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Cortés Alfaro Adrián

Teoría del precio en los mercados oligopólicos

Características del oligopolio y el duopolio


En los mercados oligopolísticos, el producto puede o no estar diferenciado. Lo que
importa es que solo unas cuantas empresas producen la mayor parte o toda la
producción total. En algunos mercados oligopolísticos, algunas o todas las
empresas obtienen considerables beneficios a largo plazo porque las barreras a la
entrada dificultan o impiden la entrada de otras.
En el caso en el que hay dos empresas que compiten en el mercado con esta
situación se les denomina duopolio

El equilibrio del duopolio con los modelos de Cournot, Bertrand, Stackelberg.


En un mercado oligopolístico una empresa fija el precio o el nivel de producción
basándose, en parte, en consideraciones estratégicas sobre la conducta de sus
competidoras. Al mismo tiempo, las decisiones de las competidoras dependen de la
decisión de la empresa, para entender el equilibrio del duopolio se hace uso de tres
modelos explicativos:
Modelo de Cournot
El modelo de Cournot es un modelo del oligopolio en el que las empresas producen
un bien homogéneo, cada una considera fijo el nivel de producción de sus
competidoras y todas deciden simultáneamente la cantidad que van a producir.
El análisis se centra en los duopolios dado que los resultados básicos son los
mismos en cado de los mercados en los que hay más de dos empresas.
Sus supuestos son:

• Las empresas producen un bien homogéneo y conocen la curva de demanda


de mercado.
• Cada una debe decidir la cantidad que va a producir y las dos toman sus
decisiones al mismo tiempo.
• Cada una de las empresas considera fijo el nivel de producción de su
competidora cuando decide la cantidad que va a producir.
El equilibrio de Cournot se da cuando cada duopolista produce una cantidad que
maximiza sus beneficios basándose en lo que produce su competidora, por lo que
ninguno quiera alterar su nivel de producción.
Modelo de Bertrand
Este modelo se aplica a las empresas que producen el mismo bien homogéneo y
toman sus decisiones al mismo tiempo. Sin embargo, en este caso eligen los precios
en lugar de las cantidades, en pocas palabras, las empresas producen un bien
homogéneo, cada una considera fijo el precio de sus competidoras y todas deciden
simultáneamente el precio que van a cobrar
La razón por la que una empresa decide fijar un precio junto a su competencia es
porque el bien que vende es homogéneo por lo que los consumidores solo
comprarán al vendedor cuyo precio sea más bajo. Por tanto, si las empresas cobran
precios distintos, la que cobre el más bajo proveerá a todo el mercado y la que cobre
el más alto no venderá nada. En cambio, si las todas las empresas cobran el mismo
precio, a los consumidores les daría lo mismo comprar a una o a otra y cada una
proveería a la mitad del mercado

Modelo de Stackelberg
El modelo de Stackelberg es un modelo del oligopolio en el que una empresa fija el
nivel de producción antes que el resto.
El modelo supone que la empresa 1 es la primera en fijar su nivel de producción y
que la 2 toma su decisión de producción después de observar el de la 1.
Para fijar su nivel de producción, la empresa 1 debe considerar, pues, cómo
reaccionará la 2.
La empresa que puede fijar primero su nivel de producción se encuentra en una
posición privilegiada, por eso a este modelo también recibe el nombre de la ventaja
del que mueve primero, esto porque el que anuncia primero su nivel de producción
lo presenta como un hecho consumado por lo que su nivel de producción será
elevado independientemente de lo que haga su competidor por lo que para
maximizar los beneficios, este competidor debe considerar dado el elevado nivel de
producción y fijarse un nivel bajo pues si produjera un elevado nivel de producción,
presionaría a la baja sobre el precio y las dos empresas perderían dinero.

