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t po de
lta a ja
Humble
rmada
do, pero l ir aumentando paulatina- por unidad, ya en 1924 y 1925 inic ia-
mente la tirantez de sus relaciones con ron la construcción de los Nachi a
a lmwerial
orteamérica, en el 1>e río do elntre gue los que dieron subrepticiamente un
.as, rompieron s ecre:tamente SUS com- desplazamiento de 13.000 toneladas, que
-omisos y estableicleron en ellas ba- los hacía muy superiores a sus simila-
S
- fortificadas. res de otras marinas. Los Mogami y
Cumpliendo lo pactado, suspendie-
Tone cuyo desplazamiento autorizado
er a de 8.500 tonel adas , alcanzaron en
ron la construcción de los acorazados
realidad las 11.200; tenían coraza y, en
de la clase Kaga y de dos de los cru-
su momento, montaron artillería de
ter )S de batalla previstos en su pro-
8 pulgadas, con lo que fueron - - - :
graima naval, pero, acogiéndose a la
ficados como cruceros pesados.
misma cláusula que permitió a Norte-
Pero en lo que los japoneses
amc:rica const ruir el Lexington y el Sa-
pasaron notablemente a sus mai
ratctga transformaron en portaaviones británicos fue en la Aviación
l,.
ui cruceros de batalla Amagi Akagi En efecto, los ingleses que habían ao-
Y cuando, el Amagi resultó gravemen- tado a su flota le aviación embarcada
te iveriado en grada a causa del te-
antes que nadie en el mundo, malo-
rrernoto de 1923, lo sustituyeron por el
graron sus triunfos cediendo su Arma
inac:abad0 Kaga.
Aérea de la Flota al Ejército del Aire.
Cuando tras su aislamiento secular, el gramas de construcción de buques. El Las restricciones del Tra.tado de No cayeron los japoneses en tamaño
Japón empezó a armarse al estilo oc- objetivo de los Estados Unidos -que Washington y de la Conf erc:ncia de error y, gracias a ello, la Armada japo-
cidental, encargó el proyecto y cons- deseaban poseer una Flota sin paran- Londres de 1930 no eran ?c :eptabl es nesa contaba en 1940 con seis porta-
trucción de sus barcos en Gran Bre- gón- fue de diez acorazados y seis por los japoneses, a pesar ae la obli- aviones rápidos y más de 400 aviones,
cruceros de batalla. Los japoneses, mientras que su maestra, la "Roya1
de instrucciones navales y, posterior- por su parte, anunciaron su propósito ximos rivales americanos entre el Navy" apenas si tenía la mitad de apa-
mente, aeronavales. El núcleo de la de construir ocho acorazados y ocho Atlántico y el Pacífico. Por ello insis- ratos embarcados er, sólo cuatro por-
flota que venció a los rusos en el Mar cruceros de batalla. Por su parte, Gran tieron en sus reclamaciones en la Con- taaviones, con el agravante de que tre s
Amarillo y en Tsushima, lo constituía Bretaña, obligada a defender su impe- rere de ellos eran unos anticuados vetera-
una escuadra homogénea de acoraza- rio y un comercio marítimo que se tan :iosas concesiones, tales como la nos le la Primera Guerra Mundial.
dos "predreadnought" construidos en extendía por todo el mundo y que, par1dad en submarinos y un aumento Así, en 1941, cuando Japón conside-
Inglaterra. además. dada su tradición de siglos de 1a proporción en el número de des- ró preferible desafiar a muerte a Es-
de hegemonía, no podía verse fele- tn-,tores
r y cruce ros ligeros. tados Unidos, Ingla terra Holanda,
La llamada "revolución de los dread- gada a un puesto secundario, no tuvo antes que sufrir la ignominia de aban-
nought" y la concentración del poder Insistiendo en su act itud, al iniciarse
más remedio que embarcarse en aque- donar su empeño de dominar China,
naval británico en aguas metropolita- en octubre de 1934 los contactos pre-
lla ruinosa carrera de armamentos. la Marina japonesa era superior en
nas, bajo la amenaza del creciente po- linninares de una nueva conferencia,
El desenlace de aquella situación fue todos los aspectos y contaba con más
derío alemán, ofreció a los japoneses ns
S japoneses se apresuraron en pedir
la convocatoria de la Conferencia de unidades que todo lo que pudieran
una espléndida oportunidal de incre- la paridad absoluta en el tonelaje to-
Washington de 1921 para la limitación reunir de inmediato sus enemigos. El
mentar su flota y alcanzar un vapel tal. Al serles rehus ada, respondieron
de armam entos . Los japoneses, cuya triunfo inicial era seguro pero, según
preponderante en los mares de Extre- diciendo que denunciarían todo acuer-
alianza con Inglaterra se había disuel- la profecía del almirante Yamamoto,
mo Oriente. Lo primero que hicieron do posterior al último día de 1934.
to bajo la presión de Norteamérica Comandante en Jefe le la Flota, el por-
fue adoptar entusiásticamente la idea Pero, hasta final de 1936, no se desliga-
-aceptaron para los acorazado s una venir se presenta ba muy negro. Des-
de los Cruceros de batalla, encargan- ron de los Dactos anteriores v. Dor lo
proporción de 5.5.3, entre las tres po- graciadamente para el Japón, predo-
do a Vickers-Amstrong, de Inglaterra, que a acorazados y portaavio~esAsee-
tencias, aceptando aquella inferioridad minaban en el Gobierno los generales
el Kogo -versión perfeccion ada del fiere. siguieron sometiéndose a sus
a cambio de ciertas compensaciones, con mentalidad continental, como la
Lion británico-, al que siguieron otros cláusula< Hasta 1937 no pusieron las
como fueron, entre otra s, la de no de su aliado Hitler, que no compren-
tres iguales, Hiei Kirishima y Haruma quillas de los enormes acorazados de
construir nuevas bases navales ni for- dían la influencia decisiva del poder
cuyas quillas, como las de todos los 64.170 toneladas, Yamato y Musashi
tificar ningún lugar del Pacífico al naval en la lucha que se iniciaba.
buques posteriores, fueron puestas en armados con nueve cañones de 18 pul-
Este del meri diano 110" E, excepto en Estas páginas relatan toda la epo-
astilleros japoneses. Pero no se limi- gadas. Hasta entonces se habían limi-
el propio Japón, Hawai, Australia, peya que va desde los previstos triun-
taron a esto, a continuación pusieron tado a modernizar todos los acoraza-
Nueva Zelanda y las islas de la costa fos iniciales hasta el aplastamiento
en servicio los cuatro "superdread- dos, a partir del Kongo convirtiéndo-
americana. Ello impidió que los nor- final de la Armada japonesa bajo el
nought" Fuso Yamaslziro Zse y Hyuga. les en "acorazados rápidos", tipo de
teamericanos fortificaran las Fili~inas peso de la superiodidal numérica y
buque que en todas las marinas ha-
No había terminado todavía la Pri- e instalaran en ellas la base priRcipai técnica de sus enemigos, pasando por
bía sustituido ya a los lentos "super-
mera Guerr a Mundial cuan do ya en- de su flota asiática, dejándolas iner- la situación de equilibrio al alcanzar-
dreadnought".
traro n en colisión y competen cia las mes, a merced de la suerte, en caso se los límites de la máxima expansión,
ambiciones navales norteamericana y de conflicto americano-nipón. Los ja- Por lo que a cruceros se refiere, por y por los críticos combates en los que
japonesa. Es difícil decir quién pro- poneses esta ban obligados por las mis- el contrario, se saltaron limpiamente se hizo sentir el monstruoso poder in-
vocó a quién, pero el resultado fue el mas cláusulas a desmilitarizar las is- el Tratado de Washington, que limitaba dustrial norteamericano convertido en
anuncio, en 1916, de unos enorm es pro- las del Pacífico puestas b aj o su man- a 10.000 toneladas el desplazamiento potencia naval.
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La bandera rusa es nuestra enemiga. la escuadra de combate más formida- ración Meiji , iniciada en 1867-68, logr6
Saldremos a la mar esta misma noche. ble sobre los mares, en proporción a que cesaran las luchas intestinas, afir-
o or
Con estas palabras concluía el conse- su tamaño. mando de una vez por todas la autori-
jo. El almirante y sus oficiales se hi- Desde que los buques negros del dad del Emperador. Claro que no se l e
cieron una reverencia. Uno a uno se i comodoro Perry, de la Armada de los gró de la noche a la mañana ... algu-
fueron hacia la puerta de la cámara. Estados Unidos, visitaron el Japón en nos clanes, como el Satsuma, continua-
deteniéndose al pasar ante una bande: 1853-54, no h abían cesad o las presiones ron en rebeldía hasta 1877. La conse-
ja de madera blanca en la que repo- externas -co rte ses pero firmes- para cuencia inmediata de la Restauración
saba una daga y volviéndose para mi- que aceptara las realidades del mundo Meiji -y, desd e luego, su obje tivo
rar a los ojos del almirante. Era el moderno y pusiera fin a su secular ais- oculto- era el fortalecimiento del
de febrero de 1904. El vicealmirante lamiento voluntario. Pero en el mismo Japón por rhar y tierra hasta capaci-
Heihachiro Topo. acababa de anunciar quicio de su puerta los japoneses te- tarle para enfrentarse con los intru-
a sus subordiñados que la Armada ja- nían la muestra de lo que les podría sos europeos en Extremo Oriente. Para
ponesa tendría el honor de ser la punta ocurrir si aceptaban sin más aquella lograrlo, los japoneses adoptaron el
de lanza en la gran empresa nacional apertura: la descarada explotación que método más simple. se limitaron a
de eliminar la influencia rusa en los las potencias europeas imponían a la calcar por las bienas las modernas
mares de Oriente.. China imperial. En aquel momento Ja- instituciones sociales, políticas, indus-
Era la más ioven de las marinas
I modernas del mbndo.. y, en cierto mo- rina, ni Ejército. Las pocas fuerzas mi- ropeas que se proponían emular.
do, era también la más antigua. La in- litares que tenía estaban divididas en Así cuando se trató de crear una
memorial tradición samurai simboliza- facciones rivales representadas por la Marina partiendo de la nada, el pa-
da en aquella daga de la bandeja, Corte Imperial decadente, el Shogu- trón elegido fue, sin duda, la Real
hacía de la Armada Imperial algo úni- nato Tokugawa (que si quería conser- Marina Británica. Ya en 1871, el Go
co. Pero el Comandante en Jefe de la var su hegemonía no tenía más reme- bierno japonés envió a Inglaterra doce
Flota de Combate, Heihachiro Togo, no dio que defenderla con las armas) y guardiamarinas escogidos para realizar
se limitaba a encamar la tradición, si- los clanes poderosos. Pero una de las cursos intensivos de aprenlizaje en el
no que había conseguido para la Ar- mayores sorpresas le la historia es que, Roya1 Naval Co llege , de Gree nwich.
mada japonesa lo que Alfred von Tir- partiendo de una situación interna tan Entre ellos estaba Heihachiro Togo, un
os acorazados de Togo abren fuego sobre pitz había logrado para la Marina ale- caótica, el Japón no siguiera el camino joven robusto de veinticuatro años
la flota rusa el 10 de agosto de 1904 mana al otro lado del mundo: crear de China. Por el contr ario, la Restau- que en su adolescencia, durante la
guerra civil había intervenido en com-
bates a flote. Había embarcado en la
pequeña flotilla que Satsuma mantenía
para apoyar por la costa su lucha con-
tra el Shogunado, ya que el muchacho
era hijo de un samurai al servicio de
Satsuma. Cuando fue a Inglaterra, To
go ya sabía inglés, había tenido la cu-
riosidad de aprenderlo como un britá-
nico residente en Yokohama. El carác-
ter y conducta de Togo y sus colegas
queda concisamente retratado en un
informe del comandante del buquees-
cuela Worcester donde Togo p só
dieciocho meses: No se le puede lla-
mar brillante, al contrario, es más
bien tardo en comprender, pero es un
gran trabajador y no olvida nunca lo
que aprende, y ha puesto todo su em-
peño en aprendérselo todo.
Para un muchacho como Togo, aquel
aprepdérselo todo era una prueba de
lo más arduo que se pueda imaginar.
La soportó cinco años, al final de los
cuales fue comisionado para inspec-
cionar la construcción del Hiei que los
japoneses habían encargado en Ingla-
terra. Por fin, en 1887 se trajo el Hiei
a su partia. Cumplido el cometido a
satisfacción de sus mandos, quedaba
claro que Togo estaba predestinado
El fin del aislamiento japonés: Perry, el dra de cruceros volante de Tsuboi, y,
comodoro norteamericano, recibido por los al terminar la guerra había ascendido
comisarios imperiales. ya a contraalmirante. En 1900 alcanzó
el grado de vicealmirante y, con él le
confiaron el mando de la Flota de com-
el Naniwa mandado por Togo, se me- bate japonesa.
tió en seguida en el fregado. A Togo Entre 1895 y 1903, se fue haciend' in-
no le bastó hundir la corbeta china dudable que el próximo rival del Ja-
Kwang-Yi y averiar gravemente al cru- pón sería Rusia, que con el apoyo de
Tui-Yuen sino que es- Francia y Alemania, había obligado al
tuvo en un tris de provocar un grave Japón a ir escupiendo los bocados que
incidente internacional abriendo fuego había arrancado a China por las ciáu-
sobre el barco mercante inglés Kows- sulas del Tratado de Shimonoseki, de
hing fletado por el Gobierno chino, 1895: Puerto Arturo y la península de
cuando trataba de acercarse a la cos- Liaotung. A continuación, Rusia presio-
ta de Corea abarrotado de soldados nó a China y la obligó a arrendarle
chinos. El Kowshing se fue a pique; Puetro Arturo, al mismo tiempo que
los oficiales ingleses fueron recogidos incrementaba su influencia en Corea.
como es debido y los pobres soldados Los altos mandos militares v navales
chinos amertallados en el agua pero japoneses veían cada vez más claro
Togo logró salir con su reputación in- que, tarde o temprano, habría que po-
tacta de este turbio asunto. Hubo mu- ner las cartas boca arriba. Por lo que
cha vociferación de leguleyos interna- a la Armada se refiere, Togo era el
cionales, en tonos muy agrios, pero la
opinión general reconoció que el co-
mandante japonés no se había extrali- El crucero Hiei, comtruído en Inglaterra
mitado. Todavía al mando del Naniwa para el Japón, fondeado en un puerto nor-
Togo fue aumentando su prestigio co- teamericano en 1877 durante el viaje de
mo comandante puntero de la escua- ida a su país.
El Hatsuse, construido p r Vickers hun- bour . En efecto, el 8 de febrero, los tina comprados a ésta por el Ja- del Petropavlosk buque insignia de su
dido en 19 4 por una mina. japoneses realizaron un ataque naval pón (negocio típico internacional, con- Flota, el 13 de abril, y con él la muerte
por sorpresa contra la base principal secuencia de la manía acorazada de la del recién llegado vicealmirante Maka-
rusa de Puerto Arturo. Realmente los época anterior a 1914). La insignia de rof, la mejor mente rusa en cuestiones
también en otros países. En lo que a daños causados en este ataque no tie- Togo estaba izada en el acorazado Mi- navales, que voló con su barco. Tam-
la artillería y municiones se refiere, nen comparación con los sufridos por kasa. Pero con todo ello, el bombar- bién en abril se fueron a pique dos
los japoneses fueron extraordinaria- los norteamericanos en diciembre de deo del día 9 no causó gran daño a cruceros, un minador y tres destruc-
mente perspicaces, proporcionándoles 1941. Contra Puerto Arturo, Togo envió los rusos a pesar le estar en inferio- tores rusos. A los japoneses les tocó
una formidable potencia de fuego su sus torpederos que debían atacar a los ridad numérica encerrado s en una el turno al mes siguiente, perdiendo
adopción del shimose -devastador ex- buques fondeados en la rada, apoya- trampa. Los barcos rusos estaban apo- los acorazados Y a s h i m a y Hatsuse el
plosivo- par a los proyectil es de la dos por dos acorazados y un crucero yados por las baterías de costa y Togo crucero Y a s h i n o (perdido por colisión
Flota. que, además, deberían hundirse en la se vio obligado a retirarse. A pesar de con un buque gemelo a causa de la nie-
boca del puerto, para cerrarla. Poste- todo, podía estar satisfecho. La guerra bla) y un destructor. Los rusos conta-
a es calo fríos pens ar q ue, en 1904 riormente, el día 9 a las 11,00, Togo se había comenzado como quería el Ja- ban con la ventaja de poder reparar
-bastante antes de las drásticas me- aproximó con el grueso de su escuadra pón: con la Flota enemiga embotellada sus buques en Puerto Arturo, cuando
didas de Jacky Fisher par a reformar para bombardear a los buques rusos en Puerto Arturo, las rutas marítimas eran averiados, pero luchaban contra
la Roya1 NavyW- las escuadr as de que se habían salvado: cinc o acoraza- abiertas a los transportes de tropas el tiempo y su situación se iba empeo-
Togo habrían pulverizado a cualquier dos, cinco cruceros, dos cañoneros-tor- japonesas que se dirigían a Manchu- rando por el implacable avance de
fuerza inglesa similar. En lo que a la pederos, dos minadores y veinticinco ria meridional y a Corea. las líneas de los sitiadores. Obligado
artillería se refiere, en particular, los destructores. Con ello, los japoneses cerraron por por éste, el comandante en jefe de la
japoneses iban muy por de lante de La Flota japonesa había alcanzado, tierra el cerco de Puerto Arturo, y, Flota rusa, contraalmirante Vitjeft,
los británicos y, en general, también antes de romperse las hostilidades, los por mar con el bloqueo naval, ini- realizó un gallardo intento de salida
se distinguían por su inteligente apli- efectivos de seis acorazados, seis cru- ciándose una larga campaña de des-
cación de innovaciones técnicas. Y los el 10 de agosto, con el propósito de
ceros acorazados, diecinueve destructo- gaste que tenía por fin triturar la re- llegar a Vladivostok. Le quedaban cua-
hechos se encargaron de demostrar res y dieciséis torpederos. Además, vi- sistencia rusa y ocupar Puerto Arturo.
que esta afirmación no era una aven- tro acorazados, cuatro cruceros pesa-
niendo desde Europa por la larga de- Todo aquel año se tardó en alcanzar
t ~ i r a d ahipótesis. dos y veintinueve torpederos.
rrota de Oriente. se acercaban los cru- dicho objetivo y, entre tanto, las minas
La inevitable guerra ruso-japonesa ceros acorazados N i s h i n y Kasuga submarinas produjeron grandes pérdi- Togo -lo mis mo que Jellicoe en
se inició con lo que luego se ha venido cons truido s en los astilleros italianos das en las dos escuadras. La más gra- Jutlandia- se resistía a acorta r la
llamando los planos de Pearl Har- de Ansaldo para la Repúbica Argen- ve para los rusos fue el hundimiento distancia de combate. Le parecía una
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destructores y cuatro torpederos, la
Flota japonesa había infligido a los
rusos la pérdida de siete acorazados,
dos cruceros y treinta y tres buques
más, entre minadores, destructores y
torpederos. Era un éxito total y reso-
nante.
