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MÁRGENES DE LA PSIQUIATRÍA Y HUMANIDADES

REFLEXIONES NERVIOSAS

Chocolate. de chocolate. Eso sí: consideran que no se


puede establecer si existe una relación causal,
Los Archives of Internal Medicine publi- y menos aún en qué dirección (es decir, que
caron el pasado mes de abril un trabajo de las no nos aclaran si el chocolate causa o alivia
norteamericanas Rose, Koperski y Golomb1 la depresión). Tres años antes, los australia-
que pretende analizar la relación entre el nos Parker y Crawford2 ya habían realizado
consumo de chocolate y los síntomas depre- otro estudio, basado en un cuestionario onli-
sivos. Las autoras indican que aunque existe ne, en el que participaron 3.000 personas que
todo un saber popular al respecto (plasmado decían padecer una depresión clínica. Los
en los más de 5.690.000 resultados de una autores encontraron en la mitad de los par-
búsqueda en Internet combinando los térmi- ticipantes craving por chocolate (más noto-
nos ingleses “chocolate” y “mood”), poco se rio en damas que en caballeros). Además, su
ha investigado con rigor para confirmar tal consumo fue considerado beneficioso para la
relación y determinar su sentido. Por ello depresión, la ansiedad y la irritabilidad y se
realizaron un análisis transversal sobre una asociaba a la presencia de rasgos indicativos
muestra de 1018 mayores de 18 años (694 de neuroticismo. El delicioso chocolate, por
adultos y 324 adultas) de San Diego, Cali- lo tanto, es algo más que un manjar; es una
fornia, con un buen estado de salud general, puerta abierta a la investigación más o menos
centrándose en los 931 sujetos que no toma- científica sobre la psique humana. Impresio-
ban antidepresivos y que facilitaron datos nante.
sobre su consumo de chocolate. Una vez los Fue Linneo fue quien denominó al cacao
tuvieron rodeados y sin escapatoria posible, “Theobroma”, o “alimento de los dioses”,
les administraron sin piedad un instrumento término que tal vez guarde relación con el
para la valoración de la depresión (el Center origen divino del producto que la mitología
for Epidemiologic Studies Depression Scale, tolteca atribuye al producto, pero que según
para los amigos, CES-D). Por si fuera poco, algunos autores lenguaraces podría deber-
a los 839 probandos que se dejaron les pa- se al apasionamiento por el chocolate que
saron el Fred Hutchinson Food Frequency el insigne naturalista sueco con personajes
Questionnaire para cuantificar su consumo tan variopintos como Calderón de la Barca,
de chocolate. Observaron que los sujetos con Francisco de Quevedo, Napoleón Bonapar-
puntuaciones sugestivas de depresión (igual te, Rubén Darío, el Papa Pablo VI, Agatha
o superior a 16 en el CES-D) consumían más Christie, Neil Armstrong o, mejorando lo
chocolate que los que se situaban por debajo presente, un servidor. 
de esa puntuación y lo hacían con una sig- El cacao es una planta de origen america-
nificación fetén (P=.004) aun más llamativa no muy importante en la cultura y el comercio
en sujetos que puntuabn por encima de 22 en precolombino. Fue el propio Colón el primer
el CES-D. Laás, común a varones y mujeres, europeo en reseñar que los centroamericanos
era independiente de otros factores o hábitos usaban sus semillas como moneda. Los azte-
dietéticos, por lo que Rose y colegas conclu- cas y mayas tenían en gran estima al cacao
yen que a mayor puntuación de depresión en y a su infusión chocolatl. Confirmando que
el citado instrumento, tanto mayor consumo muchas veces los vencedores adoptan las
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costumbres y hábitos de los vencidos, Her- verso, ya que inicialmente se consumía en


nán Cortés ordenó plantar cacao e introdujo forma sólida. Y tal vez con cierta lógica, en
la exótica bebida en la Corte de Carlos V en paralelo a la solidificación del chocolate, a lo
1528. El conquistador consideraba al choco- largo del siglo XIX el café se fue imponiendo
latl una bebida muy apropiada para infundir como bebida de elección, relegando a la be-
vigor y lucidez a sus soldados. bida de los dioses a una posición secundaria
A pesar de su sabor amargo para el gusto y más puramente hedónica en la dieta de los
europeo, el chocolate consiguió extenderse europeos. 
