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O LÓGIC
O
NACIONAL DE MÉXICO
Los pasos a seguir para realizar un estudio de mercado son los siguientes:
1. Recopilar la información: como primer paso es necesaria la recopilación de toda la
información posible, para luego analizarla. Esto implica acudir a distintas fuentes, tales
como encuestas, medios, entrevistas, internet, etc.
2. Analizar a los clientes (demanda): analizar las necesidades de los clientes, quiénes pueden
ser potenciales clientes, qué buscan y qué les hace falta.
3. Analizar a la competencia (oferta): aquí será necesario realizar una investigación y análisis
de la competencia, qué está haciendo bien y qué no, y en base a ello definir oportunidades
junto con estrategias para el negocio.
4. Definir objetivos: una vez procesada la información se podrá definir cómo está conformado
el mercado. A través de esto, se deberá elaborar una estrategia a seguir a partir de
los objetivos que deben cumplirse.
5. Establecer conclusiones: como resultado final, se debe desarrollar una conclusión de todo el
análisis, un informe final. En él se debe establecer lo analizado, a lo que acompaña
generalmente un análisis F ODA para identificar las oportunidades y amenazas del
mercado, junto con la situación de la organización.
Ajenas a la empresa, como las estadísticas de las cámaras sectoriales, del gobierno, etcétera.
Provenientes de la empresa, como es toda la información que se reciba a diario por el solo
funcionamiento de la empresa, como son las facturas de ventas.
Métodos de proyección
Los cambios futuros, no solo de la demanda, sino también de la oferta y de los precios, se conocen
con cierta exactitud si se usan las técnicas estadísticas adecuadas para analizar el presente.
Para ello se usan las series de tiempo, pues lo que se desea observar es el comportamiento de un
fenómeno respecto del tiempo.
Existen cuatro patrones básicos de tendencia del tiempo:
Para tener mayor exactitud en las predicciones es necesario contar con métodos matemáticos. Estas
breves notas pretenden solo mencionar tres métodos estadísticos que existen para este análisis.
De los cuatro patrones básicos de la tendencia de los fenómenos, el más común es, sin duda, el
secular, al menos en cuanto a oferta y demanda se refiere.
En el análisis de tendencias seculares se podrá usar, en la mayoría de los casos, el método de
mínimos cuadrados, esperando una tendencia cercana a una recta.
Recopilación de información de fuentes primarias
Las fuentes primarias de información están constituidas por el propio usuario o consumidor del
producto; ésta se puede hacer en tres formas:
1. Observar directamente la conducta del usuario.
2. Método de experimentación.
3. Aplicación de un cuestionario al usuario.
Es posible que existan desequilibrios cuando las cantidades demandadas no igualan las cantidades
ofertadas. Existen una serie de escenarios donde esto puede ocurrir. En aquellas situaciones en las
que la cantidad demandada es mayor a la cantidad ofertada, el mercado se encuentra en una
situación de exceso de demanda. Cuando lo contrario ocurre, estaremos hablando de un exceso de
oferta. Los precios se tendrán que ir ajustando gradualmente a través de diferentes mecanismos de
mercado hasta que se dé con el precio de equilibrio.
Movimientos y desplazamientos
Cuando se analizan la oferta y demanda y sus respectivas curvas, es importante saber entender y
discernir dos aspectos: movimientos a lo largo de las curvas y desplazamientos de las curvas.
A veces el mercado sufre por cambios debido a desplazamientos de la curva de la oferta y/o
demanda. Estos desplazamientos de las curvas siempre resultan en un nuevo equilibrio de mercado.
Cuando se da uno de estos desplazamientos, la curva entera se desplaza, lo que significa que para
cada precio existe una nueva cantidad ofertada o demandada. Este desplazamiento de la curva
puede ocurrir en dos direcciones, hacia arriba o hacia abajo, o si se prefiere hacia la izquierda o
hacía la derecha. Dependiendo de la curva que estemos considerando, utilizaremos una o la otra.
La curva de la demanda puede desplazarse por múltiples razones, como, por ejemplo, un
incremento en los niveles de renta de los consumidores que se traduce en un incremento de la
demanda agregada de un bien normal para cada nivel de precio, y por tanto hace que se desplace
toda la curva de la demanda hacia la derecha (figura de la izquierda). Otros ejemplos incluyen
cambios en los precios de los competidores (bienes substitutivos), cambios en bienes
complementarios, gustos, expectaciones, número de compradores, estacionalidad, etc. Los
desplazamientos de las curvas de oferta también son motivados por una variedad de razones
diferentes, tales como el precio de los factores productivos. Utilizando el ejemplo anterior de los
libros, el aumento del precio del papel hace que la curva de oferta se desplace hacia la izquierda,
puesto que la misma cantidad de libros se tiene que vender a un precio mayor (figura de la derecha).
