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Testimonio de Noboa Garnes, José (Parte 2)


Lugar de entrevista Santo Domingo
Fecha de la entrevista 2007-02-07
Investigador: Pedro De León

• Guerra de Abril de 1965/ Ascensión de cargos

Pedro de León (PDL). Con relación a su participación, usted en la misma guerra de


Abril fue ascendido, nos contaba, ¿no?

José Noboa Garnes (JNG). Fuimos ascendido, en un buen día fuimos llamados, el hoy
General llamado Héctor Lachapel, el hoy General Núñez Noguera, el Teniente Coronel
Quiroz Pérez y quien le habla, nosotros quintábamos el rango de Capitán del Ejército y
por nuestra participación fuimos ascendidos al rango de Teniente Coronel, quien te
habla fui partidario de que nos asignaban dos ascensos simultáneamente, o sea, con todo
el respeto le dijimos al Coronel Caamaño que nosotros no debíamos ser ascendido,
darnos dos ascensos simultáneo, quiere decir que fuimos ascendido a Mayor y ellos
aceptaron el ascenso a Teniente Coronel, eso aconteció en el edificio de la calle El
Conde donde tenía el cuartel General la oficina del Coronel Caamaño.

P D L. ¿Usted fue el único que aceptó solamente un ascenso?

J N G. Rechazamos el doble ascenso y aceptamos un solo ascenso, porque decíamos


que un oficial no debía tener más de un ascenso, éramos Capitán y aceptamos el acenso
de Mayor.

PDL. ¿No tuvo inconveniente?

J N G. No tuvimos inconveniente, todo concurrió bien, recuerdo que Héctor Lachapel


dijo en término jocoso ¡ay que bueno, porque ahora nos va a tener que seguir saludando
militarmente!, porque él fue ascendido a Teniente Coronel y nosotros asechamos el
rango de Mayor, y así transcurrimos con ese rango durante toda la Revolución, entonces
yo debía militarmente rendirle respeto propia del rango a Héctor Lachapel.

• Misiones

PDL. ¿Y las diferentes asignaciones durante la Guerra de Abril, los diferentes encargos,
las misiones?

J N G. Bueno, inicialmente nosotros fuimos, vamos a decir soldados frontales,


estuvimos en Radio Santo Domingo, la toma de Radio Santo Domingo, estuvimos
buscando armas en los cuarteles, estuvimos en las actividades, vamos a decir de
reasignación militar de los compañeros que estaban fuera, estuvimos en el cuerpo de
ayudantes del presidente Bosch, cuando llegó, nosotros fuimos representante de la vida
del Presidente Bosch, dirigimos la escuela del pueblo en el parque Eugenio María de
Hostos, después se nos trasladó al campamento 27 de Febrero en Villa Duarte, ahí
fuimos una especie de jefe de Estado Mayor, por qué decimos así, porque el Coronel
Caamaño designó en la Marina al contralmirante Montes Arache, en el ejército a quien
le habla y en la Fuerza Aérea al Coronel Nene Tejada. El General Lachapel, el Coronel
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Lora, ellos estaban en el Estado Mayor bajo la dirección del Coronel Caamaño, nosotros
estábamos frente de los oficiales y de los soldados, esas funciones nos llevaban a estar
todos los día en control de la tropa.

• Sobre prisioneros/ libertad de soldados norteamericanos

P D L. Hay algunas personas que preguntan al no tener una televisión militar. ¿Por qué
algunos fueron capturados, algunos militares y antes de negociaciones, vamos a decirlo
así, fueron devueltos como soldados?

J N G. Eso tiene mucho que ver como estrategia fáctica del Coronel Caamaño y el
Estado Mayor, se veía como una forma de demostrarle a los invasores que no había tal
animadversión, enemistad, sino que nosotros éramos seres humanos común y corriente
que teníamos un ideal y defendíamos una constitución, la gran oficialidad de entonces
había sido egresada del ejército de los Estados Unidos a través de los cursos que se
daban en Panamá, en la Zona del Canal, esa versión de los 52 comunistas era falso, y
esa versión de que ellos controlaban el Movimiento Constitucionalista eso era una gran
falsedad de la época. Entonces esos prisioneros que eran una forma la actitud de
nosotros contra ellos era una actitud o a favor de ellos, era una demostración de que
nosotros no estábamos en lo que se decía, asimismo pasó con los policía que hicimos
prisionero a la Fortaleza Ozama, un trato humano, un trato respetuoso, eso ayudó en
gran parte al movimiento constitucionalista porque quedaba demostrado que lo que se
decía por ejemplo, los cables de 30, que se violaban las niñas, de que se violaban
monjas, entonces no se podía decir que por un lado estaban soltando, liberando
prisionero pero por otro lado se dice que había violaciones, etc., etc.

