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Abstracto
A pesar de la fuerte evidencia científica que respalda los beneficios del ejercicio regular para la
prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares (ECV), la inactividad física es
altamente prevalente en todo el mundo. Además de simplemente cambiar los factores de riesgo
conocidos para la ECV sistémica, el ejercicio regular también puede mejorar la salud cardiovascular
a través de mecanismos no tradicionales. Comprender las vías a través de las cuales el ejercicio
influye en los diferentes sistemas fisiológicos es importante y podría generar nuevas estrategias
terapéuticas para atacar los mecanismos fisiopatológicos en las enfermedades cardiovasculares. Esta
revisión incluye una discusión crítica sobre cómo el ejercicio regular puede tener efectos
antiaterogénicos en la vasculatura, mejorar el equilibrio autónomo (reduciendo así el riesgo de
arritmias malignas) e inducir cardioprotección contra la lesión por isquemia-
reperfusión, independiente de los efectos sobre los factores de riesgo de ECV tradicionales. Esta
revisión también describe cómo el ejercicio promueve un medio antiinflamatorio saludable
(principalmente a través de la liberación de mioquinas derivadas de los músculos), estimula la
regeneración miocárdica y mejora la pérdida de masa muscular y fuerza relacionada con la edad, un
factor de riesgo de ECV no tradicional que se pasa por alto con frecuencia . Finalmente, discutimos
cómo los beneficios del ejercicio también pueden ocurrir a través de la promoción de una
microbiota intestinal saludable. Argumentamos, por lo tanto, que una visión holística de todos los
sistemas del cuerpo es necesaria y útil cuando se analiza el papel del ejercicio en la salud
cardiovascular. y mejora la pérdida de masa muscular y fuerza relacionada con la edad, un factor de
riesgo de ECV no tradicional frecuentemente ignorado. Finalmente, discutimos cómo los beneficios
del ejercicio también pueden ocurrir a través de la promoción de una microbiota intestinal
saludable. Argumentamos, por lo tanto, que una visión holística de todos los sistemas del cuerpo es
necesaria y útil cuando se analiza el papel del ejercicio en la salud cardiovascular. y mejora la
pérdida de masa muscular y fuerza relacionada con la edad, un factor de riesgo de ECV no
tradicional frecuentemente ignorado. Finalmente, discutimos cómo los beneficios del ejercicio
también pueden ocurrir a través de la promoción de una microbiota intestinal
saludable. Argumentamos, por lo tanto, que una visión holística de todos los sistemas del cuerpo es
necesaria y útil cuando se analiza el papel del ejercicio en la salud cardiovascular.
Puntos clave
El ejercicio regular induce adaptaciones antiaterogénicas en la función y estructura
vascular, independientemente de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular
tradicional (ECV).
El ejercicio regular puede promover una microbiota intestinal saludable al tiempo que
protege la permeabilidad y la función de la barrera intestinal.