Otras variables que pueden desplazar la curva de la oferta incluyen el progreso tecnológico, las
expectativas, el número de vendedores, etc.
2.6 Comercialización
Uno de los objetivos principales que poseen las organizaciones empresariales es el de vender los
productos y servicios que ofrece y conseguir que los clientes los compren. En muchas ocasiones, las
empresas poseen productos muy interesantes y con muy buenas características, pero no consiguen
tener gran éxito en el mercado debido a que no se realiza una buena comercialización. Es
fundamental que al crear una empresa, nos centremos tanto en obtener un buen producto, cómo en
la forma de venderlo y llevarlo hasta nuestros clientes. ¿De qué sirve tener el mejor producto si no
somos capaces de venderlo?
El modo en que vamos a vender un producto no puede dejarse a la improvisación. Sino que debe ser
el producto de una estrategia coordinada de acciones encaminadas a conseguir que el producto
llegue al consumidor y que este nos elija entre las diferentes opciones que posee en el mercado. No
importa la calidad de un producto, si no somos capaces de venderlo. Por ello, esta estrategia deberá
plasmarse en el plan de negocio de una empresa, e irá en concordancia con todas las decisiones que
se describan en él.
Si estás interesado en comercializar los productos de una empresa, aquí puedes encontrar toda la
información disponible sobre la comercialización, sus estrategias, los intermediarios que puedes
encontrar para llegar al cliente y el plan para conseguir tus objetivos comerciales.
Para determinar cuáles son las acciones o estrategias de marketing que nos convienen, no
sólo hay que tener en cuenta la capacidad de la empresa, los recursos u objetivos, sino
también es un requisito indispensable, conocer bien al target o público objetivo. La razón es
sencilla, puesto que en definitiva el marketing se orienta a satisfacer las necesidades y
deseos de los consumidores y clientes.
Una vez descrito el producto servicio correspondiente, las estrategias de producto reflejan
las acciones que se van a desarrollar a lo largo de un periodo de tiempo determinado en relación a
dicho producto o servicio.
En este sentido, se incluirá así se van añadir uno más prestaciones o servicios, la forma en que se va
a realizar, en su caso. Habrá de decidirse si se va a trabajar o no con un producto piloto, o si se va a
lanzar primero a pequeña escala y después de lanzar a una escala mayor. ¿Se piensa en un producto
único en la gama de productos que se irá ampliando en el futuro?.
Todo lo anterior debe también tener como mira qué es lo que va a ofrecer nuestro producto o
servicio de forma diferente a los de la competencia, pues, es necesario tener claro por qué razón los
clientes van a inclinarse por nuestro producto y no por otro diferente.
Estrategias de precio
Antes de lanzarse establecer un precio para un producto o servicio específico es necesario realizar
un análisis de aquellos elementos que deben tenerse en cuenta la hora de fijarlo. En concreto, han de
tenerse en cuenta tanto costes variables, ligados a la producción, como costes fijos. La razón es que
una empresa tiene ánimo de lucro. Por tanto, para poder seguir en el mercado resulta necesario que
los ingresos obtenidos por las ventas, en las que el precio forma una parte esencial, excedan los
costes totales de la empresa atribuibles al producto o servicio de que se trate.
Pero, esto no es todo. Además, hay que plantearse posibles variaciones estratégicas en un periodo
de tiempo determinado, como descuentos, promociones de ventas… que, en definitiva, ayuden a los
clientes aprobar el nuevo producto o servicio. O quizá se prefiere optar por un alto precio desde
inicio, que puede ayudar al producto o servicio a situarse entre los considerados de calidad.
Otra cuestión a tener en cuenta de forma global, es la previsión de flujos de caja de la empresa.
Estrategias de distribución
Para que el producto se venda es necesario que sea accesible al consumidor. Y, esta necesidad, está
directamente relacionada con las estrategias de distribución de productos. Pues, deberá determinarse
sí es la empresa la que vende directamente a sus clientes, a si en la totalidad o en determinadas
zonas geográficas va a actuar por medio de distribuidores. Además, será necesario prever todo lo
relativo al transporte, o, al menos, quién se va a encargar de contratarlo. Sin olvidar los canales de
distribución elegidos.
En este último punto, puede señalarse que cada vez más las empresas, cualquiera que sea su
volumen, optan por utilizar, al menos parcialmente Internet y el e-commerce como canal de
distribución. Por otro lado, la existencia de empresas como Amazon o Alibaba ponen mucho más
fácil a los empresarios la venta a través de la red y su consiguiente distribución.