por el Viejo Continente, gracias a que las cla- En nuestros días las virtudes del chocolate
ses altas hicieron de él una bebida de moda no radican en su efecto vigorizante o afrodi-
(el esnobismo y la tontería, pues, no son fe- siaco, sino en sofisticados y espesos razona-
nómenos recientes). A sus efectos tonifican- mientos químicos. En el cacao encontramos
tes se le añadió una presunta capacidad afro- un 30% de grasa, un 6% de proteínas, un
disíaca que lo hizo muy popular. Si Bernal 61% de carbohidratos, y un 3% de humedad
Díaz del Castillo ya había informado de que y minerales de gran interés fisiológico, como
Montecuhzoma Ilhuicamina tomaba cacao magnesio, cobre, potasio, fósforo, calcio,
antes de visitar a sus numerosas concubinas, hierro y zinc. También aporta vitamina A,
en Europa Madame du Barry lo servía a sus vitamina B (niacina, pantoténico) y vitamina
amantes antes de hacer el amor y para Ca- E. La manteca de cacao contiene un 35% de
sanova era más vigorizante que el champán. ácido oleico, un 35% de ácido esteárico y un
Con el verosímil afán de hacer más apetitosa 25% de ácido palmítico. El 5% restante está
tan cumplidora bebida, se sucedieron expe- integrado por diversos ácidos grasos, como
rimentos que la combinaban con sustancias el linoleico. El cacao es rico además en las
tan diversas como la leche, el vino, la cer- tres metil-xantinas, a las que se atribuye su
veza o la pimienta. No es de extrañar en este efecto tonificante. La principal metil-xantina
contexto que la Iglesia se movilizara contra del cacao es la teobromina (1,2%) que esti-
el producto, prohibiera a los clérigos su uso mula el músculo cardíaco y tiene un efecto
y amenazara con la excomunión a quienes vasodilatador. También se detectan fenileti-
lo consumieran en misa (lo que hermana al lamina, la inevitable serotonina y tiramina,
chocolate con su “paisano” el tabaco, un pro- así como otras sustancias menos inocentes.
ducto consumido también por los sacerdotes Desde 1996 sabemos que el cacao contie-
durante la misa hasta que la Iglesia tomó car- ne tres N-aciletanolaminas (conocidas con la
tas en el asunto). misericordiosa abreviatura de NEAs): la N-
El éxito definitivo del chocolate llega- oleoiletanolamina, la N-lineoiletanolamina
ría con su salto al estado sólido, debido a y la andanamida, por orden decreciente de
la prensa hidráulica del holandés Conraad concentración3. Esta última, ligando endó-
Johannes van Houten, que no sólo permitía geno de los receptores cannabinoides, debe
la elaboración del chocolate en polvo, sino su nombre al sánscrito ananda (bienestar).
que además aportó un método para separar Su acción neurotransmisora permite augu-
la manteca de cacao, elemento indispensable rar su posible utilidad para el desarrollo de
para la tableta. Pasó así el chocolate de ser nuevas terapias para la ansiedad, la depresión
consumido preferentemente como bebida o el dolor. Las otras dos NEAs interrumpen
a convertirse en un delicado manjar sólido. el catabolismo de la andanamida, lo que po-
Curiosamente, el café siguió un camino in- tencia su acción provocando una leve acción
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cannabinomimética. Reconozcamos, por lo gr/día, junto con una comórbida desmesura


tanto, que quien en el argot de los consumi- en actividades como los deportes, el ajedrez,
dores tuvo la ocurrencia de designar al hachís el juego de cartas, las relaciones sexuales, la
como “chocolate” fue una persona inspirada lectura o el cine, y una tendencia al ordenan-
y lúcida. Pero más recientemente se ha pues- cismo6. La diferenciaban de la bulimia por la
to en duda que el chocolate sea adictivo por ausencia de culpa, vómitos, uso de laxantes
esta vía. Por una parte, las NEAs se descom- o alteraciones de la imagen corporal, y la ca-
ponen en el tubo digestivo antes de alcanzar racterizaban como una práctica hedónica.
