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Institución Educativa Liceo Departamental

Natalia Patricia Pantoja García


10-5
Reseña critica: “Manifiesta no saber firmar”
Lic. Clemencia Galvis
Pueblo Wayuú: Regeneración de Vida
“Manifiesta no saber firmar: Nacidos un 31 de diciembre” es principalmente un cuento de
crítica lanzado en 2005 por la autora Estercilia Simanca Pushaina (editorial Antillas). Su
clara intención para escribir esta narración es muy portentosa y significativa. La
discriminación, la violencia cultural, el despotismo, de cómo ver todas las acciones
ignorantes que tuvieron hacia su tío en su propia cara, fueron algunos de los ‘insultos’ de
lo que ha vivido su comunidad, su familia y hasta ella misma por parte de funcionarios del
gobierno. La autora decidió escribir sobre estos hechos, con humor y siendo ella la
protagonista.
Estercilia, desde pequeña siempre le llamó la atención que la mayoría de los miembros de
su familia manifestaran en sus documentos "no saber firmar" desde su curiosidad, ella
quiso enseñarle a su abuelo a escribir con 70 años a escribir su nombre, en aquella época
los funcionarios llegaron a darle un supuesto diploma a su abuelo, debía firmar un recibo
que constatará que él había recibido dicho diploma pero lo que ella vio le disgustó: le
tomaron la mano derecha y humedecieron su dedo índice en un huellero y estamparon su
huella digital en el recibo. Transcurrió mucho tiempo cuando le preguntó a su abuelo por
qué no había firmado el papel que le dieron los “cachacos” como le decían ellos, y le dijo
que él ya estaba muy viejo para hablar con el papel (escribir) y tampoco el papel quería
hablar con él. (leer).
Así, Pushaina deja ver mediante sus ironías, los intereses de los funcionarios así como
otras formas de colonización, como el de las "madrinas" que se llevan a las niñas a
trabajar a sus casas con la excusa de quererlas educar o cuando era la hora de ir a la
registraduría para obtener sus cédulas, eran registrados todos con fecha de nacimiento
del 31 de diciembre, y en varias ocasiones los que no sabían hablar español eran
‘bautizados’ con nombres ridículos y humillantes como “Raspahierro”, por ejemplo. Estos
hechos no fue otra cosa que una más de las constantes burlas a las que eran y que son
sometidos los indígenas para arrancarles sus votos.
Esta escritora, redactó su maravillosa historia con su inspiración indígena, con su
narración humorística que deja ver sus quejas, reclamos y es muy trascendental el hecho
de que Estercilia haya hecho esta denuncia a través de la literatura siendo Wayuú. Esa
denuncia puso en evidencia la incapacidad del Estado para reconocer y atender las
particularidades culturales y lingüísticas de sus propios ciudadanos. El hecho de que se
visibilice a los pueblos indígenas no quiere decir que les arranquen su cultura o, peor aún,
burlarse de una comunidad entera. Esto demuestra una vez más que los colombianos
muchas veces somos reacios a aceptar la discriminación y el racismo.

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