Además, han de precisarse todo tipo de contratos, tanto con distribuidores, como con agentes,
comerciantes o mayoristas.
Estrategias de comunicación
Las estrategias de comunicación se orientan a hacer llegar el mensaje al cliente, destacando siempre
los beneficios que para éste tiene el producto o servicio.
Al tratar las estrategias de comunicación, que utilizan a su vez herramientas como la publicidad,
la fuerza de ventas, la promoción de ventas, las relaciones públicas, las redes sociales… Debe
tenerse no sólo en cuenta el coste de la comunicación, sino también la forma en que impacta en el
público objetivo.
En definitiva, elegir los medios de difusión, el estilo y todo aquello que sirva como estrategia de
comercialización para que el cliente ideal adquiera el producto o servicio que se le ofrece.
Sin embargo, para ello, se precisa de una gran cantidad de recursos, para hacer posible el alcance
mundial de nuestra marca, tarea que no es fácil. Para ello, cada vez más empresas se valen de la
labor de los intermediarios en la distribución, profesionales que facilitan la comercialización de
productos extranjeros en sus mercados. Pero debemos, saber que dependiendo de sus características,
existen diferentes tipos de intermediarios a la hora de comercializar un producto.
Clases de intermediarios
Son muchísimas las empresas que se ayuden de la fuerza y labor de distribución y comercialización
de terceras empresas o personas, para garantizar y asegurar la introducción de sus productos en
mercados extranjeros.
Tipo de intermediario muy similar al mayorista, pero les diferencia algo clave. Mientras que los
mayoristas disponen de una amplia variedad de productos de la competencia; los distribuidores sólo
llevan líneas de productos complementarios y tienen una relación muy estrecha con sus proveedores
y clientes. Además, los distribuidores son propietarios de los productos y los almacenan ellos
mismos hasta que finalmente los venden.
2. Mayorista
Figura que vende todo tipo y gran variedad de productos, almacenándolos y vendiéndolos, ya sea a
otras empresas o a consumidores finales. Aunque, normalmente, este tipo de intermediario vende
los productos a otros intermediarios, generalmente a minoristas.
3. Minorista
4. Corredor
6. Agentes comerciales
Las divergencias entre unos planes comerciales y otros pueden ser muy importantes, ya que variará
el tamaño de la empresa, el tipo y cantidad de productos o servicios que se pretende comercializar,
el sector, el tipo de empresa o los objetivos que se pretenden alcanzar con el plan de marketing.
Toda empresa debe tener muy presentes los elementos que conforman el marketing mix. Uno de
ello, es precisamente la promoción del producto. Los 4 elementos que forman dicho marketing mix
deben actuar en sintonía, con una estrategia claramente definida y buscando la consecución de un
objetivo común.
Promoción de ventas.
Incentivos de corto plazo a los consumidores o a los equipos de ventas, que buscan incrementar la
compra o la venta de un producto o servicio determinado. Ejemplos de promoción de ventas serían,
por ejemplo, descuentos, cupones, sorteos, premios o muestras gratis. Un ejemplo concreto de
promoción de ventas, serían las muestras gratuitas de las perfumerías, con el único fin de que el
cliente tenga la oportunidad de testear y probar un producto y, caso de satisfacerle, comprarlo en un
corto/medio plazo.
Relaciones públicas.
Actividad por la que se promociona o trata de incrementar el prestigio de una determinada marca o
producto mediante el trato personal directo con otras personas. A través de las relaciones públicas
se trata de reforzar y fortalecer los vínculos con los clientes para persuadirlos y fidelizarlos.
Ventas personales.
Presentación directa a través de una conversación con uno o varios compradores potenciales con el
fin de conseguir la venta del producto. La venta personal es útil, sobretodo, para la venta de
productos que requieren de una mayor inversión y un mayor asesoramiento: electrodomésticos,
coches…
Una empresa tiene a su disposición multitud de herramientas online y offline que puede emplear
para la promoción del producto. Su elección dependerá del tipo de producto que venda, así como
del target al que vaya dirigido.
Publicidad
Publicidad de marca o corporativa: Busca promover el nombre, la imagen y la identidad de la
empresa. Persigue promover una actitud favorable en los consumidores, en los medios de
comunicación y, por supuesto, en su público objetivo.
Publicidad de producto: Busca dar a conocer el nombre, imagen y las características de un producto.
Es especialmente importante cuando se lanza un producto al mercado o se realizan cambios en un
producto existente.
