Razón y Revolución, nº 15, Buenos Aires, 1er. semestre de 2006, pp. 31-41.
Dossier: Las causas de la derrota, marzo 1976.
El Aromo Intelectuales y revolución
Argentina: Walsh, Conti, Urondo en Mensuario Cultural Piquetero El mensuario cultural que combate las Nilda Susana Redondo (UNLPam)* ideas de la clase dominante allí donde las encuentra. Cuatro años al servicio de una cultura piquetera. Debates, Historia, Economía, Política Resumen: Abstract: Internacional, Artes Visuales, Música, Literatura, Poesía, Cine, Teatro, El artículo examina la trayecto- This paper examines the politi- Feminismo ria político- intelectual tres escri- cal and intellectual course of three tores militantes durante la década militant writers in the seventies: Suscríbase de 1970: Rodolfo Walsh, Haroldo Rodolfo Walsh, Haroldo Conti y Suscripción anual $15 Conti y Francisco Urondo. Se ana- Francisco Urondo. Their political lizan sus opciones políticas, sus options and literary productions as producciones literarias y su rela- well as their connections with the Segundo concurso literario ción con las organizaciones en las organizations in which they par- Las Flores del Aromo que militaron. El trabajo concluye ticipated are thoroughly analyzed. Bases y condiciones: con una evaluación de la relación The article concludes with a deep Se requieren al menos tres obras inéditas por autor que no excedan las entre políticas culturales, los con- evaluation about cultural politics, dos páginas (en el caso de las poesías) o las seis páginas (en el caso de los tenidos de las producciones y el production contents and militant cuentos) cada una. Las mismas deberán ser firmadas con seudónimo y enviadas por triplicado en un sobre tamaño oficio que contenga, además, compromiso militante de los escri- commitment of these writers. un sobre común con los datos personales del autor (nombre verdadero, tores en cuestión. dirección postal y teléfono), a Av. Acoyte 1056, 3º G, C. P. 1405, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La recepción de las obras se extenderá desde el 1° de noviembre del corriente hasta el 31 de abril de 2006. Los resultados estarán en setiembre de 2006. Del mismo modo que en el anterior concurso, se publicarán los resultados compilados en un libro. El envío de las obras implica la aceptación por parte de los autores de la publicación y distribución exclusiva de las mismas por nuestro sello editorial. De existir unanimidad entre los jurados en el primer premio de ambos rubros, Ediciones RyR se compromete a editar y distribuir una antología de la obra de los premiados, prologada por alguno -o todos- los miembros del jurado, si la calidad de la misma lo permitiera, a juzgar por los responsables de la editorial. Jurados: Poesía: Víctor Redondo, José Luis Mangieri y Marcos Silber. Cuento: Julio César Silvain, Eugenio Mandrini y Rosana López Rodriguez. Palabras claves: Key Words: organizaciones revolucionarias Revolutionary Organisations - Lit- Para mayor información escríbanos a – literatura - intelectuales erature - Intellectuals. elaromo@razonyrevolucion.org 32 Razón y Revolución nº 15 Teoría - Historia - Política 33 revista Sur al cultivar el género policial y a expresar su alegría por la caída del segundo gobierno del General Perón a manos del golpe de 1955, llevado adelante por la llamada “Revolución Libertadora”. Sin embargo, cuando comienza a trabajar con Operación Masacre, por 1956, sobre los fusilamien- tos de militantes obreros peronistas en los basurales de José León Suárez Rodolfo Walsh, Haroldo Conti y Francisco Urondo pertenecen a la mis- (luego del levantamiento de los generales Valle y Tanco), toma contacto ma generación. El primero nace en 1927 en Choele Choel, Río Negro. El con la resistencia peronista, conoce un peronismo de base y asiste a su ra- segundo, en 1925, en Chacabuco, provincia de Buenos Aires. El tercero, en dicalización a partir de la segunda mitad de la década del 1950. Mientras 1930, en la capital de Santa Fe. Juan Gelman, en su artículo “Urondo, Wal- tanto, escribe Caso Satanowsky (1959), en donde denuncia los vínculos de sh, Conti: la clara dignidad”, expresa el tipo de opción revolucionaria