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ARGENTINA
M. E. Alonso - E. C. Vázquez
1930-1955
Industrialización y luchas por la distribución
de la riqueza: de la “década infame” a los
gobiernos peronistas
“No hay que hacerse ilusiones. El hombre no se acuerda del pasado; siempre lo recons-
truye. El hombre aislado es una abstracción. La realidad es el hombre en grupo. Y el
hombre no conserva en su memoria el pasado de la misma forma que los hielos del
norte conservan congelados los mamuts milenarios. Arranca del presente y a través de
él, siempre, conoce e interpreta el pasado”.
Lucién Febvre, Combates por la historia, 1936.
Los autores
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Introducción
La década de 1930: viejos y nuevos proyectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Los conflictos por la redistribución de la riqueza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
REORGANIZACIÓN OLIGÁRQUICA
GOBIERNO MILITAR
GOBIERNO CIVIL CON FRAUDE ELECTORAL
‘29 ‘31 ‘32 ‘33 ‘34 ‘35 ‘36 ‘37 ‘38 ‘39 ‘41 ‘42 ‘43
Crisis económica
mundial. Plan Pinedo.
Pacto
Roca-Runciman.
Creación de la CGT.
Debate sobre
“negociado de las
carnes”.
19
19
30
40
GOBIERNO MILITAR
GOBIERNO DEMOCRÁTICO
‘44 ‘45 ‘46 ‘47 ‘48 ‘49 ‘51 ‘52 ‘53 ‘54 ‘55
ORTACIONES
Creación de la CGE.
Fábrica de cocinas Aurora, Buenos Aires, 1943. La redistribución del ingreso a favor de
los sectores asalariados impulsó la producción de bienes industriales de consumo
durable, como cocinas y heladeras.
1
CRISIS ECONÓMICA
Y REORGANIZACIÓN
OLIGÁRQUICA (1930-1943)
“No es nuestro propósito Los historiadores denominan “década del 30” al período compren-
primordial derribar un dido entre 1930 y 1943. Dado que en esos años la oligarquía recupe-
gobierno despótico o ró el control del Estado que había perdido durante los gobiernos ra-
incapaz; [...] lo necesario, lo
fundamental, es cambiar el dicales, algunos investigadores hablan de “restauración oligárquica”.
sistema; debemos evitar la Sin embargo, la idea de restauración no parece del todo apropiada,
repetición del actual caos si se considera la experiencia política democrática vivida por amplios
administrativo y suprimir en
lo posible el profesionalismo sectores de la sociedad sumada al mayor nivel de organización lo-
político. [...] La Ley Sáenz grado por el movimiento obrero. Por estas razones, otros prefieren
Peña, con ser excelente, hablar de “reconstrucción” o de “reorganización oligárquica”.
parece no ser la que mejor se
adapte a una población de un Otro nombre que se utiliza frecuentemente es el de “década infa-
40% de analfabetos”. • | me”. Esta denominación la comenzó a utilizar un periodista en aque-
Carta abierta del teniente lla época, en la que fue habitual que practicaran el fraude electoral y
coronel Pedro Pablo Ramírez,
publicada en La Nación el 8 de cometieran actos
noviembre de 1930.
de corrupción.
El 6 de septiembre de 1930 asumió la presidencia el general José F. El golpe cívico militar de 1930.
Uriburu, jefe del primer golpe militar contra un gobierno demo- Página 32.
Documentos 1 al 6.
crático en la Argentina. Uriburu intentó imponer un proyecto de
organización corporativista de la sociedad, inspirado en el fascismo
europeo.
Durante el gobierno de Uriburu, grupos de ideas nacionalistas, La Legión Cívica
muchos de cuyos integrantes pertenecían a familias de la oligarquía, Argentina
comenzaron a organizarse con el propósito de constituirse en sos-
tén del general golpista. El nacionalismo oligárquico no tuvo ni se El 20 de mayo de 1931 quedó
propuso obtener apoyo entre los sectores populares; en cambio, creó constituida, por decreto, la
una organización paramilitar uniformada, llamada “Legión Cívica”, Legión Cívica Argentina, con
“carácter de asociación de
que intervino en la represión de opositores políticos, como radicales hombres patriotas que moral
yrigoyenistas, socialistas y comunistas. y materialmente están
El nacionalismo oligárquico criticó las formas de representación dispuestos a cooperar en la
reconstrucción institucional
política de la democracia liberal y propuso tomar como modelo de del país”. Cinco días más
organización social y política el corporativismo de la Italia fascista. tarde, al conmemorar la
Sin embargo, Uriburu no logró mantenerse mucho más de un año fecha patria, Uriburu arengó
a los miembros de esa
en el poder, porque los sectores oligárquicos que impulsaron el gol- entidad: “Legionarios: como
pe prefirieron retomar la tradicional organización política republi- jefe de la revolución, soy
vuestro jefe”. Y el 7 de julio,
cana, basada en los principios del liberalismo conservador. en el discurso anual en la
comida de camaradería de
las Fuerzas Armadas,
puntualizó las finalidades
perseguidas con esa
institución: “Una considerable
fuerza cooperadora del
Ejército se está formando en
toda la República. Es ella hija
y sostenedora de la Revolu-
ción, que actuará decisiva y
patrióticamente para cumplir
su programa. La Legión
Cívica, que tanto ha alarmado
a los demagogos, es fuerza
apolítica y de orden, es
columna popular instruida y
disciplinada por oficiales, que
constituyen una reserva de
emergencia, ya que por
razones de economía
financiera no es posible el
llamamiento anual de las
reservas de la ley”. • |
Nicolás J. Gibelli (dir.), Crónica
En mayo de 1931 fue reconocida oficialmente la Legión Cívica Argentina, que se propuso
histórica argentina. Tomo 5,
como réplica de las milicias fascistas organizadas por el dictador italiano Benito Mussolini. Buenos Aires, Codex, 1968.
La época de Justo
Ver
Recuento de
votos en la
Jefatura de
Policía, luego
de la elección
nacional de
http://goo.gl/CRVle8 noviembre de
1931.
La industrialización
en la década de 1930 Ver CRISIS Y CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN
DE LA ECONOMÍA PRIMARIA EXPORTADORA
La creación de la CGT
El Programa
de la CGT en 1931 Durante la década de 1930, la situación económica y social de los tra-
bajadores no varió significativamente en relación con la de años an-
teriores. Las condiciones de trabajo, en la mayoría de los casos, eran
fijadas por los patrones. No había convenios de trabajo, por lo que los
En 1931 la CGT dio a
conocer un petitorio por empresarios podían manejarse con un amplio margen de arbitrarie-
medio del cual reclamaba: dad. En los casos en los que existían convenios laborales, los patro-
“1. Reconocimiento de los nes raramente los aceptaban. El Estado tampoco se mostraba intere-
sindicatos. 2. […] 8 horas de
trabajo para adultos sado en hacer cumplir las leyes que protegían a los trabajadores de
en trabajos diurnos y los abusos empresariales. Los socialistas, a través de sus represen-
6 horas en trabajos noctur-
nos e industrias insalubres;
tantes en el Congreso, impulsaron iniciativas tendientes a mejorar
cinco días de trabajo las condiciones de trabajo. Pero sus proyectos para establecer indem-
semanal y vacaciones nizaciones por despidos, vacaciones pagas y licencias por enferme-
anuales pagas. 3. Derecho a
un seguro de vida y seguro
dad no fueron aprobados por la mayoría conservadora.