Pero no se ponía fin así a la gue.
rra. A los rusos les quedaba una baza
aparentemente formidable: los siete
acorazados, dos cruceros acorazados,
siete destructores y nueve auxiliares
de la Flota del Báltico. A poco de sa-
lir a la mar el 5 de octubre de 1904,
bajo el mando del almirante Rodjes-
vensky, sufrió un estruendoso tropiezo
en el Mar del Norte, al tomar por tor-
pederos japoneses a unos pacíficos
bous ingleses. Cundió el pánico. y se
abrió el fuego sobre los pesqueros. Los
rusos continuaron su camino perse-
guidos por las burlas de la prensa in-
glesa; unas a presuradas disculpas y la
oportuna indemnización, evitaron una
peligrosa crisis entre Inglaterra y Ru-
sia, pero todo aquel embarazoso asun- El Almirante Rodjesvensky al que se en-
to no dejaba de ser un pésimo augu- comendó llevar a la Flota del Báltico alre-
rio. Rodjesvensky envió a sus buques dedor de medio mundo para aplastar a la
ligeros por el Canal de Suez, mientras Armada japonesa y vengar la perdida de
él daba la vuelta al Cabo d e Buena Puerto Arturo.
El acorazado ruso Tsarevitch capitana de neutrales de Kiaochow, Shangai y Sai-
Vitjeft desmantelado por los proyectiles gón, donde quedaron internados hasta
japoneses pero que aun sí pudo refu- el final de la guerra. A Puerto Arturo
giarse en puerto. regresaron cinco acorazados averiados,
un crucero y tres destructores. Tres
cruceros acorazados de la escuadra de
vergüenza arriesgar al albur de un ata- Vladivostok, que habían realizado una
que torpedero, su igualdad numérica salida de aquel puerto para apoyar el
y aumentar con ello las recientes pel- intento de romper el bloqueo de Vit-
didas. Así las cosas, las dos escuadras jeft, fueron interceptados cuando na-
estuvieron dos horas cañoneándose a vegaban al Sur y rechazados hacia su
gran distancia, midiendo sus fuerzas, base, con la pérdida de uno de ellos.
hasta que a las 18,37, una salva de Finalmente, el crucero N o v i k que tra-
proyectiles de chimose de 12 pulgadas taba de alcanzar Vladisvostok, rodean-
alcanzó al Tsarevitch capitana de Vit- do el Japón, fue alcanzado v hundido
jeft, que murió al quedar destrozado frente a Shakalin el día 21 Aquello
el puente y la torre de combate. El era el final de la campaña naval de
maltrecho Tsarevitch quedó sin gobier- Puerto Arturo. El 2 de enero cayó en
no con el timón atorado todo a estri- manos de las tropas japonesas, que
bor, no pudiendo evitar salirse de la pudieron contemplar un puerto lleno
línea. Al morir el almirante faltar el de naufragios y derrelictos, presen-
guía, la línea rusa cayó en la confu- tando un aspecto como el de Narvik
sión y cundió el desórden, Togo qui- en mayo de 1940. A costa de dos aco-
so aprovecharlo para acercarse y re- razados, dos cruceros protegidos, dos
matarla, pero un valeroso ataque tor-
pedero ruso le contuvo y permitió a
sus enemigos dispersarse a cubierto Grabado algo denigrante publicado en Im
dc la noche. glaterra. que muestra la salida de la Flota
El T s a r e v i t c h cuatro destructores y del Báltico para el viaje hacia su destruc-
dos cruceros alcanzaron los puertos ción.
La flota de batalla de Togo se hace a gó a Rodjesvensky un tercer refuer- destructores nuevos eran todo lo que l Mikasa c pit n e Togo
mar desde su fondeadero de la bahía de zo un poquito más moderno, pero S& se había incorporado desde el final de
Mesampo para ir a interceptar a la Flota lo un poquito: dos cruceros, dos des- las operaciones del año anterior. Con
del Báltico en el estrecho de Tsushirna. tructores y tres cruceros auxiliares. En ello el total de buques japoneses e ra
de ocho acorazados, dieciséis cruceros miento Flota enemiga. Nuestra Flota
icaumen, en lugar de llegar con una sale inmediatamente para atacar y des-
escuadra que, por razón del número, ligeros, veintiún destructores y unos
truir al enemigo.
Esperanza con 10s acorazados, reunién- pudiera enfrentarse con cierta probali- cincuenta y siete torpederos. Era pa-
dose todos en la rada de Nossi Be, en lidades de éxito con Toga, en una ac- tente su inferioridad numérica, pero no Con las primeras luces del día, los
iviadagascar, el 9 de enero de 1905. ción de poder a poder, a Rodjesvensky era la cantidad lo que contaba. Aque- cruceros de Togo acortaron distancias
Si Rodjesvensky no hubiera recibido le ata ron de pies manos con una llo no era ni tan siquiera el clásico para identificar a los rusos y deter-
más barcos , es posible que hubiera caótica Armada que carecía de toda enfrentamiento del ágil y escurridizo minar su fuerza. Rodjesvensky, sin
conseguido convertir su disparatada cohesión. Eran muy Pocos 10s barcos hombre pequeño contra el tardo y pe- hacerse ilusiones sobre su porvenir,
Flota en una fuerza de combate razo- bajo su mando que hubieran navegado sado gigantón, sino el de un formida- formó la línea de batalla a las 11,OO:
nablemente eficaz, antes de terminar algu na vez juntos que hubieran dis- ble y enérgico guerrero, pequeño en formó en línea de fila a sus doce bu-
la larga travesía hasta aguas japone- parado antes un tiro. tamaño, pero ansioso de hacer morder ques más poderosos y dejó en reta-
a s Pero el Almirantazgo ruso no opi- La siguienre recalada de la escuadra el polvo a un decrépito, apolillado y guardia los transportes, escoltados por
naba así. Creyendo efl la eficacia del de Rodjesvensky, de spués de Nossi desmoralizado gigantón. cruceros y destructores. Los cruceros
i:úmero, enviaron al contraalmira nte Be, fue la bahía de Kamranh, en Indo- En la madrugada del 7 de mayo de japoneses no rompieron el contacto y,
ücbo gatof , que se oponía a ello, a in- china. Llegó el 13 de abr il y tuvo que 1905, a las 05,05, la Flota rus a fue alrededor de mediodía, su pegajosa
corpora rse a la Flota en Extremo Orien- espera r un mes inactiva esperando a avistada por la cortina de cruceros li
te, con una escuadra que, caritativa- Nebogatof. Hasta el 14 de mavo no geros de Togo, arrumbada hacia el Unos artilleros nerviosos del Ore de-
mente, podría calificarse de entorpeci- emprendió la Flota la última etapa de Norte (Los rusos, también conocían la jaron escapar un cañonazo de 2 pul-
miento. Se trataba de un acorazado, un su travesía, que la llevaría a enfren- presencia de los japoneses por haber gadas, al que siguió el fuego granea-
crucero acorazado, tres guardacostas y tarse con Togo en el estrecho de Tsu- interceptado sus mensajes por radio la do de sus matalotes: antes de que
cicte buques auxiliares, viejos y anti- hima, ante s de alcanzar el Mar del noche del 25, y Rodjesvensky no tenía fue ra obedecida la señal de alto el
cuados, útiles sólo par a instrucción. Japón. duda alguna sobre la inminencia del fuego de Rodjesvensky, se habían mal-
Los comandantes de tales monstruos, El plan de Togo no podía ser más choque). Togo estaba fondeado en la gastado 30 proyectiles . A las 13,45, al
no se hacían la menor ilusión sobre su simple: concentrar en el Estrecho de bahía de Mesampo, en la costa corea- fin, las escuadras de acorazados y
valor militar, y los llamaban plan- Tsushima todo cuant o buque de gue- na al recibir la noticia y, con arrogan- cruceros de Togo, bajando desde el
chas , zuecos , desechos de tienta y rra estuviera disponible y esperar a cia, envió el siguiente mensaje a Ta- norte en dos columnas, avistaron a la
se hunden solos . En Nossi Be, le lle- la Flota rusa. Un cru cer o ligero y tres kio: Acabo de reci bir parte avista- Flota rusa.
rio era más que una ruina en llamas,
sin gobierno y con Rodjesvensky fuera
cle combate, herido en la cabeza. Po-
co después, el Osíyabya que hacía agua
como una cesta, fue alcanzado por una
granizada de proyectiles de chimose
cn la Iínea de flotación, que lo abrió,
lo hizo zozobrar y lo echó a pique,
siendo el primer buque de acero de la
historia hundido por la artillería. Hu-
bo un oficial ruso, por lo menos, que
no lo pudo resistir. Sus palabras fue-
ron: Lo que chocaba con, los costa-
dos del barco y caía sobre cubierta,
más parecían minas que proyectiles
normales. Estallaban al rozar con cual-
quier cosa. al rozar con el menor im-
..
~ - --
Al otr o lado del mundo, s e produjeron iin marcado escepticismo o el no ha. minad o en 1911 -un año después que
en los años siguientes a Tsushima dos ccr caso, calificando la idea de pura el Satsuma-, el Aki fue seguido por el
hechos decisivos: el alba de la era de c.iencia ficción. En Japón, en cambio, Kawachi (1912- y el Settsu (1913), que
los dreadnaughts y la car rer a anglo- n idea prendió en seguida y, tres me- ya fueron verdader os dreadnoughts
alemana de construcciones navales. Es- ses antes de Tsushim a -marzo de con 12 cañones de 12 pulgadas, cora-
te último fenómeno ha eclipsado casi 1005 se puso la quilla de un acoraza- za máxima de 12 pulgadas y 20 nudos
siempre el hecho de que, mucho antes (lo proyectado según las ideas de Cuni- de andar. El mundo comprendió que la
de 1916 -año de la botad ura del HMS herti, en el Arsenal de Kure. Armada japonesa, no sólo podía poner-
Dreadnou ght de Jacky Fisher-, en se a la altura de las tendencias más
Era el Aki barco que no tuvo suerte modernas, sino que era capaz de anti-
Japón había sucedido algo muy nota-
en el suministro de sus armas y equi- ciparse a ellas, en el proyecto de aco-
ble. Según la única tradición que po-
pos, por lo que su construcción duró razados.
seían de expansión naval -experimen-
seis años (Su gemelo el Satsuma fue
tarlo todo, mientras fuera moderno, y no sólo en el proyecto de acoraza-
entregado un año an tes). En realidad,
desechar la leña vieja , tanto mate- cl Aki no era ciertamente un dread- dos. Ya en 1911, los inge nieros navale s
rial como mental- los japoneses ha- japoneses adoptaron la idea del cruce-
nought clásico, sino una especie de
bían construido su propio dread- ro acorazado -aquel fulgurante ideal
híbrido, debido a las mencionadas di-
nought mucho antes de que la idea de supercrucero, capaz de pegar tan
ficultades en la obtención del arma-
fuese aceptada por las demás poten- fuerte como un acorazado y en el que,
mento. Pero aún así, es indudable que
cias navales. segun frase de Fisher, la velocidad es
su proyecto original era revoluciona-
El ingeniero naval italiano, general rio: 16 cañone s de 12 pulgada s y 20 coraza. Se encargó a los astilleros de
Vittorio Cuniberti, fue el gran sacer- nudos de velocidad (sólo su coraza no Vickers, en el Tyne, un buque que, en
dote del credo dreadnought que alcanzaba los requisitos de Cuniberti: todos sus detalles, era tan revoluciona-
enunció en unos artículos publicados tuvo una cintura de nueve pulgadas de rio como lo había sido el dread-
en 1902 y 1903, abogando por unos bu- espesor en lugar de las 12 prescritas). nought cinco años antes. Se trat aba
ques q ue sólo tuvieran cañones de gran Pero incluso su armamento de cuatro del Kongo, el crucero de batalla que
calibre, gruesa coraza y gran veloci- piezas de 12 pulgadas y 12 de 10 pul-
Artillería moderna para la flota de bata dad. Las primeras reacciones en Euro- gadas, que sustituyó al previsto en el
Ila japonesa: los cañones del acorazada pa y América fueron de lo más varia- proyecto, fue uno de los más formi- Una audaz experiencia con Ideas revolu-
do, desde la franca curiosidad hasta dables en el. mundo de su época. Ter- cionarias el adreadnoughtn híbrido Aki.
El Kongo, el crucero de batalla más poten- tr ó en servicio en julio de 1913, el H i e i todo el mundo en el proyecto y cons- El crucero de batalla Haruna construido
te del mundo antes de la aparición del in en 1914 y los H a r u n a y Kirishima en truccion ae Duques ae guerra. por los japoneses calcando los planos del
glés Hood, lo que fue muy embarazoso 1915. Al ent rar en serv icio en la Ar- Kongo.
para e l ingeniero inglés que proyectó el mada Imperial japonesa, los cruce- En la década 1910-1920,Japón emp ren -
primero. ros tipo K o n g o constituyeron por sí dió la construcción de lo que prome-
solos una potente escuadra de com- tía convertirse en la flota de combate
mayor del mundo. En la escena interna- cia el Japón. Con ellas se disiparon las
bate. cional, el Japón estaba pasando de país corrientes favorables y borraron la
hasta la entrada en servicio en 1920 Phv r v . erá suficiente la sometido a ser país dominador. Si en- imagen internacional, Corriente antes
del H o o d inglés, fue el barco de guerra modernísima cruceros de ba- tró en la Primera Guerra Mundial en de 1914. del simp ático , valiente v pe-
-
más poderoso del mundo. Consicuie- talla K o n g o y, a roaa prisa, se hicie- el bando aliado, no fue por luchar con- queño Japónw.