de la prensa con el poder estatal e involucra, específicamente, a la gestión de los tres cuando dice que pasados los cuarenta optaron por la lucha armada, Arturo Frondizi, con la que, a diferencia de otros intelectuales, nunca tuvo cuando ya tenían una vida hecha y una fama como intelectuales. Afirma: simpatía. Walsh, casi como paradigma del proceso vivido por amplios sectores de “No lo hicieron atacados por alguna erisipela ‘revolucionaria’; sabían clase media, comienza a ver la posibilidad de la revolución y a acercarse al perfectamente lo que arriesgaban, la vida y, lo peor, todos los alrededores pensamiento marxista, bajo la influencia de la revolución cubana. Como amados de esa vida. Los empujaba el ansia de poner fin a la indignidad de la intelectual, participa en Prensa Latina con Jorge Masetti y en Casa de las Argentina. Porque esa indignidad impuesta ensuciaba su clara dignidad.”1 Américas. Durante la década de 1960, alterna su vida entre Argentina y Cuba. Trabaja como periodista en la revista Panorama y publica los libros Sus muertes son también semejantes: Walsh es secuestrado el 25 de Los Oficios Terrestres (1965) y Un Kilo de oro (1967). Ese año, escribe, tam- marzo de 1977, al día siguiente de haber distribuido la Carta abierta de un bién, dos obras de teatro: La Granada y La Batalla. En 1968, va a dirigir el escritor a la Junta Militar. Conti es secuestrado en mayo de 1976. Había es- Semanario de la CGT de los Argentinos, la central obrera antiburocrática crito en latín frente a su escritorio: “Este es mi lugar de combate y de aquí cuyo Secretario General es Raimundo Ongaro, que se enfrentaba con la no me voy”. Urondo muere en combate, en Mendoza en mayo de 1976. En CGT de Augusto Timoteo Vandor. Precisamente, en ¿Quién mató a Rosen- esos momentos Walsh y Urondo eran militantes de la organización Mon- do? (1968-1969), Walsh denuncia las relaciones de la burocracia sindical toneros y Conti del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores). Sus con el resto del aparato del Estado: la justicia, el Ministerio de Trabajo, la recorridos ideológicos son diversos y, a la vez, elocuentes de las variadas prensa y las patronales. El trabajo se publicó por entregas en el Semanario opciones político-revolucionarias que se van construyendo en el proceso CGT, en 1968 y, en 1969, como libro. El fracaso de la CGT alternativa histórico, desde la década de 1950 hasta el despliegue del terrorismo de -perseguida e ilegalizada por la dictadura de Onganía y traicionada por Estado, sistematizado a partir del 24 de marzo de 1976. el propio Perón, quién la había alentado- radicaliza las posiciones de sus militantes más activos. Estos tenían vinculaciones con las FAP (Fuerzas Rodolfo Walsh Armadas Peronistas), creadas en 1968, por lo que se suman a ellas y fun- dan además un partido: el Peronismo de Base, al que se integra Walsh. Su primera militancia había sido en la Alianza Libertadora Naciona- Consideran que ya no es posible la lucha revolucionaria en el marco de las lista y desde allí había apoyado el ascenso del peronismo, hasta que esta instituciones existentes y que la vía armada es una necesidad, entendida organización se aleja del movimiento, indignada por la firma de las actas como una actitud defensiva y vinculada al trabajo en los frentes de masas, de Chapultepec (1947), que interpretaban como una claudicación ante el en particular barriales y obreros. imperialismo norteamericano2. Luego, se mantiene al margen de la polí- En 1973, Walsh asume la responsabilidad de incorporarse a Montone- tica. No obstante, como intelectual va a alimentar el canon literario de la ros, aunque no se trata de una resolución mayoritaria en las FAP. Una vez 34 Razón y Revolución nº 15 Teoría - Historia - Política 35 incorporado, asume las tareas de inteligencia y tendrá activa participación gunos pobres. Así aparece en el cuento Con Gringo (1972). Esta imagen del en Noticias, órgano de la organización. Desde allí, comienza sus disiden- Che no es ajena al proceso de sincretismo religioso y revolucionario, entre cias con la cúpula, que se expresarán en escritos que eleva entre 1976 y cristianismo y marxismo, que se está viviendo en América Latina. 