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l~SUj\fEN -
l)F: LA

Historia Militar de Bolivia


(Guerras de la Independencia e Internacionales) _,.,.1

POR
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o. B l anco G . . ,~
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LA PAZ
1:-.TE:,(l>E:,(C:l.·1 J>E GUEKRA .- T Al. L E HES
16 1-RECl<E0 -1 (i t

192 2
========t:ic:r=======

AD\TERTENCIA

El presente "Resun1cn ele la Historia Militar


de Holivia", tiende exclusivamente a ciar una iden
so1nera de los hechos n1ilitares a que ha concurri-
do el ejército de Bolivia durante su vida indepen-
diente en las guerras internacionales, descartando
sus luchas civiles, y a diseñar su historia militar
prehi:-:tórica así con10 la de los períodos incaico y
colonia 1.
Un trabajo de esta índole tiene necesaria-
1nentc que adolecer de defecto1,, No se puede
jt1zgar acerca de los hechos militares sin un ~stu-
dio detenido de lns causas que n1otivaron una
campaña, de los elementos de que di~ponían los
ejércitos en presencia, la organizacicín de cada uno
de ellos, el estudio del plan o planes de ca1npaña
y el desari·ollo sucesivo de las operaciones, día a
día, y el de las batallas o co1nbates a cada mon1en-
HISTORIA ~llLlT,IR DE f<OLIVIA ADVERTE~CI.~ 3

to en que las condiciones van 1nodificánclose por Las operaciones de los grandes capitanes han
las circunstancias variable::; en que se encuentran sido son1etidas a una crítica severa: C61110 ne, lo
los contendientes. Este estudio debería ser con1- serán las de aquellos que no han podido ,nerecér
pletado con nu,nerosai; cartas, pues de otra n1ane- ese título?
ra los ejércitos parecerían actuar en el vacío.
Las grandes o pequeñas operaciones n1ilita-
Un trabajo sen1ejante exige 1nás an1plitud de
res siempre podrán ser objeto de un detenido es-
la que podemos disponer al presente por las con-
tudio para las generaciones n,ilitares del futuro.
diciones especiales a que responde nuestra la-
bor. (1) Juzgamos los .hechos militares a n1ucha dis-
tancia de tie,npo y lugar, y esto puede sie1npre in-
La crítica, es indispensable cuando se estu-
ducirnos a error. Para informarnos de los acon-
dian operaciones y acciones n1ilitares, pues ei ob-
tecin,ientos n1ilitares y proceder con entera justi-
jeto de la historia es 1-acar enseñanzas para el fu-
cia, hemos tenido que acndir a la consulta de au-
turo. Napole6n decía: "Si todas las situaciones
tores que hubieron de ocuparse de ellos o fueron
<le guerra fueran perfectamente claras y conocidas
sus testigos presenciales.
en el n1omento de ton1ar las resolucione!-, el arte
de la guerra estaría al alcance de cualquiera n·,e- Entre estos últi1nos ninguno más verídico y
cliocridacl"; y agregaba: "La guerra es un arte con,petP.nte que el General Eliocloro Camacho,
sencillo pero todo de ejecución", de 1na11era que el cuyo criterio n1ilitar nos ha servido de verdadero
que critica no siempre se hallaría en condiciones guía en lo relativo a las can1pañas que Bolivia tu-
de hacer algo n1ejor o igual que el jefe cuyas ope· vo que sostener con los países vecinos durante su
. .
raciones Juzga. vida independiente.

(1).-Este estudio est~ destinado al "Congreso lnteroacionnl Varios otros autores civiles y militares han
de Historia de América" de Rio Janeiro que deberal reunirse tll sido consultados y de ellos hemos ton1ado párra-
septiembre de 19zz, el cual hn recomendado la co11díci6n de bre•
vedad en los trabajos. Sin embargo, ha sido ampliado c->n alg u- fos completos adoptando sus conceptos. Entre
1\aS adiciones y todo el capitulo referente a la campad~ del Acre éstos citare1nos a Markham, Tchudy y Rivero,
que no se hallaba en el trabajo en,·i~do a d icho Congreso.
11 IST O RI,\ ~lll.l'l'AR DE P.01, t\·l;\
- - -- -- -
Posnanski, Garcilazo, Jerez, Prescott, L. M. Guz-
n,án, Ran1allo, J. M. Can1acho, J. M. Pilz, L . Paz,
13ul nes, Ekdah 1, etc.
RESUMEN
Creemos que estas consideraciones .itenuarán
los errores en que h11biéran10s incurrido y excusa- DE LA
rán la brevedad del presente estudio.
1,a Paz, 30 de novien1bre de 1921.

l'. B. G. 1
HISTílRIA MILITAR DE BílLIVIA ( )

( 1).-EI presente "Resumen" debe ser considerado como


un mero ensayo, pues deberá ser más extenso en un nuevo tra-
bajo del autor y que se halla en preparación.
Período Tibuanacu
Las tribus que poblaron el altiplano bolivia.
no en épocas prehist6ticas, debieron sostener ltt·
chas de predo,ninio y sufrir in vasiones de otras
hasta formar asociaciones 1nás estables.
El act1.:al territorio boliviano conserva monu-
mentos cnyo orígen se pierde en la oscuridad de
los tiempos y que por su maravillosa con€'epción y
ejecuci611 ategtiguan un adelanto no alcanzado en
otros puntos de América.
PTinci1>aln1ente, las orillas del Lago Titic.--aca
son el asiento de restos de poblaciones en ruinas
y de una metrópoli que llegó a un estado de civi-
lización avanzado. iihuanacu debió ser la capi-
tal de un gran i1nperio que con1preodi6 en su Ta•
dio de acción el territorio actual de Bolivia, una
parte del Perú, e.l Norte de la República Argenti-
na, las costas del Norte de Chile y probablcn1entc
s HISTORIA )111.l'l'Alt DE 601, ll'IA
PER{ODO TIHUANACU 9

algunas islas del Pacífico, donde se hallan resto~ En efecto, no se concibe la existencia de un
de 1nonun1entos cuyo estilo denota la inAuencia imperio como el de Tihuanacu sin el apoyo de un
de Tihuanacu en alguna de sus épocas. gran ejército bien organizado, que conquistara las
Tihuanacu, capital del In,perio, fué fundada diferentes islas y territorios vecinos para someter-
sobre islas bañadas por 'un mar i11teril)r de aguas los a su dominio. Este proceso de formaci6n fué
salobres, n1ar suspendido a una inmensa aitura del el de los grandes imperios, y Til1uanacu, donde la
océano por los 111ovin1ientos gP.ológicos del tie1n• arquitectura, las artes, las ciencias y todos los ra•
po prehistórico, habiendo quedado como restos de mos del saber humano llegaron a un cierto grado
aquel los lagos Titicaca, Poopó, las Salinas de de perfección, debió haber seguido ese proceso de
Coipasa, etc. sucesivas conquistas, antes de constittJirse en la
capital del Imperio.
Conten1poráneas de Tihuanacu son las terra•
zas que a igual altura existen en algunos puntos Considt>rar a Tihuanacu come ciudad aislada
del antiguo n1ar interior, y, tanto en 1"i huanacu en el Altiplano boliviano, mostrando en sus rui-
con10 en dichas terrazas, se hallan restos abundan- nas tantas pruebas de su grandeza, sería un error.
tes de puntas de Rechas talladas en piedras de di- Su situación en ,nedio de antiguas islas con n1ue-
ferentes dimensiones, principaln1ente de obsidia- lles de desembarco, su fortaleza artificial de Aka-
na, cuarcita, silex, ~te.; existen hachas, mazas, li- pana provista de canales admirablen1ente tallados,
lt.uis, puntas de lanzas y piedras arrojadizas que sus terrazas formadas con muros de contención
denotan, por su gran número el carácter guerrero igualn,ente tallados, los innumerables restos de
de esas poblaciones. ( 1) arn,as y objetos de arte, muestran qnc fué la capi-
tal de un i,nperio y manifiestan el propósito de
1, ).-Los re~tos de nlgunas de cs1as armas son tal!.ufas o p,,.
proteger a la ciudad sagrada contra los ataques de
/tifas en piedras de diferentes clases. En cuanto a lo~ metales de enemigos p robables u ciertos.
que están construídas son de hierro 111c1e6rico, cobre, bron·
ce 1· otros metales. No exis1ían armas ni utencilios de l11• JJ~• La defensa del In1perio no debió réducirse
Ji11;tiido, que no íué conocido por los antiguos habitantes del Pe· exclusiva1nente a la ciudad, pues id¿nticas armas
rú hasta J., llegada de los c,palloles.
2
- to- - - - --
H1$TORIA )IILl1'AR D& 1101,ll'IA
- - - ----- PF.RÍOOO 'fl H IJ Al':.AC U 11

Se encuentran en l;ts terraz:as, testigos del descen- algunos, qued6 desvastado por los ejércitos del
so del mar interior, en Viacha y en otros puntos. snngriento ~lakuri (1) o Cari .
Finalniente, las exploraciones ai'queológicas detcr- A esta causa de desq uician1ie11to del In1pcrio
n1inarán, en lo futuro, que cerros, de los que ac- 'l'ihuanacu han debido agregarse, en el trascurso
tuahnente lle,·an el nombre de P1tcara (fortaleza) ele los siglos, las n1odi fi caciones geológicas del
pertenecen al período ele Tihuanacu, o al período altiplano boli viano que can1bit.ndo las condiciones
i ucaico para 1narcar los línlites del territorio del de vida, ya i-ea por el levantamiento del suelo o
Jmperio de Tihuanacu. por la desecación del antiguo n1ar interior o quizá
Tihuanacu, ciudad rodeada por lagos, necesi- por ~11nbas cau:;as, despoblaron el territorio, y se
t6 de medios de transporte y por consiguiente de sun1ió la hii-toria de 1"ihu;inacu en la oscuridad
un cuerpo de n1arinos que trasladáran desde gran- con sus trarliciones y costumbres . Así se perdió
des distancias las inmensas piedras con <¡lle se ha!--ta el no1nbre de ese gran l1nperio que hemos
edific6, que condujera las tropas en sus conquistas llan1ado de Tiltua11nc11, y, aún más, el non1bre
y n1antuviese el intercan1bio comercial con las de- 1nisn10 de su c;ipital acerca de cuya etin1ología se
más poblaciones. discu te todavía l1oy, sin e~peranza de alcanzar un;,
solución sa tisfactoria
En todo caso el territorio del Alto Perú, hoy
Los prin1cros incas que vi:-itaron esta pobla-
Bolivia, debi6 haber sido, en épocas prehist6ricas,
ci6n se nson1braron al encontrar ruinas ta_n irnpor-
teatro de luchas sangrientas entre !ns diferentes
ta 11te~; pero no pudieron recoger n1ás que vaga~
tribus y testigo de 1novirnientos ondulatorios de
tradicic>nes sobre la 1nisteriosa n1etrópoli.
las hordas conquistadoras que precedieran a la
formación del gran In1perio de Tihuanacu, el cual
a su vez, siguiendo las leyes inmutables de la
historia de la humanidad, hubo de caer en deca-
dencia, fué conquistado por otros imperios más
poderosos que lo disgregaron o, co1no sostienen
( 1).- Posn:,nsky.-Gufa de Tihunn~cu p. 3;.
Período incaico
La cronología confusa de los primitivos tiem-
pos del Imperio Incaico, no pennite precisar la
época en que fué fundado ni el tiempo de su dura-
ción.
Marckham, Brin ton y Sguier se hallan confor-
mes en que "la civilizaci6n de la raza andina es
una planta indígena, desarrollada por sí s ola y que
no debe ninguno de sus gérmenes a razas extra-
ñas".
La organizaci6n del i1nperio megalítico de
Tihuanacu y de los que le han sucedido, supone
"grandes desplazamientos geográficos de tribus
andinas, una evolución social secular y an impulso
centralizador que partió de cierta direcci6n". U ni-
formes se hallan los antiguos cronistas, confor-
mándose con la tradición, en sostener que aquellas
invasiones partieron del Sud de Charcas y Tucu-
mán o mas al Sud, ( 1 )·y también del S. E .
(1).-Marckham. «Los incas del Períí" , p. 27.
14 Hl,lºOlllA ~111, ITAR Df: IJULJ\ºIA
J>V.RÍODO I NCAICO 15
: - -- - -- --"--
El in1pcrio incaico debió tan1bién su orígen, Pucara en Ja región del Collao y que des,nenuzó
después de siglos de desqt1ician1ientu de 1'iht1ana- al ln1pcrio en pequeñas tribus que tornaron a la
cu, a desplazamientos de sus ~ucesores hacia el pri1nitiva barbarie y a las antiguas luchas intesti -
Norte donde los restos arqueleógicos denotan la nas; tradici6n que puede perfecta1nent_e concordar
influencia de éste en sus construcciones n1egalíti- con un hecho histórico. Los a,nauthás sobrevi-
cas. vientes, con sus secuaces, refugiáronse en un
Errado est:\ Garsilazo de la Vega al lrasn1i- lugar llamado Tampu- 1'occo, cerca del río Apuri-
tirnos la dorada levenda
, de la tundación del Impc- n,ac, donde conservaron parte de sus tradiciones
rio Incaico, con Manco C;:ipnc saliendo de islas y co~tnn,bres. Con ti transcurso del tie,npo éstos
del Titicaca, Lo probable es que· los antecesores se llan1aron hijos del Sol ( 1).
de éste partieron de la región andina de la hoya
Así se explica el gran vacío que Gardilazo
del Titicaca. ( 1 ).
dtjó entre 1'ihuanacu y el lrnpcrio de los Incas.
Toda organización social supone un largo
transcurso de siglos de gei:tación, y, Montesinos Las dinastías Pirua y A1nautha conser,varon
al consignar una lista de ciento un príncipes en en Tan1pu-·r occo sus antiguas tradi'ciones y su_
el Imperio Incaico, puede· aproxi1nar,;e rnás a la orígen and~no de la hoya del Titicaca.
verdad que Gardilazo. Los pri,neros príncipes Hacia el año ; 100 de la Era Cristiana se
de dicha lista debieron pertenecer a la época 1ne~ produjo un éxodo de diez tribus que partiendo de
galítica de Tihuanacu, los que, 1nediante sucesi' Pacari-Tampu, comandadas por el .t\ yar Manco,
vas emigraciones hacia el Norte, fonnaron paula.- príncipe descendiente de los príncipes de la era
tina1nente un nuevo irnpetio. n,eo-alítica invadieron lentarnente los valles veci-
Este ,nismo {ué aniquilado, según las tra-di- nos"' n1ás fertiles
' hasta apoderarse del Cuzco don-
ciones, por obra de una formidable inva,-ión pro' de Manco clav6 la vara de oro que llevaba; sorne•
cedente del Sud, que de1Tot6 y dió muerte al so· tió por n,edio de las arn1as a las tribus que los
berano reinante, en una batalla habida cerca de
( 1). -l\lorua. " ~eyc~ del Pcrú",ed. Un~~- Romero p. ro. ( 1). -Markham, o. c. p. 39.
t6
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fflS't'ORJA ~11 1-ITAR DE llOLl\' JA
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PERÍODO l:SCAI CO 17

poblaban y reconstituyó el in1perio de sus antece- Norte, al Sur y al Oeste del país central de los
sores que habían tenido que refugiarse en Pacari- i neas y lle Ya ron el non1 bre de Ctt!i !y suyo que lle-
Tan1pu. gaba hasta la costa; Chi1tchaJ1-s11,J1fl que .:h:1rcaba
En casi to,las las época,;; de la historia, las hasta Quito; el Colla-S1tyo que con1pn:ndí:i \;1
conquist;.s han sido las portadoras de la ci vili-za- hoya del 1'itir.aca, Charcas hasta 'fucun1án 1 Chile,
ción. y Manco al implantar un nuevo régimen de 1\requipa, Moquegua y 'faena y el Anti suyo que
leyes y costumbre.; levantó el nivel ,noral de las :-e extendía al Este en la zona an1azói1ica explo-
tribus sometidas a su do1ninio. Sus sucesores rada ( 1 ).
conti nuaron con el rnisn10 régi1nen de conquistas Cada una de las provincias unidas fué objeto
hasta fonnar el gran In1perio con procedimientos ele conquistas sucesivas de. los incas. IJa que nos in-
de admirable sagacidad. teresa partic.ularr.1ente es la conquista de Collas1tJ'º·
Se distinguen en estas circunstancias los ge• Después de la disgregaci611 del µri111itivo in1-
nerales Apu Maita y Vicaquirau cuyo genio 111ili- perio de 1'ihuaoacu sobrevino en la hoya del 'fití·
tar y ad1ninistrativo consolidó y extendió notable• caca (con10 ya dijin1os) una larga serie de sig!os de
n1ente el I1nperio, en1presa en la que emplearon barbarie. Las tribus que la poblaban procedían
111 uchos años ( 2) • de los restos del antiguo i1nperio y de otras tribus
Sin c,nbargo, el ln1perio tuvo que sufrir lo:; invasoras. Los Collas ocupaban toda la hoya del
ataques de confederaciones vecinas con10 la de los 'fiticaca, entre ellas, era la 1nás fuerte, forn1acla por
Chancas que pusieron en peligro su existencia una raza 1nontañesa, nun1erosa y avezada a la
invadiendo el territorio hasta las puertas mis,nas g nerra. :\ lo largo ele las orillas orientales del
del Cuzco. Las batallas libradas por Cusí des- lago re,,;idí;,.n los Lu.p acas y los Pacajas; los Qui-
truyeron ese peligro. . /taguas ocupaban el oriente y sur, respectivamen-
El non1bre del i1npcrio incaico fué Tahnan- te. del lago, y en el golfo sur de éste se hallaban
lin-sl(,yo que :-;igni fica '' Las cuatro Provincias los Urus ( 2 ).
Un ida!-" y que se halln ban situadas al E::-tr:, al
( 1).-Marckl,an, o. c. p. 149.
(1¡..... :',i atkham, o. c. p. 6<). (2).-~larckhan o. c. p. 160.
3
HISTORIA MILITAR DE BOI.IVIA - - - - - - l'ER(Ooo IN(;.~ICO
_ _ _ _ _ _ _ _19
_¿.

La traclici6n conserva el recuerdo de grandes atravesó dicho paso y avanzó sobre· el Callao sin
invasiones procedentes del Sur y de Chile que cncontr.lr resi$tencia basta Haruncolla.
asolaron el Colla-suyo. An1bos ejércitos llegaron al choque en un
Los Collas, en las diferentes luchas que sos- co1nbate cuerpo a cuerpo en que las tropas del
tuvieron, concluyeron por don1inar a las t1;bus Inca se vieron en desesperada sitnacióii; pero la
vecinas constituyendo una confeder<lci6n presidi- actitud heróica del Inca arrastró en pos de sí la
da por ellos que st: hizo podero.sa e in1puso su victoria, y este y su ejército penetraron triunfan-
don1inación hasta Arequipa, Tacn.l y los valles tes en H atuncolla y obtuviernn el s01netin1iento
del oriente donde se cultivaba la coca. de los Collas. -
La capital de esta confederación fué Hatun- l'vlás, no fué este un tr:unfo definitivo. Los.
colla situada al N. O. del Lago Titicaca y cuyos hijos de Chuehi-Ccapac n1anh1vieron en cons-
vestigios aun se conservan, a!;Í con10 los de Si- tante alarn1a e intranquilid:id al Inca, quién, de-
llustani que don1inan un lago próxi1no. biendo regresar al Cuzco, dejó a sus hijos Tupac
,\ yar Manco y A pu Paucar U snu con encargo de
C!tuclti- Ccapac, caudillo de los Collas, con-
tando con un nun1eroso y aguerrido ejército y con que dilatasen sus conc¡t1istas hasta el Sud por los
territorios de los Charcas y Chichas.
el apoyo de las naciones confederadas, rehusó al-
En tíetnpo del Inca 1·upac Yupatiqui se su-
tivamente so1neterse al dominio del I nca y dispu-
blevaron nuevan1ente los Collas. ( 2) E sto!'. llega·
so la defensa ele 1:-latuncolla. ( 1)
ron a construir cuatro plazas fuertes al Norte del
Ao te1io1·n1ente los Callos ha bían efectuado
l,ngo Ti ti caca, en Lallagua, Asillo, A rapa y Pu-
frecuentes invaciones al do1ninio del I nea quien
cara. (3)
se vió en la necesidad de coi1struir una poderosa
L os generales incaicos en1plcaron varios afios
n1ur<llla que cerraba el paso de Vilcanota; pero
en pacificar estas rt:giones y en destruir sus forta-
con10 la amenaza de aquéllos subsistía, el Inca Pa-
lezas hasta ql1e los Collas fueron clefinitivan1ente
chacutec, al frente dé t1n ejército considerable.
(2).-Sicia de León . 2a. Parte de Crónica d el P cr11' l). zoz.
( 1).-Mankh.,m o. c. p . 161 . (3).· -Maikham o. c. p. 16 2-163.
~o .
Hl:','fORI .~ M ll,l'fAR OE llOl.1\ºIA ____R_E RÍ~J>O lllC
_A_l_
CO.:..__ _ _ _ _ 21

s-0111etidos ea Pucara, fortaleza construída sobre El jefe supren10 del ejército era el Inca, quién
un cerro aislado y pedregoso. (1) en ocasiones delegaba su autoridad imperial a sus
Las sucesivas conquistas del Inca se dirigie- hijos o a los n1ien1bros <le su familia que se hubic•
ron hacia Chile, Tucun1án y aún hasta los dorni- ran distinguido por su capacidad y por sus aptitu•
uios de Grigotá doude el Virrey del I nea, Guaca- dt!S 1nilitares.
né, después de conquistar Mizque, fundó una for- A las inn1edialas 6rdenes del jefe del ejérciio
taleza en Samaypata y son1eti6 los valles de Va- se hallaban los generales cuyo nú1nero dependía
llegrande y Santa Cruz. ( 2) Aún . se con!-ervan de los efectivos empleados o de las operaciones de
las ruinas in1ponentes de la fortaleza de Somay- carácter combinado con,o la realizada tan magis-
pata des tinada, sin duda, a i1npedir las incursio- tralinente en la c0nquista del Anti-suyu,en la cual
nes de los indios de los llanos del Oriente. cada una de las cuatro columnas. que marchaban
La conquista del Colla suyu y de los valles hacia el rnismo objeto, pero por diferentes ca1ninos,
donde se cultivaba la coca, fué de gran in1portan- se hallaban a órdenes de un general.
cia, pues de esas regiones extraían los 1nctales y n1a- T odo indio era tributario del Imperio y te-
deras para sus necesidades y para la construcción nía la obligaci.Sn de prestar su servicio personal
de las armas del ejército. Sobre todo la coca, ta n en el ejército por cierto tien1po. Cuando uo se
indispensable para la ,-us tentaci6n de las tropas y hallaba incorporado a las tropas o después de su
el oro destinado a contribuir al n1ayor boato del licencia,niento, ton,aba parte en los ejercicios n1i-
1nonarca y del culto, fuero11 el tributo n1ás apete- litares que ::,e realizaban una o dos veces al mes
cido de los valles conquistados. bajo el mando de un capitán.
Los incas no pudieron llevar a cabo sus gran. Si la campaña duraba 1nucho o el clima don-
eles conquistas sin una organización perfecta ele de ~e encontraba el ejército era malsauo, los sol-
s u instrun,ento virtual: el ejército. dados eran relevados para conservar el estado sa•
nitario y ma11tcner la fortaleza del ejército.
( 1).-Sie2a de 1.e6n o. c. p. 20;.
(:?).- Relación del Padrt Fe.lip~ de ,\lcay~, cura ele Mataca- La rnis111a organización que existía c:n el 0r-
•·Bolivia-1-'araguay"'-R icardo Mujía.-Tomo I de lo:;
anexos, p. 1.¡.¡ y sii;ni< 11 tes. den civil se observaba en el 111ilit.:r. Cada diez
HISTORIA MILITAR O~: ROl.ll' I,\
-- P ER/01.lO IKCJ\ ICO

ho1nbrei; eran co1nandados por el C!tu11caca111a)'Ttc, ca con1prenclía las arnlas disponibles en los depó-
cinc1Jcnta por el Picltacanzayuc, cien por el Pai-/1,a- sitos, los ali111entos, equipo y vcsturrio, el cual era
camayttc y n1il por el Huaraucamayuc, dos niil apropiado a los diferentes clin1as en que debín.
quinientos por un Ap11 con su segundo el Apttp- efectu.lrse la campaña. Así se empleaban vestí•
1-antin, cinco mil hombres se hallaban a órdenes dos de h1na en las regiones frías y de algodón en
del Hal1111-ap1tp1-antin con su segundo el Apus- las cálidas.
r¡uipratin. Cada división tenía su jefe de tro1npe- l ,a preparación de los jefes y del co1nando se
tas el UnanchacantaJ,ttC y otro de tan1bores el hacía en una escuela n1ilítar. La pri1ncra noticia
Huancarca1n11:Juc. Cada unidad tenía su bandera y que se tiene de la fundación ele este instituto es
todo el ejército una bandera o estandarte in1perial. del tien1po de l'upa-Cusi- Pachacuti VI, estable-
Los batallones se distinguían por sus arn1as. ( 1) cida en Pucari-1' a1nbo. P osteriormente ésta se
El comando superior del ejército no podía lo- estableció en Collcanlpata, en el Ct¡zco, donde
1nar sus disposiciones para una ca1npaña sin ele- profesores preparados daban la enseñanza. Los
1nentos a.nteriores de preparación. Poseía carlas alu1nnos eran !ion1etidos a u11a ri'gurosa disciplina
rudin1entarias con los límites del Imperio, las po- y se instruían en todo lo relativo al arte militar,
blaciones, caminos, accidentes del terreno, etc., y con ejercicios físicos que los l1acían aptos para so-
aún e xistían mapas en relieve que los repre!'.en- portar las fatigas de la guerra, ejercicios 1nilitares,
taban con bastante fidelidad. · simulacros de combates, ejercicios con las diferen-
La estadística minuciosa de todos los elemen- tes annas, carreras, et(":. Fioal1nente, un e:,;ámen,
tos del In1perio, fielmente llevada al día, ponía de qlle con1probaba su preparación, les daba el título
1nanifiesto los hon,bres aptos para el servicio, los para ser armados caballeros con cere1noniales se-
que se hallaban i11corporados en las filas del ejér- mejantes a los de la Edad Media en Europa. ( 1)
cito, las defunciones de los en can1paña, los desig- Las armas e111pleadas por los ejércitos perua-
nados al rcenlplazo, etc. Igualmente la estadísti- nos eran fabricadas unas con n1adera de chonta,
otras como la lanza con ch1trq11i, con lnpintt; la
( 1).-Tcbudi y Rivcro, Antiiiicclades peruanas, p. Sz. (1).-Eschuchi y Rh·ero o. c. p. 7z.
PERÍODO INCAICO
HIST.:lRI,\ )IILl'l'AR DE llOLl\' lA

1nakana (huactana) era con:.truída de keii,ua. Te- sas estadística!'- a que hemos hecho referencia, te-
nían además espadas pequeñas, piedrns a1'rojadi- nían contados y designados a los soldados, y s\1
sas con honda, y en1pleaban tan1bién piedras ·e nor- 1narcha al punto de concentración se facilitaba
lllCS (galgas) que las arrojaban desde la cun1b1·e de ,por e.xcelentes ca1ninos y cómodos alojan1ientos.
los precipicios. Para la defensa corporal .se utili- Los cao1ioos que conducían a las fronteras,
zaban envolturas de telas de diferentes colores en ade1nás de ser bien construídos con n1ateriales re-
la cabeza y una coraza de cobre y algodón. Los !listentes, eran anchos y se reparaban constante-
caballeros y jefes usaban armas de metal y las 1ncnte. Puentes de diferentes siste1nas facilitab:tn
puntas de las lanzas de los soldados estaban arn1a- el paso de los ríos y de los profundos precipicios
das de cobre. de los Ande~. En los ríos muy caudalosos se e1n-
Las armas, vestuario y calzado de cáñarno. se pleaban balsas.
s un1inistraban por los l1abitantes de las regiones
l,os ta1nbos que eran los alojan1ientos o posa-
donde existían los n1ateriales de fabricación. Es
das, podían contener hasta cinco mil l1on1bre y ~e
te procedin1iento facilitaba el cumplin1iento del
hallaban colocad()s a dis tancias prudente,nente fi.
in1puesto sin gran fatiga para el ·c ontribuyente. ( 1)
jados para facilitar las jornadas. ( 1) De esta n1a-
La alimentación de los soldados era sencilla 11era se p1·oveía al descanso de los ejércitos sin
y frugal. Consistía en carne seca (charqui), 111aíz, n1olestar a las poblaciones. Los tan1bos conte-
yuca, plátanos, patatas y coca. L a frugalidad y nían, ~dcn-1ás, depúsitos de víveres, armas y vestua-
resistencia de los súbditos del Inca en las marchas .
no.
ha sido sien1pre admirada, cualidad que aún con-
Las comunicaciones hallábanse asegurada$
serva el indio del altiplano.
por los correos a pié (chasquis) que tTasmitían las
La concentración de los ejéTcitos se ejecuta-
ba fácilmente, pues en cada región se reunían sin
dificultad los llamados al servicio. Las minucio-
(1).-Sieza de León o. c. p. 68 a 70. : , ),- Sieta de León o. c. p. 79 a 82.
HISTORIA MILITAR OS BOLIVIA Plo:R{ooo INCAICO 27

noticias con inconcebible rapidez desde las n,ás Vilcanota, Pucara, ..\ yaviri, La Raya, U reos,
apartadas regiones del Imperio. ( 1) Sicuahi, Sacsahuan1an, Limatan1bo, Jaquijahuana,
El sistema defensivo de in1perio residía en C)llantaytan1bo, Mucho, Pichi, Pancartambn, etc.,
los procedimientos de conquista, y de política em- erau fortalezas y murallones que defendían con-
pleados por los incas, y en sus obras de fortifi- céntrican1ente los pasos que conducían a los va-
cación. lles fértiles y al Cuzco. Como última defensa, el
Las fortificaciones estaban distribuídas en to- Cuzco 1nis1no. r.on su sistema de murallas, consti-
dos los puntos de paso obligado de los ejércitos tuía con las citarlas, un conjunto de defesas en to-
adversarios, en Jugares inaccesibles, en cerros ( Pu- das direcciones. ( 1)
cara), y en los desfiladeros. Los estudios arqueológicos posteriores <leter•
La capital, el Cuzco, se hallaba defendida n,inarán si todas estas obras pertenecen al perío•
por sucesivas 1nurallas y fortalezas, y aoemás con- do incaico o son anteriores a él, pero en todo ca•
tenía centros de resistencia interiores para el I n- so pudieron ser utilizadas en la época de los in•
ca y para el ejército. cas.
El Cuzco, centro al que r:onvergen los valles Estas obras no sólo se hallaban en los pun•
del Vilcanota, U rubamba y otros, era también el tos indica ·los; se encontraban t:imbién en las más
centro alrededor del cual se hallaban, en lugares apartadas regiones del ln1perio y se construían con
estratégicos, fortificaciones y obras defensivas que un lujo de arte y tal cantidad de n,ateriales que aun
constituyen un claro ejemplo de su sisten,a de de- hoy sus ruinas sorprenden al viajero y al hombre
fensa. de estudio.
(1¡.-Los ejércitos incaicos emplearon, como todo.s los pue- Igual cosa podemos decir de los varios grupos
blos en épocas remota.s, varic>s sistemas de comunicación a dis- de fortificaciones y viviendas prehistóricas que se
tancias: 1. 0 Las fogatas t!ncendidas en l:is cumbres de los ce-
rr·os, dur.\Jlte la noche; 2 . 0 la pro<lucci6n de humo durante el día; hallan en la provincia Pacajes del departamento
y 3.º seflales acústicas como las pro,lucidas por los put11lus, cuer· de La Paz. lgn6rase si estas fueron utilizadas
nos huesos en forma de trompetas. Por estos sístema.s se podia
comunicar: la presencia del adversario, su número, la direcci61\ de
marcha, etc., etc.
-
( 1).-Urte.iga-llocetos históricos, z~ Serie p s. 141 a 157.
PERÍODO D H:Al<.:O
HISTORIA )lll,l1'A R DE IIOLIVI.A

una extensa meseta de. 2,150 n1t-rs. de largo por


por los Tih11anacoso por los Incas para defenderse
100 de ancho aproximadan,cnte. La meseta se
de las frecuentes invasiones del S. y S. E. -tradi-
halla en partes cortada verticalmente por erosio•
ciones a que hemos hecho referencia en diferentes
. nes naturales del terreno y en otras artificiahn en-
ocasiones .
te, para los fines de s11 defensa, forn1ando un cor•
·Interés especial tiene para nosotros estudiar
te contínuo vertical de 8 a :;o mtrs. de elevación.
detenida1nente dichas obras de fortificación pre- ~

histórica, pero sensiblemente los datos que posee- Por los restos que se h:1.:Ian en la meseta, se
mos (1), que son las informaciones del ·rte. Crnl. supone que existían habitaciones para más de cien
Miguel Alaiza y del Mayor Leornardo Oln1os, así fa1nilias, las que contaban con el agua de una la-
como los párrafos de la obra del señor Posnans• guna artificial, existente en la n1eseta., que se lle-
ky, no nos permiten entrar en muchos detalles, naba con las llt!vias, con canales de desagüe y va-
pero consignarernos a continuación todo lo que rias repartícione.~ necesaria<; para esa población.
hemos podido averiguar y las conjeturas que so- Existen además casetas de forn1a cuadrada y re-
bre dichas obras pode1nos hacer. donda que sirvieron de viviendas y 1nás tatde de
A 11 kilómetros al S. E. del cantón Achiri sepulcros y de donde actualn1cnte se extraen las
.
de la provincia Pacajes, se hallan los cerros Pira- fa1nosas momias denominadas «chullpas:s.
p:s: el gran Pirapi cuya altura es de 4,245 mtrs. Los vecinos del lugar aseguran que los acce-
sobre el nivel del 111ar y unos y 565 mts. sobre el sos al gran l'irapi son tres. El Mayor Olinos só-
nivel de su base y el pequeño Pirapi de 2, 170 lo ha podido ver dos; uno de ellos que se ha•
mtrs. lla al Sud, es una puerta de piedra rectangular
El gran Pirapi, que es el que principaln1eote con gradas r_ústicas y 1nide un ancho de 0.60 cen-
hos interesa y del que se tiene n1ayores datos, es- tí1netros y 1.70 de alto. L a otra puerta o subida
tá constituído por un cono-truncado coronado por que conduce á la 1neseta, se halla próxin1a á la .in-
( 1).- Posnansky. «Templos y vivi endas prehispánicos" pág.
terior y afecta la forma de un tirabuzón por la que
57 a 59 L. Tté. Crol. AJaiza y Mayor Olmos. Informado• s6lo puede subir un hombre.
nes al autor. ·
30 lflSTORI_. ~fl l,ll'A R DE BOLIVIA
- - - -- - --PERÍODO
·- IN<:AICO 3t