ron meter en el K o n g o ocho cañones de ron planes de construcción de nuevos tra los Imperios Centrales, sino porque El cese de las hostilidades en 1918 Y
14 pulgadas, calibre que superaba a acorazados. Los dos primeros fueron vio el cielo abierto en el conflicto, que
los usado: en cualquier otra el Fuso y el Y a m a s h i r o con doce ca- le permitía apropiarse los territorios alivió lo más mínimo la tensión en Ex-
marina. Se proregia con una cintura ñones de 14 pulgadas, cintura acoraza- alemanes de China y del Pacífico. A fi- tremo Oriente. El Japón mantuvo fir-
acorazada de 10 pulgadas y podía dar da de 12 pulgadas de espesor y veloci- nes de 1914 ya se había apoderado de memente lo adquirido y se aferró a
27 nudos. Aquellas características po- dad máxima de veinticuatro nudos. A Tsingtao y se había establecido de mo- Shantung y Tsingtao, logrando, ade-
nían en una situación embarazosísima continuación vinieron los H y u g a e Zse do general en la provincia china de más, que la Sociedad de Naciones con-
al inglés que lo construyo. Ningún cru- cuyas quillas se pusieron durante la Shantung, una vez aceptada la rendi- firmara sus posiciones en el Pacífico,
cero británico existente, en construc- Primera Guerra Mundial. Se trataba ción de las guarniciones alemanas que atribuyéndole el mandato de las islas
ción o en proyecto, alcanzaba las ca- de dos buques tipo F u s o perfecciona- allá se encontraban. Por el otro lado, ex-alemanas del Pacífico Central. Pero
racterísticas del K o n g o y hubo que lan- do, con la misma artillería y coraza, también tenía en su poder las antiguas en los ambientes internacionales no ha-
zarse a construir los L i o n a toda prisa, pero con un nudo más de velocidad. bases alemanas de las Marianas, las bía duda de que era apremiante re-
para cerrar la brecha a toda costa. La Por fin, vinieron los formidables Na- Marshall y las Carolinas, todas en el visar a fondo las ventajas conseguidas
verdad es que un barco como el g a t o y M u t s u que al hacer su aparición Pacífico Central. El verdadero color por el Japón en Versalles. También
K o n g o debería haber hecho que se en los mares, con ocho cañones de 16 de las ambiciones japoneses se reveló cundió la alarma por la rápida expan-
abandonara la idea de los cruceros de pulgadas (calibre nunca visto a flote en enero de 1915, por la actitud del sión de la formidable flota de combate
batalla antes de que llegara a ver la en aquel entonces), cintura acorazada ministro de Asuntos Exteriores, Kato, japonesa. Ambos problemas fueron tra-
luz los acorazados rápidos de 15 pul- de 13 pulgadas y veinticinco nudos de al obligar a China a aceptar las famo- tados desde noviembre de 1921 a febre-
gadas Queen Elizabeth. Pero, en cuan- andar, causaron una sensación tan sas 21 demandas , que no eran ni ro de 1922 en la Conferencia de Was-
to estuvieron listos los planos gene- grande como la que en su momento más ni menos que la aceptación for- hington. En ella se combinaron y bara-
rales del Kongo los astilleros japone- habían producido los K o n g o . Eran el mal del monopolio japonés de la in- jaron las cláusulas del Tratado de
ses se pusieron en actividad y botaron non plus ultra de los buques de com- fluencia extranjera sobre China. Aque- Versalles y sus consecuencias en Ex-
tres barcos gemelos: H i e i (1912), Ha- bate y con ellos demostraban de nue- llas 21 demandas fueron fatales pa- tremo Oriente, refundiéndolas en un
r u n a y Kirishima (1913). El K o n g o en- vo los japoneses estar por delante de ra la buena voluntad internacional ha- tratado anglo-americano-japonés que
Arrib a: Los cuatro Kongo. una pequeña escuadra de batalla en si mismos posan para
el fotógrafo. De delante a atrás: Kongo Haruna Kirishima y Hiei. Abajo: l irnpresio- Arriba: El Mutsu hace una demostració n del poder de su andanada. Abajo: La flota
nante Mutsu. con ocho cañones de 6 pulgadas que en su día fu e el non plus ultra de batalla continúa aumentando. De delante a atrás: Nagato Kirishima. Ise Hyuga.
en ingeniería naval.
iiilentaba evitar la aceleración de una Kii y Owari. Finalmente, imponentes
iiiicva carrera de armamentos navales. en su concepto, se pensaba en cuatro
El acuerdo de Washington, lo mismo acorazados super rápidos, armados de
clue el Tratado de Versalles, fue el re- cañones de 18 pulgadas y con treinta
cwsido de un cúmulo de acuerdos par- nudos de velocidad máxima. Todos
ciales. Japón se retiró de Shantung a estos monstruos debían ser terminados
cambio de un compromiso cuatriparti- antes de 1938, pero el Tratado de
lo que garantizara el statu-quo en el Washington los mató antes de nacer.
I'acífico (un b uen negocio par a el De los buques nuevos ya botados o
.lapón, porque así Inglaterra y Estados todavía en grada en el momento de
Unidos no construirían nuevas gran- firmarse el Tratado, en febrero de 1922,
des bases navales en Hong-Kong ni el T a k a o y el Atago fueron desguazados
Manila). Otros dos compromisos re- en grada. Los A m a g i y Akagi fueron
lcrentes a China y firmados por nueve destinados a transformación en por-
países fueron la típica muestra de la taaviones. El casco del Kaga también
euforia de la Sociedad de Naciones en fue condenado al desguace v el del
los primeros años de la década de 1920: Tosa fue empleado como pontón para
sc trataba de dar garantías conjuntas a experimentos de artillería y torpedos.
la integridad territorial de China y su En realidad, el Japón ya había bo-
independencia de todo contro extran- tado su primer portaviones, el dimi-
,jero, sin que se d ijera una sola pala- Hosho
I~ ra obre disposiciones concretas que que decir que fue el primer portavio-
garantizaran dichos ideales. Luego ve- nes proyectado desde el principio co-
nia el tratado naval, que era el punto mo tal. Había un buque gemelo, el
crucial de la conferencia. Con él se Shokaku, ya encargado, pero se desis-
frenó eficazmente la construcción de tió de su construcción después de la
acorazados por un período de diez firma del Tratado. Con los enormes
años, pero también fue favorable al cascos de los Amagi, que ahora queda-
Japón. Los gobernantes japoneses sa- ban disponibles, sería posible construir
bían muy bien que nunca podrían po- dos portaviones, más de cinco veces
nerse a la altura de Inglaterra o Esta- mayores que el Hosho, a un precio
dos Unidos en una carrera de construc- comparativamente bajo. Pero intervino
ciones navales. La propor ción 5.5.3 una catástrofe natural. El casco que-
acordada era como proclamar interna- dó gravemente dañado en el terrible
cionalmente que el Japón seguiría te- terremoto que asoló Japón en 1923,
niendo la tercera flota del mundo. In- cuando todavía estaba en grada. Se
glaterra y Estados Unidos tendrían de- decidió desguazarlo y sustituirlo por
recho a 525.000 toneladas cada una, el Kaga en el programa de conversión.
Japón a 315.000 y Francia e Italia a Así fue, como al fin, el Kaga y el
175.000. Akagi llegaron a formar la Primera Es-
El Nagato y el Mutsu, los dos últi- cuadra de portaviones de la R e n g o
mos acorazados terminados por los ja- Kantai, la Flota Combinada japonesa.
poneses, escaparon al hacha del Tra- Entre tant o, se estaba realizando una
tado de Washington, pero no así el labor igualmente importante en lo que
resto. Los astilleros japoneses estaban se refiere a esa criada para todo de
trabajando a toda presión en el ambi- los flotas que son los cruceros. La Ar
cioso programa 8-8 , que inten taba mada Japonesa había botado en 1918
crear una flota de combate de la mis- los modernos cruceros ligeros T e n r y u
ma magnitud q ue la de los Estados y Tatsuta, inspirados en los británicos
Unidos. Se habían botado ya otros dos de la Clase C , los que siguieron los
acorazados: el Kaga y el Tosa, del K u m a , T a m a , K i t a k a m i , O i y Kiso. To-
tipo Nagato perfeccionado. Estaban dos ellos fueron clasificados como cru-
en grada otros cuatro cruceros de ba- ceros ligeros, con armamento principal
talla, con un armamento principal pre- de 5,s pulgadas. A continuación vinie-
visto de diez cañones de 16 pulgadas ron los de la clase perfeccionada, Na-
gura Nagara, Isuzu, Y ura , Natori, Ki-
y velocidad máxima de treinta nudos n u y A b u k i m a ) , cuya botadura tuvo lu-
Amagi, Akagi, Atago y T a k a o ) . Se ha- gar cuando se estaba firmando el Tra-
bían acopiado materiales para cuatro tado de Washington. Las limitaciones
Arriba: l primer ~ortsviones l diminuto Hosho. Centro: ~ primero de losportaviones nuevos acorazados rápidos, dos de los impuestas por éste, produjeron un giro
pesados el Kaga. Abajo: El Yubari. cuales tenían ya nombre provisional: muy interesante en los proyectos de
l ministro de Marina japonés almirante
Takarabe cuya acción fue frustrada en la
Conferencia de Desarme Naval de Lon-
dres en abril de 1930 4,7); los Mutsuky (doce unidades con
cua tro 4,7), y, fina lmente , 10s soberbios
Fubuki (veinte buques en total), Losi
barcos del tipo Fubuki establecieron la
construcción japoneses, como el del
norma para todos los destructores ja-,
Y u b a r i , realizado por el almirante Hi-
poneses posteriores; montaban seis
raga, que consiguió meter los cañones
cañones de pulgadas y nueve tub os/
correspondientes a un crucero le 5.000 lanzatorpedos de 24 pulgadas, preferi-'
toneladas en un casco que desplazaba
dos por los japoneses, que en aquel1
la mitad. El Y u b a r i se botó en mayo tiempo lanzaban todavía torpedos de
de 1923 y proporcionó valiosísimas lec-
aire comprimido, pero que fueron sus-
ciones sobre aquel concepto de casca- tituid os en 1930 por los del tipo 93 ,
rones arma dos con mandarrias , que, de propulsión por oxígeno, que fueron
más tarde, se aplicaron a buques ma- conocidos por long lance y demos-
yores. También a resultas del Tratado traron ser los mejores torpedos que
fue reducida a la mitad la serie de han existido, causando la más desagra-
cruceros tipo Sendai, anulándose el pe- dable de las sorpresas a los aliados
dido de tres de los seis encargados, cuando el Japón los us6 al entrar en
pero los tres restantes, Sendai, Jintsu guerra en diciembre de 1941.
y Naka, fueron terminados antes de
El gobierno del J a ~ ó n ue cayendo,
dos años. cada vez más, en manos de los altos
El fecundo cerebro del almirante jefes del Ejército Imperial a partir de
Hiraga, nrodujo entonces los primeros 1930. Fue entonces cuando el país em-
modernos cruceros pesados japoneses pezó a caminar hacia el abismo, inau.
los Furutaka y Kako, con artillería gurando el período histórico que des-
principal de 7,9 pulgadas, botados en pués se ha llamado kurai tanima: valle
1925. Fueron seguidos aquel mismo oscuro. Se había iniciado la larga mar-
año por los Aoba y Kinugasa, cuyos cha hacia Pearl Harbour.
cañones eran más pesados 8 pulga- El horizonte empezó a ensombrecer-
das-. Más adel ante , en 1927-28, apa re- se en la Conferencia de Desarme Naval
cieron los diez primeros cruceros pe- Naval de Londres, en 1930, donde el mi-
sados de 10.000 toneladas tipo Myoko, nistro de Marina, almirante Takeshi
con diez cañones de 8 pulgadas lu- Takaraba, actuaba como representan-
te japonés. Fue una negociación tiran- que la espada, de momento, la espada período. En el momento de Pearl Har- sentaba la derrota militar de Francia
te y agria en la Q ue el Japón no pudo habla más alto y más fuerte que la bour, la Flota Combinada no tenía rival y Holanda y el aislamiento de Ingla-
obtener lo que quería. No fue, como pluma. Japón se reti ró de la Socie- en potencia aeronaval. Su experiencia terra, que había deiado indefensas las
anteriormente, la proporción de acora- en el empleo de aviones navales de colonia: de ~ a l a ~ ade las Indias
zados el foco de tensiones v desacuer- ataque, desde portaviones el esplén- Orientales Holandesas. situadas en lo
dos, sino los submarinos. Japón pre- dido adiestramiento de sus tripulacio- que la estrategia japonesa había bauti-
tendía poseer 78.000 toneladas de su- nes le proporcionaron resonantes éxi- zado de vital Area Sur . Sólo los Es-
mergibles y no las consiguió. El acuer- tos en los primeros meses de la guerra. tados Unidos quedaban para interpo-
do de la Conferencia fijó un máximo No quedaba la menor duda de su de- nerse en el camino del Japón y evitar
permitido de 52.700 toneladas para In- cisiva preponderancia, pero aceptar que dieran aquel golpe magistral que
glaterra, Estados Unidos y Japón, pero los hechos tal como eran en la reali- pondría en sus manos todo el petróleo
aquella paridad no era suficiente para dad, reduciría a la nada el sueño tra- que precisaba para llevar a buen tér-
los planes japoneses de defensa vi- dicional de los épicos combates entre mino la guerra en China y darle el
gentes. acorazados, cosa que los japoneses se dominio de todo el Pacífico.
La nueva Flota Combinada se había negaban a admitir. Los Yamato eran Allí estaba la oportunidad, magnífi-
concebido como arma defensiva. La realmente pasmosos; se les mirara por ca, al alcance de la mano, pero la
estrategia japonesa, en caso de guerra donde se los mirase eran unos magní- Marina japonesa no estaba prepara da.
con su rival más peligroso en el Pací- ficos barcos de combate artillero. Pe- El almirante Isoroku Yamamoto, Co-
fico -los Estados Unidos- estaba ba- ro, en la era de los portaviones era mandante en Jefe de la Flota Combi-
sada en la idea de esperar que la Flo- completamente futil que un acorazado nada desde 1939, se opuso con todas
ta del Pacífico de los Estados Unidos pudiera superar a cualquier posible sus fuerzas al enfrentamiento con los
viniera hacia la Flota Combinada para adversario de su misma especie en al- Estados Unidos. Conocía bien aquel
ir desangrándola en el trayecto median- cance y peso de salva. Naturalmente, país donde había sido agregado naval,
te los ataques de submarinos de gran antes de la Segunda Guerra Mundial, y sentía un profundo respeto por su
radio de acción y lograr que, cuando en todas las marinas del mundo se ha- patriotismo y por su potencia indus-
llegara al contacto en el momento y bía planteado la disputa entre los pa- trial. Yamamoto creía que, dando tiem-
lugar elegidos por la Flota Combinada, pas de la artillerí a y los papas de po al tiempo, tal vez fuera posible
haber reducido su potencia de modo los portaviones, y la polémica no cesó fortalecer la flota japonesa y capaci-
que los acorazados japoneses pudieran hasta la rotura de las hostilidades. Ni
aceptar el combate en igualdad de con- siquiera los juegos de la guerra , ca, pero tenía la absoluta certidumbre
diciones. Para una estrategia de esta que habían revelado hasta la saciedad de que, en 1941, no era posible.
clase, no era suficiente la paridad en la indefensión del más fuerte de los No habría habido guerra con los Es-
submarinos y al ser conocidas en To- acorazados ante un ataque aéreo ene- tados Unidos 9 por lo menos habría
kio las noticias del acuerdo, se produjo oueños, los Shoho, Zuiho, Taiyo, Chuyo migo, consiguieron zanjar la controver- tardado much o en estallar- si en 1941
gran indignación en el Estado Mayor sia antes de 1939. Pero la gran ironía hubiera gobernado en Japón la Marina
clc la Armada japonesa. de la historia es que fuera precisamen- y no el Ejército. Pero en octubre de
Tras la ratificación formal del Tra- te el Japón, el país que había estado aquel año, el general Hideki Tojo fue
tado, en octubre de 1930, hubo un pe- de cruceros pesados, los Takao, Tone a la cabeza de las nuevas tendencias nombrado primer ministro en sustitu-
ríodo de violenta confusión en el rue- Mogami, con lo que la Flota Combina- de la construcción naval, el que ter- ción del príncip e Konoye, su políti ca
do político japonés, al que se lanzaron da tuvo ya diez cruceros nuevos con minara dando media vuelta para pro- fue precipitar la guerra mientras los
el Ejército y la Marina en defensa de ducir los superacorazados. vientos fueran favorables. En los me-
sus intereses, contra lo que considera- Los planos definitivos de los Yama- ses que precedieron a Pearl Harbour,
ban traición de los volíticos. La conse- to no estuvieron listos hasta 1937, año la consigna en Japón era: Nunca
cuencia inmediata fue la irreparable en que Japón estaba enzarzado en sus volverá a presentarse una ocasión co-
agresión de Kwantung. en Manchuria prolongadas hostilidades en China. mo ésta.
meridional, que co mp~ óme tió l Japón Transcurrieron otros tres años antes Este era el dilema con el que se
a una intervención en gran escala en de que el primero de ellos estuviera enfrentaba la Armada Imperial japo-
Manchuria. Después del incidente de listo para la botadu ra; el segundo, el nesa en 1941. Sus jefes tenían concien-
Mukden , el 19 de septiembre de 1931, Musashi, lo siguió en noviembre de cia de que el Japó n era como un pez
el Ejército de Kwantung invadió Man- 1940. En aquella época, el curso de la en un estanque del que están vacian-
churia proclamó la independencia guerra en China las arrolladoras vi c do el agua -según palabr as del Jefe
del nuevo estado títere de Manchukuo, torias de la Alemania nazi en Europa, del Estado Mayor de la Armada, almi-
en febrero de 1932. Era la mayor pro- presentaban al Japón una oportunidad rante Osami Nagano, al Emperador-.
vocación que se había lanzado hasta única un formida ble dilema -una La Armada no estaba preparada para
entonces a la Sociedad de Naciones combinación de circunstancias tan ten- la guerra, pero no osaba oponerse
que, como siempre, se limitó a apro- tadora que, finalmente, fue causa de abiertamente. Pasó el problema a los
bar las consabidas mociones de censu- su entrada en la guerra el mes de di- diplomáticos sin prestarles la ayuda
ra cont ra la agresión japonesa. Pero, ciembre siguiente-. El dilema lo plan- apoyo necesario y no fue capaz de
como dice Leonard Wibberley en su teaba la crónica escasez de combusti- mantener alejados del gobierno al ge-
libro The Mouse that Roare d, aunque ble, imprescindible para las operacio- neral Tojo y a sus belicistas partida.
la pluma sea, a la larga, más temible nes militares. La oportunidad la pre- rios.
