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Licenciatura: PSICOLOGÍA 8° Semestre ANTEPROYECTO

Propuesta de Intervención para la Prevención de los Posibles Problemas del Apego

MANUAL PREVENTIVO DE POSIBLES PROBLEMAS DEL APEGO Proyecto Terminal II Brenda Díaz
Vargas

Asesor: Lic. Edith García Martínez Cancún, Q. Roo. Martes 28 de Mayo de 2013.INDICE

ABSTRACT

El presente trabajo tiene la finalidad de lograr que las adolescentes embarazadas desarrollen
un vínculo sano con sus bebés, haciendo uso de un manual de intervención temprana, el cual
tendrá como base fundamental la teoría del apego y distintos enfoques psicoanalíticos, los
cuales centran su interés en las relaciones de objeto. Diseñado para capacitar a cualquier
persona que esté en contacto directo con adolescentes embarazadas y con madres-bebés, de
manera que se pueda detectar y prevenir posibles problemas del apego.
Introduccion

.1 Tema Prevención de posibles problemas del apego 1.2 Título Manual preventivo de posibles
problemas del apego 1.3 Planteamiento

Propuesta de Intervención Grupal para mujeres embarazadas como medio de Prevención para
los posibles problemas del apego 1.4 Objetivo General Informar a las madres embarazadas
sobre el apego 1.5 Objetivos Particulares

Observar la conducta de la madre embarazada para la prevención de posibles problemas del


apego.

Mejorar la interacción madre-bebé para el desarrollo de un vínculo sano y seguro en el niño.

1.6 IntroducciónEl presente trabajo es una investigación cualitativa de tipo documental, que
tiene la

finalidad de proponer una propuesta de intervención para la prevención de los

posibles problemas del apego en mujeres embarazadas y tiene el objetivo de

promover un vínculo saludable entre madres y sus bebés para el mejoramiento de la

calidad de vida de ambos.

De acuerdo con el censo de población del 2010 del Instituto Nacional de Estadística y

Geografía (INEGI) de cada 100 niños que naces en Quintana Roo, 44 lo hacen en el

municipio de Benito Juárez; el Hospital General de Cancún, registra cerca de siete mil

nacimientos al año de los cuales 33% son de madres menores de 19 años de edad.

En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Perinatología y la Asociación

Psicoanalítica Meicana se describe la importancia de la Intervención Temprana para

las madres y sus bebés, ya que se debe tomar en cuenta la posibilidad de depresión

en la mujer en la etapa perinatal, la cual puede causar una falla en el vínculo madre-

bebé. (Lartigue, 2008)

La conducta de Apego es definida por Bowlby (1983) como “cualquier forma de

conducta que tiene como resultado el logro o la conservación de la proximidad con

otro individuo claramente identificado al que se considera mejor capacitado para


enfrentarse al mundo”.

El trastorno de Apego Reactivo cubre una serie de problemas de comportamiento que

se observan frecuentemente en los niños que no han recibido suficiente atención

durante los primeros años de vida. (Rygaard N., 2008)

La realización del manual de Intervención es de vital importancia ya que puede

facilitar a las madres la comprensión acerca de un vínculo sano con su bebé y su

repercusión en el desarrollo psicológico en la niñez, adolescencia y adultez.

El manual preventivo de posibles problemas del apego tendrá como objetivo mostrar

la importancia de las relaciones tempranas, su influencia en el desarrollo humano y

en la génesis de la psicopatología, enfatizando la relevancia de la calidad de estas

relaciones para la promoción de la salud mental de las madres-bebés, para la

prevención de psicopatología posterior.II. MARCO CONCEPTUAL

2.1 Apego

2.2 Tipos de Apego

2.2.1 Apego seguro-autónomo

2.2.2 Apego Ambivalente-resistente

2.2.3 Apego Evitativo o Elusivo

2.2.4 Apego desorganizado-desorientado

2.3 Trastono de Apego Reactivo

2.3.1 ¿Qué es el Trastorno de Apego Reactivo?

2.4 El nacimiento del vínculo

2.4.1 La prehistoria del vínculo

2.4.2 Los albores del vínculo

2.4.2 Desarrollo de la madre y el bebé

2.5 Observaciones de la Interacción Temprana

2.5.1 Etapas en la Interacción Temprana

2.5.2 Aspectos Esenciales de la Interacción Temprana

2.6 El Vínculo Afectivo

2.7 El apego Afectivo Temprano: Un reto Mundial2.1 APEGO

Los estudios más detallados del fenómeno del apego fueron realizados primero por

etólogos en animales pequeños, luego por psicológos y psiquiatras, y finalmente por


pedíatras.

Desde el desarrollo de los servicios hospitalarios de pediatría, el pesado tributo que

debían pagar los niños de pecho debido a las infecciones en los nosocomios. Tras la

segunda guerra mundial, aparecen los trabajos de Anna Freud y Dorothy Burlingham

sobre los efectos causados por la separación de los bebés y sus familias. (Freud, A y

D. B. 1947)

La separación y los efectos de la ausencia materna fueron popularizados por René

Spitz (1965) describió, bajo el nombre de hospitalismo, los efectos de las

separaciones precoces, que originan la depresión por dependencia o la depresión

anaclítica. John Bowlby (1951) recibió de la OMS (Organización Mundial de la Salud)

el cargo de reunir todos estos estudios sobre los efectos producidos por la falta de

cuidados maternos. Bajo la dirección de A. Ainsworth (1961), se hizo una inmediata

revaluación de estos efectos: se pensaba que la depresión por separación afectaba

sobre todo a los lactantes que padecían “lesiones cerebrales menores”. (Lebovici,

1995)

Lebovici (1995) menciona que los trabajos sobre las terribles consecuencias de la

separación madre-bebé, confirmaban también las hipótesis fundamentales de S.

Freud sobre la génesis de la representación mental. Lebovici (1995); cita a Freud, el

bebé nace, en efecto, totalmente dependiente de los cuidados maternos, con los

cuales forma una unidad indisoluble. Omnipotente, puesto que no se distingue de su

madre, cuya vigilancia le asegura cuidados perfectos, y luego encerrado en su

narcisismo, el recién nacido está también en un estado de angustia que es

constantemente colmado por estos cuidados, lo que le permite inscribir las huellas

mnémicas de sus experiencias de satisfacción.Lebovici (1995) cita a D. Winnicott mencionando


que ha completado y profundizado

los puntos de vista freudianos, y lo ha hecho con una eficacia poco frecuente de la

fórmula metafórica al describir en su experiencia de los cuidados maternos, el

“holding y el handling (manipulación)”: según él, la madre es un objeto de la realidad y

del mundo de las representaciones. Este holding y esta manipulación, dentro de un

ambiente de juego, no impiden que la madre constantemente viva y/o exprese su

ambivalencia: el inquieto bebé debe aprender a sobrevivir y a separarse de su madre


gracias a un área “yo-no yo”, que es un área de juego y de cultura. Así es como

constituye su sentimiento de estar continuamente vivo y como organiza eso que

Winnicott denomina su “self”. (p.12-13)

Los psicoanalistas Klenianos piensan que para el recién nacido no existe diferencia

entre el objeto psicológico de la realidad y los fantasmas que lo representan: el bebé

quiere apropiarse de su madre, a quien no posee y quien se vuelve mala porque no le

pertenece a él o porque le pertenece a su padre. Es buena madre cuando puede

incorporarla como un buen alimento, pero se convierte en seno malo porque su

envidia lo ha dañado. (p.13)

2.2 TIPOS DE APEGO

El concepto de apego alude a la disposición que tiene un niño o una persona mayor

para buscar la proximidad y el contacto con un individuo, sobre todo bajo ciertas

circunstancias percibidas como adversas. Esta disposición cambia lentamente con el

tiempo y no se ve afectada por situaciones del momento. La conducta de apego, en

cambio, se adopta de vez en cuando para obtener esa proximidad (Bowlby, 1976,

1983, 1988).

En particular, los bebés despliegan conductas de apego tales como llorar, succionar,

aplaudir, sonreír, seguir y aferrarse, aunque no estén claramente discriminando para

dirigir esas conductas hacia una persona específica (Ainsworth, 1970; Bowlby, 1976,

1983, 1988).La conducta de apego es definida por Bowlby (1983) como “cualquier forma de

conducta que tiene como resultado el logro o la conservación de la proximidad con

otro individuo claramente identificado al que se considera mejor capacitado para

enfrentarse al mundo. Esto resulta sumamente obvio cada vez que la persona está

asustada, fatigada o enferma, y se siente aliviada en el consuelo y los cuidados. En

otros momentos, la conducta es menos manifiesta” (Bowlby, 1983, p. 40).