El liderazgo de precio en el oligopolio


A veces se establece una pauta según la cual una empresa anuncia periódicamente
que va a modificar su precio y otras empresas del sector la secundan. Esta pauta
se denomina liderazgo de precios: se reconoce implícitamente que una empresa es
la «líder» y las demás, las «seguidoras de precios», fijan los mismos precios. Esta
conducta resuelve el problema de coordinarse para fijar el precio: basta cobrar el
precio que cobra la líder.
Por ejemplo, en un mercado en el que existen tres empresas oligopolísticas que
están cobrando actualmente 10 dólares por su producto. Supongamos que
coludiendo podrían fijar todas ellas un precio de 20 dólares y obtener muchos más
beneficios. Es ilegal reunirse y acordar fijar un precio de 20 dólares. Pero
supongamos, en cambio, que la empresa A sube su precio a 15 dólares y anuncia
a la prensa financiera que lo sube porque es necesario para devolver la vitalidad
económica a la industria. Las empresas B y C podrían considerar que es un claro
mensaje, a saber, la empresa A está tratando de conseguir su cooperación para
subir los precios. En ese caso, podrían subir el suyo a 15 dólares. La A podría subirlo
entonces aún más, por ejemplo, a 18 dólares, y la B y la C podrían subir también el
suyo. Independientemente de que se alcance (o se sobrepase) o no el precio de 20
dólares maximizador de los beneficios, ahora se ha establecido una pauta de
coordinación que desde el punto de vista de la empresa puede ser casi tan eficaz
como reunirse y acordar formalmente un precio
El liderazgo de precios también puede servir para que las empresas oligopolísticas
sean menos renuentes a modificar sus precios, renuencia que se debe al temor a
que las demás cobren unos precios más bajos o «remuevan las aguas». Cuando
cambian las condiciones de costes y de demanda, las empresas pueden considerar
cada vez más necesario alterar los precios que han permanecido rígidos durante
algún tiempo. En ese caso, es posible que busquen en una líder de precios una
señal sobre el momento y la cuantía en que deben modificar el precio. Unas veces
una gran empresa actúa de forma natural de líder y otras el liderazgo va pasando
de unas empresas a otras

La competencia en los mercados oligopólicos


En el oligopolio, los competidores cuentan con poder de mercado, pero a un nivel
inferior que en caso del monopolio. Esto, ya que, en vez de haber solo un oferente,
existe un pequeño grupo de compañías. Cada una de las empresas tiene influencia
sobre el precio y cantidad de mercado (no lo toman como dado), la libertad para
elegir el nivel de dichas variables se ve limitado por la existencia de otras firmas
competidoras. Un caso especial de oligopolio es el duopolio, donde existen
solamente dos oferentes.
En cierta forma, los pocos productores existentes se necesitan entre ellos para que
el oligopolio funcione. Es el caso de los cárteles, que se ven en la obligación de
pactar precios y que todos lo cumplan, pues una guerra entre ellos puede afectarles
muy negativamente. Dado que quieren que el poder de estos pocos escogidos
impere, tienen que limitar el acceso a todos aquellos que quieran hacerse con una
parte del mercado.

Los efectos del oligopolio en el bienestar


Cuando hay un oligopolio, el poder de mercado hace que estos puedan influir en la
oferta y, por ende, en los precios.
El mismo poder de mercado, y esa incapacidad de que entren competidores, va en
detrimento de la calidad de estos productos. Al haber poca oferta, no hace falta
diferenciarse tanto.
El acceso de nuevos competidores, como vemos, queda vetado por esos
empresarios que conforman el oligopolio.
Requieren coordinación para que el mercado funcione. Al final presentan
interdependencia.
Las empresas, con el paso del tiempo, se vuelven poco competitivas. Eso, en una
economía globalizada y con mercados globales, nos hace débiles como país, y
reduce el potencial de nuestro tejido productivo.
En cierta forma, es un mercado muy manipulado por esos productores. Los
consumidores tienen pocas opciones, y deben acudir a ellos, aunque su precio
crezca y la calidad se reduzca.