Construidos en abierto desafío a las limitaciones del Tratado: Los nuevos grandes
portaviones de flota. Arriba izquierda: El Zuikaku. Centro izquierda: El Shokaku. Abajo
izquierda: El acorazado Yamato duran te sus pruebas de mar. Arriba: Cruceros más rá-
pidos y más poderosos. Esta es la enorme amazacotada superestructura del c rucero
pesado Chokay: diez cañones de 8 pulgadas y 4 nudos. Abajo: La dominante torre
popel de 8 pulgadas del gigantesco Yarnato. Este buque y su gemelo el Mbsashi
han sido los mayor es acorazados const ruidos en el mundo montaban nueve cañones
de 8 pulgadas cada uno.
Pero, aún incompleta, la Flota Com-
binada de Yamamoto seguía siendo la
tercera del mundo en diciembre de
1941 y, como tal, era formidable. Se
componía de siete flotas fundamen-
tales: la 1. (de Batalla), la 2. (Fuerza
de Exploración), la 3. (de Bloqueo y
Transporte), la 4. (Mandatos), la 5.
(del Norte), la 6. (Submarina) y la 1.
Aérea (Portaviones). Con buques de
cstas siete flotas se formaban las fuer-
zas operativas para ejecutar los planes
de overaciones. Los efectivos totales
g u i e n t e s : d i e z i ~ ~ u l i i ~ a d oiez
s , porta-
viones (cuatro de ellos ligeros), 8 cru-
ceros pesados, 20 cruceros ligeros,
112 destructores y 65 submarinos.
Pero aquel arma excelente tenía tres
fallos fundamentales. El primer fallo
residía en el UII ~LU estratégico de
empleo de los submarinos. La Flota
Combinada poseía m agníficas flotillas
de submarinos estupendos, capaces de
hacer la travesía de ida y vuelta a Ca- Arriba: El almirante lsoroku Yamamoto.
lifornia, sin repostar y lanzar allí sus Comandante en Jefe e la Flota Combina-
aviones de reconocimiento v ataque. da japonesa cuando Pearl Harbour. Abajo:
Pero en los proyectos de aquellos sub- Los submari nos 1-168 e 1-176, das d e l os
La modernización de los acorazados anticuados fue una parte imp ortan te del plan marinos no se había tenido en cuenta grandes submarinos de flota destinados a
de expansión de la flota. Arriba: El Fuso tal como era en 1918. Abajo: El mismo buque suficientemente la habitabilidad. En operar en combinación con la flota de b e
después de la reconstrucción, en la que el palo trípode fue sustituido por la altísima ellos las condiciones de vida eran tan talla
superestructura de ~pagodam.
malas que llegaron a afectar su opera-
tividad y si a ésto añadimos que los
submarinos se emplearon a la defen-
siva y no en su papel ofensivo, com-
prenderemos por qué la Flota Combi-
nada no sacara nunca de ello lo que
cabía esperar. Por otra parte, la ca-
pacidad antisubmarina de la Armada
Imperial era muy débil y los barcos
mercantes japoneses no navegaban en
convoy, lo que fue muy grave cuando
los norteame ricanos -después de un
retardo en la salidav- emprendie ron
la ofensiva submarina en el Pacífico
con asombrosos resultados. De los
10.000.000 de toneladas de buques de
alto bordo que los japoneses tenía n
navegando en 1941 fueron hundidas
8.617.000 en el transcurso de la guerra
y el 60 por ciento de estos hundimien-
tos hay que atribuirlos a los submari-
nos aliados. Si los japoneses hubieran
empleado sus submarinos con igual
agresividad, en lugar de empeñarse en
hacerlos operar en combinación con
la flota de superficie, la historia de la
recuperación norteamericana en el Pa-
cífico, después de Pearl Harbour, se
habría escrito de modo muy diferente.
El segundo fallo fue la irritante
cuestión del radar. Los japoneses ha-
bían experimentado este valiosísimo
aparato, pero no llegaron a desarrollar
con él un sistema operativo. No lo
consideraron absolutamente necesario
porque creían tener asegurada la d e
tección del enemigo gracias a la ex-
celente visión desarrollada en los servi-
cios de la Flota Combinada -tanto
diurna como nocturna- y a la bondad
de su reconocimiento aéreo. En reali-
dad, los hechos demostraron que los
norteamericanos tardaron mucho en
aprender el correcto manejo del radar,
lo cual les costó graves pérdidas en
los encuentros nocturnos y, al princi-
pio no se hizo patente la enorme im-
portancia de su falta para los japone
ses. Pero, a la larga, la desventaja
técnica fue decisiva.
El tercer fallo residió en la débil
protección antiaérea de sus buques
-uno de los problemas más peliagu-
dos que planteó la Segunda Guerra
Mundial a todas las marinas-. Al fi-
ri
bían alcanzado la cumbre al empezar y terrestres relativamente débiles. An-
Súbito flnal de la embrionaria flota britá la guerra ya no pudieron subir más. tes de haber transcurrido cuarenta y
nica del Pacífico: los marineros se des- Pero la consecuencia inmediata fue la ocho horas desde el ataque a Pearl
cuelgan por el escorado costa l cru- decisiva recuperación norteamericana, Harbour, las tropas japonesas habían
cero de batalla Repulse. hundido con e l primero en Midway y, luego, en Gua- puesto pie en tierra en Malaca y en el
Prince of Wales por la aviación naval ja- dalcanal, que aprovechó plenamente Norte de Filipinas y los aviones de la
ponesa. el exceso de confianza que aquellos Armada y del Ejército habían barrido
embriagadores meses triunfales habían el camino. Se habían apuntado la des-
infundido a los japoneses. Jamás se trucción de los bombarderos B-17 ame-
ha hecho profecía más exacta que la ricanos con base en Luzón v también
que implica el famoso comentario de el hundimiento del Repulse y del Prin-
amamoto al príncipe Konorey "Du- ce of Wales (el primero fue víctima de
rante un año puedo causar verdaderos catorce torpedos y una bomba, y el
estragos, pero después, nada puedo ga- segundo de siete torpedos y dos bom-
rantizar ' Pero en aquel año prom eti- bas). Los aviones habian logrado eli-
do, Yamamoto no se cansó de causar minar los tres adversarios que podían
estragos. desafiar la ofensiva japonesa: la Flota
Al mismo tiempo que la Fuerza de apericana del Pacífico en Pearl Har-
Ataque de Nagumo se acercaba al pun- bour, los escuadrones de bombardeo
to de lanzamiento, al Norte de Hawai, pesado de Luzón y la nueva flota de
la enorme Fuerza Meridional del vice- batalla británica basada en Singapur.
almirante Nobutake Kondo hacía rum- La fase primera del avance japonés
bo hacia sus tres objetivos en el "Area constituía en la ocupación de cabezas
Sur". Estos era n: Las Filipinas; las de playa en Filipinas, Borneo y Cele-
importantísimas Indias Orientales Ho- bes, que servirían inmediatamente co-
landesas con suS pozos de petróleo mo trampolín para el asalto definitivo
la penísula de Kra, en el 6'cuello" a la "barre ra Malaya" -el gran arco
Malaca, trampolín para la ocupación insular que va de Sumatra a Timor-.
de ese país y para la toma de Singa- Esto se realizó entre el 8 de diciembre
pur. La Fuerza Meridional se compo- v finales de enero de 1942 sin el me-
nía de los acorazados Kongo y Haruna nor fallo. Sin embargo, aquellos mis-
(2. División de la 3. Escuadra de mos días, unos centenares de millas
Batalla); el portaviones ligero Zuiho hacia el Nordeste, la flota de batalla
(al que no tardaría en incorporarse el japonesa sufrió un revés inesperado en
Shoho para formar la 4. Escuadra de un teatro secundario.
Portaviones); tres escua dras de cruce- Se había designado la base norte-
ros (las 4. , 5.' y 7. ), con un total de americana del atolón de Wake como
diez cruceros de 8 pulgalas y tres uno de los primeros puntos a ocupar.
cruceros ligeros; o tra escuadra de cru- Situada al Norte de la Marsahll (en
ceros ligeros (la 16. ); cuatro flotillas manos japonesas), Wake era un impor-
de destructores (las 2.', 3.", 4. y S."), tante y molesto punto de apoyo en
que sumaban cincuenta y dos barcos, la derrota de Hawai a Filipinas. Se
sin contar los cuatro cruceros ligeros confió su conquista al contraalmirante
conductores de las flotillas, y dieciocho Kajiota, que se dirigió al ataque con
submarinos de las flotillas 4. , 5. y 6. . una fuerza de cruceros ligeros y des-
Sin embargo, una vez repartida en- tructores escoltando al convoy de in-
tre sus distintos cometidos, la Armada vasión. Después de ablanda r las de-
de Kondo no era fuerte en ningún pun- fensas con un gran bombardeo aéreo.
to -y era francamente débil en el sec- los japoneses iñtentar on el desembar-
tor malayo-, dond e los japoneses ten- co el 11 de diciembre. ~ermaneciendo
drían que entendérselas con el acora- los buques de guerra 'cerca de la isla
zado Prince of Wales y el crucero de para cañonear las posiciones de los
batalla Repulse, los dos ingleses, re- "marines". Pero Kajioka se descuidó
cién llegados a aquellas aguas. Pero, por exceso de confianza sus barcos
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se arrimaron demasiado a tierra. Las nos un paso por detrás. El mando
baterías de la Infantería de Marina conjunto norteamericano, holandés,
tuvieron ocasión, así, de hacer un fue- británico y australiano, ABDA , qu e
go muy preciso y lograron desmante- había recibido la misión tan simple
lar el crucero ligero Y u b a r i y echar a como homérica de detener a los ja-
pique al destructor Hayate -primer poneses , se con stituyó el 15 de ene-
barco perdido por los japoneses en la ro ... cuatro días después de que los
Segunda Guer ra Mundial-. Mientras nipones hubieran adelantado sus ba-
Kajioka prepaba las órdenes para se- ses otras 300 millas con la ocupación
pararse de tierra, un caza norteameri- de Menado.
cano vino zumbando a ras de agua, No ha bía dud a de que el objetivo
armado con algo tan incongruente co- siguiente sería Balikpapan, al Sur de
mo un rosario de carrras de urofundi- Borneo. uor lo au e el ABDA d isuuso
dad que descargó de- lleno Sob re el un contraataque -naval. Fue encomen-
destructor Kisaragi haciéndole saltar dado al alm irante americano Glassford,
por los aires. Kajioka no tuvo más con su Task Force 5 , formada por
remedio que aplazar la operación has- los cruceros Boise y Marblehead (ar-
ta poder pedir refuerzos a la Fuerza tillería de 5 pulgadas) y cuatro anti-
de Ataque de Nagumo, en su travesía cuados destructores norteamericanos,
de regreso de Pearl Harbour. Los de cuat ro chimeneas . El Boise tocó
marines se rindieron el día 24 de con un escollo al adentrarse en el
diciembre, no sin antes haber aumen- estrecho de Sape y pronto se quedó
tado su tanteo echando a pique a otro atrás, pero los cuatro destructores se
destructor japonés, el Sagiri. las arreglaron para atacar con prisas
Para el primer acto del asalto a las los transportes japoneses fondeados
Indias Orientales Holandesas, Kondo frente a Balikpapan en la madrugada
articuló la Fuerza Meridional en tres del 24 hudiendo a tres de ellos. Pero
grupos o tenazas ; designándolas Fuer- aquello no afectó en lo más mínimo
zas Occidental, Central y Oriental. La el avance japonés. Balikpapan y Ken-
Fuerza Oriental, del almirante Ozawa, dari cayeron simultáneamente el día
invadiría S umatr a en cuanto se ce- 24. Cuatro días después, los pilotos
rrara el cerco de Sinea~ur.Las fuer- iaponeses
- va podían despegar y operar
zas Central y 0rientalWeStabanbajo el desde sus -nuevas bases:.. y desde en-
mando del vicealmirante Takahashi. tonces tenían la base aliada de Sura-
Con la primera de ellas debía llevar baya, en Java, dentro de su radio de
a cabo la ocupación de los puertos pe- acción.
troleros de la parte holandesa de Bor- Desde el de febrero, Surabaya y
neo. Con la fuerza Oriental, debía to- las demás bases aéreas aliadas de Ja-
mar Mennado, Kendari y Makasar, en va Oriental empezaron a sufrir fuer-
Celebes y proteger el flanco izquierdo tes raids aéreos japoneses. Por aque-
del avance japonés siguienlo hacia llas fechas, el ABDA constituyó una
Amboina y Timor. Por fin las tres fuerza naval de ataque bajo el man-
tenazas se cerrarían en una sola para do del contraalmirante Karel Door-
hacer la última presa: Java. man, de la Armada Real Holandesa.
Si los japoneses fueron capa ces. de La formaban los cruceros de 5 9 pul-
ejecutar planes tan precisos con tanta gadas D e R u y t e r (capitana) y T r o m p
eficacia y rapidez, los aliados no lo holandeses, y Marblehead y H o u s t o n
fueron. Quedaron continuamente des- norteamericanos, con siete destructo-
bordados por el ritmo de avance japo- res, cuatro norteamericanos y tres ho-
nés y siempre estuvieron, por lo me- landeses. Doorman recibió la orden
de atacar nuevamente los convoyes
japoneses de invasión, pero el reco-
Izquierda arriba: El crucero holandés De nocimiento aéreo japonés observaba
Ruyter capitana de Doorrnan en l a lucha sus menores movimientos. En la ma-
del Mar de Java. Izqiuerda centro: El cru- ñana del día 4 los aviones de bombar-
cero holandés Tromp malparado en el deo sorprendieron a Doorman al Nor-
combate del estrecho de Lombok y envia- te de Bali y averiaron gravemente al
do a Australia reparar. Izquierda abajo: Marblehead y se cargaron la torre de
El USS Houston otro de los componen tes 8 pulgadas de popa del H o w t o n
de la fuerza internacion al de cruceros y obligando a Doorman a retroceder
destructores del Almirante Doorman. hacia Tjilatjap, en la costa Sur de
Zeros despegando de un aeródromo re Singapur- estab a asegurado el domi-
cién ocupado para continuar la búsqueda nio japonés sobre Sumatra.
aérea de la agonizante fuerza de superfi El siguiente objetivo japonés no fue
cie aliada. Los aeródromos en tierra des Java, como esperaban los aliados, si-
empeñaron el papel de portaviones duran no Bali y, una vez más, debido a la
te el fulgurante avance japonés en el salida de Doorman hacia el Oeste,
«Area Sur=. rumbo a Suma tra, las fuerzas navales
aliadas se encontraron desplazadas, en
pésima situación para contrarrestar
Java. Más adelante, el almirante Hart, los desembarcos, que tuvieron lugar a
Comandante en Jefe del ABDA, envió última hora del 18. Doorman hizo
a la fuerza de Doorman hacia el Sur cuanto pudo con sus fuerzas disper-
de Bali, confiando mantenerla lo más sas, atacando los transportes de in-
lejos posible del alcance de los bom- vasión en el estrecho de Bandung la
barderos. noche del 19 de febrero. Dos destruc-
De este modo, cuando la fuerza Oc- tores japoneses resultaron con averías
cidental de Ozawa se lanzó sobre Su- nero Doorman perdió el destructor
matra 13-14 de febrero , no había den- P i e t H e i n y recibió un impacto en el
tro de un radio de 800 millas ninguna T r o m p . El contraalmirante Kubo, co-
fuerza aliada capaz de oponerse. Oza- mandante de la escolta de la fuerza
wa, además de disponer de una escua- de invasión japonesa, se lanzó hacia
dra de cruceros pesados y una cortina el Sur para unirse en la lucha con el
crucero N a g a r a y tres destructores. Se
el portaviones R y u j o y fueron los ata- produjo iin confuso encuentro de per-
ques constantes de los aviones de secución en el estrecho de Lombok en
aquel buque los que obligaron a Door- la madrugada del 20, del que salió ave-
man a desistir de una infructuosa y riado un destructor japonés, pero el
desgraciada salida contra las fuerzas T u o m p sufrió daños tan graves que
de invasión de Suma tra. Al atar decer tuvo que ser enviado a Australia para
del día 15 -fecha de la rendició n de reparar. Innexorablemente, el día 20
los japoneses estaban sólidamente
asentados en Bali y sus soldados pu-
lulaban por las playas de Timor. El
cerco de Java se había cerrado.
Para el asalt o de Java -cierre de-
finitivo de la tenaza japonesa- el
mando ejecutivo recayó en el viceal-
mirante Takahashi, que asumió el
mando de las dos fuerzas de asalto
Oriental y Occidental. La fuerza Orien-
tal consistía en cuarenta transportes
de tropas, escoltados por el contraal-
mirante Nishimura con el crucero N a -
k a y seis destructores y con el apoyo
de la fuerza de cobertura del contraal-
mirante Nagi, que disponía de los cru-
ceros pesados N achi y H a g u r o el cru-
cero ligero J i n t s u y doce destructores.
Los transportes de la fuerza Occiden-
tal eran cincuenta y seis; su escolta
directa consistía en los cruceros lige-
ros Y u r i y N a t o r i y trece destructores
bajo el mando del contraalmirante
Hara y, su cobertura la formaban los
cruceros pesados M i k u m a M o g a m i
S u z u y a y R u m a n o y tres destructores,
al mando del contraalmirante Kurita.