Merece especial mención uno de estos acce- gran cantidad de restos humanos provenientes de
sos: Posnansky en su obra "Templos y viviendas )03 sepulcros.
prehispanias" "dice" que la puerta principal que Según el señor Posnansky, en el mismo Pi-
conduce a la meseta está cerrada por medio de rapi existe un monumento de forma tronco cóni-
una piedra redonda de casi I m. de diám<.:tro "que co, que cohsta de tres pisos de 5 m. de altura y
en momento dado, podía ser lanzada en el espacio carla uno con su puerta. Las piedras de ésta son
de pocos segundos, por el plano inclinado hacia la talladas al estilo cuzqueño de piedras poligonales
abertura de la puerta" donde quedaba encajada. en'.f,l<;ta:ias. E~te n1onu:nento es semejante al de
"Empujarla desde afuera cuesta arriba, era una co- Sillustani, en el Perú p~ro que difiere en el corte
sa completamente imposible" ( 1 ). de las piedras y otro,; detalle;;, y que según Mar-
En la planicie de la meseta existen tres cla- kh tn era un monu,nento funerario. Tscbüdi y
ses de obras de defensa muy deterioradas: la pri- Nordenskiold creen que ~stas sepulturas fueron
mera consta de un parapeto sin1ple de piedras, de utilizadas como viviendas y transformadas des-
1.20 1ntrs. de espesor y con igual altura; la segun• pués en tumbas, opiniones estas que las concep-
da es un muro, con puertas y saeteras de mayor tuamos las más probables. ( 1)
elevación que el anterior y que protejía toda la En el n1ismo Pirapi existe otro monumento
planicie de la meseta, y la tercera está constituída de fonna prismática de piedras poligonales engas-
por parapetos aislados que pudieron ser utilizados tadas de estilo cuzqueño y destinado a igual fin.
individualmente. Pero, la principal defensa está l)t!sde la meseta la vista es a1nplia y abarca
constituída por los cortes verticales de la meseta, todo el contorn o hasta gran distancia. El cerro
que de distancia afecta una forma caractetística. está rodeado de pequeños caseríos que llevan nom-
En todo el plano de la meseta se encuentran bres significativos como Chara-An1aya. Llallagua,
en ab\lndancia flechas de sílex., "lihuis" o boleado- Kkishuarani, Kkitapata, Kkupatamaya y Anco-
ra.c;, restos de utensilios de cerámica y sobre todo n,arca; sobre todo K kishuarani (lugar donde ere-
-
(1).-Posoanslcy. o. c. pág. 59. • ( r).-Beuchat.-Maou:\I de Arqueología Americana.
561.
Pág .
J?. HISTORIA )IILl1.AR !JE ROI..IV!A l'RRÍODO JNC.A JCO 33

cían olivos silvestre!;) denota que, en épocas pasa- Al Sud de los Paasas y en la confluencia de
das, el clin1a del lugar permitió el cültivo de es- los ríos Mauri y Cajas existe un gn1po de fortifi-
tos arbustos y de otros que hoy no existen. caciones en mesetas semejantes a la,;; anteriores y
Igualmente el nombre de Pirapi (de Piruani) p.ue- que se hallan marcadas en el plano con el N.º 7.
de significar troje, o lugar donde se acun1ulaban
lgualn1ente al Sud de los Paasas y a la orilla
víveres para un caso de defensa prolongada.
derecha del Mauri, a 4 kilómetros aproximada-
A :zo kilómetros aproxin1adamente del gran mente de aquellos, existe otra n1eseta llamada
Pirapi, separado por una extensa planicie, se ha- Anéln Tocko defendida también con parecidas
lla el grupo importante ele las fortificaciones en construcciones qlle los anteriores.
los cerros los Paasas, que tienen mesetas semejan-
Más al S. se bailan otros cerros con mesetas,
tes al Pirapi. Estos son el Hacha-Paasa (el
gran Paasa), el Taypi-Phaasa, ( Paasa del medio) el Siqui y el Cura-Uta-Siqui, también fortifica-
y el Condur-Paasa o Conduriri ( Paasa del Con- das. En la primera se encuentra la galería subte-
rránea potcada a que hemos hecho referencia. En
dor).
la segunda se notan dos casas o construcciones de
Los Paasas son de tan difícil acceso como piedra labrada que según tradición pertenecían a
los Pirapis. Sobre las n1esetas existen también los sumos sacerdotes que las habitaban. ( 1)
sistcn1as artificiales para prnveer de agua a sus
Es indudable que todas estas mesetas fortifi-
1noraclores; los accesos son pocos y difíciles.
cadas han sido ocopados en tiempos prehistóricos
En el Hacha-Paasa y en el Siqui, que n1ás por pobladores que buscaban en ellas la protec-
tarde mencionaremos; se dice que existen galerías ción que no podían hallar en el llano contra las
subterráneas en una extensión de más de 60 mtrs.;
frecuentes invansiones de enemigos poderosos que
galerías artificiales poteadas que probablemente
probablemente venían del S. y del S. E. como la
atravesando la parte media de las 1nesctas con1u- tradición lo repite con frecuencia.
nicaban con la planici<> superior. ( r)
( 1¡.-Tte. Crnl. Alaiza . Jnforn1ad6n citada. ' (1).-Tte. Crnl. Alaiza. lnformaci6o citada.
s
34 lIISTOltLA MlLITAlt l>E BOLIVIA _ _ _ _ __ _ _P
_.K_R_looo 1NcA_1_c_o_____~ JL
Sobre los habitantes que se defendían en di- tual, recuérdese que en ésta capital exÍ!<tieron dos
chas mesetas es posible avenh1rar varias hipóte- períodos y el primero no contiene restos de un
sis: 1." todos los pueblos pri1nitivos han utilizado trabajo tan prin1oroso como el segundo. Un es-
las alturas como puntos de defensa. Las flechas tudio co1nparativo de an1bos restos arqueológico,;
de sílex y otras armas primitivas que se hallan en nclararía este punto.
estas n1esetas nos demuestran que desde épocas 3.º -Sin duda fueron utilizadas también es-
muy re1notas fueron utilizadas con ese fin. L <,s tas mesetas por los antecesores de los Incas o por
primitivos habitantes de las mesetas, buscaron s.u estos, pues los monun,entos de piedra poligonal
protección en ellas, cuando aún el altiplano no se engastada, a que hemos hecho referer,cia, atesti-
hallaba tan elevado, con un clima más templado, guan claramente su orfgen inc.,ico. Los incas
con una vegetación más exuberante y cuyos res- que salieron de la hoya del Titicaca llevaron es-
tos se hallan a alguna profundidad del actual te- tos sistemas de construcción al Cuzco donde se
rreno. ( 1) Las mesetas mismas, por su forma có- hallan idénticos procediinientos de tallado y cons•
nica coronada por flancos verticales que conducen trucción.
a la pl·anicie indican el efecto de erosiones acuá- Tanto los tihnanacus co1no Jos incas o sus
ticas poderosas, lo que constituye un dato intere- anteccsore" encontraron en las. 1nesetas citadas una
sante. casi il1franqueable línea de defensas. No es aven-
2. 0 -Tihuanacu ha debido abarcar en su do- turado pues sostener que el Mauri fué el camino
minio estas n1esetas, las que por sus condiciones que siguieron las invasiones de los pueblos pQr el
estratégicas fueron utilizadas co1no cordón defen- S . E. de qut! la tradición conserva un claro re-
5\VO de la capital Tihuanacu. Si los restosmega- cuerdo, invasiones que hallaban resi!'.tencia en
líticos de las mesetas uo son se1nejat1tes a los que la serie de mesetas fortificadas sieildo el Jacha
contemplamos en la superficie de Tihuanacu ac- Paasa y el Anan 'focko las puertas que cerraban
(r)-Eo Viacha, en un pozo próximo al cuartel nuevo y a 3 el paso <lel Mauri. ( 1)
o 4 mtrs. de profundidad, el autor de estas notas ha eocon.lrac!o
restos de una capa espesa de vcgelal comprimida por las capas ( 1).-Las mesetas fortificarlas <le la prodncia de l'acaje, son
del terreno superior. semejaates a las mesetas ocupad:1s por los Diaguitos.
HISTOltlA MILITAR OV. l!I\LfVIA PER(OOO INCAICO 37
Solo estudios detenidos sobre la geología y Para los incas la guerra y la conquista no
la arqueología de esas regione.c; podrían darnos la tendían al único fin de la dominaci6n; más bien
clave aproximada de la historia de esas mesetas. deseaban obtener la paz y la tranquilidad del
Los primitivos cronist~ del imperio incaico Imperio sometiendo a las naciones peligrosas.
no hacen menc:i6n de ella.<.. Solo Garcilazo refie• Sus poblaciones no eran iiestruídas ni sus ejérci-
re (1) que los habitante.e; de Caquíaviñ ~e defen- tos se aniquilaban totalmente. Esta era la regla.
dieron en las proxi1nidades de este pueblo contra general y en casos determinados, procedían enér-
las (uer;r,i., de Mayta-Capac. Dicha relaci6n se jica1nente.
h alla. con firmáda. por la ex-istencia de fortalezas Ante.e; de entrar en lucha, tenían cuidado de
( Pucaras) que se hallan cerca de aquel pueblo, pe- que las operaciones militares fuesen precedidas de
ro que son ya de:! tiempo histórico. proposiciones de paz.. Si llegaban a las artnas,
El tcn-itorio de los Oiaguitos comprendía las provincias de obtenida la victoria, las vidas y haciendas se res,.
Salta, Catamarca, La Rioja y parte de la.• de Tucumá.n y Mendo- petaban: juzgaban los incas con incomparable sa-
:ta y la alta meseta del Sud de Bolivia, donde e.•\árt situadas 1.-.s
punas de Jujuy y !\lacama. Los Oiaguitos son frecuentemente
gacidad que destruir más allá de lo militarmente
llamados caldiaqufo?S por los etnóg.-afos y arqueólogos argentinos, necesaño, era perder los be11eficios de la con-
pero estos no eran más que un¿ tribu del pueblo Oiaguito (Bo-- quista.
man).
La mayor parte de las aldea., de los Diag_uito.• estaban cons- Francisco de J erez hace la siguiente relación
truidas en Jo a,lto de la., colinas o mesct;,s de difícil acceso llama- del einpleo táctico de las tropas incaicas en ei
da.• también pucara.'I. Iguales obras se bailan en Antofagasta de campo de batalla: cEn la delantera vienen hon-
la Sieira, Puna de Atacama a..C com!> en l'ucara de Aconquija,
ciudad Diag11ita ~ituada en 110a meseta rode:ida de una muralla deros que tiran con hondas piedras guijeñas lisas
de pirca", provi.st:i de bastiones y s.etcr~. El esp_acío comprtn- y hechas a mano. de hechura de huevos; los hon-
dido pnr la circumb~laci6n tien e 1,200 m trs. de largo por 670 deros traen rodelas que ellos 1nismos hacen de
mtrs. de ancho. (Beuchat. "lfanual de Arqueología Ameñca-
tablitas angostas y muy fuerte;;; asimismo traen
n••· pág. 679 y siguientes).
jubones colchados de algodón, tras de estos vie-
{1¡.-Garcila•o de la Vega "Comentario Reales'' p.ig. 75 . nen otros con porras y hachas de armas; las po·
PERÍODO INCA lt;O 39
HJSi'OlllA MILITAR !JE l!OLJVC,,.

rra.c; son de braza y Inedia de largo, y tan gruf!sas dras (galgas) lanzadas hasta el fondo, con lo cual
como una lanza jineta; la porra que está al cabo y los dardos y hondazos, desorganizaban total-
engastonada es de 1netal, tan grande co1no el pu- n1en te al enen1igo.
ño, con cinco o seis puntas agudas tan gruesa ca- Para vivaqcar usaban tiendas de campaña de
da punta como el dedo p~1lgar: juegan con ellas a algodón y con,o no siempre podían los tambos
dos manos; las hachas son del 1nismo tamaño y alojar a todas las tropas, si estas eran muy nu1ne-
mayores; la cuchilla de metal de anchor de un pal- rosas, empleábase el acantonamiento-vivac. ( 1)
1no, como alabarda. Alg11nas hachas y porras De los datos ligeramente anotados re_c;ulta
hay de oro y plata, que traen los principales; tras que el iniperio de los inca~ poseía una adrnírableor-
éstos vienen otros coí1 lanzas pequeñas, arrojadi- ganizaci6n militar en armonía con su organización
zas como dardos; en la retaguardia vienen pique- política, religiosa, agraria y social. ¿Cón10 esplicar-
ros con largas de treinta palmos; en el brazo iz- se entonces, que c:,¡e ejército que mantenía la e.xis-
quierdo traen una manga con 1nucho algod6n so- tencia de un Imperio no pudiera resi;;tir a un pu-
bre que juegan con la pofra. Todos vienen re- ñado de conquistadores? L a explicación se halla
partidos en sus escuadras con sus banderas y ca- en que ese ejército carecía de su base principal: ef
elen1ento moral. No poseía el espíritu patri6tico
pitanes que los n1andan con tanto concierto coir.o
ni el de independencia, que son los facto res cons-
turcos. Algunos de ellos traen capacetes grandes
titutivos del alma colectiva de los ejércitos. El
que les cubren hasta los ojos, hechos de madera;
pueblo peruano, sun1iso e incapaz de iniciativa, no
en ellos muchos algod6n, que de hierro no pueden
tenía la ambición del prQgreso: era un niño in-
ser más fuertes>. ( t)
Cuando el terreno era 1nuy accidentado consciente bajo la tutela del monarca el que.! pro-
e1npleaban orden disperse,, y si los adversarios veía a todas sus necesidades. Y cuando le faltó el
debían atravesar desfiladeros, atacábanlos des- jefe lógicamente se halló abandonado y sin inicia-
de las cu1nbres de las n1ontañas ton grandes pie- tiva e hizo poco para conservar su independ~ncia.
- -
(t).- Relacióo de la Conq,,ista del Perú, por Francisco de
jeTiez p. 63, edi_ción Urteaga, Romero. {t).-Si=i de León o. c. p. 9~ 228, 23.~.
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La conquista
J_a conquistá del. Perú se inició con ciento
setenta y siete hombres, de los cuales setenta y
siete eran de caballería, apoyados por tres arcabu-
ceros y algunos ballesteros que no pasaban ele
v einte. Estri tropa din1inuta co1npuesta de ho1n•
bres anin1ados de un espíritu a,·enturero incon1•
parrible y aguijoneado por una loca a1nbici6n de
riquezas, se apoderó del Imperio c:on rara facili-
dad. E l Inca Atahuallpa fué condenado a n,uer-
te y ejecutado a pesar de haber cuinplido la pro,ne-
sa de satisfacer la ambición de los conquistadores
con riquezas que superaban todas las que un n10•
narca podía pagar por su libertad.
Los indios opusieron alguna resiste11cia in1-
pulsados por su general Quisquis el qu_e (ué ,nás
tarde sacrificado, lo miso10 que el otro general in-
caico Chalcuchima.
6
Rrs·roRrA Mlf.tTAR OP. ROI.IVIA 1.A ('O~QVIST,I 43
- - - -- - ---'""--
Sin e1nbargo, el inca Manco, coronado por E,paña no podía contemplar indiferente es•
Pizarro co1no medida política pero sometido a los tns luchas que podí.in arrebatarle la 1nayor- joya
españoles, se revel6 más tarde contra ellos, puso de su C(>rona, el Perú, y en vió :-il sacerdote Pel~ro
sitio al Cuico y tuvo en jaque a las fuerzas espa- de la <.;asca, el que gracias a su tino político, a su
ñolas, las que n1erced a su COf!Stancia y valor, su- .• agacidad y so espíritu de organización, reunió los
pieron al fin triunfar. Muerto este Inca ya no clcn1L'nto,: 1nis111os de resistencia de su adversnrio
hubo mayores resistencias y todo el Imperio se Go nzalo Pizarro, y consiguió derrotado ca<ñ sin
son1etió al dominio español. con1batir, en S:ic,aguana, castigando con la horca
El en,pleo de las arn1as de fuego desconoci- al n,:lxlcle Pízarro y a s u general Carvajal.
das para lo.; indios y de los procedimientos tácti- Citar todas las batallas de esta encarnizada
cos europeos, así con10 la utilizacic,n del caballo luc ha, entre la,; qt1e hay que incluir la de Huarina,
como elcn,ento de guerra, anonadaron a aquellos. sería salir de lo:; estrechos lí1nites de este bosque-
Pero, principalmente hay que ver el triunfo de los jo; sólo debe rnos anotar que aunque en ella;; los
españoles en su carácter guerrero indo1nable, en su partidos en !ucha contab,\n con débiles eftctivos,
valor, en su aptitud para soportar las fatigas y en con,..ti tu ycrvn 105 ejér-:itos má, poderosos, no en
vencer todos los obstáculos, factores que co11stitu- 11ún1ero, pero si eu organizació:1 que l1asta enton•
yeron la base de sus tan rápidos é:<itos. et:, habí.,n t>fectuado en el Perú, extendiéndose ci
Sometido el Imperio, nacieron entonces las t~.11 ro d<! acción desrle Quito ha,;ta Charcas.
rivalidades en el n1ismo ca1npo español. Alma- La organización de estos ejército,, el empleo
gro, compañero de Pizarro, levantó sus armas con- de las arrnas de f11e~o, del caballo, de las corazas,
tra éste, el que fué derrotado en las Salinas y eje- cotas <le 1n:illa, sable!;, lanza~, todas de fab ricacióll
cutado. El hijo de Almagro apoyado por los 1::uropc.:i, a,-í c01110 los procedi ,ni en tos tá..:ticn!-. de
partidarios de su padre, asesinó a Pizarro en l~i- con,bate, fueron nuevos elc1ne11tos intn)(lucidos
ma. Gonzalo Pizarro, hermano de Francisco Pi- t:il i\ ,néric,1 para las Iu chas subsiguientes.
zarro, después de cruenta lucha, derrotó a Alina- Es durante estas luch:is que po r primera vtz
gro el joven y este fué a su vez decapitado. se cJ.1~t: uyc,0:1 ann15 d.! fue6 ..> en A rnética; fué
+4 _ _ __H_IS_TORIA ~flLITAR DE ll()J, IVI_A_ _ __ _ _

Pedro de Candia que en el Cuzco, durante el si-


tio de esta ciudad por el inca Manco, que fabricó
cañones y arcabuces.
l~os españoles que eran hábiles obreros de
ocasión, fabricaron ta1nbién la pólvora, las arn1as
blancas, tales con10 sables, lanzas, corazas y ycl-
1no:;, de una 1nezcla de plata y cobre, de tan exce-
La colonia
lentes cualidades que podían comp_e tir con las fa-
bricadas en 1\71.ilán. ( 1) En la época colonial se produjeron en el Perú
En las batallas y co111bates librados entre es- disturbios que mostraban que el régimen a que
pañoles durante el período antes indicado, los in- fueron so1netidos los naturales por los españoles,
dios no jugaron otro papel que el de auxiliares \'io!entaba el espíritu y las costumbres de aque-
obligados de los contendientes y, lo que e~ aún llos,
1nás triste, de de!<pojadores de los v~ncidos. Ex- Los mestizos o cl,olos se sublevaron en
pectaban las batallas desde la curnbrc de los ce- La Paz el 1 <? de dicien1bre de 1661, encabezados
rros y concluída la acción, descendían á desnudar por Gallardo, pero sus actos se redujeron a saquear
á los cadáveres para apropiarse de sus prendas. las haciendas de los españoles. ( 1)
-- Alejo Calatayud tomó la plaza de Cochabam-
( 1),-l'rescott.- La Conquita cfel Perú, p~g. 203.
ba, el 29 de novie1nbre de 17 39 proclamando que
no debía yá no1nbrarse autoridades españolas sino
hijos del'país. Esta sublevación puede conside-
rarse con10 una de las -precursoras de la Inde-
pendencia. ( 2)
(1).- J. M. Camacho Historia de Bolivia p. 71,
(2),-E. Y1scarra. Historia de Cocha bamba págs. Ls y si-
guientes.
ll1S"\'0R IA MLLITAR 1)1! AOl,IVIA L/1 l'.01,0NIA 47

Ambas sublevaciones fueron fácilmente do- a ,ed io, pudo librarse La Pv,, gracias a los soco-
minadas. rros ele 11uevas tropas españolas.
Pero la gran ·conflagración incligenal de 1780 U 11 segundo sitio sufrió la ciudad de I.a Paz,
a 1781 que sacrificó ,ná,; de cuarenta mil españo- bajo la dirección de una n1ujer india, la célebre
les y quizás el doble número de indios, estuvo a Bartolina Sisa, ,nujer dé -rupac Catari. A seme-
punto de poner en peligro el do1ninio español en janza del sitio que pu~ieron los indios a Sora ta,
el Perú. ( 1) los sitiadores de La Paz construyeron represas en
Ton1á<; Catari, indio de J\11acha, inició el 1110- el río que atravie!.a esta ciudad, para precipitar
vimiento. No habiendo podido obtener justit:ia sus agua,:, rotos los diques, contra la población.
ni en Potosí ni en Bne!,O:, Aires, levantó el estan- Varias casas y puentes fueron destruídos por este
darte de la rebelión. Sus tropas asesinaron a va- n1edio más aparatoso que eficaz.
ñas autoridades españolas y pusieron sitio a Chu- La traición de algunos indios puso fin a esta
quisaca. Sólo la traición de alg;unos indios y el sublevación. Tupac-Catari entregado preso fué
valor de los sitiados, salvó al pueblo y extinguió an1arrado de pies y de 1nanos a las extre1nidades
la sublevación. de cuatro caballos y de.,;cuartizado. Fué éste el
Tupac-Catari, indio sacristán de Ayoayo, en últin10 episodio de la sangrienta lucha de razas que
1781 , abri6 can1paña contra las autoridades c:-pa- tantas vidas había costado.
ñolas proclamándose descendiente de los Incas Más poderosa fué la sublevación de Tupac-
y puso sitio a La Paz, con 80,000 indios. La 1\n1aru, la que abarcó casi todo el virreynato del
ciudad se hallaba defendida por el Brigadier D. P erú, hasta que ejecutado el cabecilla quedó rela-
Sebastián Segurola, quien con débiles efectivos, su- tivamente pacificado el territorio.
po so,,tencr los reiterados ataques de los indio~. so-
brellevando con serenidad todas las fatigas, el
ha1nbre y la peste que diezn1aba a !--US tr,)pas y a
los habitantes hasta que de;;pués de 102 días de
(,¡-J. ~l . Camacho o. c. p. S1.
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Guerras de la independencia
A pl'incipios del siglo X IX. ,núltiples n,oti~
vos c>.istían en el ,i\.lto Perú, con)O en toda la
An)éi"ica Latina, para 111antener en estado latente
la idea de su en1a11cipación del do1ninio español.
Enun1erar todos estus motivos y su génesic;, co-
rresponde a la historia general. Dicha idea nece-
sitaba solo de un pretexto cualquiera para poner-
se de manifiesto.
)::1 ~5 de 1nayo de 1809_ Chuquisaca se insu~
rreccionó, y la Audiencia de Cha rcas, apoyada
por el pueblo. n1anifestó tun1ultuosa111ente su ad-
hesión a l·ernando VI r, contra las pretensiones
de D áña Carlota sostenidas p or Goyenechc y por
el Presidente de la Audien cia, Pizarro.
Preso Pizarro y Chuquisaca en poder de los
revolucionarios, algunos dirigentes del movimien-
to, en cuyo espíritu bullía ya la idea de la libertad,
7
50 HIS'r n ur,\ MILITAr( 0 5: R0 1. l\1 1.\ cu,·• RAS l)E 1,,\ INDSPf.NDl!NCIA

vartieron para esparcirla en todo e l Alto Perú y a Yunga~, regió11 accidentada y fácil de defender
f!n Buenos .l\.ires. Entre é.~tos, l\1onteagudo se do nde pensa ban establecer "una colonia indepen-
dirigió a Potosí, Alzérreca y Pulido a Cochabam• diente", pero s e dividieron en dos fracciones, de•
ba, Michel a La J>az y Moreno a Buenos Aires. bilitándose n1utuainente. U na de ellas, a órdenes
A sí, Chuquisaca fué el foco de donde irradió la de figueroa, que se situó en el Alto de Chacalta-
pri1nera idea de la revolución Sudllll:!ricana. ya, fué destruída por lns fu cr¿as de Goyeneche
fu.q_ de julio d~I mismo año, la ciudad de (octubre 25); otra de las fracciones, a órdenes de
La Paz se revolucionó contra el don1inio español Cas tro, fué batida ta1nbié11 en Chicanon1a ( Vun-
en una forma más definida, constih1yéndose e l gas) por el coronel Domingo Tristán (novien1bre
pueblo en cabildo abierto; eligió una junta de go- 1 l) .
bierdo, después de deponer a las autoridades es- Los principales patriotas que encabezaron el
pañolas, y organizó los prin1eros elementos n1ilita• n1ovi111icnto revolucionario de La Paz cayeron en
res a cuya cabeza se puso el heroico Pedro Do- poder de Goyencche, y, el 29 de e nero de 1810,
mingo Murillo, colaborado por los Lanza (Grcgo- fueron ejecutados. Entre estos, Murillo, al subir
rio y Victorio) y otros ardie11tes defensores de la al cadalso, exclamó estas prpféticas palabras: ''La
idea de la en1ancipación. tea que dejo encendida nadie la apagará". En
El Virrey del Perú al tener conocimiento de efecto, la idea de la guerra por la indepe ndencia
los sucesos ocurridos c:n Chuquisaca y en La Paz, se propagó rápidamente eu todo el continente.
y queriendo extinguir en su cuna estos movin1ien•
El 25 de ma\-o de r8 ro, en Buenos Aires, se
tos revolucionarios, destacó sobre el Alto Perú un
derrocó a las autoridades del gobierno español y
ejército de 5,000 hombres al mando de Goyene-
, se procedió a organizar rápidan1ente el primer
che. ejérc-ito auxiliar destinado a dar la libertad a los
Las fuerzas organizadas de La Paz, que no
al to-peruanos.
se l1a11aban en condiciones de resistir a este nu-
n1croso ejército, bien disciplinado y preparado pa· El Coronel Estevan Arce con las fuerzas or-
ra )a,-. operaciones de guerra, resolvieron rctirar5e ganizad1s en Cochabamba después de la s ubleva•
_ $~2_ _ _ _1_,n_s-_r n_ R
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_ 1_,1_v1 A '_ _ _ __ _ GUERll..~S DI! LA I NOEPIP IDENC IA 53

ción de esta ciudad (Stbre. 14 de 1810) partió so- algunos cañones de estaño o ele bronce in1provisa-
bre Oruro, que tan1bién ya se había revoluciona- do.; para el ca--o.
Estas fucr.cas pre.sentaban 1.111 contraste ele
do, donde después de au1nent.tr sus efectivos, pro-
su 1111 p,>bre7.a ante las brillantes tropas españolas
siguió su n1archa con dirección a I.a Pal., pues ha-
cle·.1,
,:, 1nten1ente uniforn1adas, armadas con excelen•
bía tenido conocin,iento de que fuerzas españolas tes fusile,.;, lanzas, cascos y corazas. •
destacadas por el General Ramírez, que constaban En presencia del enen1igo, Arce dispuso que
de 600 infantes y 200 dr,1goues a caballo, toda In infantería avanzase sobre las tropas de Piérola,
gente aguerrida y veterana, a órdenes del Coronel q,1c se hallaban forn1:idas en línea; que La caballe.
Fermín Piérola, se dirigían por Oruro sobre Cocha- ría to:nase la izquierda para cortar la retirada ele
bamba a escarn1cntar a los alzados de esta ciudad. lo-; españole;;, e1nplazando la artillería entre los
El encuentro entre las fuerzas de Arce y de
- claros de la infantería para pod¿r disparar por
ellos. Las fuerzas patriotas cayeron sobre los es-
Piérola se realizó en los can,pos de Aro1na el 14
p.1ñ0les con brío y astucia: se tendían al sucio a
de novie1nbre de 1810.
fin de evitar las descargas y se ponían de pié pa-
La infantería de Arce estaba nial armada: ra seguir el nv;ince que lo efectuab:in a la ca-
pocos soldados tenían fusiles o escopetas, algunos rrera, tendiéndose nuev,nnente en la siguiente
sólo disponían de chuzos; pero los 1nás llevaban cle~carga hasta llegar así sobre la línea española.
grandes 111akanas y hondas. La caballería tc,úa Los es pañoles eran desannados a golpe de 1naka-
algunos sables, pero usaba con10 arn1a principal na y la cab.1llería patriota contribuía a clesorganÍ•
las lanzas, de precaria fabricación ocasional, co1n- zar 1nás las filas enemigas con sus lanzas y les
puestas de enormes cuchillos s6lida1ncnte an1arra- cortaba la retirada.
dos con cuerdas. Los uniforn,es uo tenían nin- La batalla de Aron1a duró n1ás de una hora
gún aspecto 1nilitar: son1breros de lana o nionte- y las tropas de Piérola, derrotadas, se retiraron so•
ras de cuero con lentejuelas, el cuerpo cubierto brc S1casica donde fueron recibidas a palos y pe-
con ponchos, los calzones arren1angados y calza- dradas viéndose obligadas a continuar su retirada
dos los pies ele ojotas. I~a artillería constaba de hasta Viacha.
5i Hf~1'0RIA Mfl..lTAK OE íll)f,IVIA
CITER11As DE t.A INDEPENDENCIA 55
Piérola había perdido 1nás de la ,nitad de su trucci6n total de las fuerzas cochabambi11as, aun
efectivo, ,nuchas an11as y sus bagajes. (1) 1nal organizadas, y que en presencia del ejército
Las co • sccuencias de esta victoria fu eron ele Goyeneche, bien constituído, su situación hu-
bastante t rascendentales (2). Los realistas que biera sido muy desventajosa.
se disponían a avanz:ir soore Oruro, al n1ando del
Ge 1eral Ramírez, se rctir.1ron sobre La Paz, rc-
plegá,,dn!-e después al cuartel general de Goyene-
che situad:> en Guaqui. L a" dc1nás provincias sr: Mientras sucedían en el Alto Perú estos
declararon p;)r la junta de H\lenos Aires y las acontecimientos, en Buenos. Aires, como ya indi-
fu erzas auxiliares que 1nandaba é:,ta pudieron, sin can1os, se había organizado una expedición mili-
inconveniente, penetrar en el territorio del Alto tar destinada a operar en las provincias altas a las
Perú. Aden,á.c;, el triunfo ele las antias indepen- órdenes de Castellí, Balcarce y Díaz V elez, la que
clientcs en Aron1a, obtenido con ele1nentos nial después de haber obtenido un triunfo sobre los
organizados, entusias1n6 tanto a los que abrigaban españoles en Snípacha (7 de noviembre) y haber
la idea de la emancipación que la "Gacet.. de Bue• rechazado la capituláci6n ofrecida por el jefe rea-
nos Aires" decía: ''El Alto Perú será libre porque lista, avanzó a Potosí, en seguida a La Paz y fi-
Cochabarnba quiera que lo sea". nalmente se situó en Guaqui.
Alguien piensa c¡ue este brillante triunfo no Este ejército recibió en todo el trayecto de
fué explot:tdo; que las fuerza5 de Arce en vez de su marcha las manifestaciones más cordiales y en-
regresar a Cochaban,ba debieron seguir $11 1nar- tusiastas de los alto-peruanos, y valiosos donati-
cha sobre La Paz. Pensa1no$ uosolros que e:-ta vos en dinero y contingente de fuerzas, principal-
n1a11iobra no hubiera conducido más que a la des- mente de Cochabamba, con las que aumentó con•
- ( i)~E. Viscarra--Biograffa. dd Gr.tl-Estéba,n Arce págs.
siderablemente su efectivo hasta contar 6,000
64 a 95. GrAI. Ramallo--Las batalla.s de la guerra de la Inde- hon1bres.
pendencia Alto- peruana págs. 1 8 a z4.
(2).-Le\'ene-La Re\'oluci6n de mayo.-T. 11 p~gs. 193 Las fuerzas realistas constaban de 6,000 hom-
y 194• bres, bien instruídos y excelentemente comandados
HISTORIA MILll'AR l)E BOLI\IIA
--- C l'"ERRAS nE LA r~n•:PENOl,;:,a; J,\ 57

