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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA

UNIDAD ACADÉMICA DE INGENIERIA CIVIL


“Calidad, Pertinencia y Calidez”
CARRERA DE INGENIERIA CIVIL

Nombre: Erick Leandro Navarro Cangás


Docente: Ing. Fredy Alejandro Aguirre Morales, Mgs.
Asignatura: Abastecimiento de agua potable
Curso: Séptimo “A” Fecha: 12/Sep/20210

PERDIDAS DE AGUA EN SISTEMAS DE DISTRIBUCIÓN DE


AGUA POTABLE

I. INTRODUCCIÓN
En América Latina, la pérdida de agua o agua no contabilizada en los sistemas de agua potable
sigue siendo un problema que no cuenta con la prioridad de los operadores y de los Estados. Según
la Comisión Económica parar América Latina (CEPAL), se estima un promedio de 42% de
pérdidas de agua en las grandes ciudades y en las pequeñas o medianas el promedio, es aún mayor.
Una de las razones para explicar la baja inversión en recuperación de las pérdidas, que utilizan
algunos operadores, es de costos. La estructura de costos de los sistemas de agua potable, tienen
una relación de 70% u 80% de costos fijos y solo un 20% o 30% de costo variable, desincentivando
el financiamiento de la reducción de pérdidas. Es decir, recuperar un m3 de agua que se pierde o
no se registra en la medición, es más caro que producir ese m3. Esta afirmación (que es bastante
discutible), es probable que hace veinte años podría tener algún fundamento, pero no es sostenible
en la actualidad. Chile será uno de los países más afectado con el cambio climático por el aumento
de la temperatura (+2°) y cambio en los patrones de precipitaciones. Se estima que el 2040, estará
en el lugar 24 del ranking de los países más afectados con el stress hídricos. [1]
Las pérdidas de agua constituyen uno de los problemas principales para las empresas de agua ya
que son inevitables, y éstas se traducen en pérdidas económicas y problemas que afectan
directamente al medio ambiente. Por tal motivo es importante identificar el tipo de pérdidas de
agua que existen, sus causas y consecuencias, a fin de mejorar la gestión de los sistemas de agua
potable y reducir los índices de pérdidas. [2]
II. DESARROLLO

Como toda empresa u organización, los prestadores del servicio público de agua potable también
deben realizar la autoevaluación de la gestión de sus servicios, para conocer el nivel de eficiencia
y eficacia que poseen, para brindar un servicio de calidad a los usuarios y para asegurar su
sustentabilidad económica y financiera. El sistema de evaluación de la calidad del servicio es un
instrumento basado en el uso de indicadores de desempeño el cual tiene por objetivo determinar
una medida cuantitativa de la eficiencia o de la eficacia del servicio prestado por las entidades
gestoras.

Tipos de perdidas

Perdidas reales: Corresponde al volumen de agua que se pierde a lo largo de la red, con el sistema
presurizado hasta el contador del ramal.

Factores que influencian las pérdidas reales:

• Disponibilidad de recursos
• Presión de servicio
• Frecuencia con que ocurren las roturas
• Estado de conservación y edad de las infraestructura
• Planeamiento y construcción de las infraestructuras
• Características del suelo envolvente
• Existencia de tráfico y movimientos del suelo

Perdidas aparentes: Corresponde al volumen de todo tipo imprecisiones asociadas a las


mediciones de agua producida y consumida, y también el consumo no autorizado por hurto o uso
ilícito.

