Los juguetes son fuentes poco convencionales en los estudios históricos en
Colombia, siendo que son objetos que definen nuestra infancia, los tomaron como una fuente anexa y secundaria. El texto esta dirigido a trabajar con esta fuente (los juguetes) y propone 3 fuentes complementarias: los retratos, las fotografías, y los relatos biográficos. Se divide en 2 partes: la primera ve a los juguetes como una fuente histórica importante y la segunda hablará sobre las muñecas parlantes que el inventor Edison desarrolló, y para que grupo social estaba dirigida. Los juguetes brindan bastantes posibilidades de análisis al investigador porque los tenemos tanto en el pasado como en el presente, podemos encontrar en ellos valores comerciales, sociales, culturales, emocionales, nosotros como personas al utilizarlos podemos darle vida, y generar animaciones en nuestra cabeza, hay juguetes incluso que pueden desarrollar el intelecto. Pero los juguetes no pueden ser considerados como fuentes completamente de un tiempo en la historia, si no que nos dan varias interpretaciones. Incluso se sabe que durante un tiempo el juego o los juguetes propiamente dichos fueron censurados o vistos con mal gusto por que promovían la holgazanería en los niños, y haría que se entretengan en cosas banales, y no en el trabajo o en ayudar en el ambiente donde vivían. Muchos objetos son difíciles de ser rastreados como fuentes, solo se tiene la capacidad de rastrearlos de manera más precisa a partir de la época en que fueron comercializados. En diversas excavaciones se encontraron objetos, los cuales podrían pertenecer a rituales y no ser catalogados como juguetes precolombinos, como se pensó en algún momento. Existen documentos pictóricos que nos muestran que en su mayoría niños con juguetes de corte militar. También tenemos a disposición relatos biográficos, en los cuales se hablan de las practicas de juego en el pasado, o también ya los juguetes que fueron industrializados. El caso concreto de las muñecas de Edison que fueron elaboradas a principios de 1890 estas incluían grabaciones de canciones de cuna, las cuales tenían como base el fonógrafo de Edison. Ciertamente se lo publicitó como una maravilla científica, pero fue un fracaso en la industria del juguete, además que su precio era muy alto para la época. Los juguetes como fuentes materiales y los discursos sobre ellos tienen posibilidades y limitaciones, pero será tarea del historiador comprender y dilucidar como es que los niños se desenvolvían en el mundo del juego y se tendrá que acudir necesariamente a fuentes complementarias anteriormente mencionadas.