Mary Ainsworth combinó la observación de la interacción de madres y bebés en casa

con la respuesta a un procedimiento de laboratorio que sometía al bebé a reuniones y

separaciones con la madre y a reuniones y separaciones con un extraño, el llamado

Procedimiento de la Situación Extraña. Con base en sus observaciones dio con tres

patrones de vínculo (Ainsworth, 1979; Bowlby, 1988; Bretherton, 1990, 1999; Main,

1999).
2.2.1 Apego Seguro-Autónomo

La relación favorable hacia la madre observada en el hogar fue identificada por el

evidente placer del bebé por el contacto físico, ausencia de ansiedad en relación con

separaciones breves y un uso inmediato de la madre como una “base segura” para la

exploración y el juego. Bajo circunstancias no familiares, en contraste, los bebés de

este grupo usan a la madre como una base segura desde la cual explorar en los

episodios preseparación. Su conducta de apego se intensifica significativamente

durante los episodios de separación, por lo que la exploración suele disminuir y es

probable que haya malestar, pero en los episodios de reunión buscan contacto con,

proximidad hacia o al menos interacción con la madre (Ainsworth, 1979).

2.2.2 Apego Ambivalente-Resistente

En casa el bebé se observa activamente ansioso, pero también a menudo

sorprendentemente pasivo. En condiciones no familiares, estresantes, aparece una

preocupación exagerada hacia la madre y su paradero, con la exclusión del interés en

el nuevo ambiente. Expresiones elevadas, confusas y prolongadas de ansiedad, y a

veces también rabia, continúan durante todo el procedimiento. En La Situación

Extraña estos bebés tienden a mostrar signos de ansiedad aún en los episodios

preseparación, presentan mucho malestar con la separación y también en losepisodios de


reunión (Ainsworth, 1979).

2.2.3 Apego Evitativo O Elusivo

Se caracterizan por ser en su mayoría activamente ansiosos en casa. Permanecen

enojados y exhiben malestar frente a las separaciones más breves. Por el contrario,

en la Situación Extraña aparece un marcado comportamiento defensivo. Esto se ve

en una insistente focalización en la exploración durante todo el procedimiento, junto

con la supresión de las expresiones de rabia, ansiedad y afecto hacia la madre. Los

bebés evitativos raramente lloran en los episodios de separación y, en los episodios

de reunión evitan a la madre.

Ainsworth (1979) interpretó que estos bebés respondían al elevado stress impuesto

por la Situación Extraña en la forma de un proceso activo (aunque no necesariamente

consciente), que inhibe las manifestaciones emocionales y conductuales del vínculo

(Ainsworth, 1970; Main, 1985, 1995, en Main, 1999). Planteó que el comportamiento
de estos bebés era defensivo, porque se parece al de niños separados de sus

madres por periodos más prolongados, denominado por Bowlby conducta de

desapego (Ainsworth, 1979).

2.2.4 Apego Desorganizado-Desorientado

Mary Main y Judith Solomon revisaron grabaciones de bebés encontrados

“inclasificables” entre 1986 y 1990, y crearon la cuarta categoría de organización del

vínculo, que se suma a las originales de Mary Ainsworth (Fonagy, 1993; Main, 1999.

El patrón desorganizado (Main, 1987; 1991, en Fonagy, 1993) o grupo D puede bien

indicar la ausencia de comportamientos defensivos disponibles, o el uso de las

conductas más extremas, como la autoagresión o la paralización. Main y Solomon

(1986, 1990) describieron a esos niños como faltos de estrategia (Main, 1999). Son

niños que parecen aturdidos, paralizados, que establecen alguna estereotipia, que

empiezan a moverse y luego se detienen inexplicablemente (Bowlby, 1988).

El comportamiento bizarro e inconsistente del grupo D es más característico de los

niños severamente descuidados por sus figuras paternas o maltratados (Fonagy,

1993). Este patrón se desarrolla también en parejas en las que la madre tiene una

grave enfermedad afectiva bipolar y trata al niño de manera imprevisible, o conmadres que
han sufrido experiencias de maltrato físico o abuso sexual durante la

niñez, o la pérdida no resuelta de una figura parental durante esa etapa de la vida

(Bowlby, 1988).

2.3 TRASTONO DE APEGO REACTIVO

Rygaard (2008) menciona que los niños y jóvenes difíciles y violentos parecen

confirmar la idea de que el ser humano es uno de los animales más agresivos que

existen, pero en realidad con sus comportamientos denuncian que los adultos

responsables de sus cuidados y su educación no fueron capaces de brindarles desde

que nacieron un entorno afectivo y respetuoso con respecto a sus derechos y

necesidades.

Las bases fundamentales para los comportamientos constructivos y los que producen

felicidad se adquieren a través del contacto físico y emocional con la madre.

(Rygaard, 2008)

El balanceo materno, que comienza cuando el bebé está en el útero y continúa con el
mecimiento de los recién nacidos y los lactantes, constituye una acción fundamental

para el correcto desarrollo del cerebro, en especial del cerebelo. Este último es el que

modula la producción de dos neurotransmisores: la noradrenalina y la dopamina.

Ambas hormonas se encuentran anormalmente aumentadas en los niños

abandonados carentes de afecto y de cuidados, lo que explica la hiperactividad,

comportamientos violentos que estos niños presentan y las adicciones futuras en el

período adolescente. (p.20-21)

Otras investigaciones han mostrado que la ausencia de contacto y la falta de

cuidados hacen que el cerebro produzca más adrenalina, lo que también predispone

a comportamientos más activos y agresivos. Mientras menos cuidados y protegidos

estén los niño, más agresivos tendrán que ser para sobrevivir; este daño se

manifiesta por un comportamiento social desorganizado, lo que se denomina

trastorno de apego reactivo grave.

Resulta evidente que la calidad de la especie humana podría mejorar si todos los

niños del mundo recibieran los cuidados, el amor, el respeto y la educación que

merecen. (p.21)2.3.1 ¿Qué Es El Trastorno De Apego Reactivo?

El trastorno de apego reactivo grave se aplica a los niños que han sufrido tantas

privaciones y estrés en su vida temprana que métodos más tradicionales, tales como

la psicoterapia, no pueden ayudarles.

La característica común de los niños con trastorno de apego reactivo grave es una

habilidad muy reducida para responder emocional y socialmente de una manera

adecuada; cubre una serie de problemas de comportamiento que se observan

frecuentemente en los niños que no han recibido suficiente atención durante los

primeros años de su vida. (Rygaard, 2008)

2.4 EL NACIMIENTO DEL VÍNCULO

El embarazo de cada mujer refleja toda su vida previa a la concepción. Las

experiencias con su propia madre y su propio padre, sus posteriores experiencias con

el triángulo edípico y las fuerzas que la llevaron a adaptarse a éste con mayor o

menor éxito y por último a separarse de sus progenitores, todo esto influye en su

adaptación a su nuevo rol.

2.4.1 La Prehistoria Del Vínculo


Como menciona Brazelton (1993), la sensación subjetiva de pertenecer a un sexo

parece desarrollarse desde el comienzo de la vida, bajo la influencia de fuerzas tanto

biológicas como ambientales.

1. Influencias Hormonales: en los seres humanos las hormonas intervienen en el

desarrollo de los genitales externos y posiblemente, en el desarrollo del cerebro, lo

que determina la conducta es la interacción de esas fuerzas biológicas con los

factores ambientales. (p.26)

2. Sexo asignado: en el nacimiento, al bebé se le asigna un sexo sobre la base de la

apariencia de los genitales externos. Esta asignación cumple un rol determinante en

el desarrollo de la identidad de género. Money y Ehrhardt probaron que para los dos

años de edad,la identidad de género ha quedado fijada en la mente del niño. (p.27)

3. Diferencias conductuales innatas: la actividad motríz del bebé masculino parece

ser más vigorosa, pero de breve duración en cada acto motor, parecen fijar la vista enobjetos
durante lapsos más breves pero más activos; las niñas presentan la conducta

motríz más moderada y decae con mayor lentitud y muestran mayor lentitud en fijar la

atención, pero prestan atención durante lapsos más prolongados. Aunque estas

diferencias sexuales innatas son menos pronunciadas que las diferencias

individuales no relacionadas con el sexo, pueden influir en la interacción temprana.