Con la fuerza Occidental estaba tam-
oral
general, aceptaron la frase acuñada realizó la primera fase tentó irresisti-
por el contraalmirante Hara -uno de blemente a los mandos militares y na-
los comandantes de escuadra de Na- vales japoneses, qu ese dejaron arras-
gumo-. Esta fras e era sencilla, clara trar por una gula estratégica desenfre-
y expresiva : "Mal de victoria ' Su s nada. Estaba claro que el enemigo era
síntomas se manifestaron como conse- mucho más débil y despreciable que lo
cuencia de los primeros triunfos em- que jamás se hubieran atrevido a soñar.
briagadores, produciendo, primero, un ¿Por qué, entonces, limitarse al plan
alocado exceso de confianza, y, a cto primitivo y detenerse a consolidar?
seguido, la primera de las grandes de- ¿Por qué no extender todavía más el
rrotas de la flota de batalla japonesa. perímetro mientras las cosas fueran
La conquista del "Area Sur" originó rodadas?
un enorme perímetro curvilíneo en po- Al Este estaba el atolón de Midway,
der japonés, consistente en una serie solitaria avanzadilla del archipiélago
E1 Shoho se va a pique entre un diluvio de diminutos puntos de tierra separa- de Hawai. Tomando Midway, Hawai
de bombas y torpedos norteamericanos dos por millares de millas de mar li- quedaría definitivamente neutralizado.
en la Batalla del Mar e Coral; el Akagi bre. Dentro del perímetro se estiraban Hacia el Sur, quedaban Port Moresby
esquiva furiosamente a los bombarderos las rutas marítimas desde y hacia la (en Nueva Guinea), Samoa, Fidji y
en picado en Midway. Estos dos épicos metrópoli. Fuera de él, quedaban el Nueva Caledonia. Su conquista aislaría
choques de portaviones detuvieron la ca continente australian o y una s eria de a Australia. Ambas adquisiciones au-
rrera de victorias japonesas en el Pacífico islas que los aliados no dejarían de mentarían el. espesor .de la, coraza del
y desgarraron las entrañas de la soberbia emplear como bases para atacar el in- nuevo gran imperio lapones. La deci-
flota de portaviones. tcrior del perímetro. El plan original sión fue emprender aquellos movi-
mientos sin demora, empezando por
Port Moresby y el aislamiento de Aus-
tralia.
"Operación MO" fue el nombre clave
de la acción de Port Moresby. Como
de costumbre, el plan se basaba en la
convergencia en un punto de agrupa-
ciones navales procedentes de lugares
muy separados. El mando del conjun-
to fue confiado al vicealmirante Inou-
ye, comandante en jefe de la Cuarta
Flota, basado en Rabaul. La Fuerza de
Cobertura del contraalmirante Goto
procedía de Truk, en las Carolinas, y
debía entrar en el Mar de Coral con
cuatro cruceros pesados y el portavio-
nes ligero Shoho. Procedentes del Es-
te, después de rodear la larga cadena
de las Islas Salomón, llegaría también
la fuerza de portaviones del contraal-
mirante Hara Shokaku y Zuikaku) y
la fuerza de ataque del vicealmirante
Takagi, con dos cruceros pesados y
seis destructores. La operación se ini-
ciaría con la ocupación previa de la
isla de Tulagi, de las Salomón, para
usarla como base de hidroaviones y, a
continuación, se haría a la ma r la fuer-
za de invasión de Port Moresby. Reso-
naban en el plan los ecos de la táctica
de "saltos de rana" que tantos éxitos
9
había proporcionado en la conquista
del Area Sur . Pero en esta ocasión
falló el factor sorpresa que siempre se
dio por supuesto. Los norteamericanos
estaban alerta y preparados.
Ya el 7 de arbil, los servicios de des-
criptación norteamerican os se había n
olido que se tramaba una operación
japonesa, y el almirante Chester Ni-
mitz, Comandante en Jefe del Pacífi-
co, se preparó a actuar en consecuen-
cia. El Lexington y el Yorktown los
portaviones que habían escapado a la
destrucción de Pearl Harbour, con una
escolta de ocho cruceros pesados (tres
de ellos australianos) y doce destruc-
tores, bajo el mando del almirante
Frank Fletcher, iban a tener la ocasión
de devolver las bofetadas.
Tulagi fue ocupada a su debido tiem-
po por los japoneses el de mayo, pe-
ro esta fue la primera y la última par-
t e d e l a O pe ra ci ón M 0 que se ejecu-
tó de acuerdo con el plan. Antes de
que transcurrieran cuarenta y ocho
horas, los japoneses de Tulagi sufrían
el peso de los repetidos ataques aéreos
del Yorktown. Cuando el día 5 este bu-
que se unió al grueso aliado, los avio-
nes de reconocimiento d e base en tie-
Contraalmirante Kenzaburu Hara. rra detectaron y localizaron a las fuer- Arriba: Los bombarderos en picado americanos se preparan para un ataque durante
zas de invasión y de cobertura de Port la Batalla del M ar de Co ral. Abajo: U n bombardero torpedero japonés «Kate>>es derri
Moresby, por lo que Fletcher arrumbó bado en llamas.
al Noroeste, para interceptarlas. Las
fuerzas de Takagi y Hara escaparon a
la detección de los aviones de recono-
cimiento hasta la tarde del día 6 ente-
rándose entonces Fletcher que tenía
una tercera fuerza a su alcance.
Lo que luego se ha llamado Batalla
del Mar de Coral se desarrolló en los
dos días siguientes. Era la primera vez
en la historia que s e enfrentaban por-
taviones a portaviones, y los dos ban-
dos demostraron que tenían muchísi-
mo que aprender, empezando por la
forma de dar partes veraces de avis-
tamiento y localización, y a evaluar co-
mo es debido los impactos obtenidos
y los daños causados. Los aviones de
Fletcher empezaron por perseguir a la
fuerza de cobertura de Goto y hundie-
ron al Shoho. Los aviones de explora-
ción de Hara, por su parte, avistaron
al petrolero Neosho y al destructor
Sims informando que estaban en con-
tacto con un portaviones y un crucero,
lo que desencadenó un ataque de gran
estilo de los aviones del Shokaku y
Zuikaku hundiendo al Neosho y al
Contraalmirante Frank Jack Fletcher. Sims dejando incólumes a los porta-
6
zas Wildcat enviados a interceptarlos.
Sólo siete de los veintiocho aviones ja-
8
de lucha contra averías. Por otra par- perímetro defensivo de la Infantería
soldados procedentes de Truk, ina- te, la masa de fuego antiaéreo del de Marina. El general Haykutake, ol-
gurando el primero de los viajes noc- North Carolina tuvo un valor incalcu- vidándose de la batalla le Nueva Gui-
turnos de aprovisionamiento que los lable para rechazar los ataques aéreos nea, fue desembarcado en Guadalca-
americanos bautizaron el Tokio Ex- japoneses. Abandonando a sus propias nal la noche del 9 de octubre, para
press . fuerzas por la retirada de Nagumo, Ta- tomar personalmente el mando. Se ha-
La importancia de Guadalcanal para naka intentó valerosamente desempe- bía dispuesto que la noche siguiente,
ambos bandos dio a Yamamoto espe- ñar s u misión de hacer pasar los trans- los portahidros Nissihin y Chitose con
ranzas de tener allí el éxito que se le portes, pero también él, fue rechazado seis destructores trajeran tropas de
había escapado en Midway y que le por los bombarderos en picado de la refresco y artillería pesada.
sirviera de cebo para atraer a la flo- Infantería de Marina de Guadalcanal La fuerza de aprovisionamiento iba
ta americana hacia su derrota. Ideó y las fortalezas volantes del Espíritu escoltada por la escuadra de cruce-
una acción de la Flota Combinada que Santo. ros del contralmirante Aritomo Go-
acompañaría al desembarco de otros Los japoneses reanudaron el aprovi- to: Aoba, Kinugasa y Furutaka, jun-
1.500 soldados en Guadalcanal, a car o sionamiento de sus fuerzas en Gua- tamente con los destructores Hatsu-
de Tanaka y de los destructores k l dalcanal mediante los viajes noctur- yuki y Fubuki.
Tokio Express . Los cuatro crucer os nos del Tokio Express . Los norte- Esperándolos estaba la nueva fuer-
de Mikawa los cubrirían. Nagumo, americanos consiguieron mantener la za de ataque norteamericana bajo el
con el Shokaku y el Zuikaku deberían suverioridad aérea sobre Guadalcanal contraalmirante Norman Scott, que
ocuparse de cualquier posible inter- reCurriendo a la ayuda de la fuerza había pasado las noches patrullando
vención de los portaviones norteame de portaviones, pero pagaron muy ca- Frente a la punta Noroeste de Guadal-
ricanos. El contraalmirante Abe con- ro el mantenerla en la zona. El pri- canal, el cabo Esperanza, desde el 9
taría con los acorazados Hiei y Kiri- mero en caer fue el Saratoga, torpe- de octubre. La noche del 11 Scott
shima y tres cruceros pesados para deado el 31 de agosto por el subma- formó su fuerza en línea de fila -los
el caso de una acción clásica, tan an- rino 1-26 quedando fuera de combate destructores Fahrenholt, Duncan y Laf-
siada por Yamamoto. Kondo, al man- los tre s meses siguientes. El de sep- fey, seguidos de los cruceros San Fran-
do directo de la operación, contaba tiembre, el 1-11 disparó una salva de cisco Salt Lake Cit y y en la cola
con seis cruceros y el portahidroavio- torpedos contra el Honet y el North los cruceros ligeros Boise y Helena.
nes Chitose. Por fin, la maniobra in- Carolina pero falló por muy poco. Lo mismo que Doorman antes del com-
cluia el sacrificio de una unidad para Después, el 15 de septiembre, el arma bate del Mar de Java, quería tener su
distrae r a los norteamericanos : el por- submarina japonesa obtuvo su prime- fuerza en la mano lo más posible
taviones ligero Ryujo, un crucero y dos ra víctima entre los portaviones desde -había presenciado los desastres de
destructores. Por delante de toda la la liquidación del Y o r k t o w n en Mid- isla Savo y no deseaba su repeti-
Contraalmirante Norman Scott que man. fuerza habría una línea de vigilancia way: el 1-19 echó a pique al W a s p ; ción-. Pero lo que ocu rrió en realidad
daba las fuerzas en el combate nocturno de seis submarinos. Los oponentes otros submarinos averiaron gravemen- fue una tragicomedia de despropósi-
de Cabo Esperanza. eran los portaviones americanos Sara- te al North Carolina y hudieron al tos, que privó a los norteamericanos
topa, Enterprise y Wasp, el acorazado destructor O Brien. de un triunfo tan resonante como ha-
North Carolina, nueve cruceros y vein- Las pérdidas eran muy graves, pe- bía sido para los japoneses el encuen-
Tal fue el dramático primer acto de tiún destructores. ro no impidieron que los norteameri- tro en isla Savo.
la Batalla de Guadalcanal. La Infan- El duelo de portaviones que se pro- canos siguieran aprovisionando y pro- A las 23 30 la fuerza de Goro se
tería de Marina estaba en tierra y se dujo el 24 de agosto ha recibido el tegiendo a sus hombres en Guadalca- aproximaba rápidamente, bajando en
había apoderado de la vital pista de nombre de Batalla de las Salomón nal... y que, a finales de septiembre tres columna s por el Slot , con el
despegue, pero los japoneses habían Orientales . En m uchos aspectos tuvo llegaran nuevos buques de guerra de Hatsuyuki en el ala izquierda, el Aoba,
dado las más convincentes pruebas de gran parecido a la Batalla del Mar de los Estados Unidos al Pacífico Sur. El Furutaka y Kinugasa en el centro y
Coral, de mayo anterior. Los norte- más pesado fue el acorazado Was- el Fabuki a estribor. Scott no tenía
que los americanos no se las lleva-
rían de balde. La suerte de los 17.000 americanos volvieron a dejar escapar hington -e fic az relevo del North Caro- forma de saber que mantenía un rum-
infantes de marina de Guadalcanal la presa principal y se concentraron lina-. Con él llegaron sucifientes cru- bo que pondría a la fuerza norteameri-
en el hundimiento del pequeño R y u j o . ceros y destructores para reemplazar cana en la situación táctica ideal, en
dependía de la capacidad de los japo-
De nuevo, los japoneses volvieron a re- a los que se perdieron en la isla Savo la mejor que marca la tabla: cruzan-
neses para reconstruir el dominio del
tirarse dejando a los norteamericanos y algunos más, para constituir una do la T al enemigo , pudiendo concen-
aire y de la mar en las Salomón Orien-
la ventaja estratégica. Una vez más, fuerza de bloqueo que puliera enfren- trar sus andanadas sobre los buques
tales. El general Hyakutake, del Deci- tars e con el Tokio Express antes de de cabeza japoneses, mientras éstos
moséptimo Ejército, basado en Rabaul, los japoneses sufrieron graves pérdi-
das en el aire: setenta aviones con pue pudiera abrirse paso hasta Gua- sólo podían tirar con parte de su arti-
había empezado ya a designar las tro- dalcanal. llería. A las 23 55 el radar del Helena
pas para arr oja r a los Marines de sus insustituibles tripulaciones. Pero,
En aquellos mismos días los japone- obtuvo el primer contacto con la for-
Guadalcanal. Las primeras fueron des- en esta ocasión, los norteamericanos
ses se decidieron al fin a realizar un mación japonesa.. pero transcurrie-
demostraron que algo habían apren-
.
embarcadas en Tasafaronga, al Oeste esfuerzo en gran escala para ganar la ron quince incomprensibles minutos
del perímetro de la cabeza de playa dido. El Enterprise habría sufrido
batalla terrestre de Guadalcanal, en antes de que llegara a conocimiento de
americana, el 17 de agosto, y en la no- ciertamente la suerte del Lexington
la que unos jefes japoneses excesiva- Scott. Pero, entonces, la perfecta 1í-
che del 18 seis destructores bajo el en el Mar de Coral o del Y o r k t o w n en
mente confiados, habían sufrido un re- nea de fila estaba hecha una lástima.
mando del contraalmirante Raizo Ta- Midwav, de no ser por una enor-
vés tras otro en sus ataques contra el A las 23 33 Scott creyó que había lle-
naka, bajaro n por el Slot con 1.000 me mejora en la instrucción y métolos
85
84
I
ti-
8
Un torpedo bombardero aKatea en una
pasada sobre un crucero norteamericano
durante la Batalla de Santa Cruz.
rdo Kirlsh
contactos y órdenes erróneas basadas Guadalcanai sólo las fuerzas ligeras
en defectuosas apreciaciones y, enci- japonesas mantuvieron los menguados
ma, no obedecidas. Los norteamerica- aprovisionamientos con el Tokio Ex-
nos perdieron el Juneau y los destruc- press , mandado como siempre por
tores Cushing, Laffey, Barton y Moms- Tanaka el Tenaz . Después de la reti-
sen; los japoneses, el destructor Aka- rada de la Flota Combinada de Ra-
tsuki y el acorazado Hiei que se arras- baul a Truk, ya no era posible hacer
tró fuera de combate con numerosos pasar convoyes lentos por el Slot
impactos de artillería, siendo poste- hasta Guadalcanal .. pero el 30 de no-
riormente atacado repetidamente por viembre Tanaka se hizo a la mar con
aviones norteamericanos el día 13, y ocho destructores en un valeroso in-
al final tuvo que ser hundido por su tento de desfilar frente a las playas
propia dotación. de desemabrco de Tasafaronga, lanzan-
Aún así, los japoneses se negaron a do barriles flotantes, llenos de provi-
abandonar sus intentos de aplastar siones, que pudieran ser recogidos des-
Henderson Field de nuevo, y el re- de tierra. Esperándole estaban cinco
sultado fue el Segundo Guadalcanal cruceros y seis destructores; pero, una
dos noches más tarde. En esta oca- vez más, su torpeza táctica fue cau-
sión, los norteamericanos les espera- sa de que los norteamericanos sufrie-
ban con dos acorazados Washington ran un desastre. Los destructores de
y South Dakota), mientras que los ja- Tanaka, que habían sido detectados
poneses no tenían más que el Kirishi- por el radar, pudieron ser atacados
ma, tras la pérdida del Hiei. Pero los fácilmente mientras estaban ocupados
dos acorazados norteamericanos no te- lanzando sus barriles de aprovisiona-
nían más apoyo que cuatro destructo- miento. En lugar de eso, la línea ame-
res, mientras que los japoneses con- ricana abrió el fuego y reveló su po-
taban con el Atago, Takao, Nagara, sición por los fogonazos de su artille-
Sendai (cruce ros) y nueve destructo- ría, en vista de lo cual, Tanaka hizo
res. En este segundo caótico y encar- caer simultáneamente a sus destructo-
nizado encuentro, los japoneses per- res como a un pelotón de soldados en
dieron el Kirishima y el destructor el campo de instrucción y desencade-
Ayanami a cambio de los destructores nó un devastador ataque con torpedos
norteamericanos Walke, Preston y Ben- Long Lance , que echaron a pique al
ham. Northampton y dejaron listos para
Por muy soberbia que hubiera sido entrar en astilleros al Pensacola, Min-
su actuación en todas y cada una de neapolis y New Orleans. Los destruc-
las acciones empeñadas desde la inicia- tores de Tanaka se lanzaron por el
ción de la campaña, la flota de com- Slot , sin más p érdidas que l a del
bate del Japón no podía hacer nada Takanami, destrozado por el fuego
más para oponerse a la marea en Gua- de artillería y hundiéndose.
dalcanal. Las pérdidas acumuladas de Tassafaronga fue el último triunfo
los últimos tres meses y medio ha- japonés en la Campaña de Guadalca-
bían sido excesivas. La flota de porta- nal, pero como todo el resto de sus
viones japonesa volvía a esta r reduci- éxitos tácticos fue una futil victoria.
da a la impotencia. Las pérdidas tota- A fines de diciembre de 1942, los ja-
les de acorazados representaban la poneses se dieron cuenta de que ya
desaparición de una flota entera de no era posible recuperar Guadalcanal.
tiempo de paz. El Decimoséptimo Ejér- Entonces, la misión del Tokio Ex-
cito de Hyakutake no había abando- press cambió radicalmente: evacuar
nado todavía su empeño en busca de los detrictos humanos a que se había
la victoria en Guadalcanal, pero al quedado reducilo el Ejército de Hya-
no poder garantizar la Flota Combina- kutake superviviente de aquella campa-
da la supremacía en los accesos ma- ña infernal. Los tres últimos viajes
rítimos de la isla en las horas diur- del Tokio Express tuvieron lugar en
nas, las tropas japonesas estaban en enero de 943 y en ellos evacuaron de
idéntica postura que el Sexto Ejército Guadalcanal 12.000 hombres. El 9 de
alemán en la bolsa de Stalingrado; febrero había terminado la evacuación.
clavadas al terreno, con su línea de Había cesado el suplicio de Guadal-
aprovisionamiento cortada y condena- canal.
das a la asfixia.
