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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA

UNIDAD ACADÉMICA DE INGENIERIA, INDUSTRIA Y


CONSTRUCCIÓN

CARRERA DE INGENIERIA ELECTRICA

TEMA:
Evolución y explotación del petróleo y carbón en el mundo desde 1950 A 2020

NOMBRE:
Edison Jonathan Guanuche Largo

DOCENTE:
Ing. Giovani Santiago Pulla

PARALELO:

Electricidad 5ª

ASIGNATURA

Centrales de Generación

AÑO LECTIVO

Octubre 2021 – Febrero 2022


EVOLUCIÓN DE LA EXPLOTACIÓN DEL PETROLEO Y CARBON ALREDEDOR DEL MUNDO
DESDE 1950 A 2020, PAISES PRODUCTORES, EVOLUCIÓN DE PRECIOS, VOLÚMENES, ETC.

INTRODUCCION

El objeto de este trabajo investigativo es conocer acerca de la evolución de la explotación del petróleo y
carbón alrededor del mundo desde 1950 a 2020, países productores, evolución de precios, volúmenes,
etc. Con el fin de obtener una percepción amplia y una idea clara sobre dicho tema a desarrollarse.

Conocido como el “Oro Negro”, en términos sencillos, el petróleo es un fluido natural que se encuentra
en las formaciones rocosas bajo tierra, compuesta de una mezcla compleja de hidrocarburos de varios
compuestos orgánicos. En la matriz energética mundial, el petróleo se mantiene como la principal energía
primaria no renovable. La energía que no ha pasado por ningún tipo de transformación se divide en
recursos renovables (energía hidráulica, eólica, solar) y recursos naturales no renovables (petróleo,
carbón y biomasa).

El petróleo sigue siendo hoy el recurso natural de mayor importancia en el mundo, considerándose el
gran indicador de la situación económica mundial. Representa aproximadamente el 2,5% del producto
interno Bruto (PIB) mundial. Para el 2019 el consumo diario de petróleo fue de 100,3 millones de
barriles, un incremento de cerca del 1% en relación al 2018.

La OPEP juega un rol principal en la industria petrolera mundial, controla el 43% de la producción
mundial, y el 75 % de las reservas de petróleo, así como el 51% de las exportaciones de crudo, tiene una
gran influencia en el mercado de petróleo, dado que decide reducir o aumentar los niveles de producción
para poder controlar los precios internacionales. Los mayores productores mundiales de petróleo en el
mundo son, los Estados Unidos, Arabia Saudita y Rusia. Estos tres países producen aproximadamente
40 millones de barriles de petróleo por día desde el 2018, 41% de la producción mundial total.

La demanda de petróleo es un indicador del crecimiento de las potencias económicas mundiales, en sus
actividades industriales y financieras. En el 2019, la demanda fue significativamente menor a lo esperado
debido a la tendencia de reducir el consumo de combustible fósil; lo cual ha tenido un impacto en los
combustibles de transporte.

A nivel nacional la fuente más importante de la economía del ecuador es la exportación de crudo y
derivados que en los últimos 10 años ha oscilado entre un 43 y 66% del total de exportaciones del país y
entre un 43 y 59% del presupuesto general del Estado. Ecuador en sus 40 años aproximadamente de
explotación petrolera, mantiene un historial bastante nefasto para la economía nacional como para la
degradación de los ecosistemas naturales.

Habitualmente se presenta al carbón como un posible sustituto del petróleo, pero según algunas revistas
científicas se dice que el carbón no tiene ni las características de calidad ni las de cantidad para cumplir
tal papel. Estos argumentos se pueden ampliar para todos los combustibles fósiles. Sin embargo, estas
observaciones pueden tener como resultado positivo que habrá mucho menos emisiones de CO2 que las
que predicen los escenarios del IPCC.