(Cramer, 1971) (p.28)

4. Actitudes de los padres: desde el primer reconocimiento de la identidad sexual del

bebé, los progenitores experimentan sentimientos diferentes hacia un bebé varón y

hacia una niña. La madre sin duda verá partes de sí misma más fácilmente en una

niña, y tenderá a elegir al varón en un complemento de ella misma. Los padres no

pueden sino desear un hijo varón con el cual identificarse, y una niña hacia la cual

albergar sentimientos más tiernos. El modo de sentir de los progenitores la

masculinidad y la feminidad tendrá una poderosa influencia en la identidad de género

y se transmitirá al bebé de maneras sutiles a través de cada interacción. (p.28-29)

5. Sensaciones Corporales e imágenes mentales: las sensaciones del bebé en

desarrollo, especialmente en torno a los genitales, pueden influir el concepto psíquico

de pertenecer a un sexo o al otro. Dado que los genitales del varón están más

expuestos y más accesibles al tacto del niño mismo y de quien lo cuida, las
experiencias tempranas con la exploración, la masturbación y la valoración de los

propios genitales pueden determinar una mayor propensión al exhibicionismo y a la

exteriorización de la sexualidad en el varón. La niña tiene más tendencia a la

intimidad, a la curiosidad por sus genitales y por el significado y el valor de éstos, y a

interiorizar la sensación. (p.29-30)

EL DESEO DE TENER UN HIJO

El deseo de una mujer de tener un hijo es producto de muchos motivos e impulsos

diferentes. Entre ellos se encuentran la identificación, la satisfacción de diversas

necesidades narcisistas y los intentos de recrear viejos lazos en la nueva relación con

el hijo.

1.Identificación: todas las mujeres han experimentado alguna forma de cuidado

materno. Cuando una niña recibe cuidados, es probable que conciba la fantasía de

convertirse en la persona que cuida, en lugar de la que es cuidada. Los que la


rodeanprobablemente se deleiten con sus imitaciones, por lo que las reforzarán y

fortalecerán su identificación inconsciente con la madre y las figuras maternales. (p.

31-32)

2. El deseo de ser completa y omnipotente: el deseo de ser completa es satisfecho

tanto por medio del embarazo como de un hijo. En algunas mujeres predomina el

deseo de estar embarazada: el embarazo ofrece una oportunidad de ser plena, de ser

completa, de experimentar su cuerpo como potente y productivo.

El deseo narcisista de completarse una misma a través de un hijo es más

diferenciado: la madre contemplará al hijo deseado ante todo como una extensión de

su propio sí mismo, como un apéndice a su cuerpo; la niña realza su imagen corporal,

dándole una dimensión adicional que puede ser exhibida con orgullo. (p. 33-35)

3. El deseo de fusión y unidad con otro: junto con el deseo de ser completa está la

fantasía de la simbiosis, de la fusión de una misma y el hijo. Y junto con este deseo de

unidad con el hijo está el deseo de volver a la unidad con la propia madre de una.

Después del parto, el desarrollo y el mantenimiento de actitudes maternales de

vínculo dependen de que la mujer recobre estas fantasías de unidad con su propia

madre. El futuro hijo encierra la promesa de una relación estrecha, del cumplimiento

de las fantasías infantiles.


4. El deseo de reflejarse en el hijo: incluye la esperanza de que la madre habrá de

duplicarse, esta esperanza mantiene viva una sensación de inmortalidad: el hijo

representa una promesa de continuación, una encarnación de estos valores. La

fuerza de esta filiación crea infinitas expectativas; el hijo será portador de los rasgos

de la familia, del apellido,etc… “Reflejar” el sueño de la mujer de tener un bebé que

corresponda a su ideal a la perfección, que duplique el sí-mismo ideal de ella y que le

haga saber lo satisfactoria que es como madre. Incluye también el deseo de ver

reflajadas en el hijo las marcas de la propia creatividad y de la capacidad de la mujer

de ser madre. (p. 35-36)

5. Cumplimiento de ideales y oportunidades perdidos: los progenitores imaginan que

su futuro hijo tendrá éxito en todo aquello en que ellos fracasaron. Estos deseos

preparan a la madre para el vínculo; ella debe ver a su hijo como algo único, como un

potencial redentor de esperanzas perdidas y como un ser con pleno poder paracumplir sus
deseos. La naturaleza les da a las madres nueve meses para albergar

dudas, temores y ambivalencia en torno al hijo que vendrá. Estos sentimientos

aparecen contrarrestados por la importante fantasía del hijo perfecto. Cuando llegue

el momento, el bebé ofrecerá a la madre la certeza de que ella puede crear, que su

cuerpo funciona bien y que sus ideales y esperanzas incumplidos por fin se harán

realidad. Esperanza que contribuye a mantener a las madres en un estado de ilusión

anticipante positiva durante el embarazo y a protegerlas del agobio de la duda y la

ansiedad. (p. 36-38)

6. El deseo de renovar viejas relaciones: un hijo encierra la promesa de renovar viejos

lazos, los amores de la niñez, por lo que se le adjudicarán atributos de ciertas

personas importantes en el pasado del progenitor. En una situación de análisis, el

futuro hijo es un objeto de transferencia; los sentimientos y relaciones inconscientes

de los padres serán transferidos al hijo. En este sentido, el futuro hijo es un reparador,

por cuanto encierra la promesa de recrear relaciones inactivas que fueron

gratificantes en el pasado. (p.38-39)

7. La oportunidad tanto de reemplazar como de separarse de la propia madre: en su

deseo de tener un hijo, la mujer experimenta una singular forma de doble

identificación. Se identificará simultáneamente con su propia madre y con su feto, y


así representará y elaborará los roles y atributos tanto de la madre como del bebé,

sobre la base de experiencias pasadas con su madre y ella misma como bebé. El

resurgimiento de la relación con su propia madre es un proceso muy intenso durante

el embarazo. Se puede revelar en los sueños, en los temores y en un acercamiento a

la madre. Podría surgir una nueva relación. En los casos en que esta relación se forjó

con muchos conflictos, es posible que esta evolución quede frenada y que el conflicto

se intensifique.

Al reacomodar los sueños y las emociones de la madre, estos factores preparan las

condiciones para el vínculo con el bebé. (p. 39-40)

2.4.2 Los Albores Del Vínculo

El trabajo del embarazoLos nueve meses de embarazo brindan a los futuros padres la
oportunidad de

prepararse tanto psicológica como físicamente. Después de nueve meses, casi todos

los progenitores tienen la sensación de estar completos y listos. Cuando este lapso

se ve reducido, como en el caso de un parto prematuro, los progenitores se sienten

desprevenidos e incompletos. Cuando existen complicaciones físicas, éstas ponen

en peligro la adaptación psicológica.

En el proceso psicológico del embarazo pueden manifestarse confusión o ansiedad;

son frecuentes el retraimiento emocional o la regresión a una actitud más

dependiente respecto a otras personas de la familia. Esta movilización de

sentimientos viejos y nuevos suministra la energía necesaria para la enorme tarea de

adaptarse a un nuevo hijo.

El proceso del embarazo puede contemplarse como tres tareas separadas, cada una

de ellas asociada con una etapa del desarrollo físico del feto. (p.41-42)

PRIMERA ETAPA: ACEPTACIÓN DE LA NOTICIA

¡Voy a tener un hijo! Cuando los padres reciben esta noticia, sus sentimientos de

dependencia respecto de sus propios padres deben ceder el puesto a la

responsabilidad. La relación de “uno con uno” que tienen entre ellos deberá

evolucionar para convertirse en un triángulo. (p. 43)

Todos los progenitores esperan ser capaces de proteger al nuevo hijo de sus propios

sentimientos de inadecuación o de los fracasos percibidos en sus propias vidas.


Todas las mujeres embarazadas temen la posibilidad de tener un hijo defectuoso,

todo peligro para el feto sobre el que puedan haber leído u oído hablar será recordado

en algún momento durante el embarazo. (p. 44)

La mujer embarazada estará particularmente dispuesta a recibir el apoyo de otras

personas, aceptará de buen grado la ayuda de un médico, una enfermera o una

amiga que sea una madre experimentada. La futura madre suele desarrollar una

fuerte transferencia hacia cualquier profesional que la respalde en este período.

Anhela comprender sus poderosas emociones y recibir cuidados maternos mientras

se prepara para ser madre. Los profesionales o miembros de la familia que puedan

aceptar esta dependencia pasajera por parte de la futura madre sin sentirseabrumados
estarán contribuyendo a dar principio a una familia más sólida.

