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Dar piel
¡Tras
fíum
ante
Dar piel
©Jean-Luc Nancy; Cristina Burneo Salazar; Ruth Gordillo;
Norman González; Rut Román
©de la traducción al español: Cristina Burneo Salazar
©Trashumante, 2 0 1 6
ISBN: 9 7 8 - 9 9 4 2 -1 4 - 9 3 3 -6
TRASHUMANTE
Quito-Ecuador
Celular: (+5939) 6 9 3 3 6 8 4 7
burneocristina@gmail.com
Imagen de cubierta
Julián Medina - LED
Corrección de textos
Andrés Cadena, La Caracola Editores
Impresión
El Chasqui Ediciones
O* KC NO
Dar piel
Cristina Burneo Salazar, Ruth Gordillo,
Norman González, Rut Román
/
Indice
Dar piel 9
Peau essentielle
« L u ifa ire la p ea u » 20
Piel esencial
«H acerse con la p ie l» 21
Primera comunicación
Cuerpo que separa y se separa 61
Segunda comunicación
Psyché: tocar el mundo 65
Tercera comunicación
Boca que habla y besa 69
El tocar
Videoconferencia con Je a n -L u c N ancy 73
Coda 105
Dar piel
Piel esencial
de Jean-Luc Nancy
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■éÍ é M m Íé É B É
Nota a la presente edición
ii
las formas de comunidad dispuestas en el munuo para
que podamos emprender nuestras tentativas de sentido.
“El desprendimiento proclive de la piel responde a su sor
esencial, que no es simplemente envolver, sino desenvol
ver aquello que envuelve: exponerlo y ponerlo afuera y en
el mundo”, escribe Nancy en “Piel esencial”, ensayo cen
tral y punto de partida de este volumen.
En cuanto a la edición de la entrevista, proviene de en
cuentros espaciados con Jean-Luc Nancy y entre noso
tros que tuvieron lugar en francés, en inglés y en español,
vía videoconferencia y correo electrónico, en nuestro es
fuerzo por sostener una interlocución de laTgo aliento con
el filósofo. Ruth Gordillo, Norman González, Rut Román
y nuestro invitado Esteban de los Reyes supieron sortear
la circunstancia babélica y virtual en que nos vimos in
mersos a fin de hacer de ella una condición de trabajo y
de la amistad.
Consideramos que nuestras preguntas fueron un incipiente
“dar pie” ai pensamiento en vivo de Jean-Luc Nancy, por lo
cual quisimos titular el libro justamente así: “Dar pie”. Sin
embargo, en la escucha entusiasta de Nancy se impuso otra
sonoridad, antecedida por nuestras conversaciones sobre la
traducción de su ensayo. Así, “dar pie” se convirtió en “dar
piel”. Quisimos mantener el “mal entendido”, es decir, lo
mal escuchado, para dar cuenta de cómo la sonoridad nos
entrega otros sentidos cuando acogemos sus vibraciones.
A fin de establecer un texto definitivo para la traducción,
gocé del enorme privilegio de trabajar con Jean-Luc Nan
cy en íle de Ré durante el verano de 2 0 1 5 , cuando tuvo la
12
generosidad de interrumpir su descanso para realizar al
gunas precisiones a nuestra entrevista. Luego me permi
tió continuar la conversación durante su seminario “La
partition des sexes”, organizado en Sicilia por el Centro
Internazionale per la Ricerca Filosófica. Esto constituyó
un trabajo de traducción y un aprendizaje literalmente in
olvidables, por lo cual quiero dejar sentados mi gratitud
y afecto por él.
Editorial Transhumante ha acogido nuestro texto con ge
nerosidad, incluyendo la lectura atenta y fundamental de
Iván Carvajal. La poeta puertorriqueña Aurea María Soto-
mayor nos cedió su poema “La piel por las esquinas” tra
ducido al francés con la valiosa ayuda de Laurence Richard.
María José Gutiérrez, Gabriela Valarezo y Jean Racines me
ayudaron de manera mvaluable con la transcripción de
nuestras sesiones y bregaron contra las limitaciones técni
cas con una paciencia que sólo da la amistad. A todas estas
presencias que ahora habitan nuestro cutáneo volumen va
nuestro agradecimiento.
13
r .
i
Prefacio a la piel
15
en tu piel. Tu piel es intocable. Se halla toda entera tatua
da con formas y con figuras que me llaman y me previe
nen: ¡no toques! Es decir, tocay sé tocado.
Pero no hay prefacio, eso es seguro. Los ojos abiertos, la
mano posada, el costado inclinado. O nada.
Nota
16
proximidad y de separación, de posibilidad, de emoción,
de excitación o de golpes, incluso de heridas. Quizás se
trata de tatuar al otro -pienso en la flor sobre el hombro
de Cristina- o de ser tatuado por él, por ella. Tatuar es dar
lugar y dar posesión, hacerse el lugar o hacer de la piel del
otro el lugar de una toma de palabra, de una declaración,
de una manifestación. Es “dar piel” y “dar pie” al mismo
tiempo: un don de sentido, una sugerencia o una invita
ción a un sentido que se confunde con la piel tatuada, un
sentido cuya significación es inseparable de la presencia
directa de la piel, del grano de esta piel y de su conti
güidad con toda la piel de la persona tatuada, con toda
su intimidad que viene así a exponerse1, algo como un
pensamiento sensible de sí mismo. En la conversación,
es lo mismo. Las significaciones de las palabras intercam
biadas son inseparables de las voces, de los tonos, de las
actitudes, de los acentos -por ejemplo, español o francés-
de quienes conversan.
