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Winston Churchill y el liderazgo efectivo que lo llevó a ser el hombre del siglo

XX; por Andrea Valente

Un líder es sinónimo de ejemplo, confianza y admiración. Es una persona


que, siguiendo con las líneas del profesor Román Piñango, tiene la capacidad de
influir y figurar como guía en determinadas circunstancias. Es común pensar en un
líder e imaginar a una persona carismática, con la admirable capacidad de atraer y
cautivar a los demás con sus palabras y acciones, cimentando, desde la empatía, su
liderazgo. Sin embargo, el líder carismático no es el único que deja su huella a
través del tiempo, son características como la honestidad, el valor y la convicción lo
que determinaran la trascendencia de quien pretende marcar el camino a seguir en
determinado contexto.
Ahora bien, ¿qué es ser trascendente?, y ¿por qué es tan importante para un
líder seguir siendo referente aun cuando no esté? Piñango concuerda que la prueba
final para comprobar si una persona fue realmente un líder, es cuando las
circunstancias en las que estuvo al frente quedaron en el pasado o cuando la
persona ya no está. Entendiendo entonces, que la definición de un verdadero líder
está totalmente desligada del significado de la palabra “indiferencia”, pues para bien
o para mal, este dejará su huella marcada en la parte de la historia en la que
influenció. Sin lugar a dudas, una persona que no dejó indiferente a nadie y que hoy
en día sigue siendo referencia y generando opiniones controversiales respecto a sus
acciones, fue Winston Churchill.
Primer ministro del Reino Unido en dos períodos (1940-1945; 1951-1955),
una gran trayectoria en la vida pública, con tantos cargos oficiales que pocos podían
igualar para entonces y, además, galardonado con el premio Nobel de Literatura en
1953, así reseña Historia National Geographic los hitos más importantes que
marcaron la vida de Churchill, donde afirma que este premio, de acuerdo con la
Academia Sueca fue otorgado "por su maestría en la descripción histórica y
biográfica, así como por su brillante oratoria, que defiende exaltadamente los
valores humanos". Este personaje también destacó por su resiliencia, tenacidad y
seguridad al momento de la toma de decisiones.
Su actuación como primer ministro durante la Segunda Guerra Mundial sin
lugar a dudas, fue y sigue siendo uno de los puntos más importantes de su
trayectoria, siendo visto hoy día, de acuerdo con Forbes México como el único
hombre de la época con la osadía y astucia para hacerle frente estratégicamente a
quien nadie se atrevía a desafiar, Hitler. Sin embargo, Churchill es recordado por
muchos como un líder efectivo, mas no como un gran político, pues para algunos, le
daba más importancia a la política internacional que a las necesidades internas de
Reino Unido, manteniendo una visión diferente a la que se acostumbraba, pues él
reconocía la importancia de establecer fuertes lazos con el extranjero para mantener
la estabilidad de su nación.
Destacó por su resiliencia, su tenacidad y seguridad al momento de la toma
de decisiones. A pesar de que a su entorno le parecieran descabelladas, su visión y
optimismo le rindieron grandes frutos, como el cambio de rumbo de Reino Unido
durante la Segunda Guerra Mundial, en la que Churchill tuvo un papel decisivo en
su desenlace y hoy día muchos se siguen haciendo la pregunta de qué habría
sucedido en aquel entonces si el primer ministro no hubiese tenido el valor de actuar
como lo hizo. Piñango tiene la creencia de que un líder debe arriesgar y esto fue
precisamente lo que Churchill hizo en cada situación que enfrentó, arriesgo con la
mirada puesta en un futuro prometedor, con la certeza de que alcanzarían la
victoria.
Otra característica de un buen líder es la oratoria y esta fue precisamente una
de las mayores fortalezas de Winston, su facilidad de palabra, que conjugó con
honestidad y transparencia, pues anunciaba a los ciudadanos a quienes lideraba
tanto las victorias, como los fracasos, transmitiendo en ambos contextos esperanza
y optimismo al pueblo británico. Esto de acuerdo con lo señalado en la INSA,
Business, Marketing and Communication School. También debe sumarse a sus
cualidades la energía con la que enfrentaba cada obstáculo, en sus propias
palabras “la actitud es una pequeña cosa que hace una gran diferencia”. Sin olvidar
una de las frases que marcó su trayectoria y llenó de optimismo a todos los que
escuchaban a este líder: “la esperanza y el éxito provienen de lugares inesperados”.
Estas claves en su personalidad hicieron que su paso por la historia de una
nación significase una huella para la historia del mundo, siendo reconocido
abiertamente que no solo fue un líder, sino que tuvo un liderazgo efectivo. Así lo
señala tanto Forbes México, como Líderes Mexicanos, pues se admira su dominio
de la oratoria y la palabra escrita como base de su liderazgo, el que se considera
efectivo por rendir frutos y, manteniendo un balance entre integridad y sinceridad,
consiguió inspirar a todo el que lo escuchaba o leía. Su efectividad e innegables
resultados hicieron que fuera reconocido en la revista Life, posterior a su muerte en
el año 1965, como “el hombre del siglo”, así lo reseña Historia National Geographic.
Ante esto se constata que Winston Churchill dejó un legado incluso más grande de
lo que él mismo imaginó.
Es ejemplo para muchos de un buen liderazgo y motivo de críticas para otros
que no coinciden con su forma de ver el mundo, siendo así pertinente destacar y
reiterar que Churchill sigue siendo analizado por muchos, pues sus cambios
drásticos de opinión con los que buscaba satisfacer las necesidades de un nuevo
mundo y llevar su nación a la vanguardia fueron interpretados como señales de un
mal político. También se debe considerar y tener presente que un líder es eficaz en
determinado contexto, por lo que no se puede esperar que con la misma fórmula de
liderazgo que Churchill empleó durante su primer mandato, obtuviese los mismos
resultados cuando las circunstancias cambiaron.
Finalmente, sus palabras, tan acertadas en su época, siguen teniendo vigencia en la
actualidad. Churchill fue un líder para entonces guiando a Reino Unido a un nuevo
mundo post guerra desde la victoria y es un líder hoy día desde el ejemplo, las
memorias y la historia. Décadas después, sus palabras siguen siendo fuente de
inspiración donde los intereses personales de los hombres son los que guían sus
acciones, como él mismo afirmó: “el problema de nuestra época consiste en que los
hombres no quieren ser útiles sino importantes”. Un líder efectivo, como Churchill,
debe reconocer que su deseo de ser importante no puede ser mayor que su pasión
por llevar a sus seguidores y a su nación a un lugar mejor. Un líder efectivo sabe
que es un instrumento para el desarrollo de su entorno y para la consecución de un
futuro mejor.

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