EVOLUCIÓN DE LA EXPLOTACIÓN DEL PETROLEO Y CARBON

El incremento en el consumo mundial del petróleo ha ido de la mano del desarrollo industrial, de avances
tecnológicos y de la expansión del comercio mundial; nuevas potencias económicas han surgido y han
traído consigo un incremento en el nivel de vida de sus ciudadanos que requiere de más energía, y en
particular más petróleo, los ejemplos más claros son las economías de China y la India. Sin embargo,
aun con avances tecnológicos y altos precios, las adiciones a las reservas ya existentes en el mundo
desarrollado no se han mantenido con el ritmo de la producción y por ende esas reservas se han ido
agotando.

A través de la historia del petróleo se ha visto como ésta industria ha demostrado un rápido crecimiento
en el que los productores han surtido las necesidades crecientes con precios estables. A principios del
siglo XX el control sobre los precios del petróleo se encontraba en manos de los EE.UU., incluso después
del quebrantamiento del monopolio de la Standard Oil Company en 1911, el control sobre los precios
permaneció en manos estadounidenses, en un principio con las compañías petroleras de EE.UU. y luego
con la Comisión de Ferrocarriles de Texas, que incrementarían los límites de producción para evitar que
se dispararan los precios y reducirían la producción para evitar una caída de los precios. Para los años 50
la producción de crudo en los EE.UU., que se daba en gran parte en el estado de Texas, constituía más
de la mitad de la producción mundial. En 1951 un excedente de crudo tejano fue puesto en mercados
internacionales para contener el impacto que tendría en los precios la nacionalización del petróleo iraní.
De nuevo se situaron los excedentes de petróleo americano en el mercado internacional para contrarrestar
los efectos en los precios que tuvieron lugar por la crisis del Can al del Suez en 1956 al igual que en
1967 con el acontecer del conflicto Árabe-Israelí. El rol histórico de los EE.UU. acabó en 1971 cuando
la creciente demanda mundial excedió su capacidad de excedente de su producción, punto en el cual
cambió abruptamente la capacidad de determinación de los precios del petróleo la cual recayó en un
principio en unos cuantos grandes productores del Medio Oriente para luego obedecer a las fuerzas del
mercado fuera del control de cualquier estado o región, o al menos eso se creía.

Durante los años 70, muchas naciones productoras, especialmente las del Oriente Medio, nacionalizaron
las compañías petroleras para capitalizar su nueva capacidad de determinación de los precios. La
magnitud de esta capacidad se hizo evidente luego del embargo petrolero de 1973, periodo durante el
cual los precios establecidos por Arabia Saudita aumentaron a 11 dólar es por barril, que contrastaban
abruptamente con el precio de USD $ 1.80 por barril que se había mantenido de 1961 hasta 1970. La
revolución iraní trajo mayores alzas en los precios del petróleo en 1979 el cual alcanzó un precio de USD
$39 por barril en 1981. Sencillamente a mayor demanda, más altos los precios.

En el 2008, el precio del petróleo alcanzó y cruzo la alarmante frontera de los 100 dólares por barril. Éste
incremento en los precios se debió en gran parte al aumento en la demanda de nuevas economías
industrializadas, principalmente China y la India. Como consecuencia del desarrollo económico estos
países han aumentado su demanda energética y en especial su consumo de petróleo. No obstante, en los
últimos años, los precios récord del barril del petróleo se dieron por diferentes razones entre ellas: el
debilitamiento del dólar, los ataques terroristas en Nigeria, la inestabilidadad política en Venezuela, la
especulación, el aumento del consumo en países productores, la negativa a incrementar la producción de
la OPEP, e incluso se ha culpado y acusado de manipulación a algunos bancos e instituciones financieras
de Wall Street que han llevado a que se disparen los precios de dicho recurso natural no renovable.
Organizaciones petroleras y energéticas: OPEP (Organización de Países Exportadores de
petróleo) y la AIE (Agencia Internacional de la Energía)

