RODRIGO

ALCAÍNO
TORRES
,
MATIAS
CORTÉS
DE LA CERDA
 Rodrigo Alcaíno Torres cursó
sus estudios en la Universidad
Gabriela Mistral, titulándose de
Abogado el año 1995. Poste­
riormente obtuvo el grado de
Magíster en Derecho, y cursó un
Diplomado sobre la Reforma
Procesal Penal en la Universidad
Alberto Hurtado.
Inició su carrera académica
como ayudante y luego Profesor
de Derecho Civil, dedicándose al
área de litigios tanto civiles como
comerciales y penales.
En 2002 creó la cátedra de Litigación Oral en la Universidad
Gabriela Mistral y en la Universidad Adolfo lbáñez de Valparaíso
y desde entonces imparte docencia en esta especialidad.
Ha participado en cursos de perfeccionamiento en litigación
oral en Chile y en el extranjero: en Londres sobre técnicas de
litigación en responsabilidad de productos, impartido por el
estudio Shook, Hardy & Bacon; y los cursos I y II de litigación
oral impartidos por The National College of District Attorneys en
Columbia, Carolina del Sur, EE.UU.
Ha sido expositor invitado en numerosos seminariosy cursos,
entre ellos, "Derecho del consumidor y acciones de clase" en la
Academia Judicial (2009)y "Tendenciasinternacionalesen accio­
nes de clase" en la Universidad de Florida (201 O).

Matías Cortés de la Cerda cursó

sus estudios de Derecho en la
Universidad Gabriela Mistral, ti­
tulándose de Abogado el año
1992. Posteriormente cursó es­
tudios de postgrado en derecho
comparado en King's College,
Reino Unido. Fue Abogado visi­
tante durante un año en Chad­
bourne & Parke L.L.P. (N.Y.) en el
área de litigios de responsabilidad
por productos (1996), en la que
se ha especializado.
Se desempeñó durante seis
años en Shook, Hardy & Bacon L.L.P. como miembro de la División
Nacional de Litigios de Responsabilidad por Productos (1999­
2005), trabajando en la preparación de las defensas judiciales
para c/ass action y demandas individuales.
Ha sido expositor como experto litigante, invitado por orga­
nizaciones empresariales y académicas, tales como Universidad
Internacional de Florida (201 O), Universidad de Carolina del Norte
(2009), Universidadde Oxford (2009), Instituto de Derecho Procesal
(2007), Universidad Católica de Chile (2006), entre otros.
Ha recibido diversasdistinciones por su destacado desempeño
en litigación.
CURSO ELEMENTAL DE LITIGACION ORAL

MANUALES JURÍDICOS Nº 124

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© RODRIGO ALCAÍ:\0 TORRES

© :\1ATÍAS CORTÉS DE LA CERDA
© EDITORL\L Jl:RÍDICA DE CHILE
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Inscripción N" 213.835, ano 2012
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en el mes de mayo de 2019
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IMPRESO EN CHILE / PRI~'TED IN CHILE
ISBN 978-956-10-2165-5
1 en
nis o
RODRIGO ALCAINO TORRES
/ /

NIATIAS CORTES DE LA CERDA

CURSO ELEMENTAL
.,,
DE LITIGACION ORAL

EDITORIAL
JURIDICA
DE CHILE
 PROLOGO
Es un verdadero honor v placer prologar
esle libro de los profesores Rodrigo Alcaíno
y Matías Cortés, por ser un aporte de gran
relevancia para la enseíianza de la litigación
en el ámbito del derecho chileno.
Con el profesor Rodrigo Alcaíno me unen
lazos de amistad de larga dala. Asimismo
tuve la oportunidad v difícil misión de ser
docente en un curso de proceso penal y
litigación que impartí como profesor por
largos arios y que Rodrigo decidió cursar
como alumno. Este terminó siendo una
de las fuentes para su interés en el litigio
del nuevo sistema, lo cual agradezco y ce-
lebro.
Con el profesor Cortés nos une la pasión
por el proceso penal Y la influencia anglo-
sajona en nuestras perspectivas de análisis.
Sabido es que el profesor Cortés estudió
en Estados Unidos \. trabajó asimismo en
el modelo acusatorio penal de ese país, lo
que unido a la experiencia de litigante del
profesor Alcaíno, los transforman en una
dupla que hoy vierte interesantes conclu-
siones sobre nuestro proceso penal.
Los aportes de Alcaíno y Cortés en esta
obra son, como serialé, muy relevantes, pues
pese a las múltiples e importantes reformas
procedimentales que han sufrido diversas
áreas de las ciencias jurídicas en los últimos
años, entre las que se cuentan derecho pro-
cesal penal, derecho de familia, derecho
penal de adolescentes y derecho laboral,
aún persiste cierta orfandad bibliográfica
local.
La justicia reformada ha supuesto un
cambio de normas, instituciones, prácticas,
destrezas y conocimientos que asimismo han
modificado los paradigmas tradicionales
del derecho procesal.
7 EDITDR[AL
El tránsito desde la escrituración corno
forma de debate y transmisión de informa-
ción, a la lógica de la oralidad ha permi-
tido un mayor respeto a los principios de
inmediación, concentración y publicidad
que los propios autores destacan en sus
primeras páginas.
El rescate de estos principios se ha lo-
grado en parte significativa gracias a la ge-
neración de audiencias corno instancias de
control judicial, como instancias de debate
de argumentos y confrontación de posicio-
nes, como instancias de examinación de
pruebas y fundamentación de decisiones
judiciales.
En efecto, tanto en materia procesal penal
corno en materia lahoral y en menor medi-
da en materia de familia, la secuencia del
proceso tiene lugar precisamente a través
del debate de audiencias. Lo anterior ha
generado la necesidad que los abogados
desarrollen la capacidad de presentar ar-
gumentos, transferir al juez la información
relevante que consta en actas, interrogar
testigos y peritos, contraexaminar testigos
y peritos, confrontar pruebas, desarrollar
alegatos de apertura y de cierre u observa-
ciones a la prueba, entre otros aspectos.
En este contexto surge con nitidez lo
planteado por los profesores AJ caí no y Cortés
en el sentido de resaltar la importancia que
posee para lograr los objetivos de la justicia
reformada el que los litigantes manejen las
destrezas que permiten un mejor debate,
una mejor argumentación y contribuir de
este modo a mejores y más oportunas de-
cisiones judiciales. En otras palabras, po-
demos decir que en los nuevos modelos de
litigio, la calidad de las decisiones y de la
jurisprudencia asociada está estrechamente
JUR!DICA DECHllE
00
,,-..,¡,.,..._
 ______________ C_u_r_so
elemental
ligada a la capacidad que las partes poseen
de aportar argumentos, fundar posiciones
y presentar e interrogar pruebas.
El modelo de enseñanza del derecho
ha prescindido en general de esta visión y
necesidad y ha mantenido, salvo excepcio-
nes, un modelo tradicional que estructura
la transmisión de conocimiento a través de
reflexiones puramente teóricas, cuando más
asociada al análisis de casos, pero con signi-
ficativa prescindencia de otras herramientas
de gran importancia, como lo son el sistema
de simulaciones de litigio, juego de roles,
incorporación de destrezas de examinación
y contraexaminación y por cierto de otras
herramientas anexas, como lo son curso de
argumentación y comunicación.
Se requiere por tanto una modificación
de objetivos de las mallas curriculares de
las Facultades de Derecho, de modo de
incorporar las nuevas destrezas y visiones
que el abogado requiere en la nueva era
de la llamada justicia reformada. En este
contexto el perfil de egreso de cualquier
facultad debiera consultar la capacidad del
abogado titulado de presentar argumen-
tos oralmente, examinar prueba enjuicio,
confrontar opiniones en espacios acotados
de tiempo, diseñar estrategias y ponerlas
en escena conforme a métodos modernos
de litigio, etc.
En esta línea de desarrollo se suma esta
obra denominada Curso Elemental de Liti­
gación Oral, que por cierto de elemental
no tiene nada, y que presenta un enfoque
novedoso e inédito, cual es entrelazar las
estructuras procedimentales de cara al
litigio estratégico, entre las áreas de de-
recho procesal penal, derecho de familia
y derecho del trabajo.
Esta es en efecto la primera obra que
abarca de un modo sistemático las relaciones
•···
ez y semejanzas que pueden advertirse entre
estas tres ramas del derecho mencionadas
y los desafíos del litigio.
Se logra evidenciar de modo claro y con-
tundente las líneas de convergencia que
pueden advertirse entre las estructuras
procesales, y los principios y los desafíos
prácticos del litigante, entre estas ramas
del derecho.
EDITORIAL JUR[DICA DI CHILE
de litigación oral
Desde este punto de vista pueden produ-
cirse incluso relevantes aspectos interpreta-
tivos de carácter sistémico en el entrelaza-
miento mostrado, pues en todos los casos,
pero en especial en las áreas de derecho
de familia y derecho procesal laboral, que
nacen luego de un mayor desarrollo del área
penal, existen dilemas interpretativos de
los principios y normas, que en el contexto
del libro pueden ser resueltos o al menos
orientados por los elementos de conexión
que los autores pretenden evidenciar entre
las lógicas subyacentes a los nuevos modelos
procesales.
Esta obra constituye asimismo una pro-
fundización de aspectos que en ámbitos
comparados poseen mayor desarrollo, pero
que en el contexto nacional resultan esen-
cialmente incipientes, como lo es el desa-
rrollo que el texto entrega en lo referido a
la denominada teoría de la comunicación
y su utilización en el contexto del litigio
estratégico.
Otro aspecto que merece especial men-
ción es el tratamiento que el texto realiza
de la estructura y desarrollo de la audiencia
de preparación del juicio oral, tanto del
ámbito procesal penal como de los ámbitos
de derecho de familia y procesal laboral.
Debe señalarse además que los tópicos que
cubre esta parte de la obra no se limitan
únicamente a los aspectos propios del liti-
gio estratégico, sino que encara problemas
dogmáticos relevantes.
El desarrollo de la obra continúa en
torno a la temática del juicio oral, donde
puede advertirse que el aporte se centra
en aspectos prácticos, recomendaciones
estratégicas que en este caso se alimentan
de la experiencia de los autores y de las
prácticas y recomendaciones decantadas
por años en el litigio adversaria! propio
de los modelos acusatorios anglosajones
y del propio sistema chileno. Esta parte
de la obra contiene los aspectos más rele-
vantes del litigio enjuicio, incluyendo la
forma de preparar alegatos de apertura y
cierre y las destrezas y recomendaciones
necesarias para abordar la examinación
y contraexaminación de testigos y peritos
enjuicio.
8
 Prólogo __

odu- El texto constituye un verdadero aporte di mentales; por otra, para los jueces, que
reta- a los objetivos que los propios autores se pueden encontrar elementos interpretativos
laza- han propuesto y que dicen relación con la sistemáticos, v por cierto para los estudiosos
lSOS, urgente necesidad que existe en el medio del derecho en general.
.cho nacional de colaborar al desarrollo de mate- Es una obra bien lograda, de fácil y amena
que riales y obras que permitan profundizar en lectura, con interesantes aportes prácticos
are a los desafíos de los modelos de debate oral Y teóricos que merece ser puesta en los ana-

s de que se han instalado en Chile con ocasión queles, algo escuálidos, de la bibliografía
~xto de la llamada justicia reformada. de textos que ahonden en los temas del
.nos Me parece que esta obra es un texto que litigio procesal.
áón merece ser leído con distintos objetivos,
ntre para los interesados en mejorar su capaci- R\E-\EL BL\NCO SUÁREZ
elos dad de litigación en los distintos sistemas Profesor de Derecho Procesal Penal
procesales, por una pan e, para los docentes J Litigación Oral
pro- que desean observar los sistemas desde el Facultad de Derecho Universidad
-itos punto de vista de sus conexiones proce- A lberto I Iurtado
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9 EDITORIAL JURIDICA DE CHHE

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 INTRODCCCIÓ>J
U na de las grandes paradojas de nuestro
sistema legal es que no ensenaba a los lla-
mados a usarlo, esto es, a los estudiantes y
abogados, acerca de cómo litigar.
Dentro de los programas de derecho,
no se encontraba hace diez años, e incluso
menos, ninguna cátedra relacionada con el
aprendizaje acerca de la forma cómo enca-
rar un caso, cómo prepararlo, seleccionar
medios de prueba, hacer alegaciones ante
un tribunal, o interrogar a un testigo o a
un experto.
El estudiante de derecho, a lo más, se
contentaba con aprender -fuera de cáte-
dra, en todo caso- a "procurar", esto es, a
tramitar un proceso, sin que en ese proceso
de aprendizaje estuviera comprendido el
"patrocinio" del caso, es decir, el tomar las
decisiones estratégicas que van envueltas
detrás de todo acto de defensa judicial.
Ayudaba a lo anterior el sistema de en-
juiciamiento heredado del procedimiento
indiano espafiol, con caracteristicas incoadas
incluso antes que existiéramos corno nación
independiente, que permitían al estudiante
o al ya novel abogado experimentar en él,
con la confianza que lo dilatado de los pro-
cedimientos permitiría subsanar cualquier
deficiencia técnica o de estrategia.
Desde el punto de vista del cliente, inclu-
so, si intuía que algo no andaba bien, podía
cambiar el abogado, alterando radicalmente
el destino de su causa. El procedimiento
inquisitorio siempre otorgaba plazos para
hacer nuevas alegaciones, para presentar
pruebas e incluso para cambiar la estrategia
original, todo ello sin ningún remordimiento
ni tampoco, digámoslo, vergüenza.
Nada de lo anterior es hoy posible desde
el advenimiento de la reforma procesal pe-
11
nal, que ha hecho más patente que nunca
la necesidad de los alumnos de derecho y
de los abogados en general de contar con
nuevas herramientas y habilidades que les
permitan desarrollar su actividad profesional
en el nuevo sistema.
Tal necesidad se vio incrementada con la
dictación de la Ley Nº 19.968, que modificó
el procedimiento de familia, y luego, con
la Ley Nº 20.087, que estableció el nuevo
procedimiento laboral. En este contexto,
todo hace suponer que es cuestión de tiempo
para que se haga realidad la por décadas
postergada reforma al proceso civil.
Todos estos sistemas de enjuiciamiento
establecen como principios formativos del
procedimiento, principalmente, la oralidad
e inmediación, poniendo fin a los proce-
dimientos escritos y a la administración
de justicia por medio de actuarios, lo cual
lleva a que sean los abogados quienes ante
un juez deban hacer las alegaciones de su
caso, presentar los medios de prueba de
que disponen, confrontar la prueba de la
contraria y hacer las argumentaciones de
cierre que inviten al tribunal a acoger su
postura y no la del contradictor. Todo lo
anterior, en una audiencia o en audiencias
sucesivas, no en décadas como en el sistema
antiguo, mirando al juez a los ojos y teniendo
al cliente al lado o a las espaldas.
Evidentemente que el manejo del caso
que tiene un actor o interviniente del nuevo
sistema es bastante más complejo e inten-
so que el que se necesitaba en un sistema
escrito.
En vista de lo anterior, se hace necesario
enfocar los programas de formación de
alumnos de pregrado y abogados al desa-
rrollo de nuevas habilidades, entre otras, la
EDITORIAL JURIDICA DE CHILE
00
~
 Curso elemental_ de litigación
de comunicarse persuasiva y efectivamente
de manera oral, relacionarse con un juez o
un panel de jueces; preparar e interrogar
a un testigo y contraintcrrogarlo efectiva-
mente, seleccionar, preparar e interrogar
expertos, realizar los alegatos, tanto de
apertura como de cierre. En fin, planear y
plantear un juicio de principio a fin, con
la toma de todas las decisiones estratégicas
que ello requiere.
Dentro de este orden de ideas se hace
necesario difundir las técnicas que permitirán
al estudiante o al abogado desenvolverse
con éxito en este desafío que los nuevos
sistemas de litigación le exigen.
Ahora, desde otro punto de vista, el del
requirente de los servicios de un abogado,
esto es, el cliente, se hace esencial e impres-
cindible difundir técnicas que le otorguen
a cada abogado -profesional que tiene el
monopolio legal de asumir la representación
legal en juicio de un particular- las herra-
mientas reales que aseguren a cada individuo
hacer realidad y darle contenido de fondo al
derecho que la Constitución Política asegura
i:
<
.@. EDITORIAL JlJR[DICA DECHlLE
oral
en el artículo 19 Nº 3º a todo ciudadano, esto
es, gozar de defensa jurídica.
En el estado de desarrollo de nuestro
país, no podemos limitarnos a asegurar a
todo individuo el acceso a un abogado para
satisfacer sus necesidades judiciales, garan-
tía ya conquistada, por lo demás, sino que,
dentro de los llamados derechos de segunda
generación, ahora debemos avocarnos a
darle una calidad técnica mínima al con-
tenido del derecho, fijando o asegurando
ciertos estándares objetivos de calidad de
la defensa jurídica.
Dentro de ese orden de ideas es que
se inserta esta obra, cual es permitir a los
estudiantes de derecho y abogados en ge-
neral acceder a ciertas destrezas o técnicas
que les permitan desarrollar su profesión
eficazmente, asegurando a sus represen-
tados un derecho a defensa no sólo en lo
formal, sino también en el fondo.
Parafraseando al Mensaje del Código
de Comercio, creemos que con esta obra
venimos a abordar un "sensible vacío" a
nuestros estudios legales.
12
 Capítulo
EL JUICIO ORAL COMO SISTEMA DE LITIGACIÓN
lo que no se haya meditado profundamente hasta
en sus mínimos detalles está condenado al fracaso".
l. ACERCA DE LOS LITIGIOS,
LOS SISTEMAS DE ENJUICIAMIENTO
Y EL ROL DEL ABOGADO
Si se interrogara a un estudiante que acaba
de matricularse en la carrera de derecho
por qué quiere ser abogado o qué hace un
profesional de la ley, podemos aventurar,
sin temor a equivocarnos, que la gran ma-
yoría de ellos serialaría que un abogado
defiende los derechos de las personas en
juicio y que su gran motivación es conver-
tirse en dicho profesional. Pocos serán los
que dirán que los abogados asesoran a sus
clientes o que redactan documentos de
trascendencia legal.
Sin embargo, y paradojalmente, esta mo-
tivación inicial que induce al estudiante a
abrazar la carrera de derecho de alguna
forma va siendo olvidada a través del csiu-
dio, el cual se enfoca, principalmente, en
la transmisión y explicación de conceptos
legales, de índole abstracta, que otorgan una
gran capacidad analítica, pero una escasa
preparación acerca de la forma práctica de
aplicar dichos conceptos a un caso concreto.
Se nos enseria a los abogados en profundi-
dad acerca de la ley, y se deja de lado toda
formación sobre cómo aplicarla, cómo ha-
cerla efectiva en un caso concreto.
Esta es sin duda una de las grandes defi-
ciencias que presentaba nuestro sistema legal,
donde el abogado litigante no se formaba en
la academia, sino que se hacía intuitivamente,
sobre la base del desarrollo de habilidades
innatas; de la transmisión oral; del ensayo y
error; de la observación empírica, etc.
Esta forma de aprendizaje genera una
gran ineficiencia social y profesional. No
olvidemos que el derecho produce o debe
13
Primero
"En una guerra todo se obtiene por cálculo:
NAPOLEÓN BONAPARTE
producir paz social, pero si reflexionamos
bien, no es el derecho en sí mismo, mediante
su máxima expresión de fuente formal, esto
es, la ley, el que permite alcanzar dicho valor
jurídico, sino que es la efectiva aplicación
de las normas a los casos concretos, lo que
produce en la comunidad la satisfacción
de existir concordancia entre el deber ser,
dado por la norma jurídica abstracta, y el
ser, dado por la verdadera solución que
recibe un caso concreto.
Pues bien, cuando el aprendizaje del
proceso de litigación se hace intuitivamente,
toma por definición un lapso considerable
de tiempo, durante el cual el abogado va
adquiriendo experiencia en la tramitación
de los casos. Sin embargo, este proceso de
aprendizaje tiene un costo, el cual es asu-
mido por el cliente, ya que las acciones del
abogado inexperto repercuten en definitiva
en sus intereses.
En efecto, si la parte que concurre al
tribunal reclamando para sí la aplicación de
la norma en un caso concreto, es represen-
tada por un novel litigante, sus posibilidades
que ese derecho sea reconocido por medio
del proceso, se ven reducidas a lo menos
en alguna proporción, habida cuenta de la
inexperiencia del representante.
Esa proporción, que podría incluso ser
cuantificada socialmente, al multiplicarse
por el número de abogados que van ad-
quiriendo experiencia en el tiempo, por el
número de casos que toman en este proceso
de aprendizaje, dan como resultado el costo
de ineficiencia social de un sistema legal,
donde los actores no tienen incorporadas
las destrezas básicas que se requieren para
reclamar la aplicación de la ley a un caso
concreto.
i:DITORfAl JURIDICA N6
DE CHJ(E ~

Curso elemental
Este costo social implica que los casos
que son resueltos por el sistema legal tienen
un porcentaje de falta de correspondencia
entre la verdad material y la verdad proce-
sal, debido únicamente a esta causa, con la
subsiguiente inequidad en la solución final
de la controversia.
Cuando este porcentaje de falta de co-
rrespondencia aumenta, se produce el des-
crédito del sistema legal entre los miembros
de la comunidad y la sociedad enfrenta
dos opciones: o se modifica el sistema o,
en caso contrario, se altera la paz social
irreversiblemente, lo que puede generar
desde un mero conflicto o tensión social
hasta una revolución.
Eso es lo que ha sucedido en todas las
sociedades cuando deciden cambiar o
modificar sustancialmente sus sistemas de
enjuiciamiento.
Finalmente, si lo pensamos con profundi-
dad, el proceso no es sino el sistema que crea
una comunidad para reconstituir mediante
sus normas (adjetivas) y en el presente un
hecho con relevancia jurídica acaecido en
el pasado, a efectos de aplicarle las normas
(sustantivas) que para tal reconstitución
prevé el ordenamiento jurídico vigente.
En consecuencia, todo proceso supone
una reconstitución de un hecho acaecido
en el pasado (verdad material), para que,
una vez reconstituido (verdad procesal)
se le aplique la consecuencia jurídica que
para el hecho reconstituido prevé la norma
sustantiva.
En ese orden de ideas, la confianza del
proceso está directamente relacionada con
la certeza que tiene la comunidad que sus
reglas permiten reproducir, con cierto grado
de tolerancia, bastante baja por lo demás,
el hecho ocurrido en el pasado.
Pensemos en el Derecho Antiguo, donde
existían las ordalías o juicios de Dios, en
que la verdad material se descubría por
medio de un proceso consistente en que el
acusado de un hecho debía meter la mano
:..;
r­ en el agua hirviendo, hasta la muñeca si la
~o acusación era simple o hasta el codo si la
u acusación era compleja, luego de lo cual se
2
le envolvía la mano, el juez le colocaba un
sello y al tercer día se examinaba el resul-
.@. EDrTORlAL JlJRIDICA DE CHJl.E
•
de litigación_o_r_a_l _
tado de la prueba. Si había quemadura, el
acusado era considerado culpable; en caso
contrario, se consideraba inocente.
Con estas reglas procesales, el hecho
material ( culpabilidad o inocencia) era
develado en un juicio de Dios represen-
tado por la presencia o ausencia de que-
maduras (verdad procesal). Estos sistemas
legales existieron, con variantes propias
de la costumbre o de la religión en casi
toda la Europa del Medioevo. Así, también
coexistieron con las ordalías, la prueba
del combate o duelo, la prueba del hierro
candente, entre otras.
Evidentemente que estos procesos se
desacreditaron cuando la población pudo
percibir la nula relación existente entre la
verdad procesal reconstituida en el juicio
(presencia o ausencia de quemaduras) con
la verdad material (inocencia o culpabili-
dad con el hecho que motivó el juicio), lo
que indujo a esas sociedades a cambiar el
sistema de enjuiciamiento por otros más
eficientes.
Algo parecido ocurrió y está ocurriendo
en Chile con el tránsito de sistemas de juicio
escritos a los procedimientos orales.
El descrédito que produjeron en la co-
munidad jurídica los procedimientos donde
la justicia se administraba por medio de
papeles v con actuarios legos, motivó al
mundo académico primero, y a las autori-
dades después, a promover trascendentales
cambios a la administración de justicia, que
culminaron con la recepción o adopción
de formas de enjuiciamiento oral.
Así, la Ley Nº 19.696, de 12 de octubre
de 2000, instauró el Código Procesal Penal,
constituyendo el primer cuerpo legal que
estableció el derecho de toda persona a un
juicio previo para determinar su responsa-
bilidad penal, de carácter oral y público.
Artículo 1 º, Código Procesal Penal.
Luego, la Ley Nº 19.668, de 30 de octubre
de 2004, que creó los Tribunales de Familia,
también en sus artículos 9º y 1 O reconoció
como uno de los principios formativos del
procedimiento la oralidad.
Más adelante, el 3 de enero de 2006, se
publica la Ley Nº 20.087, que sustituye el
procedimiento laboral contemplado en el
14
 Eljuici_o oral como sistema
Título V del Código del Trabajo, consagrando
en el artículo 425 de la nueva redacción del
Código, el cambio del sistema de enjuicia-
miento escrito a uno oral.
Con la entrada en vigencia de esta última
ley, hecho que ocurrió, de acuerdo con
el artículo 1 º transitorio de dicha norma,
modificado por la LeyNº 20.252, de 15 de
febrero de 2008, en forma gradual en las
diversas regiones del país, empezando en
las Regiones III y XII el 31 de marzo de
2008; continuando en las Regiones I, IV, V v
XIV el 31 de octubre de 2008; en la Región
Metropolitana, el 31 de agosto de 2009, las
Regiones II, VI, VII v \1II el 30 de abril de
2009 y en las Regiones IX, X, XI y XV el 30
de octubre de 2009. Cumplidas esas fechas,
sólo subsistirá el procedimiento civil como
último bastión de la escrituración.
Sin embargo, aun dentro del procedimien-
to civil, también soplan vientos de cambio que
desterrarán definitivamente la escrituración
de nuestros sistemas procesales.
Así, el Foro Procesal Civil, organización
convocada por el Ministerio de Justicia en
2005, e integrada por diversos especialistas
en Derecho Procesal, presentó ante dicha
repartición pública un an teprovecto de Có-
digo Procesal Civil, que establece las bases
de un nuevo cuerpo legal que regule la
nueva forma de enjuiciamiento civil, la cual
es adecuada y puesta en línea con los otros
principios que inspiran los otros sistemas
procesales ,igentes en el país, en especial,
la oralidad.
Dicho proyecto va fue presentado por el
Ejecutivo al Congreso para su discusión.
Todos estos nuevos sistemas de litigación
ponen de manifiesto la necesidad ele los
abogados de capacitarse en las destrezas
que ellos requieren para interactuar con
cierto éxito en ellos.
En los sistemas escritos, como senalá-
barrios, la preparación de los litigantes se
iba haciendo a través del tiempo, lo que
también era compatible con la duración de
los juicios y sus recursos, donde los plazos
eran latos, las apelaciones duraban arios y
las incidencias podían durar meses. Todo
ello sin considerar que la prueba se rendía
por actuarios o receptores, sin la presencia
15
de liti_¡,~'ª_c_ió_n
__
del juez, que sólo se imponía del caso me-
diante la lectura física del expediente, y sólo
cuando este se encontraba en su despacho
en condiciones de dictar sentencia o de
resolver alguna incidencia.
Nada de eso existe en los juicios orales,
donde el litigante ingresa al juicio y por
medio de una o varias audiencias sucesi-
vas lo agota, terminándolo ya sea con una
sentencia definitiva de única instancia en
el sistema penal, o de primera instancia en
los juicios de familia o laborales.
Si a lo anterior se agrega la publicidad
de los sistemas orales de enjuiciamiento,
en oposición a lo secreto de los escritos, es
del caso suponer y asumir que el ejercicio
de la profesión de abogado en el ámbito
del litigio se hará en presencia de la parte
o del cliente, que estarán en condiciones
de percibir por sus propios sentidos el des-
empcno profesional de los contradictores
y formarse su propia opinión. En un caso
de cierta connotación social, la publicidad
abre una dimensión adicional: el acceso
de los medios de comunicación al caso,
amplificando las acciones ­y también las
omisiones- de los profesionales que inter-
vienen en el proceso.
De todo lo dicho y razonado Iluye una
necesidad evidente, cual es que para poder
sobrevivir en el mundo de los sistemas de
enjuiciamiento oral es imprescindible pre-
pararse y ejercitar habilidades o destrezas
hasta ahora bastante ignoradas en el mundo
académico de pregrado y en la comunidad
legal, acostumbrada hasta ahora al apren-
dizaje del litigio de una manera inductiva,
inorgánica e intuitiva.
Cambiar lo anterior es uno de los desa-
fíos de este libro.
2. EL JUICIO ORAL CO,MO FORMA
DE LITIGACION
Ya en el Antiguo Testamento encontramos
antecedentes acerca de formas de resolución
de disputas mediante juicios orales.
El caso más emblemático es, sin duda,
el juicio que resolvió el rey Salomón acerca
de la maternidad disputada por dos madres
rnnoRíAL JURID!CA DE CHILE

___ C_u_rs_o
elemental
que reclamaban la filiación de un hijo. El
rey ofrece, ante la intensa disputa, partir el
niño con una espada y dividirlo por mita-
des entre las contradictoras, ante lo cual la
madre biológica renuncia a sus derechos,
lo cual es percibido por la sabiduría del rey
Salomón como develación de la maternidad
disputada, quien entrega el hijo a la madre
que prefirió la vida de su hijo antes que el
reconocimiento de sus derechos.
Evidentemente que si ese proceso hu-
biese sido escrito y delegado a través de
actuarios, la decisión no necesariamente
hubiese sido la correcta. Fue la inmediación
y oralidad la que permitió al rey percibir de
qué lado estaba la verdad real y descubrirla
en el proceso.
En la mitología griega también hay ca-
sos de controversias resueltas mediante un
juicio oral.
En efecto, conocido es el juicio de Orestes,
hijo de Agamenón, rey de Micenas, el héroe
de Troya, y Clitemnestra. Al embarcarse
Agamenón para Troya, sacrificó a Ifigenia,
hermana de Orestes e hija de aquella, para
conseguir buen viento para sus barcos. A su
vuelta a Grecia, Clitemnestra no perdonó
la muerte de su hija y lo asesinó, ayudado
por su amante Egisto. Orestes, luego de ser
asesorado por el oráculo y con la coopera-
ción de su hermana mayor Electra, decide
vengar a su padre matando a su madre y a
Egisto. Luego de arrancar de las diosas de
la venganza, las Erinias, por mucho tiempo,
Apolo ordenó que fuera juzgado por la diosa
Atenea, la que llamó a doce ciudadanos
atenienses para ayudarle a decidir el caso.
En este juicio ambas partes exponen sus
argumentaciones: por un lado Orestes y
z
(.'
por otro las Erinias. Llegado el momento
del veredicto, los ciudadanos depositan
sus votos en una urna, votando Atenea en
...
e
)
último lugar y declarándose abiertamente
a favor del perdón de Ores tes.
Se cuentan los votos y el escrutinio revela
un empate, por lo que el citado voto de la
diosa resulta definitivo a favor de Orestes.
Atenas quedó tan impresionada por el tra-
bajo dcljurado, que se determinó el uso
de un jurado en todos los juicios futuros
.:í por homicidio.
.® F,D[TOlUAL JURIDICA DE CHJU
­ -
de litigaci_ó1_1_o_ra_l _
Posteriormente, comprobamos cómo
muchas prácticas que comenzaron siendo
supersticiones o ritos religiosos termina-
ron convirtiéndose en partes del litigio
moderno.
El juicio oral por jurado nace como un
reflejo de los ideales de democracia de los
griegos; para los romanos, en cambio, no
es más que una forma de mantener la dis-
ciplina en el Imperio.
El origen del procedimiento oral se en-
cuentra en Roma, donde las partes cuya
presencia era necesaria se dirigían al pretor.
Cada acto y palabra debían ejecutarse con
gran precisión y cuidado y según los términos
de la ley, pues las partes actuaban bajo sus
"riesgos y peligros'" y el error más pequeño
traía consigo la pérdida del juicio. Se cita por
Gayo en su Instituciones que en una ocasión
quien se había presentado ante el pretor
invocando la Ley de las XII Tablas, porque
le habían cortado su viña, utilizó la palabra
vites en lugar de la palabra arbores usada en
la Ley, y por esta razón perdió el juicio. Esta
rigidez, según algunos, fue una de las causas
por las cuales se mantuvo a la Plebe bajo la
dominación de los Patricios, quienes fueron
los creadores de las fórmulas y solemnidades
procesales. Estas se mantuvieron celosamen-
te restringidas a su exclusivo conocimiento
hasta que fueron de dominio público con
las publicaciones del [us Flauumum. y Jus Aeli­
anum. Como decíamos, eran las partes las que
concurrían personalmente, por lo que por
regla general nadie podía actuar a nombre
o representación de otra persona en una
disputa ante el pretor. Una de las excepciones
tenía lugar cuando un ciudadano era tratado
como esclavo, donde lo podía reemplazar una
persona libre adserto libertatis, pues el esclavo
no podía ser parte. En las audiencias, que
eran todas orales, las partes nombraban a
algunos testigos para que pudieren declarar,
en caso necesario, sobre todo lo que había
ocurrido en la audiencia.
En materia penal el pretor era quien ejer-
cía el derecho de admisión de una acusación
criminal contra alguna persona. Bajo la Ley
I
Petit, Eugéne, TratadoElemental de DerechoRomano,
Editora Nacional S.A., México, 1949, pág. 617 .
16
 El juicio oral como sistema
Romana no existían abogados acusadores
de oficio, sino que eran los ciudadanos pri-
vados quienes presentaban las acusaciones y
actuaban en el proceso. Existían audiencias
privadas a fin de que el presidente del tribu-
nal pudiera adquirir un conocimiento más
completo ele las acusaciones: el acusador
y sus testigos exponían los cargos procesa-
les; se presentaba acusación formal ante
el juez que presidía, v se decretaba fecha
para el juicio. El <lía del juicio se elegía al
jurado o jueces, mediante la inscripción
en tabletas del nombre de un número de
ciudadanos. depositándolos en una urna.
y cxtraverido de allí el número requerido
de componentes. En el [orum se ponían
sillas para los jueces, Y tenía lugar allí el
procedimiento judicial. Los juicios roma-
nos sólo podían celebrarse con luz de día,
desde el amanecer hasta una hora antes de
la puesta de sol. Finalmente, se producía
la decisión de los jueces, quienes emitían
su voto utilizando piedras negras Y blancas
a modo de papeletas: la blanca indicaba
absolución y la negra, condenación.
La Ley Romana mantuvo su in11uen-
cia por muchos siglos hasta la llegada del
Cristianismo, que nos entregó, entre otras
instituciones, el juramento.
Al haber una larga tradición por parte
de los cristianos de jurar, esta acción se
trasladó al proceso y un imputado podría
probar su inocencia consiguiendo a un nú-
mero suficiente de testigos que pudieran
jurar su inocencia. Posteriormente, Europa
se entregó al procedimiento de ordalías,
institución por la cual se creía que supli-
cios de agua o fuego, por señalar los más
comunes, podían determinar la inocencia
o culpabilidad de una persona.
En el año 1215 se les prohibió a los sacer-
dotes bendecir este tipo de pruebas. Acto
seguido, el Papa Inocencia III (tl216) in-
trodujo el juicio inquisitorio, procedimiento
que constituyó la base ele los procesos de la
Inquisición y por el cual se les perrni tió a los
jueces investigar los hechos. En el mismo
año 1215, se dicta la célebre Carta Magna,
donde se consagra a todo hombre el derecho
a ser juzgado por sus pares. En realidad,
durante muchos años lo que se hacía era
17
de litig_ación
que un grupo de personas notables de la
comarca (hundreds) tenían la obligación
ele reportar al rey periódicamente sobre
quienes hubiesen delinquido "alterando
la paz del Reino". Sus decisiones debían
ser unánimes y los imputados no tendrían
el beneficio de un abogado.
Con todo lo malo y la leyenda negra que
acompaña los procesos de la Inquisición
hasta el día de hoy, los mismos produjeron
la extinción de los juicios mediante ordalías
e introdujeron la razón como una forma
de determinar la inocencia o culpabilidad.
Sin embargo, estos juicios eran lejanos a los
conceptos modernos que nosotros maneja-
mos. no siendo extraño que se celebraran
juicios contra cadáveres (Sínodo de Cadáveres,
a110 897), como cuando el Papa Esteban VI
exhumó el cadáver de su predecesor para
proceder a vestirlo y luego sentarlo en una
silla vjuzgarlo, práctica que continuó durante
gran parte de la Edad Media y que consiguió
su reconocimiento legal en 1591.
En Europa los juicios fueron utilizados
contra los herejes, pero estos mismos pro-
cedimientos luego los exportaron los mi-
nistros protestantes a América del Norte,
con otros propósitos.
Eó esta nueva etapa se utilizaron los
juicios para solucionar conflictos sociales.
El juicio a William Penn, en 1670, podría
decirse que marcó un punto de inflexión
respecto a los deberes y derechos del jurado
y del juicio oral como forma de obtener
justicia. El Sr. Penn y otro predicador fue-
ron acusados de reunir a una multitud y
predicarle sin el permiso de la Iglesia de
Inglaterra. El juez pretendió obtener del
jurado un veredicto de culpabilidad, pero al
negarse este a condenar, el juez les impuso
una multa. Uno de los miembro del jurado,
Edward Bushel, se negó a pagar la multa,
por lo que el juez lo mandó a encerrar "sin
alimentos, tabaco, vino ni agua", hasta ob-
tener el veredicto que esperaba. Ante esto,
Bushcl recurrió ante eljucz en jefe, Robert
Vaughan, quien decidió que no se podía
presionar al jurado, a la vez que reconoció
el derecho de los jurados a entregar sus
veredictos de acuerdo con su conciencia
sin por eso tener que ser penalizados. Fi-
rurroRIALJURIDICA nr CHILE @
 ----~------ C_t_ir_so_elemental
de l_itigación oral
nalmente, se les reconoció el derecho a ser
ellos los únicos que dirían la última palabra
respecto a la inocencia o culpabilidad, in-
cluso si incurrían en desacato. No en vano
en la Declaración de Independencia de los
Estados Unidos de Norteamérica, donde se
señalan los diversos motivos que tienen las
colonias para liberarse del dominio de la
corona inglesa, uno de ellos es el reclamo
que hacían los ex súbditos al rey por el
hecho de haber privado a los colonos del
derecho a ser juzgados por un jurado.
El procedimiento contencioso penal oral
es un poco posterior, pues, como decíamos,
no se podía contar con la representación
de un abogado. Esto comienza a cambiar
en Inglaterra entre 1690 y 1780. El juicio
era una ocasión para que los acusados ex-
plicaran en persona su posición en relación
con los delitos que se les imputaban.
En 1700 se introdujo una importante
innovación al sistema procesal oral, permi-
tiendo a los acusados llamar testigos, como
refutación a las acusaciones efectuadas por
testigos que actuaban por miedo o por re-
compensa de parte del rey, o simplemente
para evitar ser ellos los procesados. Losjueces
de la época (1730) optaron por permitir
a los imputados que tuvieran un abogado
que contrainterrogara a los testigos que
lo acusaban. En un principio, los mismos
jueces trataron de restringir las interven-
ciones de los abogados al interrogatorio
y contrainterrogatorio, para lograr que
fuera el acusado el que respondiera per-
sonalmente en el juicio. Sin embargo, los
abogados se las ingeniaron para silenciar al
acusado y transformarse ellos en los verda-
deros protagonistas del juicio, dando ori-
gen a los juicios orales que conocemos en
:,, .
;J.)
,.,) nuestros días. El juicio dejó así de ser una
' oportunidad para que el acusado hablara
y se transformó en una oportunidad para
que el abogado defensor pudiera poner a
prueba el caso del fiscal.
3. PRINCIPIOS DEL JUICIO ORAL
Los principios constituyen las bases que
inspiran el diseño del sistema procesal y
EDfTOR!Al JURIDICA DE CHJU
_
nos proporcionan un prisma de análisis,
de interpretación, integración y desarrollo
de todas sus normas.
El respeto de los principios que infor-
man el sistema por todos los actores del
mismo, esto es, jueces, abogados, partes,
público y comunidad en general, constituye
un imperativo que permite la realización
y materialización en el día a día de la ga-
rantía constitucional del debido proceso,
que, por mandato del constituyente, queda
entregado, en cuanto a su desarrollo, a la
forma prevista por el legislador, como lo
consagra el artículo 19 Nº 3º de la C.P.R.,
inciso 5º.
Luego de lo ya expuesto nos referiremos
a los principios que fluyen necesariamente
de un sistema de enjuiciamiento oral, de
cualquier naturaleza que este sea, esto es,
penal, de familia o laboral, sin abordar los
principios que son especiales a la materia
de enjuiciamiento de que se trata.2
Debemos abordar los principios con que
inevitablemente se enfrentará un abogado
que encare un proceso oral.
3.1. PRI:NCIPIO DE IGE\LDAD PROCESAL Y
BILATERALIDAD DE LA AUDIENCIA
Este principio es uno de los contenidos
más esenciales del debido proceso, ya que
constituye una manifestación o externali-
zación en el procedimiento del principio
general de igualdad ante la ley.
Sin perjuicio que su extensión pueda
ser discutida por los autores, hay aspectos
no controversiales, como el derecho de las
partes a ser oídas en el juicio; el derecho
a intervenir en él; a presentar pruebas; a
2
Así, por ejemplo, no nos referiremos al prin-
cipio de inocencia, que consagra el artículo 4" del
Código Procesal Penal, por ser una garantía propia
del sistema procesal penal y no del juicio oral. Por
Jo mismo, tampoco nos referiremos al principio que
garantiza el respeto al interés superior del niño, niii.a
o adolescente y su derecho a ser oído, consagrado
en el artículo 16 de la LeyN" 19.668, que crea los
tribunales ele familia, por tratarse de derechos sus-
tantivos propios del Derecho de Familia, más que de
principios que inspiren un sistema acusatorio.
18
 EljuiciC>
contradecir la prueba contraria; el derecho
a defensa jurídica; y la facultad de recurrir
de las decisiones del tribunal.
Así, por ejemplo, en materia penal,
se reconoce el derecho del imputado a
intervenir en el juicio desde las primeras
etapas ele la investigación (artículos 7º,
12, 93, 98 C.P.P.); a conocer los hechos
por los cuales se le investiga (artículos 93
Nº 1, 94, letra a), 229 C.P.P.); a formular
sus alegaciones (artículos 8º inciso 2", 263,
264, 268, 271, 326 C.P.P); a conocer la
acusación ( artículo 260 del C.P.P.); a pre-
sentar pruebas (artículos 278, 328 C.P.P.);
a presenciar y controvertir la prueba con-
traria (artículo 285, 330 C.P.P.); a analizar
la prueba rendida ( 338 C. P. P.), y a recurrir
(artículos 352, 387 C.P.P.).
En materia ele familia (Ley NQ 19.968),
también se reconoce el principio del con-
tradictorio, mediante la posibilidad ele
las partes de ser oídas (artículos 56, 58,
59); ele presentar pruebas (artículos 29,
6 l Nº 8, 64); ele impugnar la prueba con-
traria (artículo 64 inciso 2Q); observar la
prueba rendida (artículo 64 inciso final)
v de recurrir (artículo 67).
. Igual situación ocurre en materia laboral
( Código del Trabajo), donde se reglamen-
ta el derecho de las partes a efectuar sus
peticiones al tribunal (artículos 425, 446,
452, 453 N'" 1 º y 2º); ele presentar prue-
bas (artículos 453 :\'º 4º, 454 :\''" 1 º, 3º, 4º,
5º, 6º y 7º; impugnar la prueba contraria
(artículos 453 N'" 2º y 7º); hacer observa-
ciones a la prueba (artículo 453 Nº 8º);
y recurrir de las decisiones del tribunal
(artículos 474 y siguientes).
3.2. PRI:'s"CIPIO DE OR.:\.LID ..\.D
Desde luego el juicio oral implica que el
debate se realiza mediante las presentacio-
nes verbales que hacen las partes de sus
pretensiones ante y en presencia directa
e indelegable del juez, las cuales, a su tur-
no, son resueltas por la misma vía por el
Tribunal (artículos 1 º, 281 v siguientes,
290, 291 C.P.P.).
oral corno sist":t!lª. de litigació1_1 _
Este principio tiene como instrumento
de materialización efectiva la necesidad de
decretar audiencias de juicio en las cuales
las partes efectuarán sus declaraciones,
formularán sus peticiones, producirán la
prueba propia o impugnarán la contraria.
En síntesis, desarrollarán el juicio.
Como contrapartida de la oralidad, se
prohíbe la presentación de minutas escri-
tas o dar lectura a las alegaciones dentro
del juicio.
Para dejar testimonio material del pro-
ceso, se instituye en estos procedimientos
la obligación de dejar registro del juicio
por medio de cualquier sistema apto para
producir fe (artículos 39, 40, 41 y 42 del
C.P.P; artículo 10 de la Ley Nº 19.968, que
crea los Tribunales de Familia; artículo 425
del Código del Trabajo).
No obstante la oralidad, el acto final y de
mayor trascendencia del juicio, esto es, la
sentencia definitiva, si bien es comunicada
en cuanto a su decisión verbalmente a las
partes, debe redactarse por escrito, pro-
cediéndose con posterioridad a su lectura
en audiencia citada especialmente para tal
efecto (artículos 342, 343, 344 y 346 del
C.P.P; 65 y 66 de la Ley Nº 19.968; 457 y
459 del Código del Trabajo).
3.3. PRI:'s"CIPIO DE INMEDl/\CIÓN
Este principio es en realidad una deriva-
ción del anterior. La oralidad constituye
un método de debate y ele comunicación
directa entre las partes y el tribunal, para
cuya materialización se requiere ineludi-
blemente, so pena de nulidad, la presencia
permanente y continua del juez o jueces,
sin posibilidad de delegación alguna de sus
facultades, corno se apreciaba en los juicios
escritos, donde las actuaciones personales
de los litigantes, como los comparendos o
las recepciones de la prueba, se rendían
ante un actuario o un receptor judicial,
para luego ser leídas por el tribunal almo-
mento de fallar. z­,
E11 los juicios orales, la discusión, pruc- ·>-/
ba y fallo, las tres etapas de todo juicio, se c.
realizan en presencia permanente y directa -c
19 EDiTORIAL JURIDICA DE CHEF *J\TA:

_________ C_u_r_so
__elemental
de los intervinientes y el juez. La omisión
de esta exigencia trae aparejada la nulidad
del juicio y de la sentencia (artículos 284,
285, 286, 288 del C.P.P.; 9º y 12 de la Ley
Nº 19.968; 425 inciso 2º, 427 y 460 del Có-
digo del Trabajo).
Desde el punto de vista estratégico, la
inmediación se traduce en tener presente
que la ejecución y puesta en marcha de
este principio importa una comunicación
permanente con el sentenciador, donde
no sólo se transmite lo declarado por el
litigante en forma verbal, sino que, lo que
es más complejo y exige una dedicación y
preparación especial para el profesional,
lo que dice relación con la comunicación
no verbal que emana de sus posturas, ges-
tos o ademanes, sin duda pueden influir
positiva o negativamente en la decisión del
Tribunal o en la actitud del sentenciador
hacia la parte.
3.4. PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
La publicidad es un principio general de
los actos y resoluciones de los órganos del
Estado, como se desprende del artículo 8º
inciso 2º de la Constitución Política de la
República, en su nueva redacción dada
por la Ley Nº 20.050, de 26 de agosto de
2005.3
Con la explicación de este principio se
pretende fomentar la probidad (artículo
8º inciso 1 º de la Constitución Política de
la República), y como contrapartida, evitar
actos atentatorios contra los derechos que
la Constitución asegura a todas las personas
o de corrupción que puedan ser disimula-
s El artículo 8" de la Constitución señala: "El ejer-
cicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a
dar estricto cumplimiento al principio ele probidad
en todas sus actuaciones.
Son públicos los actos y resoluciones ele los ór-
:,:,
,,:'.; ganos del Estado, así como sus fundamentos y los
procedimientos que utilicen. Sin embargo, sólo una
ley de quórum calificado podrá establecer la reserva
o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la publicidad
afectare el debido cumplimiento de las funciones
de dichos órganos, los derechos de las personas, la
seguridad de la Nación o el interés nacional".
EDITORJAL JUR[DICA DE CH!LE
•
de litigación 01·al
dos con el secreto de las decisiones de los
órganos depositarios de la soberanía.
La publicidad, en síntesis, está relacionada
con la transparencia de los actos de decisión
de los órganos públicos, y ello guarda una
relación indirectamente proporcional con la
corrupción o la toma de decisiones por los
agentes públicos con un sustrato ilegítimo
o arbitrario. A mayor transparencia o publi-
cidad, menor currupción y viceversa.
Dentro del ejercicio de la función ju-
risdiccional, este principio se encuentra
ratificado en el artículo 9º del Código Or-
gánico de Tribunales, que establece que los
actos de los tribunales son públicos, salvo
las excepciones que la ley establezca.
Analizaremos en los párrafos siguientes
la publicidad en el proceso penal, de familia
y en el procedimiento laboral.
3.4.1. Publicidad en el sistema procesal penal
Con anterioridad a la Ley Nº 19.696, que
aprobó el nuevo Código Procesal Penal
en el año 2000, rigió en Chile un sistema
de enjuiciamiento criminal basado en un
sistema inquisitivo, y escrito, reglamentado
por el Código de Procedimiento Penal de
1906, y heredado de los sistemas judiciales
españoles, donde eljuez concentraba y ejer-
cía las funciones de investigador, acusador
y sentenciador. La etapa de investigación,
denominada sumario, era secreta para las
partes deljuicio, incluido el imputado, quien
ni siquiera tenía derecho a conocer el tenor
de los hechos por los cuales se le perseguía.
Si a ese escenario se sumaba el hecho que
el juicio era substanciado por actuarios,
que no necesariamente tenían preparación
jurídica formal, estábamos sin duda ante
un sistema que no respetaba ninguno de
los principios del debido proceso.
Con el advenimiento de la reforma pro-
cesal penal, se instauró en Chile un modelo
adversarial, que separa las funciones de
investigación, acusación y juzgamiento,
función esta última que queda entregada
a un panel de jueces. El control del debido
proceso durante la etapa de investigación se
entregó a los Tribunales de Garantía. Toda
20
 ____ F_J~j_u_ic_io oral corno sistema ele litigación
la actividad judicial, tanto ante el Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal como ante los
Juzgados de Garantía se realiza en forma
oral.
Todo lo anterior, que permitió incorporar
al proceso penal las garantías constituciona-
les del debido proceso reconocidas por el
constituyente y por tratados internacionales
sobre derechos humanos, aparece corona-
do con el reconocimiento del principio de
publicidad del proceso penal, donde ya en
el artículo 1 º del Código Procesal Penal se
reconoce el derecho de todo individuo a
un juicio oral y público.
En todo caso, cabe precisar que la pu-
blicidad tiene distintas dimensiones o pro-
vecciories, según si se analiza la vigencia del
principio para los intervinientes, para el
público en general o, dentro de una realidad
más moderna, corno la posibilidad de los
medios de comunicación social para acceder
a las distintas etapas del proceso.
Para los intervinientes, la publicidad
es un derecho que se exterioriza desde el
inicio de las primeras actividades de in-
vcstigación y se materializa reconociendo
el derecho del imputado para participar
del proceso desde la primera actuación
del procedimiento dirigida en su contra
hasta la completa ejecución de la senten-
cia (artículo 7º C.P.P.), sea por sí mismo
o por su respectivo defensor (artículo 8º
C.P.P.). También se consagra el derecho
del imputado a conocer el fundamento
de la persecución ( artículo 93 C.P.P.); y
a que se le comunique que se realiza una
investigación en su contra (artículo 229
C.P.P.).La publicidad también comprende
o se extiende a la facultad del imputado y
demás intervinientes de imponerse de las
actividades de investigación,como asimismo,
de examinar y obtener copias, a su cargo, de
los registros y documentos de la investigación
fiscal y a examinar los de la investigación
policial (artículo 182 C.P.P.).
Excepciones a la publicidad de las ac-
tuaciones, registros o documentos de la
investigación se consagran para el imputado
y los intervinientes en el inciso 3º del artículo
182 del C.P.P., cuando el fiscal lo considere
necesario, respecto de alguno de ellos, para
21
la eficacia de la investigación. En todo caso,
esta medida no es general, sólo se refiere
a piezas o actuaciones determinadas de la
investigación y, además, es temporal: no
puede extenderse por más de 40 días.
Esta medida de secreto no puede refe-
rirse en caso alguno a la declaración del
imputado, o a cualquier otra actuación en
que hubiere intervenido o tenido derecho a
intervenir, a las actuaciones del tribunal, ni
a los informes periciales emitidos respecto
del propio imputado o de su defensor.
En la etapa de juicio, los intervinientes
tienen el derecho y también el deber de
presenciar el juicio para imponerse de su
contenido (artículos 285, 286, 287 y 288
del C.P.P.).
Según al artículo 374 letra c) del C.P.P.,
es motivo absoluto de nulidad del juicio
oral el hecho que durante el desarrollo de
este hubieren sido violadas las disposiciones
establecidas por la ley sobre publicidad del
JUICIO.
Para el público en general que quisiere
presenciar el proceso, también se recono-
ce, aunque con mayores limitaciones, la
posibilidad de tomar conocimiento de los
actos de juicio.
Así, dentro de la etapa de investiga-
ción, el artículo 182 del C.P.P. señala que
las actuaciones de investigación realizadas
por el Ministerio Público y por la policía,
serán secretas para los terceros ajenos al
procedimiento, es decir, para el público
en general.
Por su parte, de acuerdo con el artículo
289 del C.P.P., la audiencia del juicio será
pública, pero el Tribunal podrá disponer, a
petición de parte y por resolución fundada,
una o más de las siguientes medidas, cuando
considere que ellas resultan necesarias para
proteger la intimidad, el honor o la seguridad
de cualquier persona que debiere tomar
parte en cljuicio o para evitar la divulgación
de un secreto protegido por la ley:
a) Impedir el acceso u ordenar la salida
de personas determinadas de la sala donde
se efectuará la audiencia;
b) Impedir el acceso del público en ge-
neral u ordenar su salida para la práctica
de pruebas específicas.
l:DlTORfA! CHJLE

Curso elemental de litigación
Por otro lado, y como anticipamos, den-
tro de un contexto social, la publicidad
importa la posibilidad que los medios de
comunicación presencien el juicio oral e
incluso, como señala el artículo 289 del
C.P.P., que "fotografíen, filmen o transmi-
tan alguna parte de la audiencia que el
tribunal determinare, salvo que las partes
se opusieren a ello".
Estas facultades de los medios de comu-
nicación social de acceder a la audiencia de
juicio oral puede ser limitada en el caso que
señala la ley en su artículo 289 del C.P.P.,
que otorga al tribunal, en la letra c) de dicha
norma, la facultad para disponer, a petición
de parte y por resolución fundada, la pro-
hibición al fiscal, a los demás intervinientes
y a sus abogados de entregar información
o formular declaraciones a los medios de
comunicación social cuando considerare
que ello es necesario para proteger la inti-
midad, el honor o la seguridad de cualquier
persona que debiere tomar parte en eljuicio
o para evitar la divulgación de un secreto
protegido por la ley.
Cuestión controvertida ha sido si esta
publicidad que beneficia a los medios de
comunicación social para presenciar y difun-
dir los actos de juicio oral se extiende a las
audiencias preliminares que se realizan en
la etapa de investigación, como por ejemplo,
en las audiencias de control de detención.
La discusión se presenta porque el artículo
4º del C.P.P., que consagra la presunción
de inocencia, expresa que "ninguna per-
sona será considerada culpable ni tratada
como tal en tanto no fuere condenada por
sentencia firme".
~ Fundado en esa norma se ha sostenido
2 y alegado por los defensores penales que
~ no se filme el rostro ni tampoco se difunda
2 el nombre o la imagen del imputado, por
"- cuanto tales hechos importarían tratar a su
::; representado como culpable, aplicándole
~ con ello una sanción social no prevista en
"' la ley.
~ Se argumenta que las normas de los ar-
~ tículos 1 º y 289 del C.P.P. antes referidas,
6 se refieren a la publicidad del juicio oral
2 propiamente tal y no a los actos previos al
s juicio penal.
®. EDfTORlAL JURIDICA DE cun.r
­
oral
Esta tesis puede complementarse también
con el artículo 19 Nº 4º de la Constitución
Política de la República, que asegura a to-
das las personas el derecho a la honra de
la persona y de su familia.
Se ha sostenido en este contexto que la di-
fusión de imágenes o el nombre del imputado
es recibida por la comunidad, en la práctica,
como la noticia de haberse cometido por
aquel un hecho ilícito, cuestión que, desde
luego, debe acreditarse mediante el proceso,
por lo que tal difusión y consecuencial forma
de percepción de la misma por la sociedad
atenta contra el principio de inocencia, de
legalidad de las penas y también contra el
derecho a la honra del individuo."
Se trata, en síntesis, de una situación
donde colisionan dos grupos de derechos,
el derecho a la publicidad del juicio y a la
libertad de información, por una parte; y,
por la otra, los relativos al debido proceso
del imputado, a su presunción de inocencia
y a la honra.
Por todo lo anterior, se aprecia que esta-
mos en presencia de una situación que ha
sido resuelta caso a caso, por lo que sería
acertado una decisión legislativa que defi-
niera y regulara el acceso de los medios de
comunicación a las etapas previas al juicio
oral, y cómo ese acceso se materializa sin
transgredir los principios del proceso penal
que la Constitución y la ley aseguran a todos
los intervinientes del juicio sin necesidad
de entrar a discutirlos caso a caso.
3.4.2. Publicidad en la Ley Nº 19.968, que
crea los Tribunales de Familia
Dentro del procedimiento que crea la Ley
Nº 19.968, se regulan en el Título III pá-
rrafo primero de dicha ley, artículos 9º y
siguientes, los principios del procedimiento,
dentro de los cuales no se enunciaba de
manera expresa, en su redacción original,
el principio de la publicidad.
4 Para más información sobre esta discusión,
véase Salas Astrain,Jaime, Iniciación al nuevo Derecho
Procesal Chileno, Alfakira Ediciones, l ª Edición, año
2006, págs. 123 y siguientes.
22
 ____ F_J~j_ui_c_io
oral como sistema
Sin embargo, ello no implicaba que
los actos de procedimiento no podían ser
presenciados en todas sus partes por los
intervinientes a quienes afecten sus deci-
siones. Muy por el contrario, ello quedaba
cubierto por el principio de oralidad y de
inmediación a que se refieren los artículos
1 O y 12, respectivamente.
En todo caso, ello se esclareció con la
modificación introducida a la Lev Nº 19.968
por la Ley Nº 20.286, de 15 de septiembre
de 2008, que modificó el artículo 15 de la
referida norma estableciendo expresamente
que "todas las actuaciones jurisdicciona-
les y procedimientos administrativos del
tribunal son públicos", estableciendo a su
vez que "excepcionalmente y a petición
de parte, cuando exista un peligro grave
de afectación del derecho a la privacidad
de las partes, especialmente niños, niiias y
adolescentes, el juez podrá disponer una o
más de las siguientes medidas:
a) Impedir el acceso u ordenar la salida
de personas determinadas de la sala donde
se efectúa la audiencia.
b) Impedir el acceso del público en ge-
neral u ordenar su salida para la práctica
de diligencias específicas".
Esta nueva redacción del artículo 15 de
la ley reconoce el derecho de los terceros
ajenos al juicio e incluso los medios de co-
municación social para presenciar una au-
diencia de juicio oral, reconociendo que las
limitaciones a este derecho sólo proceden a
petición de parte, en forma excepcional, se
refieren a personas determinadas o cuando
es una prohibición general, sólo es para
ciertas y específicas audiencias. Sin duda
deja claro el legislador que lo deseable es
la publicidad, v el secreto, la excepción.
Con anterioridad a dicha modificación
el antiguo artículo 15 de la Le, Kº 19. 968
era bastante más limitativo del derecho de
los terceros para presenciar los actos de
juicio cuando seiialaba que "eljuez deberá
velar durante todo el proceso por el respeto
al derecho a la intimidad de las partes y
especialmente de los niños, niñas y adoles-
centes. Con ese objetivo podrá prohibir la
difusión de datos o imágenes referidos al
proceso o a las partes; o disponer, mediante
23
de litigació1~ ·-----
resolución fundada, que todas o algunas
de las actuaciones del procedimiento se
realicen en forma reservada".
Hoy con el nuevo tenor de la norma se
ha reafirmado el carácter público de los
juicios de familia aun para los terceros o
medios de comunicación.
Sin perjuicio de ello, igualmente existen
excepciones a la publicidad consagradas en
normas especiales que, por lo tanto, priman
sobre lo dispuesto en el artículo 15 de la
Lev Nº 19.968, antes citado.
'.'\.sí, por ejemplo, el artículo 197 del Có-
digo Civil, inserto dentro de las acciones de
filiación, nos señala que "el proceso tendrá
carácter de secreto hasta que se dicte sen-
tencia de término, y sólo tendrán acceso a
él las partes y sus apoderados judiciales".
Por otro lado, tratándose del procedi-
miento de adopción, contemplado en la
Ley Nº 19.620, y según el artículo 28 de la
misma, "todas las tramitaciones, tanto judi-
ciales como administrativas y la guarda de
los documentos a que dé lugar la adopción,
serán reservadas".
Por otro lado, para las partes también
pueden existir excepciones a la publicidad,
como es la consagrada en el artículo 63
de la Ley Nº 19.968, relativa a la audiencia
de juicio, que si bien es pública para ellas
en el sentido que debe constituirse con la
asistencia del demandante y demandado,
asistidos por letrado, cuando corresponda
(artículo 63 inciso 2º), de acuerdo con el
inciso final del artículo señalado, el juez
puede "ordenar, en interés superior del
nirio, niña o adolescente, que éste u otro
miembro del grupo familiar se ausente du-
ran te determinadas actuaciones", con lo
cual se limita implícitamente la publicidad
del juicio a alguna de las partes que puedan
estar comprendidas dentro del concepto de
grupo familiar del nirio, niña o adolescente
que requiere la protecciónjudicial.
Por otro lado, dentro de los procedi-
mientos especiales que contempla el Título
IV de la Ley Nº 19.968, específicamente
­
en el párrafo primero, denominado "de <
la aplicación judicial de medidas de pro-
tección de los derechos de los niños, niñas
o adolescentes", encontramos una norma
EDlTCllUAL JURIDICA DE
i\J?,
cnur ~~

Curso elemental de litiga_ci<5.~1_0_1_·a_I
que asimismo podría limitar el acceso de
las partes a las audiencias del juicio o pre-
liminares al juicio, cual es, la norma del
artículo 69 de la ley, que dispone que "en
este procedimiento, el juez tendrá debi-
damente en cuenta las opiniones de los
niños, niñas o adolescentes, considerando
su edad y madurez.
Para este efecto podrá escucharlos en las
audiencias a que se refieren los artículos
72 y 73, o en otra especial fijada al efecto,
en un ambiente adecuado y cautelando su
salud física y síquica".
Sostenemos que en la parte final del ar-
tículo antes transcrito, que exige al tribunal
oír al menor en un "ambiente adecuado v
cautelando su salud síquica", podría argu-
mentarse y el juez decretar la prohibición
de acceso de alguna de las partes del pro-
cedimiento o de algún posible afectado
con la medida de protección que dictare el
Tribunal, a la audiencia en que se discuta
la misma medida.
3.4.3. Publicidad en el procedimiento laboral
La Ley Nº 20.087, que sustituye el procedi-
miento laboral contemplado en el Título V
del Código del Trabajo, también erige su
sistema de enjuiciamiento sobre la base de
la publicidad.
Así, los artículos 425 y 428 del Código
del Trabajo, en su nueva redacción, señalan
que los procedimientos del trabajo y actos
procesales serán públicos.
Estas normas no distinguen, por lo tanto
debemos concluir que la publicidad aludida
rige en su plenitud en las tres dimensiones
a que hemos hecho referencia: respecto de
las partes, de terceros y de los medios de
comunicación social.
3.5. PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN
CONTINUIDAD
Este principio se refiere a la exigencia legal de
desarrollarel proceso en audienciascontinuas,
ininterrumpidas y sucesivas de juicio.
La concentración permite que la comu-
nicación directa entre los intervinientes y
•
~
el juez que se logra con la inmediación y la
oralidad no se disperse, debido a la dilación
en el tiempo de las actuaciones de juicio,
las cuales idealmente deben ejecutarse y
desarrollarse en una sola audiencia, sin
solución de continuidad, en presencia de
un mismo juez y de los intervinientes. De
no ser ello posible, el juicio debe seguirse
o continuarse en audiencias sucesivas.
Así, en materia procesal penal, el artículo
282 del C.P.P. dispone que "la audiencia
del juicio oral se desarrollará en forma
continua y podrá prolongarse en sesiones
sucesivas,hasta su conclusión. Constituirán
para estos efectos sesiones sucesivasaquellas
que tuvieren lugar en el día siguiente o
subsiguiente de funcionamiento ordinario
del tribunal".
Por aplicación del mismo principio de
continuidad, la ley no permite la suspensión
de la audiencia sino hasta por dos veces y
únicamente por razones de absoluta nece-
sidad y por el tiempo mínimo necesario de
acuerdo con el motivo de la suspensión.
Si de hecho eljuicio se interrumpiere o se
suspendiere por un período que exceda de
diez días, queda impedida su continuación,
debiendo el tribunal decretar la nulidad de
lo obrado y decretar su reinicio (artículo
283 C.P.P.).
De acuerdo con el artículo 374, letra c)
del C.P.P.,es motivo absoluto de nulidad del
juicio oral la circunstancia que durante el
desarrollo de este hubieren sido violadas las
disposiciones establecidas por la ley sobre
continuidad del juicio.
En la Lev Nº 19.968 también se hace
referencia a: este principio en el artículo
11, el cual dispone que "el procedimiento
se desarrollará en audiencias continuas y
podrá prolongarse en sesiones sucesivas,
hasta su conclusión. El tribunal sólo podrá
reprogramar una audiencia, en casos ex-
O cepcionales y hasta por dos veces durante
todo el juicio, si no está disponible prueba
relevante decretada por el juez. La nueva
audiencia deberá celebrarse dentro de los 60
días siguientes a la fecha de la anterior.
Asimismo, el tribunal podrá suspender
una audiencia durante su desarrollo, hasta
por dos veces solamente y por el tiempo
24
 F.I juicio oral c_omo sistema
mínimo necesario de acuerdo con la causa
invocada, por motivos fundados diversos del
señalado en el inciso precedente, lo que se
hará constar en la resolución respectiva.
La reprogramación se notificará con-
forme a lo dispuesto en el inciso final del
artículo 23, cuando corresponda, con a lo
menos tres días hábiles de anticipación. La
resolución que suspenda una audiencia fijará
la fecha y hora de su continuación, la que
deberá verificarse dentro de los treinta días
:siguientes, y su comunicación por el juez
en la audiencia que se suspende se tendrá
como citación Y notificación suficientes".
Por su parte, el artículo 63 de la mis-
ma ley seriala que la audiencia de juicio se
llevará a efecto en un solo acto, pudiendo
prolongarse en sesiones sucesivas si fuere
necesario.
Dentro del nuevo procedimiento la-
boral, contemplado en la Ley Nº 20.087,
el artículo 425 también consagra la con-
tinuidad o concentración como principio
formativo del procedimiento, idea que es
desarrollada en el artículo 426 inciso 3º del
Código del Trabajo, que señala que "iniciada
la audiencia, ésta no podrá suspenderse.
Excepcionalmente, y sólo en el evento de
caso fortuito o fuerza mayor, el juez podrá,
mediante resolución fundada, suspender
la audiencia. En el mismo acto deberá fi-
jar nuevo día y hora para su realización",
debiendo el tribunal "habilitar horarios
especiales en caso de que el desarrollo de
la audiencia exceda al horario normal de
su funcionamiento".
3.6. LA LIBERTAD DE PRUEBA Y EL
REPUDIO DE LA PRUEBA ILÍCITA
La prueba es una materia que presenta un
carácter híbrido: por una parte, alguna de
sus normas son de carácter sustantivo; y,
por otra, de carácter adjetivo.
En efecto, pertenecen al derecho sus-
tantivo las disposiciones que se refieren
a qué debe probarse; a la determinación
de la parte que debe probar o la carga de
la prueba; y a los medios de prueba y la
admisibilidad de los mismos.
25
de litigación
En cambio, pertenecen al derecho procesal
las reglas que regulan el momento en que se
produce la prueba y el modo de rendirse.
En cuanto a los medios de prueba, ello se
refiere a las vías de que disponen las partes
en un juicio para acreditar los hechos que
requieren ser probados.
Dentro de los sistemas probatorios reco-
nocidos por la doctrina, existen básicamente
dos: el sistema de prueba legal y el de libre
convicción.
En el sistema de prueba legal, las partes
sólo pueden recurrir para acreditar un he-
cho a los medios de prueba taxativamente
señalados por el legislador.
En el sistema de libre convicción, en
cambio, las parles están autorizadas para
recurrir a cualquier vía o medio para lograr
la convicción del tribunal en el sentido de
acreditar un hecho.
En nuestro sistema legal, podernos afirmar
que estarnos viviendo un tránsito desde los
sistemas de prueba legal hacia los de libre
convicción.
En efecto, en el artículo 1698 inciso 2º
del Código Civil se señalan taxativamente
los medios de prueba de que pueden valerse
las partes, norma que es complementada
por el artículo 341 del Código de Procedi-
miento Civil.
La diferencia entre ambas disposiciones
estriba en que el Código Civil no contem-
plaba el informe de peritos como medio
de prueba, como sí lo hace el Código de
Procedimiento Civil. Por su parle, desde
la modificación al Código Civil por la Ley
Nº 7.760, se suprimió de los medios de
pruebas el juramento deferido."
De las dos disposiciones se desprende que
los medios de prueba que pueden utilizar
las partes son los instrumentos, públicos o
privados; testigos; presunciones; confesión
de parte; inspección personal del tribunal
e informe de peritos.
Los artículos 456 bis y 457 del antiguo
Código de Procedimiento Penal mante-
'' Como cuestión meramente anecdótica podernos
señalar que aún subsiste en nuestra legislación un caso
en que se aplicaría el juramento deferido, corno es el
contemplado en el artículo 423 del Código Civil.
fD!TORIAL JURIDlCA DE cuur
 _____________ C_u_rso
elemental
nían, en síntesis, el sistema de prueba legal,
señalando el primero de dichos artículos
que nadie podía ser condenado por delito
sino cuando el tribunal que lo juzgue haya
adquirido, por algún medio de prueba wgal, la
convicción que realmente se ha cometido
un hecho punible y que cabe al procesado
una participación culpable y penada por la
ley; a la vez que el segundo sostenía cuáles
eran los medios de prueba para acreditar
los hechos en un juicio criminal.
Ante dichas normas, para incorporar
un medio de prueba no previsto en la enu-
meración legal, no cabía o no cabe, aun
dentro del sistema procesal civil, sino in-
tentar convertirlo en un medio de prueba
reglamentado por el legislador.
Si ello no era posible, puede o podía
sostenerse y alegarse que, a lo menos, se con-
figura respecto del elemento de convicción
no regulado una presunción judicial, con-
forme lo autoriza el artículo 427 del Código
de Procedimiento Civil cuando señala que
"sin perjuicio de las demás circunstancias
que en concepto del tribunal deban esti-
marse como base de una presunción ... ''.
Pues bien, dentro de esas "demás circuns-
tancias" hay un espacio para incorporar
o convertir un medio no reglado dentro
de las presunciones judiciales que sí son
reguladas por el legislador.
De hecho, ese fue el criterio expreso que
empleó la Ley Nº 18.857, que introdujo al
Código de Procedimiento Penal el artículo
113 bis, que señalaba en su inciso 1 º que
"podrán admitirse como pruebas películas
cinematográficas, fotografías, fonografías,
y otros sistemas de reproducción de la ima-
gen y del sonido, versiones taquigráficas,
y en general, cualquier medio apto para
producir fe. Estos medios podrán servir de
base a presunciones o indicios".
Todo lo anterior, para señalar que si bien
los medios de prueba son una materia de
carácter sustantivo, todas las nuevas nor-
mas procesales que han modificado nuestra
legislación, introduciendo los sistemas de
litigación oral, han dictado normas que to-
can lo sustantivo de la prueba, refiriéndose
a los medios de prueba, estableciendo un
sistema de libre convicción, desvinculán-
.@.. EDfTORJAl JURíDICA DECHlU
de litigación oral
<lose del sistema de prueba legal que his-
tóricamente nos había regido, lo cual, sin
duda, constituye un gran cambio a nuestro
sistema legal.
En efecto, el artículo 295 del Código
Procesal Penal señala que "todos los hechos
y circunstancias pertinentes para la adecua.da
solución del caso sometido a enjuiciamiento
podrán ser probados por cualquier medio
producido e incorporado en conformidad
a la ley".
Por su parte, esta norma es complemen-
tada con la del artículo 323 del mismo cuer-
po legal, que, refiriéndose a los medios de
prueba no regulados expresamente, señala
que "podrán admitirse como pruebas pelí-
culas cinematográficas, fotografías, fonogra-
fías, videograbaciones y otros sistemas de
reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cual-
quier medio apto p<1.ra producir fe", caso
en el cual, señala el inciso 2º del artículo
antes referido, "el tribunal determinará la
forma de su incorporación al procedimien-
to, adecuándola, en lo posible, al medio de
prueba más análogo".
De estas normas se desprende en lo pro-
cesal penal el cambio de sistema desde uno
en el cual las partes gozaban de un deter-
minado, limitado y taxativo catálogo de los
medios de prueba, hacia otro donde las
partes pueden recurrir a cualquier vía con el
objeto de provocar la convicción del hecho
v sus circunstancias en el sentenciador.
Es tan extensivo el cambio de criterio
que incluso el artículo 324 del Código
Procesal Penal ha.ce aplicable este sistema
a la prueba de las acciones civiles que se
deducen o interponen en el proceso penal,
cuando señala que "la prueba de las accio-
nes civiles en el procedimiento criminal
se sujetará a las normas civiles en cuanto a
la determinación de la parte que debiere
probar y a las disposiciones de este Código
en cuanto a su procedencia, oportunidad,
forma de rendirla y apreciación de su fuerza
probatoria".
El análisis del artículo antes transcrito
nos lleva a la conclusión que incluso en la
acción civil que se discute en sede criminal,
con la sola excepción de la determinación
26
 El juicio oral romo sistema
de la parte que debe probar o que le co-
rresponde la carga de la prueba, todas las
otras normas relativas a la prueba de dichas
acciones se someten a las reglas del Código
de Procedimiento Penal, dentro de las cua-
les están la procedencia de la misma y, por
lo tanto, el reconocimiento de un sistema
basado en la libertad de prueba.
Se podría sostener que el artículo 323
del Código Procesal Penal contendría un
error al referirse a los "medios de prueba no
contemplados expresamente", lo que sería
un contrasentido, va que del momento que
el artículo 323 se refiere a ellos, ya dejan de
no estar "contemplados expresamente". Sin
embargo, lo que quiere decir el legislador
es que además de los medios de prueba
clásicos y respecto de los cuales la ley da
normas ciertas que regulan la forma cómo
se produce esa prueba y cómo se incorpora
al juicio, como ocurre con los instrumentos,
testigos, confesión, peritos, etc., pueden
existir otros, no regulados expresamente,
pero que se permite su utilización dentro
del principio de libertad de prueba y que,
para los efectos de su incorporación al
juicio, se deben asimilar al medio reglado
que aparezca más análogo, lo cual debe ser
determinado por el tribunal caso a caso.
Fuera ello, v como hemos señalado con
anterioridad, estos principios no sólo se
aplican a las cuestiones penales, sino que
estamos viviendo un verdadero tránsito ha-
cia un sistema de libre convicción desde
el momento que las normas ele los artícu-
los 295 y 323 del Código Procesal Penal
han sido prácticamente copiadas por la
Ley Nº 19.968, que crea los Tribunales de
Familia y reproducida con otras palabras
por la Ley Nº 20.087, que crea el nuevo
procedimiento laboral.
En efecto, el artículo 28 ele la ley que
creó los Tribunales de Familia señala que
"todos los hechos que resulten pertinentes
para la adecuada resolución del conflicto
familiar sometido al conocimiento del juez
podrán ser probados por cualquier medio
producido en conformidad a la lev". En
síntesis, la norma reproduce, mutatis mu­
tandis, la idea que expresa el artículo 295
del Código Procesal Penal.
27
<le_litigació_1_1 _
Por su parte, el artículo 54 de la Ley
NQ 19.968, norma hermana del artículo 323
del Código Procesal Penal, antes referido,
señala que "podrán admitirse como pruebas:
películas cinematográficas, fotografías, fo-
nografías, videograbaciones y otros sistemas
de reproducción de la imagen o del sonido,
versiones taquigráficas y, en general, cual-
quier medio apto para producir fe.
El juez determinará la forma de su in-
corporación al procedimiento, adecuán-
dola, en lo posible, al medio de prueba
más análogo".
En materia de procedimiento laboral, en
tanto, el artículo 453 Nº 4) del Código del
Trabajo, modificado por la Ley Nº 20.260,
de 29 de marzo de 2008, dispone que "en
la audiencia preparatoria se aplicarán las
siguientes reglas: .. .4) Eljuez resolverá fun-
dadarnente en el acto sobre la pertinencia de
la prueba ofrecida por las partes, pudiendo
valerse de todas aquellas reguladas en la ley.
Las partes podrán también ofrecer cualquier
otro elemento de convicción que, ajuicio
del tribunal, fuese pertinente".
En otras palabras, el legislador repite, de
distinta forma, las mismas ideas que contienen
los artículos 295 del Código Procesal Penal
v 28 de la Ley Nº 19.968, antes analizadas,
al referirse que las partes pueden recurrir
a todos los medios de prueba regulados ex-
presamente por el legislador, corno los no
regulados, siempre que unos y otros fueren
pertinentes a la litis, lo que es evidente.
Dentro de las mismas ideas, el artículo
454 Nº 8) del Código del Trabajo señala
que "cuando se rinda prueba que no esté
expresamente regulada en la ley, el tribunal
determinará la forma de su incorporación al
juicio, adecuándola, en lo posible, al medio
de prueba más análogo", norma que guarda
profunda coincidencia con las reglas del
artículo 323 del Código Procesal Penal, y
del artículo 54 de la Ley Nº 19.968, arriba
comentadas.
Por otra parte, y corno contrapartida a
la libertad de prueba, los nuevos sistemas
de litigación reglamentan y rechazan ex-
presamente que el acceso a los medios de
prueba sea sin trasgresión a los derechos
-c
fundamentales de las personas, como por
Al/\
rnnoRtAl JUR!DICA m CHHI ~

______ c_·_ur_s_o_e_le_n_1e_nt31l
ejemplo, sin observancia del respeto a la
vida privada, al honor de la persona o de su
familia, a la libertad personal o seguridad
individual, o a algún otro de los derechos
constitucionales que se aseguran a todas las
personas, principalmente, en el artículo 19
de la Constitución Política de la República,
o de los tratados internacionales ratificados
por Chile que se encuentren vigentes.
Existe libertad de prueba por un lado;
pero, por el otro, no por poder acreditar
un hecho por cualquier medio no van a
reconocerse limitaciones para hacerse de
ese medio por cualquier vía, sino dentro
del marco del derecho. Como en todo, el
fin no justifica los medios.
Recordemos que el ordenamiento jurí-
dico es un conjunto integrado de normas,
que se relacionan unas a otras y que rigen
a una sociedad en un momento y lugar
determinados. Dentro de estas normas
existe el principio de legalidad, en virtud
del cual las normas no se generan ellas a
sí mismas, sino que lo hacen con respeto a
las normas superiores, tanto del punto de
vista formal como de fondo. Hace excep-
ción a lo anterior la Constitución, la cual es
autárquica, en el sentido que ella se basta
a sí misma, o, lo mismo, pero desde otro
ángulo, sobre ella reposa la competencia
total del ordenamiento jurídico.
Pues bien, si la Constitución asegura a
todas las personas ciertos derechos que son
anteriores incluso a ella misma, nada justi-
fica que la sentencia, acto jurídico procesal
de validez particular, y de menor jerarquía
que ésta, afecte derechos superiores, de
carácter general, ni mucho menos que
ello se haga en los actos previos al juicio,
como son los de investigación, sea pública
o privada, que son precisamente aquellos
actos en los cuales los intervinientes de un
juicio se procuran o acceden a los medios
z:.:) de prueba que piensan llevar a un tribunal
para acreditar sus pretensiones.
Es en el foro donde en todo momento,
y con mayor razón, deben respetarse los
derechos constitucionales de todos los indi-
viduos y no es sostenible que a propósito de
la resolución de un caso, y bajo el pretexto
de hacer justicia, se atente contra normas
.®. l:DITORIAL JURIDICA DE CHILE
-
de litigación oral
superiores que la Constitución asegura a
todas las personas.
Como dice el artículo 19 Nº 3º de la
Constitución Política de la República en
su inciso 5º, toda "sentencia de un órgano
que ejerza jurisdicción debe fundarse en
un proceso previo legalmente tramitado" y
evidentemente que escapa a la legalidad
el administrar justicia incorporando a un
juicio, y mucho menos dándole valor, a una
prueba producida o adquirida con infracción
a los derechos fundamentales.
Desde el punto de vista constitucional,
es evidente que tales actos, al tenor de lo
prescrito en el artículo 7º de la Constitu-
ción Política de la República, son nulos de
derecho público.
Desde el punto de vista procesal, las reso-
luciones que ordenan recibir prueba ilícita
para acreditar los hechos controvertidos en
un juicio oral, son nulas procesalmente.
Así, veremos que existen normas que se
refieren a esto en el Código Procesal Penal,
en la Ley Nº 19.968, que crea los Tribunales
de Familia, y en la Ley Nº 20.087, que crea
el nuevo procedimiento laboral.
En el Código Procesal Penal existen cla-
ramente dos momentos para repeler las
pruebas obtenidas por vías ilícitas.
En primer término, dentro de la audiencia
de preparación de juicio oral, el artículo
276 del Código Procesal Penal, refiriéndose
a la exclusión de prueba para el juicio oral,
sostiene en su inciso 3º que "del mismo
modo, eljuez excluirá las pruebas que pro-
vinieren de actuaciones o diligencias que
hubieren sido declaradas nulas y aquellas
que hubieren sido obtenidas con inobser-
vancia de garantías fundamentales".
Si el tribunal igualmente rechazare la
solicitud de exclusión de prueba, el inter-
viniente perjudicado puede promover un
incidente de nulidad procesal, toda vez que
estamos en presencia de una actuación de-
fectuosa del procedimiento que ocasiona
a un interviniente un perjuicio reparable
únicamente con la declaración de nulidad,
como lo dispone el artículo 159 del Código
Procesal Penal.
A mayor abundamiento, y habida cuenta
que las nulidades procesales requieren, ade-
28
 ______ E~IJ~·i_,i,_i_o_oral
como s(stcma
más del vicio, la existencia de un perjuicio
para la parte que promue\'e el incidente,
cabe recalcar que en este caso ese perjui-
cio se presume ele derecho, es decir, sin
que se admita prueba en contrario, toda
vez que según el artículo 160 ele Código
Procesal Penal "se presumirá ele derecho
la existencia del perjuicio si la infracción
hubiere impedido el pleno ejercicio de las
garantías\' ele los derechos reconocidos en
la Constitución, o en las demás leves de la
República".
Por lo mismo, dada la presunción de
derecho del perjuicio, el tribunal, reparado
del vicio, debiera declararlo de oficio, como
señala el artículo 163 del mismo cuerpo
legal, toda vez que respecto de este tipo
de actuaciones defectuosas no cabe el sa-
neamiento del mismo, como se encarga
de precisarlo el artículo 164 del Código
del ramo.
Finalmente, cabe recordar que de acuerdo
con el artículo 165 inciso final del Código
Procesal Penal, "la solicitud de nulidad cons-
tituirá preparación suficiente del recurso
de nulidad para el caso que el tribunal no
resolviere la cuestión de conformidad a lo
solicitado".
El segundo mamen to para repeler la
prueba ilícita viene dado en el juicio oral
propiamente tal, ya que el tribunal de juicio
oral en lo penal es ante quien se rinde la
prueba y por consiguiente tiene la potestad
para pronunciarse sobre la pertinencia o
inadmisibilidad de la misma.
Así lo seriala el artículo 292 del Códi-
go Procesal Penal cuando expresa que "el
juez presidente de la sala dirigirá el debate,
ordenará la rendición ele las pruebas, exigirá
el cumplimiento de las solemnidades que
correspondieren y moderará la discusión.
Podrá impedir que las alegaciones se desvíen
hacia aspectos no patinen/es o inadmisibles,
pero sin coartar el ejercicio de la acusación
ni el derecho a defensa".
Para tal efecto deberá, en forma previa a
la finalización de la audiencia, prornoYerse
el respectivo inciden te de nulidad procesal
de la misma, fundado en las normas de los
artículos 159 a 165 del Código Procesal
Penal, arriba referidos.
29
ele litigación
Conforme al artículo 290 del Código,
estos incidentes deben ser resueltos inme-
diatamente por el tribunal, respecto de cuyas
decisiones no procede recurso alguno.
Si el tribunal de juicio oral rechazare la
alegación y ordenare la incorporación ele
la prueba nula al juicio y le diere valor en
la sentencia que dictare, en perjuicio del
incidentista, puede recurrirse de nulidad
para invalidarse tanto el juicio oral como
la sentencia definitiva, por concurrir a este
respecto la causal del artículo 373 letra a) del
Código Procesal Penal, que tiene lugar "cuan-
do, en cualquier etapa del procedimiento o
en el pronunciamiento de la sentencia, se
hubieren infringido sustancialmente derechos
o garantías asegurados por la Constitución o
por los tratados internacionales ratificados
por Chile que se encuentren vigentes".
Este recurso es de conocimiento exclusivo
de la Corte Suprema (artículo 376 C.P.P.) y
para interponerlo se requiere haberlo prepa-
rado previamente, es decir, haber reclamado
oportunamente del vicio o defecto, como
se encarga de señalarlo el artículo 377 del
Código, norma que debe relacionarse con
el artículo 165 inciso final, arriba referido,
que se refiere a que la sola promoción del
incidente de nulidad constituye suficiente
preparación del recurso de nulidad para el
efecto que aquel no sea acogido.
En la Ley Nº 19.968, sobre Tribunales
de Familia, el artículo 31 señala: "el juez de
familia, luego de estudiar la admisibilidad
de las pruebas ofrecidas, de resolver las
convenciones probatorias y de escuchar a
las parles que hubieren comparecido a la
audiencia preparatoria, ordenará fundada-
men te que se excluyan de ser rendidas en el
juicio aquellas que fueren manifiestamente
impertinentes, tuvieren por objeto acreditar
hechos públicos y notorios, resulten sobrea-
bundan tes o hayan sido obtenidas con infracción
de garantiasfundameniales. Las demás serán
admitidas y se ordenará su rendición en la
audiencia 'de juicio respectiva".
Si de hecho el tribunal admitiere la in-
clusión en la audiencia de juicio de prueba
ilícita, es procedente promover incidente
de nulidad procesal respecto de dicha re-
solución, al tenor de lo dispuesto en los
iDi"lUR.IAI JURIDICA DI
00
cunn ~

______________ C_1_ir_s_o_e_lemental
de litigación
artículos 25, 26 y 27 de la ley que crea los
Tribunales de Familia. 6
6
El artículo 25 de la Ley N" 19.968 señala, a pro-
pósito de las nulidades procesales que "sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 12, sólo podrá decla-
rarse la nulidad procesal cuando se invocare un vicio
que hubiere ocasionado efectivo perjuicio a quien
solicitare la declaración. En la solicitud correspon-
diente el interesado deberá señalar con precisión los
derechos que no pudo ejercer como consecuencia
de la infracción que denuncia.
La parte que ha originado el vicio o concurrido
a su materialización no podrá solicitar la declaración
de nulidad.
Se entenderá que existe perjuicio cuando el vicio
hubiere impedido el ejercicio de derechos por el
litigante que reclama.
Toda nulidad queda subsanada si la parte perju-
dicada no reclama del vicio oportunamente; si ella
ha aceptado tácitamente los efectos del acto y si, no
obstante el vicio de que adolezca, el acto ha conse-
guido su fin respecto de todos los interesados.
Los tribunales no podrán declarar de oficio las
nulidades convalidadas".
Art. 26. Acerca de los incidentes. Los incidentes
serán promovidos durante el transcurso de las audien-
cias en que se originen y se resolverán inmediatamente
por el tribunal, previo debate. Con todo, cuando
para la resolución del incidente resulte indispensable
producir prueba que no hubiere sido posible prever
con anterioridad, el juez determinará la forma y
oportunidad de su rendición, antes de resolver. Las
decisiones que recaye1-en sobre estos incidentes no
serán susceptibles de recurso alguno.
Excepcionalmente, y por motivos fundados, se
podrán interponer incidentes fuera de audiencia, los
que deberán ser presentados por escrito y resueltos por
el juez de plano, a menos que considere necesario oír
a los demás interesados. En este último caso, citará,
a más tardar dentro de tercero día, a una audiencia
especial, a la que concurrirán los interesados con
todos sus medios de prueba, a fin de resolver en
ella la incidencia planteada. Con todo, si se hubiere
fijado la audiencia preparatoria o de juicio para una
fecha no posterior al quinto día de interpuesto el
incidente, se resolverá en ésta.
Si el incidente se origina en un hecho anterior
a una audiencia sólo podrá interponerse hasta la
conclusión de la misma."
Art. 26 bis. Facultades del juez en la audiencia.
El juez que preside la audiencia dirigirá el debate,
z
ordenará la rendición de las pruebas y moderará
la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se
desvíen hacia aspectos no pertinentes o inadmisibles,
pero sin coartar el ejercicio de los litigantes para
defender sus respectivas posiciones.
* Artículo reemplazado, por el que aparece en el tex-
to, por el artículo 1 º, Nº 16 de la Ley Nº 20.286, de 15 de
septiembre de 2008.
EJJ[TORlAL JURIDICA Dt CH!l.E
-
oral
Obviamente, como se trata de una inci-
den te que se formula respecto de una reso-
lución que se pronuncia en audiencia, debe
tenerse presente que la norma del artículo
25 de la Ley Nº 19.968 obliga a promover la
incidencia de inmediato, so pena de poderse
entender que el interesado ha convalidado
el vicio que se produce con la aceptación
de rendirse una prueba ilícita.
No creemos que esa sea la interpretación
sistemática de las normas en juego, ya que la
prohibición de aceptar prueba ilícita conte-
nida en el artículo 31 delaLeyNº 19.968es
una norma cuyo destinatario es el tribunal
que "debe ordenar" se excluyan del juicio
las pruebas obtenidas con infracción de
garantías fundamentales.
También podrá limitar el tiempo de uso de la
palabra a las partes que deban intervenir durante
el juicio, fijando límites máximos igualitarios para
todas ellas o interrumpiendo a quien haga uso ma-
nifiestamente abusivo de su facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias
destinadas a mantener el orden y decoro durante
el debate )', en general, a garantizar la eficaz reali-
zación del mismo.
Quienes asistan a la audiencia deberán guardar
respeto y silencio mientras no estén autorizados para
exponer o deban responder a las preguntas que se les
formulen. \:o podrán llevar armas ni ningún elemento
que pueda perturbar el orden de la audiencia. No
podrán adoptar un comportamiento intimidatorio,
provocativo o contrario al decoro.**
Art. 26 ter. Sanciones. Quienes infrinjan las
medidas sobre publicidad previstas en el artículo
15 o lo dispuesto en el artículo 26 bis, podrán ser
sancionados de conformidad con los artículos 530
ó 532 del Código Orgánico de Tribunales, según
corresponda.
Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá
expulsar a los infractores de la sala.***
Por su parte, el artículo 27 de la misma norma
señala que "en todo lo no regulado por esta ley, serán
aplicables las disposiciones comunes a todo procedi-
miento establecidas en el Código de Procedimiento
Civil, a menos que ellas resulten incompatibles con
la naturaleza de los procedimientos que esta ley esta-
blece, particularmente en lo relativo a la exigencia de
oralidad. En dicho caso, el juez dispondrá la forma
en que se practicará la actuación".
** Artículo agregado por el artículo 1 º, Nº 17 de la
Ley Nº 20.286, de 15 de septiembre de 2008.
*** Artículo agregado por el artículo l °, Nº 17 de la
Ley Nº 20.286, de 15 de septiembrede 2008.
30
 _____ El juicio oral como sistema
Sin perjuicio de ello, la opción más segu-
ra estratégicamente para el abogado sería
promover el incidente inmediatamente, ya
que si el tribunal sostiene que la prueba
no es ilícita y ordena su inclusión, tendrá
un argumento adicional para rechazar la
nulidad procesal dada la supuesta extem-
poraneidad de la alegación.
También sería procedente el recurso
de reposición, el cual, en conformidad
con la norma de artículo 67 ?'­:º 1) de la
Ley que crea los Tribunales de Familia,
debe interponerse y resolverse en el acto,
por tratarse de una resolución dictada en
audiencia.
Si se llegare a la audiencia de juicio con
la prueba que se estimare ilegal decretada,
aunque la ley no lo dice expresamente, co-
rrespondería en nuestro concepto oponerse
por la vía de la reposición o de la nulidad
procesal nuevamente a la rendición de
una prueba ilícita. Para tal efecto, a pesar
ele que a diferencia del caso anterior, la
diligencia de prueba se encuentra a estas
alturas firme y ejecutoriada, nada obsta a
que el tribunal haga uso de las facultades
correctoras del procedimiento que le olor-
~ª el artículo 84 inciso 4º del Código de
Procedimiento Civil, inserto dentro de las
normas comunes a todo procedimiento,
que, por expresa disposición del artículo
'27 de la Ley Nº 19.968, son aplicables al
procedimiento de familia.
Finalmente, si el Tribunal dispusiere
igualmente la recepción de la prueba en
la audiencia de juicio, y si, más aún, se
refiriere a ella en la sentencia definitiva,
sería procedente recurrir ele casación en
la forma respecto de dicha sentencia, por
afectarle la causal 9ª del artículo 768 del
Código de Procedimiento Civil, esto es,
"en haberse faltado a algún trámite o di-
ligencia declarados esenciales por la ley o
a cualquier otro requisito por cuyo defec-
to las leyes prevengan expresamente que
hay nulidad", causal que es aplicable en
materia de procedimientos de Tribunales
de Familia, por disposición expresa de lo
dispuesto en el artículo 67, Nº 6, letra b)
de la Ley Nº 19.968.
31
ele litigación
En materia de procedimiento laboral,
el artículo 453 del Código también hace
referencia a la exigencia legal en el sentido
de rechazar la prueba ilícita, toda vez que
el Nº 4) de dicha disposición señala que
en la audiencia preparatoria de juicio "el
juez resolverá fundadamente en el acto
sobre la pertinencia de la prueba ofrecida
por las partes, pudiendo valerse de todas
aquellas reguladas en la ley", agregando
el inciso 3º del citado número que "con
todo, carecerán de valor probatorio y, en
consecuencia, no podrán ser apreciadas
por el tribunal las pruebas que las partes
aporten y que se hubieren obtenido directa
o indirectamente por medios ilícitos o a
través de actos que impliquen violación
de derechos fundamentales".
Al igual que en materia de familia, y
por las razones allí sostenidas, en el even-
to que el tribunal ordenare la inclusión
ele una prueba ilícita en la audiencia pre-
paratoria, cabría promover incidente de
nulidad procesal respecto de dicha reso-
lución fundado en el artículo 429 inciso
2º del Código del Trabajo," o deducir el
recurso de reposición reglamen Lado en
el artículo 4 75 del mismo cuerpo legal.
7 El artículo 429 del Código del Trabajo señala
que "el tribunal, una vez reclamada su interven-
ción en forma legal, actuará de oficio. Decretará
las pruebas que estime necesarias, aun cuando no
las hayan ofrecido las parles y rechazará mediante
resolución fundada aquellas que considere incondu-
centes. De esta resolución se podrá deducir recurso
ele reposición en la misma audiencia. Adoptará,
asimismo, las medidas tendientes a evitar la para-
lización del proceso o su prolongación indebida
Y, en consecuencia, no será aplicable el abandono
del procedimiento.
El tribunal corregirá de oficio los errores que
observe en la tramitación del juicio y adoptará las
medidas que tiendan a evitar la nulidad del pro-
cedimiento. La nulidad procesal sólo podrá ser
decretada si el vicio hubiese ocasionado perjuicio al
litigante que la reclama o si no fuese susceptible de
ser subsanado por otro medio. En el caso previsto
en el artículo 427, el tribunal no podrá excusarse
ele decretar la nulidad.
No podrá solicitar la declaración de nulidad la
parte que ha originado el vicio o concurrido a su
materialización".
EDJTúR[ALJURIDlCADECH!U: -~

___________ C_u_rso
elemental de litigación
En ambos casos, el incidente o el recurso
debe deducirse inmediatamente después
de dictada la resolución que ordena acoger
la recepción de la prueba oral.
Igualmente, podría el agraviado opo-
nerse a la recepción de una prueba ilícita,
fundado principalmente en la norma del
artículo 429 del Código del Trabajo inciso
2º, en relación con el artículo 453 Nº 4º del
mismo Código, promoviendo la nulidad
procesal de la misma, fundado, adicional-
mente a las normas ya referidas, en el sen-
tido que la norma del Código del Trabajo
del artículo 453 Nº 4º es imperativa para
el tribunal que conoce de la audiencia de
juicio, porque "no pueden ser apreciadas
por el tribunal" las pruebas que las partes
aporten y que se hubieren obtenido direc-
ta o indirectamente por medios ilícitos o
mediante actos que impliquen violación
de derechos fundamentales, apreciación
que evidentemente se hace en la sentencia
definitiva.
Si a pesar de ello el tribunal que cono-
ce de la audiencia de juicio rechazare la
incidencia y ordenare la recepción de la
misma, ello podría fundar el recurso de
nulidad que reglamenta el artículo 478 del
Código del ramo, por vulneración de la
letra el) del mismo artículo.8
8 El artículo 478 del Código del Trabajo prescribe:
"El recurso de nulidad procederá, además:
a) Cuando la sentencia haya sido pronunciada
por juez incompetente, legalmente implicado, o cuya
recusación se encuentre pendiente o haya sido de-
clarada por tribunal competente;
b) Cuando haya sido pronunciada con infracción
manifiesta de las normas sobre la apreciación de la
prueba conforme a las reglas de la sana crítica;
­r c) Cuando sea necesaria la alteración ele la ca-
5 lificación jurídica de los hechos, sin modificar las
conclusiones fácticas del tribunal inferior;
1
2
d) Cuando en el juicio hubieren siclo violadas
las disposiciones establecidas por la ley sobre inme-
diación o cualquier otro requisito para los cuales la
ley haya previsto expresamente la nulidad o lo haya
declarado como esencial expresamente;
e) Cuando la sentencia se hubiere dictado con
omisión de cualquiera de los requisitos establecidos
en los artículos 459, 495 ó 501, inciso final, de este
Código, según corresponda; contuviese decisiones
contradictorias; otorgare más allá de lo pedido por
las partes, o se extendiere a puntos no someridos a
ED!TORlAL JURIDICA DE CHlU
-
oral
3.7. PRINCIPIO DE LA LIBRE VALORACIÓN
DE LA.PRUEBA
Este principio es una de las grandes modi-
ficaciones que presentan los juicios orales
respecto de los antiguos procedimientos
escritos.
Importa la posibilidad que tiene el juz-
gador para formarse la convicción de los
hechos materia del juicio libremente, sin
tener un marco normativo que les señala el
peso de cada medio de prueba, el cual será
definido por el tribunal en la sentencia.
En el sistema de prueba legal, la prueba
se encuentra tasada por el legislador, de-
terminando el peso específico que como
modo de convicción tiene cada medio de
prueba en relación con otro.
Asimismo, la ley también señala a las
partes qué medio de prueba ocupar para
acreditar ciertos hechos.a la vez que excluye
algunos para acreditar otros, es decir, la de-
nominada admisibilidad o inadmisibilidad
de los medios de prueba.
Nada de aquello acaece en los sistemas
de litigación oral, donde el legislador ha
optado por darle al tribunal la posibilidad
de apreciar la prueba con total libertad, pu-
diendo el sentenciador dar por acreditado
la decisión del tribunal, sin perjuicio de las facul-
tades para fallar de oficio que la ley expresamente
otorgue, y
f) Cuando la sentencia haya sido dictada contra
otra pasada en autoridad de cosa juzgada y hubiere
siclo ello alegado oportunamente en el juicio.
El tribunal ad quem, al acoger el recurso de nuli-
dad fundado en las causales previstas en las letras b),
e), e) y f) , deberá dictar la sentencia de reemplazo
correspondiente con arreglo a la ley. En los demás
casos, el tribunal ad quem, en la misma resolución,
determinará el estado en que queda el proceso y
ordenará la remisión de sus antecedentes para su
conocimiento al tribunal correspondiente.
:-s;o producirán nulidad aquellos defectos que no
influyan en lo dispositivo del fallo, sin perjuicio de
las facultades de corregir de oficio que tiene la Corte
durante el conocimiento del recurso. Tampoco la
producirán los vicios que, conocidos, no hayan sido
reclamados oportunamente por todos los medios de
impugnación existentes.
Si un recurso se fundare en distintas causales,
deberá señalarse si se invocan conjunta o subsidia-
riamente".
32
 _______ Eljuicio oral como si_~tema
un hecho, por ejemplo, con la declaración
de un testigo, a pesar que otros cuatro tes-
tigos que depusieron en el mismo juicio
sostuvieron precisamente lo contrario. La
diferencia, entonces, radica en la potestad
que tiene el tribunal para determinar la
credibilidad y poder de convicción de la
declaración del testigo que considera veraz,
en desmedro de las otras declaraciones.
Asimismo, el tribunal puede dar por
probado un hecho con la declaración de un
testigo, no obstante existir, por ejemplo, una
escritura pública que sostuviere un hecho
contrario a lo declarado por el testigo. Tal
es la consecuencia práctica que tiene la
facultad del tribunal de recorrer la prueba
en toda su extensión sin limitaciones para
determinar el valor probatorio que le da a
cada una, sin perjuicio de las limitaciones
que el mismo artículo señala.
En el Código Procesal Penal este siste-
ma se encuentra consagrado en el artículo
297, que señala: "los tribunales apreciarán
la prueba con libertad, pero no podrán
contradecir los principios de la lógica, las
máximas de la experiencia y los conoci-
mientos científicamente afianzados".
Esta norma, aunque la ley no lo dice
expresamente, consagra un sistema de apre-
ciación de la prueba en conformidad con
las reglas de la sana crítica.
Esta norma es repetida casi literalmente
por el artículo 32 de la Ley:\"º 19.968, que crea
los tribunales de familia, que a propósito de
la valoración de la prueba sostiene que "los
jueces apreciarán la prueba de acuerdo a las
reglas de la sana crítica. En consecuencia,
no podrán contradecir los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los co-
nocimientos científicamente afianzados".
La única diferencia radica en que el ar-
tículo en comento de la Lev N"º 19. 968 señala
expresamente que la prueba se aprecia de
acuerdo a las reglas de la sana crítica, con-
cepto que no contiene el artículo 297 del
Código Procesal Penal, el que es agregado
por la primera frase del artículo 32 de la
Ley Nº 19.968 que expresa "los tribunales
apreciarán la prueba con libertad".
En la Ley Nº 20.087, que modificó el
procedimiento laboral, la regla sobre apre-
33
de litigación
ciación de la prueba se encuentra contenida
en el artículo 456 de Código del Trabajo,
el cual señala que "el tribunal apreciará
la prueba conforme a las reglas de la sana
crítica. Al hacerlo, el tribunal deberá expre-
sar las razones jurídicas y las simplemente
lógicas, científicas, técnicas o de experien-
cia, en cuya virtud les asigne valor o las
desestime. En general, tomará en especial
consideración la multiplicidad, gravedad,
precisión, concordancia y conexión de las
pruebas o antecedentes del proceso que
utilice, de manera que el examen conduzca
lógicamente a la conclusión que convence
al sentenciador".
A pesar de la diferencias en la redac-
ción, las tres normas antes transcritas di-
cen lo mismo, y se refieren al hecho que
el legislador rechaza la prueba tasada en
estos procedimientos, la cual se aprecia
libremente por el tribunal de acuerdo a la
credibilidad que ella le produzca.
Dada la importancia de este tema para el
litigante, le dedicaremos un párrafo especial,
por lo que volveremos sobre este principio
que influye sobre toda la actividad del abo-
gado duran te el juicio, como veremos.
3.8. PRINCIPIO DF. FUNDAMENTACIÓN DE
LAS SE:\'TENCIAS
Este principio es la contrapartida del an-
terior de libertad de apreciación de la
prueba. En efecto, si el legislador delega
en el tribunal la facultad de definir a qué
medio de prueba le otorga plena convicción
y a cuál no, ello tampoco puede significar
que esta facultad se ejerza permitiendo la
arbitrariedad judicial, la cual se elimina
con la exigencia legal que pesa sobre los
sentenciadores de fundamentar cómo o
a través de qué razonamiento llegaron a
las conclusiones que permiten justificar la
decisión a la cual han arribado.
Dentro de este principio se incluye la
obligatoriedad del tribunal no sólo de se-
ñalar por qué fundamento le otorga valor
probatorio o le ha provocado convicción tal
o cual medio de prueba, sino que también
el hacerse cargo de toda la prueba rendida,
EDJTORL­\L Jl.JRIDlCA 00
DE CHJLE ~
 ______________ Curso elemental de __ litigación
señalando con precisión por qué motivo
ha descartado a la prueba cuyo mérito ha
desechado.
Si bien es cierto que desde siempre ha
existido una exigencia legal para funda-
mentar las sentencias como se desprende
de la lectura del artículo 170 Nº' 4º y 5º del
C.P.C. y los Nº' 5 y 10 del Autoacordado de
1920 de la Corte Suprema sobre la forma
de las sentencias, desafortunadamente esta
exigencia no se vio cumplida, en la práctica,
en los juicios en los cuales se no se aplicaba
el principio de prueba legal o tasada.
La fundamentación de las sentencias se
relajó por nuestros jueces cada vez que el
legislador les entregaba a estos la facultad
de apreciar la prueba de acuerdo a las reglas
de la sana crítica, o, en conciencia, como
ocurría, por ejemplo, en el antiguo proce-
dimiento laboral que reglamentaban los
artículos 455 y 456 del Código del Trabajo,
o en el artículo 36 de la Ley de Menores, los
cuales hoy se encuentran derogados.
En estos casos, el razonamiento de la
prueba generó una costumbre judicial que
se manifestaba en un único considerando,
casi de estilo, en el cual, luego de enume-
rar la evidencia producida, se sostenía que
"el mérito de la prueba rendida, apreciada
de acuerdo a las reglas de la sana crítica,
o en conciencia, según el caso, permitía
sostener que se ha acreditado ... ", tal o cual
hecho, sin fundamentar de modo alguno
el razonamiento interno que tuvo en vista
el tribunal para decidir de tal manera, con
lo cual en el fondo las sentencias no se
fundamentaban.
Lo mismo ocurría en materia penal,
donde las resoluciones sobre denegatoria
:c. de libertad provisional, autos de procesa-
G miento o acusaciones, eran técnicamente
g infundadas y se limitaban a expresar, por
6 ejemplo, para denegar la libertad que se
5 hacía porque el procesado era "peligroso
;: para la seguridad de la sociedad", sin ex-
;;; presar cómo se llegó a esa convicción, ni
"' menos en qué medios de prueba ello se
~ sostenía o en qué sentido existía "peligro
~ para la sociedad".
2 Estas prácticas judiciales, sin duda eran y
:.'i son ilegales, y, aún más, inconstitucionales,
.®. EDITORIAL JURJDICA DE CHILE
oral
habida cuenta de lo dispuesto en el artículo
8º de la Constitución Política de la Repú-
blica y el artículo 76, segunda parte, de la
Constitución, que reserva exclusivamente al
Poder Judicial el ejercicio de lajurisdicción,
señalando, el artículo antes referido que "ni
el Presidente de la República, ni el Congreso
pueden, en caso alguno, ejercer funciones
judiciales, avocarse causas pendientes, revisar
los fundamentos o contenido de sus decisiones o
hacer revivir procesos fenecidos".
En este sentido, y analizando el punto
desde un ángulo constitucional, sin duda
que la fundamentación de las decisiones es
una de las extensiones del debido proceso,
que el legislador debe siempre exigir en
todo procedimiento.
En efecto, cualquiera sea la interpreta-
ción que se le dé a la norma del artículo
19 Nº 3º, inciso 5º, que señala que "toda
sentencia de un órgano que ejerza jurisdic-
ción deberá fundarse en un proceso previo,
legalmente tramitado. Corresponderá al
legislador establecer siempre las garantías
de un procedimiento y una investigación
racionales y justos", debemos convenir que
la fundamentación está estrecha e indisolu-
blemente asociada a la exigencia de racio-
nalidad del procedimiento que contempla
la norma antes citada.
El conocer el análisis de la prueba, de
los hechos que se dan por probados en un
juicio y cuáles no, y del derecho aplicable,
y de su interpretación por el tribunal, sin
duda visten de "racionalidad" el procedi-
miento, escapando a su natural antónimo,
la arbitrariedad.
Afortunadamente, esta exigencia de la
fundamentación de las sentencias, que,
como decíamos, es consustancial al ejer-
cicio de la actividad jurisdiccional, se está
desarrollando en su verdadera dimensión
desde el advenimiento entre nosotros de
los juicios orales.
Así, la Ley Nº 19.696, que aprobó el Código
Procesal Penal, estableció en el artículo 36
la "obligación del tribunal de fundamentar
las resoluciones que dictare, con excepción
de aquellas que se pronunciaren sobre cues-
tiones de mero trámite. La fundamentación
expresará sucintamente, pero con precisión,
34
 El juicio oral como sistema_ ele I itigación
---- --·------
los motivos de hecho y de derecho en que se
basaren las decisiones tornadas", agregando
el inciso 2º que "la simple relación de los
documentos del procedimiento o la men-
ción de los medios de prueba o solicitudes
de los intervinientes no sustituirá en caso
alguno la fundamentación .. _
Esta norma sienta el principio general
en análisis, de fundamentación de todas
las resolucionesjudiciales que se dictan en
materia penal, salvo las de mero trámite,
exponiendo el inciso 2º que no se entenderá
cumplida esta exigencia con el simple relato
de las presentaciones de los in tervinientcs o
de las probanzas o antecedentes que fuerzan
la decisión, con lo cual se exige erradicar
la costumbre contra l.egem que analizábamos
más arriba y que entendía cumplida la fun-
damentación con el solo hecho de referir
r¡ue la prueba se analizaba en conciencia
o de acuerdo a las reglas de la sana crítica,
luego de enumerarla.
Esta regla del artículo 36 del Código Pro-
ccsal Penal toma un contenido más preciso
,. específico tratándose de la sentencia defi-
nitiva en cuyo caso, rige la regla del artículo
297 inciso 2º de dicho Código, que refiere
la exigencia del tribunal de "hacerse cargo
en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquella que hubiere
desestimado, indicando en tal caso las ra-
zones que hubiere tenido en cuenta para
hacerlo", a la vez que el inciso 3º del mismo
artículo prescribe "la valoración de la prueba
en la sentencia requerirá el señalamiento
del o de los medios de prueba mediante los
cuales se dieren por acreditados cada uno
de los hechos y circunstancias que se dieren
por probados. Esta fundamentación deberá
permitir la reproducción del razonamiento
utilizado para alcanzar las conclusiones a
que llegare la sentencia".
La norma del artículo 297, incisos 2º y
3º, antes transcrita, debe relacionarse con
la del artículo 342, letra c) del Código del
ramo, que señala que "la sentencia definitiva
contendrá: ... c) La exposición clara, lógica
y completa de cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieren por probados,
fueren ellos favorables o desfavorables al
acusado, y de la valoración de los medios
35
de prueba que fundamentaren dichas con-
clusiones de acuerdo con lo dispuesto en
e 1 artículo 297".
Si la sentencia definitiva no fuere fun-
damentada, es procedente el recurso ele
nulidad regulado en el Título IV del Libro
III del Código Procesal Penal, artículos 372
Y siguientes, para invalidar tanto el juicio
como la sentencia, por concurrir la causal
del :-:º 374, letra e), que señala: "el juicio
y la sentencia serán siempre anulados: ...
e) cuando, en la sentencia, se hubiere omi-
tido alguno de los requisitos previstos en
el artículo 342, letras c), d) o e)".
En este caso, no es necesario preparar
el recurso ele nulidad, toda vez que al te-
nor del artículo 377 del Código, ello no
es menester en los casos que el recurso se
funda en alguna de las causales del artículo
374 del C.P.P.
En materia de familia, también rige la
exigencia de la fundamentación de las de-
cisiones judiciales.
En efecto, concluido el debate que se
produce en la audiencia de juicio, y de con-
formidad al artículo 65 de la Ley Nº 19.968,
"el juez comunicará de inmediato su resolu-
ción, indicando los fundamentos principales
tomados en consideración para dictarla.
Excepcionalmente, cuando la audiencia
de juicio se hubiere prolongado por más
de dos días, podrá postergar la decisión del
caso hasta el día siguiente hábil, lo que se
indicará a las partes al término de la audien-
cia, fijándose de inmediato la oportunidad
en que la decisión será comunicada.
El juez podrá diferir la redacción del fallo
hasta por un plazo de cinco días, ampliables
por otros cinco por razones fundadas, fijan-
do la fecha en que tendrá lugar la lectura
de la sentencia, la que podrá efectuarse de
manera resumida".
Es decir, si bien la decisión definitiva es
comunicada a los intervinientes inmedia-
tamente después de concluido los alegatos
de clausura en el juicio de familia, esta de-
cisión debe ser expuesta a las partes con sus
"fundamentos principales", procediendo el <
juez a redactar la sentencia dentro de los
5 días siguientes, ampliables a otros 5, por
-c
razones fundadas.
EDlTOfUAl JUR!DlC•..A DICHJLI 06
~
 Curso elemer:_tal de litigación oral
Para proceder a la redacción de la sen-
tencia, cabe tener presente el artículo 32
de la Ley Nº 19.968, que creó los tribunales
de familia, el cual, luego de consagrar el
principio de libre apreciación de la prueba,
señala que "la sentencia deberá hacerse cargo
en su fundamentación de toda la prueba
rendida, incluso de aquella que hubiere
desestimado, indicando en tal caso las ra-
zones tenidas en cuenta para hacerlo", a la
vez que el inciso 2º de la misma disposición
agrega que "la valoración de la prueba en
la sentencia requerirá el señalamiento de
los medios de prueba mediante los cuales
se dieren por acreditados cada uno de los
hechos, de modo de contener el razonamien-
to utilizado para alcanzar las conclusiones
a que llegare la sentencia".
En síntesis, la ley obliga al sentenciador
a analizar toda la prueba, expresando las
razones que lo llevan a aceptar alguna y
desechar otra.
Esta norma del artículo 32 debe ser re-
lacionada con la del artículo 66 de la lev
que crea los tribunales de familia, la cual
señala el contenido de la sentencia, dentro
de las cuales cabe destacar, a propósito de la
fundamentación, los números 4) y 5), que
expresan: "la sentencia definitiva deberá
contener: ... 4) El análisis de la prueba
rendida, los hechos que estime probados y
el razonamiento que conduce a esa conclu-
sión; 5) Las razones legales y doctrinarias
que sirvieren para fundar el fallo ... ".
Si el juez infringiere en la sentencia las
normas que le impone el artículo 32 en
relación con el 66 de la Ley Nº 19.968, es
proceden te el recurso de casación en la
;; forma, por expresa disposición del artículo
> 67 de la ley, que expresa en su Nº 6), letra
i:: b), la procedencia de dicho recurso, esta-
~ blecido en los artículos 766 y siguientes
_ del Código de Procedimiento Civil, por
5 haber sido pronunciada la sentencia de-
'.~~ finitiva con omisión de cualquiera de los
~ requisitos enumerados en el artículo 66 de
"" la presente ley.
-s Cabe tener presente que en conformidad
8~~~ con la Ley Nº 19.968, que crea los tribunales
2 de familia, en el recurso de casación en esos
.'.'5 juicios, se entiende cumplida la exigencia
® EDITORIAL JURIDICA DE CHlU
legal de patrocinar el recurso, por la sola
circunstancia de interponerlo el abogado
que detente el patrocinio de la parte en la
causa (artículo 67, Nº 7).
En materia laboral, prácticamente rigen
las mismas reglas para establecer la funda-
mentación de las sentencias.
Así, la norma del artículo 456 del Códi-
go del Trabajo, después de señalar que el
tribunal apreciará la prueba de acuerdo a
las reglas de la sana crítica, se encarga de
precisar que "al hacerlo, el tribunal deberá
expresar las razones jurídicas y las simple-
mente lógicas, científicas, técnicas o de ex-
periencia, en cuya virtud les asigne valor o
las desestime. En general, tomará en especial
consideración la multiplicidad, gravedad,
precisión, concordancia y conexión de las
pruebas o antecedentes del proceso que
utilice, de manera que el examen conduzca
lógicamente a la conclusión que convence
al sentenciador".
De acuerdo a la ley laboral, específica-
mente el artículo 457 del Código, eljuez
puede pronunciar el fallo al término de la
audiencia de juicio o, en todo caso, dictarlo
dentro del plazo de decimoquinto día, con-
tado desde la realización de esta, en cuyo
caso citará a las partes para notificarlas del
fallo, fijando día y hora al efecto, dentro
del mismo plazo.
Como sabemos, la fundamentación ad-
quiere su mayor trascendencia y conteni-
do en la sentencia definitiva, circunstancia
por la cual el artículo 459 del Código del
Trabajo señala que ella deberá contener:
" ... 4.- El análisis de toda la prueba rendida,
los hechos que estime probados y el razo-
namiento que conduce a esta estimación;
5.- Los preceptos constitucionales, legales o
los contenidos en tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, las consideraciones jurídicas y los
principios de derecho o de equidad en que
el fallo se funda".
Si la sentencia definitiva de primera ins-
tancia no fundamentare el fallo, únicamente
es procedente el recurso de nulidad que
reglamentan los artículos 477 y siguientes
del Código del ramo, no siendo procedente
el recurso de casación en la forma, al tenor
36
 E_Uuicio oral corno sistema
de lo previsto en el artículo 477, que es
enfático en señalar que sólo es procedente
en contra de la sentencia definitiva laboral
el recurso de nulidad, sea para invalidar el
procedimiento total o parcialmente junto con
la sentencia definitiva o sólo esta última.
Conforme al procedimiento laboral que
creó la Ley Nº 20.087, modificado por la Ley
Nº 20.260, el recurso de nulidad sólo procede
por las causales que señalan los artículos
477 y 478 del Código del Trabajo.9
Dentro de estas, creemos que si faltare
la fundamentación del fallo, sería posible
asirse de la letra e) del artículo 4í8, que
declara procedente el recurso de nulidad
"cuando la sentencia se hubiere dictado
con omisión de cualquiera de los requisi-
tos establecidos en los artículos 459, 495
ó 501, inciso final de este Código, según
corresponda". Pues bien, es el artículo
-!59 del Código del Trabajo el que exige
la fundamentación de la sentencia, según
los números 4 y 5 del sobredicho artículo
-!59. En todo caso, parece evidente que si
la sentencia es adversa y no se encuentra
fundada, también podría argumentarse que
ello hace procedente el recurso de nulidad
por aplicación de la causal genérica del
artículo 477, ya que se trataría de un caso
en que la sentencia infringe la lev, especí-
1 ficamente el artículo 456, influvendo esa
infracción en lo dispositivo del fallo.
En caso que hubiere fundamentación,
pero esta no fuere acertada, de acuerdo
con el artículo 456 del Código del Trabajo,
o ilógica, o contraviniere las máximas de
experiencia, o los conocimientos científi-
cos afianzados en el juicio, conceptos estos
!I Artículo 477 del Código del Trabajo: "Tratándose
de las sentencias definitivas, sólo será procedente el
recurso ele nulidad, cuando en la tramitación del
procedimiento o en la dictación de la sentencia
definitiva se hubieren infringido sustancialmente
derechos o garantías constitucionales. o aquélla se
hubiere dictado con infracción ele lev qtH:' hubiere
influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
En contra ele las sentencias definitivas no procederán
más recursos.
El recurso de nulidad tendrá por finalidad in-
validar el procedimiento total o parcialmente-junto
con la sentencia definitiva, o sólo esta última, según
corresponda".
37
de litigación
últimos que se encuentran dentro de la
apreciación de la prueba de acuerdo a las
reglas de la sana crítica, cabe interponer el
recurso de nulidad, que concede el artículo
478, letra b) del Código del Trabajo, toda
vez que la sentencia se ha pronunciado con
infracción manifiesta de las normas sobre
la apreciación de la prueba conforme a las
reglas de la sana crítica.
En todo caso, cabe precisar que al tenor
del inciso final del artículo 479 del Códi-
go del Trabajo, "la Corte, de oficio, podrá
acoger el recurso deducido por un motivo
distinto del invocado por el recurrente,
cuando aquel corresponda a alguno de los
vicios serialados en el artículo 478".
Por lo tanto, si faltare la fundamentación,
y el proceso llega a la Corte por un recurso
de nulidad fundado en una causal distinta
de las arriba señaladas, la Corte puede hacer
uso de la facultad que le entrega el artículo
479 del Código del Trabajo, y como el vicio
que motiva la invalidación es el contem-
plado en la letra e) del artículo 4 78 del
Código del Trabajo, la propia Corte puede
de oficio anular la sentencia y, acto seguido,
pero separadamente, dictará la sentencia
de reemplazo pertinente con arreglo a la
ley, como se desprende del artículo 478
inciso 2º del Código.
4. ESTRUCTURA DEL JUICIO ORAL
Como veíamos a propósito del principio
de la concentración, la audiencia de juicio
oral se realiza de manera continua, sin in-
terrupciones de ninguna naturaleza, salvo
por razones de necesidad.
Para que se logre ese fin de la continuidad,
e
L ••
es necesario que las partes lleguen al juicio
con pleno conocimiento de toda la prueba
que rendirán tanto ella como la contraria o
los demás intervinientes, como asimismo el
tribunal haya recabado u obtenido toda la
prueba que las partes no puedan procurarse
por sí, con oficios u otros medios, se citen
los testigos o peritos, etc.
Tal efecto no puede lograrse sin que
existan etapas previas al juicio oral, en las
<
cuales en primer lugar los intervinientes
EDlTURL\tJURID!CA D!CH!L[
~
~
 ______ C_tu:~_oelemental
puedan estructurar eljuicio, luego definir
el objeto del mismo y los medios de prueba
de que piensan valerse, como, evidentemen-
te, la fecha y el tribunal que conocerá del
juicio propiamente tal.
Por lo tanto, la estructura de todo juicio
oral supone una etapa previa de investiga-
ción, una intermedia o de preparación de
juicio oral y, finalmente, la etapa de juicio
oral propiamente tal.
Estas tres etapas aparecen o se manifiestan
claramente en el sistema procesal penal,
donde existen o se perfilan nítidamente.
En lo que a la etapa de investigación
respecta, el nuevo sistema procesal penal
cambió radicalmente lo que existía en el
antiguo Código de Procedimiento Penal,
donde el juez dirigía la investigación, en
un sumario criminal, de naturaleza secreta,
ritualista, y cuyos objetivos eran determinar
la existencia del hecho punible y los res-
ponsables, a la vez que asegurar la persona
del responsable y su comparecencia a los
actos de juicio, como asimismo establecer
la responsabilidad civil de los hechores.
En el Código Procesal Penal la investiga-
ción es desarrollada por un órgano externo
a la judicatura, el Ministerio Público, quien
actúa por medio de sus fiscales, reservando
para aquella las funciones más propias de
la jurisdicción, como es resolver los posi-
bles conflictos que genera la actividad de
persecución, en especial, por el respeto
permanente que la investigación debe a los
derechos de los que son objeto de ella, desde
una posición de absoluta imparcialidad.
Esta etapa de investigación es desfor-
malizada y tiene por propósito no solo
averiguar la existencia del hecho punible,
la persona del delincuente y la prepara-
ción de la prueba para el ejercicio de la
acusación, sino que también se debe dar
información y protección a la víctima; se-
leccionar los casos que deban ser objetos
z
'.,'.) de persecución criminal, mediante el ejer-
:,,')
cicio de la facultad de no perseverar en las
;¿ investigaciones que tienen lugar en casos
,'. que no impactan mayormente el interés
~ público por tratarse de situaciones de nula
e;¿ o mínima gravedad; o definir los litigios que
~ puedan ser objetos de salidas o soluciones
.'.S alternativas al conflicto penal, como son la
,@. EDlTORlAL JURIDiCA DE CHJU
de litig!<:ió_n_o_r_al _
suspensión condicional del procedimiento
y los acuerdos reparatorios.
Sin perjuicio de lo desformalizado de
la etapa de instrucción, el Código Procesal
Penal contempla la intervención de la judi-
catura en esta parte del procedimiento para
salvaguardar el respeto de los derechos que
la Constitución y las leyes aseguran a todas
las personas, los cuales la investigación o
persecución penal pudieran colisionar.
Entre estos, los casos típicos de intervención
de la autoridad judicial, a través del juez de
garantía en audiencias orales, están el control
de detención, la formalización de la investi-
gación, la solicitud de medidas cautelares,
la fijación de un plazo para la investigación,
la necesidad de autorización para medidas
de investigación que vulneran los derechos
garantizados por la Constitución, etc.
En materias de familia o laborales si bien
no existe formalmente o de una manera re-
gulada por el legislador una etapa de inves-
tigación, la verdad es que esta igualmente
se desarrolla, pero en forma privada o ex-
trajudicial por parte del abogado litigante,
quien recibe a su cliente, se entrevista con él,
prepara el caso, crea una estrategia, analiza
la evidencia disponible y la selecciona para,
finalmente, presentar su demanda ante los
tribunales, a fin de ser citado y concurrir a la
etapa de audiencia de preparación de juicio
oral, donde intentará persuadir al tribunal
de la pertinencia de los medios de prueba
seleccionados, a fin de que este acceda a que
dicha prueba se produzca en el juicio oral.
En otras palabras, cuando el abogado
litigante presenta su demanda ante estos
tribunales, la etapa de investigación ya ha sido
realizada por él y le ha permitido construir
el caso que Ya a plantear en tribunales.
De la etapa de preparación de juicio oral
nos abocaremos en un capítulo aparte, y
de la audiencia de juicio propiamente tal,
en la mayor parte de esta obra.
5. APRECIACIÓ:'\ DE LA PRUEBA EN LOS
JCICIOS ORALES
Este es sin duda uno de los aspectos más
importantes que debe enfrentar y tener
38
 _ El juicio oral corno sistema
presente el abogado litigante a1 asumir la
representación de su patrocinado en un juicio
oral, a tal punto que toca transversalmen-
Le cada una de las actuaciones, decisiones
y estrategias que debe desarrollar desde
el momento que inicia la preparación del
juicio hasta que este es puesto en escena
y concluye.
Ello ocurre por cuanto, como veíamos
más arriba, los sistemas de liLigación oral
han empezado a modificar normas más
que centenarias en nuestra legislación, de
naturaleza sustantiva, corno son las normas
que se refieren a la apreciación de la prueba,
a los medios de prueba, al valor probatorio
de cada medio de prueba, v a la forma de
valorizar pruebas contradictorias.
En un sistema de prueba legal o tasada,
como el que existe en nuestra legislación
civil y en el Código de Procedimiento Civil,
es la ley la llamada a definir cuáles son los
medios de prueba a emplear por los parti-
culares para acreditar los hechos.
Definido lo anterior, esto es, cuáles son
los medios de prueba, es también el legisla-
dor quien señala dos cuestiones sustantivas
de la más alta trascendencia: la admisibi-
lidad y el valor probatorio de cada medio
de prueba.
La admisibilidad se refiere a la posibilidad
que tienen las partes de recurrir a un medio
de prueba en particular para acreditar un
hecho y, al contrario, la inadrnisibilidad se
refiere a la imposibilidad que tienen los
contradictores para recurrir a un medio
de prueba determinado para acreditar un
hecho.
Así, por ejemplo, en materia civil. los
artículos 1708, 1709 del Código Civil vedan
la prueba testimonial para acreditar actos
o contratos que contengan la entrega o
promesa de una cosa que valga más de dos
unidades tributarias. Decimos entonces que
la prueba testimonial es inadmisible para
acreditar ese tipo ele actos jurídicos.
Por otro lado, el valor probatorio se refiere
al peso específico que, comparativamente,
tiene un medio ele prueba con relación a
otro. Este valor probatorio con un sistema ele
prueba legal o tasada se encuentra también
señalado en la lev con toda precisión v su
39
de litigación
inobservancia por el sentenciador permite
recurrir incluso de casación en el fondo
por infracción de las leyes reguladoras de
la prueba.
Así, por ejemplo, el artículo 1 700 del
Código Civil nos señala el valor probatorio
de un instrumento público expresando que
hace plena fe, esto es, plena prueba, del
hecho de haberse otorgado y de su fecha.
En cuanto a la verdad de las declaraciones
produce plena prueba entre las partes y
una presunción de sinceridad de las de-
claraciones respecto de terceros.
Por otro lado, el artículo 1702 del Código
Civil nos señala que el instrumento privado
carece de todo valor probatorio a menos
que haya siclo reconocido o mandado tener
por reconocido, en cuyo caso adquiere el
valor de instrumento público respecto de las
personas que aparecen suscribiéndolo.
Pues bien, el legislador nos va dando
uno por uno el peso que tiene cada medio
de prueba, en normas que se encuentran
principalmente en el Código Civil y en el
Código de Procedimiento Civil y, antes de
su derogación, en el Código de Procedi-
miento Penal.
Todos estos temas se encuentran abso-
lutamente afincados en cada abogado que
hava cursado sus estudios con anteriori-
dad a los sistemas de litigación oral que
se encuentran vigentes en nuestro país.
De hecho, todos recordamos casi como un
dogma ele fe que para que la prueba testi-
monial produzca plena prueba se requieren
dos testigos, contestes en el hecho, en sus
circunstancias esenciales, sin tacha y legal-
mente examinados, que den razón de sus
dichos v no contradichos por otro medio
de prueba, como se encarga de precisarlo
la regla 2ª del artículo 384 del C.P.C. ?.::
Pues bien, nada de eso se aplica en los
sistemas de litigación oral, donde en primer
término existe libertad de los medios de
prueba, es decir, para acreditar un hecho
no existe un catálogo legal taxativo de las
vías de que disponen las partes para ello,
v en segundo lugar, tampoco la ley seña-
la el valor probatorio o peso específico
comparativo de cada medio de prueba, el
cual es determinado privativamente por el
J UR!DlCA
m
(,,Ji~
EDlTOR[,\L DE CH!U: ,,__