P D L. Sobre la participación suya en las Aduanas, algo muy… diríamos espinoso, el


fuego a las Aduanas, algunas acusaciones incluso de robo en las Aduanas. ¿Qué usted
tiene que aportar sobre eso?

J N G. Bueno, Vamos a empezar respondiéndolo que nosotros estábamos en ese


entonces acompañados del Coronel Peña Taveras y la tropa de él principalmente,
nuestra participación se remitía a la preservación física de esas instalaciones, lo mismo
que otro sector militar se ocupaba de la protección y la integridad de los bancos,
principalmente a la Isabel la Católica, Scottia Bank, Banco de Reservas, etc., nosotros
ahí lo que hacíamos era tratar de mantener la Aduana lo mejor posible dentro de lo que
se pudiera llamar alguna seguridad, porque los mismos bombardeos, los mismos
combates fueron destruyendo las instalaciones y la gente se metía a robar, nosotros
podíamos estar en un extremo y allá iban corriendo a decirnos que habían hecho un
hoyo en uno de los almacenes y que estaban sacando mercancías y cuando nosotros
íbamos salían corriendo, nosotros no podíamos caerle a tiro, o sea, lo mejor que se
podía hacer para preservar, hubo muchas bajas en los alrededores de la Aduana, por
qué, porque había soldados apostados en los altos de los llamados Molinos Dominicano,
entonces la Aduana estaba bastante cerca, los movimientos estaban controlados por
ellos, yo creo que ellos pudieron haber matado más gente de lo que lo hicieron, tengo
vivo en mi mente, o recuerdo de un cadáver que yo, cuando iba a pasar para mis
responsabilidades tenía que pasa por donde estaba ese soldado muerto, ese hombre, a
menudo pasaba en un carrito, cepillito que yo andaba, llegó un momento tal que detuve
el vehículo y busqué gasolina y preferí quemarlo porque ya el estado de descomposición
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y el hedor ya era demasiado fuerte, y eso provocó que me tiraran una ráfaga bastante
fuerte, pero ahí había un terraplén y por eso pudimos salir vivo de eso, a mi juicio,
quemar un cadáver en esa condición para mí era un acto humanitario, porque ¡caramba!,
era preferible que ese ser humano ya se convirtiera en ceniza y no que se fuese
describiendo con toda esa secuela de hedor, en fin, muy feo espectáculo, decidimos
quemarlo y nos respondieron con una ráfaga de tiros ahí, que nos salvamos
milagrosamente.

P D L. ¿Cómo se solucionó ese apostamiento de esos militares?, me informan que tuvo


que ver incluso el español Martín López Carro, que tentativamente hizo un simulacro de
algo, de un apostamiento de un arma, para que los militares tuvieran por lo menos si no
retirarse, tener el temor de que del lado constitucionalista se le iba a responder, hasta
ahora esa es la versión que tengo, que dejaron entonces de atosigar a la zona de las
Aduanas.

J N G. Yo me imagino que tuvo mucho que ver con la seguridad de eso francotiradores,
la seguridad misma, porque había respuesta del lado nuestro, uno no puede conocer la
intriga de cómo el mando en ello se generaba, pero yo creo que tuvo mucho que ver con
la respuesta de los combatientes dominicanos, porque ellos estaban al alcance y a la
vista de nosotros, lo que pasa es que ellos pusieron unos obstáculos muy fuertes, unos
sacos de arena que estaban bien protegido, pero esas gentes mataron muchos
combatientes, no hicieron mucha baja y llegó un momento que cesaron, tiene que haber
sido un política producto de las denuncias que se estaban dando a través de los
representantes de la ONU la OEA, la misma prensa internacional que estaba muy activa
en ese tiempo, por ahí debe andar la cosa, pero ellos nos hicieron mucha baja a nosotros
y tú tenía que vivir constantemente protegiendo, a cada movimiento que tú va a dar,
cruzar una calle, lo que sea que tú no tuviera protegido por una pared, por un edificio
porque te disparaban a menudo.

P D L. ¿Cuando usted dice muchas bajas, hablamos de un promedio?, por lo menos de


los que estaban en Los Molinos, fueron causantes de un promedio más o menos cuánto.

J N G. No te puedo dar un número exacto, pero nosotros estimamos que tuvimos más de
3,500 bajas en total, yo no puedo en término porcentual decirte una cantidad, pero
dejémoslo en muchas bajas, porque en realidad fueron incontables, uno no andaba
diciendo era tanto.

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