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ENSAYO FORMAL

“Delincuencia”

 “Compresión Y Producción De Textos”


Semestre: 1° - Grupo 4.

Estudiante

Tovar Tirado Miguel Ángel

Docente

Rosa Esther Acosta Moreno

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA
BARRANQUILLA

2021
DELINCUENCIA
Descrito por el diccionario como hecho de cometer un delito, la delincuencia hace
referencia a todo aquello relacionado con las acciones delictivas y con los
individuos que las cometen, conocidos como delincuentes. La palabra, como tal,
proviene del latín delinquentia.
Según Buelvas Jurado (2008), quien precisa que el término delincuencia es un
término legal. Según la ley, un delincuente es aquel que transgrede (por acción u
omisión) el Código Penal, el cual abarca el conjunto de acciones que atenta contra
la tranquilidad y el bienestar social. Entre las transgresiones más comunes se
encuentran las lesiones a personas (incluido el homicidio), y delitos contra el
patrimonio (hurto, atraco, extorsión, estafa y daño a bienes ajenos). La
delincuencia está íntimamente relacionada con el comportamiento; la agresión es
un rasgo de la conducta antisocial. No parece haber mayores diferencias en
cuanto a las características de la niñez, adolescencia o edad adulta entre
delincuentes involucrados en delitos violentos frente a los no violentos. Más bien,
el delito violento (lesión a otro, atraco, robo a mano armada) surge como un
evento casual dentro de una larga carrera delincuencial. Los delincuentes son
personas que cometen delitos, es decir, que realizan acciones contrarias a lo que
establece la ley y el derecho, y que por ellas son penados por el sistema de
justicia de cada país, lo que implica el cumplimiento de castigos o sanciones
dependiendo de la gravedad de la falta. Las penas aplicadas sobre los
delincuentes contemplan, por lo general, la prisión, y persiguen como ideal la
reinserción social de los individuos que han cometido actos delictivos, para que
puedan volver a ser elementos productivos de esta.
La violencia en Colombia es un factor inherente a la situación de conflicto. De ahí
que el incremento de la diferencia en la brecha de oportunidades y desarrollo para
la población provoca condiciones propicias para delinquir en la sociedad; La
situación de violencia en Colombia no solo está vinculada a la presencia del
conflicto interno, sino que, además, la delincuencia juega un papel determinante
en la sensación de seguridad de la población. Conforme a esto, las fuerzas de
seguridad estatales buscan el cumplimiento de su deber, ampliando el rango de
acción y la presencia institucional en todo el territorio colombiano, con el fi n de
lograr la recuperación total de la soberanía, el debilitamiento de los grupos
armados ilegales y la fracturación de las organizaciones delictivas comunes. En tal
panorama, la población colombiana no solo se ve afectada por los niveles de
violencia, sino también, por el crecimiento indiscriminado de la situación de
pobreza que existe en el país, lo cual puede influir en predisposición a delinquir o
a pertenecer a organizaciones al margen de la ley (Sandoval & Martínez, 2008).
La delincuencia y la criminalidad son estudiadas por la relación que tienen con el
bienestar social y, particularmente, con el desarrollo individual considerando el
entorno y las condiciones dadas en una sociedad determinada. Tradicionalmente,
la violencia ha sido tratada como un problema para los científicos sociales. Sin
embargo, esto ha cambiado y la magnitud con que se ve el tema hoy día está
relacionada con la salud de la sociedad, la calidad de vida y el desarrollo individual
y comunitario, según Gilbert (1996). Considerando lo anterior, el entorno donde los
individuos se desenvuelven, determina, en gran parte, la potencialidad de
convertirse en criminales. Es decir, tanto las tasas de criminalidad como la
pobreza y las actividades económicas principales del entorno pueden influenciar la
carrera criminal de los individuos a cualquier edad (Sandoval & Martínez, 2008).
Así, Eisner (2002) plantea que en el comportamiento delincuencial inciden varios
aspectos como el abuso en el consumo de alcohol y drogas, el crimen violento y el
delito a la propiedad, los cuales están significativamente relacionados con la
pobreza, el ingreso per cápita y el desempleo de las personas. En el mismo
sentido, Willis (1983) sostiene que el desempleo tiene un efecto positivo en
relación con el crimen, en especial para adolescentes y adultos jóvenes.
El Estado es el encargado de proteger a los ciudadanos contra la delincuencia,
creando órganos de vigilancia y control social, como la policía, y aplicando la ley
mediante el sistema de justicia. En Colombia, como en toda América Latina, la
inseguridad se ha convertido en una de las principales preocupaciones del debate
político y ciudadano sobre los mecanismos para enfrentarla, de ahí el surgimiento
de los tipos de seguridad; sin embargo, es importante clarificar que la seguridad
