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Evaluación Clínica y Funcionalde La Rodilla
Evaluación Clínica y Funcionalde La Rodilla
Figura 1. Descenso de la rótula. Se coge en tenedor con el Figura 4. Traslación medial de la rótula que pone en tensión
pulgar y el índice para poner en extensión el aparato extensor y el retináculo rotuliano transversal lateral (flecha).
el repliegue sinovial suprarrotuliano (flecha).
Figura 7. Apoyo con el talón de la mano sobre el borde medial Figura 10. Movilidad ascensional del peroné (flechas). La
de la rótula (flecha). El índice de la otra mano verifica el grado mano 1 realiza la ascensión a partir del borde inferior del maléolo
de apertura laterorrotuliana (punta de flecha). lateral. La mano 2 verifica el movimiento de ascensión a nivel de
la cabeza del peroné.
Figura 9. Movilidad anteroposterior de la tibioperonea supe- Figura 12. Goniometría de la rotación de la rodilla. Pie en posi-
rior respetando la orientación de su plano de deslizamiento ción neutra. Colocación del centro del goniómetro ligeramente
(puntas de flecha). sobre la mitad medial del eje epicondíleo (en relación con el
centro de rotación).
Dufour en posición sentada, pivotando la pelvis sobre un
pie fijo en el suelo [2] o por rotación activa o pasiva del de elección es en decúbito supino. Permite, mediante la
pie calzado, colocado sobre un platillo giratorio o desli- flexión de la cadera, colocar en tensión funcional los
zante sobre el suelo. Se realiza una medición goniométrica isquiotibiales, optimizando de este modo la posibilidad
directa (Figs. 11 a 13). de flexión activa de la rodilla. A continuación se rea-
La movilidad en flexión/extensión de la femorotibial liza la medición pasiva tras haber colocado la rodilla en
puede efectuarse en diferentes posiciones. La medición de su máximo de amplitud. La flexión máxima se consigue
la flexión efectuada con un goniómetro es una medida fia- mediante un movimiento de flexión dorsal del tobillo
ble [1] . Se practica de forma activa y pasiva. La goniometría que, actuando como palanca interapoyo del talón que
se realiza colocando el centro del goniómetro sobre el epi- reposa sobre la mesa, aumenta la flexión algunos grados de
cóndilo lateral, una rama en relación con la línea media forma autopasiva. La medición pasiva en decúbito prono,
del borde superior del trocánter mayor, la otra en corres- comparándola con la realizada en supino, permite juz-
pondencia con el vértice del maléolo lateral. La posición gar la limitación de la flexión debida a la posible falta de
Figura 15. Evaluación de las relaciones popliteomeniscales Figura 17. Palpación del segmento posterior del menisco
según la prueba de LaPrade. medial. El índice del examinador apoya firmemente sobre la piel
puesta en tensión por los isquiotibiales mediales.
Origen meniscal
El origen de los dolores meniscales puede ser traumá-
tico o degenerativo. Muchas maniobras relacionadas con
la palpación de la interlínea tienen como objetivo repro-
ducir el dolor.
La clásica palpación apoyada de las interlíneas femo-
rotibiales debe extenderse al máximo hacia delante
deprimiendo el cuerpo adiposo de Hoffa (Fig. 16) y hacia
atrás introduciendo el índice del examinador lo más posi-
ble bajo los tendones de los músculos de la pata de
ganso en medial (Fig. 17) y bajo el bíceps en lateral.
