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INTRODUCCION.

La Asesoría de Imagen es un rubro comercial relacionado con la armonización de


la imagen externa de una persona, producto u organización, para potenciar las
cualidades personales y/o grupales.
Concepto también relacionado con el Marketing Personal, programación
neurolingüística, morfología facial y lenguaje corporal estética, postura
corporal, protocolo, vestuario etc., con el objetivo de llevar a cabo la optimización
del Look o la Imagen Personal.
El asesor de imagen analiza al cliente, desde la imagen hasta las dotes
comunicativas, y el contexto en el que se desenvuelve. Una vez obtenidos los
resultados del análisis, desarrolla una estrategia para destacar los puntos fuertes
de la persona y disimular los débiles. El objetivo es que el cliente tenga una
presencia correcta ante el público al que se dirige.

HISTORIA
Siempre se ha hablado de que la asesoría de imagen data de tiempo muy antiguo,
que son importantes para ser un buen conocedor de la profesión.
Nos remontamos a la Prehistoria, hacia el 1500 a.C aproximadamente, pionero en
Egipto, cuando surgió el concepto de ‘Imagen’ respondiendo a la demanda de los
seres humanos que empezaron a diversificar sus hábitos a la hora de vestir y
adornar sus atuendos adecuándolos a cada rito o ceremonia que entonces
celebraban.
Con las vestiduras elegidas para la ocasión, su intención era comunicar a terceros
que estaban realizando algo distinto de lo habitual. Cada elemento del atuendo
tenía un significado, un código que todos conocían: pieles o tejidos, tintes, tatuajes
para decorar sus rostros y cuerpos, pinturas, adornos, tocados, la expresión oral a
través del canto y corporal mediante el baile distinta para cada ritual.

En función de la imagen personal que se prestara, durante siglos la sociedad se


ha segmentado en estamentos, en los que la forma de presentarse en público, con
detalles de vestimenta, peluquería y hasta color de tez o piel, marcaban el rango o
posicionamiento social del individuo, siendo determinante incluso, en su
realización personal y ya no digamos crecimiento socio-profesional.
Durante siglos, primero la corte de las monarquías absolutistas, y luego las clases
burguesas y acomodadas empleaban guantes para preservar sus manos, con el
fin de que siempre estuvieran suaves y tiernas, sin curtir por el sol, señal de que
no realizaban trabajos físicos y, por ende, de su posición en la sociedad.
También existía la misma obsesión con el tono de la piel del rosto, en Versalles se
puso de moda el maquillaje blanquecino entre los miembros de la corte, e inclusive
las damas, desde entonces, empezaron a emplear sombrillas o parasoles para
evitar cualquier tipo de sometimiento a las inclemencias solares, siempre
persiguiendo como objetivo un mantenimiento riguroso de su imagen personal y,
por tanto, de su peso social.

LA IMAGEN PERSONA.
Es todo el conjunto de cualidades que transmitimos en:
• La imagen externa: aquello que se puede sobreponer a una persona como
maquillaje, vestuario
Peinado.
• Expresión: elementos utilizados para la transmisión de nuestra manera de ser.
• Actitud: es el nivel más profundo de una persona, forman parte de nuestro
aprendizaje.
• Aptitud: el conjunto de todas las cualidades de la imagen externa, expresión y
actitudes

La imagen personal es nuestra carta de presentación.


Refleja la manera en que queremos relacionarnos con el mundo y con los demás.
Decimos más con el cuerpo que con las palabras y somos más sinceros.
El cuerpo es un elemento magnífico de comunicación y es la tarjeta de
presentación de una persona, que debe ir acompañado del control del lenguaje
verbal y no verbal.
Cuando hablamos de Imagen personal, no nos referimos solo a la vestimenta sino
a algo mucho más amplio que incluye también la postura, los movimientos, los
rasgos físicos, la manera de caminar, la mirada, la risa, el tono de voz, la higiene,
la cortesía, la educación, etc. Es decir, es un estilo de vida, una forma de ser y
actuar y cada persona tiene la suya.
Es muy importante cuidar nuestra imagen personal porque es lo primero que los
demás ven de nosotros y, aún sin pronunciar palabra, podemos transmitir datos y
proyectamos nuestra personalidad a través de la imagen que ofrecemos al
exterior.
Es necesario mantener una coherencia entre cuatro canales de información que
se utilizan al transmitir cualquier mensaje: apariencia exterior, tono y modulación
de la voz, gestos e indumentaria. Cuando alguno de los elementos no armonizan
con el resto coloca al oyente en la disyuntiva de creer lo que escucha o lo que ve.

