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TESIS DE CATAVI

SALVEMOS LA NACION DE LA ACCION DE LA ANTIPATRIA

I ¿Qué significa el actual proceso regresivo para la clase obrera y la


nación boliviana?

1) A diferencia de los anteriores procesos regresivos, el presente ha iniciado su


larga marcha para destruir todo el aparato productivo del país, tanto estatal
como privado. No debe olvidarse que Bolivia tuvo rasgas de nación por ser
un país fundamentalmente productor de materias primas exportables. La
potencia de la FSTMB en el plano político y social no hacía más que
expresar el poder económico de los explotadores de las minas. Fuimos el
corazón de la vida económica del país. Bolivia dependía de nosotros, los
trabajadores mineros, para sobrevivir como República. Nuestras
exportaciones en más del 70% eran mineras. Estas exportaciones en la
década de 1970 a 1980 sobrepasaron los ocho mil millones de dólares.
Cerca de 600 millones de dólares por año encarnaban los trabajadores
mineros. Acá radicaba nuestro poder político y social. Gracias a este poder
fue posible la insurrección victoriosa de abril, gracias al mismo pudimos
abrir una y otra vez, las coyunturas democráticas. El presente proceso
regresivo a diferencia de los anteriores intenta liquidar con dicho poder
económico para así aplastar nuestro poder político. Si esto se consuma, el
poder de la COB, que no es más que la expresión del poder de la FSTMB, se
habrá extinguido. El más grande símbolo de la nación y de la futura
revolución, sintetizada en el guardatojo del minero, quedará borrada y con
él, nuestra emancipación que será también la emancipación de la nación.

2) El régimen del pazestenssorismo y el fascismo banzerista han tomado la


ruta de liquidar con COMIBOL y con todas las otras formas productivas del
país. Las razones son muchas, pero señalemos las principales:

a) Destruir a cualquier precio y costo lo que ellos denominan el “poder


dual” de la COB y la FSTMB. Para los ideólogos movimientistas y
banzeristas, el mayor mal de la nación es la plena vigencia de estos
poderes y en aras de esa República que desean se han planteado destruir
al sector productivo del país comenzando por la COMIBOL para acabar
de raíz con el de la COB y la FSTMB. Las razones que anotan son las
crisis del estaño, que, de crisis del precio, el gobierno la ha transformado
en la tesis de que “se acabó la era del estaño”.

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b) La denominada hiperinflación ha servido como otro argumento para
orientar sus pasos a la destrucción del aparato productivo del país. Ya
no quieren que la nación viva de los dólares que genera nuestro sector
exportados de la economía, sino de los dólares que provienen del
narcotráfico, que son blanqueados por el Banco Central. Su línea
maestra es vivir de lo que afeminadamente se ha llamado “economía
informal”, es decir, convertir a nuestra República en un país de
contrabando, de tráfico de dólares y de narcotráfico. Si esta “economía
informal” se consolida será a costa de la previa destrucción de todo el
aparato productivo y con él al proletariado de las minas y la ciudad.

c) Han liquidado con conquistas sociales muy importantes como el salario


en especie; han congelado los salarios nominales y han paralizado todo
el circuito de producción de la nación. La libre importación liquida,
incluso, con el sector productivo privado. Todo este conjunto de
acciones está conduciendo a que los trabajadores abandonen sus fuentes
de trabajo en pos de una ilusión falsa que, dedicados a otras actividades,
podrían resolver sus agudos problemas.

d) El decreto 21060 que es una deformación neoliberal, es el decreto que


ha sentado las bases de la “economía informal”, donde la producción y la
productividad ya no cuentan. El trabajo y el trabajador, el técnico y el
productor ya no tienen sentido para forjar la nación. Los que ahora
tienen importancia son el dólar del narcotráfico, el que acumula
ingentes ganancias (vía la Banca privada) traficando el dólar en el
mercado negro y el contrabando. Este decreto tiene su expresión en el
proyecto de la ley
e) menos de cien millones de dólares por año. El estaño, que era nuestra
mayor exportación no alcanzará este año ni siquiera a cien millones. La
famosa política del 21060 no sólo está liquidando con nuestro sector
exportador, sino también con la producción del sector privado. El
contrabando ha determinado la paralización de dicha producción y, por
lo tanto, se está produciendo el debilitamiento del proletariado urbano y
rural. Se impone la lucha por una política económica proteccionista a la
industria nacional.