Factores que influencian las pérdidas aparentes:

➢ Consumos no autorizados
• Conexiones ilícitas
• Uso fraudulento de hidrantes

➢ Errores de medición
• Errores de medición de los contadores en condiciones normales de medición
• Errores de medición por dimensionamiento deficiente o instalaciones
• Errores de lectura o registro
• Errores de medición por avería
• Lecturas erradas por falta de acceso a los contadores
Se consideran varios aspectos al momento de clasificar las fugas, ya sea por su magnitud, el lugar
donde ocurre, o por su visibilidad en el siguiente esquema se puede observar la clasificación:

Ilustración 1 Clasificación y tipos de fugas

Al hablar de la visibilidad se refiere a aquéllos manifiestos que se pueden presentar o no en la red


de distribución, la característica de las fugas visibles es que no siempre se presentan en el mismo
lugar donde se origina la fuga ya que éstas pueden emerger hacia la superficie a una distancia
considerable, se conoce como fugas no–visibles a aquellas que se infiltran en el suelo o drenan
hacia tuberías de alcantarillado, dependerá de la permeabilidad del suelo para que sean visibles o
no visibles. Teniendo en cuenta el lugar de ocurrencia de una fuga de agua éstas se pueden
manifestar:
En depósitos
Son de gran magnitud, de duración corta, ocasionales, ocurren principalmente por agrietamiento
en la estructura o por rebosamiento de los niveles de agua.
En conducciones o tuberías principales
Su ocurrencia se debe a factores como el tipo de material, edad de las tuberías, corrosión, exceso
de carga, golpe de ariete (cambios bruscos en la operación del sistema) o al conjunto de todas estas,
su magnitud se incrementa a lo largo del tiempo.
En acometidas
Principalmente se presentan cuando los materiales son de mala calidad o la instalación no se realizó
correctamente, estas se presentan como rajaduras, piezas flojas, o perforaciones, su caudal oscila
entre 0,02 y 0,25 l/s.
En medidores
Generalmente este tipo de fuga se presenta en forma de goteo, su principal causa se le atribuye a
piezas flojas y falta de hermeticidad en el micromedidor.
En válvulas
Su ocurrencia se atribuye a roturas de empaques o volantes de las mismas.
Lambert, Mayers y Trow (1998), clasifican a las fugas en función del caudal que tienen, se dan
tres tipos:
Las fugas comunicadas
Son de elevado caudal con períodos de duración cortos, son visibles ya que emergen a la
superficie y son fáciles de detectar.
Las fugas no–comunicadas
No son visibles, el caudal es moderado y su duración depende principalmente del método de
control activo de fugas que se aplica.
Las fugas de fondo
Se caracterizan por su bajo caudal, se necesita la aplicación de métodos acústicos para su
detección y localización, ocurren en juntas, accesorios y agujeros pequeños que se producen por
la corrosión. [3]
En el siguiente cuadro se muestran algunos valores típicos aproximados de caudales de fuga:
Tabla 1 Caudal aproximado de algunos tipos de fugas

Balance hídrico

La importancia del control de las pérdidas de agua hace que, en la mayoría de los casos, las
auditorías estén relacionadas con este componente, y dirigidas sobre todo para la realización de
balances hídricos. Sin embargo, debe abandonarse siempre que se desee comparar la eficiencia
con otras entidades gestoras o entre zonas del mismo sistema con características distintas, ya que
no tiene en cuenta los factores específicos de cada sistema, que a su vez están relacionados con las
pérdidas de agua, entre los cuales:
• el material la longitud de los conductos,
• topografía,
• densidad de ramales,
• solicitud del sistema,
• presión media de servicio cuando el sistema se encuentra presurizado,
• calidad de mantenimiento y operación del sistema,
• frecuencia y duración media de roturas, entre otros.

En la Ilustración 1 se esquematizan los diversos tipos de pérdidas existentes en un sistema de


abastecimiento de agua, y en la Ilustración 2 se indican los principales puntos de monitorización
del caudal, desde la captación hasta la zona de consumo.

Ilustración 2 Diversos tipos de pérdidas existentes en un sistema de abastecimiento de agua.

