;;\ i- en Tucídic!cs 2.39j. En estos ciempii': "-"1' alcun;;:s de
z~ ,;_i.y-.: r·usJ:; cntn' ];¡;:,,:~¡;_lÍe:; in1p:-:;·~, la qt:c dc!crmnnn
~:e íoi ,Péi.':t' c;;;onw (c:ti!l(lf~Ul) t:srui y fe' (il·i)
noi¿lción clin;Íi'¡JG.l. El ;;cnticlu de cL:bc se:- decidido m¡:~
~.tillbió1 <crJn OIJF'g:• en r;¡w;n.,_,_~foi! Ll l('ClU;";1 de Hi": i 1_ i'-.1i
::_\(_, en c:u:~nt<1 que \.'1 \-'~rc.n t¡9 pan.";_--,_~ rci\cr~<r h dicho en 0_~--'11;: .,_.
cid'Kci;:,¡; \'icrlc ];, ¡nim:..:r~\ ;11~-:~nnti\·a. Entr>· iu.c. dcfC'rLSlli't ;~ ;]e [a
q;_;c en él cncoJltr--;<rnos UiE' rcaf!rm<~c·i(o;¡ de h:-,
"_·:.~un: la figur;:1n \\:-'oorlbur.v [ _i .':~ ¡ y r !"'JJ fl. 7. Scg:_m C'~[r_'_
ww lnbría c¡uc traducir "'¡¡ i::, !hi<; thc.:.t b¿ts hccn C<1_11c;;:\ '1 thc<r.~ !:ricas pur;:l.s de lo ente.
¡;·;,nG:. that mortal.:; lF,\'(; sct ilfJ, :1¡~tn to b<:". t> ;,,...,. ["e:~
1J8 49: b Jcc;ura Jc DK (hoi g«r) c.c; insostf'nibk pn1quc l<t
~:',':J ;~) que h-J. sido Harnac)u !(Jcbs co:::;-,_, cos<.h !p.lc los nrnrj:\lc:; iJ;;,-¡
C')))CCtil ,l (gw-, "porque'') baria de e:-,ic vcr;:o un~-' prcr:,;s:;
~-_..-\,;¡_,¡.__·uGo, creyendo r¡uc su¡¡ vcr:hd!'r;·¡:-;"). El ·¡nfc.ct~c1,.n1r: d~- fni
l\ÍC p;·;n::cs obvin qnc por el UJI\·
ck b !Ll.l<l. lTHl)'
~-ui;·; /r.i con, es decir lo cn:c '- 1~rh ¡,; nuc r-e~· .lC 11~~ par:·· ck ]·,--; :r-;t.riu, de: unJ conclu.';i(':l. Por u!r;_\ p¿'l !e el prnnomhrT rdki'-'
n;;·;rtalcs todu:; csus nrcdic: E;(:\ in1crprcl'' :ir\n rnc ¡-nn:c:.· .<;J·;y
ho1, que l\<JLll i.:t que con_c;jn¡¡r con iso1;. <Jrl"'.l.J~t un ;c,cr;,!lc.h ins0ti•,-
;)ocu pbu:,iblc. Lus n1ortalc; r'H} p ~~-· ,_-(-:J lr:-¡;_ r n:'1[-'HL< cc;::-·1~~· L-~r;tcr·io. N'.J p<_IICcc llabcr en el con\~-;-.;¡- ,_¡¡¡ L'¡,f';¡:::is t'n l;> idcn!id0·'
-:_k lv CiiiC, ;:¡j 1 ay l::mpoco cvid~:>l\ :;-~ :<:\1'.,:-tl ''\'Sl''t\,...r· Tt'' \';,__,-_
c.k lu é'Gif', v.lfnD in hZlhin e;' BS.29. iso!l ,·,ug!c·t·,,