Finalmente, debo añadir que esta palabra en español, la
piel, me perturba: se halla tan alejada de la peau a causa
de las sonoridades de la “i”, de la “l” y del diptongo “ie”
que la idea misma de la piel se halla para mí desplazada,
perturbada e inquietada. Como si me picaran la piel, qui
zás para tatuarme.
Jean-Luc Nancy
Estrasburgo, noviembre de 2 0 1 5
17
La pean p a r s e s coins
19
Peau essentielle
« L u ifa ir e la -peau »
20
Piel esencial
21
une suiure, une souaure au lype cíe ce qu on nomine
« cicatrice ». C’est un tissu fibreux, qui se prnlorige
au-dedans du corps par plusieurs ligaments, vestiges
des vaisseaux qui passaient parle cordon ombilical.
22
sutura, una soldadura del tipo de aquello que llamamos
“cicatriz”. Es un tejido fibroso que se prolonga hacia dentro
del cuerpo por medio de numerosos ligamentos, vestigios
de vasos que pasaban por el cordón umbilical.
23
parler une ouverture mais une blessurc, une plaie, une
faille, entaille ou breche.
U écorché
E l desollado
25
i' : '
ñique reprend le mol «écorché » mais pour le verbc dit
to s/cin, oü la peau devient elle-m ém e action de détacher
lap eau ou bien de c/c p ia u tc rc omme le dit un m ot fran
já is familier - de méme que le verbe p c /c r (oter la peau
d’un fruit) a été relié á rancien franjáis p e/, peau (du
latín pcl/is) bien qu’il provienne de « poil » (latín p i/u s ,
qui est un autre mot). La peau devient ici elle-m ém e
action de se soulever et détacher (comme d’ailleurs dans
l’anglais to pccí).
26
con su propio pelo. Aquello que aparece bajo la piel lleva,
en términos anatómicos, el nombre de “desuello” {acor
che), palabra que remite a “corteza” (ccorce): parte exterior
y separable de un árbol (se llama cortex a la capa superior
del cerebro). El inglés técnico retoma el vocablo “desollar”
pero para el verbo lo sk in , en donde la piel deviene ella
misma la acción de despellejar-en español, p ie l y p e la r ,
de manera similar-, o bien, de d ep ia u ter {pelar), como lo
dice una palabra familiar en francés, al igual que el verbo
p e le r -e .n español pelar-, sacarla piel de una fruta. Esto se
vincula al vocablo en francés antiguo p e í (del latín p ellis),
aunque proviene de p o i l (del latín pilu s, otra palabra). La
piel deviene aquí, en sí misma, la acción de levantarse y
despegarse (como el inglés to p eel, por otro lado).
27
flüte qu’Aphrodite a délaissée parce qu’en jouant ses
joues se déformaient. Le satyre ne se soucic pas de ses
joues gonflées et joue de maniere admirable. Selon cer-
taines versions du mythe, sa peau écorchec continué á
résonner tout au moins aux musiques qui ne viennc t
pas de la lyre.
28
el mundo. El desollado mítico se llama Marsias. Se trata de
un sátiro que Apolo despelleja en castigo por buscar rivali
dad con él. Apolo toca la lira, y Marsias, la flauta. El sátiro
se apropia de una flauta que Afrodita ha abandonado por
que sus mejillas se deformaban al tocarla. A él no le pre
ocupan sus mejillas infladas y toca de manera admirable.
Según algunas versiones del mito, su piel desollada sigue
resonando en la música que no proviene de la lira.
29
30
Apollon écorchant M arsyas ; tableau de Ribera commenté par
Stéphane Dumas dans son analyse du mythe de Marsyas
31
La peau développe le so u ffle, l ’éla n , la p o u s s é e et la
vibration du corp s. Si l ’S m e e st la fo rm e d ’u n c o rp s v i
van!, alors la peau s e co n fo rm e á cette fo rm e : e lle p alit
et ro’u git avec elle, elle s e fait d o u ce ou r e c h e , elle fr is -
sonne, elle dresse ses p o ils, elle m o d éle s e s in c lin a is o n s ,
ses élévations et ses rep lis. L a p e a u s e te n d , s e d é te n d ,
se plisse et se rend fib reu se. L a p eau se m o d ifie , m o
dule son épaisseur et s a s o u p le sse , ten d vers le cu ir ou
vers le tégum ent, vers la p e líicu le (p etite p e a u ) ou vers la
m em brane (enveloppe d ’u n m e m b re o u p a r tie du co rp s).
Elle s ’hum idifie et s ’invagin e, d ev ien t m u q u e u s e , lévres
et in sen sib lem en t se tra n sfo rm e e n gorge, e n b o y a u , en
voie d’accés ou de so rtie : l ’é co rch é s ’y d év elop p e p a r
son enveloppem ent, ses n a r in e s re sp ire n t, s e s p o res
transpirent, ses sp h in cters se re s s e r r e n t e t d e sse rre n t,
ses paupiéres d évoilent ou v o ile n t le m o n d e , les c a r-
tilages des oreilles v ib ren t, les sex es s e g o n ñ e n t e t r é -
vélent une ch air in tim e, in é c o r c h é e , s a n s cru a u té d an s
sa crudité suave.