Después del Primer y Segundo
90
De tructor clase Fubuiki. Este t ipo de bu iorma para todos 1os des
,
cualquier m
.
.
tructores siguientes desde su entrada en s e r v i ci o en i ~ z o a u . n su tiempo su1peraron
:m-
=A m uco
he*.
e n e l mundo. Desplaza miento: 2.090 tor~ n l z r l a c
ora total: 118 metros. Manga: 10,40 metros. Calado: 3 metros . Vc niáxima:
nudos. Armamento: Seis cañones de 6 pulgadas 12 cañones de 13 mm. nueve
10s de lanzar de 24 pulgadas. Dotación: 197.
El Chokai uno de los poderosos cruceros pesados reconocidos fácil ment e por su
amazacotirda superestructura acorazada del puente. El Chocai fue la capitana de Mi-
kawa en el primer combate de Guadalcanal. Desplazamiento: 13.160 toneladas. Eslora:
202 metros. Manga: 10,70 metros. Calado: 6,4O metros. Velocidad máxima: 34 nudos.
Armamento: Diez de 8 pulgadas ocho de 5 pulgadas A/A, ocho de 25 mm A, A.
tubos de lanzar e 24 pulgadas; tres aviones. Dotación: 773.
El Yamato uno de los dos acorazados más poderosos construidos por cu alquie r po-
tencia naval. Con su gemelo el Musashi fueron clasificados como superac coraza dos
cuya artillería principal disparaba una andanada con un peso de proyectiles enorme.
Pero demostraron ser tan anticuados como un fósil en la era de los modernos ataques
con aviones de los portaviones. Desplazamiento: 71.659 toneladas a plena cargz.
Eslora: 268 me tr os entre perpen dicul ares. Mcanga: 39 metros. Calado: 10,65 metros
Velocidad: 27 nudos. Coraza: Cintura principal de 40,6 cm.; cubierta 17,8 cm.;
torres de 5 0 a 63 cm. Armamento: Nueve de 18 pulgadas doce de 6 , l pulgadas; doce
de 5 pulgadas A / A , catorce de 13 mm.; seis aviones. Dotación: 2.500.
El Kaga uno de los dos ~ancian osnde la flota de portaviones japonesa. Como su
gemelo e l Akagi nacieron como cascos de acorazado pero fueron transformados en
portaviones después del Tratado Naval de Washington. Desplazamiento: 38.200 tone-
ladas. Eslora total: 246 metros. Manga: 33 metros. Calado: metros. Velocidad: 28l/1
nudos. Armamento: Diez de 8 pulgadas dieciséis de 5 pulgadas veintidós de 5 mm
A A ; 90 aviones. Dotación: 2.019.
En los doce meses que siguieron a la lantes en vanguardia, machacaron a
pérdida de Guadalcanal por los japone- los barcos japoneses. E n el transcur-
ses, la actividad en la Guerra del Pa- so de un día y medio, hundieron to-
cífico quedó reducida al forcejeo por dos los transpor tes sin dejar uno y
las Salomón. El objetivo aliado era cuatr o de los destructor es.
comuleio: ir avanzando uor las Salo- El euisodio ha recibido el nombre
m ón desde Guadalcanal; &lar Rabaul de ~a ta ll a del Mar de Bismarck ,
y, limpiar Nueva Guinea de japoneses aunque a fin de cuentas no fuera más
antes de lanzarse sobre Filipinas. El que un ejercicio de bombardeo real
de los japoneses, en cambio, era sim- sobre blancos vivientes, que ponían de
ple, detener a los norteamericanos en manifiesto la vulnerabilidad de los
la línea de Pleamar alcanzad a en ve- barcos a los ataques aéreos. Los bom-
rano de 1942 si es que había de man- barderos lograron un gran éxito con la
tenerse la integridal del perímetro d e táctica de bombaredo de rebote
Un crucero norteamericano bombardea la fensivo. skipbombing), consistente en volar
isla de Buka la víspera e la Batalla de la Los saltos de rana de la isla, era a baja altura y hacer que la bom-
bahía de la Emwratriz Augusta una idea muy conocida por el Alto Man- ba diera en el costado de los buques
do japonés, que la había empleado en después de rebotar sobre el agua.
su conqui sta del Area Sur . Pero aho- La reacción de Yamamoto fue com-
ra eran ellos los que sufrían aquella batir el fuego con fuego. Pensó que si
táctica y no tenían el tiempo a su fa- los norteamericanos podían paralizar
vor. A medida que iban transcurrien- el tráfico japones con su potencial
do los meses los americanos reforza- aéreo, los japoneses deb ían emplear
ban su poderío naval y anfibio con su propia fuerza aérea en el Pacífico
más barcos, más aviones y más hom- Sudoeste para impedir la consolida-
bres. Era la desastrosa realización de ción naval en las Salomón Orientales
la pesadilla del almirante Yamamoto. y en Nueva Guinea. Yamamoto llegó a
Habían sido desoídas sus advertencias Rabaul el 3 de abril, en vuelo desde
sobre la capacidad de resistencia, la Truk, para tomar personalmente el
energía v los recursos de los norteame- mando de la nueva ofensiva relámpago
ricanos y ahora era él quien estaba aérea japonesa, la Operación I- GO ,
obligado a hacer todo lo posible pa- desencadenada el 7 de abril.
ra detener el chaparrón que se le ve- Con el fin de nutrir las filas de la
nía encima. arma da aérea de la Operación I-GO ,
Yamamoto tuvo que pensar en lo Yamamoto sacó 15 aviones de los por-
apremiante de la situación al tomar taviones de Nagumo, a los que hizo ope-
las tropas norteamericanas las islas rar desde bases terrestres durante to-
Rusell, sesenta millas más cerca de Ra- da la operación. Tuvo así a su disposi-
baul, el día 21 de febrero, cuando to- ción más de 300 cazas, bombarderos
davía no había transcurrido una quin- en picado y bombarderos torpederos.
cena de la ocupación de Guadalcanal. Guadalcanal sufrió un raid el 7 de
Temiendo que aquel movimiento anun- abril; la bahía de Oro, en Nueva Gui-
ciara un avance en tenaza simultáneo nea, el 11; Port-Moresby, el 12 y Mil-
por Guadalcanal y Nueva Guinea, de- ne Bay, en el extremo Oriente de Nue-
cidió asegurar el frente más próximo va Guinea, el día 14. En el cuartel ge-
a Rabaul y reforzar las tropas de Nue- neral de Yamaomto se acumularon re-
va Guinea. Yamamoto ordenó desde confortan tes mensajes: se daba cuen-
su base de Truk, al vicealmirante Ja- ta del hundimiento de un crucero, dos
nichi Kusaka, Comandante General de destructores y veinticinco transpor-
la Flota de la Zona Sudeste en Rabaul, tes, sin mencionar el derribo de 134
que enviara lo más pronto posible re- aviones aliados. Los partes presenta-
fuerzos a Nueva Guinea. dos a Yamamoto estaban enormemen-
El último día de febrero estaba lis- te exagerados. Las pérdidas aliadas
to el convoy de siete transportes y no fueron más que un destructor, una
un carbonero, con 7.000 soldados a corbeta, un petrolero de escuadra, dos
bordo y una escolta de ocho destructo- mercantes y menos de veinte aviones.
res. Se hizo a la mar el 1 de marzo La proporción de aviones destruidos
y entró en el mar de Bismarck por era desfavorable por tres a uno a los
el estrecho de Vitiaz, rumbo al desas- norteamericanos. Fue un Yamamoto
tre. Repetidos ataques aéreos, inicia- totalmente engañado el que ordenó
dos el 2 de marzo, con Fortalezas Vo susp ende r la Operación I-GO el 16
cada vez mayores aeródromos japone- La batalla de las Salomón centrales
Arriba, izquierda: El almirante Mineichi Koga que sucedió a Yamamoto como Coman- ses de Munda (Nueva Georgia) y Vila empezó con el desembarco en Nueva
dante en Jefe de la Flota Combinada. Arriba, derecha: El derrelicto del Nagatsuki. (Kolombangara) fueron repetidamen- Georgia de los Raiders de Infante-
que varó en Kolombangara durante el combate del Golfo de Kula la noche del 5 al te bombardeados y cañoneados día y ría de Marina de Currin, el día 21 de
6 de julio de 1943 Abajo: Fortalezas volantes en ruta para un ataque más contra el noche. Y desde el principio mismo, los junio. El 2 de julio, los norteamerica-
trafico de buques japoneses que operaba desde la base naval principal de Rabaul. norteamericanos tuvieron que enfren- nos tenían el pie sólidamente asen-
tarse con un conocido enemigo: el tado en tierra y estaba perfectamente
Tokio Express . claro que no sería fácil despojarles.
El 6 de marzo, una fuerza de bom- Y lo mismo que en Guadalcanal, las
bardeo de tres cruceros norteamerica- fuerzas navales japonesas reacciona4
nos con tres destructores, navegaba ron prontamente ante la nueva ame-
hacia Vila para cañonearla, cuando sus naza.
radares detectaron los ecos de dos El día 5 de julio, los japoneses rea-
barcos. Eran los destructores Mura- lizaron su primer intento en gran es-
s a m e y Minegumo que habían Ileva- cala de reforzar la guarnición de Ko-
do aprovisionamiento a Vila. Los nor- lombangara, desde la iniciación de la
teamericanos demostraron entonces lo campaña. El contraalmirante Temo
que habían aprendido de sus errores Akiyama se metió en el Slot cbn una
en los combates de Guadalcanal. El escuadrilla de combate de tres des-
fuego de artillería de los cruceros y tructores Niizuki Tanikaze y Suzuka-
los torpederos de los destructores, di- ze. Con ella daba escolta a otros siete
rigidos por radar hundieron los dos destructores, abarrotados de tropas
destructores japoneses en cosa de mi- aprovisionamientos. Los destructores
nutos. Las incursiones noc turnas ja- de transporte estaban agrupados en
ponesas s ufie ron luego má s pérdidas dos destacamentos de tres y cuatro
a causa de campos de minas astuta- unidades, siendo el plan de Akiyama
mente fondeados en las derrotas fa- destacarlos por separado durante una
voritas del Tokio Express , qu e se incursión de entrada y salida en el
apuntaron el hundimiento de los des- golfo de Kula que se extiende entre
tructores Oyashio Kuroshio y Kagero KoIombangara y Nueva Georgia. Pe-
en la noche del 7 de mayo. ro los norteamericanos, lo mismo que
1 3
ki y Satsuki- quedaron bajo el inten- ke. Las dos fuerzas se precipitaron
so fuego de los cruceros americanos una contra otra a una velocidad rela-
que les cruzaban la T . S in embargo, tiva de más de cincuenta y siete nu-
los cuatro se las arreglaron para rom- dos; a las 01,08 los destructores japo-
per el contacto hacia el Sur, y los neses lanzaron sus Long Lances , se-
cuatro desempeñaron con éxito su guidos por los norteamericanos, que
misión de desembarcar con gran se- lanzaron sus torpedos un minuto des-
renidad. Prosiguieron las escaramuzas pués. Y entonces, a las 01,12, los cru-
en la madrugada del día 6, pero todos ceros de Ainsworth abrieron fuego.
los destructores japoneses consiguie- Fue una repetición de lo ocurrido en
ron esc apar por el Slot , salvo el el nolfo de Kula. En los radares nor-
Niizuki y el Nagatsuki que vararon en teamericanos sobresalía un eco sobre
la costa después de desembarcar sus todos los demás - e l que daba la ma-
tropas, debiendo ser abandonados. Fue yor silueta del Jintsu- y todos los
una brillante hazaña del arma de des- cruceros norteamericanos dispararon
tructores de la Flota de combate ja- sobre él, reduciéndolo a un casco in-
ponesa: una indudable victoria táctica defenso en menos de cinco minutos.
frente a fuerzas muy superiores, en la Cuando Ainsworth ordenó a sus bu-
que la misión de aprovisionamiento ques invertir el rumbo arrumbar al
fue cumplida de acuerdo con los Nordeste, uno de los Lang Lances
planes. alcanzó y averió al Leander más len-
Una semana después, los japoneses to en el giro, obligándole a regresar
realizaron un segundo intento de re- a Tulagi escoltado por dos destructo-
fuerzo de Kolombangara. Esta vez la res. El Jintsu destrozado e inmóvil,
fuerza consistía en cuatro destructo- siguió sufriendo el impacto de más
res transportes, escoltados por otros torpelos y cañonazos hasta que, por
cinco destructores: Mikazuki Yukika- fin, se hundió a las 01,45. Eentre tan-
ze Hamakaze Kiyinami y Yugure. Iba to, los destructores japoneses super-
con ellos el crucero ligero Jintsu que vivientes, habían virad o hacia el No-
había sido insignia de Tanaka y aho- roeste para recargar sus tubos de
El último empujón de la campaña de las tructores de transporte. Sin dudarlo
ra lo era del contraalmirante Shunji lanzar antes de volver al combate, y
Salomón: los «U S Marinesn desembarcan un momento, el almirante japonés los
Izaki. Ainsworth los estaba esperando Ainsworth se lanzó en su persecución.
en Bougainville mandó volver y se dirigió al ataque
con sus tres destructores no cargados. con el Honululu St. Louis y el crucero En el segundo encuentro de las dos
neozelandés Leander más dos escua- fuerzas en la Batalla de Kolombanga-
en Guadalcanal. supieron en seguida había de muy drillas de destructores formadas por ra, ambos bandos jugaron sus carta s
cara
que los japoneses Se estaban aproxi- nueve barcos. A las 00,36 del 13 de ju- con un minuto de diferencia, dispa-
mando por el Slot , y el contraalmi- Al cabo de diecisiete minutos de pre- lio, fue localizada la fuerza de Izaki ran do los japoneses s u segunda salva
rante Ainsworth se dirigió a intercep- ciso punteo, los cruceros norteameri- por un Catalina en vuelo nocturno. de torpedos a las 02,05 y virando los
tarles con los cruceros con artillería de canos a brier on el fuego todos a la Esta vez, sin embargo, los iaponeses norteamericanos para entablar la ac-
seis pulgadas Honolulu Helena y St. vez, a las 01,57
... pero apuntaron todos contaban con una ventaja más. Se ha- ción artillera un minuto demasiado
Louis y cuatro destructores. al barco de cabeza, el Niizuki de Aki- bía montado en el Jintsu un aparato tarde. Tanto el St. Louis como el e
Los destructores de Akiyama ejecu- yama. El Niizuki fue machacado hasta detector de emisiones radar que per- nolulu fueron alcanzados por torpe-
taron la primera pasada hacia el in- su destrucción, y Akiyama murió, pe- mitió a Izaki puntear la derrota bási- d os e n l a a m u ra - e l Honolulu tan
terior del golfo de Kula, según lo pla- ro los Tanikaze y Suzukaze sin ser ca de la fuerza aliada evitando caer gravemente que tuvieron que ampu-
neado y el primer grupo de tres des- molestados, lanzaron metódicamente en una emboscada-radar. tarle después la proa mientras lo man-
tructores de transporte se dirigió a su salva combinada de dieciséis torpe- Poco después de media noche, Iza- tenían adrizado con gabarras atraca-
descargar en el fondo del golfo. A las dos Long Lance al espléndi do blan- ke envió sus cuatro destructores trans- das a su costado-. El destruct or nor-
00,18 del 6 de julio, Akiyama invirti6 co que ofrecía la perfecta línea nor- portes a desembarcar su carga frente teamericano Gwin fue volado y de
el rumbo para la corrida final hacia teamericana, y rompieron enseguida a la costa Oeste de Kolombagara nuevo, los destructores japoneses es-
el Norte ... pero la fuerza de Ains- el contacto hacia el Oeste. A las 02,24, él se quedó para entablar combate caparon sin un rasguño habiendo
worth cruzaba la boca del golfo con tres torpedos estallaron en el Helena con la fuerza aliada que tenía enfren- cumplido su misión.