Curso elemental
tribunal en la sentencia, ya que los jueces
aprecian la prueba con libertad. En otras
palabras, se configura por el legislador un
sistema de libre convicción en los juicios
orales, en desmedro de la prueba legal o
tasada.
Este punto es de la mayor trascendencia
y cambia totalmente el enfoque que, de
la prueba y la forma de prepararla y pro-
ducirla, debe tener el abogado que desea
navegar con relativa seguridad y éxito en
estos procesos.
En efecto, como la ley no señala el valor
probatorio de los medios de prueba a em-
plear y estos son definidos por el tribunal
en la sentencia, el abogado debe preocu-
parse de que la prueba que presenta tenga
tres requisitos, para que el sentenciador
se persuada de ella, le asigne valor proba-
torio y, por lo mismo, deseche la prueba
contraria:
CREDIBILIDAD
CREDIBILIDAD
CREDIBILIDAD
Si la prueba que presenta la parte no
es creíble, es decir, no tiene la virtud de
producir la convicción del tribunal, este
la desechará y como consecuencia de ello
el litigante no habrá cumplido sus cargas
procesales, por lo que la conclusión lógica
es que debe perder el juicio.
Podría sostenerse que esta facultad del
tribunal de apreciar la prueba libremente
y por lo tanto la correlativa obligación del
litigante de velar por la credibilidad de su
prueba es un tanto injusta, ya que pone en
el sentenciador un poder decisorio que con
el sistema de prueba legal o tasada no tenía,
lo que le cerraba la puerta a la arbitrariedad
judicial, valor a todas luces razonable.
' Sin embargo la exigencia que pesa sobre
2
•.. l
a los abogados que litigan en los sistemas orales
de velar por la credibilidad de la prueba
que presentan le da una gran dimensión
ética al ejercicio de la profesión, al sistema
legal, a la administración de justicia y, como
conclusión de todo ello, a la comunidad
en general.
Al preocuparse de la credibilidad de los
testimonios y evidencias que incorporan
@ EDITORIAL JURIDICA DE CHJLE
---
de litigación oral
a un juicio, los abogados implícitamente
acercan indudablemente la verdad mate-
rial a la verdad procesal, con lo que las
soluciones que dan los jueces a los casos
se aproximan con mayor intensidad a lo
que ocurrió realmente en el conflicto que
motivó el juicio, con lo que existe más pro-
babilidad que se le aplique a la verdad ma-
terial la solución que la norma sustantiva
preveía para dicho conflicto de intereses
con relevancia jurídica.
En los sistemas escritos, donde el valor
probatorio está dado por la ley, bastaba
procurarse dos testigos que dieran razón
de sus dichos, y como las formas de inhabi-
litar el testimonio eran bastante escasas, y
se reducían en la práctica a una amistad o
enemistad íntima o a un interés patrimonial
en el resultado del juicio, causales por lo
demás bastante difíciles de configurar, ocu-
rría que el tribunal dictaba sentencia con el
mérito de esas declaraciones, respecto de
las cuales no se hacía ninguna referencia,
de hecho ni siquiera se podían formular
preguntas, respecto a la credibilidad del
deponente.
Basta recordar las palabras de don An-
drés Bello en el Mensaje de su Código Civil
al Congreso Nacional para su aprobación
cuando señalaba "no hay para qué deciros
la facilidad con que por medio de declara-
ciones juradas pueden impugnarse y echarse
por tierra los más legítimos derechos. Co-
nocida es en las poblaciones inferiores la
existencia de una clase infame de hombres,
que se labran un medio de subsistencia en
la prostitución del juramento".
Así, por ejemplo, en las nulidades matri-
moniales que tenían lugar con la antigua
Ley de Matrimonio Civil de 1 O de diciembre
de 1884, donde la comunidad jurídica y
también la población sabían que, ante la
inexistencia de divorcio vincular, era posible
anular el matrimonio con la sola declara-
ción de dos testigos que destruían el valor
probatorio de los testigos instrumentales
del acto matrimonial, testigos que todos
sabían que eran mendaces y que declaraban
que ninguno de los contrayentes tenía su
domicilio o residencia anterior a 3 meses
en la circunscripción del oficial del Registro
40
 El juicio oral como sistema
Civil que los casó, por lo que era incompe-
tente. Todos sabían que estos testigos eran
falsos v no obstante ello los tribunales les
daban valor probatorio, estaba en la lev,
esgrimían, a pesar de la nula credibilidad
del testimonio.
El problema que produce la situación
planteada es tremendo Y desafortunadamente
no ha sido debidamente aquilatado. Cuando
la población percibe que la administración
de justicia puede torcerse con declaraciones
mendaces o de cero credibilidad, las cuales
son finalmente recogidas y fundamentan
una sentencia en un sentido determinado
se produce inexorablemente un descrédi-
to del sistema legal. A ojos de un hombre
medio, le es lícito razonar que si se puede
anular un matrimonio con testigos falsos,
nada obsta a que en otro juicio también se
pueda producir el mismo efecto, aunque
se discutan otros valores jurídicos, como
la propiedad, una condena en dinero o
la libertad.
El sistema escrito no tenía ni tiene ningu-
na opción por la credibilidad de la prueba.
Baste señalar al respecto que la única nor-
ma que se refería, indirectamente, por lo
demás, al tema se encuentra en el artículo
428 del Código de Procedimiento Civil,
que seiiala que "entre dos o más pruebas
contradictorias, y a falta de ley que resuelva
el con11icto, los tribunales preferirán la que
crean más conforme con la verdad". Esa
norma, además, es de muy poco uso por
los tribunales.
O sea que solo en esa situación hipoté-
tica (pruebas contradictorias y ausencia de
norma que dirima la cuestión) el tribunal
podía y puede recurrir a analizar la prueba
según la convicción que ésta le produzca
por estar más de acuerdo con la verdad.
Sin duda una norma limitada que otorga
una facultad bastante estrecha.
Nada de esto puede ocurrir en un juicio
oral, donde el abogado debe preocuparse
todo el tiempo de la credibilidad ele su prue-
ba, lo que, en un contexto de inmediación,
se refiere no solamente a lo meramente
declarado por sus testigos, sino que también
a su lenguaje no verbal, ya que, por ejem-
plo, no es lo mismo un testigo que declara
41
de _litigación
sobre un hecho con ascrtividad y seguridad
a otro que enfrenta un contraexamen y
responde sólo con monosílabos y antes o
después de mirar a la parle que lo presenta,
como esperando una ayuda o aprobación,
respectivamente. Cada una de estas sutilezas
pueden ser percibidas por el tribunal, lo que
importaría el descrédito del testimonio y
por lo tanto la carencia de toda convicción
para aquel. Por otro lado, desde el punto de
vista del profesional importa la obligación
de este de deslinar algunos momentos de su
alegato de clausura a analizar la credibilidad
de su prueba y la ausencia de veracidad de
la prueba contraria.
Dentro ele lo mismo, y como complemen-
to, los sistemas orales descartan o dejan sin
efecto las normas que sobre inhabilidad de
los testigos contenían los sistemas escritos,
esto es, las regulaciones sobre las tachas.
Como sabemos, el Código de Procedi-
miento Civil consagra en el artículo 356 un
sistema de habilidad para declarar respecto
de toda persona que la ley no haya declarado
inhábil, a la vez que los artículos 357 y 358
del mismo cuerpo legal señalan taxativa-
mente quiénes son inhábiles para declarar.
La forma de hacer efectiva la inhabilidad
es oponiendo al testigo, en forma previa a
que preste declaración, la tacha pertinente,
como se desprende de los artículos 373 a
379 del C.P.C.
El mismo sistema, básicamente, contem-
plaban los artículos 460 a 464 del Código
de Procedimiento Penal.
En el fondo, las tachas son verdaderas
presunciones de derecho de inhabilidad,
respecto de quienes concurren. La ley en-
tendía que configurándose una inhabili-
dad, el testimonio no podía ser digno de
crédito y por lo tanto debía, en principio,
carecer de valor probatorio. A lo más podía
dar pábulo a una presunción judicial. Así
lo sostenía el artículo 464 del Código de
Procedimiento Penal.
El sistema de las tachas para configurar
la inhabilidad de un testigo es demasia-
do rígido y formalista. Nada obsta que un
testigo concurra al tribunal a otorgar una
declaración mendaz, aunque no tenga in-
terés patrimonial en el juicio ni amistad o
~
H)JTORIAL JURIDICA os CHiU
Qlü
~

____ C_t_irso
elemental de litigación oral
enemistad íntima con la parte que lo pre-
senta, y a pesar de eso, el tribunal deberá
considerar a ese testigo como hábil y por
lo tanto deberá dar valor probatorio a esa
declaración en conformidad con las reglas
del artículo 384 del C.P.C. Lo anterior se ve
agravado por la ineficiente ritualidad que
se produce al efectuar preguntas de tacha
para configurar la inhabilidad, las cuales
son formuladas a un actuario, quien las
copia, para luego leérselas al testigo para
que este conteste y sean transcritas en el
acta. Todo este proceso se realiza en presen-
cia del testigo, quien tiene varios segundos
para pensar su declaración, perdiéndose
toda espontaneidad. Si hay oposición a la
pregunta, todo el proceso se retrasa por
minutos en espera que el actuario concurra
al despacho del juez, el cual lee la pregunta
y oposición, y resuelve generalmente en au-
sencia de las partes. Finalmente, cuando el
juez debe resolver la tacha, en la sentencia
definitiva, deberá leer el expediente, meses
después de ocurrida la audiencia, por lo
que la información que recibe finalmente
no es la misma que la que emanó de la de-
claración del testigo, ya que en parte esta
se perdió en la transcripción, en la lectura,
en el lenguaje no verbal del deponente que
el acta no puede reflejar, en el tiempo, etc.
Con ese sistema, es evidente que las posibi-
lidades que por medio de declaraciones de
testigos se echen por tierra los más legítimos
derechos, como decía don Andrés Bello,
se acrecientan.
Pues bien, afortunadamente, nada de lo
anterior, propio del sistema español indiano,
se mantiene en materia de juicios orales,
donde la regla general es que no existen
testigos inhábiles para declarar ( artículo 309
j del Código Procesal Penal; artículo 40 de la
1
Ley N2 19.968, que crea los tribunales de fa-
milia; artículo 454 N2 5 de la Ley N2 20.087,
que crea el nuevo procedimiento laboral).
'J:• Por lo tanto, todo tercero que tiene co-
o
nocimiento de los hechos sobre los cuales
~
t versa el juicio puede concurrir a un tribunal
2 oral a dar testimonio de dicho conocimiento,
~ lo que no implica que el tribunal vaya en
~ su sentencia a darle necesariamente valor
::i probatorio a dicho testimonio. Para ello
.@. EDlTORlAL JURJDICA ns CH!Lt
­
se requiere que el testimonio del testigo
sea creíble.
Recordemos que el principio de libertad
de apreciación de la prueba faculta al tribu-
nal a recorrer toda la evidencia sin ninguna
regla previa que lo regule, determinando
este en su sentencia a qué medio le dio
valor probatorio para acreditar un hecho
determinado y a cuál no.
Por ejemplo, si tres testigos señalan en un
tribunal que el vehículo que manejaba el acusa-
do era rojo y un cuarto señala que era blanco,
nada obsta que el tribunal en su fallo determine
que el vehículo era blanco, por cuanto el exa-
men de credibilidad practicado al testigo que
senaló que era blanco le dio al tribunal mayor
certeza de veracidad de la declaración que el
mismo examen practicado a los otros, debido
a que el testigo que señaló que era blanco se
trataba de un sacerdote jesuita que no tiene
ningún interés en el resultado del juicio, en
cambio los otros tres testigos refirieron ser
parientes y amigos del acusado, por lo que,
por máximas de experiencia, el tribunal no
le da credibilidad a dichos testimonios. En
el sistema del C.P.C., no existiendo tacha,
seguramente el tribunal debería considerar
que el vehículo era rojo.
Lo anterior, desde el punto de vista del
profesional que litiga en estos juicios, lo
obliga a incorporar en su preparación de
las preguntas a formular al testigo toda una
línea de interrogación previa al fondo, de-
nominada en litigación, línea de acredita-
ción, tendiente a demostrar al tribunal la
credibilidad del testimonio (si es un testigo
presentado por la propia parte) o la falta
de credibilidad del mismo (si se trata de
un testigo de la con trap arte).
Así, si estamos ante un testigo de cargo
(aquel que acredita los hechos que funda-
mentan una acusación penal), como por
ejemplo el carabinero que aprehendió al
acusado, el abogado deberá acreditar su
testimonio haciéndole preguntas acerca de
su cargo, función en la institución, cursos de
perfeccionamiento, antigüedad, anotaciones
de mérito o cualquier otro antecedente que
permita al tribunal fundar una sentencia
basada en el testimonio del testigo, debido
a su credibilidad .
42
 El juicio oral como ~~em~je
A la inversa, si se quiere desacreditar ese
testimonio, deberemos intentar una línea
de interrogación que sugiera, por ejemplo,
que el carabinero ha participado en muchos
operativos y que por lo tan to no recuerda
mayormente con detalle lo ocurrido el día
de los hechos sobre los cuales está declaran-
do y que realmente no puede reconocer al
acusado o que este reconocimiento no es
creíble o, a lo menos, deja una duda razo-
nable acerca de la identidad del hechor.
La falta de inhabilidad para declarar obliga
asimismo al abogado litigante, tratándose de
testigos que den declaraciones contradicto-
rias, a deslinar unos minutos de su alegato
de clausura a persuadir al tribunal por qué
debiera darle crédito a la declaración de su
testigo y por qué quitarle valor al testigo que
presenta la otra parte, analizando las líneas
del interrogatorio de acreditación de los
testigos que estén en contradicción.
Desde el punto de vista del tribunal, y
relacionado con la fundamentación de las
sentencias, éste deberá en su fallo señalar
qué declaró cada uno de los testigos que
depuso en el proceso y especificar por qué
razón dio crédito a un testimonio y por qué
rechazó el otro.
Como dijimos al comienzo de este párra-
fo, la credibilidad es transversal al juicio, ya
que no sólo toca o se refiere a los momentos
antedichos de acreditación o desacredita-
ción de un testimonio, de análisis de prue-
ba contradictoria o de fundamentación de
sentencia, sino que cubre todo momento
de la actividad del litigante, empezando por
su teoría del caso, su exposición del mismo,
su lenguaje corporal, su forma de conducir
el interrogatorio, de introducir la eviden-
cia, en fin, de su comportamiento durante
todo el proceso: lo que está en juego es la
credibilidad de la prueba Y, por lo tanto, la
posibilidad de ganar o perder el juicio.
5.1. LÍMITES.-\ LA LIBRE .-\PRECIACIÓ:-.'DE
LA PRCEBA POR LOS TRIBC:\:.-\LES OR.-\LES
El artículo 297 del Código Procesal Penal,
después de señalar que los tribunales apre-
ciarán la prueba con libertad, nos señala que
43
liLigación
ello no significa que puedan contradecir
los principios de la lógica, las máximas de
experiencia y los conocimientos científica-
mente afianzados.
La misma idea repite, casi textualmente,
el artículo 32 de la Ley Nº 19.968, que crea
los tribunales de familia.
El artículo 456 del Código del Traba-
jo, en su nueva redacción dada por la Ley
:­.;Q 20.087, que crea el nuevo procedimiento
laboral, señala que la prueba se apreciará al
tenor de las reglas de la sana crítica y que
al hacerlo el tribunal deberá expresar las
razones jurídicas y las simplemente lógicas,
científicas, técnicas o de experiencia, en cuya
virtud les asigne valor o las desestime.
De este grupo de normas se infiere que si
bien el legislador otorga a los jueces amplias
facultades para apreciar la prueba, como
hemos visto, ese vasto territorio tiene sin
embargo tres fronteras constituidas por tres
grupos de conceptos: a) los principios de la
lógica; b) las máximas de experiencia, y c) los
conocimientos científicamente afianzados.
a) Los principios ele la lágica
La lógica es una de las ramas de la Filosofía
v es el estudio de los métodos y principios
usados para distinguir el buen (correcto)
razonamiento del malo (incorrecto) .10
Evidentemente que la lógica, que defi-
ne las reglas del pensamiento humano, es
anterior al derecho. Primero se razona y
mediante esa razón el hombre construye
sus reglas que le permiten desarrollar una
convivencia pacífica y ordenada.
De hecho, recordemos que la Consti-
tución Política de la República establece
como garantía constitucional, en el ar-
tículo 19 NQ 3º, inciso 5Q, la obligación del
legislador de establecer la garantía de un
procedimiento "racional" y justo, es decir,
un proceso lógico, razonable, no absurdo
o arbitrario.
Dentro ele este orden de ideas, la lógica es
uno de los muros que tiene el sentenciador
<
°
1
Copi, Irving, Introduccun: a la lógica, Editorial
Eudeba, C niversidad de Buenos Aires, 4ª edición,
1999, pág. 3.
rnJTnfüM JUR.lDICA or CHilE
 Curso elemental
para apreciar la prueba dentro de la amplia
facultad que le otorgan los sistemas de juicio
oral y en la práctica implica una limitación
en el sentido que el tribunal no puede dar
por establecido un hecho si ello lo hace con-
traviniendo las reglas que regulan y definen
el pensamiento humano, específicamente
el principio de identidad, el de no contra-
dicción y del tercero excluido, 11 que son
los pilares de la lógica aristotélica tomista,
además de todas las otras reglas que regulan
los procedimientos de la lógica formal.
Así, si bien el tribunal puede apreciar
la prueba con libertad, ello no lo autoriza
para, en el análisis de la prueba, de la for-
ma de aplicarla, o de cómo ella se traslada
al derecho concurrente al caso, vulnerar
los principios que rigen el pensamiento
humano, como por ejemplo, dando por
establecido un hecho que no se ha acre-
ditado; o estableciendo como hecho del
juicio circunstancias que no son materia
del debate; y en general aplicando erró-
neamente las reglas de la lógica formal, o
mediante argumentos falaces.
Volveremos sobre este tema más adelan-
te, a propósito de la teoría del caso y de la
unidad de la misma o, lo que es lo mismo,
acerca del valor de las tesis subsidiarias.
b) Las máximas de experiencia
Las máximas de experiencia son otra de
las limitaciones que enfrenta el juez para
apreciar la prueba rendida y están dadas
por el conocimiento empírico que tiene el
ser humano por el solo hecho de vivir en
una sociedad determinada, en un momento
histórico dado.
Este conocimiento nace de la observación
o de la experiencia social y dado su carácter
11 Estos son principios racionales,
evidentes en sí
mismos e indemostrables, que definen la estructura
misma del pensamiento humano. Son una tautología,
una verdad en sí mismos. El principio de identidad
expresa que una cosa es igual a sí misma (A=A). El
< principio de no contradicción puede resumirse seña-
~­= lando que una cosa no puede ser verdadera y falsa
8 a la vez. El principio del tercero excluido postula que A
2
es B o A no es B, no hay una tercera posibilidad, la
::í cual queda excluida.
.®. ED!TORlAL JURlDíCA DE CHJU
de litigación oral
empírico no es razonable construir una ar-
gumentación que vaya contra este poderoso
caudal informativo de contrario.
Así, por ejemplo, es una máxima de expe-
riencia que en una declaración o confesión
la parte no querrá perjudicarse con ella y
tenderá a mentir, para eludir en lo posible
un fallo adverso, lo que nos lleva a concluir
que cuando ese absolvente dice algo que
lo perjudica, debemos tenerlo por válido y
cuando dice algo que lo favorece, ello no
necesariamente es verdad, precisamente
por máximas de experiencia, por lo que nos
atendremos o deberemos estarnos al resto
de las pruebas del proceso para tenerlo o
no por válido.
También es una máxima de experiencia
que los parientes de la parte que declaran en
un juicio tenderán, por razones de afecto,
estimación u otras, a declarar a favor de
ella y no en su contra, lo que, nuevamente,
nos imitará a dar por acreditado un hecho
que declare el testigo que perjudique a su
pariente y no el que lo favorezca, por máxi-
mas de experiencia. Ello evidentemente
si no se acredita que el testigo, a pesar del
parentesco, tiene una enemistad o alguna
razón para declarar en contra de este.
Las máximas de experiencia son una gran
herramienta de análisis de credibilidad de la
prueba, ya que nos otorgan grandes elementos
para ponderar y aquilatar a qué declaración,
testimonio o antecedente se le puede dar fe
o valor probatorio y a cuál no.
Pensemos en dos peritos con informes
contradictorios para acreditar la enferme-
dad laboral alegada: uno sostiene que la
enfermedad del demandante se origina en
la acción del demandado y el otro sostiene
que la enfermedad es de origen multifactorial
y no necesariamente se puede concluir que
se debe a la acción del demandado. No hay
más información. ¿A cuál de los dos creemos?
Sin duda con la información disponible no
se puede tener certeza del hecho.
Sin embargo, ¿cambiaría nuestra res-
puesta si supiéramos que el primer perito
fue contratado y pagado por el demandante
y el segundo es una pericia realizada por
una institución pública de manera gratuita?
Nuevamente, no hay más información .
44
 .. El juicio oral como sistema
Si la respuesta cambió es porque influ-
yeron en nuestra decisión las máximas de
experiencia que nos dicen que un perito
contratado por una parte tendrá una ten-
dencia natural v obvia a obtener una con-
clusión favorable a la parte que lo presenta,
ya que en caso contrario el interesado no
lo contrataría ni lo llevaría al tribunal.
T .as máximas de experiencia tienen dos
alcances, uno positivo v otro negativo. Des-
de el punto de vista positivo, implica o se
refiere a que este conocimiento general
que tiene el individuo por el solo hecho
de vivir en sociedad no se prueba. no es
necesario acreditarlo, Ya que es conocido
por la comunidad Y por consiguiente por el
juez. El concepto de hecho notorio, aquel
que es de público conocimiento, constituve
una especie de máxima de experiencia,
en este sentido. Desde el punto de vista
negativo, que es lo que estamos analizan-
do, la máxima de experiencia implica la
imposibilidad que tiene el tribunal, más
allá de su libertad para apreciar la prueba,
de acuerdo con la libre convicción, de dar
por acreditados hechos que contraYengan
a este conocimiento empírico que tiene el
ser humano por la sola circunstancia de
vivir en sociedad.
Constituven, entonces. las máximas de
experiencia la segunda gran frontera que
tiene el juez para apreciar la prueba con
libertad.
c) Los conocimientos científicos afianzados
en el juicio
La tercera limitación a la libertad que
tiene el tribunal para recorrer la prueba
rendida en el proceso se refiere a los co-
nocimientos científicamente afianzados en
el juicio.
Ello está relacionado con la prueba pe-
ricial que en general procede cuando se
discuten hechos para cuya debida aprecia-
ción se requiere tener conocimientos de
alguna ciencia, arte u oficio (artículo 314
del Código Procesal Penal; artículo 45, de
la Ley Nº 19.968, que crea los tribunales
de familia· artículo 453 Nº 8 del Código
del Trabaj~). ' L
45
de I itigación
En estos casos, las partes o intervinientes
pueden procurarse peritos de su confianza
que emitan un informe que cumpla con
los requisitos legales, debiendo el perito
concurrir a la audiencia de juicio, por regla
general, a fin de que exponga en forma oral
su informe y sea examinado por la parte
que lo presenta y contraexaminado por la
contraria.
La limitación para la apreciación de la
prueba consiste en que, establecido por las
pericias un determinado hecho de naturaleza
científica como efectivo y que caiga den-
tro ele la órbita de la competencia de esos
expertos, el tribunal no puede desvirtuar
esa prueba con el mérito de otra u otras
evidencias, asilándose en la libertad que
tiene para apreciar la prueba.
Supongamos que estamos en presencia
de un juicio de interdicción por demencia
ele un adolescente, según el artículo 8º
-:--.:º 17 de la Ley Nº 19.968, y concurren
dos siquiatras, quienes informan, son
examinados y contraexaminados y en su
conclusión están contestes en el sentido
que el demandado padece esquizofrenia,
a la vez que explican al tribunal en qué
consiste esta enfermedad, los métodos de
diagnóstico que emplearon y qué hechos
les permiten sostener fehacientemente esa
conclusión. Dentro de la línea de acredi-
tación ( credibilidad) de los siquiatras se
probó que eran expertos peritos forenses
con más de mil pericias de la misma na-
turaleza que habían permitido fundar un
gran número de sentencias y con publi-
caciones y cursos de perfeccionamiento
realizados tanto en Chile como en el ex-
tranjero. Sin duda una gran credibilidad
del peritaje.
Con todos estos antecedentes obtenidos
en el juicio oral, no cabe sino concluir que
el conocimiento científico: "el demanda-
do padece esquizofrenia y ergo es demente
desde el punto de vista legal", se encuentra
afianzado en el juicio y el juez, a pesar de
la libertad de apreciación de la prueba, no
podría contradecirlo con otras evidencias
de menor entidad, como por ejemplo, la
declaración de cinco testigos, compañeros
de estudios del menor, quienes declararon <
WlTURíAL JURIDlCA DI Cl:JII: @
 ______________ C_t_ir_so_el_emental de litigación
que el demandado "les parecía una persona
normal", ya que ellos al ser simples testigos
de hechos y no expertos en la materia sobre
la cual declaran no tienen ninguna idonei-
dad técnica para pronunciarse acerca de
una cuestión de naturaleza científica como
es una enfermedad mental.
En el fondo, al tratarse de materias cien-
tíficas, el valor probatorio se lo entrega la
ley al experto con conocimientos técnicos
en la materia propia del debate y no al juez,
que dada su naturaleza de letrado no está en
condiciones de apreciar la verosimilitud de
los antecedentes que le son suministrados
por el experto.
Lo anterior no significa que el tribunal
frente a un peritaje no tenga facultad para
descartarlo ni quitarle valor probatorio. Tal
facultad emana de su potestad general para
pronunciarse sobre la acreditación y por lo
tanto definir si le otorga o no crédito a la
pericia, pero otorgado que sea, no puede
volver atrás y destruir el conocimiento cien-
tífico determinado en el juicio con otras
pruebas que lo contradicen y que no son
las pertinentes para ello.
Un ejemplo nos permitirá comprender
mejor aún la situación.
Supongamos, retomando el caso dado,
que existan tres peritajes médicos en eljuicio
por interdicción por demencia del menor.
Dos de ellos sostienen que el adolescente
®. EDITORIAL JURIDICA DE CHJLE
oral
padece esquizofrenia y el tercero que no,
que es sano mentalmente.
En ese caso, el tribunal tiene toda la li-
bertad para apreciar y definir a qué pericia
le da credibilidad y valor probatorio: si a
las que declaran y constatan la enfermedad
mental o a la que la rechaza. Cuál de las
dos líneas periciales produzca la convicción
del tribunal dependerá, seguramente, de
la línea de acreditación de los peritos, cuál
de ellos parece más fundado en su análisis,
goza de mayor reconocimiento en la comu-
nidad académica, tiene más experiencia
forense, métodos empleados, testeo de las
conclusiones de acuerdo a estándares más o
menos reconocidos, etc. Todas esas variables,
seguramente, decidirán la credibilidad del
testimonio de los expertos.
Sin embargo, una vez que el tribunal haya
adquirido la convicción de una línea pericial,
cualquiera esta sea, se ha afianzado en el
juicio un conocimiento científico y por lo
tanto se ha erigido un límite del tribunal
para apreciar el resto de la prueba rendida
en el proceso, no pudiendo, por lo tanto,
si se ha dado credibilidad a los peritos que
sostenían la enfermedad mental del deman-
dado, otorgar crédito o valor probatorio a las
declaraciones de simples testigos que sostenían
la sanidad mental del mismo demandado, ya
que se estaría contraviniendo el conocimiento
científico afianzado en el juicio.
46
 Capítulo
LA TEORÍA DEL CASO
Lo primero que debemos tener presente
para enfrentar con éxito un juicio es que
paradojalrnente, a pesar que en nuestros
estudios en la universidad se nos ha enseriado
con bastante exhaustividad el conocimiento
de la ley y ele las formas de interpretarla, en
lo primero que debemos coricentrarnos v
abocarnos para preparar un caso es en los
hechos involucrados en el juicio.
En efecto, lo que nos separa ele nuestro
contenclor en un modelo advcrsarial son,
precisamente, los hechos. Como la regla
jurídica se supone conocida de todos, en la
mayor parte de las controversias que llegan
a un tribunal lo que se discute es acerca de
los acontecimientos: qué sucedió, cómo
ocurrió, en qué orden y circunstancias, cuál
hecho desencadenó tal efecto, quiénes in-
tervinieron, cuándo, dónde, etc. En pocas
ocasiones las partes discrepan acerca del
derecho aplicable, y cuando lo hacen, ge-
neralmente tal controversia está igualmente
asociada a un fenómeno fáctico, como por
ejemplo, si determinada conducta (hecho)
constituye o no una aplicación práctica del
contrato (regla jurídica), la cual conforme
al artículo 1564 inciso 3º del Código Civil,
sirve para interpretarlo.
Por lo tanto, uno ele los aspectos prin-
cipales y primarios del litigante es definir
y precisar cuál es su caso, en qué consiste
la historia que piensa poner en escena en
el teatro del tribunal.
l. QUÉ ES LA TEORÍA DEL ~ASO.
IMPORTANCIA Y CARACTERISTICAS
DE LA TEORÍA DEL CASO
Para definir su tesis, es en la etapa de in-
vestigación, sea formalizada o desfonnali-
47
Segundo
"Antes que todo el abogado
es un contador de historias".
JAMES DFDMAN
zada según vimos, donde el abogado debe
imponerse en detalle de todos los hechos
involucrados, las pruebas que los sustentan
para terminar creando un relato hilado,
simple y verosímil que defina su versión
de los hechos que van a ser materia del
juzgamiento por el sentenciador.
La teoría del caso es, entonces, el relato
simple, hilado, único, coherente y creíble de
los hechos que van a ser materia de juicio.
En palabras más simples, la teoría del
caso es la explicación que de los hechos
que van a ser juzgados tiene cada una de
las partes. Cada uno de los intervinientes
de un juicio concurre al tribunal con una
versión de los hechos, reclamando para esa
versión la aplicación del derecho objetivo
vigente. Esa versión de los hechos es, pues,
la teoría del caso de cada parte.
Así por ejemplo, en unjuicio criminal una
de las partes sostendrá que su caso consiste
en que el acusado dio muerte a la víctima
actuando sobre seguro y con premeditación
conocida, lo que configura el delito de ho-
micidio calificado, y la otra parte sostendrá
que la muerte se produjo cuando el acusa-
do repelió un ataque de la víctima, lo que
configura la eximente de legítima defensa,
por lo que procede absolver al acusado. En
síntesis, cada abogado contará su historia.
En materia laboral, el caso ele una de las
partes será que el empleador puso término
a la relación laboral sin causa justificada
y el demandado señalará que la relación
laboral se terminó debido a la ausencia in-
justificada del trabajador a prestar servicios
por dos días seguidos, lo que configura la
causal de terminación de contrato de tra-
bajo descrita en el artículo 160 Nº 3º del
Código del ramo.
DE

---------
Curso elemental
En materia de familia, por ejemplo, to-
mando una acción de rebaja de pensión
alimenticia, el demandante sostendrá que
cuando se fijó la pensión alimenticia que se
trata de disminuir, el padre del alimentario
tenía menores ingresos que en la actuali-
dad y, por otro lado, que el beneficiario se
encontraba en la educación preescolar y no
en la educación básica como en el presente;
pero, por otro lado, el padre demandado
podrá sostener que si bien es efectivo que
tiene más ingresos, también debe analizarse
que presenta más cargas de familia que las
existentes cuando se fijaron los alimentos y
que la madre del menor no se encontraba
trabajando cuando se fijaron los alimentos
como sí lo está en la actualidad.
Todas estas versiones constituyen las teo-
rías del caso de los intervinientes de los
respectivos juicios y sus veracidades deberán
ser acreditadas durante el juicio oral.
La importancia de la teoría del caso
radica en que su contenido constituye el
mapa del juicio del litigante. Aquella debe
tenerse presente en todo momento por
el profesional: para realizar su alegato de
apertura, para organizar la prueba, pro-
ducirla, contraexaminar, realizar su análi-
sis de la prueba rendida en el alegato de
apertura, etc.
El deber del litigante es acreditar su caso
y destruir la teoría de la contraria, para lo
cual debe construir su relato sobre la base
de los antecedentes obtenidos en la etapa
de investigación previa al juicio, tomando
en cuenta los elementos normativos involu-
crados y, sobre todo, la prueba disponible
y que haya podido recabar en forma previa
al juicio.
Respecto a la necesidad de contar con
una teoría del caso, ello por regla general es
1
2 así, salvo en materia penal, donde la defen-
sa puede omitir desarrollar una teoría del
caso propia y limitarse a destruir la teoría
del fiscal o del acusador particular.
Ello ocurre por cuanto en materia penal
existe la presunción de inocencia en benefi-
cio del acusado, constituyendo una carga de
la parte acusadora destruirla, acreditando,
fuera de toda duda razonable, la existencia
del delito y que en él ha tenido el acusado
9~ EDlTOlllAL JlJRíDlCt\ L1E CHILE
-
~e litigación oral ·---- _
una participación culpable y penada por
la ley (artículo 340 GP.P.).
Para lograr la condena, son el fiscal y el
querellante particular, si lo hubiere, quie-
nes deben acreditar todos y cada uno de
los elementos del delito que invocan y de
la acusación, probando de esa manera su
teoría del caso, destruyendo la presunción
de inocencia de que goza el acusado.
Ante la acusación, la parte acusada puede
adoptar lo que se denomina en doctrina
una defensa activa o una pasiva.
En la defensa activa, el defensor construye
su propio relato (su teoría del caso), que
explica lo acaecido de manera distinta a
la parte acusadora, construyéndose de esa
forma una eximente de responsabilidad
penal o acreditando la falta de participa-
ción criminal. Por ejemplo, la defensa, ante
la acusación de homicidio, sostiene que
su representado es inocente por cuanto
el acusado se encontraba en el momen-
to de los hechos en un lugar distinto al
de la víctima, lo que acredita su falta de
participación en los hechos materia de la
acusación criminal.
En la defensa pasiva, en cambio, la parte
acusada no presenta al tribunal una teoría
del caso propia, sino que se limita a formu-
lar una alegación, cual es que el fiscal o
el querellante particular, si lo hubiere, no
tienen un caso, porque no existe delito,
sea porque los hechos materia de la acu-
sación no revisten tal calidad o porque la
parte acusadora no podrá acreditar todos
los elementos del delito que invoca, con lo
cual no es posible condenar al no poder
romper la presunción de inocencia con el
estándar de convicción que exige la ley.
Un ejemplo permitirá entender un caso
de defensa pasiva que tocó defender a uno
de los autores.
Conforme al artículo 66 de la ley pro-
cesal penal, en los delitos de acción penal
privada la ley entiende renunciada la acción
penal por el hecho de haber intentado, con
anterioridad, la acción civil.
Se trataba de una acusación particular
por el delito de giro doloso de cheques, en el
cual el querellante había intentado después
de perfeccionada la gestión preparatoria
48
 La teoría
de notificación de protesto de cheques, la
acción ejecutiva en forma previa a la pre-
sentación de la querella criminal.
En la audiencia de juicio no fue necesario
desarrollar una tesis propia de lo acaecido,
limitándonos a sostener en el alegato de
apertura que la parte querellante carecía de
acción penal. En la prueba del querellante
prácticamente no hubo intervención de la
defensa y en la prueba nuestra nos limitamos
a acompañar copia autorizada del proceso
donde se había intentado v notificado la
acción civil con anterioridad al inicio del
juicio criminal. Finalmente, en la clausura
se expuso que no había acción penal por
las razones aludidas, ante lo cual el tribunal
dictó sentencia absolutoria.
Como puede apreciarse, en la defensa
pasiva el litigante se limita a negar o des-
conocer la existencia de un caso de la par-
te acusadora, sin necesidad de construir
un relato que explique cómo ocurrieron
en su concepto los hechos que motivan el
JlllCIO.
La diferencia práctica entre una de-
fensa activa con una pasiva radica en que
al escoger una defensa activa, el litigante
se autoimpone ciertas cargas procesales,
como son las de acreditar los hechos sobre
los cuales descansa su teoría del caso, cosa
que no ocurre en la defensa pasiva, donde
al defensor le basta con destruir uno de
los elementos de la acusación para que
pueda obtener una sentencia favorable sin
necesidad de crear ni probar una expli-
cación diversa a la de la parte acusadora
en el sentido de cómo acaecieron verda-
deramente los hechos.
Así, por ejemplo, si se sostiene en una
defensa (activa) que el acusado es demente
y que le beneficia una eximente de respon-
sabilidad, toca al defensor la carga procesal
de acreditar la eximente que invoca, y no
a la parte acusadora acreditar que no es
demente. Alo más y, evidentemente, lo que
hará un fiscal prolijo es presentar prueba
de refutación de la eximente alegada que
ratifique la sanidad mental del acusado,
pero en caso alguno puede entenderse que
ante la falta de tales pruebas de ausencia
de enfermedad mental se tenga acreditado
49
del caso
por ese hecho la eximente alegada. Fue
la defensa la que introdujo un elemento
que a ella corresponde probar, cual es la
existencia de la eximente. Como sabemos,
en derecho lo normal se presume y lo ex-
cepcional se acredita, siendo lo normal la
ausencia de enfermedad mental y no la
presencia de la misma, por lo que, a falta
de dicha prueba, no queda sino desechar
la alegación de enfermedad mental.
En consonancia con lo señalado más arri-
ba tenemos que las principales características
de la teoría del caso son las siguientes:
a) Es un relato, la teoría del caso es ante
todo una relación o narración de una his-
toria, una articulación de los hechos que
motivan el juicio de una forma hilada y
completa. Por eso decíamos más arriba que
el abogado es ante todo un narrador de
historias.
b) Es simple, lo cual se refiere no única-
mente a que sea un relato poco complejo
o que no dependa de un sinnúmero de
variables, sino que, además, en lo posible
pase por hechos de fácil acreditación o,
idealmente, por hechos que hayan sido re-
conocidos por la contraparte o, mejor aún,
de hechos que formen parte de la teoría
del caso de la contraria, pero explicados
de una manera diversa.
c) Es lógica, lo que significa que todas
las partes del relato creado tengan una co-
herencia interna que impida que partes
de la historia se confronten, destruyan o
pierdan sentido con algunos otros aspectos
de la teoría del caso. Los hechos sobre los
cuales se configura la teoría del caso deben
más bien potenciarse que autodestruirse,
formando idealmente una cascada argumen-
tativa de manera que un hecho conduzca
fácil y razonablemente al siguiente.12
d) Es persuasiva; lo que dice relación con
que sea creíble. Recordemos que en los jui-
cios orales el tribunal aprecia la prueba con
libertad, sin que pueda contradecir las reglas
de la lógica, las máximas de la experiencia
ni los conocimientos científicos afianzados
en el juicio, según se explicó en el capítulo
1~ Lubet, Sieven, Modern Tria/ Advocacy, Analysis
and practice, third edition, pág. 8.
'T"f".'!i.
,\¡w
EDiTORíAL JURIDICA DE CHJlE ~
 ----· C_u_rs_oelemcntalde._li_ti~ga_c_.io_'
anterior. En ese contexto, el relato creado
por el litigante debe ser creíble y verosímil
de manera que permita al sentenciador
inclinarse más por la versión de los hechos
propios que por los del contendor desde
el primer momento que escucha ambas
versiones. Si nuestra explicación del caso, si
bien lógica y simple, no es verosímil, como
por ejemplo, si la excusa para cometer el
delito se debe a que el acusado escuchó
una voz divina que lo impulsó a ejecutar-
lo, claramente el abogado defensor tendrá
pocas posibilidades de imponer su caso en
definitiva.
Una de las formas de asegurarse de la
credibilidad intrínseca de la teoría del caso
es su análisis al amparo de las máximas de
experiencia. Si el relato contraviene una
máxima de experiencia, difícilmente se tra-
tará de una teoría del caso persuasiva. Por
el contrario, si el caso se apoya en máximas
de experiencia, será una ayuda a la credibi-
lidad de la teoría. Recordemos que si bien
el tribunal tiene libertad para apreciar la
prueba, ello no lo habilita para contrade-
cir las máximas de experiencia, de lo que
resulta que si creamos una teoría del caso
que contravenga las máximas de experiencia
el tribunal tendrá una imposibilidad legal
para hacerla suya en la sentencia. Por el
contrario, si ella se basa en máximas de
experiencia, el tribunal tendrá una limita-
ción legal para desecharla.
e) Es única, en el sentido que la expli-
cación de los hechos que tiene el abogado
que enfrenta un juicio es una sola, sin que
quepa la posibilidad de plantear verdades
alternativas ante el tribunal. Volveremos
~ sobre este punto con detalle cuando ana-
8
z licernos el valor de las tesis subsidiarias en
~ el juicio oral.
1
2 f) Hace rejerencia a los elementos legales
~ involucrados, ya que el relato no se refiere
5 únicamente a hechos o acontecimientos,
:J sino que a fenómenos con consecuencias
1 jurídicas. El relato, la historia, debe recono-
c cer e integrar todos los aspectos normativos
2 concurrentes al caso, darles una coherencia
Q e ilación verosímil, de manera que su acepta-
~ ción por el tribunal lleve a la aceptación de
« la pretensión, lo cual obliga a incorporar en
@. EDITORIAL JURIDICA DE CHILE
1_1_o_ra_I -----· _
el relato todos y cada uno de los elementos
legales sobre los cuales descansa la petición
que se formula al tribunal.
Al final del día, la teoría del caso integrará
aspectos de hecho y los supuestos jurídicos
asociados a dichos hechos.
g) Es completa, lo que quiere decir que
el relato comprende todos los aspectos del
caso, tanto los positivos como los negativos,
deteniéndose en los aspectos que, aparen-
temente incidentales, pueden servir para
definir la sentencia para uno u otro lado.
En cuanto a lo primero, referirse a lo
positivo como a lo negativo del caso es un
punto de extraordinaria importancia, por-
que puede existir una tendencia natural y
muy humana a pensar en primera instancia
que si algo no nos conviene de un caso,
mejor taparlo o esconderlo, pero la verdad
es, desde el punto de vista del litigante,
precisamente la contraria.
De hecho, cuando examinamos un caso,
es muy difícil, es altamente improbable que
nuestro cliente tenga el ciento por ciento
de razón. Generalmente en algún aspec-
to, aunque sea menor, la ley, la equidad,
el sentido humano de la justicia, la ética,
algún valor social o jurídico, o máximas de
experiencia, pueden no estar de su lado. No
existe o es muy difícil encontrarse con un
caso químicamente puro en el sentido que
todas las variables estén de nuestro lado.
Por lo tanto, para hacer nuestra teoría
del caso completa, el relato debe cubrir
ese aspecto negativo, encararlo y darle una
explicación razonable. A fin de cuentas es
preferible que la explicación de esta faceta
negativa la escuche el tribunal de nuestra
parte a que sea nuestro contradictor quien
devele esa faceta negativa, durante el trans-
curso deljuicio, por cuanto seguramente
la explicación que dará diferirá sustancial-
mente de la nuestra.
Por ejemplo, pensemos en un accidente
de tránsito ocurrido a las 4:00 A.M. en una
arteria menor de la ciudad, que produce
lesiones graves en un ocupante de uno de los
vehículos colisionados, siendo la discusión
cuál de los dos vehículos involucrados tenía
luz verde y por lo tanto derecho preferente
de paso.
50
 La teoría del caso
¿Qué ocurre si el único testigo de nuestro
caso es un sujeto que tiene una condena por
robo y otra por hurto? ¿No diremos nada
al tribunal y esperaremos que la defensa
saque el antecedente desfavorable en el
contrainterrogatorio? Evidentemente que
tal situación quitaría toda credibilidad al
testimonio, lo cual un abogado litigante
no puede permitirse.
En tal hipótesis lo que debemos hacer
es anticipar la debilidad, incorporándola
e intezrándola
b a nuestra teoría del caso v,
darle una explicación satisfactoria.
Así, por ejemplo, diremos que el hecho
que el testigo tenga una condena por robo
y hurto no significa por ello una alteración
en sus sentidos visuales y, por el contrario,
dado su trabajo como cuidador de autos
de un restaurante, él sí tiene una razón
justificada para encontrarse en el lugar de
los hechos a las 4 A.M. y haber percibido
con toda nitidez lo que va a declarar en
estrados, debiendo definir el tribunal si
le da credibilidad o no a su testimonio de
acuerdo con el mérito de su relato, pero
quitárselo per se, es contrario a toda razón,
justicia y lógica.
Tal explicación anticipa lo débil de nues-
tro caso, le da una explicación razonable
y no permite que sea la contraria la que
sorprenda al tribunal con las condenas de
nuestro testigo en un contracxamcn, des-
trozando toda credibilidad del mismo. Si
bien nuestra explicación tampoco elimina
totalmente la posible mengua que de la
credibilidad del testimonio pudiere hacer
el sentenciador, a lo menos nos pone en
el juego, permitiéndonos entrar al juicio
con sinceridad, manteniendo nuestra cre-
dibilidad, y, por lo tanto, sin hacer daño
a nuestro caso, que tiene ya incorporado
este elemento negativo.
En segundo lugar, que la teoría del caso
sea completa se refiere a que ella debe con-
tener aspectos que, siendo aparentemente
incidentales, pueden definir el caso.
Cuando un juicio oral empieza a desa-
rrollarse existe una gran asimetría de la
¡
información entre los abogados litigantes
y el tribunal: los primeros conocen el caso
c-on gran detalle y el segundo recién ern-
_L__
pieza a aproximarse al caso, precisamente
a medida que va avanzando el juicio. Esta
gran diferencia de conocimiento del caso
permite al litigante percibir en el inicio
dónde está la médula del juicio, la colum-
na vertebral, aquello en lo cual las partes
sustancial y esencialmente difieren, por lo
general son una o dos cosas, no más, por lo
que si aquello ocurre, es importante integrar
a la teoría del caso ese aspecto diferenciador
de la tesis de la contraria, el cual puede al
tribunal parecerle incidental, de manera
de dejar siempre sentado al juzgador qué
implica un aspecto que sin mucha inlor-
mación puede parecer inocente a primera
vista. Un ejemplo aclarará lo señalado.
Su pongamos que se trata de un juicio
criminal donde la defensa alega una enferme-
dad mental que lo exime de responsabilidad
criminal y trae unos cuantos testigos expertos
que refrendarán su tesis. Sin embargo, la
fiscalía o el querellante particular presen-
tarán al tribunal otros cuantos peritos que
refutarán las conclusiones de los primeros,
su metodología, o la credibilidad de los
expertos de la defensa, y que sostienen en
consecuencia la ausencia de enfermedad
mental, luego, la inconcurrencia de la exi-
mente alegada.
En un caso como el propuesto, es evi-
dente que la sentencia se definirá por la
credibilidad que le dé el sentenciador a la
prueba pericial de la defensa. Sin embargo,
esa información la tienen los litigantes antes
de empezar el juicio y no el tribunal, quien
la percibirá a medida que el juicio se vaya
desarrollando. En esas consideraciones, el
litigante debe integrar a su teoría del caso
este aspecto que puede parecer incidental,
con poca información del caso, pero que
el abogado, con todo el conocimiento del
mismo, sabe que es por donde pasa el re-
sultado del juicio.
h) Posee un contenido axiológico. Es im-
portan te dejar claro que nuestro relato de
lo ocurrido y que justifica recurrir a los
tribunales es, finalmente, un lema con con-
tenido moral. Si bien el relato debe tener
lógica, debe sonar razonable, coherente e
hilado según vimos, todo aquello pierde
contenido si no presenta una dimensión
51
IDlTOR[AL JURIDICA DI CHlLI
re
,;;::;;¡,....,,
 ______________ C_u_r_so_e_l_en_1_e_n_ta_
ética que le inyecte fuerza moral al caso.
No nos referimos únicamente a que esté
la ley de nuestro lado en el conflicto, sino
que, más aún, tener la justicia y las nociones
éticas del caso, tanto de las personas y de
la petición en nuestra mano y no en la del
adversario.
Para los jueces es muy importante definir
quién o cuál de las partes tiene "la moral
del juicio", noción que inclina natural y
humanamente la balanza a la hora de ad-
ministrar justicia.
No olvidemos tampoco que de acuer-
do con la ley chilena, los abogados esta-
mos regulados en el Código Orgánico de
Tribunales, dentro de "los auxiliares de la
administración de justicia", por lo que aun
para el legislador la función del letrado es
coadyuvar en una dimensión ética como
es servir a la justicia.
Si bien la referencia ética no tiene va-
lor en un juicio desconectado de la argu-
mentación y análisis legal, no es menos
cierto que unida a ella cobra una fuerza
y dimensión que potencia a lo legal y da
un sentido y motivación a los jueces para
decidir el juicio, formarse convicción del
caso o darle credibilidad a una de las dos
tesis en juego.
La importancia de contar con esta di-
mensión axiológica del caso es que nos da
una poderosa argumentación que podemos
tener a mano y usar persuasivamente durante
todo eljuicio, en los alegatos de apertura,
en el examen directo, en la clausura, al
argumentar una incidencia, etc.
2. CÓMO CONSTRUIR UNA TEORÍA
DEL CASO
2 El primer trabajo del litigante es definir su
historia, su teoría del caso que va a llevar
al tribunal.
Para ello debe, al menos, seguir las si-
guientes sugerencias:
a) Entrevistarse con el cliente. Eviden-
temente, es para un abogado el contacto
directo con la parte que requiere sus servicios
la forma natural y obvia de aproximarse
al conocimiento del caso. El relato de lo
.@. ED!TORiAl JURIDICA DE CHllE
de litigación
~ ~_ra_l _
acaecido que hace el interesado es el que
suministra la primera información acerca del
hecho que se va a llevar a estrados, quiénes
son los actores de la trama, el lugar donde
se desarrolla, cómo, cuándo y por qué tiene
lugar el conflicto jurídico, todo lo cual es
de suma relevancia para construir la teo-
ría del caso. Por otro lado, el tener acceso
directo a la parte sirve de guía en todas las
etapas deljuicio para obtener información
relevante, como por ejemplo, saber con
qué medios de prueba cuenta la contraria,
quiénes son los testigos de la contraparte,
lo cual sugerirá líneas de contraexamen,
por ejemplo.
b) Conversar en lo posible con los testi-
gos. Por extensión, si su cliente tiene acceso
a testigos que van a prestar declaración en el
tribunal, es necesario que usted los conozca
y los prepare en el sentido que les explique
en qué consiste la declaración y la forma en
la cual esta se producirá. Cualquier abogado
sabe que aun testigos con grandes currícu-
los y conocimientos se ponen nerviosos al
enfrentar una ritualidad desconocida para
ellos, como es la de pasar por un tribunal,
perdiendo con ello un porcentaje de la
información que es necesario transmitir
al juez. Si ello ocurría cuando se declaraba
ante un actuario en forma secreta, ello no
es comparable con hacerlo en forma oral,
en presencia del magistrado, y con la posibi-
lidad de ser contrainterrogado por la parte
contraria. Por lo tanto, es su deber orientar
al testigo en el sentido de explicarle cues-
tiones que van desde lo más básico, como
decirle dónde está el tribunal, a qué hora
debe llegar, cuánto tiempo puede tomar la
declaración; hasta cuestiones más complejas,
como explicarle quiénes van a estar en el
tribunal, quiénes le preguntarán, en qué
forma, etcétera.
c) Examinar el registro y los documen-
tos de la investigación en materia penal.
Como sabemos, de todas las actuaciones
de investigación tanto de la fiscalía como
de la policía se guarda copia en un regis-
tro al que tienen acceso los intervinientes
(artículo 182 C.P.P.). Estudiar ese registro
detalladamente es sin duda una obligación
mínima para el litigante, ya que consumé-
52
 La teoría del caso
rito puede definir su tesis acerca de cómo
ocurrieron los hechos que motivan el juicio,
definir con qué medios de prueba pretende
acreditarla y, si ha recibido el caso en una
etapa preliminar de investigación, sugerir
diligencias de investigación para confirmar
sus hipótesis fácticas o desecharlas. También
el examen del registro permite anticipar
problemas que el abogado prevé pueden
ocurrir durante eljuicio, como por ejem-
plo, detectar inconsistencias en el relato
de un testigo o contradicción entre unos
respecto de otros, caso en el cual el estudio
del registro servirá para definir cómo tratar
con ese o esos testigos.
Debemos entender que es el conocimien-
to de todos los antecedentes del caso lo que
nos permitirá tener y transmitir nuestra
convicción de que lo que ocurrió realmcn-
,e es lo que intentarnos reproducir en el
:rihunal el día del i,uicio.
Mientras más estudiamos los antecedentes
y documentos, menos posibilidades tenemos
de errar en explicar qué acaeció realmente
en los hechos que motivan el juicio.
d) Leer, estudiar y entender los peritajes,
Tema esencial en los juicios orales resulta
la prueba pericial.ino solo por el valor que
ella tiene en sí misma en cuanto ilustra al
tribunal acerca de hechos para cuva aprecia-
ción se requiere el conocimiento de alguna
ciencia o arte, sino porque además, como
vimos en el capítulo anterior, los conoci-
mientos científicos afianzados en el juicio
constituyen un límite a la apreciación de
la prueba por parte del sentenciador. Por
lo tanto, si en el caso que nos ocupa exis-
ten peritajes, es obligación del abogado
leerlos y entenderlos, para lo cual debe
incluso asesorarse de un profesional del
área a que la pericia se refiere con el fin
que le "traduzca" el significado de la misma,
sugiriéndole líneas de interrogación o de
refutación del mismo.
A lo menos, el estudio del peritaje debiera
circunscribirse a tres parámetros básicos:
calificaciones o credibilidad del autor; me-
todología empleada, v conclusiones.
Es deber del abogado entender la pe-
ricia, en sus fortalezas v debilidades, a lo
menos en estos tres ángulos, lo cual le per-
53
mitirá comprender el peritaje que se va a
incorporar al juicio oral por alguno de los
intervinientes.
e) Estudiar y analizar la prueba docu-
mental y otras evidencias. Más allá de la
libertad del tribunal para apreciar la eviden-
cia, la fuerza de la prueba instrumental no
está en discusión, por lo que si en el caso
existen documentos, es su deber imponer-
se de ellos v estudiarlos con detalle. Esta
documentación, sobre todo si es pública,
le sugerirá hechos que serán difíciles de
controvertir en un juicio, por lo que su
teoría del caso deberá ser bastante cautelosa
para ser construida en oposición a ellos.
Casi podemos señalar que si la testimonial
pretende ir contra esos documentos públi-
cos, el juicio se trata únicamente de eso,
como por ejemplo, en el delito de contrato
simulado o de falsificación. Lo mismo ocurre
con los otros medios de prueba. como las
fotografías, ya que sabemos, por máximas
de experiencia, que una imagen vale más
que mil palabras.
En síntesis, toda la información de que
podamos disponer nos permitirá plantear
al tribunal nuestra explicación de qué ocu-
rrió en el juicio que nos ocupa, y ese es
precisamente el primer trabajo que debe
enfrentar un litigante: poder explicar en
un relato simple, persuasivo, coherente,
lógico e ilado, de qué se trata el tema que
está defendiendo en un tribunal.
Como dice Daniel McCarthy, Fiscal Jefe
de Litigios del Distrito de Bronx, Nueva York:
"el ahogado exitoso, cualquiera sea la arena
en que litigue ( civil o criminal) y cualquiera
sea su posición ( acusando o defendiendo)
es capaz de destilar los puntos involucrados
en un juicio, resumiéndolos en un simple
y comprensible concepto que nos conecta
con el tribunal ( el jurado en el original)
tanto en una dimensión intelectual como
emocional't.!"
1:1 :\frCarthv, Daniel, "Finding the Heart of the
<
vlatter: CratiingTrial Themcs and Theories", artículo
publicado en Successful Trial Strategies.for Prosecutors,
Xatiorial College ofDistrictAttorneys, University of
South Carolina, 2005, pág. 5.
H)]T()IUAL JUR!DiCA Dl' CHJU: ~
M
 Curso elemental
3. VALOR DE LAS TESIS SUBSIDIARIAS
A propósito de la unidad de la teoría del caso
cabe tener presente que en conformidad con
el artículo 17 del Código de Procedimiento
Civil, en un juicio es posible interponer dos
o más acciones incompatibles siempre que
se haga una en subsidio de la otra.
Dicha disposición extrapolada ha permi-
tido en los juicios escritos la presentación de
defensas escalonadas, incompatibles unas
con las otras, pero que al presentarse subsi-
diariamente se entendían compatibles con
la normativa legal antes referida.
Así, por ejemplo, era común en el sistema
penal antiguo encontrarse con un defen-
sor que al contestar la acusación alegaba
que su representado era inocente debido
a que no había tenido participación en los
hechos que se le imputaban, ya que en el
momento de ocurrir estos se encontraba
fuera de la ciudad. En subsidio, sostenía
que si se determinare que le cabía alguna
participación en los hechos, su cliente ha-
bía obrado en legítima defensa, por lo que
igualmente debía ser absuelto. En subsidio,
que el acusado es demente. En subsidio, que
goza de la eximente incompleta del artículo
10 Nº 1 del Código Penal. En subsidio, que
goza de la atenuante de irreprochable con-
ducta anterior.
Tal alternativa está por regla general
vedada en los juicios orales, donde, como
hemos razonado, el litigante debe en todo
momento velar por la credibilidad de su
relato, de la historia que presenta como
válida y verdadera ante al tribunal, por lo
que si crea una teoría del caso con posturas
subsidiarias debe procurar que en ella no se
contradiga el principio de identidad que,
como explicábamos en el capítulo anterior,
postula que una cosa no puede ser y no ser
al mismo tiempo.
Si el litigante desarrolla un relato ilógi-
co, hace imposible al tribunal acoger sus
tesis contradictorias, ya que, como hemos
visto, la libertad de apreciación de la prue-
ba reconoce un límite en la lógica, por lo
que el tribunal no puede dar como hecho
probado algo que atenta contra la propia
información que presenta la parte.
EDlTORlAL JURIDICA DE CHILE
de litigación oral
Por otro lado, imaginemos un juicio don-
de los testigos de una parte señalan que el
acusado se encontraba fuera del lugar del
sitio del suceso y, acto seguido, ingresa al
tribunal otro testigo presentado por la mis-
ma parte, quien señala que vio al acusado
defenderse de un ataque de la víctima yen
su concepto la defensa era proporcionada a
la agresión, atendidas las circunstancias.
Evidentemente que tal puesta en escena
del juicio anticipa una derrota. Casi no es
necesario que la contraparte haga algo,
ya que el testimonio que exige el relato
contradictorio es absolutamente incohe-
rente y pugna con la lógica sin necesidad
de mayor análisis.
Lo anterior se explica no sólo desde el
punto de vista de la lógica, una de las ramas
de la Filosofía, sino que también desde el
punto de vista del Derecho, donde exis-
te un principio que obliga a las partes a
no contravenir sus conductas pasadas, a
no venire contra [actum proprium, lo que se
materializaría en el evento que dentro del
marco de un proceso un sujeto postule al
tribunal como válidas situaciones que son
incompatibles una con la otra.
Uno de los principios formadores del
Derecho es el que protege la buena fe y
castiga la mala fe. Como sabemos, la noción
de buena fe no es unívoca, sino que, por el
contrario, tiene dos acepciones distintas: la
primera, el estar de buena fe, o buena fe-
creencia y, la segunda, el actuar de buena
fe, o buena fe objetiva.
"Pues bien, dentro de la noción de bue-
na fe objetiva, que obliga a desarrollar una
conducta leal, honrada, justa, intentando
satisfacer la expectativa ajena, encontramos
la obligación de desarrollar un compor-
tamiento coherente, de no contrariar las
conductas pasadas. Es precisamente una
de las facetas de la lealtad, que implica el
actuar de buena fe, la que se refiere a la
imposibilidad de un sujeto para realizar
conductas contradictorias.
Si un sujeto desarrolla una conducta, ello
produce en los terceros que se relacionan
con él la expectativa que dicha acción se
repetirá en el futuro, y si ello no ocurre,
se habrá quebrantado el deber de lealtad y
54
 l
1
I­
La teoría del caso
consecuencia que importa el actuar de bue-
na fe. Las personas que interactúan con un
sujeto tienen la expectativa que este repita
las conductas que ha realizado en el pasado.
En síntesis, que actúe coherentemente.
Si un sujeto, para obtener una venta-
ja procesal, o derechamente para ganar
un juicio, adopta posturas incompatibles,
ejerciendo su pretensión en contradicción
con su accionar pasado, sin duda que está
actuando de mala fe, lo cual es repudia-
do por el ordenamiento jurídico, con la
desestimación de la conducta posterior
incoherente".':'
En consecuencia, la teoría del caso debe
contener un relato único en el sentido que
no puede contener posturas incompatibles
unas con otras.
Lo anterior no excluye absolutamente la
posibilidad de adoptar teorías subsidiarias,
pero sólo en la medida que no contengan
una historia absurda e ilógicamente incom-
patible con la tesis principal.
Por ejemplo, sería posible sostener en
un juicio criminal como tesis de la defensa
la eximente de la legítima defensa que con-
templa el Nº 4º del artículo 1 O del Código
Penal y, en subsidio, para el evento que el
tribunal considerare que faltó un elemen-
to para configurar la excepción, alegar la
atenuante de la eximente incompleta del
artículo 11 Nº l del Código. Tales alegacio-
nes son lógicamente posibles.
En el sistema procesal penal que nos
rige existen desgraciadamente algunos
preceptos que pueden comprometer la
unidad de la teoría del caso, forzando a
los intervinientes a plantear una tesis sub-
sidiaria, lo que pugna con la credibilidad
de su propio caso.
Uno de los casos donde pudiera presentar-
se este problema se en con traba en el artículo
345 del Código Procesal Penal, que señalaba
que, "pronunciada la decisión de condena,
11
Alcaíno Torres, Rodrigo, "Comentarios acerca
de la naturaleza, efectos y orígenes de la regla uenire
contrafactum proprnnn non ualet, que impide contra-
venir las conductas pasadas", artículo publicado en
Revista de Derecho y Tribunales, Uruguay, Número JI,
octubre 2006, pág. l l 4.
i 55
el tribunal podrá, si lo considera necesario,
citar a una audiencia especial con el fin de
abrir debate sobre los factores relevantes
para la determinación y cumplimiento de
la pena que el tribunal señalará".
Pues bien, corno la norma del 345 del
C.P.P. era facultativa para el tribunal, ya
que la ley empleaba la fórmula verbal "po-
drá", se presentaban inconvenientes para
el defensor que sostenía dentro del juicio
penal la inocencia de su representado,
pero que también tenía que considerar
desde el punto de vista de su responsabili-
dad profesional que, para el evento que el
tribunal decidiere la condena del acusado,
era de importancia para su patrocinado
que él también alegara sobre los aspectos
que incidían en la determinación de la
pena del acusado.
El conflicto para el defensor radicaba en
la disyuntiva que se le presentaba ante la
hipótesis que el tribunal no decidiera citar
a esta audiencia de determinación de pena
y él en el alegato de clausura no hubiese
tocado el punto, ya que su teoría del caso
durante el juicio fue alegar la inocencia
del acusado y por lo mismo no consideraba
conveniente ponerse en la hipótesis de la
condena para no alterar la credibilidad de
su caso hasta ese momento. Si él hubiese
alegado en la clausura acerca de los posibles
antecedentes que deban considerarse para
la determinación de la pena, el acusador
fiscal o particular, o ambos, o el tribunal, o
todos ellos, podrían considerar que existía
un reconocimiento implícito de la culpabi-
lidad del acusado, situación en todo caso
no deseable para el defensor habida cuenta
que su teoría del caso postula la inocencia
de su defcndido.15
Esta situación fue alterada por la Ley
Nº 20.074, de fecha 14 de noviembre de
2005, que derogó el artículo 345 del Có-
digo Procesal Penal, y que también tocó el
10
En todo caso, lo que 110 era ni es discutible es
que, a pesar que la teoría del caso postule la inocen- <
cia del acusado, el defensor debe durante el juicio
presentar toda la prueba que acredite las atenuantes
que benefician a su representado, ya que es el único
momento para ello.
i:DlTORfAl JUR.!DICA DE CHJLI
ZSRS
~

---~------ C_u_rs_o
elemental
inciso 4º del artículo 343 del mismo cuerpo
legal, que ahora señala: "en caso de con-
dena, el tribunal deberá resolver sobre las
circunstancias modificatorias de respon-
sabilidad penal en la misma oportunidad
prevista en el inciso primero. No obstante,
tratándose de circunstancias ajenas al he-
cho punible y los demás factores relevantes
para la determinación y cumplimiento de la
pena, el tribunal abrirá debate sobre tales
circunstancias y factores, inmediatamente
después de pronunciada la decisión a que
se refiere el inciso primero y en la misma
audiencia. Para dichos efectos, el tribunal
recibirá los antecedentes que hagan valer
los intervinientes para fundamentar sus
peticiones, dejando su resolución para la
audiencia de lectura de sentencia".
La modificación es acertada en el sentido
que en el evento que el tribunal dictare
sentencia condenatoria, las circunstancias
ajenas al hecho punible y los demás factores
que digan relación con la determinación
y cumplimiento de la pena deberán ser
discutidos en un debate especial a que el
tribunal llamará para tal efecto, inmediata-
mente después de comunicada la decisión
de condena y en la misma audiencia.
De esta forma, el abogado que defiende
al condenado ya no se tiene que poner en
una situación hipotética de posible condena,
sino que debe ponerse ante una realidad,
cual es que el juicio lo ha perdido y por
lo tanto, no hay inconveniente desde el
punto de vista de la unidad conceptual de
la teoría del caso que sostuvo durante un
juicio que ya está terminado.
Otro caso existente en el Código Proce-
~ sal Penal que sí conduce a una posibilidad
~ de pluralidad de teorías del caso en des-
~ medro de los litigantes, se encuentra esta
2 vez en perjuicio de la parte acusadora, y
~ está contemplado en el artículo 261 del
:s Código Procesal Penal, que se refiere al
"") caso que exista pluralidad de acusadores:
ij ministerio público y querellante particular,
O en cuyo caso, de acuerdo con el artículo
;2 261 antes referido, hasta quince días antes
f: de la realización de audiencia de prepara-
? ción de juicio oral, el querellante podrá:
.:S "a) adherir a la acusación o acusar partí-
@ EDffORIAl JURID1CA DE CHILE
-
de litigación oral ··----
cularmente. En este segundo caso, podrá
plantear una distinta calificación de los
hechos, otras formas de participación del
acusado, solicitar otra pena o ampliar la
acusación del fiscal, ampliándola a hechos
o a imputados distintos, siempre que hu-
bieren sido objetos de la formalización de
la investigación".
El problema radica en que si las dos
partes acusadoras, pública y particular,
plantean una visión o teorías del caso
distintas, ese solo hecho puede ser inter-
pretado y argumentado por la defensa en
el sentido que, si las dos acusadoras no
tienen una visión unívoca de los hechos
es evidente que existe una duda razonable
acerca de la existencia del hecho punible
o la participación criminal del acusado,
por lo que según el artículo 340 del Có-
digo Procesal Penal no cabe sino absolver
al acusado.
En consecuencia, si bien el artículo 261
del C.P.P. plantea la posibilidad de teorías
del caso diversas de la parte acusadora la
verdad es que ello puede hacerse únicamente
en los casos que el artículo 261 del C.P.P.,
letra a) plantean y que no lleven aparejada
la posibilidad de generar dudas acerca de
la existencia de los hechos constitutivos del
delito que se persigue y de la participación
criminal del acusado.
Otro caso existente en el Código Procesal
Penal que conduce a una posibilidad de
pluralidad de teorías del caso en desme-
dro de los litigantes, se encuentra esta vez
en perjuicio de la parte acusadora, y está
contemplado en el artículo 261 del Código
Procesal Penal, que se refiere al caso que
exista pluralidad de acusadores: Ministerio
Público y querellante particular, en cuyo
caso, de acuerdo con el artículo 261 antes
referido, hasta quince días antes de la rea-
lización de audiencia de preparación de
juicio oral, el querellante podrá: "a) adherir
a la acusación del ministerio público o acu-
sar particularmente. En este segundo caso,
podrá plantear una distinta calificación de
los hechos, otras formas de participación
del acusado, solicitar otra pena o ampliar
la acusación del fiscal, extendiéndola a he-
chos o a imputados distintos, siempre que
56
 La teoría del caso
hubieren sido objeto de la formalización
de la investigación".
El problema radica en que si las dos
partes acusadoras, pública y particular, plan-
tean una visión o teorías del caso distintas,
ese solo hecho puede ser interpretado y
argumentado por la defensa en el sentido
que, si las dos acusadoras no tienen una
visión unívoca de los hechos, es evidente
que existe una duda razonable acerca de
la existencia del hecho punible o la par-
ticipación criminal del acusado, por lo
que, según el al artículo 340 del Código
Procesal Penal, no cabe sino absolver al
acusado.
En consecuencia, si bien el artículo 261
del C.P.P. plantea la posibilidad de teorías
del caso diversas de las panes acusadoras, la
verdad es que ello puede hacerse únicamente
en los casos que el artículo 261 del C.P.P.
letra a) plantea y que no lleven aparejada
la posibilidad de generar dudas acerca de
la existencia de los hechos constitutivos del
delito que se persigue y de la participación
criminal del acusado.
4. DESMENUZANDO EL RELATO: EL
USO DE PROPOSICIONES E\CTICAS
Una vez creada nuestra teoría del caso, te-
nemos que pensar que ese relato debemos
probarlo en el tribunal, es decir, debemos
llevar o asociar a cada uno de los hechos
los medios de prueba disponibles, orde-
narlos, definir el orden en el cual serán
presentados en la audiencia de juicio con
la mayor credibilidad posible a fin que sea
el tribunal quien los aprecie y los prefiera
a la tesis de nuestro antagonista.
¿Cómo partimos entonces?
La forma de hacer en general algo
complejo es dividiendo el trabajo en
un sinnúmero de labores simples, para
poder así aproximarse a ellas en orden,
con método, sabiendo de antemano que
una suma de funciones simples nos da
como resultado final la labor compleja
que deseamos.
Esto llevado a un juicio importa extraer
de nuestra teoría del caso todos los elemen-
57
tos que se vinculan o asocian a un aspecto
normativo o legal, para luego definir cómo
o qué medio de prueba usaremos para acre-
ditar ese supuesto de hecho. A este último
elemento le damos en litigación el nombre
de proposición fáctica. -
Las proposiciones fácticas son, en con-
secuencia, todos aquellos elementos de
hecho que se conectan a un aspecto legal
dependiendo del caso en que estemos, y de
cuya acreditación enjuicio va a seguir como
conclusión el reconocimiento o desconoci-
miento de nuestra teoría del caso.
Un ejemplo esclarecerá el terna sobre
la generación de proposiciones fácticas y
cómo ellas permiten dividir nuestro relato
en un conjunto de hechos que deben ser
probados.
Miguel y Sofía, divorciados, acuerdan
vía transacción judicial una pensión ali-
menticia para su hija, de 4 años de edad,
Antonia, de$ 500.000 mensuales. Cuando
se Iija la pensión, Antonia estudia en el
prekinder del colegio El Inglés, uno de
los más prestigiados del país, a la vez que
vive sola con su madre. Al cabo de un
tiempo, Sofía pasa por problemas eco-
nómicos y se va a vivir con sus padres y
decide unilateralmente cambiar de colegio
a Antonia, al Colegio Formación, de un
costo menor que el primero. Ante tales
hechos, Miguel demanda a Sofía de rebaja
de pensión alimenticia. Esa es la teoría
del caso de Miguel.
Como sabernos, los alimentos que se
deben por ley a ciertas personas requie-
ren de tres circunstancias ( conforme al
Código Civil): a) Texto legal que imponga
la obligación (artículo 321 ); b) Estado de
necesidad del alimentario (artículo 330),
y c) Aptitud patrimonial del alimentante
(artículo 329).
Concurriendo esos tres requisitos, se
deben alimentos, concedidos, como regla
general, para toda la vida del alimentario,
continuando las circunstancias que legitimaron
la demanda ( artículo 332).
En otros términos, cualquier variación de ···•
los requisitos legales referidos y determinantes -~
para fijar una pensión, habilita al interesado
para solicitar el cese, rebaja o aumento de
pensión, según corresponda.
ED!TúRIAL JURIDICA [)f CHILE
6Íf'1
,....#,
 -
Curso elemental de litigación º:'._al ----~-----

En este conflicto Miguel fundamenta cambiado las circunstancias que se tuvieron

su rebaja en el cambio de las necesidades
del alimentario.
Para desarrollar nuestras proposiciones
fácticas y los medios de convicción asociados
a ello, crearemos una planilla donde de
izquierda a derecha señalaremos la teoría
del caso, la proposición fáctica a probar y
el medio de prueba con el cual pensamos
acreditarla.
En síntesis, nuestra teoría del caso, de-
fendiendo a Miguel, plantearía que han
en cuenta al tiempo de fijar la pensión, ya
que las decisiones de Sofía se han traducido
en una disminución de las necesidades de
Antonia, que es la única beneficiada con
la pensión alimenticia.
La siguiente planilla es un ejemplo de
cómo realizar esta disgregación de un caso en
una serie de elementos simples, lo que nos
permitirá aproximarnos a un juicio usando
este mapa que nos guiará en la puesta en
escena del mismo.

ª~
v,
,.,.J

.@. ED!TORJAL JURIDICA DE CHILE 58


Teoría del caso
Cambio de circunstandas
Circunstancias vigentes
a la fecha de fijación de
pensión.
Circunstancias vigentes
a la fecha de fijación de
pensión
Teoría riel caso
Cambio de circu nstancias
Circunstancias ,·iget1tes en
la actualidad que justifican
la rebaja de pensión.
Circunstancias vigentes en
la actualidad que justifican
la rebaja de la pensión.
La teoría del caso
Proposicion f ártica Medios de prueba a usar para acreditarla
l. Sofía vivía sola con Antonia. l.
Pagaba arriendo de S 200.000 a) Demanda de alimentos donde se fija la
mensuales más S 30.000 de gas- pensión;
tos comunes. b) Declaración de Sofía en juicio.
2 .. Antonia iba al colegio El Inglés. 2.
'\"alor S 180.000, mensuales. a) Certificado de matrícula del colegio.
b) Comprobantes de pago de mensualidad.
c) Declaración ele Sofía.
el) Declaración ele testigos.
3. Colegio dentro ele los mejores 3.
del país. a) Ranking ele colegios publicado en Revista
El Sábado.
'±. Vivienda de-I piezas con ase- '±.
sora del hogar con 1111 costo a) Demanda de alimentos.
de S 200.000 mensuales. b) Declaración de Sofía.
5. Acuerdo sólo en beneficio de 5.
la menor. a) Certificado de nacimiento de Sofía.
b) Certificado de matrimonio con inscripción
del divorcio entre Miguel y Sofía.
Proposición [ácuea Medios de prueha a usarpara acreditarla
1. Sofía vive en casa de sus padres l.
en t111a pieza que comparte con a) Declaración de Sofía en el juicio.
su hija. :\o paga arriendo. b) Copia de la notificación de la demanda
donde consta el lugar de notificación.
2 .. Antonia asiste al Colegio For- 2.
mación. Valor S 80.000 men- a) Certificado de matrícula de Antonia.
suales. b) Declaración de Sofía.
e) Comprobantes de pago de mensualidad
del colegio.
3. Cambio de colegio v de casa 3.
por motivos económicos. a) Declaración de Sofía.
b) Informe del colegio El Inglés.
e) Solicitud de retiro de colegio El Inglés
firmada por Sofía.
e) Informe de DICOM de Sofía.
­±. Vivienda de 4 piezas donde ­±.
viven los padres ele Sofía, sus a) Declaración de Sofía.
hermanos, con asesora del b) Declaración del padre de Sofía.
hogar para el grupo familiar
con 1111 costo de S 200.000
mensuales.
-:
~
59 rnnoRíAL JURIDICA DE CímE ~~~

_____ . C_u_r_so_el_e_m_e_n_Lal
El poner en un papel las proposicio-
nes fácticas asociadas a nuestra teoría del
caso, relacionándolas con la evidencia que
queremos emplear para acreditarla, nos
permite guiar nuestro trabajo profesional
conociendo con una simple mirada lo que
denominaremos "el mapa del juicio", esto es,
dónde nos encontramos, qué hecho estamos
acreditando, con qué medio de prueba y
cómo ello satisface nuestra teoría del caso.
Esto nos permite enfrentar el interrogatorio
sabiendo qué respuestas debemos obtener
de los testigos, que son aquellas que sa-
tisfacen nuestras proposiciones fácticas y
cuáles nos alejan de la misma y de nuestro
objetivo, cual es imponer nuestra versión
de los hechos en el tribunal.
5. CLASES DE EVIDENCIAS
El uso de la proposición fáctica como medio
concreto de resumir una teoría del caso v su
posterior asociación a una evidencia dispo-
nible nos lleva a analizar los tipos de prueba
que podemos ocupar en un juicio.
Así, en primer término, debemos distin-
guir la evidencia directa de la indirecta.
La evidencia directa es aquella que prueba
o satisface una proposición fáctica por sí mis-
ma, sin necesidad de recurrir a otra prueba
que la complemente. Así por ejemplo, si
nuestra proposición fáctica dice "el auto es
verde", evidencia directa de lo anterior es
el certificado de inscripción en el registro
de vehículos motorizados que señala que
el color del auto es verde.
La evidencia directa, a su turno, puede
subclasificarse en evidencia afirmativa, de
refutación, de credibilidad.
Evidencia afirmativaes aquella que satisface
una proposición fáctica. Es lo normal que
mediante una prueba se quiera acreditar
una proposición fáctica. Por ejemplo, si la
proposición fáctica es que A dio muerte
a B, evidencia directa afirmativa de ello
es la declaración del testigo C, que señala
~ haber estado en el lugar de los hechos y
S vio el momento en que A sacó un revólver
J disparando sobre B, quien murió como
,5 consecuencia de esos disparos.
.@, EDITORIAL JURiDICA DE CHILE
r
de litigación oral
Evidencia de refutación es aquella prueba
que si bien no satisface una proposición
fáctica de la teoría del caso propia, sí des-
truye algún elemento o proposición fáctica
de la contraria. Por ejemplo, la teoría del
caso de la defensa sostiene que el acusado
padece una enfermedad mental y la parte
acusadora presenta prueba pericial siquiátrica
que acredita la salud mental del acusado
carente de patología.
Evidencia de credibilidad es aquella que
tiende a acreditar la veracidad del testi-
monio de las pruebas presentadas por el
litigante.
Respecto de la evidencia de credibili-
dad, debe tenerse presente que ella puede
adoptar dos matices.
En primer lugar, referido a la exigencia
general que tiene el litigante de velar por
dar credibilidad a cada una de las pruebas
que presenta, dado COJ;rlO hemos visto la fa-
cultad amplia de apreciación de prueba que
tiene el tribunal, por una parte; y, por otra,
la inexistencia de testigos inhábiles en los
procedimientos orales. Estas dos variables,
libertad de apreciación e inexistencia de
inhabilidades, obligan al abogado a desti-
nar una parte de su interrogatorio o de su
contraexamen a analizar la credibilidad o
falta de ella del testimonio o de la prueba,
por medio de las respectivas preguntas de
acreditación, línea interrogatoria que tiene
por objeto preciso otorgar al sentenciador
razones o antecedentes que permiten el
justificar por qué le dará valor probatorio a
determinada evidencia o por qué rechazará
alguna otra. Así, por ejemplo, si la testigo es
cónyuge del acusado, la línea interrogatoria
de contraexamen de la parte acusadora
seguramente tenderá a demostrar que dada
la relación existente entre ambos intentará
favorecer con su declaración a su marido,
por lo que se trata de un testimonio poco
creíble y que por lo tanto el tribunal debe
restarle mérito probatorio. En ese contex-
to, el abogado podría hacer preguntas, ta-
les como, ¿no es verdad que a usted no le
gustaría que su marido perdiera el juicio?
¿no es verdad que su marido es quien man-
tiene el hogar donde usted vive?, ¿no es
verdad que si su marido fuera condenado
60
 La teoría del caso
en este juicio no tendría cómo mantener
las actuales condiciones de vida de usted y
sus hijos? Toda esta línea de interrogación
permite acreditar la falta de credibilidad
del testimonio del testigo con el fin que
el tribunal prive de valor probatorio a la
declaración del testigo.
El segundo punto en que se puede encon-
trar la evidencia de credibilidad no guarda
relación con la línea general de acreditación
de cualquier testigo, perito o prueba, sino
que con la facultad que tiene el litigante
de presentar declaraciones de testigos o
pruebas que desacrediten el testimonio de
otro testigo, perito o prueba.
Así, por ejemplo, supongamos que el
siquiatra presentado por la defensa sostiene
que el acusado adolece de una patología
mental que lo exime de responsabilidad
penal y la parte acusadora senala que no
existe tal enfermedad.
En tal caso, la parte acusadora, además
de presentar prueba directa que acredite
la inexistencia de la patología (prueba de
refutación), podría presentar evidencia que
tienda a destruir la credibilidad del siquia-
tra o de su metodología. Así, por ejemplo,
podría presentarse como prueba la decla-
ración ele un siquiatra que señale que el
método de exarninación del acusado por el
siquiatra de la defensa no se ajusta a la lex
artis o que el siquiatra no es conocido en
la comunidad científica o que la tesis que
postula no es de general aceptación en la
comunidad y literatura médica.
En este caso, se presenta al segundo si-
quiatra para que declare sobre la credibi-
lidad de la declaración de otro experto, lo
que es posible, sin perjuicio que, además,
obviamente, se deberá también acreditar
a este segundo perito.
Evidencia indirecta es aquella que no satisfa-
ce una proposición fáctica en sí misma, sino
que otorga antecedentes a fin de acreditar
un elemento de la teoría del caso.
La evidencia indirecta está relacionada
con las presunciones o indicios, ya que con
este tipo de prueba se pretende otorgarle
al tribunal antecedentes o circunstancias
que mediante un proceso deductivo o infe-
rencial permitan al sentenciador alcanzar
61
o arribar a la proposición fáctica que se
trata de acreditar.
Supongamos que mi teoría del caso en
un juicio criminal sostiene que el acusado
cometió el homicidio con alevosía, será di-
fícil pensar que el acusado declarará en el
juicio, variable que el acusador no maneja,
va que es resorte de la defensa el decidir si
declara o no, y que en el evento que declare,
en el contraexamen obtendré la respuesta
del acusado, segunda variable que no es
controlada por el acusador, como son las
respuestas que dirá el contraexaminado,
donde me señalará que efectivamente ac-
tuó sobre seguro, lo que satisface la noción
legal envuelta en la alevosía.
Desafortunadamente, las cosas no fun-
cionan así. Hay ciertos elementos jurídicos
de un caso que deben ser acreditados por
medio de prueba indirecta o indiciaria,
entregándole al tribunal una serie de ante-
cedentes que mediante un proceso lógico
le permitan arribar a la conclusión desea-
da: el acusado actuó sobre seguro, por lo
tanto hubo alevosía y como consecuencia
se configura la agravante alegada.
En estos casos, el litigante debe incor-
porar a sus proposiciones fácticas todos los
antecedentes que en su concepto permiten
que el tribunal con un razonamiento infe-
rencia! alcance la conclusión deseada.
Así, por ejemplo, el abogado litigante
acreditará como hechos que el acusado
compró un arma, que tuvo clases de tiro,
que conocía la rutina de la víctima, que la
víctima confiaba en él, que lo citó a una
reunión en un lugar despoblado de difícil
acceso, que le disparó por la espalda, que el
acusado le debía dinero a la víctima, etc.
Todos estos elementos permiten concluir
por un razonamiento deductivo que el acu-
sado actuó sobre seguro, y que por lo tanto
estamos ante un homicidio alevoso.
Debemos reparar en que cada uno de
los elementos aisladamente considerados
y que sumados permiten arribar a la con-
clusión deseada, deben ser probados con
una evidencia directa: debo obtener un
testigo que declare que la víctima conocía al
acusado y luego otro que declare que tomó
un curso de tiro, o incorporar el registro
fDlT<)Rt!\L JURlD!C'\ Dt CHJlf
1111
_______ C_ursoelemental
de inscripción en el curso, y así sucesiva-
mente, con cada uno de ellos. Una vez que
he probado cada uno de los elementos, he
construido mi evidencia indirecta que por
medio de un razonamiento que formularé
en el alegato de clausura permita persuadir
al tribunal en el sentido que el acusado actuó
con alevosía, transformando el homicidio
de simple a calificado.
El problema práctico que algunas veces
puede ocurrir es que cada uno de los ele-
mentos en que he dividido mi evidencia
indirecta puede aparecer un poco alejado
de lo debatido en eljuicio, dando lugar por
lo tanto a posibles objeciones durante la
audiencia de juicio o, incluso, a la solicitud
de exclusión de prueba en la audiencia de
preparación de juicio oral.
Mirado desde el ángulo de un juez que
está juzgando un caso de homicidio, puede
considerar a primera vista un tanto inatin-
gente al juicio las líneas de interrogación
tendientes a acreditar que el acusado recibió
un curso de tiro, por lo que si el defensor
objeta la pregunta por inatingente, el abo-
gado litigante debe tener muy presente que
debe defender la pregunta fundado en que
su teoría del caso postula precisamente que
el homicidio fue alevoso, lo que se acredi-
tará con una serie de evidencia indiciaria
dentro de la cual se encuentra esta línea
2
v,
,..u
:s
.@. :ED!TORiAL JURIDICA ot CHll.E
de litigación_o_r_a_l ·------
de interrogación, por lo que la pregunta
es atingente y debe ser contestada por el
testigo. Con esta explicación seguramente
el juez rechazará la objeción y ordenará
hacer la pregunta.
En todo caso, cabe tener presente, por
razones de prudencia, que tampoco el abo-
gado debe abusar de la paciencia de los
jueces construyendo evidencias indiciarias
que se alejen muy remotamente de los
antecedentes que quiere suministrarle al
tribunal para construir la presunción, de
la médula central del caso, ya que en esas
hipótesis el juez tenderá a acoger una ob-
jeción por impertinencia de la pregunta,
lo cual no es deseable. Siempre el aboga-
do debe aparecer en control de su caso
Y no ponerse en una situación en la cual
pueda comunicar que según su tesis de
los hechos ciertas preguntas o pruebas
debieron hacerse o rendirse y el tribunal
no se lo permite o autoriza porque lo con-
sidera inatingente. El abogado litigante
siempre debe estar atento al lenguaje no
Yerba! de los intervinientes de un juicio y
tener la sensibilidad necesaria para poder
percibir cuándo está agotando una línea
de interrogación antes que el tribunal le
ordene hacerlo.
Volveremos sobre este último punto más
adelante.
62
 Capítulo
TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN
l. CUESTIONES GEI\'ERALES
Una vez que el abogado liLigan te ha definido
la historia que va a poner en escena en el
teatro del tribunal, debe tener en cuenta
que un aspecto muv importante de su rol
es dedicar un momento de su atención v
análisis para determinar la forma como
piensa comunicar su relato.
Es importante entender que un buen
litigante debe aproximarse al juicio no
sólo como un conflicto jurídico, que es la
forma natural en que el abogado ha sido
entrenado para ver el conflicto de intereses
que subyace en toda disputa legal, sino que
también entenderlo v analizarlo como una
forma de comunicación que consta de tres
partes: el mensaje, el medio por el cual la
información va a ser entregada, y el desti-
natario del mensaje.!"
Debemos comprender y aquilatar que
la labor de abogado es comunicar la teoría
del caso (mensaje) del modo más eficiente
posible (medio) al tribunal (destinatario) a
fin de que este adquiera la convicción que
los hechos (verdad material) acaecieron
de la manera propuesta por el litigante y
demostrada en el proceso (verdad judicial).
Todo lo anterior debe ser comunicado en
forma eficiente v eficaz.
En términos generales y para aproxi-
marnos al problema, partiremos afirmando
que comunicar es transmitir un mensaje o
idea de un locutor a un receptor.
Sin embargo, no basta con lo anterior, ya
que comunicar efectivamente es transmitir
el mensaje de tal forma que quede impreso
lli DF.D~IA~. James l\'1., Introduction to analytical
aduocacy (SM) communication theorx, pág. l.
_L
1
63
Tercero
"Todo comunica".
FERNA1'\'DO MARÍN DÍAZ
de un modo exacto en el destinatario. Para
que la comunicación sea efectiva lo único
que se necesita es transmitir correctamen-
te la idea y que el interlocutor reciba esa
misma idea de un modo preciso.
Con el objeto de transmitir correctamente
la idea o el caso es fundamental que todo
abogado litigante tenga al menos tres as-
pectos muy claros en forma previa al juicio
ante el tribunal:
a) Aunque parezca obvio, no se pue-
de insistir lo suficiente sobre la necesidad
imperiosa que el abogado conozca profun-
damente el derecho sustantivo que aplica
al caso, el cual siempre va a constituir un
pilar básico de los hechos que se quieren
comunicar.
b) Se debe tener un conocimiento ín-
timo, acabado y preciso del caso que se
desea comunicar, con todos los elementos
esenciales y accidentales que lo configuran.
A<;Í como nadie puede querer lo que no co-
noce, es imposible que se pueda comunicar
eficazmente aquello que se ignora.
e) Quien quiera comunicar-una idea o un
caso debe enfocarse en un número limitado
de conceptos o ideas matrices. Dichas ideas-
fuerza deberán ser repetidas una y otra vez,
de diversas maneras duran te el juicio, y si,
por cualquier motivo, la comprensión resulta
difícil, a lo menos el concepto será asimilado
por la repetición de este. Debemos tener
siempre presente las limitaciones naturales
del ser humano para poner atención, retener
y madurar la información que se le comunica
oralmente en el juicio. De lo anterior fluye
que debemos resumir nuestro caso en un
par de ideas o conceptos, que expresen lo
debatido en el litigio de un modo cercano
a nuestra visión de los hechos.
a6
EDlTORfAL JURIDICA DF cnur ­­

Curso elemental
Cabe tener presente que lo expuesto en
este capítulo es aplicable para cualquier des-
tinatario de un mensaje, sea ante un tribunal
de justicia, un medio de comunicación,
un testigo o perito, grupos intermedios,
etc., por lo que en algunas ocasiones nos
referiremos a la prensa y no al tribunal y
en otras a algún otro interlocutor o público
objetivo.
Del punto de vista comunicacional, hay
que internalizar que la exposición de un
caso, una presentación, conversación o
entrevista, es ante todo una oportunidad
de dar a conocer lo que se piensa, decir
mensajes específicos al público, a un juez,
amigo, contradictor o periodista. Cuando
uno enfrenta a un interlocutor por primera
vez, cree que esta será la oportunidad para
explicar todas aquellas cosas que fundamen-
tan su caso o discurso. La verdad es que es
poco probable que esto ocurra, a menos
que uno tome la precaución de guiar al
receptor del mensaje hacia una historia,
dándole los elementos necesarios para que
entienda y asimile su versión de los hechos
de la manera que uno los ve.
2. TÉCNICAS A EMPLEAR EN EL
PROCESO DE COMUNICACIÓN
Para lograr ser exitosos en el proceso de
comunicación existen muchas herramientas
que a veces utilizamos sin tener concien-
cia de ellas. A continuación destacaremos
algunas de las más comunes.
2.1. DRAMATIZACIÓN
~ Para aproximarnos a este punto debemos
;
~ recalcar que las personas nos vemos in-
~ vadidas por miles de mensajes al día. En
s promedio una persona recibe más de mil
'.~ estímulos publicitarios por día, por lo que
~ cualquiera que quiera enviarle un mensa-
3 je deberá competir con cientos de otros
2 emisores. Ante este panorama es nccesa-
§ rio que todos quienes tenemos algo que
:? comunicar redoblemos nuestros esfuerzos
:5 creativos para captar la atención de nuestro
.@. EDITORIAL JURIDICA DE CHILE
­
de litigación o_ra_l _
interlocutor. Más aún cuando el receptor
del mensaje es un juez que puede llevar
años escuchando casos e incluso el día de
nuestra audiencia puede haber visto varios.
Debemos por lo tanto intentar captar su
atención de inmediato, haciéndole saber
o demostrándole aquello de diferente que
tiene nuestro caso con el sinnúmero de
otros asuntos que compiten por su aten-
ción. Si lograrnos, más allá de presentar
un caso, hacerle saber la necesidad de
justicia que se encuentra detrás de él, sin
duda despertaremos su atención y por lo
tanto tendrá una acogida más favorable
hacia nosotros.
¿Cómo lograr lo anterior? No basta con
decir la verdad, hay que hacerla vívida, in-
teresante, dramática. El cine y la TV lo ha-
cen, por lo que el litigante también tendrá
que hacerlo si quiere impactar al tribunal y
llamar la atención sobre su historia. Hace
algunos años bastaba con un comercial que
decía "Xuevo detergente con blanco polar
radiante". De eso pasamos a las pruebas
en que se sumergía por algunas horas una
camisa manchada en un balde, con el de-
tergente promocionado, y se comparaba
el impecable resultado de este con otro
detergente. Después pasamos a unos ani-
malitos azules que se comían la mugre y
actualmente nos enfrentamos a toda clase
de personajes vestidos de blanco que más
bien parecen trabajar para la NASA en vez
de producir detergentes, que nos hablan
de bioenzimas y reacciones químicas de
difícil comprobación. ¿Todo este esfuerzo
para qué? Obviamente, para captar nuestra
atención.
Nuestra forma de ser y educación no es
propicia para la dramatización. Se reprime
mucho al que habla fuerte o gesticula mucho
al hablar, por lo que quienes naturalmen-
te dramatizan ya tienen una ventaja sobre
el resto. Recuerde mirar a lo ojos cuando
habla, cambiar las cadencias en el caminar,
si el lugar lo permite. Recuerde llenar el
espacio del tribunal con su presencia y su
voz. Utilice el volumen de su voz alzándolo
o bajándolo, según la ocasión, pero cuídese
de ser o parecer arrogante o mal educa-
do. Todo comunica y las personas ponen
64
 Teoría de la comunicación
atención a todo lo que sucede.17 Más de un
70% de la comunicación es no verbal, por
lo que se debe observar el mismo cuidado
en elegir lo que dice como lo que no dice
verbalmente, pero que sí comunicó de otra
manera. ¿Por qué la gente lee el lenguaje no
verbal con tanta atención? Probablemente,
porque de alguna manera sabe que pocos
controlan este aspecto de la comunicación,
por lo que tenderemos a ser más sinceros
en la etapa no verbal de comunicación.
En una ocasión, en uno de los interro-
gatorios en que le tocó participar a uno de
los autores, tuvimos que hacerle un con-
traexamen a un gerente, donde la línea de
interrozación
t,
decía relación con el alcance
de ciertos documentos emanados de su com-
pañía. Obviamente, teníamos a la mano esos
documentos. Cada vez que se contradecía,
sacábamos de las carpetas un documento
que lo desmentía para confrontarlo y dejar
en claro su falta de veracidad. En una de
sus respuestas, tuvimos la percepción de
que era falsa, sólo por la forma en que res-
pondió, por lo cual comenzamos a buscar
cualquier cosa en la pila de documentos
que tantos malos ratos habían hecho pasar
al testigo. El testigo, que estaba atento a
lo que ocurría en el estrado, y sin desear
ser confrontado nuevamente, se adelantó y
cambió su respuesta. En síntesis, descubri-
mos que mentía por su lenguaje no verbal
y dijo la verdad por la misma razón.
La forma en que nos vestimos, peinamos,
afeitamos, nuestro tono ele voz, resonancia,
etc., pueden ser elementos tan importantes
como otros aspectos ele nuestro caso v al
menos debemos preocuparnos que no se
transformen en un obstáculo. Debemos
vestirnos de manera congruente con la
importancia que le asignamos a nuestro
trabajo. El tribunal lo hará, nosotros no
1 podemos ser menos. Debiéramos tratar de
evitar los colores demasiado estridentes o,
1 lo constituyen y prueban, cuáles hechos
t:
17
Según el antropólogo Albert Mchrabian , sólo
el 7% de la comunicación entre dos personas se
1 realiza mediante las palabras mientras que el 38%
por voz (entonación, provección, resonancia, tono,
I etc.) y el 55% por lenguaje corporal (gestos, posturas,
de los ojos, respiración, erc.).
65
en el caso de las mujeres, la ropa dema-
siado provocativa, pues pueden enviar un
mensaje erróneo o llamar demasiado la
atención. Es curioso cómo la regla de oro
de un invitado a un matrimonio, esto es,
no opacar jamás a los novios, se olvida a la
hora de acudir a un tribunal donde el juez
es el dueño ele casa.
No olvide que una de las mejores fór-
mulas para agraciar a los demás es demos-
trarles que ellos nos importan y hacerlos
sentir sinceramente apreciados. Trate de
no opacar con su apariencia al tribunal y
evite predisponerlo por aspectos meramente
externos, como una cara mal afeitada, un
peinado demasiado agresivo o un vestido
demasiado sugerente. Debe lograr que la
mayor parte de la atención de este se cen-
tre en su argumentación, que usted puede
controlar, y no en el lenguaje no verbal, a
menos que usted se sienta cómodo y tenga
confianza en que este apoyará lo que está
tratando de comunicar. Por otra parte, el
objetive de la ropa que viste en un tribunal
es accesorio e instrumental a fin de per-
mitirle desempeñar sus habilidades como
litigante, por lo que debiera elegir alguna
con la cual se sienta cómodo y no vestir algo
que a usted lo incomode o que desplace el
centro de atención de su mensaje y caso a
su vestuario.
2.2. CONOZCAS-U HISTORI/\
Su caso es una historia y junto al humor
no existe un método más eficaz de recor-
dación que el contar historias. No obstante
ello, obviamente, para que la técnica surta
efecto el narrador debe querer su historia
v obviamente creer en ella. Como sabemos
que nadie quiere lo que no conoce, debe
saber al detalle la historia que quiere contar.
Qué quiere decir de su caso, cuáles son los
elementos centrales del mismo, qué hechos
ele la contraria quiere refutar, qué quiere
que los jueces recuerden de su caso, qué le
gustaría que la gente comente de su caso,
qué quisiera ver en las noticias respecto
de su caso. Esto es lo que debe modelarse
fDJTOR!Al JURID!CA DE cuur ®.