A fle u r de p eau
32
La piel desenvuelve el aliento, el impulso, el brío y la vi
bración del cuerpo. Si el alma es la forma de un cuerpo
vivo, entonces la piel se conforma con esa forma: palide
ce)/ se ruboriza con ella, se hace suave o áspera, trepida,
eriza el vello, modela sus inclinaciones, sus elevaciones
y sus repliegues. La piel se tensa, se distiende, se pliega
y se vuelve fibrosa. La piel se modifica, modula su es
pesura y su soltura, tiende al cuero o al tegumento, a la
película (la piel pequeña) o a la membrana (envoltura
de un miembro o de una parte del cuerpo). Se hume
dece y se invagina, se vuelve mucosa, labios e, imper
ceptiblemente, se transforma en garganta, en tripas, en
vía de acceso o de salida. El desollado se desenvuelve
allí por su envolvimiento, sus ventanas nasales respi
ran, sus poros transpiran, sus esfínteres se estrechan y
se sueltan, sus párpados desvelan o velan el mundo, los
cartílagos de las orejas vibran, los sexos se hinchan y
revelan una carne íntima, indesollada, sin crueldad en
su crudeza clemente.
A f l o r de p i e l
33
l’apparition. Dans la fleur vient aussi la couleur, l’inten-
sité de la substance jaillissant hors de soi. La fleur est
excitaron : appel au dehors, appel du dehors.
34
flor viene tam bién el color, la intensidad de la sustancia
surgiendo fuera de si. La flor es excitación: llamado al
afuera, llam ado del afuera.
35
l’apparition. Dans la fleur vient aussi la eouleur, l’inten-
sité de la substance jaillissant hors de soi. La fleur est
excitation : appel au dehors, appel du dehors.
34
flor viene tam bién el color, la intensidad de la sustancia
surgiendo fuera de sí. La flor es excitación: llamado al
afuera, llam ado del afuera.
Las aso ciacio n es entre la piel y las frutas son frecu en
tes: una p i e l d e d u r a z n o , m e jilla s d e m a n z a n a , “tu s s e
n o s s o n lo s r a c im o s d e m i v iñ a y toda la m agia de las
35
des masques de fraise, de kiwi, d’avocat ou de citrón...
La peau annonce et promet la fruition, ce lerme disparu
qui aujourd’hui reparaít en anglais et qui fut un équiva-
lent de la jouissance. Comme cette derniére, la fruition
se prete á l’ambivalence - ou simplement á Vambttus
au sens musical - qui se joue entre la possession et la
réjouissance. Or cette ambivalence et cet ambitus sont
donnés á máme la peau : on la prend, on la saisit et on
s’y abandonne, on s’en réjouit.
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se cree entre nos deux peaux. Cette n u itn o u s est com -.;;
40
Tocar tabú
42 )
une y nos separa al mismo tiempo. Tocar jamás abolirá la
distancia entre nosotros, sino que transformará la distan
cia en acercamiento. No en contacto, sino en venida. No
en presencia, sino en aparición. No en “estar allí”, sino
en la manera de “pasar por allí”, de asediar, de frecuentar
-extraña palabra, donde el verbo (francés, español, ita
liano, a veces prestado al inglés) ha desplazado el valor
de “gran número, multitud, asamblea” hacia el sentido
de “relaciones repetidas, asiduas” y termina por designar
(en una lengua un poco anticuada) la cercanía amorosa
(entre “hacer la corte” y “salir con”, como se dice hoy) -.
Z ones
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44
Así, Proust escribe: ‘‘Mis miradas se posaban sobre su
piel y mis labios, en rigor, podían creer que habían se
guido a mis miradas. Pero no era sólo su cuerpo aquello
que yo hubiera querido alcanzar, era también la persona
que vivía en él y con la cual había una suerte de caricia,
de penetración, si se llamaba su atención, si se desper
taba en él una idea”4.
Z on as
46
como división y dehiscencia de sí mismo. La palabra griega
zone se forma en el acto de ceñir; la cintura de numerosas
vestimentas antiguas servía para variar el largo del vestido,
retenido por encima de ella y cuya caída producía diversos
efectos de plisado y drapeado. Así, zoner en argot francés
contemporáneo significa “callejear sin meta”, y se refiere a
la zona como extensión suburbana mal determinada y mal
frecuentada. Asimismo, la piel demarcada (zonée) es la piel
erotizada, no referida a las fundones dérmicas o derma
tológicas, sino con la finalidad sin fin del sexo, ya sea de
goce o'de reproducrión. Pues la reproducrion comporta ún
fin en la venida de un ser abierto en sí mismo al más allá
de todo fin, por lo cual, aquí, también se lo asoda al goce,
siendo su propio fin infinalizable. Cuando el goce es. el de
una concepdón, es el goce del ser por venir, de su venida,
primero, y después de su goce propio, que se halla abierto.
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48
mica, la zona involucra a la pid en una variación de su
modo o de su régimen. Ya no envuelve (rol cutáneo, el
griego kutos, que da en español cito-, prefijo celular) y ya
no protege (rol dérmico, la derm a, que ha sido, primero,
*
49
des inflammations, agacées comme par des fruits verts,
impatientes, fiévreuses. Ce sont des peaux sonores, qui
grondent, gémissent, appellent, soufflent. Des peaux
qui frottent et mélentleurs sueurs, leurs humeurs, ieurs
écumes. Des peaux excitées, excédées, exaspeTÓes, ra-
vies: des existences exorbitées, des nudités.