social. Salario mínimo fijado Por otra parte, hacia 1930, en el movimiento obrero se diferencia-
periódicamente por ban dos sectores.
comisiones formadas por los
sindicatos obreros y
Por un lado, el sector “apolítico” que se apoyaba en los sindicatos y
empresarios. Seguro de que no creía en la eficacia de los partidos obreros, representado por la
desempleo, vejez y materni- USA (sindicalista revolucionaria) y la FORA (anarquista). Y, por otro,
dad. 4. Intervención obrera
en organismos del Estado. el sector político, que sostenía la necesidad de organizar partidos obre-
5. Defensa de la infancia, ros para luchar por la defensa de los intereses de los trabajadores. En
educación pública, laica y esta línea estaban la COA (socialista) y la CUSA (comunista).
gratuita hasta los 14 años,
solicitando al Estado la A pesar de sus diferencias ideológicas, en 1930 la COA y la USA
provisión gratuita de se unificaron y organizaron la Confederación General del Trabajo
alimentos, vestidos y útiles (CGT). El derrocamiento de Yrigoyen y la instauración de la dictadu-
necesarios para la enseñan-
za […]. 8. Establecimiento de ra militar de Uriburu, que reprimió con dureza a las organizaciones
una ley de accidentes de obreras, plantearon a sus dirigentes la necesidad de unificar el mo-
trabajo. 9. Estabilidad para vimiento obrero.
los trabajadores del Estado.
10. Fijación (razonable) de Frente a los problemas sociales, los gobiernos conservadores osci-
los alquileres y construcción laron entre la represión y la indiferencia. La persecución política y
de viviendas por cuenta del
Estado y las municipalida-
sindical fue la primera reacción del nuevo régimen oligárquico fren-
des. 11. Derogación de la te a las demandas de los trabajadores. Se produjeron numerosas de-
Ley de Residencia”. • | portaciones de obreros extranjeros, y los encarcelamientos y la tortu-
ra fueron prácticas habituales.
El tango
postración moral y para devolver al cuerpo de que formaban parte, el decoro y el res-
peto definitivamente perdido ante la opinión.
Invocamos, pues, en esta hora solemne, el nombre de la Patria y la memoria de los
Próceres que impusieron a las futuras generaciones el sagrado deber de engrande-
cerla; y en alto la Bandera, hacemos un llamado a todos los corazones Argentinos, DOCUMENTO
para que nos ayuden a cumplir ese mandato con honor.
en las mismas condiciones y con el mismo alcance que lo habría hecho con el Poder
Ejecutivo de derecho.
Y esta última conclusión, impuesta por la propia organización del Poder Judicial,
se halla confirmada en el caso por las declaraciones del gobierno provisional, que al
asumir el cargo se ha apresurado a prestar el juramento de cumplir y hacer cumplir
la Constitución y las leyes fundamentales de la Nación, decisión que comporta la
consecuencia de hallarse dispuesto a prestar el auxilio de la fuerza de que dispone
para obtener el cumplimiento de las sentencias judiciales.
En mérito de estas consideraciones, el Tribunal resolvió acusar recibo al gobierno
provisional en el día de la comunicación de referencia mediante el envío de la nota
acordada, ordenando se publicase y registrase en el libro correspondiente, firmando
DOCUMENTO por ante mí de que doy fe.
que defendieron con las armas al gobierno legítimo contra los revolucionarios que
resultaron triunfantes el día 6 del corriente; pero acatando el nuevo estado de cosas
y con el ánimo dispuesto a trabajar entre los radicales para que cesen sus prevencio-
nes a fin de tranquilizar el país y de que pueda volver, cuanto antes, a la normalidad
constitucional, presento al Sr. Presidente mi renuncia irrevocable del cargo de Fiscal
Federal.
Ruego al Sr. Presidente me conceda la gracia de distinguir mi actuación pública y
privada frente a la de tantos funcionarios que han ocupado altas posiciones solo para
enriquecerse y ensoberbecerse. Me retiro, señor, jactándome de haber sido un deci-
dido y paciente servidor del público y proclamando, con orgullo, que entré rico y sal-
go pobre.
Saludo al señor Presidente con alta consideración.
La Vanguardia, 16
[…] Está en la conciencia de todo el país que los comicios de Buenos Aires y Mendo-
de noviembre de za son nulos de toda nulidad, y esa conciencia estaba formada con anterioridad a la
1931. elección misma, y se basaba en la inconducta de los interventores federales. Con
todo, los hechos superaron las previsiones más pesimistas.
No bastaba la sustracción de millares y millares de libretas de enrolamiento a fin
de impedir el ejercicio del voto a los ciudadanos no adictos a la candidatura oficial.
La incertidumbre del triunfo […] empujó al oficialismo al vuelco de los padrones y
para realizar la innoble tarea arrojó por la fuerza a los fiscales de los comicios. Libres
de todo control, los presidentes cumplieron “lealmente” las órdenes recibidas: supri-
mieron el cuarto oscuro, obligaron a declarar por quién votaba el elector, y cuando
este se negaba a complacerlos le devolvían la libreta con la palabra “votó”, colocan-
do ellos mismos en la urna la boleta oficial. […].
Estoy solo enfrente de una coalición formidable de intereses; estoy solo enfrente
12
de empresas capitalistas que se cuentan entre las más poderosas de la Tierra; estoy Declaración de
solo enfrente de un gobierno cuya mediocridad en presencia del problema ganadero Lisandro de la
asombra y entristece; y así, solo, me batiré en defensa de una industria argentina es- Torre,
quilmada e inerme, como me batí hace diez años en defensa de la industria de la yer-
ba mate, que dos ministros poderosos habían condenado a morir [...]. Nada sería el
daño que ha sufrido el prestigio del gobierno, si en adelante pudiera evitarse que
continúe el otro daño, que hiere de muerte a la fuente de riqueza más importante de
la Nación, enfeudada conscientemente al interés del capitalismo extranjero.
Miguel Ángel
F.O.R.J.A. Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina
Scenna, FORJA, RÉPLICA AL MONUMENTO
una aventura Jorge Canning escribía en 1824: “La América Española es libre, y si nosotros los in-
argentina (De gleses manejamos nuestros negocios con habilidad, ella será inglesa”.
Irigoyen a Perón).
Buenos Aires, (Carta a Granville, citada por H. Temperley en “The later America Policy of George
Editorial de Canning”).
Belgrano, 1983. Bajo su inspiración e instrucciones, la diplomacia inglesa nos segregó la Banda
Oriental del Uruguay y el Alto Perú. Los financieros ingleses Baring Brothers nos en-
deudaron sin arriesgar capitales. Los comerciantes ingleses se apoderaron del mane-
jo de la moneda, de la tierra y del comercio exterior.
Cien años después, la obra de dominación ha quedado completada y
perfeccionada:
INGLESES son los medios de comunicación y transporte.
INGLESAS las empresas monopolizadoras del comercio exterior.
INGLESAS en su mayor parte las empresas de servicios públicos.
INGLESAS las más grandes estancias de la República.
