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Este documento describe seis áreas en las que los cristianos deben crecer espiritualmente: 1) su relación con Dios a través de la oración y el tiempo devocional; 2) su conocimiento de la Biblia a través de la lectura y el estudio; 3) los frutos del Espíritu que se manifiestan en sus vidas; 4) su madurez espiritual y discernimiento; 5) el lleno del Espíritu Santo; y 6) su servicio a Dios y capacidad para cumplir su ministerio. El propósito de Dios
Este documento describe seis áreas en las que los cristianos deben crecer espiritualmente: 1) su relación con Dios a través de la oración y el tiempo devocional; 2) su conocimiento de la Biblia a través de la lectura y el estudio; 3) los frutos del Espíritu que se manifiestan en sus vidas; 4) su madurez espiritual y discernimiento; 5) el lleno del Espíritu Santo; y 6) su servicio a Dios y capacidad para cumplir su ministerio. El propósito de Dios
Este documento describe seis áreas en las que los cristianos deben crecer espiritualmente: 1) su relación con Dios a través de la oración y el tiempo devocional; 2) su conocimiento de la Biblia a través de la lectura y el estudio; 3) los frutos del Espíritu que se manifiestan en sus vidas; 4) su madurez espiritual y discernimiento; 5) el lleno del Espíritu Santo; y 6) su servicio a Dios y capacidad para cumplir su ministerio. El propósito de Dios
Clase de crecimiento espiritual 1 de Cor. 13:11, efesios 4.11-15, 1 Cor. 3: 1-3 La voluntad de Dios para nuestras vidas es que crezcamos espiritualmente, aunque nacemos espiritualmente como bebes, el deseo de Dios es que nos desarrollemos y crezcamos hasta llegar a La madurez espiritual y así poder desarrollar el ministerio que Dios nos llamó a cumplir. La clave para una vida espiritual fructífera y victoriosa es el crecimiento espiritual. Esa es La misión de la iglesia: llevar a los cristianos al crecimiento y la madurez espiritual Veamos en que áreas debemos crecer: 1 Crecer en mi relación con Dios: Nuestra búsqueda de Dios debe crecer constantemente, al principio no sabemos orar, ni la importancia de congregarse o de tener un tiempo devocional privado con Dios, pero poco a poco debemos crecer en nuestro tiempo con Dios, cada día orar más, congregarnos más, pasar más tiempo con El, aprender a caminar en su presencia, pasar el día entero en comunión con él y hacer de nuestro tiempo a solas con Dios nuestra prioridad en el día. 2. Crecer en conocimiento de la palabra de Dios: 1 pedro 2:2, Juan 5.39, 2 pedro 1:5, La Biblia es nuestra máxima norma de fe y conducta, es la revelación de la persona y los planes de Dios para el hombre, es el fundamento de nuestra fe, es el alimento espiritual para crecer. Debemos leerla diariamente, aprenderla, memorizarla, estudiarla, interpretarla correctamente y aplicarla en nuestras vidas. Ella nos indica que creer y como vivir. 3. Crecer en frutos: mateo 3.8, juan 15.2-5 Fruto habla de lo que se ve en nosotros, lo que producimos. Debe verse cambio, transformación, crecimiento, buenas obras, obediencia. El fruto es el resultado de la nueva vida en Cristo que hemos recibido, el fruto en nosotros debe crecer, cada día debe verse más la trasformación de nuestra vida a imagen de Cristo. 4. Crecer en madurez: 1 de Cor. 2:6, hebreos 5:14, la madurez es un estado de estabilidad y discernimiento espiritual, a la cual debo llegar, donde soy capaz de comprender cual es la actitud correcta y la incorrecta; la verdad y el error, y entender cómo debo actuar y que actitud debo tomar en cada situación que se me presente. Mi discernimiento para entender las cosas debe crecer y mi capacidad de actuar de la manera correcta también debe crecer. 5. Crecer en la llenura del Espíritu Santo: Efesios 5:18, hechos 1:8, 1 de Cor. 3; 16, el Espíritu Santo debe llenar y dirigir mi vida cada día mas, y yo debo ser guiado y dirigido por El. Debo permitir que sea El quien dirija mi vida, me llene de su poder, de su unción cada día mas, me fortalezca en mis debilidades y me consuele en mis aflicciones. La obra del Espíritu Santo en nosotros cada día debe crecer. 6. Crecer en servicio a Dios: 1 Cor. 15:58, 1 tim. 3:1 empezamos sirviendo en cosas sencillas, pero al ir creciendo espiritualmente debemos ir creciendo en responsabilidades y tareas en la obra de Dios. Efesios 4:12. Tenemos un ministerio que cumplir y poco a poco debemos crecer hasta desarrollarlo. En la medida que sirvamos a Dios y nos capacitemos para servir mejor, estaremos más cerca de convertirnos en instrumentos útiles en su mano.