El reequilibrio de hormonas y otros procesos físicos va acompañado de ajustes

emocionales, y se requiere mucho tiempo y energía para alcanzar una nueva

estabilidad. (p. 45)

SEGUNDA PARTE: LOS PRIMEROS INDICIOS DE UN SER SEPARADO

En algún momento durante el quinto mes de embarazo, la madre siente los primeros

movimientos leves de su futuro hijo; desde el punto de vista psicológico, el bebé ha

empezado a adquirir autonomía. Se puede decir que aquí es donde empieza el

vínculo más temprano, puesto que ahora hay un ser separado, y por lo tanto la

posibilidad de una relación. Cuando la madre comienza a reconocer la vida de su

feto, inconscientemente se pondrá en su lugar: se identificará con él. (p. 47)

Pines (1981), señala que el embarazo brinda a las madres una nueva oportunidad

para elaborar los conflictos de la separación, promoviendo una nueva fase en su

proceso de desvinculación (individuación) de las relaciones simbióticas originales.

Esta tendencia regresiva también puede activar conflictos y relaciones patológicas; si

la necesidad de dependencia de la futura madre es demasiado grande y está

insatisfecha (como sucede, por ejemplo, en el caso de algunas madres

adolescentes), la mujer percibirá a su feto, y más tarde a su hijo, como a un rival y tal

vez lo trate comoa un hermano envidiado. En este caso, la maternidad le parecerá

una pesada carga y hasta una frustración de sus propias necesidades.

Cuando las cosas marchan bien, esta regresión a una identificación simbiótica con el
bebé dará lugar a una renovada energía psíquica y constituirá una fuente de

conocimiento empático de lo que es un bebé. (p. 48-49)

TERCERA ETAPA: EL APRENDIZAJE SOBRE EL FUTURO BEBÉ

Durante los últimos meses del embarazo, los padres ven al feto como crecientemente

separado y real. En este período se suele elegir nombres, reestructurar la casa paraalojar al
bebé y hacer planes relativos a los permisos de trabajo y al cuidado del niño.

Durante este mismo período, el feto también está cumpliendo su rol. A medida que el

movimiento y los niveles de actividad fetales empiezan a adoptar ciclos y patrones, la

madre puede reconocerlos y preverlos. La madre comenzará a interpretar estos

patrones, adjudicándole al futuro hijo un temperamento, una personalidad y a veces

hasta un sexo. (Sadovsky, 1981) (p. 52)

LAS MISIONES DE LA MADRE ANTE EL NACIMIENTO DE SU HIJO

Durante las cuarenta semanas de embarazo, el crecimiento del feto va acompañado

de un progresivo desarrollo de la imagen que tiene la madre de su bebé. Cuando se

produce el parto, la madre ya está preparada desde hace tiempo para afrontar la

conmoción de la separación anatómica, la adaptación a un bebé particular y una

nueva relación que combinará sus propias necesidades y fantasías con las de un ser

separado. Cuando llega el momento del parto, la madre debe estar lista para crear un

nuevo vínculo.

Entre las colosales misiones que tiene que asumir la madre en el momento del

nacimiento se cuentan:

1. el abrupto término de la sensación de fusión con el feto

2. adaptarse a un nuevo ser que provoca sentimientos de extrañeza

3. llorar al hijo (perfecto) imaginario y adaptarse a las características específicas

del bebé real

4.

luchar contra el temor de dañar al bebé indefenso

5. aprender a tolerar y disfrutar las enormes exigencias que le impone la total

dependencia del bebé

Todo esto representa un importante trastorno psicológico. Los progenitores jóvenes

están particularmente deseosos de entablar una relación positiva con alguna figura
benevolente interesada en el bienestar del futuro niño. (Bibring y otros, 1961). Uno de

los factores inconscientes que suelen incidir en esto es el deseo de que el médico

alivie los sentimientos de culpa de la madre “dándole permiso” para tener un


hijo,asegurándole que su cuerpo es apto para gestar y dar a luz a un bebé sano. (p.59-61)

2.4.2 Desarrollo De La Madre Y El Bebé

PRIMER TRIMESTRE

El desarrollo del bebé lleva 38 semanas desde la concepción (se calculan 40

semanas de embarazo desde el primer día de su último período menstrual). A la

tercera semana de su concepción, es posible que la mujer note un atraso en su

período y sospeche que está embarazada. (West, 2002) (p. 28)

La cuarta semana todavía puede ser demasiado pronto para notar cambios

corporales, aunque es posible que tenga los pechos blandos y que se sienta

inusualmente cansada. En la semana cinco puede sentirse como antes de la

menstruación y tendrá mayor conciencia de los cambios: su índice metabólico y

respiratorio y su frecuencia cardíaca abran aumentado y el músculo y la fibra de su

útero ya están engrosándose y alargándose. La producción de hormonas aumenta

muchísimo. La progesterona, ayuda a preservar el embarazo y a bajar la presión

arterial, en tanto que el estrógeno estimula el desarrollo de las glándulas de la leche y

fortalece el útero. La placenta produce la gonadotropina coriónica humana (HCG),

una hormona exclusiva del embarazo. Los cambios hormonales pueden producir

grandes altibajos emocionales, así como naúseas y mareos. (p. 28)

En la sexta semana, el ambarazo ya estará confirmado. Por lo tanto, es necesario

que se programe la primera cita con el médico. También hacer una cita con el dentista

para que la mujer mantenga sus dientes y encías sanos. Se dará cuenta que su

metabolismo se acelera, y se sentirá agotada, más o menos por la octava semana

sienta dolores abdominales leves cuando el útero comienze a estirarse. Si sufre de un

dolor abdominal agudo, debe consultar inmediatamente al médico.

En la novena semana ya debe pensar en sus estudios de embarazo, existen varios

tests de diagnóstico y ecografía para detectar anormalidades fetales. Para la semana

12 el útero comienza a salir de la pelvis, convirtiéndose en un órgano abdominal y el

corazón comienza a bombear más sangre. (p. 28)


DESARROLLO DEL BEBÉ DE LA SEMANA 1 A LA 12Semana 1: después de la fertilización, los
núcleos del espermatozoide y el óvulo se

unen para formar un cigoto. Éste comienza a dividirse mientras se dirige hacia el

útero.

Semana 2: después de 6 o 7 días, la masa celular desarrolla una cavidad hueca y

ahora se llama blastocito. Al décimo día se incrusta en el endometrio.

Semana 3: el blastocito es del tamaño de una cabeza de alfiler, pero se multiplica

rápido. Las células internas de la cavidad se desarrollan para formar el embrión.

Semana 4: el bebé tiene alrededor de 2 mm de longitud y pesa menos de 1 g. Sus

tejidos corporales se están formando a partir de tres capas embrionarias: el cabello,

las uñas, las glándulas mamarias, el esmalte de los dientes, el oído interno y lentes

para los ojos de una capa; el sistema nervioso, la retina, la glándula pituitaria, el

músculo, el cartílago, los huesos, la sangre y las células linfáticas de otra; y los

pulmones, la tráquea, el hígado, el páncreas y la vejiga de una tercera.

Semana 5: el corazón comienza a desarrollarse: ahora tiene cuatro cámaras. Se está

formando el paladar superior.

Semana 6: el grupo de celúlas se está convirtiendo en embrión, más o menos del

tamaño de la yema de un dedo. El corazón late a 180 pulsaciones por minuto, dos

veces más que el suyo. Se están formando los párpados, las orejas y los comienzos

de las manos y pies. Son dicernibles la forma de la cabeza y la curva de la columna.

Semana 7: el tamaño del embrión es cuatro veces mayor y el sistema nervioso se desarrolla
bien. El bebé está comenzando a mover el cuerpo, los brazos y las piernas.

Estos movimientos pueden detectarse en un monitor, pero usted no podrá sentirlos.

Comienzan a desarrollarse los pulmones, el hígado y los riñones.

Semana 8: con una longitud de unos 2,5 cm, el embrión ya se ha convertido en feto.

Su cerebro se desarrolla rápidamente y se formó el cordón umbilical. Empiezan a

desarrollarse las orejas, y la boca puede abrirse y cerrarse.

Semana 9: el bebé ya tiene 4 cm de longitud y puede agitarse ligeramente. Los

sistemas digestivo y nervioso se desarrollan rápidamente y el cerebro es cuatro

veces más grande que hace cuatro semanas.Semana 10: el sistema nervioso maduró lo
suficiente como para que el bebé se

mueva más. Todos los órganos, más la bolsade líquido amniótico, se formaron. El
bebé ya es reconocible como un ser humano.

Semana 11: el hígado comienza a fabricar glóbulos rojos y los riñones están

funcionando. El bebé mide unos 5 cm y crece rápido. Tiene la cara completamente

formada. La cabeza está creciendo para albergar el cerebro.