1977 y que nunca tienen respuesta. Hasta 1976, que vuelve a ser él, como En 1971, viaja a Cuba y, con posterioridad, se incorpora al PRT. Reivin- dice en la Carta abierta a la Junta. Había dejado de serlo desde 1973. Sus dica su participación en el FAS (Frente Antiimperialista por el Socialismo) trabajos no tenían su firma, por la necesidad marcada por la clandestinidad junto a Roberto Santoro y Humberto Constantini, en su artículo “Compar- y por concepción acerca de qué perfil debía tener un intelectual revolucio- tir las luchas del pueblo” (1974), en la revista Crisis. Cuando Conti recibe nario. Durante el primer año de la dictadura organiza dos tipos de prensa el premio Casa de las Américas, por su novela Mascaró, en 1975, es un mi- clandestina: ANCLA y Cadena Informativa. Las consideraba instrumentos litante del PRT marxista guevarista cristiano y existencialista. No obstante, fundamentales para llevar adelante la tarea de resistencia. Montoneros, por considera su compromiso con la revolución como un imperativo categórico el contrario, sostenía que estaban dadas las condiciones para acelerar el que debe ser asumido por todos los intelectuales en América Latina. Sostie- proceso revolucionario y avanzar en una contraofensiva, como lo intenta- ne que ha llegado la hora de dejar de hablar de gusto. Asimismo, en el te- rán llevar a cabo en 1978. rreno estético, se define por la más absoluta libertad para la creación. Dice que no aceptará ninguna “consigna de partido”. Seguramente, se refería a Haroldo Conti la práctica de los partidos comunistas de orientar hacia una determinada concepción estética: el realismo socialista, con todas sus variantes. Se forma en un seminario de salesianos, pero lo abandona. Nunca pier- Así es como Mascaró no responde al realismo. Sin embargo, es una me- de su condición de cristiano pero expresa diferencias con el poder terrenal táfora de la lucha armada, sobre todo si tenemos en cuenta las tesis desarro- de la Iglesia. Seguramente, esta posición ideológica se profundizará con la lladas por Mario Roberto Santucho en Poder Burgués, Poder Revolucionario emergencia del cristianismo liberacionista (Teología de la Liberación) que (1974). También se expresa, en la novela, un concepto de vanguardia que se desarrolla en Argentina durante la década de 1960. Su producción nove- no condice con el leninista del PRT, porque la vanguardia, el Circo del lística, en este período, expresa una presencia marcada del existencialismo: Arca, a medida que pasa por los pueblos, hace resurgir en ellos un sentir así puede verse en Sudeste (1962), en Alrededor de la jaula (1966) y en En ancestral de rebelión, que es deseo de aprender a leer. A su vez, pone en Vida (1971). Se trata de un existencialismo del hastío de la vida cotidiana acto a las artes populares de la danza, el canto, el baile y el circo. Esta rebe- y la búsqueda de la libertad. Su concepción filosófica está marcada por lión indigna al Estado, que manda urgente a reprimir. El pueblo, entonces, el idealismo y la ética kantiana. El cuento La Causa (1960) había puesto se va a la guerrita, donde lo espera Mascaró (que siempre había estado en evidencia su desencanto hacia los partidos del poder (conservadores, vigilando). En esta novela, al igual que en los otros textos de Conti, no hay radicales y peronistas), que se habían alternado en el gobierno. Asimismo, protagonismo de la clase obrera, sino de los vagos y marginales, que son trata con sorna a la izquierda clásica, expresada en los partidos socialista capaces de subvertir con el arte y de anticipar, o crear, realidad. Adscribe así, y comunista. Descree, también, de las instituciones -tales como los sin- además, a la tradición del surrealismo y del cristianismo comunista. dicatos- y en todo tipo de mesianismo que sustituya al pueblo. Por esta En Mascaró, el papel del los artistas, maestros e intelectuales en la lucha razón, es que no podría haberse incorporado al peronismo revolucionario, revolucionaria está superlativizada y comparten el protagonismo con Mas- que centraba sus expectativas (o las alienaba) en el General Perón. Conti caró. El Príncipe, Oreste y el