INGLESAS las mejores tierras de la Patagonia.
INGLESAS todas las grandes tiendas.
INGLESAS todas las empresas que rinden dinero y están protegidas por el
Gobierno Argentino.
INGLESAS son las voluntades que manejan la moneda y el crédito desde el
Banco Central.
INGLESAS son las directivas a que obedece nuestra política exterior e interior.
INGLESAS “son” las Islas Malvinas y las Orcadas.
Los designios de Canning se han cumplido. Los negocios ingleses se han conducido
y se conducen con “habilidad”.
¡POR ESO CANNING TIENE UNA ESTATUA EN BUENOS AIRES!
CIUDADANO: Reflexione que tal esclavización de un pueblo —típico de toda polí-
tica imperialista, cualquiera sea su bandera— operada arteramente durante un siglo
por Gran Bretaña, solo ha sido posible por la permanente y traidora entrega del país,
realizada por nuestra oligarquía.
En consecuencia, nuestra lucha de argentinos debe ser doble: contra el enemigo
extranjero que invade y contra el enemigo de dentro que entrega.
Y mientras el fascismo intenta la sustitución del coloniaje británico por el de otras
potencias, y el marxismo trabaja por destruir la Revolución Nacional, las direcciones
de la Unión Cívica Radical, empecinadas en su oportunismo electoralista, se oponen
a la línea de intransigencia y de lucha argentina.
F.O.R.J.A., expresión auténtica de la Unión Cívica Radical, desde su invariable po-
sición de combate, concita al pueblo para la reconquista y defensa de su soberanía.
Año 1937
DOCUMENTO
ÁNGEL PERELMAN: LA VIDA COTIDIANA DE UN
TRABAJADOR EN TIEMPOS DE CRISIS
15
La palabra crisis que ese año surgió por primera vez no era una simple palabra para
mí. Cayó sobre mi cabeza como un verdadero martillazo. Mi padre, como tantos otros Ángel Perelman,
dirigente sindical,
miles de obreros, fue despedido de su trabajo. En los primeros años de la crisis, mu- Cómo hicimos el
chas fábricas cerraban y creaban verdaderos ejércitos de desocupados. 17 de octubre.
Aparecieron las “Villas Desocupación” y los “Barrios de las Latas” en Puerto Nuevo
[...]. La crisis económica me obligó a abandonar la escuela a los diez años, para ir a
trabajar como aprendiz en un taller metalúrgico.
La explotación capitalista y la lucha de clases las aprendí primero en esa fábrica
del año treinta que leyéndolas en los libros. Me pagaban un peso por día, pero eran
jornadas sin horario, salvo el de entrada, que era siempre el mismo. La hora de salida
la fijaba el patrón generalmente a las ocho de la noche. Fueron años duros. Toda la
felicidad de una familia obrera consistía —pese a los bajos salarios y la escasa fuerza
de la organización sindical— en conservar el trabajo, en tener empleo. Cuando venía
el despido, cosa que era frecuente, empezaban los largos días esperando en los cafés
del barrio. No faltaba nunca un amigo que tenía los diez centavos para tomar un po-
cillo de café, que era un medio de alquilar la mesa a la cual nos agregábamos unos
cuantos. Así pasábamos las horas los muchachos de esa época, pero nos íbamos a
acostar temprano porque a las cuatro de la mañana del día siguiente había que ir a la
Avenida de Mayo, donde se vendía y repartía el diario La Prensa, donde concurríamos,
cada uno, con la esperanza de comprar un ejemplar y encontrar en los clasificados de
”Pedidos” algún taller para ir a ofrecerse.
No era una tarea fácil, porque había que tomar tranvía y generalmente cuando
uno llegaba a la puerta de la fábrica había una larga cola. Era más simple para aque-
llos afortunados que tenían bicicleta, que se colocaban a la cabeza de la cola: eran
los tiempos de los desesperados, de los ingeniosos y de las pequeñas raterías. Un
amigo del barrio, durante mucho tiempo hizo razzias bien temprano recorriendo las
puertas sucesivas de una cuadra, levantando las botellas de leche. Se tomaba un litro
por día y el resto lo vendía. Si llegaba una enfermedad, no había más solución que
arrimarse a algún caudillo parroquial para que le consiguiera a uno muestras gratis
o autorización para obtener una cama en un hospital, cosa difícil de conseguir.
A la edad de catorce años y ya con cuatro de obrero, no pude menos que interesar-
me por la política. Como para no interesarme. Había muchas manifestaciones reali-
zadas por los desocupados. Algunos partidos de izquierda protestaban por la miseria
reinante. Las asambleas sindicales, aunque escasas en número —porque los sindica-
tos carecían de fuerza en un período de desocupación— reunían a los trabajadores
más militantes y decididos. Yo empecé a concurrir a toda clase de reuniones y de ac-
tos. Una reunión sindical fue disuelta con violencia por la polícia y fui a parar a la Sec-
ción Especial. No me hicieron nada porque era casi un chico. Pero vi con mis propios
ojos cómo a un obrero le arrancaron una uña con una tenaza para que confesara y
delatara a sus compañeros del comité de huelga de una casa metalúrgica [...].
2
PERONISMO (1943-1945)
Perón recibe a
víctimas del
terremoto
ocurrido en San
Juan el 15 de
enero de 1944.
La Secretaría
de Trabajo
centralizó la
ayuda para
socorrer a los
damnificados.
El presidente Edelmiro J. Farrell junto con el coronel Juan Domingo Perón y otros
funcionarios de su gobierno, en 1944.
Trabajadores reunidos en
Plaza de Mayo el 17 de
octubre de 1945.
DOCUMENTO
PROCLAMA DE LAS FUERZAS ARMADAS
16
Al pueblo de la República Argentina:
Las Fuerzas Armadas de la Nación, fieles y celosas guardianas del honor y tradicio-
nes de la patria, como asimismo del bienestar, los derechos y libertades del pueblo
argentino, han venido observando silenciosa, pero muy atentamente las actividades
4 de junio de 1943. y el desempeño de las autoridades superiores de la Nación.
Ha sido ingrata y dolorosa la comprobación. Se han defraudado las esperanzas de
los argentinos, adoptando como sistema la venalidad, el fraude, el peculado y la
corrupción.
Se ha llevado al pueblo al escepticismo y a la postración moral, desvinculándolo
de la cosa pública, explotada en beneficio de siniestros personajes movidos por la
más vil de las pasiones.
Dichas fuerzas, conscientes de la responsabilidad que asumen ante la historia y
ante su pueblo cuyo clamor ha llegado hasta los cuarteles, deciden cumplir con el de-
ber de esta hora que les impone salir en defensa de los sagrados intereses de la
patria.
La defensa de tales intereses impondrá la abnegación de muchos, porque no hay
gloria sin sacrificio.
Propugnamos la honradez administrativa, la unión de todos los argentinos, el cas-
tigo de los culpables y la restitución al Estado de todos los bienes mal habidos.
Sostenemos nuestras instituciones y nuestras leyes, persuadidos de que no son
ellas, sino los hombres quienes han delinquido en su aplicación.
Anhelamos firmemente la unidad del pueblo argentino, porque el Ejército de la
patria, que es el pueblo mismo, luchará por la solución de sus problemas y la restitu-
ción de derechos y garantías conculcados.