En el mundo, la mayor concentración en la extracción de petróleo está localizado en unos pocos países.
Estos países ubicados en diferentes regiones del mundo, se han agrupado para así proteger y salvaguardar
sus intereses comunes. Han influido en la economía mundial al controlar las políticas de producción y
de precio del petróleo, ejerciendo influencias en el mercado de las demás energías primarias. En el año
de 1960 surge la Organización de países Exportadores de petróleo (OPEP) tras una gran caída del precio
del crudo que puso en peligro la economía de países que dependían parcial o totalmente de la venta del
petróleo. En esos momentos el control del precio del petróleo recaía en manos de multinacionales, esto
produjo una reacción por parte de estos países para influenciar de manera efectiva este mercado. Durante
los años 70 esta organización obtiene un control muy alto del mercado e incluso impulsa políticas en
contra de occidente, sin embargo, a partir de los años 80 establece una política de cooperación con países
con alta demanda y en años recientes ha mantenido una alta colaboración con países productores por
fuera de la OPEP con el fin de sostener los precios y reducir cuotas de producción. Su sede se encuentra
en Viena y entre sus miembros se encuentran Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos,
Indonesia, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Ecuador, suspendió su membresía en
1992 pero la reactivó en el 2007; Angola se unió a la organización en el 2007. La organización de países
exportadores de petróleo, OPEP, se describe a sí misma como una organización intergubernamental
permanente conformada por 13 países exportadores de petróleo en desarrollo, que coordina y unifica las
políticas petroleras de sus miembros. Procura la estabilización de los precios en el mercado internacional
buscando eliminar fluctuaciones dañinas e innecesarias, y atendiendo a sus intereses y asegurando un
ingreso. De igual importancia es su rol de vigilar una oferta eficiente, económica y regular de petróleo a
países consumidores. Según la organización, ellos no controlan el mercado, sin embargo, afirman tener
una fuerte influencia en el mercado del petróleo al constituir sus exportaciones el 55 % del petróleo
comerciado internacionalmente. La OPEP produce aproximadamente el 40 % del petróleo del mundo y
15% del gas natural.

Estos países no han tenido ni persiguen necesariamente los mismos intereses; en el pasado, Nigeria e
Irán por ejemplo presionaban para que subieran los precios teniendo estos menos reservas y una mayor
dependencia del petróleo como ingreso principal; Arabia Saudita o Kuwait, por otro lado, tienen una
menor población y una mayor producción prefirieron un mayor control de los precios que coinciden en
el desarrollo de otras fuentes energéticas. Hipotéticamente el objetivo principal de esta organización es
estabilizar y armonizar los precios, sin embargo, al depender en gran parte de la exportación sus
economías son vulnerables a la caída de estos. Se ha dicho que los trece países que conforman la OPEP
controlan el 75% de las reservas mundiales de petróleo. Hoy en día, frente a los altos precios la
organización ha expresado que su producción es adecuada y hay suficiente petróleo en los mercados;
culpan a los especuladores, la crisis hipotecaria, y la caída del dólar en EE.UU., sin embargo, es la OPEP
la que más se beneficia de los precios actuales.

En noviembre de 1974, surge como respuesta a la crisis petrolera de 1973-74, y para hacer cara a las
políticas de la OPEP, la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Su rol inicial consistía en coordinar
medidas en tiempo de emergencias en la oferta, es decir irrupciones en el suministro. Sin embargo, con
el transcurso del tiempo, sus objetivos se han ampliado a: seguridad energética, desarrollo económico, y
protección ambiental. Hoy en día su trabajo se enfoca en políticas de cambio climático, reformas al
mercado, colaboración de tecnología energética y relaciones con países productores y consumidores.
Este ente surge de manera autónoma e intergubernamental y está vinculada a la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Los países pertenecientes a la agencia se comprometen
a través de un Programa Internacional de Energía (IEP) a hacer frente a cualquier emergencia energética
por medio de reservas de petróleo que equivalgan a 90 días de consumo, estas medidas tienen como
objetivo una posible defensa contra medidas drásticas de países proveedores y enfrentar la posibilidad
de problemas en el suministro. A diferencia de la OPEP la agencia busca además de lograr una mayor
eficacia y uso óptimo del petróleo, el desarrollo de otras fuentes primarias de energía como lo son la
energía nuclear, el carbón, el gas natural al igual que energías renovables a través de la investigación y
la inversión. La cede de la AIE se encuentra en París y forman parte de ella: Australia, Austria, Bélgica,
Canadá, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia,
Japón, Corea, Luxemburgo, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega (participa en la agencia bajo un acuerdo
especial), Portugal, España, Eslovaquia, Suecia, Su iza, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos. No
obstante, existen países que, a pesar de ser grandes productores y exportadores de crudo, se encuentran
por fuera de estas organizaciones, como lo son Rusia y México.