guerrillero configuran un triángulo de poder. sostendrá la existencia de muchos mundos y considerará que la percepción El último, conduce la guerra del pueblo y luego la retirada, cuando deben subjetiva tiene la capacidad de para crear realidad. El guevarismo tiene un abandonar todos sus hábitos y clandestinizarse. No hay aquí una organi- peso importante en su concepción: ve a un Guevara Cristo que muere por zación político- militar jerarquizada, que ordena a los demás, sino frentes los pobres y cuya voz resuena y renace más allá de los tiempos. Un Guevara que se articulan y operan alternativamente, o todos a la vez, según las ne- sacrificado por los representantes del imperio y seguido desde lejos por al- cesidades de la lucha. De alguna forma, esas fueron las posiciones del PRT 36 Razón y Revolución nº 15 Teoría - Historia - Política 37 cuando sostuvo que la política debía organizar, y que la guerra del pueblo sino adoptar el punto de vista de la clase trabajadora. Lo importante, expli- se debía desarrollar, como uno de los frentes de masas necesario. ca, no es la extracción de clase sino la inclusión. En 1973, Urondo se suma -junto con las FAR- a la organización Monto- Francisco Urondo neros. Allí, cumplirá un rol relevante como combatiente y como director de Noticias. Urondo, en una nota escrita en 1974 en la revista Crisis, sostiene - Desde muy joven participó como titiritero en el Retablo del Maese Pe- tal como Luis Althusser3- que el principal enemigo que tiene un intelectual dro, en Santa Fe, junto con Fernando Birri. Durante la década de 1950 -en es su propia subjetividad burguesa, la que debe ser modificada en un largo Poesía Buenos Aires- y el la de 1960 -en Zona de la Poesía Americana-, apoyó y doloroso proceso, en busca de la extinción del individualismo y la suscep- la conformación de la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente), con tibilidad. Ya Guevara había explicado -en “El Socialismo y el Hombre en la candidatura de Arturo Frondizi. Fue Director de Cultura de Santa Fe, Cuba”, de 1964- de la necesidad de no dejarse atrapar por la jaula invisible, convocado por Ramón Alcalde, entre 1958 y 1959. Se retira de la gestión de no convertirse en becario del Estado, ni en un individuo enceguecido por estatal debido al desencanto que sufren los jóvenes intransigentes naciona- el estrellato, sino ponerse al servicio de la revolución y ayudar a construir les, populares y antiimperialistas con “Arturo Presidente”, como lo llamará la vanguardia, a la vez que extender el conocimiento de los saberes. En Urondo, en la obra de teatro Archivo General de Indias (1972). Durante la Crisis Urondo señala que, cuando una organización se vuelve dogmática, década de 1960, Urondo se guevariza, conoce al marxismo y a la Teología desconfía de los intelectuales. De todos: porque no acepta la productividad de la Liberación, tal como se expresa en el poema Adolecer (1966-1968). del pensamiento. Eso, enfatiza, no debe suceder, porque es la muerte de la Participa en el Congreso Cultural de La Habana (1968) donde asistió, tam- posibilidad revolucionaria. Esta situación, de permanente desconfianza, es bién, Rodolfo Walsh. Esta coincidencia es significativa, porque el modelo la que estaba viviendo él mismo en el seno de Montoneros. de intelectual que se reivindica allí es el Che Guevara y la ejecución de Su muerte está ligada a esa desconfianza y, a la vez, con las rígidas nor- su obra, se define, debe comenzar por el acto más humano que se puede mas que pretendían legislar la moral sexual en el seno de la organización. realizar: la guerra de liberación. Se erige, entonces, la figura del intelectual Urondo formaba parte de un núcleo interno disidente con la cúpula, junto combatiente como la más digna de consagración. Urondo participa en esta a Walsh, Gelman y Verbitsky. El debate giraba en torno al tipo de prensa década en el Movimiento de Liberación Nacional (MaLeNa), que operó que debía hacerse en ese momento. Por razones de su vida privada como como elemento de transición hacia las diversas construcciones revolucio- excusa -pero en realidad por su carácter de disidente- lo degradan y derivan narias de la