“La primera impresión es la que cuenta”


Según los psicólogos sociales, cuando se produce el encuentro con una persona,
el período crítico son los primeros 5 minutos y las impresiones que se forman
durante ese tiempo persisten y se refuerzan. Como dicen las frases populares:
“La primera impresión es la que cuenta” y “No existe una segunda oportunidad
para causar una primera impresión”.

Dime cómo vistes y te diré quién eres.


El cuerpo emite muchas señales, estímulos no verbales Por medio de tu
vestimenta, forma de sentarte o incluso los gestos, podrías estar diciendo a los
demás que te encanta tu trabajo o que eres perezoso y odias lo que haces.
Puedes causar la impresión de ser una persona accesible, dominante o bien,
desinteresada.
La imagen personal es como una foto, lo que los demás ven de nosotros en una
mirada rápida.
AXIOMAS DE LA IMAGEN PÚBLICA
Definición de axioma: verdad que no necesita demostración Proviene del
sustantivo griego αξιωμα, que significa «lo que parece justo» o que se le considera
evidente, sin necesidad de demostración.
Un axioma es un principio, sentencia o proposición que es clara y evidente. Víctor
Gordoa Gil cita los siguientes axiomas de la imagen pública:
Es inevitable tener una imagen: Todos los individuos están sujetos a la posesión
de una imagen, nadie está exento de ser percibido por otro alguien.
El 83% de las decisiones las hacemos por los ojos: El sentido de la vista, es
casi siempre el más importante, en los humanos, aun cuando en algunos aspectos
debería ser alguno otro, casi siempre damos mayor peso a la vista para aceptar o
rechazar algo.
El proceso cerebral que decodifica los estímulos, toma unos cuantos
segundos: La primera impresión hacia una persona se da entre los 5 y 12
segundos que es vista. En la mayoría de los casos, la primera impresión será la
que se quedará por siempre en la mente de las personas.
La mente decide mayoritariamente basada en sentimientos: La mente se
encarga de tomar decisiones basada mayoritariamente en las emociones,
contrario a lo que generalmente se piensa, el cerebro trabaja más ligado a las
emociones y que a un proceso de lógica. La imagen que se creará sobre un
individuo será gracias a las emociones apeladas y a los recuerdos que ésta
provoque.
La imagen es dinámica: La imagen demanda una continua vigilancia, es decir, el
trabajo para crear una buena imagen es continúo y nunca puede ser desatendido.
Una buena imagen puede ser afectada, así como una mala imagen puede ser
mejorada.
La creación de una imagen debe respetar la esencia del emisor: La esencia
del individuo que busque proyectar una cierta imagen siempre debe ser respetada,
ya que de lo contrario, los receptores notarán que existe una incongruencia en la
imagen y la esencia, entonces la credibilidad del individuo se verá afectada.
La imagen siempre es relativa: En cuestión de la imagen pública, no existe
bueno ni malo, cada individuo se debe regir por su esencia, lo que quiere
proyectar y a quien lo quiere proyectar.
El proceso de creación de una imagen es racional, por lo que requiere de
una metodología: Para la construcción consciente de una imagen, es necesario
seguir un proceso que contenga decisiones estratégicas para lograr la emisión
correcta del mensaje y como consecuencia credibilidad.
La eficiencia de una imagen irá en relación directa con la coherencia de los
estímulos que la causan: La creación de una buena imagen, no debe dejar de
lado ningún estímulo, ya que todos y cada uno de ellos, forman el proceso de la
percepción de manera integral.
Siempre tomará más tiempo y será más difícil reconstruir una imagen que
construirla desde el origen: Este axioma se refiere al hecho de que es más fácil
crear una reputación que limpiar una. Cambiar una imagen negativa a positiva, es
un reto, ya que es difícil olvidar lo que en un principio causó una percepción
negativa del sujeto.
A mejor imagen, mayor poder de influencia: El tener una buena imagen trae
consigo beneficios tales como: "incremento de seguridad en sí mismo, aumento en
el nivel de confianza transmitida, y lo más importante: credibilidad". La influencia
sobre el grupo que se aborda, será mayor y más efectiva si se cuenta con una
buena imagen pública.
La imagen de la titularidad permea en la institución: La imagen de la cabeza
de un grupo o una institución es la que define a la propia institución en la mente de
los receptores, por lo que, en el caso de una imagen pública grupal, se debe
trabajar primero con la imagen personal del líder.
La imagen de la institución permea en sus miembros: La imagen pública de
una institución etiqueta a los miembros de ésta, de manera que la imagen de la
institución será parte de la imagen de cada uno de sus miembros.
ECUACION DE LA IAMGEN.
La imagen es la percepción que se convierte en la identidad y con el tiempo en
reputación. Se trata de una secuencia de ideas asentada en la siguiente ecuación
llamada Ecuación de la Imagen.