Ilustración 3 Puntos de seguimiento del caudal a lo largo de un sistema de abastecimiento de agua


El balance hídrico se calcula normalmente para un período de 12 meses, estando relacionado con
las estimaciones de los volúmenes de agua en cada punto de monitorización del caudal señalado
en la Figura 7, representando la media anual de todos los componentes del consumo y de las
pérdidas de agua en relación con el caudal a la entrada del sistema.
Tabla 2 Componentes del balance hídrico

Índice de Infraestructura de Fugas

El cálculo del Índice de Infraestructura de Fugas se basa en la relación entre el valor de las pérdidas
reales (NAPR) y el valor de las pérdidas reales mínimas (PRIM), tal como se indica en la ecuación:
𝑁𝐴𝑃𝑅
𝐼𝐼𝐹 =
𝑃𝑅𝐼𝑀
La relación entre NAPR y PRIM corresponde a una buena aproximación para el máximo potencial
de reducción de pérdidas reales cuando el sistema está en presión. Por otro lado, cuanto más cerca
de la unidad se encuentre este indicador, mejor será el desempeño de la Entidad Gestora en lo que
se refiere al control de las pérdidas de agua.
Causas que producen las fugas
Las principales causas que ocasionan el origen de las fugas en la red de distribución son:
Presión alta
Se tiene claro que un aumento de la presión ocasiona un caudal de fuga mayor, esto cuando en la
tubería existen orificios o rajaduras, como resultado de ello se presenta reventamiento de las
tuberías o daños en los accesorios de la red, lo cual a la final significa cuantiosas pérdidas.
Corrosión
Se relaciona directamente con la agresividad del agua que circula por los conductos.
Efectos del tráfico
Las tuberías que se encuentran bajo superficies que no están diseñadas para soportar carga
vehicular, es decir, que la profundidad a la que se encuentra la tubería no es la adecuada y el suelo
que esta sobre ella no está bien compactado, están más expuestas a fracturarse en especial cuando
sus uniones son rígidas.
Mala calidad de accesorios y materiales
Depende de la mala calidad de los materiales y accesorios el que disminuya su vida útil, además
de tener reparaciones defectuosas y frecuentes.
Mala calidad de mano de obra
Implica trabajos defectuosos y de mayor duración en la ejecución, básicamente esto se da por dos
razones: conocimientos deficientes del operario y el uso de herramientas no adecuadas. Es por ello
que como medida preventiva se debe capacitar al personal, asimismo se deberá facilitar el equipo
y la herramienta necesaria y adecuada.
Movimiento del suelo
Es una de las causas más frecuentes, especialmente en suelos arcillosos los cuales son inestables,
los temblores dependiendo de su intensidad afectan las tuberías produciendo fugas.
Golpe de ariete
Es un fenómeno transitorio, que se produce en las tuberías al cerrar o abrir una válvula, al poner
en marcha o parar una máquina hidráulica o al disminuir bruscamente el caudal que circula, estos
cambios repentinos forman ondas de presión las cuales transitan en los ductos. Como resultado de
esto se originan sobrepresiones y depresiones haciendo que la tubería se contraiga o se dilate, esto
produce roturas, reventamiento, o fisuras.
Edad de las tuberías
Con el paso del tiempo se incrementa la corrosión interna y externa lo cual ocasiona el deterioro
de la tubería y como resultado mayor ocurrencia de fugas, es decir mientras la tubería es más
antigua su vida de servicio disminuye quedando obsoleta. [4]
Sectorización de fugas
La sectorización es una estrategia de reducción y control de fugas de agua en un sistema de
distribución, los distritos o sectores de medición se pueden independizar desde el punto de vista
hidráulico, por medio de maniobras en válvulas o aislando tuberías con tapones, esto con la
finalidad de realizar estudios de distribución de consumos y de reducción de pérdidas.
Nodos de control
Son puntos que se ubican en la red de distribución, los mismos que constan de medidores de caudal
y presión, es importante saber la cantidad de caudal que ingresa al sistema y la cantidad de agua
que se entrega a los consumidores o usuarios; al igual que se debe conocer la presión con la cual
el caudal circula a través de los conductos.
Equipo de medición de caudal
Se utiliza en la macromedición, es decir, se registra el caudal que ingresa al sistema de distribución
ya sea a la salida del tanque de distribución, o en la impulsión de una bomba, mediante estos
registros de caudal se puede interpretar las variaciones que se presentan en el sistema durante un
período de tiempo e identificar eventualidades como consumos elevados, usos nocturnos, o cortes
del servicio.
Principio de funcionamiento del caudalímetro ultrasónico
Las ondas sonoras viajan en los fluidos a una velocidad específica según el tipo de fluido, si el
fluido está en movimiento, la onda de sonido viaja a una velocidad igual a la suma de la velocidad
del sonido en el fluido y la velocidad del propio fluido en relación con el transductor. Una onda de
sonido viaja en la misma dirección que el flujo de líquidos (aguas abajo) llegará antes de lo que
una onda de sonido viaja en contra de la corriente (aguas arriba).
El caudalímetro ultrasónico funciona midiendo el tiempo que demora en viajar la onda sonora
desde el transductor que se instala aguas arriba hacia el segundo transductor puesto aguas abajo en
función del tiempo que transcurre el equipo calcula la velocidad media del fluido. [5]