Introducción a la teoría de juegos y estrategias competitivas


Definiciones
Hay que aclarar qué son la teoría de los juegos y la toma de decisiones estratégicas
Juego: es una situación en la que los jugadores (los participantes) toman decisiones
estratégicas, es decir, decisiones que tienen en cuenta las acciones y las respuestas
de las demás. Entre los ejemplos de juegos se encuentran las empresas que
compiten entre sí fijando los precios o un grupo de consumidores que pujan en una
subasta por una obra de arte. Las decisiones estratégicas reportan ganancias a los
jugadores: resultados que generan recompensas o beneficios. En el caso de las
empresas que fijan los precios, las ganancias son los beneficios; en el de los
consumidores que pujan en la subasta, la ganancia del que gana es su excedente
del consumidor, es decir, el valor que da a la obra de arte menos la cantidad que
debe pagar.
Estrategia: Regla o plan de acción para jugar. En el caso de las empresas que fijan
los precios, una estrategia puede ser la siguiente: «Mantendré alto mi precio
mientras mis competidores hagan lo mismo, pero si un competidor baja el suyo, yo
bajaré el mío aún más». En el caso de un consumidor que puja en una subasta, una
estrategia puede ser la siguiente: «Haré una primera puja de 2.000 dólares para
convencer a los demás postores de que quiero ganar, pero me retiraré si otros
postores ofrecen un precio superior a 5.000 dólares». La estrategia óptima para un
jugador es la que maximiza su ganancia esperada.
La matriz de resultados de un juego
La matriz de resultados de un juego es una tabla que muestra los beneficios (o
ganancias) que obtiene cada empresa dada su decisión y la decisión de su
competidora.
La matriz de resultados de un juego representa el resultado del juego en una matriz.
Supongamos que dos personas, A y B, están jugando un sencillo juego. El juego
consiste en lo siguiente: la persona A tiene la posibilidad de elegir “arriba” o “abajo”,
mientras que B puede elegir “izquierda” o “derecha”. Los resultados del juego se
representan en la matriz de resultados:

Izquierda Derecha

Arriba (50,100) (0,50)

Abajo (100,50) (50,0)

Juego de suma cero y juego de no suma cero


Juego de suma cero: Un juego de suma cero es un proceso donde las ganancias
acumuladas de todos los participantes son igual a la sumatoria de las pérdidas.
En un juego de suma cero no existe la cooperación para que todos puedan alcanzar
un punto de mayor beneficio. Tampoco es posible que un jugador obtenga alguna
rentabilidad extraordinaria sin afectar al resto. En otras palabras, lo que ha ganado
un competidor proviene necesariamente de lo que ha perdido otro, por lo que cada
jugador estará interesado en maximizar su propia utilidad y no coordinará acciones
conjuntas con sus pares. Por ejemplo
En un mercado existen solo dos ofertantes. Dependiendo de la estrategia que elija
una compañía, puede aumentar su participación restándole público a la otra. Si
ambas corporaciones eligen la misma estrategia, ninguna gana más clientela en
comparación a la otra. En cambio, si ambas optan por diferentes acciones, alguna
de las dos empresas captará un porcentaje adicional del mercado a costa de su
competidor.
Juego de suma no cero: Se trata de un juego de ganar-ganar, en la que la
colaboración entre las partes trae beneficios para ambos, o, por el contrario,
pérdidas para todos, Es decir que un competidor no depende necesariamente de la
pérdida de otro, sino que el resultado puede surgir de una colaboración entre las
partes, guiadas por un mismo interés, y por lo tanto ganan o pierden en conjunto.
Por ejemplo, cuando dos o más empresas deciden colaborar en su publicidad y
promoción, aluden al principio de la suma no cero, ya que de esta manera
ambas buscan aumentar sus ventas y sus ganancias.
El equilibrio de Nash
Se puede definir como un conjunto de estrategias o de acciones con las que cada
empresa obtiene los mejores resultados posibles, dadas las acciones de sus
competidoras.
Un equilibrio de Nash es un equilibrio no cooperativo: cada empresa toma las
decisiones que le permiten obtener los mayores beneficios posibles, dado lo que
hacen sus competidoras. Los beneficios resultantes que obtiene cada empresa son
mayores que en condiciones de competencia perfecta, pero menores que si
coludieran.

El dilema del prisionero


Aunque la colusión es ilegal, la colusión hace que las empresas puedan obtener
mejores beneficios, pero no es algo muy sencillo establecer un precio maximizador
mediante la colusión. Si una empresa y su competidor intuyen su precio
maximizador de los beneficios podrían cobrar si se coludieran, pero como es ilegal
coludirse explícitamente no se puede acordar establecer ese precio, si una sube el
precio hasta este precio maximizador es muy probable que la otra no lo haga porque
sería mejor para él elegir un precio más bajo, aunque supiera que la otra empresa
va a fijar el precio en el nivel colusorio. La razón por la que la segunda empresa no
sube su precio hasta el nivel colusorio es porque, aunque cobre un precio más bajo
obtendrá más beneficios a costa de los beneficios de la empresa que si subió su
precio.