la sangre o el cerebro4; además, el chocolate Clásicamente se ha afirmado que la que-
no contiene más andanamida que las avella- rencia por el chocolate es más acusada entre
nas, por lo que su efecto psicoadictivo ha de las mujeres. Existen múltiples observaciones
ser forzosamente menor que el de la mari- anecdóticas o naturalísticas, y otras de cor-
huana (¿salvo tal vez en la combinación de te más científico, como el estudio que, con
chocolate con avellanas?). Hay además otros el apoyo -y no es broma- de la Federación
productos ricos en andanamida como la soja Española de Asociaciones del Dulce y la
o la leche humana (se entiende que de mujer Asociación Española de Fabricantes de Cho-
no consumidora de chocolate en cualquiera colate, validó el Cuestionario de Chocolates
de sus acepciones) que no son adictivos. Por y Dulces7, versión castellana del Foods and
cierto, que este trabajo se debe a Vicenzo di Mood Inventary8. La investigación no sólo
Marzo y otros autores, procedentes del Insti- demostró que el instrumento está adornado
tuto de Química Molecular de Nápoles y (es de buenos valores de fiabilidad y consisten-
rigurosamente cierto) del Centro de Inves- cia interna, tanto para su sección de choco-
tigación de Nestlé. En otra aportación Smit late como para la de dulces, la experiencia,
y colaboradores5 concluyen que el efecto sino que arrojó el hallazgo colateral, pero no
psicótropo del chocolate reside en las metil- por ello menos significativo, de que las mu-
xantinas, más que en ingredientes calóricos. jeres obtenían puntuaciones más altas que los
Lo que es una lástima, porque puestos a acu- varones.
sar al chocolate de ser una droga quedaría Además, algunas observaciones seña-
mucho más aparente y apropiado afirmar sin lan que la inclinación de las mujeres por el
lugar a dudas que su acción psicológica se chocolate es cíclica y hormonodependiente.
debe a una molécula emparentada con los Casi la mitad de las norteamericanas expe-
cannabinoides. rimentan craving por dulces y chocolate y
Si nos remontamos más años atrás, mu- la mitad de ellas lo hace especialmente en
cho antes de que se hablase de las NEAs, el la proximidad de la menstruación. Un estu-
saber popular ya tenía claro que existía un dio de Michener y colaboradores estudió el
craving por el chocolate e incluso una adic- consumo de un grupo de mujeres con ingesta
ción al manjar divino, y se habían acuñado perimenstrual de chocolate y/o dulces más o
términos como “chocolohómano” o “choco- menos compulsiva y les administró de forma
hólico” para denominar a la persona que ¿su- aleatorizada y en doble ciego, placebo, pro-
fría? tal adicción. En 1985, Favre-Bismuth gesterona o alprazolam. Los autores no apre-
y Grouzmann describieron la chocolatoma- ciaron cambios en el patrón de consumo o de
nía, definiéndola como el consumo casi ex- craving con ninguno de los procedimientos,
clusivo de chocolate negro (con más del 50 por lo que descartaron un desencadenante
% de cacao) en cantidades entre 100 y 500 hormonal o afectivo9. Años después, Zellner
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y asociados preguntaron a un colectivo de se expuso a la contemplación, olor y sabor


mujeres norteamericanas e hispanas cuándo de sus alimentos favoritos, incluido el cho-
se les exageraba el craving por chocolate, y colate. Con las pertinentes imágenes en colo-
si les sucedía así en torno a la menstruación. rines generadas por sofisticados cacharricos
Las norteamericanas reconocían una mayor se comprobó que la experiencia activaba en
apetencia catamenial que no se daba entre las los probandos regiones cerebrales que se ex-
hispanas, lo que llevó a los autores a pensar citan cuando las personas adictas a la cocaína