rumbo Oeste para cortarles el paso. volándole la proa y echándole a pique te. Era una situación tensa. Ainsworth Pero la batalla en tierra de las Sa-
A las 01.40. los buaues de Akivama en seis minutos. detectó primero a los japoneses a las lomón Centrales estaba resultando un
fueron detec tados poE los rada re s nor- Entre tanto, los cuatro destructores 01,00, pero estaba decidido a no en- calco de la campaña de Guadalcanal.
teamericanos y la fuerza Ainsworth de transportes que Akiyama había tablar la acción hasta que sus des- A pesar de toda la valentía y la ha-
alteró el rumbo para acortar distan- mandado regresar unos minutos an- tructores estuvieran al alcance de lan- bilidad profesional de las fuerzas na-
cias. Siete minutos después, sin em- tes de su muerte, navegaban hacia el zamiento de torpedos. No obstante, vales que se jugaban el tipo en el
bargo, sus buques fueron avistados Norte a meterse en la lucha, siendo tenía los cañones de mayor alcance Slot , no se podían transportar su-
por los serviolas japoneses, justo en atacados por la ya desorganizada fuer- v hubiera podido abrir el fuego antes ficientes refuerzos ni provisiones para
cl momento en que Akiyama acababa za norteamericana. Los cuatro destruc- de quedar dentro del radio de acción contener el avance implacable de las
de despachar sus cuatro últimos des- tores -Amagiri Hatsuyuki Nagatsu- de los torpedos Long Lance de Iza- fuerzas norteamericanas. El último de
los grandes ataq ues japoneses en Nue- dida por dos operaciones de diversión
va Georgia fue rechazado el 17 de ju- en la sema na anterior: la Goodtime ,
lio; trayendo los norteamericanos cua- de ocupación de las islas Mono y Stir-
tro nuevos regimientos en la semana ling. en las islas del Tesoro. el 27 de
siguiente e iniciando su avance dcfini- ocGbre, y la operación ~li ssf ul , de
tivo sobre Munda. El 5 de agosto se desembarco en Choiseul. cruzando el \
había abierto paso hacia el aeródromo Slot , el día 28. ~inalmente, l ama-
y la batalla se habían transformado en necer el 1: de noviembre, tuvo lugar
una serie de operaciones de limpieza. la Cherryblossom , el desem barc o de
En tal día, el Cuartel General japonés la 3. División de Marines en la bahía
de Bougainville, designó ya tarde dos de la Emperatriz Augusta, de Bougain-
batallones para su transporte inmediato ville. A vesar de la obstinada resis-
a Kolombangara. Para llevar a las tro- tencia, 16s desembarcos iniciales pro-
pas se designó otro Tokio Express porcionaron una cabeza de playa, pe-
de cuatro destructores: Shigure Hagi- ro la noche llegó antes de que la flota
kaze Arashi y Kawakaze. de invasión hubiera podido terminar la
En esta ocasión, los aliados no te- descarga. Y abriéndose paso proa a
nían cruceros disponibles, por lo que la mar, decidido a destrozar los trans-
la fuerza que se puso al acecho del portes norteamericanos mientras per-
Tokio Express en el golfo de Vela, manecían al ancla en la bahía de la
entre Kolombangara y Vella Lavella, Emperatriz Augusta, se acercaba el
consistió en seis destructores, en dos contraalmirante Sentaro Omori, con
secciones de tres, bajo el mando del dos cruceros pesados, dos ligeros y
capitán de fragata F. Moosbruger. Se seis destructores.
logró contacto radar con los cuatro Cubriendo l fuerza de invasión en
destructores japoneses a las 2 3 2 3 del la bahía de la Emperatriz Augusta se
día 6, y los destructores de Moosbru- encontraba el contraalmirante A. S. a Omori del peligro que corría. Omo- Buques de desembarco para carros traen
ger se prepararon para lanzarse al ata- Merrill con cuatro cruceros nuevos ri no tardó nada en formar en línea refuerzos para la cabeza de playa norte-
que torpedero por secciones. Por vez con artillería de seis pulgadas: Mont- de fila desplegando sobre su colum- americana de Bougainville en la bahía de
primera, el arma de destructores nor- pelier Cleveland Columbia y Denver. na de estribor, pero en cuanto los cru- la Emperatriz Augusta.
teamericana estuvo a la altura de sus Su cortina de destructores consistía ceros norteamericanos se dieron cuen-
rivales japoneses, permaneciendo pe- en dos escaudrillas de cuatro. Merrill ta de este movimiento en las -anta'llas
gados a tierra y cogiendo completa- desplegó sus barcos con un amplio de sus radares, abrieron el fuego. Lo En la bahía de la Emperatriz Au-
mente por sorpresa a los barcos ja- arco cerrando la boca de la bahía, mismo que en Kula y Kolombangara, gusta se produjo el último intento de
poneses con una salva de torpedos con los cruceros en medio y los des- eligieron como blanco el eco más claro la Flota Japonesa de hacer cambiar
bien dirigida.. tructores por proa y popa de aqué- de la pantalla, tocándole esta vez al la corriente de marea en el Pacífico
El Kawakaze Arashi y Hagikaze fue- llos. Omori, por su parte, adoptó la atraer el fuego de los cañones Sudoeste. A los norteamericanos les
ron alcanzados y rematados con arti- formación en tres columnas empleada de seis pulgadas. En pocos minutos esperaban meses de rudo combate
llería. Sólo se salvó el Shigure que por el desafortunado Goto en cabo quedó convertido en un derrelicto en frente a Bougainville, que no cayó has-
rompió el contacto a toda fuerza pa- Esperanza hacía más de un año. El llamas. Dos de sus destructores, el ta enero de 1944. Para entonces habían
ra librarse del desastre, porque los guía de babor era el al que se- Samidare y el Shiratsuyu se aborda- cruzado ya el estrecho de Vitaiz y
tres destructores hundidos eran los guían los destructores Shigure Sami- ron malamente cuando trataban de li- desembarcado en el cabo Gloucester
que transpo rtaban a las tropas; arras- dare y Shiratsuyu. Los cruceros pesa- brar al crucero y el tercero, el Slzi- de Nueva Bretaña, cercando a Rabaul
trando al fondo más de 1.500 solda- dos Myoko Haguro iban en el cen- gure cayó al Sur para incorporarse a por el Oeste. En febrero y marzo de
dos al hundirse. Fue el desastre que tro; el otr o crucero ligero, el Agano Omori. 1944, los desembarcos en Manus en las
coronó el esfuerzo de los japoneses estaba a estribor con los destructores Tampoco le fueron del todo bien las islas del Almirantazgo y en Emirau
para contener a los norteamericanos Naganami Hatsukaze y Wakatsuki. El cosas a la columna de estribor japo- del grupo de St. Matthias, cerraron
en las Salomón Centrales. Entre el 20 día 2 de noviembre, a las 02,30, apa- nesa. El Hatsukaze al zigzaguear vio- las pinzas de la tenaza tras el bastión
y el 22 fueron avacuadas de Nueva Gui- reció el primer contacto en las panta- lentamente para evitar e l orrente de Sudoccidental japonés de Rabaul, qu e
nea las últimas fuerzas japonesas y llas de radar norteamericanas. Era la proyectiles norteamericanos, fue abor- pudo ser dejado tranquilamente si-
trasladadas a Kolombangara para re- columna de babor japonesa, el Sendai dado por Myoke perdió un gran pe- tiado para que se pudriera en la ra-
forzar la guarnición. Pero no era Ko y sus tres destructores que, también dazo de la proa y se vio obligado' a ma .
lombangara el siguiente objetivo de fueron los primeros en avistar a la permanecer al garete fuera del com- Con ello había empezado la lucha en
Mac Arthur y de Halsey, comandante línea de Merrill. bate lo mejor que pudo. A las 03,37 el Pacífico Central.
en Jefe del Pacífico Sudoeste. Tenían Merrill hubiera deseado aguantar el Omori había recibido lo suyo y rom-
la vista puesta en Bougainville, puerta fuego de sus cruceros hasta que sus pió el contacto hacia el Noroeste, de-
de Rabaul. destructores tuvieran ocasión de ata- jando abandonados a su suerte al Sen-
En septiembre de 1942 se vio cómo car con torpedos a gran distancia, pe- dai y al Hatsukaze. La incursión japo-
daban fruto los planes aliados. La ba- ro se lo impidió un avión de explo- nesa había sido un fracaso completo:
jada hacia Boungainville, prevista para ración japonés, que lanzó una ben- no se perdió ningún barco norteame-
el primero de noviembre, fue prece- gala iluminante a las 02,46, alertando ricano.
106
Los reveses sufridos por los japoneses la calidad de la enseñanza en 1943:
en las Salomón y el aislamiento de la "¡Todo eran prisas Nos mandaban
emasiado
importantísima base de Rabaul, re- que sacáramos los alumnos como fue-
presentan por sí mismos un hito en la ra, que olvidáramos todo lo que no
guerra y son, por lo tanto, los comien- fuera mantenerse en el aire, disparar
zos de 1944 un momento apropiado y.. fuera. Uno a uno, o en grupos de
para revistar el estado de la Flota Im- dos o tres, los aviones de adiestra-
perial. ¿Qué fuerza combativa queda- miento se estampaban contra el s u e
on
ba a los japoneses tras las batallas lo y se desplomaban salvajemente en
del Mar de Coral, Midway, Guadalca- el aire. Durante largos v tediosos me-
nal y las Salomón? ¿A cuánto ascen- ses tra té de formar-aviadores de caza
dían, en realidad, sus pérdidas? ~Cuá- con los muchachos que nos confiaban
les era n las posibilidades de reponer- en Omura. Era una labor desesperan-
las? te e inútil. Nos faltaban medios, la
Antes de nada es preciso fijarse en demanda era excesiva y los alumnos,
lo que constituye la clave de la guerra demasiados."
del Pacífico: el poder aéreo y los r e Los que sobrevivieron a aquellos mé-
cursos que lo nutren: hombres, avio- todos draconianos -y fuero n centena-
nes y portaviones. En todo, el Japón. res los que perecieron- eran lanzados
había sufrido hasta enero de 1944 pér- al combate en aviones anticuados, sin
didas terroríficas e irreparables. la pericia necesaria para sacar parti-
Por lo que a aviones se refiere, se- do de ellos. debían enfren tarse con
guían dependiendo de los mismos ti- los Hellcats, Avengers, Lightnings, Cor-
pos que tan buenos resultados les ha- sairs, todos ellos más grandes y re-
bían dado en 1941-42: el bombardeo sistentes, más veloces y con más po-
en picado Val de tren de aterrizaje tencia de fuego y con un blindaje ma-
fijo; el bombardero-torpedero Kate, yor. Era un maligno y mortífero círcu-
el legendario caza Zero. La persis- lo vicioso y, sin embargo, a la avia-
tencia en aferrarse a aquellos aviones ción de la marina y del Ejército nunca
anticuados se debía a las mismas cau- le faltaron reclutas. Pero lo que se
sas y razones por las que los alemanes necesitaba eran supervivientes: hom-
siguieron fabricando en serie carros bres que pudieran vivir lo suficiente
para aprender su oficio y enseñárselo
Buen ejemplo es el caso de los Zero, a otros.
con la baratura de su construcción, Por si no fuera de por si bastante
con gran parte de su estructura de mala la crisis de aviones y pilotos, la
madera, pero que en manos de un pi- flota de batalla japonesa padecía una
loto veterano todavía era un formida- terrible escasez de esos pilares de la
ble enemigo en el año de 1944. guerra del Pacífico, los portaviones.
Lo malo es que en 1944 ya casi no El Shoho (11.262 toneladas, 30 avio-
quedaban pilotos veteranos. nes) se había perdido en el Mar de
A finales de 1943 se habían perdido Coral, el Kaga (38.200 toneladas, 90
7.168 pilotos y tripulantes y 7.096 apa- aviones), el Akagi (36.500 toneladas,
ratos, entre aviones de caza, de ata- 91 aviones), el Hiryu (17.300 toneladas,
que embarcados, de ataque desde tie- 73 aviones) y el Soryu (15.900 tonela-
rra, hidros de caza y otros tipos de das, 73 aviones), habían sido sacrifi-
hidroaviones. La calidad del adiestra- cados en la Batalla de las Salomón
miento era casi nula a causa de las Orientales y, otro portaviones, el Chu-
insaciables demandas de nuevos pilo- yo (17.830 tonel ada s, 27 avio nes), ha-
tos. Sab uro Sakai, as japonés, piloto bía sido torpedeado y hundido en 1943
de Zero, destinado en Omura, Japón, por el submarino norteamericano Sail-
como instructor, convaleciente de gra- fish.
ves heridas en la cabeza sufridas en En enero de 1944, a la Flota Com-
Guadalcanal, cuenta lo siguiente a pro- binada le quedaba el portaviones de
pósito de la pavorosa degradación de adiestramiento Hosho (7.470 toneladas,
21 aviones) , los Shokaku y Zuikaku
(25.675 tone ladas , 84 aviones ), el Unyo
El submarino americano Nautilus echa a (17.830 tone ladas , 27 avione s), el Zui-
pique al destructor Yamakaze otra pieza ho (11.262 tonel ada s, 30 aviones-, los
cobrada por el arma submarina narteame Taiyo Hiyo y Junyo (24.140 toneladas,
ricana. 53 aviones ), el Ryuho (13.360 toneladas,
Arriba Los siempre listos y fieles guardianes de las fuerzas de portaviones japoneses
los caza Zero Abajo el bombardero en picado Val y... Derecha El totpedo-bom-
bardero nKatem.
venció al almirante Koga de la ne- total de la fuerza de invasión norte- viones la formaban los cruceros ligs La f u e ~ e lnvasidn en ruta h ci Blak.
cesidad de descartala como base prin- americana tan pronto como se pusie- ros Yahagi y Agano con quince des-
cipal de sus fuerzas. Era preciso lle- ra a tiro. tructores.
varla .más atrás, a Palau, y no había Koga no llegó a vivir lo suficiente cos estuvieron en tres lugares a la
de pasar mucho tiempo sin que se La que en tiempo de Yamamoto hu- vez y en seguida.
para dirigir la ejecución de sus pla-
hiciera necesaria una nueva retirada, biera sido donimada grueso , e ra
nes. Murió el 31 de marzo en un ac- En el Sur, Biak acababa de caer en
a Singapur esta vez, para estar más ahora la Segunda Flota, mandada por
cidente aéreo, siendo sucedido en el manos aliadas, proporcionándoles un
cerca de las fuentes de suministro de el vicealmirante Takeo Kurita. Con-
mando de la Flota Combinada por el trampolín para la invasión de las Fili-
petróleo y más lejos de cualquier ame- sistía en el núcleo de la escuadra de
almirante Soetake Toyoda. pinas meridionales o para asaltar Pa-
naza. Al quedar ne utralizado T ruk, los batalla, con dos divisiones de acoraza-
En abril y mayo de 1944 se pudo dos y tres de cruceros. La 1 División l a ~ . aipan, Tinian e Iwo Jima, en las
norteamericanos se ratificaron en su ver cómo los aliados aumentaban la islas Bonin, estaban siendo sometidas
decisión de pasar de largo de las Ca- de Batalla, del vicealmirante Matome
presión en Nueva Guinea, dando sal- Ugaki, contaba con el Y a m a t o (capita- a intensos bombardeos .. ¿Se tratab a
rol ina ~ ir derechos hacia las Maria- tos de rana por la costa Norte, desde del auténtico ablandamie nto previo a
nas, por lo que se fijaron como si- na), el Musaski y el Nagato; la 2. Di-
Hollandia a Wakde y, en el momento la invasión o era solamente una diver-
guientes objetivos para el mes de ju- oportuno, a la isla de Biak. Entre visión la formaban el Kongo y el Ha-
sión Se había localizado en Majuro,
nio, Saipan, Tinian y Guam. tanto, en el campo japonés, la Flota
runa. Kurita izaba su insignia en el
en las Marshall, una fuerte concentra-
A pesar de haber trasladado la base Combinada estaba sometiéndose a la
Atago que, con el Takao Maya y Cho-
ción de transportes, ¿estaban destina-
principal permanente de la flota mu- reestructuración ordenada por Koga.
kai formaba n la 4. División de Cruce-
dos a las Marianas o a Palau? La con-
cho más al Oeste, el almirante Koga Bajo su nueva organización, fue co- ros. El Myoko y el Haguro constituían troversia sostenida en el Cuartel Gene-
sabía perfectamente que en el momen- nocida como Primera Fuerza Móvil, y la 5. División de Cruceros, y la 7. Di- ral de la Flota Combinada fue muy
to en que los norteamericanos inten- estuvo bajo el mando del hombre que visión la formaban el K u m a n o S u z u -
acalorada. Era un desesperante juego
taran tomar las Marianas, tendría que sucedió a Chuichi Nagumo como máxi- ya Tone y C h i k u m a . La cortina exte-
de adivinanzas, lo cual contrastaba vi-
producirse un encuentro decisivo. Re- mo experto japonés en portaviones: el rior la formaban el crucero ligero vamente con la forma serena y metó-
organizó a fondo la flota, convirtiendo vicealmirante Jisaburo Ozawa. Noshiro y catorce destructores. dica con la que, en junio de 1942, los
a la fuerza de portaviones en núcleo Ozawa ejercía el mando directo de La flota así reformada se reunió en norteamericanos dedujeron correcta-
de fuer.<a, o grueso. Simultáne amente , la nueva 3. Flota, compue sta por tres Tawi Tawi, frente a la costa Nordes- mente que el próximo ataque se pro-
hizo planes para reforzar el número divisiones de portaviones: el Tahio te de Borneo, que era una buena base duciría en Midway. Pero en junio de
de aviones navú S 4~1c ados n aeró- (capitana-, S k o k a k u y Z u i k a k u (1. Di- operativa central. Pe ro el l. de junio, 1944, desgraciadamente para ellos, los
d r o m o ~nsulares L L I 11s Marianas, que visión); Junyo Hiyo y R y u h o (2. Divi- el Cuartel General de la Flota Combi- japoneses se equivocaron en sus profe-
deberían oper ar en c, q~jiincióncon la sión), y, Chitose Chioyda y Zuiho (3. nada se daba cuenta de que habría cías. Creyendo que el punto neurálgico
flota, en previsión de un aplastamiento División). La cortina de estos porta- que hacer el milagro de que los bar- era Biak, despacharon a Ozawa a aque-
Almiran te Jisaburu Ozawa Comandante
japonés en la Batalla del Ma r de Filipinas.