;;~,,~¡¡¡¡_)l:_s (o Ja divsr) cree 'i'.J<: ,-ll:l::,Jr; <u;; ¡¡,r,rl -;),~:; l~;-¡]¡i:;n •k
de cl!rncn:;ÍI_-,, ;,.J e;· íri~H~ t•;. \ :l
Cü.::.:L, l' c"J. ¡;cncrar-.:.c y d":::!¡:¡¡¡';c, e: <'n. n'~,¡;~h·l c::;L:Ü~ iF<:ti t!J JIU C~, mi.c:mo ;;j¡v l._l d:: ~~_¡s lC('\ )'~1vn-::
u~: :u ClJ\C. Por ci controrin, r,::; lllUI."hu nd..: ; _JHr,bah!c- r¡nc (r:: ';:::' de b.csferv. entre sL F:~ pur esta igu~;khd que l~t csfcr;; "~dcaPl.;l
co .. :,..:-:utivo ("por lu cual") (e nt~r- · ic1 inkrp!Cí;·¡c-ión de_ F1: uniJorrncmenle '-;u~; Umitcs'' La ~i¡npk L;la , "po;-- c;¡(i
r·:·.!l lCJC cpt roi) y que T't:nn¡~,;idc:; rc:cll;n:;>,<b de ,,,_,], (.](: \Vil;unowltz. (eL c.l ;lparaio crítico lk !/K ad loe.) so)I.KÍ'_i:J:\ de
US'.J de expresiones que él ;_lc_;¡]J,1 de ¡, __,:·.trar q.Jr_: ¡w se ;tp1ic;!l1 :1
un .g'-llpc to:Jclos c;;tos }ilublcm;:_¡:;· iu:ry:]uu. ¡¡;¡,_:_ conc/;_!z;ión
k u:lc. De aquí se :;cgt;iri~t que C! r ·,_, f'é'lil:h:nid;-¡¡ }1;1~; c~l pie ];; i¡;u~-ddad dc-sclc rcd<IS };;e; diJTcc):y;:~;;. Lcu en ... k.vrc¡ ce:; no
'j ·'¡m:r-os nombres", e;-; decir, expr\:.~,unr_:<:: que ticn'_:n .<;cnfidu pero :;-n:.:i:s. CE. mi not:::-t ;\ DS.•il.
cuTccn ck.,.2plicación objct:va, !' "r;r_¡mbrcs <l'Jtó-,¡)co:;" (por
,¡ nF1l j,:J:; de algun<1. mancr~) cu¡n¡l "indivi:,¡bJe", ''nu inccmplc t¡lJ(: {:;'{ 5fmif rh_: in C5Ítr·a; J¿¡ n1Ú.S jnflu ·[[· ;!e_ b~-, ¡¡l[•:rnrC!.<l.CJC l"
<H;t'n1:í:; de sentido po~;ccn un t'tco sin cmt.l<trgo que :;e e;,;,. qtH~ idcnlifican io en le con un cucr¡y)-d~l~:ndido e;, ci 'c.c,; .J·; ,~~;
gcr~~ si se piensa que i1ctbría una iC'.l!·i,, la de Burnet [41] pp. !78·179. En el extreme¡ opucstr; e.s·:_:.-:\ >~r{;n
scmá<l1ica propiamente taL pp, 150·15:~ qujcn niega que l<ls c.xpn.::;:iunes cspa;:.ialcs tcn¡:;;-¡n
sirihlficado que a primera vista p::nccc.n tener. Contra Lii;'rn
D8.40: en un primer mnn,cnto Cr\uS;\ sorpr\_:sa d cncc'ntr;1r el ·n:anse los argumc.x•tos ele K<dm [16C'] pp. 129-132.