50
devoradas por inflamaciones, exasperadas por la acidez
de ciertas frutas verdes, impacientes, febriles. Sonpieles
sonoras, que gruñen, gimen, llaman, soplan. Pieles que
frotan y mezclan sus sudores, sus humores, sus espu
mas. Pieles excitadas, excedidas, exasperadas, encanta
das: existencias exorbitadas, desnudeces.
“Bajo la'piel”
j Una vez más es Proust quien escribe que tos sueños “rea-
l tizan aquello que llamamos, vulgarmente, metemos una
mujer bajo la piel”5. Edith Piaf cantaba “te tengo en la piel”
{je t ’a i dans la peau), y Diana Krall dice, de manera simi
lar, I got you under my skin. Esta manera de decir difiere
de aquella otra según la cual nos “metemos en la piel de
un personaje”, en donde se trata, más bien, de deslizarse
dentro de una envoltura, un traje y un rol. “Tener en la
piel” significa, como lo canta Diana Krall:
51
scénes et les figures révées, les étres.qu’on a dans la
peau - choses, plantes, bétes, personnes - sont des
fantomes, des esprits qui nous fréquentent et nous
hantent, qui nous occupent, nous obsédent, nous
possédent.
52
presente que no transcurre, en esta co-presencia que es
lo propio y la fuerza de los sueños. Como las escenas y las
figuras soñadas, los seres que tenemos en la piel -cosas,
plantas, bestias, personas- son fantasmas, espíritus que
nos frecuentan y nos asedian, que nos ocupan, nos obse
sionan, nos poseen.
55
« Le retour immédiat de l’organisme extérieur dansjui-
meme est la peau, dans laquelle cet organisme devient
un rapport á lui-meme » écrit Hegel qui considere la
peau comme la premiere différenciation tissulaire, de la
quelle dérivent toutes les autres différenciations á l’in-
térieur de Porgárosme.
Coda
56
“El retorno inmediato del organismo exterior en sí mismo
es la piel, en la cual este organismo se convierte en una
relación consigo mismo”6, escribe Hegel, quien considera
la piel como la primera diferenciación tisular, de la cual
se derivan todas las otras diferenciaciones en el interior
del organismo.
Coda
57
bourses, des oreilles ou des narines, celles robusles des
épaules ou des fesses, les peaux qui vibrent et celles
qui s’affaissent, celles qui sec soulévent et celles qui
suent, toutes partagent une diffeTence qui n’est pas
celle de deux genres mais bien cette différence en soi
qui fait la peau de part en part.
que se moldean y las que se erizan, las pieles que se pre
sienten y las que se acarician, las pieles muy finas de los la
bios, de los escrotos, de las orejas o de las ventanas nasales,
las pieles robustas de las espaldas o de los glúteos, las pieles
que vibran y aquellas que se hunden, las que se levantany
las que sudan, todas ellas comparten una diferencia que no
es del orden de los dos géneros, sino de esta diferencia en sí
misma que hace la piel de parte en parte.
Jean-Luc Nancy
Versión al español de Cristina Bumeo Salazar
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: -
Primera comunicación
Cuerpo que separa y se separa
61
los mineros. Es decir, es un límite móvil, en despla
yé zamiento, que comprome_te-iiu&va&-Eeladonestjm £yas
configuraciones.
62
es tocado por ellos, ni atraído, ni rechazado. Se vuelve
extraño, enigmático: ¿qué es esta pierna que ya no está
ahí para hacerme caminar o para mantenerme de pie
frente a los otros?
I
v
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63
Segunda comunicación
Psyche: tocar el mundo
65
nes y la percepción son objetos constituidos por miradas
objetivantes, por ejemplo, la mirada fisiológica, quirúr
gica, funcional (por definición...). Se trata de un corte
orientado por fines precisos: ¿cómo funciona?, ¿cómo
nos orientamos en nuestro entorno?, etc. Pero la per
cepción por sí sola, si lo analizamos bien, ya hace apa
recer bastante más que la simple recepción de objetos.
66
La dimensión del “más allá” es entonces la primeray todo
el resto no es más que una reducción, limitación, corte...
De hecho diría: cada psique es extendida a la dimensión
del mundo y aun de varios mundos a la vez (al igual que
cada uno y cada una se extiende en un mundo familiar,
profesional, nacional, internacional, musical, imaginario,
literario, filosófico, religioso, sensitivo, sensual, emotivo),
pero cada vez a “su” manera...y este “su”, esta propiedad,
es la forma singular de la “psique”.
67
Tercera comunicación
Boca que habla y besa
69
cardiacas, movimientos peristálticos de los intestinos,
etc. Los médicoTsaben hasta qué punto toda“5ueTtir
"de fenómenos orgánicos pueden estar vinculados a las
emociones, a un temperamento, es decir, a toda la tona
lidad que nombramos como “afectiva” pero que como
toda tonalidad forma parte de aquello que tú llamas “la
'reflexión” y que consiste siempre en una tensión diver
samente modulada de aquello que podemos llamar in
distintamente “cuerpo” o “alma” (o bien “unión sustan
cial”, como Descartes). " --------
En realidad hay que aprender a dejar de pensar según dos
“sustancias” -que para el mismo Descartes no existen en
sí independientemente la una de la otra sino que son dos
I aspectos distintos pero inseparados de esta “unión”-.