3) Todos coincidimos en señalar que el decreto 21060 ideológicamente era


neoliberal, orientado a liquidar con el sector productivo estatal a cambio de
una fuerte industria privada, pero el 21060 arrasa con todo sector
productivo tanto estatal como privado; esa es su particularidad y a cambio
nos ha convertido en una nación de contrabando. Al liquidar con todo el

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aparato productivo del país está liquidando con el proletariado y, por lo
tanto, con la futura esperanza de labrar una República de los trabajadores
para los trabajadores.

4) Si es una forma de dependencia vivir de las exportaciones de las materias


primas, es mayor la dependencia cuando estamos reducidos a ser una pías
para el contrabando. El gobierno tiene que arrodillarse por unos dólares
más a la potencia imperialista del norte. Cuando se mantiene vigoroso
nuestro sector exportador y nuestra industria nacional contamos con un
fuerte proletariado capaz de enarbolar una lucha antimperialista eficaz que
es el gran signo de nuestra emancipación. Cuando a este sector se lo debilita
y se busca su liquidación estamos planteando el aplastamiento de esa clase
obrera y, por lo tanto, estamos postergando la posibilidad de una eficaz
lucha contra el imperialismo. Es el proletariado la única clase social capaz
de liquidar con la opresión imperialista y es esta clase social que ahora se la
debilita y es en sentido que la política gubernamental ha resultado eficaz en
favor del imperialismo y de la contrarrevolución interna. Es lo que explica
la alianza entre el MNR y ADN y no otra cosa. El gobierno de las formas
clásicas de la dictadura burguesa que es el MNR no es más que correa de
transmisión hacia el fascismo banzerista.

5) La nación productora de materias primas y, por lo tanto, el proletariado


nacional está a punto de ser destruida. Este es el significado del presente
proceso regresivo. Es el mayor de toda la historia política del país.
Pongamos a toda la nación en pie para defender a todo el sector productivo,
de lo contrario la nación será reducida a un país de contrabando y
latrocinio. Levantemos el estandarte de la defensa de la nación contra la
acción anti patria. Defender al sector productivo es la más auténtica
posición nacional y patriótica, es la única revolucionaria en esta hora en que
de raíz se quiere extirpar al proletariado como el único símbolo de la
República.

II Defender y consolidar al sector productivo es defender el porvenir de la


nación

1) El rol revolucionario del proletariado en esta hora se lo define en un solo


campo: la defensa intransigente del sector productivo nacional, comenzando
esa defensa por la COMIBOL. No hay que permitir que ninguna empresa se
cierre. Una forma eficaz de lucha consiste en mantener nuestro aparato
productivo en pleno funcionamiento. El aparato productivo no debe
paralizarse. Cuando ello sucede, la desmoralización cunde en nuestras filas y se

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traduce en la desintegración del proletariado dando margen a que miles de
trabajadores se retiren atraídos por las liquidaciones.

2) El principio de la cohesión de la clase obrera es el funcionamiento del aparato


productivo. Sobre ese basamento la acción de la clase obrera en el plano
político y económico es efectiva. La lucha económica y política sólo es viable
cuando el aparato productivo funciona; cuando él se paraliza, la supuesta
unidad tras banderas política y económicas ya no tiene sentido. Hasta ayer la
lucha política y gremial de los explotados era efectiva porque se asentaba en el
pleno funcionamiento del aparato productivo hoy casi imposible. Y era mucho
más efectiva y contundente nuestra lucha en el plano político porque además
del pleno funcionamiento del aparato productivo, los trabajadores mineros nos
constituimos en el corazón de la economía nacional. La República para vivir
dependía de nosotros. Por eso, fue posible la victoria de abril de 1952. No debe
olvidarse que solo la Empresa Minera Catavi producía 1.200 toneladas mes,
exportando sólo como empresa al año algo más de 15 mil toneladas de estaño.
Este era el poder los mineros y ese era el poder de los trabajadores mineros de
Siglo XX y Catavi.