La palpación de la interlínea lateral se ve facilitada por Figura 19. Grito del menisco de Oudart. La palpación del
la posición de Cabot en flexión-varo-rotación externa menisco sobre la interlínea medial se asocia a una extensión
(Fig. 18). La palpación asociada a simples movimien- activa de la rodilla (flecha).
tos de flexión/extensión o combinada con rotaciones de
la rodilla, incluso de varo/valgo complementarios, son
específicos de las lesiones meniscales (Fig. 19 à 22). Los Origen tendinoso
movimientos de hiperflexión en carga son susceptibles de El dolor de origen tendinoso se basa por lo general en
provocar los dolores relacionados con la afectación de los la contracción contra resistencia del músculo afectado, su
cuernos posteriores. Del mismo modo, la hiperextensión palpación y su estiramiento. El dolor puede asociarse a la
solicita a los cuernos anteriores. inflamación de una bolsa subyacente. Los dolores pueden
Figura 30. Prueba del sentido de posicionamiento articular. Figura 31. Valgo en 30◦ de flexión. Punto azul distal: la mano
Este sentido se considera alterado cuando la separación es supe- imprime una fuerza valguizante sobre la pierna. La mano opuesta
rior a 5 cm (alrededor de 5◦ ) en tres intentos. (círculo de puntos) sirve de contraapoyo controlando la rotación
de la cadera.
flexione de forma activa la rodilla que se va a explorar
para colocarla en el mismo grado. La prueba se repite tres
veces. Más allá de una separación reproducible de 5 cm
de los dos talones (alrededor de 5◦ ), se puede concluir
que existe una alteración del sentido de posicionamiento
(Fig. 30). En caso de alteración, se realiza la misma prueba
con un vendaje de la rodilla para medir la influencia exte-
roceptiva sobre la propiocepción. Un resultado positivo
es indicación de un vendaje extensible o de una rodillera
para mejorar la propiocepción de la rodilla y disminuir
la cojera. También se cruza la apreciación subjetiva del
paciente durante la marcha.
Evaluación de la laxitud
capsuloligamentaria
La evaluación de la laxitud capsuloligamentaria, ade-
más de identificar las lesiones anatómicas, constituye una Figura 32. Valgo a 30◦ de flexión. Punto azul distal: fuerza
fuente importante de información en relación con el enfo- valguizante sobre la pierna. Círculo de puntos: contraapoyo.
que de la estabilidad de la rodilla. Permite, mediante una El apoyo del muslo sobre la mesa facilita su mantenimiento y
exploración metódica, identificar las laxitudes de la rodi- estabilización.
lla y de este modo, en relación con la rehabilitación,
elaborar las estrategias de refuerzo muscular. Es indispen- Valgo en extensión (Fig. 33)
sable comparar la laxitud que se observa en una rodilla La prueba en valgo efectuada sobre una rodilla en
con la de la rodilla contralateral. La valoración identifica extensión explora las formaciones capsuloligamentarias
las laxitudes precisando las localizaciones de las debili- del cuadrante posteromedial (fibras profundas del LCM,
dades capsuloligamentarias, mientras que el paciente las ligamento posterior oblicuo, coca condílea medial y
describe bajo forma de inestabilidad. ligamento cruzado posterior). En algunas situaciones
Las investigaciones de la laxitud se codifican de acuerdo dolorosas puede que no sea posible una extensión total.
con la realización de las siguientes pruebas, con su descrip- Hasta 10◦ de flexión, la variación de la laxitud no es sig-
ción y correspondencias anatómicas. nificativa. Más allá, las formaciones posteromediales se
distienden progresivamente desde atrás hacia delante a
medida que la flexión progresa hasta 20◦ [10] .
Varo en 30◦ de flexión (Figs. 31 y 32)
Con el paciente acostado en decúbito supino, se efec- Varo a 30◦ de flexión (Fig. 34)
túa una fuerza en valgo sobre la rodilla flexionada a más
La fuerza varizante se realiza sobre una rodilla en 30◦ de
de 20◦ , controlando la rotación interna de la cadera.