Curso elemental
como mensaje para su público, para el tri-
bunal y/ o para la entrevista eventual ante
los medios de comunicación social y debe
constituir el centro de la misma.
2.3. USE NÚMEROS O CAXTIDADES
Por muchas razones las personas tienden
a creer que los números no mienten y
que cada vez que alguien cita estadísticas
con números, debe ser porque ha hecho
una investigación previa y después de esta
ha decidido casarse con una verdad ina-
movible, que obviamente debió de haber
chequeado antes de afirmarla. Elgo está
diciendo la verdad. Sabemos que eso no es
necesariamente cierto, pero a pesar de las
experiencias que desmienten el mito, las
personas siguen confiando en las citas c?n
números. Si puede ayudarse con matenal
gráfico mucho mejor. No olvide que existen
muchas maneras de presentar la informa-
ción, incluso si decide presentar parte de
ella por medio de gráficos tenga presente
que un gráfico de barras puede ser menos
impactante que un dibujo ilustrativo, acorde
con el tema que está tratando.
Tomemos, por ejemplo, algunas ilus-
traciones que se adjuntan en el libro Cómo
mentir con estadisticas.i" en el que se pone
como ejemplo el resultado de un estud!o
ficticio que indicaría que el sueldo promedio
en los EE.UU. es el doble del que reciben
los trabajadores de un país ficticio llamado
Rotundia. Vemos cómo en el primer gráfico
se ve la diferencia entre lo que ganan los
trabajadores de ambos países.!"
... ,
,,.,;
v:
En el segundo gráfico, esta vez presen-
tado por dos simpáticos obreros se muestra
18 Huff, Darrell, Cómo mentir con estadísticas, re-
impresión en inglés, 1993.
.S 19 Huff, Darrell, ob. cít., pág. 68 .
.@. EDITORIAL JlJRID!CA DE CHJU
­
de litigación 01_·a_I _
la misma diferencia, pero no parece tan
impactante, pues ambos tienen las manos
ocupadas, pero sólo uno tiene ambas manos
con dinero.t''
En la tercera lámina tenemos un truco
muy usado, que consiste en multiplicar la
diferencia, pero manteniendo la relación
de dos veces. En otras palabras, sostener
que la relación de 1 es a 2 es lo mismo que
decir 2 es a 4 o 30 a 60. Esto, que es una
verdad matemática, en términos gráficos
esta distinta forma de comunicar una misma
verdad hace una gran diferencia y así lo
Yernos con las ilustraciones de Irving Geis
en el libro de Darrell Huff antes aludido,
que ernian muchos más mensajes que el
gráfico de barras y ciertamente transmiten
el mensaje que la situación de los trabaja-
dores de Rotundia están mucho más lejos
del sueno americano en el tercer gráfico
que en el primero.21
Respecto de las estadísticas, dependiendo
del lado de la disputa en el que usted se
encuentre, debe tomar ciertas precauciones
básicas si lo que quiere es probar su caso
por medio de estudios estadísticos. Si el
estudio fue hecho en un número reducido
de personas puede encontrarse con resul-
tados que le favorezcan, pero que luego de
un examen no pruebe sino que su estudio
fue mal elaborado, que su resultado no es
estadísticamente significativo y que por lo
tanto termine siendo descalificado por la
contraria.
zo IIuff, Darrell, ob. cit., pág. 68.
21 Huff, Darrell, ob. cit., pág. 69 .
66
 Teoría de la comunicación
Podemos tomar como ejemplo de lo
anterior el caso de la moneda. La lógica
indica que si arrojo al aire una moneda,
esta caerá el 50% ele las veces en cara y el
resto en sello. La verdad es que si lanzo la
moneda sólo 10 veces, lo más probable es
que la relación no se dé en esa proporción
y más bien tenga una relación de 8 a 2.
Será necesario que la lance más de 1.000
veces, estadísticamente hablando, para que
aparezca la proporción lógica y esperable.
Lo mismo ocurre cuando se realizan, por
ejemplo, estudios de salud o encuestas en
poblaciones de sujetos muy reducidas. Por
lo anterior, será muy importante que escoja
con detención los elementos de apoyo que
utilizará para entregar y persuadir con su
mensaje.
Específicamente en el ámbito de los
medios de comunicación puede resultar
muy convincente citar números v estudios,
pues le dan objetividad a la noticia. Ya no
es el entrevistado el que habla, son los nú-
meros obtenidos por otros los que hablan
por él.
También se suele citar a expertos en
diversos temas como fuentes objetivas de
información. En Chile el uso de expertos
se encuentra en sus albores debido al re-
ciente cambio de sistema de litigación y
lo trataremos a propósito de la evidencia,
específicamente el examen directo, pero
todo litigante debe estar preparado para
citar o usar expertos, como un modo de
comunicación eficaz de su caso. Si está li-
diando con un periodista, es bueno que le
dé al periodista el nombre de algún experto
en el tema sobre el cual usted confía. Siem-
pre es bueno tener a mano la información
de contacto de la persona que usted cita
o recomienda. Si es que por alguna razón
no puede dar información específica sobre
el caso, utilice porcentajes generales que
ayudarán a ilustrar al lector.
2.4. USE EJDIPLOS
Si no utiliza números o estadísticas, también
puede usar ejemplos. El ejemplo permite
crear una imagen de algo va conocido por
67
el destinatario del mensaje. Los ejemplos
le ayudarán a poner una cara humana al
problema o situación a la que se refiere.
Pensemos que uno de los mejores comuni-
cadores de la historia.jesucristo, predicaba
mediante parábolas, precisamente para que
la gente entendiera y recordara su mensaje.
A todos nosotros nos gustan las historias
sobre gente real, por lo que siempre debe
tener uno o más ejemplos a mano para
ilustrar el caso de su cliente. Por ejemplo:
"No estamos hablando simplemente de mi
cliente, esto es lo mismo que le pasa a usted
todos los meses cuando paga la cuenta del
agua ... , etc.".
Ahora, una vez que usted se ha decidido
a ocupar los números como instrumento
de comunicación, puede mezclarlos con
ejemplos, para que así transmitan una ima-
gen o idea mucho más potente que el solo
número o ejemplo.
Así, podríamos decir, que la Torre Eiffel
tiene 324 metros de altura, lo cual ya por
sí nos da una idea de su tamaño.
Sin embargo, si decirnos que la Torre
Eiffel tiene la altura de 2~ torres Entel.
evidentemcn te ello ayuda un poco más a
la comprensión.
También, mejorando la idea de trans-
mitir la altura de la Torre Eiffel para que
la entienda el destinatario del mensaje,
podríamos decir que es tan alta que se ve
a 70 kilómetros a la redonda de París.
De esa forma, mejorando los ejemplos,
nos empezamos a aproximar al número
y a entenderlo de una forma que nuestra
mente pueda dimensionarlo, aquilatarlo,
compararlo y usarlo.
2.5. USE "CN LENGU1\JE QUE SE PUED/\
REPRODUCIR
~·uestra profesión exige un manejo del len- L
guaje superior a la media. Si por alguna
razón cree que tiene una debilidad en este
punto, preocúpese de aprender diez palabras
que indiquen cierto nivel de preparación
y hágase el propósito de utilizar al menos
dos de ellas en la audiencia. Si puede uti-
lizar un aforismo jurídico, aún mejor. En
EDITORIAL JURIDiCA. DE cnur @.
 ______________ C_L! rso elemental
la nota al pie, damos algunos ejemplos de
latinismos que los juristas debieran estar
en condiciones de entender y usar.22 Esto
22 A fortiori.­Argumento por razón del más fuerte;
A posteriori.­Argumento según las consecuencias; A.
priori.­ Argumento de lo que precede; A quo.­ De
quien; Ab initio.­Desde el principio; .clb intestato.­Sin
haber hecho testamento. Utilizado con relación a
la sucesión por causa de muerte; Actio damni infec­
ti.­ Acción por daños y perjuicios; Actio in rem 11n°
so.­ Acción de enriquecimiento sin causa; Actio in
personam.­Acción personal; Actio in rem. scri/Jfa.­Ac­
ción real; Ad effectumvidendi.­A efecto de ser tenido
a la vista; Ad effectum probandi> A efecto de servir
como prueba; Ad hoc.-Argumento referido al caso
que se considera; Ad referéndum> Algo realizado a
condición de ser aprobado por otro sujeto; Ad so­
lemnitaiem.»­ Solemnidad exigida para la existencia
del acto; Affectio societatis.»­ Intención de constituir
sociedad; Anirnus confidenti= Voluntad ele confesar;
Anirnus dornini.­Intención de ser propietario; +nimus
rern sibi h.abendi.­ Intención de tener la cosa para sí;
Casus belli.­ Causa de guerra; Causa petendi> Hechos
alegados como fundamento de la pretensión; Contilinm
fraudis.-Concierto fraudulento; Corpus delicti.­ Cuerpo
del cielito; Defacto.­ De hecho; De iure.­De derecho;
De legeferenda= De una ley a dictarse; De lege lata.­ De
una ley vigente; De motu proprio.­ Por propia iniciativa;
Dura lex, sed /ex.­ La ley es dura, pero es la ley; E>ga
ornnes.­ Frente a todos; Error in iudicando> Error
judicial de fondo; Error in procedendo.­ Error judi-
cial de forma; Ex nihilo, nihil.­ De la nada, nada; Ex
nuru:= Desde ahora; Ex officio.­ De oficio; Ex post
facto.­ Posterior al hecho; Ex tune> Desde enton-
ces; Exceptionon adimpleti contractus= Excepción ele
incumplimiento contractual; Extra petitu m= Fuera
de lo solicitado; Ficta confessio.­ Confesión fiera; Hic
et nunc> Aquí y ahora; Ibidem= En el mismo lugar;
In articulo rnortis.­ Celebrado en proximidad de la
muerte; In dubio pro debitoris.­ En la duda, hav que
estar a favor de la liberación del deudor; In dubio pro
operario= En la duda, hay que estar a favor del traba-
jador; In dubio pro possesore.­En la eluda, hay que estar
a favor del poseedor; In dubio pro reo.­ En la duda, hay
que estar a favor del reo; In extenso= En su totalidad;
In fine.­ Al final; In lirnine.­ Al comienzo; In limine
litis.­AI comienzo del proceso; In situ.« En el mismo
sitio; In terrninis.­ En los propios términos; Intuitu.
personae.­ En consideración a la persona; fura novit
curia= El juez conoce el derecho; Iure proprio> Por
propio derecho; Iuris sanguinis­: Por derecho de la
sangre o parentesco; Iuris soli.­Por derecho del sucio
o territorio; Iuris et de iure.­ Presunción que no admite
la prueba en contrario; Inris tantum> Presunción
que admite la prueba en contrario; Latú sensu= En
sentido arn plio; Lex posterior genera/is not derogat priori
speciali.­ La ley posterior no deroga la ley especial
anterior; Litiscontestatio.­Apertura de un proceso por
demanda y su contestación; Afonu miliiari= Por la
EDlTOlUAL JURIDICA DE CHll.E
9_e_l_it~ig~a_c_i_ó_n_o_1_·a_l _
marcará una diferencia inmediata respecto
del resto de los abogados. ·
En el u-ato con los medios de comunica-
ción, recuerde que a los periodistas les gusta
el lenguaje coloquial mucho más de lo que
imaginamos. Quieren expresiones que indi-
quen la pasión del entrevistado y que al mismo
tiempo ayuden al público a identificarse con
la historia. Puede usar metáforas, sin abusar
de ellas. También puede usar analogías, por
ejemplo: "Al enfrentar esta situación, no po-
demos dejar de recordar la situación vivida
por los miles de víctimas de ... ".
2.6. EnTE P_-\RECER :\ LA DEFENSIVA
En ciertas ocasiones y especialmente fuera del
tribunal, trate de evitar el lenguaje negativo
o defensivo. Si se enfrenta a un periodista,
le será más fácil citar lenguaje negativo que
cualquier otra parte de la historia. Evite: "ya
no lo hacemos más", sino que utilice, por
ejemplo: "Hemos experimentado un cam-
bio"; no use: "?\o es responsable o culpable
por esto", pero prefiera: "es inocente, es una
víctima de ... ''. Muéstrese siempre como una
persona agradable, abierta y positiva. No sólo
lo hará un mejor entrevistado y querible por
la prensa y el público, sino que le servirá
en todas sus relaciones humanas.
fuerza armada; Se1110 dat quod 11011 habet.­ Nadie da lo
que no tiene; Xemo esse iudex in sua causa potest.­ Na-
die puede ser juez en propia causa; Nemo inauditus
co11dem11et111:­Que no se condene a nadie sin ser oído;
Xemo plus iuris ad olium transfenepotest, qumn ipse habe­
ret.­ :'\'adie puede transmitir a otro más derecho del
que tuviere; Xemo tenetur edere contra se.­ Nadie puede
ser obligado a ofrecer prueba en su contra; Non bis
in idem.­ :'\o dos veces por la misma causa; Nullum
crimen, n ulla poena sine lege.­ Ningún delito, ninguna
pena, sin ley; Parta legem. contractui dant.­ Los pactos
dan fuerza de ley al contrato; Pacta sunt seroanda= Los
pactos deben cumplirse; Per capita.­ Por cabeza; Plus
petitio.-Reclamación por un monto superior al debido;
Prior tempere, prioriure.­Primero en el tiempo, primero
en el derecho; Pro rata pnrte.« Proporcionadamente
a; Qui tacet consentire uidetur= Quien calla, otorga;
Ratio iuris.­ Razón de derecho; Ratio legis.­ Razón
de la ley; Res non verba.­ Hechos no palabras; Res
nullius= Cosa de nadie; Sine die.­ Sin término fijo;
Ultra petiturn.­ Más de lo pedido; Ut infra.­ Corno
abajo; Ut supra:« Como arriba.
68
 f
Teoría de la comunicación
Por otro lado, es también su rol tratar de
poner a la defensiva a la otra parte siempre
que pueda. Trate de poner lenguaje negativo
en su boca, destaque la arrogancia de su
adversario si esta es manifiesta, destaque las
contradicciones de la contraparte, desen-
mascare las inexactitudes o falsedades de
los testigos del adversario, hágale sentir su
superioridad argumentativa, etc.
2.7. SL\ E\1P:\TICO
Lo natural en un tribunal es que el juez
podría tener interés en repetir lo que usted
le diga o al menos entenderlo e idealmente
citarlo en el fallo. Entréguele las herramientas
para que lo haga. Adelántese a las preguntas
que circulan por la mente de los receptores
del mensaje, dé ejemplos, utilice analogías,
etc. En el caso de los medios de comuni-
cación, el periodista tiene que armar una
nolicia o reportaje, para lo cual tratará de
hablar con las personas que lo ayuden en
ese objetivo. Usted tendrá una buena posi-
bilidad de llegar con su historia al público,
siempre que esta le sirva al periodista; que
la historia esté completa, apoyada por los
hechos y que tenga un lenguaje cntcndible
y citable.
2.8.SID1PRE PIENSE EN LO Ql.E sr
PÚBLICO NECESITA OÍR DE l.STED
No pierda de vista que su objetivo es co-
municar su caso y menos se olvide de su
público, el tribunal y en algunos casos del
impacto social, la opinión pública. Puede
ocurrir que este grupo indeterminado ni
siquiera coincida con la opinión del medio
o del periodista. No olvide que ellos y no el
medio o el periodista son los destinatarios de
su mensaje. Piense, ¿qué es lo que necesitan
oír de usted? Recuerde siempre esto, pues
el periodista puede ser simpático o molesto
o no estar en su mejor día. Mientras tenga
su entrevista piense en su público y que les
está hablando a ellos. No caiga en el juego
del periodista, no debata con él. Siempre
sea educado y profesional y sobre todo deje
1
69
que su personalidad reluzca. Trate al perio-
dista como si fuera una persona educada y
gentil (aunque en ciertas ocasiones usted
sienta que no lo son con usted).
Recuerde que a los periodistas, como
a la gente normal, les gusta conversar con
gente real no con personas sobreactuadas o
fatuas que repiten de memoria lo que otros
le dijeron. Evite hablar como policía. Evite
expresiones como: "afirmativo" o "en circuns-
tancias que conducía su vehículo". Todos
sabemos que se dice manejar su auto, pero
por alguna extraña razón muchas personas,
ante los periodistas, cambian su lenguaje a
un vocabulario más propio de una película
o serie que al de un chileno medio.
2.9. PREOCéPESE DE DESARROLLAR LOS
Pl'c\TOS Ql'E A USTED LE INTERESEN
Desarrolle tres puntos de interés, pues su
público, por ilustrado que sea, no recordará
más que eso, y a la vez será más fácil para
usted no olvidarlos durante la presentación
de su caso. Siempre desarrolle un men-
saje personal, explique por qué es usted
la mejor persona para contar la historia y
comunicar los hechos en discusión. Si es útil
para su caso (credibilidad), debe destacar
sus cualidades profesionales o personales.
De lo contrario, deje que los hechos, los
expertos, su cliente o la parte contraria,
según sea el caso, sean los protagonistas
de la historia. Vuelva una y otra vez a los
3 puntos preparados y en especial a aquel
que considere más importante.
2.10. ADEL\c\TESE A LAS PREGUNTAS
Trate de anticipar alguna de las pregun-
tas, especialmente las más difíciles. Toda
historia debe cubrir al menos lo que en
Estados Unidos se denomina las cinco W
(1Nho, v\'hen, vVhat, v\'hy, Where), que en
castellano, entre nosotros, sería el respon-
der al quién o quiénes, cuándo, qué, por
qué y dónde. Si al final de la relación de
los hechos no ha logrado anticipar estas
preguntas, su historia no está completa. El
l:DlTOR!AL JUR IDICA DE CHILE ,@
 _____ -------~--C_l_ir_so_elemental
de litigación_o_r_al
resto de las preguntas serán una derivada
de las cinco principales.
También prográmese para las diferentes
actitudes que su interlocutor puede tener
con usted. Prepare respuestas que puedan
diluir o esquivar esas preguntas difíciles y
que le den espacio para hacer transiciones y
volver a los tres puntos que usted cree son de
interés para su público y a usted le interesa
comunicar. Trate de anticipar las preguntas
que usted sabe le podrán hacer da110 a su caso
y logre que su testigo las explique cuando
usted le está preguntando. De esta forma
logrará mantener calmado a su testigo y de
paso controlará el tempo en la respuesta.
Recuerde en todo caso que así como el
periodista es dueño de la pregunta, usted
lo es de la respuesta.
Si tiene la posibilidad, averigüe lo que
pueda de su interlocutor y contraparte, qué
le interesa, pasatiempos, trabajos anteriores.
Esto le ayudará a modelar un vocabulario
apropiado y con el cual el interlocutor ya
está familiarizado. Si cree que usar un vo-
cabulario más coloquial ayudará a soltarse
al testigo, úselo. Si cree que es mejor mar-
car cierta distancia o jerarquía mediante
el uso de un vocabulario más alambicado,
adelante. Recuerde que usted debe manejar
el proceso de comunicación.
Si recibe la llamada de un periodista
que lo desea entrevistar, trate de evitar dar
entrevistas por teléfono, a la vez que preocu-
parse de estudiar los ángulos de las historias
que él más explota, otras publicaciones o
artículos que haya hecho antes: pregúntele
la extensión del artículo, cuándo debe estar
listo, si hay otros entrevistados. Recuerde
leer los diarios previo a la entrevista y fijarse
si hay algún hecho que se relacione con su
historia. Todo esto lo ayudará a preparar
mejor su mensaje o historia.
2.11. CONCÉNTRESE EN EL MENSAJE CLAVE
Y APROVECHE CUALQUIER OPORTl:-1\'.IDAD
PARA VOLVER A SU MENSAJE
~ -El quid es ... ;
~
(:~.• Entre punto y punto debe hacer una transi-
~ ción o puente. Si reflexionamos, cualquier
:.:1 conversación está llena de puentes o transi-
@. EDITORIAL JlJR[DlCA DE CHILE
_
ciones en las que uno va de un punto a otro a
su gusto y muchas veces inconscientemente.
La única diferencia es que en una entrevista
se debe estar consciente de ello. Cuando
le hagan una pregunta sobre el punto 1,
usted contesta y luego sigue al punto 2 y
al 3 y así sucesivamente.
Algunos ejemplos de transiciones:
-Su pregunta me da la oportunidad
de ... ;
-Es una pregunta interesante, permítame
recordarle que ... ;
-Antes de olvidarlo, me gustaría decirle
a la gente ... ;
-Déjeme poner eso en perspectiva ... ;
-);o soy un especialista en esa área, pero
lo que sí puedo decirle es ... ;
-Eso me recuerda ... ;
-Déjerne contestarle diciendo esto ...
2.12. RESl:-\fA.
Trate de resumir después de haber desarro-
llado un par de ideas. Cuidado con parecer
arrogante, pues si no es delicado, puede apa-
recer que está resumiendo porque los otros
son incapaces de retener sus argumentos o
porque carecen de la velocidad argumen-
tativa suya. La verdad es que el resumen
le permite ordenar las ideas y en algunos
casos complementar cualquier argumento
que haya quedado trunco. Al resumen le
puede dar una estructura utilizando lo que
se conoce como .fiagging, esto es, marcado de
terreno. Es un término que se usa para decir
que hay que remarcar aquellos puntos que
juzgamos como más importantes. Debe ser
enfático respecto a los mensajes clave que
quiere decir. El .fiagginges importante, pues
todos estamos entrenados para responder
a los flagsy las personas necesitan una guía,
sobre todo en conversaciones sobre asuntos
complicados o complejos.
Algunos ejemplos aclararán el concep-
to:
-En pocas palabras, esto se trata de ... ;
-Déjeme dejar algo en claro ... ;
-El punto clave aquí es ... ;
-Los hechos más importantes son ... ;
70
 Teoría de la comunicación
-Lo que su público no puede olvidar
es ...
2.13. TRATE DE RECORDAR LOS
NOMBRES DE L.-\S PERSONAS CON LAS QUE
I~TER.\CT(A
Una de las muchas historia relatadas por
Dale Carnegie en su libro Cómo Ganar Amigos
e Influir sobre las Personas, cuenta cómo un
personaje, un niño prácticamente analfabeto
llamado Jim Farlev, llegó a ser uno de los
hombres más influyentes de los EE.CC. en
el siglo pasado. Jim Farley podía recordar
más de 50 mil nombres completos. Bue-
no, este señor aprendió que el común de
los hombres se interesa más por su propio
nombre que por el de los demás, por lo que
si se recuerda ese nombre Y se pronuncia
con frecuencia se ha rendido a su duefio
un halago sutil y rnuv efectivo.
Otro ejemplo de la importancia que le
asignamos al nombre es la historia de Andrew
Carnegie, el magnate del acero del siglo XX.
Siendo un nifio montó su primer negocio
de conejos. Cuando se vio en problemas
para alimentarlos les dijo a sus vecinos que
si ellos alimentaban a un conejo podrían
elegir el nombre para éste. De esta manera
logró financiamiento para su negocio, pudo
alimentarlos y, mejor aún, gratis. No hav que
subestimar el poder que detalles v gestos
como estos ejercen en las personas.
En el trato con los periodistas se debe
tener cuidado de no aparecer como alguien
que quiere obtener una ven taja al tratarlo por
su nombre o que conoce personalmente al
entrevistador, pero si escucha con atención,
verá como cada vez son más los entrevistados
que se refieren a los periodistas de usted,
pero seguido de su nombre de pila.
Suena muv diferente "Usted sabe ... '':
que: "Carolina, usted sabe que . .".
l
1
2.14. ESCL"CH_­\R, CO~TEST.\R
EST.­\BLECER PCE~TES
v 2.15.
Como escribieraJack Woodford: "pocos seres
humanos se libran de la implícita adulación que
71
hay en el oyente absorto". Gran parte de nuestra
profesión consiste en saber escuchar. De
este proceso dependerá la forma en que
expongamos los hechos a los terceros. Por
desgracia, desde que comenzamos nuestros
estudios de derecho nos someternos a deba-
tes de todo tipo en los que lo importante es
ganar o al menos parecer que ganamos la
discusión. Este proceso deformativo hace
que en vez de preocuparnos por lo que la
contraria dice, reflexionar sobre aquello
\' luego responder, estemos pensando en
cómo responder apenas la contraria co-
mienza a hablar, sin realmente escuchar
su discurso.
Si bien esta técnica puede resultar exi-
tosa en algunas discusiones y en ciertos
contextos, está lejos de descansar en un
sistema lógico de argumentación efectiva
y más alejada aún ele un proceso ele comu-
nicación eficaz, que es aquel que lleva a la
otra parte a transmitir un mensaje y, más
aún, confiar en su interlocutor.
Debemos demostrar al interlocutor que
estamos escuchando. Escuchar es una gran
etapa del proceso que rige una conversa-
ción. Paradojalmente, una fórmula para
volverse un buen conversador es precisa-
mente aprendiendo a escuchar. A todos les
habrá pasado que después de haber estado
escuchando a alguien sobre sus viajes o ho­
bbies, esta persona se refiere a usted como
una persona muy agradable y simpática,
a pesar que prácticamente no pronunció
palabra.
Si está siendo entrevistado, recuerde
que toda pregunta debe ser respondida o
al menos tocada de alguna manera en la
respuesta. Si no sabe la respuesta, puede
decirlo v ofrecerle contestarla después. Si
no puede contestar, explique por qué. Así,
puede decir que lo que se pregunta está
siendo discutido o es materia de un juicio,
por ejemplo.
C-\~IBIE LO ;-.;EGATIVO A POSITIVO
Trate de evitar el lenguaje negativo, a menos _,
...
que sea recomendable para su estrategia del
caso. Los abogados y los periodistas pueden
EDITORIAL JURID!CA DE CHILE
l\QS
~
 Curso elemental
y muchas veces deben hacer preguntas que
complican al destinatario. Usted necesita
hablar en positivo y cada vez que pueda cam-
biar el negativo a positivo hágalo. Hay dos
tipos de respuestas a preguntas negativas:
La primera es simplemente contestar
"no". Por ejemplo: ¿No es cierto que ustedes
les mintieron a sus consumidores respecto
a sus productos? La respuesta correcta es:
Absolutamente no. Nuestros productos han
sido descritos en detalle a nuestros consu-
midores en toda la comunicación comer-
cial que se ha hecho de ellos. Lo normal
es decir: Nosotros no mentimos. Eso sería
mantener el lenguaje negativo, por lo que
debe ser evitado.
El segundo tipo de respuesta negativa es
sobre asuntos que son verdaderos en gene-
ral y donde con un mero "no" de respuesta
no es suficiente. Aquí deberemos expli-
car lo negativo, y ponerlo en un contexto
donde los elementos positivos emerjan. En
resumen, cuando se enfrenta a problemas
usted debe aclarar qué esta haciendo para
solucionar los efectos que estos podrían
tener en la contraparte, clientes, etc. Por
ejemplo: ¿ No es cierto que usted sabía que
el gas que explotó en la casa de mi cliente
era altamente inflamable? Respuesta: Todos
sabemos que el gas es inflamable, es por
esto que adoptamos todas las medidas de
seguridad necesarias, en la medida que la
técnica y ciencia nos permiten, para evitar
que este explote. Hay ciertos casos en que
a pesar de todos nuestros esfuerzos y por
factores externos a nuestro control ocurre
un accidente, como parece ser el caso en
cuestión. Nos encontramos investigando
el accidente, para ver si podemos apren-
der algo de este, que nos permita seguir
proporcionando un servicio seguro a la
1
2 comunidad.
2.16. GÁNESE LA CONFIANZA DE SU
INTERLOCUTOR
~s;::.; Es fundamental bajar la guardia de su ínter-
2 locutor, quien en el contexto de unjuicio
2 puede venir cargado de muchísimos pre-
,, juicios respecto de usted o del caso. Nada
®. EDJTORJAL JURlDICA DE CHILE
de litigación ora_! _
mejor para derribar esa barrera sicológica
que mostrar un gesto confiado y amable.
Xo subestime el poder de una sonrisa en el
contexto adecuado. Según algunos estudios
sicológicos, la persona que sonríe tiende a
trabajar, enseñar y vender con más eficacia
que el resto. En una sonrisa hay mucha más
información que en un ceño fruncido. Usted
debe "vender" un concepto, idea o historia.
Todos sabemos que los mejores vendedores
o vendedoras son aquellos que nos hacen
reír v que nos atienden con una sonrisa.
No olvide que en muchos aspectos usted
también es un vendedor y necesita que el
tribunal crea su teoría del caso.
El tribunal ciertamente agradecerá a
quien expone su caso apoyado en los he-
chos, la lógica y en la medida de lo posible
con un buen ceño.
2.17. T01L\R EL CONTROL
Considere que usted tiene algo que decir,
una historia que contar. Si realmente cree en
su historia, debe entonces tomar el control
de su presentación y contar su historia.
Tome la iniciativa, explique, contextua-
lice, enfatice los puntos que le interesan,
use ejemplos. Si se aleja de la historia, haga
transiciones para volver a lo más impor-
tante. Corrija errores cometidos por su
interlocutor lo más rápido y cortésmente
posible o con energía si su estrategia así
lo aconseja, pero siempre con educación.
Si hablamos de una entrevista, recuerde
que esta puede quedar registrada para
siempre, por lo que es bueno que sea lo
más exacta posible.
2.18. OFF THE RECOJW O FUERA DE LA
GRABACIÓN
Si enfrenta a un periodista, cuidado con
la frase off the record, muy usada por ellos,
que significa "fuera de la grabación". No
diga cosas que no quiere ver publicadas o
reproducidas en la radio o TV. Nunca hable
offthe record. No asuma que si la grabadora
está apagada o la entrevistadora dejó sus
72
 Teoría de la comunicación
notas es porque terminó la entrevista. Evite
chistes inapropiados, comentarios discri-
minatorios, sarcásticos o sexistas. Su tono
y modales deben ser los mismos antes, du-
rante y después de la entrevista.
2.19. ANTE CIERTAS .-\CDIL\'CL-\S EVITE EL
LE:'.\GL\JE PROFESIOX.-\L
Cada industria o negocio tiene su propio
lenguaje. Use un lenguaje que el periodis-
ta y público puedan entender fácilmente.
Hasta el día de hoy hay poca gente que
entiende la diferencia entre una persona
formalizada, acusada y una condenada, no
obstante que para los abogados son cues-
Liones esencialmente distintas.
Usted corno comunicador debe traducir
conceptos técnicos v legales a nociones que
puedan ser entendidas por el destinatario
del mensaje de una manera eficaz.
3. ARGCivfENT.-\CIÓX TRCCOS
LÓGICOS Y E-\LACIAS
Dentro del proces<:l de comunicación nos
parece útil repasar al menos algunos con-
ceptos con los cuales gran parte de los abo-
gados fuimos familiarizados en los ramos
1 de Filosofía y que constituven excelentes
herramientas en el debate o contraargumen-
tación a la que se verá expuesto cualquier
litigante en un juicio oral.
Creemos fundamental que los litigan-
tes estén conscientes de la necesidad de
identificar algunos de los trucos lógicos
y falacias más comúnmente utilizados en
cualquier argumentación. La forma de co-
municación debe ser efectiva e idealmente
lógica. Decimos idealmente, pues muchas
veces hemos visto argumentaciones falaces
que son igualmente efectivas. Es deber del
abogado estar preparado para ello.
Un argumento es una serie de afirmacio-
nes conectadas entre sí con el objetivo de
establecer una determinada proposición.
En lógica, un argumento es la expresión
lingüística de un razonamiento que está for-
mado por enunciados que se enlazan entre
sí, de manera que uno de ellos, denominado
"conclusión", aparece como resultado de los
demás, llamados "premisas" del argumento.
De los muchos tipos de argumentos que
existen, para este trabajo nos interesa sólo
la argumentación lógica deductiva. Esta se
desarrolla bajo las reglas que se conocen
como de la lógica booleana, las que fue-
ran enunciadas por George Boole (1847),
quien, siendo un genio matemático, llegó a
la conclusión que la Lógica es una disciplina
principalmente matemática en vez de filo-
sófica. Esta forma de lógica es aquella con
la cual estamos más familiarizados. Según
ella, existen dos posibilidades al conside-
rar la veracidad de cualquier proposición:
verdadera o falsa.
Toda argumentación lógica debe contener
proposiciones, o sea, frases que afirman una
determinada cosa. Un argumento deductivo
contiene una o más proposiciones que son
el o los presupuestos del argumento, o sea,
lo que se asume como verdadero será la base
necesaria para poder deducir el resto. La
proposición que se deduce de las premisas
se denomina conclusión. En otras palabras,
el proceso deductivo se realiza utilizando las
premisas para inferir nuevas proposiciones,
siguiendo una serie de reglas, hasta que se
puede llegar a la conclusión.
1. Todos los hombres son mortales (pre-
misa Nº 1).
2. Yo soy un hombre (premisa Nº 2).
3. Por lo tanto, yo soy mortal ( conclu-
sión).
Al examinar argumentos lógicos, hay
que tener en cuenta que un argumento
puede ser válido (lógicamente correcto)
sin que por ello su conclusión sea verdade-
ra. En efecto, el razonamiento puede ser
formalmente correcto, pero si una de las
premisas es falsa, entonces la conclusión,
aunque formalmente correcta, será errónea
en la materialidad de los hechos.
A la inversa, también en el proceso del
razonamiento nos encontramos con el argu-
mento de la falacia o ad logicam, que postula
que si un argumento es una falacia entonces
­<
su conclusión debe ser forzosamente falsa.
Una falacia lógica no es necesariamente
<
falsa en su conclusión, aunque sí es errado
7J;\
lDlTORlAL JUR!DICA DE CH!lI: ~~
 ___________ qurso elemen~al de litigación ?_ra_l
el razonamiento que ha llevado a esta con-
clusión. Es decir, aunque la estructura del
razonamiento pueda ser falaz por su cons-
trucción o por sus premisas, la conclusión
puede llegar a ser fortuitamente correcta.
Ejemplo, Los ángeles empujan los objetos
hacia abajo, por eso se concluye que los ob-
jetos caen. Definitivamente, la conclusión de
esta afirmación falaz los objetos caen es cierta,
es materialmente veraz, pero eso no valida
como argumento el aceptar la premisa de
la existencia de los ángeles y tampoco de
que éstos empujen los objetos.
Evidentemente, en el día a día las per-
sonas no están conscientes de hablar con
premisas y conclusiones válidas todo el
tiempo, pero un abogado litigante debe
al menos tratar de exponer su caso utilizan-
do una forma lógica, ojalá con premisas v
conclusiones cuidadosamente seleccionadas
y ordenadas.
Este capítulo no pretende sino llamar la
atención sobre la necesidad de enfocar los
argumentos y detectar sus partes.
Se debe evitar caer en los errores más
comunes al construir argumentos deduc-
tivos. La mayoría son errores formales de
lógica y que en su mayoría son accidenta-
les. Como es evidente, en todo juicio se
producen argumentaciones contrarias
en un mundo ideal estas deberían ser de
una lógica tal que al ser confrontadas con
las de la contraparte el resultado debería
ser evidente y claro.
Sin embargo, si nuestra mente no está
educada para ser capaz de distinguir, sobre
todo si se hace verbalmente, cuándo está
siendo engañada, entonces seremos presa
de quienes utilicen en su beneficio argu-
?:: mentaciones falaces.
A continuación les presentamos algunos
de los trucos lógicos y falacias más comunes
sobre los que conviene estar alerta.
3.1. EL RAZONAMIENTO CIRCULAR
El primero que nos gustaría destacar es
el denominado "razonamiento circular" o
de las muchas preguntas. Este término se
suele aplicar a la falacia más general que
~~ EDITORlAL JURlDICA m CHILE
~---
resulta cuando la evidencia dada para una
proposición necesita tan ta prueba como la
proposición misma.
"La gente es pobre porque es floja".
¿Por qué dices eso?
"Bueno, si no fuesen flojos no serían
pobres, ¿no?".
¿ Cómo es que la flojera causa pobreza?
"Bueno, tiene sentido, ¿no crees? Son
pobres porque son flojos".
El argumento circular se utiliza a me-
nudo. ~o es en realidad un razonamiento.
Quien lo utiliza pretende que al repetir la
misma cosa con palabras distintas suene
como si hubiera un razonamiento cuando
en realidad no lo hav.
'leamos un intento de probar que Pa-
blo dice la verdad, bajo esta modalidad de
razonamiento:
- Supongamos que Pablo cuando habla
no miente.
- Pablo está hablando.
- Por lo tanto, Pablo está diciendo la
verdad.
3.2. DEL F:\.LSO DILE.MA
Esta falacia es tan común como la prime-
v ra y se utiliza mucho en la diligencia de
absoluciones de posiciones. Si la parte no
está advertida de esta situación, puede que
sólo conteste lo que le preguntan con un
es efectivo o no es efectivo, sin que agregue
nada a su respuesta y dejando en la mente
de quien lee la pregunta que lo contenido
en la pregunta y admitido es 100% veraz.
En otras palabras, la también llamada
falacia de dilema falsificado o falacia del
tercero excluido, involucra una situación
en la que se afirma que dos puntos de vista
son las únicas opciones posibles, cuando
en realidad existen una o más opciones
alternativas que no han sido consideradas.
Las dos alternativas son con frecuencia,
aunque no siempre, los puntos de vista más
alejados entre sí dentro de un abanico de
posibilidades. En vez de tales simplificaciones,
convenientes para el que pregunta y quiere
obtener un sí o un no en vez de la verdad,
suele ser más apropiado para quien con-
74
 Teoría de la comunicación
testa y cree que tiene algo que agregar que
mejore su respuesta el considerar el rango
completo de respuestas, más allá de un es
efectivo o no es efectivo. Se deben evitar
a toda costa por el absolvente o testigo las
preguntas que llevan a respuestas "cerradas"
de sí o no. Lo mismo debería considerarse
previamente a contestar alguna pregunta
en eljuicio. Salvo, claro está, que com·enga
contestar con un monosílabo.
Un falso dilema no tiene por qué estar
necesariamente limitado a dos alternativas,
pudiendo involucrar tres o más, pero en todo
caso se caracteriza por omitir alternativas
razonables sin argumentar esa exclusión, sea
esta deliberada o accidental; por ejemplo:
Nuestro hijo no ha llegado a dormir. Falso
dilema: O ha chocado en su auto o se ha
quedado donde su amigo. Llamamos a la
casa de su amigo y averiguamos que salió
hace tiempo, ergo ha tenido un accidente.
Este argumento es un falso dilema, ya que
hay multitud de otras razones por las que
el hijo puede llegar tarde: desde. haberse
atrasado, quedado donde otro amigo, que
le haya fallado el auto o que esté detenido
por una infracción de tránsito, entre mu-
chas otras. Si pudiéramos probar que no
existen esas alternativas, el argumento sería
correcto. Mientras tanto. es falaz.
Los falsos dilemas son muv comunes
en política. Con frecuencia se ocultan en
preguntas retóricas, y entonces se vuelven
similares a la falacia de la pregunta com-
pleja, como en estos ejemplos:
"¿Está usted con nosotros o contra noso-
tros?", o pueden formularse como sentencias
de hecho, como por ejemplo: "El hambre es
un flagelo que afecta a los más pobres; si no
aprueba el alza de impuestos, dejará morir
de hambre a millones de pobres", o "Nadie
gana a menos que todo el mundo gane".
3.3. CA-'IBIA:\DO DE .-\RCO
Otro truco lógico consiste en cambiar las
premisas en medio de un razonamiento. Se
le conoce como cambiando de arco.
Mediante este "truco", lo que yo quiero
lograr es que mi interlocutor concluya que:
75
a pesar de que no tengo idea si lo que yo
afirmo es cierto, sí sé que lo que él afirma
no puedo aceptarlo como verdadero, pues
si el problema existe, no quiero hacer nada
por solucionarlo, por lo que elaboro un
argumento como el siguiente:
"El calentamiento global no está ocu-
rriendo. E incluso si está sucediendo, no es
malo. E incluso si es malo, resulta demasiado
caro detenerlo".
3.4. f.\L\CIA AD ;WTSERJCORDIAM
Una de las técnicas más comunes, cuando se
quiere "ganar los corazones" de los interlocu-
tores y por lo tanto su convicción, es apelar a
la misericordia. Esta falacia de misericordia
también se ha hecho muy frecuente para
justificar medidas que a primera vista podrían
ser rechazadas por impopulares o por no ser
capaces de resistir un examen técnico sobre
la verdadera utilidad de las mismas.
Se hizo muy frecuente durante el Go-
bierno del Presidente Clinton utilizar esta
técnica de "misericordia" cada vez que veían
que la lógica podía socavar los fundamentos
ele una medida que deseaban implementar.
Utilizando a los niños se lograba la victo-
ria moral y con esto era muy dificil que
los políticos se opusieran al proyecto, aun
cuando hubiera poderosas razones lógicas
para rechazarlo. Frases como "¿y qué hay de
nuestros hijos?" o "lo hacemos por nuestros
hijos" o simplemente "por los niños más
débiles de nuestra sociedad", podían mar-
car la diferencia entre aceptar o rechazar
un proyecto.
Esta excusa la escuchará para justificar
medidas que van desde el transporte pú-
blico hasta mayores impuestos para "gasto
social" o más recursos para los profesores.
Todo ello, aun cuando los "niños" sean
beneficiados sólo tangencialmente con la
medida. Obviamente nadie podrá oponerse
a mejorar las condiciones de los niños. En
cierta ocasión presenciamos un alegato en
que el ahogado se quejaba amargamente <
que era la quinta vez que comparecía ante
esa misma Corte con el objeto que se re-
virtiera alguna resolución de un juicio en
~K ')'{•
l.DlTORlAl JURIDICA DE CHILE
66
 Curso elemental de liti¡¡;ación oral
que él era demandante y que todas las veces
anteriores su petición había sido denegada.
Obviamente, podían concurrir otras tantas
veces y si no tenía la razón no correspondía
conceder su apelación, por muchas veces
que lo hubiera pedido antes.
3.5. FALACIAS POR GENERALIZACIÓX DE
INDUCCIÓN ERRÓNEA
En lógica, se designa como inducción erró-
nea a una clase de razonamiento que va de
lo particular a lo general o bien a un tipo
de razonamiento en donde se obtienen
conclusiones probables ( concepción más
moderna). Típicamente, el razonamiento
inductivo se contrapone al razonamiento
deductivo, que va de lo general a lo par-
ticular y sus conclusiones son necesarias y
fatalmente correctas.
Hay que prestar especial atención a los
estudios de opinión que se presentan por los
interesados como estudios científicos cuvas
conclusiones serían incuestionables. En mu-
chos de ellos se da lo que se conoce como
Inducción Errónea por Muestra Sesgada.
El problema de la muestra sesgada con-
siste en una muestra que ha sido falsamente
considerada como la representativa de una
población de la cual ha sido tomada. Ejemplo:
Alguien puede decir "a todo el mundo le
gustó la película" sin mencionar que "todo
el mundo" fue él y tres de sus compañeros, o
un grupo que son fansdel artista. Los sondeos
en línea y las muestras por llamadas volun-
tarias son un tipo particular de este error,
porque las muestras están implícitamente
preseleccionadas o autoseleccionadas. En
el mejor de los casos, esto significa que las
personas que se preocupan más sobre el
asunto responderán u opinarán y en el peor
de los casos, sólo aquellas que sintonicen una
radio particular, un periódico particular o
una lista política.
3.6. FALACIA DEL CENTRO DE ATE?\CIÓN
Se produce cuando una persona asume que
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todos los miembros o casos de un cierto
~ EDITORIAL JlJR[DlCA DE CHJLE
grupo, clase o tipo son como esos pocos
que reciben la mayor atención o mayor
cobertura de los medios. Esta línea de razo-
namiento es falaz y conduce a los tópicos.
Si los medios publicitan a un asesino en
serie de una población, no quiere decir
que todos los miembros de la población
sean asesinos.
3.7. FAL\CIA DE LA VERDAD A MEDIAS
Las verdades a medias son frases engañosas
y falsas que incluyen algún elemento de
verdad. Las frases pueden ser parcialmente
verdad, la frase puede ser incluso verdad,
pero no toda la verdad del conjunto, lo
que produce un engaño provocado por
omisión, ya que quien la escucha asume
que lo que no está en la información es
también verdad y eso es lo falaz.
Pueden incluir algunos elementos en-
gañosos, como signos de puntuación, es-
pecialmente si se intenta engaüar, evadir
la culpa o malinterpretar la verdad. El pro-
pósito de las medias verdades o verdades
a medias es hacer parecer algo que sólo
es una creencia como un conocimiento o
verdad absoluta. De acuerdo con la teoría
de conocimiento de creencia de verdad
justificada o problema de la justificación,
para saber si una determinada proposición
es verdadera, uno debe no sólo creer en la
verdadera e importante proposición sino
también debe tener una buena razón o
argumentos para hacerlo. Una verdad a
medias embauca al receptor presentando
algo que es creíble y usando esos aspectos
de la idea que pueden ser demostrados ver-
daderos como buena razón para creer que
la idea o declaración entera es verdadera.
Una persona engañada por una verdad a
medias podrá considerar la proposición
o declaración como una verdad absoluta
y actuar en consecuencia.
Ejemplo: El sol se pone por el oeste. Esta
es una verdad a medias, porque aunque
en la mayor parle del mundo esto es así,
ello no ocurre en los polos, en los que
durante unos meses ni siquiera llega a
ponerse.
76
 Teoría de la comunicación
3.8. GENERALIZACIÓN APRESURADA
También se conoce este error lógico como
la ley de los pequeños números o securulum
quid.
Es una falacia lógica en la que se llega
a una generalización inducida basada en
muy pocas evidencias. Ejemplo: "l\1e encan-
ta este chef; por lo que me gustará todo lo
que él cocine".
3.9. FALSEDAD POR EXPERIE:\'CL\
Es una falacia lógica que usa la descripción
de un acontecimiento en extremo desfavora-
ble, incluso si éste es un suceso excepcional
y muy poco probable, para convencer a los
demás o a alguien que existe la posibilidad
que ocurra nuevamente. La probabilidad de
un suceso no implica su certeza. La vivencia
puede ser falsa o verdadera v carecer de
cualquier fundamento lógico va pesar de
ello tener increíblemente un gran poder Y
efecto psicológico. Ejemplo.juan decide que
dejará de boxear, pues piensa pescar con
mosca. Su amigo le aconseja que no haga
eso y le recuerda elcaso de otro amigo que
estaba pescando y le cayó un rayo, que lo
dejo paralizado v estuvo en rehabilitación
un afio y todavía cojea. Por lo tanto, debería
seguir boxeando.
3.10. FALACIA A.RREGLO DE BL LTO
Consiste en asumir que las cosas que con
frecuencia han sido agrnpadas por tradición
o cultura en un conjunto deberían estar
siempre agrupadas de ese modo. Esta falacia
es muy usual en los argumentos políticos,
donde se pueden oír esta clase de argumen-
taciones: "Mi oponente es un conservador
que votó en contra de los altos impuestos
y la asistencia pública, por tanto también
se opondrá al control de armas y al abor-
to". Mientras estas cuatro posiciones están
normalmente agrupadas bajo la palabra o
etiqueta "conservador" en la política real,
en realidad, no hay realmente ninguna ra-
zón para pensar que alguien que sigue una
77
idea "conservadora" deba necesariamente
seguir las demás.
3.11. PALABRAS Mi\GICAS BUENAS Y MALAS
A veces, si quitas los ataques personales,
los adjetivos emotivos y las descripciones
desdeñosas, ves que no queda razonamien-
to. Debe hacerse una operación rápida en
las declaraciones que contienen mucho
lenguaje de este tipo para ver si realmente
hay algún contenido. Algunos ejemplos de
las palabras mágicas y que además son una
falacia.
3.12. "Lo DICEN LOS QUE SABEN"
Es la denominada falacia de autoridad,
esto es, argumentar porque lo dijo alguien
de cierta reputación o fama, ello debe
ser efectivo sólo por la cita o referencia
a esa autoridad. "Un estudio de la Uni-
versidad de Harvard ha demostrado ... "
La verdad es que independientemente
de la conclusión, ella debe ser evaluada
en su propio mérito, como Lodo razona-
miento: si es válido o si sus premisas son
correctas. La etiqueta de la Universidad
de Harvard no es suficiente para hacerlo
válido. En juicios orales, donde cada vez
más se utilizan expertos para probar in-
trincadas teorías, no está de más haberse
preparado para rebatir esta falacia. Lo que
se debe hacer previamente es acreditar o
desacreditar al testigo experto o perito,
pero obviamente se puede prestar para
preparar una falacia.
3.13. "ESA ES l:NA IDEA PASADA DE MODA"
...
;;
Esta es una de las frases favoritas para
descalificar a quien puede tener una idea
probada sobre una que se pretende impo-
ner. Por ejemplo, argumentos a favor del
matrimonio o del ahorro o del sacrificio,
autoridad paterna y mortificación personal
serán catalogados como trasnochados o
pasados de moda, como si el pensar algo
EDlTORfAL JUR!DlCA ZSr
DI CIIJLE ~

Curso elemental
en que la sociedad lleva muchos afros de
acuerdo fuera malo per se. ¿Porqué pasado
de moda? ¿Y qué hay con que lo esté? Sin
embargo, se debe tener presente que hay
otros conceptos fuera del campo moral;
por ejemplo, que sí están pasados de moda
y que sí son veraces, pero que merecen ser
atacados por no alinearse con la técnica o
el estado actual de la ciencia o arte y que
no son falaces, como el estar con la cara
bronceada o pensar que el comer huevo
es malo para la salud.
3.14. "Es DEMASIADO CO.\IPLIC.\DO"
Este es un recurso típico y ofensivo que
pretende descalificar al que pretende en-
tender y que usa el que no sabe o no quiere
explicar.
Lo que significa esta forma de razonar es
que el interlocutor es supuestamente dema-
siado inepto para entender el argumento,
por lo que no vale la pena aplicarlo, ya que
el interlocutor no lo entenderá.
3.15. PERSONALIZAR
La idea en este caso es evitar el razona-
miento utilizando un ataque personal. Así
se discuten los méritos del ataque personal,
si es justo o no, quién está equivocado, si es
verdad o no, si alguien debe disculparse,
se discute todo menos el tema en cuestión.
Debe ignorarse al atacante y no seguirle el
juego, pues ante su falta de argumentos lo
que quiere es alejarnos del tema.
3.16. OBJECIÓN IRRELEVA.. '(TE
Aferrarse a un aspecto intrascendente, como
la gramática o la ortografía, o incluso a
un hecho irrelevante en el contexto de la
argumentación, como por ejemplo:
"En. Chile hay 5 millones de pobres y es una
situación preocupante".
"[No, no es cierto, porque son
4.500.000!"
@. ED!TORlAL JlJR!DlCA DE CHl!.E
­­­ .
de litigación oral. ·----~---
3.17. LA POSICIÓN DEL CE:.'\TRO
"La opinión del señor Massoh es de extrema
izquierda, por lo que debe ser rechazada.
Igualmente, la visión de extrema derecha
que defiende el señor Wainraihgt. Estos
argumentos deben ser desestimados en fa-
vor de la posición moderada de la señora
Orostegui".
Siempre se ha percibido que ganarse
al centro es ganarse la mayoría. Si en una
discusión, ponemos a nuestros contendores
en los extremos podemos hacer creer que
nosotros que estamos en el centro, somos
los que tenemos la razón por ese solo hecho
de aparecer como moderados. Sin embargo,
ello desde el punto de vista lógico no es
así, ya que cualquier punto de vista puede
ser representado como un término medio,
incluso el más torcido. Un ejemplo común
es: "Los del Partido Blanco creen que un
impuesto del 80% es muy bajo. Los del par-
tido negro creen que debería ser del 70%.
La verdad debe estar en un punto medio
entre estas dos ideas".
Unos quieren que pensemos que 4+4 =
8, los del otro partido que 4+4 = 1 O, así que
un punto de vista moderado o intermedio
debiera dar como verdad que 4+4 = 9, lo
que evidentemente no es así. Obviamente,
no necesariamente el punto intermedio es
el correcto.
3.18. LA DECISIÓ)." DIFÍCIL
"O aceptas el sistema actual de capitalismo de
estado corporativo o tendrás una dictadura
al estilo soviético". Se plantea un falso dilema
bajo la forma lógica de elegir entre A o B,
pero para que surta efecto, se requiere que
las alternativas sean extremas, ya que si el
interlocutor percibe otras alternativas, como
C, D o ambas, entonces la falacia pierde su
potencia. Sin perjuicio de ello, acá el error
lógico está en reconocer únicamente la exis-
tencia de dos posibilidades extremas.
3.19. FALACIA AD CONSEQUFNTIA.ivl
Un argumento ad consequentiam o "dirigido
a las consecuencias", es una falacia lógica
78
 Teoría
que implica responder a un argumento o
a una afirmación refiriéndose a las posi-
bles consecuencias negativas del mismo. O
sea, como el efecto no me gusta aunque la
causa sea verdadera, me niego a aceptar la
consecuencia.
No todos los argumentos ad consequen­
tiam son negativos. Es igualmente posible
argumentar ad consequentiam que algo es
cierto, por tener consecuencias conside-
radas positivas.
Así, por ejemplo, se recurre a este argu-
mento si se sostiene que "tiene que haber
algo después de la muerte, si no, la vida no
tiene sentido".
El hecho de que la vida pudiera perder
sentido si no hay nada después de la muerte,
no valida por sí mismo el argumento de que
hay vida después de la muerte.
"No, no puede ser que mi marido me
engañe. Ello me causaría mucho dolor".
El hecho de que la infidelidad del mari-
do pudiera causar mucho dolor a su mujer
no invalida la afirmación de que lo pueda
estar haciendo.
3.20. DISTORSIO:\'ES COG:\'ITI\'.-\S
Muchas veces las personas son víctimas
de las que se conocen como distorsiones
cognitivas, formas identificadas de errores
en el procesamiento de información. En
todo caso, son una falla en el manejo de
los procesos de información, y por tanto
se explican por un déficit del pensamiento
crítico y científico.
Un litigante hábil debe tratar de demos-
trar al sujeto interrogado y a los jueces que
su percepción de los hechos en un deter-
minado momento es sólo una ele las posi-
bles formas ele percibirlos, v ciertamente
no la única y más verosirnil. El abogado
ayuda al testigo a cuestionarse los hechos v
a descubrir que su versión no coincide, no
porque los hechos no existieron, sino que
sólo él no los había visto como realmente
ocurrieron.
Puede ser que al litigante le convenga
gatillar o resaltar una o más de estas distor-
siones. O de prevenirlas si ye que su cliente
de la comunicación
o testigos pueden caer en una ele ellas. Mu-
chas ele estas distorsiones se presentan en
conjunto con alguna falacia lógica.
Dentro de las distorsiones cognitivas más
clásicas encontramos las siguientes:
3.20.l. Pensamiento todo o nada. Inter-
pretar los eventos y personas en términos
absolutos, evidenciado en el uso de tér-
rninos como "siempre", "nunca", "todos",
cuando su uso no está justificado por los
acontecimientos.
3.20.2. Sobregeneralización. Tomar casos
aislados y generalizar su validez para todo.
3.20.3. Filtro mental. Enfocarse cxclu-
sivameritc en ciertos aspectos, usualmente
negativos y perturbadores, de un evento
o persona con exclusión de otras caracte-
rísticas.
3.20.4. Descalificar lo positivo. Continua-
mente echar abajo experiencias positivas,
por razones arbitrarias.
3.20.5. Saltar a conclusiones. Asumir algo
negativo cuando no hay apoyo empírico para
ello. Dos subtipos han sido identificados:
3.20.5. l. Lectura de pensamiento. Pre-
suponer las intenciones de otros.
3.20.5.2. Adivinación. Predecir o "pro-
fetizar" el resultado de eventos antes de
que sucedan.
3.20.6. Magnificación y minimización.
Subestimar y sobreestimar la manera de
ser de eventos o personas.
3.20.7. Catastrofización. Imaginarse el
peor resultado posible, sin importar lo im-
probable de su ocurrencia, o pensar que
la situación es imposible, cuando en rea-
lidad es incómodo ( o muy incómodo) o
inconveniente.
3.20.8. Razonamiento emocional. Formu-
lar argumentos basados en cómo se "siente"
en lugar de la realidad objetiva.
79 EDiTOR[AL JUR!DICA [)f. CHJLE
ZSflS
.........¡,....
 Curso elemental
3.20.9. Debeísmo. Concentrarse en lo
que uno piensa que "debería" ser en lugar
de ver las cosas como son, y tener reglas
rígidas que se piensa que deberían aplicarse
sin importar el contexto situacional.
3.20. l O. Etiquetado. Relacionada con la
sobregeneralización, ella consiste en asig-
nar un nombre a algo en vez de describir
la conducta observada objetivamente. La
etiqueta asignada por lo común es en tér-
minos absolutos, inalterables o bien con
fuertes connotaciones prejuiciosas.
4. CONCLUSIÓN
Hemos analizado distintos problemas o "rui-
dos" que se pueden dar en el proceso de
comunicación, algunos intencionalmente,
otros inconscientemente. Las páginas an-
teriores permitirán al litigante detectarlos
cuando los ocupa el adversario o tomar
conciencia del uso de los mismos.
El objetivo detrás de este capítulo ha
sido entregar las herramientas que cree-
•..
o
z
~1
@ EDlTORlAl JURID!CA DECHILE
de litigación_o_ra_I _
mos ayudarán a una comunicación efectiva
en la mayoría de las circunstancias. No
olvidemos que independientemente de
lo simple o complejo que un caso o juicio
pueda ser, al centro de cada caso siempre
debe haber una historia. Los litigantes con
experiencia en juicios orales saben que
una buena historia fundada en la ley, con
valores humanos positivos, en sintonía con
los valores de la sociedad, es la clave de
una victoria.
En varios puntos del juicio aparecen
oportunidades para contar la historia, y
hay que aprovecharlos, lo que significa que
debemos estar preparados con bastante
anticipación para introducir los elementos
de nuestro caso v utilizar las herramientas
que permitan llevar este mensaje o historia
de la mejor forma cada vez que podamos.
Debemos alinear a los mejores testigos para
presentar nuestra visión de los hechos,
los mejores documentos para reforzarla
y utilizar el lenguaje más poderoso para
convencer a quienes deben fallar sobre
la lógica irrefutable que nuestra posición
representa .
80
 Capítulo
LA AUDIENCIA PREPARATORIA DEL JUICIO ORAL
va a la guerra, mientras que el ejércitoperdedor
primero va a la guerra y después busca cómo ganar".
Como analizábamos en el primer capítu-
lo, en los juicio orales existe una etapa de
investigación, que puede ser regulada o
privada; una etapa intermedia, preparato-
ria del juicio oral; Y la etapa del juicio oral
propiamente tal.
La audiencia preparatoria deljuicio oral
tiene esencialmente como objetivo el de-
finir la controversia y el objeto del juicio,
señalando cada interviniente los medios de
prueba por los cuales acreditará los funda-
mentos de sus pretensiones, a la vez que
definir el tribunal y fecha del juicio oral,
como asimismo las personas que interven-
drán en él.
A estos objetivos esenciales, como vere-
mos, se les pueden agregar otros.
Desde el punto de vista estratégico, la
audiencia de preparación del juicio oral es
la herramienta de la cual se sirve el litigan-
te para preparar el juicio oral, en la que,
como hemos visto, intentará imponer su
teoría del caso.
Ello importa desde el punto de vista
práctico que a la audiencia de prepara-
ción del juicio oral el abogado debe tener
absolutamente definida su teoría del caso,
como asimismo los medios de prueba por
los cuales pretende acreditarla.
Como sabemos, en los juicios escritos
el objeto de este se define en la etapa de
discusión, mediante los escritos fundamen-
tales de demanda, contestación, réplica v
dúplica, fijando el juez la controversia en
la resolución que recibe la causa a prueba.
Entre ambas etapas puede transcurrir un
lapso de tiempo considerable.
Por otra parte, la prueba puede, por regla
general, presentarse o solicitarse durante el
término probatorio, lapso que en el juicio
81
Cuarto
"[In bum ejército gana primero y después
Sc~-TZl', El arte de la guerra.
ordinario de mayor cuantía es, por regla
general, de 20 días. Ello sin perjuicio de
la posibilidad de acompañar documentos
o solicitar confesional en cualquier estado
del juicio e incluso en segunda instancia
hasta antes de la vista de la causa.
En consecuencia, tanto la definición
del objeto del juicio como la presentación
de las pruebas puede hacerse en un lapso
bastante extenso, que literalmente puede
tomar arios.
Pues bien, nada de eso acontece en el
juicio oral, donde el objeto del juicio se
determina en la audiencia de preparación
del juicio oral y, por regla general, toda la
prueba debe producirse en la audiencia
del juicio oral. Precisamente, para que esto
último ocurra, es necesario haber depurado
previamente o tener definido qué prueba
se va a presentar en el juicio oral por cada
uno de los intervinientes, para los efectos
que las partes tomen conocimiento de ella,
preparen su examen o contraexamen según
el caso, se cite a los testigos, peritos y demás
intervinientes a la audiencia de juicio oral,
con el objeto que concurran a prestar su
declaración el día y hora fijados al tribunal
que va a conocer del juicio oral.
Nada de ello puede acaecer si en forma
previa las partes no concurren a esta audiencia
que marca la etapa intermedia o de prepara-
ción del juicio oral a exponer, básicamente,
la controversia y a solicitar al tribunal que
tenga a bien dictar una resolución por medio
de la cual se señalen los medios de prueba
que los litigantes desean rendir o producir
en el juicio oral, citando a los intervinientes
­<
a la audiencia de juicio oral.
Se trata por lo tanto de una actuación
procesal de 1a mayor trascendencia, que
EDlTOKlAL JURID!CA or C:H!U
zsrzs
~
 Curso elemental
exige una preparación previa del abogado
bastante exhaustiva, un estudio y un cono-
cimiento acabado del juicio, ya que, por
regla general, no será posible a las partes
agregar un medio de prueba no contenido
o aceptado por el tribunal que conoce la
audiencia preparatoria del juicio oral.
Como veíamos, en los juicios escritos
la posibilidad de producir pruebas podía
incluso durar años. En cualquier momento,
la parte estaba habilitada para sugerir una
nueva evidencia, entregársela al abogado
para que este la acompañara al juicio. Ello
a pesar de que el juicio había empezado
hace años.
En los juicios orales, en cambio, el tri-
bunal del juicio oral, por regla general
casi absoluta, sólo recibirá las pruebas que
aparezcan o que hayan sido individuali-
zadas en el auto de apertura del juicio
oral, que es la resolución que se dicta al
término de la audiencia preparatoria del
juicio oral.
En términos prácticos, ello importa que
el litigante no puede hacer abandono de la
sala del tribunal que conoció de la audiencia
preparatoria del juicio oral sin tener resuelto
que el juez que conocerá del juicio oral le
permitirá incorporar toda la prueba que,
en su concepto, le servirá para acreditar
su teoría del caso y prevalecer sobre la de
la contraria.
Para los efectos de metodología, divi-
diremos este capítulo en tres párrafos: la
audiencia preparatoria del juicio oral en
materia procesal penal, en la ley de familia,
y en el nuevo procedimiento laboral.
l. LA AUDIENCIA PREPARATORIA
DEL JUICIO ORAL EN EL PROCESO
PENAL
Se encuentra reglamentada en el Título II
del Libro II del Código Procesal Penal, ar-
tículos 259 a 280 de dicho cuerpo legal.
Formulada la acusación por el fiscal, o
por el querellante en el caso excepcional del
artículo 258 del C.P.P., el juez de garantía
debe ordenar su notificación a todos los
intervinientes y citar, dentro de las 24 horas
í
EDITORJAL JUR!DICA DE CHlLE
de litiS~ª-c_ió_n_o_r_a_l _
siguientes, a la audiencia de preparación
del juicio oral correspondiente, como lo
señala el artículo 260 del Código Procesal
Penal.
1.1. FECHA DE REALIZACIÓN DE LA
Al:-DIE:\CIA DE PREPARACIÓN DEL JUICIO
ORAL
En consonancia con el artículo 260 del
C.P.P., esta debe tener lugar en un plazo
no inferior a los 25 días ni superior a los
35 días. Según el artículo 14 del C.P.P., se
trata de un plazo de días corridos.
1.2. ACTCACIÓ:\ DEL QCERELLANTE ANTE
LA AGCSACIÓN DEL FISCAL
En la hipótesis que exista querellante par-
ticular, este tiene la facultad de ejercer los
derechos que le otorga el artículo 261 de
Código, hasta 15 días antes de la fecha fi-
jada para la audiencia de preparación del
juicio oral.
Se trata de un plazo fatal habida cuenta
de lo dispuesto en el artículo 16 del Código
del ramo.
De acuerdo con el artículo 261 del C.P.P.,
el querellante particular puede ejercer las
siguientes facultades:
1.2.1. Adherir a la acusación del Ministerio
Público o acusar particularmente. En este se-
gundo caso, podrá plantear una calificación
distinta de los hechos, otras formas de parti-
cipación del acusado, solicitar otra pena, o
ampliar la acusación del fiscal, extendiéndola
a hechos o a imputados distintos, siempre
que hubieren sido objeto de la formalización
de la investigación. Respecto de esta letra
a) del artículo 261, cabe señalar que otorga
al querellante particular dos facultades.
La primera, la más simple, únicamente
adherir en todo a la acusación del Minis-
terio Público, sin limitaciones de ninguna
especie. La segunda le permite plantear
una acusación propia, para lo cual la ley
le da una amplia gama de posibilidades,
ya que esta acusación particular puede
82
 -~~lienciayrcparator_i_a
diferir de la del fiscal en cuanto a la pena
que se solicita, puede referirse a hechos o
figuras delictuales distintas, a imputados
diversos, a una distinta calificación de los
hechos o de participación criminal, con la
única limitación que en esta modificación
no puede el querellante exceder el tenor
o referirse a hechos no comprendidos en
la formalización de la investigación.
La segunda limitación que tiene el
querellan te para modificar la acusación
del Fiscal, que no se origina de la letra
a) del artículo 260 del C.P.P. para ejercer
su derecho a acusar particularmente, de-
riva de lo que habíamos señalado en los
capítulos previos en el sentido que, por
más que la ley le otorgue la facultad de
plantear una visión de los hechos diversa
de la del Fiscal, no por ello esta diversidad
de planteamiento debe conducir a una
incoherencia entre las parles acusadoras
del juicio oral que permita a la defensa
sostener, sin necesidad de haberse inicia-
do el juicio, que la incongruencia de los
planteamientos permite concluir que existe
una duda razonable acerca de la existencia
de los hechos constitutivos del delito que
se persigue o de la-participación criminal
del acusado, según el caso.
Si las partes que acusan en un juicio
no tienen claro cómo se desarrollaron los
hechos en los aspectos que inciden en los
elementos típicos de un delito penal, es
perfectamente posible sostener que esa sola
falta de claridad configura la duda razonable
a que se refiere el artículo 340 del C.P.P.,
que impide formarse la convicción necesaria
para justificar una condena.
Por otro lado cabe tener presente el artículo
341 del C.P.P., que se refiere a la imposibilidad
de la sentencia condenatoria de exceder el
contenido de la acusación, de lo que resulta
que "no se puede condenar por hechos o
circunstancias no contenidos en ella".
Por lo tanto, si el querellante opta por
presen Lar su acusación particular, de be
tener suficiente cuidado en el sentido ele
describir toda la conducta que satisface
el tipo penal por el cual ejerce la acción
penal, ya que si los hechos no consideran
un elemento ele la descripción normati-
83
del juicio oral_
va de la figura punible, el sentenciador
no podrá dictar sentencia condenatoria
debido a la congruencia que debe existir
entre la sentencia y la acusación al tenor
del artículo 341 del C.P.P.
Misma argumentación es válida para las
agravantes invocadas, las cuales son circuns-
tancias del hecho ilícito, y por lo mismo,
deben estar desarrolladas en el texto de la
acusación.
Por otra parte, lo anterior tampoco debe
llevar al litigante a redactar una acusación
demasiado detallista, que exceda sobrema-
nera los hechos que satisfacen el tipo pe-
nal Y las circunstancias modificatorias ele
la responsabilidad criminal, debido a que
en ese caso puede el acusador enfrentar un
problema probatorio, cual es la necesidad
ele acreditar todos los aspectos de hecho
de la acusación, los cuales al ser demasiado
detallados impondrán una carga procesal
. .
mnecesana.
Así, por ejemplo, en vez de decir: "a las
10,20 de la mañana del día 10 ele octubre
ele 2007 ... ", señalaremos "en la mariana del
día 10 de octubre de 2007 ... ", porque, de lo
contrario, sino acreditamos la hora exacta
en que se sitúan los hechos, podría alegarse
por la defensa que no se ha probado el
hecho materia de la acusación, por lo que
debe dictarse sentencia absolutoria.
Lo razonable y ajustado con la norma
entonces es desarrollar sucintamente el
relato del hecho ilícito comprendiendo
en dicha narración todos los elementos
de la figura legal que se invoca y las cir-
cunstancias de hecho que configuren las
agrayantes alegadas.
Finalmente, debemos recordar que de
acuerdo con el artículo 120 letra a) del C.P.P.,
se debe declarar el abandono de la querella,
de oficio por el tribunal, o a petición de
cualquiera de los intervinientes: "cuando
el querellante no adhiriere a la acusación
fiscal o no acusare particularmente en la
oportunidad que correspondiere".
1. 2. 2. Señalar los vicios formales de que
adoleciere el escrito ele acusación, requiriendo
su correccián
Esta facultad del querellante particular
l\QS
W!TOR[Al JURIDICA Dt cinu *'

_______________
C_u_1_·s_o_e_le_1_11_ental
de litigación
se debe relacionar con el artículo 25923
del C.P.P., que señala las exigencias de la
acusación del Ministerio Público.
Pues bien, si el querellante particular ad-
vierte que la acusación fiscal presenta algunas
omisiones en relación con las exigencias
del artículo 259 del C.P.P., imprecisiones
o inexactitudes, puede solicitar que sean
corregidas, a objeto de velar por la correc-
ción de los actos de procedimiento.
1.2.3. Ofrecer La prueba que estimare nece­
saria para sustentar su acusación, lo que deberá
hacerse en los mismos términos previstos en el
artículo 25 9
Recordemos que el artículo 259 letraf) del
C.P.P. señala que uno de los requisitos de la
acusación del Ministerio Público dice relación
con el señalamiento de los medios de prueba
de que este piensa valerse en juicio.
Pues bien, análoga exigencia rige para el
querellante particular toda vez que, como
2~ El artículo 259 del Código Procesal Penal señala:
"Contenido de la acusación. La acusación deberá
contener en forma clara y precisa:
a) La individualización de el o los acusados Y
de su defensor; · vadas del hecho punible. La víctima podrá
b) La relación circunstanciada de el o los hechos
atribuidos y de su calificación jurídica;
c) La relación de las circunstancias modificatorias
de la responsabilidad penal que concurrieren, aun
subsidiariamente de la petición principal;
el) La participación que se atribuyere al acusa-
do;
e) La expresión de los preceptos legales apli-
cables;
f) El señalamiento de los medios de prueba de que
el ministerio público pensare valerse en el juicio;
g) La pena cuya aplicación se solicitare, y
h) En su caso, la solicitud de que se proceda de
acuerdo al procedimiento abreviado.
Si, de conformidad a lo establecido en la letra f)
(';
','7
de este artículo, el fiscal ofreciere rendir prueba de
;
testigos, deberá presentar una lista, individualizán-
~:::;
dolos con nombre, apellidos, profesión y domicilio
:S o residencia, salvo en el caso previsto en el inciso
z:::,
segundo del artículo 307, y señalando, además, los
puntos sobre los que habrán de recaer sus declara-
ciones. En el mismo escrito deberá individualizar, de
igual modo, al perito o los peritos cuya comparecencia
solicitare, indicando sus títulos o calidades.
La acusación sólo podrá referirse a hechos y per-
sonas incluidos en la formalización de la investiga-
ción, aunque se efectuare una distinta calificación
jurídica".
E)[TOIUAL JUR[DlCA DE CHJLE
r
'
0_1_·a_l _
anticipamos, uno de los objetivos generales
de la audiencia de preparación del juicio
oral es depurar y definir la prueba que deba
rendirse en el juicio oral, circunstancia que
obliga a precisar en el escrito que antecede
a la audiencia, los medios de prueba de que
las partes acusadoras pretendan valerse a
efectos que la defensa tome conocimiento
de ellos y pueda preparar argumentaciones
tendientes a excluir esa prueba, como ve-
remos más adelante.
1.2.4. Deducir demanda civil, cuando pro­
cediere
Sabemos que de todo delito nace una
acción civil, cuando este causa daño. Pues
bien, para reparar ese daño toca a la víctima
intentar su acción civil de acuerdo a las pres-
cripciones del Código Procesal Penal.
Al respecto, la regla general se encuentra
en el artículo 59 del C.P.P., que señala en
su inciso 2º que "durante la tramitación
del procedimiento penal la víctima podrá
deducir respecto del imputado, con arreglo
a las prescripciones de este Código, todas las
restantes acciones que tuvieren por objeto
perseguir las responsabilidades civiles deri-
también ejercer esas acciones civiles ante el
tribunal civil correspondiente. Con todo,
admitida a tramitación la demanda civil en
el procedimiento penal, no se podrá deducir
nuevamente ante un tribunal civil.
Con la sola excepción indicada en el inciso
primero, las otras acciones encaminadas a
obtener la reparación de las consecuencias
civiles del hecho punible que interpusie-
ren personas distintas de la víctima, o se
dirigieren contra personas diferentes del
imputado, deberán plantearse ante el tribu-
nal civil que fuere competente de acuerdo
a las reglas generales".
Esta norma en síntesis plantea que la
acción civil en sede penal puede intentarse
únicamente por la víctimas" en contra del
24 Cabe tener presente que el artículo 108 del
Código Procesal Penal expresa que "Para los efectos
de este Código, se considera víctima al ofendido
por el delito.
En los delitos cuya consecuencia fuere la muerte
del ofendido y en los casos en que éste no pudiere
84
 La audiencia preparatoria
imputado, a condición que dicha acción
no se haya ejercido anteriormente ante un
tribunal civil.
En caso alguno el Código Procesal Penal
autoriza la interposición de acciones civiles
en el proceso penal por personas distintas a
la víctima o contra otras personas distintas
del imputado, como son los terceros civil-
mente responsables, pues en tales casos
dichas acciones deberán necesariamente
intentarse ante el tribunal con jurisdicción
en lo civil.
En cuanto a la oportunidad para intentar
la acción civil, ello se encuentra reglamen-
tado en el artículo 60 del C.P.P.,que seriala
que "la demanda civil en el procedimiento
penal deberá interponerse en la oportuni-
dad prevista en el artículo 261, por escrito v
cumpliendo con los requisitos exigidos por
el artículo 254 del Código de Procedimien-
to Civil. La demanda civil del querellante
deberá deducirse conjuntamente con su
escrito de adhesión o acusación.
La demanda civil deberá contener la
indicación de los medios de prueba, en
los mismos términos expresados en el ar-
tículo 259".
De la relación entonces de las normas de
los artículos 60 v 261 letra d) antes referidos
se infiere que el momento para interponer
la acción civil es en el escrito de adhesión a
la acusación o de presentación de acusación
particular, lo que se hace por medio de
una demanda, la cual debe contener Lodos
los requisitos señalados en el artículo 254
del Código de Procedimiento Civil, con el
agregado que la demanda civildebe, al igual
que la adhesión o la acusación particular,
ejercer los derechos que en este Código se le otorgan,
se considerará víctima:
a) al cónyuge y a los hijos;
b) a los ascendientes;
e) al conviviente;
el) a los herrnanos.v
e) al adoptado o adoptante.
Para los efectos ele su intcnención en el proce-
dimiento, la enumeración precedente constituye un
orden de prelación, ele manera que la intervención
de una o más personas pertenecientes a una cate-
goría excluve a las comprendidas en las categorías
siguientes",
85
del juicio oral
contener el señalamiento de los medios de
prueba con los cuales el actor civil pretende
acreditarla.
1.3. TRAMITES POSTERIORES A LA
PRESEI\TACIC)I\ DE LA ACUSACIÓN FISCAL Y
ADI IESIÓ:-,.J O ACUSACIÓN PARTICULAR
Conforme al artículo 262 del Código Proce-
sal Penal, "las actuaciones del querellante,
las acusaciones particulares, adhesiones y
la demanda civil deberán ser notificadas al
acusado, a más tardar, diez días antes de la
realización de la audiencia de preparación
del juicio oral".
1.4. ACITACIÓN DEL ACUSADO
Esta materia se reglamenta en los artículos
263, 264 y 265 del Código Procesal Penal,
el primero de los cuales señala que el acu-
sado dispone de un doble momento para
ejercer las tres facultades que le otorgan los
literales del artículo 263, lo que impacta en
la forma en que se producirá el ejercicio de
sus derechos por parte del acusado.
El primero de ellos es hasta la víspera
del inicio de la audiencia de preparación
del juicio oral, caso en el cual los derechos
otorgados en el artículo 263 se ejercerán
por escrito. Debemos recordar que la pri-
mera acepción de la palabra "víspera" que
se encuentra en el diccionario de la Real
Academia Espaúola~'íes el "día que antecede
inmediatamente a otro determinado, espe-
cialmente si es fiesta", de lo que se infiere
que el plazo para ejercer este derecho es
hasta el día anterior al fijado para la rea-
lización de la audiencia preparatoria del
juicio oral.
El segundo momento de que dispone
el acusado para ejercer los derechos que
le concede el artículo 263 del C.P.P. es "al
inicio de dicha audiencia", caso en el cual,
de optar el defensor por ejercerlos en esta
etapa, debe realizarlos en forma oral, ya
~" Diccionario de la Real Academia Española, 22"
edición, 2001, torno 10, pág. 1568.

Curso elemental
que, como señala el artículo 266 del C.P.P.,
durante su desarrollo no se admitirá la pre-
sentación de escritos. El artículo 268 señala
asimismo que "si el imputado no hubiere
ejercido por escrito las facultades previstas
en el artículo 263, el juez le otorgará la
oportunidad de efectuarlo verbalmente".
1.4.1. Facultades del acusado de acuerdo con
el artículo 263 del C.P.P.
En conformidad con el artículo 263 del Có-
digo Procesal Penal, el acusado puede, en
los momentos señalados en el párrafo pre-
cedente, ejercer las siguientes facultades:
1.4.1.1. Señalar los vicios formales de
que adolezca el escrito de acusación, re-
quiriendo su corrección.
Como veíamos, las normas de los artículos
259 y 261 del Código Procesal Penal contie-
nen ciertas exigencias para la acusación y la
adhesión o la acusación particular del que-
rellante. Pues bien, el defensor puede repre-
sentar la existencia de estos vicios formales,
solicitud que se tramita en la audiencia de
preparación de juicio oral, y de ser acogida,
eljuez debe ordenar que sean subsanados,
sin suspender la audiencia de juicio oral, si
ello fuere posible. De no ser ello posible, el
juez ordenará la suspensión de la audiencia
por el período necesario para la corrección
del procedimiento, el que en ningún caso
podrá exceder de cinco días (artículo 270
del C.P.P.). Volveremos en todo caso sobre
este punto más adelante.
1.4.1.2. Deducir excepciones de previo
y especial pronunciamiento.
Esta facultad del acusado debe relacio-
narse con el artículo 264 del C.P.P., que
señala que "el acusado podrá oponer como
excepciones de previo y especial pronun-
ciamiento las siguientes:
a) Incompetencia del juez de garantía;
b) Litis pendencia;
c) Cosa juzgada;
d) Falta de autorización para proceder
criminalmente, cuando la Constitución o
la ley lo exigieren, y
e) Extinción de la responsabilidad pe-
< nal".
@ ED!TORlAL JUIUDICA DE CHJLE
r
de li~15~ción oral
Ahora bien, segun el artículo 265 del
C.P.P., si las excepciones de cosa juzgada y
de extinción de la responsabilidad penal
no fueren promovidas para ser discutidas
en la audiencia de preparación del juicio
oral, ello no significa la preclusión de la
facultad de promover en el juicio oral di-
chas excepciones.
1.4.1.3. Exponer los argumentos de de-
fensa que considere necesarios y señalar
los medios de prueba cuyo examen en el
juicio oral solicitare, en los mismos términos
previstos en el artículo 259.
La tercera facultad de que goza el acusado
en la audiencia de preparación del juicio
oral es exponer su teoría del caso y señalar
de la misma forma que el fiscal, los medios
de prueba de que pensare valerse en el jui-
cio, para los efectos que sean incluidos en
el auto de apertura del.juicio oral, a la vez
que sean citados para comparecer en él.
1.5. DESARROLLO DE LA Al.'DIENCIA DE
PREP ..\RACIÓN DELJCICIO ORAL
El día fijado de conformidad al artículo
260 del C.P.P. tendrá lugar la audiencia de
preparación del juicio oral. Ella tiene lugar
ante eljuez de garantía, quien la debe dirigir
personalmente. Se realiza en forma oral y
en dicha audiencia se encuentra prohibida
la presentación de escritos (artículo 266
del Código Procesal Penal).
Luego de la individualización del juicio
y de las partes, comienza la audiencia con
la exposición resumida que hace el juez
de garantía de las presentaciones que hu-
biesen realizado hasta ese momento los
intervinientes.
Recordemos que con arreglo al artículo
263 del C.P.P., arriba analizado, el acusado
tiene un doble momento para ejercer los
derechos que le otorgan los tres literales
del artículo 263: hasta la víspera de la au-
diencia de preparación del juicio oral, por
escrito, o al inicio de dicha audiencia, en
formar verbal.
En el evento que el acusado no hubiere
ejercido por escrito las facultades de las !
j
86 ¡
1
 La au_dicncia
letras a), b) y c) del artículo 263 del C.P.P.,
es al inicio de la audiencia de preparación
donde debe desarrollarlas, concordante con
lo cual el artículo 268 del Código prescribe
que "si el imputado no hubiere ejercido por
escrito las facultades previstas en el artículo
263, el juez le otorgará la oportunidad de
efectuarlo verbalmente".
1.5.1. Quiénes deben comparecer a la
audiencia de preparación del juicio oral
En conformidad con el artículo 269 del
Código Procesal Penal, la presencia del fis-
cal y del defensor del imputado durante la
audiencia constituye un requisito de validez
de la misma. De hecho, la falta del fiscal
debe ser subsanada de inmediato por el
tribunal, debiendo asimismo poner el hecho
en conocimiento del Fiscal Regional.
Por su parle, para el querellante, rige la
norma del artículo 120 letra b). que seriala
que el tribunal, de oficio o a petición de
cualquiera de los intervinientes, declarará
abandonada la querella por quien la hubiere
interpuesto: " ... , b) cuando no asistiere a
la audiencia de preparación del juicio oral
sin causa justificada".
Tratándose de la ausencia del defensor,
el tribunal debe declarar abandonada la
defensa, designando un defensor de oficio
al imputado, disponiendo la suspensión
de la audiencia, por un plazo no mayor a
cinco días, con el propósito de permitir
que el nuevo defensor así designado pueda
interiorizarse del caso.
Comoquiera que sea, la ausencia o aban-
dono injustificado de la audiencia por parte
del defensor o del fiscal, será sancionada con
hasta dos meses de suspensión del ejercicio
de la profesión, como resulta de relacionar
el inciso final del artículo 269 del C.P.P. con
el artículo 287 del mismo cuerpo legal.
1.5.2. Corrección de oicios formales en la
audiencia de preparación del juicio oral
De acuerdo con el artículo 270 del Código
Procesal Penal, es posible que el juez de
preparatoria del juicio oral
garantía observe que la acusación del fiscal,
la del querellante civil o la demanda civil
adolecen de vicios formales, en cuyo caso
debe ordenar que sean subsanados, sin sus-
pender la audiencia, en lo posible.
De no ser aquello posible, debe ordenar
la suspensión de la audiencia por el lapso
necesario para la corrección del procedi-
miento, el que en ningún caso puede exce-
der de cinco días. Transcurrido ese plazo,
sin que la acusación del querellante o la
demanda civil hubiesen sido rectificadas,
se tendrán por no presentadas. Si no hu-
biere sido rectificada la actuación del fiscal,
puede eljuez otorgarle una nueva prórroga
hasta por otros cinco días, sin perjuicio que
informará al Fiscal Regional.
Si el Ministerio Público no subsanare los
vicios oportunamente, el tribunal decretará
el sobreseimiento definitivo de la causa, a
menos que exista querellante particular que
hubiere deducido acusación o adherido a
la del fiscal, caso en el cual la ley lo habilita
para sostener por sí la acción penal, no
pudiendo el Ministerio Público intervenir
nuevamente en eljuicio.
Por otra parte, el artículo 63 del Código
Procesal Penal sostiene que "todos los inciden-
tes y excepciones deducidos con ocasión de la
interposición o contestación de la demanda
deberán resolverse durante la audiencia de
preparación del juicio oral...".
1.5.3. Debate y decisión sobre las excepciones
de previo J especial pronunciamiento
Recordemos que en conformidad con el ar-
tículo 263 letra b) en relación con el artículo
264 del C.P.P., el acusado puede formular
excepciones ele previo y especial pronun-
ciamiento en la víspera de la audiencia de
preparación del juicio oral o al inicio de la
misma. En esa hipótesis, el tribunal debe
abrir debate sobre la cuestión, conforme
lo exige el artículo 271 del C.P.P.
De acuerdo con la misma norma, el juez
puede, incluso, permitir durante la audien-
cia la presentación de los antecedentes que
estimare relevantes para la decisión de las
excepciones planteadas, como por ejemplo,
87 EDJWRIAL JURIDICA DF. CHHf. ai
.....,.,.­,

­­­­­­­­­­­­­~ursa elemental
la copia o certificación del proceso que
acredita la excepción de cosa juzgada o de
litis-pendencia opuesta.
Luego de tramitadas las excepciones, debe
el juez resolver de inmediato las excepciones
de incompetencia, litis-pendencia, y falta de
autorización para proceder criminalmente,
siendo apelable la resolución que sobre
ellas recaiga.
Respecto a las otras excepciones, esto es,
cosa juzgada y extinción de la responsabi-
lidad penal, el juez puede acoger una de
ellas y decretar el sobreseimiento definitivo,
siempre que el fundamento de la decisión
se encontrare justificado en los anteceden-
tes de la investigación. En caso contrario,
el juez reservará la decisión de la cuestión
planteada para la audiencia del juicio oral,
decisión esta última que es inapelable (ar-
tículo 271 del Código Procesal Penal).
1.5.4. Discusión sobre la pertinencia
de la prueba
En el evento de no existir excepciones de
previo y especial pronunciamiento, o ha-
biendo sido estas desechadas, la audiencia
de preparación del juicio oral debe encarar
su objetivo principal: depurar la prueba que
deba rendirse en el juicio oral.
Para tal efecto, el artículo 272 del C.P.P.
otorga legitimación a todos los intervinientes
para formular las solicitudes, observaciones
y planteamientos que estimaren relevantes
con relación a las pruebas de los demás,
principalmente con el propósito de solicitar
su exclusión.
Una de las menciones que debe contener
el auto de apertura deljuicio oral es las prue-
bas que deberán rendirse en el juicio oral,
1
'.) por lo que el juez de garantía examinará las
pruebas ofrecidas por los intervinientes en
sus presentaciones escritas o verbales, en el
caso del acusado, y excluirá del juicio oral
las siguientes categorías de pruebas:
a) Las que fueren manifiestamente im-
pertinentes (artículo 276, inciso 1 º);
b) Las que tuvieren por objeto acreditar
hechos públicos y notorios (artículo 276,
inciso 1 º);
.@. FDITOR!AL JURlDICA DE CHJLE
r
de litigación oral
c) Las pruebas que provengan de ac-
tuaciones o diligencias que hubieren sido
declaradas nulas (artículo 276, inciso 3º);
d) Las pruebas que hubieren sido ob-
tenidas con inobservancia de garantías
fundamentales, esto es, la prueba ilícita
(artículo 276, inciso 3º).
Lo que sucede en la práctica es que el
juez revisa los medios de prueba ofrecidos
por cada uno de lo intervinientes, uno a
uno, lo que es aprovechado por el contendor
para promover un incidente en que solicita
la exclusión de la prueba, argumentando o
invocando la causal de exclusión respectiva,
lo que abre un debate, el que es resuelto
por el tribunal de garantía, sea ordenando
la exclusión de la prueba o la recepción de
la misma en el juicio oral.
También puede ocurrir, y lo contempla
la ley en el artículo 276 inciso 2º del Código,
la posibilidad que se reduzca el número
de testigos o documentos que pretende
presentar o incorporar un interviniente,
en dos casos:
a) Cuando mediante ellos se quisiere
acreditar unos mismos hechos o circuns-
tancias, lo que se denomina en la práctica
como prueba sobreabundante;
b) Cuando se tratare de acreditar unos
hechos o circunstancias que no guarden
pertinencia sustancial con la materia que
se someterá a conocimiento del tribunal
de juicio oral.
Respecto de este último caso, existe una
diferencia con el anterior, consagrado y
regulado en el artículo 276 inciso 1 º, que
autoriza para excluir del juicio oral la prueba
"manifiestamente impertinente", y el inciso
2º del mismo artículo, que permite al juez
de garantía reducir la prueba, específica-
mente, testimonial y documental, respecto
de hechos que no guarden "pertinencia
sustancial" con la materia de la litis.
Debemos tener en cuenta que el presentar
y producir pruebas es una de las manifesta-
ciones del debido proceso, de lo que resulta
que si bien la línea entre lo que es "mani-
fiestamente impertinente" y la "pertinencia"
y su correlativa "impertinencia sustancial"
puede ser tenue, debe en la duda preferirse
el rendir una prueba o limitarla, antes que
88
1
1
 ____ La au<li_<:ncia
el excluirla, sobre todo si ello impacta en
el derecho a defensa del acusado, toda vez
que lo anterior podría fundar un recurso de
nulidad, basado en la letra a) del artículo
373 del Código Procesal Penal.
Termina el inciso 4º del artículo 276
señalando que "las demás pruebas que se
hubieren ofrecido serán admitidas por el juez
de garantía al dictar el auto de apertura del
_juicio oral", lo que ratifica lo seiialado pre-
cedentemente, en el sentido que lo normal
es o debe ser el derecho a presentar pruebas
y las causales de reducción y de exclusión
son excepcionales y deben interpretarse
restrictivamente, ya que su aplicación incide
directamente en una cuestión del debido
proceso, que el órgano jurisdiccional debe
respetar en todo momento.
l.5.5. Llamado a conciliación sobre la
responsabilidad rioil
Otro objetivo a cumplir durante la audiencia
preparatoria del _juicio oral, en la hipótesis
que existiere querellante particular que
hubiere deducido demanda civil-" es lla-
mar a las partes de- esa demanda, es decir,
querellante y acusado, a conciliación, pro-
poniéndoles bases de arreglo. Así lo señala
el artículo 273 inciso 1 º del Código, que a
la vez agrega que "regirán a este respecto
los artículos 263 y 267 del Código de Pro-
cedimiento Civil", normas que se refieren,
la primera de ellas, a que "el juez obrará
como amigable componedor. Tratará de
obtener un avenimiento total o parcial en
el litigio. Las opiniones que emita no lo
inhabilitan para seguir conociendo de la
causa", a la vez que la segunda de las referidas
normas señala que "de la conciliación total
o parcial se levantará acta, que consigna-
rá sólo las especificaciones del arreglo; la
cual subscribirán el juez, las partes que lo
deseen y el secretario, y se estimará como
sentencia ejecutoriada para todos los efec-
tos legales".
~6 La acción civil en el proceso penal se reglamenta
en el párrafo 2" del C.P.P., artículos 59 y siguientes
del C.P.P.
preparator_i_a del juicio ora_l _
Debemos recordar que desafortunada-
mente en el nuevo proceso penal no son
procedentes las acciones civiles contra el
tercero civilmente responsable, como sí lo
eran en el sistema del Código de Procedi-
miento Penal, lo que hará siempre necesario
accionar en un juicio civil respecto de este,
independiente del proceso penal, más allá
ele la posibilidad de usar el mérito de cosa
juzgada que pueda producir en lo civil una
sentencia condenatoria en materia penal,
como se desprende del artículo 178 del
Código de Procedimiento Civil.
En todo caso, y relacionado con lo an-
terior, debemos recordar que la presen-
tación de la demanda civil interrumpe la
prescripción de dicha acción, que por regla
general se tratará de la prescripción de corto
tiempo, de cuatro arios, que reglamenta el
artículo 2332 del Código Civil, fundado en
la responsabilidad extracontractual.
Incluso el Código Procesal Penal per-
mite preparar la acción civil, solicitando
la víctima, con posterioridad a la forma-
lización de la investigación, la práctica de
diligencias que serán objeto de la demanda
civil, caso en el cual la solicitud de prepa-
ración de la demanda civil tiene el mérito
ele interrumpir la prescripción, sujeto sí
a una condición resolutoria, cual es que
la víctima presente la demanda civil en la
oportunidad señalada en el artículo 261 del
C.P.P., esto es, quince días antes de la fecha
fijada para la realización de la audiencia
preparatoria del juicio oral (artículo 61
del Código Procesal Penal).
En consecuencia, interrumpirá la prescrip-
ción de la acción civil la mera interposición
de la solicitud de preparación de la demanda
civil siempre y cuando el solicitante llegue a
presentar demanda civil, en la oportunidad
que señala la ley, esto es, cuando puede
presentar acusación particular o adherir
a la acusación fiscal.
La importancia de todo esto es que,
respecto del tercero civilmente responsa-
ble, corno se trata de una responsabilidad
solidaria que consagra el artículo 2317 del
Código Civil, es que, interrumpida la acción
respecto de la víctima, se entiende inte-
~lú
'")\'""!"')\'
89 EDlTOR.[AL JURIDICA Df: CJ]l[E ...­..J.,­..

____________ C_u_r_so_
elemental
rrumpida respecto de él, como lo seíiala
el artículo 2519 del Código Civil.
Sobre la forma de hacer efectiva la respon-
sabilidad civil del tercero civilmente respon-
sable e incluso del propio acusado cuando no
hubo demanda civil por parte de la víctima,
sea porque no fue parte del proceso penal,
sea porque no dedujo la acción en tiempo y
forma o porque existieron vicios f ormales que
no fueron subsanados, cabe tener presente
que los artículos 178, 179 y 180 del Código
de Procedimiento Civil consagran el efecto
de cosa juzgada de la sentencia criminal en
materia civil, normas que en síntesis señalan
que las sentencias condenatorias en materia
criminal producen cosa juzgada en lo civil y
que las absolutorias o las resoluciones que
decreten el sobreseimiento definitivo sólo
producen cosa juzgada en lo civil, cuando
se fundan en alguna de las circunstancias
del artículo 179 del C.P.C.
La importancia de la cuestión estriba
en que, siempre que la sentencia criminal
produzca cosajuzgada en lo civil, "no será
lícito en eljuicio civil tomar en consideración
pruebas o alegaciones incompatibles con lo
resuelto en dicha sentencia o con los hechos
que le sirven de necesario fundamento",
como se encarga de recalcarlo el artículo
180 del Código de Procedimiento Civil.
Finalmente, cabe tener presente que si
no hubiere conciliación en la audiencia de
preparación del juicio oral, el juez debe
resolver en la misma audiencia las solici-
tudes de medidas cautelares reales que la
víctima hubiere formulado al deducir su
demanda civil, como lo expresa el artículo
273 del C.P.P.
~ Esta norma debe relacionarse con el ar-
t.~
~ tículo 157 del Código de Procedimiento
~ Penal, que consagra la procedencia, durante
g la etapa de investigación, de la solicitud por
~ parte del Ministerio Público o la víctima, de
?! una o más de las medidas que reglamenta
: el Código de Procedimiento Civil, en los
~ artículos 290 y siguientes, relativos a las
medidas precautorias, caso en el cual ellas
O
;2 deben tramitarse de acuerdo con las reglas
~ que los artículos 273 y siguientes del Código
t? de Procedimiento Civil señalan para las
:~ medidas prejudiciales precautorias .
.@.. ED!TORlAL JURIDICA PE CHILE
r
de litigaci~1_1_o_ra_l -------·---
El Código de Procedimiento Civil, en su
artículo 280, señala que aceptada la solici-
tud de medida precautoria, el solicitante
debe presentar su demanda en el plazo
de 10 días y pedir que se mantengan las
medidas decretadas. Pues bien, este plazo
de 1 O días a que hace referencia el artículo
280 del C.P.C. es aumentado a 60 días en
el artículo 157 del Código Procesal Penal,
una vez concedida la medida.
También el inciso 2º del mismo artículo
157 del Código Procesal faculta a la víctima
para solicitar se decreten una o más medidas
cautelares reales al momento de interpo-
ner la demanda civil, esto es, al tiempo de
presentar su acusación particular o adherir
a la acusación fiscal.
En esa hipótesis, y no habiendo concilia-
ción, debe el juez de garantía pronunciarse
sobre las solicitudes de medidas cautelares
reales que hubiere interpuesto, como lo
señala el artículo 273 inciso 2º.
1.5.6. Discusión sobre convenciones
probatorias
L'na interesante herramienta para depurar
la prueba es la que resulta de la institución
de las convenciones probatorias, esto es,
acuerdos unánimes entre los intervinientes
acerca de la existencia de determinados
hechos, los cuales las partes convienen en
dar por acreditados y por lo tanto no podrán
ser discutidos en el juicio oral.
El artículo 275 del Código Procesal Pe-
nal señala que uno de los objetivos de la
audiencia preparatoria del juicio oral es
que "el fiscal, el querellante, si lo hubiere,
y el imputado podrán solicitar en conjunto
al juez de garantía que dé por acreditados
ciertos hechos, que no podrán ser discutidos
en el juicio oral".
El fin de la institución es dejar para el
juicio oral la prueba de aquellos hechos
medulares, aquello en que las partes esencial-
mente controvierten, y liberarse de acreditar
en el juicio oral aquello en que las partes
convienen que han acaecido, aquello en
que todos están contestes.
90
 La audiencia prepar,~LOria
La lev no seriala limitaciones acerca de la
extensión de la convención probatoria. En
ese sentido, ella puede referirse a hechos,
a sus circunstancias, a las acreditaciones de
un perito, al hecho de haber examinado al
acusado, a su metodología, al todo o parte
de sus conclusiones, etc.
Obviamente, para proponer y aceptar
convenciones probatorias las partes deben
tener muy presente su teoría del caso, y
también las de los contendores, ya que lo
normal y corriente será que los intervinientes
formulen convenciones probatorias respecto
de hechos que tocan cada una de las teorías
del caso en juego. No es una decisión estra-
tégicamente correcta entregar una convcn-
ción probatoria respecto de un hecho que
no está en mi teoría del caso v sí en la de
la contraria. Ello favorece gratuitamente a
la contraria de una carga procesal que de
otro modo debió haber sido satisfecha en el
juicio. No está de más recordar que si hay un
elemento de hecho que no tiene mi teoría
del caso v sí la de la contraria v la contraria
' .
acredita ese elemento no recogido por mi
teoría del caso, la contraria habría avanzado
en la dinámica de un modelo adversarial
v, por consiguiente-, yo habré retrocedido.
En esto no hay dobles interpretaciones, en
el modelo adversarial, lo que gana uno lo
pierde necesariamente el otro.
El litigante debe siempre tener eso pre-
sente en su planificación deljuicio, y espe-
cíficamente en este punto, al conceder una
convención probatoria.
Debe hacerlo únicamente respecto de
hechos contenidos en su teoría del caso o
que son inocuos, no más que eso.
Cabe señalar que la lev entrega al juez
de garantía un papel activo en este punto,
va que el artículo 275 del C.P.C. inciso 1 º,
segunda parte, le faculta para hacer pro-
posiciones de cuáles hechos podrían ser
materia de convenciones probatorias.
En todo caso, la proposición del juez de
garantía es sólo eso: una proposición, ella
no obliga a los intervinientes y para que
una convención probatoria sea tal, debe
existir unanimidad entre las partes. De no
haberla, no hay convención probatoria y
por consiguiente surge la carga del intc-
91
delju~cio oral
resado de acreditar los hechos materia de
su teoría del caso.
Finaliza el artículo 275 en su inciso 2º
señalando que "si la solicitud no mereciere
reparos, por conformarse a las alegacio-
nes que hubieren hecho los intervinientes,
el juez de garantía indicará en el auto de
apertura del juicio oral los hechos que se
dieren por acreditados, a los cuales deberá
estarse durante eljuicio oral".
Esta norma señala que en todo caso la
convención probatoria queda entregada a
un con trol por parte del juez de garantía
ele pertinencia, esto es, debe ser relevante
a la litis, a las cuestiones que se expusieron
por las partes en sus respectivas acusaciones,
pública o privada, demandas civiles, con-
testaciones o argumentaciones de defensa,
según el caso.
Creemos, aunque no lo dice la ley de
manera expresa, que tampoco pueden
convenirse hechos ilegales o respecto de
los cuales la ley exige cierta constancia de
registros públicos o la concurrencia de ciertas
solemnidades. En estos casos, cljuez, asido
de la facultad de "admitir reparos" sobre
la solicitud, podría d.esechar la convención
probatoria.
Por ejemplo, supongamos que los intervi-
nientes convienen en que Pedro y María están
casados. Nos parece que el juez de garantía
para dar por establecido el matrimonio de-
biera a lo menos tener a la vista el certificado
pertinente, porque de otra manera las partes
podrían estar dando por acreditado por la
vía de una convención un contrato solemne
como es el matrimonio y con ello infringir
normas de orden público que se refieren, en
el ejemplo, a las pruebas del estado civil.
Aprobada la convención probatoria por
el tribunal, éste deberá incluirla en el auto
de apertura de juicio oral, al tenor de lo
señalado en el artículo 277 letra d) del Có-
digo Procesal Penal.
Convenida una convención probatoria,
no es lícito a los intervinientes, en sus exá-
menes directos o contraexámenes, según
el caso, efectuar preguntas que tiendan a <
desacreditar la efectividad de la convención
probatoria. En ese caso, la pregunta debiera
objetarse por impertinente.
~
~I~
EDJTOR[M )URID!CA DI CHILE ~
 Curso elemental
1.5.7. Discusión sobre la unión y separación
de acusaciones
Puede ocurrir que un individuo esté sujeto
a varias acusaciones, caso en el cual la ley
faculta al juez de garantía para refundir
dichas acusaciones en una sola, y decretar
la apertura de un único juicio oral, siempre
que concurran los siguientes requisitos:
a) Que con ello no se perjudique el
derecho a defensa;
b) Que las diversas acusaciones estén
vinculadas entre sí por referirse a un mis-
mo hecho, a un mismo imputado o por-
que debieren ser examinadas unas mismas
pruebas.
Si concurren estas exigencias, y el juez
lo considera conveniente, el inciso 1 º del
artículo 274 permite al juez de garantía unir
esas acusaciones y, por consiguiente, dictar
un solo auto de apertura del juicio oral.
Por el contrario, en el evento de exis-
tir una acusación, La ley faculta al tribunal
de garantía que conoce de la audiencia
preparatoria del juicio oral, a dictar autos
de apertura separados, es decir, dividir las
acusaciones, siempre que dichos autos de
apertura se refieran a distintos hechos o
diferentes imputados que estuvieren com-
prendidos en una misma acusación, cuando,
de ser conocida en un juicio oral, pudiere
causar graves dificultades en la organización
o desarrollo del juicio o detrimento del
derecho de defensa, siempre que ello no
implicare el riesgo de provocar decisiones
contradictorias (artículo 274 inciso 2º del
Código Procesal Penal).
~.:
1.5.8. Concesión de nuevo plazo para
presentar prueba
' 1.5.9. Declaración del imputado
§o También puede discutirse dentro de la
audiencia preparatoria del juicio oral la
posibilidad de suspender la audiencia hasta
por 10 días, cuando, al término de la au-
diencia preparatoria, el juez de garantía
comprobare que el acusado no hubiere
ofrecido oportunamente prueba por causas
que no le fueren imputables (artículo 278
del Código Procesal Penal).
®. EDITORIAL JUIUDICA DE CHiU
de litiga~ión oral
Esta situación seguramente podrá pro-
ducirse o presentarse previa alegación de
la defensa en el sentido de haber sufrido
algún impedimento para recabar la prue-
ba, caso en el cual el tribunal podría, si lo
estima conveniente, recibir prueba en la
misma audiencia acerca del impedimento
que sufrió el acusado que le impidió ren-
dir prueba, previo a resolver acerca de la
incidencia. En todo caso, nada obsta que
el tribunal repare de oficio la imposibili-
dad de defensa y ordene la suspensión del
procedimiento, pero creemos que no será
lo corriente.
Lo sostenido v la norma del artículo 278
en comento, son aplicaciones en concreto
de la norma del artículo 1 O del Código
Procesal Penal, que señala que "en cual-
quiera etapa del procedimiento en que el
juez de garantía estimare que el imputado
no está en condiciones de ejercer los dere-
chos que le otorgan las garantías judiciales
consagradas en la Constitución Política, en
las leyes o en los tratados internacionales,
ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes, adoptará, de oficio o a petición de
parte, las medidas necesarias para permitir
dicho ejercicio.
Si estas medidas no fueren suficientes
para evitar que pudiere producirse una
afectación sustancial de los derechos del
imputado, eljuez ordenará la suspensión del
procedimiento y citará a los intervinientes a
una audiencia que se celebrará con los que
asistan. Con el mérito de los antecedentes
reunidos y de lo que en dicha audiencia
se expusiere, resolverá la continuación del
procedimiento o se decretará el sobresei-
miento temporal del mismo".
De acuerdo con el artículo 98 del Código J
Procesal Penal, el imputado puede decla-
rar como un medio de defenderse de las F
imputaciones que se le señalen "durante
todo el procedimiento", por lo que es per- e
fectamente posible que haga uso de dicha e
facultad en la audiencia de preparación (
del juicio oral. e
92
 ___ La au~iencia preparatoria
En tal hipótesis, basta que el acusado
manifieste su intención de declarar para que
el juez de garantía, en la misma audiencia,
admita la declaración, sin tomarle juramento,
pero exhortándolo a decir verdad ( artículo
98 inciso 3º del C.P.P.).
Luego de su declaración, y habida cuenta
que el artículo 98 del C.P.P. nos remite al
artículo 326 del mismo cuerpo legal, el acu-
sado puede ser interrogado directamente
por el fiscal, por el querellante particular,
si lo hubiere, y por el defensor.
Creemos que en este caso la forma de la
interrogación es de un examen directo para
el defensor y de un contraexarnen para el
fiscal y el querellante particular, como se
deduce del inciso final del artículo 330 del
C.P.P., lo cual tiene importancia por cuanto,
respecto de estos últimos, se permiten las
preguntas sugestivas, no así de la parte que
lo presenta, que sería el defensor, según lo
veremos más adelante.
Una cuestión estratégica es tener presente
que lo que declare en este estadio procesal
el acusado no puede generar líneas de in-
vestigación, como lo señala el artículo 98
inciso 4º del C.P.P., por el simple hecho que
a esta altura ella se- encuentra cerrada.
Por otro lado, cabe tener presente que el
efecto práctico que producirá la declaración
del acusado en la etapa previa del juicio
dependerá de si declara o no en el juicio
oral, ya que si no declara en el juicio oral,
el registro de la declaración en el juzgado
de garantía no puede incorporarse al jui-
cio a través de la lectura, como lo señalan
los artículos 331 y 332 del C.P.P., a menos
que se dé la hipótesis de la letra b) de la
referida norma, esto es, que todas las partes
del juicio estén de acuerdo en incorporar
esa declaración y siempre que lo autorice
el tribunal de juicio oral en lo penal. Fuera
de ese caso, si el acusado no declara en el
juicio oral, la declaración prestada en la
audiencia preparatoria de juicio oral no
puede incorporarse al juicio oral.
Por el contrario, si el acusado opta por
declarar en el juicio oral, haciendo uso del
derecho que le concede el artículo 326 del
C.P.P., en ese caso el registro de la declara-
ción prestada en la audiencia preparatoria
93
del juicio ?mi
se puede usar para los efectos de demos-
trar o superar alguna contradicción con
la declaración que presta en el tribunal
de juicio oral o de refrescar memoria o de
solicitar aclaraciones, conforme lo señala
el artículo 332 del C.P.P.
Volveremos sobre este punto más ade-
lante.
l. 5 .10. Debate sobre la medida cautelar
personal de prisión preventiva
Otro punto que puede ser materia de debate
en una audiencia de preparación deljuicio
oral está relacionado con el control de las
circunstancias que justificaron decretar la
medida cautelar de prisión preventiva.
Según el artículo 145 del C.P.P. el tribu-
nal de garantía en cualquier momento del
procedimiento, de oficio o a petición de
parte, puede sustituir la prisión preventiva
por otra de las medidas cautelares a que
se refiere la ley.
En conformidad con el inciso 2º del
mismo artículo, transcurridos seis meses
desde que se hubiere ordenado la prisión
preventiva o desde el último debate oral
en que ella se hubiere decidido, el tribunal
citará de oficio a una audiencia, con el fin de
considerar su cesación o prolongación.
Por otro lado, la parte final del artículo
144 en su inciso 2º scnala la obligatoriedad
del tribunal de citar a audiencia a los in-
tervinicnies ante la solicitud del imputado
de excarcelación, con el propósito de abrir
debate sobre la subsistencia de los requi-
sitos que autorizan la medida cautelar de
prisión preventiva, transcurridos que sean
dos meses desde el último debate oral en
que se hubiere ordenado o mantenido di-
cha medida.
Pues bien, tomando en cuenta los ar-
tículos antes referidos, es frecuente que
el propio juez de garantía invite, aun de
oficio, a los intervinientes a abrir debate
sobre la concurrencia de las circunstancias
que aconsejan la mantención o la supresión
de la medida.
El fundamento de aquello se encuentra
en que dictado el auto de apertura de juicio
EDITOR[AL JUR(DICA DE CHJ[F. .®

Curso elemental
oral, el juzgado de garantía pasa a ser, por
el principio del desasimiento del tribunal,
incompetente para conocer de todo lo re-
lacionado con el juicio, competencia que
se trasfiere al tribunal de juicio oral en lo
penal que conozca deljuicio.
Puede ocurrir que desde el último de-
bate oral sobre la mantención de la prisión
preventiva haya transcurrido un lapso tal
que los dos meses desde el último debate
de prisión preventiva se cumplan expirada
la audiencia de preparación del juicio oral,
de suerte que una eventual solicitud del
imputado de abrir debate sobre el parti-
cular deba necesariamente tener lugar en
una audiencia ante el tribunal de juicio
oral en lo penal, lo que lo inhabilitaría, en
nuestro concepto, para conocer del juicio
oral propiamente tal.
A ello debemos agregar que es también
posible que contra la sentencia que se dic-
tare en el juicio oral se dedujere recurso
de nulidad, el cual de decretarse la nulidad
de la sentencia y del juicio, extendería la
posibilidad que haya transcurrido el sobre-
dicho plazo de dos meses a que se refiere
el artículo 144 inciso 2º, parte final, del
Código Procesal Penal.
Por esas consideraciones, es aconsejable
que en esta etapa del proceso, preparato-
ria del juicio oral, el juez de garantía abra
debate sobre la necesidad de mantener la
prisión preventiva, evitando con ello que sea
el tribunal de juicio oral en lo penal el que
tenga que conocer sobre el particular.
l.5.11. Acompañar comprobantes que
acrediten la idoneidad de los peritos
o
Z'.
; Como hemos dicho anteriormente, el nuevo
g sistema procesal penal liberalizó la prueba
25 pericial en el sentido que en la actualidad
:: los peritos no son designados por el tribunal
~ y elegidos de una nómina que elabora la
:'i Corte de Apelaciones respectiva, sino que,
,, de acuerdo con el artículo 314 del C.P.P.,
2 cada interviniente puede presentar infor-
~ mes elaborados por peritos de su confianza
2 y solicitar en la audiencia de preparación
:í del juicio oral que estos sean obligados a
.@. EDITORIAL JURID{CA DECHtLE
T
de litigación_o_ra_l _
declarar en el juicio, acompañando los
comprobantes que acrediten la idoneidad
profesional del perito.
Obviamente, el tribunal que conozca del
juicio oral será el que determine y pondere
el valor probatorio que en definitiva le asigne
a la pericia, pero el litigante, para que el
perito sea citado a la audiencia de juicio,
debe acreditar la idoneidad profesional del
mismo ante el juez de garantía en la audiencia
preparatoria del juicio oral, acompañando
los certificados respectivos.
l.S.12. Otras cuestiones relativas a la pericia
que pueden ser materia de debate en la
audiencia preparatoria del juicio oral
Más allá de lo señalado en el número pre-
cedente, también es posible que los inter-
vinientes discutan otro tipo de cuestiones
que genera el informé pericial, como por
ejemplo, la procedencia o improcedencia
del mismo, esto es, la aplicación en la espe-
cie, en el caso particular, de la norma del
inciso 2º del artículo 314, que prescribe que
"procederá el informe de peritos en los ca-
sos determinados por la ley y siempre que
para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de
una ciencia o arte".
Concurriendo estas exigencias, el juez de
garantía debe admitir los informes periciales,
siempre que considere que los peritos y sus
informes otorgan suficientes garantías de
seriedad y profesionalismo (artículo 316
inciso l º del C.P.P.).
Otro tema que pudiere ser promovido en
la audiencia de preparación de juicio oral,
relativo a la pericia, se refiere a la norma del
inciso 1 º del artículo 316, parte final, que
consagra la facultad del tribunal de juicio
oral de limitar el número de informes o
de peritos cuando unos u otros resultaren
excesivos o pudieren entorpecer la reali-
zación del juicio.
Cualquiera de estos supuestos (excesivo
número o entorpecimiento) puede ser alega-
do por cualquiera de los intervinientes para
disminuir la prueba pericial que hubiere
de rendirse en el juicio oral.
94
 ______ La audiencia preparatoria
Otra incidencia que puede ser promovida
Y que guarda relación con la prueba pericial
fue introducida por la Ley Nº 20.074, de 14
de noviembre de 2005, que agregó un inciso
al artículo 315 del Código Procesal Penal
facultando a los intervinientes para solicitar,
de manera excepcional, que las pericias que
consistan en análisis de alcoholemia, de AD:\
v aquellas que recayeren sobre sustancias
estupefacientes o sicotrópicas, puedan ser
incorporadas al juicio oral mediante la sola
presentación del informe respectivo.
Esta norma es excepcional y tiende a
evitar el desgaste que significa para los testi-
gos expertos concurrir personalmente a las
audiencias de juicio tratándose de pericias
que, por una parte, son frecuentes en cierto
tipo de ilícitos, y, por otra, cuyos resultados
son bastante confiables, por lo que basta
leer el resultado de la pericia en el juicio
para conocer el resultado de la misma sin
necesidad real que el funcionario que la
realizó la exponga.
En este evento, la pericia se incorpora-
rá al juicio por medio de su lectura y no
a través de la declaración del perito en el
juicio, lo cual constituye una importante
excepción a la oralidad.
En todo caso, si una de las partes lo pide
fundadamente, la comparecencia del perito
no podrá ser substituida por la presenta-
ción del informe (artículo 316 inciso 2º,
parte final).
Todo ello puede ser materia de discusión
por las partes en la audiencia preparatoria
de juicio oral.
1.5.13. Rendición ele prueba anticipada
Otro tópico que puede ser materia de discu-
sión resulta de la posibilidad de solicitar en la
audiencia preparatoria de juicio oral recibir
prueba testimonial o pericial anticipada,
para ser reproducida a través del audio en
la audiencia de juicio propiamente tal.
Respecto de los testigos, esta solicitud
es procedente en el caso que el testigo ma-
nifestare su imposibilidad de concurrir a
la audiencia del juicio oral, por tener que
ausentarse a larga distancia o por existir
95
delj_~~icio oral _
motivo que hiciere temer la sobreviniencia
de su muerte, su incapacidad física o mental,
o algún otro obstáculo semejante, como
se desprende de relacionar el artículo 280
inciso 1 º del Código Procesal Penal, con el
artículo 191 del mismo cuerpo legal.
Tratándose de los peritos, esta solicitud
puede tener lugar cuando fuere previsible
que la persona de cuya declaración se trate se
encontrara en la imposibilidad de concurrir
al juicio oral, por las mismas razones que
señalamos precedentemente, relativas a los
testigos (artículo 280 inciso 2º C.P.P.).
En estos casos, eljuez de garantía debe
citar a los intervinientes a una audiencia
especial para recibir la prueba anticipada
que ha sido decretada.
1.5.14. Devolución ele los documentos
acompañados por los intervinientes
Finalmente, de acuerdo con el artículo 279
del C.P.P., el tribunal de garantía devolverá
a los intervinientes los documentos que
hubieren acornpafiado durante el proce-
dimiento. Ellos podrán ser empleados en
el juicio a condición que se encuentren
incorporados en el auto de apertura como
prueba de la parte.
1.6. EL .-\l'TO DE APERTURA DEL JUICIO
ORAL
Al término de la audiencia de preparación
del juicio oral corresponde al juez que la
hubiese dirigido, el deber de dictar el auto
de apertura del juicio oral.
Esta resolución es de la mayor importancia
procesa] toda vez que marca el desasimiento
del juez de garantía para conocer cualquier
cuestión, principal o accesoria, relativa al
proceso, el cual desde ese instante pasa a
ser de competencia del tribunal de juicio
oral en lo penal.
De acuerdo con el artículo 277 del Có-
digo Procesal Penal, esta resolución deberá
indicar:
a) El tribunal competente para conocer
el juicio oral;
HJJTOR[AL JURIDICA DE cuus .@.
 Curso elemental
b) La o las acusaciones que deberán ser
objeto del juicio y las correcciones formales
que se hubieren realizado en ellas;
c) La demanda civil;
d) Los hechos que se dieren por acre-
ditados, en conformidad con lo dispuesto
en el artículo 275, esto es, las convenciones
probatorias;
e) Las pruebas que deberán rendirse en
el juicio oral, de acuerdo con lo previsto
en el artículo anterior, y
f) La individualización de quienes de-
bieren ser citados a la audiencia del juicio
oral, con mención de los testigos a los que
debiere pagarse anticipadamente sus gas-
tos de traslado y habitación y los montos
respectivos.
l.7. RECURSOS CONTRA EL .-\.l,'TO DE
APERTURA DELJl,'ICIO ORAL
El auto de apertura deljuicio oral sólo será
susceptible del recurso de apelación cuando
lo interpusiere el Ministerio Público por
la exclusión de pruebas decretada por el
juez de garantía según lo previsto en el
inciso tercero del artículo precedente. Este
recurso será concedido en ambos efectos.
Lo dispuesto en este inciso se entenderá sin
perjuicio de la procedencia, en su caso, del
recurso de nulidad en contra de la sentencia
definitiva que se dictare en el juicio oral,
conforme a las reglas generales.
La Ley Nº 20.074 agregó un inciso al
artículo 277, el que expresa que si se ex-
cluyeren por sentencia firme pruebas de
cargo que el Ministerio Público considere
esenciales para sustentar su acusación en el
juicio oral respectivo, el fiscal podrá solicitar
el sobreseimiento definitivo de la causa ante
el juez competente, el que lo decretará en
audiencia convocada al efecto.
2. LA AUDIENCIA PREPARATORIA
DE JUICIO ORAL EN LA LEY
N2 19.968, QUE CREA LOS
TRIBUNALES DE FAMILIA
La Ley Nº 19.968, que establece el pro-
cedimiento ante los tribunales de familia
@. EDITORIAL JURIDICA DECHll.E
de litigación or':_I _
de naturaleza oral, concentrado y desfor-
malizado, también contempla y regula la
existencia de una etapa intermedia, previa
al juicio oral, de preparación del mismo,
cuyos objetivos, son, en síntesis los mismos
que se señalaron más arriba como comu-
nes a toda audiencia preparatoria, esto es,
definir las partes del juicio, el objeto del
mismo, las pruebas que hayan de rendirse
en él y la fecha y hora de la audiencia de
juicio propiamente tal.
La audiencia preparatoria de juicio oral
se encuentra regulada en el párrafo 42 de
la ley, denominado "del procedimiento
ordinario ante los juzgados de familia",
específicamente en el artículo 61, pero
hacen referencia a ella los artículos 59, 60
v 62 de la ley.
Recordemos que con arreglo al inciso final
del artículo 61 se aplican a esta audiencia,
en cuanto resulten pertinentes, las reglas
establecidas para la audiencia de juicio.
Trataremos en párrafos sucesivos los
requisitos y el desarrollo de la audiencia
preparatoria del juicio oral.
2. l. CIT.-\.CIÓ::\" A LA AUDIENCIA
PREPAR..-\TORIA DEL JCICIO ORAL
Conforme al artículo 59 de la ley, una vez
presentada la demanda, el Tribunal de
Familia debe citar a las partes a una au-
diencia preparatoria, en el más breve plazo
posible.
En consonancia con la misma norma, el
tribunal debe fijar dos fechas de audiencia,
procediendo la segunda de ellas sólo en el
caso de que las partes no hubieren sido opor-
tunamente notificadas de la primera.
2.2. NOTIFICACIÓ~ DEL\ CITACIÓN A LA
ACDlE::\"CIA PREPARATORIA
En todo caso, la notificación de la resolución
que cita a la audiencia preparatoria debe-
rá practicarse siempre con una antelación
mínima de 10 días.
De acuerdo con el inciso 4º del artículo
59 de la ley, en la resolución se hará cons-
96
 La ,~1<licnciapreparatoria
tar que la audiencia se celebrará con las
partes que asistan, afectándoles a las que
no concurran todas las resoluciones que se
dicten en ella, sin necesidad de posterior
notificación.
2.3. DF.S,\RROLLO DEL\ .-\CDlE:\CL\
PREP..\R.\TORL­\
2.3.1. Comparecencia personal de las partes
El día indicado por el tribunal tendrá lugar
la audiencia preparatoria del juicio oral. Esta
audiencia tiene normas especiales sobre
comparecencia, las cuales se encuentran en
el artículo 60 de la Ley );°2 19.968, modificado
por la Ley Nº 20.286, de 15 de septiembre
de 2008, que senala que "las partes deberán
concurrir personalmente a la audiencia
preparatoria y a la audiencia de juicio, pa-
trocinadas por un abogado habilitado para
el ejercicio de la profesión y representadas
por persona legalmente habilitada para ac-
tuar en juicio, a menos que el juez en caso
necesario las exceptúe expresamente, por
motivos fundados, en resolución que deberá
dictar de inmediato".
Bajo la sola vigencia de la LevN" 19.968,
recordemos que el artículo 18 permitía a las
partes comparecer y actuar personalmente,
sin necesidad de patrocinio de abogado ni
de mandatario judicial, a menos que el juez
lo ordenara expresamente. En esa lógica, el
artículo 60 también ordenaba a las partes
comparecer personalmente, "sin perjuicio
de la presencia de sus patrocinantes y apo-
derados, cuando los tengan".
El procedimiento es una noción técnica
que requiere un conocimiento especial del
cual el lego sin duda carece, de lo que se
desprende que la parte que tiene acceso a
ese conocimiento porque se hace representar
por un letrado, sin duda se encuentra en
una posición más favorable para enfrentar
el proceso que aquella que no lo tiene.
Esa idea de la actuación personal de
un lego en un procedimiento judicial evi-
dentemente es perjudicial en definitiva a
las personas más desvalidas. La paradoja
es que al intentar "proteger" a un sujeto
97
del ju i_cio oral __
permitiéndole que no contrate un abogado
para su defensa, a la larga se le perjudica,
porque es un hecho que un lego no está en
condiciones de velar por sus derechos.
Afortunadamente, la Ley Nº 20.286 modi-
ficó el artículo 18 relativo a la comparecen-
cia y el artículo 60 de la Ley Nº 19.968, en
los términos señalados, es decir, las partes
tienen la obligación ele comparecer perso-
nalmente, sin perjuicio de igual obligación
de constituir en el proceso un mandatario
judicial o apoderado, a menos que eljuez
los autorice expresamente, por resolución
fundada, dictada en la misma audiencia,
para comparecer por sí mismos.
Esta norma asimismo tenía una importan-
te precisión y exigencia de comparecencia
personal en el procedimiento de divorcio
que establecía la Ley Nº 19.947, sobre ma-
trimonio civil, en la cual los artículos 67 y
68 ele dicha ley señalaban que "solicitada la
separación o el divorcio, el juez deberá llamar
a las partes a una audiencia de conciliación
especial, con el propósito de examinar las
condiciones que contribuirían a superar
el conflicto de la convivencia conyugal y
verificar la disposición de las partes para
hacer posible la conservación del vínculo
matrimonial".
A su turno, el artículo 68 de la Ley de
Matrimonio Civil sostenía que "deducida
la demanda, el juez citará a las partes a una
audiencia especial ele conciliación, a la cual
deberán comparecer personalmente".
En consecuencia, lo que ocurría en la
práctica es que los tribunales ante una de-
manda de divorcio o de separación debían
citar a las partes a una audiencia preparatoria
del juicio oral y de conciliación especial,
a la cual debían concurrir personalmen-
te, sin posibilidad ele hacerlo a través de
mandatario, bajo apercibimiento que si
no lo hacían, el tribunal podía disponer
en contra del inasistente las facultades de
apremio que consagra el artículo 543 del
C.P.C., para lograr la comparecencia del
cónyuge no compareciente, como lo pres-
cribe el artículo 68 inciso 2º ele la Ley de
Matrimonio Civil.
Este sistema se modificó por la Ley
Nº 20.286, de 15 de septiembre de 2008,
EDlTORIAL JURJD!CA DE CHILE
zsrzs
~