3) El poder de los trabajadores petroleros se asentaba también en sus


exportaciones; al ser reducidas sólo al abastecimiento interno ese poder ya ha
sido disminuido. Cuando la producción interna no abastezca al consumo
interno, habrán perdido toda su eficacia y se habrán extinguido como clase
obrera del sector estatal de la economía. Los trabajadores del petróleo cuando
la exportación de gas sea marginada sufrirán el debilitamiento que hoy
enfrentamos los mineros. Por eso, debemos luchar porque dicha industria
estatal no sea aniquilada.

4) El sector productivo privado ha cerrado innumerables minas y fábricas. Su


debilitamiento es más pronto que el nuestro. El patrón saca ventajas
económicas, pero aniquila a la clase obrera El obrero pierde su fuente de
trabajo y el país pierde a la única clase revolucionaria que pueda emancipar
mañana a la nación. Estos son los signos del presente proceso regresivo. Esos
son sus perfiles.

5) ENAF que es el principio para la futura industrialización de nuestras materias


primas, está a punto de languidecer. Dicha planta tiene una capacidad de
fundir 100 toneladas día. Al presente, no alcanza a fundir ni el 25% de su
capacidad. Como consecuencia directa del Decreto 21060 ya nadie entrega
concentrados a ENAF. ENAF debe trabajar a toda su capacidad y para ello se
hace imprescindible que todos los productores de concentrados entreguemos a

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ENAF nuestros minerales, de lo contrario, su paralización será simplemente el
resultado de que las minas han paralizado su producción. Ese mismo destino
les espera a las otras fundiciones, llámese plata, plomo o bismuto.

6) El sector productivo privado sufre las mismas consecuencias ya anotadas, pero


la raíz del problema radica en que Bolivia hoy es el país del contrabando y
dichas industrias no tienen capacidad de afrontarla. Se hace imperativo una
política proteccionista. El cierre de una fábrica debilita al proletariado fabril, si
el contrabando se consolida esas industrias también serán aniquiladas.

7) Las perspectivas de nuestra futura revolución dependen de la capacidad que


tengamos hoy para defender intransigentemente el aparato productivo
nacional. Si en esa lucha perdemos, nos perderemos como clase obrera y la
esperanza nacional se habrá extinguido. Seremos otro tipo de nación; en
ningún caso el país de mineros, petroleros y fabriles, de aymaras y quechuas
productores comunarios.

III Tareas urgentes que debemos realizar para defender el aparato


productivo nacional

1) Debemos generalizar dos ejemplos que ya están en marcha: el de los


trabajadores mineros de Enramada, que han decidido evitar el cierre de su
empresa haciéndose cargo del funcionamiento productivo contra la decisión
del patrón y del Estado. Han supuesto en marcha la empresa, cuidando su poca
maquinaria. Esta es la única forma efectiva de preservar su única fuente de
trabajo y sobrevivir como clase obrera, como clase productora. El ejemplo de
Enramada debe generalizarse para todo el sector productivo privado del país,
en las minas y en todas las fábricas de las ciudades. Ante todo intento de
despido o cierre, los trabajadores deben tomar la fábrica en sus manos, tomarla
para producir. Ahí radica la gran capacidad creadora de la clase obrera. En
tonto sostener la tesis de que por ello los trabajadores estamos salvando a tal o
cual orden impuesto, sea éste democrático o fascista. Más al contrario, estamos
sentando las bases de un nuevo futuro Estado que no tendrá traza del presente.
Al ejemplo de Enramada ha seguido la mina de Siglo XX y Catavi. Los mineros
han dicho no permitir el cierre de su empresa. Nuestra fuente de trabajo debe
sobrevivir. Para ello, nosotros ponemos en marcha nuestro aparato productiv

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