PRECIOS DEL PETRÓLEO EN EL MUNDO

El precio del petróleo crudo obedece, en teoría los fundamentales del mercado, es decir, se establece por
las condiciones de oferta y demanda en el mercado global, y particularmente en los centros de
refinamiento. Los precios son el resultado de miles de transacciones simultaneas alrededor del mundo,
en todos los niveles de la cadena distributiva, desde los productores de crudo a los consumidores. A
través de la historia diversos acontecimientos han creado alzas y bajas en los precios que progresivamente
han venido aumentando hasta alcanzar un pico de 135 dólares por barril.

En el siguiente cuadro podemos ver los principales acontecimientos que han hecho que se disparen los
precios del petróleo al igual que los que han conllevado a la caída de estos, a partir del año de 1970.

En 1970 el precio del petróleo era en promedio de 3 dólares por barril, para cuadruplicarse y alcanzar los
12 dólares a finales del año de 1972. En octubre de 1973 Egipto y Siria atacaron a Israel iniciando así la
guerra de Yom Kippur; muchos países occidentales, entre ellos EE.UU. apoyaron a Israel. Como
resultado de esto varias naciones árabes exportadoras de petróleo impusieron un embargo a aquellos
países que apoyaban a Israel, reduciendo la producción en 5 millones de barriles por día. Estos
acontecimientos eliminaron cualquier duda de que la habilidad de controlar los precios del crudo había
pasado de manos de EE.UU. a la OPEP, y se hizo evidente la extrema sensibilidad de los precios a la
reducción de oferta cuando los precios incrementaron en un 400% en 6 meses. En 1979 los precios se
volvieron a disparar con la revolución iraní que casi paralizó la producción de ese país. En 1980 Irán fue
sujeto de una invasión por parte de Irak y la producción conjunta de ambos países disminuyó en 6.5
millones de barriles comparados con el año anterior; la producción mundial b ajó en un 10% comparada
con la de 1979. El barril entonces subió a $ 35 en 1981.
A pesar de las advertencias que los altos precios reducirían la demanda, la OPEP no prestó atención.
Varias causas, entre ellas una recesión global, produjeron la caída de los precios. De igual forma se había
incrementado la exploración y producción de petróleo por fuera de la OPEP, se vio entonces este cartel
enfrentado a una menor demanda y una mayor oferta por fuera de la organización. Durante un tiempo
los miembros de la organización redujeron sus cuotas de producción sin producir resultados, en especial
Arabia Saudita, pero en 1985 cansado de este rol, incrementó su producción de 2 millones de barriles
diarios a 5 causando que los precios cayeran drásticamente por debajo de los 10 dólares por barril para
el año de 1986. Para el año de 1990 los precios se dispararon nuevamente debido a la incertidumbre