^ DosaspectüTporque esta unión se vuelve hacia el afue
ra, hacia el mundo en el cual actúa y persevera al mismo
tiempo que se relaciona consigo como con una unidad
que “acompaña sus representaciones” (aquí cito a Kant).
No dos realidades sino una realidad que siente las otras
y que se siente sentir también en el modo particular -la
palabra- de una presentación del sentido.
70
tomados como tales cuando yo interpreto, por ejemplo,
un gesto (como un rechazo, un llamado, una tensión)
o bien toda una coreografía. Pero no se trata solamente
de la “forma” del sentido: el cuerpo, la piel, son la ex-
|Tosicíóñ~3erseTTttdo -en efecto, ex-cntura, si quieres-,
es decir, este exceso del sentido fuera del sentido por el
cual el sentido siempre-se-afn rmry sg~evade-al-misrmi
tiempo.
Podemos analizar esto a partir de las palabras que uti
lizas. Dices “forma” del sentido y “materialidad”. Si el
cuerpo es “forma”, entonces él es parecido al significan
te sonoro o gráfico. Pero justamente estos significantes-
- --- ■— * — — »
7i
de la voz fuera de sí (la sonoridad, la tonalidad, el gra
no, etc.). Cuando la boca besa, permanece silenciosa al
tiempo que hace otra cosa en el orden de la palabra y del
sentido: posa su silencio como su contacto mismo, su
atiento y su piel (sus labios) como el afuera de la palabra
y al mismo tiempo una palabra-afuera...
72
El tocar
74
la nariz, como hacen los neozelandeses tradicionales, sin
duda nos besaríamos. ¿Por qué? Porque tocarse la nariz
no es una tradición para nosotros, significa una proximi
dad que quizás puede volverse erótica o puede ser incluso
una proximidad casi médica, ¡hasta indecente! En todo
caso, es un desencadenante de algo, de alguna manera.
Si vamos hacia el otro, ¿el tocar más fuerte es el tocar del
estrecharse (iétreinte)? En español, seria un abrazo, ¿no?
El abrazo, el estrecharse amoroso. ¿Cómo se dice eso en
español?
75
CBS: ¿Y eso depende del grado del tocar, es cuestión de
grado?
76
rencia de lectura hay una diferencia de sensibilidad, y
de sensibilidad en el sentido más amplio de la palabra...
Cuando leo a Kant, es siempre la sensación de leer algo
extremamente lógico, argumentativo, demostrativo, que
no deja lugar a... cómo decirlo... a una suerte de arrebato
enfático, romántico, que va a estar mucho más presente
en un texto de Heidegger. La razón por la cual yo busco
palabras argumentativas, entusiastas, demostrativas o,
digamos, casi proféticas, bueno... es porque todas estas
palabras Temiten a sensaciones, y esas sensaciones per
tenecen a una cierta forma de comprensión. El mismo
Kant dice que al leer a Rousseau se ve obligado a leer dos
veces, porque la primera vez está demasiado impresio
nado {temí) para comprender. Entonces, es interesante
porque tenemos la impresión de que Kant jamás estaba
demasiado conmovido, pero al menos cuando lee, está
conmocionado. Eso quiere decir que en la comprensión
hay una emoción que no reemplaza la significación. Hay
una emoción que acompaña siempre a la significación.
Cuál emoción es, no sé decirlo bien, pero me puedo
imaginar que Kant siente y piensa qué es el ser humano.
¿Qué es el ser humano? Esta es la cuarta pregunta de
Kant, ante la cual dice: “No hay respuesta”. Entonces,
podríamos decir que hay un momento en Kant en donde
aparece una idea sensible y problemática, cargada de pre
guntas, incertidumbres, etc.
Quisiera añadir que la literatura es exactamente eso. La
literatura es el pensamiento proclamado en la sensación
y el sentimiento o el sentir en general. La literatura es lo
77
que toma a su cargo el sentimiento como tal, el mismo
sobre el cual la filosofía siempre puede hablar, por su
puesto, y clasificar los sentimientos, las pasiones, etc.,
pero ella nace a distancia.
79
i^-derna. La habilidad se limita a la construcción del objeto
I de conocimiento, y Kant ya no cuestiona la verdad del
I objeto. Es justamente el propósito de su primera Críti
ca. Y precisamente porque no hay una verdad para los
objetos metafísicos o ya no hay objetos metafísicos, en
tonces hay dos maneras de aproximarse a aquello que
no es un objeto.
Como sabemos, hay dos lados de la razón humana: uno
es el lado práctico, que se halla del lado de la ley. La ley
es simple: la razón se ordena a sí misma actuar de cierta
manera, de tal suerte que la regla de la acción pueda
convertirse en una ley de la naturaleza. Precisamente,
esta voluntad de mi acción tiene que descubrir, inventar
o producir lo que podría ser una ley para la naturaleza,
es decir, una naturaleza nueva y moral. Una ley según la
cual podamos imaginar, representarnos una naturaleza:
Robar, por ejemplo, es un término de la ley; yo puedo
representarme una segunda naturaleza, esta moral, que
funcionaría como la naturaleza, como un conjunto de
reglas autónomas. En la segunda Crítica, Kant habla de
la típica, de la razón práctica: dice que no hay esquema
para la moral, hay una típica, podemos darnos a noso
tros mismos la representación de la naturaleza.