Estímulo
+ Receptor
= Percepción + Mente = Imagen
+ Opinión
= Identidad + Tiempo = Reputación

La identidad se forma entonces por la esencia y la apariencia'', es decir, la


identidad se convierte en experiencia y pasa al reconocimiento del individuo
debido a la coherencia entre esencia, apariencia y proyección. El proceso de
creación de una reputación se da entonces de la combinación de los estímulos
enviados a un receptor, este los percibe, los archiva en su mente, se crea la
imagen, el receptor emite su opinión personal, dando paso a la identidad y el
resultado final es la reputación, que nace de la existencia de la misma identidad
por un lapso de tiempo largo.

Ninguna opinión surge de la nada todas las opiniones son originadas gracias a un
proceso de comunicación que es dinámico, en el que el sujeto, está expuesto a
constantes juicios que se convertirán en la opinión que se tenga de él, formando
parte de su realidad.
Cuando se va a diseñar un cambio de imagen física lo más importante y lo primero
que tenemos que hacer es respetar la esencia de la persona, sus motivos, sus
valores y sus autopercepción, sus objetivos y necesidades de audiencia a quien
va dirigido, por esa razón lo ubicamos más allá de caprichos y modas personales
todo esto para lograr un objetivo.
Cuando queremos realizar o realizarnos un cambio de imagen debemos hacernos
las siguientes preguntas:
¿Cómo somos?
¿Cómo nos gustaría ser?
¿Cómo nos vemos nosotros mismos?
¿Cómo nos ven los demás?
¿Cómo nos gustaría que los demás nos vieran?

ESTILO PERSONAL.
Podemos definir estilo personal como la manera en que cada persona expresa su
individualidad a través de su imagen personal, dándole a ésta un sello
característico y propio. El estilo tiene, definitivamente, algo de místico. Un hombre
o una mujer con estilo, con presencia, parece rodearse de un aura que atrae, que
inspira, que proyecta magnetismo, seguridad, confianza. Parece fusionar su
apariencia, su personalidad y su guardarropa de una manera consistente y
coherente, de modo que destaca dondequiera que vaya o en lo que sea que haga.
No estamos hablando de ropa cara, o de cuerpos de infarto, o de caras perfectas.
Estamos hablando de personas que poseen un algo único, un sello que les es
propio, que es genuino, original, distinto a todos los demás. Son personas que
parecen auténticas, que parece que lleven inscrito un mensaje que dice “lo que
ves es lo que es”.

La imagen es la comunicación visual que determina como te ven los demás.


El estilo es tu forma de vestir, cómo reflejas tu personalidad, tus gustos, tus
preferencias sobre los colores.
El aspecto es el reflejo de tu estilo de vida, tu estado de ánimo y el sentido de la
ocasión.
Como decíamos, el estilo es una ciencia y es un arte. Se sirve de la intuición y la
percepción del cerebro derecho (arte), y de la lógica y el conocimiento del cerebro
izquierdo (ciencia).

Podríamos pues definir estilo como la expresión exterior de la esencia de una


persona. El estilo es, finalmente, la expresión de quién somos, cómo nos
comunicamos y como vivimos nuestra vida en el mundo.
Si el estilo personal implica la expresión exterior de nuestro yo interior, es lógico
adivinar que el estilo cambia, evoluciona con la persona, echando mano de la
flexibilidad y la creatividad para ir colmando en cada nueva etapa las diferentes
necesidades y lograr en todo momento que el estilo personal sea un reflejo fiel,
certero y riguroso de nuestro yo más íntimo.