Semana 12: su bebé está totalmente formando aunque, con apenas 6 cm de largo,

todavía le queda mucho por crecer. Están empezando a crecerle las uñas y el pelo,

su mandíbula tiene 32 pequeños brotes de diente y está empezando a chupar. Los

órganos sexuales internos ya se formaron. (p. 29)

SEGUNDO TRIMESTRE

En este trimestre debería estar menos cansada y el apetito debería empezar a

mejorar, comenzará a notar los primeros signos de barriga ya que el útero comienza a

crecer rápidamente. Tendrá más conciencia del bebé como individuo, lo cual puede

estimular fuertes sentimientos de protección. (West, 2002) (p. 46)

El aparato digestivo se vuelve lento, dándole tiempo al bebé para que absorba los

nutrientes vitales. El corazón late más rápido de lo normal: 6 litros de sangre por

minuto. Los pechos se agrandan y las glándulas en la aréola y las venas de los

pechos se tornan más visibles. En la semana 16, la piel está más pigmentada y puede

aparecer una línea oscura en el centro de su abdomen. (p. 46)

Como las hormonas aflojan los músculos de los órganos internos, es posible que

sufra algunos efectos secundarios como estreñimiento y ardor estomacal. No

obstante, es necesario aliviar la presión sobre la vejiga ya que el útero que crece sale

de la cavidad púbica. Para la semana 18, su mayor provisión sanguínea puede

provocar congestión nasal y alguna ocasional hemorragia de nariz.

Probablemente transpire más, debido a su metabolismo más rápido. Para la semana

17 estará fijando grasa: en la semana 24 estará engordando 225-450g por semana.

Esto puede aumentar más alrededor de la semana 27, cuando su bebé

experimentará un crecimiento repentino notable. La barriga será más grande y en el

abdomen pueden aparecer marcas de estiramiento. El mayor peso del bebé, juntocon el efecto
de ablandamiento de las hormonas sobre las articulaciones y los

ligamentos, alterará su sentido de la gravedad. (p. 46)

Para la semana 16 es posible que sienta una “agitación”: los primeros movimientos
tangibles del bebé. Es como una leve vibración o burbujeo en el abdomen. En la

semana 20, los movimientos serán obvios. Un par de semanas más tarde podrá

detectar ciclos de actividad y de sueño. Hasta es posible que detecte el hipo del bebé.

Para la semana 24, el bebé puede moverse cuando se le empieza a hablar. (p. 46)

DESARROLLO DEL BEBÉ DE LA SEMANA 13 A LA 27

Semana 13: el cuerpo está creciendo rápidamente. La placenta mantiene ahora el

embarazo, aportando nutrientes y oxígeno.

Semana 14: el bebé es consciente del ruido y la luz, y responde al tacto. Las

extremidades están totalmente formadas. Los riñones empiezan a funcionar; el bebé

traga líquido amniótico en vex de absorberlo a través de la piel, y lo excreta. Pocas

infecciones atraviesan en este momento la placenta.

Semana 15: el cuerpo crece más rápido que la cabeza y los movimientos son más

vigorosos. Los huesos todavía consisten en cartílago blando, pero comienzan a

osificarse. Las células cerebrales aumentan en 250 000 por minuto.

Semana 16: los rasgos faciales parecen más humanos. Sobre todo el cuerpo se

forma un vello fino (lanugo). Los nervios comienzan a desarrollar cubiertas de

mielina, que acelerarán las conexiones neurales.

Semana 17: el bebé mide alrededro de 18 cm de largo y pesa unos 170 g. La cara

puede fruncirse y torcerse-; están desarrollándose las pestañas y las cejas.

Semana 18: el bebé práctica la respiración, incorporando líquido amniótico a los

pulmones y “exhalándolo” nuevamente. Es posible que haya empezado a chuparse el

pulgar.

Semana 19: las células cerebrales siguen multiplicándose a una velocidad

asombrosa: entre 50 000 y 100 000 por minuto. La médula espinal comienza a

engrosarse.Semana 20: el bebé tiene más o menos la mitad de la longitud que tendrá al nacer.
Le

crece el pelo en la cabeza. Ahora el crecimiento se desacelera para permitir que los

sistemas corporales maduren.

Semana 21: se desarrollaron las papilas gustativas. El bebé está comenzando a

beber grandes cantidades de líquido amniótico.

Semana 22: las orejas están totalmente formadas. El bebé puede ser capaz de
aprender y responder a sonidos y voces. La música puede estimular la actividad de

las células cerebrales.

Semana 23: las extremidades están bien desarrolladas y las manos son capaces de

aferrar. Usted podrá identificar las diferentes partes del cuerpo del bebé a través de la

pared abdominal.

Semana 24: los ojos pueden abrirse. El bebé puede identificar voces. Los sacos de

aire de los pulmones están totalmente formados aunque, si naciera ahora, el bebé

tendría severas dificultades para respirar. Todos los órganos importantes están

formados. La frecuencia cardíaca bajó y se puede registrar. La piel es translúcida y

los vasos sanguíneos se ven perfectamente a través de ella.

Semana 25-26: se establecieron períodos de vigilia y de sueño. El bebé está cubierto

de vernix, una sustancia blanca y grasosa que alimenta, protege y hace la piel a

prueba de agua.

Semana 27: el bebé comienza a engordar al experimentar otro crecimiento grande.

Aumenta la cantidad de líquido amniótico. (p. 47)

TERCER TRIMESTRE

Es posible que se sienta como si hubiera estado embarzada siempre. A partir de este

trimestre, en cualquier momento comenzará a producir calostro y experimentará las

primeras contracciones de “práctica” (Braxton Hicks), que son irregulares e indoloras.

Las articulaciones y los ligamentos pélvicos se expanden, listos para el nacimiento.

(West, 2002) (p. 70)

A esta altura su volúmen sanguíneo aumento el 40% y su corazón trabaja 25% más.

La presión del útero impide que los pulmones se expandan totalmente, y esto puedehacer que
le falte el aire. Es posible que empiece a sentirse muy cansada debido al

peso extra que carga y al mayor esfuerzo que implica moverse. (p. 70)

Asi mismo, el sueño puede verse alterado por una incomodidad generalizada y la

necesidad de levantarse a orinar. Su vientre en crecimiento alterará aún más su

centro de gravedad y su sentido del equilibrio: prestar atención a no caerse.

Puede tener dolor de espalda o ciática, o hemorroides como consecuencia de la

presión sobre los vasos sanguíneos del ano. También son posibles los calambres en

las piernas pues su sistema circulatorio funciona al doble de lo normal. En las


semanas 32-33 engordará más rápido que en cualquier otro momento del embarazo.

Se sentirá muy pesada, con sus 8,5-11,25 kilos de más. (p. 70)

La circulación sanguínea a través de la placenta alcanzó 450 litros por día. El exceso

de trabajo o la falta de descanso la dificultan y afectan el crecimiento del bebé.

Más o menos en la semana 32, debe comenzar los cursos preparto. En el 57% de los

embarazos el bebé se da vuelta después de la semana 32, o sea que está cabeza

abajo; otro 25% se da vuelta después de la semana 36. A partir de entonces, en

cualquier momento la cabeza se encajará en la pelvis. La nueva posición es una

preparación para el parto pero no significa que el nacimiento sea inminente. Algunos

bebés no se colocan hasta una vez iniciado el parto. Para la semana 37, el aumento

de peso se desacelera, aunque algunas mujeres sufren de retención de líquido. Para

la semana 38 se sentirá grande e incómoda, y es posible que las contracciones de

Braxton Hicks sean fuertes y frecuentes. (p. 70)

DESARROLLO DEL BEBÉ DE LA SEMANA 28 A LA 38

Semana 28: los ojos a veces están abiertos y desarrollan la capacidad de enfocar. Si

naciera ahora, con cuidados especiales, el bebé tendría buenas posibilidades de

sobrevivir. Ahora los testículos del varón bajan a la ingle.

Semana 29: el bebé mide alrededor de 34 cm y está cubierto de vernix. Los pulmones

desarrollaron la mayoría de sus alvéolos y producen surfactante, un agente

humidificador, para asistir la respiración.Semana 30: en las varias semanas que lleva
moviéndose, el bebé aumentó el tono

muscular y desarrolló la capacidad de orientarse en el espacio. Muy ocasionalmente

girará, quedando en posición cabeza abajo.

Semana 31: la piel se está volviendo rosada en vez de roja, debido a los depósitos de

grasa blanca que fueron depositados debajo. Éstos aportarán energía y regularán la

temperatura cuando el bebé nazca.

Semana 32: el vernix es muy grueso y puede haber mucho pelo en la cabeza. Las

uñas están totalmente desarrolladas pero no en los dedos de los pies. A esta altura la

cara es suave, con pocas arrugas.