Y el otro lado deí objeto es precisamente: ¿Cómo puedo
entender la finalidad del hombre y de la naturaleza? O
más bien, ía finalidad del ser humano. Porque compren
do que la finalidad de la naturaleza es el ser humano. El
halla su ser en la finalidad. ¿Cómo puedo pensar en la
finalidad? Kant descubre que hay un tipo de juicio que es .
8o
precisamente un juicio de finalidad sin un objeto, y que
este juicio es estético.^Se trata de Iasensibilidad, en cier
to sentido. O, si quieres, pasemos a considerar la primera
Crítica de Kant.
Cuando hablamos de estética a propósito de Kant, pri
mero pensamos en la estética trascendental de la prime
ra Crítica, que necesitamos comprender de manera más
profunda. En Occidente, decimos que la forma se halla
a priori de la sensibilidad; allí ya hemos “aplastado” la
idea de sensibilidad sobre la idea de forma. Si digo “espa
cio tiempo”, no parece algo muy sensible, sino más bien
geométrico, pero se trata de la sensibilidad: todo lo que
percibimos, lo percibimos en el espacio y en el tiempo.
En la primera Crítica, eso adelanta la posibilidad de la
construcción de objetos de la experiencia que están en el
espacio y en el tiempo y que, por otra parte, son acordes
a una aprehensión del entendimiento, es decir, a los con
ceptos; y en realidad los objetos queTesponden a esta do
ble condición no son para Kant ios objetos matemáticos
y físicos. Cuando hablamos de la primera Crítica, hay
que recordar que se trata ya de la sensibilidad y no sola
mente de la doble abstracción del espacio y del tiempo.
Con Kant, hay que entender que él no se contenta con
establecer la legitimidad de un conocimiento que per
manece sin embargo de una manera dominante inte
lectual, pues el conocimiento de los objetos es mate-
matizable, y que aunque esto procede de una atención
por lo sensible, justamente da a lo sensible el estatuto
de trascendental, la condición a priori de la experiencia.
81
A partir de allí es necesario comprender que no sólo la
estética viene a la filosofía como tema filosófico, sino
mucho más, que el juicio estético se convierte en una
parte de la filosofía. En conclusión, es posible hablar de
una verdad que puede ya no ser la verdad de un objeto,
sino la verdad de un sujeto sensible, es decir, estético.
Lo que está en juego en este momento es que ya no es
posible pensar en una verdad filosófica o conceptual. Ya
no es posible pensar solo con un objeto de conocimien
to constituido. Esa es una experiencia que Kant mismo
construyó. Él dice en la introducción a la primera C rí
tica que el ser humano viene hacia la naturaleza con
una experiencia imaginada y soñada de acuerdo con un
concepto. Pero fuera de este reino del objeto de conoci
miento, en el reino de la finalidad, entonces, tenemos
que obtener un sentido bastante distinto de experien
cia: precisamente la experiencia sensible. ¿Y qué está
dado en la experiencia sensible? Por un lado, está dado
que la experiencia sensible se halla completamente en
la multiplicidad. Lo que tú sientes y lo que yo siento
nunca pueden ser lo mismo. Así que tenemos la relati
vidad pura. Pero al mismo tiempo está la pregunta por
lo estético, por el arte, por la belleza... Al mismo tiem
po yo experimento que tu sentimiento es como el mío.
Incluso... yo dina que esta experiencia no es abstracta,,
no es puramente intelectual. Pero quizás yo siento algo.
Asi que hay una posibilidad para las obras de arte: la
posibilidad de producir objetos y de producirlos a fin de
hacerme un llamado a sentir algo. El artista dice algo y
82
ella o él apela a mí, dice algo. Entonces yo siento, com
prendo, hago parte de algo. Piensas en algo así y sin em
bargo hay una experiencia en un sentido muy diferente
del sentido de la experiencia científica o racional, que es
justamente la experiencia sensible. De cierta manera,
yo afirmaría que la primera Crítica de Kant no habla
sino de este hecho.
Por lo menos estamos seguros de que somos percibidos
por el otro. Yo veo que ustedes me pueden ven Por su
puesto, no veo lo que ustedes ven, pero tengo aquí en mi
pantalla una imagen mía de retorno, y de ustedes, una
imagen de Cristina, Norman .está allá, y Jean-Luc, pero
la única imagen que tenemos es la que cada uno de no
sotros ve. No tenemos la misma forma, somos diferentes.
Yo no puedo percibir la misma imagen que ustedes, ni
escuchar el mismo sonido, ni tocar de la misma manera,
pero veo, escucho, toco también. Cuando toco, percibo
algo del sentir del otro.
En Kant, a través de la multiplicidad, la relatividad, las
sensaciones individuales, hay algo que se esfuerza por
alcanzar un acuerdo. Es la posibilidad de universalidad
al mismo tiempo que la particularidad del juicio de cada
,uno. Hay un esfuerzo de juicio que es particular pero que
no se halla limitado a lo particular, porque aquello que
está limitado a lo particular es el juicio puramente sen
sible: yo siento frío, y tú no. Pero el juicio estético es el
juicio que tiende a lo universal a través de lo particular.
La idea misma de lo bello implica que pueda haber un
acuerdo entre todos los sujetos a través de ese particular.