causada por la invasión de Irak a Kuwait y la posterior guerra del Golfo Pérsico, para luego volver a caer
hasta 1994 en donde los precios ajustados a la inflación alcanzaron sus niveles más bajos no vistos desde
1973. De nuevo subió la demanda y el consumo de petróleo a nivel mundial aumento en 6.3 millones de
barriles por día entre los años de 1990 y 1997, gran parte de este aumento en el consumo se le atribuyo
a Asia. La OPEP decidió por lo tanto elevar su techo de producción y aumentar su cuota en un 10%. En
1998 el rápido crecimiento de las economías asiáticas se detuvo al igual que el consumo de petróleo en
el Asia Pacifico, esto produjo en conjunto con la mayor oferta de la OPEP nuevamente la caída de los
precios. La organización redujo sus cuotas enormemente hasta que la caída se detuvo y el precio del
barril se posicionó alrededor de los 25 dólares por barril para 1999. En el 2000 los precios continuaron
ascendiendo incluso después de 3 incrementos sucesivos en las cuotas de producción, pero finalmente
empezaron a bajar luego de otro incremento durante noviembre. A su vez Rusia lideraba el incremento
en la producción de los países no pertenecientes a la OPEP y con el debilitamiento de la economía
estadounidense los precios bajaron nuevamente y requirieron la reducción de cuotas de la OPEP, sin
embargo, al darse los atentados del 11 de septiembre el precio se desplomó, para lo cual se dieron cortes
en producción de 1.5 millones de barriles por día por parte de la OPEP al igual que reducción es por
países productores no miembros de la organizaron. Luego de esto los precios empezaron a subir, pero
EE.UU. había llegado a una baja de inventario no vista en 20 años. Luego de esto, PDVSA de Venezuela
se fue a paro lo cual paralizó la producción de petróleo para lo cual la OPEP aumentó sus cuotas en 2.8
barriles por día en febrero de 2003. En marzo del mismo año comenzó la invasión a Irak, la demanda
asiática por petróleo aumentaba y la economía estadounidense mejoraba. Irak y Venezuela perdieron
capacidad productiva y el incremento en la producción para cubrir la demanda mundial produjeron un
exceso en la capacidad de producción de 6 millones de barriles diarios para mediados del 2002, este
exceso se redujo a 2 millones en el 2003 y luego a un millón en el 2004 y 2005, este número sin embargo
no es suficiente capacidad de sobre para cubrir una interrupción en la oferta en un mundo que consume
más de 80 millones de barriles de productos derivados del petróleo.

En el 2006, el precio del petróleo alcanzó un récord de 78.40 dólares por barril a mediados de julio, sin
embargo, al 13 de diciembre de 2006 el precio del crudo cerro en el NYM EX (New York Mercantile
Exchange) a 61.57 dólares por barril, experimentando un alza debido a la caída de los inventarios de
crudo en EE.UU. en 4.3 millones de barriles. En el mes de octubre de 2006 la OPEP sostuvo una reunión
de emergencia en la cual acordó recortar 1.2 millones de barril por día para así reducir la sobreoferta en
los mercados, ésta fue la primera reducción de cuotas de la organización en dos años.

En el 2008 el panorama ha sido completamente diferente. Los principales países industrializados han
urgido a dirigentes de la OPEP ha aumentar la producción, y así hacer frente a los incrementos
desproporcionados de los precios de los combustibles. Algunos de los artículos científicos apuntan hacia
la demanda petrolera que ha surgido en los países productores de petróleo, como lo son Arabia Saudita,
Rusia y México como coadyuvante de las alzas de los precios. Aun cuando la demanda de EE.UU. y el
Reino Unido disminuyó, según la Agencia Internacional de Energía, la demanda globa fue de 85.8
millones de barriles en el 2007 a 86.8 millones en el 2008 debido a la demanda de países en desarrollo.
En Irán, la demanda de petróleo ha aumentado en un 5% anual en los últimos 10 años, el mismo ritmo
que en China. La demanda de petróleo es un indicador del crecimiento de las potencias económicas
mundiales, en sus actividades industriales y financieras.

En el 2019, la demanda fue significativamente menor a lo esperado debido a la tendencia de reducir el


consumo de combustible fósil; lo cual ha tenido un impacto en los combustibles de transporte. Por otro
lado, decrecimiento en la capacidad de refinación en los últimos años ha disminuido el crecimiento de la
demanda.