nueva izquierda. Sobre todo, para los provenientes de la tradi- a Mendoza, donde su muerte era segura, debido a la avanzada situación en ción yrigoyenista como los intelectuales de la revista Contorno. Se debate, que se encontraba la represión. Encerrado y acosado, ingiere la pastilla de allí, qué hacer con el peronismo, con la revolución y con la lucha armada. cianuro que llevaban los cuadros montoneros, para evitar ser sometidos a Las diversas opciones realizadas marcarán el fin del movimiento. la tortura y delatar. En 1970, Urondo, invitado por su hija Claudia, se incorpora a las FAR Urondo ya había sufrido la desconfianza de parte de los otros intelec- (Fuerzas Armadas Revolucionarias), que ha avanzado en una síntesis entre tuales, que no optaban por la revolución. En 1972, es apresado en una re- guevarismo, peronismo y lucha armada. A su vez, se evidencia allí una unión para acelerar la fusión de FAR y Montoneros. Pasará unos meses en clara presencia en la formación del marxismo althusseriano, sobre todo, en la cárcel de Devoto, hasta mayo de 1973, en que Cámpora -nuevo presiden- el caso de su más destacado dirigente, Carlos Olmedo. Esta organización te constitucional peronista- libera a los presos políticos. En esa fecha, sale político-militar reflexionará mucho respecto de la importancia de los inte- en su defensa Juan José Saer diciendo que, aunque no comparte la opción lectuales para el éxito del proceso revolucionario. Olmedo, en su debate con “ultraizquierdista” realizada por Paco, no concuerda con los que desmere- el PRT, argumenta que la revolución es un problema de los intelectuales cen su elección debido a que es poeta y, por lo tanto, sería inestable, poco y, que éstos, son superados permanentemente por los sucesos revoluciona- serio e incoherente entre el decir y el hacer. rios. Considera, asimismo, que los intelectuales no tienen que proletarizarse, En la entrevista que realiza a los tres sobrevivientes de la masacre de 38 Razón y Revolución nº 15 Teoría - Historia - Política 39 Trelew, un día antes de ser liberados de la cárcel, Urondo realiza la epifanía del PC (Partido Comunista) durante la década de 1960. Allí, las disidencias de los mártires de la revolución. En 1973, ese trabajo es publicado con el por inconducta se vinculaban a lo político, pero también a lo estético. Así lo nombre de Trelew: La Patria Fusilada. Allí, Urondo habla por las voces de refiere Néstor Kohan, respecto de los debates que se producían en Cuader- ellos y todos por las voces del pueblo. La lucha armada aparece como lo nos de Cultura, del PC, entre José Luis Mangieri, Juan Carlos Portantiero, que une a las FAR, Montoneros y el PRT, más allá de las divergencias y ex- y Juan Gelman, por un lado, y Héctor Agosti, por el otro5. Gelman, en un pectativas respecto del momento electoral que se avecina y de la esperanza reportaje que le realiza M. Russo en RADAR (del 13 octubre de 1996), en Perón como supuesto líder revolucionario, que reivindicaban las OAP recuerda este período en el que ya había optado por no atarse a ninguna (Organizaciones Armadas Peronistas). Esta unidad, sin ambargo, no va a preceptiva. ser posible. El PRT, por su parte, intentó desarrollar políticas culturales, tal como puede observarse en la constitución del FATRAC (Frente Antiimperialista de Trabajadores de la Cultura) entre 1968 y 1971. Sin embargo, la condi- La opción revolucionaria y la línea político-cultural ción respecto de los intelectuales y artistas no era que dijeran tal o cual cosa (o de tal o cual manera), en sus escritos, sino que asumieran integralmente Es de destacar que ninguno de estos intelectuales puede encuadrarse en el compromiso revolucionario, que incluía dar la vida en el combate, si era la estética realista, ni la decimonónica ni la stalinista. Esta última, consa- necesario. Y, a esto, Conti sí estuvo dispuesto. grada en el Congreso de Escritores de la URSS, en 1934. En el primer caso, Urondo, en la poesía retoma la tradición surrealista, y -más específica- el principal teórico es Georg Lukács. En el segundo, A. Zdanov. Bertolt mente- el invencionismo de Edgar Bayley, compañero poeta de Poesía Bue- Brecht, por su parte, polemiza