por oficiales que habían concurrido en España a ilería cochaba111bina co1nandada por José Gonza-
las can1pañas contra Napoleón. Entre los oficia- !cz; los realististas fueron derrotados, con pérdida
les existían algunos alto y bajo peruanos que des- de rnuchos prisior.eros y 14 muertosi. ( r)
pués figuraron en prin1era línea, co1110 Santa Estas n1ismas fuer7.as construyeron un puente
Cruz, Pedro Blanco, Gan1arra, cte. .tl Sud del puente ocupado por l()s españqle$ en
Goyeneche tenía su cuartel general en Zepi- el Des¡¡.guadero.
ta y sus fuerz:ts situadas en los puebl<,s 1ná,:; pró• A su vez destacnn1entos españoles atacaron
ximos escalonadas hasta el puente del Desa~ua- el pueblo de Jesús de Machaca, de rnanera que
dero, el que se hallaba defendido por un fuerte an1bos ejércitos \'iolaron casi si111ultáneamente el
destacamento de caballería e infantería, con su arn1isticio indicado.
vanguardia, reforzada de Artillería, en las altlfras El día 19 en la noche, Goyenechc inició su
de Vila Vila, en la orilla opuesta del Desagua- 1novin1iento de avance sobre los independien-
dero. tes, a travczando con el grueso de sus fuerzas el
Castelli y Goyen;eche firmaron un annisticio puente del Oc!saguadero. La división izquierda
por 40 días el que roto casi simultánean1ente dió tomó e] ca1nino del Azafranal, la de la derecha
orígen a la batalla de Guaqui, Desaguadero o Yu- la pa1~1pa de Chibiraya y la del centro, en contac-
raykoragua, co1no lo llaman indistintan1ente e>'pa- to con a1nbas, la.e; altura,; que se prolongan al Sud
ñoles y argentinos. .. de Vila Vila. Todas tenían por objetivo la que-
«El 16 de junio la vanguardia de la caballe- brada de Yuraikoragua.
ría del General Ri vero, comandada por el Co111an- Esta operación dividió a la.,:; fuerza.e; patriotas
dante Cosme del Castillo, atacó el pueblo de Je- en dos fracciones: las que ocupaban Guaqui y St\
sús de Machaca, derrotando en sus inmediaciones frente. y las que se hallaban en la pa,npa de JesÍls
co1no a 200 hombres del Ejército realista». «Cer- de Machaca.
ca de Pisacoma estaba un destacamento realista Rápidan1ente fueron rechazados los destaca-
en observación de los caminos, cuando fué de im- 1ncntos que cubrían al ejército patriota y a las 8
proviso acon1etido por destacamento de la caba- ( 1).-General Ramallo. o c. págs z8 y z9.
8
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~
fllS'l'O RIA )IIUTAJ< ! >E ~OL l\' IA

n. 111. d el :?O de junio, la co lumn:, izquie rda espn-


ñola llegó al Azafranal.
Balearse, casi so rprendido por estos n1o vi-
n1ientos y npesar de la enérgica resis tencia que
·opus0, 1\0 pudo contener el avance encn1igo y se
retiró en desorden dejando abandonados 15 caño-
nes, 250 cajones de n1unició11 y gran parte del
parque.
La otra colun1na patriota situada en la pa111-
pa de J esús ele Machaca trat6 de ponerse en con-
tacto con la de llalcarce pero fué rechazada tanJ-
bién con graves pérdidas.
· La llegada de nuevas fuerzas ~pañolas clesi-
dió de la batalla.
Ln acción eficaz de la caballería cochaban1bi-
pa pennitió reunir a lgunos d isn.ersos y ~al var par-
te de la artillería y regresar a Jesús d e Ivlachaca
sin 111ás pérdida que 50 hornbre:-. Es ta 1nisn1a
caballería a órde nes de Ri vero pudo llegar el 22 a
Viacha después pasó a La Paz donde evitó ac to.;
de depravación. ( 1)
Diaz Velez pudo rehacer sólo una división
de 800 hon1bres con los que se dirigió sobre Co -
chaban1ba, donde el patriota Rivero, que había faci-
( t).- Geoeral _Ra •11alh;,. o. c. p~gs. 25 a 33.
l

----- ---
1

• •••
iitado la retirada co:1 la oportuna intervenci6n de
las fuerzas de caballería de Cochaban1ba en el
ca1npo de batalla y aun <lc~pués de ella, había
tan1bién lograrlu co nduc ir los restos de ésta hasta
Cochaba1nba.
Reorganizadas la;; fu e rzas que se di,igieron
!-obre Cochaba1nba librar0n una nueva batalla en
.L\.n1iraya (1\go,to 13) do nde fueron derrotadas.
Díaz Velcz perseguido por Goyeneche se re-
tiró sobre las Provincias U nielas del río de la Pla-
ta, sufriendo ur.a definitiva derrota en Suipach;;i.
(e,~cro 1 2 de 18 1 2 ).
El prin1er ejército auxiliar argentino, nial CO·
n1:1ndado, tenie ndo a s u cabaza un honi bre de es-
caso tino políticn, y vanido!-o con10 Castelli, quién
corncnz6 por ejercer actos de despotis n10 e hirió
hasta los se nti111ientos religiosos de los habitantes
del Alto Perú, no snpo dar a su política ni a su;;
operaciones ,nilitares una orientación ar.ertada pa•
ra 0btener e l t riunfo. lVJal secundado por jefes
inexpertos que co1nandaban tropas indisciplinadas
y envanecicl~s con sus pequeños prit'ncros tritin-
fos. no se hallaban en condir ion¡-s de luchar con-
tra las fuer?.as españolas, cuyas condiciones n1ili-
. . . . .. ,
tares eran !>upcn ores, y pnr con;a1gu1ente ese eJer-
cito traía en sí mis n10 las causas de su destn1c-
60 H ISTORIA ~ll)..J1'AR OE BOLl"IA 11\JERR,IS DE LA IXDEl'.t:Nl'l~ l/CJA 6r

ci6n. En Guaqui no 1nanifcst6 su capacidad. nes de estaño, ya utilizados en .!\roma, G11aqui y


pues sus posiciones fue ron 1nal elegidas, ni n1os- _:\n1iraya, y de las granadas de n1ano. IJos caño-
tró resistencia ni cualidades apreciables en la ad- nes eran tubos de estaño de 9 pulgadas de largo,
versidad. con un oído reforzado de bronce, de un peso de S
libras 2 onzas y que arrojaban proyectiles de 2 on-
zas de peso. Los cañones eran alojados en una
horqueta a la altura del hon1bro. Estos cañont~
El Virrey del Perú, no satisfecho con los
estaban destinados a rce1nplazar la falta de fusiles.
triunfos obtenidos por Goyeneche sobre las fuer-
.t\den1ás, fabricaron otros de n,ayores din1encio-
Y.as independientes y deseando extingnir, todo fu-
ncs y peso destinados a suplir la falta de artille-
turo levanta1uiento, lanzó sobre el territorio Alto-
ría. ( 1 )
peruano hordas de indios (5,ooohon1bres), que par•
Las granadas de mano estaban fijadas al ex-
tiendo del Cuzco a órdenes de Pu1na-Kahua aso-
ti'e1no de una cuerda y se arrojaban corno con hon-
laron las provincias de On1asuyos, Sicasica y Ca-
da a distancia apreciable.
rangas y pusieron sitio a La Paz. ( 1)
Arce, a la cabeza de 3,000 hon1bres se dirigic.i
sobre Oruro, pero fué rechazado en el ataque que
efectuó sobre esta plaza. En su retirada sobre
Pero el i11do1nable pueblo de Cochaban1ba, Chayanta destn1y6 con1pleta1nentc una compañín_
apenas Goyeneche abandonó esta ciudad, despué~ de ~ranaderos del Cuzco; en seguida n1archó por
de la batalla de Arin1aya, se sublevó encabezado Mizque en dirección a Chuquisaca, pero fué nue-
por E!-téban Arce y organizó lJlla Junta de (;o. vamente rechazado por las tropas de esta guan1i-
bierno presidida por D. lVIariano An tezana (octu- ción.
bre 2 9 de 1 8 1 1 ). Goyeneche al tener C(,nocin1iento de la n1ar-
La falta de annas fl1é suplida por los cocha- cha de un segundo ejército au,... iliar argentino so•
ban1binos con la fabricación de los célebres caño-
(1) L. Paz.- Historia General riel Allo Perú ltoy Bolivia J .
(1) J, M , Camacho o. c. p. 97. 1 . .p. 170.
ll1$'l'OR IA Mll.t 'l'AR DE 80Ll\"IA

bre la frontera del Alto Perú, destac6 al General dirige con cuatro oolu,nnas sob!·e Cochaban1bn
Pío l ' ri:-tán a la cabeza de 3,000 ho1nbres con el donde las fuerzas independientes le ofrecí;111 fáci -
objeto de destruirlo antes de que avanz.ara sobre les triunfos.
la frontera. Pero T ris tá11 experi1nentó fuertes re• L a ·nueva re volución de Cochabamba, (29
veces desde el principio de la apertura de la;, ope- de octubre) de 181 r, facilit6 las operaciones del
raciones: su vanguardia fué dci;truida en el río de ejército argentino, pero la derrota del patriota /\r-
l,as Piedras; sufri6 una verdadera derrota en 1\1- ce en el Queñual (24 de n1ayo de 18 12) y la he-
cutnán y finalinen te, a consecuencia del.desastre roica resistencia contra las fuerzas de Goyeneche,
de Salta, se vió obligado a finnar una ca.pitulación de los ho1nbres y 1nujeres de Cochaban1ba en la
con Belgrano, Jefe del 29 ejército auxiliar argen- Colina de San Sebastián (1nayo 27), sólo cotribu-
tino. yeron a que G oyeneche, en Cochaba,nba, con1etn
Goyenechc que no tenía concepto cabal so- toda clase de depravaciones, pL1es, según lo pro-
bre la nuinera de dirigir estas operaciones n1ilita· 1neticlo a los soldados, los hizo ''dueños de vidas y
res, en lugar de destruir al adversario rnás pel i- de haciendas".
g roso, que en el caso pn.-sente era el ejército auxi- G0yeneche en su n1archa sobre Cochab:unba
liar argentino sobre el que debió n1archar con to- había destruido varios pueblos co1110 Quirquiabe
das sus fuerzas, o con ias n1á,; nun1erosas, sólo y Sacaca, y entregó al saco la ciudad de Cocha-
destacó contra aquél 3.000 hon1bres 1 reservándose ba,nba donde fueron fusilados algunos patriotas
4 ,000 para destruir las fu erzas de Cochaban1ba co- junto con su Gobernador Antez-ana.
locadas en di rección. opuesta a las tropas argenti-
Desti•u idas las fuerzas patriotas de Cocha-
nas. Los desa:¡tres de. 'fristán fu eron consecuen-
ba111ba reconcentró las suyas Goyeneche en Oru-
cia de este concepto errado de G oyeneche. Aun ro y pidió al Virrey su retiro. 1-Iabicndo sído
1nás, Goyeneche al tener conocin1iento de los de- aceptado fué ree1np1azado por el General Joaquín
sastres de ·r1i<;tán en vez de n1archar sobre el ejér- de la Pezuela.
cito ausilinr argentino, abandona a su adversario
8 ::?lgrano, el territorio del Su<l del Alto Perú, y se
HISTORIA Mll,lTAR OE ll01,IV1A
----- GUERRAS DE LA INDP.PF.NOE'NC IA 65

Oe,;pués de los triunf()S del 1\1cun1án y Sal- ejército sobre las fuerza~ de Belgrano antes de la
ta el ejército auxiliar argentino avanzó sobre el te- incorporaci6n de las que éste espe,aba y dió orden
rritorio alto- peruano, pero sus n1ovin1ientos fue- al Coronel Castro para ql1e se incorporara el pri.-
ron tan lento, que no pudo i1npedir todos los ac- 111ero de octubre al probable can,po de batalla de
tos de vandalismo con1ctidos por Goyeneche.y sus Vilcapujio.
tropas. E,te ejército de., pués de posesionarse de El 30 de septien,bre en la noche, el ejército
Potosí, donde fué entu;;iastan1ente recibido por realista descendió al can,po de Vilcapujio donde
los elen1entos patriotas, al que se incorporaron se hallaba Belgrano con sus fuerzas y an1ba~. al
diferentes destaca1nentos y avanzó en dirección a despuntar el día, se hallaban fonna,la;; en batalla
Oruro. para la lucha. Belgrano con1cnzó po1· co1neter el
Belgrano que salió de Potosí, el 5 de septie1n- error de debilitar su caballería, que era 1nala, dis-
bre con 3.600 hon1bre,; y 14 piezas de artillería, tribuyéndola sobre el frente de los flancos, colocó
llegó el 27 a Vilcapujio y estableció su ca1n- n1al sn artillería y si·tuó sus reservas tan próxi1nas
pan1ento, dilndo frente al Oeste y se entretuvo a la línea de batalla que éstas se vieron casi incor-
tres días efectuando diferentes cambios de µosi- poradas en ella en todas las pe1ipecias del con,-
ci6n, considerando qu.e Pezuela, que se hallaba en bate.
Concto, no podría atacarlo. Esperó casi frente al El General Paz, dice: "no puede ilegarse que
enemigo, la incorporación de las fuerzas patriotas hubo precipitación y la confusión que es consi-
de Zc!aya y Cárdenas con la,; que hubiera aumen- guiente" en las forn1aciones que ordenó el Gene.•
tado su ejército a 5,000 ho1nbres. Pero el Coro- ral Belgrano¡ pero no creen10s con10 el General
nel Castro, de las fuerzas realistas, cayó en Pequc- llan1allo que hubo sorpresa, pues, hallándose tan
rcque sobre Cárdenas, lo deshizo y le tom6 la.<; co- próxin10s a1nb:Js ejérci~os y teniendo noticias del
n1unicaciones que é.,te tenía de Belgrano y en las descenso de la!\ alturas de] ejército español, era dt
que e:\.-plicaba sus operaciones. esperar la batalla.
Pezuela con conocin,iento de este plan pro- Lo que se nota, ante lns frecuentes catnbios
cedió correctatnenté ordenando el avance de su de la línea patriota, es la f;i.lta de comando y de
9
66 IJISTORIA Mll,11', \ R DE ll<:Lll'I.~ _ _ _ _
GUERRAS DE I. A I N D >:Pt-:N P !e:Nt:IA _ _ _.:_6,_7_

experiencia e- instrucci6n de las tropa.<:, en ,l~s se dirigió sobre Ma<:ha, disponiendo al n,ismo tien1-
disposiciones tácticas y aun los errores estraleg1- po que Díaz Vele,: se retirase sobre Potosí para
cos cometidos antes de la batalla como despué$ rc u nir y organi;.ar a los dispersos, que ton1a1·011,
veren1os. en su fuga, esa dirección.
Abiertos los fu egos en átnbas líneas, la lucha
El ejército independiente tuvo 900 1nuertos
fué tenaz, )' el ejército español se vió o bligado a
,. 1.,000 heridos y muchísin,os prisioneros; además
abandonar el can1po. Pero un toque inoportuno
perdió 14 cañones, gran 11ún1ero de fusiles, su par-
ele 1lan1ada que parti6 de las filas independientes
que y equipnjes. En can1bio los españoles sólo
paralizó la 1narcha de é~ta;;, el que se siguió con
tu vieron débiles pérdida:-. ( 1)
el retroceso de toda la línea, sin causa aparente, y
El error h1ndan1ental de I3elgranr: consistió
por últin10 se oyó el grito de ''A l cerro, al cerro".
en colocarse ei1 Vilcapujio, tan próxin10 a su
Per.nela que aún conte1nplaba el can1po patriota,
adversario que la batalla se hncía inevitable,
reani1n6 s us fuenias, las reunió y lanzó nuevamen-
tanto 1nás que Belgrano no la deseaba antes de
te sobre el ca1npo patriota.
la incorporación de Zelaya y Cárdenas. ·ran1-
La verdadera caus'.l de esta derrota (ué In pre-
poco supo utiliznr el ambiente fa vara ble del Alto·
sencia de las Íllerzas del Coronel Castro, CJlte se
Perú y tocios sus recursos; para este fin quizá hu-
hallaban en Ancacato. H abiendo llegado opor-
biern conv('nido que Belgrano ocupe Cochabarnba
tunnmente al ca1npo de batalla se lanzaron sobre
(pltnto <11 que los ejércitos argentinos sólo acudía n
los soldados de la retaguardia del i:jército patriota
derrotados), valle fértil, bien abastecido, con nu-
que fueron acuchiIlados con toda energía, al n1is-
n1erosos contingentes patriotas y clen1 cntos en
1no tien1po que Pezucla atncaba nuevamente con
caballos, víveres, etc., para allí reunir todos los
el ejército español, lo cual oblig6 a los patriotas a
clen1entos patriotas, au.m entar su ejército, di~ci-
abandonar el ca1npo en con1pl eta desorganizaci6n.
plinarlo y después recién en1prender su n1archa
Belgrano hizo inútiles cs[uerzos para reunir
los restos de su ejército. IJos que pudieron incor- -
( t) .- Ceneral Ramallo. o. c. p. 76 ~ 86.
porárscle no pasaron de 200 hon1bres co11 los que t ,l l'nz. o. c. p. 239 a 2.¡;.
68 fllSTQl(IA ~111, ITAA DE BOLIVIA
- - -- - -----
sobre el adversaritl o esperar el ataque eu con- Arer,ales consiguió obtener contra }llaneo i:na
diciones n1ás favorabk·s. Es verdad que con brillante victoria e11 la Florida. (1nayo 12 de
esta 1naniobra perdía su línea de con1unicaciones 1814). ( 1).
con la Argentina, pero esta raz6n no es {unda- Belgrano constituye una de las n1ás pura:;
n1ental, pues su cjén:ito se hallaba tan alejado de . glorias an1ericanas; jefe organizador, supo forn1a r
su ba~e de operaciones que su línea de operacio• con los restos del prin1er ejército auxiliar un ejér-
nes debi6 considerarla co1no abandonada por lo cito con el que adquirió triunfos i11t11arcesibles en
dern<lsiado extensa, debiendo entonces in.lniobrar 'fucu,nán y Salta, pero en los can1pos de batalla
en el Alto- Perú co,no en propio territorio uti'li- de Vilcapujio y Ayohu1na con1eti6 errores profun•
zando todos sus recursos. dos que lo arrastraron a la derrota de su ejército.
Sin én1bargo, despub; de su derrota, Belgra- Es verdad que la falta de disci plina de sus tropas,
no pudo reconstituír lentatnente su ejército gra- y la falta de experiencia en la guerra de todos· los
cias a la inacció11 de Pczuela, que le pen111ti6 re• elen1entos de ese ejército, en .contraposición a las
cibir nuevos con ti ngentcs patriotas de Chuquisa- tropas españolas, cxcelen te:nente co,nandadas y
ca, Potosí y Cochab:\mba. disciplinadas, constituyen una atenuante a esto;;
Belgrano, con este ejército 1·eorganizaclo ten- cargos. Con todo le faltó el tino necesario para
t6 nuéva111e11tc la suerte de sus arn1as en el cani-- conducir esta can1paña, aunque nó el espíritu de
po ele Ayohun1a (novien1bre 14 de 1813) donde, sacrificio, ,nostrándose un general abnegado y
a concecuencia de las disposiciones Lácticas nial fuerte en la advcr:;idad.
ton1adas en el can1po de batalla, fué iguahnentc A pesar de los desastres de las armas patrio-
derrotado. La retirarla fué desastrosa y s61o pudo tas, el sentin1iento de independencia en el Altfl
llegar a Jujuy con 800 l101nbres. Perú ton1aba n1ás incren1ento. Partidns de gue•
Con algunos restos reunido!l del ejército de rrilleros poblaban todos los puntos de c5;te vasto
I-3clgrano, D. Juan ~~ntonio Alvarez Arenales se territorio, in1pidiendo, con sus frecuentes escara-
dirigió a Vallegrande. Contra estas fuerzas en-
vió Pezuela al Coronel Manuel Joaquín Blanco. ( 1).-J. M. Camacho. o. c. p. 10?.
70 HISTORIA ~111,l'l',\R I>l( B()l, IVIJ\ ct;F.RR,1S ni:: I.A l:Sl)EP!;:NDt-:X CI,\ 71
- - - -- - - -- -
n1uzas sobre las fuerzas españolas, todo avance de la l•lorida, concluyó por destrui rlo en Santa Bár-
é,tas hacia el territorio argentino, obligá11dolas a bara. ( novien, bre 2 7 de 18, 5". ( 1 ) .
disen1inarse y haciendo ,nás efica7. su acción.
En todas direcciones se presentaban los gue-
rrillei-os: Don José Miguel Lanza en Ayopaya e
I nquisivi, Ran1611 Rojas en 1'a rija, José Vicente 1\ l 111isn10 tien1po se apro:-:imaban al A 1to Pe-
Can1argo en Cinti, Manuel Ascencio Padilla en la rú, por el Sud, el tercer -ejército a11xiliar argei1tino
I,aguna, Jgnacio vVarnes en .Santa Cruz, Zárate y por el Noroeste las fu erzas de rviariano Pinelo
y Beta nzos en Po reo, etc. ( 1). con tropas independientes organizadas en el Bajo
Entonces la gnerra en el ten·itorio Alto-pe- Perú (en el CHzco), en co!abotación con aquel
ruano "to1n6 el aspecto de una explosión; pintar- mi,-1110 Pun1akhahua que antes devastó yarias pro•
la en todos sus detalles sería contar y fijar en sH vincias del Alto Pc,ú, ejército asesorado por
dirección los proyectiles qne arrastran en $l1 vio- el cura Tucu1nano lldefonso cle las l\1uñecas.
lencia las erupciones de un volean". Estas fuerzas de,-pués de destruir los destaca-
l'ezuela que se hallaba en n1edio de ese volcán, 1neutos españoles del Desaguadero, atacaron la
an1enazado por todas partes, reconcentró e11 OJ·11- ciudad de Lr, Paz defendida por Valde Hoyos
J'O su ejército antes diseminado en Potosí, Chu• posesionándose después de ella. Sucediéronse
quisaca y Cochabamba, lo que pern1itió a los gue- escenas de sangre que sólo fin::ilizaron con la no-
rrilleros acti'var sus operaciones: "l~anza ocupó ticia de la aproxi1naci.6n de lns fuerzas españolas
Ch;tyanta, Ca,nargo se apoderó del pueblo de San obligando a Pinelo a .tbandonar la c:iuclad. ·rran•
Pedro, Arenales to1116 Cochab::n1ba, Zár:ite y Be- quilizado por la falsedad de la noticia regre,;ó Pi .
tanzos invadieron Potosí''. y \A/arnei-, cayendo ,;o- nelo a La Paz, pero posteriorn1ente fné batido
bre los resto;; del ejército español batido antes en por el Coronel Ran1írcz en Chacaltaya (2 de no•
viembrc de l 8 t 4 ).

(t).-J. M. C~111acho, o, c. p. 10;. (1). -J. ~l. Camaoho, o. c. ¡). 10~,


- ¡z
~ - - - -Hl$TORI;\ Mll.l'l'AR Dt: UuLIYTA

En La Paz, tanto Ran,írez con10 n1ás tarde


J{icaford, fu,.ilaron a 1nuchos patriotas y no rcs-pe-
tároll ni a las propiedades. ( 1816)

Merced n la acción infatígable de los guerri-


PLANo DE LA aATALLA oE ~oi;i11D~n1J>rn qoE Los REAL1srAs
LLA MAROM WIJ@'ir@OOUa.Cil!WOII.Q!)~pEI.Z9 DE OCTIJBRE DE 1815.
lleros, pudo el nuevo ejército auxiliar arg,cntino, a
órdenes de· Rondeau y fuerte de 6,000 hon1bres.
penetra,· sin ob~táculo hasta Potosí; pero batida
su vanguardia por las fuerzas realistas en Venta
y ~Iedia (octub1·e 20 ele 1815). obtó por retirarse
sobre Cochaban1ba.
Pezuela avanzó por Sorasora, Sepultura~. lru
y Challa, en persecusión del ejército de Rondeau.
El, 2 1 se situó en la quebrada de Tapacarí, des-
pllés de salvar un tcl'reno accidentado, donde hizo
descansar a sus fuerzas. El 24 reanudó i;u n1ar-
cha hasta la Ran1ada, en seguida salvó el paso de
Putina. El 26 oCLlpÓ las alturas de Chacapaya
1/111m.11i
clonde recién se presentaron partidas patriotas. •
El General Rondeau, con poco tino, no supo
aprovechar de los accidentes del terreno y dejan-
do libre el paso ele d~filadc.ros {onnidablcs se si-
tu6 a cuatro leguas de Cochaba1nba en una que-
brada de Vi lona. Esta posición la consideró, erró•
ncan1ente, ené-'l:pugnable.
r:UERRAS OE 1.,1 l)(D•:l'E)(OE)(CI A 7:,

En can1bio, el Gral. Pczuela siguió flanqu ean•


do a la posición patriota hasta situarse en las lu-
1nas de Vilon1a, de pendie1:tes suabes, y, donde
la artillería pudo ser bien ~n1plazada en una pe-
e¡ ueña n1eseta.
El ataque de las posiciones patriotas fué a11-
daz y bien conducido lo que obligó a Rondeao a
ocupar la llanura protegiendo sus fueí'zas entre
los tapiales y setos.
El 29, Pezuela eíectuó un nuevo 1novirniento
de flanco, fu era del alcance de las piezas de arti-
llería patriotas, y desplegó su línea ele b~talla so-
bre el' curso del río.
E:;tos frecuentes 1novi1nientos de Pezuekt
obligaban a Rondeau a variar igualinente su fren-
te y posiciones sin de;;cuidar de proteger S \t fren -
te en los accidentes del terreno, y sus flancos por
la caballería.
En esta batalla (2:/' de Sipe;;ipe o Vilon1a) la
lucha fué tenaz r variada en incidentes. Ni el
valor desplegado por las fuerzas patriotai., ni las
frecuentes cargas de los "Granadero;-; d e a Caba-
llo" y C,e los Dragone:-, a 6rdene.:; de los heroicos
Necochea y Araor.. de la l\1adrid, pudieron conte•
uer el í1npetu desplegado por las fuerzas realistas.
10
7+ HISTORIA MILITAR DE BOLI\.IA
- ------ -----
J4as pérdidas patriotas fueron considerable;;: lleros se hubieran hallado en su elen1ento de ac-
500 1nuertos, incluso 53 jefes y oficiales; 820 pri- ción de,;plegando todas sus cu.1lidades; finaln1ente,
sioneros y 1,000 heridos.-Casi todo el i:naterial la <lesn1oralizaci6n era general en las fuerzas pa-
cay6 en poder dei ene1nigo. Las pérdidas de es- triotas. ( 1 ). ,t\. estos elementos de disociaci6n ha-
tos fueron casi insignificantes: 53 soldados n1uer- bría que agregar, las extorsiones y abusos con1e•
tos y \ 98 heridos. tidos por él y por sus fuerzas indisciplinadas, a que
"La batalla de Vilo111a coo~olid6 el poder Es- enajenaron toda sin1patía de los alto-perua,10s.
pañol en el Alto Perú; ella fué la últi111a que se Este proceder unido a los excesos cometidos por
di6 en su territorio con la concurrencia de los el prin1er ejército auxiliar y a otras causas que no
ejércitos auxiliares del Río de la Plata". ( 1 ). es del caso enu,nerar, dieron orígen a la sencible
T,a incapacidad 1nanifiesta de Rondeau con- separación posterior del A lto-Perú de las provin-
dujo a sus tropas a la derrota. ( 2 ). En efecto, cias argentinas.
no supo utilizar la colaboraci6n eficaz de lo;; gue-
trilleros alto-perll'anos que se pusieron a sus 6r-
dene,-, con10 Padilla, Ca111argo y Lanza los que a 'fales desastres que pudieron ser orígen de des-
la cabeza de sus respectivas fuerzas hubieran sido n1or:tlizaci6n y <le abatin1iento para los alto-perua-
valiosos colaboradores; dejó libre el paso ele los nos, no sirvieron más que para enardecer los áni-
desfiladeros que conducen a Cochab.1n1ba y donde n1os. "La o 11ini611 pública sie1npre estuvo de par-
la acci6n de aquellos hubiera siclo n1uy útil ce- te de la re vol uci6n, así en la victoria con10 en la
rrando dichos pasos o librando con1bates sucesi- derrota. Pero ta insurrccci6n ele las masas del
vos en ellos: el terreno hubiera constituido enton- .'-\ 1to-Perú carecía de plan", de jefes "y por conse-
ces un valioso aliado de los p;ttriotas y los guerrí- cuencia de eficacia 111ilitar. Con fortalez,1 p;¡ra
( 1).-Relación lomada ele la obra riel Gral. Ramallo "Bat;t· resistir y morir estoicamente en los ca1npos de ba-
llas de la Guerra de la Independencia en el Alto l:'c1ti" . pág. t 31
a 13$.
(:i),- J. l'l1 . Paz, " Campanas de la Independencin" págs. 190 ( 1).-J. 1\1 . Paz "Campañas de la ln,lcpend~ncia" pá~s. ~oo
r 1 9;. _y siguícntC's y 2 52.
¡6 _ 77
--- ---
H ISTORIA MILIT.<R Pl, llOLll'IA

talla y en los suplicios, y aún para triunfar algu- 1nigos 1 acechando los 1non1entos favorables y arro·
nas veces casi inern,es, las muchedumbi•es insu- llan con Íi11pete cuanto encuentran a su frente. / \.
rreccion;¡das del Alto-Perú ofrecen uno de los es- 1nedicla de sus recursos y de la situación de los
pectáculos n1ás. her6icos de la revoluci6n Sud adversarios, desaparecen de un punto para pre;¡cn-
:1n1ericana. A pesar de taDtos y tan severos con- tarse en otro, crecen, dis1ni11uyen, o se extienden
trastes, no se pasó on sólo día sin que se pelease en su can1po de operaciones, duenos casi sien1prc
y se n,uriese en esta alta regi6n n1editerránea'1, ( 1) de las aituras, de los pasos difíciles, de t odas las
Co,no consecuencia ele ese estado .de espíritu p0$\icioncs fácilmente defendibles para ellos y di-
de las masas alto- peruanas, se presentaron los fíciln1ente accesibles para el enemigo, do,uinan el
guen·illcros en todo el territorio, unas veces a re- país, hallan en todos los obstáculos red11ctos natu-
taguardia del ejército español, atras an1enazaba11 rales que abandonan por utros cuai1do les convie-
sus flancos, cortaban sus recursos, atacaban a los ne, y al frente a retaguardia, por los flancos, todo
débiles destaca,ncntos, desapatecÍéHl ante la pre- es para ellns línea de operaciones, todo es base y
sencia de fuerzas nu1nerosas, volvían a presentar- terreno de con1batc sin 111ás fin que hacer el daño
se en la ct1111bre de las n1ontañas desde donde posible al adv12rsario, s ufriendo el n1enor posible.
arrojaban enorn,cs galgas al paso del ad\'crsario, Libres de los r.uidados que aquejan hasta a los
desconcertándolo, y, frect1enternente sorprendían n1ás pequeños destacan1entos de un ejército orga-
los can1pa1nentos donde scn1braban el terror y la nizado inquietan al ene1Tiigo por todos lacios, vién-
n1uerte para luego desaµarecer en n1edio de las doseles aparecer hostigando a su retaguardia
1nontañas y bosques, ocultándose entre las peñas y cuando son derrotados por el frente. Pero· esta
cuevas para renparecer en 1nomento oportun o so- clnse ele guerra c.!:xige jefes de talento, de audacin
bre los destaca1ncntos. y de excesiva perspicacia. Exige igualinente que
las tropas que constituyen las guerrillas 110 sean
Los gt1errillcros no en1plean forn1aciones rí-
n1uy numerosas y que jan1ás afronten una batalla
gidas. Héchanse a la desbandada sobre sus ene-
campal. Así ta111biéo es difícil destruir ene1nigos
--( !).-La J>az o c. p. ::611. de esta naturaleza; no hay otro ren1edio que or::u-
raJERRA~ l)E LA l)IDF.:Pl•::-IDE~C l, I
IIISTORI, \ )lll.l'l'AR OE HOLl\"IA
- - 79