que el craving femenino por el chocolate es piensan en su consumo. En concreto, esta ex-
más cultural que fisiológico10. Otros estu- posición a sus alimentos favoritos aumentó
dios, como el de Dallard y colaboradores11, notablemente (en un 24 %) el metabolismo
encuentran que la adicción al chocolate no especialmente en la ínsula anterior, la cir-
está tan sesgada hacia las mujeres, sino que cunvolución temporal superior y la corteza
se presenta en una población caracterizada orbitofrontal (COF). La participación de esta
por una vulnerabilidad hacia la depresión y la última zona permitió a los autores proponer
ansiedad, que emplea el producto para aliviar que la publicidad de los alimentos repercute
en parte su malestar, con dosis habitualmente en la epidemia de obesidad que afecta a Es-
estables, lo que diferencia la chocolatomanía tados Unidos. Cierto es que tanto colorín y
de otras adicciones. toda las alusiones a recónditas esquinas cere-
Más compleja, bastante más, es la hipóte- brales y a autopistas dopaminérgicas impone
sis que Rezzi y colaboradores12 (vinculados bastante, pero uno no le queda más remedio
también con el Instituto Nestlé) aventuraban que preguntarse cuándo se estudiará lo que
en 2007 para justificar el gusto por el choco- sucede en la COF de filatélicos expuestos a
late. Los autores defendían un nuevo enfoque sellos raros o deseables, en seguidores de un
“nutrimetabonómico” en el que correlacio- determinado equipo de fútbol ante los pri-
naban fenotipos metabólicos generados me- meros toques de balón por parte del crack de
diante espectroscopia con preferencias die- turno, o en general cuando se expone a cual-
téticas y conductuales; más concretamente quier persona a una situación que le resulte
con dos opuestas: “deseosa de chocolate “ e apetecible o placentera más allá del ámbito
“indiferente al chocolate”. Caracterizaron los de las drogas o las dietas.
fenotipos metabólicos urinario y plasmático, Para que el razonamiento sobre el craving
incluido el perfil lipoproteico postprandial y quede redondo falta la terapéutica farmaco-
el co-metabolismo de la flora intestinal. Los lógica. En 1989 el American Journal of Psy-
datos obtenidos sugerían que las diferentes chiatry publicó una carta en la que el doctor
preferencias dietéticas influyen en el estado Michell y asociados14 relataban el hallazgo
metabólico basal y en la actividad del micro- serendípico de dos pacientes depresivos con
bioma intestinal, quienes a su vez pueden craving por chocolate comórbido en los que
determinar consecuencias a largo plazo para la querencia había desaparecido a los pocos
el huésped. días de iniciar el tratamiento con bupropion.
Y nos falta la vía de la neuroimagen Los autores descartaban la adicción fuera
para caracterizar y si es posible anatemizar secundaria a la depresión o que la querencia
el consumo de chocolate. En 2004, Wang y desapareciera al mejorar el cuadro afectivo,
colaboradores publicaron en Neuroimage un por lo que concluían que la respuesta tenía
estudio13 con 12 personas sanas, no obesas ni que estar en el antidepresivo. Como faltaban
bulímicas, ni adictos as sustancias, a las que aún tres años para que se descubriera la anda-
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namida y quince para que se atribuyese toda presuntas- de las enfermedades han servido
la acción psicotrópica del producto a las me- para destacar, por encima del dolor o el su-
tilxantinas, no tuvieron más alternativa que frimiento del paciente, las conductas previas
fijarse en que la estructura química del bu- que según el momento histórico se han pre-
propion era clavadita a la de la feniletilamina vias relacionado tan alegre como dogmáti-
del chocolate. De esta manera, el antidepre- camente con la aparición de la enfermedad.