Curso elemental
que alteró el tenor del artículo 67 y modi-
ficó el artículo 68 de la Ley de Matrimonio
Civil.
En efecto, la modificación al artículo 67
de la Ley de Matrimonio Civil consistió en
sustituir la frase "el juez deberá llamar a las
partes a una audiencia de conciliación espe-
cial, con el propósito de examinar. . ", por
la siguiente: "el juez, durante la audiencia
preparatoria, deberá instar a las partes a
una conciliación, examinando ... ".
Por lo tanto, la modificación al artículo
67 de la Ley de Matrimonio Civil afincó la
conciliación en la audiencia preparatoria y
no en una especial, en vías de la economía
procesal. En segundo lugar, establece el
deber del juez de instar a una conciliación
entre las partes, para lo cual debe examinar
las condiciones que contribuirían a superar
el conflicto de la convivencia conyugal y
verificar la disposición de las partes para
hacer posible la conservación del vínculo
matrimonial.
La modificación al artículo 68 de la Ley
de Matrimonio Civil consistió en sustituir
la nueva norma por otra que señala que
"si el divorcio fuere solicitado de común
acuerdo por ambos cónyuges, las partes
podrán asistir a la audiencia a que se re-
fiere el artículo anterior, personalmente o
representadas por sus abogados".
La nueva redacción de la Ley Nº 20.286,
en consecuencia, se refiere únicamente al
caso del divorcio por mutuo consentimiento,
que la ley redundantemente denomina de
común acuerdo, caso en el cual los cónyuges
pueden asistir a esta audiencia de conciliación
a que se refiere el artículo 67 representados
por sus abogados o apoderados. Entiende
el legislador que si han intentado la acción
de divorcio de consuno, es un tanto estéril
promover una conciliación personal, ya que
las partes, conocedoras de su dinámica de
pareja, han sabido aquilatar los efectos y la
trascendencia de la solicitud de divorcio.
A contrario sensu, en los otros casos de
acciones de divorcio, como son el divorcio
sanción y el divorcio por voluntad unila-
teral, rige el artículo 67, que impone la
necesidad de las partes de comparecer
.'.Í personalmente.
EDlTOR!AL JURIDICA DE CHILf.
T
i
¡;
de litigaci_ó_n_o_ra_l _
Lo que sí es claro es que la modificación
de la Ley Nº 20.286 derogó el inciso 2º del
antiguo artículo 68, que establecía la posi-
bilidad de dictar apremios para el cónyuge
inasistente, como multas o arrestos, por
cuya inasistencia fracasa el trámite de la
conciliación.
A pesar de ello, la facultad de dictar los
apremios a que se refiere el artículo 543
del C.P.C. igualmente permanece, ya que
forman parte de las facultades de imperio
inherentes a los tribunales de justicia, como
se encarga de señalarlo el artículo 238 del
C.P.C., que facultan a todo tribunal para
dictar las medidas conducentes a obtener
el cumplimento de una resolución, dentro
de estas, la de la resolución que ordena la
comparecencia, imponiendo al efecto multas
que no excedan de una unidad tributaria
mensual o arresto hasta por dos meses, de-
terminados prudencialmente por el tribunal,
sin perjuicio de repetir el apremio.
2.3.2. Exponer la demanda
De acuerdo con el artículo 61 de la Ley
Ns! 19.968, Nº 1, modificado por la Ley
Nº 20.286, en la audiencia preparatoria se
procederá a "oír la relación breve y sinté-
tica, que harán las partes ante el juez, del
contenido de la demanda ... ".
Recordemos que conforme al artículo 56
de la LeY de Tribunales de Familia, también
modificado por la Ley Nº 20.286, el proceso
comenzará por demanda escrita. 27
Con anterioridad a la modificación de
la Ley Nº 20.286, el demandante debía pri-
mero ratificar oralmente el contenido de la
demanda, demanda que podía presentarse
en forma oral o escrita. Hoy, dado que se
exige la comparecencia a través de abo-
27 "Artículo 56.­ Inicio del procedimiento. El
procedimiento comenzará por demanda escrita.
En casos calificados, el juez, por resolución fun-
dada, podrá autorizar al demandante a interponer
su demanda oralmente, de todo lo cual se levantará
acta de inmediato.
Artículo 57.- Requisitos de la demanda. La de- r
manda deberá cumplir con los requisitos del artículo í
254 del Código de Procedimiento Civil". F
98
 La audiencia pr_cparatoria
gado, la demanda, por regla general, será
escrita y deberá cumplir con los requisitos
clel artículo 254 del C.P.C.
Por lo tanto, en la audiencia preparatoria
lo que debe hacer el demandante es expo-
ner en forma breve y sintética el contenido
de la demanda.
Con ello se cumple uno de los princi-
pios básicos del procedimiento de familia,
cual es la oralidad, ya que a pesar de ser la
demanda escrita, ella se expresa, aunque
breve y sintéticamente, en la audiencia
preparatoria.
Con ello se da más sentido v énfasis a
la oralidad corno eje o principio rector del
sistema de resolución de controversias en
materia de familia, va que con la sola vigencia
de la Ley Nº 19.968, el juez para imponer-
se del proceso necesariamente debía dar
lectura a la demanda, lo cual sin duda era
un contrasentido a la oralidad.
Sin embargo, aún falta que se reconozca
por el legislador la posibilidad de contemplar
un alegato de apertura dentro de la audien-
cia de juicio, con el propósito de contener
Lodoel debate, prueba y alegatos de clausura
dentro del juicio propiamente tal.
2.3.3. Contestar la demanda, exposición
de la misma
El procedimiento de familia, con las modifi-
caciones introducidas por la Ley Nº 20.286,
al artículo Nº 1 ºdela Ley Nº 19.968, esta-
blece que en la audiencia preparatoria se
procederá a: "oír la relación breve y sintética
que harán las partes ante el juez, ... del
contenido de la contestación".
Con anterioridad a la modificación la
ley permitía contestar la demanda por es-
crito hasta la víspera de la audiencia, esto
es, hasta el día anterior al fijado para el
comparendo o a hacerlo en forma oral en
la audiencia preparatoria.
Con la modificación, introducida por
la Ley Nº 20.286 al artículo 58, la deman-
da debe contestarse por escrito, con al
menos cinco días de anticipación a la
fecha de la realización de la audiencia
preparatoria.
99
del juicio oral
Sólo en casos calificados, como dice el
inciso 2º del artículo 58 en su nueva re-
dacción, "el juez, por resolución fundada,
podrá autorizar al demandado a contestar
oralmente, de lo cual se levantará acta de
inmediato, asegurando que la actuación se
cumpla dentro del plazo legal en forma oral
v llegue oportunamente a conocimiento
de la otra parte".
En consecuencia, la demanda hoy, salvo
el caso de excepción arriba anotado, debe
contestarse en forma escrita con 5 días de
anticipación a la audiencia preparatoria, y
ella debe exponerse oralmente en forma
breve y sintética por el demandado ante
el juez.
Por excepción, el artículo 60 inciso 3º
de la ley faculta al demandado que tuviere
domicilio en un territorio jurisdiccional
diverso de aquel en que se presentó la de-
manda, para contestarla por escrito ante el
juez con competencia en materias de familia
de su domicilio, sin perjuicio de designar
un representante para que comparezca en
su nombre en las respectivas audiencias.
No dice la ley la forma material como
se ejerce esta facultad, pero lo más razona-
ble sería que se contestara por escrito ante
el tribunal con competencia en materias
de familia del domicilio del demandado,
adjuntando copia de la demanda donde
aparece el atestado de la notificación en
domicilio diverso de aquel en que se sigue
el juicio.
Dicha contestación debiera ser remitida
al tribunal ante el cual se presentó la de-
manda para que sea tramitada, ya que lo
que dice la ley es que se puede contestar
en el tribunal de competencia en materias
de familia del domicilio del demandado,
pero en ninguna parte señala que el juicio
se tramita en dicho tribunal. Por el contra-
rio, termina la norma señalando que en
ese caso el demandado debe designar un
representante para que comparezca en su
nombre en las "audiencias respectivas" y
evidentemente las audiencias respectivas
son aquellas que se realizan ante el tribunal
que conoce la causa.
Tampoco dice la ley hasta qué momento
se puede contestar, pero lo natural y obvio
LDJTOR[Al
 Curso elemental de litigación
sería que se hiciera con la misma limitación
de los 5 días de anterioridad a la audiencia.
prepara to ria.
Como sabemos, el demandado al con-
testar puede oponer excepciones dilato-
rias, perentorias o formular alegaciones
o defensas.
Respecto de todas ellas, la regla general,
contenida en el artículo 61 Nº 2, inciso 2º,
es que se tramitan conjuntamente y se fa-
llarán en la sentencia definitiva.
La excepción tiene lugar respecto de las
excepciones dilatorias de incompetencia.,
falta de capacidad o de personería, o de
corrección del procedimiento, y la excep-
ción perentoria de prescripción, respecto
de las cuales el tribunal puede, evacuado
el traslado respectivo, pronunciarse inme-
diata.mente sobre ellas, siempre que su fallo
pueda fundarse en antecedentes que cons-
ten en el proceso o que sean de pública
notoriedad.
Como vimos, esta facultad de pronunciar-
se inmediatamente sobre las excepciones
opuestas también la consagra la ley res-
pecto de la excepción perentoria de pres-
cripción, lo cual es del todo novedoso en
nuestra legislación, toda vez que siempre
la excepción de prescripción ha sido una
excepción de la.to conocimiento sobre la
cual el tribunal debe pronunciarse en la
sentencia definitiva.
Sin embargo, la Ley Nº 19.968 permite
al tribunal pronunciarse sobre ella de in-
mediato una vez formulada la excepción y
luego del traslado pertinente, siempre que
el fallo pueda fundarse en antecedentes
que consten en el proceso o que sean de
pública notoriedad.
~'.:
1
2.3.4. Eventual presentación y tramitación de
la demanda reconvencional
La reconvención es la demanda que efec-
túa el demandado al demandan te en un
::c juicio promovido por este último. Dentro
:.5 de nuestros procedimientos, y a pesar que
8
~~
es una institución regla.mentada. en el juicio
e¿ ordinario dentro del Código de Proccdi-
::í miento Civil, es una figura excepcional. Sólo
@. EDITORIAL JUR[DlCA DE CHJLE
oral
procede en el juicio ordinario de mayor
cuantía y en aquellos procedimientos en
los cuales la ley permite reconvenir.
Pues bien, uno de aquellos procedi-
mientos en que puede ejercerse una ac-
ción reconvencional es en el procedimiento
ordinario de familia, establecido por la Ley
Nº 19.968.
Esta materia se encuentra reglamentada
en los artículos 58 y 61 Nº 1 de la ley, ambos
modificados por la Ley Nº 20.268, que dispo-
nen que el demandado que desee reconvenir
debe hacerlo por escrito, conjuntamente
con la contestación de la demanda y con
los mismos requisitos de la demanda que
contiene el artículo 254 del C.P.C.
Por otro lado, el artículo 61 Nº 1 de la
Ley Nº 19.968 expone que en la audiencia
preparatoria el demandado hará ante el
juez una exposición breve y sintética de la
reconvención que se haya deducido.
En cuanto a la tramitación de la recon-
vención, señala la ley en su artículo 58 que
el tribunal conferirá traslado al actor, quien
la contestará por escrito u oralmente en la
audiencia preparatoria.
Eliminó la Ley Nº 20.268 la. posibilidad
que la presentación de una demanda re-
convencional generare la suspensión del
procedimiento hasta por 10 días, como lo
permitía el tenor original del artículo 58.
A su turno, el mismo artículo 61 Nº 1,
también modificado, sostiene que el de-
mandante en la audiencia. preparatoria
debe exponer en forma breve y sintética
la contestación a la reconvención si hubiere
sido hecha por escrito.
Si se realiza la contestación a la recon-
vención en forma verbal, ella debe realizarse
también en la audiencia preparatoria, como
lo expresa el artículo 58 en su nueva redac-
ción dada por la Ley Nº 20.268.
Finalmente, recordemos que si, de acuer-
do con el artículo 60 inciso 3º de la ley, el
demanda.do tuviere domicilio en un terri-
torio jurisdiccional distinto a aquel en que
se presentó la demanda, este no sólo puede
contestarla. en el juez con competencia. en
materia de familia de su domicilio, sino que
puede asimismo demandar reconvencio-
nalmente en ese tribunal.
100
 ___I_"ª-~L_1dienc_ia prcparat()_ria
La reconvención continuará su tra-
mitación conjuntamente con la cuestión
principal.
2.3.5. Pronunciarse sobre las cautelares que
procedan o sobre la mantención de las mismas
En conformidad con el artículo 61 ::­­;º 3, en
la audiencia preparatoria el tribunal puede
decretar, de oficio o a petición de parle, las
cautelares que corrcspoudan.i"
~' Las medidas cautelares se encucnrran reglamcn-
radas e n los artículos 22 1· 71 de la LevX" EÍ.9G8.
"Artículo 22.-Potestacl cautelar. Sin perjuir io de
lo dispuesto e11 leves especiales. en cualquier e-tapa
del procedimiento. o antes de su inicio. el juez. ele
oficio o a petición de parre-. teniendo e11 cuenta la
verosimilitud del derecho invocado v el peligro en la
demora que implica la tramitación. podrá decretar
las medidas cautelares conservativas o i nnovativas
que estime procedentes. Estas últimas sólo podrán
disponerse en situaciones urgentes v cuando lo exija
el interés superior del niiio. niúa o adolescente. o g) Prohibir o limitar la concurrencia
cuando lo aconseje la inrninencia del daúo que se:>
trata de evi tar,
Las medidas cautelares podrán llevarse a efrcto
aun antes ele notificarse a la persona contra quien se
dicten, siempre que existan razones graYes para cllo v
el tribunal así lo ordene expresamente. Transcurridos
cinco días sin que la notificación se efectúe, quedarán
sin valor las diligencias practicadas. El juez de familia
podrá ampliar este plazo por motivos fundados.
En todo lo demás, resultarán aplicables las 1101~
mas contenidas en los Títulos IY" V del Libro 11 ctel
Código de Procedimiento Civil. .
Sin perjuicio de lo anterior, tratándose del pro-
cedimiento previsto en el Párrafo primero del Título
IV de esta ley, sólo podrán adoptarse las medidas
señaladas en el artículo 71 ".
"Artículo 71.- Medidas cautelares especiales. En
cualquier momento del procedimiento, v aun antes
ele su inicio, ele oficio, a solicitud de la autoridad
pública o de cualquier persona, cuando ello sea ne-
cesario para proteger los derechos del niiio, niíía
o adolescente, el juez podrá adoptar las siguientes
medidas cautelares:
a) Su entrega inmediata a los padres o a quienes
tengan legalmente su cuidado;
b) Confiarlo al cuidado ele una persona o familia
en casos ele urgencia. El juez preferirá, para que
asuman provisoriamcnte el cuidado, a sus parientes
consanguíneos o a otras personas con las <]Ue tenga
relación de confianza;
e) El ingreso a un programa ele familias de acogida
o centro de diagnóstico o residencia, por el tiempo
que sea estrictamente indispensable. En este caso,
101
del juicio oral
Sin embargo, si con anterioridad a la
audiencia preparatoria el tribunal hubiere
decretado medidas cautelares, se discuti-
rá en la audiencia preparatoria si ellas se
mantienen o no.
En efecto, independiente de la potestad
cautelar general que consagra el artículo
de adoptarse la medida sin comparecencia del niño,
niúa o adolescente ante el juez, deberá asegurarse
qll<:> ésta se verifique a primera hora ele la audiencia
más próxima;
el) Disponer la concurrencia ele niños, niñas o
adolescentes, sus padres, o las personas que los tengan
bajo su cuidado, a programas o acciones de apoyo,
reparación u orientación, para enfrentar y superar
las situaciones ele crisis en que pudieren encontrarse,
e impartir las instrucciones pertinentes;
e) Suspender el derecho ele una o más personas
dere-nuinadas a mantener relaciones directas o re-
gular<:>s con el uiúo, n iúa o adolescente, ya sea que
éstas havan sido establecidas por resolución judicial
o no lo havan sido;
f) Prohibir o limitar la presencia del ofensor en
el hogar común;
del ofensor
al lugar de estudio del niúo, niña o adolescente, así
como cualquier otro lugar donde éste o ésta per-
manezca. visite o concurra habitualmente. En caso
ele que concurran al mismo establecimiemo, el juez
adoptará medidas específicas tendientes a resguardar
los derechos de aquéllos;
h ) La internación en un establecimiento hospi-
talario, psiquiátrico o ele tratamiento especializado,
según corresponda, en la medida que se requiera ele
los servicios que éstos ofrecen y ello sea indispensable
frente a una amenaza a su vida o salud, e
i) La prohibición de salir del país para el niño, ni ria
o adolescente sujeto de la petición de protección.
En ningún caso, podrá ordenarse como medida de
protección el ingreso de un niiio, nina o adolescente
a un establecimiento penitenciario para adultos.
La resolución que determine la imposición ele
una medida cautelar deberá fundarse en antece-
dentes que sean calificados como suficientes para
ameritar su adopción, de los que se dejará expresa
constancia en la misma.
Para el cumplimiento de las medidas decretadas,
el juez podrá requerir el auxilio ele Carabineros de
Chile.
Cuando la adopción de cualquier medida cautelar
tenga lugar antes del inicio del procedimiento, el juez
fijará desde luego la frcha en que deberá llevarse a
cabo la audiencia preparatoria, para dentro de los
ci neo días sigui en tes contados desde la adopción
ele la medida.
En ningún caso la medida cautelar decretada
de conformidad a este artículo podrá durar más de
noventa días".
Í\ \
EDlTORlAL JURIDICA DE CHILE

Curso eleme_ntal
22 de la ley, el artículo 54-2, incorporado
por la Ley Nº 20.286, expone que una vez
admitida la demanda, denuncia o requeri-
miento a tramitación, el juez procederá de
oficio, o a petición de parte, a decretar las
medidas cautelares que procedan, inclu-
yendo la fijación de alimentos provisorios
cuando corresponda.
Por lo tanto, ya desde el momento en que
el tribunal declara admisible una demanda,
puede decretar medidas cautelares.
Recordemos que según lo señala el ar-
tículo 67 Nº 2 de la Ley Nº 19.968, la reso-
lución que se pronuncia sobre una cautelar
es susceptible del recurso de apelación.
2.3.6. Discusión acerca de la posibilidad de
someter el conflicto a mediación
Uno de los aspectos novedosos que regula
la Ley Nº 19.968, modificada por la Ley
Nº 20.268, en el Título V de la misma, artícu-
los 103 y siguientes, es la mediación, que es
aquel sistema de resolución alternativo de
conflictos en que las partes, ayudados por
un tercero imparcial, sin poder decisorio,
buscan solucionar el conflicto y sus efectos
por sí mismas, mediante acuerdos.
En general, conforme al artículo 106, la
mediación es procedente en los conflictos
de familia, con excepción de los asuntos
relativos al estado civil de las personas,
salvo los casos contemplados en la Ley de
Matrimonio Civil; la declaración de inter-
dicción; las causas sobre maltrato de niños,
niñas o adolescentes, y los procedimientos
contemplados en la Ley Nº 19.620 sobre
adopción.
La mediación en los casos de violencia
intrafamiliar es procedente en los términos
de los artículos 96 y 97 de la ley.
A su turno, en una gran innovación de la
Ley Nº 20.286, que modificó la Ley Nº 19.968
en esta materia, es el establecimiento de
una mediación previa a la interposición
de la demanda, en las causas relativas al
derecho de alimentos, cuidado personal y
al derecho de los padres e hijos e hijas que
vivan separados a mantener una relación
directa y regular, aun cuando se deban tratar
EDITORIAL JUR[D[CA DECH!LE
r
1
de litigación oral
en el marco de una acción de divorcio o
separación judicial. Hace excepción a esta
exigencia de mediación previa la acción de
divorcio-sanción contenida en el artículo
54 de la Ley Nº 19.947 (artículo 106, Ley
Nº 19.968).
Las partes no están sujetas a esta obliga-
ción de mediación previa, si acreditan que
antes del inicio de la causa, sometieron el
mismo conflicto a mediación ante media-
dores inscritos en el registro de mediadores
a que se refiere el artículo 112 de la ley
(artículo 106, inciso 3º).
Establecido lo anterior, es del caso seña-
lar que una de las cuestiones que pueden
ser materia de discusión en la audiencia
preparatoria de juicio oral, al tenor de lo
dispuesto en el artículo 61 Nº 4, es la pro-
moción, sea a iniciativa del tribunal o a pe-
tición de parte, de la sujeción del conflicto
a la mediación familiar a que se refiere el
Título V, suspendiéndose el procedimiento
judicial en caso de que se dé lugar a esta.
Es decir, en la hipótesis que las partes
convengan en someterse aun procedimiento
de mediación, el procedimiento se suspende
en tanto se prolongue. En todo caso, con
arreglo al artículo 110 de la Ley Nº 19.968,
la mediación no puede durar más de 60
días, sin perjuicio que los participantes, de
común acuerdo, pueden renovar el plazo
hasta por sesenta días más.
Cabe señalar en todo caso que la media-
ción es voluntaria, es decir, si en cualquier
momento del procedimiento alguno de los
participantes manifiesta su intención de no
seguir adelante con la mediación, esta se
tendrá por terminada, conforme se encarga
de precisarlo la letra b) del artículo 105 de
la Ley Nº 19.968.
2.3.7. Promover la conciliación
El artículo 61 Nº 5 de la Ley Nº 19.968 señala
que en la audiencia preparatoria se proce-
derá a promover, por parte del tribunal, la
conciliación total o parcial, conforme a las
bases que este proponga a las partes.
En la conciliación, el juez actúa como
amigable componedor y trata de obtener
102
 La audienciaprcparatoria
un avenimiento total o parcial en el litigio
(artículo 263 del C.P.C.).
2.3.8. Determinar el objeto del juicio
En consonancia con el Nº 6 del artículo 61
de la lev sobre procedimiento de familia, en
la audiencia preparatoria se debe determinar
el objeto del juicio por parte del tribunal.
2.3.9. Fijar los hechos sobre los cuales debe
recaer la prueba en la audiencia del juicio
En conformidad con el Nº 7 del artículo
61 de la Ley Nº 19.968, corresponde en la
etapa intermedia de preparación del juicio
fijar los hechos que deben ser probados.
Esta determinación la hace el tribunal,
sin perjuicio de la posibilidad de las partes
de sugerir hechos sobre los cuales recaerá
la prueba, dada la desformalización del
procedimiento o sin perjuicio del recur-
so de reposición que proceda al tenor del
artículo 67 Nº 1, haciendo presente que
como se trata de resoluciones dictadas en
audiencia, el recurso de reposición debe
promoverse y resolverse en el acto.
2.3.10. Fijar las convenciones probatorias
También otro punto que debe ser discutido
en la audiencia preparatorio del juicio oral,
como lo establece el Nº 7 del artículo 61,
son las convenciones probatorias, es decir,
los acuerdos que alcancen las partes acer-
ca de hechos que las partes convienen en
dar por acreditados y que no podrán ser
discutidos en el juicio.
El artículo 30 de la Lev l\'º 19.968 señala
que a este respecto el juez de familia debe
formular proposiciones a las partes sobre la
materia, es decir, intentará percibir aquellos
hechos en los cuales las partes convienen e
instará a que sean aprobados por las partes
como convenciones probatorias. Para ello,
el juez tendrá en vista las argumentaciones
de hecho contenidas en la demanda y en
la contestación.
103
ddjuic_io_o_r,_d _
El límite para la aceptación por el tri-
bunal de las convenciones probatorias se
encuentra en el artículo 30 inciso 2º, que
seriala que "el juez aprobará sólo aquellas
convenciones probatorias que no sean con-
trarias a derecho, teniendo particularmente
en vista los intereses de los nifios, nirias o
adolescentes involucrados en el conflicto.
Asimismo, el juez verificará que el consen-
timiento ha sido prestado en forma libre y
voluntaria, con pleno conocimiento de los
efectos de la convención".
2.3.11. Determinar las pruebas que deberán
rendirse al tenor de la propuesta de las partes
y disponer la práctica de las otras que estime
necesarias
Establecido el objeto deljuicio y los hechos
que deben ser probados, ha quedado deli-
neada la controversia, y corresponde discu-
tir acerca de cómo, por qué vía, las partes
pretenden acreditar sus alegaciones.
Es por lo anterior que conforme al Nº 8
del artículo 61 de la ley, una de las materias
a debatir en la audiencia preparatoria es la
determinación de las pruebas que deban
rendirse.
Así, las partes señalarán los medios de
prueba que emplearán y solicitarán su cita-
ción para la audiencia de juicio oral.
Recordemos que la regla general a este
respecto se encuentra en el artículo 28 de
la Ley Nº 19.968, que consagra el principio
de libertad de prueba, en cuya virtud "todos
los hechos que resulten pertinentes para la
adecuada resolución del conflicto familiar
sometido al conocimiento del juez podrán
ser probados por cualquier medio de prueba
producido en conformidad a la ley".
Por lo tanto, como se encarga de pre-
cisarlo el artículo 29 de la ley en análisis,
las partes pueden ofrecer todos los medios
de prueba de que dispongan, pudiendo
solicitar al juez de familia que ordene, ade-
más, la generación de otros de que tengan
conocimiento y que no dependan de ellas,
sino de un órgano o servicio público o de
terceras personas, tales como pericias, do-
cumentos, certificaciones u otros medios
¡;;
!\
\
t.D1TOR.L\L DE CHIU'.
 _____________ C_'u_r_so_el_e_m_e_ntal
aptos para producir fe sobre un hecho de-
terminado.
En este punto es posible que las partes
promuevan algún incidente acerca de la
procedencia de los medios de prueba de
la contraria, lo cual debe ser resuelto por
el tribunal conforme a la pertinencia de la
misma, esto es, su relación con el objeto del
juicio y los hechos que deben ser probados;
o de acuerdo con la abundancia o sobrea-
bundancia de la prueba ofrecida.
Muchas veces, por ejemplo, los aboga-
dos quieren "asegurarse" de acreditar un
hecho, para lo cual recurren a muchos
medios de prueba que insisten sobre un
mismo punto.
Sobre este particular, el tribunal puede
y debe, en aras de la economía procesal,
filtrar la prueba, evitando que el tribunal
de juicio oral escuche unos testigos que van
y vuelven sobre un mismo punto.
Así lo expresa por lo demás el artículo
31 de la ley cuando dispone que "el juez de
familia, luego de estudiar la admisibilidad
de las pruebas ofrecidas, de resolver las
convenciones probatorias y de escuchar a
las partes que hubieren comparecido a la
audiencia preparatoria, ordenará fundada-
mente que se excluyan de ser rendidas en el
juicio aquellas que fueren manifiestamente
impertinentes, tuvieren por objeto acre-
ditar hechos públicos y notorios, resulten
sobreabundantes o hayan sido obtenidas
con infracción de garantías fundamentales.
Las demás serán admitidas y se ordenará
su rendición en la audiencia de juicio res-
pectiva".
En consecuencia, del artículo antes trans-
crito se infiere que la facultad del tribunal
z
()
de limitar la prueba solicitada es excep-
cional y puede fundarse únicamente en la
impertinencia de la misma, la inutilidad o
esterilidad (acredita hechos públicos y no-
torios), la sobreabundancia o la ilicitud.
Todo ello puede ser discutido y resuelto
en la audiencia de juicio oral.
;,.;
e
Otro tema sobre el cual el litigante debe
tener especial celo en este tópico guarda
relación con que al momento de individua-
lizar su prueba, por ejemplo la testimonial,
debe individualizar sobre qué hechos el
®. EDiTORlAl JURIDICA DE CHl!.f
de litigación oral
testigo depondrá. Pues bien, si el tribunal
acepta el medio de prueba y lo cita para la
audiencia de juicio oral, también señalará
el punto sobre el cual declarará, de lo que
fluye que todas las preguntas que se le ha-
gan al testigo y que excedan del tenor del
punto acerca del cual fue ofrecido el testigo,
pueden ser objetadas por la contraria por
impertinentes en la audiencia del juicio.
En consecuencia, la determinación del
punto acerca del cual declarará el testigo
queda fijada irrevocablemente en la au-
diencia preparatoria de juicio oral.
Finalmente, cabe señalar que al tenor
de la ley, el tribunal también, de oficio,
puede disponer la recepción de una prueba
que considere necesaria para la adecuada
resolución del asunto sometido a su cono-
cimiento.
Así lo señala el Nº 8 del artículo 61 de la
ley y el artículo 29 inciso 3º, que prescribe que
"el juez, de oficio, podrá asimismo ordenar
que se acompañen todos aquellos medios de
prueba de que tome conocimiento o que, a su
juicio, resulte necesario producir en atención
al conflicto familiar de que se trate".
2.3.12. Disponer la recepción de prueba
anticipad a
Como lo señala el artículo 61 Nº 9 de la Ley
Nº 19.968, otro de los puntos que pueden
ser promovidos en la audiencia prepara-
toria del juicio oral, dice relación con la
posibilidad de disponer la recepción de
prueba anticipada.
Con la sola vigencia de la Ley Nº 19.968 el
artículo 61 ~º 9 sostenía que en la audiencia
preparatoria se procederá a: " ... 9) Recibir
la prueba que sea posible rendir en ese
momento", redacción que inducía a pensar
que el propósito del legislador era que cada
vez que se pudiera o se solicitare, podía
rendirse prueba anticipada, es decir, que
si las pruebas estaba a disposición en la
audiencia preparatoria, era casi un derecho
producirla en ese instante.
Sin embargo, esa interpretación que ema-
naba del tenor literal del numeral noveno
del artículo 61 de la ley es contradictoria
con el principio de continuidad del juicio
104
 La -:i:udicncia
oral, ya que lo ideal es que las pruebas se
produzcan en el juicio oral y no en la au-
diencia preparatoria.
Por lo anterior, la Ley~º 20.286 modificó
el artículo en análisis v permitió sólo en
forma excepcional y por motivosjustificados
rendir prueba en la audiencia preparatoria
del juicio oral.
Para tal efecto el interesado deberá ar-
gumentar acerca de la necesidad, conve-
niencia o los fundamentos que justifican
la necesidad de recibir prueba fuera de
la audiencia del juicio, debiendo siempre
tener presente el litigante que lo normal
y corriente es que la prueba deba rendirse
en el juicio oral v que sólo por una razón
excepcional puede o debe decretarse la
recepción de prueba anticipada. Debemos
recalcar que esta norma del número 9 del
artículo 61 de la lev, en su nueva redacción,
es claramente excepcional v, por lo tanto,
de aplicación restrictiva,
Cabe tener presente que es perfecta-
mente posible que el tribunal en forma
previa a resolver la solicitud de recepción
de prueba anticipada exija que se le acre-
dite el fundamento de hecho en que se
basa la solicitud.
Sobre este particular rige el artículo 22 de
la Ley Nº 19.968, que sostiene, a propósito
de los incidentes, y la solicitud de recepción
de prueba anticipada lo es, que excepcio-
nalmente, cuando para la resolución del
incidente resulte indispensable producir
prueba que no hubiere sido posible pre-
ver con anterioridad, el juez determinará
la forma y oportunidad de su rendición,
antes de resolver.
2.3.13. Fijar la fechapara la realización del
juicio oral
Habiéndose ocupado el tribunal y los liti-
gantes de todos los puntos señalados en los
párrafos precedentes, corresponde única-
mente, de acuerdo con el :'.\'.º 1 O del artículo
61, fijar la fecha de la audiencia de juicio,
la que deberá llevarse a efecto en un plazo
no superior a treinta días de realizada la
prepara to ria.
preparatoria del juici<>_ oral
Para tal efecto, como señala el inciso
2º del Nº 1 O del artículo 61, las partes se
entenderán citadas a la audiencia de jui-
cio por el solo ministerio de la ley y les
será aplicable lo dispuesto en el artículo
59, inciso tercero, que se refiere a que la
audiencia se celebrará con las partes que
asistan, afectándole a la que no concurra
todas las resoluciones que se dicten, sin
necesidad <le nueva notificación.
Esta norma del numeral 1 O del artículo 61
de la Lev Nº 19.968 también fue Locada por la
LevX? 20.286, en cuanto, con la modificación,
el juez "podrá, previo acuerdo de las partes,
desarrollar la audiencia de juicio inmediata-
mente <le finalizada la preparatoria".
En to<lo caso, la norma deja en claro que
a pesar de estar las partes de acuerdo, la fa-
cultad de desarrollar la audiencia de juicio
inmediatamente es facultativa del tribunal, ya
que la ley emplea la forma verbal "podrá".
2.4. RESOLCCIÓN QUE CITA AJUICIO
Finalizada la audiencia preparatoria del
juicio oral, y no habiendo terminado el
conflicto por una solución alternativa, como
lo indica el artículo 62 de la ley, el juez debe
dictar una resolución, que contendrá las
menciones siguientes:
a) La o las demandas que deban ser co-
nocidas en el juicio, así como las contes-
taciones que hubieren sido presentadas,
fijando el objeto <lel juicio.
b) Los hechos que se dieren por acredi-
tados, de conformidad a lo dispuesto por
el artículo 30.
c) Las pruebas que deberán rendirse
en el juicio.
d) La individualización de quiénes debe-
rán ser citados a la audiencia respectiva.
2.5. RECl.'RSOS CONTRA LAS
RESOLU'.IONES DICTADAS EN LA AUDIENCIA
PREPARATORIA
El régimen de recursos en materia de pro-
cedimiento de familia se encuentra con-
signado en el artículo 67 de la ley, de cuya
105 IDlTOKtAL JURIDICA Df CHILE
lJZS
~

Curso elemental
lectura se desprende que el único recurso
que procede contra las resoluciones dictadas
en la audiencia preparatoria es, por regla
general, el recurso de reposición, que debe
promoverse oralmente y en el acto de ser
pronunciada la resolución que se trata de
reponer (artículo 67 Nº 1).
Excepcionalmente, procederá el recurso
de apelación en el caso del Nº 2 del artículo
67, si se dictare una resolución que ponga
término al juicio o haga imposible su prose-
cución o si se pronunciare una resolución
sobre una medida cautelar.
Ejemplo de la primera serían aquellas
resoluciones que acojan una excepción dilato-
ria o la excepción perentoria de prescripción
cuando ellas aparecieren manifiestamente
admisibles, al tenor del artículo 61 Nº 2,
inciso 2º, ya analizado.
Esta apelación debe interponerse por
escrito y se concede en el solo efecto devo-
lutivo, es decir, no suspende la ejecución de
lo resuelto por el tribunal de la instancia.
3. LA AUDIENCIA PREPARATORIA
DEL JUICIO ORAL EN LA LEY
Nº 20.087 QUE ESTABLECE EL
PROCEDIMIENTO LABORAL
El nuevo procedimiento laboral que regla-
menta la Ley Nº 20.087 también se desarrolla
en dos audiencias: la primera, preparato-
ria, y la segunda, de juicio oral, como se
encarga de precisarlo el artículo 450 del
Código del Trabajo.
La audiencia preparatoria del juicio oral
se encuentra regulada en el párrafo 3º, de-
nominado "del procedimiento de aplicación
general", ubicado en el Libro V del Título
e
­r I del Código del Trabajo, específicamente
en el artículo 453.
Trataremos en párrafos sucesivos la ci-
tación y el desarrollo de la audiencia pre-
paratoria del juicio oral.
3.1. CITACIÓN A AUDIENCIA PREPARATORIA
DE JUICIO ORAL DEL TRABAJO
El artículo 451 del Código, modificado por
la Ley Nº 20.260, de 29 de marzo de 2008,
8iZS
~ EDITORIAL JlJR!DICA DE CHJLE
r
de litigación or_a_l _
señala que admitida la demanda a tramita- o
ción, el tribunal debe, de inmediato y sin l;
más trámite, citar a las partes a una audiencia a
preparatoria, fijando para tal efecto, dentro
de los treinta y cinco días siguientes a la
fecha de la resolución, el día y la hora para
su celebración, debiendo mediar entre la
notificación de la demanda y citación, y la
celebración de la audiencia, a lo menos,
quince días E
[(
_JI
3.2. NOTIFICACIÓ.\" DE LA CITACIÓN A LA
AUDIE.\"CIA PREPARATORIA d
p
Exige la ley, para los efectos que el deman- e
dado prepare debidamente su defensa, que
el tiempo que medie entre la notificación h
de la demanda y citación y la celebración
de la audiencia, sea a lo menos de quince -)
días. Este plazo, en la Ley Nº 20.087 era de [I
diez días, pero con la modificación instro- ll
ducida al Código por la Ley Nº 20.260, fue 1
ampliado a quince días. e
Conforme al artículo 435 del Código _ll
del Trabajo, inciso 3º, cabe tener presente v
que se trata de un plazo de días útiles, ya
que, como dice la ley, "los términos de días
que establece este Título se entenderán
suspendidos durante los días feriados". d
En todo caso, hay que tener presente que ¡,
el plazo para la realización de la audiencia
preparatoria del juicio oral no se aumenta
con la tabla de emplazamiento para con-
testar demandas a que se refiere el artículo
259 del Código de Procedimiento Civil, ya r
que la Ley Nº 20.260 modificó el artículo l
452 inciso 2º del Código del Trabajo que t.
sí permitía esa posibilidad. fl
Ahora bien, exige la ley que en la citación, .:,
de acuerdo con el inciso 2º del referido ar- d
tículo 451 del Código del Trabajo, se debe
hacer constar que la audiencia preparatoria
se celebrará con las partes que asistan, afec-
tándole a aquella que no concurra todas
las resoluciones que se dicten en ella, sin rr
necesidad de ulterior notificación. Asimis- L
mo, deberá indicarse en la citación que las n
partes, en dicha audiencia, deberán seña- '1
lar al tribunal todos los medios de prueba p
que pretendan hacer valer en la audiencia
106
 ~~'.diencia
oral de juicio, como así también requerir
las diligencias de prueba atingentes a sus
alegaciones, para que el tribunal examine
su admisibilidad.
3.3. DESARROLLO DE LA. ,\L"DlE::S.:CI.\
PREPARATORIA DELJl.ºICIO OR ..\L
El día señalado en la resolución del tribunal
tendrá lugar la audiencia preparatoria del
juicio oral.
Como lo indica el artículo 434 del Código
del Trabajo, no es necesaria la comparecencia
personal de las partes, va que estas deben
comparecer con patrocinio de abogado ,-
ser representadas por persona legalmente
habilitada para actuar enjuicio.
La Lev Nº 20.260 de 29 de marzo de
2008, agregó un inciso al artículo 434 an-
tes referido en el sentido que el mandato
judicial y el patrocinio constituido en el
Tribunal de Letras del Trabajo, se entenderá
constituido para toda la prosecución del
juicio en el Tribunal de Cobranza Laboral
y Previsional, a menos que exista constancia
en contrario.
En la audiencia-preparatoria del juicio
oral pueden discutirse v tener lugar una serie
de actuaciones que pasamos a comentar en
los siguientes párrafos.
3.3.1. Relación somera del debate por el juez
De acuerdo con el artículo 453 Nº 1 del
Código, la audiencia preparatoria comen-
zará con la relación somera que hará el
juez de los contenidos de la demanda, así
como de la contestación y, en su caso, de la
demanda reconvencional y de las excepcio-
nes, si estas hubieren sido deducidas por el
demandado en los plazos establecidos en
el artículo 452. Esta exigencia de relatar
someramente el debate por el juez fue una
modificación introducida al Código por la
Ley Nº 20.260. Con anterioridad a dicha
modificación, la Lev Nº 20.087 señalaba
que la audiencia preparatoria empezaba
por la ratificación de la demanda y de la
contestación por las parles. Con la refor-
preparatoria del juicio oral
ma, se elimina el trámite de ratificación y
es eljuez el que tiene el deber procesal de
relatar someramente el debate.
3.3.2. Tramitación ele la demanda
reconoencional y de las excepciones opuestas a
la demanda, en su caso
En conformidad con la ley, específicamente
el artículo 452 del Código del Trabajo, mo-
dificado por la Ley Nº 20.260, el demanda-
do debe contestar la demanda por escrito
con a lo menos cinco días de antelación
a la fecha de celebración de la audiencia
preparatoria.
Agrega el inciso 2º del mismo artículo
que la contestación deberá contener una
exposición clara y circunstanciada de los
hechos y fundamentos de derecho en los que
se sustenta, las excepciones y/ o demanda
reconvencional que se deduzca, así como
también deberá pronunciarse sobre los hechos
contenidos en la demanda, aceptándolos o
negándolos en forma expresa y concreta.
El mismo plazo tiene el demandante para
reconvenir si lo desea, caso en el cual la
reconvención sólo será procedente "cuando
el tribunal sea competente para conocer de
ella estimada como demanda y siempre que
esté íntimamente ligada a ella" (artículo 452
inciso 3º del Código del Trabajo).
Es decir, la ley obliga a contestar, formular
excepciones a la demanda y, eventualmen-
te, a demandar reconvencionalmente, en
forma escrita, dentro de este plazo fatal
de cinco días de antelación a la audiencia
preparatoria.
Es importante señalar que la ley obliga a
desarrollar la contestación con una estruc-
tura determinada, esto es, haciéndose cargo
de los hechos contenidos en la demanda
y declarando en forma expresa si esos he-
chos se aceptan o se niegan, ya que, como
veremos más adelante, si el demandado no
niega algunos de los hechos de la demanda,
el tribunal puede, en la sentencia definí tiva,
darlos por tácitamente admitidos (artículo
453 Nº 1 inciso 7º del Código).
Pues bien, en la eventualidad que el
demandado demandare reconvencional-
107 EDlTOR.l;\l JUR!DlCA Df: CHllF
7\17\\
~

Curso elemental
mente, o hubiere opuesto excepciones a
la demanda, el juez en la misma audien-
cia preparatoria, luego de haber hecho la
relación somera del debate, dará traslado
para la contestación de la demanda recon-
vencional y de las excepciones opuestas a
la demanda, en su caso (artículo 453 Nº 1
inciso 3º).
De conformidad con el artículo 453 Nº 1,
inciso 4º, "una vez evacuado el traslado por
la parte demandante, el tribunal deberá
pronunciarse de inmediato respecto de las
excepciones de incompetencia, de falta de
capacidad o de personería del demandante,
de ineptitud del libelo, de caducidad, de
prescripción o aquella en que se reclame del
procedimiento, siempre que su fallo pueda
fundarse en antecedentes que consten en el
proceso o que sean de pública notoriedad.
En los casos en que ello sea procedente, se
suspenderá la audiencia por el plazo más
breve posible, a fin de que se subsanen los
defectos u omisiones, en el plazo de cinco
días, bajo el apercibimiento de no conti-
nuarse adelante con el juicio".
Las restantes excepciones se tramitarán
conjuntamente y se fallarán en la sentencia
definitiva, artículo 453 Nº 1 inciso 5º.
Al igual que lo que señalábamos en el
caso del procedimiento de familia, acá la
ley permite al tribunal pronunciarse con
anterioridad a la sentencia definitiva, res-
pecto de la excepción de prescripción, que
es una excepción perentoria, siempre que
el fallo pueda fundarse en antecedentes que
consten en el proceso o sean de pública
notoriedad.
Lo mismo ocurre en el caso de la ex-
o
;! cepción de caducidad de la acción, la cual
~ puede acogerse de inmediato, ya que sin
f duda los antecedentes para pronunciarse
~'' sobre ella constan en el proceso, sin nece-
~ sidad de recurrir a más prueba.
5 En todo caso, la resolución que se pro-
./, nuncie sobre las excepciones de incompe-
::i tencia del tribunal, caducidad y prescripción,
·- deberá ser fundada y sólo será susceptible
§ de apelación aquella que las acoja. Dicho
6 recurso deberá interponerse en la audiencia.
., De concederse el recurso, se hará en ambos
:S efectos y será conocido en cuenta por la
m EDITORIAL JURJDICA DE CHILE
f'
de litigación oral
Corte, artículo 453 Nº, inciso 6º, Código
del Trabajo.
E
d
3.3.3. Rebeldía del demandado o no d
refutación de alguno de los hechos contenidos c
en la demanda Il
s
Regula la ley, en el artículo 453 Nº 1 inciso S·
8º, el efecto preciso de la rebeldía del de-
mandado en contestar la demanda o para e
el evento que contestando la demanda, no e
negare en ella algunos de los hechos con- Jl
tenidos en la demanda, casos en los cuales e
el juez, en la sentencia definitiva, podrá e
estimarlos como tácitamente admitidos.
e
el
3.3.4. A.ceptación del demandado de parte de
los hechos de la demanda
Se pone la ley en el caso, en el artículo
453 Nº 1 inciso 9º, que el demandado se
allanare a una parte de la demanda y se l
opusiere a otras, hipótesis en la cual pres- e
cribe el legislador que se continuará con e
el curso de la demanda sólo en la parte en e
que hubo oposición. d
Para estos efectos, el tribunal deberá fi
establecer los hechos sobre los cuales hubo p
conformidad, estimándose esta resolución ­1
como sentencia ejecutoriada para todos
los efectos legales, procediendo el tribunal el
respecto de ella conforme a lo dispuesto d
en el artículo 462 del Código, es decir, una
vez firme la sentencia y certificada esa cali-
dad, se dará inicio a su ejecución de oficio n
por el tribunal, siempre que no se hubiere
acreditado su cumplimiento.
Esta norma del 453 Nº 1, inciso 9º, es
bastante novedosa en nuestra legislación, ya
que permite en forma previa a la dictación _,.,
de la sentencia definitiva, acoger parte de la
demanda, cuando el tribunal percibe que
en parte de ella hay o un allanamiento o
una aceptación de los hechos en que ella l
se funda. De esa forma se evita someter a la d
duración y contingencia del juicio la parte
no disputada, y reservar la controversia sólo d
para aquella parte del conflicto en la cual
las partes sí discrepan.
108
 __ L_aa~1diencia
3.3.5. Llamado a las partes a conciliación
En conformidad con el N? 2 del artículo 453
del Código del Trabajo, terminada la etapa
ele discusión, el juez llamará a las partes a
conciliación, a cuvo objeto deberá propo-
nerles las bases para un posible acuerdo,
sin que las opiniones que emita al efecto
sean causal de inhabilitación.
Producida la conciliación, sea esta total
o parcial, deberá dejarse constancia de ella
en el acta respectiva, la que suscribirán el
juez y las partes, estimándose lo conciliado
como sentencia ejecutoriada para todos los
efectos legales.
Se tramitará separadamente, si fuere ne-
cesario, el cobro de las sumas resultantes
de la conciliación parcial.
3.3.6. Recepcion de la causa a prueba.
Fijarión de los hechos controoertidos
Una vez agotado el debate, tanto de la ac-
ción principal como de la acción recorn-c11-
cional, si hubiere existido, y terminada la
etapa de conciliación, el tribunal recibirá
de inmediato la causa a prueba, cuando ello
fuere procedente, fijándose los hechos a ser
probados. Así lo señala el :\:º 3 del artículo
453 del Código del Trabajo.
En contra de esta resolución v de la que no
diere lugar a ella, sólo procederá el recurso
de reposición, el que deberá interponerse
y fallarse de inmediato.
De no haber hechos sustanciales, perti-
nentes y controvertidos, el tribunal dará por
concluida la audiencia v procederá a dictar
sentencia, artículo 453 ~º 3 inciso 2º.
3.3.7. Ofrecimiento de la prueba pam el juirio
oral y discusión acerca de la procedencia de la
misma
Uno de los requisitos esenciales de toda au-
diencia preparatoria es precisamente definir
y precisar cuáles serán los medios de prueba
de que piensa valerse cada parte a fin de que
se ordene que dichos medios sean recibidos
en la audiencia del juicio propiamente tal.
preparatoria <lel,j~~-cio oral
Debemos tener presente sí que en materia
laboral existe una excepción al sistema acu-
satorio que debe regir todo juicio oral, en el
cual el juez se limita a observar el debate sin
tomar parte en él, reservándose para ejercer
la función más propia de la jurisdicción:
decir el derecho, pero sin intervenir en la
planificación del juicio, el cual pertenece
v debe pertenecer a las partes.
En el sistema inquisitivo, en cambio,
el juez toma un rol un tanto más activo,
pudiendo suplir la inactividad de alguna
de las partes o derechamente liderando
el debate.
En materia laboral, de acuerdo con los
artículos 429 y 453 Nº 9, el juez está autori-
zado para decretar las pruebas que estime
necesarias, aun cuando no las hayan ofre-
cido las partes.
O sea, en primer término, es el tribunal
quien está facultado para decretar las pruebas
que havan de rendirse en el juicio oral.
En segundo lugar, evidentemente, las
partes del juicio pueden ofrecer la prueba
que pretenden llevar al juicio oral, caso en
el cual el juez resolverá en el acto sobre la
pertinencia de dicha prueba, artículo 453
);"º 4 del Código del Trabajo.
Si bien es la audiencia preparatoria el
momento idóneo para discutir la pertinencia
de la prueba a producir en el juicio oral,
la ley obliga en el artículo 446 inciso 2º a
presentar conjuntamente con la demanda
aquella documental que dé cuenta de las
actuaciones administrativas que se refieran a
los hechos contenidas en dicha actuación.
Hecha la anterior salvedad, en la au-
diencia preparatoria es donde se discute la
prueba a llevarse a efecto en el juicio oral.
Pues bien, ante la solicitud de una de las
partes de ofrecimiento de prueba, puede
la contraria oponerse a la misma alegando
la impertinencia de la prueba, artículos
429 y 453 Nº 4, del Código del Trabajo. El
juez resolverá acerca de la atingencia de
la prueba de manera fundada. La imperti-
nencia, como vimos más arriba, se refiere a
la nula relación entre el medio de prueba
ofrecido v la cuestión debatida.
Así lo ratifica el Código en el inciso 2º
del ~º 4 del articulo 453, cuando señala que <
Í\ÍA
109 FDlTORL\L JURIDlCA DE CHILE ~

Curso elemental
"sólo se admitirán las pruebas que tengan
relación directa con el asunto sometido al
conocimiento del tribunal y siempre que
sean necesarias para su resolución".
Otra causal de oposición al ofrecimiento
de prueba es la prueba ilícita, esto es, aquellas
evidencias que "las partes aporten y que se
hubieren obtenido directa o indirectamente
por medios ilícitos o a través de actos que
impliquen violación de derechos fundamen-
tales", artículo 453 Nº 4, inciso 3º.
Todas estas oposiciones deben promo-
verse oralmente, de inmediato, ante la so-
licitud de la contraria de ofrecimiento de
prueba y en forma previa a la resolución
del tribunal que se pronunciará acerca de
la admisibilidad de la prueba. Ante dicha
resolución sólo tiene cabida el recurso de
reposición que reconoce el artículo 429 del
Código del Trabajo en su inciso 1 º y que debe
interponerse en la misma audiencia.
A propósito de la audiencia preparatoria
y el ofrecimiento de los medios de prueba,
se encarga la ley de precisar reglas especiales
acerca de algunos medios de prueba.
3.3.7.1. Prueba documental
Ya señalamos que el artículo 446 inciso 2º
del Código del Trabajo señala que "la prue-
ba documental sólo se podrá presentar en
la audiencia preparatoria. Sin embargo,
deberá presentarse conjuntamente con la
demanda, aquella que dé cuenta de las ac-
tuaciones administrativas que se refieren a
los hechos contenidos en esa". Por su parte,
el artículo 454 Nº 1 señala en su inciso 3º
que el orden de recepción de las pruebas
en la audiencia de juicio será el siguiente:
"documental, confesional ... ".
1
2 Creemos que hay una errada expresión
r­, del legislador, pero el sentido de las normas
interpretándolas armónicamente es claro.
La documental se ofrece en la audiencia
preparatoria de juicio y si se decreta la
procedencia de la misma, ella se produ-
ce en la audiencia de juicio oral. La única
excepción consiste en la documental que
da cuenta de actuaciones administrativas,
la cual debe presentarse en la demanda,
.® WlTOR!AL JURID!CA DE C:HlLE
T
de litigación oral
sin perjuicio que en nuestro concepto ella
igual debe calificarse como conducente en
la audiencia preparatoria y producirse en
la audiencia del juicio.
3.3.7.2. Exhibición de documentos
En la audiencia preparatoria del juicio oral
las partes pueden solicitar la exhibición
de documentos que obren en poder de la
contraria o de un tercero.
Creemos que, a falta de norma especial,
a tal solicitud se le aplican supletoriamente
las reglas del artículo 349 del C.P.C., que se
refieren a que para que ella sea procedente,
debe tratarse de documentos específicos,
que guarden relación directa con la cues-
tión debatida v no revistan el carácter de
secretos o confidenciales.
En caso que el tribunal que conoce de
la audiencia preparatoria dé lugar a la so-
licitud, la exhibición de instrumentos, al
tenor del artículo 453 Nº 5, se verificará
"en la audiencia del juicio".
Señala la segunda parte del Nº 5 del
artículo 453 del Código que cuando, sin
causa justificada, se omita la presentación
de aquellos que legalmente deban obrar
en poder de una de las partes, podrán es-
timarse probadas las alegaciones hechas
por la parte contraria en relación con la
prueba decretada.
La sanción en el C.P.C. ante la no pre-
sentación de los documentos es que ellos
no pueden emplearse después, sin perjuicio
de la posibilidad de apremiar al infractor
con multas y arrestos.
En el Código del Trabajo, la sanción
por la omisión de aquellos que legalmente
deben obrar en poder de una de las partes,
es que el tribunal puede dar por probadas
las alegaciones hechas por la contraria en
relación con la prueba decretada.
Se trata de una regla compleja, que tie-
ne supuestos de hecho ( documento que
legalmente deba obrar en poder de una
de las partes; que la parte que la solicita
haya hecho una alegación con respecto a
la solicitud de exhibición en la audiencia
preparatoria; que dichas alegaciones guar-
110
 l.a audiencia
den relación con la prueba decretada; y
que no se presenten los documentos, sin
causajustificada) que pueden ser difíciles
ele configurar, sin perjuicio que, además,
la ley deja en claro que se trata de una fa-
cultad del tribunal y no de una imposición,
toda vez que señala que éste "podrá dar
por probadas".
3.3.7.3 .. Absolución de posiciones
En el juicio oral las panes pueden solicitar
a la otra que absuelva posiciones. Dicha
solicitud deben presentarla en la audiencia
preparatoria del juicio oral.
La solicitud que dé lugar a la diligencia
ele prueba se notifica en el acto a la parte
que debe comparecer a absolver posiciones
Y sólo puede pedirse una vez por cada par-
te, artículo 453 ?\º 8, inciso 2\ del Código
del Trabajo.
Esta diligencia, en cuanto al nombre,
es sin duda una reminiscencia del procedi-
miento inquisitivo v escrito, español, en el
cual las posiciones eran preguntas que se
hacían a la contraria en sobre cerrado, que
se abría en la audiencia, con el propósito
de que esta confesara en el tribunal hechos
que le podían ser desfavorables.
Sin perjuicio de ello, cuando el lcgisla-
dor regula específicamente la diligencia,
en el artículo 454 N'" 3 y 4, referirlo a la
audiencia del juicio, la absolución de posi-
ciones se aparta de la diligencia conocida
con ese nombre y se asemeja bastante a un
examen directo, propio de la técnica de
una litigación oral.
3.3.7.4. Prueba pericial
En el evento que alguna de las partes quiera
recurrir a la prueba pericial, ele be ofrecer-
la en la audiencia preparatoria del juicio
oral.
Si el tribunal accede a la diligencia, el
informe respectivo deberá ser puesto a
disposición de las partes en el tribunal al
menos tres días antes de la celebración de
la audiencia de juicio. El juez podrá, con el
preparatoria del juicio oral
acuerdo de las partes, eximir al perito de la
obligación de concurrir a prestar declara-
ción, admitiendo en dicho caso el informe
pericial como prueba. La declaración de
los peritos se desarrollará conforme a las
normas establecidas para los testigos, ar-
tículo 453 Nº 8, inciso 5º, del Código del
Trabajo.
3.3.7.5. Testigos y citación judicial
Si la parte ofrece prueba testimonial, es po-
sible que desee que los testigos sean citados
judicialmente a la audiencia del juicio.
Tal solicitud debe ser formulada en
la audiencia preparatoria de juicio oral,
señalando el Nº 8, incisos 1º y 3º, del ar-
tículo 453, del Código del Trabajo, que "el
tribunal despachará todas las citaciones y
oficios que correspondan cuando se haya
ordenado la práctica de prueba que, de-
biendo verificarse en la audiencia del juicio,
requieran citación o requerimiento", y en
el caso de la citación de los testigos, esta
"deberá practicarse por carta certificada,
la que deberá despacharse con al menos
ocho días de anticipación a la audiencia,
al domicilio señalado por cada una de las
partes que presenta la testimonial".
3.3.7.6. Oficios
También en la audiencia preparatoria las
partes pueden solicitar que se remitan ofi-
cios a entidades públicas o privadas a fin
de que informen acerca de ciertos hechos
determinados que son relevantes para la
resolución de la causa.
De acuerdo con el Nº 8 del artículo 453,
inciso 6º, del Código, "el tribunal sólo dará
lugar a la petición de oficios cuando se trate
de requerir información objetiva, pertinente
y específica sobre los hechos materia del
juicio. Cuando la información se solicite
respecto de entidades públicas, el oficio
deberá dirigirse a la oficina o repartición
en cuya jurisdicción hubieren ocurrido los
hechos o deban constar los antecedentes
sobre los cuales se pide informe. Las personas
111 l\To
rnnoRL\L JURID!CA or cnur ~~
 _____________ C_L_1r.selemental
o ~e litigación
o entidades públicas o privadas a quienes
se dirija el oficio estarán obligadas a eva-
cuarlo dentro del plazo que fije el tribu-
nal, el que en todo caso no podrá exceder
a los tres días anteriores al fijado para la
audiencia de juicio, y en la forma que éste
lo determine, pudiendo disponer al efecto
cualquier medio idóneo de comunicación
o de transmisión de datos".
A propósito de esta prueba, el mismo
Nº 8 del artículo 453, en su inciso 4º, pres-
cribe que "cuando se decrete la remisión
de oficios o el informe de peritos, el juez
podrá recurrir a cualquier medio idóneo de
comunicación o de transmisión de datos que
permita la pronta práctica de las diligencias,
debiendo adoptar las medidas necesarias
para asegurar su debida recepción por el
requerido, dejándose constancia de ello".
3.3.8. Impugnación de documentos
Otra cuestión que puede desarrollarse y
tener lugar en la audiencia preparatoria
del juicio oral es la impugnación de docu-
mentos que acompañen las partes.
En el artículo 454 Nº 2 del Código del
Trabajo, la impugnación de los documentos
acompañados puede producirse alternati-
vamente, o en la audiencia preparatoria o
en la audiencia de juicio oral.
Esta posibilidad de impugnar documen-
tos en la audiencia preparatoria era más
lógica con anterioridad a la modificación
introducida al Código del Trabajo por
la Ley Nº 20.260. En la sola vigencia del
procedimiento oral incorporado al Códi-
go por la Ley Nº 20.087, los documentos
podían acompañarse conjuntamente con
la demanda, por lo que en ese caso era
posible impugnarlos inmediatamente en la
audiencia preparatoria. La Ley Nº 20.260
modificó el artículo 446 inciso 2º del Código
y como vimos sólo obliga a acompañar a la
demanda la documental que dé cuenta de
actuaciones administrativas que se refieran
a los hechos contenidos en la demanda.
Pues bien, es esa documental la que podría
impugarse en la audiencia preparatoria,
como permite el Nº 2 del artículo 454, ya
®. EDITORIAL JURIDICA DECHJLE
oral
que toda otra documental debe producirse
en la audiencia de juicio.
3.3.9. Fijacion de fecha para la audiencia del
juicio
Concluido el debate acerca de la prueba
que se producirá en el juicio oral, debe
fijarse, como lo prescribe el Nº 6 del ar-
tículo 453, la fecha para la audiencia del
juicio, la que deberá llevarse a cabo en un
plazo no superior a treinta días. Las partes
se entenderán citadas a esta audiencia por
el solo ministerio de la ley.
3.3.10. Discusión acerca de las medidas
cautelares o su mantención
También puede discutirse en la audiencia
preparatoria del juicio oral la procedencia de
las medidas cautelares que correspondan. En
la hipótesis que se hubiere decretado alguna
cautelar con anterioridad a la audiencia,
debe resolverse si ella se mantiene o no,
artículo 453 Nº 7, Código del Trabajo.
Debemos tener presente que conforme
al artículo 476 incisos 1 º y 2º del Código
del Trabajo, son susceptibles del recurso
de apelación laboral las resoluciones que
se pronuncian sobre medidas cautelares, y
la apelación de la que las otorgue o recha-
ce su alzamiento se concederán en el solo
efecto devolutivo.
3.3.11. Término de la audiencia
preparatoria, levantamiento de acta
La Ley Nº 20.260 agregó el numeral 10º al
artículo 453, señalando que "se levantará
una breve acta de la audiencia que sólo
contendrá la indicación del lugar, fecha
y tribunal, los comparecientes que concu-
rren a ella, la hora de inicio y término de
la audiencia, la resolución que recae sobre
las excepciones opuestas, los hechos que
deberán acreditarse e individualización de
los testigos que depondrán respecto a ésos,
y, en su caso, la resolución a que se refieren
112
 La audiencia
el párrafo final del número 1) y el número
~) de este artículo".
4. RECURSOS CONTRA LAS
RESOLUCIONES DICTADAS EN LA
AUDIENCIA PREPARATORIA
Por regla general, la única YÍa de impugnar
las resoluciones dictadas en la audiencia
corresponde al recurso de reposición que
reglamenta el artículo 475 del Código del
Trabajo.
Como se trata de resoluciones dictadas
en audiencia, dicho recurso debe interpo-
nerse verbalmente, en el acto de dictarse
la resolución que se trata de impugnar, Y
debe ser resuelto en el acto, artículo 4 7 S
inciso 2º del Código del Trabajo.
preparatoria del juicio oral ~
Excepcionalmente, es procedente el recurso
de apelación laboral, respecto de las resolu-
ciones que se pronuncian sobre la solicitud
de cautelares, sea que ellas las concedan o
las rechacen. Como dijimos, tratándose de
la apelación de la medida que la otorgue o
rechace su alzamiento, el recurso de apela-
ción se concede en el solo efecto devolutivo
(artículo 476 del Código del Trabajo).
De acuerdo con el artículo 474, los re-
cursos laborales se rigen por las normas
establecidas en el Código del ramo y su-
plctoriamente por las reglas establecidas
en el Código de Procedimiento Civil, por
lo que a ese cuerpo de leyes, ante el silen-
cio del legislador laboral, nos debemos
remitir para el plazo del recurso, forma
de tramitarlo, plazo de comparecencia en
segunda instancia, cte.
L .•
;::
f\1/\
113 iDlTOK.[AL JURIDICA DE CHJUC ~:e:
 Capítulo
LOS ALEGATOS DE APERTURA
El alegato de apertura representa el primer
momento en que el abogado se conecta
con el receptor de su mensaje, esto es, el
tribunal con el preciso propósito de comu-
nicarle su visión de los hechos sobre los
cuales versa el juicio.
El alegato de apertura, como primera
intervención del abogado, es una gran
oportunidad para transmitir al tribunal
nuestro caso, de manera tal que toda la
prueba que siga a continuación logre ser
apreciada o analizada de acuerdo a la visión
del mismo comunicada en nuestro discurso
de apertura.
El objetivo a lograr por el abogado que
desea realizar un buen alegato de apertura
es crear una imagen mental en el juez o
panel de jueces que explique los hechos
de la forma que presumiblemente habrían
ocurrido.
El litigante siempre debe tener presen-
te que en un sistema acusatorio hav dos
versiones de los hechos: la nuestra y la del
contradictor, de manera tal que, acabados los
alegatos de apertura y no habiendo entrado
aún a la etapa de prueba, el abogado tiene
como objetivo primordial que el tribunal
considere desde el inicio del juicio como
más plausibles de haber ocurrido los he-
chos en la forma que fueron presentados
en nuestro alegato de apertura que en la
que propone la contraria.
Mirado desde otro ángulo, cabe siempre
tener presente que en el juicio oral, en el
modelo adversarial, el rol del abogado es
fundamental. Es él el que determina y elige
qué prueba producir, más allá del análisis
acerca de la pertinencia de la misma que
tuvo lugar en la audiencia preparatoria, el
orden en que se produce, la secuencia y
115
(.2_uinto
"No hay una segunda oportunidad
para una primera impresión".
0SCAR WILDF.
ritmo ele las preguntas, etc. En ese contexto,
el abogado que prepara el juicio tiene una
importante asimetría de información res-
pecto de los jueces que lo van a resolver.
En este orden de ideas, el alegato de
apertura permite al tribunal obtener una
imagen acerca de los puntos esenciales
por los cuales pasa o se define el juicio,
de manera que no entren a la prueba un
tanto desorientados escuchando pregun-
tas o respuestas carentes de sentido en un
principio y que sólo a mediados o al final
del juicio develan su utilidad y coherencia
con el global. Por ello, el alegato de aper-
tura cumple un rol orientador respecto del
examen de la evidencia.
Dentro de lo mismo, el rol del abogado
en un juicio es más o menos el mismo que
un director de cine. Cuando una película
se graba, sólo el director tiene en mente
qué es lo que quiere representar o cómo lo
va a reproducir. El actor, en cambio, tiene
en su mente su personaje y las escenas en
las cuales él va a intervenir, pero cómo ellas
Yana ser reproducidas en el celuloide, está
únicamente en el programa del director.
De hecho, sabemos que las películas se
graban en forma desordenada, esto es, no
en la misma secuencia temporal en que
finalmente son exhibidas, lo cual se realiza
en el proceso de edición.
Sin embargo, a pesar de esta segmenta-
ción de las grabaciones, el director debe,
en todo momento, tener en su mente la
unidad conceptual de la película, lo que
le permite orientar a su elenco durante la
etapa de rodado, de manera que puedan
transmitir en sus actuaciones las emociones y
la idea del mensaje que se quiere comunicar
para cada momento de la película.
rnnoRL\L JURIDICA m CHJLE
W\
~

Curso elemental de litigación
Pues bien, algo similar ocurre en un
juicio, donde el abogado tiene toda la in-
formación necesaria para reproducir en
el juicio los hechos que le sirven de base,
porque ha preparado el caso a cabalidad
y los jueces entran a conocerlo recién en
el alegato de apertura.
Por lo tanto, esta declaración inicial
que hace el abogado exponiendo su caso
permitirá que el juez enfrente las etapa de
prueba del juicio con una información que
le permita entender el problema que se
encuentra detrás, sin necesidad de esperar
que declaren todos los testigos para poder
percibir el conflicto jurídico que subyace
en todo litigio.
En ese contexto, el abogado litigante
debe ser capaz de poder resumir su juicio
en el alegato de apertura, de forma que
pueda comunicar al tribunal de una manera
persuasiva, completa e hilada, su historia,
su teoría del caso, su visión de cómo ocu-
rrieron los hechos.
Al proceder de esta forma el litigante
debe tener presente que, siguiendo el símil
cinematográfico, el alegato de apertura es
como la sinopsis de una película, donde
se le dirá al tribunal de qué se va tratar el
juicio que van a presenciar, identificando
los intervinientes, los lugares relevantes,
los hechos más substanciales del caso, todo
ello asociado a nociones axiológicas que
permitan al juez percibir que la noción
de justicia, que los valores jurídicos se en-
cuentran del lado nuestro y no del de la
contraria.
l. CÓMO ESTRUCTURAR UN
ALEGATO DE APERTURA
Sin perjuicio que la forma cómo realizar un
alegato puede ser considerada como algo
muy personal, para lo cual algunos abogados
pueden sentirse preparados de realizarlo
casi sin ninguna ayuda especial, creemos
que en la gran mayoría de los casos se ne-
cesita una orientación que permita al novel
letrado abordar su juicio con cierto grado de
confianza, para lo cual es muy importante
tener un esquema al cual ceñirse.
EDffORIAL JURIDICA DE CHILE
't""
ora_! _
Una vez que hemos realizado nuestros
alegatos de apertura y hemos tenido un cier-
to grado de satisfacción, adquiriremos más
confianza, con lo cual podremos cambiar
la estructura sugerida o adaptarla a nuestro
estilo, pero ya con plena seguridad de estar
haciendo lo correcto y seguramente con el
propósito de mejorar nuestra comunicación
del caso.
Mientras tanto, creemos que una buena
forma de empezar a preparar un alegato
de apertura sería siguiendo una estructura
que tenga tres partes: a) La entrada o fase
de atención inicial; b) la narración de la
historia, y c) la línea de salida.
Una ventaja de tener en nuestra men-
te en forma clara una estructura sugerida
es que ella nos permite dividir el alegato
de apertura en distintos momentos, pre-
parándolos de manera independiente, de
suerte que una vez que. estemos satisfechos
con cada uno de ellos, los integraremos de
manera natural.
Por otro lado, el tener una estructura e
ir avanzando en ella, nos da confianza de
que tenemos un mapa o una suerte de guía
mental, por lo que si los nervios nos traicio-
nan y no encontramos la palabra correcta
o la idea adecuada, podemos ubicarnos en
qué parte de nuestra estructura nos perdi-
mos y rehacernos rápidamente sin que se
note en demasía.
Iremos, en los párrafos sucesivos, abordan-
do cada uno de los puntos de la estructura
de un alegato de apertura.
1.1. LA LÍNEA DE E'.\'TRADA O FASE
DE ATENCIÓN INICIAL
La forma de comenzar el alegato de apertura
es, evidentemente, saludando al Tribunal. e
Esto, que es obvio, es menester precisarlo (
y recalcarlo, porque evidentemente no F
queremos desviar la atención del juez o
panel de jueces por cuestiones que son r
de urbanidad. Que el procedimiento sea I
desformalizado no significa que seamos r
descorteses. e
A veces, las cosas por sabidas se callan
y por calladas se olvidan. Por lo anterior, e
116
 ___ I_,l_ls_a_legatosde apertura
es mejor tener presente la necesidad del
-aludo,
Para tal efecto, es necesario tener una
:6rmula de saludo que nos permila sentirnos
cómodos sin entrar en un ritual innecesario
, > fatuo que desvíe la atención respecto de
que lo que estamos haciendo es un saludo
·.- no un exordio o el cumplimiento de una
forma carente de contenido.
Así, por ejemplo, el Tribunal (T), v el
defensor (D), podrían tener el siguiente
<liálogo:
T. -Seü01- abogado defensor, su alegato
de apertura.
D. -Muchas gracias, señora Presidenta.
Buenos días, señores miembros del Tri-
bunal Oral en lo Penal. ...
O podría ocuparse esta forma.
T. -Señor defensor, su alegato de aper-
tura por favor.
D. -Buenos días, Su Señoría, muchas
zracias.
En el día de hov nos encontramos ante
este Juzgado de Garantía ....
Estos dos ejemplos de diálogos satisfacen
la necesidad de saludar y permiten entrar
directamente a la etapa de captura de aten-
ción, que es propiamente la primera de un
alegato de apertura, sin desviar la concen-
tración del tribunal en el estilo del abogado
o cansar al destinatario del mensaje con
letanías que a nada conducen, como las
que se ejemplifican a continuación en un
diálogo que se produce entre el Tribunal
v el abogado querellante ( Q).
T. -Señor abogado querellante, su ale-
gato de apertura, por favor.
Q. -Como no, señor Presidente. Buenos
días, Magistrados del 3,..- Tribunal de Juicio
Oral de la ciudad de Concepción. En forma
previa me gustaría presentarme, mi nombre
es Juan Carlos Reinoso, y mi asistente, a
mi mano derecha, es el señor José Miguel
Díaz, quienes venimos a actuar conjunta e
indistintamente en representación e interés
de la víctima del delito de estafa que se per-
sigue en este juicio cometido en perjuicio
de doña Silvia Herrera ...
117
El mismo efecto distractor puede produ-
cirse si ocupamos lo que era una fórmula
casi sacramental en los alegatos en las Cortes
de Apelaciones.
T. -Seúor abogado querellante, su ale-
gato de apertura, por favor.
Q. -Con la venia del serior Presidente
de este Tribunal de Juicio Oral de la ciudad
de Calama, vengo en iniciar mi alegato de
apertura en mi calidad de abogado que-
rellante en representación de la señora
Silvia Herrera, víctima del delito de estafa
cometido por el acusado señor.Juan Gómez
Rivas, por los antecedentes de hecho y de
derecho que paso someramente a exponer
a continuación ...
Si bien, en estas materias no hay verdades
absolutas, debemos evitar recargar nuestras
alocuciones y reservar el discurso, tomando
en cuenta la natural atención selectiva del
ser humano, para aquello que realmente
queremos transmitir, que es el caso y no
una declaración ritual que hará, inevitable-
mente, que el Tribunal desvíe su concen-
tración, con lo cual, ya no podremos lograr
el primer objetivo del alegato de apertura,
que es, precisamente el contrario: captar
la atención lo más rápido posible.
Por lo dicho, una vez que hemos salu-
dado al Tribunal, debemos pasar a la que
hemos denominado la primera etapa del
alegato de apertura, cual es la captura de
atención del tribunal.
Tenemos que recordar que los tribunales
ven problemas legales todos los días, por lo
que, a pesar que para nosotros los aboga-
dos nuestro caso es un problema jurídico
que copa todo nuestro interés y atención,
debemos competir con la misma atención
que requieren otros cientos de casos aná-
logos al nuestro que también concurren
a los tribunales a pedir la aplicación de la
ley para un caso concreto.
En ese contexto, debemos rápidamente
obtener la atención del Tribunal de mane-
ra que éste pueda avocarse a nuestro caso
no como uno más sino como un asunto
que necesita imperiosamente el auxilio de
la justicia para resolverse. Debemos tener
<
siempre presente que más allá de que la ley
''\
EDITORIAL JURIDICA DE CHJU:
 r

Curso elemental de litigación oral

esté de nuestro lado, ello debe reconocerse Q. -Buenos días, señores miembros del fí:
por un tribunal, por una parte; y, por otra, Tribunal de juicio Oral en lo Penal. Se
a los jueces siempre les agrada percibir que En las audiencias de juicio que presen- m
al fallar están haciendo justicia, por lo que ciaremos tendremos la ocasión de ver cómo
es importante que en este primer momento la señora Ana María Arava tuvo la valentía ti,
que tenemos para contar nuestro caso, lo de denunciar un delito que produjo la cap- pi
hagamos desde esa perspectiva. tura de peligrosos criminales. Esa ayuda a ac
Así, para captar la atención del tribunal la sociedad fue la causa de que el acusado e<
debiéramos ser capaces de resumir en unos la asesinara. ¡/.
cinco a diez segundos, no más que eso, la
médula del juicio haciendo referencia a También podría explorarse la siguiente
los valores que se encuentran detrás de línea de atención inicial:
nuestro caso, en forma previa al relato del T. -Señor abogado, su alegato de aper-
mismo. tura.
Supongamos que el caso se trata de una Q. -Buenos días, señores miembros del
señora de 65 años, Ana María Araya, que Tribunal de juicio Oral en lo Penal.
vivía en el 3er piso de su departamento de La señora Ana María Arava fue asesinada
calle Antonio Varas 310, de la comuna de por el acusado José Gómez .A..nabalón como
Providencia, y que desde su habitación ve a represalia a una denuncia que permitió
tres sujetos, entre los cuales se encontraba atrapar\" detener a ladrones que asaltaban
el acusado José Gómez Anabalón, asaltar junto al acusado. E
a una transeúnte a las 22.00 horas del 19 O la siguiente: d
de junio de 2008, para quitarle su cartera T. -Señor abogado, su alegato de aper- q
y reloj. tura. e;
La señora Araya llama a Carabineros Q. -Buenos días, señores miembros del et
denunciando el hecho, como consecuencia Tribunal de juicio Oral en lo Penal.
de lo cual se inicia un operativo policial que El propósito de la señora Ana María Araya n
trae como resultado la detención de dos de de ayudar a la justicia terminó causándole d
los sujetos, escapando el tercero, que resultó la muerte. h
ser el acusado Gómez Anabalón. fI
A los tres días de la detención, el acu- En estas aproximaciones a una captura d
sado José Gómez espera a la señora Arava de la atención del Tribunal queremos re- e
que vuelva de su caminata vespertina a las calcar y reiterar que no hemos contado el h
17.15 horas del día 22 de junio para clavarle caso, sino que damos un par de ideas que r,
5 puñaladas en la zona abdominal, mien- lo resumen o sintetizan haciendo referen- e
tras le gritaba, "esto te pasa por sapa, vieja cia únicamente a los valores que encierra S<
desgraciada", causándole diversas lesiones el mismo.
que le ocasionaron la muerte mientras era Cada abogado puede tener su estilo
trasladada al Hospital El Salvador, 20 mi- para resumir o buscar las ideas-fuerza que r,
z sinteticen su caso, pero debernos tener d
nutos después del hecho.
presente que tenemos que asirnos o bus-
Lo que debe obtener el abogado que ll
car valores que permitan rápidamente al
hace el alegato de apertura en este caso, \"
Tribunal identificarse con nuestro caso, e
es rápidamente atraer la atención del tri-
percibiendo que la moral del conflicto está
bunal a través de la línea de entrada de su
del lado nuestro. li
apertura.
Así, por ejemplo, podríamos hacer re-
Así, por ejemplo, el abogado querellan- q
ferencia a la codicia del asaltante (mata v
o te podría explorar esta idea para atraer la
porque la conducta de la víctima no le per-
atención del Tribunal:
mite o le embaraza su actividad delictual);
T. -Señor abogado, su alegato de aper- al abuso de sexo, edad y de armas respecto
tura. de la víctima; a la diferencia de contextura

~ EDlTORlAL JURIDICA DE CHJLE 118

 Los alegatos_~le
física; a la sorpresa del ataque; a la falta de
seguridad en las calles; a lo abyecto de los
móviles del delito, etc.
Después de escuchar estas ideas que con-
tienen el caso, queremos que el Tribunal
piense, ¿cómo? ¿ Este señor que está acá ( el
acusado) dio muerte a una mujer mavor de
edad porque había denunciado un delito?
.Ah, no!, ¡quiero saber más de esto, porque
esto no puede permitirse!
Si logramos este efecto, hemos captado la
atención del Tribunal de manera que esta-
mos en condiciones de entrar a la segunda
etapa de nuestro alegato de apertura, cual
es contar nuestra teoría del caso.
1.2. LA :'\ARRACIÓ:'.\ DE LA HISTORIA ..
EL REL\ TO DEL CASO
Entrando a la médula del alegato de apertura
debemos, recordar que éste es el momento
que nos otorga el legislador para comuni-
car nuestra teoría del caso de una manera
completa y persuasivrt.~9
Lo de comjJldasignifica que debemos refe-
rir en el relato todos los elementos esenciales
del caso, aun los que nos perjudican. Como
hemos dicho previamente, es bastante poco
frecuente que en un caso toda la noción
dcjusticia, en cada uno de los detalles del
conflicto, esté de nuestra parte. En esta
hipótesis, debemos incorporar a nuestro
relato ese elemento negativo y darle una
explicación, lo que en técnica de litigación
se denomina anticipar la debilidad, como lo
vimos a propósito de la teoría del caso.
A<;Í, por ejemplo, puede que nos toque
representar como querellantes a la familia
de una persona que fue atropellada por
un conductor que conducía a exceso de
velocidad, pero encontrándose la víctima
en estado de ebriedad.
En un caso como este, no podemos
limitarnos a narrar las circunstancias en
que ocurrió la colisión entre el móvil y la
víctima sin referir la situación ele ebriedad
~9 Dcd111a11, James \'1, Introduction to 11.nalytú:al
Adoocac; (S1'1} Connnu uication Theory, publicado por
National Collcgc District Attorncvs, pág. 4.
119
apertura _
que padecía la víctima al momento de ocu-
rrir el accidente. No podemos pensar que
esa información no será ocupada por la
contraria en su beneficio, por lo que es
preferible que el Tribunal la escuche di-
rectamente de nuestra parte y de paso se
le dé la explicación que la justifique o que
entregue elementos acerca ele cómo debe
analizarse el hecho negativo.
Si nuestro alegato de apertura únicamente
se refiere a que el acusado "conducía de
manera descuidada a más de 100 kilóme-
tros por hora por Av. Providencia, el día
22 de octubre de 2008, pasadas las 23.30
hrs., cuando a la altura del 1950 atropelló a
Víctor Rojas, causándole la muerte en forma
instantánea", deslizamos la posibilidad que
el defensor sostenga que "la causa basal de
la muerte se encuentra en la imprudencia
temeraria del señor Rojas, que en estado
de ebriedad cruzó la calle en forma sorpre-
siva en sitio no autorizado, impidiendo la
reacción del acusado".
Ante estas dos informaciones el Tribunal
sin duela quedará confundido, ya que una
parte sostiene que el manejo descuidado
v excedido de velocidad fue el causante
de la muerte y la otra parte sostiene que
fue la propia conducta de la víctima la que
produjo el evento. Nada dijo la primera
de la ebriedad ele la víctima, con lo cual,
de acreditarse dicha hipótesis en el juicio,
debilitará la credibilidad de la teoría del
caso de la parte acusadora.
Uno no puede permitir que el Tribu-
nal, después de escuchados los alegatos de
apertura diga, ¿cómo el abogado querellan-
te nada dijo de la ebriedad de la víctima?
¿Nos querrá engañar? ¿Por qué ocultó esa
información?
Es preferible señalar al Tribunal la his-
toria completa y darle la explicación que
el interviniente pretende.
Así, por ejemplo, podrá sostener en su
alegato de apertura, sin apartarse mucho
de su visión final del caso, que, "si bien
es cierto que la víctima se encontraba en
estado de ebriedad al momento ele ser atro-
pellada por cJ acusado, ello no altera en
nada la responsabilidad del acusado, ya que
conducía a exceso de velocidad, en forma
r.DlTORlAL JURIDICA DE CHHf:
ZSTZS
~
 _______________ C_t_ir_so_el_e_m_e_nt.al
de litigación oral

descuidada, como lo demuestra el hecho para ser incorporados en un alegato de k

de haber frenado 20 metros después del apertura.P e
impacto ... ".
Sin duda este alegato de apertura enca- 1
ra un hecho que aparece en un principio 1. 2 .1. La identificación del lugar d
como negativo, pero le da una explicación de los hechos e
( que no influye en la decisión final del d
caso) y le da una razón al Tribunal que Si creemos que es importante que el Tribu- ]<
le permite iniciar el análisis de la prueba nal conozca el lugar donde se desarrollan c
conociendo toda la información y a pesar los hechos; su ubicación física; la lumino- a
de ello teniendo una cierta empatía con sidad del mismo al momento de ocurrir el
el caso. acontecimiento que motiva el juicio; los a
Por otra parte, dijimos que el alegato objetos que existían en el lugar, etc., es éste p
de apertura debía ser persuasivo, es decir, el momento para referirse a ellos. I<
convincente. Así, por ejemplo, podríamos señalar [l

Para tal efecto conviene tener presente
lo analizado en el capítulo de la teoría de
la comunicación, en el sentido que nunca
debe dejar de tenerse presente que el jui-
cio es un acto de comunicación que tiene
tres partes: el mensaje, el medio a través
del cual se transmite y el destinatario del
mensaje.
Traducido lo anterior al alegato de aper-
tura, tenemos que el mensaje es el contenido
de la declaración, el medio es el abogado
que lo realiza y el destinatario del mensaje
es el Tribunal.
Por lo mismo, las técnicas de comunica-
en nuestro alegato que "se acreditará en 5<
el juicio que el delito de abuso sexual se f<
cometió en el domicilio del menor, el cual e
será identificado por la propia víctima del d
delito en su lenguaje infantil como la sala
de juegos. Veremos en.estas audiencias de
juicio oral que el domicilio del acusado tiene
un segundo piso donde existe una pieza en
la que se encuentra una sala de juegos. Pues
bien, en esa sala es donde el acusado García E
abusaba sexualmente de la víctima". ll
e
q
1.2.2. Individualizar a los sujetos y

ción a que hicimos referencia en el capítulo

respectivo deben practicarse y ponerse en Otra cuestión esencial es referir en el ale- d
ejecución en este momento. gato de apertura quiénes son los actores b
El principal problema que enfrenta un principales que intervendrán en el teatro d
abogado que prepara un alegato de apertura del juicio. p
es que debe tratar de comunicar una historia Lo anterior no implica referirse a todos
que generalmente tiene diversos actores, los que intervendrán en el juicio como par- I1
que ocurre en múltiples lugares y/ o con tes, testigos o peritos, sino que únicamente
una pluralidad de hechos relevantes. a aquellos que es necesario que el tribunal d
¿Cómo sintetizar todas estas variables tome conocimiento de su existencia en la f;
en un relato hilado, coherente, completo declaración inicial, de manera de permitir al e
y persuasivo? sentenciador poder seguir la historia cono- e
Como hemos dicho reiteradamente, en ciendo quiénes son los afectados por ella.
esto no hay verdades absolutas, pero cree- Cabe tener presente a este respecto que
mos que a lo menos cabe tener presente es imposible que el Tribunal retenga en dos
una estructura sugerida que le otorgue un o tres minutos más de un par de nombres,
contenido o circunstancias a tener presen- por lo que no es aconsejable nombrar a todos 1
te para los efectos de crear un alegato de los sujetos que intervendrán en el juicio, c
apertura. sino que únicamente a aquellos respecto de e
J En ese orden de ideas, los siguientes t,
2
son algunos de los elementos que pueden n
ser tomados en cuenta por un litigante ~0 Dedman,James M., ob. cit., pág. 4. a

EDrTORlAL JURíDICA L•E CHlLf 120

 _ Los alegatos
los cuales es esencial e imprescindible que
el Tribunal se familiarice con ellos.
Una buena manera de asegurarse que el
Tribunal conozca a los principales sujetos
del litigio es ir nombrándolos sucesivamente
en distintos momentos de la apertura de
distintas formas, por ejemplo, el acusado
Jorge García López, luego referirse a él
como García López, luego el acusado, Y
así sucesivamente.
Es también conveniente. a efectos de
asociar al personaje con un ser físico, si está
presente en djuicio, indicárselo al Tribunal,
lo que debe hacerse de manera pausada y
tranquila, de modo que naturalmente el
sentenciador desplace su atención de una
forma oral a otra visual, asegurándose de
esa forma el litigan te la adecuada recepción
de mensaje que quiere transmitir.
1.2.3. Definir claramente la secuencia
tempo­esjJn cia l
En muchas ocasiones losjuicios versan sobre
una pluralidad de hechos que no se desen-
cadenan en un solo momento y lugar, sino
que, por el contrario, en distintos tiempos
v espac10s.
En esos casos, el alegato de apertura
debe dejar claramente sentado en el Tri-
bunal los hechos que motivan el juicio,
dónde y cuándo ocurrieron, con toda
precisión.
Obviamente, ello debe hacerse de ma-
nera tal que no se agote al Tribunal con un
sinnúmero de fechas y lugares imposibles
de recordar, sino que solamente con la in-
formación necesaria para poder percibir
el tiempo y el espacio donde se desarrolla
el conflicto.
1.2.4. Establecer los hechos releoantes
Dentro de la pluralidad de hechos que
contienen muchos juicios, debemos ser
capaces de seleccionar los más importan-
tes y trascendentes para el desarrollo del
mismo, de manera de incluirlos en nuestro
alegato de apertura.
121
de apertura
Respecto de esto cabe la misma preven-
ción anterior, no se trata de relatar todos
los hechos del juicio, sino que únicamente
aquellos más trascendentales de mismo.
En materia penal cabe precisar que los
hechos relevantes del juicio no sólo se re-
fieren al hecho material del delito, sino
que pueden comprender todo aquello que
atenúe, agrave o elimine la responsabilidad
penal.
Así, por ejemplo, si se trata ele un homi-
cidio y la defensa postula que el acusado es
demente y por lo tanto es in imputable, parte
del alegato de apertura deberá destinarse,
además del relato del homicidio mismo, a
este aspecto esencial del juicio, cual es la
alegación de demencia que efectuará una
de las partes del juicio y cómo ella se acre-
ditará o desvirtuará, según el caso.
Sin duda eso es más relevante en unjuicio
de esa naturaleza, ya que en esa hipótesis de
alegación de eximente de responsabilidad
las partes no discreparán sustancialmente
del hecho ilícito, sino que lo que estará en
discusión en el juicio será la culpabilidad
del hechor, esto es, si concurre o no la exi-
mente alegada.
Una vez que tenemos definidos los ele-
mentos a incorporar en el alegato de aper-
tura (identificamos el lugar de los hechos;
individualizamos los sujetos; definimos la
secuencia tempo-espacial, y establecimos los
hechos relevantes), tenemos que ordenar
estos elementos para crear nuestro alegato
de apertura.
Para esto tenernos diversas posibilidades,
pero deberíamos considerar las siguientes
como las principales formas de ordenar
los elementos que vamos a integrar a la
apertura:
1.2.4.1. Establecer una línea cronológica
Es sin duda la forma más clásica de cons-
truir el alegato de apertura y la forma más
simple de comunicar un caso.
Consiste en ordenar o hacer una línea <
temporal de las personas, eventos, lugares
involucrados y una vez definida esa secuen-
cia, ese es el alegato de apertura.
1,rr.
lDlTOR[r\L JUR!DICÁ DE CHIU
WiW
­­
 _____ -----~--C_1._1r_so_el_e_m_ental
de litigación o_r_al _

Así, retomando el caso del homicidio guna de las personas que intervienen en
de la señora A.raya que dábamos como la trama. (

ejemplo más arriba, estructurándolo de Al proceder de este modo, debemos tener

una forma cronológica podríamos decir presente que incluiremos los elementos que e
más o menos lo siguiente, luego de haber definimos como necesarios de considerar (

saludado al Tribunal y haber intentado lla- en un alegato de apertura (identificaremos

mar su atención: el lugar de los hechos; individualizaremos
s
a los sujetos de la historia, estableceremos
Q. -"Alas 22.00 horas del día 19 de junio e
de 2008, la señora Ana María Araya se encon- la secuencia tempo-espacial, y los hechos
traba en su departamento ubicado en el 3er relevantes), pero todos ellos desde el punto
piso de calle Antonio Varas Nº 310, cuando de vista de uno de los sujetos del juicio. ];
desde su habitación ve a 3 sujetos cometer Por otro lado, cabe tener presente que
r
un asalto de una transeúnte, hecho que la esta forma de estructurar la apertura per-
mite no solamente emplear a la víctima F
motivó a hacer lo que cualquier ciudadano e
haría: dar aviso a Carabineros. Dentro de para narrar el caso desde su punto de vista,
estos tres asaltantes se encontraba el acusado sino que también al victimario, un testigo,
e
José Gómez Anabalón (indicándolo). un oficial de carabineros, un espectador r
Fruto del compromiso de la sefiora Ana externo, etc.
María Araya con la sociedad, este aviso a Ca- Así, por ejemplo, en el caso que hemos
rabineros permitió dar captura a dos de los 3 venido analizando podríamos, ocupando 11
esta forma de construcción, señalar lo si- (
asaltantes, escapándose Gómez Anabalón.
guiente. e
El día 22 de junio de 2008, tres días
a
después del asalto, el acusado José Gómez Q. -"Para la señora Ana María Araya, c
(señalándolo) espera que la señora Araya el día 19 de junio de 2008 parecía un día
ingrese a su domicilio para abalanzarse sobre absolutamente normal como otro de sus u
ella y clavarle 5 puñaladas en su abdomen, 65 años de vida, En esa ocasión, se dispo-
lo que le provocó la muerte mientras era nía a cerrar la cortina de su departamento
r
11
trasladada al hospital. Mientras la acuchi- ubicado en el tercer piso de calle Antonio e
llaba, el acusado acá presente le recordaba Varas Nº 310, cuando, a eso de las 22.00 •..
que ello era por haber denunciado el robo horas, vio como tres asaltantes robaban a 11
ocurrido tres días atrás". una mujer en la calle.
Como podemos ver, en este alegato de Uno de los asaltantes era el acusado en a
apertura hemos relatado el caso en forma este juicio José Gómez Anabalón (señalán- e
cronológica, introduciendo los lugares rele- dolo al Tribunal). S
vantes ( domicilio de la víctima); identificando La señora Arava, conmovida por lo que b
a los sujetos (la víctima y el acusado a quien estaba viendo tomó su teléfono y llamó a
lo nombramos en 3 ocasiones y señalamos Carabineros para denunciar el robo que u
al Tribunal); a la vez que expusimos los estaba presenciando, lo que inició un pro- h
hechos relevantes del caso. cedimiento policial que permitió detener c
a 2 de los 3 delincuentes involucrados en h
el asalto.
1.2.4.2. Construir el alegato desde el Sin embargo, lo que doria Ana María v.
punto de vista de un sujeto Araya no sabía era que este compromiso d
con la sociedad le costaría la vida. d
Otra posibilidad para estructurar el alegato En efecto, tres días después, el 22 de a
de apertura es como si estuviéramos rela- junio de 2008, a eso de las 17.15 hrs., la p
tando lo que presenció, vio u oyó alguno señora Ana María Araya salió de su domi- d
de los sujetos de la historia. cilio a dar un paseo, cuando se le acercó e
Así, podemos concebir el alegato de el acusado José Gómez Anabalón, quien le Sé
::í apertura como si fuera la narración de al- clavó 5 puñaladas en el abdomen mientras a

.@. EDiTORJAL JURIDICA DE CHILE 122

 ___ I_.o_s
_al~egaLos de ªP':.':_n_1r_a
le recordaba que ello le ocurría por haberlo
delatado 3 días antes.
La señora Arava fue llevada al hospital,
donde falleció e1~ una camilla antes de po-
der recibir asistencia médica".
Como vemos, en este alegato de apertura
se enfoca el relato desde el punto de vista
de la víctima, más que desde el punto de
vista de los hechos.
Es posible idear otros pulllos de vista de
la situación ( el delincuente, un espectador,
un testigo, etc.) e ir trabajando con ellos
para definir cuál describe de manera más
eficaz el caso.
Así, por ejemplo, el punto de vista del
delincuente nos podría señalar más o me-
nos lo siguiente:
Q. -"El día 19 de junio de 2008, aproxi-
madamente a las 22.00 hs., el acusado José
GómezAnabalón se encontraba junto a dos
cómplices en calle Antonio Varas ~º 310,
asaltando a una mujer para robarle una
cartera v un reloj.
El délito parecía haberse cometido sin
inconveniente como muchos otros realizados
por esta banda dirigida por el acusado, pero
no repararon que desde el tercer piso del
edificio que enfrentaba el robo la señora
Ana María Araya había visto el asalto v de-
nunciado el hecho a Carabineros.
A los 15 minutos de ocurrido el hecho,
apareció una pareja de Carabineros, quienes
detuvieron a los otros asaltan tes, logrando
sin embargo escapar el acusado Gómez Ana--
balón (señalándolo al Tribunal).
.José Gómez Anabalón, enterado de que
una llamada de la señora Ana María Arava
había permitido detener a sus dos cómpli-
ces, decidió eliminar a la persona que los
había denunciado.
Así, después de varios días en que fue
visto merodeando por los alrededores del
departamento de Antonio Varas Nº 310, el
día 22 de junio de 2008, 3 días después del
asalto y detención de sus compañeros, sor-
prendió a la víctima doña Ana María Araya,
de 65 afios de edad, frente a su domicilio,
clavándole 5 puñales en el abdomen cau-
sándole la muerte mientras era trasladada
al hospital.
123
_
El acusado acá presente, José Gómez
Ana balón (señalándolo al Tribunal), había
logrado el objetivo que se propuso: asesi-
nar a la persona que lo había denunciado
por cometer un delito de robo ocurrido 3
días antes".
1.2.4.3. Estructura mixta
En la estructura mixta, podemos combi-
nar una línea cronológica del alegato de
apertura con una que enfoque el relato
desde el punLo de vista de un sujeto. Así,
podemos ir narrando el caso ordenando
secuencialmente las personas, eventos y
lugares desde el punto de vista temporal e
ir mezclándolo con los puntos de vista de
un sujeto que interviene en el caso.
Incluso, también en la mixta podemos
construir la apertura mezclando los puntos de
vista de la víctima con otros puntos de vista,
como los del acusado, de un testigo, etc.
Dentro de esto último se debe consi-
derar que siempre una historia puede ser
contada desde distintos ángulos, por lo que
al recurrir a esta forma mixta debemos ser
cuidadosos de elegir la que creamos es más
útil a la transmisión del mensaje que se
desea comunicar.
Por otro lado, cabe tener presente que si
bien esta estructura mixta permite dar mayores
herramientas para construir el alegato, no es
menos cierto que si se usa en forma abusiva el
recurso, puede terminar cansando al Tribunal,
por una parte, y, por otra, confundiéndolo al
mezclar demasiados puntos de vista .
Por lo tanto, el litigante debe ser cuida-
doso al ocupar estas técnicas, pero sólo en
la medida que sean eficaces para el fin de
trasmitir adecuadamente su mensaje.
Una vez definida la estructura del alegato
de apertura, hemos terminado la segunda
parte que podemos distinguir en el alegato
de apertura, cual es el relato del caso.
1.3. LA LÍNEA DE SALIDA
Una vez que hemos terminado de contar
nuestro caso, corresponde desarrollar el
final de nuestro alegato de apertura.
EDlTORíAL JURID!CA
rsr:
...,)il,.'}
DE CHJLF ~
 Curso elemental
No es conveniente terminar sólo con el
relato del litigio, sino que para comunicar
mejor nuestro caso es ideal finalizar, al igual
como empezamos, con unas frases que lo
sinteticen, que demuestren la fuerza moral
que existe detrás de él.
Asimismo, es necesario terminar con una
petición concreta, es decir, con reiterar al
Tribunal determinada y específicamente
lo que se le pide.
No necesariamente estos contenidos de
la línea de salida del alegato de apertura van
en ese orden, esto es, frase que resuma el
caso y peticiones concretas. Si el abogado
considera que le da más fuerza a su caso,
puede, después de terminar el relato del
juicio, empezar con las peticiones concre-
tas y reservar para el término la frase que
lo sintetiza, dejando esas ideas resonando
en la sala del Tribunal como las últimas
pronunciadas. Es una cuestión de decisión
estratégica del litigante.
Ahora bien, respecto de la frase que sin-
tetiza el caso, puede ser de índole temática
o fáctica. También podría repetirse la misma
línea de entrada con la que iniciamos el
alegato de apertura si es una frase dema-
siado contundente que tiene la fuerza de
encerrar el caso en una sola idea.
Así, por ejemplo, en una línea temáti-
ca, recurriremos a los valores que encierra
el caso que representamos, mediante una
idea-fuerza que lo resuma y refuerce en
el Tribunal la necesidad de examinar la
prueba con nuestra visión de los hechos y,
finalmente, darnos un fallo favorable.
En esta línea de cierre temática, podría-
mos finalizar nuestro alegato de apertura,
después de haber relatado el caso, seña-
lando:
Q. -"El acusado asesinó a la señora Ana
María Araya porque perjudicó la actividad
delictual suya y de sus cómplices".
En una línea de salida de índole fáctica,
podríamos cerrar la apertura de la siguiente
forma:
~ es tan relevante que no es posible que se
?i Q. -"La señora Ana María Araya miró
2 fuera de su departamento y vio cómo se
s encontraba robando José Gómez Anabalón,
,@ EDITORIAL JURIDICA DE CH.lLE
de litigación ~__ra_I _
el mismo que la asesinaría tres días después (
por haber denunciado el delito de robo. F
Pues bien, en el día de hoy se encuentra e
sentado frente a S.S. ese mismo hombre. s
Ese es el acusado en el presente juicio". i
a
En cuanto a las peticiones concretas, se l:
debe señalar al Tribunal todo aquello que l
se le pide que determine en la sentencia
definitiva de una manera precisa y deter-
minada.
Así, señalaremos que se debe dictar,
por ejemplo, sentencia condenatoria de
tal delito, pidiendo el reconocimiento de
las agrarnntes que estimamos concurrentes,
por lo cual debiera imponerse una pena
cierta y determinada, más las accesorias que
correspondan, todo ello, con costas.
2. CÓMO DECIR NUESTRO ALEGATO
DE APERTURA
Una vez que hemos terminado de estructu-
rar nuestra apertura, debemos exponerlo
en forma oral en el Tribunal, lo cual nos
lleva a tener presente una serie de cuestio-
nes que pueden ser de suma importancia
para lograr el efecto comunicador que
desea el litigante respecto de su inicio J
del juicio.
2.1. APREXDA sr .\LEGATO
Una vez lograda su estructura de alegato,
tenga absolutamente claro lo que va a decir, l
ya que debe aprendérselo como si fuera
un guión. No deje a la improvisación un 5
momento tan relevante como la apertura.
No piense que bastará con su confianza
de que lo expondrá acertadamente. De f
hecho, veremos que una cosa es saberlo y s
otra decirlo. Son dos momentos distintos.
Por lo demás, si el alegato está bien hecho,
no debiera durar más de 5 minutos y cada
pieza de información que usted incluyó (
J
olvide de una parte de él, ya que no gozará e
ele otro momento para revertirlo. Por lo ¡
demás, si es uno ele sus primeros casos, o r
124
 _l_:-.os alegatos_ ele aper11_1_r_a
es de mucha importancia, debe añadir que
puede encontrarse un poco nervioso, lo
cual produce el efecto de reducir un poco
su eficiencia. Para que ello no ocurra, es
imprescindible que considere el alegato ele
apertura como un guión. En ese contexto,
la estructura que sugerimos más arriba tiene
la virtud ele facilitar la memorización del
alegato, ya que siempre es posible volver a
un punto conocido una vez que uno tiene
en la cabeza el mapa de la apenura.
2.2. PRACTÍQCELO E:\" \"OZ .-\LT-\.
Es esencial que el alegato de apertura sea
practicado por usted ames de ponerlo en
escena el día del juicio.
Como acto de comunicación que es, es
muy importante que usted se preocupe y
trabaje el cómo lo va a decir.va que puede
tener la mejor de las estructuras Y contenido,
pero si yerra en la forma de comunicarlo,
todo el trabajo será en vano.
Por otro lado, por mucho que lo memo-
rice, no puede darse el lujo de que sea el
Tribunal el primero que lo escuche. Ideal-
mente, debe haberlo repetido en muchas
ocasiones antes de decirlo en la sala ele
juicio, seguramente ante el abogado con
quien trabajará el juicio o un compañero
de oficina u otro.
Dentro de las cuestiones a fijarse en la
expresión oral ele la apertura, está, en primer
lugar, la dicción v la intensidad de la voz,
El alegato debe ser bien pronunciado v a
un volumen tal que sea cómodo escucharlo
en una sala ele Tribunal, sin aparecer como
si estuviera gritando.
En segundo lugar, debe preocuparse
que el alegato de apertura sea expuesto en
forma tranquila y pausada. Muchas veces,
sobre todo en situaciones de nervios, las
personas tienden a acelerarse debido a la
ansiedad que genera la tensión.
Ello es fatal en un alegato de apertura,
donde el litigante debe dar tiempo a los
jueces para que procesen toda la informa-
ción que se les entrega, tomen apuntes e
identifiquen los puntos importantes del
relato.
125
_
Por lo mismo, el hablar debe ser pausado,
pero con energía y convicción.
También otra variable de extraordinaria
importancia dice relación con los cambios
de tono que deben ocuparse para comunicar
y matizar la transmisión del mensaje.
Una de las cosas que más distrae a un
auditorio es una exposición plana sin ma-
tices ni cambios en el tono del expositor.
"'.\osotros, como abogados litigantes, debemos
tener eso en cuenta e incorporar a nuestro
alegato cambios de tono, los cuales deben
tener momentos precisos para usarse.
Este recurso, en todo caso, debe ocuparse
con cuidado, de manera que no aparezca
como una persona que está gritando en
una sala de un Tribunal.
Debe quedar clara la diferencia entre
energía, asertividad y convicción en las dis-
tintas etapas de la apertura, lo que debe
distinguirse <le una exposición agresiva o
resentida, que pueda generar algún anti-
cuerpo en el Tribunal.
2.3. LE."\'GE\JE CORPORAL
Una de las variables que debe manejar el
litigante que desarrolla su apertura es su
lenguaje corporal.
El abogado debe tener presente que un
gran porcentaje de la comunicación es no
verbal, de suerte tal que el movimiento del
cuerpo debe acompañar al relato con el
propósito de mejorar la transmisión del
mensaje y no a la inversa.
Idealmente, la gesticulación debe ser
fluida, tranquila y pausada, en el mismo
tenor de la apertura.
Por el contrario, debe intentar evitar que
los movimientos del cuerpo se escapen del
contenido del discurso, como ocurre, por
ejemplo, en el caso de gestos no apropiados
o demasiados dramáticos o intensos.
También deben evitarse la repetición
mecánica da un mismo gesto o hacer mue-
cas irónicas.
Cabe tener presente que los movimientos
del cuerpo se potencian si nos encontramos
parados, por lo que nos ocuparemos de ello
­c
en el siguiente párrafo.
iDlTOR[AL JURIDICA I)[ CHIIE
 __________ C:urso elementa_l_dc
2.4. ¿DE PIE O SENTADO?
Una importante decisión estratégica consiste
en definir si efectuaremos la apertura de
pie o sentados en el escritorio.
Si hacemos la apertura de pie, debemos
considerar que estamos físicamente más
expuestos ante el Tribunal, con lo que
la atención sobre la persona del aboga-
do es un poco mayor que si lo hacemos
sentados.
En este caso debemos sentirnos muy có-
modos con nuestro vestuario y evitar mover-
nos de un lado a otro de manera nerviosa,
distribuir el peso del cuerpo alternadamente
entre un pie y otro o dar dos pasos hacia
delante y dos pasos hacia atrás.
Todos estos gestos denotan nerviosis-
mo, lo que se transmitirá inevitablemente
al Tribunal, disminuyendo la atención en
la apertura y desplazándola hacia el abo-
gado.
Debemos siempre tener presente que
en el alegato de apertura la atención debe
concentrarse en el caso y no en la persona
del abogado.
Por otro lado, deberemos considerar el
espacio físico de que dispone el Tribunal,
ya que si la sala de audiencias es demasiado
pequeña, el pararse podrá incomodar a los
miembros del Tribunal, que podrán sentir
que el movimiento del abogado invade su
espacio personal.
La decisión de efectuar el alegato de
apertura de pie, si es bien realizada, permite
potenciar la comunicación entre el abogado
y el juez o panel de jueces.
Para tal efecto, es necesario que el abo-
gado se encuentre de pie, prácticamente
quieto y empiece a moverse en forma pausada
de acuerdo a los momentos pertinentes del
alegato, manteniendo en todo momento
contacto visual con el juez, y si son varios,
en forma alternada.
Si desea apuntar al acusado o a la con-
traparte, debe hacerlo en forma tranquila
;...)
r­ con la mano, mirando a los jueces, invi-
tándolos a desplazar su campo de aten-
ción visual al objetivo deseado, para luego
acompañarlos en la mirada y retomar el
discurso.
.®. EDlTOR!AL JUIUDICA DE CHJU
litigación oral
Si decidimos pararnos, cabe tener pre-
sente que debemos pedirle autorización
al Presidente del Tribunal para hacerlo
,lo que podemos efectuar en términos es-
pecíficos o generales, como indicamos a
continuación.
Así, por ejemplo, podríamos señalar:
Q. -"Sefior Presidente, solicito permi-
so para efectuar el alegato de apertura de
pie.
Pdte. -Concedido".
O, en términos generales, se puede re-
currir a la siguiente fórmula:
Q. -"Su Señoría, solicito autorización
para realizar el alegato de apertura, como
asimismo para practicar otras actuaciones
en eljuicio, de pie.
Pdte. -Concedida".
Por otro lado, si queremos hacer el
alegato de apertura sentados, bastará que
nos quedemos en esa posición cuando el
Tribunal nos dé la palabra.
Lo importante es que el abogado en-
tienda que la decisión de hacerlo de pie
o sentado es una cuestión estratégica que
debe resolverse teniendo presente el bene-
ficio del caso y no el lucimiento personal.
Si consideramos que hacerlo de pie nos
ya a poner más nerviosos, es más eficaz ha-
cerlo sentado.
Por otro lado, el estar físicamente para-
petados detrás de un escritorio nos concede
una posición de mayor tranquilidad que
permite incluso en un momento de con-
fusión mirar los papeles o resumen de la
estructura del caso, retomando el discurso,
posibilidad de la que careceremos estando
de pie.
Obviamente también en este caso de-
bemos mantener contacto visual con el
tribunal y hacer nuestra gesticulación en
forma pausada de acuerdo al mérito de la
apertura. Ello es universal y no sólo rige para
la apertura, sino que incluso para todas las s
actuaciones de juicio oral.
Tal vez lo aconsejable sea comenzar con
los alegatos de apertura sentado y una vez que e
sintamos confianza, ya que hemos manejado
varios juicios orales, hacerlo de pie. 1
126
 ____ L_osalegatos
3. PRINCIPALES IMPEDIMENTOS
PARA UN BUEN ALEGATO DE
APERTURA
3.1. FALTA DE PREPARACIÓN
Sin duda el principal inconveniente no
sólo para enfrentar un alegato de apertu-
ra, sino también un juicio oral, es la falta
de preparación.
Por mucho que confiemos en nuestra
capacidad discursiva o en que tenemos
nervios de acero, hay que tener presente
que el alegato de apertura es una noción
jurídico-técnica que debe ser preparada Y
estudiada.
No podemos pensar que delante del Tri-
bunal nos vamos a inspirar y sacar lo mejor
de nosotros si antes no hemos definido lo
más importante: el contenido de discurso,
idealmente con todos los matices que hemos
señalado más arriba.
La improvisación es algo bastante reñido
con un juicio v con el modelo adversarial,
donde es una verdadera lucha entre dos
abogados, en la cual, sin duda el más prepa-
rado, parte con una ventaja considerable.
3.2. E.\IPLEO DE ex LEXGL\JE
coxrt.so
Otro error bastante común en los alega-
tos de apertura es escoger palabras en la
apertura que no ayudan a transmitir un
mensaje certero del caso sino más bien, a
confundirlo.
Ello ocurriría por ejemplo si en la apertura
dijéramos " ... durante la etapa de prueba
podremos comprobar y acreditar como en
ese momento en que el asaltante huía, más
allá de toda duda razonable, la víctima, pudo
identificar v observar con toda nitidez la
cara del mismo, la cual se demostrará que
es la de aquél, quien no es otro sino el que
se encuentra hov en el estrado de S.S. como
autor del delito de robo".
Sin duda hay formas más simples de
construir la misma frase.
Debemos tratar de expresar nuestras
ideas en un lenguaje simple y claro.
127
de ape,~tma _
3.3. lNTRODCCIR DEMASIADAS VARIABLES
Otro gran impedimento para una exitosa
apertura es hablarle al Tribunal como si
tuviera el mismo grado de conocimien-
to del caso que nosotros, cuando lo que
ocurre es exactamente lo contrario: va a
imponerse del caso recién a partir de este
momento.
En consecuencia, si introducimos dema-
siadas variables en el alegato de apertura,
como un sinnúmero de fechas, nombres,
lugares, etc., sin duda hacemos más difícil
la transmisión del mensaje.
Debemos tener presente que el ser
humano tiene una limitada capacidad de
concentración y de retención, por lo que
al introducir demasiados elementos nuevos
puede hacérsele dificil seguir la historia
que estamos relatando.
Incluso si nombramos una misma persona
de distintas formas en los 3 o 4 minutos de la
apertura ya estamos creando una confusión.
Si decimos en la apertura "El acusado", luego
"[osé Gómez", más adelante "El Peineta",
entonces, "Gómez Ana balón", "el hechor",
si bien el Tribunal puede entender a quien
nos estamos refiriendo, no hemos logrado
que retenga el nombre del acusado, que
es uno de nuestros objetivos primarios en
el alegato ele apertura.
Ahora bien, si por el conocimiento de
la prueba tenemos claro que todos los tes-
tigos se refieren al acusado con un alias o
sobrenombre, debemos sin duda aclarar ese
punto en la declaración de apertura, para
luego volver al nombre, pero no alternar
entre distintas formas de tratamiento que al
final del día lo único que hacen es impedir
la transmisión del mensaje.
Por otro lado, lo razonable es que ocu-
pemos la técnica totalmente inversa, esto
es, que nos limitemos a entregar la mínima
e imprescindible información de nombres
y lugares, y ocupemos la técnica del ECO,
es decir, repetirlos de manera que quede
claro al Tribunal la secuencia de eventos,
­
lugares, fechas y personas que intervienen <
en la historia.
Produce una mejor comunicación re-
petir la misma información de manera de
EDlTOKIAL JURIDlC,\
7\r¿s
[)f: CHILI ~
 Curso elemental d<:__l~~igación oral

asegurar la internalización por el Tribunal Sin embargo, y como cuestión general a

que entregarla de una manera diferente. podemos sentar la regla que el alegato de e
apertura deviene en argumentativo cuando s
el abogado intenta señalar al Tribunal cómo 1
3.4. HABLAR DEMASIADO RAPIDO ellos deben fallar el caso. s
e
Otro pecado que obsta a la eficaz trans- e
misión del mensaje es expresar las ideas 3.6. DDL.\SL\D_.\ GESTICLLACIÓN FUERA
demasiado aceleradamente, de manera tal DEL CO):TEXTO DEL DISCURSO t
que el Tribunal no alcance a procesar la r
información. De esto hablábamos más arriba, pero es uno f
Es esencial tener un ritmo de expresión de los errores más clásicos de las aperturas, f
que permita digerir el discurso. Es mejor donde el litigante desarrolla un lenguaje
en la apertura hablar claro y pausado que corporal absolutamente fuera del tenor de l
en forma acelerada. mensaje. l:
Lo esencial es que el lenguaje corporal e
acompafie al alegato y no que el que llame f
3.5. ARGUMENTATIVO la atención sea el abogado y su gestualidad
más allá que el mensaje. s
El alegato de apertura es una narración de (

hechos, no es el momento para desarrollar e

;:
inferencias ni discursos argumentativos. 4. EL ...\LEGA.TO DE APERTURA EN
De hecho en Estados U nidos existe una LA LEGISLACIÓN CHILENA \

regla que prohíbe la argumentación en las

aperturas. Es causal de una objeción. Como siempre, en esto distinguiremos las é
El fundamento se encuentra en que al regulaciones existentes en el proceso penal, t
jurado no le está permitido empezar a sacar en la Ley de Familia, y en el procedimiento é
conclusiones del caso antes que vean la laboral. e
evidencia. El alegato de apertura permite l
únicamente crear un con texto para enten- (

der el juicio, pero no puede el litigante 4.1. EL ALEG.-\TO DE APERTURA EN EL

anticiparse a la evidencia convenciendo
al jurado.I'
Entre nosotros si bien -todavía- no se ha
debatido en la literatura sobre la cuestión, la
verdad es que la autorización que concede
la ley al litigante es para "exponer su caso",
en la apertura, lo cual sin duda se refiere
a un relato del mismo y no un discurso
argumentativo. Lo último está reservado al
alegato de clausura. En todo caso, usted no
o' desea ser interrumpido por una objeción
:::i
az al momento de realizar su declaración de
apertura, ya que le interrumpiría el flujo
CÓDIGO PROCESAL PE::--:AL
El Código Procesal Penal se limita a señalar
en su artículo 325 que el presidente de la
sala, luego de verificar la disponibilidad
de los testigos y demás personas citadas a
la audiencia, "señalará las acusaciones que I
deberán ser objeto del juicio contenidas en 1
el auto de apertura del juicio oral; advertirá e
al acusado que debe estar atento a lo que
oirá; y dispondrá que los peritos y testigos
hagan abandono de la sala de audiencia. é
Seguidamente concederá la palabra al (

del discurso. fiscal, para que exponga su acusación y al r

Puede ser una cuestión bastante sutil querellante para que sostenga la acusación, e
distinguir lo que es una narración de hechos así como la demanda civil si la hubiere in- \

de una argumentación. terpuesto". 1

A su turno, el artículo 326 del Código r
~
~ 31Lubet, Steven, Modera Trial /uluocacy, Analysis Procesal Penal expone que después de r
:5 and Practice, 3ª edición, 2004, pág. 415. realizadas las exposiciones previstas en el e