par todo el país con fuertes y nun1erosos de,-taca- na se retira con los restos clel ejército para seguir
1nentos que aseguren la posición de los puntos o sosteniendo la causa de la independencia con Cue-
nudos n1ilitares de una extensa red estratégica, lo to, Ravelo y Fernández.
c11al no sie1npre es posible aun contando con n1u- L::.nza, el guerrillero de Ayopaya e lnquisivi,
chas fuerzas. ( 1) incansable en sus repetidos ataques contra las
Con estos procedi1nientos el gtierrillero Pa- fuerzas españolas ele Ilenavente y Lezan1a, rehu\'e ,
dilla asalta la guarnición de Pasto (enero I.+ de sagazn1ente toda acción con las fuerzas con1bi11a-
18 L6 ), ataca gloriosan1ente a la ciudad de Chuqui - das enviadas por J{an1írez desde las gt1an1icioncs
saca; el General l'acÓ!! le persigue a Yan,paraez, de Cochabamba, La Paz, Sicasica y Oruro. Pe-
PadiJla desaparece, vuelve a presentarse en La ro Chinchilla, segundo de Lanza, cae repentina-
Laguna, es perseguido por I,a 1-Ie:·a; un batallón 111ente sobre l¡¡s fuerzas de Abeleira y le 111ata 300
de éste es sorprendido por el guerrillero lldefon~o hon_1bres de 700 que tenía.
Carrillo, y del batallón ~alva solo ltn indivi- l,anza fué invencible hasta 1825 en que se
duo. Nucvan1ente Padilla se presenta sobre declaró la I ndependencia del Alto- Perú.
Chuq11isaca y le pone un sitio de más de un n1e!'i El Jefe español i\guilera, después de su
(,nayo). Aguilcra to1na el 1nando de varios des- triunfo con Padilla, n1archa sobre Vallegrande
taca1nentos españoles y obliga a Padilla a aceptar contra el guerrillero Warne~. Reforzando sus
la batalla en Vi llar (septie:n bre 1 4 de 18 1é ). Pa- fuerzas hnsta tener un efectivo de r,200 ho,nbres,
dilla no puede rehuir el co1nbate y lucha con fu- y se dirige sobre Santa Cruz.
ror; sn mujer, doña Juana Azurduy, con,bate a su Las fuerzas de Aguilera y \~Tarnes se en-
lado, anin1a a los soldados y dá el ejen1plo de su cuentran en el Parí (n:>vien1bre 22 de 1816). La
actitud heróica; pero, en n1edio del con1bate Agui- lucha es tenaz ha:,ta que v\' arnes es traspasado
lera mata a Padilla, se declara la den·ota y doña J ua- por una bayoneta con lo que se declara la derrota
y 2,~00 combatientes, de los 3 1000 de v\'arncs,
quedan sobre el.can1po de batalla, y 900 son n1ás
( 1).-Hisl~ria ~'Íilitar Esµanoln, por V. J, tarde ejecutados por Aguilera. Pero infatigables
So Hf$TOR!A Mlí.lTAR DE UOLl\'IA coeaRAs ne LA 1Nl>EP'.EN1>1!NCIA

los guerrilleros vuelven a presentnrse en Cordille:- co1TIO "una hidra cuyas cabezas renacían a medida
ra, a órdenes de Juan l'vfan uel ?\1ercado. que las cortaban". Así la guerra era intennina-
El guerrillero Ca111argo derrota al Coronel ble, heroica y de desgaste constante del ad ver-
.
A lvarezen el ríodcS-an Juan (cnero 3o<le c816) sano .
pero despué;; cae en n1anos de Centeno que lo
ejecuta personaln1ente y cerca de 900 patriotns
son igllal1nente sacrificados e •incendiadas varias
El 9 de julio de 1816, se reunió en Tucumán
propiedades.
un congreso de diputados del antiguo Virreynato
El caudillo de Ta.rija, Rojas, batido y 111uetto
de Buenos Aires al que asistieron varios alto-per-
por el General Olañcta, es inn1ediatan1ente 1·ee111- uanos como Cornelio Saavedro, Pedro Carrasco,
plazado por su sobrino Manuel Rojas. que presidió la sesi6n del congreso, Serrano, que
En Larecaja l!l cura Muñecas sostiene la cau- redactó el acta de la Independencia, etc.. pero es-
sa de la libertad qesde la derrota de Chacaltaya. ta declaratoria, si bien mostraba la inquebranta-
El Cor-onel Abeleirn lo sorprende, y l\iluñecas, pri- ble resolución de separarse del dominio español,
sionero, es asesinado cerca del Desaguadero y sus , , ,
parec1a aun extemporanea.
co,npañeros son fusilados. ( r)
l,a independencia no podía ser consecuencia
Citar todas las acciones de annas sostenidas
de una declaración. Debía ser el resul tado de la
por los guerrilleros y otras fuerzas del A \to-Perú
destrucción de las fuerzas españolas, pues mién-
en el curso de t 5 años <le constante lucha, serta
tras éstas ~e mantuvieran de pié y animadas del
tarea dentasiado vasta para este brevísin10 resu-
profundo sentin1iento de su deber ante España y
111en. Sólo Padilla libró 72 acciones de guerra,
a su Rev era prematura la de<:laraci6n de la inde,.
las de los demás son innumerables. Cada día tu- pendenéia. E s verdad que ~ta levantó el espíri-
vo lucrar
o , en este
. . extenso territorio, un cotnbate o tu patriótico de las poblaciones, pero al misn10
una batalla y los guerrilleros alto-peruanos eran tiempo debió haberse tratado en el Congreso de
Tucumán de coordinar los esfuerzos aislados de
( r).-R1,n1:illo, L. Par.. J. !11. Ca macho. Obras citadas.
11
8? H1S1'0R IA ~IILITAR DE BOLIVIA f:llF:RR .,~ n"F. I.A 1xnF.1>t::r-;D ENC' IA S:;
- - -- - - - -- --- - -------- - - - --"''-

los guerrilleros alto-peruanos, de organizar un Entre tnnto el Gobierno de Buenos Aires, or-
buen ejército auxiliar de,;tinado al Alto-Perú, co- ganizab:i un cuarto ejército destinado al Alto-Pe-
inandado por un buen general, de desarraigar las rú y con1enzó por enviar un destacaniento de 5t10
causas de indisciplina y desorganización notadas dragones y alguna artillería a órdenes de La Ma-
en los anteriores ejércitos argentinos y evitar las d riel.
extorsiones y abusos de esas tropas en el sue!o Este Jefe no con1prenclió que con tan débil
que pisaban, en el que debían actuar no co1no t· fcctivo s u 1ni,-ión sólo debía n'!<lucin:;e a inquie-
conquistadores sino con10 elen1entos de ayuda y tar conf;tan te1nen te a fracciones del ejército espa-
cooperación atrayendo las voluntades dentro de la f1ol sin t1·atar de aba,·car en s,1s operaciones una
n1ás alta solidaridad. an1plitud que no se hallaba en relación con el
efectivo c!e sus fuerzas, ni -aun to1nando en cuenta
los refuerzos que recibió de 1,000 jinetes de Avi-
El General José de la Serna, que rcc1nplazó lé,;, U riondo y l'vléndez. Sin en1bargo, I~a lVla-
al General Ran1írez en el con1~ndo de las fuerzas drid obtuvo algunos t1:iunfos: batió en Tol01nos:1
españolas, en vista de las devastaciones co1nctidas un clcstacan1ento co1nandaclo p,Jr Andrés Santa
en el territorio alto-peruano por sus antecesores, Cruz (tn:iyo 4 de 1817); pero sus esfuerzos <li rigi•
quizo remediar los males pasados con llna política dos a apoderarse de Chuquisaca fracasaron ante
'
circunspecta, 1>ero los odios se habían ahondado la resistencia que le opusieron, y se retiró, casi en
tanto que fueron inútiles sus aspiraciones. l,a derrota, y en Sopachui solo la vanguardia realista
guerra era a n1uerte y sin cuartel. Tanto el Vi- le ocasionó la pérdida de n1ás de 300 soldados
rrey del Perú co,no varios Jefes españoles no (juli•> 14 ).
veían con agrado el deseo de La Serna de hacer-
la 1nás huma ni ta ria.
La Serna no inició sus operaciones n1ilitares
con suerte. 1\l dirigirse sobre Salta n1alogr6 más Acontecin1ientos de 111ayor trascendencia que
de 4,000 ho1nbres de su ejército sin co111batir. é.,tos llan1aron la atención de los c:spañoles. El
8,~ lflSTOR IA MILIT AR DE BOLIVIA 85
- - - -- CUERIV,S DY. LA l :<;OF.P END ENCIA

ejército argentino organizado y comandado por El Coronel Casirniro Hoyos sublevó la guar-
J osé de San Martín, atravesó los Andes (18 17), y nici6n de Potosí (enero rO de 1822 ), proclamando
triunfando en las batallas de Chacabuco y Maipú la causa de la independencia, pero fué vencido y
( 12 de febrero de 1817 y s de abril de 1818), con- ejecutado juntamente con once patriotas.
tinuó con su misión libertadora ocupando el Ba- El General realista don Ger6nimo Valdez
jo-Perú y proclamando la independencia de ese marchó sobre el guerrillero Lanza con las guarni-
territorio (julio 28 de 1821 )- ciones de On1ro y La Paz, pero decepcionado an•
Por este motivo el General Ramírez tuvo que te la actividad maniobrera de l,anza, los frecuen-
marchar del Alto al Bajo-Perú dejando al Gene- tes combates sin resultad.:> y las nlaniobras difi-
ral Olañcta como jefe superior de las fuerzas rea- cultosas, hubo de exclarnar: ¡" Esta guerra es
listas en aquel territorio. eterna''!
El Virrey Pezuela, como consecuencia de un El nuevo gobierno patriota del Bajo Perú,
pronunciamiento de jefes realistas, fué reemplaza- envió sobre el Alto- Perú ( 1823), un ejército de
do por el General La Serna. ( 1) 6,000 hombres a las órdenes del General André;;
Santa Cruz. El objeto de e,-te ejército había sido
paralizar la maniobra del ejército realista sobre
Lima.
Entre tanto, los guerrilleros alto-peruanos si- Esta resolución adolecía de un.falso concepto
guieron constantemente combatiendo contra las extratégico. En efecto, fué un error enviar estas
tropas españolas, no siempre vencedores pero fuerzas a una región tan alejada del teatro real
prestando una indi~ecta y eficaz ayuda a los ejér· de operaciones, a través de un largo ca111ino. mal
citos libertadores de San Martín y Bolívar, rete- abastecido y difícil, sólo con ei objeto de llamar
niendo fuertes contingentes que no podían acudir la atención de un ejército español que amenazaba
en apoyo del ejército español del Bajo-Perú. Lima o con el objeto de destruir el ejército espa-
ñol del Alto-Perú. Si se deseaba obtener el triun•
(•) J. M. Camacllo o. c. p. 116. fo de lá causa de la independencia debieron utili-
86 HIS'l'OR IA M11, IT,\ R OE llOl,i\'l 1\

zarse c-stas fuerzas contra las del ad versario 1nás una batalla en condiciones tan fa vorables, Santa
inn1ediato, es decir, sobre el ejército esp:iñol que Cruz contra111arch6 hacia el Bajo-Perú. D~s1no-.
se hallaba en el Bajo- Perú y n0 sobre eJ que se ralizadas sus fue rzas, la retirada consti tu\'Ó
, u na
hnllaba a cientos de leguas en el i \lto-Perú. I,a verdadera dt:rrota.
decisión en la lucha no debía buscarse con falsas l .anza se separó de Santa Cruz, y se retiról
operacionei:; el triunfo sólo se obtiene con la ba- sobre Cochaba,nba con 1,000 soldados. El Ge-
talla •v co11 la destrucción ele las fuerzas del adver- neral Olaíieta le salió al encuentro y el co,nbate·
-sario. Con el claro concepto militar que po;;cía se efectuó en J';"alsuri (octubre 16 de 18 23 ). La1
el General José Antonio de Sucre, c1iticó el envío lucha fué enc:irnizada y se llegS a combatir a la•
de esta expedición :1 la cual después, infructuosa- bayoneta. T_al1'za fué derrot:ido, 1nás no abatido.
n1ente, quizo salvar del desastre. Olañeta ant~ tanta furia en el coinbate dijo en el
La expedición del General Santa Cruz fué parte de esta accióh: "Lanza ha sostenido la
desnstroza, Comenzó por dividir sus fuerzas en lacha con infernal obstinación".
dos colun1nas de n1archa con objetivo:; d.ifercntes,
pues Ga111arra su s ubordinado, n1archó sobre Oru-
ro y el General Santa Cruz ocupó La Paz. En
seguida se vió éste obligado a aceptar un co1nbate '

en Zepita con una división del General V.aldez, L os acontecin1ientos políticos de Es paña, con,
combate que quedó sin resultado defini.tivo. n1otivo ele la in1 posición que F ernando VII hizo,
de la consti tución de 18.r2, dió origen a la fonna-
El General Santa Cruz, contando con la ad-
ción de partidos e ncontrados. E sos aconteci,nien-
l1esión del Alto- Perú y con la incorporación del
tos suscitacitnro n la di visión de opiniones entre
guerrill ero Lanza, n1arch6 a reunirse con Gama-
los jefes realistas que actuaban en el Perú. El Vt-
rra elevando el efecti vo de ~s fu erzas a 7,000
rrey, por una parte, y Olañeta que con1andaba las
hon1bres y se situó próxin10 al general La Serna,
fu erzas realistas en el Alto-Perú, por otra, repre-
que ocupaba Sorasora con sólo 5,0 00 hoi11bres.
sentaron a estos dos partidos.
Casi en presencia de La Serna, en vez de librar
88 HISTORIA MILITAR DE BOLIVIA

Tal di visión, en circunstancias tan graves en con te1nores, confirmado~, de una revuelta en el
que se dilucidaban problemas de tracendc::ntal in1- J>erú, n1anifestó a Ilolí, ar su deseo de dejarle li-
7

portancia para la suerte de América, hubiera te- bre e! ca1npo de acción. Rent1nció PI n1ando que
nido consecuencias decisivas para la causa de la el Pc::rú le había confiado, pnsó a Buenos Aires
libertad, si en esa época los ejércitos que luchaban donde fué recibido con indiferencia y se 111arch6
p or ella se hubieran hallado constituídos, y si en a Europa sin concluir la obra de la independencia
el Bajo- Perú no se hubi<;ran, a su vez, presentado que le debía tantas fatigas y tan glorrosas ac-
.
divisiones en Jo:; partidos políticos que sostenían c1ones.
la causa de la independencia. En estas circunstancias el Perú se hallaba en
El Virrey del Perú entró en negociaciones estado de anarquía, no había un solo hon1bre que
con el jefe español disidente, Olañeta, con ·objeto pudiera tomar la dirección de los negocios públicos
de tener el tiempo suficiente para organizar sus ni la de las operacione:. militares. A esto se agre-
fuerzas y destruír a t"Ste; pero después de una se- gaban los desastres de las annas independiente5:
rie de encuentros entre las fuerzas de ambos par- las tropas del general argentino Alvarado habían
tidos realistas, el General Valdez que representa- ~ido derrotadas en l\iloquegua. En el Perú no ha-
ba el partido del Virrey y combatía c-ontra Olañe- bía hombres ni dinero para contrarrestar al pode-
ta, puso término a esta lucha al tener conocimien- río español, pero todas las aspir:::ciones y n1ira-
to de que fuerzas colombianas desembarcaban en das se dirigían a Bclívar y los peruanos le lla•
el Bajo-P erú. n1aron co1110 al único capaz de ton1ar la dirección
de los negocios públicos y destruír definitivam en-
te a las fuerzas españolas.
Bolívar, atendiendo a la solicitucl del Gobier-
E n la célebre conferencia de Guayaquil (27
n<l y pueblo peruanos, con1enz6 por enviar al G<;-
de julio de 1822), entre Bolívar y San Martín, con-
vencido éste de que sus planes se hallaban des- neral Antonio José de Sucre al Perú para que to-
n1ase la dirección de las operaciones de la guerra;
truídos, abandonado en parte por Buenos Aires y
IZ
90 HISTOR I,\ )111. IT,IR l>f: 11.0 Ll\' IA CU ERRAS DEI.A I NDltPE~D¡.;N()IA 91

pero ante ia gravedad de la situaci6n ele este país, los can1inos y exan1inaclo por sus ojos las posi-
Bolívar resolvió 1narchar en person;1 con el ejérci• ciones;,. ( 1).
to colon1bia110 a decidir la libertad de l\ 1uérica en El 2 ele agosto pasó revista a sus fnerzas e n
el P~rú, donde se hallaban las últin,as fuerzas es- la llanura de Sacramento )' lanzó una proclan1a
pañolas. q ue enardeció el espírítu de sus tropns, recordán-
doles los triunfos que antes habían obtenido y la
I!olívar en el P e rú activa sus preparativos
esperanza que tod,1 la A1néri.ca abrigaba por los
para la guerra, crea. un ejército, organiza la adn1i-
esfue rzos del ejército para obtener Slt libertad.
nistraci6n y norn1aliza In situaci6n política.
La!; fuerzas e:;pañolas que estab;:i n a órdenes
Concluídos lo:; preparativos n1ilitare!;, Bolívar del G eneral Canterac; se pusieron ei1 n1ovin1iento,
parte a 'frujillo, que to1na co1no centro de opera- (19 de agosto), desde Jauja con dirección a Pas·
ciones. lV{as tarde se traslada a Paseo donde dá co; el 4 llegaron a Reyes, el 5 a Carhua1nacho y
órdenes para que toda,; las tropas se reunan allí; la caballería descansó e n Pa.'-CO. 8 0li·1ai- se 1110-
algunas de éstas, pata su concentración, tiene n ,t
vió e n dirección Can terac, y, en Reyes, detern1i-
que marchar 1nás de do!-cientas leguas por regio- nó atacar por retagua rdia al ejército español.
nes elevadas, frías y desprovistas, haciendo prodi• En !a noche del 5, Bolívar reunió a sus gene-
gios de cor,stancia en el sufrimiento. "Todo el rales y les <lió las últin1as órdenes. El 6 de ago:; to
n1.es de junio de 1824 se. pasó en niarchas en aque- todo el ejército se hallaba e n n1archa con la caba-
llos horribles desfiladero:; de los Andes". llería en cabeza a 6rdenes de Necochea, y el ata-
Para esta can1paña Bolívar tuvo que impro- que se efectuó contra la retaguardia enemiga, en
visarlo todo. "No había co el Estado J'vlayor pla- el can1 po de Ju nin, con la violencia del rayo. No
nos geográficos, indicacrones, ni relaciones cien tí- se oy6 ni un tiro y se peleó exclusivanv~nte al ar-
ficas sobre el terreno. Algunos generales cono- 1na blanca, durante una hont.
cían prácticamente el país, pero el Libertador
no descansaba sínó c uando el 1nisn10 había visto ( 1),-l,nrrn r.abnl. Vida d el Lihcr t:,do,· Si111ón 13ollra•··
9? lll~TO KI .\ ~111.11',\R DI> IIU l,h' IA 93
--
El triunfo del ejército libertador fué esplén- garon a las armas en los cainpos de A yacucho.
dido y lai; tropas españolas huyeron desconserta- Después de desesperada lucha, Sucre consigui6
das ante la violencia de los ataques. una total v:ctoria sobre las fuerzas españolas, con-
Después del triunfo de Junin, Bolívar deja el cediendo, despué;; de la batalla, una capitulación
n1ando del ejército a Sucre y se dirige a Lima llena de tTu"\gnanin1iclad en favor de los prisione-
para organizar 1nayores fuerzas y poner orden en ros, entre ]03 que se hallaban el Virrey y varios
la adn1inistración pública. generales, y en favor de todos los españoles resi-
El Virrey Jo~é de La Serna, que se hallaba dentes en el Perú.
en el Cuzco, al tener couoci1niento de la derrota I,as dos batallas, de Junín y Ayacucho, fue-
de sus fuerzas en Jonín, dió orden de concentra-
ron las que decidieron de la suerte de Sud An1é-
ción ele sus tropas en aquel punto, donde llegó a
rica y las qne coronaron el esfuerzo de diez y seis
reunir n1á.'> ele 9,000 hon1bres con los qne preten-
años de lucha sin descanso.
dió caer sobre el ejército libertador para vei1gar el
desastre e.le Ju nin. La noticia de c~ta últi1na batalla produjo el
El General Sucre, viendo la superioridad del alborozo más intenso en el .'\!to Perú. Cocha-
adversario y cu1npliendo instrucciones de Bolívar, bamba se pronunció nuevamente en favor de la
trató de evitar una batalla decisiva, y einprendió causa de la libertad, el guerrillero Lanza OCL1pó
una 1nagnífica retirada a traves de 1:is n1ontañas I,a Paz, el guerrillero Mercado ocupó Santa Cruz,
y desfi laderos, evitando exponer a sus tropas a el Coronel López se pronunció en igual sentido
una destrucción total que habría sido de fatale s en Chuquisaca, de ,nancra que el General español'
consecuencias para la causa de la libertad. Olañeta se vió sólo en el territorio del Alto Perú
1.:1 9 de dicicn1bre de 1824·, Sucre creyó lle- aun sosteniendo la causa española.
gado el 1no1nento de co1npron1eter ui1a batalla, Sucre avanzó a este territorio para destruir a
pues las posiciones del ene1nigo eran desfavora- la¡:; fuerzas de Olañeta, pero al llegar a Potosí tu-
bles y en caso de derrota la de:;trucción de éstas vo conocin1ieuto de la defección de las fuerzas de
debía ser con1pleta. En efecto, a,nbas fuerzas lle- éste y su n1uerte en 'fumusla. (Abril 2 de 1825).
H l, TORI.~ ~111,ITAR UE 1101.11.IA 95

El Alto-Pe,ú que había sido el pri1n ero en 1818, y junta1nente con el e.ié.rcir.o, peruano ton1a
lanzar el grito d.! independencia en 1809 fué el parte en Pichincha en unión con el ejército co•
tíltin10 en obtener la libertad despué.-, de n1ás de Io,nbiano que liberta al Ecuador en 1822; (1) per()
quince años de constante batallar, sus pueblo,; ,;e fué sobre to~k, Bolívar que con el ejército colon,-
hallaban destrnídos, innu1nerables patriotas habían bíano reunido a los restos de los ejércitos argen-
perecido y 1-a era de la reconstitución había llega- tino, chileno y peruano, y la acción de los guerri-
do; pero, cuán difícil se presentaba la situación lleros alto-peruanos reteniendo un nu,neroso ejér-
para este país agotado por tan larga lucha! cito español, que, en fin, Bolivar y Sucre, en
Junín y i\yacucho, anjquilaron totahncnte al do-
1ni11io ele España en .L\1nérica.

La guerra de la independencia había concluí-


do y la libertad obtenida no fué consec11cncia del
esfner1-o aislado de los países que lucharon por
ella; fué el resultado ele los esfuerzos de todos los
pueblos a,nericanos tendientes al n1isn10 fin. Fué
la acción de Bolivar, de San Martín, de O'I íig-
g ins, la de los guerrilleros alto-peruanos que dis-
~-
trajeron numerosas tropas españolas, casi siempre
fuertes de 4 a 8,000 ho,nbrcs, fué consecuencia del
flujo y reffnjo del movin1iento revol11ciona1'io, fué
la acción de Nueva Granada que envió su<; solda-
dos a Venezuela en 1813, Vene1-uela invade y
liberta a Nuev.i Granada en 1819, Buenos Aires
envía sus ejércitos sobre el Alto-Perú dt!sde 1811,
el ejército de San IVIartín Iiberta a Chile en , 8 1 7, ( r) Anil,al G:1li11do.
-
L:i¡¡ ha tall:1s clec ish·a~ d e: la lihcnad.
La República
Procla1nada la independencia de la Rt>públi .
ca de Bolivia, era de esperar qlle pronto se pre-
sentaran para ella motivos de contienda con sus ve-
cíno~.con10 consecuencia de la colisión de intereses,
ya sea sobre terrítoríos disputados, ya poi" interven-
ciones extranjeras de carácter internacional.
E11 efecto, Bolí vía nac.ió enclavada en el cen-
tro del continente Suda1nericano, rodeada de ve•
cinos geográfican1cnte n1ejor situados, poseyendo
llll vasto territorio 1nal deli1nitado, con deficiente
y difícil acceso al 1nar, circunstar1cías que obsta-
culizaban su rápido progreso. Aclen,ás, las ríque-
'l.as ingentes del territorio boli viano debían atraer,
en lo futuro, las miradas an1bíciosas de sus veci-
nos, que n1ás rápida1nente constituídos encontra-
rían en Bolivia fáciles triunfos de conquista y
usurpación territorial.
Pero ya que nació a la vida independiente
con tan precarias condiciones, debió desarrollarse
13
98 HI STORIA ~11I.ITAR DE 1101.1\'1.-I f.A REPl/111,I CA 99

en ese estrecho 111arco y luchar por el progreso y El ejército peruano no e ncontró resistencia
por su independencia, co1no lo hizo con todo pa· en el territorio boliviano donde el nn1biente era ya
triotis-mo y energía y con10 lo hará en lo futuro desfavorable a la política de Bolívar y a la actitud
,
para conservar su au ton0n11a. de las fuerzas colon1biana!-ó que, indisciplinarlas y
Co111ó todas las repúblicas sudamericanas. o rgullosas de sus triunfos, habían dado 1noti vos
Bolivia ha tenido que atr;:ivcsar por un largo pe- de queja justificada a consecuencia de sus 111oti•
ríodo de guerras intestinas, cuyo estudio bajo e l ncs frecuentes con que desmoralizaban al país y
aspecto militar no in teresa n1ás que a Bolivia n1is - del gra van1en que su permanencia en Bolivia i1n-
1nn. En e l breve estudio que presenta1nos no no~ ponía sobre las exaustas arcas nacionales.
ocupan,os de éstas, concretándonos a relatar la!-> Por consiguiente, la acción del ejérci to pe-
can1pa iias internacionales sostenidas por Boli vía ruano se redujo a obtener. con el apoyo boliviano,
en el curso de su vida indepe ndiente. el alejamiento de las fuerzas colon,bianas, s in des-
mcrnbración ele ninguna fracción del territorio bo-
liviano ni mayores graván1enes que los que natu-
Fué el J>crú que, en 1828, invadió por prin1e- raline nte ocasi0naba e l ejército de ocupación.
ra vez el territorio boliviano con su ~jérci to a ór- Sin embargo, la intervención citada no cons-
denes del General Ga1narra y con el carácter d ~· tituía un antecedente justificado, tan to más cuan-
intervención en la política interna del país. L,, to que Sucre deseó y solicitó al Congre.,;o bolivia-
misión que traía el ejército peruano era la ele des- no, con an tcrioridad a la invasión peruana, la acep-
truir la influencia de Bolívar y de lns fuerzas co- tación de su renuncia y e l regreso de las fuerzas
lon,bianas qne, al nutndo del General Sucre, se colombianas a su patria, y en ci rcut1stnncias en
encontraban en Boli,·ia, lo que, según el concepto que el 1nisn10 Sucre debía ya dej;:ir el n1andato de
~e ln política peruana, constituía una an,cnaza para la R.epública en el pr6xin10 n:tes de agosto. Sólo
esta república que se '.,aliaba entre las fuer1.as c o- se explica, n1á~ no se ju5tifica la actitud peruana,
li:>tnbianas del Norte y las que se encontraban e n por lo pre1nioso de la situación del Perú ante la
bu,,,ia. an1enaza de Colombia por el Norte, ya que políti-
10 0 HISTOkl,\ ~J ll.l'l'Ak Dt: llOJ,l\' l.\

ca y tnilitannente no le convenía hallarse bajo la


presi6n probable de las fu erzas colon1bianas situa-
das en Bolivia.
De todos n1odos, la intervenci6n peruana 11 ( 1
puede n1enos que 111cré-::er la 1nás severa condena•
ci6n de la historia en oon1brc de la soberanía na
Campañas de la Confederación
cional y de los principios ele! l)erecho de Gcc te~,.
Perú-Boliviana
Bolivia a su vez tuvo que intervenir con s1:
c-jército en el Perú en 1835.
El •Presidente de Bolivia General Andrés de
Santa Crur.., elabor6 un V.tsto plan de confedera
ci6n de las repúblicas del Perú y de Boli via, ide:i
que hall6 favorable eco en los elen,ento;; n1ás sa-
lientes ele an, b<>s estados.
El Congreso peruano que había elegido Pre•
sidente al General Orbegoso, pid¡6 al Genera!
Santa Cruz, en vista e.le 1a anarquía que se presen-
taba en dicho país, que interviniera con el ejércit,1
boli viano en el territorio peruano para de~truír la·,
fuer1.as disidentes de los Generales Gan,arra \
Salaverry que con1batían contra el Ptt~idet1te elec-
-
to Orbegoso y se oponían a la idea de la confede-
ración indicada.
102
.. HISTORIA }111,ITAR DE Bl)I.IVIA
- - - ... --- - - ---
CAMPA~,IS DE LA CON F Ell~'.RAC:ION PERIJ·IIOI .JVIAN ,\
-- - ...
103
-
Santa Cruz con 5,000 hon,bres del ejército ba apoyada en una n1ontaña escarpada protegida
de Bolivia se situ6 en Puno. En Lan1p:t recibió por 8,000 indio;; arn1acJos d e l1ondas y palos. La
de Orbcgoso las facultades extraordinarias qlle el izquierda de su línea estaba protegida tan,bién por
gnbierno del Perú le confería para co,nbatir a Ga· crestones elevados donde se situaron dos batallo-
,narra y Salaverry, quiénes se pusieron resuclta- nes. En el centro de la línea ~e halJaban cuatro
tnentc al frente de las fuerzas bolivianas. batal lones, un regin1iento de caballería y ceatro
En el 1nis1no punto el ejército bolivian(l fué piezas de :irtillería.
reforzado por dos batallones, un escuadrón de ca• ;\ las 10 de la n1añana del r3 de agosto de
ballería y cuatro pieza, de artillería de 1nontaña 1835, re efectuó el ataque a las posicionts de Ga-
peruanos, a órdenes del General Cerdeña. 1narra, por las fuerzas bolivianas. El G eneral
Así reforzado Santa Cruz abrió campaña con- Braun atacó la izquierda ele Ga111arra con el Coro-
tra el ejército del General Ga1narra que se hallaba nel Balli vián a la cabeza de sus "Cazadores". E l
e n el Cuzco con 4,000 hon1bres, con el objeto de General Morán atacó por la derecha con dos con1-
derrotarlo antes de que se incorporara Salaverry pañías del "Arequipa" y del "Ayacucho". El es-
o que Gan1arra se alejara al Norte para buscar su cuadrón "E!-col ta'' cubrió la retaguardia. Sucesi-
reunión con aquél. van1ente entraron en acción las de,nás fuerzas bo-
li vian.is, y después de un con1bate de n1ás de una
Ga,narra no proccd.i 6 como la situación mili-
hora y n,edia, las fuerzas de Gan1arra fueron desa•
tar lo exigía, que era destruir a Obregoso, que se lojadas de sus posiciones y la victoria se cleclar{
hallaba en Areqnipa con débiles fuerzas, o reonir-
por Santa Cruz.
" e con Salaverry, y avanzó contra las fuerzas de Gn1narra perdió n,:ís de 500 hon,bres entre
Santa Cruz.
1nuertos y heridos. Santa Cru7. sufrió la pérdida
Las vanguardias de arn bos ejércitos chocaron de 100 ho1nbres.
pr0nto y Ga1narra se retiró sobre las alturas de Los da tos que se poseen ele esta acción y de
Ronco y posteriorn1ente sobre Yanacocha, posi- otras de las can,pañas dC! la Con(ederaci6n Perú-•
ción mái ventajO$a, pues su derecha se halla- Boliviana son deficientes y no penniten entrar en
1 0+ HISl"ORIA Mll. l'TAR l)E BOLIVIA CA~I-PA;i:AS DE LA co:,¡Ff.DERACION PERU· l!Ol,l\'l, \NA 105

n1ás detalles para juzgar la acción táctica desarro• quipa, doncle después de una 1narcha de doce días,
llada por las fuerzas de an1bos ejércitos. Sin <'ill· al través de una cordillera nevada y desprovista,
bargo, se ve que Gan1arra se redujo a una defen- e ncontró a las fuerzas de Salaverry.
~iva pasiva que no puede dar resultados decisivos. Este con1enz6 por cometer el error ele no i111•
La energía del ataque del ejército unido decidió peclir el avance del ejército boliviano por los flan-
ia s uerte de la batalla. cos de la cordillera donde la defensa era fácil en
Después de la derrota de Gan1arra en Yana- sucesivas posiciones en que las fuerzas de an1bos
cocha éste huyó a Li1na donde no siendo favorable- ejércitos se igualaban en los desfiladeros. Es ver-
n1ente recibido por Salaverry, se retiró al Ecuador. dad que Arequip:i era hostil a Salaverry y dcjan-
tl.) a su retaguardia esta ciudad podía ofrecerle
Santa Cruz se dirigió al Cuzco, y allí i,e ocu-
dificultades en sus aprovisiónan1ientos y en suba-
pó en tomar n1edidas administrativas, y, deseando
se de operaciones; pero un jefe que obra discre-
conferenciar con Orbegoso, se trasladó, s610 con
cionalmente, como é:;te procedía, podía son1eter y
una escolta, a Arequipa donde se hacían trabajos
don1inar toda hostilidad d1: los arequipeños con
de disociación en el ánimo de éste.
enérgicas medidas justificadas por la necesidad de
l\fás t.lrde reconcentró sus fuerzas en Puno. la defensa del territorio peruano y de la política
punto céntrico entre el Perú y Bolivia, con el ob- que Salaverry sostenía contra Santa Cruz.
jeto de prepararse a la nueva campaña que debía Santa Cruz, en posesión, de Arequipa, Sala-
abrir contr.l Salaverry y al 111isn10 tie1npo vigilas verry se colocó en la orilla opuesta del río dejan-
la situación interna dt: Bolivia. do a aquél la región 1nás rica y ton1ando para sí
S.llavcrry salió de Lin1a enviando sus fuer· la menos provista.
r.as por tierra y por ntar. En las ,escaran1uzas que Salaverry fortifica el puente que separa am-
tuvi'e ron lugar en Ananta lnovien1bre 7), en Ni- bos ejércitos y defiende éste, que no pudo hacerlo
n.lban1ba (novien1bre 9) y en Gra1nada\ (enero volar, con dos piezas de artillería, situando aden1ás
26 de 1836), las fuer7.as bolivianas obtuvieron tri un su infantería en la banda del río opuest:\ a Santa
fos in1portantcs y Santa Cruz se dirigió sobre .t\ re• Cruz.
14
CA~IP,l~A~ OE J.A COX Fl-:D~RACl(l:-( 1•~:RU l!OLl\' IAXA 107