Ilustración 4 Caudalímetro ultrasónico


La Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento concluyó en 2017 que más
del 41% de las redes de distribución de agua en España ya tienen más de 30 años de antigüedad,
siendo éste uno de los principales motivos que justifica por qué se pierden anualmente 650 hm3
en fugas y averías. Para ser conscientes de esta magnitud, aproximadamente ese volumen es la
capacidad de todos los embalses de las cuencas catalanas. Ahora bien, la tecnología ha
evolucionado lo suficiente como para ofrecer soluciones que permitan encontrar donde se está
produciendo una fuga o, aún más importante, monitorizar el entorno y avisar cuándo se produce
una. En este post comentaremos cuales son las 6 maneras más utilizadas para saber si se está
produciendo una fuga o encontrar en qué punto está pasando.

Medir el caudal

Evidentemente, las fugas provocan pérdidas de agua, es decir, pérdidas de caudal. Por tanto, si se
tiene instalado en las válvulas o juntas caudalímetros con capacidad de transmitir las medidas, se
podrá comparar si los caudales de entrada y los de salida de cada segmento coinciden. Si no fuera
así, se sabrá en qué tramo de la red existe una fuga.

Medir la presión

Una fuga también provoca que el agua que circula por un tramo pierda presión, por tanto, de la
misma manera que la medida del caudal, medir la caída de presión entre los extremos de un
segmento puede indicar pérdidas dentro de éste. Del mismo modo, no solo es necesario un
dispositivo con la capacidad de medir y almacenar los datos de la presión, sino también de poder
transmitir esos datos. La ventaja respecto a la medida de caudal es que la instrumentación necesaria
es más sencilla y, por tanto, más barata.

Medir el ruido

Cuando agua a alta presión sale por una grieta o junta de una tubería, genera ruido por el choque
del agua con el material que le rodea. Utilizar un equipo móvil de micrófonos puede ser muy útil
para encontrar el punto exacto de una fuga, ahora bien, no suele ser un método muy efectivo como
monitorización continua ya que es un método bastante caro porque la tecnología necesaria para
identificar ruidos provenientes de la tubería y no del entorno, no es sencilla.

Medir la vibración

Una fuga no solamente provoca ruido, la presión con la que sale el agua hace que la tubería tiemble
considerablemente. Medir el nivel de vibración en los extremos de los tramos también marca si ha
ocurrido una fuga. Como punto a favor de este método de medición solamente se necesita un punto
de monitorización ya que no calcula un diferencial.

Visión termográfica

Similar a la medición de ruido, es una tecnología muy útil para encontrar el punto concreto donde
está ocurriendo una fuga en una tubería, pero no tan idóneo para monitorización constante por el
precio de esta solución. Por ejemplo, es muy utilizado en fontanería doméstica para ver un edificio
en qué punto concreto está ocurriendo la pérdida de agua.