Semana 33: el bebé está casi totalmente formado y con las proporciones que pueden

esperarse al nacer. Está aumentando de peso. Los sistemas corporales todavía están
madurando.

Semana 34: el cerebro y el sistema nervioso están totalmente desarrollados. El

sistema inmunitario todavía es inmaduro y el bebé continúa recibiendo los

anticuerpos de su madre. Mide alrededor de 37 cm de largo.

Semana 35: los movimientos del bebé pueden comenzar a disminuir porque tien

menos espacio para maniobrar.

Semana 36: el 70% del oxígeno y los nutrientes que entran a través de la placenta

son utilizados por el cerebro. Si el bebé naciera ahora, estaría lo suficientemente

maduro como para sobrevivir sin demasiados problemas. Más grasa se acumula

debajo de la piel. En los intestinos se está produciendo el meconio, una sustancia

densa color verde oscuro formada por células muertas y secreciones del intestino y el

hígado.

Semana 37: el bebé practicará respirar, chupar y tragar. A esta altura ya estarán

establecidos su nivel de conciencia y su grado de coordinación.

Semana 38: el bebé está listo par nacer. (Su desarrollo llevó 38 semanas a partir de la

concepción. Las cuarenta semanas de embarazo se calculan desde el primer día del

último período menstrual). El bebé está grande y apenas cabe dentro del útero. Tiene

que encogerse. La cabeza bajará ahora a la parte inferior del útero y presionarácontra el cuello
del útero, más blando y parcialmente abierto, listo para el

alumbramiento. (p. 71)

LA PREPARACIÓN PARA EL PARTO Y EL BEBÉ

Probablemente, al pensar en el parto durante el embarazo, lo haga con una mezcla

de aprensión y miedo. Familiarizarse con las fases del parto y los patrones de

conducta comunes constituye, una preparación útil. (p. 93)

EL VÍNCULO VITAL

La placenta, unida a la pared del útero, conecta a la madre con su bebé a través del

cordón umbilical y satisface todas sus necesidades mientras está en el vientre. A

partir de un pequeño grupo de células, al crecer la placenta se incrusta

profundamente en la pared uterina y desarrolla funciones cada vez más complejas.

(p. 94)

En general, una mujer bien alimentada desarrolla una placenta saludable. Pese a una
buena provisión de nutrientes, el bebé puede estar desnutrido si el transporte de los

mismos a través de la placenta es inadecuado. La madre necesita de hierro para

aumentar su volúmen sanguíneo y el bebé para establecer buenos niveles de

hemoglobina. Si los niveles de hierro bajan, disminuye la eficiencia de los glóbulos

rojos para transportar oxígeno y los tejidos se vuelven carentes de energía. (p. 95)

Se puede mejorar la eficiencia de la placenta:

Haciendo una dieta balanceada: La buena alimentación es esencial para una

placenta sana.

Descansando todo lo posible: Relájando los músculos especialmente los

abdominales, para aumentar así el flujo sanguíneo a la placenta. Elijir una posición

cómoda, practicar la respiración profunda y visualización durante por lo menos 30

minutos diarios en el tercer trimestre.

Imaginarse que el estrés y la tensión abandonan su cuerpo al exhalar, que el oxígeno

llena los pulmones y la sangre, y llega al bebé a través de la placenta cuando


inhala.Durmiendo: La mayor parte de la reparación y el crecimiento celular se producen

mientras se duerme.

Dejando de trabajar: más o menos en las semanas 32-34 tendría que haber dejado

de trabajar, para mantener un suministro adecuado de sangre para el bebé a través

de la placenta; se debe descansar mucho en los últimos dos meses de embarazo. El

estrés hace que los vasos sanguíneos se contraigan, restringiendo la circulación.

Trabajar demasiado puede provocar un parto prematuro y disminuir el peso del bebé

al nacer. (p. 95)

PERÍODO POSPARTO

Después de dar a luz, experimentará cambios físicos visibles. El útero vuelve a su

posición normal; esto generalemente tarda 12-15 días. Es posible que tenga “dolores

posparto”, que se parecen a los dolores menstruales. Es normal sangrar por algunos

días mientras el útero expulsa su cubierta. Esta descarga se conoce como loquea e

inicialmente es muy roja. Es posible que sienta dolorido y lastimado el perineo, pero,

cuando pueda, comience a hacer los ejercicios para el suelo pélvico. El volúmen de

sangre disminuirá y es posible que orine más de lo habitual. Es un primer momento,

los pechos producen calostro. Al tercer día comenzará a salirle leche.


A nivel emocional, es posible que su felicidad se vea atemperada por la ansiedad que

le generen el bebé y sus nuevas responsabilidades, junto con el agotamiento y la

incomodidad. (p. 114)

Si al tercero o cuarto día está en su casa, es muy importante que no haga más cosas

de las que puede. Descolgar el teléfono, limitar el número de visitas y aprovechar la

mayor parte del tiempo con su pareja y su bebé.

Es posible que se sienta atemorizada sin el apoyo de su médico, pero pronto se

acostumbrará a responder a las necesidades de su bebé. Debe prepararse a pasar

noches agitadas, entre los días tres y cinco, puede darle “la melancolía del bebé” que

afecta al 70-80% de las madres recientes. Tómese tiempo para relajarse y descansarcon
frecuencia. Para el sexto día, trate de salir a caminar. Al final de la primera

semana, los puntos ya habrán cicatrizado, la inflamación habrá disminuido, los

pezones estarán acostumbrados a dar de mamar y, par entonces, tanto la mamá

como el bebé se llevarán muy bien. (p.114)

LA PRIMERA SEMANA DEL BEBÉ

Día 1: inmediatamente después del alumbramiento, se llevan a cabo pruebas simples

para ver si el bebé es sano. La piel rosada indica una buena respiración; el pulso

revela fuerza y regularidad de latidos; las expresiones faciales y el llanto demuestran

vivacidad; el movimiento indica músculos sanos; y una buena respiración significa

pulmones sanos. El pediatra también controla los rasgos faciales del bebé, las

proporciones, la columna, las piernas, los dedos de las manos y los pies, y el ano.

Mide la circunferencia de la cabeza y la longitud del cuerpo, pesa al bebé y le toma la

temperatura.

Día 2: se llevan acabo análisis más completos: se estudian la cabeza y el cuello para

detectar si hay malformaciones y anormalidades; se escuchan el corazón y los

pulmones; se examinan brazos y manos para verificar la fuerza y el movimiento; se le

palpa el vientre para controlar el hígado y el bazo; se examinan los genitales; se

mueven caderas, piernas y pies para detectar cualquier dislocación, la longitud y el

tamaño y la salud de los nervios y los músculos.

Día 3: al principio el bebé recibe calostro, que le apota agua, proteínas, azúcar,

vitaminas, minerales y anticuerpos. A los tres o cinco días del nacimiento, comienza
la producción de leche. Un bebé digiere una comida completa de leche materna en 1

½-2 horas, después de la cual pide más. Los estudios revelan que los bebés

alimentados según sus demandas engordan más rápido que los alimentados cada 3-

4 horas.

Día 4: un bebé recién nacido crece mejor si es cuidado y mimado, especialmente con

el contacto piel a piel, que estimula sus sentidos del tacto y el olfato. Las

investigaciones indican que cuanto más contacto físico tiene un bebé, más felíz y

sano es. Un bebé llora si se siente abandonado y solo. Le gusta que lo tomen con

firmeza y confíanza, y durante varias semanas es necesario que le sostengan la

cabeza.Día 5: los sentidos del oído, la vista, el olfato y el gusto del recién nacido están

bastante bien desarrollados. Su bebé la reconocerá de inmediato por el olor y por la

vista en un par de semanas. Si lo sostiene cerca, el bebé se concentrará en su cara.

El bebé tiene ciertos reflejos desde el nacimiento; aferra con los dedos cualquier cosa

que se le ponga en la palma, puede hacer movimientos de dar pasos; si le tocan la

mejilla, gira la cabeza o se mueve para buscar el pezón; y si se sobresalta, estira los

brazos y las piernas, lo que se conoce como el reflejo de Moro. Todos los bebés

tienen también los reflejos de succionar y tragar.

Día 6: su bebé puede comunicarse desde que nace. Llorar es la forma más obvia de

hacerse notar y existen distintos tipos de llanto según si el bebé tiene hambre, se

siente solo, incómodo o cansado. Un bebé responderá a las voces y caras de sus

padres moviendo la boca a la manera en que un pez come, quizá sacando la lengua,

cambiando el ritmo de la respiración o agitando sus extremidades.