83
CBS: Algo bello que ambos vemos nos situará entonces
entre lo universal y lo particular. Esta flor, por ejemplo,
nos llevará a discutir sobre nuestro juicio particulary so
bre la belleza al mismo tiempo.
84
Cuando le preguntaron por qué haría lo que haría... -no
sé cómo decir esto en inglés, pero sí en español- Cézan-
ne respondió: “¡Los otros no tienen cojonesV’ Afirmación
machista aparte, bueno... Cézanne es asunto complicado,
pero decir cojones... Un filósofo francés, Jean-Claude Le-
bensztejn, escribió un pequeño libro titulado Les couilics
de Cézanne. En francés, corniles es cojones, así como en
español, el mismo uso: cojones significa valentía, es una
virtud masculina, otra vez, afirmación machista aparte.
Quizás yo entendería el coraje en el sentido militaT, pero
en el sentido de armarse de cierto tipo de coraje para ir
hacia una sensibilidad que es el inicio único de lo sensible.
Ir hacia otra sensibilidad es una manera de ir más y más
allá hacia adentro de lo que yo llamaría un sentido de la
sensibilidad (ásense ofsensibilitj). Es ir exactamente haría
aquello que precisamente no puede serredurido a la verifi
cación, al entendimiento. Es ir hacia una sensibilidad nue
va: la sensibilidad por lo sensible en su estado naciente.
Cervantes en Descartes
86
/ a m n ot tn the m ood, no tengo deseos de decirte el
nombre. I am n ot in the m ood. Laprimere frase del
Q uijote se reí,ere al sentimiento. P^Teít'onces. ;oor
qué no estaña el de animo para decir el
iniciode un iÍ.bro_cpn d u ce_¡kiñ ^
el asunto con la ficción: puede parecer que hay un sen-
' timiento negativo hacia la verdad,' pero no se trata de
una negativa con respecto a la verdad, sino de una ne
gativa hacia la idea de verificación, de correspondencia
entre algo que yo digo y algo que existe. Por ejemplo,
en lo que respecta al nombre de un lugar. Eso no tiene
nada que ver con la exactitud de la verdad.
Para diferenciar, yo podría decir: esta es mi voluntad,
escribo lo que deseo. Es una “buena voluntad”, no
quiero: decir el nombre. Esta es la característica de la
ficción, su carácter mismo. Se trátamenos de presentar
las cosas.imaginadas y más de entrar en el mood. Eso
también está en la primera parte de la primera Critica.
Allí, Kant dice: “¡atención!”, hay un m ood de puesta en
guardia.;
Hablar de Cervantes es hablar del discurso de Descar
tes.- ¿Pero por qué Descartes? Él ama la novela de caba- ..
llería. Le gusta. Una vez más, es un asunto del sentir.
Me gusta la fábula, dice. Ahora recuerdo una frase en
francés que dice: j' a im a it 1agen tü lesse des contes, “me
gustaba la forma amable de los cuentos . Volviendo a
Descartes, diría: los cuentos son solamente historias .y
las novelas de caballería no son otra cosa que. inven
ciones. No dicen la verdad. Decidí evocar algo que me , .
hable solo a mí, diría Descartes, y entonces escribe:
construir un suelo que fuese todo para mí3.
En lugar de diferenciar su pensamiento™ relación con
losjilósc>fos que lo han precedido, Descartes s e ^ r ^ T
cía en relación con IFlíleVatura. Yo creo que eso subrava
aun más la importancia del pensamiento espanóTTf^
de~~Jescartes. Por supuesto, España es muy impHHSETp
por todos los motivos de la ilusión, de lo real, l a fiT ^ T
la verdad, motivos muy españoles de la épocaTTavtá'n
es sueño, todo esto pasó a Francia. La ilusión r.Ámim
Corneille, por ejemplo, es una pieza española, allí hay
un sistema completQ_de_ilusión. una esrpna *nhre
escena...
Cervantes, con el Quijote, es decir adiós a la novela de ca
ballería, es decir adiós al mundo de la ficción. Cervantes
también quiere salir de la novela de caballería. Pero, mien
tras para Descartes se trata de hallar un camino que no sea
el camino de la ficción, para Cervantes, por el contrarío,
es una vía para abrir la posibilidad de la ficción sobre la
ficción. El Quijote de Cervantes es, al mismo tiempo, la prí-
. mera novela moderna y la primera en donde el héroe, Don
1 Quijote, puede leer su propia historia escrita en un libro.
3 Nota de edición: Descartes no siempre se refirió de la misma manera
a la novela de caballería. Sobre esto, ver el ensayo “Descartes lecteur
des román de chevalrie” de Pascal Dumont. Le stt/le des philosophes,
Besan^on: Presses universitaires de Franche-Comté, 2007 . Allí, Du
mont se refiere a una forma de escritura, “la novela de caballería, que
Descartes menciona en los años 1630 , para subrayar su incompatibi
lidad con el pensamiento filosófico. Esta permitirá definir a contrario
un estilo filosófico cartesiano. Descartes retomará la pregunta en los
I
P
años 1640 a fin de hacer del lector de novelas un ejemplo de la actitud
sabia. Esta evolución paradójica quizás permitirá aclarar indirectamente
el punto de convergencia de las diversas escrituras cartesianas.” (p. 63).
88
Con esto, Cervantes muestra que la ficción se reconoce
a sí misma como ficción y quizás que este conocimiento
de sí misma es precisamente lo que la literatura dice de
sí misma y que no puede ser filosofía. De cierta manera,
la filosofía jamás puede mostrar que sabe lo que ella es.