flexión. La ligera distensión del LCL en flexión de la rodilla
La prueba es positiva cuando se detecta una laxitud
permite una laxitud fisiológica en varo-flexión a 20◦ más
más importante que sobre el miembro contralateral y/o
importante que en valgo [11] . Por lo tanto, es primordial
se desencadena un dolor sobre la cara medial. Con
determinar el punto de equilibrio de partida antes de cual-
una buena sensibilidad [1] , esta prueba explora priorita-
quier evaluación de la laxitud en varo-flexión [9] . Puesto
riamente el fascículo superficial y secundariamente el
que la lesión aislada del LCL es rara, esta prueba provoca
fascículo profundo del LCM, sólo si el fascículo superficial
con más frecuencia dolor al colocar en tensión el LCL sin
está lesionado [8] . El fascículo profundo, el que se lesiona
aumento de su laxitud. Si en la prueba se observa una
con más frecuencia, no presenta laxitud en valgo con esta
hiperlaxitud, se encontrará igualmente en extensión, aso-
prueba. La presencia de una laxitud fisiológica en varo-
ciada a la afectación de las formaciones retroligamentarias
flexión (distensión del LCL) es indicación de determinar el
del LCL.
punto cero de partida relajando la rodilla de toda tensión.
A partir de esta referencia, se puede apreciar la verdadera
laxitud en valgo [9] . En presencia de un desgarro del LCM, Varo en extensión
la integridad del espesor del segmento posterior menis- En extensión, el LCL se coloca en tensión junto al con-
cocartilaginoso lateral condiciona igualmente el grado de junto de las formaciones posterolaterales, que entonces
laxitud. se pueden explorar. De este modo, desaparece la laxitud
Figura 37. Cajón anterior directo. Obsérvese la posición de Figura 39. Cajón anterior en rotación externa. Con la rodilla
los índices que controlan la relajación de los isquiotibiales y la de en rotación externa (flecha interior), el examinador ejerce una
los pulgares que palpan la interlínea durante la tracción anterior tracción anterior (flecha). La atención se centra en el avance del
(flecha). platillo tibial medial.
Resalto rotatorio del estado de las tensiones musculares, las cuales pue-
den inducir tensiones de hiperpresión o de desequilibrio,
Las pruebas de inestabilidad que tienen como objetivo
incluso restricciones de las amplitudes de las articulacio-
recrear dinámicamente la subluxación del comparti-
nes femoropatelar y femorotibial.
mento lateral y su reducción no entran en la práctica
de la rehabilitación. Esta inestabilidad, reconocida como
Extensibilidad del recto femoral
desagradable por el paciente, se obtiene mediante movi-
mientos pasivos de flexión/extensión con importantes El aumento de la distancia talón-nalga en posición de
fuerza valguizantes, con la rodilla en rotación interna. decúbito prono en relación a la media en posición de
Estas pruebas requieren una relajación muscular prefecta decúbito supino con la cadera flexionada traduce la falta
y son más evidentes bajo anestesia. de extensibilidad del recto femoral (Fig. 41).
Prueba manual
La apreciación manual de la fuerza de los músculos
periarticulares de la rodilla constituye una primera apro-
ximación que requiere el complemento de la medición
instrumental para una mayor precisión.
Las grandes funciones musculares de flexión y de exten-
sión de la rodilla se completan por las rotaciones y, sobre
todo, por la flexión plantar del tobillo según la clasifica-
ción y la descripción de Daniels y Worthingham [16] .
Extensibilidad mioconjuntiva Figura 41. Extensibilidad del recto femoral. La rigidez se nota
La apreciación de la extensibilidad mioconjuntiva de en la parte anterosuperior del muslo. El examinador debe vigilar
los músculos periarticulares de la rodilla nos informa el comportamiento lumbopélvico.
A B
A B C
Figura 46. Genu valgo (A) que se corrige por rotación externa de la cadera (B, flechas) y aumenta por una rotación interna (C, flechas),
que traduce una rigidez predominante de los rotadores internos de la cadera.
B
Figura 50. Choque rotuliano.
A. Primer tiempo. Con todos los dedos, se recoge el líquido sino-
vial en los fondos de saco sinoviales de la rodilla (flechas). El índice
se deja libre.
B. Segundo tiempo. El índice se apoya sobre la rótula para crear
un contacto con la tróclea (círculo). La ausencia de choque o la
resistencia viscosa traduce el grado de derrame.