con Lukács respecto de tomar como refe- nos Aires. Desde allí, asumirá que no puede poetizarse prescindiendo de lo rencia de verosimilitud a los escritores franceses del siglo XIX, como Emi- que nos circunda y que, además, la escritura inventa realidad. Avanzado lio Zola, argumentando que, ante nuevas realidades, hay que crear nuevas su compromiso revolucionario, insistirá en que la realidad debe ser cono- formas y dar relevancia al carácter de construcción, montaje, selección y cida para ser transformada, que deben buscarse, no sólo nuevas formas de compaginación que tiene toda obra artística. Asimismo, toma distancia del expresión, sino una nueva lógica que escape del racionalismo binario oc- zdanovismo, ya que concebía al pueblo como un sujeto que puede adqui- cidental. En este sentido, recordemos los poemas Adolecer (1965-1967) y rir diversas características, según las configuraciones sociohistóricas. Estos Trampa (1974). Asimismo, reivindica el testimonio que da sentido al sacri- debates se desarrollaban en la década de 1970, en el seno de la cultura de ficio de los mártires y constituye una manera de crear realidad a través de la izquierda. Brecht había sido difundido por La Rosa Blindada, a mediados palabra. Esta concepción está presente en La Patria Fusilada y la novela Los de la década de 1960. Walsh, por ejemplo, manifiesta expresa adscripción Pasos Previos, ambos textos de 1973. al pensamiento brechtiano en un reportaje que le realiza Ricardo Piglia, Podríamos decir que Montoneros no tenía una explícita política cultu- en 1970. Afirma, categóricamente, que es imposible hacer literatura des- ral. Sin embargo, la extensión de este movimiento por amplios y variados vinculada de la política: “no necesitás ponerte a escribir una mala novela espacios de la sociedad (desde las barriadas, los obreros, las editoriales, la que le dé la razón a la derecha, que digan: ‘ven, esos tipos no saben escribir universidad, los colegios secundarios, las bibliotecas populares) generaron novelas’”4. espacios autónomos del Estado y un poder alternativo. Allí, se debatió in- Haroldo Conti tenía un pensamiento semejante, respecto de la belleza tensamente cómo debían ser esas nuevas formas para las nuevas realidades. de la obra. Así lo expresa en “Compartir las luchas del pueblo”. Sostiene, Se puso en cuestión cómo el imperativo categórico ético -ante la humani- allí, que el arte es el reino de la entera libertad. El PRT -si bien alguno de dad, los pueblos, la clase, los explotados y oprimidos- es más intenso, tiene sus integrantes podría adscribir al realismo socialista, sobre todo es su as- más sentido, que la orden vertical. Y este debate excedió la cuestión de las pecto didáctico y pedagógico- no impartió ni consignas, ni órdenes en este diversas líneas de partidos. No estaban artificialmente repartidas las esferas terreno. Tampoco actuó expulsivamente, como se comprobaba en el seno de acción de las diversas corrientes. En este sentido, debemos decir que 40 Razón y Revolución nº 15 Teoría - Historia - Política 41 Walsh y Urondo, por un lado, y Conti, por otro, participaban de distintas nario del Pueblo”, en Baschetti, Roberto (comp.): Documentos (1970-1973) organizaciones. La diferencia fundamental era Perón o no Perón: los dos de la guerrilla peronista al gobierno popular, De la campana, La Plata, 1995. primeros afirmaban el líder podía garantizar la patria socialista y el último, -Russo, Miguel: “Ese hombre” entrevista a Juan Gelman, en RADAR, año por el contrario, advertía que se trataba de la última carta de la burguesía, I , nº 9, Buenos Aires, 13 de octubre de 1996. es decir, del enemigo. No obstante, ellos mismos desarrollaron un intenso -Santucho, Mario Roberto: Poder burgués, poder revolucionario, Editorial 9 debate y compartieron el guevarismo, el antirrealismo y el compromiso - de Julio, Buenos Aires, 1995. militante y combatiente, de su intelectualidad y de su cuerpo- con las lu- -Urondo, Francisco: chas del pueblo. -Muchas felicidades y otras obras, Arte y Literatura, La Habana, 1986. -Veinte años de poesía argentina, Galerna, Buenos Aires, 1968. 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