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1 06, lflS1'0RIJ\ Mll,í1',\lt T)F. RO!.IVl,I
- -----
I~ntusiasn1aclo Balli,·ián con un enen1igo que así
Santa Cruz, en n1on1en cos de librar un ata-
huía, se propuso forzar el p~o del puente de U chu-
que contra dichas posicioues, destaca al General
1nayo con el batallón de la Guardia y con 20 fh, n-
Miller sobre los pueblos de ·rambo, Islay ,. Vitur
queadores, co1no en efecto lo hi7.n y .\un ton1ó la
con objeto de cortar las comunicaciones de S da·
pri1nera batería d e la cabeza del puente. Pero,
ve1Ty con la costa en el caso probable de una vic-
lo:< fuegos convergentes del enen1igo sobre el des-
toria. Este destacainento err6nea1nente env a 111,
filadero por donde atravesaba Hallivián causaron
constituye una falta de Santa Cruz: es elen11:ntal
tnl estrago sobrl'. los atacantes que fueron recha-
el principio que en el 1no1nento de iibrar U•l , ba-
zado~ dejando sobre el ca1npo 152 hombres fuera
talla deben concentrarse las propias fuerza~.
de: co111bate y 4 jefes heridos, inclusive Ballivián
Entre tanto, al ti·avés del río, a1nbns ejé· ·it11s y 10 oficiales subalterno;;. El valor desplegado
sostienen durante tres días un tiroteo oca~i 111á,1- por las ÍLtcrzlS bolivianas en e;;ta acción tnereció
dose por ambas partes a lgunas bajas. el elogio ele las 1nis1nas fuerza.~ peruanas.
El día 2 de febrero de 18361 trata el ejército S:inta Cruz en lugar de aplazar el ataque
unido de pasa,· el río por ün puente co11-;tniírl11 en fo ntal sob1·e las citadas posiciones, lo reforzó por
la parte superior de Arequipa; operación q11t1 in1- dos veces sufriendo nuevas pé,·clidas. !.legada la
pide el ejército de Salaverry. noche y convencido de que no p<,clía f0rzar t i pa~o.
El 13 en la noche éste abandona sus p"sicio- hace cesar el fuego y ordena al Gral. A nglada que
nes y se dirige río abajo, hacia U chutnayu, des- pase con dos batallones a la 0 11a banda c!cl 1ío
pués de destruir el puente. El ejército t1nido va- por un puente que existía n1ás :irriba, Esta ati-
dea el río por Quiabaya donde halla la retaguar- nada operaci6n frac¡1s6 igualn1cntc por la falta de
dia enemiga que es dispersada. conexión en las oper,1ciones.
El General Balli vián, jefe de la vanguardia El f1-acaso de sus ataqt1es obligó a .Santa
boliviana, halló a Salaverry al otro lado del puen- Cruz a retirarse sobre Arequipa y situar:="e e11
te donde éste había situado sus fuerzas las que Huasacachi, seguido por SalaYerry c¡ue acan1pó
barrían con sus fuegos todo el frente de ataque. en Conga ta (febrero 6 ).
roS HISTORIA Ml~[T.\R DE ílOLIVI A C,'~IPA1'° ..\S DE LA co~n·i,:oERACIOS PF.RU•BOLIVIANA 109

Erradas fueron las sucesivas operaciones del a una enérgica ofensiva contra éstas que ya se re-
ejército unidn: un río no es un obstáculo infran- tiraban sobre Arequi ¡)a. Parece que Salaverry
queable aun defenclidu por un ad vcrsario que hu- se hallaba in1buído de la guerra de posiciones, tan
biera elegido sus posiciones en la orilla opuesta a 1 fatal cualido no es n101ne11tánea.
atacante. Santa Cruz debió in1novilizar a Salave- Salaverry sigue en su afán de buscar nuevas
rry e11 sus posiciones con ataques sin1ulaclos so- posiciones y el día 6 desemboca por la quebrada
bre el frente de ellas, al 1nisn10 tie1npo, co1no lo de Tingo y se dirige a toda prisa por el can,po de
hizo extemporánea1nente con la maniobra de An- Socabaya. Santa Cruz descubriendo la intención
glada, debió buscar otro paso y obligar a Salave- de Salaverry, que era ocupar Paucarpata, toma el
rry ya sea a debilitar su frente o a retirarse una ca1nino más corto que el de aquél y marchando
vez que el ejército de Santa Cruz hubiera pasado con celeridad lo crur.a en el Alto de la Luna don-
el río por otro punto. de Salaverry se detiene para to,nar posiciones de-
El ataque de Ballivián fué ta1nbién 1nalo. S6- .fensii•as, no obstan te de Io des ventajoso del terre-
lo consiguió sacrificar sus fuerzas y facilitar el no para este objeto.
triunfo 1no:nentáneo de Salaverry. Balliviá1\ hizo
En la posición elegida, Salaverry situó sus
lujo de valor, pero no de cotnprensión de la si-
batallones cubiertos con una espesa línea de tira-
tuación 1nilitar,'pues aun atravesando a viva fuer-
dores, apoyados por tres escuadrones de caballería
za por el puente de Uchun1ayo, sus fuerzas no te-
iigera y tres de coraceros.
nfan, en la ribera opuesta, el terreno suficiente
para desplegarse y n1enos aún desplegar todo el Santa Cruz dispuso su línea de batalla en la
ejército unido que se hubiera visto batido por las forina siguiente:
fuerzas de las posiciones enemigas las que se ha- Los Generales Ballivián y Anglada ocupa-
llaban parapetadas en posiciones dominantes y es- ron la izquierda y derecha respectivamente con
carpadas. orden de atacar a 1-a bayoneta. El batallón "Ze-
Salaverry ta,npoco co111prendió que rechaza- pita" sostenía la izquierda y el 4<:> la derecha; el
das las fuerzas unidas en Uchurnayo, debió pasar b"ll:tall.6n 6<? y la caballería quedaron co1110 reserva.
HISTORIA MII.ITAR rn:: l«) l.1\' IA
'' o
.
- - -- -
El atac¡nc del ejército unido c,n?ez6 ,-inH1ltá- días después cay6 tan1bién prisionero el Gcueral
ne;unente sobre an1bas alas, avanzando las fuer- Salaverry.
zas bolivianas sobre las posiciones 1nc111igas, des- Espléadida (ué la victoria obtenida por San-
pués ele arrollar a sus guerrillas./ Dos de lasco- ta Cruz, pero scnsiblen1cnte ella fllé e1npaña1 \a
h11nnru; peru;u1as trararon de fla:iquear el ala iz- co11 la ejecución de Salaverry y otros jefe~ perua-
quierda, n1aniobra que Ballivián contrarrestó con nos por disposición de un consejo de guerra for-
el batallón 19 y el '·Zcpita" artojánclolas a la que- n1ado sólo de jefes peruanos.
brada. Ya se consideraban triuí1fa11te;; las fuer- La derrota de Sa!averry es consecuencia tle
zas boliviana,:;, cnando tres escuadrone,5 de c1ira• su poca versación de los principios del arte 1nili-
ceros peruanos, cargando dé in1proviso, hicier,1n tar. La guerra de posiciones 10 atrae, no exi,;te
retrocede1· a la caballería boliviana. En la per,.c- en su 1nente la posibilidad de ,narchar al ataque
cución los coraceros chocaron contra el batallón en todas las circunstancias que le son favorabll.!.-.
69 bnliviano que les hizo una dcscai"ga que n1a1ó En cambio, la 1nemoria de Salaverry llevará com,)
45 de ellos y puso en dispersión a los de1nás. El título su heroisn10 hasta el sacrificio puesto al ser
General Braul~, aprovechando c;;ta circunstancia, vicio de sus -ideales y de su patria. ( 1).
volvió a cargar con escuadrones boliviano,- so-
bre los peruanos los q11e fueron co1npletan1ente
derrotados.
Desde este 1nomento y después de 45 nlinu-
Ya en vías de real ir.ación la Confederación
tos de encanizada lucha el triunfo boliviano fue
Perú-Boliviana, había despertado las susceptibili-
definitivo.
dades de la República Argentina y de Chile, que
Quedaron fuera de combate del ejér(' ito de: veían en ella la formación de un gran estado que
Salaverry 600 1nuertos y 350 heridos, y de parte pudiera perjudicar los intereses de estas naciones.
del ejército unido 242 muertos y 188 heridos.
Además cayeron 220 prisioneros entre jefes y ofi- (1),.- -La relación de e.,tas batallas ha sido tomada del "Arte
ciales, 5 estandartes y toda la at·tillería, Pocos l\lilitar'' del Genaral Camacho, pág,¡. 217 a 238.
-11--
2
- - HISTORIA ~111, 1·r ,1R DE liOLl\'I,\

Pronto an1enazaron fu erzas argc11ti nas el Sud El General Blanco Encalada en vista de que
de Bolivia, pe ro el Ge ne ral Braun, destacado coi1- su ejército carecía de n1edios de 1novilidad, con
tra ellas con fue rzas bolivianas, obtuvo triunfos s us soldados abatidos y desorganizados por las e n-
decis ivos contra el General a rge ntino H e redia en fermedades y seguro de sufrir una derrota, propu-
los combates de Hun1ah uaca, l ruya y JVlontenc- so a Santa Cruz e ntrar en negociaciones las que
gro. fueron aceptadas y co,no consecue ncia se pactó lo
A la vez Chile, siguiendo su constante tradi- que se di6 eo llamar "Los tra tados de Paucarpa,
c:ión de ju.;ti ficar sus 1neclidas de guerra, acusó a taº. ~

Santa Cruz de haber favorecido la expedición del El General Santa Cruz apesar de un seguro
G e.111:ral chile no Freyre, que con1batía la política triunfo, en vista de las proposiciones del adversa-
de Chile desde las costa,; ele! Perú, y ejerció \I n rio, finnó el tratado.
acto ele pirate1·ía enviando al Callao el bt1que dL• Según las claus ulas de este convenio se en1-
guerra "Aquiles'', que apresó pC>r sorpresa buques barcó nt1evamente el ejército c hileno, de regreso a
peruanos y los condujo a V al p.:1raíso. Con10 jus- s u patria, con tocios los honores militares.
ta medida el gobierno de la Confe<leración expul- La 1nagnanin1idad de Santa Cruz con Chile
só al Ministro chileno de Lima v Chile le d1::cla ró
; adolece de varios motivos de justa crítica. En
la guerra. efecto, Santa Cruz e.c;tipuló el "l'ratado de Pau-
En consecuencia, partió de Valparaíso c:n carpata" con un general que no se hallaba autori-
1837, un ejército chi.leno a las órdenes del g e ne- zado por su Gobierno para negociar en la forn1~
ral Blanco Encalada el que desernbarcando en Is- que lo hizo; en el tratado no del,,i6 estipularse el
lay avanzó hasta Arequipa. · inn1ediato regreso de las fuerzas c hilenas antes de
El General Santa Cruz, que se hallaba ea s u rati fición por Chile.
La Paz, marchó rápidan1ente contra las fu erzas La sagai:idacl y tino de Santa Crnz se vieron
del Gene ral Blanco, después ele reunir las suyas en esta circuns tancia burlados, así como su deseo
con las de Cerdeña y H errera y se halló e n si tua- ele con1pro1neter la gratitud del g obierno de Chi-
ción de batirlo. le, el c ual quizo borrar las huellas ele Pauca rpa-
15
114
- - -- ---
lllSTOHIA ~IILl'fAR Ot: HOJ.11•1A
- ----'- - - - --
ta ( 1) donde las fuerzas chilenas fueron libradas
de una infalible derrota, organi7.ando una nueva
expedición nlilitar a órdenes del General Manuel
Bulnes, quien colaborado por tropas )' generales
peruanos, con10 Ga111arra, Lafuentc y otros., de-
se1n barc6 con las fuer La.'> de su n1ando, el 6 de
ngosto de 1838 en A nc6n , con objeto ele dei-truir
la Confederación Perú- B01 iviana.
Halláronse entonces los ejércitos en presen•
cia, llevando el uno la deno1ninación de l'jército
P1·otcctorat a 6rdenes de Santa Cruz y de ejército
Restai1rador el otro a órdenes del General Bul-
nes .
Dulnes después de batir la." fuerzas de Nieto
y ()rbegoso en Guías, que forn1aban parte del ejér-
cito Protectaral del Norte, entró en L,in1a y obli-
gó a ()rbegoso a encerrarse con sus Iuerzns en el
C.'lllao.

Sal'lta Cruz. que se dirigió de Bolivia al Cuz.·
co, a la cabczc: de su ejército, tuvo suerte adversa
en las escar.lrnuz.as dl' t.1atucana, Macas, Cafiete,
Macacona, etc. Sin en1bargo, en novien1bre de
1838, pudo ocupar Li n1a que había sido abando·
nada por Bulnes en vista del 111al estado sanitario

( 1).-Jl11ln~s.-Historia de la Campalla del P•:rú en 183 ~,
págs. s r 9.

r.

CARTA GEOGRAFICA
del

DEPARTAMENTO DE HUAYLAS
TR AZAOA
POR EL SARJENTOMAYORDE INGENIEROS
del Ejército Restaurador,
Moro
J.unlrrauct~ro-$t19>t f.!m~
EXPLI CACJON .
(1mir>o,s'!F',do pórtl 4'/irt:il0Hub~11~J.r -·· ---
,, ., . -. Prohc,l~~/ Ml'f'º'"""
C-,ino R,../. ............
&tr,vi/Jdo

26
l-- - f
--- ---- 1
.
C,\MPA~AS 01! LA CONFE'rlERACION l'ERU-rol.ll'l,\-:IA t lj

ele su ejército y de las hostilidades de esa ciudad, y


se dirigió este sobre H nachopara para reponerlas
y unirse con el gcnci•al pt:rnano Gan1arra que or-
ganizaba fuerzas en Trujillo.
Orbegoso, cuya ineptitud política y 1nilitar
eran 111anifiestas, abandonó el Callno, desertó de
la causa de la Confedernci6n y se e1nbarc6 para
Guaynquil.
Entre tanto, Bul nes con el ejército Rest¡¡ura-
dor, se dirigió n Huaylas y posteriorn1ente se situó
en el Calte;·ó,t, lla11ura que atr;, viesa el río Santa,
encerrado cntie la cordillera de los Andes y las
lVIontañas Negras que corren de Norte a Sud y
encajonan al Callejón en un ancho de dos a tres
leguas.
Bulnes ~itu6 su vanguardia, a las órdenes del
General Torrico, en Chíquian, a la entrada del ca-
1nino de Lin1.1 al Callejón, y el batallón Valparaí-
so a retag11ardia en Recua y. El resto del ejérci-
to Restaurador se extendía en cordón y en pro-
fundidad a lo largo del tío Santa hasta Caraz.
La vanguardia del ejército Protectora!, a ór-
denes del general Morán, se apoderó sin resisten-
cia de Chiquian; pues Tarrico, npercibido a tic1n•
po, pudo retirarse sobre Recuas.
l I Ó JllSTORIA )lll.l 'l'AR DE HOI.IVJ ,1 CAM PAi':AS DE Ltl CON FEDEJt!CIOX J'lc:RU· IIOl.l\'l,\NA l 1 7

El General Santa Cruz, que había quedadc, El corubate de J3uin, que los e~critores chile-
en Lin1a, se incorporó a su ejército en Chiquian. nos lo describen con10 una fonnal batalla y de la
El General Bulnes siguió retrocediendo én que se atribuyen el triunfo, no fué 111ás que un
dirección a San Miguel, hacienda situada al Sucl con1bate de la retaguardia chilena contra la van-
de Caraz, donde también se le reunió Gan1arra guardia de las fuerzas de Santa Cruz en la que
con ]::is fuerzas de su 1nando. aquélla sólo con1pron1etió tres batallones.
Santa Cruz, a pasar de que sus fuer1.as ha- El con1bate se ilevó a cabo río en n1edio sin
bían realizado una ,narcha larga y penosa desde res uIta dos definitivos, co1110 que todo co,n bate en
Lin1a, trató de sorprender a Bul ncs en Huaraz esas circunstancias, no podía tener un resultado
para lo que efectuó rnarchas forzadas que no pre• con1plcto. Sin en1bargo, Hulnes detuvo el avan-
veía Bulnes, ason1brando a los chilei10s la resis- ce de Santa Cruz, ql1e ya ese dfa había efectua-
tencia y rapidez de las fuerzas bolivianas, las cua- do una 1na1·cha de n1ás de 30 kilórnetros.
les, según el historiador cl1ileno, Bu] ncs, "trepaban L as fuerzas chilenas ~iguieron su retirada a
con agilidad inconcebible, las escarpadas cin1a-=; las oHce de la noche. despué;; de un tiroteo de
ele los cerros del tránsito". 111ás de cuatro horas al tra vés del Buin, con las
Entre tanto el General Bulnes, que habí:. eD- fuerzas bolivianas, las que después ele atravesar
viado una partida de caballería en obsci·vación so- este río siguieron su n1archa de persecucióll hasta
bre Rccuay, fué infonnado del avance de las fuer- Yungay.
zas bolivianas. En este plinto la!- fu~rzas bolivianas descan-
De I-Iuaraz, prosiguió Santa Cnrz la persecu- saron de sus fatigas de la larga marcha efectuad a
ción de las fuerzas chilenas que n1archaban casi dt::sde Lin1:1, p0r una región totalrnente explotacl::1
e1) clcrn;ta, hasta que l{ulnes se vió obligado a de- por el ad\'ersario, donde los puentes destn., ídus
tenerse en la ribera Norte del río Jluin, afluent<! retardaban su 111archa y obligaban a efectuar rc-
del Santa, que se hallaba de avenida. quizas de víveres a largas di:;tancias para proveer-
En este punto, Santa Cruz atacó la retaguar- se de los elcn1c-ntos ele sub,;;i::;tencia, que por otra
dia de las fuerzas chilenas. parte, eran cedidos ~in violencia por los habi tan•
COMBAiE DE BUIN .
I. a~la!lon Val.l/v,~ 5. Coml'añ,as de C<1zi1dort's enemigos
2. 1d. CJ1rompallgUe 6. {Jircito enemi.go
3. 1d Porét#le.s 7- P,eras de Art,Jler/a
4. Escuad,-11n Lanceros 8. Nial ,PólSO
'yt 1
1 Je9 u,1
t F
118 HIS1'01HA MILITAR OE IJOl.1\'IA -~ ,\)IPA~AS DE LA CO!> Fl-:flf, RACI0:-1 l'El<U·H~J,l\'1,\NA 11 ~ .

tes de esa regi6n que sin1patizaba11 con la ca,1sa ba contra Santa Cruz, como aliado de Chile, y
de la Confederaci6n. aportaba contra la causa de la Confccleraci6n ele-
En estas circunstancias aconteci6 un hecho 111entos apreciables.
curioso. Bulnes , ituado en San l\1iguél se inn10• Aden1ás, en Bolivia, en esos días en que las
viliz6, de!,pué" del triunfo ql1e los historiadores chi - fuerzas bolivianas con1batían en el Callej6n y se
lenos alegan en Bui n, se forti fic6 y ton16 todas lns decidía la suerte de una causa nacional , se p rodu-
n1edidas de seguridad que un ejército en retirada jo \1na revolución contra Santa Cruz que triunf6.
adopta para esperar al atacante. Igualrnente San• Los hechos políticos citados agregados a la
ta Cruz orden6 la constrncci6n de fortificacione.r; situación inilítar debieron i111puli;ar a Santa Cruz
pasajeras al Sud del río Ancass, afluente del San· a ton1ar una enérgica ofensiva contra 13ulncs.
ta, y delante de Yungay, donde pern1aneció 'l'riunfante nquél, los partidos políticos hubieran
inactivo, desaparecido. Pa ra esto sólo necesitaba poseer
la ,·olofitad de atacar, adoptando n1edidas tácticas
No es explicable la actitud de Santa Cruz apropiadas.
que después del con1bate ele Buin se hubiera esta• Pero Santa Crur., ~ituado en Yungay, vaci-
cionado en Yungay. Su n1islón era proseguir la t.~ba lo que fué aprovechado por sus ad versarios.
persecuci6n Cl1nnto antes, para in1peclir la reuní6n El 20 de enero de 1839, el ejército Restaura•
de Bulnes con Gamarra y decidir la contienda en dor to1n6 In ofensiva atacando a las {uenias de
una batalla definitiva, para lo que contaba con Santa Cruz.
fuerzas iguales o superiores a las de su adversario, El can1po de acci6n de an1bos ejército!; se
La situación política de Santa Crui era des· extiende desde San i\1iguel a Yungay, distantes
ventajosa. Orbegoso se había defeccionad0; en Bo- entre sí alrededor de do;; leguas, en un valle ce·
livia y en el Perú se agitaban los partidos políti- 1Tado al Este por las escarpadas faldas de lo~
cos contra la causa de la Confederación encabt: · ;.\ndes y al Oer-te lin1 itado por el río Santa. E l
zados-por caudillos a1nbiciosos de n1ando como frente de V u nga y, al Norte está cortado por el
Velasco y Ballivián; Gan1arra en el Perú lucha- A ncass, torrente de riberas escarpadas, y 1nás al
'.'Jorte se hallan J¡i alt11ras de Punyan, ele f;ícil ac•
cc~o. y el Pan de Azúcar, ele esc arpaclai; pcnclic11-
tcs. Al Otste de C3tos ccn·os se halla la hacic11•
da de Pu n•1•an .
El .1\ ncass no ofreció n,a rore~ di ñculta<les
para el a\'ance de las fucnias chilenas atacante~.
por consiguiente ta1npoco pudn constituír un obs-
1áculo para el n,·ance o retirada del ejército boli-
via110, con tn1bajos para el láci l acceso y este pll·
do y tuvo tien1po d e ejecutarlos.
l labín llegado la situ.ición a tal extre1110 que
s e hacía inevitable In b;italla que Santa Cruz va-
c ilaba en co1npron1cter s in causa jus tificada y qnc
a Buln es le conve11ía resolver, d~do el estado ele
sus tropas y la hostilidad de lo;; habitantes de la
región.
Bulncs obró co rrectan,e nte al e1nprencler s u
1narcha ele ataque desde San .I\Iigue l contra las
fuerzas de Santa Cruz.
ERtc había hec ho ocupar e l ce rro de P unyan ,
clis tantP u nos 1,500 111trs. de ~u ca1npa111ento, co n
una co111pañía del Capitán Pcñ.i, (ltra ligaba a és-
1a con el Pan ele /\xucar do nde se situó el G ~ni:-
ral Q11irox co,; tres con, oai'ií.i~. El frei1te de ba -
talla se ha llaba protegido p:ir un cordón ele tirn •
d ores.
PLANO LICAC.ION
de la A.C-,~,1,s."i.f"'I H. Ohlffl ,1, 8,1,//, .!J fj,ta'to P.-.ltttorJ
B.O•* ,_.,¡,,,N {JÍ' libtN-lor y . i,,_/¿f"<fa.,-•.., k ¡~"",,,,,., .,..
BATALLA DE YUNGAY c.o,"rtt<.v,,,.t-dr.~-,.,.,ú
D.~ • Jr ¡,. C'..,,.,..,. ..,,~,1 cJ,J
r2.
K'J
1 • ~l,,il c,,imÍJI
L. H,,-,_ -,t,_.
tr~zado t .c.,.¿., ~ ,- JJ/f,itren ,wh~z,,J1 . .M • /,/. ,,,,,.;,,.
POR EL SÁR6ENTO MAYOR F'.At,,,,,_y"ff-,1 N ' J>,. Je A,i,ur e:, 1y,¡.,;t. Ru/.,;,w...

G. o,..;,,, ,1, s.bl4 ,1,1 tJw,'t, ¡,¡¡,,.,.,1, - ¡J, p,,.,f,ot.,./. '


~ -,3,ftimcit.cc-Jqs~ «íúias.
(.;/\~IPA~.,s JlE L.\ CONFF.DERAC IOX PERU -BOI.IV"IA:<A 12 1

Dichas posiciones que podían considerarse


con10 un puesto avanzado con un destaca111ento
i11dependientc, se hallaban separadas por el An-
cass de las posiciones verdaderas de Santa Cruz,
'
:--ituadas en las obras ele fortificaci6n pasajera de-
trás de éste río y delante de Yungay.
Estudiadas así las posiciones de Santa Cruz,
eran con1pleta111cnte defectuosas y las ,nedidas
tácticas poste1iores teinadas por él lo f\1eron aun
,
n,as.
Santa Cru1. debía tener todas sus fuer1.as
reuni~as. Sus posiciones creen1os que debí.u, ser
el cerro Punyan-Pan de Azúcar-casa de hacien-
da de Pun yan con el flanco izquierdo apoyado en
el río Santa. Sus reservas en el Ancass y, n,ejor
aún, n,ás pr6xin1as; es decir, detrás de Pan de
J\zúi::ar. E stas posiciones tienen la ventaja de
contar con excelentes puntos de apoyo, su frente
libre para el contraataque y sus reservas listas a
acudir al punto amen asado y dispuestas a efectuar
este últin10 1novimiento. En esas condiciones el
enen1igo encontraría unido al ejército boliviano y
se vería obligado a efectuar su ataque en can1p-o
descubierto.
Pero no fué así, y, Santa Cruz, cuyas cuali-
dades adn1irable!i de adn1inistrador, organi1..idor y
16
III STORI A )lll.lT.\.R DE J\Vl,J\'I" CA~ll'A~,\$ DE L.~ co:,¡,-EPER,\C IO:-l PERO-l10Lll'IA~A ~ 3

diplon1ático, son reccnociclas por todos, con1e11zó có los atrinchera1nientos de Santa Cruz, apoya-
por co1neter los errores anotados y otros, en el das a su derecha por la caballería.
curso de la batalla. La disgregación de las fuerzas de Santa Crui
E l ej~rcito R.esta,1rador inició su ;-itaque sci- y su mala dispoi;ici6:1 en el tl·1-rcno, facilitaron el
bre las alturas de Punyan qlle pronto fueron ocu- ataque que decidi6 la batalla.
padas. Siguió el ataque sobre Pan de A7.úcar, no Sin en1bargo, hubo un 1nome11to ele !a bata-
sin encontrar se1ias resistenci;-is y dificultades y lla en que Bulnes consider6 sus tropas en situa-
donde las fuerzas de an1bos ejércitos hicieron pro- ci6n di.fícil y resol vi6 retirarse sobre San Miguel ,
digios de valor y energía basta que las futrzas bo· pero la actitud del General peruano Castilla lo in,
livianas fueron desalojadas dejando C:.n el cerro a! dujo a proseguir en el ataque qne le dip el trit11>
General Quiroz y a n1ás de 200 soldados ,nuertos. fo. ( , )
Santa Crnz siguió con,etiendo n1ás errore:s Cada uno de los ejércitos tubo en la batalla
tácticos. En vez de considerar las alturas cita~ un efectivo aproxi1nado a 5,500 ho1nbres. La
das de Punyan y Pan de Azúcar co1no si1nple.-; derrota ocasion6 innun1erables pérdidas al ejército
puestos avanzados que debían retirnrse oportuna• boliviano por la ejecución que hicieron los chile-
1uente sobre la posición principal, envía al bata- nos de todos los rendidos y prisio1ieros. ( 2)
llón 49, dividido en dos colun1nas, a sostener Santa Cruz abandonó el can1po de batalla s6-
Pan de Azúcar, a las órdenes de J)ch~za y Belzu, lo con una escolta, lleg6 a Li,na y pasó a Arequi-
conduciendo así s11s fuerzas a una de~trucci6n pa donde fué 111al n:éibido. La revolución en 130-
paulatina, pues el batallón chileilo Colchagua re• livia con1pletó la caída de la Confederación Perú-
cibió al 49 con eficaz fuego a corta distancia con- lloliviana.
que deshizo sus filas.
Entre tanto el Cara1npangue atraves6 el An- ( 1) Episodio citado por Paz Soldán, r¡ue el histori:tdor Hul-
cass y seguido de las de1nás fuerzas de Bulnes ata- nes no pudo refutar. o. c. ¡i. 270. no1a.
(2) Paz Soldán o. c. p. -:72
1 Z4 HI STORIA MILITAR ilr. HOLl\'IA

Yungay no fué, pues un triunfo exclusivo ele


lns arn1as chilenas. D ebióse el éxitc, a la colabo-
ración de fuerzas y jefes peruanos, a la acción di-
sociadora de Velasco y Ualli\'ián en Boli via y a
las n,alas n1edidas tácticas de Santa Cruz en las
diferentes acciones y en el can1po de batalla de Campaña de 1841.- Ingavi
Ynngay. (1 )
L a prin1itiva intención de Gan,arra al inva-
dir el suelo boliviano, en 184, , tiene apariencias
que la explican: ella consiste en in1pedir que el
Gobierno del General Santa Cruz constituya una
nueva an1enaza para el Perú, pero llegado el inva-
sor al territorio patrio se produce en Bolivia una
reacci6n en contra del General Santa Cruz, y así
desaparece el m.oti vo de la invasión. E l General
peruano sigue avanzando entonces en tierra boli-
viana, sin causa que la justifique.
Al iniciarse la invasión¡ el n1ando de Boli,·ia
se lo disputan: el General Velasco en el Sud, el
General ilalli vián clt!!-de Puno y un partido que
representa al General Santa Cruz. Ocasión 1ná~
favorable no podía presentársele al General C'.-a-
n1arra: 80]ivia se hallaba dividida, pero, ante la
( 1) 1~. Camacho. o. c. ¡>. ~3S a ~,1.
Bulnes.-H;storia de la Campana del Perú en 1S3S.
a,nenar.a de una invasi6n, noblen1ente, todos esos
Pa1. Soldán. o. c. ambiciosos del poder abdican sus ideas, se reunen
l' laccncía.- Dfado militar de la c;1n1¡>afta, etc. 1 :-;40. y se preparan para la lucha.
HIS1'bRIA ~11 LITAR D•; ROLl\'I.A
--
t:.\~11':\!;,\ HE 18.p .-lNC,\\-1