Cavidad articular
El derrame articular se traduce por un aumento del volu-
men de dicha articulación, con hinchazón de los fondos
Figura 49. Prueba de recentrado rotuliano (flecha y punta de de saco sinoviales. La exploración física no permite dife-
flecha). Medialización de la rótula durante la flexión monopodal renciar un hematros de un derrame sinovial. En un con-
con el talón de la mano (flecha). texto traumático, únicamente la anamnesis, que precisa la
aparición muy rápida de un derrame, puede traducir un
hemartros. Sólo la punción puede determinar la natura-
en contraapoyo sobre el epicóndilo medial (Fig. 48). leza del líquido por su aspecto, su viscosidad y su análisis.
También es posible una alternativa con apoyo del talón La maniobra denominada de choque rotuliano o del
de la mano del examinador sobre el borde lateral de signo del témpano se realiza con la rodilla en extensión.
la rótula (Fig. 49). Es importante agarrar firmemente la Las dos manos del examinador recogen el derrame en los
rótula antes de poner en tensión el aparato extensor y fondos de saco para dirigirlos bajo la rótula (Fig. 50A). El
que la rótula se integre en la tróclea. La medialización examinador ejerce un apoyo con el índice sobre la rótula
de la rótula se efectúa de forma vigorosa a lo largo de en dirección de la tróclea (Fig. 50B). El choque producido
todo el movimiento de flexión. por el contacto de la rótula contra la tróclea señala la posi-
Se pregunta al paciente sobre la eficacia de la maniobra. tividad de la prueba. En presencia de un derrame leve, la
La comparación con el efecto que se siente sin corrección recogida de los fondos de saco colaterales de la rótula se
(segundo tiempo) permite determinar si esta maniobra efectúa de forma minuciosa.
manual de recentrado disminuye o no el dolor. En pre- La presencia de un derrame se traduce en rehabilitación
sencia de una prueba positiva (recentrado eficaz), se puede por una reflexión sobre las fuerzas de apoyo y el trabajo
aplicar una estrategia de rehabilitación de medialización dinámico. El derrame también es un factor de inhibición
rotuliana (por ejemplo, taping). de las fibras inferiores del vasto medial [21] .
confortable, predecir la posibilidad de atravesar una calle, por debajo de 65 como mala. Tegner pondera la escala
por ejemplo. Medidas en los 6 m centrales de una distancia de Lysholm con la clasificación del nivel de actividad
de 10 m, con una población de 60-89 años sin enferme- física anterior de 0 a 10, de la incapacidad laboral (0)
dad, las velocidades medias comunicadas por Steffen se al deporte de competición a nivel nacional o interna-
encuentran entre los intervalos de 1,15 m/s para los varo- cional (10) [25] . Choary y Poiraudeau consideran que esta
nes de 80-89 años, 1,59 m/s para los varones de 60-69 años escala es reproducible y válida a partir de un análisis de
y de 1,15 y 1,44 m/s para las mujeres de estos respectivos 11 artículos seleccionados [31] . Su uso para la evaluación
tramos de edad [27] . de las intervenciones cartilaginosas no protésicas sobre la
rodilla muestran un uso aceptable [32] .
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de 0 a 10. En el primer apartado se pregunta al paciente [17] Davis DS, Quinn RO, Whiteman CT, Williams JD,
por su dolor durante cinco actividades funcionales dia- Young CR. Concurrent validity of four clinical tests used
rias. El segundo apartado está dedicado a la rigidez. El to measure hamstring flexibility. J Strength Cond Res
tercer apartado pregunta al paciente sobre las dificulta- 2008;22:583–8.
des encontradas en 17 situaciones funcionales. Esta escala [18] Smith TO, Davies L, Donnell S. The reliabi-
forma parte de las evaluaciones preferenciales de la cirugía lity and validity of assessing medio-lateral patellar
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Chatrenet Y. Evaluación clínica y funcional de la rodilla. EMC -
Kinesiterapia - Medicina física 2013;34(2):1-18 [Artículo E – 26-008-E-20].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico