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Vallejo en Europa:

El 17 de Junio de 1923, César Vallejo dijo definitivamente adios al Perú al viajar rumbo a
París, para no regresar corporalmente nunca más.

Las razones principales de la presencia del poeta peruano en París son, por una parte, la
atracción que ejerció sobre él el mundo cultural francés. Por otra, el duro golpe que le
significó sufrir cárcel, por injustos motivos políticos, durante casi un año. El temor a que su
caso se reabriera y pudieran volverlo a encerrar en una cárcel peruana lo martirizó hasta
hallándose en Europa.
Iba donde la vida era crítica y hasta cruel. No era el incentivo de su viaje pasar buena vida, gozar de

lo cómodo, complaciente y hedonista. Menos era su intención hacerse rico. Iba a un continente en

donde era difícil incluso sobrevivir. Había tomado el rumbo hacia una Europa conflictiva y le atraía

porque en ella todo era convulso y donde ya se escuchaba el fragor de los cañones y los clarines de

combate. aunque en diferentes proporciones determinaron la larga estancia del poeta de Los

heraldos negros en la capital francesa.

(Puccinelli J, 1987 )

(Campos, M. 2016)

César Vallejo deseaba viajar a Europa y lo hizo, siempre quiso dar sus pensamientos y

plasmarlos en sus escritos desde su perspectiva, por ello se ganó unos cuantos problemas

debido a esto es expulsado de París, acusado de hacer propaganda comunista.

Igualmente, que, con España, Vallejo se había reconciliado en el alma y en el corazón con

su patria. La imagen de deterioro y los recuerdos acerbos se habían serenado y dulcificado.

Si étnicamente hubiera podido definirse Vallejo habría respondido que era un

indoamericano. Yo diría mejor: un indo peruano. A América Latina sólo la conoció a través

de los latinoamericanos en París. Abnegadamente, construyó un Perú diminuto en el

perímetro del primer distrito y en el perímetro de Montparnasse, entre cafés antiguos, bares

desleídos, cuartos de hotel como hoyos negros, boîtes de nuit para pasar las sombras.

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