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MIPPE TEMA 5
2. Los neurólogos llevan a cabo inicialmente con los padres una entrevista exhaustiva de los pacientes sobre su
desarrollo. Se aprovecha que los niños están presentes para observar su participación, atención y lenguaje,
observando los movimientos faciales, especialmente al cabeceo, parpadeo de ojos, mirada fija, tics, y
alteraciones del movimiento, además del nivel de actividad y el comportamiento infantil (impulsividad,
dependencia paterno/materno…)
• El signo de Romberg es la incapacidad para mantenerse en pie con los ojos cerrados.
• Examen de reflejos tendinosos profundos (Hiperreflejos: contracción de músculos que habitualmente
no están implicados en el reflejo, son síntomas de disfunción corticoespinal), (Hiporreflejos: asociados
con alteraciones de las unidades motoras de la médula espinal o del cerebelo.
• Examen del cerebelo: Toca primero su nariz y luego el dedo de la persona examinadora en varias
posiciones, que recorra el talón de la espinilla de la otra pierna.
• Nervios craneales: por anomalías congénitas o traumatismos.
• Sistema somatosensitivo: capacidad para detectar vibraciones y la posición de las extremidades y de las
articulaciones, tocando unilateralmente o bilateralmente varias partes del cuerpo que permanece con
ojos cerrados. Las dificultades se asocian a disfunciones en lóbulos parietales.
• Identificación con ojos cerrados diversos objetos (estereognosia) para ver integridad de lóbulos
parietales.
• Fuerza muscular: se empuja con la mano o con la cabeza, la mano del examinador, o que camine con los
pies sujetos.
• Evaluación de la marcha: Caminar hacia delante y hacia atrás, corran para evidenciar si existen
adicionales de espaticidad o de movimientos espasmódicos.
4. Se debe derivar para evaluación neurológica cuando hay náuseas, fiebre alta, dolor de cabeza y letargo,
parpadeos rápidos, aura visual, mirada fija al vacío, sacudidas, espasmos, alucinaciones, torpeza motriz,
infecciones víricas prolongadas, traumatismos, disminución repentina de funciones cognitivas, memoria,
lingüísticas, etc.
5. Se debe derivar para evaluación neurorradiológica (TAC, RM) cuando existan sospechas de enfermedades
neurológicas que afecten al SNC. Traumatismo craneal, proceso tumoral del SNC, degeneración de la
sustancia blanca, hidrocefalia o agenesia del cuerpo calloso, enfermedades cerebrovasculares, dislexia u
otros trastornos del neurodesarrollo con antecedentes de convulsiones, síntomas neurológicos y/o retrasos
cognitivos del habla y del lenguaje. Lo signos positivos del examen neurológico aconsejan una evaluación
neurorradiológica adicional.
6. Las pruebas neuropsicológicas se aplican para investigar la relación entre cerebro y comportamiento en
niños y adolescentes, y para determinar si los trastornos cognitivos, académicos y psiquiátricos están
relacionados con alteraciones en el funcionamiento del cerebro.
8. Achenbach (1900, 2005) sugiere la incorporación al menos de seis micro-paradigmas para el estudio de los
trastornos infantiles: biomédico, conductual, psicodinámico, sociológico, del sistema familiar y cognitivo.
10. Hay que tener en cuenta la repercusión del rendimiento psicológico en los resultados neuropsicológicos.
Los niños con lesiones por traumatismos craneoencefálicos presentan síntomas de edema psíquico que
interfieren en el rendimiento en pruebas neuropsicológicas. Los retrasos del lenguaje y/o lectura, trastornos
conductuales o de oposición desafiante –sin confundir el rechazo o falta de esfuerzo con déficits-, la baja
tolerancia a la frustración, la depresión y/o la ansiedad, pueden influir en los resultados. Si se sospecha de
contaminación en los resultados, se debe realizar una nueva prueba transcurridos de 3 a 6 meses.
11. Los resultados de la prueba neuropsicológica deben incluir no sólo los resultados de la prueba, sino su
explicación y las sugerencias para la intervención.
12. En los niños son más útiles los autoinformes con escalas.