Lucharemos por mantener una real e integral soberanía de la Nación; por cumplir
firmemente el mandato imperativo de su tradición histórica; por hacer efectiva una
absoluta, verdadera y leal unión y colaboración americana y cumplimiento de los
pactos y compromisos internacionales.
Declaramos que cada uno de los militares, llevados por las circunstancias a la fun-
ción pública, se comprometen bajo su honor:
- A trabajar honrada e incansablemente en la defensa del honor, del bienestar, de
la libertad, de los derechos y de los intereses de los argentinos;
- A renunciar a todo pago o emolumento que no sea el que por su jerarquía y grado
le corresponde en el Ejército;
- A ser inflexibles en el desempeño de la función pública, asegurando la equidad y
la justicia de los procedimientos;
- A reprimir de la manera más enérgica, entregando a la justicia no solo al que co-
meta un acto doloso en perjuicio del Estado, sino también a todo el que, directa o in-
directamente, se preste a ello;
- A aceptar la carga pública con desinterés y obrar en ella solo inspirados en el
bien y la prosperidad de la patria.
DOCUMENTO
SOBRE LA GESTIÓN DE PERÓN AL FRENTE DE LA
SECRETARÍA DE TRABAJO Y PREVISIÓN
LA VISIÓN DE UN DIRIGENTE SINDICAL METALÚRGICO
19
Ángel Perelman,
Nosotros no consideramos a esta Secretaría de Trabajo y Previsión como un organis- discurso ante
delegaciones
mo estatal ni patronal. Eso lo hemos declarado a quienes lo hayan querido oír en to- obreras de Paraná
das las oportunidades. Hemos dicho que se trata de un organismo eminentemente (Entre Ríos), 17 de
junio de 1944.
obrero, y que su acción tiende a la defensa de la clase trabajadora por una simple ra-
zón. Hasta ahora el panorama de los obreros frente a los patrones ha sido muy sim-
ple. El patrón, generalmente más preparado para la lucha que el obrero (y, cuando no
era más preparado, tenía los medios para comprar las inteligencias de que no dispo-
nía para defender sus intereses), triunfó sobre este. Además de eso, cuando su propia
capacidad e inteligencia, que él podía comprar, no eran suficientes para defender sus
intereses, podía intentar el soborno de jueces, que debían decidir los conflictos. Nada
de eso ha tenido, hasta ahora, en sus manos, el obrero, para la protección de sus de-
rechos. La Secretaría de Trabajo y Previsión tiene la decisión y la honradez necesa-
rias, así como los técnicos capacitados y las inteligencias necesarias para defender
sus propias conquistas en contra de los intereses y de las ambiciones desmedidas de
muchos explotadores patronales.
No somos antipatronales, somos el Estado que está en la obligación de asegurar la
justicia social, que debe comenzar a regir alguna vez en este bendito país.
21
sindical tiene el deber de obtener todas las mejoras que pueda en beneficio de los
trabajadores sin tener en cuenta el régimen de gobierno ni los hombres que lo des-
empeñan. Si los trabajadores debieran esperar para formular sus reclamos a gobier-
nos intachables, muy poco habrían avanzado en su larga lucha. Cuando en 1930 se
Discurso de Ángel estableció un gobierno de facto, que se distinguió por reprimir al movimiento obrero
Borlenghi en un y por entregarse amorosamente a los brazos de la oligarquía, ¿vinieron acaso los
acto de la CGT, 12
de julio de 1945. constitucionalistas de hoy a decir que ese gobierno carecía de facultades legislati-
vas? Lo mismo sucedió durante los primeros meses de la “revolución de junio”, cuan-
Declarar la huelga en estos momentos sería desastroso para los trabajadores, por-
que pondríamos al gobierno en contra de nosotros [...]. No debemos olvidar que fue el
mismo coronel Perón quien nos dijo que la consigna era “del trabajo a casa” y que de-
bíamos evitar por todos los medios la provocación de incidentes.
Anselmo Malvicini, delegado de los trabajadores ferroviarios.
Hay que dejar bien claro que la CGT no puede, por razones de principio, declarar la
huelga general solicitando la libertad del coronel Perón. Tenemos una gran deuda de
gratitud hacia él, pero son nuestros principios los que orientan al movimiento obrero.
La CGT no puede pedir en forma directa la libertad de Perón. Esto sería enajenar el
futuro de la central obrera. Si resolviéramos declarar la huelga, repito que tendría
que decirse bien claro que es en defensa de las conquistas obreras amenazadas por
la reacción capitalista; de lo contrario, proclamaríamos que la existencia de nuestro
movimiento está ligada a la suerte de un oficial del ejército.
Néstor Álvarez, secretario adjunto de la CGT.
Por mucho que demos vueltas el asunto, si hemos de declarar la huelga general, esta
será por la libertad del coronel Perón, porque reclamando su retorno al gobierno es-
tamos defendiendo nuestras conquistas, pues él ha sido el único que ha hecho justi-
cia a las aspiraciones obreras. Si la CGT pide y gestiona la libertad de Perón no vulne-
rará los principios sindicales, porque podemos decir ahora que Perón es uno de los
nuestros.
Tenemos que vivir la realidad del movimiento al que pertenecemos. Yo nunca
pude comprender por qué los trabajadores no se organizaban antes, por qué eran
descreídos y escépticos.
Sin embargo, bastó que las autoridades revolucionarias con el coronel Perón a la
cabeza empezaran a realizar su obra de justicia social, aumentando los salarios, ve-
lando por el estricto cumplimiento de las leyes que protegen al trabajo, para que los
obreros despertaran de su letargo y acudieran en masa a los sindicatos, desde los
cuales los llamábamos nosotros desde hace muchos años. Por eso existe hoy un sen-
timiento de malestar en el pueblo ante los hechos producidos contra el hombre que
posibilitó la creación de este movimiento de grandes masas que actualmente tene-
mos y no aquel otro raquítico en el que vegetábamos unos cuantos militantes.
Ramón W. Tejada, delegado de la Unión Ferroviaria de San Juan.
Reunión del Comité Central Confederal de la CGT, 16 de octubre de 1945.
Después del golpe del ’43 yo pasé a la clandestinidad, nuestra prensa fue clausu-
rada, se trataba de una dictadura abierta. Estuve encarcelado un año en Villa Devoto.
Al día siguiente de ser puesto en libertad, en agosto de 1945, me entrevisté con el al-
mirante Teisaire, pues era mi costumbre tener contacto con todos los partidos y go-
biernos. El militar me propuso la unidad del comunismo con el peronismo, y para ello
consideró oportuna la constitución de un partido del tipo laborista, iniciativa que ya
había sido tomada por el sindicalista de la carne de Cipriano Reyes.
Pero yo le pedí antes de discutir ese tema que abriera los locales del PC, lo que
hizo inmediatamente. También me reuní con Filomeno Velazco, jefe de Policía, quien
me manifestó que el gobierno tenía intenciones de mantener relaciones cordiales
con el comunismo.
Yo retomé la dirección del periódico Orientación. Pero ese contacto que tuve con
muchos peronistas —mientras el PC los rechazaba— me permitió comprender que
esa imagen de Perón, dictatorial y despótico, no era ajustada a la verdad. Pero la uni-
dad con los peronistas no se concretó.