.@. EDITORIAL JURIDICA DE CHILE 128

 Los akgatos
artículo anterior, se le indicará al acusado
que tiene la posibilidad de ejercer su defen-
sa, de acuerdo al artículo 8º, agregando el
inciso 2º del mismo artículo que "al efecto,
,e ofrecerá la palabra al abogado defensor,
quien podrá exponer los argumentos en
que fundare su defensa".
En consecuencia, de los artículos antes
transcritos se infiere que en primer térmi-
no tiene lugar el alegato de apertura del
fiscal, luego el del querellante panicular v,
finalmente, el del acusado.
En esos <los artículos encontramos la
única regulación legal que consagra la legis-
lación del ramo para el alegato de apertura,
ele lo que fluye que otras incidencias que
pudieren presentarse durante esta impor-
tante actuación del juicio deberán ser re-
sueltas por el Tribunal o por el presidente
del mismo habida cuenta de sus facultades
generales que le otorga el artículo 292 del
Código Procesal Penal para dirigir el debate
\' moderar la discusión.
Dentro de estas cuestiones resulta que
es posible que el Tribunal fije un límite de
tiempo para realizar la apertura, lo que no
es esencial, pero que podría señalarse de
oficio o incluso solicitarse por alguno de
los intervinientes, en cuyo caso el Tribunal
debiera resolver esa incidencia en forma
previa a desarrollar la apertura.
4.2. EL ALEGATO DE ,\PERTCR..\ E~ L.\ LEY
Nº 19.968, Ql,'E CREA. LOS TRIBC~A.LES
DE FA:\!ILL.\
La Ley Nº 19.968 no contemplaba la rea-
lización de alegatos de apertura en la au-
diencia de juicio.
La dinámica del legislador consagrada
en los artículos 58, 61 y 63 se refería a que
el período de discusión se daba en la au-
diencia preparatoria del juicio oral, mo-
mento en que las partes debían ratificar su
demanda en forma oral (artículo 61 Nº 1)
y contestarla también oralmente, o ratificar
la contestación escrita o presentar demanda
reconvencional (artículo 61 Nº 2). Si hubie-
re demanda reconvencional se contestaba
oralmente en la misma audiencia prepara-
129
de apert~
toria o se podía pedir la suspensión hasta
por diez días, según prescribe el artículo
58 en relación al 61 N\! 2 de la ley.
En consecuencia, no existía oportuni-
dad para exponer oralmente el caso ante
el Tribunal, bajo la sola vigencia de la Ley
::,,:-º 19. 968, lo cual sin duda era un gran error;
va que al privar a las partes de la posibilidad
de exponer su caso ante el Tribunal que
conoce del juicio en forma oral, en forma
previa a la producción de la prueba, nece-
sariamente el juez que conoce de la causa
debía imponerse de la discusión a través de
la lectura, ya que de otro modo entraría a
escuchar declaraciones que carecerían de
sentido absoluto para él. Por lo tanto, en
forma previa a la audiencia el juez debía
leer la demanda o la contestación y/o el
acta de la audiencia preparatoria.
De esa forma el juez entraba al juicio con
información que ha recibido a través de la
lectura, extrajudicialmente, fuera de audio,
lo cual altera la oralidad y la concentración
del debate y podía también impactar en la
falta de igualdad entre las partes.
Sin embargo, la Ley Nº 20.286, de 15
de septiembre de 2008, modificó la Ley
Nº 19.968, específicamente el artículo 61
N(I' 1 y 2, cuya redacción actual señalan que
en la audiencia preparatoria se procederá
a: "1) Oír la relación breve y sintética, que
harán las partes ante el juez, del contenido
de la demanda, de la contestación y de la
reconvención que se haya deducido, y de la
contestación a la reconvención, si ha sido
hecha por escrito", a la vez que el Nº 2,
en su nueva redacción sostiene que en la
audiencia preparatoria se procederá a: " ...
2) Contestar la demanda reconvencional,
en su caso " .
Por lo tanto, la ley reserva la posibilidad de
realizar discursos de apertura para la fase de
discusión que ahora, con la modificación de
la Ley Nº 19.968, se realiza oralmente, pero
en la audiencia preparatoria de juicio y no
en la audiencia de juicio propiamente tal.
En efecto, la modificación no tocó el
artículo 63 de la Ley Nº 19.968 que sostiene
que la audiencia de juicio tiene por objeto
"recibir la prueba admitida por el tribunal
y la fijada por éste", de lo que se desprende
i:DlTOR!AL JURIDlCA DE
w16
'fí.Y'"'
canr ~
 ----~ C_u_rs_o_e_Ie_.r_ne_ntal
de lit.igación oral ---- -----·---

que no hay posibilidad de realizar alegatos en la audiencia de juicio, para lo cual se

de apertura en la audiencia de juicio.
Por lo tanto, si bien existe un avance en
el sentido que ahora está la posibilidad de
realizar un alegato de apertura en el pro-
cedimiento de familia, respetando de esa
forma el principio de oralidad, no es menos
cierto que esa exposición verbal del caso se
realiza en la audiencia preparatoria y no en
la audiencia de juicio y sabemos que entre la
audiencia preparatoria y de la juicio puede
transcurrir un lapso de tiempo considerable
y estas audiencias no necesariamente son
conocidas por los mismos jueces.
En consecuencia, el juez que conoce
de la audiencia de juicio necesariamente
tendrá que leer la audiencia preparatoria
para imbuirse del caso en forma previa a la
misma, lo que es claramente una excepción
a la oralidad. Recordemos que el alegato de
apertura tiene un rol orientador respecto de
la prueba, orientación que, en un sistema
acusatorio, debe emanar de la información
que aportan las parles y no de la que pueda
obtener el tribunal por sí mismo a través
de la lectura.
Se hace necesario que el legislador per-
mita efectuar una exposición oral del caso
debe efectuar la modificación legal per-
tinente.
4.3. EL ALEGATO DE APERTURA
E::\" EL CÓDIGO DEL TRA.B,-\JO
El nuevo procedimiento laboral, que con-
templa la Lev X? 20.087, adolece del mismo
defecto que exponíamos más arriba en el
procedimiento de familia, esto es, la ley no
consagró la posibilidad de los abogados
de efectuar una presentación oral de su
caso en forma previa a la recepción de la
prueba.
El artículo 454 Nº 1, señala que la au-
diencia de juicio se iniciará con la recepción
de las pruebas, lo que nuevamente obliga
al tribunal a imponerse de la controversia
a través de la lectura de la etapa de discu-
sion.
Todos los comentarios críticos que se-
fialábarnos respecto de la falta de alegato
de apertura en la audiencia de juicio del
procedimiento de familia, se aplican muta­
tis muiandis, al procedimiento laboral que
prevé la Ley Nº 20.087.
(

e
r
é
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.@. l'DlTORIAL JURIDICA DE CHJLE 130

 Capítulo
EL EXAMEN DIRECTO
Sección Primera
CUESTIONES GENERALES
APLICABLES AL INTERROGATORIO
DE TESTIGOS Y PERITOS
Finalizada la exposición del caso por los
abogados litigantes, el Tribunal imitará a
los intervinientes a producir la prueba que
hubieren ofrccido.F
Para tal efecto, el juez o el presidente
del tribunal sezún corresponda, se dirigirá
' (_J (__
primeramente al abogado que sostiene
la acción, que será el fiscal, denunciante
o demandante, según el caso, serialán-
dolc que puede empezar a producir su
prueba. . .
Como el procedimiento es desformaliza-
clo, el abogado puede comenzar su prueba
con cualquier medio que considere perti-
nente, sean testigos, peritos, documentos,
ele. Así, no está obligado a ceñirse a un
orden determinado o prefijado, sino que
será él el que deba definir con qué tipo de
evidencia pretende iniciar la acreditación de
su caso, lo que importa tornar una decisión
estratégica ele su parte.
Dentro de los medios de prueba que
puede emplear el litigante en un juicio
oral podemos distinguir entre aquellos que
consisten en aportar declaraciones o en la
incorporación de evidencia material.
Las declaraciones que hacen los terce-
ros ajenos al juicio, corno testigos, peritos
o in~luso las propias partes del mismo, se
'1~ En materia laboral, según veremos, la ley con-
sagra una excepción sobre este punto, ya que ~eíiala
en el artículo 454 ;'\" l del Código del Trabajo que
la audiencia de juicio se iniciará con la rendición de
las pruebas decretadas por el Tribunal.
131
Sexto
"El teatro es el lugar donde
atraparé la conciencia del rey".
HAMLFT, 2º Acto, 2ª escena.
efectúan a través de la técnica del examen
directo.
La incorporación ele la evidencia material,
corno los documentos, grabaciones, videos
u otros medios de prueba, se incorporan
al juicio de la forma como se tratará en el
capítulo pertinente.
De lo anterior se colige la importancia
ele dominar la técnica del examen directo,
ya que por regla general en los juicios las
partes discreparán de los hechos y :le sus
circunstancias más que el derecho aplicable,
v para acreditar dichos hechos, sin perjui-
cío de la documental de que dispongan,
deberán llevar testigos o peritos para que
declaren acerca ele su conocimiento respecto
a dichos hechos controvertidos.
No es menor entonces afirmar que los
juicios se ganan como consecuencia de la, r,ro-
clucción ele un buen examen directo.F'
El examen directo permite al litigante
producir su prueba a través de declara-
ciones orales que efectuará un testigo o
perito, previa interrogación del abogado.
En síntesis, la declaración se presenta a
través de un sistema en el cual se producirá
un diálogo entre el abogado y el testigo a
través de preguntas y respuestas, donde el
abogado es quien formula el interrogatorio
y el deponente responde.
Es importante dejar claro desde ya que
así como en el alegato de apertura quien
habla o el que debe destacar es el caso y no el
ahorrado en el examen directo lo que debe
b . '
procurar el abogado es que sea el testigo o
perito quien capture la atención y no él, de
manera que el Tribunal pueda percibir el
. 'l3 Lubet, Stevcn, Modern Tria] Advocacy, ob.
cit., pág. 45.
E1)ITL1fUAL DE CHILE
 Curso elemental
grado de conocimiento y de asertividad que
presenta la declaración, lo que se traducirá
en la credibilidad de su testimonio.
l. O~JETIVOS DEL EXAMEN
DIRECTO
Los fines que el litigante debe tener en
consideración al realizar su examen directo
son, básicamente, los siguientes:
1.1. ACREDITAR SUS PROPOSICIO:\"ES
Fi\CTICAS
Sabemos que la teoría del caso debe desme-
nuzarse en proposiciones fácticas que son
los elementos de hecho que satisfacen un
elemento jurídico contenido en la teoría
del caso.
Pues bien, a través del examen directo,
acreditaremos las proposiciones fácticas
en las cuales hemos dividido nuestro caso,
de suerte que cumplida con nuestra carga
procesal, estaremos en condiciones que el
Tribunal dé por probado nuestro caso y con
ello podremos imponernos en el juicio.
Con ello, acreditamos lo que se denomina
en litigación evidencia directa afirmativa, ya
que satisfacemos una proposición fáctica
a través de la declaración contenida en el
testimonio del testigo.
En materia penal, el testigo que declara
sobre algún elemento que permite satisfacer
alguno de los elementos del tipo penal en
que se sustenta la acusación, se denomina
testigo de cargo, como por ejemplo el testigo
que declara que vio el momento en el cual
el acusado disparó su arma sobre la víctima,
causándole la muerte.
r
w
, . .i
1.2. DESTRUIR LAS PROPOSICIOXES
Fi\CTICAS DE LA CONTRARIA
A la inversa, a través del examen directo
podemos también controvertir y rebatir
proposiciones fácticas construidas por la
contraria para justificar su caso.
Es lo que se conoce en litigación con el
nombre de evidencia directa de refutación.
.@. EDITORIAL JUR!DlCA DE CHILE
de litigación oral
Así, por ejemplo, en materia penal, cons-
tituye una evidencia directa de refutación
la declaración que prueba una coartada del
acusado, como por ejemplo que a la hora
del supuesto delito éste no se encontraba
en el lugar de los hechos, sino que en otro
diverso.
1.3. ACREDIT-\R LOS TESTIGOS
Una cuestión esencial que cruza todo el
juicio en forma transversal, según hemos
visto, es la credibilidad de la prueba que
presentan las partes, punto que se aplica
no sólo al relato que contiene la teoría del
caso, la forma cómo se presenta, sino tam-
bién a los testigos de las partes.
Como sabemos, el Tribunal tiene plena
libertad para apreciar la prueba, sin per-
juicio que no puede contradecir las reglas
de la lógica, las máximas de experiencia
ni los conocimientos científicos afianzados
en el juicio.
Por lo tanto, al tener libertad para ana-
lizar la evidencia, el tribunal puede darle
mérito probatorio a lo declarado por un
testigo o perito, a pesar que existan otros
testigos o expertos que declaren lo contra-
rio, lo que se explica precisamente por el
análisis de la credibilidad que debe hacer
el tribunal respecto de las declaraciones
del testigo o experto.
Lo anterior implica que el litigante de-
berá estructurar su interrogatorio en dos
partes: la acreditación y el fondo.
En la etapa de acreditación, el litigante
debe darle razones al tribunal para que en
la sentencia definitiva le dé mérito proba-
torio a lo declarado por el testigo o perito
que presenta en estrados.
Por lo tanto, uno de los fines del examen
directo es, precisamente, acreditar a los
testigos o expertos.
1.4. DESACREDITAR LOS TESTIGOS DE LA
CONTRARIA
A la inversa, también es posible ocupar el
examen directo para desacreditar a un tes- 5
132
 El examen
tigo o perito de la contraria, esto es, darle
razones al sentenciador para que no le dé
mérito probatorio a la declaración de un
perito o testigo de la contraria.
Así, por ejemplo, supongamos que se
trata de un caso en que se discute la posible
declaración ele interdicción por demencia
del demandado v el demandante presenta
un siquiatra como testigo experto que sosten-
drá la enfermedad mental del demandado,
en tanto que la contraria presentará otro
siquiatra que concluya la sanidad mental
del mismo demandado, por lo que sin eluda
que el Tribunal deberá resolver el conflicto
tomando en cuenta la credibilidad que le
otorgue el informe pericial ele cada uno ele
los peritos, para lo cual el abogado intentará
demostrar las credenciales ele su experto.
En este contexto, es posible que, una vez
acreditado mi perito, le pregunte acerca de
si conoce al otro siquiatra, ele cuya respuesta
pudiera deducirse o compararse las creden-
ciales entre uno y otro y aparecer corno más
creíble el propio que el ele la contraria.
1.5. l.'\TRODCCIR LOS HECHOS .'\O
DISPCTADOS QCE DA.'\ CO.'\TEXTO .-\L
JCICIO O A .'\l'ESTR.-\S PROPOSICIO.'\ES
E-\CTIC-\S
Muchas veces las declaraciones que incor-
poramos al juicio a través ele la declaración
ele un testigo no solamente servirán para
acreditar una proposición fáctica, sino para
contextualizada o circunstanciada.
Supongamos que usted represen ta a una
persona acusada de violencia intrafamiliar
en un juicio ante un Tribunal ele Familia v
su teoría del caso es que su defendido no
realizó el acto que se le imputa.
Como en este caso su teoría refiere un
hecho negativo, no existió el acto eleviolen-
cia intraíarniliar, y siendo el hecho positivo
contrario, el acto de violencia intrafarniliar,
carga procesal de la denunciante acreditarlo,
el abogado de la parte denunciada podrá
acompañar testigos que acrediten la buena
relación ele las partes, cómo se relacionaban
o lo que hacía el demandante el día del
supuesto acto ele violencia intrafamiliar.
133
directo
Si bien ninguna de estas declaraciones
acredita que el denunciado no incurrió en
el acto de violencia intrafamiliar, sí le dan
un contexto a la dinámica ele la relación
de la pareja que permitirá al Tribunal, in-
directamente, formarse la convicción que
dicho hecho no existió.
Los testigos que declaran sobre aspectos
de la personalidad de las partes se denomi-
nan en litigación testigos de carácter.
1.6. REFERIR EL CONOCIMIENTO DE LOS
TESTIGOS O EXPERTOS RESPECTO DE LA
EYIDE.'\CIA MATERIAL INCORPORADA
Otra finalidad ele la declaración de los tes-
tigos o peritos es referirse al conocimiento
que tengan ele la evidencia material que se
incorpora al juicio.
Así, por ejemplo, es posible que para
fijar de mejor manera en el Tribunal los
hechos del juicio decidamos incorporar un
mapa del lugar de los hechos, en la forma
como señalaremos cuando analicemos la
evidencia material.
Sin perjuicio de la incorporación material
del instrumento, es deseable para obtener
lo máximo posible ele esa prueba, comple-
tarla con la declaración ele un testigo que
nos explique qué significa el mapa, dónde
estaban las partes al momento ele ocurrir el
hecho que motiva el juicio, cómo se distri-
buían las piezas de la casa, el tiempo que se
demora uno en recorrer el lugar, etc.
Esa avuda visual sumada a la declaración
del testigo producirá un recuerdo mucho
más vívido del hecho que motiva el juicio
para el Tribunal y le facilitará recordarlo
y, por lo mismo, darle credibilidad y reco-
nocerlo en la sentencia.
2. FORMAS DE INTERROGACIÓN
EN EL EXAMEN DIRECTO.
TIPOS DE PREGUNTAS
Hemos~ñ~acloqueelmé~clodeex~
minación ele un testigo o perito a través
de la técnica del examen directo consiste
en un sistema de preguntas y respuestas,
DE CHILI
 Curso elemental
donde el abogado dirige el interrogatorio
y la evidencia es aportada al juicio a través
de las respuestas que él va señalando.
Para los efectos de la litigación, las pre-
guntas pueden clasificarse en abiertas o ce­
rradas y dentro de estas últimas debemos
subdistinguir las preguntas sugestivas.
Las preguntas abiertas son aquellas que
no dan indicio alguno al deponente acerca
de la respuesta.
En la pregunta abierta, el testigo tiene
toda la libertad para con testar y encarar
la respuesta como él lo determine, dada
la amplitud de la pregunta.
Así, por ejemplo, lo vemos en el siguiente
diálogo que ocurre entre el abogado deman-
dante (D) y el testigo José Gómez (T).
D. =Serior Gómez, ¿dónde trabaja us-
ted?
T. -Yo trabajo en el Club Deportivo
Buena Salud.
D. -¿Dónde queda ubicado ese Club?
T. -En la comuna de Santiago, en calle
Bulnes 240.
D. -¿En qué consiste su trabajo?
T. -Yo trabajo en la recepción del Club,
donde tengo que preocuparme del ingreso
de los socios, para que no entren extraños.
Los socios firman el Libro de Ingreso, les
pregunto si necesitan algo, contesto las
llamadas y hago algo de funciones admi-
nistrativas.
D. -¿Qué días trabaja usted en el
Club?
T. -Trabajo de martes a domingo.
Todas estas preguntas son abiertas, ya
que no guían de ninguna manera la res-
puesta del testigo, ya que lo que conteste
'z
el testigo no está pautcado o consignado
; en la pregunta.
1 reducido, como podemos ver en la siguiente
2 En las preguntas cerradas, en cambio, se
::J
:::i suministra de alguna manera la respuesta,
pero dejando el deponente la posibilidad
de elegir entre diversas alternativas que la
propia pregunta le sugiere.
g D. -¿Conoce usted al señor Pedro Ri-
quelme?
¡;:;:
r· T. -Claro que sí, es el demandante de
:'5 este juicio.
~ EDITORIAL JURlDICA DE CH]Lf
de litigación oral
D. -¿Usted trabaja con él?
T. -Sí, trabaja conmigo en recepción.
Somos dos en la misma función.
D. -¿Concurrió usted a trabajar el día
23 de febrero de 2008?
T. -Claro que sí, lo recuerdo perfecta-
mente, porque ese día estoy de cumpleaños
y recuerdo que cayó en día viernes.
D. -¿Concurrió a trabajar el señor Ri-
quelme el día 23 de febrero de 2008?
T. -Claro que sí, lo tengo muy presente
porque, me saludó, ya que estaba de cum-
pleafios v me trajo una botella de vino de
regalo.
En todas estas preguntas, se le orienta
al testigo o perito acerca de la dirección
de la respuesta, pero todavía éste goza
de cierta libertad para contestar como
lo desee.
En las preguntas cerradas, se sacrifica un
poco la credibilidad del testimonio, ya que
evidentemente es más creíble una respues-
ta que se da a una pregunta abierta que a
una pregunta cerrada, ya que en la primera
la información emana íntegramente del
testigo o perito y no del abogado, como
ocurre, aunque parcialmente, en las pre-
guntas cerradas.
Sin perjuicio de lo anterior, en muchas
ocasiones el litigante deberá emplear pre-
guntas cerradas, principalmente cuando
quiere llevar al deponente a un punto de-
terminado y a partir de ahí construir una
nueva línea'14 de preguntas.
Dentro de las preguntas cerradas se
subdistinguen o encontramos las preguntas
sugestivas, que son aquellas que contienen
la respuesta.
En este tipo de preguntas el margen de
respuesta del testigo o perito es bastante
línea de interrogación estructurada sobre
la base de preguntas cerradas.
D. -¿No es verdad que usted concurrió
a trabajar el día 23 de febrero de 2008?
T. -Así es.
~4 En litigación denominamos línea de interro-
gatorio a las preguntas o conjunto de preguntas que
abordan una idea, concepto o proposición fáctica.
134
 El examen
D. -¿ No es verdad que ese día no concu-
rrió a trabajar el serior Pedro Riquelme?
T. -Así es, no concurrió.
D. -¿No es verdad que no dio ninguna
explicación el sefior Riquelme parajustiíicar
su ausencia?
T. -Que yo sepa, no.
D. -¿No es verdad que de haber llamado
por teléfono al Club, usted habría recibido
la llamada?
T. -Así es.
Estas preguntas se encuentran prohibi-
v
das en el examen directo son objetables
por la contraria, ya que se entiende que la
información debe provenir del testigo o
perito y no del abogado.
Este tipo de preguntas, a la inversa, son
permitidas en el contraexamen.
3. CÓMO ORDEI'\'AR EL EXArvlE~
DIRECTO
Teniendo presente los objetivos del examen
directo y el tipo de preguntas que podemos
hacer en él, es posible prepardr la declaración
de nuestros testigos v expertos que hemos
elegido para atestiguar en el juicio.
Lo primero que debemos buscar es una
estructura que nos permita cenirnos a ella.
Evidentemente no podemos pararnos,. pre-
guntarle a un testigo simplemente :nos puede
relatar todo lo que sabe del caso?
Una pregunta así de abierta haría per-
der todo el impacto de la declaración, la
cual quedaría entregada en un cien por
ciento al control del testigo o perito y no
al abogado, que dado su rol de director en
la escena del juicio de be preocuparse de la
claridad de las preguntas; de construir una
línea coherente en el orden en que se pre-
sentan las preguntas y respuestas; de darle
un ritmo y fluidez a la declaración; de la
credibilidad del testimonio: de satisfacer las
proposiciones fácticas; ele fijar en el Tribunal
los puntos importantes de las declaraciones;
de crear emociones en los jueces que les
permitan recordar lo sucedido para que
consideren el testimonio en la sentencia;
en fin, ele generar una convicción moral
135
directo
para producir elementos al juzgador que le
permitan fundar una sentencia favorable.
Todas estas variables las tiene presente
el litigante al presentar un testimonio con
el objeto que él sea el que dirija el examen
directo y no sea éste realizado por el testigo
o perito.
Como en la práctica sería bastante difi-
cultoso seguir todos los elementos que el
abogado debe tener en cuenta al momento
ele practicar el examen directo, lo más razo-
nable es tener una estructura mínima que
le permita al litigante cumplir sus objetivos
al momento de producir la prueba.
Dentro ele este contexto, podemos se-
rialar que el examen directo debe tener a
lo menos dos partes: la acreditación y el
examen o declaración propiamente tal.
Por otro lado, dado lo clesformalizado
del sistema procesal oral nada obsta para
que el abogado opte por iniciar el examen
directo con la declaración propiamente tal
para terminar con la acreditación e incluso
realizar una etapa que sea ele acreditación
o examen, intercalar la otra y terminar con
la que haya empezado primero. En ese sen-
tido, el abogado es el que dirige el interro-
gatorio según las decisiones estratégicas
que estime.
Sin perjuicio ele lo anterior, por razones
pedagógicas nos cefiirernos a una estructura
clásica que una vez ejercitada y dominada
por el letrado pueda ser adaptada según
su conveniencia y que consiste en empezar
con la acreditación del testigo de hecho o
testigo experto, para luego pasar al examen
propiamente tal.
3.1. LA ACREDITACIÓN DEL TESTIGO
O PERITO
Esta etapa del examen directo se relaciona
con la libertad ele prueba ele que goza el
tribunal en un sistema procesal oral.
Como sabemos y hemos visto, el Tribu-
nal es libre para apreciar la prueba más
allá que no pueda contradecir las reglas
ele la lógica, las máximas ele experiencia
y los conocimientos científicos afianzados
en el juicio.
Eí.líTORíAI
 Curso elemental de _litigación 01:~l_ ---------~
Dentro de este amplio poder de análisis
de la prueba hay que tener presente que
en estos juicios no existen testigos inhábi-
les per se.
En los juicios escritos del antiguo sis-
tema, existía el mecanismo de las tachas,
que configuraban verdaderas presunciones
de derecho para percibir los hechos en un
juicio o para declarar debido a la falta de
idoneidad física o moral del testigo.
Era un sistema anacrónico que permitía
bastante laxitud, dado lo dificultoso de con-
figurar las causales de tacha, por una parte,
y, por otra, la exigencia y criterio restrictivo
determinado por la jurisprudencia de los
tribunales para decretar las tachas.
Ello generó un gran descrédito del siste-
ma legal, ya que era frecuente que testigos
preparados que no daban ninguna razón
seria de sus dichos, no se exigía por lo demás,
permitían configurar prueba, ya que para ser
inhabilitados debía acreditarse la amistad o
enemistad íntima del testigo con la parte que
lo presenta o contra la parte que lo declara o
el interés patrimonial y directo del mismo en
los resultados del juicio. Además esas causa-
les debían configurarse básicamente con las
propias respuestas del testigo. En síntesis, un
casi imposible y por lo tanto absurdo.
Nada de eso ocurre en el sistema oral,
donde todos los testigos son hábiles para
declarar, sin perjuicio del examen de cre-
dibilidad que del mismo testigo se hará en
el juicio oral.
Lo mismo ocurre con los peritos, que
también son hábiles para emitir su pericia, a
condición que cumplan los requisitos obje-
tivos de idoneidad profesional de la ciencia
o arte que profesan.
En otras palabras, si bien todos los testi-
gos o peritos pueden declarar en el juicio
oral sin que existan inhabilidades jJer se o
sin que existan estas presunciones de in-
capacidad para testificar, ello no significa
que el Tribunal le dé valor probatorio a
la declaración, sino que lo hará sólo en
la medida que el testimonio le haya sido
creíble, esto es, capaz de generar convicción
al sentenciador.
Por lo mismo, es posible que el Tribunal
le dé valor probatorio a la declaración de
136
_
un testigo a pesar que hay otros tres testigos
que sostienen lo contrario.
La diferencia del peso que se le asigna
al testimonio, sin duda se encontrará en
el análisis que, acerca de la credibilidad
de los testimonios, hará el Tribunal en la
sentencia definitiva.
De lo anterior fluye que es evidente que
el litigante debe en el interrogatorio preocu-
parse de darle las razones al Tribunal acerca
de por qué darle credibilidad al testigo o
perito que se presenta.
Así, por ejemplo, si se trata de un testi-
go experto, el litigante deberá acreditar la
idoneidad técnica del perito para declarar
sobre la ciencia o arte sobre la cual depondrá.
Para estos efectos es importante extraer en
el interrogatorio el currículo del experto, las
personas a su cargo, la experiencia laboral,
sus grados académicos, el número de veces
que ha desarrollado labores similares, sus
reconocimientos, la validez universal de la
metodología empleada, etc.
Esa etapa del interrogatorio es la acre-
ditación del testigo o perito.
En consecuencia, en la etapa de acredita-
ción deberemos preocuparnos que el testigo
o perito proporcione cierta información que
le permita al Tribunal formarse la convicción
de que lo que va a declarar el deponente es
fidedigno y que por lo tanto el tribunal puede
dictar una sentencia, aplicar la ley, tomando
en cuenta lo declarado por el testigo.
También en la etapa de acreditación
debemos, a contrario sensu; anticipar las
debilidades que, sobre sus credenciales,
pueda presentar el testigo.
Así, por ejemplo, si se trata de un choque
que produjo daños y lesiones, ocurrido a
las 03.00 de la madrugada y nuestro testigo
es una mujer que se dedica al comercio
sexual debemos, en la etapa de acreditación,
anticipar esa debilidad de nuestro testigo,
pero al mismo tiempo, enfatizaremos que
es más razonable que esa persona esté en la
calle en que se produjo el accidente a esa
hora de la madrugada que un sujeto que a
lo mejor tiene mejores credenciales desde
el punto de vista de su actividad, pero no
puede explicar qué hacía a esa hora en el
sitio de los hechos.
 El examen
Supongamos que el abogado demandan-
te (D) pretende acreditar a un tasador de
bienes raíces como testigo experto o perito
(P) en esa área.
U na línea de acreditación con un testigo
de esta naturaleza podría ser la siguiente.
D. -Buenos días, serior ;\Jvarez.
P. -Buenos días.
D. -¿Me puede señalar cuál es su pro-
fesión u oficio?
P. -Soy ingeniero agrónomo.
D. -¿ Dónde trabaja?
P. -Trabajo en el departamento de tasa-
ciones de bienes raíces del Banco Estado.
D. -¿Hace cuánto tiempo?
P. -Hace 18 años.
D. -¿Siempre en el departamento de
tasaciones?
P. -Bueno, en el Banco trabajo hace 20
años y haciendo tasaciones, los 18 años que
le señalé en la pregunta anterior.
D. -¿Cuál es su actividad específica en
el departamento de tasaciones?
P. -Bueno, yo estoy a cargo de ese de-
partamento. Soy el jefe de un grupo de 10
tasadores. Todas las tasaciones que encarga
el Banco salen con mi firma como jefe del
departamento.
D. -¿Cuántas tasaciones realiza en un
mes?
P. -Personalmente debo hacer unas
4 o 5 diarias, pero como le dije antes soy
responsable de las que hace todo el de-
partamento y que ascienden entre 40 a SO
todos los días.
D. -Corrijarne si me equivoco. O sea que
en un mes el departamento que usted dirige
debe informar la tasación de 200 bienes
raíces aproximadamente. ¿ Es correcto?
P. -Más o menos ese debiera ser el nú-
mero de tasaciones que se emiten con mi
firma como responsable.
D. -¿Y en un año?
P. -Bueno, sería esa suma multiplicada
por 12, es decir, unas 2.400 tasaciones.
D. -¿Y eso por 18 años?
P. -Bueno, en parle, ya que yo soyjefe del
departamento solo hace 7 años, por lo tanto
antes de esa fecha sólo hacía mis tasaciones,
que las firmaba el jefe de .csa época.
137
di recto
D. -¿Cuál es la importancia de la ta-
sación?
P. -Bueno, como usted sabe de la tasa-
ción de los distintos bienes dependerá el
monto que el Banco le prestará al cliente, ya
que el Banco debe tener garantía suficiente
para que se le asegure el pago.
D. -¿O sea que de sus tasaciones de-
penderá que el Banco otorgue o no el
préstamo?
P. -Así es, y de la correspondencia de
la tasación con el valor de liquidación del
bien dependerá si el Banco puede o no
recuperar el dinero que presta.
D. -En sus años de experiencia, ¿en
cuántos casos el Banco no ha podido re-
cuperar su dinero con las tasaciones que
usted hace?
P. -Nunca, señor.
D. -Quisiera ahora abocarme al fondo
del asunto . .
En síntesis, la idea matriz en la etapa de
acreditación es buscar una línea de interro-
gación que permita al Tribunal establecer
un grado de verosimilitud de la declaración
del testigo o perito. Puede ser una línea
que dé confianza a los conocimientos del
testigo o perito, a su experiencia, a sus vir-
tudes morales, a su habilidad para percibir
los hechos, etc.
3.2. LA DECLARACIÓN DEL TESTIGO
O PERITO
Luego que hemos acreditado al testigo, de-
bemos ingresar al fondo de la declaración,
que es aquello para lo cual hemos llamado
a estrados al testigo o perito.
Lo que debemos tener en mente es
que el examen directo nos proporciona
la mejor oportunidad de probar nuestro
caso, por lo que nuestra tarea será obtener
de él toda la información que sea posible
para tal fin.
Sin embargo, la información del testigo,
es decir, aquello que él tiene en su memoria
o en su conocimiento, debe ser extraída en
juicio de una manera tal que dé cuenta de
-c
una historia coherente y convincente.
EDlTOIUALJUR!DlCA DECHJLE
&
~
 _______________ C_1_1r_so_el_e_m_e_ntal
El abogado no se limitará a pedirle al
testigo que relate lo que sabe del caso sino
que a través de preguntas y respuestas debe
ir develando la información con fluidez,
ritmo y claridad, repitiendo y remarcando
los hechos principales de la declaración.
Debemos recordar lo que analizábamos
cuando nos referíamos al proceso o teoría de
la comunicación en capítulos anteriores.
Así, veremos que en esta etapa del juicio
el mensaje es comunicado o entregado al
Tribunal a través de una vía múltiple: el
testigo o perito más el abogado, donde el rol
del último de los nombrados es colocar un
punto de atención a través de las preguntas,
punto desde el cual el testigo o experto con
sus respuestas entregará el mensaje que se
desea comunicar al Tribunal.
Sentado lo anterior, debo empezar a or-
ganizar las preguntas que le haré al testigo o
experto que he llamado a estrados, o dicho
de otro modo, definir las líneas que cubrirá
la interrogación que efectuaremos.
Partiendo desde lo muy general hay que
precisar que la forma natural de aproxi-
marse a la preparación del examen directo
es preguntándose el abogado a sí mismo,
¿por qué he llamado a este testigo? ¿Qué
deseo que le aporte al caso?
Seguramente la respuesta está en que
las declaraciones del testigo o experto sa-
tisfacen una o varias proposiciones fácticas
de nuestra teoría del caso, lo que se refiere
no sólo a las evidencias que denominamos
afirmativas, esto es, aquellas que satisfacen
directamente una proposición fáctica, sino
que asimismo, a que la declaración del testigo
o experto refuta la prueba de la contraria;
destruye la credibilidad de algún testigo o
experto de la contraria; acredita elementos
de hecho que pueden llevar a construir una
' En el siguiente esquema de preguntas y
2 presunción, etc.
::J
Es sugerible anotar todas las proposiciones
fácticas que quiero satisfacer con cada testigo,
teniendo presente que en muchas ocasiones
un testigo me dará la opción de acreditar
no sólo un hecho principal, sino también
hechos accesorios o circunstanciales que son
igualmente relevantes para el caso.
Así, por ejemplo, el perito me puede
orientar acerca del estado de salud mental
®. EDITORIAL JURIDICA DE CHfü
de litigación oral
y la consecuencia! imputabilidad del acu-
sado y podré generar toda una línea de n-
preguntas en ese sentido, pero al mismo ª!
tiempo, puedo desvirtuar las conclusiones el
que acerca de la inimputabilidad del mismo
sostendrán en el juicio los expertos de la ª!
contraparte, generando con ello toda otra d,
línea de preguntas que permitan al Tribunal
concluir por qué razón de metodología, de té
idoneidad u otra, son mejores las conclu- o
siones de nuestro experto que las del de d
la contraria.
Por lo mismo, a partir de la definición del (f
:,
motivo por el cual llamé al testigo o perito
debo comenzar a preparar las preguntas o
grupo de preguntas que me otorgarán las
respuestas que cumplirán los fines que tuve
en vista al momento de citar al testigo. o
Para lo anterior debemos tener en cuenta n
que no sólo es necesario acreditar los hechos a
que constituyen las proposiciones fácticas, h
sino que, asimismo, sus circunstancias. 1
En efecto, una línea de preguntas con-
tendrá para el litigante sólo la referencia
para la idea o el concepto que se encuentra Z·
detrás de dichas preguntas, pero detrás de
esa línea puede ir una gran cantidad de pre-
guntas que se aproximen al punto, lo hagan
razonable, verosímil, le den un contexto,
r
un sentido de oportunidad, etc.
r
c
Así, supongamos que en el juicio se discute e
acerca de lo justificado o injustificado del
despido de Juan González, empleado del
J
e
Restaurante "La Picada de Ramón", quien
F
supuestamente insultó a la 01.00 del día 2 1,
de agosto de 2008, a su jefe Ramón Valdés 1.
en presencia de los consumidores. Uno de
los testigos que se ha llamado a declarar es
José Cano, quien se encontraba presente
comiendo en el establecimiento cuando
ocurrió la discusión.
respuestas, que parten después de la línea
de acreditación, veremos que la línea de
interrogación cubre no sólo el hecho en sí
mismo, sino que lo contextualiza a fin de
circunstanciar la proposición fáctica que
nos interesa satisfacer.
Abogado (A). -Me gustaría saber ¿qué
hacía usted en la madrugada del día 2 de
agosto de 2008?
138
 El examen directo
Testigo (T). -¿Usted se refiere a la
noche del día 1 º de agosto para el 2 de
agosto o a la mañana del día 2 de agosto
de 2008?
A. -Me refiero a la noche del día 1 º de
agosto, que pasó a ser 2 de agosto a las 12
de la noche de ese día.
T. -Mirc, me encontraba en el restauran-
te "La Picada de Ramón", en una comida de
oficina donde despedíamos a un compañero
de trabajo que se iba a vivir a España.
A. -¿Cuántas personas integraban su
grupo? ,
T. -Eramos 12.
A. -¿A qué hora llegaron al restauran-
te?
T. -Bueno, habíamos quedado en la
oficina que nos reuniríamos a las 09.00 de la
noche, pero la gente empezó a llegar como
a las 9.30 y terminaron de llegar como a
las 10.30. Empezamos a comer como a las
11.15 de la noche.
A. -¿Quién atendió esa mesa?
T. -Esa mesa fue atendida por 4 gar-
zones.
A. -;Cómo fue la atención esa noche?
T. -Mire, en general bien, hasta que.
pasada la medianoche, hubo un problema,
porque mi señora pidió como postre una
copa de helados de frutilla v de vainilla v
el mozo, que después supimos se llamaba
Juan González, trajo una copa de vainilla v
chocolate, y como no era lo que ella había
pedido y además es alérgica al chocolate,
le dije al mozo que se había equivocado y
le pedí que me cambiara el plato.
A. -¿Y qué pasó entonces?
T. -Luego, el mozo trajo la copa, pero
me di cuenta que no había cambiado la
copa, sino que había sacado la bolita de
chocolate y puesto en el mismo vaso otra de
frutilla, porque se notaban las manchas de
chocolate en el vaso y en la bolita de vainilla,
por lo que me molesté y le pedí que me
cambiara la copa porque no correspondía
lo que había hecho.
A. -¿Usted retó al garzón?
T. -La verdad es que no, pero le hablé
en tono molesto.
A. -¿Qué hizo luego?
T. -Cuando el mozo se retiró a cambiar
139
la copa, le pedí a otro de los mozos que
llamara al dueño para contarle lo que ha-
bía sucedido y al poco rato llegó el señor
Valdés, a quien le conté lo que acababa de
ocurrir. Mientras el sefior Valdés me ofre-
cía disculpas a mí y a mi señora, llegó esta
vez el mozo nuevamente con una copa de
chocolate v de frutilla, por lo que el dueño
del local 1:etó al mozo en forma bastante
enérgica.
A. -¿Me puede decir qué le dijo?
T. -Le dijo, casi gritándole, que qué
tenía en la cabeza, que le habían pedido
tres veces una cosa y no la podía traer co-
rrectamente. La verdad es que estaba bas-
tante enojado.
A. -¿Qué hizo el señor González?
T. -Que no le levantara la voz, porque
no le iba a aceptar malos tratos.
A. -¿Qué pasó entonces?
T. -El dueño del local le dijo que se
retirara inmediatamente, que no fuera
insolente, ante lo cual el mozo, enojado,
agarró la copa de helado sin entregar y se
la tiró al dueño del local en la ropa y se fue
tirándole garabatos.
A. -¿Cuánta gente estaba en el local en
ese momento?
T. -Debía haber unas 20 personas entre
clientes Y personal.
A. -¿Cuántos presenciaron el inciden-
te-
T. -De la mesa nuestra, pocos, unos 4,
los otros estaban bailando o conversando
fuera de la mesa. Del personal, había otros
2 mozos que se acercaron cuando el mozo
y el dueño empezaron a subir la voz.
A. -¿Qué ocurrió después?
T. -El dueño del restaurante como que
quedó sorprendido por la reacción de su
empleado, luego se rehízo de la impresión,
se limpió y se deshizo en mil disculpas con
nosotros y con las otras personas que estaban
en la mesa nuestra. Se acercó a mi señora,
le ofreció un postre por cuenta de la casa
que se lo recomendó él y nos ofreció un
bajativo, el cual no lo cobró.
Como podemos ver en este diálogo, el
abogado intenta satisfacer la proposición
fáctica que da cuenta de los hechos que
EDlTOR!AL JURIDICA DE Cl-1llE
00
~ .....
 Curso elemental de litigación
~~~~~~~~~--~~~~~~~~~~~~~~~~~~.~~~~~~~-~~- oral
justifican el despido, pero junto con hacerlo
se preocupa de contextualizar el hecho,
darle una cierta credibilidad y sentido al
relato, poner los actores en el teatro de la
escena para intentar reconstruir fielmente
lo acaecido, de manera que el juez al es-
cuchar el relato pueda imaginarse lo que
ocurrió y ponerse en la perspectiva de los
intervinientes.
La forma más adecuada y persuasiva de
dar un contexto a la declaración de testi-
go, es permitiéndole al testigo que dé las
razones de su conducta o que la explique.
Ello permite al Tribunal formarse en el acto
una imagen acerca de la credibilidad del
testigo, como asimismo afianzar el relato
que ha oído, ya que escucha el hecho, y la
explicación del mismo.
Establecida la forma de acreditar una
proposición fáctica, tenemos que preocu-
parnos de la forma de ordenar el cuestio-
nario que realizaremos al testigo o perito
que hemos llamado a estrados.
3.2.1. Formas de estructurar el relato en el
examen directo
Recordemos que si bien en el examen di-
recto la atención de los jueces debe estar
enfocada en el testigo, no es menos cierto
que éste no debe declarar "sobre todo lo
que sabe", sino que la forma de producir
su relato debe ser manejada y controlada
por el abogado que lo presenta, quien debe
preocuparse que la deposición sea lo más
persuasiva posible, tomando nota del ritmo,
del tono de voz, de los énfasis, etc.
Por lo mismo, a través del sistema de
preguntas y respuestas, que constituye en
definitiva el interrogatorio, el abogado irá
permitiendo que surja la información que
éste desea y que se encuentra en poder
z:
::.) del testigo.
Evidentemente el abogado conoce lo que
el testigo va a declarar. De otro modo no lo
llamaría a estrados. Cuando el abogado hace
una pregunta, en términos generales, sabe
lo que debiera contestar el testigo, porque
ha preparado su caso y ha sido él quien ha
seleccionado a los declarantes.
EDITORiAL JURIDICA DE CHJLF
Ahora bien, sentado lo anterior, el abo-
gado tiene distintas formas de estructurar m
las preguntas que le hará a su testigo o
perito. as
Recordemos que el juicio oral es desfor- q1
malizado, por lo que no es que el abogado <le
esté obligado a ceñirse a un orden para
cubrir los temas que desee en el interroga-
ra
torio, sino que se trata de una técnica que
le permitirá ordenarse y tener un mapa
vr
dentro del juicio que le permita asirse a él
la
y de esa forma poder tener éxito en él.
3.2.1.1. Orden temático del
interrogatorio
vi
La primera opción que tiene el litigante la
es ordenar su interrogatorio cubriendo las q
diversas proposiciones fácticas a través de
\'(
las preguntas\' respuest;as y una vez agotada
esa proposición fáctica pasar a la siguiente
C•
y así sucesivamente hasta agotar las propo-
siciones fácticas que intenta acreditar con n
el testigo. e
Para los efectos de enlazar una propo-
sición fáctica con la siguiente, el abogado
emplea una pregunta de transición, mar-
cando claramente con ello la diferencia el
entre una y otra línea de preguntas. a
p
Supongamos que tenemos como perito
a un radiólogo de nombre CarlosAldunate,
que declarará acerca de la radiografía que a
tomó a la víctima,señor CarlosVillagra, donde
aparece una fractura del brazo izquierdo, lo r
que sería la primera proposición fáctica que
queremos acreditar. Sin embargo, como más
adelante en el juicio declarará el trauma-
tólogo, seiior Alberto Mondaca, acerca del
grado de inhabilidad que presenta la lesión,
su tratamiento y recuperación, podemos e
aprovechar de preguntarle acerca de las 11
credenciales de ese traumatólogo. Esa sería 1,
la proposición fáctica número 2. e
En este ejemplo, entonces, tenemos 2 (
líneas de interrogación que incluir en el e
interrogatorio: primero la declaración pro-
piamente tal del radiólogo, y luego que nos r
acredite indirectamente al traumatólogo.
En este caso, podemos ordenar la decla-
ración de este experto desde un punto de e
140
 El examen
vista temático, más o menos de la siguiente
manera.
Para los efectos del ejemplo vamos a
asumir que el experto ya fue acreditado y
que ingresamos derechamente a la etapa
de declaración propiamente tal.
Abogado. -Scñor Aldunate, ¿usted tomó
radiografías al serior Carlos \'illagra?
Perito. -La verdad es que materialmente
yo no tomo las radiografías, las radiografías
las toma un asistente y yo las informo.
A. -¿Me puede indicar cómo funciona
el procedimiento?
P. -En estos casos una o dos personas,
según lo que se trate ele radiografiar, inmo-
vilizan al paciente, le ponen unas placas en
la zona de la posible lesión, se le informa
que debe permanecer inmóvil y luego el
asistente se retira para evitar la radiación y
yo desde una sala contigua disparo la foto-
grafía. Luego, se analiza el negativo en el
computador y"º veo si me si rve para hacer
mi informe Y, en caso contrario, repetimos
el procedimiento.
A. -¿i\ios puede senalar cuándo le tornó
la radiografía al sefior \'illagra?
P. -Bueno, eso fue a las 03.00 AM del
día martes 22 de septiembre del presente
afio, ya que me encontraba de turno en la
Posta Central.
A. -¿Por qué le tomó una radiografía
al señor Villagra?
P. -La verdad es que a mí me llegan
pacientes que los deriva la Lnidad de Emer-
gencia de la Posta y en este caso así ocurrió,
ya que se pesquisaba una posible fractura
al brazo izquierdo.
A. -¿Se quejaba el señor \'illagra?
P. -La verdad es que como mi examen
es bastante objetivo, uno no considera los
llantos, contorsiones o manifestaciones de
los pacientes, sino que uno observa úni-
camente la radiografía, pero contestando
derechamente la pregunta, sí, recuerdo
que se quejaba bastante.
A -¿Cuál fue el resultado del exa-
men?
P. -El resultado del examen, como lo
indiqué en mi informe, fue pérdida en la
continuidad del húmero. A la imagen ra-
141
directo
diológica se ve una imagen proximal y otra
distal. La imazen
t,
proximal con la distal no
guarda continuidad, signo inequívoco de
fractura.
A. -¿Qué es el húmero?
P. -El húmero es un hueso del brazo.
A -¿Qué significa la pérdida de conti-
nuidad del hueso o húmero?
P. -Significa que se aprecia una frac-
tura.
A. -:Existe margen de error en esta
apreciación?
P. -Ninguno. No hay posibilidad de
error en el diagnóstico, si la imagen de-
muestra la falta de continuidad del hueso,
hay fractura y eso es incuestionable y de
validez universal.
A -¿Apreció algo más en la imagen?
P. -Sí, claro, en el foco de fractura
apreciamos múltiples vestigios de hueso,
encontrándose una imagen de estallido. La
imagen también da cuenta de gran aumento
ele , olumen de los tejidos blandos.
A. -L'sted nos ha referido que la imagen
da cuenta de un estallido del hueso y un
aumento de volumen de los tejidos blandos,
¿tiene ello alguna relevancia?
P. -Claro que sí, tiene una relevancia
desde el punto de vista médico-legal, ya que
el estallido óseo es propio o indiciario de
una lesión traumática. La causa de esta le-
sión puede deberse a una caída, a un golpe
de máquina pesada, a un golpe directo por
elemento contundente, etc. Las imágenes
de fracturas son indiciarias o dan cuenta de
sus causas. Así, las imágenes por fractura por
balas, torsión o palanca o de niños no pre-
sentan esta sintomatología de estallido.
A -Senor Aldunatc, quería pasar a otro
punto. ¿Usted conoce al doctor Alberto
Mondaca?
P. -Claro que sí, es cl jcíc de Trauma-
tología de la Posta Central. ·;::
A. -¿El es un experto en traumatolo-
gía?
P. -No cabe duda, el doctor Mondaca es
el jefe de 12 traumatólogos que trabajan en
el hospital, con 40 anos de experiencia y no <
cabe duda que es el más capacitado dentro
de los traumatólogos. Constantemente es
<
invitado para exponer en todas partes del
!' \
f:DITORIA!. JURIDICA DI cnnr
 Curso elemental de litigación oral

mundo en los Congresos Médicos. De he-
cho, viene llegando del último Congreso
Internacional de Traumatología que tuvo
lugar en Florencia, Italia.
A. -Muchas gracias, doctor, no más
preguntas.
Como pudimos apreciar en la primera
parte del interrogatorio, intentamos des-
menuzar o acreditar la primera proposi-
ción fáctica, que era la existencia de una
fractura en la víctima. Para ello, fuimos
describiendo no solo la fractura, sino que
empezamos a hablar del procedimiento, de
la forma de tomar el examen, el resultado
del mismo y las conclusiones que aparecen
de él. Hecho lo anterior, le señalamos al
testigo, con una pregunta de transición,
que lo vamos a llevar a otro tema, lo que
permite al Tribunal orientarse mentalmente
que hemos cubierto o terminado un aspecto
del examen y pasamos al siguiente.
Finalmente, le preguntamos acerca de
la idoneidad técnica del perito que vendrá
a declarar en un momento más, lo que me
con absoluta precisión la dinámica tempo-
espacial en que ocurrieron los hechos. dt
Idealmente en esta forma de interrogato-
rio el testigo irá narrando los hechos como
si los estuviera reproduciendo al momento
en que los vivió.
Pongamos el siguiente ejemplo: La Fisca-
H
lía acusa a Diego Gandolfo como autor del
delito de robo en lugar habitado. Se llama a
declarar a la testigo señora SilviaKim, quien
pi
vio al acusado señor Gandolfo ya reducido
el
por Carabineros en la casa de la víctima,
te
minutos después de cometido el delito.
rn
En este caso, después de situar al testi-
la
go en el punto que nos interesa precisar,
haremos un interrogatorio en forma cro-
nológica, partiendo de la base que la eta-
al
pa de acreditación de la testigo ya ha sido
L
realizada y que entramos a la declaración
Sé
propiamente tal.
Abogado. =SefioraKim, ¿dónde vive
usted?
Testigo. -Yo vivo en calle Coquimbo
Nº 330, en la comuna de Santiago, casi 11

permite acreditar al próximo experto. llegando a la calle Arturo Prat.

En este ejemplo, hemos estrncturado las A. -¿ Usted trabaja? le
preguntas que le hicimos al testigo o perito T. -Sí, claro, soyvendedora comisionista rr
CI
siguiendo un orden temático, lo que permite en una Compañía de Seguros.
al litigante recordar los lemas y agotar la línea A. -¿A qué hora llega usted del traba- d
Il
de interrogación y así pasar al siguiente. jo?
T. -Llego entre las 20.30 y las 21.00 hs.,
e
\"
dependiendo de la locomoción.
3.2.1.2. Orden cronológico de la v
A. -¿Recuerda usted a qué hora llegó el
interrogación
día jueves 5 de noviembre del año 2008?
je
T. -Ese día llegué aproximadamente a las
La segunda forma de estructurar la interro-
gación a un testigo o perito, y quizás la más 20.15 horas, porque el bus vino muy, pero muy
usada, es aquella en la cual el abogado para rápido, porque no había mucho tráfico.
acreditar una proposición fáctica pone al A. -¿Qué hizo después que se bajó del q
bus? d
testigo en un punto determinado del relato
y desde ahí empieza a avanzar en los hechos T. -Bueno, el bus para en calle Arturo
'
r­, Prat con Coquim bo y camino hacia mi casa
.:::: en forma lineal, en la misma forma en que
ocurrieron temporalmente los hechos. como 25 metros.
Esta forma de interrogación es parti- A. -¿Eso hizo ese día?
cularmente sugerible cuando el testigo es T. -Sí, claro, caminé como siempre
llamado para acreditar un solo hecho35 o hacia mi casa, que es la cuarta casa de la
cuando la proposición fáctica requiere fijar vereda norte.
A. -Las casas en esa zona, ¿tienen pa-
35 Hegland, Kenney F., Manual de Prácticas y Téc­ tio? e
nicas Procesales, Editorial Heliasta, Buenos Aires, l a T. -No, dan directamente a la acera. d
.'.'i edición, pág. 90. A. -¿Y qué ocurrió después? d

.@. EDITORIAL JURIDICA DE CH]Lf 142

 El examen di recto
T. -Bueno, cuando llegué a la puerta
de mi casa, saqué las llaves de la cartera y
cuando empezaba a abrirla escuché unos
) gritos de un hombre que provenían de la
casa de al lado.
A. -¿Quién vive ahí?
T. ­A..hí vive mi vecina, la señora Angélica
Hinojosa, que es viuda v vive sola.
A. -¿Qué pasó entonces?
T. -Miré al lado v me di cuenta que la
puerta estaba abierta y se escuchaba que
clarito un hombre gritaba "dime dónde
tenis la plata vieja desgraciada", con lo cual
me di cuenta que se trataba de un robo a
la señora Angélica.
A. -¿Qué hizo usted?
T. -Me puse muv nerviosa v traté de
abrir la puerta con la llave, pero se me cavó.
La recogí, abrí la puerta y escuché que la
señora Angélica le decía llorando al hombre
"pero si no tengo nada. Váyase, por favor".
Cerré la puerta, busqué el teléfono celular
y llamé a Carabineros.
A. -¿Se pudo comunicar con Carabi-
neros?
T. -Sí, claro, y ahí Carabineros me pidió
los datos de dónde nos encontrábamos v
me dijeron que había una patrulla a do.s
cuadras, por lo qué estarían ahí de inme-
diato. Me puse a mirar por la ventana y al
minuto o minuto y medio, que se me hizo
eterno, llegaron dos Carabineros corriendo
y luego una patrulla, que entraron a la casa
y redujeron al asaltante.
A. -¿Tuvo ocasión de poder ver al su-
jeto?
T. -Sí, claro, cuando entraron los Ca-
rabineros y sentí que habían atrapado al
ladrón entré a ver cómo estaba la vecina, la
que tenía un ataque de pánico y lloraba toda
descontrolada. Ahí pude ver al ladrón.
A. -¿Se encuentra en esta sala?
T. -Sí, ahí.
A. -Señora Kim, corno el registro de este
juicio es de audio, le pido por favor que me
diga algún dato que permita identificar a
la persona que usted vio en la casa de la
señora Hinojosa.
T. -El señor de barba vestido con un
chaleco verde sentado al lado del caballero
de traje y corbata en la mesa que está en
diagonal a mí.
143
A. -Señor Presidente del Tribunal, esta
parte solicita que quede constancia en au-
dio que la testigo ha serialado al acusado
Diego Gandolfo.
Presidente: Concedido. El Tribunal deja
constancia que la testigo ha reconocido al
acusado.
A. -Gracias, señora Kim. No más pre-
guntas, Su Scúoría.
En ambas estructuras, el abogado debe
procurar llevar todo el control del testimonio,
casi impidiendo que el testigo se le escape,
adentrándose en puntos impertinentes o
que divague fuera del centro del punto
que el abogado ha diseñado como objeto
de la prueba.
3.2.2. Sistema de interrogación
Dentro de cualquiera de estas estructuras
que el litigante opte para desarrollar en su
interrogatorio, temática o cronológica, el
abogado puede considerar como sistema de
interrogación que cuando hace una pregunta
y aparece una información que le puede
ser relevante, puede optar por desarrollarla
inmediatamente y agotarla o seguir con la
línea in terrogatoria que estaba esbozando
v retomar esa información una vez termi-
nada la línea de interrogación que llevó a
aparecer ese elemento adicional.
En ese sentido el abogado debe tener
siempre en su mente que él debe agotar el
temario que tenía pensado para cada testigo
y que el surgimiento de nuevas líneas de
interrogación no puede significar atacarlas
en desmedro de la planificación.
Por lo mismo, será una cuestión de estilo
de cada uno tomar esa nueva línea apenas
aparece o dejarla archivada mentalmente
para reabrirla una vez finalizada la línea
principal.
4. CUESTIONES A TENER EN
CUENTA PARA REALIZAR UN BUEN
EXAMEN DIRECTO
Cuando llegamos a la audiencia preparato-
ria teníamos clara nuestra teoría del caso
fD!f\llHAL JURIDICA 00
DE CHILE ­­
 Curso elemental
que queríamos hacer valer en la audiencia
de juicio. Para ello pedimos que se tome
declaración a ciertas personas que seleccio-
namos como nuestros testigos y expertos que
acreditaban nuestras proposiciones fácticas
que surgen de la teoría del caso.
Luego, ya en la audiencia de juicio, han
comparecido esos testigos, hemos hecho
las preguntas tendientes a acreditar esas
proposiciones fácticas, previo análisis de la
estructura de forma de la interrogación, si
temática o cronológica.
Más aún, hemos obtenido del testigo
y experto las respuestas que deseábamos
obtener y aun así es posible que no estemos
seguros del éxito de nuestro caso.
¿Qué es lo que falta?
Sin duda, hasta el momento no nos hemos
preocupado de lo más importante en todo
juicio oral, esto es, procurar la credibilidad
del testimonio, ya que a pesar que todo lo
señalado precedentemente haya acaecido,
si no nos preocupamos que el sentenciador
considere la declaración prestada como
susceptible de darle crédito, es decir, de
habilitarle para fundar una sentencia en
ella, no estaremos en condiciones de ob-
tener una sentencia favorable.
Por lo anterior, en los párrafos siguientes
analizaremos algunos elementos o variables
que el abogado debe necesariamente consi-
derar para los efectos de ser integrados en
el examen directo de manera de asegurarse
de la mejor manera posible que el examen
directo presentado sea creíble.
4.1. CONSIDERE EL RITMO QUE LE t:vIPONE
A LA DECLARACIÓN
Una cuestión esencial en los juicios orales
y en especial en la declaración de los tes-
tigos y expertos es la fluidez que presenta
z la declaración.
En un juicio oral todo comunica, y no es
lo mismo que el testigo nos diga que el auto
era verde en forma natural a que lo diga
de manera dubitativa después de pensarlo
por 20 segundos y mirando al techo, o, peor
aún, a alguien de la sala, como pidiendo
::í aprobación, cuando daba la respuesta.
.®. EDITORIAL JURíDICA DE CHILE
de litigación oral
Si nos ponemos a pensar en un sentido
estricto, en ambos escenarios, el testigo dijo p
lo mismo (el auto es verde) y sin duda, y esa n
es una explicación bien simple del fracaso h
del juicio escrito como forma de alcanzar
una verdad, la primera declaración podrá n
tener algún viso de credibilidad, si está con- e
teste con los demás elementos obtenidos en l;
el juicio, y la segunda no tendrá ninguno, q
bajo cualquier circunstancia. n
En este sentido, el abogado debe procu- te
rar que las preguntas y las respuestas fluyan il
de una manera que permita al Tribunal e
permanecer interesado en el caso, dándole d
credibilidad, y no a la inversa. p
Una declaración demasiado lenta, donde e
el abogado demuestra su poca preparación p
buscando entre los papeles algún indicio v
que le sugiera la próxima pregunta, o lí- n
nea de preguntas, produciendo un espacio
considerable y tensionantc de tiempo entre ll
pregunta\' pregunta, inevitablemente agotará e
al Tribunal, que empezará a preocuparse más a
del abogado que del testigo o experto; que h
podrá negar credibilidad al testimonio por b
el solo hecho que el relato no se devela en o
forma fluida. El juez puede considerar que 11
si el abogado no puede entrelazar a través a
de las preguntas un relato en forma espon- a
tánea, es porque no es veraz y punto. No se a
necesitan más explicaciones para no darle d
credibilidad a un testimonio. Finalmente, g
el Tribunal no es un ente abstracto, sino Ji
que está integrado por personas de carne Jl
y hueso, por seres humanos que también G
se cansan ~· que tienen una capacidad de e
atención limitada, por lo que si el examen
directo se torna demasiado parsimonioso, u
inevitablemente el abogado le está entre- F
gando al juez la posibilidad de quitarle e
atención a la declaración. l
A la inversa, una declaración demasiado r
acelerada o rápida puede ser un obstáculo n
para que sea madurada y aquilatada por los G
sentenciadores.
El abogado debe tener presente que en
los juicios orales los jueces, más allá del
registro de audio, toman nota de su puño
y letra de las declaraciones de los testigos l
para los efectos de posteriormente redactar L
su fallo. t,
144
 El examen
En ese contexto, la declaración debe
presentarse a un ritmo que permita tomar
nota de lo declarado y no sólo pasar por
la declaración.
El abogado debe considerar que eljuicio
no es un concurso donde se deben cumplir
ciertas metas, es decir, donde debe sacar
la información del testigo v punto, por-
que con eso ya cumplió su rol. El juicio
no funciona de esa manera. No porque el
testigo haya dicho lo que se planificó que
iba a decir, ello significa que el tribunal lo
entendió y lo aquilató. El litigante siempre
debe tener en cuenta que el juicio es un
proceso de comunicación donde el mensaje
está dado por lo señalado por el testigo,
pero ello no es suficiente si se hace a una
velocidad que impide al destinatario del
mismo entenderlo.
Nunca nos cansamos de señalar que en
un juicio la asimetría de información que
existe entre los abogados ~- el Tribunal es
abismante. Los abogados conocen o de-
ben conocer su caso con una profundidad
bastante superior a la que incluso resultará
o se obtendrá del juicio. Los jueces, a la
inversa, ingresan al juicio sin conocimiento
alguno del caso, v se van imbuyendo de él
a medida que el juicio ya avanzando. Esta
asimetría produce uno de los grandes en-ores
de los abogados, cual es <lar por sentado
que el juez conoce algo que para él como
litigante puede ser evidente, pero para el
juez no, porque recién se está imponiendo
de los hechos por primera y última vez en
el juicio.
En ese contexto, el abogado, si le toca
un testigo que contesta en forma muy rá-
pida, deberá preocuparse de mantenerlo
controlado de manera que no se le escape.
Tal vez en ese caso sería sugerible formular
preguntas más cerradas que abiertas, de
manera que la información fluva al ritmo
que le interesa al abogado y no al testigo.
4.2. UTILICE EL ECO
Una técnica muy usada en la litigación es
la del eco, que consiste en repetir las par-
tes importantes de la declaración para los
145
directo
efectos de asegurarse que el tribunal dé
por establecido ese hecho, lo aquilate y lo
considere como un hecho de la causa.
El litigante ante una respuesta que es de
su agrado y que satisface algún elemento
central de sus proposiciones fácticas la re-
pite oralmente, para luego formular nue-
vamente la misma pregunta de otra forma,
obteniendo con ello que la declaración sea
repetida por el testigo o experto logrando
con ello incrementar la eficacia del proce-
so de comunicación que debe producirse
entre el testigo y el Tribunal.
Veamos un ejemplo:
Abogado. -Usted nos señalaba que cuan-
do abrió la puerta estaba el señor Orsini y
que se encontraba gritando. ¿Pudo entender
lo que decía?
Testigo. -Sí, claro, me gritaba ¡Juan mató
a la Pupil, ¡Juan mató a la Pupi!
Abogado. -O sea el señor Orsini le dijo
que Juan había matado a la Pupi.
Testigo. -Así es.
Abogado. -Y después que le dijo que Juan
había matado a la Pupi, ¿qué ocurrió?
En esta declaración el abogado quiere
acreditar que el señor Orsini le dijo a la
testigo que Juan había matado a la Pupi.
Esa es su proposición fáctica. Sin embargo,
no se contenta con obtener esa proposición
fáctica sino que obtiene ese testimonio dos
veces de la boca del testigo y él la repite
una vez más haciendo de esa forma más
certera la posibilidad que el Tribunal haya
entendido esa declaración, tome nota de
ella, lo cual aumenta las posibilidades que
sea considerada en el fallo.
Incluso, si usted tiene dudas acerca del
nivel de penetración de esa información
en el Tribunal, puede en cualquier tiempo
volver a repetir el punto mediante el "pa-
rafraseo", que es una cita que el litigante
hace de algo ya declarado en el juicio por
algún testigo o experto y a partir de esa cita
o parafraseo hacer una nueva pregunta.
De esa forma el abogado se asegura que
la información vuelva a aparecer. Se trata <
de una técnica muy útil, pero que debe ser
ejercitada con cuidado, ya que cada vez que
se parafrasea a alguien en un juicio la cita
LDlTORI/\L JURIDICA DE CHllf
®
---
 _____________ C_t_1r_so_elernental
debe ser textual, porque de otro modo la
pregunta puede ser objetada por engañosa,
según veremos más adelante. Además, el
abogado que parafrasea en forma engaño-
sa pierde credibilidad, que es algo que el
litigante no puede permitirse.
Volviendo al parafraseo y su relación con
la técnica del eco, veamos un caso de cómo
ello funcionaría. Retomamos la declaración
que veíamos anteriormente y asumamos que
la declaración ha avanzado desde el punto
de donde la dejamos, cubriendo otros tópi-
cos, pero el abogado quiere dejar en claro
que el Tribunal captó lo que le serialó el
señor Orsini a la testigo cuando ella abría
la puerta, por lo que quiere fijar el punto
una vez mas.
Abogado. -¿ Usted era amiga de la se-
ñora Patricia?
Testigo. -Sí, claro, la Pupi era muy amiga
mía desde hace 15 años.
Abogado. -Usted señaló a este Tribunal
que cuando abrió la puerta estaba el señor
Orsini gritando Juan mató a la Pupil, ¡Juan
mató a la Pupi!, ¿es eso correcto?
Testigo. -Así es.
Abogado. -Le dijo el señor Orsini ¿cómo
la había matado?
Testigo. -No, no me dijo, sólo me dijo
que la había matado. Estaba desesperado,
era lo único que gritaba.
Abogado. -Muchas gracias. No más pre-
guntas, Su Señoría.
En el ejemplo, con la técnica del para-
fraseo, el Tribunal escuchó la información
cuatro veces más: una con el parafraseo, dos
por intermedio de la testigo y una cuarta
cuando el abogado le pregunta a la testigo
cómo había matado Juan a la Pupi, infor-
mación que supone que el señor Orsini
le había dicho a la testigo el punto que el
.
,.)
w
r-, abogado quería fijar en el Tribunal.
4.3. ANALICE CUIDADOSAMENTE EL
ORDEN EN QUE DECL<\.RAN SUS TESTIGOS O
EXPERTOS
2
o Como el juicio es desformalizado, usted
será el que decida en qué orden declaran
El)JTORJAL JURIDICA DE CHlLE
de litigación oral
sus testigos o peritos. Al respecto no existe
ninguna regla más allá de la decisión estra-
tégica del abogado.
Por lo tanto, un punto importante a
analizar es determinar la prelación de la
declaración de los testigos.
Al respecto debe considerar que des-
pués de realizado el alegato de apertura
comienza la etapa en la cual debe probar
los dichos que ha sostenido, por lo que debe
preguntarse con qué declaración empiezo
a sostener de forma más convincente mi
teoría del caso.
Es probable que usted pueda señalar
que es irrelevante el orden de la prueba,
Ya que al final todos declararán y como es
de conocimiento universal, "el orden de los
factores no altera el producto". Además,
podrá señalar para justificarse que dispone,
del alegato de clausura, donde explicará
al Tribunal el sentido de las declaraciones
de los testigos v expertos, armará el rom-
pecabezas que ha preparado y en síntesis
todo cuadrará.
Desgraciadamente, ello no es así. Inves-
tigaciones norteamericanas han sostenido
que los juicios se deciden en etapas bastante
preliminares de los juicios, no en el alegato
final." Por lo tanto, su función como liti-
gan te es presentar una prueba ordenada
y estructurada, fácil de ser comprendida y
seguida desde la primera declaración y no
que empiece a comprenderse a partir del
alegato final o, peor aún, nunca.
Si bien hemos sostenido que el abogado
es como un director de cine, en el sentido
que determina todo lo que se muestra en la
escena del Tribunal y cómo lo presenta, este
símil no debe ser extrapolado, ya que sólo
pretende explicar la función del abogado
en un juicio oral, a tal punto que le haga
creer que U d. es realmente un director de
una película de misterio y que debe develar
lo que ocurrió en los hechos materia del
proceso sólo con la última frase del último
testigo.
Considérese un director para los efectos
de decidir los planos que muestra y cuándo
36 Hegland, Kenney F., ob. cit., págs. 93 y 94.
146

Y cómo los muestra, pero no un director
para los efectos de tener que mantener
en vilo o en suspenso a su audiencia que
no es una sala de cine, sino que es el Tri-
bunal. Su película debe mostrar desde el
primer minuto que el desenlace que usted
ofreció en la apertura se va cumpliendo
v desarrollando de una manera natural
v lógica.
Lo ideal entonces es empezar con testi-
gos o expertos que sitúen la dinámica del
conflicto lo antes posible, nombrando a los
intervinientes, de manera que los jueces
se familiaricen con ellos, los identifiquen
,. permitan poner sobre la mesa la médula
del litigio, en forma precisa, para luego ir
especificando el problema. En síntesis v
como en todo, lo ideal es ir desde lo general
a lo particular.
Conceptualmente, el examen directo
debiera partir en la misma forma que fue
presentado el caso en el alegato de apertura.
Si el abogado tiene un buen testigo que pueda
resistir un contrainterrogaiorio v que ponga
la escena del juicio, los que intervienen en
él y el drama que se encuentra detrás en el
litigio, esa es la elección correcta.
Lo que sí debe-evitar es iniciar el jui-
cio con su testigo principal o de cargo o
su principal experto.F Si ellos tienen una
declaración excelente (que es lo deseable),
inevitablemente el resto de la presentación
de su caso tenderá a bajar su dramatismo
e interés. Lo sugerible en consecuencia
es iniciar el caso con la ambientación de
la trama y de los actores, y luego, una vez
avanzado, poner el desenlace o los elemen-
tos que le permitirán al Tribunal decidir el
caso para nuestro lado.
A pesar de ello debe tener presente y
considerar la posibilidad que el orden que
usted ha planeado se vea alterado por cir-
cunstancias imprevisibles. En ocasiones,
sobre todo en los juicios que duran muchos
días, los testigos se retrasan, no llegan y
:i7 ;'vlcCarthy, Daniel T., "Dircct cxarnination: Bring-
ing reality in tbe courtroom .. , en Successful Trial Strate­
giesforProsecutors, Publicado por el ~ational College
of Disctrict Attornevs de la Universidad
del Sur, 2005, sin traducción. pág. 131.
El examen directo
el abogado debe tener siempre un plan B
o una estructura alternativa respecto del
orden de los testigos.
En los juicios orales los testigos o expertos
ofrecidos por la parte deben estar disponi-
bles, lo que significa que están a la mano,
pero no significa que estén físicamente en
la antesala del Tribunal esperando horas,
días e incluso semanas para declarar, por
lo que el orden de los testigos es un tema
que muchas veces va siendo administrado
de acuerdo a las circunstancias del caso.
Por otro lado, hay imponderables y varia-
bles que pueden llevarlo a que deba alterar
el orden predeterminado por usted mismo.
Así, por ejemplo, sobre todo en los juicios
largos ele más de 4 o 5 días de duración,
ocurre que se fijan horas de funcionamiento
del Tribunal, por ejemplo de 9.00 a 13.00
horas y luego de 14.00 a 18.00, suele suceder
que un testigo o perito tome más declaración
que la proyectada y termina, por ejemplo,
40 minutos antes de la hora prefijada para
el cierre de la audiencia.
Resulta que usted tenía considerado en
su estructura traer al testigo más impor-
tante que sería el que define su teoría del
caso. En materia penal, quería presentar
al testigo de cargo de la acusación y usted
sabe que esa declaración va a tomar más
de los 40 minutos de que dispone. ¿Qué
hace ahí?
\-Iuy simple, acá debe dar preeminencia
al testimonio por sobre el orden y presentar
a otro testigo que dure más o menos los 40
minutos programados y pasar para el día
siguiente a su testigo de cargo. No puede
arriesgarse a que el Tribunal esté pensando
en la hora de cierre de la audiencia mien-
tras usted toma un examen directo que de
acuerdo a la planificación es muy importante.
La prudencia obliga a intentar cumplir con
el horario del Tribunal y además a darle a
su testigo la importancia que usted mismo
ha determinado que merece.
Uno de los autores de este libro participó
en un juicio que duró 17 días la primera vez
que se realizó. En esa oportunidad, a los 2 <
días percibimos que después de la hora de
de Carolina almuerzo los jueces no partían tan alertas
como en la mañana, por lo que tuvimos
147 rnnoR,AL JURIDICA DE CHILE
00
­
 Curso elemental
que cambiar la estructura del orden de las
pruebas, privilegiando en la mañana aque-
llas que considerábamos más relevantes v
dejando para la tarde aquellas que eran
más incidentales o circunstanciales.
En resumen, el orden en que usted pre-
senta la prueba es tan relevante que no se
puede dejar al azar, pero lo más probable,
sobre todo si se trata de un juicio de cierta
duración, es que se vea obligado a introducir
cambios a esa estructura sobre la marcha
por circunstancias imprevistas. Para ello
debe estar igualmente preparado.
Para definir el orden de los testigos o
expertos también se debe considerar si se
trata de testigos o expertos que entregan
evidencia afirmativa o de refutación. Volve-
remos sobre ese punto más adelante.
4.4. NO HAGA PREGC:\"TAS Cl'Y.-\
RESPUESTA DESCONOCE
Este es uno de los axiomas de todo juicio
oral. Cuando uno hace una pregunta sabe
la respuesta y es precisamente esa respuesta
la que debe obtener de la declaración del
testigo o experto y pasar al tema siguiente
y punto.
El abogado ha llamado al testigo no para
tener una conversación con él, sino que para
desarrollar su trabajo, y la función de un
litigante es obtener las proposiciones fácticas
que en la etapa de preparación de su caso
ha considerado que el testigo o experto
podían suministrarle con el propósito de
acreditar su teoría del caso.
De hecho, el abogado ha pedido la ci-
tación de un testigo aljuicio porque tiene
'"7 conocimiento de la información que ese
testigo tiene de los hechos que generan
el litigio. Más aún, es esa información la
que ha permitido al abogado construir su
teoría del caso, por lo que ahora lo que
corresponde es que ese deponente repita
esa misma información en el Tribunal.
Tomando en cuenta todo lo anterior,
cuando el abogado hace una pregunta cuya
respuesta desconoce está perdiendo el con-
trol del juicio y está poniendo su éxito en
un albur.
EDITORIAL JURIDICA DE CHJLE
de l!t~z~~ __ió_n_o_r_a_l _
Unjuicio es algo demasiado serio como
para que el abogado apueste el destino de su l:
caso al hacer una pregunta cuya respuesta e
no controla. Para apostar está el Casino y e
el litigante no puede apostar el destino de e
su cliente, la credibilidad de sus testigos, su e
caso, de su trabajo, perdiendo totalmente a
el control de su juicio. e
En litigación se dice que cuando un aboga- a
do hace preguntas cuya respuesta desconoce
"sale a pescar", es decir, tira una carnada al e
agua, pero sin saber qué saldrá de ella, si r
algo fructífero, un desecho o nada. r
El problema es que si la respuesta desco- ('
loca al abogado, el que perderá credibilidad t
será el caso ante los ojos de Tribunal, el e
que asume que esarespuesta era la que el
\
abogado estaba buscando.
El abogado siempre debe estar en control
1
(
de su caso, él lo ha programado, planificado,
s
decidido qué pruebas usar y por qué, por
lo que cuando hace una pregunta que lo
e
expone a una respuesta desconocida des-
1
truye su propio trabajo y las posibilidades
de éxito de su cliente. (
e
4.5. FOR~H.."LE PREGC:\'TAS SI~fPLES Y CUYA
TÉC:\'IC.-\ EYITE L\ OBJECIÓ:\'
Para los efectos de mantener la atención en el
testigo o experto y no en el abogado, median-
te un diálogo ágil de preguntas y respuestas
que transmiten la información del caso, es
esencial que el abogado realice sus preguntas
en forma simple, fácilmente comprensibles
por el testigo, por el Tribunal y por cualquier
hombre medio. Ello permitirá que la decla-
ración sea fluida v no se interrumpa porque
el propio testigo o experto le pide que le
explique la pregunta o porque la contraria
le objeta la pregunta por poco clara.
Las objeciones, que analizamos en el
capítulo pertinente, abren un incidente que
debe ser decidido por el Tribunal, general-
mente previo traslado, lo que interrumpe
el relato del testigo, corta la fluidez del
debate, desvía la atención del Tribunal en
lo importante que es el examen directo y
lo focalizan en el incidente que constituye
la objeción.
148
 El examen directo
De hecho, muchas veces losjueces perci-
ben que en el traslado que genera la objeción
el ahogado desliza la información o la línea
de interrogación que estaba buscando y que
el testigo aún no ha contestado, con lo cual
el Tribunal puede quitar toda credibilidad
a la declaración del testigo por considerar
que la información la ha suministrado el
abogado y no el deponente.
Si la técnica de las preguntas no es la
correcta, el litigante se verá expuesto irre-
mediablemente a que sea objetado ele ma-
nera constante, con lo cual perderá toda
espontaneidad el relato que trataba ele ob-
tener, disminuyendo irremediablemente la
credibilidad d~ su testigo y de su caso.
Muchas veces, el litigante, en aras ele
velar por la espontaneidad del relato Y por
la fluidez del mismo, si es objetado v percibe
que la objeción es razonable, deberá inclu-
so antes que el Tribunal confiera traslado,
aceptar la objeción scíialando rápidamente
que reformulará la pregunta, con la cual
la contraria no interrumpirá el relato v el
Tribunal se concentrará en la respuesta
del testigo y no en si la pregunta estaba
correctamente formulada o no.
A5í ocurre en el siguiente ejemplo.
Abogado demandante. -Sefior Stiglich,
¿nos pude decir qué hacía a las 05.00 Alvl
del día lunes 1 de enero ele 2009?
Testigo. -Me encontraba en calle Ala-
meda con Teatinos, esperando el bus para
volver a la casa después de la celebración
del año nuevo.
A. Ddte. -¿Se encontraba solo?
Testigo. -No, había mucha gente en
el paradero.
A. Ddte. -Pero usted, ¿se encontraba
solo o acompañado?
Testigo. -Me encontraba acompañado
por 5 personas, 2 amigos y 3 mujeres que
habíamos conocido en la noche.
A Ddte. -Entre esasmuieres se encontraba
la señorita Romina Hidalgo, ¿correcto?
Abogado demandado. -Objeción Su
Señoría, la pregunta es sugestiva.
A. Ddte. -Reformulo, ¿quiénes eran las
3 mujeres?
Testigo. -::JuanaGómez, Romina Hidalgo
y Beatriz Castillo.
149
En el ejemplo, el abogado prefiere, en aras
de la fluidez del relato, aceptar la objeción
y reformular, sin que el Tribunal alcance
siquiera a pronunciarse sobre tramitar la
objeción, con lo cual el abogado demuestra
manejo de la técnica ele las preguntas, le
da continuidad al examen directo y con
una pregunta simple y abierta obtiene lo
mismo que pensaba alcanzar con la pre-
gunta objetable, con lo que de paso gana
credibilidad corno litigante.
Por otro lado, las preguntas demasiado
complejas, con muchas variables contenidas
en una sola pregunta, y aunque prosperen
porque no sean objetadas, ponen la atención
en el abogado que hace la pregunta más
que en el testigo. El litigante debe tener en
cuenta que el Tribunal puede restar valor
a la interrogación porque la técnica de las
preguntas es incorrecta, aun cuando no hubo
objeción por la contraria, ya que el Tribunal
podría considerar que la información la
aportó el abogado y no el testigo.
4.6. PERCIBA LA PERSONALIDAD DE SU
TESTIGO
No se trata ele que usted se convierta en un
sicólogo, pero es su deber percibir ante qué
tipo ele personalidad se encuentra, si extro-
vertida, introvertida, narcisista, etc., no para
los efectos ele desentrañar su personalidad,
porque no es su rol, pero sí para los efectos
ele saber cómo manejar su interrogatorio.
Si está ante un sujeto que se ve nervioso,
será su rol como interrogador, lograr que se
sienta cómodo, que se suelte, ocupando la
línea ele acreditación para tal fin, pregun-
tándole cosas que usted sabe que le darán
confianza, porque sólo él sabe la respuesta,
corno por ejemplo dónde trabaja, qué hace
en un día normal, etc., de forma que cuando
entre a la etapa ele declaración propiamente
tal se encuentre con un sujeto que ya lleva
hablando varios minutos ante un tribunal
con respuestas que están "correctas".
Muchas veces los testigos creen que
lo pueden hacer "bien" o "mal", corno si
declarar fuera un trabajo o una actividad
competitiva.
ED'TORL\L J URIDlCA DE CHJLE
 ______________ Curso elemental de litigación oral
T
~

La verdad es que en esos casos su rol como respuestas, lo que afectará la credibilidad l<
litigante es transmitirle al testigo que no hay de la declaración; y, al segundo, porque e
respuestas incorrectas, sino que usted quiere pensará que esa es la dinámica propia del
saber únicamente la verdad y demostrarle examen directo v puede considerar que en 11
con sus gestos y lenguaje corporal que sólo esas exclamaciones no hay una muletilla, n
está interesado en escuchar su relato, pero sino que una señal de aprobación o censura e
no en juzgarlo. implícita, con lo cual el testigo buscará obte- d
A la inversa, si se trata de un testigo dema- ner aprobaciones y alejarse de las censuras,
siado extrovertido o con una personalidad perdiendo de esa forma espontaneidad en d
un tanto histérica o que tiende a festinar el relato, ya que empezará a concentrarse en a
las cosas, usted idealmente, para mantener los gestos que siguen a las respuestas y no Jl
la credibilidad de ese deponente, debiera en lo que verdaderamente debe contestar
tratarlo con bastante asertividad para evitar que es su versión de los hechos. a
sus divagaciones. Tal vez, en este caso, una Además, el abogado debe escuchar a su e
estructura de interrogación sobre la base testigo atentamente y mostrarse interesado f
de preguntas cerradas sería más sugerible en su declaración. Esto que parece muy sim- e
que una basada en preguntas abiertas que ple no lo es hasta que el abogado domina ¡:
le dan al testigo mayor posibilidad de dis- la técnica de las preguntas, ya que muchas e
persión. En síntesis, tener más control sobre veces cuando la técnica no es muy fluida a
el testigo en este caso. el abogado tiende a pensar en la próxima 1:
Si el testigo habla muy fuerte, puede pregunta mientras el testigo declara, sin oír e
probar con acercarse a él, invadiendo su el relato del testigo o experto, generando t,
espacio personal, con lo cual debiera bajar con ello preguntas repetitivas y por lo mis- \'

la voz; a la inversa, si habla demasiado bajo, mo la posibilidad de ser objetado y perder 1

pruebe alejándose de él a medida que sube credibilidad ante el Tribunal.
la voz, con lo cual el deponente debiera Por otro lado, si el testigo o experto 1:
subirla a su turno. percibe que se le hacen preguntas repeti- e
En definitiva, trate que su testigo o ex- tivas, pensará que no se le está escuchando c
perto, independiente de su personalidad, v tenderá a sentirse incómodo e incluso a r
se sienta cómodo en el estrado, con lo cual cuestionar verbal o corporalmente su ges- e
comunicará bastante más que si se siente tión profesional. e
tenso. A veces ocurre que al abogado se le ob- r
jeta una pregunta por repetitiva y las partes c
empiezan a debatir sobre si la pregunta e
4. 7. EVITE COMENTARIOS A LOS DICHOS era repetitiva o no y el Tribunal pregunta
DE su TESTIGO o EXPERTO y OIGA ses cuál era la pregunta y la parte que la hizo a
RESPUESTAS no recuerda ni su anterior pregunta ni la r
anterior respuesta que él formuló y que é
Muchas veces ocurre que el abogado se obtuvo, respectivamente, en el examen di- y

encuentra tan ansioso de que el testigo o recto. Esa situación que se ve con bastante e
experto conteste lo que él espera, que cuan- frecuencia, disminuye la credibilidad del l:
do lo hace el abogado termina la respuesta, litigante y debe evitarse mediante la debida a
hace un gesto, comentario al estilo de "eso", atención en las preguntas y respuestas del t
"qué bien" u "ok" u otro que da cuenta de examen directo.
una satisfacción o aprobación.
Ese tipo de comentarios distrae al Tribunal é
y al testigo. Al primero porque ese tipo de 4.8. PARTA FLERTE Y TER~IL\'E DE LA e
comentarios que tienden a convertirse en MISYfA FORMA l

muletillas pueden ser interpretados como F

~ un incentivo o código que se le suminis- Idealmente, usted deberá estructurar su l
:s tra al interrogado para seguir esa línea de examen directo de manera tal que reserve t

@. ED[TORIAL JURlDK:A DE CHlU 150

 El examen directo
i los puntos altos del mismo para el inicio del
examen y para la finalización del mismo.
Si usted parte con una línea temática
importante, los jueces tenderán a poner
más atención en el examen que si comienza
con una introducción dificil de seguir a
dónde se dirige.
Lo que es el pumo medular o más fuerte
de la declaración tiende a variar de juicio
a juicio, e incluso, dentro de un mismo
juicio, de testigo a testigo.
Si el testigo es uno que en materia penal
acredita la acusación, esto es, es un testigo
de cargo, evidentemente que los puntos
fuertes de ese testimonio dicen relación con
el hecho mismo materia de la acusación.
pero si, por el contrario, solamente la de-
claración del testigo permite desacreditar
a otro testigo, ese es el punto fuerte de
la deposición de ese testigo e idealmente
debiera crear líneas de interrogación que
terminen con la desacreditación del testigo
y no dejar para el medio del examen esa
línea de preguntas.
Cuestiones dramáticas, como cuánto le
han cambiado en su vida diaria las lesiones
que sufrió por la agresión de que fue víctima;
cuestiones valóricas, que den cuanta de lo
moral de su caso Y de lo inmoral del de la
contraria; o referencias directas a su teoría
del caso en la apertura y cierre son gene-
ralmente los conceptos que nos permiten
construir una línea de apertura y de cierre
de preguntas enel examen directo.
Incluso si uno subdivide los temas que se
abarcan dentro de un examen directo puede
percibir que cada uno de los tópicos que
éste comprende (la línea de acreditación
y la declaración propiamente tal, dentro
de la cual debemos distinguir cada una de
las proposiciones fácticas que querernos
acreditar) pueden ser divididos de manera
tal que se reconozca un punto fuerte de
inicio y otro de salida.
En consecuencia, es posible realizar este
ejercicio no sólo considerando el examen
directo en su globalidad, sino que en cada
una de las unidades en que éste se compone,
preparando un inicio y salida fuerte para cada
una de ellas individualmente consideradas y
tomando en cuenta dentro de cada una de
151
estas unidades cuál de ellas nos permite dar
un inicio v salida fuerte al examen directo
considerado en su globalidad.
4.9. REÚ~ASE CON SU TESTIGO Y
EXPLÍQl'ELE LO QUE SIGNIFICA DECLARAR
E~ l'~ TRIBUNAL
Este es un punto muy importante que usted
debe realizar en Iorrna imprescindible y
muv cuidadosa.
Si la sala del Tribunal puede generar
en un abogado toda clase de tensiones,
imagínese lo que ello puede significar para
un testigo.
Salvo que su testigo o experto sea una
persona que esté habituada a declarar en
Tribunales, cosa bastante extraña por lo
demás desde el punto de vista estadístico,
usted debe necesariamente reunirse con él
el mínimo de días que sea posible anterior
a la declaración, y explicarle absolutamen-
te todos los detalles que le permitan a él
comprender cuál es su participación en el
juicio y orientarlo acerca de lo que significa
concurrir al Tribunal.
Así, usted tendrá que explicarle al testi-
go desde cuestiones evidentes, como cuál
es la dirección del Tribunal, a qué hora
debe llegar, hasta cosas más complejas que
requieren una conversación directa con
el testigo.
Lo conveniente es darle una pequeña
explicación acerca de cómo funciona el
sistema legal a través ele los juicios orales,
para luego hablarle del proceso específico
en que se le requiere su declaración.
Luego deberá asesorarlo incluso en el
atuendo que usará el día de la declaración,
intentando procurar que el vestuario que
escoja el testigo lo acredite como tal y no
como una figura ideal. Así, por ejemplo, es
más creíble que un trabajador ele la cons-
trucción concurra al Tribunal vestido de
jeans y ele camisa en forma ordenada, que
lo haga de chaqueta y corbata porque cla-
ramente perderá espontaneidad su relato
y por lo tanto credibilidad él como testigo,
que es un punto sobre el cual el litigante
<
debe preocuparse permanentemente.
~
EDlTDRL\L JURID!CA lJL CHllf:
WIW
,,;;;;,.¡.,.,..,.,
 Curso elemental
Debe explicarle al testigo o perito geo-
gráficamente lo que significa un Tribunal,
dónde se sentará él, que existe un micrófo-
no en el cual debe hablar, que se le pedirá
que se identifique y la posición física de los
intervinientes para que cuando le toque su
turno de exponer su visión de los hechos esté
mentalmente preparado para tal situación
y no pierda minutos en orientarse.
Es necesario explicarle a su turno lo que
significa el Tribunal, que debe dirigirse a
él como Su Señoría, Magistrados o de otra
forma que le genere comodidad, pero al
mismo tiempo dé cuenta del debido respeto
que se le debe a la autoridad.
Es menester explicarle que primeramente
usted le hará unas preguntas y que luego la
contraria tiene el derecho a contraexami-
narlo y qué significa ello básicamente.
Toda esta preparación del testigo no
tiene nada de poco ética y, al contrario,
es un deber del abogado. Usted no puede
mandar un testigo o experto a declarar sin
haber tenido ninguna comunicación con él,
porque comete un acto de irresponsabilidad
tremendo al no darle ninguna información
al deponente acerca de cómo funciona la
ritualidad de un juicio.
Lo que evidentemente no puede hacer
es decirle que falte a la verdad, sugiriéndole
las respuestas que debe decir. Eso sí es una
grave falta ética y un impedimento a una
buena administración de justicia. Por el
contrario, lo que usted debe señalarle es
que el propósito del interrogatorio y lo que
usted espera de él es que diga la verdad y
todo lo que sepa acerca del caso, que en
ese sentido no existen preguntas buenas ni
~ malas, ya que lo que él va a declarar es lo
,? que realmente acaeció y no otra cosa.
0 También es muy relevante que escuche
2 bien la pregunta antes de contestar, que no
~ anticipe respuestas y que si no en tiende una
5 pregunta, simplemente diga que no entiende,
·" para que la realicen nuevamente.
~ Este momento de comunicación que
'" usted tiene con el testigo es la oportunidad
~s de percibirlo como tal, como habíamos
).::J señalado anteriormente, y le permitirá a
2 usted formarse una idea de quién transmite
:'í mejor el mensaje, quién es más creíble,
®. EDITORIAL JURJDICA DE CHILE
de litigación oral
quién tiene más conocimiento de los hechos,
cuánto dura cada declaración, cuál será la
línea de acreditación a explorar, todo lo
cual será de gran relevancia a la hora de
estructurar el orden de su prueba y el tenor
de las preguntas que se realizarán.
Además, debe aprovechar este momento
para buscar qué línea de acreditación ocu-
pará con el testigo o experto, para poder
repetirla en el juicio.
También es el momento de observar cómo
se comunica el testigo, si verbalmente, con
el cuerpo, si usa la mirada para expresar
sus ideas, la velocidad de su relato, si es
analítico, impulsivo, si es trabajador o no
lo es, si es inteligente, estructurado, tiene
coherencia o incoherencia en su relato, es
amistoso y colaborador o no, etc., todo lo
cual le puede sugerir líneas de interroga-
ción Y sus énfasis.
4.10. FÍJESE E.'-: LOS DETALLES
Los detalles que proporciona el testigo le
otorgan al testimonio credibilidad y vera-
cidad al relato.
Es importante entonces que después que
el testigo o perito señale la proposición
fáctica que a usted le interesa, la precise,
dándole todo tipo de circunstancias para
los efectos de permitir que el Tribunal se
forme una imagen nítida del hecho.
Una forma clásica de permitir la fijación
en los detalles puede realizarse facultando
al testigo o experto a través de preguntas
abiertas señalar la proposición fáctica que
se quería acreditar y luego volver sobre esta
línea de argumentación para requerir todos
los detalles de la proposición fáctica, de
manera de fijar en el Tribunal una imagen
completa y detallada del hecho.
En el siguiente ejemplo, se entrevista a
un traumatólogo que perició a un sujeto
que tenía lesiones leves, esto es, aquellas
que sanan en menos de 15 días.
Abogado. -Don José Manuel Brañes,
¿usted perició al señor Diego Alcaíno?
Perito. -Sí.
A. -¿Por qué y cuándo?
152
 El examen
P. -El día 10 de julio de 2008 a las 04.30
:¡ A.M, llegó al Hospital Traumatológico el
) señor Diego Alcaíno, quien a la interro-
gación clínica relató que recibió un golpe
r de puño sobre su rostro, posterior a lo cual
emprendió la huida sin más contacto físico
con su agresor.
A. -¿Presentaba un signo externo de
lesión?
P. -Sí, por supuesto, una lesión trau-
mática en la cara.
A. -¿Qué clase de lesión era desde el
punto de vista médico-legal?
P. =Leve.
A. -¿Cómo llegó a esa conclusión?
P. -Porque esa lesión demora menos
de 15 días en sanar, tiene recuperación
permanente y no presenta limitaciones
de ningún tipo.
A. -El diagnóstico que usted ha señalado
de ser la lesión sufrida por el señor Alcaíno
de carácter leve, ,:puede ser refutado:
P. -No. Se trata de una lesión contuso
cortante, sobre el hueso malar derecho sin
da110 en el tejido óseo, con una pequeña
erosión sangrante de la piel, característica
del golpe de purio.
A. -Quiero llevarlo ahora a la lesión
que sufrió el señor Alcaíno, :me la puede
describir por favor con todo detalle?
P. -Claro que sí, al examen físico cons-
taté que se trataba ele un sujeto de sexo
masculino, de contextura promedio, sano.
Al examinar el rostro se constata una lesión
traumática sobre el malar derecho, roja,
eritematosa, de aproximadamente 2 x 3
cm., con una zona menor central de 1 x 1
cm., con pérdida de solución de continui-
dad de la piel, leve sangramiento, herida
contundente, limpia.
A. -¿Qué significa que se trate de una le-
sión traumática sobre el malar derecho?
P. -Se refiere a un cambio de la contex-
tura, volumen y forma natural de la piel que
compromete el sector que se ubica inmedia-
tamente por debajo del ojo izquierdo, que
se caracteriza por tener una prominencia
ósea denominada hueso malar. Al observar
esta zona y compararla con el lado contrario
se ve que existen diferencias importantes o
claramente visibles entre un lado y otro.
153
directo
A. -¿Eso es a simple vista?
P. -Así es.
A. -Dr. Braries, ¿me podría decir qué
significa que la lesión sea erilematosa?
P. -Que presenta sangramiento sub-
cutáneo. Este a su vez se distingue por la
presencia de hemoglobina bajo la piel y ésta
se caracteriza por una serie de lesiones de
carácter rojizo, denominadas petequias.
A. --:Cómo llegó a determinar el plazo
de curación de la lesión?
P. -La medicina se caracteriza por hacer
estudios comparativos y el plazo se determina
por el examen clínico que define una pa-
tología y ésta tiene una sanación promedio
según múltiples estudios estadísticos. En este
caso, estadísticamente esta lesión debiera
sanar sin secuela alguna en menos de 15
días, por lo tanto, desde el punto de vista
legal, es una lesión de carácter leve.
A. -Muchas gracias.
Como podernos ver, en esta interroga-
ción primero se extraen las proposiciones
fácticas que queríamos obtener del interro-
gatorio y luego se vuelve atrás y se precisa
con lujo de detalles la lesión sufrida por
el sujeto, con lo cual se hace el relato más
vívido y, por lo mismo, más creíble para el
sentenciador.
4.11. CCÍDESE DE LOS TESTIGOS HOSTILES
Generalmente en todo juicio existe un par
de testigos que cuando se suben al estrado
generan un justificado temor y nervio del
resultado de su declaración en la parte que
los presenta, pero que desafortunadamente
deben estar ahí.
La primera aproximación a un testigo
hostil, esto es, aquel que pertenece al núcleo
de contacto o de acceso a la otra parte, es,
evidentemente, no llamarlo.
Siempre es preferible contraexaminarlo
que integrarlo a la lista propia y realizar un
examen directo.
Sin embargo, habrá ocasiones en que
no le quedará otra alternativa que llamar
a un testigo que sea adverso, en principio,
al interés que defiende su parte.
rnm)Rl/1L JURID!CA DI CHILE
00
,,......¡,.....
 Curso elemental
Así ocurrirá, por ejemplo, cuando se
trate del único testigo de algún elemento
de hecho que define el caso, como, por
ejemplo, se trata de un juicio laboral y al
trabajador se le ha despedido por ausentarse
injustificadamente del trabajo. Es del caso
que los trabajadores prestaban servicios fuera
del lugar en que tiene su sede la empresa,
y en grupos de tres. Por lo tanto, para acre-
ditar la ausencia del lugar de trabajo, no le
quedará otra opción que llamar a alguno
de los 2 restantes, con el problema que,
evidentemente, son compañeros de trabajo
del demandante y, seguramente, tendrán
tendencia a favorecerlo, o a lo menos a no
perjudicarlo.
Otro caso en el cual deberá llamar como
testigo a un sujeto potencialmente adverso
tendrá lugar cuando quiera se trate de un
testigo instrumental, es decir, a aquel que
extendió un instrumento y usted lo llama
para los efectos que lo reconozca a pesar
que se encuentra cercano al círculo de in-
terés de la otra parte.
Como dijimos, la regla general es evitar
llamar a testigos hostiles o que potencial-
mente puedan serlo, ya que respecto de ellos
es preferible contraexaminarlos. A veces
ocurre que el testigo hostil, cuyo testimonio
necesito, se encuentra en la lista de la otra
parte. En este caso, lo ideal es agotar mis
líneas de interrogación cuando lo presente
la contraria. Sin embargo, cuando ello no
es posible, sea porque yo comienzo antes
que la contraparte y no tengo la certeza que
la contraria lo llamará a estrados o cuando
los puntos sobre los cuales lo presenta la
contraria no son los mismos que los míos,
por lo que el hecho que la contraparte lo
presente no me asegura poder contrainte-
rrogarlo sobre las proposiciones fácticas que
yo deseo acreditar, no tengo otra opción
que citarlo a declarar.
En estas hipótesis, o cuando derecha-
mente la contraria no ha presentado a este
testigo hostil o que aparentemente pueda
serlo, corresponde tener presente un par de
consideraciones en el examen directo.
En primer lugar, la línea de acreditación
debe tocar en forma directa y precisa la cau-
sal de hostilidad que presenta el testigo, de
.@. EDITORIAL JURH)!CA ))E CHJLE
de litigación oral
manera que al Tribunal le quede fehaciente- e
mente acreditado que se trata de un testigo t:
que tiene alguna relación con la contraparte.
Así, por ejemplo, explorará la relación de
amistad entre el testigo y la contraparte, la
relación de familia o parentesco, o la línea
de acreditación que revele o explique el 1
porqué de la presunta hostilidad. Tal vez b
incluso debiera considerar partir por el V
fondo de la declaración y terminar con la c
línea de acreditación, de manera de fijar e
como línea de salida la relación que existe p
entre este testigo y la contraria.
En segundo término, en cuanto al fondo, lJ
lo ideal es tener al testigo absolutamente fé
controlado, para lo cual usted deberá preferir a
la estrategia de las preguntas cerradas sobre d
las abiertas que permiten que el testigo se
explaye. Incluso cuando pretenda hacerlo, c
no debe dudar en interrumpirlo y pedirle Sl
en términos amables, pero asertivos, que a
conteste la pregunta que se le hace, ya que c
el examen directo es un acto controlado r
por el abogado y no puede permitirse que
sea dirigido por el testigo. r.
En tercer lugar, usted debe obtener la o a
las proposiciones fácticas que quería desta- c
car y liberar al testigo. Esto, que en verdad v
es de validez universal para cualquier in-
terrogatorio, cobra especial relevancia en t:
este caso, ya que cada pregunta que usted a
hace al testigo corre el riesgo que señale
algo que favorece a la contraria, y como se 1,
trata de un testigo suyo, debe eliminar lo c
más posible ese riesgo. En consecuencia, q
obtenida la proposición fáctica de que se Sl
trata, deberá terminar su examen directo g
inmediatamente.
En cuanto al momento en que llama al d
testigo hostil, no lo haga al principio o al l;
final de su prueba o del día, si el caso tiene h
muchos días. q
De acuerdo a máximas de experiencia, g
los seres humanos tendemos a recordar si
mejor lo que escuchamos primero y último h
y como se trata de un testigo hostil, es mejor e
ocupar con ellos la técnica del sándwich,38 [(
51
~8 McCormack, Making the case: Direct examination,
s
Apuntes de clase, Tria] Advocacy I, National Advocacy a
Center, año 2006, pág. 2. 51
154
 El examen
es decir, ponerlos en medio ele la presen-
tación de su prueba.
4.12. A:--;TICIPE LAS DEBJLID,\DES
La verdad es que la anticipación de las de-
bilidades de un caso es un elemento trans-
versal que se debe considerar tanto para
crear la teoría del caso como para realizar
el alegato de apertura Y, por lo tanto, para
preparar el examen directo.
Por lo tanto, usted deberá procurar ex-
traer de sus testigos no sólo las proposiciones
fácticas que justifiquen su caso, sino también
aquellas que lo despotencian, preocupándose
ele darles la explicación pertinente.
De otra forma, usted se arriesga a que la
contraparte en el contraexamen, destruya
su examen directo sacando él a la luz los
aspectos negativos del testimonio, con lo
cual la credibilidad de su caso se verá se-
riamente alterada.
Por lo tanto, al efectuar el examen di-
recto usted deberá realizar tres actividades:
a) acreditar las proposiciones fácticas de su
caso; b) anticipar las debilidades del mismo,
y c) explicarlas.
Estas debilidades pueden encontrarse
tanto en el fondo de la declaración como
asimismo en la línea de acreditación.
Así, por ejemplo, si el testigo en el juicio
laboral es cuñado del demandante, esa cir-
cunstancia es una debilidad de ese testigo,
que, en principio, pone en tela de juicio
su credibilidad" en consecuencia su relato
que hará en cuanto al fondo.
Por lógica consecuencia, usted no pue-
de en el examen directo preocuparse en
la línea ele acreditación ele demostrar lo
buen trabajador que es el testigo , luego
que explique con lujo ele detalle el hecho
que motivó el despido del demandante,
sin aclarar que el testigo es casado con la
hermana del demandante y que esa cir-
cunstancia no influve en la veracidad del
testimonio, porque, por ejemplo, él sigue
siendo contratado por el demandado, quien
sabe que es el cuñado del demandante y
a pesar de ello sigue confiando en él por
su honestidad.
155
directo
Si no lo hace, si no encara ese punto y le
da una razonable explicación, bastará que el
abogado de la contraria le pregunte única-
mente por su relación de familia al testigo,
sin más, para generar toda una mancha ele
incertidumbre acerca de la credibilidad del
testimonio del cuñado.
U na buena forma de conocer cuáles
son las debilidades del testigo o experto
es ponerse en el rol de abogado de la con-
traparte y empezar a tratar de generar una
línea de contraexamen ele ese testigo. Si
usted pensando como contraparte cree que
puede destruir a su propio testigo en un
contraexamen con alguna línea de pre-
guntas, pues bien, esa es precisamente la
debilidad que debe anticipar en un examen
dirccto v darle una explicación antes que la
contraparte haga lo que usted en su lugar
haría. Tan simple como eso.
En todo caso, y como señalamos más
arriba, es importante comenzar y terminar
fuerte, por lo que no es sugerible anticipar
la debilidad de un testigo o experto al co-
mienzo o al final de su declaración, sino que
es preferible hacerse cargo de este aspecto
desagradable del caso en el medio del exa-
men directo y no en los extremos.
4.13. AFIR.\IE, LL'EGO REFUTE
Como sabemos, los testigos y la evidencia
en general pueden ser afirmativas o de re-
futación.
La primera satisface una proposición
fáctica de nuestra teoría del caso, y la se-
gunda destruye una proposición fáctica de
la contraria.
Desde el punto de vista estratégico, lo
más acertado es que usted primero construya
Y después se preocupe de destruir. Por lo
tanto, primero acredite sus proposiciones
fácticas con la evidencia afirmativa de que
dispone Y luego llame a los medios de prueba
que le entregan la evidencia ele refutación.
Esto debe tenerse en cuenta al momento
de ordenar el testimonio de los testigos,
por lo que lo más aconsejable es que pri-
mero presente su prueba que acredita su
teoría del caso y luego la que destruya la
EDiTOR(,\L JURID!CA OE CHlLE
 Curso elemental
de la contraria. Al proceder de ese modo,
indirectamente usted estará repasando su
teoría del caso ya acreditada.
Pero a veces ocurre que un mismo testi-
go o experto nos sirve tanto para satisfacer
los elementos de nuestra teoría del caso,
como para refutar la de la contraria. En esa
hipótesis, también aplicamos el principio
antes expuesto, pero restringido a un único
testigo o experto: primero le efectuamos
las preguntas que afirman nuestro caso y
luego refutamos.
4.14. PREOCÚPESE DE RECREAR EL
CONTEXTO EMOCIONAL DEL CASO
Si ha tomado la precaución de seguir las
directrices que hemos venido señalando en
los números precedentes, puede que aún
al examen directo, a pesar de contener lo
deseado le falte algo y ese algo es que su labor
en el examen directo no es sólo recrear a
través de una fuerte imagen mental el hecho
litigioso con todas sus circunstancias, sino
que además debe realizarlo preocupándose
de reconstituir toda la emocionalidad v el
drama que existe detrás de él.
Los seres humanos no sólo funcionamos
por nuestra racionalidad, sino que, por el con-
trario, muchas veces el elemento dominante
en la realización de nuestras acciones es la
emocionalidad. Por lo tanto, como abogados,
al reconstruir un hecho, debemos preocupar-
nos también de destacar el lado emocional
que subyace detrás del conflicto.
Ello es importante porque las emociones
permiten percibir al Tribunal de qué lado
está la necesidad de justicia, cuál de las par-
tes en litigio es la buena y cuál es la mala.
Por otra parte, cuando se trata de un juicio
en que se describen grandes sufrimientos
humanos como en el caso de delitos contra
las personas, contra la libertad sexual o
en los casos de familia, el relato del hecho
del afectado o de su núcleo familiar debe
necesariamente dar cuenta del drama sub-
yacente, de lo contrario, puede ser incluso
desconocido por poco creíble.
Lo anterior no significa que usted deba
sacar lágrimas de cada testigo o incluso del
156
de litigación oral
Tribunal, sino que lo que hay que enfatizar
es que es importante para la credibilidad
de su caso, que logre contextualizar o re-
crear la situación que afecta a las víctimas
o familiares que han sufrido un hecho que
humanamente es doloroso. El recrearlo va
a sacar esa emocionalidad a flote, y si ello
no ocurre su caso pasa a ser poco creíble.
4.15. PREOC(PESE DE SL- L\IAGE>J E>J L':\
CO:\CEPTO A~IPLIO
Nos hemos preocupado en estas líneas
acerca de lo importante que es la imagen
que provecta el testigo y en lo posible ha-
ciéndole entender que él debe transmitir
credibilidad.
Evidentemente esta preocupación par-
te también con nosotros. No está de más
reiterar cuánto transmite una correcta apa-
riencia Y presentación personal, pero ello
no basta.
Además, debe usted preocuparse de
transmitir que el caso que se encuentra
presentando ha sido preparado, que lo
conoce en todos sus ángulos v vericuetos.
Para ello, debe ocuparse que no exista en
la mesa de su juicio un desorden, un caos,
papeles que se cruzan con los asistentes,
soplos al oído que sugieren líneas de pre-
guntas mientras se realiza el interrogatorio,
caras de desesperación ante una respuesta
que no le agrada, etc.
Finalmente, en una tercera dimensión,
más profunda, su imagen estará relacionada
con su conocimiento de la ley aplicable al
caso y su manejo de las técnicas de litiga-
ción. Si es objetado por una pregunta que
está mal hecha, mejora su credibilidad que
reformulc la pregunta a que trate de defen-
derla. Por otro lado, también su imagen y
credibilidad estará dada por su estudio de
las normas sustantivas aplicables al caso.
No puede pensar en ser un buen abogado
porque conoce las técnicas de litigación si no
ha estudiado concienzudamente los aspectos
dogmáticos aplicables al caso. En cualquier
momento deljuicio puede aparecer, incluso
incidentalmente, un aspecto sustantivo que
usted debe manejar y conocer.
 El examen directo
Suponga, por ejemplo, que se le obje-
ta una pregunta por impertinente y usted
argumenta que la pregunta que realiza es
atingente al caso, toda vez que cierta dis-
posición de la ley, según como el testigo
conteste, puede ser la norma sustantiva que
defina el caso. Seguramente el Tribunal
rechazará la objeción y querrá oír la res-
puesta si de ello depende que el juicio, de
acuerdo a la ley de fondo aplicable, tome
tal o cual destino.
Evidentemente en una hipótesis como
la expuesta su imagen como litigante habrá
mejorado y la ele la contraria disminuido en
una proporción absolutamente inversa.
5. PRINCIPALES INCONVENIENTES
EN LA REALIZACIÓN DEL EX.--\MEN
DIRECTO
Así como hay puntos que debe tener en
cuenta para realizar un acertado examen
directo y que los desarrollamos en al nú-
mero precedente, también existen clásicos
impedimentos que obstaculizan un buen
interrogatorio.
Muchos de ellos pueden deducirse de los
elementos que desarrollamos en el capítulo
anterior, pero por razones de claridad los
exponemos en forma separada.
5.1. PREGC:'-:T\S DDL\SL\DO FOR.\L\LES O
EXTE:'.\S.-\S
Si cada vez que enfrentamos al testigo lo
hacemos con una larza o introducción como
"Su Señoría para los efectos del registro a
esta parte le interesaría preguntar al testigo
¿dónde se encontraba el día 4 de agosto de
2002 a las 15.30 hrs.?", y esto lo repetimos
permanentemente, sin duda agotamos al
Tribunal, el que perderá concentración v
empezará a enfocarse más en nuestra téc-
nica de interrogación que en la respuesta,
precisamente el objetivo contrario de un
acertado manejo del examen directo.
Lo mismo ocurre con las preguntas de-
masiado extensas que incluyen un relato
en forma previa a la preguma. Más allá que
157
ellas no sean objetablcs, cansan al testigo
o experto, lo exponen a que le diga que
no entiende la pregunta y que lo fuerce
a repetirla, lo que es imposible y termina
generando un descrédito del abogado.
5.2. E\LTA DE PREPARACIÓN DE LA
PRÓXI.\1.-\ LÍ:'.\EA DE PREGUNTAS. PAUSAS
l:\CÓ.\IIODAS
Muchas veces se ve en Tribunales que el
abocado
t, '
luesro
b
de acotar
h
una línea de in-
terrogación, empieza a hurgar entre sus
papeles cuál será la próxima línea de in-
terrogación, demorándose más allá de lo
conveniente y generando una situación
bastante incómoda en la cual se produce
un silencio en los intervinientes.
Si este fenómeno se repite un par de
veces, se demuestra inequívocamente falta
de preparación, con lo cual se pierde cre-
dibilidad en el letrado y por lo tanto en el
caso. Si el abogado debe estar chequeando
permanentemente en sus apuntes para rea-
lizar una pregunta, se corta el flujo natural
del relato, se empieza a desplazar la atención
del testigo hacia al abogado, y al final del día
se pierde el impacto que debe producir la
declaración de testigo o del experto.
Como el juicio es oral, usted no puede
dar lectura a ningún antecedente escrito,
por lo que es posible que sea objetado para
la hipótesis que quisiera ponerse a leer las
preguntas que tiene preparadas. Incluso el
tribunal podría hacerlo de oficio e impedir
que dé lectura a las preguntas que tenía
preparadas.
Por lo anterior, usted debe tener escritas
sus líneas de preguntas que dan cuenta de
las proposiciones fácticas que debe obte-
ner, idealmente memorizarlas y empezar a
formular el interrogatorio. Si se le olvida
la próxima línea del interrogatorio, puede
recurrir a los apuntes, mirarlos y continuar
el examen directo, pero en todo momento
dando cuenta de seguridad y tranquilidad,
sin desesperación ni generando grandes
pausas o silencios.
Para que ello ocurra debe tener su apunte
a mano y tener claro dónde se encuentra
IDlTORJAL JURIDICA or CHILE
~
~
 Curso elemental
lo que está buscando, para lo cual antes
de comenzar la declaración debe poner su
apunte, block de notas, computador, o cual-
quiera sea el sistema que use, en la página
del testigo o experto que va a interrogar,
para ubicarla de inmediato y no una vez
que se presente la necesidad de recurrir a
ella, porque en ese caso, se producirá una
situación que puede ser incómoda.
5.3. FALTA DE UNA CLARA TRA:\SICIÓ:\'
ENTRE LOS DIFERENTES PL''.\'TOS DEL
INTERROGATORIO
Cuando el interrogatorio cubre distintos
tópicos, es sugerible según vimos más arriba,
marcar el cambio de proposición fáctica
para los efectos de permitir la ubicación
tempo-espacial del testigo o experto y del
Tribunal.
Así, cuando usted ha agotado una lí-
nea de interrogación, por ejemplo, la de
acreditación, puede iniciar el fondo de la
declaración con una transición como "Sr.
Mondaca, lo quiero llevar ahora a la mariana
del 4 de septiembre de 2004, ¿me puede
decir qué hacía usted ese día?".
De esa forma las transiciones ayudan
principalmente al Tribunal para que lo pueda
seguir sin gran dificultad y sin que tenga
que esperar el término de la pregunta o,
peor aún, la respuesta, para percibir que
está cambiando de tema. De esa forma, hace
más eficiente el proceso de comunicación
que se está realizando entre lo que obtiene
del testigo y el Tribunal.
5.4. ACTITUD Y ENERGÍA DEL TESTIGO O
~ PERITO Y DEL ABOGADO
l
2 declaración.
:::¡
-~ Muchas veces ocurre que el testigo o perito
es una persona que no tiene mucha energía
y sus respuestas salen en un nivel tan bajo
que tienden a causar poco interés en el
auditorio, que no es otro que el Tribunal.
Si tiene la opción de cambiar ese testigo
o perito por otro, pues hágalo, pero si no
existe esa posibilidad, debe formular su
interrogatorio en una forma más intensa
I
FDITOR!Al JURfDICA DE CHILE
de litigació1~_o_ra_I _
y enérgica que ante otro testigo estándar
para intentar contagiar al testigo o comu-
nicarle el nivel de intensidad en que usted
exige el relato.
Otra forma de salir de un testigo de
estas características es ocupar imágenes,
idealmente ubicadas en un plano alejado
del testigo, de manera que usted se pueda
ubicar en un lugar intermedio entre el tes-
tigo o experto y la imagen, todos factores
que competirán ante el Tribunal con la baja
energía e intensidad del testigo o experto
v en cierta medida la neutralizarán.
Si usted es el que tiene poca energía e
intensidad, es algo que debe trabajar, ya que
ello disminuirá inevitablemente el proceso
de comunicación entre su persona y sus
testigos y en general_ toda su actuación en
el juicio. Es un lujo que un litigante no
puede darse.
5.5. Coxn .-xICACIO:\'ES E:\'TRE EL TESTIGO
O PERITO Y EL ABOGADO
Este es un punto extraordinariamente sen-
sible. Si después de cada respuesta el testigo
o experto lo mira a usted como pidiéndole
una aprobación, está en un problema. Re-
cuerde que una de las ventajas en el juicio
oral es que los jueces pueden apreciar la
comunicación no verbal que se produce
entre todos los intervinientes y como tie-
nen libertad de apreciación dé la prueba,
sin perjuicio de las limitaciones que la ley
señala, nada obsta a que un intento de co-
municación de esa naturaleza entre el testigo
y el abogado sea sancionada con la máxi-
ma pena que existe en los procedimientos
orales: la no consideración del testigo en
la sentencia por la poca credibilidad de su
Uno de los tópicos que usted debe expli-
car en la reunión con el testigo o experto
es precisamente que la comunicación es (
con el Tribunal y no con el abogado que F
lo interroga, por lo que la vista al respon-
der debe dirigirse por él a los jueces y no F
a usted . F
Si a pesar de lo anterior el testigo o exper-
to intenta comunicarse con usted durante
158
 El examen directo
el interrogatorio, lo que debe hacer es evi-
tar dirigirle la mirada, para que perciba la
situación y quede claro que de usted no va
a obtener respuesta o seii.al de aprobación
o reprobación alguna.
5.6. CCID,\DO cox EL l.E);GL\JE
Una de las cuestiones en que el abogado
debe reparar es no usar un lenguaje de-
masiado rebuscado o la tendencia a usar
muletillas como aprobando la respuesta del
testigo o perito, mediante palabras como
"ok", "muy bien" u otra análoga. Lo mismo
ocurre cuando se usa una estructura de
pregunta que parte con una misma frase
corno "le quiero pregm1tar ... ", o "quiero
que me diga si usted sabe . . ", o el antiguo
"para que diga ... " heredado del sistema
procesal inquisitivo.
El diálogo en el sistema oral es directo
y se materializa a través de preguntas'" res-
puestas lo más simples posibles. Usted debe
interrogar a su testigo o experto mediante
pronombres v adverbios interrogativos: ¿qué?,
¿quién?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿por
qué?, que le entregarán la información que
usted necesita sin necesidad de recurrir a
diálogos que cansen al Tribunal, que pon-
gan la atención en el abogado y no en el
deponente.
5.7. POSICIÓ:-.; DEL .\BOG.-\DO ..\L
I:\'TERROGAR
Una de las cuestiones que el abogado debe
analizar es ver si le conviene realizar su
examen directo, sentado o de pie.
La regla general es que usted debe inte-
rrogar a su testigo de la forma que se sienta
lo más cómodo posible.
Si quiere interrogar de pie, debe pre-
ocuparse de pedir autorización al Tribunal
para pararse, lo que puede hacer mediante
una autorización ad hoc o a través de un
permiso general para ponerse de pie. Así,
por ejemplo, en este último caso señalará
"Señor Presidente, solicito autorización
para ponerme de pie en esta y en otras
159
actuaciones del juicio", debiendo esperar
la resolución del Tribunal que acceda a
dicha solicitud.
En todo caso debe tener presente lo que
hemos se rialado en general en este capitulo:
procurar que la atención del Tribunal esté
puesto en el examen directo en el testigo o
perito y no en el abogado y ello no ocurrirá
si la sala del Tribunal es demasiado pequcíia
o el abogado se mueve de un lado a otro
mientras hace las preguntas y mientras el
testigo habla. En ese caso, inevitablemente,
la atención se desplazará hacia el letrado.
Si ha decidido ponerse de pie, sus mo-
vimicntos deben ser tranquilos, pausados y
naturales. Debe permanecer lo más quieto
posible, y usar sus manos para gesticular y
enfatizar las preguntas más que su cuerpo.
Asimismo trate de buscar una posición donde
no entorpezca el contacto visual que debe
existir entre el Tribunal y el testigo.
Debe considerar que si opta por poner-
se de pie, debe sentirse muy cómodo con
su vestimenta y no debe tener ningún ele-
mento o accesorio que llame demasiado
la atención.
Por otro lado, considere que en la hi-
pótesis que decida efectuar su interrogato-
rio sentado, igualmente habrán momentos
en que deberá ponerse de pie, como por
ejemplo, para exhibir documentos al testigo
para su reconocimiento, o para mostrarle lo
declarado ante el Ministerio Público para
los efectos de refrescar memoria o superar
una contradicción.
En estos casos, haga la aproximación
en forma rápida para los efectos de man-
tener los ojos del Tribunal en el testigo o
perito y no desplazar la atención hacia el
abogado.
5.8. E\TrE RE.\CCIONES ANTE LAS
RESPl'ESTAS DESAGRADABLES
Muchas veces ocurre que un testigo o perito
no da la respuesta que uno desearía recibir
o que satisface su caso. En esa desagradable
hipótesis debe mantenerse imperturbable,
como si nada hubiese pasado, casi como si
estuviera esperando esa respuesta incorrecta.
EDlTOfUAl jURIDLCA DE CHJLI
 _________ . C_i_ir_so_el_e_m_ental
No se golpee la cabeza, ni tampoco haga
ademanes de disgusto.
Piense por ejemplo que usted tiene tres
testigos de cargo que declararán sobre el
hecho materia de la acusación en una
causa criminal, pero piensa que uno de
ellos tendrá problemas para reconocer al
acusado. En ese caso, lo aconsejable sería
prescindir de ese testigo o de esa parte del
interrogatorio, pero si no puede hacerlo por
otras variables, como por ejemplo porque
el testigo es importante para obtener otra
información del caso más allá del recono-
cimiento o porque tendrá que anticipar
como debilidad del mismo un deficiente
reconocimiento, no tendrá otra opción que
llamarlo a declarar.
En ese escenario, lo aconsejable es llamar
primeramente a ese testigo que usted cree
que no podrá reconocer satisfactoriamente
al acusado. Si lo hace, perfecto, pero si se
cumple lo que usted espera y su declaración
no permite identificar fehacientemente al
acusado, actúe como si estuviera esperando
esa respuesta y a partir de ese momento fije
los puntos que ese testigo sí puede estable-
cer con toda certeza, como el lugar de los
hechos, el día, la hora, la identificación de
la víctima, la visibilidad, el sexo del hechor,
sus características físicas, etc., y luego com-
plete esa declaración con los otros testigos
que usted sabe que sí van a reconocer al
acusado. Si procede a la inversa, en cam-
bio, la declaración posterior producirá el
efecto de generar una duda acerca de la
identidad del acusado.
5.9. EVITE ABUSAR DE LA PREGUNTA
CERRADA
1
Si bien en el examen directo la pregunta
_,
cerrada está permitida, ya que no sugiere la
respuesta, no por ello el litigante debe abu-
sar de este recurso, pues si bien la pregunta
cerrada no contiene la respuesta, sí delimita
la capacidad de autonomía del testigo, que
se debe pronunciar únicamente respecto de
las variables que la pregunta contiene.
En consecuencia, hay un porcentaje de
::. información que transmite el abogado a
.@. EDITORIAL JUR[DfCA ot CHILE
de litigación oral
través de la pregunta cerrada, mismo por-
centaje en que se disminuye la cantidad de OJJ
información que emana del testigo. me
Por lo tanto, si se estructura un interrogatc- &)f
rio sobre la base única de preguntas cerrada, u. f
al final del examen directo aparecerá que gra: pn
porcentaje de la información fue suministracl 'Ull
por el abogado y no por el testigo, afectand
con ello la credibilidad de relato. (• e
No es lo mismo preguntar ¿la luz dé
semáforo estaba verde cuando el automóv:
del acusado cruzó la calle?, que ¿de qu
color estaba la luz del semáforo cuando e-
au tornóvil del acusado cruzó la calle?
La primera es una pregunta cerrada. -
la segunda, abierta.
En la primera, la información la entrec
el abogado y el testigo sólo debe asentir .
la información que contiene la pregunL
en cambio en la segunda pregunta apar -
ce como que el testigo está inforrnanc
al abogado de lo que realmente ocurr:
en el hecho sobre el cual se le interrog.
Obviamente, el abogado en las dos hip -
tesis conoce la respuesta, si no, no debie:
hacer la pregunta, por ende, debe prefer:
la fórmula de la pregunta abierta a las pr-
guntas cerradas.
CJ(l
6. EL EXA_\1E~ DIRECTO EN LA
LEGISLACIÓN CHILENA
6.1. EL EXA~fEl\ DIRECTO EN EL CÓDIG(
PROCESAL PEl\AL
6.1.1. Orden del examen directo
Como sabemos, de acuerdo al artículo 3:. -
del Código Procesal Penal, cada parte dete
minará el orden en que rendirá su pruel: _
correspondiendo recibir primero la ofrecir.
para acreditar los hechos y peticiones de -
acusación y demanda civil y luego la pruer
ofrecida por el acusado respecto de tod.
las acciones que hubieren sido deducid.
en su contra.
En consecuencia, quien presenta prime:
su prueba es el Fiscal, luego el querellan-
particular, si lo hubiere y, finalmente, ,
acusado.
160
 El examen
Esta regla recibe una aplicación específica
para el examen directo en el artículo 329
inciso 3!2, cuando señala que "los interroga-
torios serán realizados en primer lugar por
la parte que hubiere ofrecido la respectiva
prueba y luego por las restantes. Si en el
juicio intervinieren como acusadores el Mi-
nisterio Público v el querellante particular,
o el mismo se realizare contra dos o más
acusados, se concederá sucesivamente la
palabra a todos los acusadores o a todos
los acusados, según corresponda ...
A uno de los autores le tocó intervenir
en un juicio como querellante panicular
en que los jueces, aplicando esta norma,
consideraban que si un testigo era presen-
tado por el Ministerio Público Y no por el
querellante particular, el interrogatorio del
testigo o perito del querellante particular
se sujetaba a las reglas del contraexamen
y no de acuerdo a las reglas del examen
directo.
La importancia práctica es que de acuer-
do a esa tesis, esta parte como querellante
particular podría haber efectuado preguntas
sugestivas en ese interrogatorio, cuestión
que está permitida en el contraexamen Y
no así en el examen directo.
Creemos que esa no es la interpreta-
ción correcta. Evidentemente más allá
que un acusador, público o particular, no
haya presentado al mismo testigo o perito
que el otro, ambos sirven al mismo interés
procesal de condenar y, en consecuencia,
ambos interrogatorios deben efectuarse de
acuerdo a las reglas del examen directo. Lo
que ocurrió fue que hicimos una pregunta
que fue objetada por sugestiva y el Tribunal
rechazó darle tramitación por considerar
que se trataba de un contraexamen y no
de un examen directo.
En ese juicio, lo que hicimos fue que, a
pesar de la tesis del Tribunal, igualmente
formulamos las preguntas en forma abierta
o cerrada, evitando caer en la técnica de
la pregunta sugestiva propia del examen
directo. De esa forma, evitábamos que la
parte acusadora preparara algún recurso de
nulidad por vulneración de sus derechos o
garantías aseguradas por la Constitución, en
especial, el debido proceso. Obviamente,
161
directo
nada dijimos al Tribunal de que no compar-
tíamos esa tesis y nos limitamos a continuar
nuestro interrogatorio de acuerdo a las re-
glas del examen directo, que pensábamos
y seguimos considerando que era lo que
correspondía hacer en derecho.
6.1.2. Ante quién se realiza el interrogatorio
Obviamente la interrogación se realiza
personalmente, como lo dispone la pri-
mera parte del inciso 1 º del artículo 329
del Código Procesal Penal. Ello significa
que los testigos o peritos deben declarar
ante el Tribunal que conoce deljuicio oral
Y deben ser interrogados por los abogados
que los presentan.
La declaración entonces es un acto
personalísimo e indelegable del testigo o
experto.
Esa es la regla general, pero como toda
regla, tiene excepciones.
La primera de ellas está contenida en
la segunda parle del inciso primero del
artículo 329 del Código Procesal Penal, que
señala que la declaración personal puede
ser sustituida por la lectura de los registros
en que constaren anteriores declaraciones
o de otros documentos que las contuvieren,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos
331 y 332 del mismo Código.
Esta excepción se relaciona con el artículo
227 del Código Procesal Penal, que obliga al
Ministerio Público a llevar un registro que
deje constancia de las actuaciones que rea-
lice en la etapa de invesligación, utilizando
al efecto cualquier medio que permitiere
garantizar la fidelidad e integridad de la
información.
En la práctica, los fiscales, cuando toman
declaración al testigo o acusado en la etapa
de investigación, levantan un acta escrita, que
es suscrita por el mismo testigo o acusado
y el fiscal que toma la declaración.
La excepción entonces consiste en que
ese registro puede ser leído durante el juicio
oral, en los casos que señalan los artículos
331 y 332 del Código, sustituyendo la de-
claración personal del testigo. Tratándose
de peritos, lo que se leerá es el informe que
EDlT<)IUAL JURIDICA DE CHllI J\iZS.
~
 Curso elemental de litigación oral

deben emitir en conformidad al artículo fuera del territorio de la República para po

315 del C.P.P. dicha fecha. de
El artículo 331 del Código Procesal Pe- Se trataba de un testimonio que conside- pe
nal señala que es posible dar lectura a los rábamos esencial, por lo que formulamos .u
registros en que consten las declaraciones la solicitud de declaración de prueba an- de
anteriores de testigos, peritos o imputados, ticipada del mismo fundado en la norma ha
en los casos que la misma norma expresa, del artículo 331, letra a). tra
esto es: Pensábamos que no era aplicable el ar- su
a) Cuando se tratare de declaraciones de tículo 329 del C.P.P, porque ese artículo !U!
testigos o peritos que hubieren fallecido o supone que el testigo o perito se encuentre- ::>r
caído en incapacidad física o mental, o estu- en Chile. Problemas de huso horario, de tal
vieren ausentes del país, o cuya residencia se idioma, tecnológicos, materiales, de cum- .111
ignorare o que por cualquier motivo difícil plimiento de resolución en país extranjero lé'l
de superar no pudieren declarar en eljuicio, hacen muy difícil o casi imposible opera- ,;.('

siempre que ellas hubieren sido recibidas tivamente la aplicación de esa norma en
por el juez de garantía en una audiencia otros países. c-11
de prueba formal, en conformidad con lo El primer punto a sortear fue la compe- sir
dispuesto en los artículos 191 y 280; tencia del Tribunal, ya que las normas qut de
b) Cuando constaren en registros o se refieren a la prueba anticipada, sefialar;
dictámenes que todas las partes acorda- que el Tribunal competente es el Juzgadc "')

ren en incorporar, con aquiescencia del de Garantía pertinente, como lo señalar ur

Tribunal;
e) Cuando la no comparecencia de los
testigos, peritos o coimputados fuere im-
putable al acusado, y
d) Cuando se tratare de declaraciones
realizadas por coimputados rebeldes, pres-
los artículos 191, 192 y 280 del C.P.P. q11
Sin embargo, como se trataba de unjuicic de
anulado, en el cual ya se había dictado e. de
auto preparatorio de juicio oral, se habí,
producido el desasimiento del Juzgado de de
Garantía, lo que lo inhabilitaba para conoce: k')

tadas ante el juez de garantía. de cualquier otra solicitud. iu;

Estos casos se explican por sí mismos,
pero todos ellos deben ser discutidos como
incidente en forma previa a la incorporación
a través de la lectura del registro respectivo
y obviamente previo a la acreditación del
supuesto fáctico que contiene el fundamento
de la solicitud.
Así, por ejemplo, deberá la parte res-
pectiva solicitar la incorporación a través
Por lo tanto, la audiencia en que se di-. a-¿
cutió la procedencia de esta prueba tuv •.)U
finalmente lugar ante el Tribunal de Juici, • l.
Oral en lo Penal, en la cual, previa discu-
sión y acreditación de la imposibilidad de en
comparecencia, el Tribunal accedió a recibi: pe
la declaración, como prueba anticipada, L k
que se incorporó con posterioridad en e il
juicio oral a través de su reproducción d. (:;.lt

de la lectura del registro en que consta la registro de audio. ~¡

declaración de un testigo que ha fallecido Respecto al artículo 332 del C.P.C., este JI
con anterioridad al juicio, para lo cual ob- artículo también permite dar lectura en e
viamente deberá exhibir el certificado de juicio oral a las declaraciones o informe b
defunción correspondiente en que funda respectivamente, del acusado, testigo o pe· f>(
.. ,
Cl
la solicitud . rito, con el propósito de refrescar memor.. k5
?i En un juicio en que tocó intervenir a uno o superar una contradicción. Al
/) de los autores como defensor particular, se Dada la importancia práctica de cst a:
0
~ discutió la profundidad y alcance de la letra artículo, volveremos sobre él en detalle ma r1

8 a) del artículo 331 del C.P.P. Tratábase de adelante. iOI

J, un juicio anulado y que debía por tanto La segunda excepción a la regla que obl Su
~ repetirse, lo que ocasionaba la imposibilidad ga a comparecer personalmente al testig ic
2 de un perito para asistir a la audiencia del o perito a prestar declaración consiste e· de
.:S segundo juicio oral, ya que se encontraría una modificación introducida al Códig, pr-

.@. ED[TORJAL JURfDICA DE CHlLE 162

 El examen di recto
por la Ley Kº 20.074, de 14 de noviembre
de 2005, que señala que "los testigos o
peritos que por algún motivo grave y difí-
cil de superar no pudieren comparecer a
declarar a la audiencia de juicio, podrán
hacerlo a través de videoconferencia o a
través de cualquier otro medio apto para
su interrogatorio. La parte que los presente
justificará su petición en una audiencia
previa, que será especialmente citada para
tal efecto, debiendo aquellos comparecer
ante el tribunal con competencia en ma-
teria penal más cercano al lugar en que
se encuentren".
En este caso, la declaración que se preste
en el juicio tampoco será personalmente,
sino que será a través de un sistema de vi-
deoconferencia u otro similar.
Para tal efecto deberá promoverse la
solicitud, citarse a una audiencia v discu-
tirse y acreditarse las cuestiones de hecho
que encierra la norma de manera previa a
decretar esta forma especial de producción
de prueba.
El día del juicio, los testigos o peritos
deberán concurrir al Tribunal con compe-
tencia en materia penal más cercano del
lugar en que se encuentren v declarar a
través de un sistema de videoconferencia u
otro análogo que permita la examinación
y la contrainterrogación.
La tercera excepción a la regla general
en el sentido que los peritos deben declarar
personalmente ante el Tribunal de la causa
se refiere sólo a los peritos y fue incluida
al Código Procesal Penal, por una modifi-
cación introducida a él a través de la Ley
Nº 20.074, que agregó un inciso al artícul~
315 del C.P.P.
Dicha norma señala que no obstante
la regla general que obliga a comparecer
personalmente, "de manera excepcional,
las pericias consistentes en alcoholemia, de
ADN y aquellas que recayeren sobre sustan-
cias estupefacientes o psicotrópicas, podrán
ser incorporadas al juicio oral mediante la
sola presentación del informe respectivo.
Sin embargo, si alguna de las partes lo so-
licitare fundadamente, la comparecencia
del perito no podrá ser substituida por la
presentación del informe".
163
En consecuencia, en estos casos la regla
general se invierte absolutamente, ya que
tratándose del tipo de pericias que en di-
cho inciso se serialan (alcoholemia, ADN
y aquellas que recaigan sobre sustancias
estupefacientes y psicotrópicas), lo normal
es que ellas se incorporen al juicio a través
de su lectura v no mediante la declaración
del perito que hizo el informe. Excepcio-
nalmente, si una de las partes lo solicita
Iundadamentc se requerirá la declaración
personal del perito. Evidentemente, esta
solicitud elche promoverse, discutirse y
concederse en la audiencia preparatoria
del juicio oral.
El fundamento de esta regla es que se
trata de pericias bastante certeras, cuyo
resultado se obtiene a través de máquinas
que presentan bastante exactitud, por lo
que el espacio para el error y por lo tanto
para que el contenido sea contrastado es
bajo. Si una de las partes controvierte fun-
dadamente alguno de estos supuestos que
el legislador tuvo en cuenta para generar la
norma, puede requerir la presencia física de
perito para que declare en el Tribunal.
6. 1. 3. Forma lidades previas a la declaración
El inciso 2º del artículo ~29 señala que el juez
presidente de la sala identificará al perito
o testigo y ordenará que preste juramento
o promesa de decir la verdad.
Asimismo, antes de declarar, agrega el
inciso 4º del mismo artículo que "los testigos
o peritos no podrán comunicarse entre sí,
ni ver, ni oír, ni ser informados de lo que
ocurre en la audiencia".
Para tal efecto, en los tribunales existe ,..
--.
una sala de espera en la cual los testigos o
peritos próximos a declarar aguardan su
llamada a la sala del Tribunal, impidiendo
de ese modo su contaminación con los otros
testigos o peritos que ya han declarado e
incluso con alguno de los intervinientes.
Nada dice la ley acerca de la sanción por
la infracción de esta norma, pero evidente-
mente si de hecho ocurre una trasgresión
a lo ella ordenado, en el sentido que el ·~
testigo o perito se comunica con otro tes-
IDJTOR[AL JURIDICA 00
DE CH!LE ­­
 Curso elemental de litigación
tigo o perito ya declarado, el Tribunal no
debiera considerar la declaración de ese
testigo o perito, porque se ha afectado la
credibilidad del testimonio. Hay en este
punto una cuestión de debido proceso que
incluso pudiere fundamentar un recurso
de nulidad si una parte se considerare afec-
tada con ello.
Desgraciadamente, cuando se trata de
juicios anulados que deben repetirse, esta
norma no puede cumplir el fin que persigue,
cual es la de impedir la contaminación de
la prueba, velando porque ella se acerque
lo más posible a la verdad material. Todos
los testigos y peritos ya han declarado en el
juicio anulado y por lo tanto ya han estado
en contacto con los intervinientes después
del primer juicio y en el período previo al
segundo. Obviamente, la norma se aplica-
rá tomando en cuenta la sola duración v
prolongación del segundo juicio.
6.1.4. Forma de la interrogación
El artículo 329 inciso 3º del Código Procesal
Penal sostiene que "la declaración de los
testigos se sujetará al interrogatorio de las
partes". A su vez, el artículo 330 de este mismo
Código sostiene en su inciso primero: "en
sus interrogatorios, las partes que hubieren
presentado a un testigo o perito no podrán
formular sus preguntas de tal manera que
ellas sugirieren su respuesta".
De estas normas se infiere que en el
examen directo se encuentra permitido
realizar la interrogación a través de pre-
guntas abiertas o cerradas, encontrándose
prohibidas las preguntas sugestivas.
La sanción a la formulación de una pre-
gunta sugestiva, que es aquella que contiene
1
0 la respuesta, es el derecho de la contraparte
a formular la respectiva objeción en la for-
ma que se señalará más adelante. En esa
hipótesis, el Tribunal rechaza la pregunta,
impide al testigo o perito a contestar y ordena
al abogado que realiza el examen directo
a reformular la pregunta o a efectuar otra
pregunta.
El artículo 330 inciso final del C.P.P.
señala que esta misma regla se aplicará al
EDITORIAL JUR!DICA DE CHJU 164
oral
imputado cuando se allanare a prestar decla- l
ración, norma que debe relacionarse con el f
artículo 326, que señala en su inciso 3º que
después de efectuado el alegato de apertura e
del defensor, el acusado podrá prestar de- a
claración, para lo cual el acusado primero e
declara libremente lo que cree conveniente (1
como medio de defensa y luego puede ser d
interrogado por el fiscal, el querellante v c
el defensor, en ese orden. d
Pues bien, relacionando la norma del o
artículo 330 inciso final del Código Procesal d
Penal, con la del artículo 326 inciso 3º antes h
referido, el interrogatorio que realiza el
defensor se efectúa de acuerdo a las reglas 11
del examen directo, en cambio cuando sea e
interrogado por el fiscal o acusador particu- 11
lar, el interrogatorio se practica de acuerdo a d
las reglas del contrainterrogatorio, es decir. lz
se permiten las preguntas sugestivas. p
11
CI
6.1.5. Contenido del interrogatorio
le
Evidentemente, el contenido del interro- p;
gatorio estará sujeto a las proposiciones fa
fácticas que se intenta acreditar con el tes- ve
tigo o perito de que se trate. Esa línea dc- L
interrogación corresponderá a lo que he- L1
mos denominado más arriba "dcclaraciór, d1
propiamente tal". in
Sin embargo, debemos recordar que e: .l
artículo 309 del Código Procesal Penal serial;
que en este procedimiento "no existirár. q1
testigos inhábiles. Sin perjuicio de ello, lo, Cl
intervinientes podrán dirigir al testigo pnc- n
guntas tendientes a demostrar su credibilidar. dt
o falta de ella, la existencia de vínculos cor so
algunos de los intervinientes que afectare: pr
o pudieren afectar su imparcialidad, o algú:
otro defecto de idoneidad".
La misma idea, para la declaración de le ,
peritos, contiene el artículo 318 del C.P.F
cuando señala que "los peritos no podrá:
ser inhabilitados. No obstante, durante L en
audiencia del juicio oral podrán dirigírsele-· l',)J
preguntas orientadas a determinar su irr- Ot
parcialidad e idoneidad, así como el rige :
técnico o científico de sus conclusiones. L,-
partes o el Tribunal podrán requerir al pcrit
información acerca de su remuneración y é
 El examen directo
l­ la adecuación de ésta a los montos usuales
1 para el tipo de trabajo realizado".
Estos dos artículos nos permiten fun-
l dar lo que hemos denominado "línea de
acreditación", en el sentido que el examen
directo no sólo comprenderá el fondo de la
declaración, sino que asimismo compren-
derá antecedentes que permitan al senten-
ciador formular alguna conclusión acerca
del crédito o veracidad que tiene el testigo
o perito para los efectos del análisis de su
declaración, todo ello según explicamos
latamente más arriba.
Recordemos que el C.P.P. suprimió las
llamadas tachas para declarar que eran me-
canismos legales de carácter taxativo, que
impedían darle crédito a la declaración
de un testigo como tal, si se configuraban
las causales que la propia ley establecía.
Pues bien, el nuevo sistema elimina esa
institución y deja entregado el examen de
credibilidad al juez en un análisis caso a
caso, de acuerdo a los antecedentes que
le aporten los intervinientes acerca de la
parcialidad o falta de ella, idoneidad o su
falta o algún otro antecedente que afecte la
veracidad del testimonio o que lo refuerce.
En el caso de los peritos, adicionalmente,
la ley permite efectuarles preguntas acerca
de los ingresos que éstos obtuvieron por el
informe prestado, y cómo éstos se ajustan
a los valores de mercado.
Lo que pretende el legislador es evitar
que las partes concurran a adquirir al mer-
cado un informe, por lo que el perito debe
estar en condiciones, dentro de la línea
de acreditación, de entregar información
sobre algo que debiera ser de naturaleza
privada como es su remuneración.
Otra cuestión a tener presente, a pesar que
no hay una norma sobre ello, es que cuando
se efectúa una pregunta de acreditación,
es tolerable algún grado de sugestividad en
ellas. Lo razonable es avanzar rápidamente
en la línea de acreditación para entrar al
fondo, lo que en cierta medida autoriza a
cierta sugestividad.
Luego de cerrada la línea de acreditación y
una vez ingresado al fondo de la declaración,
cabe tener presente que el artículo 309 inciso
2º del Código Procesal Penal obliga al testigo
165
no únicamente a declarar el hecho sobre el
cual se le requiere su declaración, sino que
a dar "razón circunstanciada de los hechos
sobre los cuales declarare, expresando si
los hubiere presenciado, si los dedujere de
antecedentes que le fueren conocidos o si
los hubiere oído referir a otras personas". En
otras palabras, debe tratarse de ser un testigo
circunstanciado, dejándole claro al Tribunal
si es un testigo presencial o de oídas.
6 .1. 6. Lectura de declaraciones anteriores
del testigo o perito para refrescar memoria o
superar contradicción
Como sabemos, v hemos señalado anterior-
mente, el artícuÍo 227 del Código Procesal
Penal obliga a que los fiscales del Minis-
terio Público en la etapa de investigación
dejen constancia de las actuaciones que
realizan, tan pronto ellas tomen lugar, me-
diante cualquier vía que permita garantizar
la fidelidad e integridad de la información,
así como el acceso a la misma de aquellos
que, de acuerdo a la ley, tuvieren el dere-
cho a exigirlo.
Pues bien, en la práctica ello se traduce
en que en la etapa de investigación que
realiza el fiscal, éste cita a declarar a las
personas que tienen algún conocimiento
del hecho que se pesquisa a fin de tomarles
declaración. Esta declaración se registra en
un acta que firma el declarante y el fiscal
que toma la declaración.
Esa carpeta de investigación es puesta
a disposición de los demás intervinientes
del juicio, esto es, querellante particular,
si lo hubiere, y defensor.
Del estudio de esa carpeta que contiene
las declaraciones de todas las personas que
comparecieron en la etapa de investigación
como asimismo los informes emitidos por los
peritos solicitados por el Ministerio Público,
surge la teoría del caso de cada parte y por
lo tanto la solicitud de llamamiento que
hará cada interviniente en sus respectivos
escritos de acusación o adhesión a la acusa-
ción o acusación particular y contestación,
de los testigos o expertos que necesiten
para acreditarla.
EDlTORU\1 CHILE
 Curso elemental
~~~~~~~~~~~
Nada obsta a que tanto querellante par-
ticular como defensor pidan que llamen
como testigos o peritos a personas que
no hayan declarado ante el fiscal o que
no hayan evacuado su informe a solicitud
del Ministerio Público. Respecto de esos
testigos no procederá el ejercicio del ar-
tículo 332 del C.P.P. para refrescar memoria
o superar contradicción, ya que no hay
declaración previa con la cual contrastar.
Tratándose de peritos, sí se puede con-
trastar, ya que al momento de solicitar la
declaración del perito en el juicio oral, en
la audiencia preparatoria se presentará el
informe, acompañando los comprobantes
que acreditaren la idoneidad profesional
del perito, como dispone el artículo 314
del Código Procesal Penal. Pues bien, con
ese informe, procederá el ejercicio del
artículo 332 del C.P.C.
La solicitud de citación de los testigos
o peritos al juicio oral se discute, tanto su
pertinencia como posible redundancia, en
la audiencia preparatoria del juicio oral, a
cuyo término el Tribunal dictará un auto
de apertura de juicio oral, uno de cuyos
requisitos es de acuerdo al artículo 277,
letra e), indicar: "las pruebas que deberán
rendirse en el juicio oral ... ".
En consecuencia, cuando se encuentre
declarando un testigo o perito que cae en
contradicción con una declaración previa
prestada ante el Ministerio Público o al-
guna parte de su informe que él hubiere
emitido o que no recuerda la respuesta a
una pregunta que se le formula, es posible
contrastar esa declaración que presta en
el juicio para los efectos de superar una
·52 contradicción o refrescar memoria.
~ Debemos recordar, eso sí, que estamos
; en presencia de una norma excepcional y
2 de interpretación restrictiva, ya que la regla
;_: general es la oralidad, como se desprende
?, de los principios del sistema, como asimis-
,, mo, se ratifica en la redacción del artículo
~ 334 del Código del ramo, que sostiene que
É "salvo en los casos previstos en los artícu-
; los 331 y 332, no se podrá incorporar o
u invocar como medios de prueba ni dar
2
2 lectura durante el juicio oral, a los registros
:: y demás documentos que dieren cuenta de
.@. EDITORIAL JUR[DICA PE CHILE
de litigación oral
diligencias o actuaciones realizadas por la
policía o el ministerio público".
En consecuencia, dado el carácter excep- n
cionalísimo de la norma, sólo es proceden- e
te el ejercicio tratándose de declaraciones e
prestadas ante el fiscal o ante el juez de n
garantía, y no en el caso de declaraciones .l
prestadas ante la policía, a pesar que ellas q
también se registran, como lo señala el ar- 3
tículo 228 del C.P.P.
Despejado lo anterior, cabe precisar que p
la norma del artículo 332 del C.P.P., tiene dos v
propósitos: el primero, refrescar memoria: (]
y, el segundo, superar una contradicción. fr
Cada uno de esos objetivos tiene formas
distintas de llevarse a cabo, según pasamos
a explicar. h
d,
é'i
6.1.6.1. Lectura de declaraciones p•
anteriores con el propósito de refrescar el
memoria
En este caso acaece que al testigo o perite
se le realiza una 'pregunta cuya respuest¿
aparece en la declaración prestada ante e: al
Ministerio Público o en su informe, respec-
tivamente, v éste no recuerda. .1,
Evidentemente, no es lo ideal tener qm
recurrir al procedimiento del artículo 33:.
del C.P.P. para obtener las proposicione- m
fácticas que usted quiere acreditar. Eviden- m
temente, lo que otorga más credibilidad e'
que el testigo o experto declaren motu propri: V
sin necesidad de ninguna ayuda externa. [t'
pero si algo no ha salido como lo deseado-
el testigo no recuerda, no tiene el litigante
otra opción que recurrir al artículo 332 de; dt
C.P.P. para obtener lo que la declaración
no le ha entregado.
Para recurrir a esta norma, cabe seguir
los siguientes pasos:
A. Acredite en forma clara el olvido del
testigo o perito ante el Tribunal.
Fiscal. -Señor Gómez, lo quiero llevar er
al día 22 de septiembre de 1999, ¿recuerda Tr
usted ese día? re
Testigo. -Sí, por supuesto, no lo podré qt
olvidar jamás. q1
166
 El examen directo
.a F. -¿Qué ocurrió ese día?
T. -En la mañana, como a las 8.45 hrs.,
}­ me dirigía hacia el trabajo caminando por
l- calle Seminario a Avenida Providencia,
·s cuando, al llegar al cruce, vi a un auto-
móvil marca Subarú, color azul, que venía
s a manifiesto exceso de velocidad. Al ver
que la luz pasó de verde a amarilla intentó
acelerar más aún, justo en el momento
en que empezaba a cruzar de oriente a
poniente el señor Vidcla, impactándolo
v lanzándolo a unos 1 O metros de distan-
cia, creo yo que causándole la muerte en
forma inmediata.
F. -¿Cómo sabe que estaba muerto?
T. -Porque no me explico cómo, corrí
hacia él sin tener ningún conocimiento
de primeros auxilios ni nada, lo di vuelta v
estaba totalmente desfigurado con el cuer-
po totalmente laxo. Quedé absolutamente
choqueado.
F. -¿Sabe quién conducía el vehículo
Subarú que usted seriala que atropelló al
señor Videla?
T. -Sí, claro, el señor que está sentado
ahí.
F. -Señor Gómez, ¿me puede precisar
a quién ha indicado cuando se ha referido
al señor que está sentado ahí?
T. -Por supuesto, el señor vestido de ca-
misa verde y que se encuentra sentado en la
mesa de la derecha, al lado de la pared.
F. -Su Señoría, para los efectos del re-
gistro solicito que quede constancia que el
testigo ha reconocido al acusado.
Tribunal. -Concedido.
A. -Seíi.or Gómez, ¿cuál era la patente
del automóvil Subarúr
F. -Mire, ha pasado tanto tiempo que
no lo podría precisar con claridad. Em-
pezaba con X, pero la verdad es que no
estoy seguro.
A. -¿No lo recuerda?
F. -No, sería inventar.
En este diálogo a los que están presentes
en eljuicio, como contrapartes o al mismo
Tribunal, debe haberles quedado claro que el
testigo no recuerda la patente del automóvil
que intervino en el hecho. En consecuencia,
queda autorizado el abogado para iniciar
167
la segunda etapa del ejercicio del artículo
332 del Código Procesal Penal.
Si no queda acreditado que el testigo o
perito no recuerda, la contraparte o el Tri-
bunal de oficio puede rechazar la solicitud
de exhibición del documento en que consta
la declaración, ya que la norma del artículo
332 del C.P.P.es una calificada excepción a
la regla general en el sentido que el juicio
es oral y no escrito y que puede ser usada
bajo los supuestos fácticos de la norma, en
este caso, refrescar rnemoria.
Un buen índice para demostrar que ha
quedado patente el hecho que el testigo no
ha recordado ocurre cuando al efectuar
nuevamente la pregunta que no ha sido
contestada por el testigo o perito con el
objeto de fijar el olvido, dicha pregunta
es objetada por la contraria por repetiti-
va. En ese caso queda demostrado que la
contraparte ya percibió que el testigo no
recuerda, por algo objeta por repetitiva. En
ese caso, el abogado ni siquiera contesta la
objeción y señala inmediatamente que ya
que ha quedado acreditado que el testigo
no recuerda, por lo que viene en solicitar
la necesidad de recurrir al procedimiento
del artículo 332 del C.P.P.
B. Solicite autorización al Tribunal para
exhibir al testigo o perito su declaración
prestada ante el Ministerio Público o su
informe, respectivamente.
Una vez fijada en forma clara la situación
de olvido por el testigo o perito, el abogado
solicitará al Tribunal que se le autorice para
exhibir al testigo su declaración prestada
ante la fiscalía con el propósito de refrescar
memoria.
El Tribunal en forma previa a resolver
el incidente solicitará a quien lo promueve
que le exhiba la declaración a los demás
intervinientes para ver si tienen algo que
decir sobre el particular, en el sentido de
si están o no de acuerdo con la solicitud. Si
una de las partes se opone a la exhibición,
igualmente el Tribunal puede acceder a
ella si considera que se dan los supuestos
fácticos de la norma.
Luego de exhibida la parte de la decla-
ración de la cual se deduce el olvido del
 Curso elemental
testigo o perito a los intervinientes, deberá
ser mostrada al Tribunal para que éste la
aprecie y pueda formarse su propio juicio
sobre el particular.
Es importante tener presente que esta
exhibición sólo se refiere a aquella parte
específica en que aparece la declaración de
la cual se infiere que el testigo o experto ha
olvidado y no a toda la declaración. Recuer-
de que el juicio es oral y los juicios donde
el Tribunal se impone del proceso a través
de la lectura corresponden a un sistema
anterior. En consecuencia, el Tribunal no
puede leer sino únicamente la parte de la
cual queda de manifiesto que el testigo ha
olvidado. En la práctica muchos tribunales
piden que se destaque o remarque la frase
con la cual queda patente el olvido para que
los miembros del Tribunal la lean y autoricen
continuar con el procedimiento.
Continuando con el ejemplo que venía-
mos analizando, el procedimiento sería más
o menos de la siguiente forma:
F. -Señor Gómez, ¿cuál era la patente
del automóvil Subarú?
T. -Mire, ha pasado tanto tiempo que
no lo podría precisar con claridad. Em-
pezaba con X, pero la verdad es que no
estoy seguro.
F. -¿No lo recuerda?
T. -No, sería inventar.
F. -Su Señoría, para los efectos de re-
frescar memoria solicito al Tribunal exhibir
al testigo su declaración prestada ante la
fiscalía.
Presidente. -Muéstrele por favor la de-
claración a los demás intervinientes.
F. -Por supuesto Su Señoría.
z Presidente. -Señor querellante, ¿tiene
; algo que decir?
Querellante. -Su Señoría, queda claro
1
o
, .. l
e,
el olvido.
Presidente. -¿Señor defensor?
Defensor. -Esta parte no tiene reparos
que formular.
Presidente. -Señor fiscal, marque con
destacador el párrafo del cual aparece la
procedencia del artículo 332 C.P.P., acér-
quese al estrado y traiga el documento para
que el Tribunal lo aprecie.
®. EDITORIAL JURlDICA DE CHiLE
de litigación o_r_a_l _
Fiscal. -Como no, Su Señoría.
Presidente. -El Tribunal va a resolver.
Tribunal. -Señor fiscal, exhiba al tes-
tigo el documento para los efectos del ar-
tículo 332.
Fiscal. -Gracias Su Señoría.
C. Obtenga el reconocimiento por parte
del testigo o perito del documento que
contiene su declaración o informe, res-
pectivamente.
Una vez obtenida la autorización para
iniciar el procedimiento contenido en el
artículo 332 del C.P.P., usted deberá obtener
del testigo o experto que éste reconozca el
documento que contiene su declaración o
informe, respectivamente, en forma previa
a que se le refresque la memoria.
Tribunal. -Señor fiscal, exhiba al testigo
el documento para los efectos del artículo
332.
Fiscal. -Gracias Su Señoría.
Fiscal. -Señor Gómez, ¿usted declaró
en el Ministerio Público?
Testigo. -¿Qué es eso?
F. -En los días posteriores al hecho que
nos acaba de relatar, ¿usted declaró ante
mí?
T. -Sí, claro.
F. -;Se le tomó nota de su declara-
ción?
T. -Sí, se me levó e incluso la firmé.
F. -¿Es esta la declaración que prestó
en esa oportunidad?
T. -Sí, claro. Allá abajo aparece mi fir-
ma.
LT na vez reconocida la declaración por
el testigo, pasamos a la fase sustancial del
ejercicio, cual es refrescar la memoria del
testigo o experto.
D. Proceda a dar lectura a la declaración que
ha sido autorizada por el Tribunal.
Una vez reconocido el instrumento por
el testigo o perito, debemos proceder a
dar lectura al párrafo que el Tribunal ha
autorizado leer. Algunos magistrados pre-
fieren que el propio testigo o experto sea
168
 El examen directo