sivo produciría en los pacientes una “sacia- En la época moderna, podemos recordar las
ción” ante la que no tendría lugar ni sentido peregrinas teorías masturbatorias sobre la
el ansia por chocolate. Pasados unos meses, histeria -a las que llegó a apuntarse el mis-
Rakatansky ofrecía una explicación alterna- mísimo Freud- o la epilepsia. Más reciente-
tiva15: en su opinión Michell y colaboradores mente, la terapéutica antiinfecciosa ofreció al
habían descubierto un efecto secundario gra- enfermo la posibilidad de curación e incluso
ve del bupropion consistente en la abolición de redención. Pero si bien la irrupción de la
del placer de consumir chocolate. ¿Qué sería penicilina redimió a quienes padecían enfer-
de quienes obtienen un beneficio hedonis- medades venéreas hasta entonces fatales, la
ta del chocolate si se les privara a golpe de llegada de la infección VIH rescataría la vie-
psicofármaco de su placentero consumo?, ja idea de la enfermedad como retribución al
se preguntaba, al tiempo que imaginaba un depravado, sin redención posible16. La toma
escenario pavoroso en el que la gente, aban- continua de antirretrovirales y sus molestos
donado el chocolate, se entregaría a otras ac- secundarismos equivalen, por lo tanto, a una
tividades, como el sexo (con el consiguien- penitencia por el mal causado al propio cuer-
te riesgo de un baby-boom) o -peor aún- al po con una conducta licenciosa e inmoral.
ejercicio compulsivo. Aunque estas alternati- Más aun: la lipodistrofia generada por algu-
vas, a la larga, pudieran ser provechosas, en no de estos productos podría representar un
el plazo corto generarían una necesidad de modero estigma comparable a las llagas del
asistencia psiquiátrica con un enorme des- leproso, el apestado y marginado clásico.
pliegue de recursos humanos que pondría a Pero en nuestra época lo médicamente
la sanidad al borde del colapso económico. pecaminoso se ha desplazado desde la esfera
Por todo ello, sugería que la FDA prohibiera sexual hacia otros atentados contra la pure-
el bupropion o limitara su prescripción, y se za corporal. Destacan entre ellos los hábitos
preguntaba cuándo cesaría el afán de lo que considerados insanos desde el punto de vista
llamaba farmacología creativa por modelar metabólico o cardiovascular, auténticos vi-
la conducta alimentaria de la ciudadanía, que cios posmodernos que se contraponen a los
a su modo de ver, tenía un incómodo regusto virtuosos hábitos saludables en la alimen-
orwelliano. tación y las costumbres. La cuestión llega
Tanta insistencia sobre la presunta adic- hasta el punto de que el ser humano, siempre
ción al chocolate pone de manifiesto que los desmedido y proclive al fundamentalismo,
seres humanos somos gente de pocas ideas, ha generado formas fanáticas, por exceso, de
que vuelve sobre ellas con tenacidad y una estos hábitos saludables que, unidas al celo
especie de atavismo del que somos incapa- descriptivo y analítico de la Medicina, han
ces de liberarnos. La Historia de la Medicina permitido la identificación de dos nuevas es-
demuestra que los límites entre las ideas de pecies morbosas: la ortorexia y la vigorexia.