El PC conservaba sus buenas relaciones con radicales y socialistas, y fuimos juntos
a la campaña electoral en la Unión Democrática, contra Perón.
3
D. PERÓN (1946-1955)
Un afiche del Partido Laborista de la provincia de Buenos Aires sobre las elecciones de
1946. Se leía: “Su voto... hoy LIBRE constituye el arma que aplastará definitivamente a
la oligarquía y al capitalismo extranjero. Vote Perón-Quijano. Una gran fórmula para Caricatura de Flax sobre la
la gran causa de un gran pueblo”. campaña electoral de 1946.
La Unión Democrática
Una concentración de
partidarios de la Unión
Democrática frente al
Congreso nacional.
El auge de la producción de
artículos electrodomésticos
estuvo acompañado de una
intensa y novedosa campaña
publicitaria destinada,
particularmente, a las amas
de casa. Eran frecuentes los
mensajes que hacían referencia
a la modernización
de las tareas del hogar y al
consecuente mayor bienestar
de la familia.
La política social
La Fundación
Eva Perón El auge económico que se registró durante los primeros años del
gobierno peronista fue acompañado por una política social que me-
joró las condiciones de vida del conjunto de los trabajadores y aten-
dió las necesidades de los sectores más desprotegidos.
Eva Perón atendía personal-
mente en su Fundación los El fuerte incremento de la inversión del Estado en las áreas de vi-
pedidos de los sectores más vienda y educación se materializó en la construcción de más de me-
necesitados. Las obras de la dio millón de viviendas y alrededor de 8000 escuelas. El acceso al
Fundación se solventaban
con fondos provenientes de sistema de educación pública de vastos sectores sociales, que hasta
donaciones particulares, de entonces solo gozaban formalmente de ese derecho, significó la re-
porcentajes de ventas de
entradas y de billetes de
ducción del analfabetismo al 3% de la población.
lotería, de descuentos La acción social del primer gobierno peronista estuvo liderada por
obligatorios que se realiza- la esposa de Perón, María Eva Duarte. Su actividad política generó
ban dos veces al año en los
salarios y, en ocasiones, de
fuertes controversias en la sociedad argentina. Para los peronistas se
la exigencia de aportes a transformó en el símbolo de la justicia social. Para los trabajadores
empresas privadas. El fue “Evita”, “la abanderada de los humildes”. Sus enemigos políticos
manejo de estos fondos y la
propia iniciativa de Eva
—a los que calificó en enérgicos discursos como “oligarcas y vende-
Perón le permitieron a la patrias”— la llamaron despectivamente “la Eva”.
Fundación desarrollar una La acción de Eva Perón rompió con muchas convenciones socia-
actividad que difícilmente se
hubiera podido encauzar les de la época: la actuación pública estaba reservada para los varo-
por los canales instituciona- nes y, excepcionalmente, para las damas de la elite, que realizaban
les preestablecidos, sujetos tareas de beneficencia. Una mujer de origen humilde, que ocupaba
a controles y trabas
burocráticas.• | una posición de poder sin una clara definición institucional, generó
el recelo y el odio de algunos sectores sociales.
Para desarrollar sus planes de acción social, Eva Perón creó
una fundación que le permitió establecer un contacto personal
directo y cotidiano con los sectores sociales más necesitados. La
“Fundación Eva Perón”, creada en 1948 en reemplazo de la So-
ciedad de Beneficencia, desplegó una intensa actividad: atendía
pedidos individuales, creaba hogares para niños y ancianos, cen-
tros educativos, colonias de vacaciones, policlínicos, ciudades
estudiantiles, proveía de materiales a hospitales y escuelas, dis-
tribuía alimentos y construía viviendas populares.
Evita trabajando en su
despacho en la fundación.
peronismo como una fuerza legítimamente democrática, sino que Página 99.
Documentos 32 al 34.
la consideró la versión local de “el autoritarismo nazifascista”.
Los partidos opositores —radicales, socialistas, comunistas, con-
servadores— criticaron con dureza al gobierno, y algunos de sus
dirigentes incluso alentaron los intentos de golpes de Estado que El sufragio
impulsaron sectores liberales de las Fuerzas Armadas.
femenino
El gobierno de Perón tampoco reconoció como interlocutores le-
gítimos a los partidos políticos y prefirió abrir canales de negocia- El 23 de septiembre de 1947,
se promulgó la Ley 13.010,
ción con las entidades que representaban intereses corporativos. Acu- que instituyó el voto
saba a los políticos opositores de no comprender “la revolución femenino, un derecho por el
nacional que el peronismo encarnaba” y de conspirar contra los in- que, décadas atrás, habían
luchado las mujeres
tereses del pueblo. “sufragistas”, en su mayoría
Ni unos ni otros reconocieron el espacio parlamentario como ám- militantes del Partido
bito de negociación para la búsqueda de acuerdos. La lucha política Socialista. Durante la
primera presidencia de
se pobló de epítetos descalificadores: “cabecitas negras” y “aluvión Perón, Evita fue la principal
zoológico” fueron algunas de las expresiones con que los antipero- impulsora del reconoci-
nistas agredieron a los simpatizantes del gobierno. Estos calificaban miento de los derechos
políticos de las mujeres y
a sus adversarios de “contreras”, “cipayos” y “oligarcas”; después de del sufragio femenino. • |
1955, se difundiría el calificativo de “gorilas”.
Esta debilidad de las instituciones políticas para la representación
de intereses se daba, además, en una etapa de gran conflictividad Ver Sanción del voto femenino
Las dificultades económicas, la agitación por numerosas huelgas y Las relaciones entre el
gobierno peronista y la
la expropiación del diario La Prensa (que pasó a estar dirigido por la prensa opositora.
CGT) fueron motivos para la profundización de la oposición al pe- Página 100.
Documentos 35 y 36.
ronismo por parte de grupos de militares de ideas liberales, lidera-
dos por el general retirado Benjamín Menéndez y el general Eduar-
do Lonardi.
Otro factor que había irritado a la sectores antiperonistas del Ejér-
cito había sido la candidatura de Evita a la vicepresidencia por parte
de la CGT. La esposa de Perón era muy resistida por los contenidos
radicalizados de sus discursos y por sus fluidos vínculos con los di-
rigentes obreros.
En septiembre de 1951 los jefes militares, encabezados por Me-
néndez, intentaron destituir a Perón. Los golpistas habían obtenido
promesas de apoyo por parte de varios dirigentes políticos, como el
radical Miguel Ángel Zavala Ortiz y el socialista Américo Ghioldi.
También mantuvieron reuniones con el radical Arturo Frondizi, el
demócrata progresista Horacio Thedy y con el conservador Reynal-
do Pastor. Para la oposición política, la certeza de que Perón resul-
taría reelecto significaba que la vía electoral no era una opción para
llegar al gobierno.
Finalmente, divisiones dentro de las filas golpistas dejaron solo a
Menéndez en la intentona. El fracaso fue rotundo, ya que la mayo-
ría de los oficiales permanecieron leales a su cadena de mandos. Sin
embargo, estos hechos constituyeron una clara señal de que la opo-
sición en el seno de las Fuerzas Armadas era cada vez mayor.