El General José Ballivián ton1a el n1arido de La n1oral de un ejército es la más segura ;:;a-
las fuerzas bolivianas; éstas son reducidas, y, para rantía del triunfo, porque ulla batalla, co1T10 n1ani-
dar tie1npo a que los dcn1ás elen1entos del país se fiesta el General Albcnsleben, es una lucha 1noral.
reunan, el General llallivián marcha al encuentro En el ejército boliviano la seguridad del triunfo
del ene1nigo hasta t l uarina, inostrando así su de- se halla profundan1ente ciincntada desde el Gene-
seo de con1batir, e inspirando a sus tropas la con- ral hasta el últin10 soldado. La idea del deber 11 0
fianza en la ofensiva. Al 1nisn10 tie1npo reconoce desaparece ni en los n101nentos de desastre: con10
las fuerzas del adversario, las n1antie11e en cons- pn1eb:i citemos s6lo un hecho; el con1bate de Me•
tante inquietud por n1edio de partidas e inte rrL11TI- capaca.
pe sus con1unicaciones con el Perú, por 1nedio de Este pueblo se hallaba ocupado por tropas
la indiada sublevada. peruanas. Ballivián de.',de Ayoayo nrdenó al Co-
Por estos métodos, el General Ballivián se ronel HerYera, que por sorpresa ataque esas fuer-
presenta como un n1aestro en el arte de la guerra; zas con el batallón 5~ L a incapacidad de este
levanta la n1oral de sus tropas marchando hacia el Jefe hace que el ataque sea n1al dirigido. El ba•
adversario, logra que la indiada se alíe a sus pla- tallón 59 después de un serio combate. se disper-
nes, y, después de reconocer las fuerzas del ene- sa y sin 111ás pérdida que la de los 1nuertos, vuel-
1nigo, se retira paulatinan1ente hasta Sica1,ica, pa- ve a reunirse al grueso del ejército buliviano.
ra espt:!rar allí los contingentes venidos del inte- Esta operación sobre Mecapac.1 nos 1nuestra
rior ele la República. Un Gehcral n1enos hábil el espíritu de ofensiva en el c0111ando del ejército
habría defendido I~a Paz, se hubiera dejado atraer boliviano, la conciencia en todos los soldados del
por esa ciudad, centro in1portante de aprovisiona- deber que tienen hacia la patria y la necesidad de.
n1ientos, y, ~in duda, allí habría perdido vulgar- reunirse despué:; de la derrota. pues todos los dis-
1nente la moral de sus trop;is y con1pro1netido el persos volvieron a incorporan;'.' al ejército bolivia-
resultado de la can1paña. no sin que faltara ninguno.
Ballivián abandona La Paz, que es ocupada L a ejecución de ésta operación 1nostró al ejér-
por Ga1narra. cito peruano, que en todas partes se vería atacado,
1,s- - CAirl'A~-~ tlE 1841.-1xr:,1 VI ~9
HIS1'URIA MII.ITAR DE UOLIYIA
-----~
1

lo que contribuyó a dis1ninuir la n1oral de sus tro- ta reuni6n y desvi6 su c:unino, pac;ando a unn. le-
pas. gua al N. E. :.le Viacha y to1nando el carnino ha•
El 17 de novie1nbre de 1841 Garnarra se en- cia La Paz.
contró nuevamente ell Vüicha, donde había ocu- Para darnos cuenta exacta de l,\.S disposicio-
pado posiciones defensivas y atrincheradas. Su nes de Ga:n;irra ,v de la razón de todos los rnovi-
ejército constaba de 23 jefes, 235 oficiales y 5,119 n1ientos posteriores, hagan1os on trabajo de recons-
soldados con nu1nerosa caballería. titución. Representemos con la in1;iginaci6n un
El General Bal:ivián, en n,enos de 40 días , panoi-an1a. un poco diferente del actual y una to-
pudo reunir, con prodigiosa actividad, un ejército pografía del terreno ta1nbién a lgo diferente. En
bastante disciplinado e instruído que constaba de efecto, Viaeha, el año 1841, ocupaba el terreno
39 jefes, 309 oficiales y 3,788 soldado$. contiguo a_l ten, plo actual y se cxtcndSa l1acia el
I.a intención del General Balli vián era neta- cerro de Santa Bárbara y hacia el ca1nino de l,,,.
1nente ofensiva y tendía a la destrucción de las ja. El cerro de Santa Bárbara do;nina todo el
fuerzas del adversario, único medio de obtener la terreno alrededor de Viacha, excepto .al O. en que
victoria. es don1inado por los cc1-ros vecinos. Delante de
aquel cerro serpentea el río de Viacha, fangoso en
El 17 de novien,bre se dirigió de Calamarca
hacia Viacha. su n,ayor parte., y que constituye un regular obs-
t:\culo. El actual terreno ocupado desde el cuar-
E s de suponer, con bastante fund·;u11ento, que tel antíguo hasta la estación ch;I ferror.arril de Ari-
la pri1nitiva intcnci6n del General Ballivián fué la ca a La Paz y todo lo r:dificado hasta las estacio-
de efectuar un ataque a dicho pueblo ton1ando la nes de los ferrocarriles Oruro - \~i.1cha y Guaqoi-
dirección de los cerros de Letaníás; pero al ejecu- 1,a Paz, forn1aba una vasta. 11,tnura sobre una n1 c-
tar este n1ovin1iento, habiendo recibido la noticia seta de poco relieve.
de que un batallón peruano, el "Puno", se dirigía
ele La Paz a Viacha, para reunirse al cjérr.ito de Garnarra, el día 17 1nand6 ocupar el cerro de
Gan1arra, el General B:1.lli,1ián trató de i1npedir es- Santa Hárbara por su artillería, desde donde podía
17
1 30_ _ _ ll l~TORl.~ ~11 l, l'J•A R !)~; lllll.1\'IA 13 l
- - --
batir con facilidad a todo enen1igo que se presen- General Gan1a1Ta llegó a ser oblícua y sus dispo-
tara de la dirección de Letanías o del can1ino de siciones inútiles.
Calrunarca. Los cuerpos de infaotería, con t·l fl'en - La persecución al batalló:1 "Puno", puede de-
te hacia Cala1narca, ocuparon la z0na con1prendi- cirse, es el o rigen de la batalla de Ingavi, y lá in-
da desde el cerro de Santa Bárbara hasta el cxtre- te nción de n111bos generales al efectuar el uno un
1110 del pueblo, situándose en la cresta de la n1esc• n1ovin1iento tendiente a separar este batnllón del
ta de Viacha. E l ala ir.quierda fué ocupada poi· grueso del ejército peruano, y, el otro, a n,:unirse
st1 nun1crosa caballería, teniendo al frentP. un car1l- con aquél, son erróneos. Los dos jefes de ejérci-
po vasto y llano, favorable a la acción de esta at'• to pierden de vista ei fin principal y se dejan atraer
n1a. ¡.ior un detalle. ·E ste error es pronto corregido
por el General bolí ví« no y el Genel'al peruano se
_En estas condiciones, las posicione~ de Ga- deja engañar y va a s u ruina.
marra eran bien escogidas para la defensa y bien
l,a reunió11 de! batallón peruano no fué in1-
orientadas, si se torna en cuenta la prin1itiva di-
pcdidn, pues ICJgró reunirse a ,;u ejército por el ca·
rección de marcha del ejél'cito boliviano que ten-
111ino de Laja y el General Ballivián con1cnzó a
día a apoyar sus movimientos sobre el cerro de
rnan iobrar e n S\l terreno llano has ta aprovechar el
L etanías, caso en el que le hubiera sido fácil y
prin1er obstáculo y colocarse en condiciones n1á;;
aún ventajoso al ejérCito peruano abandonar una
ventajosas que las del enen1igo.
parte del pueblo de Viacha ,v trasladar su línea
Ante los movin1ientos del ejército boliviano,
de defensa sobre los cerros del O. de Santa
el general p eruano abandonó s us posiciones ~i-
Bárbara y colocarse en una posici6n bastante ven-
gu.i endo a aquél, el que concluy6 po r acan,par en
tajosa.
el can1po de Inga vi.
Pero el ejército boliviano, al llegar a Viacha, En la noche del 17 llovió abundante1nente,
varió de direcci6n y march6 sobre el c:an1ino de lo que probable:nente in1pidió toda continuación
La Paz, en pos del batallón ''Puno" del ejército en las operacione;;. An1bos ejércitos descansaron
peruano, y con este movitniento la posición del tranquilan1ente.
Hl-.T PHIA ~tll.1'1'.-\R PE l?OJ.1VíA CA~fP,\¡;;A PP. 1841 -1:;(;AVf 133
- -- - -- - ----~~
E l can,po de l :1g:ivi es una llanura de insen• di-ones ·' Francos", "Cazadores", •• Husares", bata•
sible relieve. La parte baja está ocupada por pan• lione,; "Salaverry", '·Cuzco", "Pun yan", "L egión"
tanos, que se extienden dt:sde Viacha y son d1fí- y "Yungay" y u1\ escuadrón de coraceros. La re-
cihncnte t r¡¡nsitables, :.obre todo por la caballería :,erva estaba constituida sólo por lo» batallones
y la artillería. El pant;;.110 y la casa de hacie:1cl:1 " Pnno" y "Ayacncho", La artillería se hallaba
ele lngavi son los puntos 1nás notables del can,po c,listribuída al frente de las tropas, protegidas por
de batalla. El pantano existe actualn,ente: rl~ la guerrillas.
casa de hacienda sólo se distinguen los ve:-tigio'>
Las formaciones de. ambos ejércitos eran pa•
de s us cimientos.
ralelas y en orden cerrado. El frente del ejército
El día 18 de noviernbre ele 184 r fué saluda-
boliviano era 1nás reducido que el del ejército pe-
do por an1bos ejércitos con salvai- de artillería y
ruano y C!itO indujo al General Ga1narra a ordenar
toques de bandas 1nilit.ircs, tomándose después
un movi;niento envolvente del ala i?-quierda
sus formaciones de con1b:,1te.
del ejército boliviano y arrojar a este contra el
El ejército boliviano ocupó la parte baja del
terreno, distribuye11do sus cuerpos de derecha a pantano. El General Ballivián cotnprendiendo el
izquierda en el orden siguiente: la derecha por objeto de e1;1'a n1aniobra y sirviéndose co1no pun-
to de apoyo del pantano, retiró a retaguardia su
el batallón 10°. que apoyó sobre el pantano;
ala izquierda, para evitar el movin1iento envol-
sigue a su izquierda, el 12°., 6°. y 8°., cuatro es-
cuadrones y seis pie7-as de artillería en los claros vente.
ele las colu1nnas. Tres batallones, el 5°., el 7º. y Por segunda vez Gamarra continúa sus n10-
el 9°. con el regin1iento de Coraceros, forn1an la vi1nientos¡ el General Ballivián sigue retrocedien•
reserva. La formación del ejército boliviano se do su ala izquierda. Estos retrocesos del ejército
extendió en profundidad. boliviano hicieron que el peruano se dejara arras•
El ejército peruano ocupó la par.te alta del trar por el entusiasn10, y el General G,~marra
terreno, que asciende en pendiente suave, en el efetuó por tercera vez el moviniiento envolvente
orden siguiente: de izquir.rda a derecha los escua• que desordenó un poco su formación. El Gene-
l 34 HISTORIA MJl.t'l'AR JIE flOJ.JVJ,1

ral Ballivián retrocedió nueva1nente f.ll 1ni¡,1na ala,


hasta colucarla apoyada en la casa antigua clt: In-
gavi, hallándose, por esta 1naniobra, sus ala'.5 pro-
tegidas por el pantano y la casa de hacienda d.:
Inga vi, y su espalda paralela al can1ino de La Paz
a Viacha.
La decisión de una batalla depende de un
instante que es hábiln1ente aprovechado, es un
rayo de luz que atraviesa la n1ent1: del general
que con1a11da y le il un1ina toda la situación. El
i1npulso instantáneo que le sigue constit,1y1: ••la
gota de agua que hace desborrlar del vaso" y da
la victoria.
El General Balli vián vió los 1novi1niencos
ejecutados por el General peruano. E$te arras-
trado por un falso entusiasn1t>, ha desorganizado
la forn1ación de sus tropas y ha perdido su lí1v~a
de retirada, dando su espalda hacia Calan1arca . En
este instan te. cuando el ad versa río s<: en con traba
a 200 pasüs, el General Ballivián dirige su bella
procla111a: "Soldados. a los ene1nigus que veí.- al
frente, los vcreís c.:lei:aparecer co,no la nubes cuan-
do las bate el viento", y lanza sus fuerzas sobre la
línea enen,iga. Es el golpe ele ariete que sorpren-
de, a nonada y cli!'persa las dos alas del ejército pe-
ruano en un co,nbate escarnizado y heroico.
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C A~!PA~A n•: 1S. p-lN(;A\'I
- -- - - --'----- ., -
- - - - - - - -1•5
La caballería peruana trata de sostener sus
!uerza,; con cargas sobre el ala derecha del ejérci-
to boliviano; pero aquella ha sido tan n1al colocada
que se empantana y su accicín es inútil, y si salva
de los pantanos es sólo para retirarse en dirección
del D~saguadero, aprovechando de su rapidez.
E l ala derecha del ejército boliviano avanza
en dirección a Pan de Azúcar y así corta el ca-
rnino de retirada de las de1nás fuerzas peruanas,
CJ\le se hallaban ya casi dispersadas. Al centro de
la línea subsiste aún un grupo co1npacto de tro-
pas que se agrupan al rededor del General Gama-
rra, quien prefiere rnorir en medio de sus tropas
sobre el can1po de b:italla, antes que sobrevivir a
una derrota y a la de;;honra. La numerosa reser-
va del ejército boliviano ataca este grupo y lo
destroza.
El resto del ejército peruano se dispersa en el
altiplano y se halla con10 ahogado en medio de
todo un pueblo sublevado, y no teniendo ninguna
línea de retirada, es hecho prisionero, La batalla
ha durado cincuenta ,ninutos.
IJos trofeos de esta batalla son: el General
Gamarra, Presidente del Perú y Generalísimo de
las fuerzas de su patria, 1nuerto en el campo de
batalla con 500 soldados. Prisioneros: el Gene- •
l!IS1"0RIA Mll.n'.~R DE UOl.ll'IA

ral Castilla, 24 jefes, r 50 oficiales y 3. 200 solda-


dos, adc1nás cuatro banderas, ocho piezas de arti-
llería y todo el n1aterial del ejército.
Después de este brillante triilnfo, el ejército
boliviano se dirigió al Perú, donde ocupó Puno y
iVIoquegua durante seis meses. Las negociacioneJ- Guerra del Pacífico
establecidas condujeron a firn1ar un tratado de
paz honroso pai.i an1bos estados. (junio de
Múltiples causas 01igi na ron la guerra que1en
1842). (1).
1879, tuvo que sostener Bolivia contra Chile. Co-
'•Con la victoria de Inga vi dejó de ser 1111 pro-
rresponde a la historia general y diplo1nática c,;tu-
blema la independencia de Bolivia". (2).
cliar en detalle la génesis de este desgraciado con-
flicto para Bolivia que trajo con10 consecuencia la
pérdida de un valioso territorio y la de toda su
cost.i. n1arítin1a, así como la de su independencia
econ6rnica; pérdidas que constituyeron la valla

-~- 1nás poderosa opuesta a su dcse:nvol vin,iento y pro-


greso.
El 111otivo aparente e inn1ediato de la guerra,
foé el in'lpnesto de 10 centavos con qüe Bofivia
g,·avó el quintal ele salitre exportado de su propio
territorio. Chile reclan16 este i1npue1,to que se
hallaba justificado por una transacción y como el
(1).-E. Can1:1cho. o. c. ps. 253 a 262. ejercicio de la propia soberanra de 13olivia. El
S:rntivanc1.'.- Yida del General José Balli vián.
Ap~nte.- L:'I liat.,lla de li1gad. arbitraje propuesto no fué aceptarlo por Chile, pue!i
L . M. Gcr,mán.-Historia de Holivia. su deseo era sólo hallar un pretexto para la con-
(2) .-J. M. Camacito. o. c. p. 159.
18
138 lll~'rORJ,I Mll,JT.,R Ott J\01 .ll' I,\
- - - CIJERRA -- -
DEL PJ.CIVICO

qni!;ta de los ricos territorios bolivi;;nos ele largo .lun1na de 600 soldados de las tres arn1as, con 21
tiempo atrás a,nbicionados. carros de aprovision:unientos, y n1ateriales para la
Sin prévia declaratoria de guerra, el 14 de fe- cor,strucción de puente;; y se dirigió sobre Cala-
brero de 1879, Chile ocupó n1ilitannente el puerto n1a, al través del desierto.
boliviano de Antofaga~ta, cuya débil guarnición, La colun1na chilena frente a Calan1a, (2j
no pudiendo resistir tuvo que abandonar, asi de n1arzo ), di vidi6 sus fuerzas en dos fracciones: la
n1isn10 las guarniciones de los puertos del Nortt', prin1era co,nenzó su ataque a horas seis a. 111. so•
en vi;;ta de las abru1nadoras fuerzas invasora.<;. bre las fuerzas bolivianas situadas en el vado de
Las guarniciones de Caracoles se retiraron sobre ·r opater, dcfet1dido poi· el Coronel Lara, Abaroa
Cala111a d0nde el doctor Ladislao Cabrera, colabo· y varios otros. l{echazando el ataque, A baroa
rado por el Cor,onel Lara, Eduardo Abarca y los atravesó el río en un tablón, pero recibió una des•
patriotas vecinos de esa ciudad, pudo organizar carg;i que lo hirió ino'rtaltnente. I ntin1ado a rcn•
una fuerza de 137 hon1bres arn1ados ele escopetas, clirse, la rechazó con magnifica altivez, y fué CO·
fusiles, carabinas y cuantas arn1as le fué posibl~ barde1nente asesinado.
reunir, con el objeto de resistir el ataque probable La segunda colun1na chilena atravesó el río,
de las ·fuerzas chilenas n1ientras lleg;1,sen los re• por Carvajal, donde otra fracción de patriotas bo•
fuerzas pedidos al interior de la República. li vianos hizo la n1ás enérgica resi~cncia, pero ésta
E l doctor Cabrera se proponía defender el se vió en la necesidad de retirarse sobre Cala,na.
can1ino de Lin1ón Vercle~y, en su caso, Cala1na En vista de la superioridad ele las fuerzas
.
1111s,na. chilenas, el doctor Cabrera, con los restos que le
Las fuerzas chilenas que ocupaban Antofa. qlledaban, se retiró hacia Chiuchiu y aquellas ocu•
gasta en lugar de tnarchar inn1ediata1nente sobre paron la ciudad no sin haber sufrido sérias pér-
Calatna, antes de facilitar la concentración proba• didas.
ble de las fuerzas bo!i vianas en e5e punto, se de· La defensa de Calama 1nostró l;;i decisión que
tu•JÍerun un 1nes en la ocupación de ;!\ntofagast:i . e,xistía en Bolivia para defenderse contra la in va•
El Coronel chileno Soton1ayor, organizó una co- ción chilena, y aunque sus defensores, débiles en
140
- - -- -- - -----
H IS'l'ORIA M 11.ITAJt llE IJOLIY IA GUERRA DE.L PACIJ'l('O 1.p

efectivo, no vacilaron en sacrificarse consiguiencl,, ejército, ya dando los subsidios necesarios para el
así elevar el espíritu nacional y dando 1nuestra-; sosteniiniento de la g11erra.
de no someterse sin combate a una fuerza abru• Sensiblen1ente la situación de Bolivia era
n1adora del adversario. desastrosa. Minada por constantes revoluciones,
Ivlilitannente considerada la 1naníobra y conl• su gobierno en n1anos de un n1ilitar inepto, el
bate <le Calan1a, 1nerecen la crítica de que el ejér- General Daza, su hacienda exahust;i, su ejército
cito chileno debió anticiparla y el con1bate n1i~111q clin1i nuto y la pobl;ici6n sufriendo las cons<::cucn-
iniciarlo envo!viendo a los defensores de Calan1;i, cias de una cruel hatnbruna (1), no se hallaba en
pues la superioridad de las fuerzas chilenas per- condiciones de organiz.,r de ínn1cdi;ito un ejérci-
n1itian e!-to. Así todos aquéllos hubieran caícl,-1 to que pudiera contrarrestar al de Chile, cuya n1i-
en poder de los atacantes. ra constante sobre los territorios de. Bolivia, hizo
En ca,nbio la expedici6n sobre Calama lla111ó que se preparara a dar el golpe de conquista apro-
la atenci6n del Gobierno boliviano sobre la posi- vechando de la situación clifícil por la que atrave-
bilidad de un ava11cc por ese lado, lo que n,ás tar- saba.
de contriburó a inn1ovilizar a la 5<.\ división boli- Sin en,bargo, ante los incalificables atentados
viana que no pudo ser utilizada en el teatro prin- de Chile sobre Antofagasta y Calan1a, desapare-
cipal de operaciones de 'faena y la costa. cieron en Bolivia las luchas políticas; todos los
La defensa de Calan1a honra altan1ente a su5 partidos se aunaron y ofrecieron su colaboraci6n
defensores, y r\.baroa, con su 111uerte heroica, ín- incondicional al Gobierno.
1nortaliza su no1nbrc y dá gloria a J3olivia. El 5 de abril Chili: declaró la guerra al Perú,
La ocupaci6n de Antofagasta y el co1nbt\t.:: con lo que los países beligerantes fueron Chile,
de Calan,a con,novieron honda1nente el espírita por una parte, y Bolivia y el Perú por otra.
nacional boliviano. ·r odos los departa,nentos or- Ninguno de los de1nás estados sudarnerica-
ganizaron y 1novilizaro11 c\1erpos de voluntarios; nos elevó su protesta contra las conquistas de
todos los bolivianos quisieroD contribuir a la de•
( 1),-Sólo en Cocbaban,ba murieron en 20 dia~ más de 6cn
fensa nacional ya presentándose a servir en el personas.
142 fflSTORIA Mll, IT AR DE l!ULllºIA nt'F.RRA n~: L PAC1.-1co 1 -13_
--
Chile sobre Bolivia. L a República Argenti na cu- En el teatro principal de operaciones se re-
ya acci6n, aún pacífica, hubiera paralizado a Chile, concentraron las .fuerzas ele Bolivia y el Perú, en-
no se dej6 si:ntir y aún evitó este te1npera1nt:nto, tre Tacna y el río Loa. En el teatro secundario
c¡ue ,nás tarde tuvo sin duda que lamentar. se n1oviliz6 la 5<!- división del ejército boliviano a
"En vísperas de la declaratoria de guerra, órdenes del General Can1pero, ésta eon la 1nisió11,
Chile contaba C()n dos blindados poderosos y nue- que no !leg6 a efectuar, de operar sobre Calan1a.
vos, cuatro buques de n1a<lera coo un total de 48 El ejército de Bolivia a órdenes del Ge-
cañones y un ejército de , 5 ,000 hombres. El Pe- neral D.1za, llegó a Tacna el 2 ele ,nayo de
rú tenía dos blindados débiles y viejos, dos bu- , 87q, con un cfecti vo de 8 ,000 hon1bres cons tituí-
ques de n1adera y dos monitores de río, con un dos en cuatro di vis,iones. Trató;;e igualn1entc de
total de 32 cañones, y un ejército de 3,000 hom- forn1ar otra división con todos los bolivianos resi-
bres. Bolivia no tenía ningún barco y su ejército dentes en l 'arapacá, pero en la i1nposibilidad de
apenas llegaba a 1,200 hon1bres". ( r ). Aden1ás hacerlo tuvieron és tos que incorporars_e a la divf-
Bolivia se hallaba s in armas ni equipo para el sión peruana Río.;, 4ue 1ná.o:; tarde, ·en uni6n con
ejército que debía n1ovilizar. l ,as fuerzas que las fuerzas peruanas, en la b:ttalla de 'farapacá,
1nás tarde ,;e enviaron a Arica, sólo allí pudieron dieron "el único día de victoria que contaron los
ser arn1adas. ejércitos de l:.t alianza''.
Declarada la guerra, el teatro principal de El l'erú con1etió el grave error de expulsar :.t
o 11eraciones abarcó desde el Norte de T.\cna los chilenos de su territorio, los que conocedores
hasta el río Loa; al Oeste~ el n1ar P acífico del del terreno y habituado;; al cli1na del desierto, f,.1e-
Sud, y al Este, los desiertos de la costa y la cade- ron el 1ná~ valio;;o ele~ento con que contó Chile
na de los Andes. El teatro secn,1dario de ope- en los mon1cn tos n1ás decisivos.
raciones pudo ser el Sud de Bolivia, teniendo co- L a dirección supren1a de la guerra le corres-
1110 punto de vista Calama y Antofagasta. · pondió al P residente del Perú G.:neral M:.triano
l. P rado, en virtud del tratado de alianza defensi -
( 1).-J. M. Camacho o. c. p. 2~z. vo finuado entre Bolivia y el Perú.
14.:.
f__ lflSTORIA )111,l'l'AR DE HOLIVIA /;l/>:RR,\ DF.I. PA CI ~·rcc, ,45
- -- -
Con10 consecuencia de la situación geográfi- Sin e1nbargo, durante cinco n1eses el Hua~-
ca del teatro prii1cipal de operaciones, Chile nece- car, a las órdenes de su inco111parable Co1nancla11-
sitaba poseer el don1inio n1arítin10 de la costa del te Grau, con sus audaces excursiones en la costa
l'acífico para trasportar sus fuerzas ~ los territo• del Pacífico, llenó de intranquilidad a Chile, des•
rios del Sud de Rolivia y del Perú. Por consi- tru ye,,do i nfntignble todos los elen1ento., n1aríti-
guiente, el pri1ner período de la guerra fué marí- n1os de Chile y consiguió apre.,ar al tr.-i,porté chi•
tin10. leno Rin,ac que conducía un regin1iento de ca•
La escuadra chilena con1enzó por bloquear ballerí::1 e in1portantes ele1nentos bélicos para el
lquique y bon1bardear Pisagua así con10 los puer- Norte.
tos y caletas de la costa, sin previo anuncio a las Chile no podía hallarse tranquilo sin la des-
poblacione~ indefensas y cometiendo actos jnjus• trucci6n clel Huascar, 1)ara lo que concentró sus
tificados de piratería. n1ejores u ni dad es. En Angan1os, el 1-1 uascar tu•
Sólo la escuadra peruana podía contrarrestar vo que luc:har heroicamente contra la cseuadra
la acción maríti1na de Chile, la qué a su vez tomó chilena. El co:nb:i.te fué tenaz y heroico como
la ofensiva. A tacó, a órdenes del Co1nanclantc pocos en Sudamérica, y el Huascar cayó en n1a-
Grau, en Iquique, a las corbetas chilenas Esn1e- nos del adver;;nrio cuando su Con1andante y casi
ralda y Covadonga y al trasporte La Mar. El toda su tripulación habian perecido y cuando es-
n10nitor peruano Huascar envistió con su espolón ta ya habrió las válvulas del buque para hundido
a la Es111er,1lda y la echó a pique no sin antes ha- antes de perrnitir que cayera en manos de Chile,
ber con1batido lo;; tripulan.tes chilenos con valor y lo que no pudo efectuarse.
haber n1uerto heroican,ente su Con1andante Ar- Grau, el prin1er n1arino sudamericano, so;;tu-
turo Prat. La Covadonga huy6 perseguida por vo con brillo i ncon1parable el prestigio de la ,na-
la fragata Independencia, pe1·0 éstn choc6 contra rina peruana y retardó la actividad guerrera de
unos escollos y ;;e varó perdiéndose totaln1ente. Chile en tierra por 1ná;; de cinco meses, pern,itien-
(1nayo 21 ). Esta pérdida no fué con1pen;;ada pa- do a los ejércitos aliados reconcentrar sus tuerzas,
ra el Perú con la de la Esmeralda. arn1arlas y eqniparlas. Chi le no pensó que una
19
1,16 HISTOR IA ~IILITAR DE HOLl\.lA

escuadra tau débil con10 la peruana pudiera opo-


nerle tanta re¡;istencia. Cuando desapareció el
Huascar de la escena de la guerra junta1nente con
su c:on,andante, Chile respiró. E11tonccs, dueño
del Pacífico, con toda seguridad en el n1ar, pudo
iniciar sus ope1·aciones en tierra. Cuán diferente Pisagua
habría s-ido la situación si el Perú y Bolivia hu-
bieran contado con una escuadra n1ás uoderosa.!