enfermedad y vicio son muy borrosos. Tam- La dualidad de los hábitos saludables
bién permite ver que ciertas causas -reales o (mesurada o desbocada, que remite a la di-
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cotomía clásica de templanza y desenfreno) A la larga tradición, ya expuesta, sobre


tiene su paralelo en la clásica y a veces olvi- los efectos psicotrópicos, reales o supuestos
dada dualidad de los fármacos, en los que se (euforizante, vigorizante, afrodisíaco) del
combina una acción terapéutica deseada con chocolate, hay que añadir su posible efec-
toda una amplia gama de efectos colaterales to preventivo de algunas enfermedades, en
y secundarios inoportunos e indeseables. Los especial las cardiovasculares. La idea sur-
griegos acuñaron el término phármakon que gió cuando se observó que el bajo riesgo de
resultaba muy conveniente para designar a hipertensión de los indios kuna de las islas
drogas y medicamentos, ya que incorporaba próximas a Panamá pasaba a equipararse al
significados contrapuestos como remedio o de la población general entre los kuna emi-
veneno. El término podría aplicarse también grados al continente. Para dar respuesta al
a los alimentos, que vienen siendo objeto enigma se propuso que los isleños consumen
desde hace años del interés de una literatu- cacao puro, rico en procianidinas, mientras
ra científica y divulgativa deseosa de explo- el chocolate industrial continental que comen
rar su capacidad “terapéutica” o preventiva. los emigrados es mucho menos rico en estas
Así, al efecto ansiolítico y antidepresivo por sustancias21, cuya capacidad antioxidante es
potenciación serotoninérgica atribuido a los incluso superior a la de otros reputados pro-
carbohidratos, hay que añadir que la glucosa ductos como el vino tinto, el té verde y el té
oral a concentraciones bajas, tiene un efecto negro. La riqueza del cacao en procianidinas
analgésico superior al de los anestésicos en augura prometedoras virtudes preventivas de
neonatos sometidos a venopunción17. Pues- patologías cardiovasculares y cancerosas22,23
to que los carbohidratos también estimulan que invitan a incluirlo, en cantidades siem-
el sistema colinérgico, el desayuno copioso pre moderadas (frente a la gula, templanza),
se ha convertido en un principio alimentario en la dieta saludable24 que todo ciudadano
saludable básico. Por su parte, los aminoáci- consciente y responsable ha de seguir para
dos se han usado como antidepresivos, como alcanzar la pureza del cuerpo, ahora que no
muestra el uso en Psiquiatría del Triptófano se lleva tanto la del alma. Por si fuera poco,
y la S-Adenosil-Metionina. Y las grasas, en podemos registrar más beneficios sobre el
particular los ácidos omega-3, amén de sus sistema cardiovascular gracias a un estudio
virtudes sobre el aparato circulatorio, se holandés que observó que la ingesta habitual
propugnan desde hace tiempo como regu- de cacao se asociaba con una menor tensión
ladores del humor y potenciadores de anti- arterial y una reducción, en quince años,
depresivos18. También se ha asegurado que quince, de seguimiento, de la mortalidad no
podrían tener una acción preventiva sobre el sólo cardiovascular, sino de cualquier ori-
deterioro cognitivo, aunque su magnitud es gen25. Y por si fuera poco, un metaanálisis de
incierta19, y por si fuera poco, este mismo año Taubert26 y asociados confirmó que posee un
se ha asegurado que son capaces de prevenir efecto hipotensor que no se objetiva en el té,
la irrupción de trastornos psicóticos20. El po- que además no es ni de lejos tan rico como el
tencial nocivo de carbohidratos y proteínas, chocolate.
según la dosis y las condiciones del paciente, La bibliografía científico - médica nos
es incluso más evidente en las grasas, lo que ofrece más ventajas del cacao. Como hacen
justifica que conceptualicemos como phár- notar Castillejo y colaboradores, es un re-
makon también a los alimentos. Entre ellos, medio excelente (y de mejor sabor que otros
claro, al chocolate. productos competidores) para el estreñimien-
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to infantil27, y por si fuera poco, que no lo más cuanto un estudio posterior demostró
es, la teobromina (es decir, la metil-xantina que los flavonoides del cacao mitigan los
característica del cacao) es un antitusíge- efectos negativos de la diabetes sobre el en-
no mejor que la codeína, lo que le permite dotelio31, confiriendo de nuevo al cacao un
bloquear la tos producida experimentalmen- efecto protector sobre el sistema cardiovas-
te por capsaicina, posiblemente al inhibir la cular. Y se imputan más cargos al chocolate.