Día 7: en el día seis o siete, a su bebé le harán la prueba de Guthrie. Se le toma una

gota de sangre del talón para verificar el funcionamiento de la tiroides y una rara

alteración que provoca retardo mental (fenilcetonuria). Su bebé puede llegar a dormir

hasta 16 horas por día, pero por ahora no distingue entre día y noche. (p. 115)

2.5 OBSERVACIONES DE LA INTERACCIÓN TEMPRANA

El recién nacido está equipado con todas las complejas conductas sensoriales y

motrices, después de nueve meses de condicionamiento intrauterino preparan a los

bebés para el medio particular en el que han de nacer. Los indicios que recibieron in

utero de la madre han moldeado sus respuestas y los han preparado para poder
responder a los ritmos y las señales de su madre después del parto. (Brazelton, 1993)

2.5.1 Cuatro Etapas En La Interacción Temprana

Las cuatro etapas para Brazelton (1993) son:

CONTROL HOMEOSTÁTICO

La primera tarea de los bebés es lograr el control de sus sistemas de asimilación y

producción. Los bebés deben ser capaces tanto de excluir como de recibir estímulos,

y también de controlar sus propios estados y sistemas fisiológicos.La tarea de los progenitores,
es aprender cómo contener al bebé, cómo reducir la

estimulación que proporcionan, a efectos de no abrumar el delicado equilibrio del

bebé, y cómo ajustar sus propias respuestas conductuales a los umbrales

individuales particulares de su hijo. Este es el primer paso en el aprendizaje de cómo

cuidar a un niño.

Un profundo sentimiento de empatía pone a las madres en contacto con los sistemas

de control de sus pequeños hijos. (p.176)

PROLONGAMIENTO DE LA ATENCIÓN

Habiendo alcanzado cierto grado de control, los bebés pueden empezar a atender y

utilizar imdicios sociales para prolongar sus estados de atención, y a aceptar e

incorporar cadenas de mensajes más complejas.

Este proceso tiene lugar en el período comprendido entre la primera y la octava

semana de vida, hasta culminar en la sonrisa y la vocalización sociales a fines del

segundo mes del bebé. (p.177)

A medida que la madre aprende que los ritmos del bebé determinan la capacidad de

éste para prestarle atención, empieza a sincronizar su propia conducta con la del hijo.

Aprende a ajustarse a los indicios proporcionados por el bebé y a acompasar sus

respuestas.

Ajustando sus ritmos y sus conductas a los del bebé, la madre entra en el mundo de

su hijo, ofreciéndole un incentivo para que entre en contacto con ella. (p.178)

PUESTA A PRUEBA DE LOS LÍMITES

Una vez concretada la posibilidad de mantener un diálogo más prolongado, tanto los

padres como los bebés comienzan a poner a prueba y a ampliar los límites de estos

último. Empiezan a forzar los límites de la capacidad del bebé para absorber
información y responder a ella y la capacidad del bebé para replegarse y recuperarse

en un sistema homeostático.Durante el tercero y cuarto mes, los adultos sensibles llevan al


bebé justo hasta los

límites de estas dos capacidades y le conceden el tiempo y la oportunidad necesarios

para darse cuenta de que ha incorporado estas capacidades aumentadas a su propio

repertorio. La madre ha aprendido su rol; el bebé es ahora capaz de experimentar.

(p.179)

Daniel Stern (1974b, 1977,1985) ha descrito estos juegos y ha señalado que, con

ellos, tanto la madre como el bebé aprenden a ajustarse a la intensidad del otro, a la

curva de intensidad, al compás, el ritmo y la duración temporales, y a la forma de las

manifestaciones conductuales rítmicas de cada uno.

Estos juegos le permiten al bebé explorar sus controles internos y su capacidad de

ajustarse a la otra persona. Para la madre se convierten en una confirmación de su

capacidad de comprender al hijo y de fomentar su desarrollo. (p.179)

Al jugar juntos, la madre y el bebé experimentan una sensación de dominio. Durante

este mismo período, la madre suele experimentar un renovado sentido de ella misma

como persona que da amor. A medida que empieza a percibir su poder, su depresión

posparto comienza a esfumarse y la madre experimenta plenamente la alegría de

tener un hijo. Este es el período que las madres recuerdan más tarde como el punto

más alto del vínculo, del sentimiento de amor hacia el bebé.

Si la interacción no se vuelve gratificante durante el tercero o el cuarto mes, si no

tienen lugar esta puesta a prueba ni este juego, la adaptación entre progenitor y bebé

puede correr un serio peligro. (p.180)

SURGIMIENTO DE LA AUTONOMÍA

Durante estos primeros cuatro meses, la conducta del bebé es un factor crucial para

la percepción que tiene la madre de ella misma como progenitor satisfactorio y

propicio. En la cuarta etapa de la interacción, cuando hace su aparición la autonomía,

la madre de pronto se vuelve incapaz de predecir la conducta del bebé. Las señales

que ha aprendido a considerar negativas, como el desvío de la mirada, la evitación y

el retraimiento de parte del bebé, tenderán a producirle desazón. (p.183)

La madre tenderá a redoblar esfuerzos por mantener el vínculo con su bebé, si surge
el rechazo puede hacer renacer en la madre viejos sentimientos de ineficacia oabandono,
provenientes de su pasado. Estos sentimientos tal vez la lleven a alejarse

del bebé o bien puede inducirla a volverse más consciente, más sensible a la

necesidad que tiene su hijo de “tiempo propio”, de espacio.

Una madre que no puede tolerar la independencia pasará por alto o contrarrestará

este salto en el desarrollo de su hijo. Una madre con problemas en su propia vida,

que se encuentra bajo presión, tendrá dificultades para reconocer esta etapa del

desarrollo y necesitará ayuda para alentarla.

Si todo marcha bien, la madre (y el padre) aceptará esta importante etapa del

desarrollo. Los progenitores valorarán la creciente autonomía de su hijo y hasta la

verán como un objetivo deseable. En términos psicoanalíticos el desarrollo del yo del

niño estará entonces bien encaminado. (p.184)

2.5.2 Aspectos Esenciales De La Interacción Temprana

Los aspectos esenciales de la Interacción Temprana para Brazelton (1993) son:

SINCRONÍA

Para aprender cómo prestar atención a los estímulos externos, el bebé debe estar en

condiciones de regular diversos sistemas fisiológicos.

El primer paso, para el adulto, reside en adaptar su conducta a los ritmos propios del

bebé. También debe encontrar técnicas para ayudar al bebé a reducir o controlar

respuestas motrices que pudieran interferir en su capacidad de prestar atención.

Durante la comunicación sincrónica, el bebé aprende a ver a su progenitor como a un

ser merecedor de confíanza y receptivo, y empieza a intervenir en el diálogo.

(Brazelton y Yogman, 1986)

SIMETRÍA

Simetría en una interacción significa que la capacidad de prestar atención del bebé,

su estilo y sus preferencias tanto para recibir como para responder, influyen en la

interacción. En un diálogo simétrico, el progenitor respeta los umbrales del niño.

Todo progenitor debe ser a la vez desinteresado e interesado: desinteresado por

cuanto respeta la independencia del bebé, e interesado por cuanto desearetroalimentación


por parte de éste. (p.188)

CONTINGENCIA

Las vocalizaciones, las sonrisas y las manifestaciones afectivas del bebé, y su


capacidad para recibir señales auditivas, táctiles o cinestésicas, se fundan sobre una

base de estados y funciones autonómicas. Hasta que se logra la homeóstasis,

cualquier señal puede convertirse tanto en una sobrecarga como en un estímulo

productivo. El efecto de las señales del progenitor depende del estado de atención y

las necesidades del bebé, así como a las propias señales de éste. (p.189)

La calidad del mutuo ajuste de la madre y el hijo se medía por la ocurrencia de

sonrisas del bebé respondidas con sonrisas de parte de la madre. La cantidad de

vocalizaciones de cada miembro se tomaba como un reflejo del grado de respuesta

mutua.