No existe, pues, el “estilo perfecto” más allá de aquel que refleja nuestra
personalidad y proyecta la imagen que queremos. Porque el estilo va mucho más
allá de la manera, a veces frívola, en que lo utilizan las revistas y las marcas de
moda. Es todo un sistema de comunicación que se forma por una gran cantidad
de elementos internos y externos de nuestra persona.

Como base de trabajo, el consultor de imagen parte de un análisis de la


personalidad y del estilo de vida del cliente para, de ese modo, crear y desarrollar
el estilo personal adecuado basándose en el mensaje y la imagen que proyectan
los diferentes estilos.
cuando un cliente llega solicitando un cambio en su Imagen Personal, es
importante conocer su estilo, a qué se dedica, cuáles son sus aspiraciones
profesionales y personales, pues porque en la Imagen, muy por el contrario de lo
que muchos piensan, es mucho más que trabajar desde un punto de vista
meramente estético o superfluo. Por el contrario, es un trabajo mucho más
sensible ya que tratamos con la autoestima e identidad de cada persona.

LOS 7 ESTILOS DE LA IMAGEN PERSONA.


1) Estilo Natural
Buscan sobretodo la comodidad de la ropa, como las prendas en algodón, lino, los
jeans etc, no les gustan las complicaciones, ni las prendas de tintorería, se les
percibe como personas accesibles, Expresan cercanía, accesibilidad, dinamismo.

► El riesgo es que a veces se pueden verse fachosos.

2) Estilo Tradicional
Les gusta la sobriedad en la ropa, proyectan profesionalismo. No son muy
arriesgados en sus combinaciones, son dignos de confianza, se ciñen a las
normas y a lo establecido.

En el contexto corporativo suele predominar ese estilo tradicional que suele


expresar esa autoridad.

► El riesgo es que a veces parezcan anticuados.elegante-2

3) Estilo Elegante
Les gusta la distinción y están dispuestos a invertir en ella. En la ropa valoran la
calidad antes que otra cosa. Son personas sofisticadas, cultivadas, refinadas.
Todo lo que llevan expresa alta calidad y estatus.

Este tipo de estilo, suele encontrarse más en las altas esferas empresariales.
► El riesgo es que pueden llegar a parecer chocantes y ostentoso por
equivocarse al proyectar estatus.

4) Estilo Romántico
Les gusta llevar prendas con estampados delicados como flores por ejemplo, los
olanes y el encaje les encantan así como las telas con caídas suaves. Expresan
dulzura, sensibilidad, cercanía y cuidado. Suelen estar en sectores relacionados
con el servicio a los niños y ancianos y belleza.

► El riesgo, es que puede llegar a verse


cursi.ee92afb42fc68a72644bc678b1f33791

5) Estilo Creativo
Les gusta ser diferente, no aceptan ser convencional y su manera de vestir que
combina colores y texturas ingeniosamente lo demuestra. Por su aspecto no
pasan desapercibidos.

► El riesgo es que al exagerar en su atrevimiento se vea ridículo.

6) Estilo Seductor
Les gusta lucir su cuerpo, este estilo está relacionado con la atracción
fc9aacd73bdf657c864bdf7d6269b4aefísica, se reserva a empresas relacionadas
con la actividad nocturna, así como artistas, actrices y cantantes. Definitivamente
este estilo busca que su figura se note.

► El riesgo en este estilo es que al abusar de las prendas tan ceñidas puede
llegar a lucir vulgar.

7) Estilo Dramático
Les gusta impactar, llamar la atención, imponer, que se noten en cualquier lugar
en donde se encuentren, son muy protagónicos.
Es un estilo a utilizar en alguna dosis cuando tenemos que hacer una presentación
y captar la atención.

► El riesgo es que con las combinaciones que se utilizan y los accesorios en vez
de impactar, atemoricen.

Ahora que ya conoces los siete estilos universales en el vestir, utiliza esta
información para adaptar tu propia imagen al contexto y poder comunicar mejor
con los demás. Y así puedas aprovechar mejor las oportunidades que se te
presenten.

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