ser entre los "meros nombres'·_ .Lo r,¡uc c.s considerado un .mcru [7tl] pp. 83 y 92-94 soslic:1c que io ente n d.;'xri~o CC'n10 el
J>:>rnbrc es muy probablemente el uso hacen Jcs rnortalc;; de la ele una esfera y que corresponde ~l un c~.p0cio físico drntr0 de );1
cv:junción "es y no es". CL J p. 7 n 3. tierra que sería por cierto hueca. Esta scrí<~ <~ su vc:r. como l~1 en·
1-'üllllr3 de /a región de Jo c.ntc, Cf-. p,J2. /\unquc C:sta Dü\'Cdo;c,;-\
B8.4J: sobre este
\:Tr:;o lwy Ull<\ inlcrcsante nota en l"ri.inl;c! hipólesis pcrmifiria est~ll::dcccl.' )r;!crc~::nk::; cnncxiunes entre Di!~c
"
p. 20ó n .2 Jccrca de cúnw 1a alteración del color puede .rc- en el procrnio, Dikt.' en BS y la dínsa Je BU, no me par~::cc qw:
,prcsl~ntar el cambio en general. }E\ya- eviclcnci8s lcx!uJlcs que permitan so~: tenerla. Lr1 csfcr~1 de Jo
170 PARMEN!DES
FRi\GMENTO DS 171
dicnlivo del verbo "ser" en griego, una tesis difundida por Kirk·
Ro ven' (9] p. 269. En efecto se estaría identificando el predicado B8.34: J\lberlelli [18] pp. 145.!46, provee un resumen de l;~s
disputas· entre los Iilólogos más antiguos, Tarán [lO] pp. 12Q.J2J
"no es (=no existe)" entre los más recientes. Cf. además Mourelatos [180], passim.
que se .afirmaría de lo que se va a generar, con el predic<:ldo
Howwkcm: entre quienes toman esta palabra como expresión \
·"no es (P) (=no posee la propiedad P) •· de causalidad ya sea finill o eficiente cxislc también la tendencia
que, se afirmaría de lo que v<t a· pasar de no ser P a ser P. En a tomar uoema como sujeto de csti dependiendo ambos de ltoHIIC·
este caso la sustitución de P que estaría en juego es la propiedad !cc1t. Enumero algunas de las versiones que se han ofrecido a lo 1
de estar en un dctermin<lclo iugar. Estimo que esta interpret<'ción, largo de esta linea: "Denken und des Gctlankens Ziel ist ein und
pese a su atractivo, es inadecuada por razones cxpue.stas al final dasselbe'-' (Díels); "The lhiug lhan can be thought anU th~t for thc
de mi c~mcntario a B_Z (e f. SHJlía ·p. 67). sake o[ which the thought exists is lhe sorne" (Burnet); "Or c'est
le méme, penser ct ce a dessein de quoi H y a pensée" (Bcaufrel):
88.30-33: en cuanto a la construcción del argumento he seguido "Das Selb.ige aber ist zu erkcnncn, und zugleich der Gnmd, wcshalb
a Friinkcl [64] pp. 19J.J93, pero me hé apartado de él en la manera cine Erkenntnis seiend ist" (I-Iülscher, siguiendo a Von FrÚz); "Aml
de leer el verso 33. Tomando corno base 34· pasajes de la Jllada,. thc same thing is to be thought (or 'lo be known') é\m:i (is) whercforc
F1·iinkel ha mostrado que hounekcrt en el VCfSO 32 significa "porque" is thc thinking (or 'knowing')" (Mourelatos, quien Ja consitlcr<l
(n.•eil) e· indica la causa o motivo de lo anterior. La. alternativa semejante a "The samc thing can be thought and is thc c:J.usc u[
desCartada es la de entender "por lo cual" y ver en 32 una conse- !he existence o[ thoughl", una versión que Tarán [lO] p. 121 ofrece
cr;cl1cia de la férrea garra de la Necesidad. El verso 32 invoca a como equivalente a la de HOlscher). La idea de tomar aquí lwu- •
lllctTIÍs, "el derecho establecido", y para la mentalidad griega arcaica 1Zeke1t en el sentido que- tiene en 31 p<\snjcs c.le la Odisea, es decir,
es ciertamente más plausible que Anagke o Necesidad fluya de como equivalente a "que" ha sido defendida por frO.nkcl [64] p.
