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AMOR DE LEYENDA

Por: Miguel Pachas

El amor que se profesaron César Vallejo y Georgette fue, simplemente, un


amor de leyenda. Más allá de las dificultades económicas que tuvieron,
además de algunas diferencias en el aspecto político en un inicio, el amor
cruzó los linderos de la cotidianidad y se elevó hasta plasmarse en versos
inolvidables.
Un inspirado Vallejo le escribió a su amada de ojos glaucos:
"¿Qué me importan los fusiles? / escúchame: / escúchame, ¿qué importánme, / si la bala
circula ya en el rango de mi firma? / ¿Qué te importan a ti las balas, / si el fusil está ya
humeando en tu olor? / Hoy mismo pasaremos / en los brazos de un ciego nuestra
estrella / y, una vez que me cantes, lloraremos. / Hoy mismo, hermosa, con tu paso par /
y tu confianza a que llegó mi alarma, / saldremos nosotros, dos a dos. / ¡Hasta cuando
seamos ciegos! / ¡Hasta / que lloremos de tanto volver!” (poema “Palmas y guitarras”).
“¡Amada en la figura de cola irreparable, / amada que yo amara con fósforos floridos, /
quand on a la vie et la jeunesse, / c’est déjá tellement! / Cuando ya no haya espacio /
entre tu grandeza y mi postrer proyecto / amada, / volveré a tu media, has de besarme /
bajando por tu media repetida, / tu portátil ausente, dile así…” (poema “Dulzura por
dulzura corazona”).

Una enamorada Georgette, le escribió al poeta, después de su abrupta partida el 15 de


abril de 1938:

TÚ QUE HAS VENIDO


Tú que has venido con tu dolor
y tus manos entreabiertas
sólo tus párpados hechos blanca ceniza
podían colmarse de tanta desgracia
Agachada sobre tu cóncavo esqueleto
he sabido que yo te había amado
como deberían amar las piedras
y a la hora vencida de tu muerte
he levantado alto
y amado tu derrota
TÚ MI VIDA
Tú mi vida
tú mi dolor
toda mujer eternamente
mece un niño
He nevado tanto
para que duermas
y llorado
hasta disolver tu ataúd

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