el que lo lea y otros que quien lo haga sea F. -Pues bien, ¿recuerda ahora el nú-
el abogado. Creernos que esta última fór- mero ele patente del automóvil?
:- mula es más conveniente porque impide T. -Sí, claro, la patente era XX-7185.
que el testigo o experto vea otras partes de F. -Lo quiero ahora llevar a otro
su declaración o informe. tema ...
Sigamos con nuestro ejemplo:
F. -¿Es esta la declaración que prestó
6.1.6.2. Lectura de declaraciones
en esa oportunidad?
anteriores con el propósito de superar
T. -Sí, claro. [\llá ahajo aparece mi fir-
una contradicción
ma.
F. -Seüor Gómez, le vov a leer una parte
La segunda situación que contempla el pro-
de su declaración prestada en la fiscalía,
cedimiento que describe el artículo 332 del
quiero que la escuche con toda atención.
C.P.P. es aquella que permite superar una
T. -Por supuesto.
contradicción que se presenta entre lo que
F. -"Después del atropello v una vez que
dijo el testigo o experto en su declaración
me recuperé del shock, anoté la patente
o informe, respectivamente, en relación a
del vehículo que era XX-7185".
lo que ha declarado en el Tribunal.
F. -¿Quiere que le lea de nuevo la de-
En este caso, el fin que persigue el ejer-
claración?
cicio del artículo 332 del Código es develar
T. -No, señor fiscal, me quedó claro.
la verdad en el sentido de aclarar al Tribu-
nal si lo fidedigno es lo declarado ante el
E. Una vez que refrescó la memoria, obtenga
Ministerio Público o en el Tribunal.
la declaración que le interesaba.
El procedimiento para ocupar en este
El propósito del ejercicio del artículo caso difiere un poco, tomando en cuenta
332 del C.P.P. no es leer la declaración del lo diverso ele los objetivos.
testigo o el informe del perito para que eso
sea considerado prueba. Ello sería transfor- A. Obtenga la declaración de la cual apa-
mar un juicio oral en un juicio de lectura recerá la contradicción.
de declaraciones escritas. El propósito es
Fiscal. -Sefior Rivera, lo quiero llevar
únicamente "refrescar" la memoria del testi-
al día 4 de septiembre de 2004, ¿recuerda
go o experto, de suerte que refrescada que
qué ocurrió en la mariana de ese día?
sea, corresponde que sea ahora el testigo
Testigo. -Sí, por supuesto. Ese día me
o experto el que declare verbalmente con
encontraba en la oficina, preparando una
la información que ahora se le trajo a su
presentación que debía dar a unos clientes
memoria. Recuerde que el juicio es oral v
en la sala de reunión cuando de repente
lo que produce prueba es la declaración
escuché unos gritos en la puerta de unos dos
que hace el testigo o el informe que pres-
o tres hombres que le gritaban a garabatos
ta el experto en el juicio y no la lectura
a la secretaria que se tirara al suelo.
de declaraciones previas o sus informes,
F. -¿Qué hizo usted?
respectivamente, que han sido prestados o
T. -Cerré la puerta, llamé al conserje
realizados en la etapa de investigación.
del edificio y le dije que estaban robando
Sigamos entonces con nuestro ejem-
y que avisara a Carabineros.
plo:
F. -¿ Pudieron detectarlo los sujetos?
F. -"Después del atropello y una vez que T. -Sí, porque en la central telefónica
me recuperé del shock, anoté la patente que está en la secretaría se prende una lu-
del vehículo que era XX-7185". cecita cuando alguien usa el teléfono y uno
F. -¿Quiere que le lea de nuevo la de- de los ladrones se dio cuenta y empezó a
claración? revisar cada uno de los privados hasta que
T. -No, señor fiscal, me quedó claro. llegó a la sala de reunión donde yo me

169 J(_!P, ;DJCA [;E ::1JJLf.

 ~~- ·-~~~~~~~~~--C_l_1r_s_o_e_le_m_e_n_t_alde_li_ti=g_ac_·i_ó_n_o_ra_l~~~--~~~~~~
encontraba, que estaba cerrada, y empezó
a gritarme que le abriera. Disparó sobre la
cerradura, abrió la puerta y entró.
F. -¿Fue el mismo que lo detectó en la
sala de reuniones el que disparó sobre la
puerta para abrirla?
T. -Sí.
F. -¿Está seguro?
T. -Sí.
A esta altura a los que están en el Tribu-
nal tiene que haberles quedado acreditado
que de acuerdo al relato del testigo, aquel
de los ladrones que lo detectó en la sala de
reuniones de la oficina, fue el que abrió la
puerta con un balazo y entró. Sin embargo,
como el abogado sabe que en la declaración
prestada ante el Ministerio Público existe
otra información, debe recurrir a la técnica
del eco, fijando el punto en el cual el testigo
o perito ha caído en contradicción respecto
de su atestado anterior, hasta que quede
de manifiesto cuál es la declaración con la
cual se va a proceder al ejercicio.
Al igual que en el caso anterior, un buen
índice para demostrar que la declaración ha
quedado fijada en el juicio es el hecho de
ser objetado en la reiteración por la contra-
parte. Si ello ocurre, corresponde avanzar
en el ejercicio al paso siguiente.
B. Solicite autorización al Tribunal para
exhibir al testigo o perito, su declaración
prestada ante el Ministerio Público o
su informe, respectivamente, para los
efectos de superar una contradicción.
Una vez fijada en forma clara la decla-
ración que va a contrastar con el atestado
previo del testigo o perito, el abogado so­
licitará al Tribunal que se le autorice para
exhibir al testigo su declaración prestada
ante la Fiscalía con el propósito de superar
una contradicción.
Nuevamente, el Tribunal en forma previa
a resolver, requerirá al incidentista que se
le exhiba la declaración a los demás in ter-
~ vinientes para ver si tienen algo que decir
~ sobre el particular, en el sentido si están o
2 no de acuerdo con la solicitud. Acá lo que
:S puede controvertirse es si existe o no una
@. El)ITORlAL JURIDICA DE CHILE
contradicción, para lo cual deben existir do,
variables. La primera, una declaración en e: p
juicio; y la segunda, que ella sea contrarié,
a una anterior prestada en el Ministerio
Público. Si no hay fijada una declaración
en el juicio o si no existe la contradicción. d
una de las partes podrá oponerse a la so- h
licitud alegando su improcedencia. En a
todo caso, si una de las partes se opont-
a la exhibición, igualmente el Tribunal
puede acceder a ella si considera que st-
dan los supuestos fácticos de la norma o.
a la inversa, si están todas de acuerdo y al
:,
_)
Tribunal no le aparece la contradicción e
no se le fijó acertadamente la declaración
en el juicio, puede rechazar la solicitud por
(
improcedente. Recordemos que la oralidad
es un pilar del sistema y estamos ante una
norma de excepción, la cual el Tribuna:
debe apreciar en ese carácter.
Luego de exhibidaa los intervinientes lr. u
parte de la declaración de la cual se colige- e
la contradicción, deberá ser mostrada a:
Tribunal para que éste la aprecie y pueda
formarse su propio juicio sobre el parti- q
cular. n
Al igual como señalamos anteriormente.
esta exhibición sólo se refiere a aquella parte-
específica en que aparece la declaración de
la cual se infiere que el testigo o expertr d
ha caído en contradicción y no a toda 12. [(
declaración o informe del testigo o perito.
respectivamente.
Sigamos con nuestro ejemplo:
F. -¿Fue el mismo que lo detectó en L:.
sala de reuniones el que disparó sobre L d
puerta para abrirla?
T. -Sí.
F. -¿Está seguro?
T. -Sí.
F. -Su Señoría, para los efectos de supe-
rar una contradicción solicito al Tribuna: d
exhibir al testigo su declaración prestada st
ante la Fiscalía. d
Presidente. -Señor abogado, muéstrele)
a los demás intervinientes la declaraciór. n
del testigo que quiere exhibir.
F. -Como no, Su Señoría. d
Presidente. -Señor querellante, ¿tiene-
algo que decir?
170
 El examen
Querellante. -No, Su Señoría, a esta
parte le queda clara la contradicción.
Presidente. -;Seúor defensor?
Defensor. -Esta parte no tiene reparos.
Presidente. -Ser'íor fiscal, marque con
dcstacador el párrafo que desea exhibir, y
luego se acerca al estrado para exhibírselo
al Tribunal.
Fiscal. -Como no, Su Señoría.
Presidente. -El Tribunal va a resolver.
Tribunal. -Scnor fiscal, exhiba al testigo
el documento para los efectos del artículo
332 del Código.
Fiscal. -Muchas gracias, Su Señoría.
C. Obtenga el reconocimiento por parte
del testigo o perito del documento que
contiene su declaración o informe, res-
pectivamente.
Exactamente igual que en el caso anterior,
una vez obtenida la autorización para iniciar
el procedimiento contenido en el artículo
332 del C.P.P. se debe obtener del testigo o
experto que éste reconozca el documento
que contiene su declaración o informe,
respectivamente, en forma previa a superar
su contradicción.
Sigamos con nuestro ejemplo:
Tribunal. -Señor fiscal, exhiba al testigo el
documento que contiene la declaración del
testigo para los efectos del artículo 332.
Fiscal. -Gracias, Su Sefiorfa.
Fiscal. -Señor Rivera, ¿usted declaró
en el Ministerio Público?
Testigo. -Sí.
F. -¿Recuerda si se le Lomó nota de su
declaración?
T. -No recuerdo.
F. -¿Pero recuerda haber ido a declarar
al Ministerio Público?
T. -Sí, claro.
F. -Quiero que mire con atención el
documento que le voy a exhibir y me diga
si aparece su firma en él. (Se entrega el
documento al testigo para que lo vea.)
T. -Sí, es efectivo, allá abajo aparece
mi firma.
F. -¿Corresponde ese documento a la
declaración que usted prestó en el Minis-
terio Público?
T. -Así es.
171
directo
D. Proceda a dar lectura a la declaración que
ha sido autorizada por el Tribunal.
Nuevamente, al igual que en el caso an-
terior, una vez reconocido el instrumento
o informe por el testigo o perito, debemos
proceder a dar lectura al párrafo que el
Tribunal ha autorizado leer, sin perjuicio
que algunos tribunales son del criterio que
el que debe leer es el testigo o experto y no
el litigante, como vimos en su oportunidad.
Sigamos con nuestro ejemplo:
F. -¿Corresponde ese documento a la
declaración que usted prestó en el Minis-
terio Público?
T. -Así cs.
F. -Senor Rivera, le voy a leer una parte
de su declaración prestada en la fiscalía,
quiero que la escuche atentamente.
T. -Perfecto.
F. -"Una vez que el sujeto llegó a la sala
de reunión y se dio cuenta que estaba cerra-
da, trató de forzar la puerta, mientras me
gritaba que la abriera. Luego, gritó 'Flaco
tengo acá a un pelao adentro para que lo
saques', con lo cual llegó este otro señor y
le dijo, 'déjalo, que de él me encargo yo',
disparó sobre la cerradura y entró".
F. -¿Quiere que le lea de nuevo la de-
claración?
T. -No, señor fiscal, me quedó claro.
E. Una vez que leyó la declaración, supere
la contradicción.
Este es un punto esencial en el objetivo
que permite el ejercicio del artículo 332 del
C.P.P. Recuerde que el fin del mismo no
es leer la declaración, sino que superar la
contradicción. Hasta el momento, si uno
reflexiona, lo único que ha aparecido en
el juicio son dos informaciones contradic-
torias, pero el Tribunal ante dos verdades
opuestas no puede dar ninguna de ellas por
verdadera o falsa y el objetivo suyo como
litigante es que una de ellas quede estable-
cida como verdadera.
Superar la contradicción significa que el
testigo o perito sea confrontado en lo que "
declaró en el Ministerio Público con lo que e
está señalando en estrados y en definitiva
*
<
AÍÍ\
rnno1uAL JURID[CA m: CHJlE
 Curso elemental
precise cómo ocurrieron realmente los he-
chos, si como lo señaló ante el Ministerio
Público o ante el Tribunal, dando razones
satisfactorias de por qué la divergencia.
Esto es importante destacar, porque en la
práclica se ve que muchos litigantes hacen
presente la contradicción al Tribunal, pero
no la superan, es decir, no se preocupan de
obtener del testigo o experto que diga cuál
de las dos situaciones contradictorias es la
efectiva. Sin esta etapa de superación de la
contradicción no se logra el fin del artículo
332 del C.P.P. y por lo tanto no se puede
ocupar la información obtenida a través del
ejercicio para obtener alguna conclusión
en que pudiera fundarse la sentencia.
En síntesis, se trató de un ejercicio es-
téril.
Sigamos con nuestro ejemplo:
F. -Señor Rivera, le voy a leer una parte
de su declaración prestada en la Fiscalía,
quiero que la escuche atentamente.
T. -Perfecto.
F. -"Una vez que el sujeto llegó a la sala
de reunión y se dio cuenta que estaba cerra-
da, trató de forzar la puerta, mientras me
gritaba que la abriera. Luego, gritó 'Flaco
tengo acá a un pelao adentro para que lo
saques', con lo cual llegó este otro senor v
le dijo, 'déjalo, que de él me encargo yo",
disparó sobre la cerradura y entró'.
F. -¿Quiere que le lea de nuevo la de-
claración?
T. -No, señor fiscal, me quedó claro.
F. -Señor Rivera, usted nos había dicho
anteriormente que el mismo sujeto que
lo detectó en la sala de reuniones fue el
que disparó sobre la puerta para abrirla,
sin embargo en el Ministerio Público us-
ted declaró que el sujeto que lo descubrió
'.) llamó a otro, que fue el que en definitiva
disparó sobre la cerradura y entró. ¿Nos
puede aclarar cómo ocurrieron realmente
las cosas?
T. -Claro. Mire, lo que ocurrió realmente
es lo que declaré en el Ministerio Público,
es decir, que aquel de los ladrones que me
descubrió en la sala de reuniones llamó a su
2 compañero, quien fue el que en definitiva
.'.'Í rompió la puerta y entró.
@. EDITORIAL JUR!DJ:CA DE CH.11.E
de litigación oral
F. -¿Tiene alguna duda de ello?
T. -No, ninguna, lo que sucede es que
han pasado 6 meses desde el hecho y uno
tiende a olvidar los detalles, pero ahora que
usted me ha leído lo que yo declaré ante el
señor fiscal, tengo clarísimo que el primer
sujeto llamó al otro ladrón diciéndole que
acá había un pclao o algo así para que se
hiciera cargo de él, o sea, de mí.
F. -Lo quiero llevar ahora a otro
tema ...
De la forma expuesta en el ejemplo, que-
da superada la contradicción en el sentido
e
que al Tribunal al final del día le queda
a
claro cuál de las dos versiones es lo que
realmente declara el testigo.
Evidentemente no es lo deseable obtener s
la declaración que uno espera a través de
V
este sistema, pero ya que el testigo o perito o
e
ha caído en contradicción, al abogado liti- r
gante no le queda otra opción que recurrir e
a este sistema para despejar la contradic-
ción y dejar sentada una versión clara del e
hecho en el proceso, más allá del examen
de credibilidad que sobre el particular haga
el Tribunal en la sentencia. q
En efecto, sobre este último, esto es, el
examen de credibilidad, el litigante debe v:
tener en cuenta que el Tribunal no dará a
credibilidad al relato cuanto mayor sea, de r­
acuerdo a las máximas de experiencia, la h
posibilidad de que el testigo o perito caiga a
en contradicción. a
Si el perito, por ejemplo declara que el d
examinado es imputable y en su informe SI
sostenía que era inimputable, por más que
saquemos la contradicción y la superemo,
a través del ejercicio del artículo 332 de. a
C.P.P., en el sentido que el experto después
de la lectura del informe dé razón de su, (1
dichos aclarando que lo que realmente sos- .1
tiene es que el periciado es ininmputable. 5­t
ya se habrá puesto en duda la credibilidac. 3.J
misma del perito, toda vez que es evidente C
que no puede caer en contradicción sobre
el punto medular de su informe como es L
imputabilidad o inimputabilidad. h
A la inversa, no hay problema y no se q
afecta la credibilidad si el perito cae er. r-
contradicción sobre un aspecto incidental. st
172
 El examen
como puede ser el contenido exacto del
diálogo que durante la examinación o en-
trevista clínica sostuvo con el periciado. En
ese caso, usar el procedimiento del artículo
332 del C.P.P. no afecta la credibilidad del
testimonio mismo y permite, según lo que
persiga el abogado, mejorar su línea de
interrogación.
Una cuestión relevante que puede acae-
cer respecto de la conveniencia o inconve-
niencia de recurrir a este procedimiento
puede tener lugar en el caso que el testigo
o perito declare algo mejor para la parte
que lo presenta que lo que ha declarado
ante el Ministerio Público.
Supongamos que ante el Ministerio Pú-
blico el testigo haya declarado que no estaba
seguro si podía o no reconocer al acusado
y en estrados, en el día del juicio, el testi-
go señala con toda seguridad que puede
reconocer al acusado sin duda alguna por
diversas razones.
En ese caso, puede surgir la tentación del
que presenta la declaración de considerar
que en esa hipótesis no es necesario hacer
ver ni menos superar la contradicción, va
que esta última lo favorece.
Este razonamiento es del todo erróneo,
ya que si bien en el examen directo quedará
aparentemente acreditada la certeza del
reconocimiento, en el contraexamen será
la otra parte la que recurra a la norma del
artículo 332 del C.P.P.y sea ella la que haga
aparecer la contradicción entre la primera
declaración y la segunda y no le interese ni
siquiera superarla, sino sólo constatarla, va
que con ello habrá puesto en tela de juicio
la veracidad del testimonio v por lo tanto
atacado la credibilidad del mismo.
Un abogado no puede suponer que la
contraria no hará su trabajo, por lo tanto,
aun en el caso que la declaración se pre-
sente aparentemente como mejor, deberá
anticipar esa debilidad y debe superar la
contradicción en la forma que señala el
artículo 332 del C.P.P.
Por otra parte, lo normal es que usted
haya preparado su caso con la información
que aparece en los registros del Ministerio
Público, por lo tanto es igualmente lógico
suponer que usted proyecta obtener esas
173
directo
declaraciones en el Tribunal y no declara-
ciones contradictorias con la información
que le permitió crear su teoría del caso y
elegir la prueba que la acreditaría.
En ese orden de ideas, una declaración
aparentemente mejor, pero contradictoria
con la información con que usted preparó
su caso, más que mejorarlo puede en de-
finitiva echarlo a tierra, por lo que no es
aconsejable omitir el superar la contradic-
ción en la forma que lo señala el artículo
332 del C.P.P.
6.1.7. Término de la declaración y liberación
del testigo o perito
El abogado que realiza el examen directo
señalará al Tribunal que ha terminado el
interrogatorio, luego de lo cual se dará op-
ción a los demás intervinientes para realizar
su examen directo o contrainterrogatorio,
según sea el caso.
Una vez terminados los interrogatorios
ele los intervinientes, de acuerdo al artículo
326 inciso 4'1, los miembros del tribunal po-
drán formular preguntas al testigo o perito
con el fin de aclarar sus dichos.
Formuladas las preguntas por los miem-
bros del Tribunal, el Presidente preguntará
a la parte que lo presenta si libera o no al
testigo, es decir, si lo dispensa de su deber
de declarar, permitiéndole retirarse de la
sala del Tribunal, o si lo desea, permanecer
en ella, como público.
Ello por cuanto, de acuerdo al artículo
329 inciso 5º, "a solicitud de alguna de las
partes, el tribunal podrá autorizar un nuevo
interrogatorio de los testigos o peritos que ya
hubieren declarado en la audiencia", norma
que permite que la parte que ha terminado
de presentar a su testigo, lo vuelva a llamar
más adelante, siempre dentro de su turno
para presentar prueba.
Esto se realizará cuando la parte que
presentó al testigo o perito no comple-
tó una línea de interrogación por cual-
quier causa o cuando desea continuar la
declaración del testigo o perito una vez
producida una prueba que aún no se ha
verificado. En algunas ocasiones hemos
EDlTORIAL JURIDICA Dl: CH!Lf
 Curso elemental de litigación oral

visto que se usa esta facultad de no liberar 6.1.8. La declaración del acusado bajo la le
al testigo para llamarlo más adelante, por forma del examen directo e:
cuanto ha declarado algo que a la parte n
que lo presenta no le ha satisfecho y se En el sistema procesal penal, la declaración
piensa que llamándolo más adelante, se del acusado es un tema bastante complejo, rr
podría volver sobre el punto omitido o ya que si bien es un derecho desde las pri-
incompleto. meras etapas del procedimiento, incluso d
Sin embargo, esta estrategia es bastan- antes de la acusación, cuando detenta la u
te precaria, ya que si se quiere volver a calidad de imputado, es también una ga- p
intentar la misma línea de preguntas ya rantía reconocida a nivel constitucional,
explorada en el primer examen directo, pues que de acuerdo al artículo 19 Nº 7, q
ellas pueden ser objetadas como engaño- letra f), la Constitución asegura a todas las p
sas por repetitivas, según veremos, con lo personas que "en las causas criminales no o
cual se deja manifiesto ante el Tribunal se podrá obligar al inculpado a que declare d
el propósito de la repetición. Aun en el bajo juramento sobre hecho propio". CJ

evento que la contraria no objete y se for- Dentro de esta garantía, el artículo 8º del d
mule por segunda vez la misma línea de Código Procesal Penal reconoce al imputado
interrogación, quedan dos posibilidades: en su inciso 2º el derecho a formular los n
que el testigo o perito declare lo mismo planteamientos y alegaciones que considere te
que señaló la primera vez o que cambie de oportunos. .11
Este derecho del imputado a defenderse p
opinión. En el primer caso, se reforzará
Y declarar se manifiesta en las distintas eta- C(
lo señalado en la primera declaración, y
en el segundo, el mérito de la declaración pas del procedimiento, teniendo presente s
quedará sujeto al examen de credibilidad que, de acuerdo a la norma constitucional ((

que haga el Tribunal en la sentencia, cre-
dibilidad que ya a esas alturas estará en
entredicho. En todo caso, no parece una
buena estrategia.
Asimismo, de acuerdo a las reglas ge-
nerales es posible que el testigo o perito
que acaba de declarar in Legre a su turno
la nómina de testigos o peritos de otro de
los intervinientes; por lo tanto, en forma
previa a su liberación debe preguntársele
a aquel interviniente que ha solicitado su
declaración si accede a la liberación del
testigo o no.
La importancia es que si se libera al testigo
o perito, cesa la prohibición que sobre él
pesa de comunicarse con los otros peritos y
testigos que ya han declarado, como asimis-
mo de ver, oír o ser informados de lo que
ocurre en la audiencia, como lo expresa el
...
/)
artículo 329 inciso 6º.
A la inversa, si el testigo o perito no es
liberado y se requiere su presencia como
tal para un momento posterior del juicio,
volverá a la sala de espera del Tribunal,
subsistiendo sobre él la prohibición del
artículo 329 inciso 6º.
antes senalada, se trata de una facultad del C(
imputado y no de una obligación, ni siquiera q
una carga procesal. la
Desde el punto de vista técnico, en materia la
penal, quien debe probar la acusación es lz: re
parte acusadora, sea pública o particular.
por lo que será dicha parte la que debe ­­(
acreditar más allá de toda duda razonable te
los elementos de tipo penal de que se trata rr
y la participación penal del acusado, inde- p
pendiente de que este declare o no, ya qut-
ello es una variable que no depende sin:
del propio acusado o de su defensa.
Por lo tanto, desde el punto de vista
del acusador, la prueba de un juicio debe- p,
prepararse asumiendo como si el acusadc di
no declarara. V
El problema que presenta para el defensor [e
la declaración del acusado es la credibilidad CJ
del mismo. Evidentemente el interés que- ir
tiene el propio acusado en su defensa, en
resultar ganancioso en el juicio, pone en el
entredicho la credibilidad de sus declara- é'l
ciones, por ese solo hecho. Ello casi ne d
reviste análisis. q
A la inversa, si la declaración del acusado
lo perjudica, ello es bastante creíble, ya que-

®. EDITORIAL JUR!DICA DE CHILE 174

 El examen
los sentenciadores asumirán que su interés
es defenderse a través de la declaración y
no perjudicarse, por lo que si señaló algo
contrario a sus intereses es porque segura-
mente está siendo veraz en ese punto.
En conclusión: al decidir que el acusado
debe declarar en unjuicio se está tomando
una decisión bastante compleja, porque hay
poco que ganar y mucho que perder.
El defensor debe tener presente que el
que tiene la carga de la prueba en un juicio
penal es la parte acusadora v él no tiene la
obligación de facilitar el caso a través de la
declaración de un sujeto que, por defini-
ción, es el menos creíble de todos los que
declararán o comparecerán en estrados.
Tal vez la excepción en el sentido de ser
necesaria la declaración del acusado puede
tener lugar cuando se busca configurar la
atenuante del artículo 11 Nº 9 del Código
Penal, que tiene lugar cuando el acusado
cooperó sustancialmente en la investigación.
Sin perjuicio de los requisitos propios para
configurar la minorante, que no se satisfacen
con la sola declaración del acusado, hav
que tener presente que en esta situación,
la teoría del caso pasaría por reconocer
la culpabilidad e ir-únicamente a intentar
rebaja de penas.
No obstante todo lo dicho, como hemos
señalado, el Código Procesal Penal con-
templa la declaración del acusado como
medio de defensa en diversas etapas del
procedimiento.
En efecto, la declaración del imputado
se contempla en la etapa de investigación,
como en la etapa de juicio oral.
Así, el artículo 98 del Código Procesal
Penal, dentro de la etapa de investigación,
dispone que "durante todo el procedimiento
y en cualquiera de sus etapas el imputado
tendrá siempre derecho a prestar declara-
ción, como un medio de defenderse de la
imputación que se le dirigiere".
Esta declaración, se preocupa de señalarlo
el inciso 2º del mismo artículo, se prestará
en audiencia a la cual podrán concurrir los
demás intervinientes en el procedimiento,
quienes deberán ser citados al efecto.
Agrega el inciso 3º del artículo 98 que
la declaración del imputado no puede re-
175
directo
cibirse bajo juramento, sino que el juez, o
en su caso el Presidente del Tribunal, se
limitará a exhortarlo a decir verdad y a que
responda con claridad y precisión las pre-
guntas que se le formularen, aplicándosele
en lo que fuere pertinente lo dispuesto en
el artículo 326.
El referido artículo 326 del Código Pro-
cesal Penal se refiere a la declaración del
acusado dentro del juicio, específicamente
en lo pertinente al hecho que luego de su
declaración puede ser interrogado direc-
tarncntc por el fiscal, el querellante y el
defensor en ese mismo orden. Finalmen-
te, el juez o los jueces pueden formularle
preguntas destinadas a aclarar sus dichos.
De todo lo anterior se infiere que cuando
declara el acusado dentro de esta etapa de
investigación lo hace en una audiencia que
generalmente tendrá lugar ante el juez de
garantía a la cual podrán asistir todos los
intervinien tes.
En esa audiencia, el acusado declara libre-
mente y una vez concluido es interrogado
por el fiscal, el acusador particular, si lo
hubiere y por el defensor.
Creemos que la interrogación que hacen
en esta etapa de investigación tanto el fiscal
como el acusador particular se rigen por las
reglas del contraexamen, es decir, se permite
la sugestividad en las preguntas; en cambio,
tratándose del defensor, su interrogatorio
se sujeta a las reglas del examen directo.
Tal conclusión se infiere del artículo 330
del Código Procesal Penal.
A su turno, el acta que se extienda de
esta declaración podrá ser usada en el juicio
oral para incorporarla a través de su lectura
en el caso del artículo 331, letra d) y en las
hipótesis que consagra el artículo 332 del
C.P.P. En este último caso, si el acusado
olvida una parte de la declaración o cae
en contradicción, se podrá recurrir a esta
declaración prestada ante el Tribunal para
los efectos de refrescar memoria o superar
dicha contradicción. Sobre este particular,
rige lo que señalábamos más arriba acerca
de la forma de realizar el ejercicio.
Otro momento en que el acusado puede
declarar es dentro del juicio oral propia-
mente tal.
][)lTORlAL JURIDICA
00
DI CllHE ~
 Curso element.11_ ele_ fü_igación o_ra_I _

Referente a su declaración, rige el artículo otorgará al acusado la palabra, para que l(

326 del C.P.P.inciso 3º, que señala que una manifiestase lo que estimare convenien- Jl
vez terminados los alegatos de apertura tanto te. A continuación, se declarará cerrado
de la parte acusadora como de la defensa, el debate".
el acusado podrá prestar declaración. En este último caso, el acusado se ex-
Dado el verbo que ocupa la ley, "podrá", presa no a través de una declaración sujeta
se trata de una facultad que toca a él, y al contrainterrogatorio y examen directo
obviamente su asesor, definir si ejercerá antes referido, sino que únicamente toma r:
o no, cuestión compleja en cuanto a su la palabra y señala lo que cree conveniente d
conveniencia, por las razones expuestas con toda libertad. 51
más arriba. Efectuada la declaración o sin ella, se a
En el evento que opte por declarar, el cierra el debate v el Tribunal entra en delibe-
presidente de la sala le señalará que en ración en privado ( artículo 339 del Código !1
primer lugar declarará libremente y luego Procesal Penal). h
será interrogado por el fiscal, el querellante, Jl
si lo hubiere, y el defensor. Finalmente, el
o los jueces podrán formularle preguntas 6.2. EL EXA\fE): DIRECTO EX EL .1
destinadas a aclarar sus dichos (artículo PROCEDI\1IE):T0 DE FA\IILIA REGl;LADO •)

326 inciso 3º). POR LA LEY Nº 19.968 a,

Como señalábamos anteriormente, esta
norma se complementa con el artículo 330
inciso 4º, que refiere que la parte que pre-
senta esta declaración del acusado, esto es,
el defensor, debe sujetar su examinación a
las reglas del examen directo; en cambio,
fiscal y defensor pueden hacer preguntas
en forma sugestiva, de acuerdo a la técnica
del contrainterrogatorio.
Sin duda, otra razón adicional para evitar
la declaración del acusado.
6.2.1. Orden del. examen directo
­1
De acuerdo al artículo 64 de la Ley Nº 19.96E-
la prueba se rendirá de acuerdo al order,
que fijen las partes, comenzando por la de.
demandante. Al final, se rendirá la pruebe
ordenada por el juez.
6.2.2. Ante quién se realiza el interrogatorii .]J

Termina el artículo 326 del C.P.P. seña- d

lando que "en cualquier estado del juicio, La prueba se rinde en su totalidad ante e. Ia
el acusado podrá solicitar ser oído, con el juez de familia que conoce de la causa. (t

fin de aclarar o complementar sus dichos". En consecuencia, los testigos y perito,

Ello significa que en cualquier momento
de la prueba, sea del fiscal, del querellante
y evidentemente del defensor, el acusado
puede solicitar declarar. Obviamente, si lo
hace, se aplicarán nuevamente las reglas de
artículo 326 inciso 3º, en el sentido que si
presta declaración para aclarar sus dichos,
podrá ser contrainterrogado por el fiscal y
defensor y luego examinado directamente
deberán concurrir personalmente a la ai.-
diencia de juicio a declarar o a expone:
según el caso.
Hace excepción a esta regla la norrn.
del artículo 49 de la Ley Nº 19.968, qlL [
expresa que "el juez podrá, con acuerdo el.
las partes, eximir al perito de la obligació:
de concurrir a prestar declaración, adm:- te
tiendo en dicho caso el informe pericia ((

por el defensor, en ese orden, para luego como prueba".

finalizar con la posibilidad de interrogación
directa por los jueces.
La última posibilidad que tiene el acu- 6.2.3. Formalidades previas
sado de expresarse la señala el artículo 338 a la declaración (l

del Código Procesal Penal, en el sentido d,

que después de terminados los alegatos de El artículo 64 de la ley señala que durar .
clausura, con sus respectivas réplicas, "se te la audiencia los testigos y peritos será:

176
 El examen directo
identificados por eljuez, quien les tomará
juramento o promesa de decir verdad.
Tratándose de los testigos, esta norma
se encuentra desarrollada en los artículos
38 y 39 de la Ley Nº 19.968.
El primero de los citados expresa que
"todo testigo, antes de comenzar su decla-
ración, prestará juramento o promesa de
decir verdad sobre lo que se le preguntare,
sin ocultar nada de lo que pudiere conducir
al esclarecimiento ele los hechos.
No se tomará juramento o promesa a
los testigos menores ele dieciocho arios. Se
hará constar en el registro la omisión ele!
juramento o promesa.
El juez, si lo estimare necesario, instruirá
al testigo acerca del sentido del juramento
o promesa v de su obligación de ser veraz,
así como de las penas con las cuales la lev
castiga el delito de falso testimonio".
A su turno, el artículo 39 sostiene que
"la declaración del testigo comenzará por el
señalamiento de los antecedentes relativos a su
persona, en especial sus nombrcs v apellidos,
edad, lugar de nacimiento, estado, profesión,
industria o empleo y residencia o domicilio,
todo ello sin perjuicio de las excepciones
contenidas en leves-especiales".
Por su parte, para los peritos, rige el
artículo 49, que señala que "la declaración
de los peritos en la audiencia se regirá por
las normas establecidas para los testigos,
con las modificaciones que expresamente
se señalan en el acápite siguiente".
6.2.4. Forma de la interrogación
El artículo 64 inciso 2º de la Ley Nº 19.968
regula esta materia señalando que luego de
las formalidades previas a la declaración, los
testigos serán interrogados por las parles,
comenzando por la que los presenta.
Excepciones a esta regla las consagran los
artículos 41, 42 y 43 de la Lev Nº 19.968.
La primera de dichas normas se refiere
al testigo, niño, niña, o adolescente, el
cual "sólo será interrogado por el juez,
debiendo las partes dirigir las preguntas
por su intermedio". Esta norma tiene en
su segunda parte una contraexcepción que
177
hace volver a la rezla t, ueneral cuando se
h
refiere al nifio, niña o adolescente, caso
en el cual el juez puede autorizar el inte-
rrogatorio directo de éste cuando por su
grado de madurez se estime que ello no
afectará su persona.
La segunda excepción se contiene en el
artículo 42 de la ley que regula la situación de
los testigos, sordos, mudos y sordomudos.
En el primer caso, las preguntas le se-
rán dirigidas por escrito. Si el testigo fuere
mudo, las preguntas se hacen en forma
verbal y las respuestas por escrito. Si fuere
sordomudo, su declaración será recibida
por intermedio de una o más personas que
pudieren entenderse con él. Estas personas
prestarán previamente el juramento o pro-
mesa prescritos para los testigos.
Finalmente, el artículo 43 consagra otra
situación excepcional, que se refiere al caso
que el testigo no supiere el idioma caste-
llano, caso en el cual será examinado por
medio de un intérprete mayor de dieciocho
años, quien prestarájuramento o promesa
de desempeñar bien y fielmente el cargo, y
por cuyo conducto se interrogará al testigo
y se recibirán sus contestaciones.
No señala la ley la forma en que debe
hacerse la interrogación, si a través de pre-
guntas abiertas, cerradas o sugestivas.
La única norma que se refiere a la forma
de efectuar las preguntas se encuentra en
el artículo 51 de la Ley Nº 19.968.:19
El problema es que la norma del artículo
51 no es aplicable a los testigos y a los peritos,
por encontrarse dentro de un párrafo que
se refiere únicamente a las declaraciones de
las partes. Además no cierra la posibilidad
de preguntar en forma sugestiva.
~11 El articulo 51 de la Ley Nº 19.968 dispone:
"Contenido de la declaración y admisibilidad de las
preguntas. Las preguntas de la declaración se for-
mularán afirmativamente o en forma interrogativa,
pero con la debida precisión y claridad, sin incor-
porar valoraciones ni calificaciones, de manera que
puedan ser entendidas sin dificultad.
El juez resolverá las objeciones que se formu-
len, previo debate, referidas a la debida claridad y
precisión ele las preguntas y a la pertinencia de los
hechos por los cuales la parte haya sido requerida -<
para declarar".
l'iífl:. \
~l~J
f.DlTOR!AL JURIDICA [)f c-nu -
 Curso elemental
Se trata sin duda de una omisión legis-
lativa, ya que evidentemente la técnica del
examen directo supone preguntas abiertas o
cerradas y no sugestivas, lo que por certeza
jurídica debiera precisarse a través de una
modificación legal.
6.2.5. Contenido del interrogatorio
Como señalamos más arriba, el contenido
del interrogatorio estará sujeto a las propo-
siciones fácticas que motivan el llamado a
declarar al testigo o perito.
Sin perjuicio de ello, además de la de-
claración propiamente tal, cabe incluir
dentro de la declaración la denominada
"línea de acreditación", que tiene por fin
otorgar antecedentes al Tribunal acerca de
la credibilidad y veracidad del relato del
testigo o perito.
Así, para los testigos, el artículo 40 de
la Ley Nº 19.968 establece que "en el pro-
cedimiento de familia no existirán testigos
inhábiles. Sin perjuicio de ello, las partes
podrán dirigir al testigo preguntas tendientes
a demostrar su credibilidad o falta de ella,
la existencia de vínculos con alguna de las
partes que afectaren o pudieren afectar
su imparcialidad, o algún otro defecto de
idoneidad".
La misma norma del artículo 318 del C.P.P.
es casi literalmente repetida por el artículo
48 de la ley que crea los tribunales de familia,
cuando señala que "los peritos no podrán
ser inhabilitados. No obstante, durante la
audiencia del juicio oral podrán dirigírseles
preguntas orientadas a determinar su im-
parcialidad e idoneidad, así como el rigor
técnico o científico de sus conclusiones. Las
partes o el tribunal podrán requerir al perito
información acerca de su remuneración v
la adecuación de ésta a los montos usuales
para el tipo de trabajo realizado".
Luego de la línea de acreditación, cabe
entrar al fondo de la declaración, donde
hay que tener presente que el artículo 40
inciso 2º de la Ley Nº 19.968 exige al testigo
no únicamente declarar el hecho sobre el
cual se le requiere su declaración, sino que
<
a dar "razón circunstanciada de los hechos
178
de litigación oral
sobre los cuales declarare, expresando si
los hubiere presenciado, si los dedujere de q
antecedentes que le fueren conocidos o si los Jl
hubiere oído referir a otras personas". r
6.2.6. Fin de la declaración del testigo o
perito. Interrogatorio por el juez
v
Terminada la declaración, corresponde que o
el testigo o perito sea interrogado por la li
parte contraria a aquella en que la presenta. ~I
Terminada ésta, señala el artículo 64 de la q
Lev N" 19.968 que el juez podrá efectuar J.
preguntas al testigo o perito, una vez que
fueren interrogados por los litigantes, con la
finalidad de pedir aclaraciones o adiciones
a sus testimonios. e
e
l;
6.2.7. Declaraciones de las partes en el
Procedimiento de Familia l
r
La Ley T\º 19.968 permite a cada litigante L
solicitar la declaración del otro contendor F
sobre los hechos v circunstancias de lo que d
tenga noticia v que guarde relación con el rl
objeto del juicio (artículo 50). d
El gra\·e problema que presenta la nor- L
ma es que únicamente permite solicitar a d
cada parte la declaración de la otra y ne
autoriza para solicitar la declaración de la
propia como medio de prueba. F
Pensemos por ejemplo en un juicio so-
bre violencia intrafamiliar en la cual exista e
agresión de tipo sicológico. Evidentemente- d
una prueba directa del hecho sería la de- r,
claración de la propia víctima. ¿O se espera e
que la demandante pruebe su caso con el p
relato del victimario?
Sin embargo, el abogado demandante
no podría incorporar al juicio la declara-
ción de su propia parte, a menos que L
contraria lo solicite, cosa bastante absurda
por lo demás. E
La única posibilidad que tendría el abo-
gado de tener en el estrado a su parte, sería p
que el juez la decretara como prueba, de l.
acuerdo a las facultades que le otorga la le. p
para solicitar prueba de oficio de acuerde a
al artículo 61 Nº 8 de la Ley Nº 19.968. p
 El examen
Evidentemente no es acertada una norma
que deja entregada la planificación ele un
juicio que en definitiva resuelve un conflicto
privado a la decisión del juez.
Podría señalarse que es inconveniente
tener la declaración de la parte, ya que ob-
viamente declarará en su favor.
Sin embargo, ese argumento se contro-
vierte fácilmente, ya que en los sistemas
orales todo medio ele prueba es apreciado
libremente por el Tribunal, el que en su
sentencia debe ponderar la credibilidad
que le otorga a cada medio de prueba de
acuerdo al mérito del proceso.
Por otro lado, no se advierte la lógica
sistémica entre el Proceso Penal, que por
su naturaleza tutela bienes no disponibles,
como es el ejercicio de una potestad pública
como el juspwziendh en los cuales se permite
la declaración ele la víctima x del victimario
sin otra limitación que la obligación del
Tribunal ele analizar la credibilidad de los
relatos ele ambas por una parte y, por otra,
la normativa que rige el Procedimiento ele
Familia, que regula la aplicación ele normas
de Derecho Privado, que si bien muchas
de ellas son de orden público, no por ello
dejan de regir un conflicto entre particu-
lares. Pues bien, para definir la aplicación
ele estas normas ele Derecho ele Familia. no
se puede citar a declarar a la propia parte
y sí cuando se trata de aplicar el Derecho
Penal. A todas luces una incongruencia
sistémica. Como propuesta ele legeferenda,
esta norma debiera ampliarse en el sentido
ele permitir la declaración ele ambas partes a
requerimiento ele cualquiera de ellas, sujeto
evidentemente al examen de credibilidad
por parte del juez.
6.2.7.1. Forma de las preguntas en las
declaraciones de las partes
En cuanto a la forma de las preguntas que
se permiten en el interrogatorio de las
partes, rige al respecto el artículo 51 ele
la Ley Nº 19.968, que prescribe que "las
preguntas de la declaración se formularán
afirmativamente o en forma interrogativa,
v
pero con la debida precisión claridad, sin
179
directo
incorporar valoraciones ni calificaciones,
ele manera que puedan ser entendidas sin
dificultad".
En otros términos, la ley permite que
el interrogatorio de las partes se realice
a través de preguntas, abiertas, cerradas
y sugestivas, pero siempre con claridad y
prec1s10n.
Cabe tener presente que en estos proce-
dimientos, aunque excepcionalmente, dada
la modificación introducida al artículo 18
de la Lev Nº 19.968 por la Ley Nº 20.268, es
posible que los interesados comparezcan y
se defiendan sin necesidad de letrado.
En estos casos, el artículo 53 inciso 2º ele
la Lev Nº 19.968 prescribe que las partes, con
la autorización del juez, podrán efectuarse
recíprocamente preguntas y observaciones
que sean pertinentes para la determinación
ele los hechos relevantes del proceso.
En otros términos, las partes cuando
comparecen sin abogado que las patrocine
se interrogan libremente al tenor ele los
hechos materia del juicio.
6.2.7.2. Situación que se presenta
cuando la contraparte, citada a
declarar, no comparece, no declara o da
respuestas evasivas
Es posible que la parte que sea citada a
declarar en la audiencia elejuicio no com-
parezca o que, compareciendo, se negare
a declarar o diere respuestas evasivas.
En ese caso, el artículo 52 de la Ley
Nº 19.968 dispone que "el juez podrá con-
siderar reconocidos como ciertos los hechos
contenidos en las afirmaciones ele la parte
que solicitó la declaración. En la citación se
apercibirá al interesado acerca de los efectos
que producirá su incomparecencia, su negativa
a declarar o si diere respuestas evasivas".
Esta norma era bastante oscura en su
redacción, ya que permitía al Tribunal "con-
siderar reconocidos como ciertos los hechos
contenidos en las afirmaciones ele la parte
que solicitó la declaración", sin embargo,
cuando se solicita la declaración de la con-
traparte en la audiencia preparatoria del
juicio no se señala o se afirma ningún hecho
DE CHILE
--~-··-----------C_t_ir_so_e_le~mental
de litigación .º_1_·a_l
en la solicitud. Tal vez lo que la norma quiso
decir o debió haber sostenido era que eljuez
podía dar por establecida una presunción
de veracidad respecto de las declaraciones
sostenidas por el solicitante en su demanda
o contestación, según el caso.
Sin embargo, esta norma ha sido alterada
por el artículo segundo del Auto Acordado
relativo al Funcionamiento de los Juzgados
de Familia, dictado por la Exma. Corte Su-
prema con fecha 30 de septiembre de 2005,
que establece "que únicamente para el caso
de incomparecencia de la parte citada y
con el solo objeto de hacer procedente la
sanción prevista en el artículo 52 de la Ley
Nº 19.968, la parte que solicite la respectiva
declaración debe presentar, por escrito, al
tribunal, en sobre cerrado y con a lo menos
dos días hábiles de anticipación a la audiencia
de juicio, un listado o minuta de preguntas
redactadas en forma asertiva.
En el evento de incomparecencia, el plie-
go será leído en la audiencia, pudiendo el
juez, de oficio, o ante incidente formulado
por las partes, rechazar las preguntas que
considere impertinentes o inútiles, de con-
formidad con lo dispuesto en los artículos
51 y 53 de la Ley Nº 19.968.
Por consiguiente, si la parte debidamente
citada comparece a la audiencia de juicio,
la declaración se realizará sin sujeción al
referido listado o minuta de preguntas".
La norma del Auto Acordado merece
varios comentarios.
En primer término, sólo se aplica para
el evento de incomparecencia de la parte
debidamente citada a la declaración. No rige
en las otras dos hipótesis que contempla el
artículo 52, esto es, que la parte se niegue
a declarar o dé respuestas evasivas.
En segundo lugar, la norma exige que
dos días hábiles antes de la audiencia de
juicio la parte que solicitó la declaración
de la contraria debe acompañar un pliego
cerrado que contiene las preguntas respecto
de las cuales el juez podrá aplicar la sanción
del artículo 52, esto es, considerar reconoci-
dos como ciertos los hechos contenidos en
las afirmaciones de la parte que acompañó
el sobre. Para tal fin, las preguntas deben
estar redactadas en forma asertiva.
ITHTOR.JAt
~ ·---
Sin perjuicio de todo, creemos que la nor-
ma que obliga a presentar un sobre cerrado
acompañando posiciones que se abrirá en
caso de incomparecencia de una de las par-
tes, está tomada del antiguo sistema escrito
y por tanto obliga a incorporar prueba a
través de la lectura. Más simple era, sin alterar
el sistema oral, considerar como probados
los hechos contenidos en la demanda o en
la contestación, según el caso y evitar las
reminiscencias del sistema escrito.
6.2.7.3. Término de la declaración de las
partes. Interrogatorio por el Tribunal
J
De acuerdo al artículo 53 de la Ley Nº 19.968.
"una vez concluida la declaración de las par-
tes, el tribunal podrá dirigir todas aquellas
preguntas destinadas a obtener aclaraciones
o adiciones a sus dichos".
6.3. EL EXA}.IEN DIRECTO EN EL
PROCEDüIIENTO LABORAL ESTABLECIDO
POR LA LEY Nº 20.087
6.3.1. Orden del examen directo
De acuerdo al artículo 454 Nº 1), la audiencia
de juicio se iniciará con la rendición de la,
pruebas decretadas por el tribunal, comen-
zando con la ofrecida por el demandante
y luego con la del demandado.
Hace excepción a esta regla el procedi-
miento que versa sobre despido, en cuyo case
corresponderá en primer lugar al demanda-
do, esto es, al empleador, la rendición de h,
prueba, debiendo acreditar la veracidad de
los hechos imputados en las cartas de avis:
de despido, sin que pueda alegar en el jui-
cio hechos distintos como justificativos de:
despido, artículo 454 Nº 1, inciso 2º.
De acuerdo al inciso 3º del mismo ar-
tículo y número, el orden de recepción de
las pruebas será el siguiente: documental. r
confesional, testimonial y los otros medio,
ofrecidos, sin perjuicio de que el tribuna:
pueda modificarlo por causa justificada.
En otros términos, a diferencia de lo,
procedimientos penales y de familia, en e:
180
 El examen
procedimiento laboral no es el litigante el
que establece el orden de su prueba, sino
que la ley, pudiendo únicamente el juez
modificar el orden legal.
6.3.2. Ante quién se realiza el interrogatorio
De acuerdo al artículo 427 del Código del
Trabajo, las audiencias se desarrollarán en su
totalidad ante el juez de la causa, el que las
presidirá y no podrá delegar su ministerio. El
incumplimiento de este deber será sancionado
con la nulidad insaneable de las actuaciones
y de la audiencia, la que deberá declarar el
juez de oficio o a petición de parte.
Ratifica lo anterior el artículo 454 I\º 5
del Código del Trabajo, que sostiene que los
testigos podrán declarar únicamente ante
el tribunal que conozca de la causa. Por lo
tanto no es posible que los testigos declaren
a través de exhorto o carta rogatoria.
En cuanto al número de testigos, la lcv
sólo permite hasta cuatro testigos por cada
parte. Esta regla tiene excepciones en el
sentido que el tribunal puede ampliar o
restringir este número de testigos.
Ejemplo del primer caso, tiene lugar
cuando se haya ordenado la acumulación
de autos, el número de testigos admitidos a
declarar será determinado por el tribunal,
no pudiendo en ningún caso ser superior
a cuatro por cada causa acumulada.
También se puede ampliar el número
de testigos cuando, de acuerdo a la natu-
raleza de los hechos a ser probados, ello se
considere indispensable para una adecuada
resolución del juicio.
A la inversa, el juez podrá reducir el
número de testigos de cada parte, e incluso
prescindir de la prueba testimonial cuando
sus manifestaciones pudieren constituir inútil
reiteración sobre hechos suficientemente
esclarecidos.
Todas estas reglas se encuentran en el
mismo Nº 5 del artículo 454.
Tratándose del informe de peritos, el
artículo 453 I\º 8, inciso 5º, a propósito de
la audiencia preparatoria de juicio, sostiene
que "cuando se rinda prueba pericial, el
informe respectivo deberá ser puesto a
181
directo
disposición de las partes en el tribunal al
menos tres días antes de la celebración de
la audiencia de juicio. El juez podrá, con
el acuerdo de las partes, eximir al perito
de la obligación de concurrir a prestar
declaración, admitiendo en dicho caso
el informe pericial como prueba. La de-
claración de los peritos se desarrollará de
acuerdo a las normas establecidas para
los testigos".
6.3.3. Formalidades previas a la declaración
De acuerdo al artículo 454 Nº 5, inciso 4º,
los testigos declararán bajo juramento o
promesa de decir verdad enjuicio. El juez,
en forma expresa y previa a su declaración,
deberá poner en conocimiento del testigo
las sanciones contempladas en el artículo
209 del Código Penal, por incurrir en falso
testimonio.
Como sabemos, en conformidad al ar-
tículo 453 Nº 9º del Código del Trabajo, la
declaración de los peritos se rige por las
mismas normas de los testigos.
6.3.4. Forma de la interrogación
En el interrogatorio, los testigos declaran
al tenor de las preguntas que le formulan
las partes y el Tribunal.
Así, el artículo 454 Nº 6 del Código
dispone: "el tribunal y las partes podrán
formular a los testigos las preguntas que
estimen necesarias para el esclarecimiento
de los hechos sobre los que versa el juicio.
Podrán, asimismo, exigir que los testigos
aclaren o precisen sus dichos".
En cuanto a la forma de las preguntas,
señala el mismo Nº 6 del artículo 454, en su
inciso 2º, que ellas no podrán formularse
en forma asertiva, ni contener elementos
de juicio que determinen la respuesta, ni
referirse a hechos o circunstancias ajenas
al objeto de la prueba, lo que calificará el
tribunal sin más trámite.
En otros términos, la ley permite única-
mente realizar preguntas abiertas o cerradas,
pero no sugestivas, que el Código del Trabajo
~
! \I! \
EDiTOR[AL JURIDICA or CHl lí: ~~
 _________ C_u_r_so_el~err1ental de litigación
denomina "asertivas"o que "contienen elemen-
tos de juicio que determinen la respuesta".
6.3.5. Contenido del interrogatorio
Como hemos dicho reiteradamente, el tenor
del interrogatorio dependerá de las propo-
siciones fácticas que motivan el llamado a
declarar al testigo o perito.
Sin perjuicio de ello, además de la de-
claración propiamente tal, cabe incluir
dentro de la declaración la denominada
"línea de acreditación", que tiene por fin
otorgar antecedentes al Tribunal acerca de
la credibilidad y veracidad del relato del
testigo o perito.
Ello se explica porque el procedimiento
laboral n~ permite formular tachas a los
testigos. Unicamente en la oportunidad
a que se refiere el número 6 del artículo
454, esto es, en el interrogatorio, las partes
podrán hacer las observaciones que estimen
oportunas respecto de sus circunstancias
personales y de la veracidad de sus manifes-
taciones. Así lo sefiala el artículo 454 Nº 5
inciso 5º del Código del Trabajo.
Recordemos que estas mismas reglas que
da el Código para los testigos se aplican
también respecto del informe de peritos.
6.3.6. Fin de la declaración del testigo o
perito. Interrogatorio por eljuez
Terminada la declaración, corresponde que
el testigo o perito sea interrogado por la
parte contraria a la que la presenta. Como
señala el artículo 454 Nº 6, en su inciso 1 º,
el Tribunal y las partes pueden efectuar
preguntas al testigo o perito, para aclarar
o precisar sus dichos.
6.3.7. Confesión de las partes en el
Procedimiento Laboral
La confesión es el acto por el cual una de
las partes reconoce un hecho que produce
consecuencias jurídicas en su contra.
Puede ser judicial o extrajudicial, según
<
se realice en el juicio o fuera de él.
182
oral
Puede ser espontánea o provocada, según
si el litigante reconoce un hecho jurídico
sin necesidad de solicitud de la contraria,
por ejemplo al contestar la demanda o si lo
hace a través de la solicitud de confesional
de la contraria en juicio.
De acuerdo a las reglas generales con-
tenidas en el artículo 453 Nº 4 y Nº 8, la
confesional se puede pedir en la audien-
cia preparatoria, decidiendo el Tribunal su
procedencia en ese momento procesal. La
confesión misma se rendirá en la audiencia
del juicio.
De acuerdo al Nº 8, inciso 2º del artículo
453, la resolución que cite a absolver posi-
ciones se notificará en el acto al absolvente.
La absolución de posiciones sólo podrá
pedirse una vez por cada parte.
6.3.7.1. Comparecencia personal del
absolvente. Excepciones
La regla general es que el absolvente deba
comparecer en forma personal a prestar
su declaración, como lo señala el inciso
2º del Nº 3 del artículo 454, a menos que
lo haga a través de representante. Dicha
norma seriala: "la persona citada a absol-
ver posiciones estará obligada a concurrir
personalmente a la audiencia, a menos que
designe especialmente un mandatario para
tal objeto, el que si representa al empleador.
deberá tratarse de una de las personas a que
se refiere el artículo 4º de este Código. La
designación del mandatario deberá cons-
tar por escrito y entregarse al inicio de la
audiencia, considerándose sus declaracio-
nes para todos los efectos legales como si
hubieren sido hechas personalmente por
aquél cuya comparecencia se solicitó".
Otro caso en que no será necesaria la
comparecencia personal del absolvente
puede tener lugar por aplicación de la re-
gla del inciso 3º del Nº 3 del artículo 454
del Código del Trabajo, que resuelve un
problema práctico que se puede producir
cuando los demandantes fueren varios y se
solicita la confesión de muchos o de todos
ellos, caso en el cual el juez podrá reducir e:
número de quienes habrán de comparecer.
 El examen di recto
n en especial cuando estime que sus decla-
o raciones puedan resultar una reiteración
l. inútil sobre los mismos hechos.
:)
_l
6.3.7.2. Sanción frente a la
incomparecencia del absolvente
Si el absolvente no comparece a la audiencia
1 fijada para tal efecto, sin causa justificada. o
compareciendo se negase a declarar o die-
re respuestas evasivas, "podrán presumirse
efectivas, en relación a los hechos objeto
de prueba, las alegaciones de la parte con-
traria en la demanda o contestación, según
corresponda". Así lo prescribe el >Jº 3 del
artículo 454 del Código del Trabajo.
Aunque no lo dice la lev, es evidente que
para que se configure la presunción, deberá
el interesado solicitarlo en forma oral al
momento de configurarse el supuesto de
incomparecencia, negativa o evasiva.
6.3.7.3. Forma de las preguntas de las
partes en la confesional
De acuerdo al Nº 4 del artículo 454 del
Código del Trabajo, "las posiciones para
la prueba confesional se formularán ver-
balmente, sin admisión ele pliegos.v debe-
rán ser pertinentes a los hechos sobre los
cuales debe versar la prueba y expresarse
en términos claros ,· precisos, de manera
que puedan ser entendidas sin dificultad.
El tribunal, de oficio o a petición de parle,
podrá rechazar las preguntas que no cum-
plan con dichas exigencias".
Por lo tanto, destierra el Código la exi-
gencia de acompañar un sobre que con-
tenga las posiciones y exige formularlas en
forma verbal, lo que está más de acuerdo
con el principio de oralidad que rige el
sistema.
6.3.7.4. Término de la declaración de las
partes. 1 nterrngatorio por el Tribunal
Una vez producida la confesional y de
acuerdo al artículo 454 Nº 4 inciso 2º
183
---
del Código del Trabajo, y manteniendo
una característica un tan lo inquisitiva del
procedimientl laboral, dispone la ley que
"el juez podrá formular a los absolventes
las preguntas que estime pertinente, así
como ordenarles que precisen o aclaren
sus respuestas".
Sección Segunda
EL EXAMEN DIRECTO
DE LOS PERITOS
Recuerda quP el arca de Noé.fue construida por
aficionados y el Titanic por expertos.
1. CCESTIONES GENERALES
ACERCA DE LOS PERITOS, SU
DIFERENCIA CON LOS TESTIGOS E
IMPORTANCIA
Hemos visto en la sección anterior la técnica
para realizar un examen directo, técnica que
es aplicable al interrogatorio de cualquier
sujeto que comparezca a estrados, tanto
de testigos como de peritos o incluso las
mismas partes.
Sin embargo, la preparación de la inte-
rrogación de un perito, dada la naturaleza
de su testimonio, que enfrentará al abogado
a un sujeto que tiene un grado de exper-
ticia en una ciencia o arte,justifica referir
algunas reglas o cuestiones específicas que
deberán tenerse presente al momento de
preparar el interrogatorio.
La principal diferencia de un testigo con
un perito es que el primero declara acerca
de los hechos que ha percibido por alguno
de sus sentidos: lo que ha visto, oído, olido,
etc. En cambio, a los expertos se los llama al
Tribunal porque dominan una determinada
sección del conocimiento humano que es
necesario conocer para resolver el litigio.
En consecuencia, la distinción esencial
entre el testigo y el perito, resulta del hecho
que el primero declara sobre hechos de que
ha tomado conocimiento personal a través
de sus sentidos, y el segundo va al Tribunal a
f.DlTORIAl JURIDICA
ZSJZS
Dt CHllf ~
 Curso elemental de litigación
dar una opinión en el área del conocimiento
acerca del cual tiene experticia.
Desde el punto de vista estratégico, el
litigante debe tener presente que la impor-
tancia que toman los testigos expertos o
peritos en los juicios orales es enorme.
En efecto, según hemos sostenido y
explicado reiteradamente a propósito de
las reglas de apreciación de la prueba, en
los juicios orales los tribunales gozan de
entera libertad para analizar la prueba,
con las limitaciones que la propia lev pre-
vé. Pues bien, una de esas limitaciones es
precisamente los conocimientos científicos
afianzados en el juicio. Es decir, si bien el
tribunal puede recorrer la prueba con toda
amplitud y definir cuál de ella le forma el
convencimiento de su veracidad, no puede
pasar por sobre los hechos que los peritos
hayan establecido en el juicio como vera-
ces. De ahí la importancia del peritaje y su
preparación.
Desde otro ángulo, debemos tener pre-
sente que nuestra sociedad es cada vez más
tecnológica, por lo que no es extraño que
las complejidades técnicas y científicas que
van aparejadas con esta condición se trasla-
den a los litigios. Esta realidad ha obligado
a los abogados a adquirir un conocimiento
profundo de los temas técnicos involucrados
y por lo tanto a una mayor flexibilidad en
la adquisición de destrezas y estudios no
necesariamente propios de su carrera o
formación. En este ámbito, se ha comenzado
a notar la necesidad cada vez mayor de la
asistencia de un experto en aquellos temas
en que el estado de la ciencia y la forma
en que se comunique en el juicio, pueden
resultar decisivos para su decisión final.
'­r Uno de los autores tuvo la oportunidad
de trabajar en Estados Unidos de Nortea-
'
C; mérica con testigos expertos que debían
deponer en juicio, sociedad en la cual tu-
vimos la oportunidad de observar cómo lo
dicho por un experto o el simple hecho de
citarlo enjuicio se traduce en un retiro de
la demanda o desistimiento por parte del
actor o en una sentencia favorable para
nuestros representados.
Muchas veces nos tocó buscar peritos
en Estados Unidos de Norteamérica que
EDlTORlAL JURfDICA DE CHlU
oral
tenían una primera aproximación resistida
a trabajar en lo forense, por diversas razo-
nes, pero como abogados sabíamos que
si lográbamos convencer siquiera a uno
suficientemente reconocido, gozaríamos de
mayor credibilidad tanto ante la contraparte,
ante el Tribunal, corno asimismo ante la
comunidad científica en general. Así fue
corno lograrnos convencer a un decano de
una de las universidades más prestigiosas de
Estados Cnidos y del mundo que presenta-
ra su informe para nuestra parte. Ese solo
hecho hizo que el demandante desistiera
de su demanda.
En otra ocasión lograrnos estrenar y con-
vencer al jurado sobre una teoría científi-
ca respecto a un tipo de cáncer que hasta
ese momento se consideraba como una
mera teoría y no corno un conocimiento
aceptado aún por la comunidad científica.
Sin embargo, nuestro .experto era el líder
mundial en la im·estigación en ese campo.
Este se presentó con tal convicción ante el
jurado, que la contraparte no pudo sino
admitir que nuestro experto estaba en lo
correcto y que no había razón para seguir
llamando a su teoría como experimental.
Este experto en señal de agradecimiento
jamás dejó de ayudarnos y se convirtió en
uno de nuestros más importantes colabo-
radores refiriéndonos múltiples colegas tan
prestigiosos como él.
La razón por lo que contarnos esta anéc-
dota es porque trabajar con este tipo de
personas es un privilegio que exige mucho de
nuestra parte como abogados y personas.
2. FORMA DE ESTRUCTURAR LA
DECLARACIÓN DE UN TESTIGO
EXPERTO
Los nuevos sistemas de litigación oral cons-
tituveron una reforma trascendental en
materia de peritos, liberalizando el siste-
ma de elección de los mismos. Cada parte
puede presentar peritos de su confianza
al Tribunal para que aclare acerca de los
hechos sobre los cuales recaerá el informe
del perito. En el sistema antiguo existía
una nómina de peritos elaborada por la
184
 El examen
Corte de Apelaciones respccliva, debien-
do el Tribunal elegir un integrante de esa
nómina aunque no necesariamente fuera
el más experto en el área.
Hoy la parte es libre de elegir el perito
de su confianza, pero el Tribunal determi-
nará el valor que le dará a ese peritaje en
la sentencia definitiva, sin duda tomando
en cuanta las credenciales del perito, de su
metodología v de lo afianzadas que havan
quedado en el juicio las conclusiones que
él haya emitido.
Por lo tanto, quien recurra a un exper-
to deberá tener preseme que la línea de
acreditación del perito es de extraordinaria
importancia, a la vez que se aleja un tan-
to de las preguntas de acreditación de los
testigos de hecho.
En efecto, en los testigos, la línea de
acreditación versa, como vimos más arriba,
sobre cualquier línea de pregunta que dé
cuenta de la credibilidad de ese testigo.
Tratándose de los peritos, en cambio, la
línea de acreditación es más específica: ver-
sará esencialmente sobre las credenciales
del experto, sus conocimientos, estudios,
calificaciones v aptitudes para emitir el in-
forme de que se trata. Ello no significa que
no puedan hacérsele al experto preguntas
relativas acerca de otras líneas que no se re-
lacionan con su conocimiento técnico, tanto
para acreditarlo como para desacreditarlo,
pero su conocimiento, su habilidad para
declarar es lo que en definitiva prevalecerá.
Esta acreditación debe enfocarse tanto en
términos absolutos como relativos. Absolu-
tos, en el sentido de explicar al Tribunal el
conocimiento de mi experto para informar
sobre la materia del peritaje en general, y
en términos relativos, dando razones de
por qué es más creíble el peritaje de mis
peritos que el o los de la contraria.
Así, por ejemplo, para un Tribunal pue-
de ser creíble el reporte de un oncólogo,
experto mundial en cáncer de mamas, a
pesar que la línea de acreditación develó
que ha sido casado 4 veces, con sus respecti-
vos divorcios, cada uno de ellos seguido de
tortuosos procesos de alimcn tos y visitas. El
Tribunal asumirá que se le está llamando
para declarar sobre su especialidad y no
18.5
directo
sobre relaciones matrimoniales, por lo que
esa linea de desacreditación que pudiera
ser, hipotéticamente hablando, relevante en
un testigo de hecho, no lo será en nuestro
ejemplo.
Mirado a la inversa, el perito no queda
acreditado corno oncólogo por ser un ex-
celente padre, familiar, amigo o empleado
del mes, si es que la línea de acreditación
no revela al Tribunal cuál es su cxperticia
para dar su opinión sobre el cáncer en es-
trados.
Una cuestión bastante relevante en el
tema de la acreditación de los peritos es lo
relativo a los honorarios que éstos perciben
por su declaración. De hecho, veremos que
en todos los cuerpos legales que establecen
los procedimientos orales se permite formu-
lar interrogaciones a los expertos acerca de
los montos de remuneraciones percibidas
por la declaración e informe y cómo estos
montos se ajustan a los valores razonables
de mercado.
Respecto a este punto, en EE.UU. el abo-
gado debe preocuparse que no se transforme
el experto en un dependiente del abogado.
Puede ocurrir que el mismo abogado lo
utilice para varios juicios diferentes y que
el total de lo percibido por el experto sea
una cantidad muy abultada. Si es que la
calidad del experto lo amerita, se le pue-
de usar varias veces, pero siempre se debe
explicar al juez que lo que el experto gana
con este servicio es una parte minoritaria
del total ele sus ingresos. Si el experto es
reconocido en su campo no debería ser
difícil probar lo anterior.
En Chile, lo que el legislador desea evitar
es que los peritos elegidos por las partes
adecuen sus conclusiones a las necesidades
de éstas, prescindiendo ele las reglas de la
ciencia o arte que profesan, otorgando así
una seudocredibilidad a la teoría del caso
del litigante.
En ese sentido, el Tribunal tenderá a
no dar crédito a un perito que devela en
la línea de acreditación que sus honorarios
escapan sensiblemente a lo que usualmen-
te se acostumbra pagar por peritajes de
la misma naturaleza, o al peritaje que es
empicado o dependiente de la parte que lo
EDlTORiAL JURIDICA DE CHILE
00
~
--------·--·---·---------------~~-----
Curso elemental de litigación
presenta. Estas dos condiciones de alguna
medida tiñen la credibilidad del peritaje.
Obviamente, no se trata de una regla general,
sino de un asunto que debe ser analizado
caso a caso.
En consecuencia, la línea de acreditación
del perito es más estrecha y específica que
en el caso de los testigos.
Otra diferencia en cuanto al procedimien-
to que rige el testimonio de los expertos con
el de los testigos es que los primeros empie-
zan su declaración presentando libremente
su informe ante el Tribunal y una vez que
han concluido empieza el interrogatorio
de los abogados. Los segundos, en cambio,
como viéramos más arriba, declaran previa
interrogación de los intervinientes.
En síntesis, recapitulando, los peritos
presentarán su informe, luego del cual se-
rán interrogados por la partes, primero
por lo que la presenta a través del examen
directo, luego por la contraria, a través de
la técnica del contraexamen. Ya en el exa-
men directo, nuevamente distinguiremos
entre la acreditación, más específica que
en el caso de los testigos, y la declaración
propiamente tal.
3. CUESTIONES A CONSIDERAR
EN LA PREPARACIÓN Y PUESTA EN
ESCENA DEL TESTIMONIO DE UN
EXPERTO
3.1. ELECCIÓN DEL TESTIGO Y
EXPLICACIÓN DEL CASO
Enfrentado el litigante a la necesidad de
recurrir a la prueba pericial, el primer pro-
blema que se le presenta es elegir el experto
adecuado, tratar con él con el propósito de
entender la disciplina y el conocimiento que
emana del experto para así incorporarlo a
su teoría del caso, analizar científicamente
las fortalezas y debilidades del caso de la
contraparte y luego explicarle lo que sig-
nifica declarar en un juicio para preparar
su informe y posterior declaración en el
Tribunal.
En cuanto a la elección del perito, cabe
tener presente que muchos científicos pue-
186
oral
den convertirse en testigos expertos o peri-
tos, ya que si bien ellos conocen muy bien
la ciencia o arte sobre la que informarán,
no necesariamente saben cuáles son las
implicancias de sus informes y opiniones
y el efecto que ellas pueden tener en el
caso. Sin embargo, esa es labor del aboga-
do, reunirse con ellos y explicarles lo que
significa un juicio, cuáles son las posiciones
de las partes, el tenor y contenido de su
informe y el hecho que será examinado y
contraexaminado y qué significa aquello.
El litigante debe además explicarle las
responsabilidades civiles y penales que pue-
den derivar de su opinión.
El experto debe confiar en el abogado que
lo presente y para ello se requiere tiempo
y una habilidad tendiente a reconocer el
conocimiento del perito y a comunicarle
lo que se necesita de él. En los EE.UU., la
identificación, reclutamiento v formación
de expertos es una especialidad legal en sí r
misma. Es por ello que los abogados que e
se dedican a este ámbito deben tener un (
perfil muy especial. En principio, deben
F
tener la capacidad de absorber grandes
cantidades de conocimiento sobre temas r
específicos en poco tiempo, deben tener e
muy buen trato, mucha paciencia y tacto. 5
pues mucho de los expertos con los que t.
tratan son eminencias en sus respectivas 11
áreas, por lo que no pocas veces sus ego, ti
atentan contra el buen desempeño del perite e
v la capacidad de captar lo que requiere el 11
abogado de éste. e
En el campo médico, por ejemplo, mu- a
chos de los doctores con los que nos ha p
tocado trabajar son eminencias en sus res- d
pectivos campos, pero no necesariamente q
entienden al detalle algunas distinciones qut v
hacemos los abogados respecto, por ejem- q
plo, de cuestiones que nos pueden parece: ti
simples, como la relación de causalidad er,
materia de responsabilidad civil.
En efecto, en el sistema del common la: d
e-_¡
se distingue entre causaiiori in fact y legú
causaiion, 10 y ahí puede resultar más fácil qUt-
40
La causation in [act se refiere al análisis de ' ~I
causalidad en los hechos, a la causalidad materia. d:
La TRgal causation. se refiere al análisis de las regl.. -
 El examen directo
l­ el médico entienda cuál es su rol respecto a
1 la prueba de la causalidad entre el consumo
o uso de una medicina v un da110, pero en
s el sistema nuestro de Derecho Civil esta
5 distinción no es conocida en esos términos,
o al menos no explícitamente, por lo que
la causalidad deberá ser analizada con el
perito de acuerdo a las diversas teorías que
la pueden dar por establecida.
Otro aspecto con el que se debe tener
mucho cuidado es con la información que se
le entrega al experto durante el desarrollo
de su investigación. Como decíamos, muchos
de los expertos si bien saben muchísimo
de su profesión, no pueden saberlo todo y
puede darse el caso que el abogado que lo
contacta sepa más de los aspectos técnicos
involucrados en eljuicio específico que el
experto, debido a que ha estado involucrado
en muchos juicios de esa especie. Esto es
algo que debe y puede corregirse rápida-
mente por el abogado. Lo que debe hacer
es proveer al experto con la mayor literatura
científica posible sin omitir ninguna de las
posiciones que los autores tengan frente
al tema en cuestión. En los EE. CC ., a raíz
de las reglas del Discooerv, se debe tener
especial cuidado con la información que
se da al perito y sobre todo con no solici-
tarle un juicio respecto del asunto que se
le encomiende, hasta que el experto haya
tenido el tiempo y la información necesarios,
como para dar una opinión no sólo infor-
mada, sino que además invariable. De lo
contrario, una vez que la contraparte tenga
acceso al experto mediante una deposition,
podrá sembrar la duda respecto al cambio
de opinión del experto entre la primera vez
que fue visitado por el abogado y la última
vez, a la vez que tratará de dar la impresión
que el experto no cambió de opinión al
tener más información, sino que lo hizo
de derecho sobre la causalidad material. ,\.sí, por
ejemplo, si una persona empuja a otra v ésta se cae
y sufre un accidente, materialmente causó un daúo,
pero si logra probar que a su turno fue empujada
por otra, lo que le hizo empujar a la víctima, la cau-
salidad legal 110 ha sido establecida, )'ª que no ha
sido su acción, sino la de 1111 tercero, la q11e causó el
daño. En síntesis, habrá causalidad en los hechos,
pero 110 en el derecho.
187
para acomodarse a la teoría del abogado
o parte que lo presenta.
Una vez dentro de la interrogación,
deberemos tener algunas consideraciones
específicas para los efectos de manejar el
examen directo del perito, que pasamos a
analizar a continuación.
3.2. Hc:vIA:'\IZ,\NDO AL PERITO
Muchos expertos en materias cien tíficas o
técnicas tienden a estar tan metidos en su
mundo que pueden parecer muy lejanos de
la realidad del tribunal, por lo que es muy
importante demostrar que esta persona es
tan normal salvo por su especialidad, como
el resto de los involucrados en eljuicio. De
lo contrario, se corre el riesgo de que el
experto pase por arrogante. Al interrogarlo
puede destacar aspectos personales de su
vida, como su actividad académica, ayuda a
obras sociales v su vida familiar, de ser ello
posible. Es importante que usted le explique
al perito, si tiene una posición demasiado
docta v superior, que se comunique con el
Tribunal y las partes a través de una debida
gestualidad o estableciendo un contacto
visual con el Tribunal, con lo cual necesa-
riamente se humanizará el relato.
3.3. USE UN LENGUAJE SENCILLO
Toda especialidad conlleva su propia termino-
logía, por lo que es necesario que el abogado
guíe al experto en el lL'>O de un vocabulario que
todos los presentes puedan seguir y entender.
De otra forma, no se logra el propósito de
comunicar o transmitir información.
Por ejemplo:
Abogado. -Doctor Carvallo, ¿sabe usted
por qué esta persona desarrolló el tumor
en su hígado?
Perito. -Obviamente, el paciente fue
afectado por neoplasia.
A. -¿Qué es la neoplasia? <
P. -Es un crecimiento desordenado de
las células que terminan agrupándose y ello
configura un tumor.
i\l7\
IDHORL\L JUR!DICA Dl: CHILE ~
 Curso elemental de litigación oral

A. -¿Este crecimiento desordenado de nuestro sistema, es necesario que se re-

las células es irreversible? ... doble el esfuerzo por evitar la extensión
excesiva del perito en el resumen de su
En esta línea de interrogación, vemos que
informe. Para ello debe interrumpir el
el abogado se contagia de la terminología
relato del experto, y formular una línea de
técnica del experto, lo que no es correcto.
preguntas que permita traducir o explicar
Muchos abogados, para tratar de impresionar
en un lenguaje simple, el conocimiento
al Tribunal acerca de su dominio en materias
técnico o científico.
ajenas a su experticia natural como la legal,
examinan al experto utilizando el mismo
lenguaje técnico que el perito.
3.5. REI);ICIE
Por el contrario, el abogado debe bus-
car ocupar sinónimos que sean fácilmente
El abogado debe reiniciar cada vezque pueda.
comprensibles por todos los intervinientes,
Estoquiere decir que debe hacer una pregunta
lograr que el perito establezca ese sinóni-
y permitir que el experto conteste y repetir
mo como analógicamente correcto con su
el procedimiento. Las personas y en esto los
nomenclatura técnica y luego continuar el
jueces no son la excepción, recuerdan y po-
examen directo ocupando el lenguaje que
nen atención cuando comienzan a escuchar,
es más familiar a todos.
o sea cuando se produce un diálogo entre
Así, por ejemplo, si el médico se refiere
el abogado que pregunta y el experto que
permanentemente a que el paciente se des-
responde v así sucesivamente. Permitir que
compensó, pregúntele si ello quiere decir
el experto se extienda sólo logrará distraer
que estaba agonizando. Ante su respuesta
v aburrir a los presentes.
afirmativa, de ahí en adelante es preferi-
ble hablar de agonía del paciente, aunque
el médico persevere en su término en sus
3.6. L-SE EJDIPLOS Y AX\LOGÍAS
respuestas, por estimarlo más preciso, va
que es un lenguaje más universal, menos
Muchas ideas complejas pueden ser expli-
técnico y que, por lo tanto, comunica más
cadas con analogías, metáforas o ejemplos.
para los efectos de un juicio.
Se debe tratar que el experto utilice estos
recursos lo más posible. Los ejemplos y casos
concretos comunican mucho más efectiva-
3.4.EVITE QUE EL EXPERTO SE EXPLAYE
mente que los conceptos abstractos.
UTILIZANDO UN ESTILO CO);FERE);CL\L
Veamos el siguiente caso:
Algunos abogados permiten que el exper- Abogado. -Profesor, podría usted ex-
to se extienda en sus respuestas y maneje plicarnos ¿por qué la inflación es más per-
el testimonio dando charlas o verdaderas judicial para lo más pobres y las personas
conferencias ante cada pregunta. Usted de escasos recursos?
no puede permitirse que sea el examinado Perito. -Claro, el problema de los más
quien maneje los términos del interroga- pobres es que ellos son asalariados. Al ser
torio. Cualquiera que haya asistido a una asalariados, ellos no pueden defenderse del
conferencia sabe lo difícil que es mantener alza de precios, ya que los precios suben
la concentración por un largo período de día a día o mes a mes y los sueldos, gene-
tiempo. Pues bien, lo mismo le va a ocurrir ralmente, se reajustan una vez al año. Ese
al Tribunal. diferencial entre los momentos en que se
Lo anterior es aún más evidente en el producen las alzas lo pierde el asalariado
testimonio de un experto, que por de- para siempre. Nunca más lo recupera.
finición extiende su discurso a aspectos A. -¿Podríamos decir entonces que el
técnicos y complejos. Por la forma en que problema se produce porque la inflación sube
se estructuró el testimonio del perito en los precios más rápido que los sueldos?