El año 2020, rompe la tendencia creciente de la producción petrolera, siendo un año atípico, debido a la
emergencia sanitaria mundial por el COVID-19, forzando a reducir la oferta del petróleo a nivel mundial
y así mitigar el impacto de la disminución de demanda, por el confinamiento a nivel mundial y
disminución de actividades económicas, impactando fuertemente en el precio internacional de crudo,
con promedio de $25 en el primer trimestre del 2020, y con una caída histórica a valores negativos en
Abril de hasta -$37 dólares por barril en los mercados bursátiles, como resultado del confinamiento de
187 países, restringiendo prácticamente la movilidad total a nivel mundial, el último informe de la
Agencia Internacional de la Energía (AIE) destaca que la demanda global esperada para el presente año
se reduciría en cerca de 9 millones de barriles diarios con relación al 2019. El coronavirus ha paralizado
la actividad económica mundial, el confinamiento ha reducido en un 30% la demanda de crudo, en el
primer semestre del 2020. En pocas semanas, el efecto del confinamiento ha generado una sobre oferta
de crudo, ante una demanda totalmente contraída y por ende una drástica caída de los precios
internacionales del crudo.

Sustitución del petróleo por el carbón

Ante este panorama tan incierto sobre el futuro del petróleo, surgen dudas sobre los retos que plantean
los combustibles fósiles y en especial el carbón. Tradicionalmente se ha consolidado el mito de que este
combustible se ha ido sustituyendo por petróleo y que, ante la futura escasez de petróleo y dadas las
abundantes reservas de carbón, esta transición se va a invertir en el futuro.

En primer lugar, hay que señalar que el uso del carbón tendencialmente nunca ha disminuido en la
historia, al contrario, como demuestra el gráfico 8, está en constante aumento. De hecho, es el
combustible cuyo uso ha crecido más en los últimos años (entre 2000 y 2005 subió una media anual del
4,8 por ciento), en especial por el incremento en la demanda de la India, Japón, Corea del Sur y, por
encima de todos, de China. La mayor parte del consumo mundial está compuesto por carbón de alta
calidad; 5000 Mt/a en 2005. La práctica totalidad del incremento en el consumo de los últimos años se
ha cubierto con este carbón de mayor contenido energético. Por el contrario, el consumo de baja calidad
está estancado en unas 1000 Mt/a. El fuerte incremento del consumo no ha sido compensado con un
aumento importante de reservas, por lo que estas se están reduciendo aceleradamente, en especial las de
carbón de alta calidad.

En general, se puede decir que no ha habido una sustitución del carbón por el petróleo, sino que se han
cambiado sus aplicaciones y funciones principales. Por ejemplo, el carbón ya casi no se usa para el
transporte, pero ha subido mucho su consumo en la producción de electricidad y en la fabricación de
productos que necesitan mucho calor, como el acero y el cemento. El 58% del consumo total de carbón
se destina a la producción de electricidad y el resto se divide en tres partes semejantes: viviendas,
producción de cemento y de acero. Esto hace que en los países con grandes yacimientos de carbón de
alta calidad la mayor parte de la electricidad se produzca quemando este combustible: China (79%),
Australia (77%), India (68%), EE.UU. (51%), Sudáfrica (92.4%) y Polonia (94.7%). Rusia es una
excepción (17%), debido a la abundancia de gas y petróleo.