John William Cooke fue uno de los varios diputados peronistas que se
opuso a la firma del tratado con la Standard Oil de California, que
finalmente fue firmado el 17 de abril de 1955.
El resultado de estos conflictos políticos y de las tensiones sociales fue El golpe cívico militar de
1955.
la reconstitución y el fortalecimiento de la alianza social antipero- Página 106.
nista, conformada por la gran mayoría de los sectores medios —los Documentos 42 al 44.
más activos eran los estudiantes nucleados en la FUA—, la gran
burguesía ligada al capital local y extranjero —representada por la
SRA y la CARBAP—, la Bolsa de Comercio y la UIA, la Iglesia ca-
tólica y sectores de las Fuerzas Armadas.
En el plano político-institucional esta alianza social se expresó Bombardeo a Plaza de Mayo,
Ver el 16 de junio de 1955
por medio de duras críticas lanzadas por la casi totalidad de los par-
tidos opositores, en particular por la UCR, conducida por Ricardo
Balbín.
Fuera del marco legal, se produjeron levantamientos contra el Go-
bierno en diversas bases militares, que culminaron el 16 de junio
de 1955 con un bombardeo en horas del mediodía a la Plaza de Mayo,
cuyo resultado fueron cientos de civiles heridos y muertos. A dicha http://goo.gl/UZXcZA
acción le siguió el ataque de simpatizantes peronistas a locales de
partidos opositores y el incendio de iglesias, considerados instiga-
dores de un golpe militar contra el gobierno.
Estos hechos acentuaron el clima de enfrentamiento político. El
apoyo social al gobierno quedó reducido a un sector del empresaria-
do, la CGE, y a los trabajadores representados por la CGT, que con- Una vista de la Plaza de Mayo
vocó por radio en varias oportunidades a los trabajadores a defender luego del bombardeo
realizado por aviones de la
al gobierno. Marina de Guerra, el 16 de
Finalmente, el 16 de septiembre de 1955, otro levantamiento mi- junio de 1955.
litar, que se autodenominó “revolución li-
bertadora”, encabezado por el almirante
Isaac Rojas y los generales Pedro E. Aram-
buru y Eduardo Lonardi, destituyó a Pe-
rón y estableció un gobierno provisional.
El auge de la radio
Recuerdos de una
niña tucumana
Este dibujo, publicado en una revista de la época, refleja las transformaciones en los
balnearios de Mar del Plata cuando dejó de ser un lugar exclusivo para familias de la
elite.
Discépolo
y los “contreras”
27
I — Constitución y fines
Artículo 1.º —El Partido Laborista, fundado en la ciudad de Buenos Aires el 24 de
octubre de 1945, es esencialmente una agrupación de trabajadores de las ciudades y
del campo, que tiene como finalidad luchar en el terreno político por la emancipa-
Congreso ción económica de la clase laboriosa del país procurando elevarla en su condición
fundacional del humana y convertirla en actor decisivo de un fecundo progreso social.
Partido Laborista,
24 de octubre de [...] El método democrático será su norma invariable, tanto en el manejo de sus ór-
1945. ganos propios como en su actuación pública.
II — De los afiliados
Artículo 2.° — El partido está integrado por:
sindicatos de trabajadores;
agrupaciones gremiales;
centros políticos y
afiliados individuales.
a) Los sindicatos de trabajadores que resolvieron ingresar en el Partido formarán
parte del mismo como organización y sus asociados pasarán a ser automáticamente
afiliados al Partido con excepción de aquellos que en el seno del sindicato manifes-
taran expresamente su voluntad. El sindicato no estará obligado a cotizar a la caja
del Partido por los asociados que no deseen formar parte del mismo. Caducará la in-
corporación de un sindicato al Partido en el caso de que más del 50% de los asociados
al sindicato expresen su voluntad de no ser afiliados al Partido.
b) Los trabajadores que se dediquen a una misma actividad profesional podrán
constituir una agrupación gremial de carácter local, provincial o nacional con afilia-
dos al Partido. El Partido reconocerá una sola agrupación por gremio, pudiendo esta
tener secciones locales. […]
Artículo 3.° — Podrán ser afiliados activos del Partido los obreros, empleados,
campesinos, artistas, intelectuales, asalariados, estudiantes, pequeños comercian-
tes, agricultores o industriales de ambos sexos, mayores de 18 años, que acepten la
Declaración de Principios, la Carta Orgánica y el Programa, que se comprometan a
trabajar por el triunfo de las ideas consignadas en ellos y que abonen la cuota men-
sual correspondiente. […]
Artículo 4.° — (...) En ningún caso se aceptará el ingreso como afiliados al Partido
de personas de ideas reaccionarias o totalitarias, ni de integrantes de la oligarquía.
Los trabajadores comprendidos en el art. 3.°, que hayan pertenecido a partidos de
tendencia conservadora, pero que no hayan actuado como dirigentes de los mismos,
podrán ser aceptados como afiliados al Partido Laborista, siempre que hagan expre-
sa manifestación de acatar las disposiciones del mencionado artículo y de actuar
conforme a ellas debiendo además ser presentados por dos afiliados con la antigüe-
dad establecida en el presente artículo.
DOCUMENTO
[...] Soy pues mucho más demócrata que mis adversarios, porque yo busco una de-
mocracia real, mientras que ellos defienden una apariencia de democracia.
Yo pretendo que un mejor estándar de vida ponga a los trabajadores, aun a los más
modestos, a cubierto de las coacciones capitalistas; y ellos quieren que la miseria del
proletariado y su desamparo estatal les permitan continuar sus viejas mañas de com-
pra o de usurpación de libretas de enrolamiento. [...]
En nuestra patria no se debate un problema entre libertad y tiranía, entre demo-
cracia y totalitarismo. Lo que en el fondo del drama argentino se debate es, simple-
mente, un partido de campeonato entre la justicia social y la injusticia social.
El Gobierno de la Nación, que no conoce aún el texto oficial del Libro Azul, que ha di-
fundido el Gobierno de los Estados Unidos de América —y que en su oportunidad
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será objeto de los reparos y rectificaciones que correspondan—, ante las versiones
publicadas en los órganos de la prensa, estima del caso declarar: Respuesta del
gobierno
1.° Que considera insólita por su índole, y contraria a las prácticas del derecho in- argentino a la
ternacional por el procedimiento, la publicación del Departamento de Estado de la publicación del
República del Norte. “Libro Azul”, 16 de
2.° Que el Libro Azul significa, más que el análisis de un caso internacional, la inje- febrero de 1946.
rencia en asuntos internos de nuestro país violatoria de la soberanía de un Estado que
respeta y propugna la igualdad jurídica de las naciones y que se ha caracterizado, en
su vida de relación con las Repúblicas de América, por su espíritu de hermandad tra-
dicionalmente pacifista.
3.° Que la oportunidad de la publicación ha traído en gran parte de la opinión pú-
blica, la preocupación de que su finalidad tiende a influir sobre decisiones que corres-
ponden exclusivamente a la voluntad del pueblo argentino, convocado a elecciones
para el 24 del corriente mes, de acuerdo a las disposiciones de la Ley Sáenz Peña, que
confiere a la justicia un rol preeminente para su aplicación; elecciones cuya pureza y
legalidad el Gobierno y las Instituciones Armadas de la Nación se han comprometido
y están firmemente resueltas a garantizar.