CHILE 188
 El examen di recto
P. -Así es, ese es precisa y resumidamente
l el problema.
.l A. -¿Describiría entonces la situación
el decir metafóricamente hablando que la
inflación sube por el ascensor v los sueldos
r por la escalera?
P. -Así es, es una excelente analogía.
En este ejemplo, el abogado deja que
el experto se explaye en el sentido eco-
nómico del fenómeno de la inflación. Sin
embargo, una vez que el perito termina su
exposición, a través de preguntas dirigidas,
ya que el abogado sabe las respuestas, em-
pieza a develar, a bajar el contenido de la
exposición a un nivel más lego, y por lo tanto
comprensible para todos, terminando con
una analogía que sintetiza en una formula
breve entendible universalmente, que per-
mite recordar didácticamente lo que es un
fenómeno técnico como la inflación.
3.7. USE :VIATF.RIAL ..\LDIOYISC.\L
El testimonio de cualquier experto puede
ser mejorado mediante el uso de material
audiovisual, gráfico, que permita acompañar
al relato otras formas de expresar conceptos
y la realidad en imágenes.
De esa forma una noción técnica podrá
ser seguida a través de imágenes.
Pensemos, por ejemplo, en un médico
traumatólogo que diserta sobre una fractura.
Lo razonable en ese caso sería preguntar
al perito en forma abstracta acerca de la
fractura que observó en la víctima v luego
incorporar al juicio la radiografía, para que
éste explique al Tribunal qué se observa
en ella y en qué parte aparece o consta la
fractura.
3.8. USE RESÚ:-.1EXES DEXTRO DEI. RELATO
O [NFOR.\lE DEL PERITO
Debido a la complejidad que seguramente
tiene el tema objeto del peritaje, es nece-
sario que el experto explique o establezca
puntos particulares dentro de su informe,
fijarlos en el juicio, para luego pasar a otro
189
v así sucesivamente. Si el perito avanza muy
rápido en su análisis científico o técnico,
es posible que el Tribunal se pierda y no
establezca puntos de conexión o de apo-
yo entre una conclusión y otra o entre los
;1ecesarios elementos técnicos a entender
para justificarlos.
3.9. A.CÉRQl'.ESE AL CONSENSO
Donde hay dos personas especialistas es
altamente posible que existan dos opinio-
nes. A veces estas opiniones tienen raíces
centenarias y otras simplemente rivalidades
que a nosotros nos parecen incomprensi-
bles. Sin embargo, es posible que aunque
las conclusiones difieran, otros aspectos de
ellos no. A-sí, por ejemplo es posible que
la metodología empleada por su perito sea
superior que la del de la contraria y sea ese
hecho, el método, el que fuerce al Tribunal
a darle credibilidad a las conclusiones que
postula su experto en comparación a las de
la contraparte.
En ese sentido, si usted acredita que la
pericia tiene una cierta metodología uná-
nimemente reconocida por la ciencia,
indirectamente empiezan a ganar fuerza
las conclusiones de aquel que siguió esa
metodología.
Este principio de consenso permite obte-
ner las proposiciones fácticas que todos los
expertos concuerdan, fijarlas en el Tribunal,
para luego concentrarse en aquellos aspec-
tos que las pericias difieren para intentar
acreditarlas de otra forma.
3.10. LOGRE QUE SU EXPERTO UTILICE UN
LDiGUAJE UNÍVOCO Y CERTERO
Muchos profesionales tienen un estilo que
los fuerza a comunicarse evitando los ab-
solutos en sus respuestas, por lo que usan
términos como: "hasta donde entiendo",
"hasta donde sé", "según lo que pude leer
o revisar", "con la información que tuve a <
la vista", etc. Este lenguaje puede parecer
muy prudente y hasta humilde en ciertos
contextos, pero en unjuicio, donde se deben
WlTOIUAL JURfD!CA DI CHILE *'
f\1/\
 Curso elemental
transmitir certezas, este tipo de lenguaje
crea inseguridades o dudas razonables.
Se deben obtener del experto frases que
indiquen seguridad y convicción en los re-
sultados, frases unívocas.
Así, por ejemplo, lo esperable es obtener
una conclusión directa y contundente del
perito que no dé lugar a interpretaciones,
como por ejemplo: "el resultado de mi pe-
ricia contable demuestra inequívocamente
que existen $ 23.580.387 sin justificación
en la contabilidad de la empresa".
3.11. ENC.\IERE
Como veíamos en el capítulo de falacias y
otros errores lógicos, las personas tienden a
prestar mayor atención cuando las conclu-
siones o los hechos se enumeran. La sola
enumeración abre la curiosidad del inter-
locutor, a la vez que otorga un parámetro
fácil y razonable de seguir y verificar.
Abogado. -Profesor Guzmán, ¿cuál es su
impresión del estudio del perito contable
que expuso en este juicio?
Perito. -Bueno, encontré tres problemas
de análisis que me gustaría aclarar.
A. -¿Cuáles son estos 3 problemas?
P. -Primero, el profesor Godoy omitió
considerar en su análisis el factor de riesgos
consistente en la edad del periciado señor
Gómez. Segundo ...
3.12. ANTICIPE LAS PREGL'NTAS
DE LA CONTRAPARTE
Debe tratar de interrogar al experto, para
darle oportunidad de explicar o defender
algunos de sus dichos antes que la contraria
los utilice en su contra. Para lo anterior debe
anticipar cuáles son los puntos débiles y atar
cualquier cabo suelto en la declaración de
su experto. Por ejemplo, abordar el tema
honorarios, algunas presunciones que pudo
hacer el experto en su análisis, el haber uti-
lizado fuentes secundarias para informarse
de los hechos, prejuicios aparentes, etc.
En el fondo, así como la teoría del caso
tiene su debilidad, también cada aspecto del
190
de litigación oral
juicio, y en este caso el peritaje, también tie-
ne o puede presentar su debilidad. En estos
casos, el litigante debe anticipar la debilidad
y explicarla antes que sea develada por la
contraria v sea ella en el alegato de clausura
la que la interprete o le dé explicaciones.
4. LOS PERITOS EN LA
LEGISLACIÓK CHILENA
4.1. L\ PRl-EBA PERICI.-\L EN EL CÓDIGO
PROCESs\L PE:\'"AL
El Código Procesal Penal regula el informe
de peritos en el párrafo 6º del Título III, del
Libro II, artículos 314 y siguientes.
A pesar de su ubicación, dentro del jui-
cio oral, algunas de sus normas se aplican
ante el juez de garantía, en la audiencia
preparatoria de juicio oral, y otras ante el
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, en el
juicio oral propiamente tal.
Así, de acuerdo al artículo 314 del C.P.P.,el
Ministerio Público v los demás intervinientes
podrán presentar informes elaborados por
l
peritos de su confianza y solicitar que éstos
l
fueren citados a declarar aljuicio oral, acom-
pariando los comprobantes que acreditaren J
e
la idoneidad profesional del perito.
Este artículo consagra la libertad que
tienen los intervinientes para elegir los pe-
ritos, norma que modifica sustancialmente
el sistema existen te hasta la fecha, en virtud
del cual era el Tribunal el que designaba
los peritos de acuerdo a una nómina que
elaboraba la Corte de Apelaciones.
Hov, en virtud del artículo 314 inciso
1 º, cada interviniente elige su perito, co-
rrespondiendo al Tribunal en definitiva
definir el valor probatorio que le asigna
al peritaje de acuerdo al análisis que de la
credibilidad de los mismos efectúe en la
sentencia definitiva.
4.1.1. Procedencia del informe de peritos.
Admisibilidad del peritaje ante el tribunal
de garantía en la audiencia preparatoria del
juicio oral
El inciso 2º del artículo 314 del C.P.P.sostiene
que "procederá el informe de peritos en lo,
 El examen
casos determinados por la ley y siempre que
para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de
una ciencia, arte u oficio".
El destinatario de esta norma, es decir, el
determinado a velar por su cumplimiento,
es el Tribunal de Garantía en la audiencia
preparatoria de juicio oral, ya que es este el
que debe filtrar la prueba que deba rendir-
se, de acuerdo a lo previsto en los artículos
276 y 277, letra d) del C.P.P.
Si uno de los intervinientes promue\'e
o sostiene la tesis que es impertinente la
prueba pericial toda vez que no se dan los
supuestos fácticos del inciso 2º del artículo
314 del Código Procesal Penal en el sen-
tido que el hecho que se trata de apreciar
no es relevante para la causa, o que para
su debida apreciación no es necesario el
conocimiento de alguna ciencia o arte, de-
berá discutirse v fallarse la incidencia en la
)
audiencia preparatoria del juicio oral ante
el juez de garantía.
Al momento de solicitarse ante el Tri-
bunal de Garantía que se decrete la prue-
ba para ser practicada ante el Tribunal de
juicio oral, conforme al artículo 315 del
Código Procesal Penal, debe entregarse
un informe escrito, emitido por el perito,
que con tenga:
a) La descripción de la persona o cosa
que fuere objeto de él, del estado y modo
en que se hallare;
b) La relación circunstanciada de todas las
operaciones practicadas y su resultado, y
c) Las conclusiones que, en vista de tales
datos, formularen los pelitos conforme a
los principios de su ciencia o reglas de su
arte u oficio.
En conformidad al artículo 314 inciso
3º del mismo cuerpo legal, "los informes
deberán emitirse con imparcialidad, ate-
niéndose a los principios de la ciencia o
reglas del arte u oficio que profesare el
perito".
El artículo 321 del C.P.P. permite al Mi-
nisterio Público presentar como peritos a
los miembros de los organismos técnicos
que le prestaren auxilio en su función in-
vestigadora, ya sea que pertenecieren a la
191
directo
policía, al propio ministerio público o a
otros organismos estatales especializados
en tales funciones.
Obviamente, estos peritos también de-
berán presentar su informe en los términos
que señala la ley.
La entrega de este informe a la otra parte
tiene por objeto que esta prepare el inte-
rrogatorio o contraexamen del peritaje, de
acuerdo al principio de igualdad de armas
que rige el juicio oral.
Cumplidos estos requisitos, de acuerdo
al artículo 316 del Código Procesal Penal,
"el juez de garantía admitirá los informes
y citará a los peritos cuando, además de los
requisitos generales para la admisibilidad de
las solicitudes de prueba, considerare que
los peritos y sus informes otorgan suficientes
garantías de seriedad y profesionalismo. Con
Lodo, el juez de garantía podrá limitar el
número de informes o de peritos, cuando
unos u otros resultaren excesivos o pudieren
entorpecer la realización del juicio".
Nuevamente, el destinatario de esta norma
es el juez de garantía, ya que es éste el que
debe determinar las pruebas que deben
rendirse en eljuicio oral.
Termina el inciso 2º del mismo artículo
señalando que "los honorarios y demás gastos
derivados de la intervención de los peritos
mencionados en este artículo corresponde-
rán a la parte que los presentare".
A su turno, el inciso 3º del artículo 316
del C.P.P. consagra una importante excep-
ción al principio que cada parte paga su
peritaje, ya que "el juez de garantía podrá
relevar a la parte, total o parcialmente, del
pago de la remuneración del perito, cuando
considerare que ella no cuenta con medios
suficientes para solventarlo o cuando, tra-
tándose del imputado, la no realización de
la diligencia pudiere importar un notorio
desequilibrio en sus posibilidades de defen-
sa. En este último caso, cljuez de garantía
regulará prudencialmente la remuneración
del perito, teniendo presente los honorarios
habituales en la plaza y el total o la parte de
la remuneración que no fuere asumida por
el solicitante será de cargo fiscal".
Para los efectos de realizar el peritaje,
es posible que los peritos deban examinar
7'17,
[[)!T()R[AL JURIDlCA DE CHJLE ~
 Curso elemental
objetos, documentos o lugares. En esta hi-
pótesis, el artículo 320 del C.P.P. permite
que durante la etapa de investigación o en
la audiencia preparatoria del juicio oral, los
intervinientes soliciten aljuez de garantía que
dicte las instrucciones necesarias para que
sus peritos examinen esos objetos, lugares
o documentos. Señala la norma que el juez
de garantía deberá acceder a la solicitud, a
menos que, presentada durante la etapa de
investigación, considerare necesario poster-
garla para proteger el éxito de esta.
Finalmente, respecto de las cuestiones a
ser discutidas ante cljuez de garantía, en la
audiencia preparatoria del juicio oral, cabe
tener presente que el artículo 317 del C.P.P.
sostiene que "no podrán desempeñar las
funciones de peritos las personas a quienes
la ley reconociere la facultad de abstenerse
de prestar declaración testimonial".
4.1.2. El peritaje en la audiencia
del juicio oral
Recordemos que al ser el juicio oral, la
prueba es la que se rinde en el juicio y no
a través de documentos o papeles. Traducido
lo anterior al peritaje, la prueba consistirá
en el informe que el perito presente ver-
balmente ante el Tribunal v no el informe
escrito que este entregó en la audiencia
preparatoria del juicio oral.
Dicho informe escrito tiene por objeto
entregar información a las partes para los
efectos de que preparen eljuicio cumpliendo
con ello el principio de igualdad de armas que
rige eljuicio oral, como asimismo permitirá
ocuparlo en el juicio para refrescar memoria
o superar contradicción en los términos del
artículo 332 del C.P.P.,arriba analizado para
el examen directo de los testigos.
La única excepción contemplada en la
ley en el sentido que no es necesaria la
comparecencia personal del perito para que
rinda su informe en el juicio oral, limitán-
dose la pericia a la lectura del informe en la
audiencia de juicio, fue introducida por la
Ley Nº 20.074, de 14 de noviembre de 2005,
que agregó un inciso 2º al artículo 315 del
Código Procesal Penal, que dispone "no
EDíTORL­'\L
de litigación oral
obstante, de manera excepcional, las pericias
consistentes en análisis de alcoholemia, de
ADN y aquellas que recayeren sobre sustan-
cias estupefacientes o psicotrópicas, podrán
ser incorporadas al juicio oral mediante la
sola presentación del informe respectivo.
Sin embargo, si alguna de las partes lo so-
licitare fundadamente, la comparecencia
del perito no podrá ser substituida por la
presentación del informe".
Salvada esta excepción, cabe tener pre-
sente que, en cuanto a la declaración de los
peritos, el artículo 319 del Código Procesal
Penal sostiene que ésta se regirá por las
mismas normas previstas en el artículo 329 y.
supletoriamente, por las reglas establecidas
para los testigos.
El artículo 329 del Código Procesal Penal
a que se remite el artículo 319 consagra una
importante diferencia respecto de la forma
cómo declaran los peritos en relación con
la que rige la de los testigos.
Recordemos que para los testigos, ellos
declaran previa interrogación de los abo-
gados de los intervinientes, artículo 32Sl
inciso 3º, primera parte. En el caso de los
peritos, en cambio, la segunda parte de
la misma norma sostiene que "los peritos
deberán exponer brevemente el contenido
y las conclusiones de su informe, y a conti-
nuación se autorizará que sean interrogados
por las partes".
En consecuencia, el perito expone libre-
mente su informe v conclusiones, para luego
ser examinado directamente por la parte
que lo presenta y luego contraexaminado
por la contraria.
Al igual que los testigos, la línea de inte-
rrogación del peritaje deberá comprender su
acreditación y el fondo, como se desprende
del artículo 318 del Código Procesal Penal.
que dispone que "los peritos no podrán
ser inhabilitados. No obstante, durante la
audiencia del juicio oral podrán dirigírseles
preguntas orientadas a determinar su im-
parcialidad e idoneidad, así como el rigor
técnico o científico de sus conclusiones. La,
partes o el tribunal podrán requerir al perite,
información acerca de su rernuneración v
la adecuación de ésta a los montos usuales
para el tipo de trabajo realizado".
192
 El examen
4.2. Los PERITOS E~ EL PROCEDIMIENTO
DE F..\\HLL\ DE LA LEY Nº 19.968
Al igual que en el Código Procesal Penal
existen normas que da la Ley:\'º 19.968 que se
aplican ante eljuez que conoce la audiencia
preparatoria elejuicio oral y otras que rigen
la práctica del informe pericial ante el juez
de familia que conocerá el juicio oral.
La Ley Nº 19. 968 regula la prueba pe-
ricial en el párrafo 3º Nº 3, artículos 45 Y
sigui en tes.
La primera ele elichas normas sostiene
que "las partes podrán recabar informes
elaborados por peritos ele su confianza y
solicitar que éstos sean citaelos a declarar
a la audiencia elejuicio, acompañando los
antecedentes que acreditaren la idoneidad
profesional del perito", norma que repite
casi a la letra la idea del artículo 314 del
Código Procesal Penal.
Dicha norma, como comentábamos,
análoga a la del Código Procesal Penal,
consagra la liberación del sistema ele pe-
ritajes dentro del Derecho de Familia, en
el sentido que cada parte elige a su peritó,
sin perjuicio del valor probatorio que le
asigne el Tribunal en definitiva, de acuerdo
al análisis de credibilidad que se establezca
en la sentencia definitiva.
4.2.1. Procedencia del informe de peritos.
Admisibilidad del peritaje ante eljue: de
familia que conoce la audiencia preparatoria
del juicio oral
El inciso 2º del artículo 45 de la LevX" 19.968
establece que "procederá la prueba peri-
cial en los casos determinados por la ley y
siempre que, para apreciar algún hecho o
circunstancia relevante para la causa, fueren
necesarios o convenientes conocimientos
especiales de una ciencia, arte u oficio".
El contenido de esta norma debe ser
aplicado ante el Tribunal ele Familia que
conoce de la audiencia preparatoria del
juicio oral, ya que en dicha audiencia se
determinan las pruebas que hayan de ren-
dirse ante el juicio oral (artículo 61 Nº 8,
Ley Nº 19.968).
193
directo
Nos remitimos a lo señalado más arriba a
propósito del peritaje en el proceso penal.
En todo caso, de acuerdo al inciso final del
artículo 45 de la Ley Nº 19.968, modificado
por la Ley Nº 20.268, eljuez, de oficio o a pe-
tición de parte, podrá solicitar la elaboración
de un informe de peritos a algún órgano pú-
blico u organismo acreditado ante el Servicio
~acional de Menores que reciba aportes del
Estado y que desarrolle la línea de acción a
que se refiere el artículo 4º, Nº 3.4 de la Ley
?\º 20.032, cuando lo estime indispensable
para la adecuada resolución del conflicto.
Al momento de solicitarse ante el Tri-
bunal de Familia que conoce la audiencia
preparatoria del juicio oral la admisibilidad
de peritaje, conforme al artículo 46 de la Ley
:'.\º 19.968, modificado por la Ley Nº 20.268,
debe entregarse un informe escrito emitido
por el perito, con la finalidad de ponerlo
en conocimiento de la parte contraria, con
tantas copias como figuren en el proceso,
con la finalidad de ponerlo en conocimiento
de aquéllas, con cinco días de anticipación
a la audiencia del juicio, a lo menos.
Dicho informe escrito deberá contener:
a) La descripción de la persona, hecho
o cosa que fuere objeto de él, del estado y
modo en que se hallare;
b) La relación circunstanciada de to-
dos los procedimientos practicados y su
resultado, v
c) Las conclusiones que, en vista de tales
datos, formularen los peritos conforme a
los principios de su ciencia o reglas de su
arte u oficio.
De acuerdo al inciso 3º del artículo 45
de la ley que crea los Tribunales de Familia,
"los informes deberán emitirse con obje-
tividad, ateniéndose a los principios de la
ciencia o a las reglas del arte u oficio que
profesare el perito".
Cumplidos estos requisitos, de acuerdo
al artículo 47 de la Ley Nº 19.968, "el juez
admitirá la prueba pericial cuando, además .?.
de los requisitos generales para la admisibili-
dad de las solicitudes de prueba, considerare
que los peritos otorgan suficientes garantías
de seriedad y profesionalismo. Con todo, el
tribunal podrá limitar el número de peritos,
cuando resultaren excesivos o pudieren
entorpecer la realización del juicio".
1.·y7:
EDlTOR[AL JURIDICA DI CHHE ~
______________ C_,l_tr~so_ e_lemental
Esta declaración de admisibilidad del
peritaje la hace el Tribunal de Familia que
conoce de la audiencia preparatoria, dis-
poniendo la recepción de esta prueba en
la audiencia del juicio oral.
Finaliza el artículo 4 7 disponiendo que
"los honorarios y demás gastos derivados de
la intervención de los peritos mencionados
en este artículo corresponderán a la parte
que los presente".
4.2.2. El peritaje en el juicio oral de familia
Al tratarse de un juicio oral la prueba pe-
ricial, el informe que rinda el perito será
la declaración que preste en el juicio y no
el informe escrito que entregó en el Tribu-
nal que conoció la audiencia preparatoria.
Dicho informe escrito tiene por fin entre-
gar información a la contraparte para los
efectos que pueda preparar el juicio, pero
no constituye prueba pericial sino aquella
que se realiza en la audiencia del juicio en
forma oral y no en forma escrita.
La única excepción contemplada en la ley
en el sentido que no es necesaria la compa-
recencia personal del perito para que rinda
su informe en el juicio oral, limitándose la
pericia a la lectura del informe en la audiencia
de juicio, tiene lugar en el inciso final del
artículo 49 de la Ley Nº 19.968, que sostiene
que, "excepcionalmente, eljuez podrá, con
acuerdo de las partes, eximir al perito de la
obligación de concurrir a prestar declaración,
admitiendo en dicho caso el informe pericial
como prueba". En este caso, de acuerdo al
artículo 64 inciso 4º de la Ley Nº 19.968, "los
documentos, así como el informe de peritos
en su caso, serán exhibidos y leídos en el
debate, con indicación de su origen".
Fuera de esta excepción, el artículo 49
sostiene en su inciso 1 º que "la declaración
de los peritos en la audiencia se regirá por
las normas establecidas para los testigos,
con las modificaciones que expresamente
se señalan en el acápite siguiente", norma
que a su turno nos remite al artículo 64
de la Ley Nº 19.968, que establece en su
inciso 2º, parte final, que "los peritos de-
berán exponer brevemente el contenido y
las conclusiones de su informe y luego se
194
de litigación oral
autorizará su interrogatorio por las partes",
a la vez que el inciso 3º agrega que "el juez
podrá efectuar preguntas al testigo o perito,
así como a las partes que declaren, una vez
que fueren interrogadas por los litigantes.
con la finalidad de pedir aclaraciones o
adiciones a sus testimonios".
En síntesis, el perito primero expone
su informe y conclusiones, para luego ser
examinado directamente por la parte que
lo presenta y luego contraexaminado por
la contraria.
Al igual que los testigos, la línea de inte-
rrogación del peritaje deberá comprender
su acreditación y el fondo, como se des-
prende del artículo 48 de la ley que crea
los Tribunales de Familia, que establece que
"los peritos no podrán ser inhabilitados. No l
obstante, durante la audiencia podrán diri- J
gírseles preguntas orientadas a determinar
su objetividad e idoneidad, así como el rigor
técnico o científico de sus conclusiones. Las
partes o el juez podrán requerir al perito
información acerca de su remuneración v
la adecuación de ésta a los montos usuale's
para el tipo de trabajo realizado".
4.3. EL PERITAJE E:\" EL PROCEDIMIENTO
LABORAL
Al igual que en el Código Procesal Penal
y en la Ley Nº 19.968, la ley reglamenta la
procedencia del informe de peritos para
ser discutida en la audiencia preparatoria
y la rendición misma del peritaje en la au-
diencia del juicio oral.
4.3.1. Procedencia del informe de peritos.
Admisibilidad del peritaje ante eljuez que
conoce la audiencia preparatoria del juicio ora C
El artículo 453 Nº 4 del Código del Trabaje
señala que "eljuez resolverá fundadamentc
en el acto sobre la pertinencia de la prueba
ofrecida por las partes, pudiendo valerse
de todas aquellas reguladas en la ley. La,
partes podrán también ofrecer cualquier
otro elemento de convicción que, a juicio
del tribunal, fuese pertinente". J
 El examen
En consecuencia, siendo la prueba pe-
ricial un medio de prueba regulado en la
legislación, es posible solicitar que se lleve
a cabo en el juicio oral, discutiéndose su
admisibilielael en la audiencia preparato-
ria.
Debemos recordar asimismo que en
el procedimiento laboral el juez de oficio
puede decretar las diligencias probatorias
que se renelirán en la audiencia del juicio,
dentro de las cuales podría estar la prueba
pericial, artículo 453 Nº 9.
Obviamente para que se decrete el peri-
taje, debe existir una cuestión en el juicio
para cuya debida apreciación se requiera el
conocimiento especial de alguna ciencia o
arte. No lo dice la ley de manera expresa,
pero el artículo 432 de Código elel Traba-
jo señala que "en todo lo no regulado en
este Código o en leyes especiales, serán
aplicables supletoriamente las normas con-
tenidas en los Libros I v II ele! Cóeligo ele
Procedimiento Civil, a menos que ellas sean
contrarias a los principios que informan este
procedimiento". Pues bien, elentro de las
normas insertas en el Libro I del C.P.C., se
encuentra el artículo 3º del mismo cuerpo
legal que hace aplicables las reglas del juicio
ordinario a todos los trámites, gesliones
o actuaciones que no estén sometidos a
una regla especial diversa, cualquiera sea
su naturaleza, y el artículo 41 1 Nº 1 º del
C.P.C., inserto dentro del juicio ordinario,
nos señala la regla general para determinar
la admisibilidad del informe de peritos.
Decretado el peritaje, el artículo 453
Nº 8º, inciso 5º del Código del Trabajo, sos-
tiene que "cuando se rinda prueba pericial,
el informe respectivo deberá ser puesto a
disposición de las partes en el tribunal al
menos tres días antes de la celebración de
la audiencia de juicio".
Como hemos visto más arriba, esta exi-
gencia de acompafiar el informe, tiene como
único propósito permitir a la contrapane
darle información para poder contraexa-
minar al perito, pero ello no significa que
sea el informe escrito la prueba pericial,
sino que ésta será la declaración que rinda
el perito en la audiencia preparatoria del
juicio oral.
195
directo
4.3.2. El peritaje en la audiencia
deljuú:io oral
Como hemos señalado reiteradamente, la
prueba ele peritos será aquella que se rinda
verbalmente en la audiencia del juicio oral
y no el informe escrito que se acompañó
para los efectos que la parte tuviera infor-
mación sobre el mismo.
La única excepción contemplada en
la lev en el sentido que no es necesaria la
comparecencia personal del perito para
que rinda su informe en el juicio oral,
limitándose la pericia a la lectura del in-
forme en la audiencia de juicio, tiene lugar
en el inciso 5º del Nº 8 del artículo 453
del Código del Trabajo cuando sostiene
que "el juez podrá, con el acuerdo de las
partes, eximir al perito de la obligación
de concurrir a prestar declaración, admi-
tiendo en dicho caso el informe pericial
como prueba". En este caso, de acuerdo a
la ley, el informe pericial será incorporado
a través de su lectura.
Fuera de esta excepción, la parte final
elel inciso 5º del Nº 8 del artículo 453 del
Código expresa que "la declaración de los
peritos se desarrollará de acuerdo a las nor-
mas establecidas para los testigos", norma
que a su turno nos remite al artículo 454
Nº 5 del Código del Trabajo.
Se aplican a los peritos, en consecuencia,
las mismas reglas que analizamos a propósito
de la declaración de los testigos.
Ahora bien, la Ley Nº 20.260 incorporó
el Nº 7 al artículo 454 que regula la situa-
ción que se presenta si el informe pericial
no estuviere evacuado antes de la audien-
cia y fuere relevante su contenido para la
resolución del mismo. En ese escenario, el
juez deberá, dentro ele la misma audiencia,
tomar las medidas inmediatas que fueren
necesarias para su aportación a la audiencia.
Si al término de la audiencia de juicio no
se hubieren cumplido, el juez fijará para
ese solo efecto una nueva audiencia que
deberá llevarse a cabo dentro del más breve
plazo.
Esta misma regla se aplica para los ofi-
eros.
F.DlTOlU;\L JURIDICA DI cinu .ZS1ZS
::...,¡,.......
 Capítulo
LA EVIDENCIA MATERIAL
En un juicio no sólo necesitaremos recu-
rrir a las declaraciones de personas para
acreditar nuestras proposiciones fácticas,
sino que en muchas ocasiones deberemos
incorporar instrumentos, objetos, foto-
grafías u otros medios de prueba, con el
propósito de producir la convicción del
Tribunal.
Toda esta evidencia material para ser
considerada prueba desde el punto de vis-
la legal deberá ser incorporada al juicio,
básicamente a través de su lectura, de ser
ello posible, su exhibición a las partes del
juicio y su reconocimiento respecto de los
testigos y peritos que tiene algún tipo de
conocimiento de los mismos.
Nos referiremos separadamente a la
prueba instrumental, a los objetos va los
otros medios de prueba.
l. PRUEBA INSTRUl\fENTAL Y
DOCUMENTAL
Documento es todo medio a través del cual
se da cuenta de un hecho. Instrumento, en
cambio, es una especie de documento que
se otorga en forma escrita. En consecuen-
cia entre documento e instrumento hav
una relación de género a especie, ya que
todo instrumento es un documento, pero
no a la inversa. Sin perjuicio, veremos que
el legislador muchas veces los trata como
conceptos sinónimos.
La incorporación de los instrumentos al
juicio tiene ciertas etapas que el litigante
debe seguir para los efectos que sean con-
siderados prueba.
197
Sé p t i m o
Un a imagen vale más que mil palabras.
1.1. OFRECI:\IIE::-;To DEL Il\STRUMF.NTO
Para iniciar el procedimiento tendiente
a incorporar un documento al juicio oral
debernos ofrecerlo, individualizándolo.
Para este efecto, debemos recordar que
la prueba a presentarse en el juicio ha
sido decretada en la audiencia preparato-
ria del juicio oral, donde el documento u
otra especie de evidencia material que se
trata de incorporar ha sido individualiza-
da con un número. Así, por ejemplo, el
auto de apertura de juicio oral señalará
bajo el párrafo prueba documental que el
querellante acompañará 5 documentos,
enumerándolos.
Sin embargo, es posible que en la
audiencia del juicio oral el abogado de-
cida no usar toda la prueba que tiene
disponible de conformidad al auto de
apertura, circunstancia por la cual esa
individualización que emana del auto de
apertura no es vinculante y el abogado
puede identificar a su instrumento con
otro número, letra o de otra forma. De-
bemos recordar que el procedimiento es
desformalizado.
Así, por ejemplo, el abogado, al ofrecer
el documento dirá lo siguiente:
Abogado. -Su Señoría, vengo en solicitar
la incorporación del instrumento individua-
lizado en el auto de apertura con el Nº 5 y
que para los efectos de este juicio ha sido
identificado con la letra A, consistente en
cheque Nº 33245 de la cuenta corriente
Nº 247656­5 del Banco Financiero Interna-
cional, girado por la víctima señora Soledad
Stiglich Vallejos ...
EDlTURf,\L
~
JURIDICA or CHJLE ~.,¡,;,::::;.
 Curso elemental
1.2. LECTURA. DEL INSTRUMENTO
Luego del ofrecimiento de la prueba, el
interesado en incorporar el documento
debe proceder a darle lectura, indicando
el origen del mismo. A pesar que el instru-
mento por su esencia es escrito, la lectura
pretende dar cumplimiento al principio
de oralidad propio de esta clase de proce-
dimientos. No basta, en consecuencia, con
la mera incorporación material del instru-
mento, sino que hay que leerlo, señalando
el origen del mismo.
Lo normal es que la lectura del docu-
mento sea completa. Sin embargo, en los
casos que el documento fuere de gran ex-
tensión, la ley permite, con acuerdo de las
partes o intervinientes, darle lectura en
forma parcial o extractada, por razones de
economía procesal.
Es importante para efectos comunica-
cionales, y como la lectura puede ser un
poco tediosa tanto para el que lee como
para el Tribunal de seguirla, tener presente
por el litigante que debe realizar cambios
del tono de voz y pausas cuando se lean
las partes del documento que se quiere
destacar ante el Tribunal. Si se desea fijar
con mayor detalle aun algún punto espe-
cífico del instrumento, nada obsta a que se
recurra a la técnica del eco, repitiendo la
parte que nos interesa enfatizar.
A'>í, después de ofrecer el documento,
el litigante deberá proceder a leerlo.
Abogado. - ... cheque serie 0093, cuen-
ta corriente Nº 247656-5, Soledad Stiglich
Vallejos, ochocientos cincuenta mil pesos,
Apoquindo 3100, Santiago, Coquimbo, 20 de
febrero de 2008, páguese a la orden de Mó-
nica Covarrubias, la cantidad de ochocientos
cincuenta mil pesos m/l. Banco Financiero
Internacional. Hay firma ilegible. Hay timbre
de caja que dice pagado, Sucursal La Serena,
fecha 21 de febrero de 2008.
1.3. EXHIBICIÓN DEL INSTRUMENTO A LOS
DEMAS INTERVINIENTES
Una vez leído el documento que se trata
de incorporar, el interesado debe exhibir-
®. EDlTORIAL JURIDICA DE CHlLE
de litigación oral
sel o a los demás intervinientes o partes del
juicio, permitiendo que formulen alguna
observación respecto del mismo.
Cabe señalar que si alguna de las par-
tes quisiere objetar el documento, sea por
nulidad, falta de autenticidad o falsedad
en sus declaraciones, es el momento de la
exhibición la etapa procesal para hacerlo.
Los jueces, por su parte, de ben tomar nota
de la objeción, la que tiene la naturaleza
de un incidente, cuya resolución pueden
reservarse para la sentencia definitiva.
Otra cuestión a tener en cuenta, aunque
es un punto de naturaleza sustantiva, es que
en los juicios orales, dada la libertad que
existe en materia de valoración de prueba,
los jueces no se encuentran sometidos a
las normas sobre valor probatorio de los
instrumentos que consagra el Código Civil
en los artículos 1700 y siguientes.
En losjuicios orales, los tribunales aprecian
libremente la prueba, por lo que las reglas
legales sobre valoración de los instrumentos
públicos o privados que efectúa el derecho
común no son vinculantes para ellos.
1.4. RESOLl:CIÓ~ DEL TRIBC:\':\L QUE
I:\'CORPORA EL I:\'STRC~JE:\'TO
Cna vez que ha realizado los pasos pre-
cedentes, el litigante debe preocuparse
de obtener del Tribunal una resolución
que tenga por incorporado el documento
ofrecido. Sólo a partir de ese momento el
instrumento puede ser considerado prueba
para todos los efectos legales.
Así, el abogado señalará, después de
procedida a la lectura del documento.
Abogado. -Su Sefioria, solicito tener
por incorporado al juicio instrumento con-
sistente en cheque Nº 33245 de la cuenta
corriente Nº 247656-5 del Banco Financiero
Internacional, girado por la víctima, señora
Soledad Stiglich Vallejos.
Tribunal. -Como se pide, el Tribunal
tiene por incorporado cheque que para los
efectos de este juicio queda individualiza-
do con la letra A de la prueba de la parte
querellante.
Abogado. -Gracias, Su Señoría.
198
 La evidencia material
:1 1.5. RECONOCllv1IEr-,;ro DEL INSTRUMENTO
a cuenta?
Una vez que la prueba ha sido incorporada
r­ aljuicio, ha pasado a ser prueba del mismo,
r y desde ese momento puede ser usada por
::l. todos los intervinientes, no sólo por la parte
a que lo incorporó.
,. En consecuencia, es una decisión estra-
a tégica el definir el momento en el cual se
a incorporan los documentos, porque a partir
1
de ese instante la contraparte podrá usarlos
para los efectos de sus interrogatorios o
contraexárnenes.
Así, por ejemplo, si yo quiero incorporar
un instrumento, pero no deseo que la con-
traria lo ocupe con un determinado testigo
o experto que declara también por mi parte,
es sugerible hacer declarar al testigo o ex-
perto y luego, una vez liberado ese testigo
o perito, incorporar el instrumento. De
esa forma evito que la contraria lo ocupe.
Obviamente, para que esta estrategia surta
algún efecto es necesario que ese testigo o
experto no esté en la nómina de los testigos
o expertos de la contraparte, porque en
ese caso todavía tendría derecho a usar el
documento con ese testigo o perito cuando
le toque su turno de producir prueba.
Sentado lo anterior, es importante, una
vez incorporado el instrumento, usarlo con
los testigos o expertos que han estado cer-
ca de él, que lo han suscrito, estudiado o
analizado, con el objeto de complementar
la declaración del testigo o perito, auten-
tificar el instrumento, darle verosimilitud
al testimonio, por citar algunos.
Una aconsejable técnica de litigación
consiste en construir un relato y luego in-
corporar el instrumento para que el testi-
go o experto lo reconozca y de esa forma
refuerce lo que acaba de d~clarar.
Veamos un ejemplo:
Abogado. -Señora Stiglich, ¿usted tiene
cuenta corriente?
Testigo. -Sí, claro, en el Banco Finan-
ciero Internacional, desde hace aproxima-
damente 8 años.
A. -¿ Recuerda el número de su cuenta
corriente?
T. -Por supuesto, la Nº 24 7665-5.
199
A. -¿Sabe en qué sucursal abrió su
T. -Sí, por supuesto, en la Sucursal Apo-
quindo, que está en Av. Apoquindo con
Manquehue, al costado del Apumanque.
A. -¿Puede relatar al Tribunal qué le
ocurrió en el mes de febrero de 2008?
T. -Sucedió que yo estaba veraneando
como todos los años en La Serena con mi
familia. El día 20 de febrero fui al Supermer-
cado Don Santiago, que está a 2 cuadras de
El Faro, como a eso de las 10 de la mañana.
Cuando estaba comprando, en uno de los
pasillos del Supermercado se me acercó
una señora que me dijo que se me había
caído la billetera, por lo que le agradecí y
seguí comprando.
A. -¿Qué ocurrió después?
T. -Seguí veraneando sin sospecha. Lo
que ocurrió fue que cuando volví a Santia-
go, ingresé al Banco por Internet y me di
cuenta que me faltaba plata, de acuerdo a
los cálculos que yo tenía.
A. -Permítame interrumpirla. ¿Qué día
volvió a Santiago?
T. -El 23 de febrero, me acuerdo perfec-
tamente porque ese día está de cumpleaños
mi marido.
A. -¿Fue ese día el que se dio cuenta que
le faltaba dinero en la cuenta corriente?
T. -Sí.
A. -¿Qué hizo una vez que se dio cuenta
que le faltaba dinero?
T. -Bueno, como le contaba, me puse
a revisar la cartola que aparece en Internet
v ahí salía un cheque cobrado el día 21 de
febrero, por caja en la Sucursal La Serena
del Banco, por$ 850.000.
A. -¿Ese cheque había sido girado por
usted?
T. -Por supuesto que no, no había gi-
rado ningún documento por ese monto
mientras estaba de vacaciones.
A. -¿Estaba segura?
T. =Mire, en ese momento uno no cree
que le han robado, sino que se pone a pensar
¿a quién le habré pagado ese cheque?, así
que llamé a la ejecutiva y le pedí que me
enviara el documento por correo electrónico
y cuando lo vi me di cuenta que no era mi
firma, que yo no lo había girado.
 ~~~~~~~~~~~C_u_rs_o_e_.Ie_1_n_er_1talde.~l_it~ig~a_c_ió_n_o_1_·a_l~~~~~~~~~~~
A. -Su Señoría, vengo en solicitar la
incorporación del instrumento individua-
lizado en el auto de apertura con el Nº 5 y
que para los efectos de este juicio ha sid;
identificado con la letra A, consistente en
cheque Nº 33245 de la cuenta corriente
Nº 24 7656-5 del Banco Financiero Inter-
nacional, girado por la señora Soledad
Stiglich Vallejos.
Tribunal. Proceda a dar lectura al do-
cumento.
A. -Cheque serie 0093, cuenta corrien-
te Nº 247656-5, Soledad Stiglich Vallejos,
ochocientos cincuenta mil pesos, Apoquindo
3100, Santiago, Coquimbo, 20 de febrero
de 2008, Páguese a la orden de Mónica
Covarrubias, la cantidad de ochocientos
cincuenta mil pesos m/1. Banco Financie-
ro Internacional. Hay firma ilegible. Hay
timbre de caja que dice pagado, Sucursal
La Serena, fecha 21 de febrero de 2008.
Tribunal. -Abogado, exhiba el docu-
mento a los demás intervinientes.
A. -Por supuesto Su Señoría.
Tribunal. -¿Tiene algo que decir algún
interviniente?
Fiscal. -Nada por el Ministerio Públi-
co.
Defensor. -Esta parte no tiene reparos
Su Señoría.
A. -Su Señoría, solicito tener por incor-
porado al juicio instrumento consistente
en cheque Nº 33245 de la cuenta corriente
Nº 247656-5 del Banco Financiero Interna-
cional, girado por la víctima señora Soledad
Stiglich Vallejos.
Tribunal. -Como se pide, el Tribunal
tiene por incorporado cheque que para los
efectos de este juicio queda individualiza-
do con la letra A de la prueba de la parte
querellante.
Abogado. -Gracias Su Señoría, prosigo
con mi interrogatorio.
Tribunal. -Continúe Señor Abogado.
A. -Señora Soledad, quiero que mire
con atención el documento individualizado
para los efectos de este juicio como prueba
A de la documental de la parte querellante
y me diga si lo conoce o lo ha visto antes.
T. -Sí, por supuesto, este es el cheque
que fue falsificado.
200
A. -¿Este cheque pertenece a su cuenta
corriente?
T. ­Sí.
A. -¿Fue girado por usted?
T. -No, no es esa mi letra.
A. -¿Es es la firma que aparece en el
cheque la suya?
T. -~o, si bien tiene ciertos rasgos que se
le parecen, la verdad es que no es la mía.
A. -¿Conoce usted a la señora Mónica
Covarrubias?
T. -No la conocía hasta este juicio.
A través de este interrogatorio hemos
logrado diversos fines. En primer término
hemos creado el relato de la versión de la
víctima respecto del hecho que sufrió. En
segundo lugar, ocupando ese testimonio
acompañamos la evidencia material que
acredita la falsificación. Finalmente, una
vez incorporado el instrumento, lo usamos
mezclando la evidencia material con la de-
claración de la deponente, de suerte tal que
el reconocimiento que esta hace del mismo
nos permite afianzar el relato e integrarlo
con el documento acompañado.
2. LA PRUEBA DOCUMENTAL EN LA
LEGISLACIÓN CHILENA
2.1. LA PRCEK\ INSTRF\fENTAL EN EL
CÓDIGO PROCESAL PENAL
El artículo 295 del Código Procesal Penal
sostiene que todos los hechos y circunstancias
pertinentes para la adecuada solución del
caso sometido a enjuiciamiento podrán ser
probados por cualquier medio producido e
incorporado en conformidad a la ley.
Esta norma consagra el principio de li-
bertad de prueba, esto es, la posibilidad de
las partes de producir el convencimiento del
tribunal por cualquier vía, siempre que el
medio haya sido producido e incorporado
en conformidad a la ley.
Para la instrumental, el artículo 333 del
Código Procesal Penal asimila la noción de
instrumentos a la de documentos, cuando
señala que "los documentos serán leídos,
exhibidos en el debate, con indicación d~·
 La evidencia
a su origen", norma que más adelante agrega
que "el tribunal podrá autorizar, con acuer-
do de las partes, la lectura o reproducción
parcial o resumida de los medios de prueba
mencionados, cuando ello pareciere con-
l veniente v se asegurare el conocimiento de
su conte1;ido. T~dos estos medios podrán
ser exhibidos al acusado, a los peritos o
· testigos durante sus declaraciones, para
l que los reconocieren o se refirieren a su
conocimiento de ellos".
De estos dos artículos se pueden deducir
las etapcL~ de incorporación de un instrumento
a las cuales hemos referido en el número
precedente: a) el ofrecimiento; b) la lectura;
c) su exhibición; d) resolución del tribunal
que lo tiene por incorporado, en la misma
forma que señaláramos más arriba.
2.2. LA PRCEBA I~STRL":--IE~T.-\L E~ L\ LEY
Nº 19.968 QLT CRL-\. LOS TRIBL,.--\.LES DE
FA:--1ILI.--\.
El artículo 64 de la Lcv Nº 19.968 estable-
ce en su inciso 4º que "Íos documentos, así
como el informe de peritos en su caso, serán
exhibidos v leídos en el debate, con indica-
ción de su. origen"; agregando el inciso 5º,
segunda parte, que "el juez podrá autorizar,
con acuerdo de las partes, la lectura o repro-
ducción parcial o resumida de los medios de
prueba mencionados, cuando ello pareciere
conveniente y se asegurare el conocimiento
de su contenido. Todos estos medios podrán
ser exhibidos a los declarantes durante sus
testimonios, para que los reconozcan o se
refieran a su conocimiento".
Nuevamente, la lev asimila la noción de
documento con la de' instrumento, que en
doctrina son disímiles, a la vez que dicho
artículo 64 de la Ley Nº 19.968 práctica-
mente reproduce la norma del artículo
295 del Código Procesal Penal, por lo que
nos remitimos a los comentarios que sobre
dicha norma hicimos más arriba.
2.3. LA PRUEBA INSTRC:MENTAL EN EL
PROCED!lv1IENTO LABORAi,
Hemos visto que salvo la excepción contem-
plada en el inciso 2º del artículo 446 del
201
material
Código del Trabajo.!' los documentos se
acompañan en la audiencia del juicio oral,
previa discusión acerca de su procedencia en
la audiencia preparatoria de juicio oral.
De acuerdo al artículo 454 Nº 1, inciso
3º, que dispone: "el orden de recepción de
las pruebas será el siguiente: documental,
confesional, testimonial y los otros medios
ofrecidos, sin perjuicio de que el tribunal
pueda modificarlo por causa justificada".
Por lo tanto, la prueba en la audiencia del
juicio se inicia con la documental.
Por otro lado, la impugnación de los
instrumentos que ya se hayan acompañado
debe realizarse en forma oral y la etapa
procesal para ello puede ser la audiencia de
prueba o la del juicio, como dice el artículo
454 N!2 2 del Código laboral.
Este artículo como lo dijimos anterior-
mente ha quedado un tanto desfasado porque
con la modificación introducida al procedi-
miento laboral por la Ley Nº 20.260, la regla
general, salvo el tantas veces citado inciso 2º
del artículo 446 del Codigo del Trabajo, es
que los documentos sólo se acompañan en
la audiencia de juicio, y no en la demanda
ni menos antes de la audiencia preparato-
ria, por lo que mal pueden impugnarse en
esta última.
3. LOS OBJETOS
Muchas veces en los juicios no nos valdremos
de declaraciones de partes ni de documentos
escritos, sino que de simples objetos mate-
riales, como el arma homicida, el palo con
que se causaron las lesiones, las evidencias
obtenidas en el sitio del suceso, etc.
Estas materialidades igualmente pueden
ser incorporadas al juicio con el propósi-
to de poder reconstituir más fielmente el
hecho que da origen al mismo. Es más,
no sólo deben incorporarse, sino que
también pueden usarse con los testigos o
expertos para que reconozcan el objeto o
.¡¡ El inciso 2° del articulo 446 obliga a acompañar,
conjuntamente con la demanda, los documentos que
den cuenta de actuaciones administrativas relacio-
nadas con la demanda.
­c
rnnoJUAL) URIDICA
í~iS
DI: CHllI ~·~,
 Curso elemental
se refieran al conocimiento que puedan
tener de él.
El procedimiento para incorporar al jui-
cio el objeto tiene básicamente las mismas
etapas de la prueba instrumental, según
veremos a continuación.
3.1. OFRECIMIENTO DEL OBJETO
Para iniciar el procedimiento tendiente a
incorporar el objeto, debemos ofrecerlo
individualizándolo.
Como sabemos, en la audiencia prepa-
ratoria cada interviniente individualizó los
medios de prueba de que pensaba valerse.
Pues bien, para incorporar el objeto debe
hacerse referencia a esa descripción más
allá que, para los efectos del juicio, el objeto
tenga una individualización diversa.
Veamos el siguiente ejemplo:
Abogado. -Su Señoría, vengo en solicitar
la incorporación de arma de fuego, indivi-
dualizada en el auto de apertura con el Xº 1
de los objetos de la defensa y que para los
efectos de este juicio ha sido identificado
con la letra B_
Es importante destacar que cuando se
individualiza el objeto no puede hacerse
de manera que se incorpore información
que no emana del propio objeto, sino que
del abogado. Tal forma de incorporación
podría objetarse por sugestiva. Así, por
ejemplo, no podría incorporarse el arma
de nuestro ejemplo, identificándola como
el "arma homicida", o el "arma que se en-
contró en el sitio del suceso", porque antes
que dicho objeto se haya reconocido por
el testigo que encontró el arma o el perito
que la examinó, es simplemente un arma
1
o
... y no presenta para los efectos del juicio los
:::i
calificativos antes señalados.
z.
3.2. EXHIBICIÓN DEL OBJETO A LOS
INTERVINIENTES
Luego del ofrecimiento del objeto, el in-
teresado en incorporarlo debe proceder
a su exhibición a los demás intervinientes
.@. EDITORIAL JUR!DIC/;. DE CH.lLf:
de litig_ac_io_·
11_0_1_·a_l _
para que lo examinen y puedan formular
las observaciones que deseen.
La parte a quien se le exhibe el objeto
dispone de este momento para observarlo y
formular algún reparo a la incorporación.
Pasado éste, precluye su facultad de realizar
una observación.
3.3. RESOLCCIÓN DEL TRIBUNAL QUE
INCORPORA EL OBJETO AL JUICIO
Agotados los trámites precedentes, el in-
teresado debe obtener del Tribunal una
resolución que tenga por incorporado el
objeto. Sólo a partir de ese instante el ob-
jeto es considerado prueba para los efectos
del juicio.
Así, el abogado señalará, después de
proceder a la exhibición del objeto.
Abogado. -Su Señoría, vengo en solicitar
la incorporación de arma de fuego, indivi-
dualizada en el auto de apertura con el Nº 1
de los objetos de la defensa y que para los
efectos de este juicio ha sido identificado
con la letra B.
Tribunal. -Como se pide.
3.4. RECO:\'OCPvIIE>iTO DEL OBJETO
Una vez dictada la resolución del Tribunal.
el objeto ha pasado a ser considerado prue-
ba para todos los efectos legales, lo que ne
sólo implica que puede ser consideradc
como tal por el Tribunal en la sentencia.
sino que significa que puede ser usado p01 v
todos los intervinientes con cualquier tes-
tigo o perito y no sólo por aquella parte
que lo incorporó. El objeto ha pasado ~'
ser prueba común.
Sobre el particular, nos remitimos a le,
señalado más arriba a propósito de los ins-
trumentos.
Por lo anterior, es esencial que el objeto
ya incorporado al juicio sea usado por el
abogado con algún testigo o perito que tenga
algún grado de conocimiento sobre él, de
manera que ellos puedan reconocerlo o se
refieran a su conocimiento de él.
202
 La evidencia material
De esa forma se refuerza la declaración
del testigo o experto al mezclarla con el
.o uso de una evidencia material. Ello permi-
V te afianzar el relato, ya que el Tribunal lo
1. percibirá a través de dos sentidos: el oído,
ar al escuchar la declaración, y la vista, al ver
el objeto e imaginarse la dinámica de cómo
ocurrieron los hechos.
4. LA INCORPORACIÓN DE LOS
OBJETOS EN LA LEGISLACIÓN
1­ CHILENA
a indicación de su origen", agregando el
~1 4.1. Los OBJETOS E:\' EL CÓDIGO
}­ PROCESAL PE:\'c\L
El artículo 333 del Código Procesal Penal
e señala que "los objetos que constituveran
evidencia deberán ser exhibidos v podrán
ser examinados por las partes", a la vez
r indicación de su origen y la resolución del
que la segunda parte del mismo artículo
agrega que "todos estos medios podrán
ser exhibidos al acusado, a los peritos o
testigos durante sus declaraciones, para
que los reconocieren o se refirieren a su
conocimiento de ellos".
De dicha norma se pueden extraer las
etapas de la incorporación de un objeto Y
a que hicimos referencia más arriba.
4.2. Los OBJETOS E:\' L­\ LEY Nº 19.968
QUE CREA LOS TRIBl::\'ALES DE E\:\IILL\
No señala la ley una norma específica que se
refiera a los objetos como medio de prueba
y a su forma de incorporación. Sin embargo,
el artículo 28 de la Lev :'.\º 19.968 consagra
el principio de libertad de prueba, que re-
fiere a que "todos los hechos que resulten
pertinentes para la adecuada resolución
del conflicto familiar sometido al conoci-
miento del juez podrán ser probados por
cualquier medio producido en conformidad
a la ley".
Complementando lo anterior, el artículo
54 de la Ley señala que "podrán admitirse
como pruebas: películas cinematográficas,
fotografías, fonografías, videograbaciones y
otros sistemas de reproducción de la imagen
203
o del sonido, versiones taquigráficas y, en
general, cualquier medio apto para producir
fe", caso en el cual, postula el inciso 2º del
mismo artículo, "el juez determinará la for­
ma de su incorporación al procedimiento,
adecuándola, en lo posible, al medio de
prueba más análogo".
Sin duda el medio de prueba más análogo
para los objetos es la prueba documental
que se regula en el artículo 64 de la Ley
Nº 19.968 que establece "los documentos,
así como el informe de peritos en su caso,
serán exhibidos y leídos en el debate, con
inciso 5º que "todos estos medios podrán
ser exhibidos a los declarantes durante sus
testimonios, para que los reconozcan o se
refieran a su conocimiento".
Por lo tanto, el objeto deberá incorporarse
a través de su ofrecimiento, exhibición con
tribunal. Luego, podrá ser reconocido por
los declarantes.
En síntesis, rigen plenamente las normas
analizadas más arriba.
4.3. Los OBJETOS EN EL PROCEDIMIENTO
LABORAL
Tampoco regula el Código del Trabajo
específicamente la prueba consistente en
objetos materiales. Sin embargo, según el
artículo 453 Nº 4, las partes pueden acreditar
los hechos por "cualquier otro elemento
de convicción que, a juicio del Tribunal,
fuese pertinente".
De acuerdo al artículo 454 Nº 8, "cuando
se rinda prueba que no esté expresamente
regulada en la ley, el tribunal determina-
rá la forma de su incorporación al juicio,
adecuándola, en lo posible, al medio de
prueba más análogo".
Evidentemente, el medio más análogo
a los objetos está dado por la documen-
tal, la cual significará que los objetos se
incorporarán a través de su exhibición en
la audiencia de juicio más la referencia del
conocimiento de los mismos por parte de
los testigos o peritos.
Ei_)[Ti.)ldAL JUítl[)If:.1\ DE CHILT
 Curso elemental_de litigación oral -------
5. LOS OTROS MEDIOS DE PRUEBA
Sabemos que los sistemas de litigación oral
han liberalizado los medios de prueba. Con
anterioridad al advenimiento del Código
Procesal Penal, las partes no eran libres para
recurrir a cualquier vía con el propósito de
provocar el convencimiento del Tribunal,
sino que debían recurrir a algunos de los
medios de prueba que se señalaban taxa-
tivamente por la ley.
En síntesis, el sistema era el de prueba
legal.
Hoy en cambio, las partes pueden pro-
vocar el convencimiento del Tribunal, pue-
den acreditar un hecho por cualquier vía
o medio, como puede ser una fotografía,
sistemas audiovisuales, películas, o en ge-
neral cualquier medio para reproducir la
imagen o el sonido.
Como consecuencia de esta liberaliza-
ción del sistema probatorio, hoy podemos
distinguir entre los medios de prueba regla-
dos expresamente y los no regulados. Los
primeros son los clásicos medios de prueba
que ya se encontraban en nuestra legislación,
como los instrumentos, testigos, confesión,
presunciones, peritos, inspección personal
del Tribunal. Los segundos, en cambio, son
cualquier vía a través de la cual las partes
persigan producir el convencimiento del
Tribunal y que no constituyan específica-
mente los medios de prueba regulados en la
legislación, básicamente en el artículo 1698
inciso 2º del Código Civil y el artículo 341
del Código de Procedimiento Civil.
El punto es que estos medios de prue-
ba no regulados en forma expresa por el
legislador igualmente deben incorporarse
al juicio, para lo cual debemos cumplir con
ciertas etapas.
5.1. OFRECIMIENTO DEL MEDIO
DE PRUEBA
Al igual como en el caso de los instrumen-
tos y objetos, los otros medios de prueba
deben ofrecerse en forma previa a su in-
corporación. Para ello, como hemos visto,
el litigante ofrecerá al Tribunal la incorpo-
DE
ración al juicio del documento de acuerdo
a la individualización que tenga en el auto
de apertura del juicio oral, sin perjuicio
que para los efectos del juicio tenga otra
singularización.
Así, por ejemplo, el abogado seiialará:
Abogado. -Su Señoría, la parte querellan-
te solicita tener por incorporada la fotografía
que en el auto de apertura aparece con el
número 1 de los otros medios de prueba y
que para los efectos de este juicio ha sido
individualizada con la letra D, de la prueba
de la querellante.
5.2. ASI.\IILACIÓN AL MEDIO DE PRUEBA
~rAs ANALOGO PARA LOS EFECTOS DE
sr INCORPORACIÓX LECTCRA Y/ O
EXHIBICIÓN DEL MEDIO DE PRUEBA
Para los efectos de su incorporación, el liti-
gante deberá asimilar el medio de prueba
no regulado al medio de prueba, que más
se le asemeje. En ese contexto, el medio
de prueba si tiene algún elemento escri-
to, deberá leerse o, como en el caso de
los documentos, y/ o si no lo tiene, deberá
exhibirse a los interesados, como en el caso
de los objetos.
5.3. RESOLl'CIÓN DEL TRIBUNAL QUE
INCORPORA EL MEDIO DE PRUEBA
Lo esencial para que un medio de prueba
sea tal es que se incorpore al juicio. Para
ello se necesita una resolución del tribunal
que lo tenga por incorporado. Por lo tanto.
después de su ofrecimiento, lectura y/e,
exhibición, el abogado debe solicitarle a:
Tribunal que lo tenga por incorporado.
dictando al efecto una resolución.
5.4. RECO:--JOCIMIENTO DEL OTRO MEDIO
DE PRl'EBA
J
Al igual que los instrumentos y los objetos. t
los otros medios de prueba una vez incor- J
porados pueden ser usados por el abogadc é
204
 La evidencia
con los testigos y peritos a fin de que lo
reconozcan o refieran el conocimiento que
tengan de ellos.
En muchos juicios es muy útil acompañar,
por ejemplo, un plano del sitio del suceso
a fin de que el Tribunal pueda percibir la
dinámica de los hechos v de esa forma re-
constituirlos más fielmente.
En estos casos, después que el testigo o
perito haya declarado se le puede mostrar el
mapa a fin de que lo reconozca y aclare por
ejemplo la posición de la víctima, el lugar
desde donde se hicieron los disparos, etc.,
teniendo a la vista el mapa o reproducción
gráfica del lugar. Sin duda es una prueba
muy eficaz, ya que agrega al relato oral un
elemento visual que permite fijar de mejor
forma la narración del caso.
5.5. Los OTROS ~1EDIOS DE PRCEK\
E'.\" EL CÓDIGO PROCESAL PE'.\".\L
El artículo 295 del Código Procesal Penal
consagra el principio de libertad de prueba
al disponer que "todos los hechos y cir-
cunstancias pertinentes para la adecuada
solución del caso sometido a enjuiciamiento
podrán ser probados por cualquier medio
producido e incorporado en conformidad
ala ley".
Complementando lo anterior, el artículo
323 del Código Procesal Penal establece que
"podrán admitirse corno pruebas películas
cinematográficas, fotografías, fonografías,
videograbaciones y otros sistemas de repro-
ducción de la imagen o del sonido, versiones
taquigráficas y, en general, cualquier medio
apto para producir fe".
El inciso 2º del referido artículo expresa
que "el tribunal determinará la forma de
su incorporación al procedimiento, ade-
cuándola, en lo posible, al medio de prueba
más análogo".
El artículo 333 del Código complementa
el sistema de los otros medios de prueba
al regular la forma de su incorporación al
juicio cuando sostiene "las grabaciones, los
elementos de prueba audiovisuales, com-
putacionales o cualquier otro de carácter
electrónico apto para producir fe, se re-
205
material
producirán en la audiencia por cualquier
medio idóneo para su percepción por los
asistentes. El tribunal podrá autorizar, con
acuerdo de las partes, la lectura o reproduc-
ción parcial o resumida de los medios de
prueba mencionados, cuando ello pareciere
conveniente y se asegurare el conocimiento
de su contenido. Todos estos medios po-
drán ser exhibidos al acusado, a los peritos
o testigos durante sus declaraciones, para
que los reconocieren o se refirieren a su
conocimiento de ellos".
De estas normas se infieren las etapas
de incorporación del otro medio de prue-
ba a que hicimos referencia en el párrafo
precedente.
5.6. Los OTROS MEDIOS DE PRUEBA EN LA
LEY Nº 19.968 QVE CREA LOS TRIBUNALES
DE FAMILIA
El artículo 28 de la Ley Nº 19.968 consagra
el principio de libertad de prueba al esta-
blecer que "todos los hechos que resulten
pertinentes para la adecuada resolución
del conflicto familiar sometido al conoci-
miento deljuez podrán ser probados por
cualquier medio producido en conformidad
a la lev".
Como consecuencia de lo anterior, el
artículo 54 de la Ley Nº 19. 968 sostiene que
"podrán admitirse como pruebas: películas
cinematográficas, fotografías, fonografías,
videograbaciones y otros sistemas de repro-
ducción de la imagen o del sonido, versiones
taquigráficas y, en general, cualquier medio
apto para producir fe.
El juez determinará la forma de su in-
corporación al procedimiento, adecuán-
dola, en lo posible, al medio de prueba
más análogo".
Finaliza la reglamentación de los medios
no reglados el artículo 64 inciso 5º cuando
dispone: "las grabaciones, los elementos
de prueba audiovisuales, computacionales
o cualquier otro de carácter electrónico
apto para producir fe, se reproducirán en
la audiencia por cualquier medio idóneo
para su percepción por los asistentes. Eljuez
podrá autorizar, con acuerdo de las partes,
EDiT()Rf/\t DE CHILE
 Curso elemental
la lectura o reproducción parcial o resumi-
da de los medios de prueba mencionados,
cuando ello pareciere conveniente y se ase-
gurare el conocimiento de su contenido.
Todos estos medios podrán ser exhibidos
a los declarantes durante sus testimonios,
para que los reconozcan o se refieran a su
conocimiento".
De esta trilogía de normas se deduce la
aplicación de las reglas analizadas más arriba
para la incorporación de los denominados
otros medios de prueba.
5.7. Los OTROS MEDIOS DE PRCEBA E'.\ EL
PROCEDIMIENTO LABORAL
La admisibilidad de los medios de prueba
no reglados empieza a perfilarse desde el
artículo 453 Nº 4 del Código del Trabajo,
inserto a propósito de la audiencia prepa-
ratoria cuando señala: " ... 4) El juez re-
solverá fundadamente en el acto sobre la
pertinencia de la prueba ofrecida por las
partes, pudiendo valerse de todas aque-
llas reguladas en la ley. Las partes podrán
también ofrecer cualquier otro elemento
'
2
••.J
.®. EDITORJAL fUR!DICA DE CHiLE
de litigación oral
de comi.cción que, a juicio del tribunal,
fuese pertinente".
En la referida disposición se hace refe-
rencia a la distinción entre pruebas regladas
y no regladas expresamente en la ley, lo
que implícitamente confiere plena libertad
probatoria a las partes para buscar formar
la convicción del sentenciador.
Por su parte, el artículo 454 Nº 8 del
Código del Trabajo señala la forma de in-
corporación de estos medios de prueba no
regulados en la audiencia del juicio oral,
cuando senala: " ... 8) Cuando se rinda prueba
que no esté expresamente regulada en la
ley, el tribunal determinará la forma de su
incorporación al juicio, adecuándola, en
lo posible, al medio de prueba más aná-
logo".
En consecuencia, se aplicarán íntegra-
mente las técnicas aludidas en el párrafo
precedente, que se refieren a: a) el ofreci-
miento del medio de prueba; b) su lectura
y/ o exhibición; c) resolución del tribunal.
y d) reconocimiento del medio de prueba
por las partes, testigos o peritos.
Sobre todo ello nos remitimos a lo ex-
plicado más arriba.
206
 Capítulo
LAS OBJECIONES
l. CUESTIONES GENERALES
Como hemos visto, la técnica del interroga-
torio consiste, básicamente, en un sistema
de preguntas y respuestas, donde el aboga-
do formula las preguntas v
el examinado,
perito o testigo, las responde.
Las objeciones, en síntesis, tienden a
promover el juego limpio, permitiendo que
la información que aparece del interroga-
torio lo sea en forma sana, transparente,
sin interferencias indebidas del abogado,
comunicando al deponente las respuestas
que desea obtener o formulando preguntas
confusas.
Lo complejo del proceso de las obje-
ciones es que en éstas, el litigante debe
distinguir tres etapas perfectamente iden-
tificablcs.:'"
1.1. IDE"TIFICAR LA \'IOLACIÓ:-S: DE l":-S:A
REGLA DEL I"TERROG.UORIO
Esta fase implica que se debe conocer la
ley con precisión. No hay nada más emba-
razoso que el Tribunal pida fundamentar
la objeción y el abogado desconozca o no
tenga a la mano el artículo preciso en que
se funda. Por lo tanto, lo primero de todo es
conocer a cabalidad las causales de objeción
que reconoce la lev según el procedimiento
de que se trate.
­1~ Morton lr., Charles, "Trial objertio ns", en Sur­
cessful Tria! Strategies far Prosecutors, publicado por el
National Collcge ofDistrict Auoruevs. Universidad
de South Carolina, 2005, pág. 337.
207
1
Octavo
"Las objeciones en un juicio son
un arte y no una ciencia".
ClL'lliLES MORlONjR.
1.2. DECIDIR ESTRATÉGICAMENTE LA
ccr·,YE"IENCIA DE OBJKIAR
Esto requiere una sensibilidad que, como
decíamos en el encabezado, acerca la ob-
jeción más a un arte que a una ciencia.
Tenemos que tener en cuenta que a los
jueces les gusta que el juicio avance y una
persona que objeta sistemática y perma-
nentemente interrumpe el flujo natural
del proceso, lo que puede ser percibido
por los jueces corno un acto reñido con la
buena fe procesal.
En este contexto el litigante avezado
debe abstenerse de protestar por todas las
violaciones a las reglas del interrogatorio,
por la sencilla razón que muchas de esas
preguntas realmente no hieren su caso.
En esa lógica, por razones de prudencia
más que de justicia, es mejor abstenerse
de objetar.
Supongamos que la contraria en el
examen directo de un perito pregunta al
experto si es verdad que ha hecho clases
de Derecho Comparado en la Universidad
de Indiana en Estados U nidos.
Evidentemente que esa pregunta es
objetablc por sugestiva, ya que contiene
la respuesta. Sin embargo, si analizamos
que seguramente estamos en una línea de
acreditación, donde por más que gane la
objeción, la contraria puede fácilmente
refonnular la pregunta y como el exper-
to habrá escuchado el debate contestará
sin dificultad. Si a eso sumo que además
el experto hace clases en Estados Unidos,
no parece razonable que objete, porque
realmente no afecta mi teoría del caso esa
pregunta, por no ir contra el fondo de mi
caso.
or
 ____________ C_u_rs_o_e_l_emental
Supongamos que el abogado le pregun-
ta al testigo si está cansado o si quiere un
vaso de agua. No por ello la contraparte
va a promover una objeción por tratarse
de una pregunta impertinente. Si bien se
puede tratar de un ejemplo extremo, nos
transmite la idea que cada vez que se hace
una pregunta en un área que realmente no
daña la teoría del caso, el litigante debiera
analizar si aplica la prudencia por sobre la
justicia y se abstiene de objetar. Un buen
litigante no puede permitirse que el Tribu-
nal considere que la objeción se hace sin
un fin determinado o con el propósito de
demorar o enturbiar el normal desarrollo
del juicio.
Por lo tanto, el uso de la objeción re-
quiere de un análisis del sentido de opor-
tunidad o de necesidad de la objeción, lo
que implica valorarla dentro del contexto
global del juicio.
1.3. FORMULAR LA OBJECIÓ~
La tercera etapa dentro del proceso de una
objeción es formularla. El problema para
el litigante es que la identificación de la
violación de las reglas del interrogatorio,
y la convicción de la necesidad de obje-
tar y la formulación de la objeción deben
producirse en el momento que media en-
tre que el abogado termina de formular
la pregunta y antes que el testigo o perito
conteste. Sólo en ese espacio de tiempo se
puede objetar.
En términos prácticos, hay poco tiempo
para objetar, ya que lo que se objeta son
las preguntas y no las respuestas, de suerte
tal que si una pregunta obedece a una
errada técnica, pero se formula después
que el deponente haya contestado, esta
será declarada inadmisible por extem-
poránea. En síntesis, habrá precluido la
facultad de objetar. Esto implica el deber
del abogado de estar concentrado de ma-
nera de poder reconocer la violación de
la ley tan pronto se termine de formular
la pregunta.
En una segunda dimensión, la formula-
ción de la objeción debe fundamentarse de
DE
de litigación oral
una manera adecuada, tanto en los hechos
como en el Derecho. Los mecanismos orales
de enjuiciamiento han tenido la virtud de
actualizar y profundizar el debido proce-
so dentro de nuestros sistemas procesales.
Pues bien, una de las manifestaciones más
ricas del debido proceso es aquella que
exige una congruencia entre lo pedido,
su fundamentación en los hechos y en el
derecho y lo que resuelve en definitiva el
Tribunal.
En consecuencia, si existe una violación
de las técnicas del interrogatorio, pero ésta
se fundamenta en forma errónea, en los
hechos o en el derecho, el Tribunal deberá
rechazar la objeción.
Cna acertada técnica para asegurarse de
una buena fundamentación es generarse un
tiempo para pensarla. Ello se puede hacer
diciendo simplemente "objeción" con una
energía suficiente par?, que interrumpa el
debate, a lo cual el Tribunal le pedirá al
incidentista que fundamente su objeción,
con lo cual el abogado ganará un par de
segundos con el propósito de ordenarse y
generar una mejor fundamentación de la
objeción.
2. CAUSALES DE OBJECIÓN
Como dijimos más arriba, la primera etapa
de la formulación de una objeción consiste
en reconocerla, identificando la violación
de una regla del interrogatorio, para lo cual,
evidentemente, deberemos conocer cuáles
son las causales que permiten fundamentar
una objeción.
Debemos recordar que en un juicio
la información se obtiene a través de un
método donde el abogado pregunta y el
testigo o experto responde. En síntesis, las
causales de objeción transgreden el juego
limpio que debe proceder en esa técnica de
preguntas, ya que éstas no aseguran que la
información que se extraerá de las respuestas
sea clara, unívoca o que la información que
genera la respuesta emane del abogado y
no del testigo.
Analizaremos algunas de las causales de
objeción más aceptadas en doctrina.
208
 Las objeciones

os 2.1. PREGUNTAS SUGESTIVAS cual el abogado señalara ¿no es verdad que

es EN EL EXAMEN DIRECTO la señora María Antonieta Orostegui fue a
Ie buscar una pistola?, ya que la pregunta con-
:e­ En el examen directo las preguntas suges- tiene la respuesta que se quiere obtener.
-s. tivas, esto es, aquellas que contienen la Sin embargo, retomemos el ejemplo y
ás respuesta, se encuentran prohibidas, no analicemos la siguiente pregunta:
ie así en el contraexamcn.
Abogado. -Usted sostuvo anteriormente
o. Esto se fundamenta en la circunstancia
que la señora María Antonieta Orostegui se
el que en el examen directo, la información
dirigió a la cocina después de escuchar los
::-1 debe ser suministrada por los datos o ante-
ruidos del ladrón. ¿Sabe con qué objeto?
cedentes que maneje el testigo o experto y
Testigo. -No lo recuerdo.
n no por el abogado que lo presenta.
A. -¿ Habrá ido a la cocina con algún
a En el contraexamen, en cambio, la ley
fin?
>S asume que el testigo o perito es hostil a la
T. -Seguramente, pero no lo conozco.
parte que no lo presenta y por tanto tole-
á

A. -¿Fue a buscar una pistola?

ra que se le interrogue afirmando ciertos
e hechos como verdaderos para que éste los
n confirme o desmienta. Por lo demás, el
r testigo o experto ya ha declarado, ya ha
a incorporado información al juicio en el
·I examen directo, por lo que debe estar en
1 condiciones de sostener sus dichos, ratifi-
cándolos soportando el estrés propio de
un contrainterrogatorio.
Por lo tanto, las preguntas sugestivas
1 son objetables en el examen directo, no así
en el contraexamen. Veamos un ejemplo:
Abogado. -Csteél sostuvo anteriormente
que la señora María Antonicta Orostegui
se dirigió a la cocina después de escuchar
los ruidos del ladrón. ¿Sabe usted con qué
objeto?
Testigo. -No lo recuerdo.
A. -¿No fue a buscar una pistola?
Defensor. -Objeción, Su Senoría.
Juez. -¿Fundamento legal?
D. -Sugcstiva, Su Seúoría, la pregunta
contiene la respuesta.
J. -Traslado.
A. -Me allano, Su Señoría, reformularé
la pregunta.
J. -Prosiga, abogado ...
Debemos tener presente que definir en
los hechos si una pregunta es sugestiva es
una cuestión compleja y en ocasiones bas-
tante limítrofe y que dependerá no sólo de
la pregunta en sí, sino que asimismo de la
línea de interrogación que la preceda.
Así, retomando el ejemplo anterior, ob-
viamente sería sugestiva la pregunta en la
Defensor. -Objeción, Su Señoría.
Juez. -¿Causal?
D. -Sugestiva, Su Señoría, la pregunta
contiene la respuesta.
J. -Traslado.
A. -Su Senoria, la pregunta no es sugestiva,
es cerrada. La testigo puede contestar sí o
no, sin que la pregunte le dé la respuesta.
J. -El Tribunal va a resolver ...
Creemos que la pregunta antes expuesta
es sugestiva por el contexto en la cual se
realiza. Si bien es cierto que la pregunta
puede leerse como cerrada, ya que admite
un sí o un no como respuesta, la verdad es
que mirando el contexto del interrogato-
rio le otorga la respuesta que el abogado
quiere obtener.
Consideremos que la información que
dio el testigo era que no recordaba con qué
propósito la señora Orostegui se dirigió a
la cocina después de oír los ruidos del la-
drón y después que escucha esa respuesta
le pregunta si fue a buscar una pistola, con
lo cual quiebra la línea de interrogatorio
que había obtenido, le entrega al testigo
información que no recordaba, guiándolo
para que preste la respuesta que él desea
obtener. En ese contexto, si bien la pregunta
admite un sí o un no como respuesta, la
verdad es que le sugiere claramente al tes-
tigo la información que el abogado desea
obtener, lo guía al señalarle la respuesta,
por lo tanto es sugestiva.
Por lo tanto, para definir si una pregunta
es sugestiva o no, debemos estarnos no sólo

209
 Curso elemental
a la pregunta en sí, sino que asimismo al
contexto en que ella se presenta.
En Estados Unidos, este tipo de pregun-
tas son objetables, porque se considera que
el testigo está siendo "guiado", "llevado"
o "conducido" por el abogado (leadingen
inglés), ya que la pregun La sugiere que al-
gunas palabras, frases o ideas configuran
la respuesta o reduce el rol del testigo o
experto a negar o acceder a la pregunta
que se formula.43
Creemos que entre nosotros, según vimos,
estas preguntas son sugestivas.
2.2. PREGUNTAS CO~Pl:ESTAS
Las preguntas compuestas son aquellas
que contienen más de una pregunta. Si el
testigo o experto la contesta, ella inducirá
a engaño o confusión al Tribunal, ya que
no podrá saberse a cuál de las preguntas
que contiene ha contestado el testigo o
experto. En verdad el proceso está intere-
sado en eliminar la pregunta compuesta,
ya que es peligroso que la información que
se obtiene de ella pueda ser considerada
en la sentencia.
La correcta técnica de litigación nos señala
que el abogado debe hacer las preguntas y
el testigo o experto debe contestarlas una a
una, paso a paso, sin que puedan formularse
preguntas múltiples.
El clásico test para definir si una pregunta
es compuesta consiste en precisar si contiene
partes que pueden ser contestadas en forma
separada. En la afirmativa, es compuesta y
debe ser objetada por esa causal.
Veamos el siguiente ejemplo.
Abogado. -Doctor Carvallo, ¿usted le
tomó exámenes radiológicos al señor Rivera?
¿Encontró algún hallazgo en ellos?
Defensor. -Objeción, Su Señoría.
Tribunal. -Fundamento, señor aboga-
do.
D. -Su Señoría, la pregunta es compues-
ta, contiene dos preguntas, y la segunda de
1~ Mortonjr., Charles, 'Tria! objections", en Success­
ful Trial Strategies for Prosecutors, ob. CÍL, pág. 340 .
.@. ED!TORJAL JURfDICA DE CHlU
de litigación oral
ellas asume que se ha contestado afirmati-
vamente la primera.
T. -Traslado.
A -Me allano, Su Señoría, reformularé
la pregunta.
2.3. PREGl_,?\'L\.S A.\IBIGl:.AS, VAGASO
POCO CLARAS
Las preguntas ambiguas, vagas o poco claras
son aquellas que admiten pluralidad de
sentidos o interpretaciones. La pregunta no
cumple el requisito de ser una cosa específica
y determinada lo que se interroga. Nueva-
mente, inducen a engaño al que recibe la
pregunta, porque no es unívoco lo que se
quiere obtener a través de la pregunta.
Veamos el siguiente ejemplo:
Abogado. -Doctor Nicolino, ¿usted
realizó un examen siquiátrico al señor
Hernández?
Experto. -Efectivamente, lo pericié en
mi consulta v emití un informe, como acabo
de señalar, ~l día 11 de agosto de 2007.
A -Después de haber examinado al señor
Hernández, ¿lo encontró normal?
Defensor. -Objeción Su Señoría, la pre-
gunta es ambigua, ¿qué es normal y qué es
anonnal? El experto está acá para ilustrarnos
acerca del estado de salud mental del peri-
ciado y no para contestar nociones de suyo
ambiguas que no pertenecen al lenguaje
de la ciencia que profesa el perito y que no
ilustrarán al Tribunal en ningún sentido.
Tribunal. -Traslado.
Abogado. -Su Serioría, sostengo la pre-
gunta. Ella no es ambigua, sino que quiere
que el experto declare acerca de los niveles
de normalidad que encontró o no en el
periciado. Me parece que la pregunta se
entiende perfectamente por el perito, puede
ser contestada y será él en definitiva quien
nos ilustre en su respuesta acerca del sentido
de la normalidad o anormalidad mental.
T. -El Tribunal va a deliberar. El Tribunal
acoge la objeción. La pregunta es ambigua.
Señor Abogado, debe reformular.
Efectivamente, en el ejemplo que analizá-
bamos lo normal o anormal es una noción
210
 _____ L_,_1s objeciones
de suyo subjetiva y por lo tanto ambigua,
vaga, poco clara. Lo correcto es preguntar
al experto en este caso acerca de cuáles
son las conclusiones del informe y si ellas
denotan o no una enfermedad mental o
trastorno de la personalidad, obviamente
inquiriendo acerca de qué significa cada
uno de esos términos. Pero simplificar el
examen al punto de preguntar si un sujeto
es "normal" o "anormal", evidentemente no
satisfaceel rigor técnico de un interrogatorio
que requiere ir obteniendo respuestas de
manera de poder construir los conceptos
que se quieren acreditar v no simplificar
todo a una sola pregunta.
Todo ese tipo de preguntas que se refieren
a abstracciones genéricas e indeterminadas
corno "si siempre ve a una persona"; "si a
veces viajaban juntos"; "si la casa queda lejos
o cerca de determinado lugar", "si hacía pío
o calor", etc., son objetablcs por ambiguas,
vagas o poco claras.
2.4. PREGC:'\TAS POR OPI:'\IÓN
Los testigos, por definición, declaran sobre
hechos que han percibido por algunos de
sus sentidos, que han visto, oído, olido, etc.
No es relevante el juicio u opinión que ellos
se hayan formado de esos hechos, los cuales
deben ser resueltos por el Tribunal y no por
los testigos, de suerte que la opinión que
ellos se hayan formado del hecho sobre el
cual declaran es irrelevante para los efectos
del juicio.
Esta causal de objeción no se aplica para
los peritos, ya que ellos, dado su conocimien-
to de alguna ciencia o arte, precisamente
concurren al juicio para dar su opinión
sobre ciertos hechos que caen en la órbita
de su especialidad, de lo que se sigue que
de ellos justamente lo que se requiere es
su opinión. Para eso han sido llamados a
estrados.
Abogado. =Seriora Lambeth, usted sos-
tuvo que la señora Gómez fue golpeada por
el acusado con un palo. ¿Es eso correcto?
T. -Efectivamente, así fue.
A. -¿Se defendió la seriora Gómez?
211
T. -No pudo defenderse, el golpe fue
de improviso y si bien le dio en el hombro
y parte de la mano, ya que ella por un ins-
tinto protegió su cara, no pudo defenderse.
Después cayó.
A. -¿Qué le pareció el ataque?
Defensor. =Objeción, Su Scrioría. La
pregunta es impertinente, ya que los testi-
gos no declaran sobre opiniones sino sólo
sobre los hechos que han percibido por
sus sentidos.
T. -Traslado.
A. -Reformulo, Su Sefioría.
2.5. PREGUNTAS IMPERTINENTES
En los juicios siempre hay hechos contro-
vertidos que son aquellos sobre las cuales
las partes discrepan acerca de su existencia
o circunstancias. Pues bien, la prueba debe
restringirse a otros hechos y no extenderse
a aspectos incidentales o que no guardan
relación alguna con el debate.
Por lo tanto, y en una primera aproxi-
mación, una pregunta es impertinente
cuando cualquiera sea la respuesta que
dé el testigo o experto, no incide en el
resultado deljuicio, lo que precisamente
denota lo inocuo de la pregunta, por lo que
por razones de economía procesal, ellas
deben ser eliminadas del interrogatorio. Si
los litigantes efectuaran permanentemente
preguntas impertinentes, seguramente el
juicio sería interminable y esa es la razón
.de la objeción: las pregt~ntas deben ser
atingentes a la litis.
Sin embargo, la impertinencia en una
segunda aproximación es más específica,
ya que no sólo se refiere al litigio, sino al
punto de prueba concreto sobre el cual el
testigo o experto ha sido llamado.
Debemos recordar que cuando se dicta el
auto de apertura del juicio oral, el tribunal
dicta una resolución que contiene la nómina
de los testigos o expertos que producirá cada
parte, como asimismo una referencia a los
puntos sobre los cuales declararán.
Todo ello, obviamente, debe ser discuti-
do en la audiencia preparatoria del juicio
oral, según vimos.
---TJ!TC)RIAI or
 Curso elemental
Así, por ejemplo, si el Tribunal accede
a que se interrogue a la testigo señora Yael
Adler, la incorporará en el auto de prueba,
con indicación de su domicilio, profesión u
oficio, y una referencia a los puntos sobre
los cuales se requerirá su testimonio, como
por ejemplo, "relaciones personales entre
la víctima y el acusado".
Pues bien, una vez fijada esa materia
sobre la cual declarará el testigo o experto
en el auto de apertura, toda pregunta que
exceda ese punto es impertinente y puede
ser objetada por esa causal.
Existe eso sí una excepción, en el sentido
que hay preguntas que exceden al ámbito
del punto de prueba y que son admitidas
y ellas son las preguntas que se hacen en
la línea de acreditación.
En efecto, siempre en la línea de acre-
ditación se entiende una cierta latitud para
formular preguntas para acreditar o de-
sacreditar a los testigos o expertos.
Así, por ejemplo, es posible concebir que
a pesar que el punto de prueba se refiera a
las "relaciones personales entre la víctima
y el acusado", la línea de interrogación se
refiera a los estudios del testigo o experto, a
sus relaciones personales con la parte que lo
presenta, y en fin, todo lo que implica una
línea de acreditación o desacreditación sin
que esas preguntas sean objetablcs, ya que
satisfacen la necesidad de acreditar al testigo
o experto, línea de suyo pertinente, y no se
refieren a la declaración propiamente tal,
según la estructura que hemos visto.
2.6. PREGUNTAS REPETITI\:-\S
Abogado. -Don Camilo Gálvez, me pue-
de usted decir ¿de qué color estaba la luz
del semáforo que enfrentaba al automóvil
conducido por el acusado cuando cruzó la
calle Nataniel, según acaba de relatar?
Testigo. -La verdad es que no lo re-
cuerdo.
A. -¿Puede hacer un esfuerzo y tratar
de recordar?
T. -He tratado de recordar, pero no
recuerdo.
<
A. -¿Está seguro?
.@. EDITORlAL JURIDICA DE cnnr
de litigación oral
Defensor. -Objeción Su Señoría, la pre-
gunta es repetitiva, el abogado le ha pregun-
tado 3 veces la misma pregunta al testigo
y éste va ha contestado que no recuerda,
por lo que la repetición sólo pretende que
el testigo cambie su respuesta.
Tribunal. -Traslado.
A. -Su Sefioría, modificaré la línea de
interrogación.
Tribunal. -Siga con su interrogatorio,
abogado.
En el caso que Yernos como argumentó
el abogado defensor, la pregunta repetitiva
en el fondo enga11.a al testigo porque lo
fuerza, induce o sugiere a que cambie una
respuesta que ya ha incorporado al juicio, lo
que destruye la buena fe procesal con que
deben litigar las partes. Debemos entender
que el testigo, mientras menos experto
sea en declarar, intentará acomodarse a
lo que el abogado le 'pregunta y podría
hipotéticamente cambiar su respuesta.
En ese sentido, esa técnica de pregunta
es engañosa.
A uno de los autores le ha tocado litigar
ante tribunales que consideran que en el
contraexamen, sería posible repetir las pre-
guntas, ya que de otro modo se coartaría
el derecho a un contraexamen.
La verdad que esta doctrina es errada.
Cuando el testigo o experto declara, la buena
fe procesal, el orden normal de las cosas,
obliga a considerar esa respuesta como se-
ria, como veraz. Suponer lo contrario es ir
contra el estado normal de las cosas. En ese
contexto, es absurdo permitir repetir las
preguntas bajo el argumento que se trata
de un contraexamen.
La técnica del contraexamen no supo-
ne hacer las mismas preguntas, sino que
aproximarse a lo declarado en el examen
directo, desde un distinto ángulo con el
propósito de confrontarlo, de desacreditar
su conclusión, su apreciación de los hechos.
ponerlos en tela de juicio, o generando la
duda razonable de su veracidad e imparcia-
lidad, asumiendo precisamente lo que ya
ha declarado el testigo o perito para reali-
zarlo. Es precisamente lo declarado en el
examen directo el punto de partida para el
212
 Las objeciones_
e- contraexamen y no es necesario repetirlo
Fl­ sin entrar al contraexamen.
.o Por lo demás, si las preguntas repetitivas
a. estuvieran permitidas, todos los juicios, a
le lo menos, debieran duplicarse en cuanto a
su extensión, porque habría que preguntar
todo dos veces, lo que es ridículo.
.e
). 2.7. PREGL'NTAS QlT ASC.\IE'.\ HECHOS :"\O
INCORPORADOS ,\LJUCIO
o al testigo información que no existe en el
Recordemos que el examen directo puede
a
coexistir con otros medios de prueba. Así,
o
es posible que mientras se realiza el interro-
a
gatorio, o antes de él, se incorporen medios
de prueba con el propósito que el testigo
é
los reconozca o refiera el conocimiento
r
que tiene de ellos.
)
Pues bien, en esos casos a veces acaece
a
que las preguntas asumen hechos que aún
1
no han sido incorporados al juicio, caso
en el cual se está engañando al testigo o
1
entregándole información que él no ha
aportado, ambas situaciones que hacen
r
objetable la pregunta.
Veamos el siguiente ejemplo:
Abogado. -Señor Navarro, lo quiero
llevar al día 4 de septiembre a las 22.00
horas, ¿dónde se encontraba usted-
Testigo. -Iba caminando por Av. Matra
de oriente a poniente, por la vereda norte
cuando al llegar a Arturo Prat, pude ver al
lado de un árbol, como metido en la tierra,
un objeto que brillaba. Me acerqué a él y
pude ver un objeto que no identifiqué rnuv
bien. Empecé a mover la tierra con el pie
y apareció el objeto en su integridad y se
trataba de una pistola.
A. -Señor Navarro, quiero exhibirle el
objeto que para los efectos de este juicio ha
sido identificado como prueba Nº 1 de la
parte querellante consistente en la pistola
con que se dio muerte a la víctima, para
que me diga si es aquella que usted relató
que encontró en Av. Matta.
Defensor. -Objeción, Su Señoría.
Tribunal. -¿Fundamento legal?
D. -Su Señoría, la pregunta asume un
hecho no incorporado al juicio y en ese
213
;
sentido es engañosa, ya que el testigo no ha
señalado que lo que encontró es la pistola
con que se dio muerte a la víctima de este
juicio. Por lo demás, no existe antecedente
en el juicio que justifique esa afirmación.
T. -Traslado.
A. -Me allano, Su Señoría, rcíorrnularé
la pregunta .
En el ejemplo analizado, la pregunta
introduce información que no ha sido incor-
porada aljuicio y en ese sentido le transfiere
proceso y respecto del cual el testigo no
necesariamente tiene conocimiento. En
ese sentido la pregunta es engañosa para
él, por lo que debe ser objetada.
2.8. PREGL'NTAS QUE CITAN
ERRÓ'.\EA . .\IENTE AL TESTIGO O EXPERTO
Hemos visto que una de las técnicas del
examen directo o contraexamen es el "para-
fraseo", que consiste en citar una declaración
previa de un testigo o perito, para a partir
de ella realizar otra pregunta.
En este caso, la cita del testigo o perito
debe ser exacta o idéntica a lo ya declarado,
porque de lo contrario la pregunta que se
formula a partir del parafraseo será distor-
sionadora de la evidencia incorporada al
proceso, engañando al testigo o perito.
Veamos un ejemplo:
Abogado. -¿A qué distancia se encuentra
la casa del señor Felipe Youlton del lugar
donde usted encontró la escopeta?
T. -No podría precisarlo con exactitud,
pero debe ser a unos 1.300 o 1.500 metros
de distancia, aproximadamente.
A. -;Esa distancia es en línea recta o
medida desde qué forma?
T. -No, no es en línea recta, sino que se
debe seguir un camino de unos 800 metros
en línea recta, para de ahí cruzar un potrero
en diagonal unos 200 a 300 metros, hasta
llegar a un camino sin pavimentar y de ahí
unos 100 o 200 metros hasta llegar a la
rotonda donde encontré la escopeta.
A. -Usted sostuvo que había 1.300 me-
tros de distancia entre la casa del señor
CHHE
 ______________ C_t_ir_so_element.al
Youlton y el lugar donde encontró la es-
copeta, ¿cómo puede afirmar la distancia
con tanta certeza?
Defensor. -Objeción, Su Señoría, el abo-
gado está citando erróneamente al testigo, ya
que está afirmando que había 1.300 metros
de distancia entre la casa y el lugar en que
encontró la escopeta, en circunstancias que
lo que él señaló que no estaba seguro de la
distancia y que esta era entre 1.300 a 1.500
metros, aproximadamente. La pregunta es
enganosa.
Tribunal. -Traslado.
A. -Su Señoría, la pregunta no es engaño-
sa, ya que si bien señaló que era entre 1.300
a 1.500 metros, lo hizo con gran seguridad
y a eso apunta la pregunta, para saber cómo
está seguro de la distancia.
T. -El Tribunal va a resolver. El Tribunal
acoge la objeción.
2.9. PREGUNTAS ESPECVLATI\:.\S
Son aquellas preguntas que no se refieren a un
hecho ni sus circunstancias, sino que intentan
que el testigo desarrolle una hipótesis que
no corresponde a la realidad, invitándolo a
conjeturar sobre algo que no ha acaecido.
Estas preguntas son impertinentes, ya
que el testigo debe declarar sobre hechos
sobre los cuales ha tomado conocimiento
con sus sentidos y las preguntas que lo in-
vitan a divagar no aportan nada aljuicio,
ya que no se refieren a un hecho contro-
vertido de él sino a una mera suposición.
Por lo mismo no son atingentes a la litis y
son irrelevantes.
Veamos el siguiente ejemplo:
Abogado. -Doña Patricia, ¿me puede
usted serialar qué ocurrió el día 11 de abril
pasado?
¿
--:.)
Testigo. -Bueno, llegué a la casa de la
señora Francisca, como todos los días, a eso
de las 8.30 de la mañana y me di cuenta
que el caballero no se había ido a trabajar,
ya que estaban discutiendo.
A. -¿Quién es el caballero?
T. -Bueno, el marido de la señora Mar-
cela Vallejos.
.@ EDlTORJAL JUR!D!CA DE CHJLE
de litigación oral
T
~
¡.
A. -Continúe con su relato.
T. -Entonces, me acerqué al lugar de
donde provenían los gritos y vi cómo este
señor, que estaba totalmente ebrio, le gritaba
con una botella en la mano amenazándola
con pegarle.
A. -¿La golpeó?
T. -En un momento, le tiró la botella
como para pegarle en la cara, pero la señora
se corrió instintivamente y se protegió con
la mano, que de hecho se la cortó. Fue de
una violencia terrible. La señora lloraba.
A. -Si le pega, ¿la podría haber ma-
tado?
Defensor. -Objeción, Su Sefioría, el
abogado está especulando. La testigo no
puede saber qué hubiese pasado ante un
hecho hipotético que por lo demás no es
parte del juicio, por lo que es irrelevante.
Cualquiera que sea la respuesta que dé no
es atingente a la litis. ,
Tribunal. -Traslado.
A. -Su Sefioría, la pregunta no es im-
pertinente, esta parte quiere acreditar la
intensidad vviolencia del acto de violencia
intrafamiliar que estamos discutiendo.
T. -Ha lugar a la objeción, la pregunta
es impertinente. Debe reformular.
2.10. PREGl.-:\T.\S QCE HOSTILIZAN AL
TESTIGO
Muchas veces el debate, sobre todo cuando
se trata de un contraexamen, puede tor-
narse un poco agresivo. De hecho, en el
contraexamen existe una hostilidad natural
que forma parte del examen mismo. Sin
embargo, ello no autoriza excederse y tratar
al testigo o experto con una virulencia que
supere el contexto de un juicio.
Por otro lado, un testigo o experto pre-
sionado en exceso puede alterar el tenor
de sus respuestas, y en ese contexto modi-
ficar sus respuestas o no entregarlas con el
sentido que él pensaba.
Por lo tanto, el debate debe procurar
que se respete la voluntariedad de la de-
claración en todo momento.
Si bien es cierto que el testigo o exper-
to incurre en responsabilidad penal por
214
 _________________
el hecho de prestar una declaración falsa
en un juicio, ello no autoriza al abogado
para recordárselo a todo momento o iniciar
cada pregunta con una fórmula como: "le
recuerdo que está bajo juramento", o "le
quiero señalar que si miente en sus respuestas
puede irse preso", "le informo que tengo
la autoridad para iniciar una investigación
penal en su contra", etc.
Esta causal de objeción no puede sólo
referirse a una pregunta, sino que también
al estilo del abogado, si se trata de una forma
coactiva de interrogación, intercalando diá-
logos con el testigo o expenos, ironizando,
riéndose de él, o realizando cualquier acto
que se aleje de la forma natural del sistema
de interrogación que implica formular pre-
guntas y escuchar la respuesta y no entrar
en diálogos ácidos con el testigos o tener
actitudes hostiles para con él.
Cuando ocurre un evento de esta na-
turaleza, la contraparte debe solicitarle al
tribunal que le seriale al abogado que se
abstenga de hostilizar al testigo y limite su
interrogatorio a la realización de pregun-
tas, sin incurrir en formas que alteren la
normalidad del debate.
2.11. PREGL'NT\S Ql'E \'TOL\:--; DERECHOS
FL NDA:vtE:--:·r. \l.1-:S
También son objetables las preguntas que
pretenden que el testigo o experto vulnere
un derecho reconocido por la Constitución
respecto de él o de algún pariente o se
acredite una prueba ilícita.
Así, por ejemplo, no es correcto que se
pretenda que el testigo confiese un delito,
aun en línea de acreditación, incriminándose
a sí mismo o a alguno de sus parientes.
Recordemos que las pruebas obtenidas
en forma ilícita deben ser excluidas del
juicio oral. Pues bien, si la ley impide que
ella sea incorporada al juicio, tampoco lo
puede ser indirectamente a través de la
declaración ele un testigo.
Así, si en la etapa de investigación se
obtuvo un instrumento en un allanamiento
a la vivienda del acusado realizada sin los
requisitos legales, no es admisible pregun-
1:,_a~ol~eciones
tarle al carabinero que participó de esa
operación ilegítima que describa el mismo
instrumento. Sería una forma elíptica de
vulnerar las garantías sobre obtención y
producción de la prueba.
3. TRA.MITACIÓN DE LAS
O~JECIONES
Una vez que el abogado ha decidido objetar,
debe interrumpir el examen oponiéndose
a la pregunta.
Es muy importante que cuando el litigante
objeta, lo haga con la energía e intensidad
suficiente para interrumpir y cortar el diá-
logo que se produce entre el abogado y
el testigo o experto. Ello por cuanto si el
testigo o experto contesta la pregunta, la
objeción carece de sentido y ha precluido
la facultad de tramitar la incidencia.
Por lo tanto el litigante debe estar muy
concentrado en las preguntas y listo para
formular la objeción apenas perciba que la
pregunta tiene un viso de ilegalidad.
A veces ocurre que el testigo o exper-
to ha sido advertido de la preclusión de
la facultad de objetar y tiende a contestar
inmediatamente formulada la pregunta o
incluso después de ella.
En esos casos el abogado debe solicitarle
al Tribunal que instruya al deponente en
el sentido que cuando escuche la palabra
objeción debe abstenerse de contestar.
Pues bien, una vez formulada la obje-
ción, se ha formulado un incidente, esto
es, una cuestión accesoria que requiere un
pronunciamiento especial del Tribunal.
Este incidente, dado lo desformalizado
del procedimiento, puede ser tramitado
con cierta latitud por el Tribunal.
Así, el abogado puede limitarse a señalar
que objeta, interrumpiendo el debate y el
Tribunal le pedirá que invoque una causal
legal y la fundamente y luego dará traslado
a la otra parte para luego decidir.
En otras ocasiones, el inciden lista objetará
y señalará inmediatamente la causal que
invoca y sus fundamentos y luego le dará
traslado a la contraria para que argumente,
para luego resolver.
215 rnnoiuAL JURIDlCA DE cH11r
sr:
,~
 Curso elemental
Finalmente, nada obsta a que el Tribunal
resuelva la objeción de plano, sin necesidad
de dar traslado a la contraria.
4. LAS OBJECIONES EN EL SISTEMA
PROCESAL CHILENO
4.1. LAS OBJECIONES EN EL CÓDIGO
PROCESAL PENAL
El Código Procesal reglamenta las causales
en que pueden fundamentarse las objecio-
nes en diversos artículos.
Esos artículos no reconocen las mismas
causales que existen en sistemas compara-
dos de litigación, sin perjuicio que estas
causales pueden subsumirse en alguna de
las que reconoce la ley.
Ello significará que el litigante, ante una
pregunta objetable, deberá reconocer la
causal en que se funda y a que hicimos
referencia en los párrafos precedentes y
subsumirla en una que sí reconoce la le-
gislación chilena.
Señalaremos por tanto las causales que
contempla el Código y a cuáles de ella se
extiende.
4. l. l. Preguntas impertinentes
Reconocen su fundamento legal en el ar-
tículo 292 del Código Procesal Penal, que
señala que "el juez presidente de la sala
dirigirá el debate, ordenará la rendición
de las pruebas ... Podrá impedir que las alega­
ciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de
la acusación ni el derecho a la defensa".
En este artículo se fundamenta el derecho
a objetar por una pregunta impertinente.
Dentro de esta causal podemos subsumir:
a) las preguntas impertinentes propiamente
·.¡­. tales, y b) las especulativas.
¿ 4.1.5. Preguntas que coaccionan al testigo
4.1.2. Preguntas inadmisibles
También tienen su fundamento legal en el
artículo 292 del Código Procesal Penal antes
.®. EDrTORJA[ JURIDICA DE CHll.[
de litigación oral
referido cuando sostienze que "el juez presi-
dente de la sala dirigirá el debate, ordenará
la rendición de las pruebas ... Podrá impedir
que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no
pertinentes o inadmisibles, pero sin coartar
el ejercicio de la acusación ni el derecho
a defensa".
Dentro de las preguntas inadmisibles en-
contramos: a) las preguntas por opinión, y b)
las que violan derechos fundamentales.
Estas últimas encuentran su respaldo
legal, asimismo, en los artículos 305 y 334
del Código Procesal Penal.
4.1.3. Preguntas sugestivas
El artículo 330 del Código Procesal Pe-
nal sostiene que durante el interrogatorio
las partes que hubieren presentado a un
testigo o perito no podrán formular sus
preguntas de tal manera que sugieran la
respuesta.
La pregunta sugestiva, en cambio, está
permitida en el contraexamen.
Recordemos que puede subsumirse en
esta causal no sólo la pregunta que contiene
la respuesta, sino que asimismo aquella que
insinúa la respuesta o la línea de interro-
gación, según vimos más arriba.
4.1.4. Preguntas engañosas
El artículo 330 del Código Procesal Penal
señala en el inciso 3º que "en ningún caso
se admitirán preguntas engañosas".
Ahora bien, dentro de las engañosas en-
contramos: a) las preguntas compuestas; b)
las preguntas repetitivas; c) las preguntas que
asumen hechos no incorporados al juicio;
d) las preguntas que en el parafraseo citan
erróneamente al testigo o perito.
o perito
Se encuentran reglamentadas en el artículo
330 inciso 3º del Código Procesal Penal cuan-
do señala que "en ningún caso se admitirán
216
 _______ Las oh,j_eciont>s
preguntas engañosas, aquéllas destinadas a
coaccionar ilegítimamente al testigo".
r Dentro de esta causal encontramos las
preguntas que hostilizan al testigo o pe-
rito.
4.1.6. Preguntas poco claras
Están también contempladas en el artículo
330 inciso 3º del Código Procesal Penal, que
veda la posibilidad de realizar preguntas
poco claras para los destinatarios de las
mismas.
Dentro de este género de preguntas
podemos incluir las que denominamos
ambiguas, vagas o poco claras.
Recordemos que el artículo 330 del C.P.P.
termina señalando que "estas normas se
aplicarán al imputado cuando se allanare
a prestar declaración".
4.2. L:\S OBJECIO);ES E); L.­\ LEY Nº 19.968
QCE CREÓ LOS TRIBLX..\.LES DE F...\.~IILL\
Las causales de objeción se encuentran
diseminadas en diversos preceptos de la
Ley Nº 19.968.
Al igual que en el caso del Código Pro-
cesal Penal, las causales que reconoce la lev
no son las mismas que las que identifica la
doctrina, lo que no es óbice para que po-
damos subsumirlas en las que sí reconoce
la ley, como veremos a continuación.
4.2.1. Preguntas impertinentes
La Ley Nº 20.268 que modificó la Lev
Nº 19.968, que establece los procedimien-
tos de familia, incorporó el artículo 26 bis a
la norma que faculta al juez que preside la
audiencia para impedir que las alegaciones
se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles.
Más allá de esta facultad general que
consagra el artículo antes referido y que
se refiere a la facultad general de dirigir el
debate por parte del Tribunal, el artículo 53
inciso 3º de la ley señala que el juez puede
de oficio rechazar las preguntas impcrti-
217
'
J,
nentes o inútiles, a la vez que el artículo 51
inciso 2º sostiene que "el juez resolverá las
objeciones que se formulen, previo debate,
referidas a la debida claridad y precisión de
las preguntas y a la pertinencia de los hechos
por los cuales la parte haya sido requerida
para declarar".
En estas preguntas impertinentes po-
demos incluir: a) las que hemos llamado
impertinentes propiamente tales; b) las
preguntas especulativas.
4. 2. 2. Preguntas inadmisibles
Recordemos que el artículo 26 bis, introdu-
cido por la Ley Nº 20.268alaLeyNº 19.968,
establece la potestad general del juez de
impedir que el debate se extienda a puntos
no pertinentes o inadmisibles.
A mavor abundamiento, el artículo 40 de
la Lev NQ 19.968 sostiene que "todo testigo
dará razón circunstanciada de los hechos
sobre los cuales declarare, expresando si
los hubiere presenciado, si los dedujere de
antecedentes que le fueren conocidos o si los
hubiere oído referir a otras personas".
Ese artículo permite ratificar lo señalado
en el sentido que los testigos por definición
declaran sobre hechos que han percibido
por sus sentidos, de suerte que si se les so-
licita dar una opinión, dicha pregunta es
objciablc por inadmisible.
A su turno, de acuerdo al artículo 37
de la ley, todo testigo tendrá el derecho
de negarse a responder aquellas preguntas
cuva respuesta pudiere acarrearle peligro
de persecución penal por un delito. Asi-
mismo, el testigo podrá ejercer el mismo
derecho cuando, por su declaración, pudiere
incriminar a su cónyuge, a su convivien-
te, a sus ascendientes o descendientes, a
sus parientes colaterales hasta el segundo
grado de consanguinidad o afinidad, a su
pupilo o a su guardador, a su adoptante o
su adoptado.
Pues bien, evidentemente no será lo
normal que los testigos intenten ejercer
este derecho por sí mismos, repeliendo las
preguntas que los obligan a autoincriminar-
se. Ello supondría asumir que conocen la
¡
!' , '-
EDiTORíAL JUR(DICA DE CH!lf. ,.
 Curso elemental
ley, y obviamente ello no necesariamente
es así.
Por lo tanto, lo normal es que el abo-
gado que presenta al testigo haga efectivo
este derecho formulando la objeción per-
tinente.
Recordemos que de acuerdo al artículo
49 de la ley, la declaración de los peritos
se rige por las normas establecidas para la
de los testigos, por lo que esta norma les
es aplicable.
Finalmente, si el artículo 31 de la Ley
Nº 19.968 permite excluir del juicio oral en
la audiencia preparatoria aquellas obtenidas
con infracción de garantías fundamentales,
con mayor razón son objetables las pregun-
tas que tiendan en la audiencia de juicio
a desconocerlos o a intentar incorporar
indirectamente por otra vía un medio de
prueba obtenido con infracción a los de-
rechos constitucionales.
En consecuencia, para sintetizar, dentro
de las preguntas inadmisibles encontramos:
a) las preguntas por opinión, y b) las que
violan derechos fundamentales.
4.2.3. Preguntas sugestivas
La ley no regula la forma de las preguntas
de los testigos de manera expresa. Sí lo hace
para las declaraciones de las partes, donde
permite efectuar interrogaciones de manera
afirmativa o interrogativa, de lo que se deduce
que la pregunta sugestiva, cuando se requiere
de la contraparte, está permitida.
Como nada dice la ley respecto de los
testigos, debiéramos concluir que por prin-
cipios generales acerca de la forma de pro-
ducir la prueba en un juicio oral, como
asimismo por el hecho de haberlo permitido
expresamente respecto de las declaracio-
nes de las partes, sería posible objetar las
7
::s preguntas sugestivas en el examen directo
de los testigos y los peritos.
Así lo ha entendido una sana jurispru-
dencia emanada de los Tribunales de Fa-
milia.
Igualmente, sería deseable que el legis-
lador prohibiera las preguntas sugestivas
de manera expresa.
WITORJAL JURfDICA DE CHJ!.E
de litigación oral
4.2.4. Preguntas engañosas
El artículo 51 de la Ley Nº 19.968, inserto
dentro de las reglas relativas a las declara-
ciones de las partes, es la única fuente en la
cual se refiere el legislador a la necesidad
de que las preguntas se formulen con la
debida claridad y precisión, sin incorporar
valoraciones o calificaciones, de manera
que puedan ser entendidas sin dificultad,
agregando el inciso 2º del mismo artículo
que "el juez resolverá las objeciones que se
formulen, previo debate, referidas a la debida
claridad y precisión de las preguntas".
En todo caso, a pesar que no existe una
norma expresa que se refiera a la posibilidad
de impugnar las preguntas engañosas res-
pecto de los testigos y los peritos, ello fluye
de los principios generales de la buena fe
procesal en el sentido que obviamente las
preguntas deben ser claras y precisas.
Dentro de las engañosas, como vimos, po-
demos subsumir: a) las preguntas compuestas;
b) las preguntas repetitivas; c) las preguntas
que asumen hechos no incorporados al jui-
cio; d) las preguntas que al parafrasear citan
erróneamente al testigo o perito.
4.2.5. Preguntas que coaccionan al testigo
o perito
No se encuentran reglamentadas expresa-
mente en la Ley N? 19. 968 que establece el
procedimiento aplicable ante los Tribunales
de Familia, pero ellas pueden fundamen-
tarse en las facultades disciplinarias gene-
rales de que gozan los jueces respecto de
quienes litigan ante ellos y que, a mayor
abundamiento, han sido reconocidas en
la Ley Nº 19.968, con ocasión de la modi-
ficación introducida por la Ley Nº 20.268,
en especial con la introducción del artículo
26 bis, que expresamente reconoce a los
jueces las facultades disciplinarias destina-
das a mantener el orden y el decoro del
debate y, en general, a garantizar la eficaz
realización del mismo.
Dentro de esta causal de objeción, como
dijimos más arriba, encontramos las pregun-
tas que hostilizan al testigo o perito.
218
 ______ Las objeciones
4. 2. 6. Preguntas poco claras
o Se fundamentan en el artículo 51 de la
l- Ley Nº 19.968, inserto dentro de las reglas
a relativas a las declaraciones de las partes,
:i cuando señala que las preguntas se deben
a v
formular con la debida claridad precisión,
r sin incorporar valoraciones o calificacio-
1 nes, de manera que puedan ser entendidas
sin dificultad, agregando el inciso 2º del
) mismo artículo que "el juez resolverá las
objeciones que se formulen, previo debate,
referidas a la debida claridad v precisión
de las preguntas".
Referida a las declaraciones de los testigos
o expertos, no existe una norma específica
que las prohíba, pero, como dijimos más
arriba, ello no es óbice para el rechazo de
este tipo de preguntas fundado en la buena
fe procesal y, desde la modificación intro-
ducida por la Ley Nº 20.286, en el artículo
26 bis arriba referido.
Dentro de este género ele preguntas
podemos incluir las que denominamos,
ambiguas, vagas o poco claras.
4.3. LAS OBJECIOI\'ES E:\' EL CÓDIGO DEL
TRAit\JO
Las limitaciones al derecho ele interrogar
se encuentran básicamente en los artículos
454 Nº 4, Nº S y Nº 6 del Código, como
vereinos.
Tampoco siguen el sistema y las clases
de objeción que se conocen en doctrina,
como analizamos más arriba, sin perjuicio
que deberemos integrar las normas lega-
les para fundamentarlas, como veremos a
continuación.
4. 3 .1. Preguntas impertinentes
Para la declaración ele las partes, a través
de la confesional, el artículo 454 Nº 4 del
Código sostiene que "las posiciones para la
prueba confesional se formularán verbal-
mente, sin admisión ele pliegos, y deberán
ser pertinentes a los hechos sobre los cuales
debe versar la prueba", agregando el inciso
l
219
2º de la misma norma que "el juez podrá
formular a los absolventes las preguntas
que estime pertinente".
Para las declaraciones ele los testigos o
expertos, rige el artículo 454 Nº 6 del Có-
digo del Trabajo, que señala "el tribunal y
las partes podrán formular a los testigos las
preguntas que estimen necesarias para el
esclarecimiento elelos hechos sobre los que
versa cljuicio. Podrán, asimismo, exigir que
los testigos aclaren o precisen sus dichos",
agregando el inciso 2º de la misma norma
que "estas preguntas no podrán formularse
en forma asertiva, ni contener elementos
de juicio que determinen la respuesta, ni
referirse a hechos o circunstancias ajenas
al objeto ele la prueba, lo que calificará el
tribunal sin más trámite".
El artículo 453 Nº 8, inciso 5º del Código
del Trabajo expone que "la declaración de
los peritos se desarrollará de acuerdo a las
normas establecidas para los testigos".
En estas preguntas impertinentes, y
como hemos reiterado, podemos incluir
de acuerdo a la sistematización doctrina-
ria: a) las preguntas que hemos llamado
impertinentes propiamente tales; b) las
preguntas especulativas.
4.3.2. Preguntas inadmisibles
El artículo 453 Nº 4, inciso 3º del Código
del Trabajo, inserto dentro de las normas
que regulan la audiencia preparatoria del
juicio oral, afirma que "carecerán de valor
probatorio y, en consecuencia, no podrán
ser apreciadas por el tribunal las pruebas
que las partes aporten y que se hubieren
obtenido directa o indirectamente por
medios ilícitos o a través de actos que
impliquen violación de derechos funda-
m en tales".
Esta norma, si bien está ubicada a propó-
sito de la audiencia preparatoria del juicio
oral, también puede recibir aplicación en
la audiencia del juicio oral ya que niega
la posibilidad de producir convicción en
forma absoluta y categórica a las pruebas
obtenidas en forma ilícita o con violación
a los derechos fundamentales.
Ll)lTOR.L\L CHILE
 Curso elemental de litigación oral
En consecuencia, si la prueba que apor-
ta la parte o la pregunta se realiza de una
forma que directa o indirectamente impli-
que para el testigo o perito una violación
de sus derechos fundamentales, puede ser
objetada por esta causal, como por ejem-
plo si pretende que el testigo o experto se
autoincrimine.
Asimismo, el artículo 454 Nº 6 del Códi-
go, específicamente en su inciso 2º, limita
la posibilidad de formular preguntas a los
testigos únicamente en forma relativa a los
hechos sobre los que versa el juicio, por lo
cual es inadmisible realizar un interroga-
torio que no se refiera a esos hechos sino
a meras opiniones del testigo.
Asu turno, el artículo 453 Nº 8, inciso 5º
del Código del Trabajo expone en su parte
final que "la declaración de los peritos se
desarrollará de acuerdo a las normas esta-
blecidas para los testigos".
En consecuencia, para sintetizar, dentro
de las preguntas inadmisibles encontramos:
a) las preguntas por opinión, y b) las que
violan derechos fundamentales.
4.3.3. Preguntas sugestivas
El artículo 454 Nº 6 del Código del Traba-
jo en su inciso 2º afirma que las pregun-
tas que efectúa al testigo el tribunal o las
partes "no podrán formularse en forma
asertiva", con lo cual niega la posibilidad
de formular el interrogatorio afirmando
la respuesta.
Hacemos presente que esta norma no
distingue y no contempla la posibilidad
de recurrir a la sugestividad ni aun en el
contraexamen.
Recordemos que el artículo 453 Nº 8
inciso 5º del Código del Trabajo hace
aplicables al interrogatorio de los peritos
las mismas normas que regulan el de los
testigos.
Para la declaración de las partes, el ar-
tículo 454 Nº 4 del Código no consagra
ninguna regla que prohíba recurrir a la
sugestividad, al formular las posiciones.
En consecuencia, y tomando en cuenta
la remisión que hace el artículo 432 a las
I)E
normas contenidas en los Libros I y II del
Código de Procedimiento Civil, dentro de
las cuales encontramos el artículo 386 del
C.P.C., nos permite sostener que las posi-
ciones pueden formularse tanto en forma
sugestiva como interrogativa.
4.3.4. Preguntas engañosas
El artículo 454 Nº 4 del Código del Trabajo
expresa para la declaración de las partes en
la absolución de posiciones que estas "se
formularán verbalmente, sin admisión de
pliegos, y deberán ... expresarse en términos
claros Y precisos".
Para las declaraciones de los testigos,
el artículo 454 Nº 6 del Código sostiene
que las preguntas no podrán "contener
elementos de juicio que determinen la
respuesta, ni referirse·a hechos o circuns-
tancias ajenas al objeto de la prueba, lo
que calificará el tribunal sin más trámite",
con lo cual prohíbe introducir en la pre-
gunta elementos que puedan inducir a
error al testigo.
Asimismo, el artículo 430 del Código del
Trabajo establece como principio rector
del procedimiento el que "los actos pro-
cesales deberán ejecutarse de buena fe,
facultándose al tribunal para adoptar las
medidas necesarias para impedir el frau-
de, la colusión, el abuso del derecho y las
actuaciones dilatorias".
Evidentemente, una pregunta engañosa
altera la buena fe procesal, constituye un
abuso del derecho a interrogar, por lo que
es objetable.
Debemos reiterar que el artículo 453 Nº 8
inciso 5º del Código del Trabajo expone que
"la declaración de los peritos se desarrollará
de acuerdo a las normas establecidas para
los testigos".
Como dijimos arriba y reiteramos ahora,
dentro de las preguntas engañosas reconoce
la doctrina: a) las preguntas compuestas; b)
las preguntas repetitivas; c) las preguntas
que asumen hechos no incorporados al
juicio; d) las preguntas que al parafrasear,
citan erróneamente al testigo o perito.
220
 Las objeciones
·l 4.3.5. Preguntas que coaccionan al testigo
o perito
l­ No están reconocidas en la ley de manera
3. expresa, pero esta causal de objeción puede
fundamentarse en las facultades disciplinarias
generales de que gozan los tribunales para
dirigir el debate de los litigantes.
Dentro de esta causal de objeción, pode-
mos subsumir las preguntas que hostilizan
al testigo o perito.
4.3.6. Preguntas poco claras
El fundamento de esta objeción para la de-
claración de las partes se puede encontrar en
221
el artículo 453 Nº 4 cuando expone que las
posiciones se deben formular verbalmente,
en términos claros y precisos.
A su turno, para los testigos y expertos,
el artículo 454 Nº 6 del Código del Trabajo
no contiene una norma expresa para po-
der repeler este tipo de interrogaciones,
sin perjuicio que pudiera fundarse en el
artículo 430 del Código del Trabajo, que
contiene el principio general que obliga a
realizar los actos procesales de buena fe y
evidentemente conducir el interrogatorio
mediante preguntas poco claras es un abuso
del derecho a interrogar.
Dentro de este género de preguntas
podemos incluir las que denominamos
ambiguas, vagas o poco claras.
ED)T,)RJAI. DE
 Capitulo
EL CONTRAEXAMEN
l. CUESTIONES GENERALES
Como ha serialado la Corte Suprema de
los Estados Unidos, "el contraexamen es
el procedimiento mediante el cual lacre-
dibilidad de un testigo y la veracidad de su
testimonio son puestos a prueba"."!
Después del examen directo, donde el
litigante que presenta al testigo o experto
ha construido un relato, una determinada
visión de los hechos de acuerdo a su teoría
del caso, la ley permite a la contraparte
verificar si lo relatado por el deponente
se ajusta o no a la verdad o si la credi-
bilidad del testigo o perito es digna de
producir fe.
Se trata, en consecuencia, de una actua-
ción procesal de la más alta importancia,
ya que, mirado desde otro ángulo, si la
contraparte no contraexamina o no logra
destruir el crédito del testigo o experto
o de su relato, el Tribunal tenderá a va-
lidar o dar por cierto lo que éste señaló
en estrados.
Por lo tanto, el contraexamen es la úni-
ca oportunidad que tiene el litigante de
contrarrestar el testimonio producido en
el examen directo. A través de su ejercicio,
se hace efectivo el principio procesal de la
contradicción, uno de los pilares del debido
proceso.
Sin perjuicio de la importancia de con-
traexaminar, tal vez la decisión más madura
de un profesional y que devela su experiencia
puede ser precisamente la de no contracxa-
minar. Como dice Ronald H. Clark, citando
al fiscal norteamericano Emory R. Buckner,
44 Davis v/s Alaska, 415 LS., 308, '27 de febrero
de 1974.
223
Noveno
"El examen directo es un ladrido;
el contraexamen, una mordida".
KENNEY HEGL'\ND
"muchos contraexámenes son más suicidas
que homicidas't.f"
Cada caso es distinto y el decidir si con-
traexaminar o no es una cuestión compleja
que obligará a analizar en términos compa-
rativos el potencial beneficio del contraexa-
men en relación al posible da110 que éste
puede producir.
Así, por ejemplo, si el testigo es un
abogado, que por definición tendrá bas-
tantes posibilidades de conocer el esce-
nario del juicio como el lenguaje legal,
la intención, sentido e inteligencia del
interrogatorio, tal vez sea conveniente
"pasar" con este testigo, salvo que tenga
una línea de interrogación bastante segura
que explorar con él.
Lo mismo puede ocurrir si quien declara
es una madre que ha perdido un hijo, y se
ha referido en el examen directo al dolor
que ha enfrentado como consecuencia de
su muerte. Lo sugerible, una vez finalizado
el examen, es que la testigo abandone la
sala, ya que nada puede contrarrestar un
relato basado en un genuino dolor, humana
v razonablemente comprensible.
Por lo tanto, lo aconsejable sería en ese
caso no contraexarninar, o si se va a hacer-
lo, seguir una línea brevísima, con mucho
tacto, y liberar a la testigo.
Siempre debemos tener presente que
en un sistema acusatorio lo que gano yo lo
pierde la contraria y viceversa, por lo que
si no puedo hacer dario a la contraria, ella
se habrá anotado un triunfo en el juicio en
ts Clark, Ronalcl II., "Proaciivc Cross", en Analyti­
cal Tria! Advocar_)·, a pmctiml approacli for prosecutors,
National College ofDistrictAttorneys, sin traducción,
1996, pág. 131.
 Curso elemental
desmedro de mis intereses. En esto no hay
dos lecturas o dos interpretaciones.
Por lo tanto, la primera decisión que
debe tomar un litigante es decidir si con-
traexaminará o no.
Para decidir aquello el litigante debe
hacerse unas preguntas.
En primer lugar, debemos definir si el
testigo que acaba de declarar atacó realmente
mi teoría del caso. Supongamos que el tes-
tigo lo único que hizo fue validar la cadena
de custodia y el caso no pasa por ahí. ¿Será
realmente necesario contraexaminar?
En segundo lugar, debemos analizar
si el relato del testigo que queremos con-
traexaminar es creíble. Así, por ejemplo,
supongamos que el testigo o perito que
acaba de ser examinado contradijo sustan-
cialmente el testimonio de otro testigo o
experto de la contraria. ¿Será conveniente
contraexaminar y de esa forma arriesgarse a
rehabilitar el testimonio e hipotéticamente
superar la contradicción de alguno de los
testigos o expertos? En este caso debe ser
conveniente pasar.
A la inversa, si nos preguntamos, si el
testigo tiene información que puede comple-
mentar nuestra teoría del caso, obviamente
debemos contraexaminar. Lo mismo acaecerá
si el testigo o experto puede acreditar a algún
testigo o experto de nuestra nómina.
Una vez que hemos decidido contraexa-
minar debemos analizar la forma de dirigir
el contraexamen.
2. FORMA DE REALIZAR
EL CONTRAEXAMEN
:>·l
e::: En primer lugar debemos recalcar lo evi-
C: dente. Como en toda etapa del juicio, la
r preparación es lo esencial. El abogado debe
O
obtener información del testigo o experto
: y preparar sus líneas de interrogación .
.- . Un gran error es sentarse a escuchar el
~ examen directo y luego empezar a generar
~ las preguntas del contraexamen después de
:-; escuchar el relato del testigo o perito.
82 Esta forma de interrogación es muy pe-
::, ligrosa, ya que lo que siempre debe tener
5 presente el litigante es que en el contraexa-
@. ED[TORJAL JURIDICA DE CHll.E
de litigación oral
men el testigo o experto es proclive a la parte
que lo introduce, por lo que improvisar
en un contraexamen equivale o se acerca
bastante a un mal resultado final.
Por lo mismo, es esencial definir con cierta
antelación, a lo menos, los tópicos o líneas
de interrogación que se pretenden cubrir en
el contrainterrogatorio. Una vez definidas
esas líneas o áreas sobre las cuales se exten-
derá el interrogatorio, se deben construir
las preguntas que satisfagan esas líneas.
Para ello debemos tener presentes las
siguientes consideraciones que analizaremos
a continuación.
2.1. CO:'\TROL DE LA SITl,'ACIÓl\'
Habida cuenta que el testigo o experto es
reactivo al examinador y proclive a la con-
traria es relevante que _el abogado perciba
la diferencia esencial entre el rol del liti-
gante en el examen directo y el que debe
desempeñar en el contraexamen.
En el primero, el abogado debe procurar
que el testigo sea quien se lleve la atención
del Tribunal. En el contraexamen, en cambio,
la atención se desplaza hacia el abogado:
es él quien domina la escena y mantiene el
control de la situación, el volumen, tono e
intensidad del interrogatorio.
Lo antes dicho se proyecta en todo mo-
mento. Es importante que este control de
la situación que debe mantener el abogado
se extienda a las respuestas que da el tes-
tigo o experto. El abogado que mantiene
el control del contraexaminado no puede
permitirle que se explaye en las respuestas
o que las aclare o complemente. Debe im-
ponerse con sus palabras, tono de voz, con
su gestualidad o lenguaje corporal, para
impedir que el testigo abarque puntos no
comprendidos en la pregunta, debiendo
incluso exigirle al Tribunal que aclare al
testigo o experto que se encuentra en un
Tribunal y que debe contestar las preguntas
tal como las realiza el abogado, y no en la
forma cómo el testigo desea, ya que no se
le han pedido explicaciones.
Así como en el examen directo se puede
decir que existe un diálogo entre el testi-
224

go y el abogado, en el contraexamen, en
la práctica, lo que debe apreciarse es un
monólogo del abogado al cual concurre el
testigo únicamente para validar o negar.16
Para realizar lo anterior, necesariamente
debe mantener el control del testigo.
Sobre este punto no deben haber con-
cesiones y el abogado debe hacer valer las
reglas del sistema acusatorio, donde el abo-
gado pregunta y el testigo o experto debe
responder. El juicio no es una entrevista
de dos candidatos a una posición política
donde muchas veces vernos que el perio-
dista pregunta vel entrevistado no aborda
derechamente el tema comprendido en la
pregunta o la elude sin contestar sin nin-
guna consecuencia.
En un juicio, por el contrario, el exami-
nado juró o prometió decir la verdad y el
testimonio aparece como consecuencia del
sistema de preguntas y respuestas que en
definitiva constituye el contrainterrogatorio.
En consecuencia, es deber del abogado im-
ponerse para que el sistema se mantenga el
contraexaminado no divagueen sus respuestas
a aspectos no comprendidos en las preguntas.
Por su parte, los tribunales también deben
contribuir a lo anterior, ejerciendo su imperio
para obligar a que el testigo conteste, con
el objeto de permitir que el sistema devele
la verdad material detrás del juicio.
2.2. PREOCÚPESE DEL RIDIO
Relacionado con el punto anterior y consi-
derando la naturaleza del contraexarnen, es
muy importante que las preguntas fluyan a
una velocidad que impida que el testigo o
experto tenga mucho tiempo de pensar la
dirección a la cual está siendo conducido
con las preguntas, ya que el ahogado debe
siempre tener en cuenta que si lo hace,
dada su natural conexión con la parte que
lo presenta, puede el contraexaminado al-
terar en parte la respuesta, atenuarla o,
derechamente, mentir.
46
Sanders, Mark, "Cross examination", Apuntes
de clase, Curso Tria! .vdvocav I. '\ational Advocacy
Ccnter, Columbia, South Carolina, 2006,
El contraexamen
Por lo tanto, las respuestas deben ir ca-
yendo con fluidez y ritmo, de forma tal que
el testigo o experto entre en la dinámica
del contraexarnen sin que pueda percibir
el destino del mismo.
2.3. CONSTRUYA EL MOMENTO.
Evrri: LA ANSIEDAD
En el contraexarnen, el abogado no debe
pensar que obtendrá la proposición fáctica
que piensa obtener con la primera pregun-
ta. El testigo o experto presumiblemente
es bastante astuto como para no caer en
ello. Así, no puede el ahogado partir in-
terrogando al testigo: "¿No es verdad que
usted realmente no puede estar seguro que
ha reconocido al acusado?".
Lo más probable es que el testigo esté
esperando una pregunta corno la anterior y
por lo tanto partir con ella es como pregun-
tarle a un alumno lo que acaba de repasar
v antes de entrar el examen. Por otro lado,
aun en la hipótesis altamente improbable
que el testigo contestara afirmativamente a la
pregunta que usted le hace, es del caso que
se ha perdido una extraordinaria posibilidad
de construir un momento, entregando una
información bastante más certera y creíble
que la que resulta de una pregunta que en
realidad es una conclusión de un hecho, pero
que no entrega ninguno de los antecedentes
que permiten llegar a esa conclusión.
Por lo dicho, y tomando en cuenta que es
altamente probable que el testigo o perito
intente sostenerse en sus dichos afirmados
en el examen directo, no es razonable par-
tir de las conclusiones, sino construir una
visión distinta a partir de los hechos que
permiten al testigo o experto sacar esas con-
clusiones. Si el abogado puede establecer
en el proceso que los hechos en virtud de
los cuales se apoyan las conclusiones del
contraexaminado no son efectivos o que
no tienen la proyección o los matices que
él les atribuvc, entonces la conclusión no
necesariamente es efectiva, con lo cual se
destruye la conclusión sin necesidad de
preguntárselo directamente al contraexa-
rninado y casi sin que se dé cuenta.
225 CHJLt
 -··--·--~-·~·-
Curso elemental de litigación
~-----------~-------
Veamos el siguiente ejemplo, que más o
menos sintetiza la técnica realizada por uno
de los autores en un juicio, lo que significó
que en la sentencia el tribunal no conside-
rara la pericia de un connotado siquiatra.
Abogado. -Señor Perito, ¿no es verdad
que el examen mental que usted realizó al
acusado lo efectuó en la cárcel?
Perito. -Así es, él estaba detenido en
esa oportunidad.
A. -¿No es verdad que los antecedentes
que usted recabó para efectuar su informe
los obtuvo de los dichos del acusado?
P. -Así es.
A. -¿No es verdad, en consecuencia, que
para sostener que el acusado se encontraba
en un estado crepuscular al momento de
cometer el crimen de la víctima se ha basado
en las declaraciones del acusado?
P. -Sí claro, eso es la información que
yo consideré.
A. -¿No es verdad que usted no tuvo a la
vista la carpeta de investigación de la fiscalía
para cotejar la versión del acusado?
P. -No, no la tuve, no me pareció ne-
cesario. Con mi condición de experto en
el ámbito de la siquiatría puedo formular
un diagnóstico con la sola entrevista clínica
con el acusado.
A. -Me parece perfecto, pero con eso
que usted señala ¿no es verdad que debemos
inferir, que no contrarrestó la información
que le dio el acusado con ninguna otra?
P. -No, le he dicho que no lo consideré
necesario.
A. -Correcto, pero ¿no es verdad que
si alguno de los antecedentes que le dio el
acusado no fueran efectivos, su conclusión,
debiera necesariamente variar?
P. -Ahh, por supuesto.
A. -Pero usted no lo chequeó, ¿corree-
to?
P. -No, le dije que no.
A. -¿No es verdad que usted no dudó
de la veracidad del relato que le hizo el
acusado?
P. -No, no dudé, me pareció creíble.
A. -¿No es verdad que usted en realidad
no tiene ningún otro antecedente, más allá
de los propios dichos del acusado para sos-
El)!TORJA.L
oral --------~
tener que éste es inimputable en los hechos
por los que se le acusa?
P. -Bueno, la información la obtuve
de su relato, de la entrevista clínica que
sostuve con él.
A. -Sí, pero de nada más, ¿correcto?
P. -Así es.
A. -No más preguntas, Su Señoría.
En el ejemplo antes referido, el abogado
intenta aproximarse al contraexamen del
perito, no preguntándole si puede estar
equivocado en su informe, cuestión a la que
seguramente contestaría que no, sino que
construye un contraexamen para acreditar la
única fuente de información de que dispone
el perito para realizar su informe y que por
lo tanto su método es el incorrecto, luego
las conclusiones igualmente lo son.
Todo ello se hace en un diálogo que va
dejando claro el punto al Tribunal acerca
de lo erróneo de la metodología, en forma
sucesiva y reiterativa, sin hacer directamente
la pregunta de si puede estar equivocada o
no la metodología empleada.
Mediante preguntas que apelan final-
mente al sentido común, y por lo tanto a
las máximas de experiencia, se van desacre-
ditando las conclusiones por la vía que el
Tribunal vaya percibiendo lo parcial del
peritaje.
En consecuencia, en el contrainterrogato-
rio lo conveniente es construir un momento
a través de preguntas seguras y controladas
que irán aproximándose al hecho que se
quiere acreditar en forma paulatina y no
en forma directa.
En otros términos, en cada línea de inte-
rrogación es razonable partir desde un lugar
seguro donde conocemos las respuestas, de
manera que cuando nos aproximemos al
núcleo de la línea de interrogación ya no
sea posible para el testigo echar pie atrás
en su declaración.
2.4. FORMULE PREGUNTAS SUGESTIVAS
Recuerde que lo propio del contraexamen
es la posibilidad de realizar preguntas cerra-
das e incluso sugestivas. Ellas le dan mayor
226
 El cont raexaruen
control sobre un testigo o experto que se
asume hostil y proclive a la contraparte.
La pregunta abierta permite que el testigo
o experto divague, se explave y profundice
sus respuestas o las aclare, cuestiones to-
das absolutamente incompatibles con un
contraexamen.
Evidentemente que desde el punto de
vista de la credibilidad es bastante más
creíble realizar al testigo de la contraria
preguntas abiertas, pero por esa vía, salvo
en las películas, lo más probable es que el
testigo o perito refuerce sus dichos y no
que se desdiga de los mismos.
Por lo tanto, las preguntas que se dirigen
en el contraexamen deben ser, por regla
general, sugestivas.
La técnica, en síntesis, consiste en en-
tregarle los hechos al testigo para que él
los ratifique o los niegue y no, como en el
examen directo, donde se le pregunta al
tes Ligopara que sea él el que proporcione
los hechos. 17
En el siguiente ejemplo destacamos la
diferencia existente en la técnica del examen
directo comparándola con la del contraexa-
rnen. Fijémonos en que en ambos casos se
obtiene exactamente la misma información.
pero en una los hechos se arrancan al tes-
tigo a través de preguntas y en la otra. la
información la suministra el abogado.
Examen directo:
Abogado. -Scfior Kazazian, :usted tenía
seguro de incendio para su casa?
Testigo. -Sí.
A. -¿En qué compariía lo contrató?
T. -En la compariia de Seguros "El Si-
niestro es Nuestro".
A. -¿Cuándo contrató el seguro de in-
cendio?
T. -En septiembre de 2004.
A. -¿Cuándo se le quemó la casa?
T. -En octubre de 2004.
Contraexamen:
Abogado. -¿No es verdad que usted tenía
seguro de incendio para su casa?
Testigo. -Sí.
47
Sandcrs, Mark, ob. cit.
227
,+
A. -¿No es verdad que contrató ese seguro
en la Compariia "El Siniestro es Nuestro"?
T. -Así es.
A. -Ueted contrató el seguro de incendio
en septiembre de 2004, ¿correcto?
T. -Sí.
A. -¿No es verdad que la casa se le que-
mó en octubre de 2004?
T. -Sí.
En el fondo, corno podemos ver, en el
contraexamen el que testifica realmente es
el abogado, limitándose el testigo a acorn-
panarlo en su relato.
2.5. ALTERE EL ORDEN DE LAS
PREGC\T\S. MEZCLE LA PARTE TEMATICA
Y L\ CRONOLÓGICA
En el examen directo, la esencia es construir
un relato a través de los dichos de un testigo.
Por ello, para los efectos que este relato apa-
rezca fluido v coherente, debe ser construido
por un interrogatorio ordenado, sea desde el
punto de vista de la cronología de los hechos
o desde el punto de vista de los puntos sobre
los que pasa el relato, o ambos.
.'\ada de eso ocurre en el contraexamen,
donde el testigo o experto ya ha declara-
do v asentado un relato en el juicio (que
a su turno seguramente quedó ordenado
en forma temática, cronológica o mixta),
relato que debe ser contrarrestado por el
abogado en el contraexamen.
El rol del abogado en un contraexarnen,
en síntesis es, o destruir la credibilidad del
testigo o experto, o destruir o poner en
duda el fondo del relato o algunos elemen-
tos de él.
Si va a contraexaminar en forma lineal,
es decir, primero se abocará a la credibilidad
o a la falta de credibilidad y luego pretende
pasar por todos los puntos sobre los cua-
les el testigo o experto acaba de declarar,
y en el mismo orden en que lo hizo, sin
duda que el deponente podrá entender
la estructura de su contraexamen y por lo
tanto las preguntas no serán sorprcsivas,
sino que en cierto modo serán esperadas
por el testigo o perito.
 Curso elemental de litigación
En consecuencia, lo más aconsejable
es mezclar las líneas de contraexamen,
pasando rápidamente de una a otra, sin
que el testigo o experto pueda percibir ha-
cia dónde va a ser llevado por el próximo
grupo de preguntas, con el objeto que no
pueda anticiparse a la siguiente línea del
interrogatorio.
2.6. NO HOSTILICE AL TESTIGO
Por más que la dinámica propia del con-
traexamen sugiera o denote una cierta hos-
tilidad ( de hecho se permiten las preguntas
sugestivas), no es conveniente pasarse de
la raya, en el sentido que derechamente
entremos a agredir al testigo o perito con
preguntas como ¿no es verdad que usted
llega a esas conclusiones sólo porque le
pagaron? o ¿sabía que puede irse preso si
miente a las preguntas que yo le hago?
Más allá de que existe una causal de
objeción a ese tipo de preguntas, precisa-
mente por hostilidad al testigo o perito, la
verdad de las cosas es que aun cuando la
contraria no las objetare o incluso aunque
el tribunal acogiere la objeción, el litigante
siempre debe velar porque la información
que extrae del deponente la ha obtenido
en forma libre y espontánea, según el real
conocimiento que tiene el testigo o experto
de los hechos y no porque ha sido violen-
tado o engañado.
En ese escenario, es preferible que el
abogado se concentre en extraer las con-
tradicciones del testimonio del testigo o
experto para luego remarcarlas y analizarlas
en la clausura, en lugar que, a través de
actos agresivos, aparecer como enojado o
descontrolado ante el testigo o perito por-
que las respuestas no le agradan.
Por otro lado, no necesariamente el
testigo "miente descaradamente", sino
que en la mayoría de las ocasiones existe
la posibilidad de que las cosas no hayan
ocurrido como el testigo las relata, porque
le falta algo de información, porque no ha
analizado los hechos con todo rigor o por
otra causa, por lo que el abogado litigan-
te, asertivamente, debe obtener los hechos
616
.......¡,...... ED[TORIAL JURIDICA DE CHILE
oral
que permitirán al tribunal concluir que el
testigo no ha podido apreciar los hechos
en la forma que realmente acaecieron, sin
que por ello trasmita que es un mentiroso
o que debe ser encausado por el delito de
falso testimonio.
2.7. MDfüRL\ Y DISPONIBILIDAD DE LOS
AXTECEDENTES A USAR
Obviamente no se puede ser abogado sin
tener una buena memoria. Sin embargo,
cuando nos referimos específicamente a
que se requiere una buena memoria para
realizar el contraexamen, es a que la línea
temática a cubrir en el contrainterrogato-
rio debe estar definida con anterioridad
al inicio del examen directo y debe haber
sido aprendida por el litigante. No se tra-
ta de memorizar 70 preguntas, sino que
de memorizar 4 o 5 puntos que van a ser
cubiertos por el contraexamen y a partir
de ellos construir las preguntas.
El abogado no debe jamás sobreesti-
marse y creer que por la sola circunstan-
cia que el Tribunal le dé la oportunidad
de contraexaminar, en ese momento se va
a iluminar y va a improvisar una línea de
preguntas que producirá que el testigo o
experto termine en estrados diciendo que
todo lo que señalaba en el examen directo
era falso. Eso generalmente no ocurre. Lo
más seguro, entonces, es preparar anticipa-
damente líneas de preguntas, organizarlas
desde algún punto de vista, idealmente mez-
clándolas cronológica y/ o temáticamente
para confundir al testigo o experto y entrar
a la acción.
Por otro lado, en algunas partes del
contraexamen se hará necesario recurrir
a declaraciones prestadas por el propio tes-
tigo o experto ante el Ministerio Público,
por ejemplo, o para confrontarlo con su
propia declaración o con declaraciones
prestadas por otros testigos o expertos en
el mismo juicio.
En ese caso, debe tener la información
que se va a usar o que contiene la nota que
se va a confrontar absolutamente a la mano,
porque es perfectamente posible que el
228
 testigo o experto la rebata o la desconozca,
hipótesis en la cual, para mantener el ritmo
del contrainterrogatorio, debe usar el docu-
mento o citar el parafraseo cuestionado en
forma instantánea y no perder el momento
creado buscando papeles.
Un ejemplo aclarará las cosas:
Abogado. -Don Mario Zavala, usted le
acaba de señalar al señor fiscal que se en-
contraba en calle Fidel Oteíza con 11 de
septiembre en Providencia el día 14 de julio
de 2010 a las 20 hrs., ¿es correcto?
Testigo. -Sí, así cs.
A. -¿No es verdad que a las 20 hrs. se
encontraba en realidad en su departamento
ubicado en Carlos Antúnez con Av. Provi-
dencia?
T. -No es así, a las 20 hrs. ya había ba-
jado.
A. -¿No es verdad entonces que usted
no está seguro de la hora exacta a la cual
estaba en calle 11 de septiembre con Fidel
Oteíza y que pudo haber bajado unos mi-
nutos después?
T. -No es así, quedé de encontrarme
con David Véliz a las 20 horas en el Metro
Pedro de Valdiviay ahí estaba. Lo tengo
claro.
A. -¿No es verdad que puede haberse
equivocado en la hora-
Fiscal. -Objeción, Su Señoría, la pre-
gunta es repetitiva, el abogado defensor
ha hecho 3 veces la misma pregunta, por
lo que claramente la pregunta es engañosa
por repetitiva.
Tribunal. -Traslado.
A. -Su Señoría, tengo claro que la pre-
gunta ha sido repetitiva, lo que intentaba era
fijar el punto para los efectos de ejercer mi
derecho a contrastar al testigo de acuerdo
al artículo 332 del C.P.P., con el propósito
de superar una contradicción.
T. -Sr. Abogado, al Tribunal le ha que-
dado claro el punto, por lo que proceda
con el ejercicio del 332.
A. -Como no, Su Serioria.
T. -Proceda abogado.
A. -Sí, Su Señoría, lo que sucede es que
estoy buscando la declaración del testigo
229
de
en la carpeta. Espéreme un segundo, por
favor.
T. -¿Terminó su búsqueda abogado?
A. -Estoy en eso, Magistrado, lo que
ocurre es que estaba buscando en la carpeta
eq uivocada ...
Como podemos ver en este ejemplo,
cualquier momento o impacto que pudo
haber creado el abogado que dirigía el con-
tracxamcn quedó destruido con el hecho
de no tener a la mano la información que
pensaba usar para superar la contradicción
en que en su concepto ha incurrido el tes-
ti~. .
Si bien es cierto, no podemos saber si
un testigo se contradecirá o no, sí debemos
tener absolutamente disponible la infor-
mación que nos permita cerrar los ángulos
ante posibles inexactitudes del testigo, de
suerte de poder mantener el ritmo del in-
terrogatorio y poder demostrar al Tribunal
el propósito de la línea de interrogación
elegida.
2.8. USE l..'N LENGUAJE SIMPLE
Dado que usted se encuentra ante un tes-
tigo que en principio debiera ser hostil a
sus intereses o, en el mejor de los casos,
neutro, es conveniente usar preguntas que
sean fácilmente comprensibles con el desti-
natario de ellas, de suerte que las respuestas
que obtenga sean unívocas y no puedan ser
malentendidas ni por el tesLigo, la contra-
parte o el Tribunal;"
En ese orden de ideas es deseable que
el abogado perciba el nivel del testigo o
experto al cual examina, y establezca un
diálogo en su nivel evitando recurrir a
nociones legales o técnicas que puedan
confundirlo.
4"
Clifforcl R., Strider Ill, "Style and Srructure of
a cross-cxamination ", en Successful Trial Straiegiesjor
Prosecutois, ):ar.ional College of District Attorney's,
t.sc. l' edición, aiío 2005, pág. 180. :.5
E[)JT;)!Z!AL J URIDICA DI Cll!LE -~
------------~ Curso elemental de litigación oral
2.9. TENGA PRESENTE LA COMUNICACIÓN
NO VERBAL
Como hemos dicho reiteradamente, en un
juicio oral estamos en permanente exposi-
ción ante todos los intervinientes, de suerte
tal que debemos preocuparnos que no sea
nuestro lenguaje verbal el que se convier-
ta en un impedimento para transmitir los
puntos que queremos establecer a través
del contraexamen.
Así, por ejemplo, se debe evitar lo que
algunos autores han llamado el "efecto
de partido de tenis",49 en el cual el aboga-
do avanza, retrocede para luego volver a
avanzar hacia el testigo y así sucesivamente,
de suerte que el Tribunal debe (al igual
que un espectador de tenis) mirar hacia
delante y atrás para seguir al abogado y
luego dirigir la atención hacia el testigo.
Todo ello se agrava si el abogado realiza
las preguntas mientras se mueve o mientras
el testigo responde o, peor aún, realiza el
contraexamen de espaldas hacia el testigo.
Todos estos movimientos son distractores
y pueden significar la pérdida de concen-
tración en el caso.
Lo aconsejable es buscar un punto cómo-
do en el Tribunal (si ha decidido ponerse
de pie) y formular las preguntas y escuchar
las respuestas desde ese lugar.
Lo mismo sucede con los gestos,los cuales
deben ser apropiados para la ocasión y no
denotar descontrol o sobreactuación, lo cual
necesariamente pondrá la atención en el
litigante y no en el testigo o experto.
Punto importante es el manejo de los
silencios y el eco.
Respecto de los silencios, su uso puede
ser una herramienta muy poderosa, siendo
ocupado una vez obtenida una respuesta
favorable, ya que da tiempo a los sentencia-
dores para digerir la declaración, tomar nota,
para luego seguir la línea de interrogación
que se venía desarrollando.
Respecto de la técnica del eco, el para-
frasear al testigo o experto una vez que ha
reconocido un punto favorable a nuestros
49
Clifford R. Strider III, ob. cit., pág. 179.
l)E
intereses, permite al tribunal tomar mayor
conciencia de lo declarado.
3. ORGANIZANDO
EL CONTRAEXAMEN
Una vez que tenemos clara la forma de en-
carar el contraexamen, debemos abocarnos
a analizar la forma práctica, material, de
producirlo, para lo cual cabe tener a la vista
algunas consideraciones generales.
3.1. TENGA PRESENTE LA DIFERENCIA DE
LA FOR.\IA DE PREGCNTAS DEL EXAMEN
DIRECTO DE LA DEL CONTRAEXAMEN
Lo que siempre debemos tener en men-
te es que el contraexamen es el vehículo
de que se sirve el modelo adversarial para
poner a prueba la veracidad del relato que
acaba de dar el testigo o experto que ha
sido presentado por la contraparte.
Por lo mismo, el contraexamen debe
ser dirigido básicamente con la técnica de
las preguntas sugestivas. Nos remitimos a
lo explicado más arriba.
3.2. CREE l.'N NÚvIERO LIMITADO DE
LÍNEAS DE INTERROGACIÓN
El litigante no debe considerar (y tampoco es
necesario) que debe pasar en el contraexa-
men por todos y cada uno de los puntos
sobre los cuales declaró el testigo o experto
en el examen directo.
Por el contrario, tomando en consi-
deración la natural atención selectiva del
ser humano, como asimismo la limitada
capacidad de atención del Tribunal, más
bien lo que es aconsejable es seleccionar un
número acotado de hechos que remarcar
en el contraexamen y abocarse a ellos. Para
lo anterior, deben preferirse las líneas de
interrogación que más seguramente denun-
cien una errada apreciación del testigo de
los hechos relatados en el contraexamen,
como asimismo una falta de credibilidad
del mismo.
230
 El cont.raexamen
Incluso, dentro de estos puntos, seleccione
una línea de interrogación alta para iniciar
el contraexamen y otra para salir, dejando
para la fase intermedia del contraexamen
las líneas de interrogación que no sean tan
ganadoras o en las cuales no necesariamente
logre su objetivo.
3.3. 0CCPE EL CO:\TR,\EXX\!L\' E-\R.-\
ACREDIT.\R PL:S,:TOS SEGl_'ROS
El litigante no debe esperar que a través del
contraexamen destruya necesariamente al
testigo de la contraparte, de manera que el
Tribunal no le otorgue credibilidad alguna.
Siempre deseamos que ello sea así, pero en
los hechos es altamente improbable que ello
ocurra. Ni el mejor de los tenistas gana sus
partidos únicamente con aces. Lo mismo le
pasará a usted.
Por lo tanto, una forma bastante segura
de obtener puntos a favor en un contraexa-
men, respecto de un testigo o experto que
es hostil a mi teoría del caso o al cual no
necesariamente \'oy a poder desacreditar
del todo, es preguntarse qué cosas de mi
teoría del caso, aunque sean incidentales,
sí puede ratificarme este testigo.
Losjueces tenderán a creerle a un testigo
o experto de la contraparte cuando entregue
cualquier información que pueda favorecer
los intereses de la contraria. Esto es prácti-
camente una máxima de experiencia.
Por lo tanto, el deber de uno como abo-
gado es ocupar esa máxima y sacarle algún
provecho, y así, por ejemplo, puedo pregun-
tarle a un experto de la contraria si conoce
al experto que presentaré como perito y si
tiene buenas credenciales o si es reconocido
en el campo de su especialidad como un buen
profesional. Ante la respuesta afirmativa del
experto en el contraexamen, habré acreditado
a mi experto antes que él declare.
Del mismo modo, si bien el demandado
no reconocerá el acto de violencia intrafa-
miliar, sí es posible que reconozca algún
aspecto de la teoría del caso de la contrapar-
te, como por ejemplo que la denunciante
es una buena madre, que no la ha visto
golpear a sus hijos, que él se encontraba
231
en la casa de la víctima el día del acto de
violencia in trafamiliar, etc.
Si bien el denunciado no reconoce direc-
tamente el acto de violencia intrafamiliar, al
confesar un aspecto de mi teoría del caso,
necesariamente debilita su propia teoría
del caso.
3.4. VI:\CCLE LAS PREGUNTAS DE UNA
LÍ:\EA DE I:\TERROGACIÓN UNA A OTRA EN
FORMA DE CASCADA
Una cuestión de gran trascendencia en los
contraexámenes es abordar toda una línea
de interrogación, uniendo las preguntas una
a otra, ele manera que el Tribunal pueda
seguir todo el razonamiento que contiene
la pregunta y aparezca la información en
forma natural.
Este método permite al tribunal repasar la
línea de interrogación pregunta a pregunta,
a la vez que pone la última respuesta en la
construcción de la pregunta siguiente, con
lo cual el tribunal a través de la técnica del
eco, escucha las respuestas una y otra vez,
ampliando las posibilidades de comunicar
el mensaje al Tribunal.
Supongamos que la línea de interro-
gación tenga por objeto acreditar la falta
ele credibilidad del testigo por su estrecha
amistad con el demandado, se puede extraer
la información de la siguiente manera.
Abogado. -¿No es verdad que usted fue
compañero de curso en la Universidad con
el demandado?
Testigo. -Así es.
A. -¿No es verdad que fue compañero
ele curso con él en la Universidad los 6 años
que duró su carrera?
T. -Sí.
A. -¿No es verdad que en esos 5 años en
que fueron compañeros de curso, ustedes
estudiaron muchas veces juntos?
T. -Solamente los exámenes ele fin ele
ano.
A. -¿No es verdad que al estudiar los
exámenes ele fin de año juntos, el deman-
dado fue un gran apoyo para que usted se
pudiera recibir de ingeniero?
CHfLI
 Curso elemental
T. -Sí.
A. -En consecuencia, ¿es correcto con-
cluir que el demandado lo ayudó bastante
para que se recibiera de ingeniero?
T. -Así es.
Como podemos ver, en esta forma de
interrogación las preguntas se conectan y
caen unas con otras como cascada, permi-
tiendo al Tribunal percibir claramente la
línea de interrogación.
4. EL CONTRAEXAMEN EN LA
LEGISLACIÓN CHILENA
4.1. EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL
La facultad de contraexaminar aparece
regulada en el C.P.P., específicamente en
el artículo 330, que señala que durante el
interrogatorio las partes que hubieren pre-
sentado a un testigo o perito no podrán
formular sus preguntas, de tal manera que
ellas sugirieren su respuesta, norma de la
cual se deduce a contrario sensú que en el
contraexamen sí es posible interrogar en
forma sugestiva.
A su turno, el inciso 2º de la misma nor-
ma se refiere a que durante el contrainte-
rrogatorio las partes podrán confrontar al
perito o testigo con sus propios dichos u
otras versiones de los hechos presentados
en el juicio.
Esas son las regulaciones que específi-
camente se refieren al contraexamen en
el Código Procesal Penal. Dada su exigua
reglamentación, de ahí lo importante de
entender cómo estructurar un contraexamen
en la forma que señalábamos más arriba.
4.2. EL CONTRAEXAMEN EN LA
LEY Nº 19.968, QUE ESTABLECE EL
PROCEDIMIENTO DE FAMILIA
Más suscinta que la regulación procesal
penal es la que contiene la Ley Nº 19.968,
que crea los Tribunales de Familia, ya que
el artículo 64 de dicho cuerpo legal sostiene
en su inciso 2º que "durante la audiencia,
los testigos y peritos serán identificados por
232
de litigación oral
el juez, quien les tomará el juramento o
promesa de decir verdad. A continuación,
serán interrogados por las partes, comen-
zando por la que los presenta. Los peritos
deberán exponer brevemente su contenido
y luego se autorizará su interrogatorio por
las partes.
La norma antes referida no señala que
en el contraexamen puede interrogarse en
forma sugestiva, lo que altera los principios
mismos de la técnica del contraexamen,
impidiendo generar la hostilidad inherente
a esta técnica, que permite, en definitiva,
alcanzar el testeo o control de la veracidad
del testimonio obtenido en el examen di-
recto.
Sería aconsejable que una modificación
legal permitiera expresamente el ejercicio de
esta forma de contraexaminar. Sin perjuicio
de ello, losjueces pueden, en el intertanto,
basados en los principios generales de la
litigación, autorizar el empleo de formas
sugestivas en el contraexamen.
4.3. EL CONTRAEXA.\1EN EN LA LEY
Nº 20.087, QCE CREA EL NUEVO
PROCEDI.\IIENTO LABORAL
El artículo 454 del Código del Trabajo con-
tiene en su Nº 6 la única referencia a la
forma de producir la prueba testimonial
y pericial, cuando señala que "el tribunal
y las partes podrán formular a los testigos
las preguntas que estimen necesarias para
el esclarecimiento de los hechos sobre los
que versa el juicio. Podrán, asimismo, exi-
gir que los testigos aclaren o precisen sus
dichos.
Estas preguntas no podrán formularse
en forma asertiva, ni contener elementos
de juicio que determinen la respuesta, ni
referirse a hechos o circunstancias ajenas
al objeto de la prueba, lo que calificará el
tribunal sin más trámite".
En consecuencia, al igual que en materia
de familia, en el Código del Trabajo tampoco
la norma señala que se puede realizar el
contraexamen en forma sugestiva, sino que
más bien lo prohíbe expresamente, lo cual
va contra las técnicas de litigación.
 ll El contraexarnen
l
o Debemos recordar que el contraexamen
l. tiene por objeto permitir a la contraparte
l­ 1 de aquella que presenta a un testigo o ex-
5 perto, examinarlo, pero no con el propósito
)
1 que reitere el relato que ya ha referido,
r
;
},
sino que únicamente con el objeto de, ba-
,1
1 sado en el derecho integrante del debido
11
- proceso de impugnar pruebas, testear o
1 contrarrestar la veracidad del testimonio
que se ha obtenido del examen directo.
Considerando que se trata de un testigo
o experto que ha sido presentado por la
otra parte, y que por ende es o se presume
hostil a la que lo contraexamina, la forma
técnica de alcanzar el objetivo de testear
el relato del examen directo es a través
de la técnica de las preguntas sugestivas
que controlan al testigo, v le proporcionan
233
s+
por el abogado que dirige el contracxa-
men información que el testigo de hecho
o experto, ya ha relatado en el examen
directo, pero con un propósito distinto
al interrogatorio, cual es verificar la cre-
dibilidad de un relato que ya se entregó
y no exigirle que suministre o incorpore
nuevamente un relato.
En consecuencia, de lege [erenda, es acon-
sejable una modificación legal que expresa-
mente otorgue la facultad de contraexami-
nar en forma sugestiva. Losjueces, habida
cuenta ele la norma del artículo 454 Nº 6,
inciso 2º del Código del Trabajo, tienen
poco espacio para la integración, a diferen-
cia de lo que ocurre en materia de familia,
ya que expresamente la norma impide la
sugestividad.
LDJTC)RíAL DE CHILE
 Capítulo
DE LOS INCIDENTES Y DE LA POSIBILIDAD DE PRESENTAR
PRUEBA NO SOLICITADA OPORTUNAMENTE
EN ELJUICIO ORAL
se pierde la guerra, pero a medida que se empiezan
l. DE LOS INCIDENTES
Como sabemos un incidente es toda cues-
tión accesoria al juicio v que requiere un
pronunciamiento especial del tribunal, con
o sin audiencia de las partes.
En eljuicio oral, la posibilidad de presen-
tar o promover incidencias es permanente
e infinita en cuanto a la gama de solicitudes
que pueden hacerse, para lo cual bastará
que el litigante formule la incidencia, la
cual será tramitada por el juez o el panel
de jueces, con o sin audiencia de los otros
intervinientes.
Así, por ejemplo, se puede objetar un
documento, una pregunta, pedir un receso
de la audiencia, solicitar al juez que no se
hostilice al testigo, pedir que no se filme la
audiencia o que salgan de ella los medios de
comunicación, una nulidad procesal, etc.
En cuanto a la forma de tramitar la in-
cidencia, se van a observar los siguientes
pasos:
Promover la incidencia, interrumpiendo
el debate; debate; resolución del incidente;
prueba, y recursos.
1.1. PROMOVER L\ l:'\CIDE:'\CIA,
INTERRl:1lPIF~DO EL DEBA.TE
Todo incidente debe promoverse tan pronto
el interesado tome conocimiento del hecho
en que se funda, bajo apercibimiento de ser
rechazado de plano. En esto no hav sino
aplicación del principio de preclusión de
los actos procesales no ejercidos.
Hace excepción a esta regla los vicios que
anulan el proceso, los cuales pueden hacerse
valer en cualquier momento del juicio.
235
s#
Décimo
"Si se pierde una batalla, no necesariamente
a perder batallas, aumentan
las posibilidades de perder la guerra".
RODRIGO ALCAÍNO
Por lo mismo, la forma de promoverlo
es verbalmente, tan pronto ocurra el hecho
en que se funda, interrumpiendo de esa
forma el curso del juicio.
1.2. DEBATE
Ante una incidencia, el tribunal puede
decidir abrir debate sobre el particular o
bien resolverlo de plano. Se trata de una
decisión privativa del tribunal, sin perjuicio
que pueda impactar en los recursos que
procedan contra la resolución.
1.3. PRUEBA
Hipotéticamente si en el incidente existe
alguna cuestión que pueda ser susceptible de
ser acreditada, el Tribunal podría recibir la
prueba que se ofrezca para tal eventualidad
v que se encontrare disponible.
1.4. RESOLUCIÓN DEL INCIDENTE
Agotada la discusión del debate, el tribunal
dictará oralmente una resolución acogiendo
o rechazando la incidencia.
1.5. RECURSOS
Resuelto el asunto por el Tribunal, eventual-
mente cabe la posibilidad de recurrir por
alguna de las partes contra la resolución.
En los sistemas de juicio oral, el recurso
de apelación no existirá respecto de las
resoluciones que fallan los incidentes. El
rnno:u:,1 JUR[DICA ot cuus .@.

Curso elemental de litigación oral
único recurso que puede ser admisible es
el de reposición que deberá interponerse
verbalmente y en el acto de ser dictada la
resolución sobre la cual se repone.
2. LOS INCIDENTES EN EL CÓDIGO
PROCESAL PENAL
En el juicio oral penal los incidentes no
se apartan de las reglas generales antes
señaladas.
Así, la facultad de promover los inci-
dentes emana de las facultades generales
que la ley entrega a los intervinientes para
desarrollar sus funciones como letrados y
se preocupa específicamente del incidente
de nulidad procesal en los artículos 159 a
165 del C.P.P.
Asimismo, recordemos que el artículo 52
del C.P.P.hace aplicable al procedimiento
penal, las disposiciones comunes a todo
procedimiento contenidas en el Libro I
del Código de Procedimiento Civil, cuerpo
legal dentro del cual, en los artículos 82
y siguientes, se encuentran regulados los
incidentes.
Ahora bien, en el juicio oral, como éste
se ventila ante un panel de jueces, debemos
tener presente que dentro de estos, existe un
juez presidente que de acuerdo al artículo
292 del C.P.P.,dirige el debate y goza de una
serie de facultades disciplinarias.r''
"11 "Artículo 292.- Facultades del juez presidente
de la sala en la audiencia del juicio oral. El juez
presidente de la sala dirigirá el debate, ordenará la
rendición de las pruebas, exigirá el cumplimiento de
las solemnidades que correspondieren y moderará
la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se
desvíen hacia aspectos no pertinentes o inadmisibles,
pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el
derecho a defensa.
También podrá limitar el tiempo del uso de la
palabra a las partes que debieren intervenir durante
el juicio, fijando límites máximos igualitarios para
todas ellas o interrumpiendo a quien hiciere uso
manifiestamente abusivo de su facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias
destinadas a mantener el orden y decoro durante
el debate, y, en general, a garantizar la eficaz reali-
zación del mismo.
En uso de estas facultades, el presidente de la sala
podrá ordenar la limitación del acceso de público a
C:HJLE
T
Puede ocurrir que el presidente considere
que un incidente promovido por alguno de los
intervinientes toca algún punto concerniente
a estas facultades disciplinarias del artículo
292 del C.P.P.,y por lo tanto, que concierne
resolverla o decidirla a él privativamente,
como, por ejemplo, rechazando de oficio
una pregunta por considerarla inadmisible
y que, por consiguiente, cae dentro de la
facultad del inciso 1 º del artículo 292.
En ese escenario, si el interviniente con-
sidera que el presidente se ha excedido en
sus funciones y no corresponde que decida
él exclusivamente la cuestión, sino que el
panel de jueces, el litigante debe promover
un incidente de nulidad procesal fundado
en que la decisión del juez presidente ex-
cede el marco del artículo 292 del C.P.P.
y que es un asunto que, al ser de orden
jurisdiccional v no disciplinario, debe ser
resuelto por todos ellos.
En ese caso, la nulidad procesal sin duda
debe ser resuelta por todos losjueces, quie-
nes serán en definitiva los que se pronun-
ciarán sobre el fondo de la incidencia, es
decir, en el ejemplo, si la pregunta es o no
admisible.
En materia procesal penal, la forma de
la tramitación del incidente tiene impor-
tancia, toda vez que impacta en cuanto a los
recursos que puedan interponerse contra
la resolución que falla la incidencia.
En efecto, de acuerdo al artículo 363
del C.P.P., de las resoluciones dictadas en
audiencia puede promoverse el recurso de
reposición, el que debe promoverse tan
pronto ellas se dictaren y sólo serán admi-
sibles cuando no hubieren sido precedi-
das de debate. La tramitación se efectuará
verbalmente, de inmediato, y de la misma
forma se pronunciará el fallo.
En síntesis,si el tribunal abre debate sobre
el incidente promovido, no es procedente
el recurso de reposición. Por el contrario,
si lo rechaza de plano, sí es admisible el
recurso de reposición.
un número determinado de personas. También po-
drá impedir el acceso u ordenar la salida de aquellas
personas que se presentaren en condiciones incom-
patibles con la seriedad de la audiencia".
236
 _De los incidentes,- de la posibilidad
2.1.Los INCIDET\'TES EN LA LEY Nº 19.968
QUE CREA LOS '.\'CE\'OS TRIBUNALES DE
E-\:-.HLU
La Ley Nº 19.968, modificada por la Ley
Nº 20.286, regula los incidentes en el artículo
26 de la referida norma que sostiene que
"los incidentes serán promovidos durante
el transcurso de las audiencias en que se
originen y se resolverán inmediatamente
por el tribunal, previo debate. Con todo,
cuando para la resolución del incidente
resulte indispensable producir prueba que
no hubiere sido posible preYer con ante-
rioridad, el juez determinará la forma y
oportunidad de su rendición, antes de re-
solver. Las decisiones que recayeren sobre
estos incidentes no serán susceptibles de
recurso alguno.
Excepcionalmente, v por motivos fun-
dados, se podrán interponer incidentes
fuera de audiencia, los que deberán ser
presentados por escrito v resueltos por el
juez de plano, a menos que considere ne-
cesario oír a los demás interesados. En este
último caso, citará, a más tardar dentro de
tercero día, a una audiencia especial, a la
que concurrirán los .interesados con todos
sus medios de prueba, a fin de resolver en
ella la incidencia planteada. Con todo, si
se hubiere fijado la audiencia preparatoria
o de juicio para una fecha no posterior al
quinto día de interpuesto el incidente, se
resolverá en ésta. Si el incidente se origina
en un hecho anterior a una audiencia sólo
podrá interponerse hasta la conclusión de
la misma".
En síntesis, de dicha norma se infiere
que para la promoción de los incidentes,
debe distinguirse entre incidentes que se
fundan en hechos ocurridos en audiencia
o fuera de ella.
En cuanto a los incidentes que se fundan
en hechos ocurridos en la audiencia, deben
ser promovidos durante el transcurso de
ella, debiendo ser resueltos inmediatamente
por el tribunal, previo debate.
Obviamente, el incidente debe promo-
verse tan pronto se origine el hecho en que
se funda. Recordemos que en materia de
familia el artículo 2i de la Ley Nº 19.968,
de pr~esentar prueba no solicitada oportunamente en el juicio oral
también señala que en lo no regulado por
esta ley, se aplicarán las disposiciones co-
munes a todo procedimiento, dentro de las
cuales se inserta el artículo 85 del C.P.C.,
que señala que "todo incidente originado
de un hecho que acontezca durante el jui-
cio, deberá promoverse tan pronto corno
el hecho llegue a conocimiento de la parte
respectiva", agregando el inciso 2º del mismo
artículo que "si en el proceso consta que
el hecho ha llegado a conocimiento de la
parte, y si ésta ha practicado una gestión
posterior a dicho conocimiento, el inci-
dente promovido después será rechazado
de plano, salvo que se trate de alguno de
los vicios o circunstancias a que se refiere
el inciso 3º del artículo anterior".
Trasladado lo anterior aljuicio oral de fa-
milia, significa que el incidente que se origine
durante una audiencia debe promoverse de
inmediato, so pena de rechazarse de plano,
a menos que se trate de un incidente que
se funde en un vicio que anule el proceso
o que se trate de una circunstancia esencial
para la tramitación del juicio, como resulta
de la remisión que hace el artículo 85 inciso
2º del C.P.C. al inciso 3º del artículo 84 del
mismo cuerpo legal.
En cuanto a los incidentes que se originan
en un hecho anterior a una audiencia, sólo
pueden interponerse hasta la conclusión
de la misma, como se encarga de precisarlo
el inciso 3º y final del artículo 26 de la Ley
Nº 19.968.
Obviamente, en este caso, debe promo-
verse la incidencia en forma verbal y la ley
señala como plazo de preclusión por no
ejercicio, la audiencia posterior a aquel
hecho en que se funda el incidente.
Por lo tanto, el sistema de la ley que crea
los Tribunales de Familia consiste en que los
incidentes deben promoverse verbalmente
en las audiencias -de inmediato, si el hecho
en que se funda acaece en la audiencia- y
en la siguiente audiencia, si el hecho en
que se origina ocurre fuera de ella.
Sólo excepcionalmente, y por motivos
fundados, pueden promoverse incidentes
por escrito y fuera de audiencia, de acuer-
do al inciso 2º del artículo 26 de la Ley
Nº 19.968, caso en el cual el juez puede
23i WlTC)R.L\L JURIDJCA [)f CHJLE @
 Curso elemental de litigación oral
resolver la incidencia de plano, a menos
que considere necesario oír a los demás
interesados, hipótesis en la cual citará a una
audiencia especial a discutir el incidente
dentro de tercero día, a la que concurrirán
los interesados con sus medios de prueba,
con el propósito de resolver en ella la au-
diencia planteada. En todo caso, si hubiese
fijada una audiencia preparatoria o de juicio
para una fecha no posterior al quinto día
de interpuesto el incidente, se resolverá la
incidencia en esa audiencia.
En cuanto a la tramitación de la inciden-
cia, respecto a los incidentes promovidos
en audiencia -sea que ellos se originen en
hechos ocurridos dentro o fuera de ella o
que, tratándose de incidentes promovidos
fuera de audiencia por escrito, el tribunal
considere necesario oír a los interesados
y cite a una audiencia especial para ello-,
como señala el inciso 1 º del artículo 26,
deben resolverse inmediatamente por el
Tribunal, previo debate.
Es decir, la Ley Nº 19.968 no contempla
en estos casos la posibilidad que el incidente
sea resuelto de plano por el tribunal, ya que
exige un debate previo del incidente.
Sí el mismo artículo e inciso contempla
la posibilidad que el incidente sea recibido
a prueba, siempre y cuando "para la reso-
lución del incidente resulte indispensable
producir prueba que no hubiere sido posible
prever con anterioridad", caso en el cual,
"el juez determinará la forma y oportunidad
de su rendición".
En cuanto a los incidentes promovidos
fuera de audiencia, por escrito, la regla ge-
neral es que el juez los resuelva de plano,
salvoque considere necesario oír a los demás
interesados, caso en el cual citará, a más tar-
dar dentro de tercero día, a una audiencia
especial, a la que concurrirán los interesados
con todos sus medios de prueba, a fin de
resolver en ella la incidencia planteada.
Evidentemente, en esta hipótesis de la au-
diencia especial de resolución de incidencia,
la tramitación del incidente es previo debate,
volviéndose a la regla general del inciso 1 º
del artículo 26 de la Ley Nº 19.968.
Respecto al régimen de recursos, señala
la parte final del inciso 1 º del artículo 26
238
de la ley, que "las decisiones que recayeren
sobre estos incidentes no serán susceptibles
de recurso alguno", norma que se refiere
a las resoluciones dictadas por el tribunal
respecto de la tramitación y fallo en au-
diencia de las incidencias.
Creemos que respecto de los incidentes
promovidos por escrito, fuera de audien-
cia, y resueltos de plano por el tribunal,
o respecto del cual éste decide o no citar
a la audiencia especial de resolución de
incidente, no rige el inciso 1 º del artículo
26, sino que el inciso 2º de la misma dispo-
sición y, por lo tanto, podría deducirse el
recurso de reposición dentro de tercero día
que contempla el artículo 67 número uno
de la Lev Nº 19.968 respecto de lo resuelto
por el tribunal.
2.2.Los I.'\CIDli.'\TES E.'\ EL
PROCEDL\1IE.'\TO LABORAL
La Ley Nº 20.087 que modificó el Libro V
del Código del Trabajo, estableciendo un
nuevo procedimiento laboral, se ocupa de
los incidentes, en los artículos 443, 445 y
432 del Código del ramo.
El primero de ellos dispone que "los
incidentes de cualquier naturaleza deberán
promoverse preferentemente en la audiencia
respectiva y resolverse de inmediato. Ex-
cepcionalmente, el tribunal podrá dejar su
resolución para la sentencia definitiva".
A su turno, el artículo 445 inciso 1 º del
Código del Trabajo señala que "en toda
resolución que ponga término a la causa o
resuelva un incidente, el juez deberá pro-
nunciarse sobre el pago de las costas del
procedimiento, tasando las procesales y re-
gulando las personales, según proceda".
Finalmente, el artículo 432 del Código
del Trabajo sostiene que "en todo lo no
regulado en este Código o en leyes espe-
ciales, serán aplicables supletoriamente las
normas contenidas en los Libros I y II del
Código de Procedimiento Civil, a menos
que ellas sean contrarias a los principios
que informan este procedimiento. En tal
caso, el tribunal dispondrá la forma en que
se practicará la actuación respectiva".
 De_los incidentes v de la posibilidad
En consecuencia, también se aplica a
los incidentes que se ventilan en el proce-
dimiento laboral, las reglas contenidas en
.J los artículos 82 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, en cuanto sean com-
patibles con los principios que gobiernan
el procedimiento laboral que estableció la
Ley Nº 20.087.
De la correlación de estas normas po-
r demos concluir que los incidentes deben
promoverse oralmente, preferentemente
en las audiencias respectivas, como lo pre-
cisan los artículos 443 y 425 del Código
del Trabajo, tan pronto el hecho a que se
refiere el incidente llegue a conocimiento
de la parte respectiva, bajo apercibimiento
de no poderse presentar después, artículo
432 del Código del Trabajo en relación al
artículo 85 inciso l º del C.P.C.
El tribunal puede dar traslado de la
solicitud a la otra parte, sin perjuicio de
poder fallar de plano aquellas peticiones
cuyo fallo se pueda fundar en hechos que
consten en el proceso, o sean de pública
notoriedad, lo que el tribunal consignará
en la resolución, como lo expresa el artículo
432 del Código del Trabajo, en relación
al artículo 89 del C.P.C. Asimismo, el juez
puede rechazar de plano el incidente que
considere una actuación dilatoria, artículo
430 inciso 2º, Código del Trabajo-
El tribunal puede recibir el incidente a
prueba, la cual debe producirse de inme-
diato, como resulta de relacionar el artículo
432 del Código del Trabajo, con el artículo
90 del C.P.C., y este con el artículo 443 del
Código del Trabajo.
Agotada la tramitación, el incidente puede
resolverse de inmediato o, excepcionalmen-
te, podría el tribunal reservar su decisión
para la sentencia definitiva, artículo 4'±3 del
Código del Trabajo. La resolución que falle
el incidente, deberá pronunciarse sobre el
pago de las costas del mismo, artículo 445
del Código del Trabajo.
Respecto de la resolución que falla el
incidente, podrá interponerse el recurso de
reposición que señala el artículo 475 del Códi-
go del Trabajo y si se trata de una resolución
dictada en una audiencia, debe formularse
verbalmente y resolverse en el acto.
de presentar prueba no solicitada oponunarnenle en el juicio oral __
3. DE LA POSIBILIDAD DE
PRESENTAR NUEVA PRUEBA EN EL
JUICIO ORAL
Los juicios orales tienen una etapa inter-
media o de preparación de juicio oral y la
etapa del juicio propiamente tal.
En la etapa de preparación, como sabe-
mos, los objetivos esenciales de la misma
son definir el objeto del juicio y señalar
los medios de prueba que harán valer las
partes en el juicio oral.
Esa solicitud se depura en la audiencia
preparatoria, al término de la cual el tribunal
dicta una resolución de apertura del juicio
oral, en la cual señala con toda precisión
las pruebas de que disponen las partes para
la audiencia del juicio oral.
De esa forma, agotada la etapa de pre-
paración de juicio oral, en principio, las
partes no pueden recurrir a otros medios
de prueba que aquellos que se encuen-
tran señalados en el auto de apertura de
juicio oral.
Sin embargo puede ocurrir que la par-
te tomare conocimiento de la existencia
de una prueba necesaria para probar su
derecho, con posterioridad a la audiencia
preparatoria del juicio oral, o que la con-
traria rinda un prueba que sea mendaz,
inauténtica o poco íntegra, hipótesis ambas
en las cuales la parte afectada puede tener
derecho a producir una prueba que no
solicitó oportunamente en la audiencia
de juicio oral.
Esto ocurrirá, por ejemplo, si llega a po-
der de una de las partes un documento al
que no se tuvo acceso antes de la audiencia
de juicio por no tener conocimiento de su
existencia o, el segundo caso, se presenta en
el evento que durante el interrogatorio uno
de los testigos sea sorprendido mintiendo,
por ejemplo, en la línea de acreditación,
señalando que no conoce a la parte que lo
llama a declarar y se sabe que fue compañero
de trabajo en el colegio del acusado.
En estos casos, el legislador debiera dar
preferencia a la posibilidad de producir la
prueba no solicitada oportunamente en aras
de velar por la credibilidad del testimonio
y la mayor concordancia entre la verdad
239 HJlT(lfUAL JURIDICA Dt CHllE
ZSQS
~
 ____________ C_,t_ir_so_e_lemental
de litigación
material y la verdad procesal, antes que dar
preeminencia a la igualdad de armas que surge
del hecho de tener las partes con la debida
antelación conocimiento de las pruebas de
que harán uso en el juicio oral.
Eso sí, siempre hay que tener presente
que estamos frente a normas de carácter
excepcional, ya que la regla general debe
ser que toda la prueba que se producirá
en el juicio oral debe estar definida en la
audiencia preparatoria de juicio oral.
Esta posibilidad de presentar prueba no
solicitada oportunamente tiene en conse-
cuencia dos hipótesis claramente distingui-
bles y distintas una de otra.
La primera, en el evento que se quiera
incorporar una prueba que no se solicitó
por no haber tenido conocimiento de ella
al tiempo de realizarse la audiencia prepa-
ratoria de juicio oral.
La segunda, en la hipótesis que la ren-
dición de una prueba ocasionare divergen-
cias acerca de su veracidad, integridad o
autenticidad. Esta segunda modalidad de
solicitar prueba no señalada en la apertu-
ra de juicio oral, se conoce en la práctica
como la posibilidad de producir "prueba
sobre prueba".
Para hacer uso de este derecho, en cual-
quiera de estas dos modalidades, se debe
promover la incidencia respectiva, acre-
ditando, de ser necesario, los supuestos
fácticos de cada una de ellas.
Así, por ejemplo, en el caso de la pri-
mera hipótesis (prueba no solicitada por
ignorancia de la misma), el tribunal puede
perfectamente exigir que se acredite -antes
de dar lugar a la solicitud de rendición de
prueba no solicitada oportunamente- que
la prueba era desconocida para el solici-
tante.
En la segunda hipótesis (prueba sobre
prueba para desacreditar la veracidad, auten-
ticidad o falta de integridad de otra prueba
ya incorporada), lo más probable es que no
sea necesario acreditar el desconocimiento
del medio de prueba que se solicita hacer
valer, ya que el solicitante argumentará que
no podía saber que el testigo iba a faltar
a la verdad sino hasta el momento en que
declaró, por lo que sólo en ese momento,
240
oral
' 1!
'
se pudo percibir la necesidad de recurrir a '
la prueba no solicitada oportunamente.
Sí en este caso, y habida cuenta que se
trata de un incidente que surge durante
el juicio, la parte que lo promueve debe
solicitar la prueba no requerida oportuna-
mente, de inmediato tan pronto el testigo
presta su declaración o el documento u otra
evidencia es incorporada al juicio. De otra
forma, se arriesga el incidentista a que su
solicitud sea rechazada por haber precluido
la facultad de promover el incidente.
3.1. LA PRl_'EBA ~O SOLICITADA
OPORTC.\'"A.\IE.\'"TE E.\'" EL CÓDIGO
PROCESAL PE.\'"AL
Regula esta materia el artículo 336 del
Código Procesal Penal que señala las dos
hipótesis en las cuales. es posible solicitar
la rendición de prueba no incluida en el
l
auto de apertura de juicio oral.
La primera de ellas en el inciso 1 º del
artículo 336 del C.P.P. que sostiene: "a pe-
tición de alguna de las partes, el tribunal
podrá ordenar la recepción de pruebas que ¡
ella no hubiere ofrecido oportunamente,
cuando justificare no haber sabido de su
existencia sino hasta ese momento".
Como señalamos más arriba, el tribunal
para acoger la solicitud puede exigir que,
en forma previa a decretar la rendición de
esta prueba no solicitada oportunamente,
se le acredite que la prueba que se intenta
ofrecer no estaba en conocimiento del so-
licitante al tiempo de la audiencia prepa-
ratoria de juicio oral y una vez producido
el convencimiento del tribunal sobre este
punto, acoger la solicitud de rendición de
nueva prueba.
La segunda hipótesis de rendición de
prueba no solicitada oportunamente se
encuentra en el inciso 2º del artículo 336
del Código Procesal Penal que expone: "si
con ocasión de la rendición de una prueba
surgiere una controversia relacionada ex-
clusivamente con su veracidad, autenticidad
o integridad, el tribunal podrá autorizar la
presentación de nuevas pruebas destinadas
a esclarecer esos puntos, aunque ellas no
 De los inr ide ntes v de la posibilidad
hubieren sido ofrecidas oportunamente y
siempre que no hubiere sido posible prever
su necesidad".
Acá como vimos más arriba ocurre que
una parte incorpora un medio de prueba, el
cual para la contraria aparece como mendaz,
inauténtico o poco íntegro, caso en el cual
la ley le permite confrontar de inmediato
esa prueba, mediante la incorporación de
una nueva evidencia que no se encontraba
individualizada en el auto de apertura de
juicio oral.
Como se trata <le un incidente que ocurre
durante el juicio, el solicitante tan pronto
aparece la declaración del testigo que estima
no veraz, o se incorpora el documento u
otra evidencia que considera inauténlica o
no íntegra, debe solicitar la rendición de
prueba destinada a confrontar esta eviden-
cia. De lo contrario, la solicitud puede ser
rechazada por extemporánea.
3.2. LA PRUEBA :\O SOLICIT--\.D_--\.
OPORTUNAMENTE E::"\ LA LEY~º 19.968
QUE CREA LOS TRIBL.::"\c\LES DE E\.\HLL­\
La Ley Nº 19.968 no contemplaba en su
articulado original la posibilidad de rendir
prueba no incluida en la resolución que
cita a las partes ajuicio oral.
Se trataba de una medida criticable, pero
que fue remediada por la Ley~º 20.286 de
15 de septiembre de 2008, que agregó el
artículo 63 bis a la LeY ~º 19.968, el que
señala las dos hipótesis que hemos veni-
do señalando que habilitan para producir
prueba no solicitada oportunamente, casi
en los mismos términos que en el Código
Procesal Penal.
Así, el artículo 63 bis, inciso 1 º, sostie-
ne que "a petición de alguna ele las par-
tes, el juez podrá ordenar la recepción
de pruebas que ellas no hayan ofrecido
oportunamente, cuando justifiquen no
haber sabido de su existencia sino hasta ese
momento y siempre que el juez considere
que resultan esenciales para la resolución
del asunto".
Como vemos, la norma es casi idéntica
a la regla del inciso 1 º del artículo 336 del
de presentar prueba no solicitada oportunamente en el juicio oral
Código Procesal Penal, con la diferencia
que en este caso el juez debe considerar
que la nueva prueba que se intenta producir
debe "resultar esencial para la resolución
del juicio", cuestión obviamente que eljuez
apreciará prima [acie cuando se le hace la
solicitud, ya que si es esencial o no para la
resolución del juicio dependerá del análisis
que el mérito de la prueba la sugiera una
vez producida.
A su turno, el inciso 2º del artículo 63
bis de la Ley Nº 19.968 expresa que "si con
ocasión de la rendición de una prueba surge
una controversia relacionada exclusivamente
con su veracidad, autenticidad o integridad,
el juez podrá autorizar la presentación de
nuevas pruebas destinadas a esclarecer esos
puntos, aunque ellas no hayan sido ofrecidas
oportunamente y siempre que no haya sido
posible preYer su necesidad".
Como yernos, se trata de una norma prác-
ticarnen te idéntica a la análoga del inciso 2º
del artículo 336 del Código Procesal Penal,
por lo que nos remitimos mutatis mutandis a
Jo señalado más arriba cuando comentamos
la referida norma.
3.3. LA PRl.TBA NO SOLICITADA
OPORTC::"\A.\IE:\TE Ei\' EL Conreo DEL
TRABAJO
El Código del Trabajo no contempla la
posibilidad de producir nueva prueba en
el caso de contar la parte con medios de
prueba de los que no tenía conocimiento
al tiempo de la audiencia preparatoria, o
en el caso de aparecer durante el juicio
medios de prueba no veraces, inauténticos
o poco íntegros.
Se trata, sin duda, de una omisión del
legislador que, al igual que en el caso del
procedimiento de familia, deberá salvarse
a través de una modificación legal.
Sin perjuicio de ello, tal vez podría argu-
mentarse sobre la posibilidad de producir
nueva prueba frente a la hipótesis de la
prueba no veraz, auténtica o que adole-
ce de falta de integridad, en la norma del
artículo 430 del Código del Trabajo, que
señala que los actos procesales deberán -c
241 LU!TOIUAL JURID!CA DE CHILE

Curso elemental
ejecutarse de buena fe, facultándose al tri-
bunal para adoptar las medidas necesarias
para impedir el fraude.
Si una de las partes presenta una prueba
mendaz, inauténtica o que no es íntegra,
sin duda que no está actuando de buena
fe y como la ley faculta al tribunal para
adoptar las medidas necesarias para im-
pedir el fraude, una de dichas medidas
podría ser la posibilidad de controvertir
.®. EDITORJAL JUR[DICA DE CHILE
.,.
de litigación oral
esa prueba mendaz, inauténtica o poco
íntegra, mediante la recepción de nueva
prueba.
En todo caso, sería deseable, de legeferen­
da, que una modificación legal incorporara
expresamente la posibilidad de producir
nueva prueba en los mismos términos que
en el Código Procesal Penal y que en la
Ley Nº 19.968 que creó los Tribunales de
Familia .
242
 Capítulo
EL ALEGATO DE CLAUSURA
l. CUESTIONES GENERALES
Una vez terminada la producción de la prue-
ba, corresponde a los abogados efectuar
un relato que contenga una argumenta-
ción persuasiva y completa del juicio que
se acaba de presenciar, pasando por todas
las cuestiones controvertidas en la causa,
explicando lógicamente cómo han resultado
probados ciertos hechos y sus circunstancias
o desvirtuados otros análogos, a la vez que
se tocan las cuestiones ele derecho envueltas
en la decisión del caso.
El alegato ele clausura cumple un rol
esencial en un litigio, ya que presenta la
única oportunidad que tiene el litigante
para argumentar acerca de los hechos que
considera probadosy de las normas jurídi-
cas aplicables.
Por otro lado, el alegato ele cierre tie-
ne también una importantísima función
permitiéndole al abogado que explique al
Tribunal cómo se ha acreditado su teoría del
caso ( expuesta en el alegato de apertura) y
desvirtuado la contraria, pudiendo referirse
a toda la prueba producida e incorporada
en el juicio.
Siguiendo nuestro símil cinematográfi-
co, la prueba producida en el juicio sería
lo mismo que el material que se obtiene
con la grabación de la película que hace
el director de la misma, pero el alegato de
clausura es el que se logra con la edición
final del filme, donde se ordena el material
grabado, lo que permite entender el caso
como una unidad conceptual, dándole un
sentido lógico y coherente.
Corno vimos, durante el juicio la prue-
ba aparece dispersa: van sucediéndose los
documentos, los testigos, los peritos, etc.;
algunos de estos medios se contradicen
243
Undécimo
"Todos los caminos conducen
al alegato de clausura".
RODRIGO ALCAÍNO
unos con otros e incluso temporalmente
se encuentran desordenados.
Pues bien, en el alegato de cierre debe-
mos volver al origen (alegato de apertu-
ra) e ir argumentando y analizando cómo
probamos lo que ofrecimos en el inicio
del juicio, dándole un orden a la prueba
que, por su naturaleza, materialmente no
lo tiene. En síntesis, armamos el rompeca-
bezas del juicio.
2. ESTRUCTURA DEL ALEGATO
DE CLAUSURA
Como hemos señalado reiteradamente
durante el transcurso de esta obra, cada
abogado tiene -v debe tenerlo- un estilo, el
cual siempre se debe respetar y propender
a crear o desarrollar.
Sin perjuicio ele ello, también creemos
que mientras el estilo no se ha desarrolla-
do es altamente conveniente asirse a una
estructura mínima que permita al novel
litigante concurrir al tribunal, a la sala ele
audicncias v realizar su labor con la certeza
que técnicainente está haciendo lo correcto:
que está cumpliendo con un estándar razo-
nable desde el punto ele vista profesional.
Sentado lo anterior, creemos que po-
demos dividir el alegato de clausura en las
siguientes partes: a) La entrada o fase de
atención inicial; b) la argumentación del
caso; c) argumentar acerca del derecho
aplicable; el) refutar la teoría del caso de
la contraria; e) la motivación para una sen-
tencia favorable; f) la línea de salida.51
·" \\"ada, Lori, "Argumentos de cierre", Apuntes
de clase, Curso Tria! Advocacy I, National Advocacy
Center, Columbia, South Carolina, 2006.

Curso elemental
Nos abocaremos en las páginas siguientes
a explicar esta estructura sugerida.
2.1. LA ENTRADA O FASE DE ATE:\'CIÓX
INICIAL
Al igual que en la apertura, el alegato de
cierre debe tener una línea de entrada que
permita poner en el Tribunal-el destinatario
del mensaje- el concepto o ideas matrices
del juicio que acaba de presenciar.
Una buena idea en ese sentido es volver
a retomar la misma línea de entrada que se
usó en el alegato de apertura. Eso demuestra
convicción y unidad conceptual en la prepara-
ción, manejo y puesta en escena del caso.
Veamos el siguiente ejemplo:
Ahogado. -Señores miembros del Tri-
bunal de Juicio Oral: Cuando empezó esta
audiencia, esta parte sostuvo que veríamos
un juicio en el que se demostraría que el
propósito de la señora Ana María Araya de
ayudar a la justicia terminó causándole la
muerte, al ser brutalmente asesinada por
el acusado, señor José Gómez Anabalón.
Pues bien, eso es precisamente lo que se
ha demostrado en esta causa ...
Una segunda forma para realizar una
línea de entrada en un alegato de clausura
es referirse no a lo ofrecido en el alegato de
apertura, sino desarrollar una línea asertiva
o conclusiva.
Abogado. -Señores miembros del Tri-
bunal de Juicio Oral: A estas alturas del
juicio ha quedado suficientemente acredi-
tado fuera de toda duda razonable que el
hombre sentado a mi derecha, a 3 metros
de distancia de Su Señoría, el acusado José
Gómez Anabalón, es el asesino de la señora
Ana María Araya.
':.) Una tercera posibilidad emana de combi-
/.
nar las dos anteriores, refiriendo al Tribunal
en la línea de entrada tanto a lo señalado
en el alegato de apertura como un discurso
asertivo o conclusivo.
Abogado. -Señores miembros del Tri-
~ bunal de juicio oral: Cuando empezó esta
@ ED[TORIAL JUfUDICA DE CHILE
....
de litigación oral
audiencia, esta parte sostuvo que veríamos
un juicio en el que se demostraría que el
propósito de la señora Ana María Araya
de ayudar a la justicia terminó causándole
la muerte.
Pues bien, ha quedado suficientemente
acreditado, fuera de toda duda razonable,
que el hombre sentado a mi derecha, a 3
metros de distancia de Su Señoría, el acu-
sado Gómez Anabalón, es el asesino de la
señora Ana María Araya.
2.2. LA ARGL":\:IEXTACIÓN DEL CASO
Una vez terminada la fase de entrada en
la clausura corresponde argumentar acer-
ca del juicio. Básicamente en lo que debe
concentrarse el abogado es demostrar cómo
las diversas pruebas del juicio se relacionan
entre ellas v todas ellas .consideradas en su
conjunto han acreditado los hechos que
constituyen las proposiciones fácticas de
la teoría del caso del litigante.
Por lo tanto, una forma razonable de
estructurar esta parte de la clausura es sinte-
tizar los hechos que constituyen o suponen
la teoría del caso planteada por el litigante
en el juicio.
Una vez definidos esos hechos, se debe
pasar por cada uno de ellos e ir exponiendo
por qué se encuentran acreditados, refirién-
dose al medio específico con el cual se ha
podido formar convicción el Tribunal.
Para ello debemos hacer encajar la in-
formación obtenida del examen directo,
del contraexamen, de la evidencia material
y de los otros medios de prueba, con los
hechos que hemos señalado que configuran
nuestra teoría del caso.
Veamos el siguiente ejemplo:
Abogado. -Esta parte sostuvo en estrados
al inicio del juicio que las lesiones sufridas
por mi representado eran graves, es decir,
conllevan un período de incapacidad su-
perior a 30 días.
Y es así como esta parte acreditó la exis-
tencia misma de la lesión, con una serie de
evidencia incontrastada, como expongo a
continuación. En primer término, la le-
244
 El alegato de claus1_1_r_a
sión fue acreditada en cuanto a su origen y
existencia, con la declaración de la víctima
señor Gonzalo Tepermann Urra, luego con
el informe del perito y facultativo tratante,
traumatólogo señor José Manuel Brañes,
quien declaró que el señor Tepermann sufrió
una fractura de la Libia y peroné derecho
oblicua, esto es, una rotura del hueso en
forma diagonal, en el tercio proximal, esto
es, en el tercio más cercano a la cadera; todo
lo cual fue refrendado por el examen de
rayos X, el cual fue incorporado a este juicio
como evidencia material. Asimismo declaró
el radiólogo señor José Castro, quien a su
turno declaró acerca de la identidad material
entre la radiografía incorporada al juicio Y
la persona del señor Tepermann.
Por todo lo anterior, es inconcuso, fuera
toda de duda razonable, que se ha acredita-
do la existencia misma de la lesión sufrida
por la víctima. Sentado lo anterior, no ca-
bía sino acreditar la magnitud de la lesión
para los efectos de determinar su carácter
de grave.
Dentro de lo anterior, hemos oído en
estrados el informe del perito señor Brafies
presentado por el Ministerio Público, el cual
fue claro en el sentido que las lesiones sufri-
das por mi representado involucraban una
incapacidad para desarrollar las funciones
que él ejecutaba por un período superior a
30 días, ya que sostuvo en estrados que las
lesiones antedichas no sanan en un período
inferior a 3 meses.
Con todos estos antecedentes el Tribunal
debe tener por acreditado, más allá de toda
eluda razonable, la existencia del delito de
lesiones graves sufrido por mi representado,
el señor Gonzalo Tepermann.
En consecuencia, lo medular en una
clausura es armar las piezas de informa-
ción obtenidas en el examen directo Y en
el contraexamen, ensamblarlas, para .con
ello acreditar el relato que constituve en
definitiva la teoría del caso y que se expuso
en la apertura.
Si lo estima necesario el litigante, nada
obsta a que recurra a imágenes para explicar
los movimientos de los intervinientes, el
sitio del suceso, el desarrollo cronológico
ele los hechos, a condición que esas imá-
245
sd
_
genes hubieren sido incorporadas como
evidencias durante el juicio.
Punto importante a remarcar es que
los hechos sobre los cuales debe versar la
clausura no se refieren únicamente a las
declaraciones ele fondo ele los testigos o
expertos, sino que también deben incorpo-
rar -de ser ello necesario y pertinente- la
argumentación comparativa ele la credi-
bilidad de los diversos medios de prueba
concurrentes.
.Así, por ejemplo, si en el juicio declaró
un perito por cada parte y cada uno de
ellos sostuvo una conclusión opuesta, será
esencial en la clausura argumentar acerca
de por qué es más creíble el perito que pre-
sentó nuestra parte que el ele la contraria,
más que argumentar sobre el fondo de la
declaración.
En un caso como el señalado, si el Tribunal
tiene por acreditado el perito, hará suya la
conclusión de éste. Por lo tanto, lo esencial
es destinar parte del alegato ele clausura a
arzumenrar
t, acerca <le las credenciales del
perito, su metodología y cómo sus conclu-
siones mantienen una coherencia global
con las distintas evidencias del proceso,
apelar e invocar la concurrencia o la incon-
currencia de las máximas de experiencia,
etc. Obviamente, lo mismo se aplica en el
caso de existir declaraciones contradictorias
de 2 o más testigos.
Por otro lado, recuerde que para cons-
truir una teoría del caso, debíamos anticipar
nuestras debilidades y darles una explica-
ción. Pues bien, en el alegato de clausura
debernos asumir que esa explicación de
los elementos de hecho que se probaron
en el juicio y que nos perjudican ha sido
igualmente probada, por lo que la clausura
debe también referirse a argumentar por
qué vía se probó la explicación de la debi-
lidad de nuestro caso.
2.3. ARGC,IE:'.\'TE ACERCA DEL DERECHO
APLICABLE
Una vez que ha demostrado al Tribunal qué
hechos son los que se acreditaron, cuáles
resultaron probados en el juicio que se acaba
EDlTt)RlA! JURIDICA DF. CHHF.

Curso elemental de litigación oral
de presenciar, es muy relevante que destine
unos minutos para explicar al juez o panel
de jueces cuál es su opinión legal acerca
del Derecho que regula el caso.
Este aspecto es generalmente olvidado
por muchos litigantes en juicios orales: se
enfocan tanto en los hechos, que olvidan
destinar unos minutos a remarcar las nor-
mas legales que consideran que son las que
regulan y deciden la litis. Tal vez porque
"asumen" que el juez conoce el Derecho,
lo que si bien es un aforismo jurídico ( iura
novit curia), no debe llevarlo al extremo
de omitir la interpretación que hace el le-
trado de la ley aplicable, primero porque
no corresponde dar nada por sentado, y
segundo por cuanto, como todos sabemos,
las normas legales no necesariamente tienen
una interpretación unívoca, sino que, por el
contrario, muchas veces es divergente. En
ese sentido, el litigante debe dar razones
doctrinarias o jurisprudenciales que avalen
la tesis jurídica que sustenta en estrados.
2.4. REFUTE LA PRUEBA DE LA CO:'\TRARL\
Una vez que ha concluido la demostración
acerca de cómo su caso fue probado en el
juicio, debe destinar unos minutos de su
clausura para explicar cómo la teoría del
caso de la contraria se ha destruido con la
prueba rendida en el juicio.
Al igual que en el caso propio, la teo-
ría del caso de la contraria reposa sobre
ciertas proposiciones fácticas, la cuales de
no haberse acreditado traen consigo inde-
fectiblemente el incumplimiento de cargas
procesales y por lo tanto el descrédito de
su teoría, lo que producirá seguramente la
pérdida de su caso.
Hace excepción a lo anterior una teoría
del caso pasiva en materia penal, donde el
relato del defensor consiste únicamente
en negar la existencia de un elemento del
delito o de la participación criminal del acu-
sado, donde en el fondo el litigante traspasa
al acusador público o particular la carga
procesal de acreditar todos los supuestos
de hecho de la acusación y el defensor se
limita a negar la concurrencia de los mis-
CHlLE
....
mos. Fuera de este caso de defensa pasiva
en materia penal, si la contraria expuso
una teoría del caso v no acreditó uno de
los elementos de hecho en que dicha teoría
reposaba, debe destinarse un par de minutos
del alegato de cierre para representarlo y
argumentar acerca de cómo no probó los
diversos elementos de su caso.
Lo mismo debemos argumentar respecto
de la credibilidad de los testigos y expertos
de la contraria, introduciendo y creando
argumentos que den fundadas razones al
Tribunal para restarles poder de convicción
a dichos elementos y, a la inversa, darles
mérito probatorio a los nuestros, todo ello
fundado en la evidencia producida o en
máximas de experiencia.
Finalmente, si es del caso, también debe
considerar la posibilidad de dedicar un es-
pacio de tiempo para refutar la teoría legal
de la contraria o algunos aspectos de ella
o de la interpretación jurídica que lleva
envuelta.
2.5. L-\ _\lQTff-\CIÓ:'\ PAR,\ 1-~c\A
SEc\TEc\CL-\ L-\YORABLE
Es importante que después de argumentar
cómo la evidencia permitió construir el
relato ofrecido en el alegato de apertura,
no nos quedemos ahí y entreguemos al Tri-
bunal razones que lo motiven a dictar una
sentencia favorable a nuestros intereses.
Sabido es que las personas no toman sus
decisiones basadas únicamente en razones
lógicas o analíticas, sino que, por el contra-
rio, en el proceso de toma de decisiones
influven cuestiones tan complejas como
variables culturales, históricas, intuitivas e
incluso en las máximas de experiencia del
sentenciador.
En ese orden ele ideas, el litigante debe
destinar una parte ele su clausura a otorgar
razones para fundar una sentencia favorable
no sólo desde el punto ele vista lógico o
científico, sino que también cubriendo la
posibilidad que la decisión se adopte toman-
do como base un sistema ele pensamiento
heurístico, es decir, mediante una forma de
razonamiento lateral o divergente.
246
 En este escenario el abogado debe entre-
gar razones especiales que motiven aljuez a
dictar una sentencia favorable, tales como la
equidad detrás de su pretensión, el proyecto
de vida que se truncó con los hechos materia
del juicio, la paz social que se crea con la
decisión de que se trata, la seguridad jurídica
implícita en la decisión, ele. Recordemos
que muchas veces las personas, Y los jueces
dentro de ellas, realizan su proceso de toma
de decisiones no solamente a través de la
lógica, sino también que de otras variables,
por lo que nuestra argumentación debe tratar
de alcanzar esas otras variables para formar
la convicción del sentenciador.
2.6. LA LÍNE.-\. DE S.\Lfü-\
El final del alegato de clausura debe con-
tener, básicamente, dos partes. La primera
es señalar las peticiones concretas que diri-
gimos al Tribunal: qué le pedimos.
La segunda parle debe contener una
línea de salida convincente, es decir, se
debe construir y exponer una o dos ideas
que sinteticen toda la fuerza moral detrás
del caso. Nada obsta a que estas ideas ha-
yan sido repetidas durante eljuicio una y
otra vez.
Eso sí, esta línea no puede ser irnprovi-
sada en el alegato de cierre, sino que, por
el contrario, debe ser preparada, analizada,
ensayada y entregada con un estilo y con-
vicción suficientes para ser debidamente
digerida por el sentenciador.
3. IMPEDIMENTOS PARA l_TN BUEN
ALEGATO DE CLAUSURA
Nuevamente hay que enfatizar que el alegato
de clausura, como todo acto procesal en
un juicio oral, es un acto de comunicación
entre el destinatario del mensaje, es decir,
el tribunal, y el emisor del mismo, esto es,
el abogado que lo realiza. Como primera
y lógica consecuencia, si al Tribunal no le
gusta el mensajero o el estilo que éste adopta,
el mensaje empieza a tener inconvenientes
para ser transmitido.
247
Por lo mismo, el abogado debe medir el
tono de su voz, hacer pausas, gestos, usar su
lenguaje corporal y establecer contacto visual
con el objeto de lograr una comunicación
efectiva con el receptor del mensaje.
El litigante debe ocupar un espacio físi-
co que permita mantener el control de la
escena v moverse de acuerdo al tenor del
discurso. Recuerde que una mesa llena de
papeles, movimientos descontrolados, un
errado tono de voz, pueden constituir im-
pedimentos para lograr una comunicación
efectiva con el Tribunal.
En cuanto al fondo, los errores más ga-
rrafales guardan relación con referirse a
decisiones estratégicas de la contraria que
son privativas de ella, como por ejemplo
argumentar acerca de por qué no declaró
el acusado ( es su derecho) o algún testigo
de la contraria, lo que demostraría que
algo esconde ( error lógico, ya que si no
declaró no existe en el juicio, nada más);
con alterar la carga de la prueba en contra
de las reglas legales (demuestra descono-
cimiento de la ley); o -cosa que es bien
habitual- citar a los testigos con frases o
dichos que no señalaron (lo que además
puede ser interpretado como un intento
de engañar al Tribunal o, en el mejor de
los escenarios, como una tergiversación de
la prueba); entrar en ataques personales y
descaliíicatorios hacia la contraparte, su
abogado o testigos ( denota falta de control
y desesperación).
El litigante debe preocuparse de no incu-
rrir en estos errores, por cuanto finalmente
juega con su credibilidad y, como hemos
visto, el Tribunal puede formar su convicción
en forma bastante libre y amplia.
4. EL ALEGATO DE CLAUSURA EN
NUESTRA LEGISLACIÓN
4.1. E~ EL CÓDIGO PROCESAL PENAL
Regula el alegato de clausura el artículo
338 del Código Procesal Penal que señala:
­<
"concluida la recepción de las pruebas, el
juez presidente de la sala otorgará suce-
sivamente la palabra al fiscal, al acusador
iDlTOR[AL JURlDJCA DI CHIU ;@_

Curso elemental
particular, al actor civil y al defensor, para
que expongan sus conclusiones. El tribu-
nal tomará en consideración la extensión
del juicio para determinar el tiempo que
concederá al efecto.
Seguidamente, se otorgará al fiscal, al
acusador particular, al actor civil y al defensor
la posibilidad de replicar. Las respectivas
réplicas sólo podrán referirse a las conclu-
siones planteadas por las demás partes.
Por último, se otorgará al acusado lapa-
labra, para que manifestare lo que estimare
conveniente. A continuación se declarará
cerrado el debate".
Como vemos, la norma es bastante es-
cuela, pero clara. Es el Tribunal el que se-
ñala la duración de los alegatos de clausura
tomando en cuenta la extensión del juicio.
Lo que sí permite la ley, luego de la clausu-
ra, es la posibilidad de replicar acerca de
las conclusiones planteadas por las demás
partes del juicio.
En otros términos, en la réplica lo que
corresponde es hacerse cargo de lo erróneo
de los argumentos expuestos por los demás
intervinientes en sus clausuras, pero no
realizar un nuevo alegato de clausura.
Antes de la Ley Nº 20.074, de 14 de di-
ciembre de 2005, la norma del artículo 338
del C.P.P. no se refería al derecho de réplica
para el querellante, lo que sin duda era
un error del legislador, que muchos jueces
integraban concediéndole igualmente el
derecho a replicar, sin perjuicio que otros,
en una interpretación exegética, pero con-
traria a todos los principios de igualdad
procesal, lo negaban, asilándose en el texto
de la ley.
La ley antes referida modificó el artículo
en cuestión reconociendo en forma expresa
el derecho del querellante particular para
intervenir en la réplica.
4.2. EL ALEGATO DE CLAUSURA E:\ LA LEY
Nº 19.968 QUE CREA LOS TRIBU?\ALES DE
FAMILIA
g El artículo 64 incisos 6º y 7º de la Ley
2 Nº 19.968 dispone que "practicada la prue-
:s ba, el juez podrá solicitar a un miembro
.@. ED[TORIAL JURIDICA DE CHll.E
­
de litigación oral
del consejo técnico que emita su opinión
respecto de la prueba rendida, en el ámbito
de su especialidad.
Finalmente, las partes formularán, oral-
mente y en forma breve, las observaciones
que les merezca la prueba y la opinión del
miembro del consejo técnico, así como
sus conclusiones, de un modo preciso y
concreto, con derecho a replicar respecto
de las conclusiones argumentadas por las
demás".
La ley se refiere en consecuencia a la
clausura como un trámite de observaciones
de la prueba rendida y las opiniones emitidas
por el miembro del consejo técnico.
Sin perjuicio de ello, se trata evidente-
mente de un alegato de cierre que debe
reunir la estructura analizada más arriba.
En cuanto a su duración, la redacción
original de la Ley Nº 19.968 nada decía,
pero la Ley Nº 20.26&, introdujo al pri-
mero de los cuerpos legales nombrados
el artículo 26 bis que en su inciso 2º dice
que el juez que preside la audiencia podrá
"limitar el tiempo de uso de la palabra a
las partes que deban intervenir durante el
juicio, fijando límites máximos igualitarios
para todas ellas o interrumpiendo a quien
haga uso manifiestamente abusivo de su
facultad".
Por lo tanto, la modificación legal consiste
en señalar expresamente que a propósito
de las facultades de dirección del debate, es
el Tribunal el que fijará la extensión de los
alegatos de cierre, con la única limitación
que debe señalar reglas igualitarias para
las partes.
4.3. EL .-\LEG.UO DE CL-\CSl:RA EN EL
PROCEDI\IIE:\TO LABOR..-\L
El artículo 454 Xº 9 del Código del Trabajo
regula la materia señalando que "practicada
la prueba, las partes formularán, oralmente,
en forma breve y precisa, las observaciones
que les merezcan las pruebas rendidas y sus
conclusiones.
Con todo, si ajuicio del juez hubiere pun-
tos no sulicientemente esclarecidos, podrá
ordenar a las partes que los aclaren".
248
 __ El alegato de clausura

Nuevamente el legislador denomina al Sí entrega la ley aljuez del trabajo un

alegato de cierre como una observación a
la prueba y sus conclusiones, sin perjuicio
que en el fondo la estructura a desarrollar
debe ser la misma de un alegato de clausura,
como lo expusiéramos más arriba.
rol bastante activo en los alegatos de cierre,
.va que lo autoriza para salir de la clásica
pasividad procesal y pedir a las parles que
aclaren los puntos que pueda considerar
oscuros.

.
3
-·

.;;.

S ;.e;
--
;
n-
.:1

249 f_DJTt)Rí!\L JLJJ{,[[)lC.i\ DI CHlLE

lTA
~~~
 INDICE