requiere un trabajo multidisciplinario y no solo atribuido a los organismos del
Estado (Policía Nacional (2012, pp. 25-26). El concepto de seguridad es complejo
debido a que puede ser definido desde posturas muy distintas, tanto de visiones
muy reduccionistas, que enfatizan la represión de los actos delictivos, como de
posturas más amplias, que casi llegan a confundirse con el concepto de seguridad
humana, el cual abarca todos los campos de la acción social, por lo que enfatiza
en ideas sobre calidad de vida y dignidad humana. Es así como actualmente un
concepto amplio de seguridad “incluye aspectos como el civismo, la cohesión
social, la resolución de conflictos, la calidad de vida, los espacios públicos
diseñados y concebidos teniendo en cuenta las condiciones de seguridad, pero
también que constituyan factores de integración social, al igual que la vivienda y
los equipamientos” (Delgado, 2007, p. 12); De tal manera nos damos cuenta que la
delincuencia es una preocupación social en todos los países del mundo, puesto
que esta es un síntoma de los problemas de desigualdad y exclusión que se viven
en el seno de las sociedades.
Los delincuentes recurren a estas prácticas inescrupulosas ya que muchas veces
son Víctimas de la discriminación social y se encuentran excluidos de las
decisiones importantes, muchas de estas personas carecen de planes o proyectos
de vida, y son considerados incapaces de adaptarse al medio social, por lo cual
toman la delincuencia como alternativa de sobrevivencia. El fácil acceso a las
drogas, la falta de oportunidades de empleo, salud, educación y espacios para la
cultura y el deporte, la desintegración familiar, la impunidad, entre otros factores,
componen el contexto en el que nace y crece la juventud del siglo XXI. Cuando
una persona ha sido formada bajo las normas morales mínimas que toda sociedad
demanda y, además, se les ha inculcado desde la infancia la honestidad, la
responsabilidad, el amor al trabajo, etc. esa persona rara vez trasgrede las normas
para una convivencia armónica en la sociedad. El comportamiento antisocial se ha
asociado con el fracaso escolar, consumo temprano en cantidades altas de tabaco
y alcohol, consumo de droga, sexualidad temprana y promiscua, inestabilidad
laboral, separación y divorcio, hijos ilegítimos, violencia doméstica, infracciones y
accidentes de tránsito, participación en riñas, porte y uso de armas. Más bien, éste
podría ser el resultado de los efectos acumulativos de una multiplicidad de
factores biológicos (genéticos y fisiopatológicos), familiares, sociales y
situacionales recíprocamente interactuantes. La violencia también produce un
impacto que afecta desfavorablemente la economía y el desarrollo de una
sociedad. Colombia, por ejemplo, genera pérdida por robo o daños en las
personas y la propiedad que son enormes; se estima en 5% del Producto Interno
Bruto (PIB) como pérdidas en la productividad y se invierte un 15% de este mismo
rubro, en medidas de seguridad (Rubio M., 1997, citado por Klevens Barreto, J.).
En Colombia, y en general en el resto del mundo, existe la necesidad de analizar
las tendencias y características del delito, con el objetivo de generar políticas,
estrategias y acciones orientadas a la prevención, disuasión y control del crimen;
por tal razón, es pertinente entender el concepto de criminalidad como el conjunto
de delitos y contravenciones cometidos en un tiempo y espacio determinados
(Norza, Ruiz, Rodríguez, & Useche, 2011, citado en Exégesis de los delitos en
Colombia, p. 19). Es un hecho que cuando aumenta la rigidez de la sociedad y las
autoridades pregonan que todo está bien y cuando el desfase entre el discurso y
la realidad es tan abismal, consciente o intuitivamente mucha gente joven
desconfía de las supuestas bondades del mundo que ha heredado. Estos jóvenes
se esfuerzan cada día por distanciarse culturalmente de los demás y se rebelan
contra la discriminación.
Como podemos ver, la violencia y con ello la delincuencia juvenil, no es producida
aleatoriamente, sino que está compuesta por una serie de factores que propician
que cada vez más jóvenes adopten la violencia como una forma de vida.
Si aceptamos la hipótesis de que a mayor bienestar social crece la solidaridad
entre generaciones y con ello disminuye la delincuencia entre los jóvenes, el
posible tratamiento del problema tiene dos vertientes, y ambas son
responsabilidad principalmente del Estado. Una es competencia de los poderes
Ejecutivo y Legislativo, y tiene que ver con construir una nación que posibilite una
vida digna a todos sus habitantes: sin pobreza, marginación, discriminación ni
racismo, con fuentes de trabajo y salarios decorosos, con escuelas y
universidades gratuitas, un proyecto nacional con estos propósitos sería
seguramente generador de una juventud comprometida, responsable y confiada
en el futuro, y en esas condiciones la delincuencia general y la juvenil en particular
tendrían niveles bajos. La otra vertiente corresponde a la administración de justicia
y es responsabilidad del Poder Judicial.