[...]
6.° Que rechaza, por agraviantes a la dignidad de la Nación, acusaciones injustifi-
cadas e inexactas a la vez que expresan que actitudes de esta índole comprometen
la política de buena voluntad, la cual la República ha prestado su más entusiasta y
decidida adhesión.
7.° Que el Gobierno Argentino considera la situación con absoluta serenidad, con-
vencido de que ha de llegar la hora en que se aprecie la rectitud de sus procedimien-
tos, encaminados a consolidar la solidaridad interamericana y a asegurar el restable-
cimiento en el país de los principios democráticos, que son consustanciales con la
DOCUMENTO
esencia y origen de todas las repúblicas del Continente.
tas procedían con criterio “realista” y admitían que de ese inmenso montón de sufra-
gios había que descontar unos puñaditos de gente que votaría por el candidato
“imposible”: algunos obreros sin conciencia que se habían dejado engañar por el de-
magogo; sectorcitos que seguirían a los radicales de la Junta Renovadora; los totali-
tarios, claro está; y, por fin, ciertos borrachos, malevos [...]. En suma, una ínfima mino-
ría de estúpidos y antisociales. Y por consiguiente, lo único que tenía interés era el
escrutinio de las listas de diputados para ver cómo estaría compuesto el Parlamento
que acompañaría al gobierno de Tamborini-Mosca.
Para mayor garantía, el imperialismo yanqui no dejaba de ayudar a sus amigos.
Poco antes, la Junta de Exiliados Políticos Argentinos se dirigió a las Naciones Unidas
pidiendo la solidaridad del continente contra nuestro gobierno, en un documento
que llevaba la firma de los partidos Socialista, Demócrata Progresista, Radical, De-
mócrata Nacional (conservador) y Comunista. Braden había dejado la embajada, as-
cendido al cargo de subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos y desde
allí trataba de obtener el asentimiento para los que desde aquí pedían “la interven-
ción militar en la Argentina”. [...]
Faltando pocos días para las elecciones, el Departamento de Estado norteameri-
cano publicó el Libro Azul, donde se repetían las habituales acusaciones y se daban
las “pruebas” de que Perón y sus colaboradores eran agentes nazis. Nuestro gobierno
las desmintió con el Libro Azul y Blanco, haciendo enérgicas consideraciones sobre
la intromisión norteamericana en los asuntos internos de la Argentina.
No hay necesidad de explicar cómo fue que perdieron todos los partidos, con toda
la prensa y todo el dinero, con las omnipresentes embajadas de las democracias vic-
toriosas, con los estudiantes, profesionales e intelectuales, con los caudillos grandes
y chicos de todo el país.
Ese golpe fue cruel para todos ellos y, muy especialmente, para el radicalismo, que
de ser una inmensa mayoría, se encontró ante la sorpresa de que no podía ganar ni
con el aporte de todos los partidos juntos. Ese pueblo que durante trece años de frau-
de había querido votarlos, ahora que tenía la oportunidad de hacerlo en comicios li-
bres, les volvía la espalda para seguir a un recién llegado. [...]
Ningún integrante de la Unión Democrática creyó que pudiera triunfar el coronel
Perón. El 17 de octubre había sido un “misterio policial”, el 24 de febrero fue un mila-
gro aritmético.
Así era antes. El pobre no podía hacer valer sus derechos, porque la mano del rico
pesaba demasiado en la balanza.
Hoy el gobierno pone su mano en el platillo del pobre, y los dos platillos están
iguales.
32
¡Vendepatrias! Desencadenado desde arriba hace muchos años en el país, anda co-
rriendo en todos los discursos oficiales y en los de los señores diputados ese insulto
[…]. Se podrá argüir falta de capacidad intelectual, falta de honradez suficiente en el
desempeño de las funciones públicas […] pero no es posible que en el gobierno y los
señores diputados oficialistas se hagan eco confabulándose para expresar que exis- Discurso de Arturo
Umberto Illia,
ten ciudadanos argentinos que conspiran contra la patria común. No sé si los señores diputado por la
diputados alguna vez se han puesto la mano en el corazón […] para reflexionar sobre Unión Cívica
la mezquindad, la falta de veracidad de ese apóstrofe […]. Radical, en una
sesión en el
Nosotros creemos que la antipatria está ahí, nosotros creemos que la antipatria Congreso, junio de
está en el gobierno y en quienes lo secundan. 1951.
[…] Podrá el diario en cuestión estar perfectamente a salvo en el aspecto legal; podrá
36
haber cuidado las formas en todas sus actividades pero como diputado revoluciona- Discurso del
rio y como hombre que tiene la costumbre de decir las cosas tal como las siente, afir- legislador
peronista John
mo que el diario La Prensa tiene contraída con el pueblo de la República la deuda de
William Cooke, en
sus grandes pecados. Para nosotros, La Prensa es un diario merecedor de serias acu- la sesión de la
saciones; no —como dijo el diputado Santander, traduciendo la opinión de su parti- Cámara de
do— por disparidad de opiniones con referencia a determinados aspectos de la rea- Diputados, 16 de
marzo de 1951.
lidad nacional e internacional. Ni tampoco por agravios como los que ha inferido al
propio Partido Radical —algunos citados por el diputado Colom— como, por ejem-
plo, el relativo a la revolución del señor Cattaneo, cuando describió en tonos som-
bríos cómo elementos “anarquistas y personalistas intentaron perturbar el orden”. Si
solo tuviésemos agravios de ese tipo, no nos alegraríamos en este momento de ases-
tarle un golpe a través de esta Cámara.
Nosotros estamos contra La Prensa por razones mucho más serias, mucho más
fundamentales. Estamos contra La Prensa porque creemos que diarios de esa clase
son los que han minado la base de la nacionalidad, creemos que La Prensa es uno de
esos obstáculos, como hay muchos otros en el continente, que han impedido o demo-
rado todas las posibilidades de reivindicaciones proletarias en Latinoamérica. Noso-
tros lo decimos por encima de las contingencias de la comisión investigadora. Lo de-
cimos como hombres políticos que expresamos opiniones personales. Nosotros
estamos con los obreros, y estamos contra La Prensa, porque La Prensa siempre esta-
rá, como lo ha estado hasta ahora, contra los obreros y contra nosotros.
Este es el planteo revolucionario con respecto a este problema de La Prensa. No-
sotros con los nuestros, La Prensa con los suyos y con sus aliados de dentro y fuera del
país, y con todos aquellos que, sin estar complicados en las maquinaciones de los dia-
rios capitalistas, creen que están defendiendo los intereses de la prensa libre y de la
libertad de opinión. […]
38 Compañeros:
Quiero comunicar al pueblo argentino mi decisión irrevocable y definitiva de re-
nunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron honrar-
Mensaje de María me en el histórico Cabildo Abierto del 22 de agosto.
Eva Duarte de Perón Ya en aquella misma tarde maravillosa que nunca olvidarán mis ojos y mi corazón,
transmitido por yo advertí que no debía cambiar mi puesto de lucha en el movimiento peronista por
radio, 31 de agosto
de 1951. ningún otro puesto. Desde aquel momento, después de aquel diálogo entre mi cora-
zón y mi pueblo, he meditado mucho en la soledad de mi conciencia y he reflexiona-
do fríamente.