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
lntrod uccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

CajJÍt11/o Primero
EL.JUC!O OR.\L CO.\fO SISTDU DE LITIGACIÓN

1. Acerca ele los litigios, los sistemas ele enjuiciamiento . el rol del abogado . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2. El juicio oral como forma ele litigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
3. Principios del juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
3.1. Principio de igualdad proccsal v bilateraliclacl ele la audiencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
3.2. Principio de oralidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
3.3. Principio ele inmediación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
3.4. Principio de publicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
3..-l. l. Publicidad en el sistema procesal penal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
3.--1.2. Publicidad en la Le,·:'.\'"" 19.968, que crea los Tribunales ele Familia . . . . . . . . . . . . 22
3.--1.3. Publicidad en el procedimiento laboral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
3.5. Principio de concentración o continuidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
3.6. La libertad ele prueba Y el repudio ele la prueba ilícita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
3.7. Principio de la libre valoración ele la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.8. Principio de fundamentación ele las sentencias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
4. Estructura del juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
5. Apreciación de la prueba en los juicios orales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
5.1. Límites a la libre apreciación ele la prueba por los tribunales orales . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

Capítulo Seg1111do
L-\ TEORÍA DEL CASO

l. Qué es la teoría del caso. Irnportancia v caractcrísricas ele la teoría del caso . . . . . . . . . . . . . . 47
2. Cómo construir una teoría del caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
3. Valor de las tesis subsidiarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4. Desmenuzando el relato: El uso ele proposiciones fácticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
5. Clases ele evidencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

Capitulo Tercero

TEORÍA DEL-\ C01-Il'NICACIÓN

1 . Cuestiones generales . 63
2. Técnicas a emplear en el proceso ele comunicación . 64
2.1. Dramatización . 64

251 EDlTOR!,\L JURIDICA DE CHILE

00
-
 ________________ C_,t_ir_s_o_e_I_e_mental
de litigación oral

2.2. Conozca su historia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

2.3. Use números o cantidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
2.4. Use ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
25. Use un lenguaje que se pueda reproducir. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
2.6. Evite parecer a la defensiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
2.7. Sea empático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
2.8. Siempre piense en lo que su público necesita oír de usted . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
2.9. Preocúpese de desarrollar los puntos que a usted le interesen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
2.10. Adelántese a las preguntas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
2.11. Concéntrese en el mensaje clave v aproveche cualquier oportunidad para volver a su
mensaje . 70
2.12. Resuma . 70
2.13. Trate de recordar los nombres de las personas con las que interactúa . 71
2.14. Escuchar, contestar y establecer puentes . 71
2.15. Cambie lo negativo a positivo . 71
2.16. Gánese la confianza de su interlocutor . 72 2.
2.17. Tomar el control . 72
2.18. Off the record o fuera de la grabación . 72
2.19. Ante ciertas audiencias evite el lenguaje profesional . 73
3. Argumentación: trucos lógicos y falacias . 73
3.1. El razonamiento circular. . 74
3.2. Del falso dilema . 74
3.3. Cambiando de arco . 75
3.4. Falacia ad misericordiam : . 75
3.5. Falacias por generalización de inducción errónea . 76
3.6. Falacia del centro de atención . 76
3.7. Falacia de la verdad a medias . 76
3.8. Generalización apresurada : . 77
3.9. Falsedad por experiencia . 77
3.10. Falacia arreglo de bulto . 77
3.11. Palabras mágicas buenas y malas . 77
3.12. "Lo dicen los que saben" . 77
3.13. "Esa es una idea pasada de moda" . 77
3. 14. "Es demasiado complicado" . 78
3.15. Personalizar . 78
3.16. Objeción irrelevante . 78
3. 1 7. La posición del centro . 78
3.18. La decisión difícil . 78
3.19. Falacia ad consequentiam . 78 3
3.20. Distorsiones cognitivas . 79
4. Conclusión . 80

Capítulo Cuarto
LA AUDIENCIAPREPARATORIADELJCICIO ORAL

1. La audiencia preparatoria del juicio oral en el proceso penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

1.1. Fecha de realización de la audiencia de preparación del juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
1.2. Actuación del querellante ante la acusación del Fiscal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
1.3. Trámites posteriores a la presentación de la acusación fiscal y adhesión o acusación
particular. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
1.4. Actuación del acusado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
1.4.l. Facultades del acusado de acuerdo con el artículo 263 del C.P.P. . . . . . . . . . . . . . . 86
1.5. Desarrollo de la audiencia de preparación del juicio oral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
1.5.1. Quiénes deben comparecer a la audiencia de preparación del juicio oral....... 87
1.5.2. Corrección de vicios formales en la audiencia de preparación del juicio oral. . . . . 87
.¡\ \
EDfTORIAl 252
 Índice

1.5.3. Debate v decisión sobre las excepciones de previo y especial pronunciamiento . 87

1.5.4. Discusión sobre la pertinencia de la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
1.5.5. Llamado a conciliación sobre la responsabilidad civil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
1.5.6. Discusión sobre convenciones probatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
1.5.7. Discusión sobre la unión v separación de acusaciones...................... 92
1.5.8. Concesión de nuevo plazo para presentar prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
1.5.9. Declaración del imputado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
1.5.10. Debate sobre la medida cautelar personal de prisión preventiva. . . . . . . . . . . . . . 93
1.5.11.Acompañar comprobantes que acrediten la idoneidad de los peritos . . . . . . . . . 94
1.5.12. Otras cuestiones relativas a la pericia que pueden ser materia de debate en la
audiencia preparatoria del juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
1.5.13. Rendición ele prueba anticipada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
1.:'i.14. Devolución ele los documentos acompañados por los intervinientes . . . . . . . . . . 95
1.6. El amo de apertura del juicio oral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
l.7. Recursos contra el amo ele apenura del juicio oral............................... 96
2. La audiencia preparatoria de juicio oral en la Lev >.:" 19.968, que crea los Tribunales ele
Familia....................................................................... 96
2.1. Citación a la audiencia preparatoria del juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
2.2. Not..ificación de la citación a la audiencia preparatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
2.3. Desarrollo de la audiencia preparatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
2.3.1. Comparecencia personal de las panes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
2.3.2. Exponer la demanda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
2.3.3. Contestar la demanda, exposición de la misma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
2.3.4. Eventual prcscntación v tramitación de la demanda reconvencional. . . . . . . . . . 100
2.3.5. Pronunciarse sobre las cautelares que procedan o sobre la mantención ele las
mismas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
2.3.6. Discusión acerca ele la posibilidad de someter el conflicto a mediación........ 102
2.3.7. Promover la conciliación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
2.3.8. Determinar el objeto del juicio......................................... 103
2.3.9. Fijar los hechos sobre los cuales debe recaer la prueba en la audiencia del juicio . 103
2.3.10. Fijar ras convenciones probatorias...................................... 103
2.3.11. Determinar las pruebas que deberán rendirse al tenor ele la propuesta ele las
partes y disponer la práctica ele las otras que estime necesarias . . . . . . . . . . . . . . 103
2.3.12. Disponer la recepción ele prueba anticipada.............................. 104
2.3. 13. Fijar la fecha para la realización ele! juicio oral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
2.4. Resolución que cita a juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
2.5. Recursos contra las resoluciones dictadas en la audiencia preparatoria . . . . . . . . . . . . . . 105
3. La audiencia preparatoria del juicio oral en la Le" ):Y 20.087 que establece el procedimiento
laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l 06
3.1. Citación a audiencia preparatoria de juicio oral del trabajo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
3.2. Notificación de la citación a la audiencia preparatoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
3.3. Desarrollo de la audiencia preparatoria del juicio oral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
3.3.1. Relación somera del ele bate por el juez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
3.3.2. Tramitación de la demanda rcconvencional v de las excepciones opuestas a la
demanda, en su caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
3.3.3. Rebeldía del clemanclaclo o no refutación de alguno de los hechos contenidos en
1
la demanda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
-,
3.3.4. Aceptación ele! demandarlo de pane de los hechos de la demanda . . . . . . . . . . . . l 08
3.3.5. Llamado a las panes a conciliación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
3.3.6. Recepción ele la causa a prueba. Fijación ele los hechos con trovertidos . . . . . . . . . 109
3.3.7. Ofrecimiento ele la prueba para el juicio oral v discusión acerca de la procedencia
ele la misma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
3.3.7.1. Prueba documental............................................ 110
3.3.7.2. Exhibición de documentos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
3.3.7.3. Absolución de posiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
3.3. 7.4. Prueba pericial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111

253 }D!TOR[AL j UR !I)ICA !)); CHíLE

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 _________ C_u_r_so_e_le_n_1ental de litigación oral

3.3.7.6. Oficios . 111 2.

3.3.8. Impugnación de documentos . 112 3.
3.3.9. Fijación de fecha para la audiencia del juicio . 112
3.3.10. Discusión acerca de las medidas cautelares o su mantención . 112
3.3.11. Término de la audiencia preparatoria, levantamiento de acta . 112
4. Recursos contra las resoluciones dictadas en la audiencia preparatoria . 113

Capítulo Quinto
4
LOS ALEGATOSDE APERTCRA

1. Cómo estructurar un alegato de apertura . 116

1.1. La línea de entrada o fase de atención inicial . 116
1.2. La narración de la historia. El relato del caso . 119
1.2.1. La identificación del lugar de los hechos . 120
1.2.2. Individualizar a los sujetos: , . 120
1.2.3. Definir claramente la secuencia tempo-espacial. . 121
1.2.4. Establecer los hechos relevantes . 121
1.2.4.1. Establecer una línea cronológica . 121
1.2.4.2. Construir el alegato desde el punto de vista de un sujeto , . 122
1.2.4.3. Estructura mixta , . 123
1.3. La línea de salida , , , . 123
2. Cómo decir nuestro alegato de apertura . 124
2.1. Aprenda su alegato · . 124
2.2. Practíquelo en voz alta , , . 125
5
2.3. Lenguaje corporal .. , . 125
2.4. ¿De pie o sentado? , , . 126
3. Principales impedimentos para un buen alegato de apertura . 127
3.1. Falta de preparación , . 127
3.2. Empleo de un lenguaje confuso . 127
3.3. Introducir demasiadas variables , . 127
3.4. Hablar demasiado rápido . 128
3.5. Argumentativo . 128
3.6. Demasiada gesticulación fuera del contexto del discurso . 128
4. El alegato de apertura en la legislación chilena . 128
4.1. El alegato de apertura en el Código Procesal Penal , .. , . 128
4.2. El alegato de apertura en la Ley Nº 19.968, que crea los Tribunales de Familia . 129
4.3. El alegato de apertura en el Código del Trabajo . 130

Capítulo Sexto
EL EXA:\IE"' DIRECTO

Sección Primera
Cuestiones generales aplicables al interrogatorio de testigos y peritos

l. Objetivos del examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

:: l. l. Acreditar sus proposiciones fácticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
1.2. Destruir las proposiciones fácticas de la contraria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
1.3. Acreditar los testigos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
1.4. Desacreditar los testigos de la contraria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
1.5. Introducir los hechos no disputados que dan contexto aljuicio o a nuestras proposiciones
fácticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
1.6. Referir el conocimiento de los testigos o expertos respecto de la evidencia material
incorporada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

DE 254
 Índice

2. Formas de interrogación en el examen directo. Tipos de preguntas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

-1 3. Cómo ordenar el examen directo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
-1 3.1. La acreditación del testigo o perito............................................ 135
.)
3.2. La declaración del testigo o perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
_, 3.2.1. Formas de estructurar el relato en el examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
:, 3.2. l. l. Orden temático del interrogatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
3.2.1.2. Orden cronológico de la interrogación . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
3.2.2. Sistema de interrogación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . 143
4. Cuestiones a tener en cuenta para realizar un buen examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
4.1. Considere el ritmo que le impone a la declaración...... . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . 144
4.2. Ctilice el eco............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
4.3. Analice cuidadosamente el orden en que declaran sus testigos o expenos........... 146
4.4. ~o haga preguntas cm·a respuesta desconoce . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
4.5. Formule preguntas simples Y cuYa técnica evite la objeción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
(1
4.6. Perciba la personalidad de su testigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
(•
4.7. Evite comentarios a los dichos de su testigo o expeno y oiga sus respuestas . . . . . . . . . . 150
4.8. Parta fuerte Y termine de la misma forma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
1
4.9. Reúnase con su testigo v explíquele lo que significa declarar en un Tribunal . . . . . . . . 151
l 4.10. Fíjese en los detalles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
4.11. Cuídese de los testigos hostiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153

.
4.12. Anticipe las debilidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
4.13. Afirme, luego refute . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
. -r
4.14. Preocúpese de recrear el contexto emocional del caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
4.15. Preocúpese de su imagen en un concepto amplio........... . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . 156
5. Principales inconvenientes en la realización del examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
5.1. Preguntas demasiado formales o extensas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
5.2. Falta de preparación de la próxima línea de pregumas. Pausas incómodas . . . . . . . . . . . 157
5.3. Falta de una clara transición entre los diferentes puntos del interrogatorio. . . . . . . . . . . 158
5.4. Actitud y energía del testigo o perito v del abogado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l 58
5.5. Comunicaciones entre el testigo o perito" el abogado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
5.6. Cuidado con el lenguaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
5.7. Posición del abogado al interrogar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
5.8. Evite reacciones ante las respuestas desagradables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
5.9. Evite abusar de la pregunta cerrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
6. El examen directo en la legislación chilena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
6.1. El examen directo en el Código Procesal Penal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
6.1.1. Orden del examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
6.1.2. Ante quién se realiza el interrogatorio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
6.1.3. Formalidades previas a la declaración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
6.1.4. Forma de la interrogación.............................................. 164
6.1.5. Contenido del interrogatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
6.1.6. Lectura de declaraciones anteriores del testigo o perito para refrescar memoria o
superar contradicción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
6.1.6. l. Lectura de declaraciones anteriores con el propósito de refrescar memoria 166
6.1.6.2. Lectura de declaraciones anteriores con el propósito de superar una
contradicción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
6.1.7. Término ele la declaración" liberación del testigo o perito................... 173
6.1.8. La declaración del acusado bajo la forma del examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . 174
6.2. El examen directo en el Procedimiento de Familia regulado por la Ley N" 19.968 . . . . . 176
6.2.1. Orden del examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
6.2.2. Ante quién se realiza el interrogatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
6.2.3. Formalidades previas a la declaración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
6.2.4. Forma de la interrogación . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
6.2.5. Contenido del interrogatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
33 6.2.6. Fin de la declaración del testigo o perito. Interrogatorio por eljuez . . . . . . . . . . . 178

255 EDITDRL\l JUR !Di CA Dl CHILE

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 Curso elemental de hti_g_a_c_ió_n_o_1_·a_I _

6.2.7. Declaraciones de las partes en el Procedimiento de Familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178

6.2.7.1. Forma de las preguntas en las declaraciones de las partes . . . . . . . . . . . . . . 179
6.2.7.2. Situación que se presenta cuando la contraparte, citada a declarar, no com-
parece, no declara o da respuestas evasivas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
6.2.7.3. Término de la declaración de las partes. Interrogatorio por el Tribunal. . . 180 2.
6.3. El examen directo en el Procedimiento Laboral establecido por la Ley Nº 20.087. . . . . . 180
6.3.1. Orden del examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
6.3.2. Ante quién se realiza el interrogatorio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
6.3.3. Formalidades previas a la declaración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181 3.
6.3.4. Forma de la interrogación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
6.3.5. Contenido del interrogatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
6.3.6. Fin de la declaración del testigo o perito. Interrogatorio por el juez . . . . . . . . . . . 182
6.3.7. Confesión de las partes en el Procedimiento Laboral........................ 182
6.3.7.1. Comparecencia personal del absolvente. Excepciones . . . . . . . . . . . . . . . . . 182 4.
6.3.7.2. Sanción frente a la incomparecencia del absolvente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
6.3.7.3. Forma de las preguntas de las partes en la confesional . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
6.3.7.4. Término de la declaración de las partes. Interrogatorio por el Tribunal . . . 183
5.
Sección Segunda
El examen directo de los peritos

l. Cuestiones generales acerca de los peritos, su diferencia con los testigos e importancia 183
2. Forma de estructurar la declaración de un testigo experto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
3. Cuestiones a considerar en la preparación v puesta en escena del testimonio" de un experto 186
3.1. Elección del testigo y explicación del caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
3.2. Humanizando al perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
3.3. Use un lenguaje sencillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
3.4. Evite que el experto se explaye utilizando un estilo conferencia! . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
3.5. Reinicie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
3.6. Use ejemplos y analogías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
3.7. Use material audiovisual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
3.8. Use resúmenes dentro del relato o informe del perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
3.9. Acérquese al consenso ', . . . . . . . . 189 1
3.10. Logre que su experto utilice un lenguaje unívoco v cenero....................... 189
3.1 l. Enumere . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
3.12. Anticipe las preguntas de la contraparte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
4. Los peritos en la legislación chilena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190 2
4.1. La prueba pericial en el Código Procesal Penal.................................. 190
4.1.1. Procedencia del informe de peritos. Admisibilidad del peritaje ante el tribunal de
garantía en la audiencia preparatoria del juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
4.1.2. El peritaje en la audiencia del juicio oral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
4.2. Los peritos en el Procedimiento de Familia de la Le\·~º 19.968 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
~ 4.2.1. Procedencia del informe de peritos. Admisibilidad del peritaje ante el juez de
~ familia que conoce la audiencia preparatoria del juicio oral.................. 193
z
;-- 4.2.2. El peritaje en eljuicio oral de familia..................................... 194
~
4.3. El peritaje en el procedimiento laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
2 4.3.1. Procedencia del informe de peritos. Admisibilidad del peritaje ante el juez que
~
w
:'.) conoce la audiencia preparatoria del juicio oral............................ 194
2
¿
4.3.2. El peritaje en la audiencia del juicio oral.................................. 195

,~¿

Capítulo Séptimo
­r;
;;:::: LA EVIDENCIA MATERIAL
e·

2 1 Prueba instrumental y documental. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197

~ 1.1. Ofrecimiento del instrumento................................................ 197

EDITORIAL JURiDICA DE CHILE 256

 Ínclíce

78 1.2. Lectura del instrumento..................................................... 198

79 1.3. Exhibición del instrumento a los demás intervinicntcs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
1.4. Resolución del Tribunal que incorpora el instrumento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
79 1.5. Reconocimiento del instrumento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
80 2. La prueba documental en la legislación chilena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
80 2.1. La prueba instrumental en el Código Procesal Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
80 2.2. La prueba instrumental en la Ley N" 19.968 que crea los Tribunales de Familia . . . . . . . 201
81 2.3. La prueba instrumental en el procedimiento laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
81 3. Los objetos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
3.1. Ofrecimiento del objeto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
3.2. Exhibición del objeto a los intervinientes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
3.3. Resolución del Tribunal que incorpora el objeto al juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
3.4. Reconocimiento del objeto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
4. La incorporación de los objetos en la legislación chilena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
4.1. Los objetos en el Código Procesal Penal....... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . 203
4.2. Los objetos en la Lcv ::\'" 19.968 que crea los Tribunales ele Familia. . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
4.3. Los objetos en el procedimiento laboral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
5. Los otros medios ele prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
5.1. Ofrecimiento del medio ele prueba. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
5.2. Asimilación al medio ele prueba más análogo para los efectos de su incorporación.
Lectura v/ o exhibición del medio ele prueba. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
83 5.3. Resolución del Tribunal que incorpora el medio de prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
.8"± 5.4. Reconocimiento del otro medio ele prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
l86 5.5. Los otros medios de prueba en el Código Procesal Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
l86 5.6. Los otros medios de prueba en la Lcv ::\'" 19.968 que crea los Tribunales ele Familia . . . 205
l87 5.7. Los otros medios de prueba en el Procedimiento Laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
l87
188
l88
Capítulo Octavo
l88
l89 L\S OBJECIO::\'ES
l89
l89 1. Cuestiones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
l89 l. l. Identificar la violación ele una regla del interrogatorio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
l90 1.2. Decidir estratégicamente la conveniencia ele objetar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
l90 1.3. Formular la objeción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
l90 2. Causales de objeción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
l90 2.1. Preguntas sugestivas en el examen directo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
2.2. Preguntas compuestas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
l90 2.3. Preguntas ambiguas, vagas o poco claras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21O
l92 2.4. Preguntas por opinión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
l93 2.5. Preguntas impertinentes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
2.6. Preguntas repetitivas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
l93 2.7. Preguntas que asumen hechos no incorporados al juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
l94 2.8. Preguntas que citan erróneamente al testigo o experto........................... 213
l94 2.9. Preguntas especulativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
2.10. Preguntas que hostilizan al testigo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
l94 2.11. Preguntas que violan derechos fundamentales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
l95 3. Tramitación de las objeciones............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
4. Las objeciones en el sistema procesal chileno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
4.1. Las objeciones en el Código Procesal Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
4.1.1. Preguntas impertinentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
4.1.2. Preguntas inadmisibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
4.1.3. Preguntas sugestivas................................................... 216
l97 4.1.4. Preguntas engañosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
l97 4.1.5. Preguntas que coaccionan al testigo o perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
/\
257
_______________ C_u_rs_o_el_e_m~ntal
de litigación oral

4.1.6. Preguntas poco claras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217 3.

4.2. Las objeciones en la Ley Nº 19.968 que creó los Tribunales de Familia............... 217
4.2.1. Preguntas impertinentes............................................... 217
4.2.2. Preguntas inadmisibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
4.2.3. Preguntas sugestivas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
4.2.4. Preguntas engañosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
4.2.5. Preguntas que coaccionan al testigo o perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
4.2.6. Preguntas poco claras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
4.3. Las objeciones en el Código del Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
4.3.1. Preguntas impertinentes............................................... 219
4.3.2. Preguntas inadmisibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
4.3.3. Preguntas sugestivas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220
4.3.4. Preguntas engañosas , . . 220 2
4.3.5. Preguntas que coaccionan al testigo o perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . 221
4.3.6. Preguntas poco claras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221

Capitulo .Youeno

EL COXTR.\EXX\IE:-,.:
3
l. Cuestiones generales . 223 4
2. Forma de realizar el contraexamen . 224
2.1. Control de la situación . 224
2.2. Preocúpese del ritmo · . 225
2.3. Construya el momento. Evite la ansiedad . 225
2.4. Formule preguntas sugestivas . 226
2.5. Altere el orden de las preguntas. Mezcle la parte temática Y la cronológica . 227
2.6. No hostilice al testigo . 228
2.7. Memoria y disponibilidad de los antecedentes a usar . 228
2.8. Use un lenguaje simple . 229
2.9. Tenga presente la comunicación no verbal . 230
3. Organizando el contraexamen . 230
3.1. Tenga presente la diferencia de la forma de preguntas del examen directo de la del con-
traexamcn . 230
3.2. Cree un número limitado de líneas de interrogación . 230
3.3. Ocupe el contraexamen para acreditar puntos seguros . 231
3.4. Vincule las preguntas de una línea de interrogación una a otra en forma de cascada . 231
4. El contraexamen en la legislación chilena . 232
4.1. En el Código Procesal Penal . 232
4.2. El contraexamen en la Ley N" 19.968, que establece el Procedimiento de Familia . 232
4.3. El contraexamen en la Ley Nº 20.087, que crea el nuevo Procedimiento Laboral. . 232

Capítulo Décimo

DE LOS INCIDENTES Y DE U\ POSIBILIDAD DE PRESENTAR PRUEBA NO SOLICITADA

OPORTUNAMENTE EN EL JUICIO OR<\L

1. De los incidentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235

1.1. Promover la incidencia, interrumpiendo el debate. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
1.2. Debate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
1.3. Prueba. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
1.4. Resolución del incidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
1.5. Recursos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
2. Los incidentes en el Código Procesal Penal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236
2.1. Los incidentes en la Ley N" 19.968 que crea los nuevos Tribunales de Familia . . . . . . . . 237
2.2. Los incidentes en el Procedimiento Laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238

258
 Índice

217 3. De la posibilidad de presentar nueva prueba en el juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239

217 3. 1. La prueba no solicitada oportunamente en el Código Procesal Penal. . . . . . . . . . . . . . . . 240
217 3.2. La prueba no solicitada oportunamente en la LeY N" 19.968 que crea los Tribunales de
217 Familia................................................................... 241
218 3.3. La prueba no solicitada oportunamente en el Código del Trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241
218
218
219 Capitulo ['11dhi111a
219
219 EL ALEGATO DE CL\l'SURA
219
220 1. Cuestiones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
220 2. Estructura del alegato de clausura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
221 2.1. La entrada o fase de atención inicial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
221 2.2. La argumentación del caso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
2.3. Argumente acerca del derecho aplicable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245
2.4. Refute la prueba de la contraria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246
2.5. La motivación para una sentencia favorable. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246
2.6. La línea de salida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 7
3. Impedimentos para un buen alegato ele clausura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
223 4. El alegato ele clausura en nuestra legislación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
224 4.1. F.n el Código Procesal Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
224 4.2. El alegato de clausura en la LeY :'.\'" 19.968 que crea los Tribunales de Familia . . . . . . . . 248
225 4.3. El alegato de clausura en el Procedimiento Laboral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
225
226
227
228
228
229
230
230

230
230
231
231
232
232
232
232

235
235
235
235
235
235
236
237
238

259 EDlTúR!AI. JURID!CA DE CHJLE

lSflS
-
"En su libro Curso Elemental de Litigación Oral,
los profesores Alcaíno y Cortés abordan exitosa­
mente un desafío formidable: el crear una guía
indispensable y completa para los abogados que
buscan lograr una representación efectiva de sus
clientes en el nuevo sistema de litigación oral
chileno. Además, muchas de las técnicas discutidas
en esta excelente obra probablemente se consti­
tuirán en una herramienta invaluable no sólo para
los litigantes chilenos sino que también para los
abogados de otros países donde se están adop­
tando cambios similares en su sistema judicial".
KENNETH J. REILLY
Socio de Shook, Hardy & Bacon
y elegido entre los 1 O mejores
litigantes de EE.UU., años 2007 y 2009.

"A través de este Curso Elemental de Litigación

Oral, los autores proveen a los litigantes de herra­
mientas necesarias para desarrollar las habilidades
propias de las exposiciones orales en un juicio.
Examinan cada aspecto de la litigación oral, inclu­
yendo examen directo y contraexamen y el uso
efectivo de la evidencia testimonial, material y
documental. Este trabajo claramente ofrece al
lector un abanico de estrategias para preparar y
ejecutar exitosamente un persuasivo plan de
ataque. Los autores toman las recientes modifi­
caciones legales que introduce la litigación oral
en Chile y proponen aplicaciones prácticas y
enseñanzas dinámicas que operan en este nuevo
marco de litigación, sea civil o criminal".
PATII M. SUDENDORF
Asistente de Fiscal de Estado,
Cook County, lllinois, EE.UU.
Profesora Asociada de Litigación, Escuela de Derecho
Universidad de Loyola, ex Profesora y Directora
de Programas del Centro Nacional de Capacitación
de Fiscales, Columbia, Carolina del Sur.
9 789561 021655