EL 2 ele novie1n bre de 1879 el pue1·to de Pi-
Error inicial de la can1paña fué el de los alia- sagua, que J;C hallaba defendido sólo por dos bata-
dos el haber repartido en cordón todac; sus fu erzas llones bolivianos, el lndc})endencia y el Victoria
con un gr.\n frente desde el Norte de l 'acna hasta y una colun1na peruana, (1,095 soldados y 2 caño-
el Loa, ocupando los puertos y caletas de la costa. nes), tuvo que sttfrir el ataque de la e.c;cuadra chi-
Débil este sisten1a en todos los puntos, fllé difícil lena co1npuesta de un blindado, una corbeta, dos
impedir el descn,barco de las fuerzas chilenas en cañones, dos cruceros y 20 t1·ansportes.
cualesquiera de ellos. lVlás atinado hubiera siclo L as tropas conducidas ascendían a 10,000
forn1ar grupos con1pactos de fuerzas en el interior hon1bres de todas las arn1as dotadas de sus res-
de la costa, pero suficienten1ente pr6xi1nos a ella, pectivos apro visionamientos.
vigilando con débiles efectivos la costa n1isn1a. Pisagua no tenía como defensa de su costa
Así toda tentativa de desem barco hubiera hallado n)ás que "dos piezas de a ciento rnontadas a toda
sien1pre un obstácl.llo, y, después de efectuado, las prisa en los extremos de la bahía llanu1.da pompo-
fuerzas aliadas hubieran podido acudir reunidas al sa1nente batería por los chilenos''.
punto an1enazado y presentar una batalla con pro- A las 7 de la n1añana la escuadra abri6 su
babilidades de triunfo. fuego contra las dos piezas citadas que pronto fue-
ron puestas fuera de servicio. 1'odos los buques
bon,bardcaban la población y las po,;iciones ocu-
padas por los defensores. En seguida se presen-
1.18 HlSTOll lA MILITAR 1)1•'. llOl.l\'l,I PlSAOUA

taron chalupas atestadas de soldados dispuestos al dcrosa 1nác¡uina que nunc.i. falta a su con1etido;
clesen1barque, pero por dos veces las íuerzas de- con una n,ala oficialidad es un cero a la izquier•
fensoras las obligaron a rc::troceder. Fi11aln1ente da". ( 1)
el :néendio de 1nás de 5 0,000 quintales de salitre S i esta crítica cabe a las fuerzas aliadas, Chi-
ocasionado por el bon,bardeo, y el dese1nbarco de le que ta1npoco poseía n,ilitares de talla ni un buen
una división chilena en Junín, que an,enazaba el co1nando n1ilitar, hubiera procedido n1ás correcta•
flanco i7.quierdo de las posiciones de los ::diados, 1ncntc a) ocupar A.rica que se hallaba desguarne-
obligan.in a éstos a abandonar Pisagua, c11 ya de- cido hasta los prin1eros clías de abril, con10 opina
fensa, a pesar del heroico co1nportan1iento de las tan atinadan,ente el Gcnei"al boliviano Can1acho.
fuerzas aliadas, ya se l1acía i1nposible. "Si así con10 tenía Chile sus c1nprendedores di-
Pero lo más grave no fué el abandono de P i- plo1nático,:, hubiera tenido tan,bién n1ilitares de
sagua ni su pérdida, que dada la superioridad nu- igual audacia" la ocupación de Arica hubiera traí-
n1érica de los chilenos no podía n1ás que retardar• do con10 consecuencia la decisión n1ás inn1ecliata
se: lo grave y cen~urable fué que las fu erzas alia- de la guerra y favor"blc a Chile.
das al retirarse al interior de la costa, nv hubieran En efecto, ,.\ rica y 'faena eran los puntos in-
inutilizado todo el 111,,terial del ferrocarri 1, los de- dicados para la concentración de Jas fuerzas alia-
pósitos y destiladeras de agua que cayeron intac- das. De Bolivia los c'an1inos n1:ís directos a la
tos en poder del enen,ign; 1nateriales que le sir- co;;ta llegan a A rica. .'-\dcn1á!-, l:is dos poblacio•
vieron 1nuchísi1no en sus opcracíonc::; ulteriores. nes citadas y sus valles próxirnos, poseen recursos
y 1nedios de subsistencia que no poseía ningún
"La resiste11cia (de Pisagua), obra principal- otro punto de la costa.
n1en te del soldado. fué gloriosa, heroica. La reti- Al efectuar Chile su desen1barco en /\rica,
rada y todo lo <¡tic se relaciona con la dirección , cuando aún este punto no se hallaba suficiente-
obra cxcl11si,,a del oficial (y del Con1ando), fué 1nc11te defendido, hubie1·a aislado totaln1ente a las
en1inentc1nente disparatada''. "Con una buena
oficialidacl el soldado si no es un león, es una p()- ( 1).-Cnh-nno.-Citado por E. Camncho. o. c.
150 HISTORIA ~IILITÁR l>E ROLJVIA
---"' - -- -- - - -- -__..::..

fuerzas aliada:- de Pisagua, !quique, etc., y hubie-


ra in1pedido la concentraci611 de las ft1erzas alia-
das en Tacna. I,as prin'ieras se hubieran visto
obligadas a abandonar el Sud de la costa casi sin
combatir, sufriendo las consecut!ncias de una lar- Combate de San Francisco
ga travesía por el desierto, siguiendo los senderos
de la falda de los A ndcs para incorporarse a las Co1no consecuencia de la ton,a de Pisagua,
fuerzas de la alianza situadas al Norte, y las pri- las {uerzas aliadas que ton1aron parte en su defen-
vaciones )' fatigas habrían concluído por des1no- sa así como las que guarnecían lquiquc, se con-
ralizarlas o por ocasionarles graves pérdidas. En centraron en Pozo Alinonte.
caso de resistir en Pisagua, Iquique, etc., su de- IJa situaci6n de estas tropas era de~astrosa.
rrota ta1nbién era casi infalible. Colocadas en regiones áridas, desprovistas de todo
En cuanto a las fuerzas conducidas por Daza recurso, sometidas a un clin1a seco donde el calor
a ·racna y las peruanás del General Prado, ya no abrumaba durante el día, y en la noche el frío era
hubiera tenido lugar allí su concentraci6n con el intenso y las h1archas eran fatigan tes, pues el tc-rre-
desen1barco de las fuerzas chilenas en Arica. Qui- no removido de las salitreras hería los piés de los
1.ás esta operaci6t1 hubiera producido otra conse- hon1bres y de los nnin1nles.
cuencia de n1ayor i1nportancia: la separaci6n de las Segúh la opini6n del General Can1acho, el
fuerzas del Perú y de Bolivia, cada una de estas ejército de Pozo Aln1onte no tenía más que tres
con la 1nira de defender su propio territorio. ca1ninos: 19, retirarse sobre Arica por l 'arapacá,
siguiendo el pié de la cordillera para reunirse con
las fuerzas de 1'acna, 2c.>, reunir en Tarnpacá el
ejército del Norte y el del Sud para n1aniobrar so-

-~ - bre el enen1igo y -39 efectuar un avance conver-


gente de estos dos ejércitos para ton,ar al ene1ni-
go al centro.
HISTORIA MILITAR DE RQL1VIA COllllATE DE SAX FRA~(·1~1·0

La prin1era resoluci6n parecía 1nás fa vora- r:un él y Daza (Co1nandant<! de las fuerzas boli via-
ble; la segunda tenía la desventaja de no poder nas en Tacna,) al frente del CT-1en1i¡;o".
n1antener tan n•11ne:-osos efectivos en regiot1es Según inforn1ación verbal del actual General
tan desprovistas y cuyo ca1nino de retirada pre- boliviano RoscAdo R. Rojas, que concurrió a la
sentaba su fl anco al ene1nigo, la 3:(l situaci6n era acción de Sa,n Fra,nci,sco, al que escr.ibe estas lí-
tnala porque la reuni6n concordante de clos ejér- nea,; el ej,é reitoaJi;ido de Pozo / \ln1onte poseía un
citos, en presencia del enen1igo, es casi sien1- exeelente espíritu y s,1 deseo era co1nbatir cuantó
pre itnposible: a1nbos se hallarían en condiciones antes. Las fuerzas ::tliadas eran superiores a las
ele no conectar exacta1nente la hora de reuni6n fuerza:; chi-lenas, a horas 6 a-. 111. del día 19 ele no-
desde situaciones convergentes y existía la posibi- vicn1bre, cuando estas llcga1·011 frente a las posi,
lidad de ser batidos en <letal. ciones c.hiilenas situadas en S an Francisco. l,a
n1archa nocturna de las fuerza.~ aliadas, et1 la no-
El General Prado, Di rector de las operacio-
che del 18, si hi~ 1 habíalas fatigado algo, bastaba
nes ele guerra desechó el prin1c!· plan n1anifestan-
uu. pequeño descanso para reponerlas. Opina
do que las fuerzas peruanas debían sucun1bir de-
iguain1cnte que en esas circu!lstancias €'1 ataque a.
fe ndiendo Tarapacá. E sto <!ra no tener idea de
las posiciones chilenas, por n1edio de una n1anio-
la n1anera de conducir operaciones n1ilitares: el
bra correcta y en orde·n, ten ía probabilicladc:: ele
honor ele un Estado no se defiende sacrificando
éxi tn.
sus fuerzas cuando por hábiles n1aniobras puede
-conducírsclas al triunfo, que es el honor suprcn10. El ejéFcito, aliado a la hora citada, con"taba
de 8,055 ho111bre'-, de los cuall·;; ,~. 1~6 eran perua-
El segundo plan fué adoptado, pero en una nos y 3.859 boliv.ianos. El ejército chileno situn.-
{orn1a incorrecta. Se concert6 ''ton1ar entre dos do• e1:i Sa,n Fra1~cisco. con.taba con 6,000 hon1brés
fuegos las posiciones chilena.'-; se previno al Ge- -
y 34 canones.
neral Duendía (que comandaba las fuerzas alia- Nos0tr0s a-ceptan1os esta idea. I .a solución
das en Pctzo Almonte) arreglar las operaciones de n1ás t.·1.1vorable Qra el ataque, a n,ás tardar a hora~
su ejé1·cito, para que en cierto día y hora estuvie- 1-0 a, ra~., contra las fuerzas chilcn~s que por mo-
20
1 5,~ lfJSTllRI,\ ~ll l,l'rAR ni; J',QJ,JVJ,\ CO~lílAJ'E DE s.,N FRA N(;ISCV
---
n1entos recibían n1á, refuerzos. Concertadas las en pésin1as condicione!-. Se inició é;;ta en las ho-
1nedi<l,\'> tácticas apropiadas al caso y efectuando ras n1ás calurosas del día, y por úl ti1no, llegada;;
n1aniobras conducentes sobre el flanco enen1igo, las fuerzas a Ca1naroncs., Daza puso obstáculos ni
Lt de,trucción de las fuerzas chilenas, que sr ha- av-ance que a gritos pcclía11 lo,- jefes y oficialtcs
lla:,:i.n dividida<; en do; fracciones, en Pisagua y bolivianos, así con10 la tropa, para acudir a la cit:i
en San Fra nci!ico, hubiera traído con10 conse-· de honor.
cu~ncia el echarlas nueva1nente sobre Pisagua, Daza r~troce<lió a Arica.
obligándolas a reembarcarse en condicioi1es desve n- "Este d ice Caivano, tan to por el prestigio ele
t:ijasas o destruirl:is, si el ataque se llevaba a ca- que gozaba cuanto por las tropas que tenía a sus
bo con.energía. órdenes, era una fuerza fonnidablc y su retirada
En caso de no tener favorable solución el Íl1é un verdadero desastre para las rcpúblic:1s
ataque, siempre quedaba la posibilidad de r<::tirar- aliadas". ( 1)
se sobre Arica, pero era obligación de estas fuer- El General Prado, Director de la guerra ,-in
za,- tentar la suerte de las arrnas antes de desn1u- desaprobar la conducta ele Daza, dió orden al G e-
ralir.arlas con una retirada sin conibate. neral Buendía para que atacara a las fuer7.as chi-
Entre tanto, el gobierno de Chile trataba de lenas sin esperar ya a las de Dar.a que contrainar-
separar a Bolivia y al Perú, insinuando por dife. chaban s·obre Arica.
rentes medios en el ánirno de D aza, la idea de El 18 de noviembre el e jército aliado esta-
abandonar la guerra en cambio de ventajas terri. ba concentrado en Negreiros: el 19, a l an1ane-
toriales, nueva den1arcación de fronteras y asigna· cer, después de una penosa n1archa que no des-
ción de ·racna y Arica a Bolivia. Al efecto, Da- alentó a las tropas, se hallaba frente al cerro de
za tuvo largas conferencias con los comisionados San Francisco que estaba cubierto de fortificacio-
de Chile, N. Pcró y Luís Salinas Vega. nes pasajeras, artillería y fuerzas chi lenas.
D aza que recibió orden del General Prado, Las fuerzas aliadas, separadas en dos fr:iccio-
para 111:irchar con sus fuerzas al punto <le la cita
a que he111os hecho refe rencia, cf~ctuó su 1narcha ( 1),- f.. Camacho o. c.
_ ~.5_6 _ __ Flll-'IORli\ MIT.11'AR n•: 1101 ,1\'IA CO'.\I R.-\1'& DF' SAN F~A N_c ,_~_c o_ __ _ 157_

nes, ocuparon una el Sud, otra el E ste de dicho bre las fi, erzas aliadas, e ínn1ediat:unente el ala
cerro y recibie ron orde n de descansar, derecha aliada ton1ó las annas y en1prendió el
En el Co,nando aliado no e xis tía unidad ataque bajo el ené¡·gico, pe ro desconcertado i1n-
de pensan1iento, El G :!neral Buendía opinab:-i pttl;;o del General González. El ala izquierda s6-
por el ataque a las posicio nes chilen::i;; en la tar- lo a eso de las 4 de la tarde fué lanzado al ataque.
de del día t9 y su jefe de I~~ti\dO l\-layor opinaba E.l asalto a las posiciones chilenas fué tan
por poste rgarlo hasta el día siguie nte. Co1no con- e nérgico que fracciones del ala derecha aliada
cuencia de esta divergencia de opiniones, las ór- consiguieron ocupar la cresta del cerro y aún apo·
denes, impartidas eran tan1bién contradictorias. derarse de algunas piezas de artillería, pero el
Mientras descansaban los aliado;;, incesa nte- desorden y el desconcierto rein;iba tanto en el
n1ente llegaban trenes con fuerzas chilenas que ataque corno en las medidas ton1adas.
reforzaban a las que ocupaban el ce1To de San "La noche vino a finalizar aq uel desorde n sin
Francisco. Cada n1omento quepas-aba se agrava- eje1nplo, de la que aprovecharon las tropas (alia-
ba más la situación de aquéllos y el atayue se in1- das) para dirigirse a Tarapacá o a B1>livia. f\que-
,
pon1a. llo no fué un con1bate ni escara1nuza s iquiera,
El G ene ral Buendía ordenó a su Jefe de Es- puesto que no había plan a cu ya consecusión se
tado Mayor que atacara la posición chilei1a por el dirigieran esos sacrificios; fué, por decirlo a~í. la
flanco izquierdo 1nientras Buendía en pe rsona ata- den1encia de un ejército tocado de frenesí . ... ".-
caría por la derecha. "Cuando al siguiente día el ejército chileno pe n-
Sin e1nbargo, los cuerpos en su n1a yor parte, saba aprestarse para el co1nbate preludiado en la
habían recibido orden de no atacar sino al día si- víspera, fué anunciado por la pri1ne ra claridad de
guiente y en consect1encia to1naban sus dis posi- la aurora que la batalla ya había pasado, y que él,
ciones para preparar el rancho y la caballerta se q\le nada hizo para vencer, e ra el victorioso". ( 1).
proveía de forraje. ( 1),-E. Camacho o. c. p. 399.
. En estas circunstancias, se sintieron algunos
tiros de cañón dirigidos desde las posiciones so-
Tarapacá
Después del desastre de San Francisco, el
General Buendía pensó retirarse con sus fuerzas
por Tiliviche ~obre Tacna y enca1nínose, el n1ismo
día de la batalla, en esa dirección, pero extraviados
los guías en la noche, se ton1ó la detenninación
de retroceder hacia Tarapacá para tomar el cami-
no por la falda de la rinconada.
L a retirada fué dolorosa por la falta de víve-
res y agua, y desordenada por falta de medidas
del Co1nando, hasta que el 2 2 las tropas, casi ex-
tenuadas, llegaron a la aldea de Tarapacá.
El General Buen día, o n1ás bien, su Jefe de
Estado l\Iayor, tuvo la oportuna idea de llan1ar a
la división Ríos que se hallaba en Iquique, la que
después de uua penosísima 1narcha llegó a Tara-
µacá el 16.
L os aliados tenían en T arapacá alrededor de
3,300 solclaclos, pues ya 1,100 se hallaban en Pa-
,60 li l~ l'i•l,:J .\ )11 1.-l'r.\ R P I•: ¡;q J,I V L-' TARAl'ACA
- -- - - - - - - - -- - -- - - - -16-·1-
chica en 111archa hácia Arica. S<.:gún inforn1es chas cerros, puede sin n1ucho esfuerzo in1pedir la
verídicos, r,300 s0ldados eran bolivianos. El res• salidn de tropns considerables''. ( 1)
to era de soldados peruanos. Las fuerzas nliadas situadns en el fondo de la
Entre tanto la inercia del ejército chileno era q uebrada, se hallaban descuidadas sin puestos
inconcebible. Despué;; de S:\n r·rancisco, al día de vigilancia y se vier0n sorprendidos por lns tro-
siguiente de la acci6Ll, bajaron a la llanura donde pas chilenas en circunstancias en que preparnban
encontra_ron el materi-al y eañoncs abandonado,; su miserable rancho.
por los aliados y se convencieron de su vii:/pria, El día 27, el Coronel Arteaga con las fuerzas
pero, "n1 así se ani,a16 el General E:,:cala a desta• de su destaca1nento, pudo sin obstáculo tomar
car U.lil'<l f ttc,za dft persec.uci6Li de los- derrota<lns". sus n1edicla.c; pnra el ataque. Dh·idi6 estas fuei--
"Pa:saro1'l> eu-a bro días sin q u;e el enen~,igo hubie ra zas en tres fracciones: la prirncrn, a órdenes del
dado señales de viG!-a, hasta que el 24 de novicn1· Coro1,el Ran1íre7., atacaría por H uariciña, al-
b~e el Co110mel A rtcaga sa-lt6 del Cuartel General dea que se encuentra a dos 111iJla5 de T nrnpacá,
chilemo, c011 noticia de que los a liados clispersos se al S. O.; la segunda, po~ Quillagua, a órdenes de
reconcentraban en Tarapacá". ( 1) Santa Cruz por el N. E., y la tercera, a órdenes
S61o enhonces se destacó c1na di vi~i6L1 chilena del misn10 A rteaga, por la alturn que do1nina Ta-
de 2,400 hon1,btres p;·@vis ta de attillcr-ía y caballe- rapacá.
ría, contra las fu erzas aliadas si tu1adas e1~ 1:·a rn-
Apercibidas las fuerzas aliadas, aunque tar-
pacá, qu:e no cc..n~ta-baL1 eo11 artillería ni caballcr.ía.
díamente, cuando las fuerzas chilenas coronabah
"T;u:apacá es un vill.orrio que ;:e hall;:i. si tuado lns cin,as, no se intimidaron ante In desesperante
en el fondo de una ptüfunda q,u1:brada y circun• situación en que se hallaban, y al toque de gene•
dada 1por ce,:ro:; áspe1:os y e1npinnck,;:. A~í es que rala se reunieron en ia plaza de Tarapacá y toma•
una peql!eña f1:1erza 1~oscsionada de la cin1a ~le di- ron rápidamente sus n1edidas para el contra- atn-
qtte.
(1) E. Viscarra.-C:xtraclo l'! istórico ele :a Guerra del Pací·
lico, 1,1. 1.1.:1- L.J:Z'. ( 1) E . Viscarra. o. c. p. J .¡2.
21
,Gz Hl~TORTA )lrLITAR DE IJOLJVIA
- 'CARAPÁ CA

El Coronel Cáceres, Jefe de la 2~ división, La división Ríos, protegida por las fuerzas de
e:scal6 apresurada111ente con sus fu 1:rzas el cerro, Cáceres, consiguió ta,nbién rechazar a las fuerzas
y, a pe:;ar del fuego intenso del adversario, consi- ele Santa Cruz en Quillaguasa.
guió apoderarse de 4 cañones y rechazar el at:iquc P or últi,no, la presencra de la división aliada
chile110 por esa parte. Volviero n los chilenos a de Pachica obligó a las fuerzas chi let1as, con sólo
atacar a la 2" división, pero tuvieron que retirarse dos descargas, a retirar!'e.
nueva1ncnte con pérdida de otros dos cañones y Los aliados, sin en,bargo ele haber obtenido
nu1nerosas bajas. e~ta victoria en un con1bate de ' seis horas, no pu-
Entre tanto el Coronel Ilolognesi atacaba a dieron perseguir al enemigo por falta de artillería
los chilenos en dirección de Huariciña donde la y caballería.
lucha fué sumamente encarnizada hasta verse el D espués de algunas horas de cle.r;canso, las
enen1igo rechazado. Abandonó éste annas, heridos _fuerzas aliadas prosiguieron su 1narcha sobre A rica,
y la bandera del 2 9 de línea. Durante 20 días marcha ron con un sol abrazador,
El batallón boli viano •• Loa", hizo prodigios la fatiga agotaba las fuerzas de los i;oldados des-
de valor. Para atacar, ''no se hizo esperar 1111 ins- calzos, la sed que experimentaban era intensa y
tante; las fatigas, sus decepciones y sufrin1ientos, los vfveres escasos¡ donnían sin su ficiente abrigo
fueron olvidados al ver que había llegado el 1110- con el trío intenso de las noches que paralizaba
111ento tan anhelado por él para encontrar~e con sus n1ien1bros: 400 soldados perecieron en esa n1ar-
los chilenos. El " l,oa" estaba en todas partes pe- cha y sólo el 18 de dicien1bre pudieron llcga,r a
leando, hasta conquistar dos banderas, dos caño- Arica.
nes (ya citado,), y ca1nbiar sus viejos "chascepot'' La batalla ele Tarapacá fué el único triunfo
por el ''comblain " del ene1nigo". ••Ni un momen- ele las armas aliadas en la desgraciad::i guerra del
to se puso en duda s u arrojo", y "el General en Pacífico.
Jefe peruano felicitó, e11 el ca1npo de batalla , la U na retirada no indica sien1pre una derrota,
heroica conducta del "Loa", abrazando a so jefe y si las fuerzas aliadas después de la destrucción
con sinceridad y entusiasn10". de los chile nos en Tarapacá, se retiraron, prr)ce-
HISTORIA ~llL IT,\R DE no t11·1,1

dieron co1Tecta1nente: su n1isión no era seguir con1-


batiendo sin probabilidades de éxito en el Sud:
ella era la de reunirse con las fu erzas ele Arica y
' faena.
La batalla de Tarapacá n1uestra algo 1nás: la
n1oral de las fuerzas aliadas que luchando contra
todos los elen1entos, no se abatía 1ti con la sorprc• Batalla del Alto de la Alianza o de Tacna
sa, ni después de los infortunios anteriores a la
condición de hallarse bien con1ancladas y que los IJa situación política de Boli via y del Pcr·:.í
jefes s upiesen cun1plir su deber. s u fría profundas n1odi ficacion es. El General Pra-
' fan1bién es de justicia rendir el hon1enaje do ;1bandonó }\rica, dnndc con10 D irector tic la
que n1erecen los adversarios. Nadie podría expri'!• g uerra, no había sabido descn1peñar su papel; se
sarlo n1ejor que el que tuvo que co1nbatir contra dirigió a Lin1a. y pretextando obtener arn1an1e11to-;
ellos, el General Can1acho: "No son1os los únicos, partió para E uropa.
d ice, que nota1nos ese contraste de la flema de los
El General Daza, q ue había perdido todo s .1
generales chilenos, con la fogocid.1d y ardin1ieDt•)
prestigio e influencia desde la retirada de Ca,na-
ele sus soldados y oficiales s ubalterno;;; est o lo ha:1
runes, fué des ti tuído ":;in estrépito, con todo o rcle:1
cens urado hasta sus n1is1nos con1patrio~as con1,)
y circunspecci6n" por las fu erzas bolivianas d e
Vicuña l\1ackena".
'faena encabezadas por el Coronel Can1acho, y
tu vo que en1barcarse tambiéi1 para Europa.
Este 1novin1iento, fué si111ultánea1nente apo-
yado por toda la l{epúbli..:a de Boli via.
El General Narciso Can1pero y D . N icolás
de Piérola, fueron procla,nados Presidentes de
Bolivia y del Perú, respectivarneote.
1 66 HISTORIA MILITAR OE HOLIYlA ___
llATAl,I.A Dl,;I, ALTO OE LA Al, IAN7,A o ra; TAl::,!A 167_ _
------ ·- ---
El ejército aliado tuvo r.101nentá11ea1nente co- "Ante tales y tan inevitables dificultades, no ha-
1110 jefe supn.:mo al Contraaln1irante Lizardo l\1on- bía ,nás que resignarse a pern1anccer en Tacna y
tero, que al n1is1110 tie1npo con1andaba las fuerzas organizar la defensa en la 111ejor forn1a posible,
peruanas, y el Coronel Eliodoro Caiuacho, fué <Ir.- buscando en el terreno y en los ardides de guerra
signado jefe del ejército boliviano y subordinado la n1anera de equilibrar tan desiguales fuerzas". ( 1)
a aquél. Con10 se vé, por lo expuesto y por lo que des-
El ejército aliado reconcentrado en 'faena plléS indicaren1os, el espíritu del Con1ando del
esperaba el nuevo ataque de las fuerzas chilenas, ejército aliado era el de una defens;,. activa.
ya sea que éstas 1narcharan por tierra desde !qui- Pero aún necesitaban los aliados n1ás refuer-
que o desen1barcasen en un punto al Norte de zos. La 5n. di visión, a la que con ansia se espe-
Tacna. raba ftié n1inada por espíritus deslr.ales ante la
"Conocíase 0011 evidencia la superioridad níi- causa nacional y se rebeló en Viacha, no por evi-
mérica del ejército chileno y sus ventajas en caba- tar el concurrir al can1po de operaciones, sinó ins-
llería, artillería y n1edios de n1ovilidad respecto al tigada por agitaciones de política inten1a y a1nbi-
aliado. En tal estado convenía eludir una des- ciones personales. Este escandaloso suceso h1é
ventajosa batalla can1pal, con tina retirada, sea pa- pronto rernedindo por el General Can1pero quie,1
ra au1nentar las fuerzas con los recursos propios organizó una di vi,,;ión de 1,500 horn bres que la
o para mern1ar los enemigos con las hostilidades envió a 1'nc:na. Con este contingente el ejército
de guerra".-"La retir.ada obligada era sobre A re- aliado contaba I 1,200 hon1bres que debían opo-
quipa, para recibir refuerzos del Perú y de Boli- nerse a los 22,800 del ejército chileno.
via, que a 1'acna no podían llegar al inenos del D esde la acción de 1'atapacá y sólo después
primero. Mas la falta de movilidad para el trans- de tres n1eses, a fines de febrero de 1880, el ejér-
porte de víveres, para r0,000 ú 1 1,000 hon1 bres, cito chileno dese:nbarcó en Pacocha, al Norte de
su parque, ambulancia, etc., y de cabalgaduras pa- . Arica, sin encontrar resistencia.
ra escuadrones y oficiales, que en su mayor parte
se hallaban a pié, hacía imposible tal operación". ( 1) 1::. Ca macho. o. c.
16S _____
.:..:,.:__ ITISTORIA ~llLITAR DE JlOLH'IA
l, A'l'Al. l, A DEI, Al.TO DE l.,\ ,ILl,\N7.A O lYE 1',ICN,\ 169

Aclarada la situación para los aliados, cuan•


cho, con10 Jefe disciplinado, tuvo que someterse
do conocieron el punto de dese1nbarco de aque-
tanto n1ás cuanto qne las circunstancias se habían
llas fuerzas, se imponía la necesidad de diseñar ,nodificado por el transcurso del tien1po y por las
u11 plan de oper<1,ciones.
operaciones del ejército chiléno.
El n,ás distinguido n1ilitar con que contaban Si el ejército chileno actuaba a in1pulsos de
los .iliados, era el Coronel E. Ca1nacho, en quien las decisiones de civiles que for111aban parte del
se hallaban reunidas las condiciones de innegable gobierno de Santiago, que proyectaban plane~ ?e
valor y el conoci1niento razonado de los princi- opcracioaes, el ejército aliado ton1aba las op1n10-
pios de la· guerra. Dicho coronel presentó a la 11es de los funestos consejos de JU.e1·ra que se su-
consideraci6n del Director de la guerra un pro- cedían. El Con1ando aliado no sabía ton1ar sus
yecto de plan de operaciones que en principio fué resoluciones por sí para llevar la re~ponsabilidacl
aceptado a pesar de que el General Montero se de ellas desconociendo la n1isi6n que le corres-
inclinaba n1ás a permanecer en 1' acna y el Coro- pondía.
nel Camacho "insistía en que se n1archara a San1a
I~os aliados al tener conoci1nie.nto, por infor•
para ton1ar la defensa activa''.
1nes del Coronel Albarracín que se hallaba en Sa-
L.as razones en que se apoyaba el Coronel
n1a1 de la aproxin1aci6n de la ,·anguardia chilena,
Can,acho eran 1nuv , fnndadas.
celL!braron un segundo consl'jo ele guerra en el
Pero pasaron los días y el plan perdió el n1é•
que el Coronel Ca1nacho insist iJ n~1e, an,ente L n
rito de la oportunidad. La guerra depende de la
su pri1nitivo proyecto. "Hechos poste:riores acre-
coordinación de diferentes factore!-: ticn1p_o, espa•
ditan suficiente1nente, que el plan del Coronel
cio, 1ugar, 1nasa del ejército correctamente organ ¡.
Can,acho era el único que podía ncut1 alizar la su•
zado y de la ,noral del ejército. La negligencia
perioridad de los chile,~os, oponiendo posicione!;
en el estudio de cada uno de estos factores trae
inexpugnables a las fatigadas y divididas tropas del
un resultado casi sien1pre adverso.
eneo1igo".-"Consta en efecto de ducun1cntos ofi-
Finaln1ente, se adoptó la medida de esperar
ciales, que las divisiones picin,era y terc:cra del
al ejército chileno en Tacna, y el Coronel Ca111r,-
ejército chilt:no n1andadas por An,cngual .y A111u-
~2
HISTORIA MILITAR DE BOLIVIA
BA'l' ALLA l'>EL ALTO DF. LA ALIANZA O J)E TA<.:NA 17 l

nátegui, llegaron a Saina el 30 de abril consu1ni• la guerra y que llegaba a 1'acna ( 19 de abril)
das por el cansancio y por la sed".-"Posible hu- a horas 1 1 p. n,."
biera sido, por tanto, aco1neterlas allí, aprovechan- l 'anto el plan del Coronel Carnacho, que fué
do de su aislamiento y de las ventajas que ofrece definitivamente rechazado, como el plan del Con-
un can1po de anten1ano conocino y explorado. Y traaln1irante lVIonterc,, requerirían un estudio de-
la empresa era tanto 111ás hacedera, cuanto que l:i tenido que no nos es posible efectuarlo por la bre•
división chilena Muñoz, llegó al pueblo de Buena vedad del presente estudio.
Vista, situado a alguna distancia de Sama, recién El General Can1per0 resolvió ocupar con las
el 3 de mayo y la artillería de campaña con pos- fuerzas aliadas las alturas de ·racna, a ocho ki•
teriorid á esta última fecha. "Hay constancia, l6n1etros aproxi 111ad:in1ente de esta ciudad, en I n-
dice Vicuña Mackena (historiador chileno), que tiorco, llamado después can,po de la Al ianza y
si a mediados de abril se hubiese aceptado el con- con frente Yaras-Bellavista por donde debían des-
sejo y anin1oso ofrecimiento personal del jefe de embocar las fuerzas chilenas.
la división boliviana, acantonada e n T acna para L as alturas de lntiorco, descienden suave•
marchar y batir en detalle las columnas que llega• mente hacía al Oeste y al Noroeste, ofreciendo
ban a L ocu111ba y avanzaban sus exploradores un vasto campo de tiro. Al alejarse de la cúspi•
hasta Sama. habría podido visitar nuestros anales de, el terreno forma ondulaciones de arena move-
militares una luctztosa fecha". ( 1 ). diza características de los desiertos de la costa del
Sin embargo el Coronel Camacho "mandó Pacífico.
concentrar a todo el ejército boliviano en el Alto La posición estaba bien elegida, pero creen1os
de L ima donde lo encontró el Presidente de Boli- con el G eneral Camacho que debieron construirse
. via, General Campero, que según los tratados de pequeñas obras de fortificación o utilizar sacos de
la alianza debía asumir la Supre1na dirección de arena que él rnisn10 indicaba, pero que no aceptó
el General Campero porque t<:mía que este proce-
din1iento disminuyera el valor de las tropas alia-
(t),-E. Viscarra, o. c. p. 192, das aco5tun1bradas a conibatir a descubierto.
17z l{t !,TOR IA ~tlJ.rl"A R OE BVI.IVIA BATAl,I.,\ OF.I, Al.TO OE LA Al,IA'1ZA O DE TACt-A 173

El 22 de 111:lyo ele tSSo, las po5icione, cita- da, de icias y venidas, trascurrió no poco tien1po,
das fueron objeto de un reconoci1niento chileno. hasta que se dcsio;:tió de la e1npresa para volver
Tres días después, por unos arrieros que condu- al carnpo, donde llegó de 2 a 3 de la n1añana la
cían agua para las fuerzas chilenas qL1e cayeron gt:nte, no cansada pero sí rendida por el insom-
en manos de los aliados, se supo que el ejército nio". (, ).
chileno había pasado la n<>che en Quebrada H :>n • La en1presa, siendo arriesgada, y la resolu-
da con la intcnci6n de atacar en la 1nadrugada ción fundada sólo en in{orn1es de arrieros, era de
del siguiente día, es decir, el 26. resultados dudosos, pues, "tendría por enemigos
El General Campero consultó con el Contra- in1placables la arena que cansa al soldado, el frío
ahnirante Montero y con el Coronel Carnacho so- que paraliza sus tniem bros y la niebla que lo ex-

bre la conveniencia de efectuar en la misma no- travía" ( 2 ).
che (25 de 1nayo), una sorpresa del can1pa1nento Ocupada nuevan1ente la pri1nitiva posición
enemigo, pues existían nun1erosos guías de Sa111a por los aliados, a horas 7 a. m. <lel 26, la vanguar-
que conocedores del terreno descartaban la posi- dia chilena no tardó en presentarse y las avanza-
bilidad de desorientarse. das aliadas se replegaron sobre las posiciones
"Levantóse el ejército a horas ! 1 de una no- principales.
che de luna, y cerrado en rnasa de colun1nas, n1ar- A las 8 a. m. todo el ejército chileno se halla-
chó en la d.irecci6n indicada por los guías. A po- ba desplegado frente al aliado, avanzando s u ala
co, la canianchaca ( niebla densa del desierto) cu- derecha sobre la izquierda contra la que abrió el
bría al ejército tan co1npletan1ente, que las perso- fuego de la mayor parte de su artillería, con10 pre-
nas no podían verse unas a otras a diez pasos de paración para el ataque.
distancia. Como sucede de ordinario en tales ca- El General Campero había ordenado que el
sos, todos perdieron la orientación y la más co1n- ala derecha estuviera a las órdenes del Contra-
pleta contradicci6n e incertidumbre sobre la posi-
ción de la Quebrada Honda, reinaba en los ( r).-Camacho. o. c.
guías''.-" En estas andadas de derecha a izquier- (2). -Viscarra, o, c.

