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Diseño de comunicación

gráfica y tecnología

lecturas

Agitadores de la lectura
El que lee conoce gente, la concibe junto con el escritor, toma palabras y, pro-
cesándolas en su imaginación, funda mundos y se alimenta de ideas.
Por Sergio Sinay secando nuestra capacidad de crear metáfo-
Escritor, especialista en vínculos humanos. ras, el libro nos lleva en la dirección opuesta.
“El que lee nunca está sólo”, decía el Negro
Entre la palabra libro y la palabra libre hay ape- Fontanarrosa. Y es así. El que lee conoce
nas una letra de diferencia, lo cual quizá no es gente, la concibe junto con el escritor (un
simple casualidad, ya que el libro nos hace mismo personaje es distinto en la fantasía de
libres. No está de más recordarlo en un momen- cada lector), toma palabras y, procesándolas
to en que se confunde con frecuencia y con en su imaginación, ahonda conceptos, funda
liviandad la conexión (un fenómeno tecnológico) mundos, se alimenta de ideas y argumentos,
con la comunicación (un fenómeno que involu- se embaraza de temas de conversación que
cra nuestros atributos emocionales, espirituales, luego comparte o divulga, enriquece su voca-
psíquicos e intelectuales y que no necesita bulario, se deleita con el silencioso sonido de
necesariamente aparatos). Hasta tal punto llega las palabras. La lectura fomenta la actividad
la confusión que un fanático, en nuestro país, emotiva, intelectual e imaginativa; las pantallas
escribió que, si se puede salvar un disco rígido, nos reducen a la pasividad al entregamos todo
para nada importa que se quemen todos los dicho o todo visto.
libros del mundo. Eso sí, para comunicar su pro- Mientras que la conexión virtual destruye
puesta se valió de un medio impreso. vocablos abreviándolos de un modo patético, el
Desde que en el siglo XV el alemán libro es el soporte que conserva, nutre, celebra
Gutenberg inventó la imprenta, el libro no sólo y enaltece el lenguaje, la más poderosa herra-
se consagró como uno de los más formidables mienta de comunicación humana, cuya forma
inventos de la humanidad, sino que también actual fue concebida hace cinco mil años por
empezó a vivir bajo el presagio de que pronto los sumerios y desarrollada luego a lo largo de
desaparecería, ya fuese porque no interesaría la historia de la especie. Y pueden conservar,
a nadie o porque sería desplazado por otros incrementar y contagiar el único vicio que nutre,
recursos (la fotografía, la radio, el cine, la tele- que mejora la vida y que hasta puede permitir
visión, intemet y la computadora). La mayoría vislumbrar su sentido: el vicio de la lectura.
de esos agüeros ha desaparecido, desmenti- “¿Un libro puede salvar una vida?”, le pre-
dos por el tiempo y los acontecimientos. guntaron a Paul Holdengraber, director de la
Mientras tanto, las grandes ideas que perdu- Biblioteca Pública de Nueva York. “Incluso una
ran, las historias que nos conmueven por sus sola línea puede hacerlo respondió”. “Pero
contenidos y por la belleza y la calidad de su para eso hay que leer con humor”. ¿Y qué es
narración, las más profundas exploraciones de leer con humor? “No identificarse con una sola
la experiencia y la existencia humana perdu- mirada y permitir que todas te cosquilleen,
ran en forma de libro. También, muchas de las teniendo una mirada golosa y juguetona. Un
grandes estupideces y las ideologías más per- fanático es alguien que ha leído sin humor”.
versas se han divulgado a través de ese Holdengraber se llama a sí mismo “agitador de
medio. Así como (más allá de sus usos útiles) la lectura”, dice que el libro es un tercer pul-
muchas veces las pantallas estrechan nues- món que nos permite respirar el mundo y
tros horizontes, nos aíslan del mundo, comen recuerda que “el libro es algo que se puede
nuestro tiempo, aplanan nuestra imaginación tocar, que emborracha por el tacto. Y, precisa-
y, en el afán de la velocidad, de la multiplici- mente en un mundo cada vez más virtual y
dad, de cosechar la “amistad” de multitudes televisual, su presencia táctil ganará aura.
anónimas y virtuales, van destruyendo nuestra ¡Una biblioteca será el Palacio del Aura!”.
sintaxis, empobreciendo nuestro lenguaje, Bienvenidos los agitadores de la lectura.

Extraído de la revista Nueva

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