Yo sé que estoy haciendo filosofía. En la filosofía, sé que
tenemos que luchar frente a la posibilidad de verificación
para testificar $obre todos los conceptos que usamos, etc.
Cada filósofo debe convenir en que éstos no pueden llegar
M hasta el final. Todo gran filósofo hallará un punto en don-
U de no conocerá la verificación, la verificación tendrá que
A ser suspendida. Para Kant, este punto es la libertad. Kant
dice que la libertad es la cúspide de todo el edificio de la
razón pura, y que la libertad no puede ser conocida. Pero
yo diría, con Hegel, que el punto en que la filosofía ya no
está en la verificación es el punto en que ella goza de sí
misma. Es una relación consigo misma, el concepto goza
de sí mismo, dice Hegel.
El goce y el sentido
89
sóficamente hablando, está ya en Aristóteles, también en
Kanty en Hegel, y es lo que, por ejemplo, logra ver Freud.
Entonces, ¿cuál seria la diferencia entre lo que introduce
Kant y que usted encuentra valioso, y lo que ya se halla
en el tratado Perí psyche' (Sobre el alma) de Aristóteles,
respecto, por ejemplo, de los sentidos, del tacto especial
mente? ¿Cuál seria la diferencia entre lo que introduce
Aristóteles en Penpsychéy lo que introduce Kant en la
filosofía moderna respecto de la sensibilidad?
90
espera, en el sentido de una potencialidad. Con Kant, está
justamente lo que se manifiesta por vía de lo sensible, es
decir, a la vez es una comunicabilidad, un carácter demo
crático, potente. Mientras que antes de él, los filósofos
jamás son demócratas. Hay que estar en la soledad, en la
meditación, pero al mismo tiempo todo el mundo puede
acceder. La dimensión solitaria es la dimensión de todo.
Y con Kant están ambas cosas. Está la verdad del obje
to, verdad que es aquella del técnico de la racionalidad.
Y hay otra verdad, que es posible para todo el mundo,
compartida por todo el mundo, y que al mismo tiempo,
justamente, no puede ser formulada como un objeto. Y
entonces es a la vez una promesa y una inquietud. Como
la democracia;
92
El límite en el cuerpo
y el limite en el lenguaje
93
CBS: En la última sesión, habíamos hablado de la in
tencionalidad del enunciado en Nancy. Quería partir del
término “enunciado”. En la última reunión, Ruth, decías
que el enunciado tiene un sujeto. Si somos un cuerpo,
como lo afirma Nancy en Corpus, el enunciado, la escri
tura, modelan el cuerpo mismo, ¿no?
94
El sentido no viene de afuera ni de una divinidad, ni por
ley natural, sino que es otro orden, el del lenguaje que
constituye al cuerpo a través de ese agregado de partes.
Nancy afirma: “Derridayyo nos ubicamos fuera del sen
tido”. En el mismo acto de agregación de partes del cuer
po a través de los síntomas, el cuerpo se da un sentido.
95
Esteban de tos Reyes: La pst/chc es en realidad la exten
sión del cuerpo en el espacio, no se halla en el orden de
la representación.
96
RG: Sí, el cuerpo es también espacialidad. No puedes
ocupar el espacio del otro. Lo imposible del inconscien
te (Freud), el ser tocado, es un tema de lo psíquico. En
cuanto es tensión pura, el cuerpo no puede tocar ni ser
tocado, porque al ser espacialidad no puede estar en el
espacio del otro. Es el deseo de tocar al otro, de asir lo
otro, lo que nos hace pensar que es posible y lo que cada
vez se actualiza en el proceso de cualquier relación que
se busca con cualquier otro.
97.
Filosofía y literatura
98
/
CBS: Suele pasar que la imagen poética, cuando no esta
inscrita en la construcción de un sistema de conceptos
filosóficos, puede ser acogida por la filosofía. Deleuze
y Raymond Roussel, Heideggery Holderlin... A veces la
filosofía reconoce su pasado en la poesía. Tiene que ver
con el comentario que hace Nancy sobre Descartes re
conociéndose en Cervantes, no necesariamente ni solo
en la filosofía que lo antecede.
99
EDLR: Me gustaría volver sobre Deleuze respecto del
arte, cuando habla de llegara la fuente y dice que la mú
sica trata de transmitir esa fuente de una manera más
directa. El músico lo hace de una manera más directa,
igual que el poeta. La filosofía, por su lado, construye
para transmitir. Tal vez hay estética en Nancy, como dice
Rut, no estoy seguro, pero en todo caso ese lenguaje
marcado de manera distinta buscaría transmitir de ma
nera más directa la fuente, la fuente del cuerpo mismo,
precisamente, sin pasar de manera forzosa por la cons
trucción de un sistema.
ioo
ver con la ruptura de la representación. Tras la sensación,
el sentido, el significante, ¿qué queda? La respuesta de
Nancy frente a esa pregunta lo saca enseguida de una
posmodernidad pantanosa, leve, no se trata de eso.
10 2
cuerpo. Nancy piensa un cuerpo desde la filosofía, que
necesita de una sintaxis y una lógica de la frase. Ese
cuerpo necesita de la sintaxis del lenguaje, que no nece
sariamente dará cuenta de la fragmentación del cuerpo
en la filosofía de Nancy.
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