La contingencia requiere que la madre esté accesible, tanto cognitiva como

emocionalmente. El resultado de las respuestas eventuales de modo predecible de

su parte también se relaciona con lo que se ha denominado armonización selectiva

(Stern, 1985) (p.190)

ARRASTRE

El adulto y el bebé que pueden lograr la sincronía de señales y respuestas comienzan

a agregar otra dimensión a su diálogo. Empiezan a prever cada uno las respuestas

del otro, en secuencias prolongadas. Cada miembro de la díada se adapta al otro, de

manera que el bebé no se limita a ajustarse al indicio del adulto, sino que los ritmos

del adulto también tienden a seguir los movimientos del niño. (p.191)

Este arrastre es un incentivo tanto para la madre como para el bebé, así como un

poderoso factor en el crecimiento del vínculo. (p.192)

Durante los juegos, el bebé y el progenitor tienen la oportunidad de ampliar su

aprendizaje uno del otro. Cada uno imita y toma como modelo al otro. Su mutuo

arrastre permite que cada uno de ellos controle la intensificación, el mantenimiento o

la amortiguación del nivel de su diálogo. El bebé está aprendiendo a controlar tanto al

progenitor como la interacción misma.El bebé está aprendiendo a conocerse a sí mismo, la


madre aprende maneras de

retener la atención del bebé y de inducirlo a ampliar su repertorio, sin perder esa

atención. (p.193)

AUTONOMÍA Y FLEXIBILIDAD

El reconocimiento del bebé de su propio control da lugar a la autonomía; hacia los


cinco meses de edad muchos bebés empiezan a dominar la conducta de la madre a

través de su capacidad tanto para iniciar la interacción como para

abandonarla.(p.194)

La autonomía surge de la seguridad que le dan al niño las respuestas predecibles del

progenitor; los bebés menos seguros alcanzan este nivel de independencia a una

edad más avanzada. La conducta autónoma de los bebés de cinco meses es signo

de una relación saludable, mientras que la ausencia de esa conducta, una aparente

simbiosis o fusión, es signo de un vínculo deficiente. Las madres de niños con

problemas o trastornos necesitan que se las ayude a fomentar la autonomía de sus

hijos. (p.195)

En los sistemas estables pero flexibles, las perturbaciones que puedan producirse en

un subsistema no tienen por que afectar seriamente la estabilidad global.

Condiciones de estricto y excesivo control podrían dar lugar a una relación

extremadamente simbiótica entre madre y bebé, o padre y bebé, en la cual el trabajo

de la autonomía y separación no podrá llevarse a un ritmo saludable. (p.196)

Estas seis características de la interacción progenitor-bebé hacen posible el

desarrollo temprano del vínculo. Sin la sensación de predecibilidad que brindan las

cuatro primeras y la posibilidad de separación demostrada en el juego y la autonomía,

esta relación temprana no puede desarrollarse.

2.6 EL VÍNCULO AFECTIVOVerny (1991) menciona que recientemente los estudiosos de la


psicología pre y

perinatal han demostrado la existencia de capacidades sensoriales significativas

durante la vida intrauterina. Los científicos han conseguido asomarse al útero y

comprobar que desde el cuarto mes después de la concepción, el niño tiene bien

desarrollados el sentido del tacto y el del gusto. Si se le acarician los labios, succiona,

y si se introduce en el líquido amniótico una sustancia amarga, como el yodo, hace

una mueca y deja de tragar. A la misma edad, el bebé puede percibir una luz brillante

que dé sobre el abdomen de la madre, y si es particularmente fuerte, llegará incluso a

levantar las manos para protegerse los ojos. A los cinco meses, el niño reaccionará

ante un ruido fuerte cubriéndose los oídos con las manos. (p. 23)

Las investigaciones llevadas a cabo en el dominio de la neurociencia por Dominick


Purpura, del Albert Einstein Medical College de Nueva York, demuestran que en el

útero el bebé ya tiene formadas las estructuras cerebrales necesarias para aprender,

e incluso para tener conciencia, desde una época que oscila entre las veintiocho y las

treinta y dos semanas de gestación. (p. 24)

En sus investigaciones Reinold ha demostrado que las emociones de la madre se

transmiten fisiológicamente al feto, si una embarazada soporta un estado de tensión

agudo o crónico, su cuerpo fabrica las hormonas de estrés (adrenalina y

noradrenalina), que transportadas por el torrente sanguíneo llegan al útero,

induciendo el mismo estado de tensión en el niño. Aunque cierto nivel de tensión

durante el embarazo es normal, algunos estudios demuestran que que las madres

sometidas a una tensión extrema y constante tienen más probabilidades de tener

hijos prematuros, con un peso inferior al normal, hiperactivos, irritables y con

predisposición a los cólicos. En casos extremos se puede ver que estos niños nacen

con los pulgares despellejados e incluso ulcerados de tanto chupárselos. (p. 25)

Los bebés captan tanto a carga emocional tranmitida por el lenguaje hablado como

las actitudes y los efectos que no se expresan verbalmente. Cuando una madre

acaricia a su hijo a través de su vientre, murmurando ¿Cómo estás, como está mi

maravilloso bebé?, el niño por nacer percibe que lo aman, y eso hace que se sienta

bien. (p. 26)Los pensamientos que durante su gestación infunden al bebé un sentimiento de

felicidad o de calma bien pueden estar desarrollando en él o ella, para toda la vida,

una discposición anímica equilibrada, felíz y serena.

Si la madre hace lo posible por mantenerse tranquila durante el embarazo, si le

comunica su amor a su hijo ya antes de que nazca y crea las condiciones necesarias

para un nacimiento jubiloso y positivo, estará contribuyendo a la salud que tendrá su

hijo durante el resto de su vida. (p. 27-28)

2.7 EL APEGO AFECTIVO TEMPRANO: UN RETO MUNDIAL

Lo esencial de la crianza es la disponibilidad emocional que ofrece la madre a la

relación de apego que el bebé establece con ella, el “diálogo” y las interacciones que

ella mantiene con él, por ejemplo, mientras lo alimenta, lo baña y juega con él. De

este diálogo e interacciones dependen el desarrollo del cerebro y de las funciones

psíquicas del bebé. (Torras, 2010)


La separación temprana forzada no sólo perturba a los infantes sino también a los

padres. Las madres que son físicamente separadas de sus niños recién nacidos,

incluso por lapsos muy cortos de tiempo, suelen experimentar sentimientos

duraderos, intensos e irracionales de culpabilidad, o una tendencia a sentirse

alejadas y apartadas de su bebé, y se muestran incompetentes e inseguras para

interpretar sus señales y necesidades, así como para saber cómo actuar con

respecto a él. (Rygaard, 2008)

Hoy en día, después de más de treinta años de experiencia en el tipo de crianza y en

el sistema educativo actual, están surgiendo voces de padres y de profesionales que

reclaman medidas para la conciliación real entre las necesidades del bebé para una

evolución sana y las condiciones de su trabajo. (Torras, 2010)

Una medida imprescindible es la concienciación de la población, a través de

campañas de difusión y de educación psicológica sanitaria acerca de las

necesidades de los bebés y de los niños, y de las valiosas e insustituibles funciones

de los padres, para conseguir ciudadanos sanos y capaces física y mentalmente. (p.

22).La crianza no es una cuestión que deciden los padres solos; ellos llevan dentro su propia
historia, sus recuerdos agradables y sus experiencias traumáticas, aquello que desearían
repetir con sus hijos de la crianza que tuvieron y lo que desean corregir. Influye su sensibilidad,
intuición, realismo, sensatez, capacidades, necesidades, etc., así como sus dificultades,
limitaciones y se ven empujados por las corrientes de su contexto cultural y social. (p.79) Los
bebés son, con frecuencia, criados en ausencia de aquellas personas que los aman y que tienen
una relación suficientemente constante como para conocerlos a fondo y ofrecerles
mayormente respuestas individualizadas, realistas y coherentes, que los hagan sentirse
seguros y apoyen sus pasos hacia una autonomía progresiva. Para el bebé es importante poder
captar e integrar las respuestas maternas coherentes (Torras, 2002). Si fallan estas condiciones
la organización de su personalidad corre un riesgo claro. (p.82)

Rygaard (2008) menciona que al ingresar a los bebés a la guardería, la relación con los padres
se diluye y por lo tanto, el sistema de apego se desactiva; como consecuencia, no es
excepcional que las madres se sientan inseguras en relación a lo que deben hacer con sus
hijos; no es infrecuente que esto también tengan que consultarlo en su caso con la guardería.
La madre corre el riesgo de perder sensibilidad y empatía hacia las necesidades del niño, y
confianza en su habilidad para interpretar las señales del bebé y en su capacidad de tomar
decisiones en relación a su cuidado. (p. 96)

Para los bebés pequeños menores de un año la separación es traumática, ya que no tienen
noción de objeto permanente y, por tanto, no ver a la madre por muchas horas significa que
ha desaparecido completamente. La separación hace perder los puntos de referencia que
estaban adquiridos a medias, en vías de integración, el niño se desorganiza. Para las madres
este estado emocional a menudo se vive con sentimientos de culpa. Ante esta distanciación de
la madre, el bebé organiza también sus propias defensas: regula su distancia, se desinteresa y
por tanto su vínculo con los padres se resiente. Esta pérdida del vínculo inicial, del apego,
puede ser que ya no se vuelva a recuperar. (p. 112-113)

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