despolarización del nervio vago desencade- El proyecto “Mood and Food”, auspiciado
nada por esta sustancia28. Dentro de la mis- por la asociación británica Mind, afirma que
celánea de efectos beneficiosos del chocolate existen alimentos que estabilizan el estado de
debemos incluir las conclusiones de un pecu- ánimo (agua, verduras, fruta, pescado rico en
liar estudio finlandés en el que se entrevistó ácidos grasos, frutos secos, cereales integra-
a 305 madres de niños sanos para comprobar les, fibra, proteínas y alimentos ecológicos),
si el consumo de chocolate y las experiencias en tanto que otros como el chocolate (junto
estresantes durante el embarazo guardaban al azúcar, la cafeína, el alcohol, los cereales
relación con el temperamento del bebé a los industriales, los aditivos, la leche y las grasas
seis meses de vida. A pesar de todo el artefac- saturadas), producen excitación y estrés32.
to que puede derivarse de que las valoradoras También se dice que la cafeína del chocolate
del carácter eran las propias madres, los au- podría fomentar las pesadillas y los trastor-
tores observaron que quienes habían comido nos conductuales ligados al sueño REM33.
chocolate a diario durante la gestación perci- La relación entre el chocolate y la Me-
bían de forma más positiva el temperamen- dicina tiene una dimensión especial que no
to de sus hijos. En cambio, las valoraciones conviene pasar por alto. Regalar bombones
negativas se asociaban a un mayor estrés es una de las maneras en que los pacientes,
materno preparto, en especial en las mujeres en especial los hospitalarios, expresan su
que habían ingerido poco chocolate. No es agradecimiento y reconocimiento al personal
de extrañar que los autores señalen que “ade- sanitario. Un trabajo publicado un número
más de producir sentimientos subjetivos de navideño y ganso del BMJ y realizado en Ga-
bienestar psicológico”, el chocolate “puede les34, estudió si la exposición a los bombones
tener efectos en múltiples niveles ambienta- y a su degustación a lo largo de años de expe-
les y psicológicos”, como si su consumo hu- riencia profesional podría ser proporcional a
biera protegido frente al estrés a las madres la habilidad para identificarlos. Para evaluar
propiciándoles una mayor armonía con sus su hipótesis, los investigadores presentaron
hijos1229. Una explicación alternativa, que una caja de bombones a diferentes profesio-
eludiría hipótesis psicofarmacológicas es que nales a los que pidieron que denominaran
el consumo de chocolate sería más bien un cada clase de bombón y definieran su sabor.
“marcador” de una actitud general optimista Las enfermeras (habituales degustadoras del
frente a la vida. Pero sea cual fuere la razón producto) fueron especialmente brillantes en
de sus hallazgos, que levante el dedo quien se la tarea, al igual que los residentes de mayor
atreva a negar o condenar un antojo chocola- cualificación, mientras que los residentes
tero en una embarazada. más bisoños y el personal médico más ex-
Pero el chocolate, como phármakon que perimentado carecían de un profundo cono-
es, también efectos secundarios y colate- cimiento bombonero. La impericia de los
rales, como su acción hiperinsulinemiante médicos más jóvenes puede explicarse por
postprandrial30, de significado incierto, tanto una u menor experiencia que hace que hayan
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probado menos bombones que sus compañe- lo que nadie debe aún temer que en aras de la
ros de mayor grado o que las enfermeras. En obtención de energía se proponga destinar a
cambio, los especialistas, a pesar de su in- la E. Coli el chocolate de consumo humano.