Juegos repetitivos secuenciales


los juegos repetidos, también conocidos como superjuegos, son los que se juegan
y otra vez por un período de tiempo. A diferencia de los juegos de un solo turno, los
juegos repetidos introducen una nueva serie de incentivos: la posibilidad de
cooperar entre jugadores para recibir unos pagos continuamente, sabiendo que si
no mantenemos nuestra parte del trato, nuestro oponente puede decidir dejar de
cooperar.
Las empresas participan en un juego repetido: se emprenden acciones y se
obtienen ganancias una y otra vez. En los juegos repetidos, las estrategias pueden
ser más complejas. Por ejemplo, cada vez que se repite el dilema del prisionero,
cada empresa puede ganarse una reputación sobre su conducta y estudiar la
conducta de sus competidoras, por ejemplo.
Una empresa y su competidor cobran un precio elevado, ambas obtendrán unos
beneficios más altos que si ambos cobraran un precio bajo. Sin embargo, si una
empresa tiene que cobrar un precio alto porque si su competidor cobra uno bajo,
perderá dinero y, por eso si fuera poco, su competidor se enriquecerá. Pero
supongamos que este juego se repite una y otra vez: por ejemplo, ambos anuncian
simultáneamente sus precios el primer día de cada mes. Entonces aquí es donde
surge la duda de si se debe jugar de otra forma, por ejemplo, cambiar de precio con
el paso del tiempo en respuesta a la conducta de la empresa competidora.

Teoría del precio


Precios por costo medio
El coste medio se define como el costo total dividido por el número de unidades
producidas. Es la media del coste de cada unidad producida.

Precios por costo pleno


La determinación del costo pleno presupone que a cada producto se le cargan todos
los costos (los directos y los indirectos de producción, además de los
administrativos, comerciales y otros). De esta manera, caso sean vendidas las
cantidades previstas o trabajadas las horas planeadas, la empresa recuperaría su
total de costos periódicos

Rigidez de los precios


La rigidez de los precios constituye la base del modelo del oligopolio basado en la
curva de demanda quebrada. Según este modelo, cada empresa se enfrenta a una
curva de demanda quebrada al precio vigente en ese momento P*. A los precios
superiores a P*, la curva de demanda es muy elástica. La razón se halla en que la
empresa cree que, si sube su precio por encima de P*, las demás no harán lo
mismo, por lo que perderá ventas y una gran parte de su cuota de mercado. Por
otra parte, cree que, si baja su precio por debajo de P*, otras harán lo mismo, ya
que no querrán perder su cuota de mercado. En ese caso, las ventas solo
aumentarán en la medida en que la reducción del precio de mercado eleve la
demanda total del mercado. Como la curva de demanda de la empresa es quebrada,
su curva de ingreso marginal es discontinua (su segmento inferior corresponde al
tramo menos elástico de la curva de demanda, como muestran los segmentos de
trazo continuo de las dos curvas). Como consecuencia, los costes de la empresa
pueden variar sin que varíe el precio. Como muestra la Figura 12.7, el coste marginal
podría aumentar, pero seguiría siendo igual al ingreso marginal en el mismo nivel
de producción, por lo que el precio permanece constante. Aunque el modelo de la
curva de demanda quebrada es atractivo por su sencillez, no explica realmente la
fijación oligopolística de los precios. No explica cómo llegan las empresas a fijar el
precio P* y no cualquier otro. Es útil principalmente como descripción de la rigidez
de los precios más que como explicación. La explicación de la rigidez de los precios
se halla en el dilema del prisionero y en el deseo de las empresas de evitar una
competencia de precios mutuamente destructiva.

Cada empresa cree que si sube su precio por encima del precio actual P*, ninguna de sus
competidoras hará lo mismo, por lo que perderá la mayor parte de sus ventas. También cree
que si lo baja, todo el mundo hará lo mismo, por lo que sus ventas solo aumentarán en la
medida en que aumente la demanda del mercado. Por tanto, la curva de demanda del
mercado D es quebrada en el precio P* y su curva de ingreso marginal IM es discontinua en
ese punto. Si el coste marginal aumenta de CM a CM’, la empresa sigue produciendo la misma
cantidad Q* y cobrando el mismo precio P*.

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