He tomado mi propia decisión en forma irrevocable y definitiva, presentada ante
el consejo superior del Partido Peronista y en presencia de nuestro jefe supremo, el
general Perón. Ahora quiero que el pueblo argentino conozca por mí misma las razo-
nes de mi renuncia indeclinable. En primer lugar y poniendo estas palabras bajo la
invocación de mi dignidad de mujer argentina y peronista y de mi amor por la causa
de Perón, de mi patria y de mi pueblo, declaro que esta determinación surge de lo
más íntimo de mi conciencia y por eso es totalmente libre y tiene toda la fuerza de mi
voluntad definitiva.
Porque el 17 de octubre formulé mi voto permanente ante mi propia conciencia:
ponerme íntegramente al servicio de los descamisados, que son los humildes y los
trabajadores. Tenía una deuda casi infinita que saldar con ellos. Yo creo haber hecho
todo lo que estuvo en mis manos para cumplir con mi voto y con mi deuda. No tenía
entonces, ni tengo en estos momentos, más que una sola ambición, una sola y gran
ambición personal, que de mí se diga, cuando se escriba el capítulo maravilloso que
la historia dedicará seguramente a Perón, que hubo al lado de Perón una mujer que
se dedicó a llevar al Presidente las esperanzas del pueblo y que a esa mujer, el pue-
blo la llamaba cariñosamente Evita. Eso es lo que quiero ser.
39
DE CÓRDOBA
1.- Que la inmoralidad ha dejado de ser un asunto aislado, privado y personal para
convertirse en un espectáculo público y corriente.
Acción Católica de
Córdoba, 1952. 2.- Que la indecencia y el vicio han tomado carta de ciudadanía […] en lugares pú-
blicos, calles, plazas […]
3.- Que como consecuencia lógica de esto, la moral de nuestro pueblo está su-
friendo una crisis, lo que se nota especialmente en la mujer que va perdiendo, poco a
poco, la conciencia de su dignidad.
4.- Que las autoridades municipales y policiales […] miran con excesiva tolerancia
la carrera vertiginosa […] hacia la disolución de las costumbres que son el orgullo de
nuestra raza, el honor personal y familiar, el pudor femenino. […]
[...] Entre los hombres fríos de mi tiempo señalo a las jerarquías clericales cuya in-
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mensa mayoría padece de una inconcebible indiferencia frente a la realidad sufrien- Último escrito de
te de los pueblos. Declaro con absoluta sinceridad que me duelen como un desenga- María Eva Duarte
ño estas palabras de mi dura verdad. Yo no he visto sino por excepción entre los altos de Perón, Mi
dignatarios del clero generosidad y amor... como se merecía de ellos la doctrina de mensaje, julio de
1952. Publicado
Cristo que inspiró la doctrina de Perón. En ellos simplemente he visto mezquinos y por primera vez
egoístas intereses y una sórdida ambición de privilegio. Yo los acuso desde mi indig- en 1994.
nidad, no para el mal sino para el bien. No les reprocho haberlo combatido sorda-
mente a Perón desde sus conciliábulos con la oligarquía. No les reprocho haber sido
ingratos con Perón, que les dio de su corazón cristiano lo mejor de su buena voluntad
y de su fe. Les reprocho haber abandonado a los pobres, a los humildes, a los desca-
misados, a los enfermos, y haber preferido en cambio la gloria y los honores de la oli-
garquía. Les reprocho haber traicionado a Cristo que tuvo misericordia de las turbas.
Les reprocho olvidarse del pueblo y haber hecho todo lo posible por ocultar el
nombre y la figura de Cristo tras la cortina de humo con que lo inciensan. Yo soy y me
siento cristiana. Soy católica, pero no comprendo que la religión de Cristo sea compa-
tible con la oligarquía y el privilegio. Esto no lo entenderé jamás. Como no lo entien-
de el pueblo. El clero de los nuevos tiempos, si quiere salvar al mundo de la destruc-
ción espiritual, tiene que convertirse al cristianismo. Empezar por descender al
pueblo. Como Cristo, vivir con el pueblo, sufrir con el pueblo, sentir con el pueblo.
Porque no viven ni sufren ni sienten ni piensan con el pueblo, estos años de Perón es-
tán pesando sobre sus corazones sin despertar una sola resonancia.
Tienen el corazón cerrado y frío. ¡Ah, si supieran qué lindo es el pueblo, se lanza-
rían a conquistarlo para Cristo que hoy, como hace dos mil años, tiene misericordia de
las turbas! […]
ran. Hoy les agradecemos que lo digan y nos disponemos a hacerlo para que lo ha-
gan. Podemos decirles que en nosotros encontrarán la buena voluntad y la decisión
necesarias para lograrlo y que, así como somos duros y enérgicos en la lucha por la
defensa de nuestra causa, somos también justos y ecuánimes para proceder y humil-
des y amistosos para cooperar en las causas comunes.
Nunca hemos olvidado —y lo repetimos comúnmente— que el interés supremo es
la patria; que nuestro movimiento no tendría razón de ser si no sirviera al pueblo, y
que los hombres que lo servimos somos combustible destinado a quemarse para ali-
mentar su marcha. Hay un interés común a todos los argentinos en contra del cual no
puede estar ningún ciudadano: luego, peronistas y opositores tenemos algo en co-
mún. Pongámonos de acuerdo para servirlo, aunque en las demás cosas disintamos.
Somos ya demasiados los peronistas, para que pretendamos convertir a nuestros
adversarios. Si hasta ahora los hemos combatido con todos los medios, ha sido sim-
plemente porque hemos estado convencidos de que eran partidarios de la violencia
y no del entendimiento para actuar mediante la lucha política pacífica, porque los
hemos considerado enemigos y no simplemente adversarios. Ellos saben que ciertas
razones teníamos para eso. [...]
Si animados de esos sentimientos buscamos la coexistencia y convivencia, no han
de faltar arbitrios para lograrlas y no ha de ser tan difícil llegar a acuerdos que hagan
menos dura y menos estéril la lucha que sostienen y sostenemos.
No creemos que nuestros adversarios deseen ni puedan anular las conquistas que
hemos asegurado al pueblo argentino y a la República.
Quizá, sí, puedan perfeccionarlas, y ello será justamente agradecido si lo logran.
No peligrando la justicia social, la independencia económica ni la soberanía, el pue-
blo argentino aceptará de buen grado todo entendimiento sobre las formas de la ac-
ción política coexistente y convivente, de modo que podemos descartar su acepta-
ción, tanto de un lado como de otro, si los dirigentes obramos con la sinceridad y
lealtad que el pueblo nos presupone. [...]
Para demostrar nuestra buena voluntad conjunta y nuestra disciplina partidaria,
pido a todos nuestros compañeros una tregua en la lucha política. En ella esperare-
mos el resultado de este llamado sincero, sin impresionarnos mayormente con los co-
mentarios que seguramente surgirán de los ambientes malintencionados.
Como en los tiempos de nuestra vigilia pasada, la consigna sigue siendo la misma:
del trabajo a casa y de casa al trabajo. Siempre atentos y vigilantes.