capacidad para nombrar la clase de bombón Y es que excepción hecha de las bacterias,
fueron muy capaces de identificar su sabor, parece que los primates somos la especie más
en un claro paralelismo con esa “intuición” u apta para comer chocolate. Animales con los
“ojo clínico” (en este caso, sería nariz clínica) que los humanos compartimos el nicho cultu-
del médico veterano, que le permite “oler” ral, como los perros pueden morir envenena-
las enfermedades o los diagnósticos aunque dos por el chocolate que tanto les gusta. Tan
no razone su impresión con los algoritmos al severa toxicidad se debe a la teobromina, da-
uso. Los autores sugieren que la pérdida de ñina para el músculo cardiaco de los cánidos,
la capacidad de nombrar la marca o clase del hasta el punto de que se ha ensayado el cho-
bombón es un marcador indirecto del tiempo colate enriquecido en esta metil-xantina para
de presencia del profesional en la planta, por eliminar plagas de coyotes36. Si recordamos
lo que el test de identificación de bombones, que teobromina remite etimológicamente a
a pesar de su apariencia inocente, sería una alimento de los dioses, el dato de que otras
manera sencilla, eficaz y perversa de medir el especies mueren intoxicadas por el satisfará
grado de escaqueo de los profesionales (que sin duda al característico narcisismo y antro-
en Gales, al parecer, distingue sobre todo a pocentrismo humano.
los especialistas veteranos). Conviene estos
hallazgos en nuestro medio, porque al hilo de Juan Medrano
la resistencia que suscita a veces fichar a la
entrada y salida de los hospitales, a uno se
le ocurre que los gestores bien podrían sus-
tituir la maquinita en cuestión por un test de
reconocimiento de bombones mucho más BIBLIOGRAFÍA:
llevadero y agradable (friendly, que se dice)
e no menos eficaz para pillar al profesional
absentista y escaqueador. Es una idea, nada (1) Rose N, Koperski S, Golomb BA.
más. Mood Food. Chocolate and Depressive Symp-
Y remataremos la cuestión con el toque toms in a Cross-sectional Analysis. Arch Int
biotecnológico, que ahora se lleva mucho. Med 2010; 170: 699-703 [Resumen en línea]
Lynne MacKaskie y sus colegas de la Uni- (2) Parker G, and Crawford J. Cho-
versidad de Birmingham consiguieron, hace colate craving when depressed: a personality
unos años, obtener energía de los restos de marker. Br J Psychiatry 2007; 191, 351-2 [Texto
dulces y chocolates35. Utilizaron para ello la en línea]
siempre socorrida E. Coli, que gracias a su (3) Di Tomaso E, Beltramo M, Piome-
hidrogenasa metaboliza el azúcar en hidróge- lli D. Brain cannabinoids in chocolate. Nature.
no y diversos ácidos. En la experiencia que 1996; 382: 677-8 [Texto en línea].
comentamos el hidrógeno resultante fue ca- (4) Di Marzo V, Sepe N, De Petro-
paz de impulsar un pequeño ventilador. Para cellis L, Berger A, Crozier G, Fride E, Me-
tranquilidad de los amantes del chocolate y choulam R. Trick or treat from food endocanna-
los dulces, aclararemos que por el momento, binoids? Nature. 1998; 396:636-7 [Resumen en
el procedimiento está aún en mantillas, por línea].
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(5) Smit HJ, Gaffan EA,  Rogers PJ. llings CK: Effects of bupropion on chocolate
Methylxanthines are the psycho-pharmacolo- craving. Am J Psychiatry 1989; 148, 812
gically active constituents of chocolate. Psy- (15) Rakatansky H. Chocolate: pleasu-
chopharmacology (Berl) 2004; 176: 412-9 [Re- re or pain? Am J Psychiatry 1989; 146: 1089.
sumen en línea]. (16) Bud R. Antibiotics. From germo-
(6) Favre-Bismuth C, Grouzmann E. phobia to the carefree life and back again: the
Chocolatomanies. A propos de 22 cas. Entretiens lifecycle of the antibiotic brand. En: Tone E,
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