El futuro a largo plazo del carbón depende en gran medida de China. Este país asiático es el primer
consumidor con diferencia (consume el 40% del carbón mundial que constituye el 69,5% de su energía
primaria) (Zhou 2010), aunque se le estima la mitad de las reservas de EE UU (13,9% de las reservas
probadas mundiales) (BP 2009). Entre los años 2002 y 2007, China construyó 500 centrales térmicas de
carbón e India 200. Mientras tanto, EE UU está frenando su expansión: de las 151 plantas programadas,
59 habían sido canceladas. El consumo europeo está estancado, aunque el agotamiento de sus reservas
ha provocado un aumento de sus importaciones. China, al empezar a importar carbón de forma abundante
en 2007, acaparó las exportaciones de Australia y Sudáfrica. Esto supuso una importante escalada en los
precios del carbón: en 2007 el carbón para la producción de acero subió de 115$ a 210$ por tonelada y
el precio del carbón para producción de electricidad se dobló, llegando a los 150$/t (Poveda, 2015)

Limitaciones de reservas y de flujos

Como ya hemos apuntado anteriormente, otra de las grandes barreras a las que se enfrentaría el carbón
como sustituto del petróleo sería la cuantitativa, empezando por las reservas. Aquí nos encontramos con
otro de los mitos del carbón, el de su abundancia. Estudios recientes nos muestran que hay mucho menos
carbón de lo que se cree12 y que, además, se está consumiendo a un ritmo superior al de los otros
combustibles fósiles. Las reservas de carbón se dividen en dos grupos: de alto y bajo poder energético.
Su intensidad energética oscila entre 14 y 32.5 Megajulios/kg. Las primeras son un poco más abundantes
que las segundas, 53% y 47% respectivamente. Se sabe que están geográficamente muy concentradas,
estimándose que seis países (EE UU, Rusia, India, China, Australia y Sudáfrica) poseen el 85% de las
reservas mundiales de carbón de alto poder energético. Los tres primeros y Australia también tienen la
mayor parte de las reservas de bajo poder. A EE UU se le atribuye el 30% de las reservas (es el segundo
extractor y consume el 9% del total mundial), seguido de Rusia y del resto de los países citados. Australia,
Indonesia, Sudáfrica y Colombia son los principales exportadores, citados por orden de importancia.
Pero el volumen objeto de comercio internacional es muy pequeño en comparación con el del consumo
interior. Las exportaciones de carbón de Australia sólo suponen el 5% del consumo chino en la
generación eléctrica. Es probable que Australia termine siendo el último exportador mundial. No se
puede saber con precisión el URR mundial, porque muy pocos países evalúan sus reservas
periódicamente, por lo tanto, los datos son aún más imprecisos que en el caso del petróleo. Sin embargo,
desde 1986 todos los países que han evaluado sus URR, las han corregido fuertemente a la baja,
exceptuando Australia e India. Entre las correcciones destacan las de Alemania y Reino Unido (con
reducciones de más del 90%), Bostwana (90%) y Polonia (50%). Por ello abundan los informes que
coinciden en la escasez del carbón, aunque sus estimaciones de las reservas varían bastante. Un informe
de la UE llega a la conclusión, de que el carbón puede en el futuro no ser tan abundante, ampliamente
disponible y fiable como fuente de energía. En el mismo año, la Academia Nacional de Ciencias de EE
UU afirmó (después de constatar que las estimaciones anteriores se basaban en métodos obsoletos) que
sólo una fracción de las reservas estimadas previamente son actualmente explotables.

Impacto medioambiental

Como se ha expresado, existen fuertes indicios que indican que se presenciará un aumento nunca antes
visto de demanda de energía debido al desarrollo que experimentarán varios países. Las economías en
surgimiento, al depender en mayor medida de combustibles fósiles y carbón, contribuirán a la
contaminación del medio ambiente, en forma de emisiones de dióxido de carbono. En especial Brasil,
China, India e Indonesia se estimó que en el año 2010 emitieron más de 2000 millones de toneladas de
carbono anualmente. Por otro lado, la dependencia en el petróleo ha mostrado su capacidad de producir
efectos extremadamente dañinos al medio ambiente a causa de accidentes ocurridos durante la
explotación o transporte de crudo, como lo fue lo ocurrido con el derrame del tanquero Exxon Valdez.
Es claro entonces que los conflictos y los accidentes, además de alterar la economía del petróleo pueden
resultar en consecuencias devastadoras para el medio ambiente.