Medir la humedad superficial

Como último método utilizado, existe la posibilidad de medir constantemente el nivel de


humedad del suelo situado en la superficie de la tubería. Este método presenta la complicación que
se debe tener en cuenta la meteorología, pero a su vez, esta información puede ser utilizada para
estudios ambientales sobre el suelo. [6]

Disminución de pérdidas de agua


Principalmente, las pérdidas de una red de distribución de aguas se pueden disminuir de las
siguientes maneras:
1. Prediciendo fallos: existen varios motivos que deterioran una tubería, pero principalmente
son la corrosión, la sobrepresión o las malas conexiones. Por ello, si se dispone de equipos
que midan corrientes de fugas que afecten a las tuberías, vibraciones o la presión, se podrá
monitorizar constantemente el estado real de la red.
2. Detectando fugas: el primer paso para evitar pérdidas es saber dónde se producen, por
ello, se puede instalar sensórica para medir caudales o presiones en las diferentes válvulas
del sistema. Ante cualquier incidencia, se obtendrán lecturas diferentes en uno y otro punto.
Ello implicará una actuación más rápida y, a la larga, unos mejores planes de
mantenimiento tanto a nivel analítico como a nivel operativo.
3. Actuando remotamente: de la misma manera que se puede conocer dónde hay un
problema, se puede desplegar instrumentación inteligente y remota que permita manipular
la red según se convenga, ya sea en operaciones habituales planificadas o por
iniciativa/programación propia del dispositivo como gestor de un evento concreto, por
ejemplo, cambiar la obertura de una electroválvula según el caudal que se esté leyendo de
la tubería.

Actualmente, la tecnología ha avanzado lo suficiente como para poder desplegar por toda una
red equipos gestionados remotamente y alimentados por baterías. Es decir, equipos que cumplen
con su función, con una fácil gestión y un mantenimiento asumible.

Por ello, se debe tener en cuenta que el conjunto de la solución Software más Hardware debe
contemplar como mínimo:
• Equipos con hardware ruguerizado para trabajar en estos entornos y con la posibilidad
de trabajar durante años sin necesidad de ser manipulados o mantenidos.
• Comunicaciones redundantes y seguras, las redes de distribución de aguas son
infraestructuras críticas.
• Sistemas software que trabajen teniendo en cuenta la geo posición de los activos
desplegados y con capacidad de cruzar datos de fuentes diversas, por ejemplo, las presiones
de los equipos en campo con el de los bombeos de las instalaciones intermedias. [6]

III. CONCLUSIONES
Se concluye que las perdidas de agua en las redes distribución de agua potable provocan problemas
graves para los habitantes de un sector donde se sufre de estos casos, además de la perdida del
liquido como tal se crea un problema económico ya que se desperdicia pero aun asi para generar
esa cantidad de agua potable se necesita una inversión la cual se ve perdida.
Las perdidas de agua son provocadas por varias causas por ejemplo los malos materiales de
construcción de la red, mala instalación, presiones altas, sismos, entre otras cosas. Por ende hay
que tomar todos estos aspectos para disminuir en la medida posible el riesgo de que existan estas
pérdidas.

IV. BIBLIOGRAFIA

[1] G. Caldes, La Industria Sanitaria en Chile, Chile, 2017.

[2] L. G. P. Valla, «Análisis de las pérdidas de agua en el sistema de abastecimiento: Caso de estudio EP-
EMAPA-A,» Ambato, 2018.

[3] M. J. M. Céspedes, «DISEÑO DE LA RED DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE DE LA,» Ambato,


2016.

[4] 28 Febrero 2016. [En línea]. Available:


http://aulavirtual.usal.es/aulavirtual/demos/redes/modulos/Libros/unidad%202/.

[5] A. V. D. Christian, «Técnicas de detección y localización de fugas de agua en,» Loja, 2012.

[6] Logitek, «MÉTODOS PARA LOCALIZAR FUGAS DE AGUA EN GRANDES TUBERÍAS Y


CANALIZACIONES,» 2015.

[7] «CÓMO DISMINUIR LAS PÉRDIDAS DE UNA RED DE DISTRIBUCIÓN DE AGUAS,» 2015.

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