!lrcmis y no a -1a inversa, Con todo, no creo que tlremis aparezca 192, dando pie, entre otras, a las siguientes versiones que construyen
aquí personificada. Es· más: la afirmación basada en tltemis ("no lzounekett esli como dependiendo de noema: "E 1a stcssa cosa pen-
es lícito que lo ente sea incompleto") .recibe una fundamentación sare e pensare che é" (Albertelli); "The only lhing lhal exists
lógica y no mítica en el verso siguiente. Si l1otmcken significara "por for thinking is the thought that it is': (Kirk-Raven); "Whot can be
lo· cual" dicha afirmación estaría recibiendo dos fundamentacio- thought (apprehended) and the thought that •j[ is' are the samc"
nes, lo cual es muy poco probable, (Guthrie); "And the sume thing are to think nnd a thought that
·;.
B8 .33: he adoptado la lectura de tres de los manuscritos de it i~" (Barnes). Una excepción en el .c;cntido de tomar 110e111a como
Simplido en la página 40.6 y de dos de ellos en la página 30.10 sujeto gramatical de csti y entenderlo como "lo pensado", "el objeto
dC; /n P!Jys. Paleográficnmcntc es el texto más seguro, además, si del pensamiento", emerge en la versión de Graeser [195] p. 151:
se lec la última sllaba de cpiclccs como una larga, se hace inne- "Zu denken ancl dass das Gedachte ist, ist dnsselbe".
,,
ccsai-io eliminar me por_.!potivos métricos con Bergk y DK. Entre
Jos que retienen me, ( J. Frlinkcl y Bicknell, existe la tendencia B8.35b: el! ltoi subentendiendo jronoi (dativo), eL Sófocles,
~ tomar me co11 como Ut ,1 expresión referencial equivalente a to me Trae/t. 929, Véase, además, elt toutoi (se. toi jro1toi), Heródoto 1.126,
con, '"lo no ente". El argumento que resulta es inconc1uycntc pues el e11 hois con referencia cronológica Aristóteles, De Mwtdo 319il. 2. .
hechO de que lo no ente carezca de todo no es una razón suficiente Por otra .parte los pasajes de Parménides en que pensar y dcch·
aparecen juntos (B2.7·8; B6.!; B8.8·9; B8.50), en que la convicción
para.sostener que Jo ente no carece de nada y que por lo tanto debe
ser algo completo. La interpretación que he defendido en el comenta-
rio, por otra parte, es compatible tanto con la retención como con la
se expresa (B8.12), en que lo impensable es también indecible
(B8.17) refuerzan la interpretación propuesta en el comentario. Mi
..
eliminación de me. Sin estn negación, colt retomarla epidces, (o epi. sugerencia podría además explicar la incoherente aparición de
deuei) y .el sentido seda "siendo indigente". Con la negación con jrmws en la línea 36 tal como ésta ha sido transmitida por Simpli·
cio !11 Phl's. 146.9, Albcrtolli [18] pp. 146·147, después de una extensa
...
relama el e.slí, "es" del comienzo del verso y el sentido seria ahora
"no siendo no indigente". Cf. Albertelli [18] p. 145 n.30 y Barnes :f\ nota criÜca, propone leEr eH lwi como una elisión de eH toutoi !10
pcfatismenon esti, "in cio che e detto", "en lo que se ha dicho"
" [85] .P· 616 n.26. .
(se. anteriormente en el poema), una versión yue arroja un sentido
·~

]7ó Y'ARMENIDES

138.55-59: eL Long LJ45) passi111. No me parece persuasiva $U


contención de que morfas representa lo ente y lo no ente en Jug~~­
dcl fuego y de la noche. EI texto sin duda introduce primero genCri-
có'.:ncntc las fo::mas para luego precisar cuáles son éstas. i'-1ada en
ios versos 55-59 habria permitido adivinar que Parménides est;.1ba,
pensando en lo ente y lo no ente. Sobre mi interpretación de adacs
en 59, cf. el ::~parata crítico de DK ad loe.