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procedentes de Guam, en un combate ho quedó ardiendo durante seis horas
de gran estilo que no remitió hasta antes de hundirse a las 1828.
las 10.00 horas, justo cuando las in- Independientemente de la mutilación
cursione s japonesas de los portaviones sufrida por la pérdida de las dos ter-
estaban siendo avistadas en el radar. ceras partes de sus portaviones de flo-
Empezaron entonces los combates aé- ta, los dos últimos raids de Ozawa en
reos en masa que los norteamericanos el día 19 sufrieron la suerte del pri-
bautizaron después con el nombre de mero. El último, compuesto por ochen-
«La Gran Cacería de Paros ae las Ma- ta y dos aviones, fue u n esfuerzo
rianasn. Durante todo el día, los uorta- combinado del Zuikaku y los portavi*
viones norteamericanos mantuvieron nes ligeros de la Fuerza «Bn. No ha-
en el aire un gran total de 300 Hellcats, biendo visto nad a uelo de ida,
formando una formidable oarrera que cuarenta y nueve aviones de este raid
\se las hubo, un poco despectivamen- arrumbaron a la basea aérea princi-
te, con los aviones de ataque de Oza- pal de Guam, aOrote Fieldn ... y trein-
wa y curi u11 riúmero cada vez menor ta de ellos fueron echados al agua por
de aviones basados en tierra. Hellcats del Essex Hornett y Cowpens
antes de que alcanzaran la isla.
Las tres primeras oleadas de ataque
El día 19 de junio de 1942 fue el día
japonesas fueron destrozadas entre las
más desastroso de la historia de la
10OO y las 12OO horas. La primera, pro-
mar ina japonesa desde Midway. Se
cedente de la fuerza de Kurita, perdió
perdieron dos portaviones. La flota de
cuarenta y dos aviones de sesenta y
Ozawa había lanzado al aire un total
nueve, y ninguno de ellos consiguió
de 373 aviones de los que solamente
llegar a posición de ataque. La olea-
regresaron 130 mientras los norteame-
da nrincipal de Ozawa, de una fuerza
de ciento veintiocho aviones, todavía ricanos habían perdido solamente 29.
lo pasó peor; solamente sobrevivieron Pese a todo, Ozawa decidió volver a
treinta aviones. No pudieron causar presentar combate al siguiente día 20.
más que averías sin importancia en el Como de costumbre, sus pilotos ha-
bían regresado contando historias de
acorazado Indiana y en los portavio-
portaviones norteamericanos en llamas
nes Bunker Hill y W a s p
v hundiéndose que fueron aceptadas
Habían de transcurrir varias horas como ciertas. Además, Ozawa tenía la
antes de que Ozawa se diera cuenta de falsa ilusión, en la que quería creer,
toda la magnitud de su derrota -pero de que gran número de los aviones de
antes, se acumularon sobre él nuevos los portaviones que no habían regre-
desastres-. las 12 20 el submarino sado, estarían en Guam y seguirían
norteamericano Cavalla penetró en la dispuestos para el combate. En conse-
cortina de destructores de la Fuer- cuencia puso rumbo al Noroeste, con
za « » y metió tres torpedos en la la intención de reabastecer su flota y
panza del Shokaku que estaba manio- atacar nuevamente al otro día.
brando vara recoger aviones. Sacudido El transbordo de Ozawa del Taiho
por repetidas ex~ los ion es e gasolina al crucero Hugano contribuyó mucho
v en llamas. el Shokaku se mantuvo a hacerle perder el control de las tres
flote tres 'horas hasta que al final, fuerzas japonesas y virtualmente, dos
una tremenda explosión lo echó a pi- tercios del día 20 se perdieron en 6r-
que. Ahora, ya sólo quedaba el Mui- denes, contraórdenes y desorden en el
kaku de todos los portaviones que programa de petróleo Esta operación
atacaron Pearl Harbour en diciembre hubo que suspenderla a toda prisa a la
de 1941. El final del Taiho se produjo llegada de un mensaje del Atago bu-
casi simultáneamente con el del Sho- que insignia de Kurita, informando
kaku. Las emanaciones que se habían que había interceptado un parte de
ido acumulando bajo cubierta desue avistamiento norteamericano. La 8
el ataque torpedero del Albacore por Fuerza Operativa navegaba a toda
la mañana, terminaron por hacer ex- fuerza rumbo al Nordeste en persecu-
plosión a las 14 32 con lo que el Tai- ción de Ozawa, de modo que a las
13 30 la distancia que separaba a am-
bos contendientes se había reducido a
aLa ran Caceríade Patos de las Marie 300 millas. A las 1624 los porravio-
nm= tro bombardero en picado japonés nes norteamericanos lanzaron un raid
derribado en masa de 131 aviones, con una for-
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midable escolta de ochenta y cinco
Hellcats. Era lo que podía represen-
tar el fin de la batalla, pero se apro-
ximaba el crepúsculo y quedaba una
orobabilidad de que la flota japonesa
pudiera escapar a cubierto de las
sombras de la noche.
A
norteamericanos avistaron a la fuerza
de aprovisionamiento treinta millas
al Sudeste de la flota de combate.
Mientras el sol descendía hacia el ho-
rizonte, los últimos aviones de Ozawa
combatieron desesperadamente para
rechazar a los norteamericanos, pero
no pudieron evitar que fuera echado
a pique el portaviones Hiyo y que su-
frieran graves averías los Chiyoda,
Zuikaku y Haruna y el crucero Maya.
Pero, sobre todo, el golpe de gracia lo
habían recibido los aviones de la 1.
Flota Móvil. Al caer la noc he s obre
los buques japoneses en retirada, so-
lamente habían quedado indemnes
treinta y cinco de sus aviones.
La Batalla del Mar de Filipinas ha-
bía terminado. Fue la última de las
clásicas batallas de portaviones por-
que los japoneses no volverían jamás a
estar en disposición de participar en
otra. Sus terribles pérdidas aéreas ha-
bían secado la savia de la flota, pri- nas. Pero, ¿cuál sería el pr6ximo ob- El Shokaku centrado por las bombas
vándola de su poder ofensivo, redu- jetivo aliado? ¿Esta ría en la ruta di- acuerdo de que el ataque a Filipinas
ciéndola a una carcasa impotente. recta hacia el Japón por las islas Ryuk- debería realizarse por la isla de Leyte
Todas las deficiencias bajo las que yu y Bonin? ¿Se lanzarían sobre For- v los partes optimistas de Halsey, no
longitud de sus cubiertas de vuelo
los japoneses se habían visto obligados mosa para aislar de la metrópoli el sólo convirtieron a Leyte en el primer
a luchar, se habían unido para produ- Area Sur ? ¿T omaría la forma del objetivo, sino que adelantaron dos me-
ses su conquista. Leyte pasaba al pri- sible que tomaran cubierta aviones en
cir una nuevo desastre. El radar nor- inevitable intento de liberar las Filipi- aquellas híbridos: la solución consis-
teamericano había destruido las espe- mer lugar de la lista y su asalto se
nas? ¿O estaría en la propia Area tió en que los hidros amarasen a su
ranzas de Ozawa de combatir a gran fijó para el 20 de octubre de 1944.
Sur : en Malaca o en Indonesia? ¿Qué podía hacer la flota de com- costado y fueran izados a bordo con
distancia. La falta de defensa de las Transcurrieron varios meses de in- plumas. Como compensación fueron
posiciones en tierra contra las prepo- bate japonesa para defender las Fili-
tensas discusiones antes de que estas pinas ? Los portaviones que sobrevi- dotados de radar y se aumentó su ar-
tentes flotas anemigas, condujo a la preguntas tuvieran respuesta. La con- mamento antiáreo. De este modo, el
eliminación de los importantísimos vieron a la destrucción en el Mar de
troversia bullía y amenazaba con pro- se y el Hyuga, que nacieron como
aviones basados en tierra. Y los pilo- Filipinas habían regresado a aguas ja-
ducir un choque entre MacArthur, nb- ponesas, carentes de aviones y de do- dreadnoughts clásicos, termi naron
tos japoneses, a pesar de toda su va- sesionado por su promesa de liberar con el arma ment o siguiente: ocho ca-
lentía, habían sido lanzados al com- taciones adiestradas. La flota de com-
Filipinas lo antes posible, y los almi- ñones de 14 pulgadas; dieciséis anti-
bate sacrificándoles en vano cuando bate se había retirado a la rada de
rantes King y Nimitz, que eran parti- .Linnga, e n Singa pur, ce rca de las ú1- aéreos de 5 pulgadas; cincuenta y sie-
todavía no eran más que unos párvu- darios de un avance directo desde las / te de 5 milímetros, antiaéreos, y cien-
los en su oficio. timas reservas de petróleo.
Marianas haacia el Oeste, nara llegar Se estaban construyendo ocho nue- to ochenta lazadores de cohetes de
La derrota japonesa en el combate a Formosa y la costa de China. Pero pulgadas (éstos disparaban misiles con
del Mar de Filipinas selló la senten- vos portavione s -la mayoría de ellos,
los mandos norteamericanos del Pací- como el gigantesco Shinano, eran con- cabezas de fósforo, dirigidos por lar-
cia de las Marianas, aunque las guar- ico sabían muy bien que, a pesaE de gos hilos y con una terrible ineficacia).
niciones japonesas combatieron con la versiones de diversos cascos-, desde
su ventaja en fuerzas, sólo podrían in- el de un acorazado de la clase Yama- El resultado se tradujo en una pareja
tenacidad acostumbrada, Saipán fue tentar lo que quedara al alcance de de ridículos espantajos que no eran
tomada el 10 de julio, Tinian el 1 de to, como el citado Shinano, hasta cas-
sus recursos. Y en septiembre, el de- cos de petroleros. La penuria de la ni chicha ni limoná, sobre todo si se
agosto y Guam el 1 de agosto. Se ha- bate Formosa-Filipinas fue resuelto por tiene en cuenta que no fue posible
bía alcanzado el primero de los obje- flota de combate japonesa en lo que
los informes de Halsey. Los ataques respecta a aviación embarcada ya ha- dotarlos de suficientes pilotos de hi-
tivos principales en la marcha hacia el éreos contra Filipinas estaban en- droavión adecuadamente adiestrados,
Japón, y el Pacífico Central quedaba bía sido reconocida en 1943 cuando se
contrando una posición sorprendente- convirtieron los acorazados Hyuga e y nunca llegaron a tener completos sus
didamente en manos norteamerica-
mente débil. Se había llegado ya al , Zse en transportes de hidroaviones. La llamados grupos aéreos.
Un intenro aesesperado de Cbmpensar las
graves pérdidas de portaviones. El Ise.
cuando fue construido.
por conquistar antes del asalto a Ja- fuerza a las 10 14 muy poco después
pón. Los desembarcos en aquella isla de haber cambiado el rumbo al Sur
empezaron el 1 de abril. Como de cos- para recorrer las últimas 300 millas
tumbre, el primer objetivo del ataque que les separaban de Okinawa. A las
era el dominio de los aeródromos de 11 44 empezaron a volar los primeros
la isla, que cayeron el primer día. La cazas norteamericanos alrededor de la
guarnición de Okinawa apeló al almi- formación, al límite del alcance de
rante Toyoda solicitando el apoyo de sus cañones.
un acorazado que les aliviase del aplas- Enseguida, a las 12 32 vieron apro-
tante diluvio de proyectiles con los ximarse la primera oleada de aviones.
que la flota de combate aliada esta- La escuadra empezó a aumentar la
ba triturando Okinawa. La respuesta velocidad para ponerse a toda fuerza
de Toyoda fue la orden de constituir y los ataques empezaron. Fue un puro
lo que de forma muy eufemística se v simple asesinato. Los japoneses ca-
denominó Fuerza Especial de Ataque recían totalmente de cobertura aérea
Martítimo . y, los pilotos norteamericanos ataca-
Consistía en el Yamato el crucero li- ban a placer. Se confiaba mucho en
gero Yahagi y los destructores Fuyut- los nuevos proyectiles San Shiki de
suki Suzutsuki Yukikaze Zsokaze Ha- 18 pulgadas, para empleo contra avio-
makaze Kazumi Hatsushimo y Asas- nes, que estallaban en el aire y pro-
himo. La orden que se dio a la Fuerza ducían como una gran perdigonada;
Especial de Ataque era bien sencilla: pero el rebufo de la artillería princi-
ir a Okinawa, meterse entre los buques pal del acorazado, disparando con la
de guerra aliados que navegaban fren- máxima elevación, tuvo efectos devas-
te a la isla y empezar a disparar apo- tadores sobre los sirvientes de las
teósicamente con todas sus bocas de otras armas y, además, se vio que los
fuego para causar el mayor daño po- San Shiki no servían vara nada.
sible antes de sufrir su destrucción Saturado con bombas y torpedos, el
inevitable. Esta escuadra suicida iba Yamato fue verdiendo gradualmente
mandada uor el vicealmirante Seiichi velocidad al ir emba6ando agua.
Ito, cuyo Puesto anterior había sido el Cuando empezó a escorar a babor los
de Segundo Jefe del Estado Mayor de pilotos norteamericanos concentraron
la Armada. más ataques torpederos sobre aquella
Por una vez, careció de importancia banda. Finalmente, sucumbió a las
la crónica carencia de combustible. 14 32 después de encajar diez impac-
Era un viaje sin regreso. tos de torpedo y, por lo menos, seis
La Fuerza Especial de Ataque salió impactos directos de bomba. En cuan-
de Tokuyama, en el Mar Interio r, el to al Yahagi ya hacía rato que se
de abril a las 1 5 2 0 horas. Casi in- había ido a pique. El poder aerona-
mediatamente se detectaron submari- val había aniquilado a la Fuerza de
nos aliados muy pegados a tierra y la Ataque, desbaratando la última jugada
fuerza aumentó la velocidad a veinti- de la flota de combate japonesa, que
dós nudos y se puso a zigzaguear pa- quedó detenida a más de 200 millas
ra zafarse de ellos. Sin embargo, a las de su objetivo.
21 30 la interceptación radio japonesa
sorprendió un mensaje urgente aliado Desde que la magnífica flota de
dando cuenta de la salida del Yama- combate japonesa había ido a la gue-
to. El día 7 a las 02 00 la Fuerza Es- rra barriéndolo todo ante sí, sólo ha-
pecial de Ataque doblaba el extremo bían transcurrido tres años y tres m e
Sur de Kyushu, y, cuatro horas más ses. Ahora, en 1945 las últimas unida-
tarde, al salir el sol, los destructores des supervivientes se agazapaban teme-
maniobraron para ocupar sus puestos rosamente en puerto, siendo destrui-
en la formación defensiva antiaérea das una a una por las bombas alia-
alrededor del Yamato. das. Cuando el 2 de septiembre el Ja-
Entre las 08 lO y las 09 00 los avio- pón se rendía, s610 quedaba a flote un
nes japoneses de reconocimiento con puñado de barcos de la que había sido
base en tierra, descubrieron grupos de la tercera marina del mundo. Se ha-
portaviones aliados en la mar, unas bían realizado todos y cada uno de
setenta millas al Este de Okinawa. Los los presentimientos del hombre que
p r i m eros aviones norteamericanos más había hecho para crearla, el al-
-dos hidros- fuer on avistados por la mirante Isoroku Yamamoto.
t /
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Kenneth Munson. por Aguilera y Elias.
Uniformes militares de la guerra civil es-
pañola, por Bueno J. M. El 5. Regimie nto de Milicia s Populares.
Uniformes militares de todo el mundo. Por COmin
por Kannik P. Yo fui Piloto de Caza Roio, por F. Tara-
Acorazados, por Martin Ldper J zona.
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