1 7 .1 HISTORIA MILITAR UE llOl, ll'tA BATALl,A 1)..:1, Al..1'0 UE LA ALlA~ZA O l>E TACNA t 75

ahnirantr:: Montero, la izquierda al 111ando del Co· cazado durante esta prin1cra fase de la bata-
ronel Ca1nacho y el centro a la del Coronel Cas- lla". (1).
tro Pinto, donde se hallaría el n1isn10 General El espíritu de ofen!'-iva dcl Coronel Cama-
Ca1npero. cho qlle defendía el flanco izquierdo, no había de-
El orden de combate de las fuerzas chilenas caído e insistió en efectuar un contra ataque enér-
era el siguiente: en pritnera línea, de izquierda a gico pero las tropas le faltaron: "Un enérgico e
derecha la I y II divisiones, en segunda línea la inn1ediato contra ataque debía hacer completa la
III y JV y a retaguardia la división de reserva. victori~". ( 2 ).
La superioridad de las fuerzas chilenas les pe.rmi- Tauto Camacho como Castro Pinto aprove•
ti6 adoptar una forn1aci6n. en profundidad. En chanclo de la entrada en línea de los incompara
can1bio los aliados tuvieron que extender su fren- bles ••Colorados" y del 1'Aro1na", avanzaron contra
te por contar con m~notes efectivos. ( 1 ). las fuerzas chilenas, que habían retrocedido, pero
éstas, reforzadas y nueva.mente an1unicionada,;,
El ataque com~nz6 por el fla11co izquierdo
pudieron sostenerse y después reanudar s u ataque.
aliado. Las fuerzas chilenas fueron recibidas "con
Sensiblemente, estas ventajas momentáDcas
descargas cerradas que desde el prin1er mon1ento
no pudieron tener un resultado definitivo, pues
hicieron tre1nendos estragos en las formaciones
los chilenos seguían reforzando sus líneas co11
cerradas de la segunda y tercera línea de con, ba-
grandes masas, al mismo tiempo que efectuaban
te". ( 2 ).
el ataque sobre todo el frente aliado, y a pesar dl'I
Los enérgicos y repetidos ataque.e; chilenos heroico con1portan1iento de éstas y del incompa-
fueron rechaz.,dos, -y "el ataque chileno había fra- rable valor de los "Colorados", sometida toda · la
línea aliada a la constante presión del adversario y
( t).-1'. Camacl10. o. c. a las nu1nerosas bajas que experin,eotaba, y sin
(z).- -Existe una diversidad ele opiniones sobre los efectivos más reserva tuvo que batirse en retirada.
de ambos ejércitos en el campo mismo de batl\lla. Los chilenos
tratan tle disminuir el nú..,1ero de soldados con que contabao. Le (t).-E.kdhal, Historia Militar de la Guerra del Pacífico.
cierto es que exístla una notable diferencia de ambos ejércitos (:i).-Ekdhal, o. e,
siendo muy superior el chileno en número. '
HISTORIA Mll.l'l"AR l)J:: l<l)LIVI,\
- -- -- .
l:A'l',\l,LA DE I, Al,1'0 J)J¡ LA Al,1A~7.,\ V O~; 'tA<:~A 177

No 110!' es posible entrar e11 todos !os detalles preparado, y en csás circunstancias hasta un genio
de esta heroica y desesperada batalla sosten ida 1;0 habría podido sacar de la nada el éxito.
por los aliados, sólo nos es pennitido deducir con- La batalla del Carnpo de la A lianza estaba
clusiones dada la brevedad de este estudio. perdida antes de en1peñada. No se concentraron
l\ilúitiples son las causas del desastre del Al- todas las fuerzas disponibles de los aliados en ese
to de la Alianz.i: la falta de previsi6n de los go- punto q11e era decisivo para la suerte de Bolivia;
biernos <le Bolivia y del Perú que ante l.is cons- las fuerzas de Arequipa, las de Bolivia y las de
tantes a1nenazas de Chile debieron contrarrestar- A rica, donde sólo debió dejarse una pequeña frac-
los para la defensa de sus territorios. Es verdad ción, no estuvieron presentes en la batalla. Así
que el constante estado de agitación política in- dejaron de asistir a ella con10 ¡,ooo ho1nbres.
terna de los estados aliados les hizo perder de
En cuanto a ciertos errores técnicos, la n1ar-
vista los intereses verdaderan1ente nacio nales y
cha nocturna para sorprender al ejéreito chileno
esto constituye una enseñanza para lo futuro.
no hizo 1nás que debilitar las fuerzas físicas y mo•
Bolivia y el Perú no se ha.llab;in preparados
rales de los soldados de la Alianza. A este error
pata la guerra. No contaban con arnla!', equipo,
se ª"rt:gan
o
otros cornetidos en el 1nis1uo
.
can1po
.
medios de n1oviliclad; carecían de tina correcta or- de batalla. Dadas tan lan1entables c1rcunstanc1as,
ganización de sus ejércitos y tampoco cont.iban ni el herois1no de los jefes, oficiales y tropa pudo
con dinero. Su con1ando deficiente durante la
evitar el desastre.
guerra, condujo frec11e nten1ent~ a s11s soldado:- al
Las pérdidas de los aliados sobrepasaron de
sacrificio estéril. La diversidad de n1iras e inte-
2,000 ho,nbres. Del batallón "Colorados" n1urie-
reses de los aliados dividía a ellos misn1os y este-
ron casi todos, no sobreviviendo 1nás que unos
rilizaba su acción. Si el ejército aliado contaba
134 soldados. No hubo cuartel para los heridos
en sus filas con meritorios jefes, rnuy superiores a
ni aún para algunos prisioneros.
los jefes chilenos, con10 Can1acho, Can1pero, S\1á-
rez, Bolognesi, el heroico Grau y otros, en can1bio Los jefes chilenos, entre ellos del Canto pro-
faltaba el 'útil: el ejército, que no se hallaba bien clamaron a sus tropas, ante.e; de entrar en acci6n,
23
11 AT~\.l.A llEL ~l.'l'O OE I,,\ ;IJ,IAXZ.\ O tlE TACN,\ 179
17S HI STOR I A MILITAR lit-: t:()I.IVI.--' - --
.J an1ás ol vidará Bolivia este desastre, y tarde
inanifestándoles que no había cuartel, a cliferencia o te1nprano la justicia brillará para ella.
de los aliados que, por orden general, notificaron Después del Ca,npo de la Alianza, Bolivia
a las fuerzas el respeto a los heridos y prisionero;;. fué de-scartada de la lucha con Chile, que la pro-
Los restos del ejército aliado se rctii•aron ca- sicruió el Perú, pues no contaba ya con vías de
da cual por su lado: las fuerzas bolivianas con el c;.1,unicación al exterior, 110 poseía arn1as ni di-
General Ca,npero sobre Bolivia; las peruanas nero y tuvo que son1eterse a la bárbara ley que le
sobre Arequipa. Quedaron sólo 1,800 hon1bre$ i1np11s0 Chile.( 1)
en Arica con el Coronel Bolognesi.
La rendición i ntin1ada por el con1ando de las
fuerzas chilenas al Coronel Bolognesi fué altiva-
1nente recha;:ada y el i\1orro de A rica, hcroic-a-
mente defendido, cayó en poder de las fuerza<:
chilenas, cuando habían perecido casi todos sns
defensores y junto con ello:; el incon1parable Bo-
lognesi.
Si c(>n la pérdida de la e.c;cuadra peruana e:1
Angan10.;:, Chile fué dueño del Pacífico, con la
batalla de San Francisco fué dueño tan1bién de
'farapacá y i\ntofagasta, pero con su triunfo en
el Alto de la Alianza, condenó a Bolivia a ,·ivir,
hasta hoy, en una especie de se1niescl.1,·itu<l.
La consecuencia principal de la Guerra de! (, ).-Se ha consultado a:
Pacífico, para Bolivia, fué la pérdida de su costa E. Camácho, o. c. ps. 376, a 4.p.
,.. \ '· 1scarra,
.
J.:.,, .J. c.
1narítin1a, su encerramiento cruel en inedio del Ekdahl, o. c.
continente an1ericano en la forn1a n1ás injusta y Paz Sold~,i. o. c.
J. ~l. Ca,nacho, o. c.)" otros a11torcs.
desesperante.
Campañas del Acre
E stas catnpañas re\'Ísten caractc~res de una
guerra casi internacional. Iniciadas con10 conse-
cuencia de las diferentes revoluciones efectuadas
por ele1nentos brasileños que habi tan esa regi6n
y apoyadas por el Estado de A 1nazonas "donde se
organizaban, cual se ha con1probado después, los
elen1entos y pertrechos necesarios" ( 1 ), merece in-
corporárselas en este estudio como fuera de las
luchas 1nera1nente civiles de Bolivia.
La región del Acre, descubierta y poblada en
su n1ayor parte por brasileros y situada cerca de
un estado potente, el de i \ n1azonas, se hallaba se-
parada de Bolivia por difíciles vías de comunica-
ción y asolada por un clin1a 1nalsano, lo que hacía
difícil que Bolivia pudiera ejercer sobre ella uli
do1ninio completo.
(1 ¡.- -Ismael Montes, ")11forme del Comandante én Jrfe de
las fuerzls expedicionarias al Acre", trascrito ~11 la Memoria de
Guerra de J901 .-F. Zambrana. "El Acre" pág. 60,2 12,213 ,
z 1 6, 240 y otras.
,Sz IIISTORIA MILITAR ti~; llOLt\· IA
16·
- - -- ,l

Los gobiernos de Bolivia, deseosos ele con- ranía de Boli\'ia en esa región. El 14 de julio ele
servar su don1inio en el Acre, enviaron Delega• 1899 se procla1nó la independencia del Acre arro-
ciones en diferentes épocas, descle los Gobiernos janck> a las nutoridades boli\'ianas y designando
de los señores Baptista y Alonso. Las D elega- Jefe provisiorio del territorio a Gal vez, el q ue n1ás
ciones Sánchez, Gutiérrez, Ballivián, Paravicini, tarde, depuesto, fué reen)plazado por f\ntonio D e
que con 40 ho1nbres fundó Puerto Acre o Alonso Souza B;-;tga. Este posteriorn1ente devolYió la
e n J~ de enero de 1899. Muñoz, Pérez \f el asco .
y presidencia a Gal vez.
Ron,ero trabajaron activan1ente en la organiza• El 12 de enero de 1900 el boliviano Ladis-
ci6n política, ad1ninistrativa y n1iiita1· del f\.cre, lao lbarra, en cun1plin)iento de instrucciones ele]
pero los centi-os n1ás poblados de Bolivia se halla- Delegado Pedro J(ran)er sin n1ás f11erzas que 10
ban distantes, separados por bosques i1npenetra• '.101nbres penetró al río ...\ere, tr.1bó con1b.1tc con
bles, ríos difíciln1cnte navegables obstaculizados las fuerzas separatistas y obtuvo el rcconocin1icnto
por cachuelas, y asolados por enfenneclades e ndé- de l<\s autoridades bolivianas ( 1 ).
1nicas y graves agregándose la falta de recursos,
El contrato de arrendanüento de una parte
causas todas que dificultaban la orgouización de
de este territorio efectuado por T3olivia e n 1900
aquél territorio. En resúmen, la acción del ~?· con una con,p<lñía, "The Bolivi,rn Syndicate'', fué
bierno de Bolivia no podía ejercer u11 don11n10
la causa n1ás poderosa para suscitar la últin1a re-
con1pleto en regiones donde algunos. barrague-
volución. Este c:ontr;ito fué desastroso, pues des-
ros eran 1nás poderosos que los representantes del
prestigió la autoridad de Bolivia ~1u_e n1ostr6 ~sí
Gobierno a cuyas órdenes se hallaban débiles des-
ia in1posibilidad de ejercer su don11n10 en ese te•
tacan1entos de Íl1erzas encargadas de n1antencr el
rritorio y alarn1ó al llrasil, el que desde ese 111 0-
orden y proteger una extensa frontera y en 111edio
mento to1nó una actitud de protección para las
de una gran población brasileña l1ostil a Bolivia.
fuerzas b1·asilcras revolucionarias.
El aventurero español l ,uis Galvez Rodrí-
<Tuez de Arias fué el prin1ero en incitar a los po-
( r).- J. A~"irr<! Ach:\. " De los Anclés al Amn,ona~". Pá¡,;.
bladores del Acre el desconoci1niento de la sobe- 16, 1 7 y 19.
CAMPAR A~ DEL ACRE
Hls-t'ORIA )IH. IT AR DE •:OJ.l\' IA
- -
En 1899, la J uota de Gobierno noinbró De- La n1ovilizaci6n ele estas fuerzas v su conCt!ll·
legado en el ·rerritorio de Colonias al señor An- tración respondía en conjunto a la eje~uci6n de la
drés S. l'vtuñoz. La actitud energía de este ciu- concepción extratégica del General Pando, quién
dadano suplió a la deficiencia de los elen,entos cletern1in6 el plan antes citado, para combatir la
puestos a su disposición y apesar de su tacto polí- revolución seperatista del Acre.
tico no pudo contener el torrente re\·olucionario El Coronel Montes hace la siguiente relació11
que invadía la región. de dicho plan: "Este reposaba en la orga: :iz.ación
El Presidente Pando resuelto a ahogar la re· adecuada de las fuerzas expedicionarias, fonna.ndo
v.o lución q11e agitaba el Acre, noinbró en 1900 al colu,nnas de reducido efectivo, cuyo personal se
señ0r Lucio Pérez \ f elasco con10 Delegado extra- to,naría de los cuerpos de línea y de las guarni-
ordinario en el 1·erritorio el que partió en abril ciones departa,nentales, sit!n1pre que el enganche
de dicho año al desempeño de sus funciones por voluntario no diera los elen1entos necesarios. Así
la vía de Cochaban1ba, Beni y Riberalta junta· forn1¡¡,dos esos cuerpos lijeros, partirían de diver-
1nente con fuerzas reunidas en Cochaban1ba, San- sos puntos de la República. para converger fácil-
ta Cruz y el Beni. n1ente, por diferentes rutas, al centro señalado co-
Casi si,nultáneamente con las fuerz:1s citadas 1110 base de operaciones, donde, en hora oportuna
y respondiendo a un plan de operaciones del Ge- debía confluír ta1nbién una sólida masa cuya con1-
neral Pando, n1arch6 el CoroneÍ Ismael Montes posición y número ,le pennitiera ser el nervio del
co1no Ministro de Guerra en con1isi6n y Con1an- ejército en campaña''.-"Respondía todo al propó-
clante en Jefe de las fuerzas destinadas a pacifi- sito de conciliar dos clen1entos antagónicos: de
car el Acre. A 6rdenenes de dicho Coronel par- una parte la necesidad de OpQrar con un respeta-
tió tan1bién el batallón 29 por la vía de Ivlapiri. ble nún1ero de tropas en el Acre y de otra la in,-
El objeto del plan era concentrar las fuerzas posibilidad 1naterial de acudir allí, en uoa sola vez,
ele V e lasco así con10 las de el señor Ivl uñoz que con grandes n1asas''.-"Esto últin10 explica la di-
se encontraban en el Acre y las del Coronel Mon- lación obligada con que se hizo la concentración
tes y obtener la pacificaci6n de ese territorio. y la n1archa progre:;i va de las di versas f¡·accioncs
2.
1S6
----- ---- -
BIS'r(lR(,\ )111, ITAR ()~~ P.01,1\'JA

cle.'itinadas a reunirse desp\té,;, con10 se han reuni- En ejecución de dicho plan, las tropas orga-
do, bajo un solo n1ando''. nizadas en JJa Paz, Cochaban1ba y Santa Crur.,
"Entraba tatnbién en los detalles de su plan: partieron concéntrican1ente hasta reunirse en Mer-
19, la organtzaci6n de tropas auxiliares en el terri- cedes, sobre el Orton, después de efectuar una
torio 111i_sn10 del Noroeste para tener personal acos- inarcha de rnás de do!--cientas leguas por regiones
tun1b~aclo al 111onte y a la navegación Auvial; 29, desprovistas de todo recurso, n1archando en n1eclio
el aprovechan1iento sin1ultáneo de todas las rutas de in1nensos lodazales, atraves de los bosques, des-
que parten del ir.terior de la H.epública, a fin de f.11lecidas por el can:;ancio pero no desrnoralizadas,
acelerar la 111archa de las tropas al teatro dí·: ope- sufriendo la falta ele buena alin1entación y exte-
raciones". ( 1) nu.:idas por las enfennedades palúdicas que ataca-
E stas pocas líneas denotan n1aestría n1ilitar ron a 1nás del 50 % de las fuerzas expediciona-
en la utilización de los principios de guerra apli- .
nas.
~ados a nuestro territorio. En efecto, no basta La lucha contra la naturaleza aún no había
poseer dichos principios, es necesario saber apl i- concluido y era necesario co1nbatir contra las fuer-
carlos según la configuración del terreno donde se zas separatistas que se hallaban a órdenes de Plá-
opera, y en annonía con la política del país y con cido Cal-tTo.
los recursos <:onqut! se ct1enta. ¿C6n10 debía con1b:1tirse y córuo se luchó con-
Los servicios sanitario, adtni nistrati vo, ele tra ellas?
aprovisio11an1iento y de trasportes del ejército e;1 Ceden1os gustosos la palabra al Comandante
can1p;:iña, fueron n1inuciosan1cnte estudiados y pre- e n Jefe de las fu erzas expedicionarias al Acre, el
parado!-, pero las dificultades eran casi insupera- que en su "lnfon11e" dice: "En el bosque es ab-
bles por las distancias, por los n1alos cat~inos ,· solutan,entc in1posible conducir sobre un n1isn10
por la deficiencia de elernentos, lo que ocasionó se-
fi·cnte, una fila ni siquiera de tres ho,nbres. E s
rios contratien1pos y pérdidas de vidas por el nial
forzoso n1archar en hilera, de a uno, sin apartarse
clin1a y las fatigas in1puestas a las tropas. , ,
éle la senda, que ta,npoco da paso para 1nas; pero
( 1).-COl'Onel Monte~. Informe citado pág~. 34 y 35. sen1ejante forn1ación, es dcn1asiado peligrosa para
fllSTORlA )ll l,l' l'AR DE ROl.1\"J ,\ CA)ll'A~AS l )F.1, ACRE

avanzar sobre el ene1nigo y se presta a hacer des- sión de la tropa en cualquier en1crgencia, si que
truí r a las tropas n1ás s6Iidas en una pequeña en1- t,u11bién a resguardar en lo posible a los soldados
boscada. A iiádase a esto la circunstancia gr::tYC contra ataques repentinos y con1binado;; por diver-
de que, en 111edio del 1nonte, ba;;ta un segundo de sos lados del bo;;que: pués aunque la vida ;;ea el
confusión pa1·a perderlo todo µor con,pleto, a cau. tributo obligado de la guerra, hay el deber de no
sa de que cnnto el arbolado es tan espeso, en ei;t: sacrificar la de los s\1burdinados por descuido o
segt1ndo puede desaparecer aún sin ánin10 de huír, • - •
1n1prev1s1011 .
,I' , .

cualquier nún1ero de gente, por crecida que sea, "La táctica que no tuvo en cuenta ni aquél
con solo dar ind.ivídualn,ente dos o tre;; pasos en terreno, ni aquella situación, 110 daba en i;tts for-
cualquie1· sentido. Entonces la tropa sale, por de- n1acioncs ordinarias los n1edios para vencer lo;; in-
cirlo a!>Í, de la 1nano del que n1anda y aún cua.ndu convenientes enun1erado;;, Entonce;; fué preciso
no se aparten gran cosa unos de otros, ni el jefe idear un orden sin1ultáneo de n1nrcha y de con1ba-
encuentra a la vista soldados a quienes n1andar, te que, consultando an,bas situacionl·s, hiciera ele
ni éstos hallan cerca de si jefe a quien obedecer. las dos una 1nisn1n. .!\ priori, esto puecle parecer
1·odo se vuelve un hacin,i..:nto de hon,bres sin or- una paradoja y por ende un absurd0 1nílitar; sin
ganización y sin resistencin. Las unidades tácti- cn1bargo, a tal punto era esa orden indi~pensabk•,
cas desaparecen para ;;er reen,plazaclas por un CO!! · que el táctico n1ás inhábil y tan,bién el n1ás exper-
junto infonnc de i1nposible dirección. En tal ts• to habría concebido lo 1nisn10, aleccionados por l::i
tado, a las balas cnc1niga~, coadyuva el pánico que t>bscrvaci6n del bosque y sus condiciones: <1bser-
se npodera de los individuos, para concluir de una \·ación que de un n1oclo general. es la esencial b:.1•
. "
\'eZ . se de tocio 1novi1niento en la guerra".
" 1labía necesidad de prever todo esto y hab::i. Los co1nbates de Co;;ta Rica(¡ de dicic1nbrc\,
que buscar tan,bién la 1nancra ele evitarlo. Era Riosinho ( 1 z de dicien1brc de, 1900), ele Uahía ( 1z
prudente ;;uponer siquier.:i los peligros que con ele octubre de 1902) y otro;;, se lle\'aron ;t cabo s.::-
cierta probabilidad podían presentarse y discurrir g(in los principios enunciados en los que el triun-
algo, que no :.olo respondiera a n,nntener la cohe- fo correspondió a la;; annas bolivianas. Pero so-
190 HI S'l'ORl ,I ~111,l'l'AR DE 1101.1\'I,\ 1 ') 1

btc todo, lo que contribuyó a estos triunfos fué la das, <lc1nue:;tran el e1npnje y el valor nunca dcs-
n1oral de las tropas, s u disci¡>lina, la calidad de i::is n1entido del soldacio boliviano.
ar·1nas y la f)irección del Con1ando. Pero esta victoria que h:ibía desn101"al ir.ad o a
los revolucionarios, derrotando a sus fuerzas prin -
El rt:ducido lí1nite del presente estudio no
cip::ilcs, no fué aprovecl1ada. St1 1nisi6n era la de
nos perinite entrar en los detalles de los diferen-
perseguir al enen1igo h:ista aniquilarlo y llegar a
tes con1bates librados en el territorio del Acre, por
su objetivo cual era el ele re:forr.ar la Guarnición
las fucrl.'aS bolivianas.
de Puerto Acre. Pern1anccieron en Vuelta de
Cita reinos, sin én1bargo, dos hechos de ar1nas E1npre.-a, por cansas aún no dilucidadas, lo que
en los que un puñado de valientes, con1andados dió lugar a que el cne,nigo se reorganizara, el que
por el Coronel Rosen do R. Rojas, inscribieron en con 1nayores fuerr.as ,·ol vió al ataque el 5 de agos-
la l1istoria de Bolivia páginas brillantes reconoci- to de 1902, en un nún1ero de 1,500 l10111bres con,
das por s~is n1isn10s adversarios, recibiendo de tra 99 bolivianos que sobrevivieron del co111batc
ello~ el título de "Valientes". anterior, contándo~<:: entre e:-tos algunos e11fcrn1os
Ciento trece hombres incluyendo a jefes y y heridos. Dada la diferencia del n1í1nero ele con-
oficiales, después de una n1archa for1,acla de algu- tendientes cle an1bas partes, parece increíble qu...:
nos días por territorio ocupado por el ene,nigo y esta cli1r.inuta fuerza, in1pusiera t:into respeto a l
11na faügosa n1archa nocturna a traves del bosque, encn1igo, resistiendo en esas condiciones once días
corona.ron sus esfuerzos con una briilante victoria con s-us noches a los conlínuos ataques del ad,·er-
en la 1nadrugada del 18 de septien1 bre de 1902, .;;ario para desalojarla de las zanj;1s 1nal hechas qut'
en Vuelta de E1npresa, contra un enen1igo cuatro les servían a gl1i.~.1 ele trinchcr:u, , siendo aqtH:I re-
veces superior en nún1ero, el que se encontraba chazado t:!11 t<idas ;;us tcn tativ;is.
bien annado y parapetado. L.is tropas bolivianas en vuelta de En1 pre!"a
E!>tC triunfo en circun;;tancias tan ad,·ersas habían llegado al líinite de re:-istc-ncia; c,;ta hero:-
en las que operaban las fuerzas bolivianas; en te- ca y din,inuta fuerza tuvo q11e c:1pitul:1r el 15 d..:
rreno <le,;conocido, 1nal annadas, y ,na! alin1enta- octubre, cuando se habían agotado sus 1nunicio-
Hl~'l'()l<l,\ ~111, ITAR J)}; 1)\1 1. IVIA
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nes y la fatiga contínua y la sed, n1ás que el han1- /\ere hasta conseguir limpiar ese territorio de to-
brc, habían extenuado con1pleta1ncute a lo, bra- •lo elen1ento brasileño)' finalmente se incorpora a
\'os defensores, contra un e ne,nigo que c:adn día ,as fuerzas del General Pando en circunstancias
recibía n1ayores refu erzos, y que habíi111 llegad<• in que ya se había firn1ado con el Brasil el 111odzts
con sus contra-tri nchcras hasta 4 111ettos de dis- ~•i;,•endi, lo que trajo co1no consecuencia su diso-
tancia de las fuerzas bolivianas. :ución. (1)
T.os capitlllados recibieron los honores de s us La labot desplegada por esta Colun1na, estu•
adversa1;0;; por su nctitucl heroica. (1 ). diada en detalle, constituirá un eje,nplo digoo de
Merece igualn1e nte ser citada, aunque breve- :1nitar por la audacia de la cn1prcsa, el valor y
1nentc, la acción de 1-a "Colun1na Porvenir", que :a eficaz utilización de hombres acostun1brados a
operando independientemente del Con1ando Su- c.;:;e cli,na ,v de los elementos del 1nisn10 territorio.'
perior, puso en jaque: constante a los revól11ciona- En cuanto a los otros elen1entos, "cabe ob-
1ios obteniendo trillnfos de consideración. ;,er•,ar, desde lue6 0 1 que ninguno de los que mar-
La "Colun1na Porvenir" organizada con clc- charon al Acre oficial o soldado, fué con1pelido a
n1entos de las barracas del Alto Acre, gracias al t.:'llo por la leva forzada o la obediencia n1il itar.
cnt11siasn10 del actual Coronel Federico Ron1án, Con experto criterio, conocedor de la grande ener-
co111enz6 por OC\tpar Chapuri con 60 hon, bres , n1ás gía que requería la can1paña, el General Pando,
tarde libró encarnizados con1bates en Bahía ( 10 a resolvió confiar al e:=.fuerzo del ,·oluntario, el no-
12 de octubre ele 1902-) donde triunfa; en seguida ble encargo de amparar la integridad de la nación
e.xpecliciona sobre Porvenir, se fortifica allí y au1nen- e11 la lejana frontera".-"¡Cuántas fatigas, cuántas
ta su efectivo a 2.50 ho1nbres. En Costa Rica opo- ¡>rivaciones, cuántos dolores para esos ho1nbres
ne una tenaz resistencia a los ataques de Castro lo ,,úbitan1ente tra~plantados de nuestros pueblos
que obliga a este a retirarse sobre P 11erto Alonso. andinos en los que hasta el aire fortifica, a las pla-
L a Colun,na s igue expedicionando en el Altu ya.."-' enfennizas del Acre, en las que el alin1cntei

( , ,~ 11\fonnaci611 del Coronel Gui llern10 N 11ncz dt:I J•r~~•' ( 1).-Coron~I F. Rom.ln.- Revist;r Mili t~r de Bolivia númc
' l"e :iclllú en vut ltn ele t:111prcs.'\, ,·,1,;, ;, 6, 7 y S, ltrccta época.
l<)-1 lll ~'l 'O IU ,\ )111.11',\R llE IICll .1\' IA 19 :,•

1ni,, 1no t·n flaq uecel"- " I~a en1oción sacude el al 111 a-, rior de Bolivia, se veria co1110 ni la n1i lésin1a par-
cuándo al tr,1\·és de los relatos de la ca1npaña, se te dr: toáos ellos alcan7.aría a trasn1ontar el pri1ner
\'é al pobre soiclado arn1as y vitu;illas a cuesta~. contrafuerte de nuestras cordilleras;··- " Por eso es
sudoroso el rostro moreno, rnarchar y n~archar que todo plan de los revolucionarios, se basó
sie111pre festi "º• salvando unos tras otros, bosques sien1pre en 1lan1ar al ha1nbrc co1no aliada de las
bravos que lo dilaceran, pantanos intcn11inablcs y fiebres y del beriberi, para vencer nuestra~ exiguas
esteros profundos; yá bajo el rayo de un sol abra- g uarniciones sitiadas por tropas cu¡i.ndo n1e11os
• • ,
sador, yá hostigados por la humedad de las llu vias cinco veces supenorcs en 11u1nero.. . ... n ( 1 _.)
torrenciales. Ni el han1bre, ni la sed, ni el can• ¡(Gloria nacional llena de los rasgos n1ás ge-
sancio, ni la vigilia renovada por el sobresal to y nerosos esfuerzo que ha revelado las n1ás altas \-i r-
las sabandijas, le arrancaron u na palabra de p ro• tudes del soldado b0li viano; tal significa la can1-
testa o de in1pacienci.u Y cuando dc;;pués de se- paña del Acre, que ha traído a la 1nen1oria
n1ejante tra vcsía, llegó al ,'\ere, lejana visión de las atrevidas expediciones espaiiolas del Siglo
sus anhelos, aparecieron la anen1ia, las fiebres y XV I". (2).
el beriberi cuyos estragos no le in1pedían velar Todos estos sacrificio~ fu e ron estériles por la
n1cdio sepulto en los fosos y las trincheras, o aco• imposibilidad de sostener ese territorio, el que pa-
sados por el enen1igo invisible, n1orír con10 un va- só a toder del Br::i:-il con10 consecuencra de i1n
l'iente en la 1naraña de los bosquesl"- 11 Legítin10 tratado finnado por Bolivia con esa nación ¡Tra-
alarde del an1or propio n:icional, puede citarse CS· tado ele Petr6polis de 17 de novien1bre de 1903).
ta adn1irable resistencia a la n1últiple l1ostilida.d
de un 1nedio adverso, con10 la única explicació1~
d e haber bastado cuatro centenas de esos hon1bre!'
para someter y poner a raya uDa poblaci6n arn1:1-
----•- --,--
cla de nJás de die7. 1nil habitantes ..... . . Si se pi-
diera a estos que renovasen la hazaña, proeedie1· • Florián 7.amhrann. - "El Acre" ps. 1z7 y 128.
( 1 ). -
(z(.- Anfbal Ca priles. l'rólogo •• l)e los Ande" al Amazo--
do a la inversa, es deci r, avanzando hacia el in tc, nns"1 o. c.
Nota final

J)ebo hacer público n1i agradeci1niento .ti


Mayor Leonardo üln10s, que se ha prestado entu-
siasta a colaborar con la confccci6n de las cartas
incluidas en el presente estudio, las c¡11e han sicl,)
ton1adas de diferentes libros.
Dichas cartas y planos .1dolcce 11 de alguno~
defectos provenientes de las publicaciones ele la
época a que se refieren y en que el levantan1ient,'J
topográfico no se hizo con preci:-ión 1nate1nática.

Par,1. no µo:-tergar n1ás tiernpo la edici6n dl:'I
presente trabajo, ha sido necesario suprin1ir otras
cartas que se hallaban en preparación.

c.13. fi..
Herra res 1-io t ables l\!DlCE
- ·· .........~
----- ------
l'.ic; . Li." E.1 D 11: i::: DEIIE llEC II<:

14 19
- -----·--- Gardlazo
Gardilazo
- ----- - .\ tl ,·crlc nci:. . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . .. - . . ,,.
l l.\,r
17 2¡ Marc kh:an il'larkham l-'él'Íodo Tiah uanacu.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •• 7
17 '2S Marckhan Markham
1X 21 Ca llos Co!las l'eriodo Inca ico . . . . . .. . .. . .. • . . .. . .
~o 10 S omay1>ata Samaypa ta
:: 1 s Ln Con quista . . .. . ....•. . . , ..• . . • . . ••
cjerciio ejército
__,, 13 Pucari-Taml>o Pacari-Taml>o ,. ,,~-
~

L11 Colonia . . . . . . . . . . • .• ••• • i • • · ·


::6 ':!7 hu1:sos hllecos
'.17 5 Mucho, Pichi ~1 ucho Pichi, ( ; uc rr;~s de ht. I nch~ pcndc nc-ia .. . . 1 .. . . . . . . .¡ )
-Z. 7 IX indícalo,; indicados
30 ) prehispan ias prehi~pánicas l.n Rc ptiblic.'l .. . . . . . "'" • . . . . . .. .. 97
31
)·S
12 Marckhan
depravación
Markham
depredación C:unpaiías de la Confed eración Pc ru- Bolivi.1 n:1. .. l Cl

63 (29 de octubre¡ d e t S 1 1 (29 de octubre de IS 11¡ C:uupai)a de 1841- Inga vi ., . ... . . . ... . . . . l ·' J•
63 dcpra1·aciones riepredaciones
r,7
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La Paz.
muert"s, 1,oco heridos
L. Paz
c.;11t:rra del Pnclti<:o . . , . . . . . . . . . . . . . ~ . . ..
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72 2Ó \'ilona Vi loma C:1 mpa1ia cid .\ere . . . .. • .. . . . .. . . . . .. ,,
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;6 27 La Paz L. Paz
?9 1$ triunfo cou triunfo contra
¡9 19 con tra el guerriHe.ro sobre el guerrillero
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