B8 .54a: tanto ('n Mans[!::!d [68] pr. 12.3-127 como en Gulhrie [ú9j
p. 50 se pasa revista ~ las diversas interpretaciones que se han ofrc· B9
cido de este verso. Lo que en el comentario llamo la posibilidad (i)
currcspnnde, aproximaciamente, a !<1 posición de Zeller y de Knmz
{"Das Licht ist, weil gleich dcr \V·ahrheit, auch g!eic:h dem Seienckn, a0rcip t:rrct8r) -7Tá1•ra (í}(Xoc; f\Ct.'l J!lJt {;·,·,ufuxcrro:L-
die N<tcht, wcjJ glcich dcm Irrtum, nuch glcich dcm Nichtsc!cndcn, Jw:i uY f(C\"TÚ arfJr.ri:p0:·t; 8uvc\·¡1et) i1ri roiu·i re K·ai rots-,
dcnn Jcr Fchlcr gcwissc¡· Mcnschcn soll gcr~cle darin bcslchcn, d;-~.ss
sic 'zwei ·formen bcn<l!lnt' habcn, st<~tt sich mit der Dcnncnui1g de:; 1TÚU ',7Ai.oF l;lfriv ú~wíJ r/>ár:oc; hn-i .VVI<rÜ~ Ú'íf;á!'rov
Scicndcn zu bcgnügcn", Kranz (9·1] p. 133}. Sobre !a interpretación
aristolClíca de Par·ménidcs cf. Guthrie -[ó9] pp. 55-57. Otros pas<1.jes
L'crw¡' á¡.u_b¿·n:p(u/', f:rrt:i oVOr:.n:pwr p.t:"rcx J-lr¡5ú'.
aristotdicos relevantes en este contexto son Ph_vs. l9In 27; Dr. énr!o j
298b 14; lJe Gel!. el Corr. 3J8b 6, 330b J3. La posibilidad (ii) se ·ase·
m~ja, aproximadamente, a b posición de Simplicio y de K.irk . F. :J\•cn;
B9
(iíi,~ tiene r<:lsgos c.n común con la in!erpretación de Fr:lnkel. La
,.a.-~nte que sostiene que el error radica en no haber identífic<ido
1
~~s dos fm·mas ·con lo cn!e es la propuesta por Tad.n. Concebir el Pero, puesto que todas las cos8s hZJ..n sic1o dcnomini1clas
error corno un no pcre<llarsc de que las formas son unificadas o luz y noche,
~sumidas por Io ente es Jo que sostiene Schwabl. El antecesor Jc y éstas, conforn1e a sus poicncias, h~rr sido ~Hribuidr~s 1.1
2
la posiCión (iv) es Cornford. En el comentario he seguido ele cer- ' estaS cosas y Zl aquéllnsJ
ca la argumentación de Furlcy [181] pp. 5-6.
3 todo está lleno conjuntamente ele luz .Y de oscurn noche~
. Un pnnclpto de predicación exclusiva; a mi juicio este principio de ambas por jgual, pues na.da no participa de una de
juega un importnntc -aunque tácito-- rol en el pensamiento de
4
las dos.
Parménides. Me p;u·ccc significativo que en el Sofista de Pl<ltón,
cuando comienza el tratamiento positivo de la posición parrneníde<:l
(25la ss.), el visitante de El ea le solicite a Tceteto la concesión de
una asercióñ que implica la negación de una tesis simétrica a lo que
he llamado "principio de predicación exclusiva". La aserción sobre la
cu"al el visitante pide acuerdo es que es posible que haya un sujeto
para diversos predicados. Esto implica que es falso que para cad~
sujeto hay uno y sólo un predicado ("bueno para lo bueno, hombre
Comentario
para el_hombre" 251c, probablemente una referencia al oikeios Iogos,
"logos propio" de cada cosa, de Antístenes. Cf. Guthrie, The SopJzists,
Cambridge, 1971. pp. 208-219). El principio de predicación exclusiva
dice, simétricamente, que para cada predicado hay sólo un sujelo. El sentido de este fragmcn lo parece ser el sigui en te:
en el dialwsmos que la diosa atribuye a los mortales todas
'.'SL ]as cosas han sido "denominadas" luz y noche, es decir, se

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