BIBLIOGRAFIA
 Eisner; M. (2002). “Crime, problem drinking and drug use: patterns of problem behavior in
cross-national perspective”. In: The Annals of the American Academy of Political and Social
Science, 580: 201-225.
 Willis; K. (1983). Spatial variations in crime in England and Wales: Testing an economic
model. In: Reg Stud 17(4): 261-72.
 Gilbert; L. (1996). Urban violence and health – South Africa 1995. In: Soc. Sci. Med., 43:
873-880.
 Sandoval L. & Martínez, D. (2008). Una revisión al estudio de la delincuencia y la
criminalidad. En: Revista de Ciencias Económicas: Investigación y Refl exión, Volumen XVI–
1: 105 -117. ISSN 0121-6805
 Buelvas Jurado, Jimmy (2008). “Epidemiología de la delincuencia en Colombia. La violencia
en Colombia y el concepto de delito”. Recuperado el 28 de octubre de 2012. Disponible en
http://autorneto.com/literatura/ensayos/epidemiologia-dela-delincuencia-en-colombia/
 Delgado, J. (2007). La prevención: una tarea multidisciplinar. En: La prevención del delito y
del riesgo (pp. 11-82). Madrid: Editorial Dykinson.
 Policía Nacional de Colombia (2011) (a) Ervyn Norza-Céspedes Capitán de la Policía
Nacional de Colombia; Walther Alfonso López-Guaje, (Patrullero de la Policía Nacional de
Colombia; María Ximena Peñalosa-Otero (Magíster en Seguridad y Defensa Nacionales).
Exégesis de los delitos en Colombia, 2011. Recuperado el 6 de abril de 2013. Disponible en
http://oasportal.policia.gov.co/imagenes_ponal/dijin/revista_criminalidad/vol54/0
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 Policía Nacional de Colombia (2012) (b). “16 Estrategias de Convivencia y Seguridad
Ciudadana” de la Policía Nacional”. Recuperado el 6 de abril de 2013. Disponible en
oasportal.policia.gov.co/portal/page/portal/HOME/16-estrategias

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