El petróleo causa varios daños al medio ambiente, entre las más importantes, es la manera en que afecta
el medio marino, como lo es la destrucción o reducción de la vida marina, destrucción de los hábitats de
la vida silvestre, reducción de las playas costeras y sus animales, al igual que la muerte de varias especies
de aves por el “empetrolamiento”. “El océano constituye un ecosistema muy dinámico y complejo
basado en un fluido, el agua salada, que el hombre está destruyendo por contaminantes químicos, entre
ellos el petróleo y sus derivados. Estos entran en contacto con el océano y son diluidos por las mareas,
oleajes, tormentas, vientos, corrientes, etc., llegando a comprometer la red alimentaría del medio marino.
Más aún, las grandes contaminaciones por petróleo, producido cerca de las costas, pueden causar daños
de extrema importancia a las mismas. También afectan a la flora y fauna marina y terrestre, permanentes
o migratorias de estas costas. No solamente la exploración y explotación petrolera puede ser fuente de
contaminación, también gran parte de la misma ocurre en las rutas y cercanías de vías utilizadas por los
buques-tanques petroleros. Estos residuos "sludges" o masa viscosa de decantación son eliminados
directamente al mar. Como resultado de ello aparecen grandes masas de alquitrán, con componentes de
parafinas de largas cadenas, en cantidad mayor a lo que contiene el petróleo crudo, encontradas en el
mar y en las playas. Estas masas flotantes de residuos de petróleo, de muy lenta degradación, siguen
contaminando el medio por largo tiempo.” Los daños que causan estos derrames no pueden ser
cuantificables y la mejor alternativa es desarrollar fuentes energéticas que no dañen nuestros ecosistemas.
Sin embargo, el efecto más perverso que se le ha atribuido al petróleo ha sido el calentamiento global.
El efecto invernadero que causa el calentamiento global se debe a la enorme cantidad de dióxido de
carbono que se encuentra en la atmósfera, esta sustancia dañina se ha estado acumulando desde la
revolución industrial. Según científicos, los gases que producen el efecto invernadero están siendo
emitidos a ritmos aún más acelerados que durante los años 90, debido en su mayoría a la quema de
combustibles fósiles.

CONCLUCIONES

Las organizaciones petroleras y energéticas, por su parte han optado por la nacionalización de sus
industrias, las cuales hoy en día son las más poderosas del mundo y controlan en buena parte los precios
del mercado.

Las perspectivas para el mercado petrolero nacional e internacional, dependerá de la eficacia con la que
los gobiernos puedan controlar el brote de coronavirus, de la capacidad de los gobiernos para reactivar
las economías y de las decisiones de los países productores sobre la oferta del petróleo.

La utilización de estos recursos no renovables, paradójicamente, han generado el cambio climático y el


calentamiento global, los cuales tendrán un efecto nefasto en la humanidad. Estos escenarios
apocalípticos pueden sin lugar a duda ser evitados. Se requiere la concientización de los retos que debe
asumir el mundo para hacer frente a estos problemas, ya que el desarrollo de energías alternativas debe
ser una prioridad.
BIBLIOGRAFIA:
SUNSTEIN, Cass. After the Rights Revolution- Reconceiving the Regulatory State. Cambridge:
Harvard University Press, 1990.
EVANS, Peter. Instituciones y Desarrollo en la Era de la Globalización Neoliberal. Bogota:
Publicaciones ILSA, 2007.
Poveda, R. (24 de 12 de 2015). www.eppetroecuador.ec. Obtenido de https://www.eppetroecuador.ec/wp-
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Agencia Nacional de Minería. (2014). Regalías y contraprestaciones económicas. Producción nacional de
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Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo UNCTAD. (2013, junio). Informe sobre
las inversiones en el mundo, panorama general 2013. Las cadenas de valor mundiales: inversión y
comercio para el desarrollo. Nueva York.

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