Lo que es seguro es que una campaña de producto sin una marca detrás puede vender, pero resultará
efímera. Por lo tanto, antes de saber si hacemos publicidad de marca o de producto deberíamos
preguntarnos: ¿nuestra marca es suficientemente reconocida en el mercado? Si la respuesta es que
no, es obvio que debemos seguir invirtiendo en publicidad de marca, debemos invertir en branding
(crear nuestra marca).
Si te preguntas cuándo se debe invertir en publicidad de marca, la respuesta es: Siempre.
Hay algunos momentos especialmente idóneos para invertir en publicidad de marca: Cuando la
marca no es suficientemente reconocida, ante problemas de reputación y en periodos de menor
consumo.
También, existen momentos donde la publicidad de producto es necesaria: Cuando se lanza un
nuevo producto, cuando un producto sufre cambios relevantes y en periodos de mayor venta (como
las navidades o campañas importantes del sector).
No obstante, una buena campaña de producto debe hacer que la marca resalte, se recuerde y apoye
al propio producto.
"La buena publicidad vende el producto hoy, y construye la marca para mañana" (Luis Bassat).
Hacía referencia a que siempre se debería hacer publicidad de marca y existen, principalmente, dos
motivos por los que es necesario promocionar la marca de forma constante: Primero, porque si no
comunicamos constantemente le damos la oportunidad a la competencia de ocupar nuestro lugar y,
segundo, por la curva del olvido que indica que en unos días no recordamos la mitad de lo que
aprendemos y seguidamente no recordamos casi nada. Por esto debemos estar recordando
constantemente a los consumidores quiénes somos.
Si nuestra empresa es reconocible por el mercado será más sencillo lanzar cualquier campaña de
producto o promoción, pues habremos creado una actitud favorable hacia nosotros. Nuestra marca
hablará por nosotros, por nuestros productos y hablará bien. Mientras, los productos de las marcas
que no se conocen, los establecimientos desconocidos en los que jamás hemos entrado (ni
entraremos), se mueren en el limbo de miles y miles de posibilidades de compra.
Los beneficios de invertir en publicidad de marca son definitivos para vender más:
Aumenta la visita a nuestro establecimiento o medios digitales: El consumidor siempre acude
primero a aquellos lugares que le vienen a la mente en primer lugar.
Aumenta el consumo de nuestros productos: En caso de productos similares, o en los de baja
participación, elige el producto de la marca conocida (de más confianza), evitando la posibilidad de
ser decepcionados por la marca desconocida.
Conecta emocionalmente con los consumidores: Marcas como McDonalds, Coca Cola, Disney…
transmiten valores de felicidad y diversión que les posicionan por delante de sus competidores.
Vista la importancia de crear marca, debemos ser cuidadosos en el “cómo”. La publicidad es el
principal órgano por el que habla nuestra marca, por el que se comunica (además de colores,
imagen, entorno…) por lo tanto debemos definir perfectamente lo que queremos que diga de
nosotros y elaborar un plan de publicidad.
Para elaborar el plan de publicidad de nuestra marca debemos responder claramente a varias
preguntas:
¿Cuáles son las características principales de nuestra marca? ¿Por qué destacamos entre la
competencia? ¿Nos gusta ser así o debemos reconsiderar lo que queremos ser?
¿A quién nos queremos dirigir? Y no, no puede ser a todo el mundo. ¿Acaso cualquiera puede
comprarse un Audi?
¿Dónde está y cómo es el público al que nos dirigimos?
Un dato: El 80% de los consumidores no recuerda a los 3 días lo que ha visto, escuchado o leído de
las marcas. La comunicación, la publicidad, debe ser constante para permanecer en el recuerdo de
su público objetivo.
Un consejo: La publicidad es la forma de estar en contacto con nuestros clientes y aumentar las
ventas, pero antes de lanzar un producto debemos contarles quiénes somos (quién lanza ese
producto), de este modo, cuando consigamos que confíen en nosotros lo harán también en nuestros
productos o servicios.
Actualidad: Carrefour, Mercadona, Día, El Corte Inglés y Eroski son las cinco marcas mejor
valoradas en España, según el índice Shopper Brand Experience Index de in-Store Media. Por otro
lado, dicho informe, indica que los minoristas tienen grandes oportunidades de diferenciarse de su
competencia buscando la comodidad y mejorando las experiencias de los consumidores.
El resbalón publicitario: Cuando el anuncio de una marca aparece junto a contenido de mal gusto en
internet, el 30% de los consumidores piensa que la marca lo apoya de alguna manera, según un
estudio de YouGov. Este mismo estudio indica que el 86% de los consumidores reconoce haber
encontrado contenido ofensivo en internet.